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LA CONSTITUCIÓN Y LOS CÁNONES QUE RIGEN


EN LA
IGLESIA EPISCOPAL DE GUATEMALA

Artículo 1: DEL NOMBRE Y DEL TERRITORIO


a) En la República de Guatemala se establece la Iglesia Episcopal con carácter de Diócesis
Misionera y bajo el nombre de IGLESIA EPISCOPAL DE GUATEMALA.
b) La demarcación geográfica de esta diócesis comprende el territorio de la República de
Guatemala, que tendrá su domicilio en el Departamento de Guatemala.

Artículo 2: DE LA RAZÓN DE SER DE ESTA IGLESIA Y SUS FUNDAMENTOS.


Esta Iglesia se organiza en obediencia a las Sagradas Escrituras como Palabra de Dios, documento
con autoridad sobre la Revelación que Dios hace de sí mismo, en la profesión común de la Fe de
Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, en la aceptación común de los Credos Apostólico y
Niceno como profesión de Fe de la Iglesia Primitiva y en el reconocimiento común de los
sacramentos divinamente instituidos y del ministerio histórico aceptado por la Iglesia Universal.

Artículo 3: DE LA JURISDICCIÓN Y AUTORIDAD


La Iglesia Episcopal de Guatemala es una rama de la Comunión Anglicana, una comunidad cristiana
dentro de la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica de Jesucristo, eclesiásticamente parte
integrante de la Iglesia Anglicana de la Región Central de América (IARCA) y como tal reconoce la
Constitución y Cánones de dicha Iglesia como norma general y se rige por su propia Constitución y
Cánones para su peculiar gobierno diocesano.
El Obispo la Convención y la Junta Diocesana tienen jurisdicción y autoridad en la Diócesis en lo
que lo atañe a la Doctrina, Disciplina y Culto de la Iglesia conforme a la presente Constitución

Artículo 4: DEL GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN


El gobierno y la administración de la diócesis son ejercidos por el Obispo, la Convención, el Consejo
Diocesano y otros funcionarios constituidos de conformidad a esta Constitución y Cánones.

Artículo 5: DEL OBISPO


El Obispo es el personero y representante legal de la Iglesia Episcopal de Guatemala, y como tal,
tendrá la representación judicial y extrajudicial de la misma. Podrá designar apoderados para
representar a la Iglesia, tanto judicial como extrajudicialmente.

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Artículo 6: DE LA CONVENCIÓN
a) La autoridad Legislativa de la Diócesis es la Convención Diocesana, la cual se reúne
regularmente cada año y funciona de acuerdo a esta Constitución y Cánones.
b) Pueden celebrarse convenciones extraordinarias a decisión y convocación del Obispo y del
Consejo Diocesano, o del Consejo Diocesano en caso de no haber Obispo, fijando
previamente el lugar, la fecha y el propósito de dicha Convención.
c) Le compete elegir:
1. A los miembros del Consejo Diocesano, los cuales deben cumplir con los requisitos
establecidos en el artículo 12, literal a) de esta Constitución.
2. A los diputados propietarios y suplentes ante el Sínodo Provincial
3. A los representantes ante el Consejo Provincial
d) Conocer y aprobar el presupuesto y los estados financieros de la Diócesis.
e) Aceptar nuevas Iglesias a solicitud de las mismas.
f) La convención se regirá de acuerdo a lo establecido en esta Constitución y Cánones

Artículo 7: DE LOS OFICIALES DE LA CONVENCIÓN


Los oficiales de la convención son el Obispo como Presidente, el Presidente del Consejo Diocesano,
como Vice-Presidente, el Canciller, el Vicecanciller, el Secretario de la Convención, el Tesorero y
el Archivero.

Artículo 8: DE LOS MIEMBROS DE LA CONVENCIÓN


Además del Obispo y de los Oficiales de la Convención, esta estará integrada por todos los clérigos
canónica y actualmente residentes en la Diócesis, y por los delegados laicos de cada congregación,
canónicamente elegidos y acreditados con su debida credencial. El orden de los clérigos estará
integrado por todos los clérigos miembros de la Convención, y el orden de laicos por todos los
miembros de la misma que no sean clérigos.

Artículo 9: DEL QUÓRUM DE LA CONVENCIÓN


Constituye el quórum de la Convención una mayoría absoluta en el orden de los clérigos canónica y
actualmente residentes en la diócesis y una mayoría absoluta de los delegados laicos elegidos. Si
por falta de quórum no pudiese verificarse la Convención a la hora señalada, ésta se llevará a cabo
una hora después, con los clérigos y laicos que se encuentres presentes y debidamente acreditados.

Artículo 10: DE LAS DELIBERACIONES DEL VOTO


La convención deliberará como un solo cuerpo, salvo en los casos en que se requiera la deliberación
de clérigos y laicos por separado; cada miembro tendrá derecho a un voto; y una mayoría absoluta
de votos decidirá la votación. En el caso de que (3) miembros soliciten un voto por órdenes, se
decidirá el asunto por una mayoría absoluta en cada orden, entendiéndose siempre por mayoría
absoluta más de la mitad del total de votos posibles.

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Artículo 11: DE LOS DIPUTADOS AL SÍNODO PROVINCIAL


La Diócesis estará representada en el Sínodo Provincial por diputados elegidos en la Convención
Diocesana. La Diócesis tendrá derecho de representación en la Cámara de Presbíteros y Laicos, por
no más de dos presbíteros canónicamente residentes en la Diócesis y dos laicos comulgantes activos
de la Iglesia. Y en la Cámara de Obispos, por el Obispo Diocesano. Los representantes, al Sínodo
serán electos en la Convención Diocesana anterior a la reunión del Sínodo.

Artículo 12: DEL CONSEJO DIOCESANO


a) La Diócesis tendrá un Consejo Diocesano elegido por la Convención Anual, la que estará
compuesta por no menos de (2) ni de más de (4) presbíteros canónica y actualmente residentes
en la Diócesis e igual número de laicos en plena comunión, entendiéndose siempre por laicos en
plena comunión a feligreses que asisten regularmente a su Iglesia y que, a no ser por causa
justificada, comulguen por lo menos cinco veces al año y que contribuyan regularmente al
sostenimiento de la Iglesia. El consejo tendrá representación equilibrada del área del Centro,
Sur, Nor-Oriente y Occidente, y si fuera posible de mujeres y diferentes etnias El período de
cada miembro será de tres años.
b) El Consejo Diocesano cumplirá las funciones y deberes que le asigne la Constitución y los
Cánones de la Región Central de América (IARCA), los de la Diócesis y los que le encomiende el
Obispo y la Convención.
c) En caso de ausencia prolongada del Obispo, y si fuere de absoluta necesidad, la Junta
Diocesana podrá designar a la persona que debe sustituirlo temporalmente, la cual tendrá y
ejercerá las funciones administrativas legales que se le designen.

Artículo 13: DEL TRIBUNAL ECLESIÁSTICO


El tribunal Eclesiástico conocerá de las denuncias planteadas contra los Clérigos, además se
nombrará fiscal con función investigadora.
Si el caso sometido al Tribunal indicado no pudiese ser resuelto, se apelará a lo establecido en los
Cánones de IARCA, cuyo fallo emitido será definitivo.

Artículo 14: DE LA COMISIÓN DE MINISTERIO


La Diócesis tendrá una Comisión del Ministerio, integrada por presbíteros y laicos con la
responsabilidad de asistir al Obispo en asuntos relacionados con el ministerio de la Iglesia.

Artículo 15: DE LOS ARCEDIANATOS


El Obispo puede constituir Arcedianatos en la Diócesis con la anuencia del Consejo Diocesano y
nombrar sus Arcedianos. Cada Arcediano se encargará de ayudar al Obispo en la orientación,
promoción y coordinación de la acción misionera y pastoral común de la Iglesia en su Arcedianato.
Durarán en sus cargos según lo determine por escrito el Obispo Diocesano, pudiendo removerlos por
causa establecida en éstos cánones o según se considere conveniente a los intereses de la Iglesia.

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Artículo 16 DE LAS CONGREGACIONES


La Diócesis eclesiásticamente será dividida en congregaciones, las que estarán clasificadas en
Parroquias, Parroquias Ayudadas, Misiones Organizadas y Centros Misioneros. Sus estructuras,
Jurisdicciones y responsabilidades estarán determinadas por los Cánones.

Artículo 17: DEL IDIOMA


El Idioma oficial será el Español. La Iglesia trabaja actualmente y reconoce también los Idiomas:
Kakchikel, Quiché, K’etchi’, Garífuna e Inglés. A medida que la Iglesia extienda su labor a etnias
existentes en el país, se podrá ampliar el número de Idiomas usados y reconocidos. Para las
relaciones con otras Iglesias, cuando sea necesario, se harán las traducciones pertinentes, pero los
originales en español serán los documentos oficiales.

Artículo 18: DE LOS TÍTULOS Y PROPIEDADES DE LA IGLESIA


Los Títulos de todas las propiedades adquiridas por la Diócesis, sus congregaciones e instituciones
estarán a nombre de la Iglesia Episcopal de Guatemala.
El Obispo en consulta con el Consejo Diocesano podrá comprar, enajenar o hipotecar y vender los
inmuebles que considere necesarios.

Artículo 19: DE LA INTERPRETACIÓN DE ESTA CONSTITUCIÓN Y CÁNONES


Los asuntos no contemplados en esta Constitución y Cánones serán referidos a la Constitución y
Cánones de la Iglesia Anglicana de la Región Central de América (IARCA). Nada de esta
Constitución y Cánones podrá ser interpretado de manera contraria a la Constitución y Cánones de
IARCA.

Artículo 20: DE LOS CÁNONES DIOCESANOS


Los deberes, obligaciones y atribuciones de las autoridades, funcionarios, comisiones, juntas,
consejos, comités, congregaciones, Tribunal Eclesiástico y de cualquier otro organismo de la
Diócesis se consignarán a los Cánones que la Convención Diocesana emita para el efecto.

Artículo 21: DE LAS REFORMAS Y ENMIENDAS A LA CONSTITUCIÓN


Una mayoría de votos en cada orden en dos convenciones sucesivas será requerido para reformar o
enmendar esta Constitución o por una mayoría de votos en cada orden en una Convención
Extraordinaria.

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CÁNONES
DE LA
IGLESIA EPISCOPAL DE GUATEMALA

CANON 1: DE LA CONVENCIÓN
a) La celebración de la Convención Anual será notificada por el Secretario a todos los clérigos y
congregaciones de la Diócesis, por lo menos con dos meses de anticipación, para los efectos de
la elección de los delegados, anunciándose la fecha y el lugar aprobados por la Convención
anterior o determinados por el Obispo, o en su ausencia, por el Consejo Diocesano en caso de
haber algún cambio.
b) La celebración de una Convención Extraordinaria será convocada por el Obispo, o en ausencia,
por el Consejo Diocesano, y le será notificada a todos los clérigos y a los Guardianes Mayores de
cada congregación con derecho a representación en un término no menor de (30) días antes de
su celebración, precisando los asuntos que se discutirán. Ningún otro asunto será discutido en
la Convención aparte del citado.
c) Será deber de los clérigos y de los guardianes informar a los delegados de sus congregaciones,
en el caso de no haber clérigo, los guardianes serán responsables de esta provisión canónica.

CANON 2: DEL PROCEDIMIENTO DE LA CONVENCIÓN


a) Al reunirse la Convención, el secretario hará el pase de lista de los clérigos, con derecho a
participación y de los delegados laicos, previa aceptación legal de sus credenciales. En caso
surgiere algún conflicto de representación, el Obispo nombrará una Comisión de Credenciales,
formada por tres personas, para examinar todo conflicto de representación su informe se
decidirá por votación en la asamblea.
b) Si hay quórum, se dará por inaugurada la Convención, la cual se iniciará con una celebración
Eucarística, de invocación al Espíritu Santo; de igual manera finalizará con un oficio litúrgico, o
viceversa.

CANON 3: DE LOS OFICIALES DE LA CONVENCIÓN


a) El Obispo presidirá la convención y, en su ausencia por delegación, el Vicepresidente de la
Convención.
b) Los demás oficiales de la Convención serán nombrados por el Obispo, excepto el Presidente del
Consejo Diocesano, quien será electo en el seno de la misma y el Secretario de la Convención ,
quien será electo en el seno de la asamblea. Estos últimos serán elegidos por un período de dos
años. Los oficiales de la Convención serán miembros ex oficio de ella y continuarán en sus
funciones hasta que sus sucesores hayan sido elegidos y tomado posesión de sus cargos, además
tendrán derecho a voz y voto.

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CANON 4: ATRIBUCIONES DEL SECRETARIO DE LA CONVENCIÓN


a) Levantar el acta para su aprobación y firma por los oficiales, durante la convención, conservar
las actas y demás redacciones de las sesiones de la Convención y poner en circulación sus
publicaciones, dentro de los dos meses siguientes.
b) Notificar por escrito a cada oficial que fuere elegido o nombrado en la Convención, de su
elección o nombramiento, dentro de las dos semanas siguientes a la Convención.
c) Mantener en contacto a todos los miembros de la Convención de lo que se hiciere en sesiones o
comités especiales durante la misma.
d) La publicación de una memoria de la Convención, dentro de los seis meses siguientes de su
celebración.
e) Actuar como centro compilación y difusión de toda la información que pueda requerir la
Convención, el Consejo Diocesano, el Obispo, el Clero y los Comités Diocesanos.
f) Mantener una copia fiel y exacta de la Constitución y los Cánones de la Diócesis, juntamente
con sus enmiendas y reformas.
g) Acreditar ante el Secretario de la Provincia, los nombres de los diputados ante la misma,
debidamente elegidos por la Convención
h) Ejercer todas las otras funciones impuestas por los Cánones de IARCA o por la Convención de
esta Diócesis.
i) Elegir un sub - secretario, quien hará las veces de titular, cuando fuere necesario y le ayudará
en sus funciones.

CANON 5: ATRIBUCIONES DEL CANCILLER


Debe ser Abogado y Notario, servirá de asesor legal del Obispo, a la Convención y a la Diócesis en
general en asuntos jurídicos, tanto civiles, laborales y penales.

CANON 6: ATRIBUCIONES DEL VICECANCILLER


En ausencia del Canciller, sirve de asesor legal del Obispo, a la Convención y a la Diócesis en
general en asuntos jurídicos de carácter Eclesiástico.

CANON 7: ATRIBUCIONES DEL TESORERO


a) Comunicar las cuotas, recibir el dinero recolectado, efectuar los pagos autorizados por la
Convención y ejercer todas las funciones impuestas a su cargo por los Cánones de IARCA y por
la Convención de esta Diócesis.
b) Sus libros estarán en todo tiempo sujetos a la inspección del Obispo, de la Convención, del
Consejo Diocesano o de cualquier comisión nombrada por la autoridad eclesiástica.
c) Encargado de llevar a cabo todo lo relacionado a las finanzas de la Diócesis.
d) Será miembro ex-oficio del Comité de Finanzas

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CANON 8: ATRIBUCIONES DEL ARCHIVERO


a) La recopilación y conservación de todos los archivos y documentos oficiales de la Diócesis
relacionados con su historia.
b) Registrar en el libro especial las crónicas y los datos de la consagración del Obispo de la
Diócesis, la llegada, los cargos desempeñados y salida de los clérigos, los datos históricos de las
distintas congregaciones y organizaciones y el desarrollo de las mismas.
c) Registra los Bautismos, confirmaciones, matrimonios, y toda ceremonia oficial, que se efectúen
en la Diócesis
d) Ejercer todas las otras funciones impuestas por los Cánones de IARCA y la Convención
Diocesana.

CANON 9: DE LOS MIEMBROS DE LA CONVENCIÓN


a) Todo clérigo, canónica y actualmente residente en la Diócesis, será miembro de la Convención.
Tendrá derecho a voz y voto.
b) Todo clérigo actual pero canónicamente no residente en la Diócesis, tendrá derecho a asiento,
con derecho a voz pero sin voto.
c) Los delegados laicos deberán tener como mínimo dieciocho años de edad, ser comulgantes en
plena comunión, contribuyentes regulares, residentes y registrados en la congregación a la que
representan. Deben ser elegidos en la anterior Asamblea Anual de la Congregación. Previa
presentación y aceptación de sus credenciales, serán reconocidos miembros de la Convención
con derecho a voz y voto.
d) Dos semanas previas a la Convención, el clérigo o el Guardián de la congregación suministrarán
al Secretario el aviso y certificación de los delegados elegidos.

CANON 10: DE LA REPRESENTACIÓN EN LA CONVENCIÓN DIOCESANA


La representación en la Convención Diocesana será de la forma siguiente:
Parroquia cuatro representantes laicos; Parroquia Ayudada tres; Misión Organizada dos; Centro
Misionero uno. Esta representación es un derecho que está condicionado únicamente a la solvencia
en la cuota diocesana anual.

CANON 11: DE LA ASISTENCIA A LA CONVENCIÓN


Será deber de todo miembro clerical y laico de la Convención asistir a todas las sesiones previas de
la misma. En caso de inasistencia, deberá hacer llegar al Obispo una excusa que justifique su
ausencia.

CANON 12: DEL PROCEDIMIENTO PARLAMENTARIO


La convención adoptará reglas formales de procedimiento parlamentario cuando la ocasión así lo
requiera.

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CANON 13: DE LOS DIPUTADOS AL SÌNODO PROVINCIAL


a) En la Convención anual anterior a la reunión del Sínodo serán elegidos dos diputados clericales
y dos laicos o igual número de diputados suplentes, para la representación de la Diócesis ante
el Sínodo Provincial.
b) Si alguno de los diputados titulares o suplentes no pudieran asistir el Sínodo, el Obispo o en su
ausencia el Consejo Diocesano, podrán nombrar a la persona que cubrirá la vacante.
c) Dos de los diputados electos para el Sínodo, uno por el orden de los clérigos y uno por los
laicos, los que obtengan la mayoría de votos, en sus respectivos órdenes en esta elección, serán
los representantes Diocesanos ante el Congreso Provincial.

CANON 14: DEL CONSEJO DIOCESANO


a) El término para servir en el Consejo Diocesano es de cuatro años; sustituyendo dos Clérigos y
dos Laicos, cada dos años.
b) El Obispo Diocesano tiene derecho a presentar cada año a la Convención una planilla de
candidatos a la Junta; el Comité de Nominaciones, que será nombrado por el Obispo al inicio de
la Convención, presentará también una planilla, y la asamblea de la Convención podrá nombrar
otros candidatos si así lo propone.
c) Los miembros del Consejo Diocesano, una vez que hayan tomado posesión de sus cargos,
elegirán de entre sus miembros un Presidente y un Secretario, los cuales serán electos cada
año. En ausencia del Obispo, el Presidente del Consejo Diocesano hará sus veces en la
Convención.
d) Estará compuesta por no menos de (2) ni de más de (4) presbíteros canónica y actualmente
residentes en la Diócesis e igual número de laicos, los cuales serán elegidos en la Convención
anual.

CANON 15: DE LA COMISIÓN DEL MINISTERIO


a) INTEGRACIÓN: Estará integrada por seis miembros, tres presbíteros y tres laicos, nombrados
por el Obispo por tiempo indefinido.
b) RESPONSABILIDADES
1. Deberá asistir al Obispo en asuntos relacionados con el reclutamiento y selección de personas
para el ministerio, en la guía y el cuidado pastoral de todos los postulantes y candidatos a las
Ordenes Sagradas.
2. Deberá asistir al Obispo en la guía y el cuidado pastoral de las Diáconos, diaconisas, (si los
hubiere) y de los empleados profesionales de la Iglesia.
3. Deberá ayudar al Obispo en los asuntos relacionados con la educación continúa de los ministros.
4. En presencia del Obispo y bajo su guía y supervisión, deberá entrevistar a cada candidato antes
de su ordenación, ya sea para el Diaconado o para el Presbiterado, para asegurarse de que esta
preparado para dicha ordenación. Del resultado de la entrevista deberá informar por escrito y
sin demora al Obispo y al Consejo Diocesano.
5. Ninguno de sus miembros podrá formar parte del Consejo Diocesano.

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c) DE LA JUNTA DE CAPELLANES EXAMINADORES


Estará integrada por los tres miembros clericales de la Comisión del Ministerio. Cumplirá con la
comisión de examinar a todos los aspirantes a las órdenes Sagradas. Pueden proponer al Obispo el
nombramiento de asesores cuando lo consideren necesario

CANON 16: DEL CONSEJO PRESBITERIAL


Cuando el Obispo lo considere necesario, podrá convocar a una reunión de Presbíteros con el
propósito general de servirle como equipo de asesoramiento y vinculación clerical, para ello el
Obispo escogerá de entre los clérigos 5 sacerdotes.

CANON 17: DE LOS COMITÉS DIOCESANOS


a) DE CONSTITUCIÓN Y CÁNONES: Será nombrado por el Obispo en la Convención Anual. A este
se referirán todas las propuestas de reformas y enmiendas a la Constitución y Cánones
Diocesanos, debiendo presentar las mismas ante la Convención con su respectivo informe.
b) DEL COMITÉ DE FINANZAS: Será nombrado por el Obispo en la Convención Anual, con
representación de clérigos y laicos. Asesora al Obispo en la planificación financiera y el
establecimientos de políticas y estrategias relacionadas con el mismo.
c) DE LA COMISIÓN GLOBAL Y ESTRATEGIA: El Obispo lo puede constituir con representación de
clérigos y laicos, para estudiar, planificar, programar y orientar el trabajo general de la
Diócesis.
d) El Obispo podrá nombrar los comités que fueren considerados necesarios.

CANON 18: DE LOS ARCEDIANOS


Los Arcedianos serán presbíteros canónica y actualmente residentes en la Diócesis; podrán estar
desligados del trabajo parroquial y cumplirán con las obligaciones que les designe el Obispo con
anuencia del Consejo Diocesano.

CANON 19: DE LOS CENTROS MISIONEROS


Una comunidad de miembros de la Iglesia, establecida por acción misionera en un lugar
determinado donde antes no hubiere obra, podrá ser declarada por el Obispo “Centro Misionero”.
Tendrá un clérigo o un laico encargado y un equipo misionero; eclesiásticamente dependerá de la
parroquia o Misión Organizada en cuya jurisdicción estuviere localizado o directamente del Obispo,
si él así lo determinare.

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CANON 20: DE LAS MISIONES ORGANIZADAS


a) Un Centro Misionero que haya llegado a desarrollar su membresía propia y estabilidad de acción
puede solicitar al Obispo la condición de ser declarado “Misión Organizada” suministrando una
declaración firmada por el clérigo encargado y los miembros que tuviere, certificando lo
siguiente:
1. Que tiene por lo menos veinte comulgantes en plena comunión, contribuyentes regulares,
mayores de dieciocho años de edad, residentes y registrados en el Centro Misionero.
2. Que tiene organizada y en funciones una Junta Misionera provisional de por lo menos tres
miembros, nombrados por el clérigo, dentro de los requisitos señalados en el numeral anterior.
3. Que expresa su adhesión a la Doctrina, Culto y Disciplina de la Iglesia y a la Constitución y
Cánones de la Diócesis.
4. Que expresa la cantidad de dinero que está dispuesto a aportar para su propio mantenimiento
y su voluntad de aceptar la asignación de la Cuota Diocesana.
b) El Obispo, si está satisfecho de que el mismo reúne los requisitos canónicos, lo declarará
“Misión Organizada”, y esta elegirá una Junta Misionera de acuerdo con el Clérigo Encargado,
para administrar los asuntos temporales de la Misión.
c) En la primera reunión de la Junta Misionera el Clérigo encargado, nombrará un Guardián dentro
de los miembros de la Junta, quienes elegirán un Secretario y un Tesorero.
d) El Obispo hará saber al Secretario y al Archivero de la Convención la Declaración de esta Misión
Organizada.
e) Si una Misión Organizada dejara de cumplir cualquiera de sus convenios, el Obispo podrá en
primera instancia, declararla Centro Misionero, y luego, si lo creyere conveniente, retirar al
clérigo encargado y suprimir la Misión. Así mismo, informará su decisión al Secretario y al
Archivero de la Convención.

CANON 21: DE LAS PARROQUIAS AYUDADAS


a) Una Misión Organizada puede solicitar al Obispo la condición de ser Parroquia Ayudada,
suministrando una declaración firmada por los miembros de la Junta Misionera y del clérigo
encargado, certificando lo siguiente:
1. Que la Misión tiene no menos de sesenta miembros, comulgantes en plena comunión,
contribuyentes regulares, mayores de dieciocho años de edad, residentes en la Diócesis y
registrados en la Misión.
2. Que la Misión ha pagado sus Cuotas Diocesanas completas por los dos años anteriores a su
solicitud.
3. Que tiene un edificio conveniente para el culto y los oficios de la Iglesia.
4. Que la misión se ha sostenido suficientemente con la excepción del salario y las concesiones del
clérigo.
5. Que se compromete a pagar el 25% del salario del clérigo, más el 25% del aporte del Fondo de
Pensiones.
b) El Obispo, con la aprobación del Consejo Diocesano, podrá declararla Parroquia Ayudada, quien
asumirá las facultades y responsabilidades conforme lo establecen estos Cánones. Tendrá el
derecho de usar el nombre de “Parroquia”, de llamar al presbítero “Rector”, de administrar sus
asuntos temporales y de elegir su propia Junta Parroquial.
c) El Obispo hará saber esta decisión al Secretario y al Archivero de la Convención.
d) Si una Parroquia Ayudada dejara de cumplir sus responsabilidades ante la Diócesis, el Obispo
podrá, con el consentimiento de la Junta Diocesana, declararla “Misión Organizada”, y hará
saber esta medida al Secretario y al Archivero de la Convención.

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CANON 22: DE LAS PARROQUIAS


a) Cualquier Parroquia Ayudada o Misión Organizada que reúna los requisitos canónicos puede
iniciar el procedimiento para constituirse en Parroquia dentro de los límites de cualquier área
determinada. Para esto presentará una solicitud a la Convención, suministrando una
declaración firmada por los miembros de la Junta Parroquial y el Rector, certificará lo
siguiente:
1. Que la Parroquia tiene por lo menos ciento diez miembros comulgantes en plena comunión,
contribuyentes regulares, mayores de dieciocho años de edad, residentes y registrados en la
Parroquia.
2. Que la Congregación ha pagado las Cuotas Diocesanas completas por los dos años anteriores a su
solicitud.
3. Que tiene un edificio conveniente para el culto y los oficios de la Iglesia.
4. Que la congregación se compromete a asumir la responsabilidad del sostenimiento financiero
total de la Parroquia, incluyendo el salario y las concesiones del Rector.
b) Al ser declarada Parroquia por la Autoridad Eclesiástica, podrá adoptar, los reglamentos
convenientes, y asumirá las facultades y responsabilidades de conformidad con estos Cánones.
c) Si una parroquia deja de cumplir sus obligaciones, puede el Obispo, con el consentimiento del
Consejo Diocesano, declararla “Parroquia Ayudada” o “Misión Organizada”, y hará saber esta
medida al Secretario y al Archivero de la Convención.

CANON 23: DE LAS JUNTAS PARROQUIALES


a) Cada Parroquia o Parroquia Ayudada tendrá constituida su Junta Parroquial, la que no podrá ser
menor de cinco, ni mayor de doce miembros, elegidos por los miembros o de la congregación en
la Asamblea Anual.
b) Los miembros serán comulgantes es plena comunión, contribuyentes regulares, residentes y
registrados en su respectiva Parroquia. Dos de los miembros servirán como Guardianes: Mayor y
Menor. El primero será nombrado por el Rector dentro de los miembros de la Junta y el
segundo por votación de la Junta Parroquial, quienes estarán en funciones hasta que sus
sucesores hayan sido elegidos, y fungirán en su cargo por el tiempo establecido en los
Reglamentos Internos.
c) Los Oficiales de la Junta Parroquial son: El Rector como su Presidente, el Guardián Mayor, el
Guardián Menor, el Secretario y el Tesorero. El Rector Presidirá las reuniones de la Junta, y
tendrá todos los derechos de los otros miembros. En ausencia del Rector, presidirá el Guardián
Mayor, y en ausencia de éste, el Guardián Menor.
d) Las vacantes de la Junta Parroquial podrán ser cubiertas por votación de la mayoría de los
miembros de la Junta.
e) Las reuniones ordinarias de la Junta Parroquial se tendrán mensualmente en el tiempo y lugar
señalados por la misma. Las reuniones extraordinarias podrán ser convocadas por el Rector o
un Guardián, si tres de los miembros de la Junta así lo solicitan.
f) La junta podrá invitar a simpatizantes comprometidos con la misión de la parroquia, que asisten
regularmente, contribuyen económicamente y cuyo nombre ha sido registrado en sus libros o
que sean asociados fraternales con voz y asiento, pero sin voto ni derecho a ocupar puestos
oficiales.
g) La Junta Parroquial podrá adoptar sus propios Reglamentos compatibles con estos Cánones.
Debiendo previamente ser aprobados por el Obispo, previo dictamen del Comité de Cánones.

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CANON 24: DE LAS ASAMBLEAS CONGREGACIONALES


a) DE SU ORGANIZACIÓN
a.1) El Obispo, el Rector o el Encargado presidirá todas las asambleas de la congregación. En
ausencia de ellos, presidirá el Guardián Mayor y en ausencia de este el Guardián Menor y otro
miembro principal de la Junta.
a.2) Tendrán derecho a voto todos los comulgantes en plena comunión, de acuerdo con los
registros de la congregación, mayores de dieciocho años y contribuyentes regulares.
b) DE LAS ASAMBLEAS ANUALES: Cada congregación tendrá una Asamblea Anual durante las
primeras seis semanas del año civil, con el propósito de:
b.1) Recibir los informes de los diferentes grupos de comités de la congregación.
b.2) Elegir los miembros de la Junta Parroquial o Junta Misionera, y los delegados a la Convención
Diocesana con los suplentes respectivos.
b.3) Recibir del Rector o el Encargado un informe del estado de la congregación, de acuerdo con
la fórmula suministrada por los informes del Obispo.
b.4) Recibir del Tesorero un informe del estado financiero de la congregación.
b.5) Considerar otros asuntos que la Asamblea estime pertinentes.
b.6) Aprobar el plan anual de trabajo y el presupuesto.

a) DE LAS ASAMBLEAS ESPECIALES: El Obispo, el Rector o el Encargado podrá convocar Asambleas


Especiales de la congregación cuando fuere necesario. La modificación del tiempo, lugar y
propósito de esta Asamblea se hará en todos los oficios públicos del domingo anterior a la
citada Asamblea.

CANON 25: DE LAS RESPONSABILIDADES DE LAS CONGREGACIONES


a) Del Consejo Diocesano; Cada Congregación deberá ceder anualmente a la Diócesis un
porcentaje de sus ingresos económicos, el cual será determinado por la Convención Diocesana,
de acuerdo a las necesidades de la Diócesis.
b) Del Informe Anual: Se deberá enviar a la Diócesis, durante las primeras seis semanas de cada
año civil, un informe completo del estado de cada congregación, en formularios que se
suministrarán para el efecto.

CANON 26: DE LA ELECCIÓN DE UN OBISPO


a) Cuando haya necesidad de elegir un Obispo, para la Diócesis, ya sea Diocesano, Coajutor o
Sufragáneo esté canónicamente preparado para ello, se hará mediante una Convención
Diocesana Extraordinaria, a menos que ya hubiera sido programada una Convención Ordinaria
dentro del término de tres meses después de presentarse la necesidad, en cuyo caso de
elección será realizado por ésta.
b) La Convención Ordinaria inmediata anterior, o en su defecto el Consejo Diocesano, designará un
Comité de Nominaciones. Este tendrá deber de que la elección se realice mediante el ejercicio
responsable del voto de cada uno de los delegados, para esto propiciará el conocimiento de los
candidatos, así como toda información pertinente al procedimiento de elección.
c) El Comité de Nominaciones informará por escrito a la Convención de sus actividades realizadas,
acompañando además la información relativa al currículum y vocación de cada candidato.
Como mínimo, una semana antes de la Convención enviará a cada uno de los delegados copia de
estos informes.

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d) La lista presentada por el Comité de Nominaciones deberá contener como mínimo tres
candidatos; tendrá también la obligación de agregar a su nómina todo candidato que sea
e) propuesto por no menos de diez comulgantes en plena comunión, siempre que la propuesta sea
recibida por lo menos quince días antes de la Convención. copia de esta solicitud, también será
firmada por todos los proponentes, debiendo ser enviado a el Consejo Diocesano. Durante la
Convención se podrá aumentar la nómina de candidatos mediante una proposición de por lo
menos tres delegados, por cada nuevo candidato.
f) Los candidatos deben reunir las condiciones requeridas por la Constitución y Cánones de la
Iglesia Anglicana de la Región Central de América y haber dado muestras evidentes de un
auténtico compromiso con la vida del pueblo de la Diócesis donde hayan radicado, así como de
dedicación a su ministerio pastoral y misionero.
g) En la Convención, la presentación del informe del Comité de Nominaciones deberá constituir
uno de los primeros puntos de la agenda, con el objeto de dar a los delegados mayor
oportunidad para discutir a los candidatos.
h) La presentación de los candidatos a la Convención será hecha por la persona que designe cada
una de ellos, o en su defecto, por uno de los miembros del Comité de Nominaciones.
i) La elección será por órdenes. Para ser proclamado Obispo electo será necesario que se obtenga
mayoría absoluta de votos en ambas órdenes concurrentes, entendiéndose por tal más de la
mitad del total de votos de cada grupo.
j) La votación será en forma secreta, con un receso de media hora cada tres votaciones. En
cualquier momento un candidato puede retirar su nombre de la nómina. Después del tercer
intento se eliminará de la nómina de candidatos, en cada votación, al que obtenga el menor
número de votos en ambas órdenes a la vez, hasta que queden sólo tres para la elección final.
k) Si después de haber intentado la elección doce veces no se llega a ningún acuerdo, la
Asamblea, mediante la aprobación de los dos tercios de los votos de ambas órdenes
concurrentes, puede declarar la imposibilidad de elegir en esa Convención, entonces se podrá
iniciar un nuevo proceso de acuerdo a la Constitución y Cánones de la Iglesia.

CANON 27: DE LA DENUNCIA DE UN PRESBÍTERO O DIACONO ACUSADO DE OFENSAS POR LAS


CUALES PUEDE SER PROCESADO
a) Las actas para plantear la denuncia para iniciar un proceso de un clérigo que no sea Obispo, por
una falta contra los Cánones de IARCA o los Cánones de la Diócesis, se iniciarán con una
información por escrito, firmada por las personas que la den, detallando el nombre del acusado
y la falta o faltas atribuidas, el tiempo lugar y otras circunstancias, pidiendo su enjuiciamiento.
La información se dirigirá al Obispo de la Diócesis, quien procederá a solucionar el asunto en
forma conciliatoria, para la paz y honor de la Iglesia. Si el Obispo no puede solucionar el
asunto, la información pasará a el Consejo Diocesano para su consideración.
b) Cualquier clérigo que no sea Obispo, que se encuentra acusado de una ofensa punible, puede
pedir al Obispo, si considera que es falsa, que investigue la acusación. La petición será recibida
y tenida en todo aspecto como simple información, pero, a petición del acusado, puede abrir
una investigación.
c) Cuando se quiera que el Obispo se entere que un clérigo de la Diócesis es acusado de una
ofensa punible y crea que el honor de la Iglesia exige una investigación declarará el asunto al
Consejo Diocesano en forma escrita y a manera de información y cuando no hubiere Obispo, los
miembros clericales del Consejo Diocesano actuarán de acuerdo.

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d) Cuando se pase una información al Consejo Diocesano, éste hará un estudio preliminar con el
fin de averiguar si las circunstancias ameritan una denuncia formal del acusado. Pasará una
copia de la información al acusado y en otra comunicación indicará a todos los involucrados la
fecha, lugar y hora para su estudio, a fin de que todos puedan presentarse a ser oídos. El
Consejo puede proponer un arreglo de los asuntos expuestos en la información, sin llegar al
juicio formal, prevaleciendo la justicia y lo exigido para la paz y honor de la Iglesia.
e) Si el Consejo Diocesano considera que hay motivo para el enjuiciamiento, inmediatamente
presentar por escrito la denuncia del acusado ante el Obispo, especificando según su
conocimiento de los detalles de la supuesta ofensa.
f) Si el Consejo Diocesano decidiese no presentar denuncia contra el acusado, mandará la
denuncia con toda la información al Obispo, con una recomendación de que sea retirada. No se
aceptará demanda adicional sobre una acusación una vez retirada, a menos que, en el lapso de
tres años, se presenten nuevas pruebas al Obispo a manera de una nueva información que exija
que la acusación sea llevada al Consejo Diocesano.
g) Si por cualquier otro motivo, el Consejo Diocesano lo recomendara o si el Obispo de la Diócesis
quisiera, éste puede pasar la denuncia a otro Obispo, quien en tal caso cumplirá con los
deberes estipulados en los Cánones. En caso de muerte, dimisión o incapacidad del Obispo a
quien haya sido remitido el caso antes mencionado, el Consejo Diocesano, enviará el asunto al
otro Obispo.
h) En caso de no haber Obispo, o en caso de muerte, dimisión o incapacidad del Obispo Diocesano,
el Consejo Diocesano enviará la denuncia a otro Obispo.

CANON 28: DEL PROCESO DE UN CLÉRIGO QUE NO SEA OBISPO

a) Cuando se haya entregado al acusado una copia de la denuncia, el Obispo nombrará dentro de
los veinte días siguientes, exceptuando lo previsto en la siguiente sección, a cuatro a
presbíteros de la Diócesis, con derecho a asiento en la Convención y hará que se entreguen una
lista de nombres al acusado, quien dentro de los quince días siguientes, escogerá a tres de ellos
e indicará por escrito sus nombres al Obispo; si no lo indicase al Obispo dentro de los quince
días mencionados, el Obispo escogerá a tres presbíteros quienes compondrán el tribunal
Eclesiástico.
b) Dentro de los cinco días de haberle entregado la denuncia, el acusado puede pedir al Obispo
que también nombre laicos en el Tribunal, a menos que en la denuncia haya sido acusado de
error en Doctrina, en cuyo caso, dentro de los veinte días después de recibir la petición, el
Obispo enviará también junto con los nombres de cuatro clérigos, los nombres de cuatro laicos
de la Diócesis comulgantes en plena comunión, hombres de conocimientos legales y experiencia
judicial, de ser posible, de los cuales el acusado escogerá, dentro de los quince días, tres
clérigos y dos laicos, notificará al Obispo sobre su elección y los cinco así elegidos compondrán
el Tribunal Eclesiástico, a quien se le notificará si acepta el nombramiento. Si algún clérigo o
laico no acepta su designación, el Obispo nombrará a quienes reúnan los requisitos arriba
indicados.
Se nombrará un fiscal dentro de los Arcedianos de la Diócesis quien desempeñará función
investigadora.

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c) Una vez resueltos los impedimentos de la integración del Tribunal y ya constituido, el
Obispo, lo convocará, indicando el lugar, día y hora; cuando lo considere necesario, tendrá la
facultad de aplazar de vez en cuando las reuniones, así como trasladarse de un lugar a otro
cuando lo considere oportuno. El Obispo hará que se informe al acusado e igualmente al fiscal,
veinte días antes de la fecha fijada, del lugar y la hora de primera reunión del tribunal; si por
cualquier motivo, el Tribunal dejase de promover el juicio dentro de los seis meses a partir de
la fecha indicada, el Obispo puede nombrar un nuevo Tribunal de la manera antes mencionada
y si ese nuevo Tribunal no promueve la denuncia, la misma se dará por clausurada, a petición
del acusado.
d) Si a la hora señalada para la primera reunión del Tribunal, el mismo no se encuentra
totalmente constituido, puede suspenderse la reunión y convocar otra, dentro del plazo de
quince días, debiendo previamente e inmediatamente modificar a los ausentes. En caso de que
algunos miembros del Tribunal estén incapacitados para actuar, el Obispo nombrará dos, y el
acusado elegirá uno hasta que haya conseguido el número completo.
e) En su primera reunión del Tribunal se organizará, escogiendo de su membresía clerical un
Presidente y un Escribano. Quien nombrará un fiscal con función investigadora y en caso el
acusado no proponga defensor, el tribunal le nombrará uno.
f) Una vez entregada la denuncia al acusado, no podrá enmendarla.
g) Si el clérigo denunciado confesare voluntariamente al Obispo, ser culpable de las ofensas
alegadas en su denuncia, antes de la primera sesión del Tribunal, el Obispo hará que tal
confesión se ponga por escrito y sea firmada por el acusado y presentada al Tribunal en su
primera sesión; entonces el Tribunal expresará su opinión por escrito al Obispo en cuanto a la
sentencia que haya de pronunciarse.
h) Si durante el juicio el acusado admitiese la verdad de cualquier cargo o especificación de la
denuncia, el Tribunal puede suspender la vista de pruebas adicionales y proceder al juicio de
los cargos de los cuales el acusado se declare inocente.
i) Si el clérigo acusado, después de haber sido debidamente avisado, dejase de presentarse al
Tribunal, y no justifica su inasistencia, ya sea por enfermedad a una causa razonable, el
Tribunal lo declarará culpable de rebeldía y, en consecuencia, el Obispo lo suspenderá del
ejercicio del ministerio clerical por el plazo de seis meses, si durante dicho plazo no se
presentase para el juicio; será declarado depuesto del ministerio por rebeldía. Si justifica su
inasistencia, ya sea documentalmente o con testigos, el Tribunal señalará otra reunión.
j) Los testigos juramentados darán su testimonio ante el Tribunal. Dicho testimonio se pondrá por
escrito y será debidamente firmado.
k) El Tribunal, una vez estudiadas la pruebas y anotadas las excepciones, expresará por escrito,
firmado por todos los miembros del Tribunal, su decisión sobre los cargos contenidos en la
denuncia, indicando claramente si el acusado es culpable de tales cargos; indicará la sentencia
que, a su juicio, deberá pronunciarse. Esta decisión, junto con las pruebas y las excepciones,
serán entregadas sin demora al Obispo y a cada parte. Si alguno de los miembros del Tribunal
no está de acuerdo con la decisión tomada, por escrito podrá razonar su voto.
l) Si el Tribunal declarase al acusado inocente de cualquiera de los cargos, su fallo será
terminante, y el Obispo hará que todo el clero diocesano se entere de dicho fallo, pero si el
Tribunal declara al acusado culpable de cualquiera de los cargos sentados en la denuncia, el
Obispo impondrá la sentencia canónica que juzgue conveniente, con tal de que la misma no
exceda en rigor la sentencia específica recomendada por los miembros del Tribunal. El Obispo
pondrá la sentencia canónica que él estime justa y cualquier sentencia pronunciada será
definitiva, a no ser que la Constitución o los Cánones de IARCA se presten a una apelación ante
una Autoridad Eclesiástica superior.

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m) El Obispo concederá una audiencia al acusado si así éste lo pidiese por escrito y dentro de los
diez días siguientes de haber recibido la decisión del Tribunal. El Obispo puede conceder un
nuevo, juicio, si las circunstancias lo ameritan. El nuevo Tribunal será constituido según la
manera ya establecida.
n) A ambas partes se les permitirá que comparezcan asesorados por Abogados, ya sea clérigos o
seglares, para que los representen, debiendo ser comulgantes en plena comunión de la Iglesia.
El Tribunal puede limitar el número de Abogados, siempre que conceda igual número de ambas
partes.
o) El dictamen del Obispo y todo lo relacionado con el caso junto con el registro oficial del juicio
compilado por el escribano, serán entregados al Archivero de la Diócesis para su Archivo.

CANON 29: DE LAS REFORMAS Y ENMIENDAS A LAS CÁNONES


Para reformar o enmendar éstos o futuros Cánones, se requiere un acuerdo de tres cuartos de los
votos en cada orden de cualquier Convención Anual o mayoría de votos en cada una de dos
Convenciones anuales sucesivas, o por una mayoría de votos en una Convención Extraordinaria.

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