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Taylor comenzó este escrito citando al entonces Presidente de los Estados Unidos,
Theodore Roosevelt. Manifestando que "La conservación de nuestros recursos
nacionales es únicamente preliminar a la gran pregunta de la eficiencia nacional."
Taylor puntualizó que mientras un gran movimiento inició para conservar los
recursos materiales, los efectos menos visibles y tangibles del desperdiciado
esfuerzo humano fueron vagamente apreciados. Argumentó la necesidad de
enfocarse en el entrenamiento más que en buscar al “hombre adecuado,”
enunciando “En el pasado el hombre fue primero; en el futuro el sistema debe ser
primero,” y la principal meta de todo buen sistema debe ser desarrollar hombres de
primera clase. Taylor enlistó tres metas para el trabajo
Primero. Para mostrar, a través de una serie de ejemplos simples, la gran pérdida
que el país entero está sufriendo por medio de la ineficiencia en casi todas nuestras
acciones diarias.
Segundo. Para intentar convencer al lector que el remedio para esta ineficiencia
radica en la administración sistemática más que en estar buscando un hombre
inusual o extraordinario.
Tercero. Los métodos ineficientes de la regla de oro, los cuales son casi universales
en todos los oficios y que al ser practicados por nuestros trabajadores, éstos
desperdician gran parte de su esfuerzo, de manera inmediata en un gran incremento
para la demanda de dicho artículo, creando trabajo adicional y contradiciendo la
primera creencia. Con respecto a la segunda causa, Taylor mostró varias citas de
la 'Administración Comercial' para ayudar a explicar cómo los estilos de la
administración actual generaron trabajadores a soldados. Explicó la tendencia
natural de los hombres a tomarse con calma las cosas como distinción de ser
soldado sistemático, debido a la forma de pensar y razonar y cómo el reunir a los
hombres en una tasa estándar de paga exacerba el problema
La idea es que los intereses del obrero sean los mismos del empleador, para lograr
esto se propone una remuneración por eficiencia o por unidad de producto, de tal
manera que el trabajador que produzca más, gane más y evite la simulación del
trabajo.
Esta teoría fue duramente criticada, sin embargo estas críticas no le disminuyeron
el mérito y el galardón y por ello aún se encuentran vigentes.