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PSA: Freud - Cát.

Delgado

SEGUNDO PARCIAL

Preguntas de Teóricos

1. En “Tres ensayos…” Freud considera las perversiones, la sexualidad infantil y la


neurosis, para desarrollar su concepción de la sexualidad humana. ¿Qué consecuencias
extrae de cada una de ellas que le permiten elaborar dicha concepción?

En este texto, Freud realiza una de las más trascendentales y originales contribuciones al conocimiento de lo
humano, más específicamente de su sexualidad. Lo que Freud destaca es como muchas características de la
sexualidad adulta quedan delimitadas por la disposición infantil. La sexualidad queda definida aquí en torno al
concepto de pulsión y castración.

En primer lugar, la teoría sexual que Freud elabora nada tiene que ver con el esquema médico y el sentido
común de la época: hace un pasaje de la noción de genitalidad al concepto de sexualidad pulsional.
Aunque Freud sostiene que lo sexual debe cuestionarse no se propuso hacer una definición sino más bien dar
cuenta de lo que se encontró en la clínica.

- De su primer ensayo, acerca de las aberraciones sexuales: las perversiones, extrae la concepción de
las 2 desviaciones sexuales, 2 modalidades de alejarse la norma:

a. La primera desviación es respecto al OBJETO SEXUAL, es decirse la persona de la que parte la


atracción sexual. Este caso corresponde a los invertidos, a partir de la mudanza del objeto heterosexual al
homosexual (invertidos absolutos), también el caso en que el objeto sexual puede pertenecer a ambos
sexos (invertidos anfígenos: hermafroditas psicosexuales) y, le caso de aquellos que en determinadas
ocasiones toman como objeto sexual a una personas del mismo sexo (Invertidos ocasionales)

b. La segunda desviación corresponde a la META SEXUAL, la acción hacia la cual esfuerza la pulsión.
Auqui la finalidad ya no será la reproducción sino obtener satisfacción con el placer previo, con las acciones
preliminares. Puede incluirse aquí al exhibicionismo (voyerismo) y el sadomasoquismo.

De ambas desviaciones se extrae la idea de una sexualidad humana pulsional, desviada, en la que no hay
ni objeto ni fin predeterminado. Es, al no haber ni objeto predeterminado que se puede disponer de objetos
masculinos como femeninos. Freud sostiene que al ser la sexualidad perversa, entre pulsión sexual y objeto
sexual no hay más que una soldadura, advirtiendo a su vez que la pulsión sexual no lleva consigo al objeto
sexual sino que es independiente de él.

- En su segundo ensayo, el de la sexualidad infantil, lo que Freud da cuenta es que dicha sexualidad
retorna en la sexualidad adulta. Su concepción de la sexualidad infantil incluye a un niño perverso
polimorfo (es decir que alcanza la satisfacción pulsional admitiendo más de una forma), la idea de una
sexualidad de carácter autoerótico pues dispone de diversas zonas erógenas, que se hallan en el mismo
cuerpo del niño, independientes entre sí, que aspiran a conseguir placer cada una por si cuenta (pulsión
parcial). Freud habla, en este ensayo, de prácticas autoeróticas: chupeteo, retención y expulsión de heces,
pero la práctica fundamental de la infancia es la masturbación, lo que da cuenta de que hay excitación
sexual en la infancia, Es un sexualidad que posee fases: oral, sádico-anal, fálica y no una sexualidad que
comience en la pubertad, siendo solo genital.

El objeto de la sexualidad infantil es parcial, puesto que no hay aun un objeto total. Ese objeto se halla
vinculado con las zonas erógenas pues sirve de soporte al circuito pulsional autoerótico. Es contingente y
plausible de sustitución, como sucede con el primer objeto de los componentes orales: el pecho materno
que, luego de automatizarse dicho componentes, puede ser cualquier otro objeto que se preste para el
circuito (sabanita, peluche, dedo). Esto es así ya que la pulsión no se satisface en el objeto, sino a través de
él. Freud también nombra a un periodo que se halla entre los tiempos de la sexualidad: el periodo de
latencia, de amnesia infantil. Allí las mociones pulsionales, sexuales, han sido reprimidas e inhibidas en su
meta sexual, sumado a la adquisición de diques morales Es en la pubertad donde reaparecen los objetos
amoroso nuevamente co todas las marcas de la infancia. Por último hay una similitud precisa entre la
sexualidad infantil y la sexualidad adulta: el falo, que como objeto privilegiado permite organizar la
sexualidad.

Freud resalta que el descuido sobre la sexualidad infantil ha sido tal debido a la ignorancia acerca de las
bases de la vida sexual y al no reconocimiento de la existencia, en la infancia, de una pulsión sexual.

- El tercer ensayo corresponde al de la Neurosis. En la pubertad irrumpe la sexualidad que no abandona


las prácticas de la sexualidad infantil sino que se conservan a la vez que las pulsiones sexuales y las
disposiciones infantiles se subordinan al primado de los genitales y al servicio de la reproducción. Existe,
como meta, la satisfacción, hay un objeto total, en el que se articulan características de objeto parcial y la
organización de la sexualidad se da en torno a una zona privilegiada. No obstante hay una sexualidad
directa negada por una represión por lo que el modo de satisfacción está en el síntoma neurótico. Sucede
que el sujeto desautoriza el reclamo sexual (que hace que el sujeto esfuerce la pulsión) con una acción
contrarrestante a la pulsión para desautorizar dicho reclamo. El sujeto enferma mudando sus aspiraciones
libidinosas en síntomas y en ellos pasa a realizan inconscientemente sus fantasías que tiene como objetos a
un objeto prohibido infantil. En la histeria en cuerpo, incidido en lo simbólico, es tomado como zona erógena
y en síntoma se inerva en la misma. PUEDE DECIRSE QUE LAS PSICONEUROSIS DESCANSAN EN LAS
FUERZAS DE CARÁCTER SEXUAL. Por eso, Freud dice que el síntoma es la práctica sexual de los
neuróticos.

Lo que va a sostener Freud luego es que la sexualidad se desarrolla en las fantasías, donde se intenta
satisfacer un deseo insatisfecho que tiene la capacidad en tanto reprimido e Incc de generar un síntoma. Con
el abandono de la masturbación se reprime la fantasía, que luego se realizara desfiguradamente en el
síntoma como cumplimiento de deseo sexual.

2. Desarrolle el concepto de fantasía Incc en Freud ¿Qué entiende por “soldadura” entre
pulsión y fantasía?

En “Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de las neurosis”, Freud expresa por primera vez el
abandono de la creencia en la etiología traumática de la histeria e insiste en la importancia de las fantasías.
Asimismo, le confiesa a Fliess, su amigo, que ya no creía en sus histéricas, que los relatos de estas pacientes
siempre trataban de supuestos relatos de escenas de abusos o seducciones por parte de un padre perverso.

Freud deja de buscar el suceso traumático (lo que implica la caída de la Teoría Traumática) para pasar a
sostener que se trata de fantasías de seducción como intento de defenderse del recuerdo de la propia práctica
sexual (mast. Infantil) HAY UN SÍNTOMA QUE YA NO ESTÁ CAUSADO POR UNA VSPT SINO POR
FANTASÍAS. Éstas podrían definirse como un deseo insatisfecho que busca cumplirse. Freud habla de
fantasías concientes, los sueños diurnos, ya sean eróticos o ambiciosos, de carácter inconfesable. No
obstante, dichos sueños pueden entrar en conflicto con los ideales del Yo, con los intereses del yo, por tratarse
de un objeto de deseo prohibido (infantil, incestuoso) son reprimidas y pasan a ser Incc. CADA FANTASÍA
SINGULAR ES UNA RECTIFICACIÓN DE LA INSATISFACTORIA REALIDAD, dice Freud. Las fantasías Incc,
así mantiene un vinculo muy importante con la vida sexual de cada persona.
Con el concepto de fantasía, Freud logra articular 2 cuestiones de su teoría: LA SATISFACCIÓN
PULSIONAL y EL SÍNTOMA como modo de satisfacción desfigurada (x la represión). Esto se debe a que
las fantasías aparecen realizándose en el síntoma, el cual pasa a ser el retorno de lo reprimido de dichas
fantasías. Al situar la dimensión de la fantasía, Freud instaura la realidad psíquica propiamente dicha.

La fantasía se anuda a la pulsión, que busca satisfacerse (podría ubicarse aquí el objeto parcial) y el deseo
Incc que busca realizarse mediante el síntoma (aquí, el objeto total, proveniente del mundo infantil). Puede
ubicarse así la noción de soladura, que implica pensar en esa conexión que no está dada desde el comienzo,
sino que se da tras una construcción en un tiempo posterior. Con lo dicho puede pensarse, además, la fijación
de la pulsión a un objeto que provee satisfacción. Cuando los objetos de la trama edípica se pierden (dado por
la imposibilidad de satisfacción), la líbido ahora libre buscará una satisfacción inmediata y es por eso que
regresa los puntos de fijación de a pulsión, es decir, a las fantasías Incc (en el campo de la neurosis:
introversión de la libido).
3. Explique las fases de la represión a partir de los textos “La Represión” y
“Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia descrito
autobiográficamente”.

La Represión es uno de los conceptos pilares del PSA, que sólo puede pensarse a partir del mismo, no
logrando establecer antecedentes antes de sí.

En el texto “La represión” de 1915, Freud establece tres fases de la misma: REPRESIÓN PRIMARIA O
PRIMORDIAL, REPRESIÓN SECUNDARIA O PROPIAMENTE DICHA y RETORNO DE LO REPRIMIDO.

En principio podría definirse a la represión como una de las defensas o destinos de la pulsión y su esencia
consiste en rechaza algo de la conciencia y mantenerlo alejado de ella. Se produce cuando el motivo de
displacer cobra un placer mayor que el displacer de la satisfacción y se genere un conflicto entre instancias.

- La primera fase: la represión primaria, es una operación necesaria que constituye el Incc, tiene carácter
de hipótesis, no puede ser hallada en análisis. La R.P. está integrada por dos componentes: uno, el
representante psíquico reprimido primordialmente, imposible de recuperar mediante el recuero y que se
presenta en las formaciones del Incc tal como el ombligo de los sueños. Ese representante psíquico
imposible de recuperar ha caído en el olvido estructural que funda al sujeto psicoanalítico, un sujeto dividido
estructuralmente en CC/INCC. El segundo componente, es la fijación pulsional, una primera fijación
pulsional, una fijación de un modo de satisfacción. Se puede hallarlo claramente en el “Puntualizaciones
psicoanalíticas sobre un caso de paranoia… (Caso Schreber)”.

Lo que implica la R.P. es una detención del movimiento libidinal, en tanto fijación, pues el objeto contingente
de la pulsión parcial (oral, anal, voz y mirada) viene al lugar del agujero estructural, de lo irrecuperable que
dejó la perdida (experiencia de satisfacción). A causa del lazo particularmente intimo entre la pulsión y el
objeto, se fija la pulsión. El objeto va a estar así, fijado en relación a aquello que va a lugar “de”.

- La represión secundaria, solo es posible cuando haya ocurrido la R.P., ya que es la que constituye al
Incc mismo y para que algo se reprima se necesita de un lugar desde donde atraer lo reprimido. Puede
hablarse de las formaciones de Incc dinámico, que son productos de esta segunda represión. Para que algo
se reprima y devenga Incc son necesarias dos fuerzas: una de repulsión, que rechace aquellas
representaciones inconciliables (que es la del esfuerzo represivo) y otra, la fuerza de atracción de lo
reprimido originariamente. Esta etapa recae sobre los retoños psíquicos de aquello reprimido primordial.
Freud define a esta etapa como el “esfuerzo de dar caza”

- Como Freud lo sostiene, cada vez que hay represión hay retorno de los reprimido y hay por ende, un
represión que fracasa. Es por este fracaso que pueden conocerse las formaciones del Incc. El único
reprimido que nunca retorna es lo reprimido primordialmente (si retorna: ¡no habría más Incc!). En cambio, la
represión secundaria implica el movimiento retorno del reprimido, bajo una forma desfigurada, con formas
sustitutivas que deja síntomas como secuelas. Hay debilitamiento de la resistencia.

4. Justifique la idea de Freud de que “un nuevo acto psíquico” debe advenir para dar
cuenta del pasaje del autoerotismo al narcisismo.

Freud se va a referir a un “nuevo acto psíquico” en “Introducción del Narcisismo”, donde dirá que hay algo
que debe agregársele al autoerotismo para que el narcisismo se constituya. En principio sería necesario aclarar
en qué consisten tanto el autoerotismo como el narcisismo. El autoerotismo es el acto por el cual se toma una
parte del propio cuerpo como objeto de la propia satisfacción, el cual es parcial. El narcisismo es el hecho de
tomarse a sí mismo como un todo amoroso, que implica sustraer la libido del mundo exterior y conducirla al
YO, tomándose a sí mismo como objeto. A su vez, narcisismo es el concepto central de la Teoría de la Libido.

Ese nuevo acto psi implica, en primera instancia, que el camino que va del autoerotismo al amor de objeto se
produzca un estadio en el desarrollo evolutivo de la libido que es el Narcisismo. Pero para que este se
produzca, es imprescindible que se encuentre constituido un YO, ausente desde el comienzo: ese es el
nuevo acto psíquico. Es un yo que se encontraba ausente en el autoerotismo donde primaba la pulsión y que
se constituye tomándose como objeto libidinal, cuya investidura será cedida a los objetos, luego. El narcisismo
así pasa a ser un complemento libidinal del yo, un yo que tal como puede ubicarse aquí en el 2do modelo
pulsional, no se halla exento de libido y ya no es una mera masa de representaciones, al servicio únicamente
de las pulsiones de autoconservación.

El nuevo acto psi implica pode pensar una de las metas de las que habla Freud: el abandono del
autoerotismo. Una vez constituido el Yo será él quien ame por lo que podrán investirse los objetos, que
consistirá más adelante en reunir las pulsiones parciales en un único objeto (aquí la segunda meta: sustitución
de diferentes objetos de las pulsiones en un objeto único). Freud luego se interrogara a cerca de la
composición del Yo con relación a la elección amorosa y va a introducir un mecanismo psíquico que la
identificación como el movimiento libidinal que funda el Ideal de Yo, imprescindible para la constitución de la
unidad yoica.

Preguntas de Seminarios

1. Explique el concepto de repetición y su articulación c los conceptos de resistencia y


transferencia.

Freud sostenía hasta el momento en sus desarrollos teóricos que todo podía ser recordado, que era posible
llenar las lagunas del recuerdo con el recupero de lo olvidado. Es lo que se denominó Teoría del Recuerdo: no
sólo no se trata de un Incc que estuviera allí y que el analista debía buscar sino que se trata de un Incc fundado
por el acto analístico. Freud, además, encuentra que es imposible llenar las lagunas del recuerdo: EL SUJETO
NO RECUERDA. EL SUJETO VA A REPETIR. Esto quiere decir que no logra trae al análisis aquello olvidado
en calidad de recuerdo sino que escenifica aquello que no ha entrado en la cadena de representantes
psíquicos, ese resto reacio (ello: 2da tópica) que excede la simbolización y que se presenta como un límite
para la interpretación… todo ello era ACTUADO POR EL SUJETO.

Durante el tratamiento el paciente repite todos sus síntomas, poniéndose en relieve la compulsión de
repetición. En ésta, hay una insistencia de fragmentos de vida muy penosos para el sujeto que nunca han sido
reprimidos, quedando fuera del circuito represión-retorno. No se trata de un conflicto, entonces, que se dé entre
instancias.

Freud ofrece unos ejemplos en “Recordar, Repetir y Reelaborar” donde uno de ellos dice que el analizado no
puede recordar haber sido desafiante frente a la autoridad de sus padres, sin embargo, se comporta de esa
manera frente al médico, o puede avergonzarse del tratamiento en vez de recordar ciertos quehaceres
sexuales de la infancia.

Con respecto a la articulación de la repetición con resistencia y tratamiento, en “Recordar…” Freud


advierte que es la relación que más le interesa en tanto “la transferencia mismo es solo una pieza de la
repetición y ésta es la transferencia del pasado olvidado”. La resistencia tiene una participación importante,
pues cuanto mayor sea mayor será el actuar (aggieran). La relación transferencia-resistencia surge cuando se
está a punto de recordar un fragmento muy penoso y es allí donde no sólo entra en juego la dimensión de la
transferencia negativa y la dimensión pulsional del paciente. Allí se devela el lugar de objeto parcial que ocupa
el analista.

Es en transferencia negativa donde el paciente repite ese fragmento de vida muy penoso, muchas veces sin
saber qué repite, dice Freud. Existe una resistencia por parte del sujeto a ceder los recuerdos penosos lo que
da cuenta de una satisfacción patológica de los pacientes (antecedente de masoquismo).

El desarrollo de la cura puede comenzar bajo una transferencia positiva, por la que el médico puede acceder
a los síntomas patógenos, donde además se recuerde por medio de las formaciones del Incc, y puede
presentarse hostilidad o demanda erótica por parte del analizado. EL RECORDAR DEJA LUGAR AL
ACTUAR. Así, comienzan a comandar las resistencias toda la repetición de actitudes inviables, rasgos de
carácter, etc. que no son más que una reedición de fragmentos pasados de la infancia. Allí entra en juego el
trabajo terapéutico, al convocar en el curso del trat esos fragmentos de vida haciendo que el paciente se
reconcilie con lo reprimido que exterioriza en sus síntomas. Se busca reconducir esto al campo de la pulsión. El
analista deberá, mediante el manejo de la transferencia y de las fuertes resistencias que se desencadenen,
domeñar la compulsión de repetición del paciente y transformarla en motivo para el recordar. ES
NECESARIO QUE EL PACIENTE SE SUMERJA EN LA RESISTENCIA, la cual desconoce, PARA PODER ASÍ
REELABORARA, vencerla en el trabajo analítico, lo cual es muy arduo.

2. Justifique la siguiente afirmación freudiana con respecto al lugar del analista en la


neurosis artificial “…se encuentra en posición particularmente ventajosa porque es uno
mismo el que, en calidad de objeto, está situado en su centro” (“27ª Conferencia”).
Relaciónelo con la tarea terapéutica.

Freud se va a referir a que el sujeto, en vez de recordar, actúa en transferencia, lo cual significo la caída de la
Teoría del Recuerdo. El paciente se ve obligado a repetir en acto determinados conflictos infantiles como
vivencia presente, en vez de recordarlos en calidad de fragmentos del pasado. Pero para que esto pueda
suceder es necesario que a partir de la neurosis vulgar, aquella con las que el sujeto llega a análisis, se
constituya un artificio para dar lugar a la transferencia, que es la llamada NEUROSIS DE TRANSFERENCIA.
Dentro de esta puede incluirse a la histeria de angustia, histeria de conversión y a la neurosis obsesiva.

En la N. de T. se pone en juego el lugar del analista, que antes en la neurosis vulgar no se hallaba. Ahora el
analista pasa a formar parte del Incc del sujeto. El paciente tiene la capacidad de dirigir, así, sus
investiduras libidinosas hacia el analista, el cual pasa a ser en calidad de objeto, el núcleo mismo de la
neurosis creada artificialmente; el centro mismo de los síntomas. El analista pasa al lugar de lo pulsional
del paciente, a ser objeto de satisfacción que da cuenta de un resto no articulado.

En la clínica, entonces, el analista pasa a ser uno de los objetos de la serie de objetos de la fantasía en la
regresión como narcisismo secundario, al cual se dirige la demanda del paciente. La posibilidad de investir, en
la neurosis, los objetos (prohibidos) está dada porque los pacientes pueden movilizar la líbido del Yo a los
objetos y viceversa, no siendo posible esto en las neurosis narcisistas (no transferenciales)

A partir de allí, la posición ventajosa del analista en relación con la neurosis artificial que lo sitúa como objeto
central radica en la posibilidad tendida al analista de hacer determinadas intervenciones, operar de cierta
manera que de lo contrario no podría. El manejo de la transferencia por parte del analista implica realizar
operaciones que, en acto, afecten a lo pulsional. Dice Freud que, en tanto enfermedad artificial, esta neurosis
es asequible por doquier a la intervención del analista. Le permite reconducir al pasado, una vez investido el
analista, aquellas mociones pulsionales al campo mismo de la pulsión aquello que el paciente repite como
actual.

La tarea terapéutica va a ser llevada por el analista desde el lugar de objeto al cual el paciente posiciono a
través de la transferencia. Puede ésta descomponerse en dos fases: en la primera, la libido es forzada a pasar
del síntoma a la transferencia; en la segunda, se libra una batalla entorno del nuevo objeto, para luego librar de
éste, la líbido. Es precisamente en la “Conferencia 27ª: la líbido” donde Freud da cuenta de este doble
movimiento de un análisis.

3. Freud plantea como principios éticos que “la cura debe ser realizada en abstinencia” y
que el analista “debe guardarse de apaciguar mediante subrogados para dejar subsistir
en el enfermo necesidad y añoranza como unas fuerzas pulsionantes del trabajo y la
alteración”. Indique su importancia fundamental en la finalidad de la cura.

Para referirse a la cura en abstinencia sería necesario dar cuenta de qué trata la Regla de Abstinencia,
correspondiente al analista. Ésta es la respuesta ética que el análisis le exige al analista durante el
tratamiento, que da cuenta de su posición frente a las demandas de satisfacción del paciente y frente a la
Regla Fundamental (suspensión de las representaciones metaconcientes y la escucha en relación con lo que
se va asociando). La regla de abstinencia tiene un valor operatorio, instrumental y técnico, no tratándose de
una abstinencia en relación a lo corporal sino, más bien, en otro sentido. El analista absteniendo sus propios
modos de satisfacción (de satisfacerse subjetivamente) y absteniéndose de dar sentido a todo lo que el
paciente va diciendo en análisis.

Hay una respuesta inédita, así, del analista que atañe a la finalidad de la cura: abstenerse a la demanda; no
respondiendo a ella se impulsa al sujeto a trabajar. Esta regla de abstinencia da cuenta de un Incc dinámico y
de lo específico de la labor del analista.

El dejar subsistir en el enfermo necesidad y añoranza es a fines del trabajo terapéutico. Esto implica, en
relación con la demanda de amor del paciente, ni frustrar ésta ni satisfacerla, sino mediante subrogados.
En principio, esto permite el despliegue de la pulsión en transferencia, para operar sobre ella y tener acceso al
material patógeno.

De lo que se trata es de afectar a la satisfacción, en lo pulsional, del paciente pero no con palabras sino con el
actuar. Esto es importante para la finalidad de la cura en tanto permite que el paciente pueda hallar aquello
que estaba escondido en su vida anímica, comprendiendo que aquello que actúa, que escenifica no es más
que la repetición de fragmentos penosos pasados.

Ante la demanda de amor del paciente, no debe responder a ella: de lo contrario el dispositivo analítico se
derrumba (antecedente: “no ceder ante los encantos de las histéricas”). Tampoco se trata de exhortarlas tan
pronto como hayan confesado su transferencia de amor. Freud dice que esto significaría un obrar sin sentido.
El analista debe comprender que la satisfacción en transferencia es sustitutiva y que al estar como objeto de la
pulsión, de lo que se trata es de la reedición de antiguos rasgos infantiles del paciente.
Al dejar subsistir necesidad y añoranza se trata de que lo puesto en juego en el análisis sea reconducido al
campo mismo de la pulsión y poder gobernar aquellas mociones pulsionales, aquellas modalidad de
satisfacción que el paciente posee y que trae del pasado (clisé) No se trata del analista como persona sino de
una situación impuesta por el dispositivo analítico. Por último, la finalidad de la cura implica una
responsabilidad del analista, él es el garante de la misma.

4. ¿Por qué dice Freud que la transferencia es motor y obstáculo a la vez? Ejemplifique con
el amor de transferencia.

En “Sobre la dinámica de la transferencia”, Freud trata el aspecto teórico del fenómeno transferencial, a la vez
que da cuenta de un analista que forma parte del Incc del paciente, de un Incc dinámico.

La TRANSFERENCIA se produce necesariamente durante la cura PSA y es necesaria para denominar al


tratamiento como psicoanalítico. Freud dice que es el analista quien va forzando a ponerla al descubierto, para
tener, con mayor rapidez, un acceso al material patógeno. Incluso nombra a la transferencia como la “palestra”
donde se despliega el material patógeno, el lugar de la lucha pulsional, provocada por la situación analítica.

Es necesario definir qué se entiende por TRANSFERENCIA POSITIVA o MOTOR y TRANSFERENCIA


NEGATIVA u OBSTÁCULO.

- La transferencia + es la que hace funcionar al tratamiento, va a estar sostenida en el Incc dinámico e


implica la apertura del Incc mediante la As Libre. Permite un despliegue de las formaciones del Incc, a la vez
que va a recordarse a través de lapsus, sueños, etc. En este tipo de transferencia, el paciente deposita
confianza en el médico, al que le supone un saber a la vez que manifestará sentimientos tiernos susceptibles
de conciencia, hacia el analista.

- La transferencia – u obstáculo es un viraje, en un momento determinado del análisis, que provoca


un detenimiento de las asociaciones, en que el paciente deja de hablar a causa del cierre de su Incc. Este tipo
de transferencia se presenta bajo la modalidad de TRANSFERENCIA ERÓTICA o DEMANDA ERÓTICA, o
bajo HOSTILIDAD. El analista así, ya no es un representante para el falso enlace sino que pasa al lugar mismo
de la dimensión pulsional. Queda develado el lugar de objeto parcial del analista. La transferencia – está
integrada por TRANSFERENCIA más RESISTENCIA, y el encuentro con las resistencias es el momento en
que irrumpe la pulsión. El antecedente es el médico como figura inquietante. Aquello que no puede ser
recordado en calidad de fragmentos pasados se repite en acto, Cuanto mayor sea la resistencia mayor será el
actuar. Puede verse como hay un satisfacción en el dolor, puesto que el paciente resiste a liberar los
fragmentos de vida penosos.

Ahora bien, cuando Freud sostiene que la transferencia es motor y obstáculo a la vez está queriendo decir
que, x un lado, permite avanzar en la cura, permitiendo el despliegue pulsional e indicándole al analista el
camino por el cual debe intervenir para reconducir aquellas modalidades de satisfacción que el sujeto trae de
su infancia, al campo mismo de la pulsión. Por otro lado, puede convertirse en una amenaza para la cura,
prestándose como la más poderosa resistencia y llevando al sujeto al cierre de su Incc a partir de la reedición
de conflictos infantiles. Éstos dan cuenta de fragmentos de vida que han sido siempre penosos, de un resto
indócil, y que al no articularse a la cadena de representantes (nunca han sido reprimidos) implican una
detención en la interpretación. Aquí radica el obstáculo.

Sin embargo, todo análisis implica la puesta en juego de la transferencia motor de la transferencia obstáculo:
apertura y cierre del Incc. Puede ejemplificarse lo que se viene diciendo con el “amor de transferencia”. Éste
es creado por la mima situación analística y no refiere a los ‘encantos’ de la persona del analista. La situación
analítica reedito un amor infantil y se transfirió este al médico. Esta demanda de amor implica un cierre del
Incc, la paciente ya no está interesada en su cura, en sus síntomas, hasta se declara sana. No está interesada
en hablar de sí misma sino hablar por el analista. Este es el momento en que irrumpe la pulsión y se produce
un tropiezo en el manejo de la resistencia, que pasa a servirse del enamoramiento para inhibir la prosecución
de la cura. Es así que las resistencias puestas e n juego implican un obstáculo. Sin embargo el analista, que
posee prohibido el servirse de ese “amor” puede hacer un uso de los pulsional develado allí. Es una situación
que deberá ser reconducida a sus orígenes Incc desde donde provino.

Preguntas de Prácticos

1. Explique la relación de desplazamiento y sustitución que según Freud, se produce entre


un nombre propio o palabra extranjera olvidad, y los nombres sustitutivos. Ejemplifique
con Aliquis o con Signorelli.

En principio, es interesante destacar cómo el interés de Freud sobre las operaciones fallidas, además de los
sueños, se dirigía a una mayor comprensión de la vida anímica normal y a contribuir en su estudio de las
neurosis.

Con respecto a los olvidos, Freud dice que, junto al olvido simple de los nombres propios se presenta también
un olvido que es motivado por la represión. Lo que plantea Freud en el texto “Psicopatología de la vida
cotidiana” (en tanto el olvido como formación del Incc), que en el caso de sustitución por desplazamiento, no
sólo se olvida sino que se recuerda erróneamente. Es en ese recordad fallido, donde se producen NOMBRES
SUSTITUTIVOS, que se imponen en la cc con gran tenacidad. El sustituto viene a ser una formación de
compromiso. Esto sucede pues el proceso destinado a reproducir el nombre olvida se ha desplazado hacia un
nombre sustitutivo, que suele ser erróneo, falso.

Freud para eta época (+/- 1901) sostenía que era posible descubrir el determinismo universal en los sucesos
anímicos a través de los más ínfimos detalles de los procesos psíquicos,

Puede ejemplificarse lo que se viene diciendo con el caso “Signorelli”. Freud intentaba recordar el nombre del
pintor Signorelli, pero en lugar de hacerlo, surgieron en su mente otros dos nombres sustitutos: BOTTICELLI y
BOLTRAFFIO. Freud, no obstante, los reconocía como erróneos y a la vez similares entre sí.

Este olvido sucede en un viaje en que Freud, junto con otro sujeto, conversaban sobre la Catedral de ORVIETO
y los frescos de Signorelli presentes allí. Antes había platicado sobre las costumbres de los turcos que viven
en Bosnia Y Herzegovina: para los turcos tener una perturbación sexual significaba la muerte. Palabras como
Bosnia, Herzegovina, Herr (señor), se interpolaron en la serie asociativa SIGNORELLI y BOTTICELLI-
BOLTRAFFIO. Al hablar sobre los enfermos que no tienen cura y un caso que le toco abordar al mismo Freud
durante su estadía en TRAFOI, éste intentó evitar hablar sobre muerte y sexualidad.

Freud luego supone que el olvido del nombre Signorelli se relaciona con determinados pensamientos que
surgieron en la conversación que perturbación la ilación de su pensamiento siguiente. Freud debió haber
querido excluirlos para que no devinieran cc, por tanto, habría reprimido algo.

Ese desplazamiento puesto en juego obedece a unas vías calculables pues el nombre sustituto mantiene un
nexo pesquisable con el nombre buscado, reprimido. Freud va a notar que los nombres recordados tenían una
relación a través de nexos lógicos, por lo que habría un enlace entre el nombre buscado y el tema reprimido . A
la conclusión que llega Freud es que el olvido está motivado por la represión, lo que habla de que no se
trata de cualquier olvido. El propósito de olvidar un determinado tema no se logro pero a su vez no
fracaso por completo.

Existe cierta predisposición para el olvido (éste está en el aparato mismo) de un nombre, dice Freud,
creando la posibilidad de que elemento reprimido se apodere por vía asociativa del nombre buscado (en este
caso Signorelli) y lo arrastre consigo a la represión. Hay, además, un despliegue de la defensa del acto
voluntario pues Freud olvido contra su voluntad un nombre mientras que no lo logro con otro nombre que si
quería olvidar adrede.

2. Tomando en cuenta las 20ª y 21ª Conferencias defina y diferencie el objeto de la pulsión
y el de la elección de objeto amoroso. Explique cómo se articulan las dos series.

Freud habla de dos series de objeto: objeto parcial, el objeto de la pulsión, y el objeto total.

- El objeto de la pulsión son los objetos parciales que se fijan en la infancia. Puede ser oral, anal, la voz y la
mirada. Es contingente, puesto que puede ser cualquiera, siendo posible su sustitución ya que la pulsión no se
satisface en el objeto sino a través de él. Esto sucede por ejemplo con el pecho materno. No se trata de una
persona sino de objetos que están recortados, de valor instrumental ya que sirven de soporte del circuito
autoerótico. Es a través de su bordeo por el cual se alcanza la meta de la pulsión: la satisfacción. Este objeto
parcial que se fija, en el agujero estructural que ha dejado la primera experiencia de satisfacción, nos
constituye como sujetos deseantes. Es por esa fijación que se sostienen la condición de repetición. No es un
objeto que esté dado, ni que venga articulado con la pulsión desde el origen (noción de “soldadura”). Esto hace
que la pulsión se fije singularmente para cada sujeto al no haber tampoco un objeto predeterminado.

- El objeto de la elección de objeto amoroso es el objeto total, el objeto igual persona donde entran en
juego los objetos prohibidos, incestuosos de la infancia, del Edipo: madre, padre, tío, etc. Incluye aspectos del
objeto parcial, que haya salido privilegiado de la fijación; dado que es el objeto de la pulsión de sujeto. Ya se
puede hablar de elección de objeto, en tanto ya hay una preferencia por determinadas personas y la
predilección por uno de los sexos.

En la infancia el narcisismo primario inviste a los objetos, la madre, el padre, etc. es decir a los personajes
representativos de la vida del sujeto. Sucede luego una regresión, dice Freud (narcisismo secundario) e n la
neurosis donde el objeto madre (en tanto prohibido), por ejemplo, pasará a la fantasías Incc y será la madre el
referente de la elección de los objetos amorosos.

DIFERENCIAS: Si bien son diferentes, no se excluyen entre sí.

El objeto de la pulsión es parcial, responde al autoerotismo; el objeto de elección de objeto es total,


responde a trama edípica.

La unidad yoica está ausente durante el autoerotismo donde prima el objeto de la pasión y, presente y
constituido durante el narcisismo al tomarse como objeto libidinal al Yo. Se supone un Yo relativamente
unificado para ser susceptible de desplazamiento de la libido: primera de la libido exterior al Yo y luego del Yo a
un objeto ajeno.
ARTICULACIÓN:

Ambos objetos se pueden articular en la elección amorosa ya que en ella interviene el objeto incestuoso
Edípico y a su vez participa el objeto parcial, es decir, el modo de satisfacción pulsional. En esa elección puede
hallarse desfigurado un representante del objeto total, por ejemplo el padre, y a su vez un objeto anal, oral, etc.
Cabe aclarar que la pulsión no es la que ama al objeto, es el Yo el que ama, pero a su vez, en la elección
amorosa está en juego la satisfacción pulsional.

Estos objetos se pueden articular además en la figura del analista. Eso sucede cuando en la neurosis de
transferencia se inviste al analista y este pasa al lugar del objeto total, al nivel de los objetos prohibidos de
Edipo: esto se da durante la T+. A su vez, encarna el objeto parcial que se haya fijado en la infancia del
paciente: esto se da durante la T Negativa, el analista queda articulado al resto libidinal que no pasa a los
objetos (articulado con el autoerotismo), es decir con la serie de objeto parcial y la satisfacción pulsional en
transferencia.

3. Según el texto de “La Represión”, fundamente cómo explica Freud el fracaso de la


represión. Comente las diferencias que se registran en la histeria, fobia y neurosis
obsesiva.

Freud sostiene que la represión ha fracasado cuando no ha podido impedir que nazcan sensaciones de
displacer o de angustia. A su vez, sostiene que ha alcanzado el éxito con la representación separada del
afecto, formando síntomas. La represión crea, por regla general, una formación sustitutiva. Es así que Freud
habla de un Retorno de lo Reprimido. La represión fracasa y eso Freud lo comprueba en la clínica con
determinados fenómenos.

Advierte que la represión no impide a la agencia representante de la pulsión (recordar que la pulsión no se
reprime, sino su representante) seguir existiendo en lo Incc, continuar organizándose, formar retoños o anudar
conexiones. E incluso no se puede probar, según F., que la represión mantenga alejada de la Incc todos los
retoños de los reprimido primordial. La represión exige un gasto de fuerza constante pues lo reprimido presiona
en dirección a la conciencia y el equilibrio debe mantenerse por una contrapresión incesante.

Se puede establece de qué forma fracasa la represión en los tipos clínicos que integran las neurosis de
transferencia: HISTERIA DE ANGUSTIA (FOBIA), HISTERIA DE CONVERSIÓN Y NEUROSIS OBSESIVA.

- HISTERIA DE ANGUSTIA (FOBIA)

Lo particular aquí es que una vez que opera la represión, separando la representación intolerable del
afecto, este último se traspone en angustia y se amarra a una representación sustitutiva.

En este caso, el fracaso de la represión esta dado por la emergencia de la angustia como un elemento
perturbador. Freud habla de una angustia que muchas veces surge sin que se perciba ante qué. El proceso de
la represión tiene un cometido ulterior: INHIBIR EL DESARROLLO DE ANGUSTIA POR PARTE DEL
SUSTITUTO, que viene al lugar de la representación inconciliable. Aquí radica el fracaso, pues solo se ha
hecho una sustitución tras eliminar dicha representación inconciliable no consiguiéndose el ahorro de displacer.
Así es que se forma la fobia como un intento de huida, consiste en una cantidad de evitaciones, renuncia y
prohibiciones, destinadas a excluir el desprendimiento de angustia.
La representación inconciliable reprimida se sobrecarga con más carga Incc, haciéndose más poderosa para
ingresar al Prcc Por ello la represión debe seguir sosteniéndose mediante la contracarga por la cual el sistema
Prcc se protege contra el asedio de la rep. Incc.

La fobia se agrava porque comienza a proferir carga generando más sustituto y la huida fóbica resulta
insatisfactoria frente a las exigencias pulsionales.

- HISTERIA DE CONVERSIÓN

Aquí también se habla de fracaso en tanto se genera un síntoma conversivo. Luego de que la represión opera
separando afecto de representación, ese afecto va a investir una parte del cuerpo (zona histerógena). Sin
embargo, Freud sostiene que en la histeria de conversión se consigue hacer desparecer por completo el monto
de afecto y por ello esto significa un éxito completo en comparación con otros tipos clínicos. El papel de la
contrainvestidura que parte del sistema cc (Prcc) es nítido en la histeria, ale a la luz en la misma formación del
síntoma. A su vez, el gasto represivo del sistema cc no necesita ser tan grande como la energía de investidura
del síntoma neurótico. A diferencia de la histeria de angustia no se necesita recomenzar en un segundo tiempo
el proceso represivo.

- NEUROSIS OBSESIVA

Freud sostiene que en un comienzo alcanza un éxito completo: el contenido de representación es rechazado
y hace desaparecer el afecto. Como formación sustitutiva apareen los escrúpulos de cc por lo que este éxito no
resiste y su fracaso se esfuerza resaltando.

El fracaso, así esta dado por la s rep. Obsesivas, los reproches sin medida que anotician que se produjo la
represión y por la lucha defensiva interminable que debe lidiar el neurótico obsesivo.

La energía puesta en juego en el retorno de lo reprimido se sustrae e de la realidad, de la vida de sujeto para
mantener reprimidas las representaciones. Aquí la contrainvestidura del sistema cc sale a primer plano.

4. ¿Cuáles son los componentes de la pulsión? Desarrolle cada uno de ellos.

Freud hace referencia a dichos componentes en “Pulsiones y destinos de pulsión” (1915) donde introduce el
concepto central para la teoría que es pulsión, como el nombre de la sexualidad misma.

Los componentes de la pulsión son cuatro: esfuerzo (DRANG), meta (ZIEL), objeto (OBJEKT) y fuente
(QUELLE).

- ESFUERZO: o fuerza constante es el motor de la pulsión., la exigencia del trabajo que ella representa y que
pone a trabajar al aparato.

- META: es la satisfacción que implica cancelar el estímulo en la fuente misma. Esta meta permanece
invariable para toda la pulsión, dice Freud, independientemente del camino que lleven a ella que si pueden ser
variables.

- OBJETO: es aquello por lo que puede alcanzarse la meta, lográndose esta a través de su contorneo. Es lo
mas variable de la pulsión, no está predeterminado y es posible su sustitución. Soldadura. Es parcial y en
vinculación con la fuente.

- FUENTE: corresponde a las zonas erógenas (Freud dice: proceso somático, interior a un órgano o parte del
cuerpo) cuyo estímulo es representado en la vida anímica por la pulsión. Estas zonas erógenas se comportan
como los genitales: son excitables, proveen placer sexual y buscan aligerar esa excitación. Además dichas
zonas poseen bordes, desde donde la pulsión presiona. Desde esta fuente parte el estimulo que se va a
introducir en el circuito. Pueden ser: labios, ano, piel de determinadas zonas, incluso el ojo y el oído.
Entonces, hay un estimulo endógeno que parte de la fuente, rodea al objeto, soporte de este circuito pulsional,
y la satisfacción (la meta) implica la afectación de la fuente, impulsada además por la fuerza constante, por el
empuje pulsional que no cesa, un exigencia que busca una respuesta del aparato psíquico, lo pone a trabajar.

Preguntas de Relación

1. Dé cuenta de las dos clases de objeto que Freud formula como re-hallazgo de objeto en
el último capítulo de “Tres ensayos…”.

Hacia la última parte del texto, Freud ya venía haciendo hincapié en los tiempos en que se produce la elección
del objeto, uno en la infancia (2-5) y el otro, luego del período de amnesia infantil, en la pubertad. Lo que
plantea Freud es que en virtud del diferimiento de la maduración sexual, se alcanzó la barrera del incesto y
otras inhibiciones sexuales más, por lo que se excluyen (por el parentesco) a las personas amadas de la niñez
en calidad de objeto. Entonces, hay una elección de objeto que se instituye y se sostiene siempre en las
experiencias de la infancia, pero esos objetos infantiles correspondientes a una fijación infantil de la líbido, por
incestuosos, se despliegan en la adultez en el espacio de las fantasías.

Hay que destacar que se trata de un rehallazgo, de un resurgimiento de las marcas de la sexualidad infantil,
de la fijación, de las represiones, etc. Es por lo que puede decirse que no se trata de intereses sexuales que se
inicien inéditamente en la pubertad sino que consisten en un reencuentro del sujeto con aquellos puntos de
fijación infantiles, un rehallazgo de aquello que se tuvo.

Las dos clases de objeto o los dos modos de elección que Freud formula en ese hallazgo del objeto
amoroso, en el que se articulan las dos series: total y parcial, son:

- La primera clase de objeto es por APUNTALAMIENTO o MODO ANACLÍTICO, donde la elección de objeto
está apoyada en la satisfacción de pulsiones de autoconservación. El objeto de amor se elije sobre el modelo
de las figuras parentales: padre protector y madre nutricia o sustituta.

Es por eso que Freud dice que el varón persigue la imagen mnémica de la madre y su elección estará
vinculada con ella. Mientras que en la joven sus primeros enamoramientos son de hombres mayores, dotados
de autoridad. En ambos casos esto revive la imagen de la madre y del padre. En estos casos, la elección de
objeto se produce mediante un apuntalamiento.

- La segunda clase es el MODO NARCISISTA, en sentido de colocación de libido. El desarrollo libidinal


experimento una perturbación que llevó a elegir un objeto de amor según la persona propia, es buscarse a sí
mismo como objeto de amor. Esto puede darse según los siguientes modos:

SE AMA:

a. A lo que uno es (a sí mismo: habla de una circularidad entre el yo y el objeto)

b. A lo que uno mismo fue (el falo de la madre, lo que ha venida a completarla en su castración)

c. A lo que uno querría ser (se refiere al Ideal)

d. A la persona que fue parte de sí mismo (hijo)

COSAS A DESTACAR:

- Ambos modos de elección de objeto se dan para el campo de la neurosis específicamente


- Freud destaca como los vínculos infantiles con los padres son determinantes en la posterior elección de
objeto sexual; así mismo cualquier perturbación en esos vínculos dará cuenta liego de consecuencias en la
vida sexual adulta de esos niños.

- El objeto de amor que se encuentra es por la vía de la búsqueda del objeto perdido de la pulsión, no pudiendo
restablecerse la relación originaria.

2. Dé cuenta del concepto de zona erógena según “Tres ensayos…” y “Perturbación


psicógena de la visión”.

El concepto de zona erógena desde “Tres ensayos de Teoría Sexual”, obra clave para el entendimiento de lo
humano y su sexualidad, la define como la fuente de la pulsión que implica un proceso excitador en el interior
mismo de un órgano. Son partes del cuerpo que brindan excitaciones de tipo sexual y en la infancia parecen
estar ligadas a excitaciones mecánicas y automáticas ligadas a la actividad muscular.

Freud destaca en “Tres ensayos…” que es en la histeria donde resalta con mayor nitidez la significación de las
zonas erógenas, donde puede verse como diversos sectores del cuerpo han sido dotados de la excitabilidad de
los genitales y elevados a la condición de zona erógena.

Es desde estas zonas de donde parte el estimulo que se introduce en el circuito pulsional autoerótico que no
cesa. Las zonas pueden ser los labios, ano, piel, incluso el placer de ver y exhibirse. Estas últimas destacan al
ojo como zona erógena. Es precisa introducir aquí el otro texto “Perturbación psicógena de la visión” y aclarar
que el modelo pulsional sostenido por Freud para esta época (1905) es el de PULSIONES DE
AUTOCONSERVACIÓN O YOICA-PULSIONES SEXUALES:

- Las de autoconservación consisten en aquellas pulsiones al servicio de garantizar la vida, la unidad del
individuo, referidas a un saber del individuo, donde combinan la función de represión y de autoconservación.

- Las sexuales son las que nacen por apuntalamiento de las yoicas y de otras funciones corporales y que
quebrando el imperativo de autoconservación, buscan satisfacerse así sea con una ceguera. Responden a un
cuerpo libidinal, revelan la fragmentación de ese cuerpo cuando una parte del cuerpo cualquiera puede pasar a
constituirse como zona erógena.

Ambos grupos de pulsiones entran en conflicto cuando se contradice el intento yoico de unificar al conjunto de
las pulsiones (lo cual fracasa) con la búsqueda de satisfacerse de las pulsiones sexuales. Es así como sucede
con la CEGUERA HISTÉRICA: estar al servicio de una función yoica, la percepción/visión, y a su vez, ver al
objeto amado, erótico. Al entrar en conflicto el vínculo de las pulsiones sexuales y yoicas, la represión le saca
al ojo la función de ver para destinarla a una satisfacción Incc.

Esto habla de un Yo que no posee un dominio total sobre sus funciones yoicas y que no se halla
independiente de la posibilidad de conflicto con la sexualidad (anticipo de un yo no exento de líbido). El síntoma
histérico viene así al lugar de satisfacer ambas instancias y como resultado de la represión del placer erótico de
ver por tratarse de una objeto amoroso marcado por una prohibición. Por último, puede agregarse como aquí
se da una elevación del papel erógeno de un órgano y la perturbación en su función.

3. La introducción del concepto de narcisismo obliga a Freud a distinguir la regresión de la


líbido en la neurosis y en la psicosis. Explique y ubique esa distinción a nivel de la
clínica.

El concepto de Narcicismo implica poder ubicar en la clínica, el concepto de transferencia y los posibles
destinos de la líbido en la neurosis y en la psicosis.
En clínica, Freud se encontró con pacientes que no lograban entran en transferencia por lo que se formulan las
neurosis narcisistas en su segunda nosología.

Cuando se habla de REGRESIÓN se refiere a como vuelve la libido al yo, haciendo referencia a un proceso
psíquico que comporta una trayectoria en sentido inverso, de vuelta a un punto ya alcanzado anteriormente.

La LIBIDO, como fuerza pulsional de la vida sexual, se conduce por camino regresivo cuando la satisfacción es
frustrada, cuando no puede satisfacerse en los objetos de la realidad por ser prohibidos, incestuosos. Esa
regresión de la libido, Freud la ubica en el NARCICISMO SECUNDARIO, mientras que, por su parte, el
NARCISISMO PRIMARIO, da cuenta del acto de investir los objetos del mundo, es el narcisismo de la infancia
por el cual el Yo es cargado de todas las perfecciones atribuidas por los padres.

S trata de su 2do modelo pulsional: libido yoica - líbido de objeto. El conflicto que se produce en este modelo
pulsional que Freud advierte hace que la libido traslada a los objetos puede regresar a un estado que ya había
existido antes en el sujeto. La libido así, en el caso de:

- La NEUROSIS es retirada del objeto pero conservada en la fantasía, queda adscripta allí, en los puntos de
fijación Incc. Aquí los procesos de regresión se denominan Introversión de la Líbido y gracias a esta
regresión es que se puede hablar de transferencia psicoanalítica. Sin embargo, hay un resto libidinal que no va
a pasar a los objetos, un resto que da cuenta del autoerotismo que se conserva.

- La PSICOSIS, el punto de fijación está en el narcisismo primario y Freud da cuenta de la regresión de la


libido, en este caso en las diferentes afecciones narcisísticas:

a. PARANOIA: (caso Schreber) la regresión de la libido se dirige al Yo, al narcicismo, y es por eso que se
produce un engrandecimiento del Yo (megalomanía), un delirio de grandeza, de persecución. Esto no es
nuevo en el sujeto, sino que amplifica y despliega un estado que ya había existido en su vida. Aquí los
síntomas se presentan producto del intento de revestir los objetos. Freud habla de Estasis Libidinal al
depositarse la libido en el Yo, al haber quietud. El estudio de la Paranoia le permite a Freud inteligir la
Psicología del Yo.

b. ESQUIZOFRENIA: la regresión de la libido se conduce hacia una etapa más temprana que el
narcisismo: el autoerotismo, regresa al cuerpo, hay una pérdida total de zona erógena, no hay
articulación con ésta.

c. HIPOCONDRÍA: dado por el repliegue de la libido ante el estado de enfermedad, éste se dirige a los
órganos.

4. ¿Por qué la pulsión es un concepto límite y fundamento del PSA, según la introducción
del texto “Pulsiones y destinos de pulsión”?

Al nombrar la pulsión como concepto límite y fundamento del PSA, en primera instancia, lo que quiere decir
es que define lo que es PSA y lo diferencia de otros campos, teorías, etc. Podría decirse que define
epistemológicamente al campo del PSA, su ausencia significaría la desaparición misma de dicho campo. El
concepto de pulsión le permitió a Freud dar cuanta de ciertos fenómenos y poder operar en ellos, es decir, que
la pulsión le sirve a Freud como herramienta para el trabajo analítico. Por otro lado, es en “Pulsión y destinos
de pulsión” donde Freud enuncia a la pulsión como un concepto límite entre lo psíquico y lo somático,
pretendiendo que sea un concepto que permita el deslinde de lo anímico respecto de lo corporal. Al definir a la
pulsión como el representante psíquico de los estímulos que proviene del interior del cuerpo y alcanzan el
alma, Freud quiere decir que algo de lo corporal quedaría registrado en lo psíquico. No obstante, el cuerpo que
se nombra aquí no es igual a organismo, como el cuerpo de la Medicina.

El concepto de pulsión, en tanto limite, es indispensable para distinguir y delimitar lo correspondiente al campo
del PSA y para establecer el cuerpo con el que va operar el PSA.

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