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Si eres una maestra en postergación como yo seguramente te ha pasado que:

Llega el momento de hacer cuentas existenciales y el único “logro que tienes a favor” es haber
agrandado tu lista de cosas por hacer y tener más polvo sobre tus sueños, los que para esta fecha se
suponía que serían una realidad pero noooo, siguen allá, al otro extremo, lejísimos de ti y ya de tantos
años en la lista de espera, empiezas a creer que ese será su lugar eterno por los siglos de los siglos
amén.

Tomamos la decisión de bajar de peso, emprender el negocio soñado, ahorrar para ese viaje ideal… Y
empezamos el primer día con la emoción de un niño cuando va a la chocolatería

Pero en el camino algo pasa… Se acaba la pila, esa emoción eufórica se esfuma y preferimos
sentarnos a ver Netflix con un tarro de Nutella ya que eso sí nos da gratificación inmediata!

Siempre soñé con viajar, con trabajar en pantuflas desde cualquier sitio, ser libre y abundante.
Muchas veces puse pausa a ese sueño porque se me atravesaba la pereza, el miedo o cualquier
“ocupación importarte” que me dejaba sin tiempo (como por ejemplo, la nueva temporada de Greys

Anatomy

¿Cómo cambié eso por la constancia de trabajar en mi sueño hasta verlo hecho realidad?

Bueno aquí va, simples pero potentes pasos:

Operación Desgaste

Me harté con cada célula de mi cuerpo de vivir esa realidad. No quedó ni migajas de paciencia a
seguir preguntándome cada noche “que hiciste hoy por tu sueño, Luana?” y sentirme avergonzada de
la respuesta que me daba. Me harté de mis excusas y de mi mediocridad.

Lo mejor de tu vida siempre inicia con una determinada, irrefutable e innegociable decisión.

Decidí dejarme de tonterías y negociar la vida que quería. Siempre hay un precio que pagar: salir de
la comodidad para lograr tu sueño, o renunciar a tu sueño por mantener tu comodidad

Tú, Qué quieres pagar?

La vida se resume a un puñado de decisiones.

Después de tomar esa viada de decir basta a jugar pequeño, la cual incluyó varios insultos a mi misma
y fuertes peleas con mi zona de confort, (ver mi vida pasar, más arrugas en mi rostro y cero sueños en
mi lista de cumplidos, no se tu opinión pero yo pienso que sí era para agarrarme de los pelos!)

Pero entonces… Ya me di la nalgada y el sacudón que necesitaba para ponerme en acción y ahora?!!!
Cómo mantengo la motivación y no retrocedo?!

2. Pequeños hábitos que te mantengan encarrilada


El arranque es bueno, pero necesitas un motor bien gestionado que te mantenga en marcha, en
velocidad crucero … bueno, no exactamente..

Siendo realistas, es imposible que todo sea una línea sin baches y que avances a una velocidad
invariable cada día, (y también muy aburrido) honestamente, a lo máximo que podrás aspirar en el
camino a tu sueño es tener una montaña rusa emocional, muy arriba viviendo el éxtasis y celebrando
tu avance subida a la mesa gritando “I’m sexy and I know it” Soy sexy y lo sé

y al día siguiente postrada en el subsuelo de la existencia con el autoestima mal herida porque nada
salió como esperabas.

Así de mágico es el camino.

A la realidad no hay que maquillarla, pero hey! ánimo, que si sigues moviéndote, de que llegas
llegas! Y la emoción del sueño cumplido cura cualquier rasguño del camino

Respóndete:

¿Qué prácticas diarias podrían inyectarte la motivación que necesitas para trabajar en tu sueño en vez
de claudicar ante un nuevo episodio de Game of Thrones?

En mi caso concreto fueron dos hábitos:

Me levantaba cada mañana y mientras me bañaba escuchaba la canción “Try” de Mandy Harvey. Una
mujer que quedó sorda los 7 años de edad y aún así se dio maneras de convertirse en una cantante
muy reconocida hoy en día, su voz es alucinante, lamentablemente tal vez ella nunca la escuche pero
su condición no le privó de darle al mundo lo que llevaba adentro, (por qué mis excusas iban a
privarme a mi?!!) puedes ver su presentación, aquí!
Entonces cada que iba a contarme alguna excusa para ese día convencerme de que no puedo, ponía
Play en mi Spotify y escuchaba a Mandy, o recordaba a Adriana Macías (reconocidísima
Conferencista que nació sin brazos) y con esos argumentos, la chica mala de mi cabeza se quedaba
sin ningún argumento suficientemente válido por lo que no tenía otro remedio que cerrar mi pico y
ponerme a trabajar!!

Si Mandy supiera que el hecho de que haya tomado la decisión de hacer algo más que rendirse en su
vida y exigirse a sí misma a usar el potencial que llevaba dentro y entregárselo al mundo, si supiera
que su decisión se convirtió en mi inspiración para hacerlo también.

Cuánto agradezco que no se haya rendido!! Y si tú no lo haces, estoy segura que mañana el mundo te
lo agradecerá también!

Y no voy a negar que habían días que no quería hacerlo, que me agarraba de la primera excusa que se
atravesaba y hacía mi mayor esfuerzo por autoengañarme y convencerme de que no puedo, que
mañana lo haré.

Entonces, ya que me iba a engañar cambiaba en autoengaño por otro:

Sólo por hoy, sólo por hoy voy a dejar todo en la cancha.

No pensaba en mañana, no pensaba en un mes, sólo hoy daré lo mejor de mí, sólo hoy trabajaré
fuerte. Sólo hoy no veré Grey´s Anatomy.

Ver el siguiente paso, sólo la siguiente grada me hacía sentir mucho más cómoda que hundirme a los
pies de la montaña que quería escalar.

Y si ya ninguna de las anteriores estrategias funcionaba entonces:

3. Acudía a la capacidad manipuladora de mi yo de 80 años. Imaginarme llegar a su edad y ver su


vergüenza de no haber hecho nada con su vida porque la joven y enérgica Luana prefirió jugar
pequeño, era inaceptable, absolutamente decepcionante. No podría ver a los ojos a mi yo de 80
…así que ni modo, como niña chiquita me tocó ponerme a hacer la tarea, lamentablemente los
deberes existenciales no son como los del cole, que tu hermano mayor puede hacértelos con una
buena negociación.

En la vida, lo que tú no hagas, nadie lo hará y el mundo se quedará sin nunca conocer eso que solo tú
podías haberle entregado. Que pecado y qué vergüenza.

No permitas que eso ocurra, así que levántate, Apaga las excusas, ponte a trabajar y Deja que tu yo de
80 se sienta orgullosa de las decisiones que tomarás hoy.

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