Está en la página 1de 13

'i-

•JW.UUI.^-v^ nl
5
vil *..,
JUAN AMADES

L'HEREU RIERA

B Generalitat de Catalunya
Departament de Cultura
Centre de Occ.mentacirt i Recerca
de la Cultura Tradicional i Popular

S e p a r a t a <le " R e v i s t a «le í i c r o i i a " m i m s . 5 y 6.


L'HEREU RIERA
Por JUAN RMfíDES

I E l galan, loco de alegria ante el recobramiento


de la salud de su amada, descolgó la cruz de la
LA L E Y E N D A , LA C A N C I O N pared, la tendió en el suelo y danzó alegrcmcnte
Y LA D A N Z A por encima de la imagen. sin tocar para nada con
los pics la Sagrada Madera. sobre la cual cvolu-
U n o tic los documentos de cultura tradicional cionaba. Danza que a pesar de su expansiva alegria
mas intcrcsantes, es el de la danza de los palos, nada tenia de profana, puesto que era bija del fer-
comúnmcntc llamada cl Hereu Riera, interpretada vor rcligioso que la inspiraba.
al son de una canción, de la cpie toma el nombre,
La tradición sclvatana localiza la escena de la
descriptiva de una Icvcnda que la voz de la tradi-
primera parte de la leyenda en la romeria de la
cion supone de origen gerundense.
ermita de San Mauricio, situada a unos tres kiló-
metros dc Caldas dc Malavella, en la comarca de
LA L E Y E N D A la Selva, romeria que había disfrutado de gran
populandad, concurnendo a ella gran çentío, 11c-
Según la conseja, un rico hereu ampurdanés
gado a veces de localidades bien alejadas, como
a-.isiii) a la romeria de San Mauncio y participo en
conlirman los gozos.
la danza, liallaiulo tres doncellas asimismo ampur-

Coixos, jebrosos. trencats


que amb gran fe i devoció
vos invoquen, són curats
per vostra intercessió;
i publiquen los loos
per tan noble benefici.

Caldes i pobles veïns


vénen a vostra capella
per curar sos mals roins
que logren amb meravella.
Dnnza « d e l s bastons- iFolo /7rchivc fínmdes)

Moguts de vostres bazanyas


los de Caldes vos veneren
danesas, a las que saco a bailar. Durante la danza,
i vénen en vostra capella
le enteraron de que su amada estaba gravemente
a oferir-vos presentalles. —
enferma y con pocas esperanzas de vida. E l galan
pregant-vos amb tot fervor
se ilespidió cortésmente de las doncellas y de la
que >:n Déu los siau propici
demas gentè, abandono la besta v còrríó preciplCa-
pregan por los pecadors,
damente bacia el püeblo de su promctula, a la en-
màrtir gloriós Maurici.
trada del cual ballo el viatico que acompaíió y vió
que 52 dirigia a la casa de su amada, que se ballaba
en tranec de morir. E l mozo dirigió preces fervo- La canción narrativa de la primera parte de la
rosas a un crucifijo que pendía de la cabecera de- leyenda supone ampurdanesas las doncellas invita-
ia cama de la enferma. rogandola que se apiadarà das por el protagonista a la danza.
de su amada, devólviéndole la salúd. Las súplicas Los ancianos del Gironès daban el caso rcfcrido
ilcl donccl enamorado fueron tan scntidas y tan por la primera parte de la Icvcnda y desento por
fcrvicntc.s que el Seiíor se digno atcnderlas, sanan- la canción, como acaecido en la villa de Porqueras,
do a la enferma. junto al lago dc Banolas, en la que se babía cele-
31
l)r.ulo asimismo una romeria dedicada a San M.m /..; primera dansa
ricio. la'n treu <i ballar,
Acerca de cual dc- las dos romerías pudiera ser la segona dansa
la voiicuri ula por cl popular v muv probablcmcntc la nova arri b>.
apócrifo Hereu Riera, debemos decir güe inme-
—A fe, fiareu Riera,
diata a la ermita dc San Mauricio dc Caldas exisec
.'é pols ben ballar,
aún bov una importante masia conocida por can
(jiie la teva aimada
Riera, y «Júe las dan/as ordinari amen te bailadas en
a la mort està.
esta romeria eran sardanas. E n Porqueras. basta
no ba mucho, lué popular una danza simplísima en
A'agafa el gar.ibelo
sus evoluciones, en la que los dan/antes llcvaban
i al brai se'l tirà:
una verga larga miiv adornada dc Hores, danza que
dóna IIn tomb per plaça,
en sus últimos tiempos se limitaba a una ecrcavilla
barret a la mà.
por la cual era llamada passada. Es tàmbién de no-
tar que la canción nos babla de dos fecebas en las Perdonin, senyores,
que se eclebraban d a n / a s : la de San M a u r n i o v i/ue me'n tinc d'anar,
la de San Antonio; en Porqueras, hasía ím.iles que la meva aimada
del siglo pasado. en la festividad dc San Antonio a la mort n esta.
A b a d . àbogadò de los ammalcs de carga v dc tiro.
se babían celcbrado dan/as. Cabé observar que ni .1 l'entrant del poble,
la sardana ni la passada, que mas bien pudo ser troba el combregar;
una de tantas versiones del ballet, no se asemejan ja n hi ;.;al darrera
ni un apice a la danza que consti tuyc el aspecto per veure on va,
capital v mas importante del documento que ríos
i a casa l'aimada
ocupa.
ja se n va a posar,
la en puja l'escala
LA CANCIÓN en sense trucar;

C o m o ll.vamos dicho, la primera parte de la \a en troba l aimada


leyenda referida eonstituye cl argumento dc una que a la mort està:
canción narratiyai la versión mas conocida de la —Com te va, Cecília?
cual ilicc así: Cecília, com va}

" i i i n nií M'Uní


Melo Un del -Ball dels Bailons- i A r c h i v o d e l »ufnr)

Per a Sant Antoni —Per a r,u. Riera,


grans balles hi ba. per a mi mal va:
per a Sant Maurici tinc un fred i febre
tot c l poble hi va. que em mida matar.
traltralarala, tralarala, la. la.
Tinc una germana,
tralarala. tralarala. triar ala, la, la.
t hi J odràs casar;
les joies que porto
Si n'hi ha tres donzelles,
li podràs donar...
són di l'Empordà;
l'una diu a l altra: —No estic per germanes,
I a tu qui et traurà? que amb tu em vull casar
32
Ja en gira la cara,
i se'n posa a plorar,

Ja en diu al Sant Cristo


que a la cambra hi ba:
—Ai, Déu, que m'ajudi,
si em vol ajudar;

torneu-me l'aimada,
que a la mort n'està.
I a les tres setmanes
ja se'n van casar.

Esta canción esta difundida por todo el dominin


ctnogràhco v lingüístico de la cultura tradicional
catalana y ofrccc un sinnúmero dc variantcs litera-
rias solo divcrgentcs en sus detalles, pero cjnc no
literari el argumento capital. En una versión de la
Maresma las danzas se celebraban en la villa sclva-
rana dc Palautordera, es decir, cerca de Caldas de
Malavella, teatro de la fiesta, según la leyenda. A l -
gunas versiones « V e n que las doncellas sacadas a
danzar por nuestro béroe eran del lloc de Llansa,
en cl Alto A m p i i : d à : i ; bay una vanante que las Esquema dc la c o r e o j J r < i í i « i del - l í d / l dels Bastons.. ( A r c h i v o del autor).

supone de Nissà, localidad cpie nos es desconocida


v que a na dudar cs una degeneración de la voz
lïado de tierra sobre su sepultura, según costumbre
Llançà. Es muy general que sa las consulcre sim-
ilel país.
plerhente ampúrdariesas. E l protagonista casi sijçm-
Esta canción nos es conocida con una diversidad
pre i s llamado Pau Riera y algunas veces Pau Ri-
dc mclodías casi todas graves y mas bien tristes, de
bera o simplementc Ribera. La amada en las mas
.icuerdo con el caràcter del argumento que describe.
dc las versiones en que aparece su nombre, se la
l í l aire de las cua les no es en absoluto ballable, solo
llama Cecilia, pero se la nòmbra tambien M a r i a ,
acnrcce con tonadas de danza en las comarcas pirc-
Sileta y Roseta. Cuanto a su residència, se dice que
nencas de Lcrula , en cuya àrea fué empleada para
cl Hereu, al saber la infausta niieva, abandono la
producir la música del baile que tomó el nombre
danza v se encamino a Ripoll. L I cstnbillo de una
del heroe literarlo dc la canción.
versión procedenie de la costa gerundense de Ic-
N o consignamos las diferencias de detalle que
vantc canta :
ofrece el texto de la canción, así como las profusas
variantcs melódicas por no afectar al fondo de
.!/. adéu. Cecília, nuestro trabajo, que no pretende ser exbaustivo, así
flor dc Vilassar. como por no permitírnoslo el espacio de que dis-
nonemoSi
Cabé advertir que esta vuelta aparece aplicada a
vanas canciones v su origen propio coneretamente LA DANZA
de la canción que nos ocupa resulta bien dudoso.
En muchas versiones cl galan reclama la salml de E l nombre propio de la danza que nos ocupa,
•ii amada ante !a imagcii de un crucifijo de la igle- es el Ball dels bastons, por ser badada sobre dos
sia, v en un corto número implora cl favor de la palos cruzados encima del suelo o encima dc un
Virgen del Carmen. Por lo común, la enferma vaso, o de una piedra. Así es llamado en la V a l l
sana dentro de pocos días, despucs se celebra la d ' A n e u , la V a l l del Flamisell. la Ribera de Cardós,
boda, pero las bay en que m u c r e ; en una de ellas, :.i Ribera del Noguera Pallaresa, la V a l l de C a p -
en cl momento de dar el «sí» durante la ceremonia dclla v la Serra del Cadir. E n el V a l l e dc Aran se
de la boda: en otra, mueren los dos amantes abra- la denominaba Pall dels garrots. La circunstancia
zados ai verse al regresar cl galan de las danzas. fortuïta de apHcarse a una dc las versiones dc la
En las variantcs valencianas ella fallece, cl amado canción del Hereu Riera, ha determinado la exten-
asiste al entierro v una vez en la fosa tira un pu- sión del nombre de la canción a la danza. caso muv

33
frecuente en música y en coreografia tradicional. uno sobre cada extremos de los palos. Interpretar
L a versión del bailc danzada por las entidades dedi- la danza con éxito sobre este fràgil armatoste, re-
cadas a la rcscauración de la danza tradicional, es quicre una agilidad extremadísima, ya que incluso
precisamentc la que se sirve de la melodia a la que el aire puede destruir el cquilibno de tan fràgil
como medio mnemotécmco se valc de la canción monumento v dar a. traste con él.
que bemos transcrito, y dc abí que esta bava goza- E l Ball dels bastons ba llégado basta nosotros
do de gran popnlandad, basta tal punto que el bajo tres aspectos difercntcs: el mas mteresante de
denominativo de ball desi bastons bava quedado ellos con caràcter eliminativo v clectivo, para elegir
eclipsado y sca desconoculo. La canción na sido cargos especiales de sentido mas bien halagüeno y
asimismo propagada por los orfeoncs. agradable, como asimismo para determinar quién
L a danza que nos ocupa se distinguc por la par- debe llevar la peor parte en una tarea dura v pe-
tíeu laridad dc ser bailada por una sola persona y nosa. Los mozos de los Valies d'Aneu v del Fla-
muy cxccpcionalmentc por dos a la vcz. E s danza nuscll se servían de esta danza para elegir al rey
dc babilidad y dc competición. sicndo la única dc de las Carnestolendas encargado de dirigir las àlga-
nuestras danzas mdividualcs que obedece a una zaras dc las mismas. E n la Ribera de Cardós, entre
coreografia, ya que todas las otras dc este genero carboneros, acudían a esta danza para determinar
son de movimientos líbies, aunque sujetàndose a quién seria el que debería velar la carbonera durante
una condición que las determina; entre ellas, el la nocbc; v entre pastores lo danzaban para ver
Ball del Barret, de Llagostera, en cl Ampurdàn. cual de ellos bajaría al poblado a buscar las vitua-
cuyo bailarín debe defender un sombrero especial llas desde las altas cumbres en donde pacían los
que los mozos tratan dc quitarle; cl Ball del Ros- rébanos.
sinyol, de Santa Coloma de Fames, en el que cl Entre arricros v gentes dc mesón v de posada st
danzante baila con un porrón lleno de vi no sòbr- acudia a esta danza para jugarse la bebida. Para ello
ia cabeza; danzas amba.s carnavalcscas: el Ball de bailaban uno tras otros, y si treien el ball, eso es, si
l'Escombra, dc V a l l de Boi, y de otros valies pirc- no fallaban la danza, al terminar sé bebían el vino
naicrs franceses, inmcdiatos, cuvos danzantes evo- del vaso que sostenia la cruz, dcbiendo pagar la
lucionan sa'tando por encima del mango dc una bebida dc todos los camaradas aquel que no salta
escoba que sostienen al ras del suclo con una mano; airoso de la prueba. Se repetia la danza tantas
al igual que cl Ball de Sant Blai. propio de los pas- veces como era preciso basta que algun ballador la
tores de Vilafranca del ConHcn, que evolució nàn so- equivocaba.
bre un cayado dc agarrar cl ganado. También es
Ultimamenre los ballarines mas bàbilcs éran los
dc esta categoria e! Ball del Poll. de la Terra A l t a .
pastores, l·iié costumbre invitar a beber a los pas-
en el que los danzantes se quitan la ropa mientras
tores que acudían a los mesones, pagàndoles tanto
danzan sin dejar de golpcar.se cl cuerpo con una
vino como apetecían beber, ganado por mèdic- de
alpargata para baccr el son dc la danza.
la danza.
C o m o llcvamos referido, esta danza cs de inee- Fntre gente moza usóse esta danza como jueg >
nio, consta de dos partes: en la primera, el dan- de mgenio, danzàndola los domingos por la tarde
zante se zarandea ante uno de los brazos dc una como pastiempo domingucro. Los mozos aposta-
cruz formada por dos palos, v en la segunda salta ban fósforos, v. entre mozas, alfilcres. Ellas mas
ligcra v àgilmente por encima del vértice de los que ellos a menudo danzaban en parejas asidas de
cuatro àngulos. E l mérito de la danza consiste en las manos n solas. La danza femenina requeria mu-
no tocar para nada con los pies, los palos que for- cha màs agilidad aún. va que a la ligereza dc los
man la cruz, ninguna de las cuatro veces que se pies debía aiiadir.se la destreza para no embrollarse
repite cada uno de los espacios libres formados por con las faldas propias o concas de la companera, en
los àngulos de la cruz. Para alimentar la ilificultad. tiempos cn los que el vestido femenmo alcanzaba
se coloca la cruz sobre una piedra de superfície basta el suelo.
desigual, sobre la que resulten de mal sostencr los
dos palos. que se procura que scan rugosos v poco Recientemente se nos ba dicbo que la cbiqui-
estables. También sc coloca la cruz sobre un vaso llería, para celebrar el retorno de los pastores al
de vi no. A l mas tènue golpe dado a los bastones, liogar despucs de las largas ausencias estivales, en
cae la cruz v se cae cl vaso, vertiéndosc su conte- las cumbres, o en las invernales en los llanos, se
nido. E n ocasiones especiales se aumentan las difi- entregàban alegremente a esta danza como un aga-
cultades, colocando otro vaso de vino sobre cl vér- sajo infantil a los recién Ilegados, gentileza que los
tice de la cruz v también con otros cuatro vasos pastores agradecían tegalàndoles alguna fruta apc-
34
cecible por los ninos. Débemos observar que esta badada en grupo. La musa nos dice asimismo que
mformación nos parece algo dudosa. sacó una doncella a la danza, lo que presupone que
E n el últinio tercio del siglo pasado, en algimas el baile erad e parejas. Estàs dos circunstancias, en
localidades del Alco Bcrgadà, durante el Carnaval, pleno desacuerdo con las normas coreogràficas pro-
se babían celebrado reprcsentaciones tcatralcs rús- pias de la danza que nos ocupa, hace presentar la
ticas en las que se csccmficaban c.nciones popula- posible existència de una tercera versión, de la que
res que constituían el argumento de las farsas. T e - no tenemos mas noticia que la que nos ofrecc la
musa popular por boca de la canción.
La forma especial en la que se producía esta
danza, obligaba a servirse del canto para hacer
su son, caso frecuente en la mavoría de las danzas
tradicionales, especialmente las de parejas, ya que
el procurarse intrumentos no siempre resultaba via-
ble v preeisàbà recurnr a la canción. D e l vasto re-
pertoris del Corpus de nuestro cancionero tradicio-
nal, quizà la canción mas adecuada resulta ser la
del Hereu Riera, atendida su relación con la cruz
v la danza.
Esta danza fué badada tradicionalmcntc basta
finales del siglo pasado; las gen tes de las comarcas
en que era danzada ya la consideraban como una
antigualla a comienzos del presente siglo.
N o tenemos noticias de danzas semejantes a la
nemos noticia de que entre las canciones teatrali-
referida entre pueblos de cultura mediterrànea; en
zadas figuraba la del Hereu Riera, que era a la
cambio, se la balla en la cultura sajona v en la cul-
vez cantada y danzada. N o tenemos noticias con-
tura armènia. E n Escòcia la danzaban ballarines
cretas en cuanto al coreografia del baile.
dc ambos sexos, que evolucionaban sobre dos es-
E n el Valle de A r a n esta danza fué tradicional
padas o sobre dos pipas dc tubo larguísimo dispues-
durante las alegres (icstas domésticas tic las ma-
tas en cruz sobre el suelo. Se la denominaba Danza
tanzas.
dc las espadas. Según la tradición rcconocc origen
E l distinguido folklorista seiïor Maspons y L a -
caballeresco. Cuando un feudal vencia a ocro en
brós, trata dc una versión m u v diferente de la danza
lucba. le obligaba a rendirle la espada. Cuando el
que nos ocupa. Los palos eran tan largos que p.r-
vencedor regresaba a su bogar. reunia sus vasallos
mitían danzar a la vez basta tres balladores sobre
v antes la puerta cruzaba las dos espadas; la suya
cada uno dc ellos, danzando simult.íneamente sobre
sobre la de su vencido v hacía una danza encima
los cuatro brazos de la cruz. E n un momenro de-
de la cruz formada por las dos espadas, como un
ia coreografia los danzantes rodaban en circulo, sal-
arco de triunfo v de dominio sobre el contrario. La
rmclo por encima de los palos uno tras otro, for-
danza escocesa era muebo mas complicada que la
mando ruedas concéntricas que giraban en dirección
nuestra.
opuesta unas de otras, debiendo evitar el tocarse al
basar los ballarines unos junto a otros. E n el Càucaso fué popular una danza que se
En una dc las versiones literarias la canción em- dcsarrollaba asimismo sobre de dos espadas llama-
pieza con los siguientes versos: da l.ezginka. dc la cual no conocemos detalles.
E l Ball de l'Escombra y el de Sant Blai a que
qui il sabrà ballar?
va nos beiiios refendo. cuvos interpretes cvolu-
El Ball dels Bastons
cionan sobre el mango de la escoba los del primero,
Que el balli en Riera,
v sobre un cavado de pastor o el asta de la ban-
qus el sap ben dansar.
dera cl segundò, cuanto a su mecànica se aseme-
La primera dansa la'n treu a ballar.
)an a la danza que nos ocupa, no obstante ser di-
A juzgar por este texto, propio del A l t o Ber- vergeiites. Una danza de esta suerté era interpretada
gadà y de lí Sierra del Gadir, la danza tle que msis- nr:r el mavoral de la cofradía dc San Eortunato de
t-.ntimentc nos babla la canción era un ball dels N'o-anta. en Itàlia, quien saltaba àgilme-nte por cn-
bastons, y no unas danzas dc romeria o de plaza c ma dd pa Ió de la bandera representativa del santó,
ordinarias y comunes, sinó la versión coreogràfica dc manera scmc)ante a como lo hacían nuestros
de la danza que nos ocupa, inadecuada para ser campesinos v nuestros pastores.
L'HEREU RIERA
CONSIDERACIONES ETNOGRAFICAS

Por JUAN AMADES

L a danza y la canción son clos documentos com- canción en vez dc adaptar cl nombre de su pro-
plctamente distintos sin ona rclación que la de la tagonista habría conservació el de Ball dels bas-
coincidcncia de baberse servido como medio mne- tons cpie es el mas persistentc y tenaz en las co-
motecnico y para no tener de utilizar formas ver- marcas en las que se practicaba la danza.
bales sin signilicado, de caràcter màs bien onoma- La danza ofrece los caractercs propios de las
topeico màs difícilcs dc recordar que un texco con cerenionias màgico religiosas, activas aún entre
argumento. D e las scis versiones melódicas dc la grupps étnicos àgrafos cuyos pueblos creen poder
;
danza que poscemos, tan solo una de ellas sc sir- cjcrccr nlluencia sobre cuanto les rodea, dc acucr-
clo con sus neccsidades v conveniència por medio
de procedimientos màgicos entre los que el canto
y la danza constituven la basc dc toda ceremoma.
Estàs concepciones tan alejadas dc las ideas actua-
les rcsultan dc comprensión difícil para nuestra
Sociedad, ello no obstante fueron compartidas por
toda la liumanidad en SU estació elemental c inci-
piente de cultura. La civilización ha borrado, aun-
que no por completo, las crecncias màgieas pnmi-
tivas pero han subsistido müclias de las formas
mçcanicas practicadas por nuestros ancestres cn-
quistadas en las costumbres actualcs de todos los
pueblos que pueblan cl planeta. E n tcrminos g -
neralcs piiede decirse que todas las danzas que no
sean de parejas, practicadas tradicionalmente, que
invaden la cultura popular de todos los paíscs,
constituven vestigios y sobrevivencias de ceremo-
nias primitivas de caràcter màgico religioso dc ori-
gen \ signilicado ignorado por los que las prac-
tican v adaptadas en mas o en menos a concep-
ciones actualcs muv alejadas dc las que las deter-
minaran.
Nuestra danza ofrece las características propias
de las cerenionias cohjurativas. Inicialmente de-
bió encaminar se a comunicar a los palos tendidos
En una do nueslras plaza» la Iradición hace su p r e s e n c i a en el
popular -ball dels bastons.- flrehivo J . flmades.
en cl suelo la gràcia y la virtud deseada por cl
bailarín. Los bastones bien pudieron ser los p n -
nutivos palos de siembra usados por cl nombre
ve de la canción; y de las catorec versiones mu- neolítico antes de la difusión del arado. Primera-
sicalcs que nos son conocidas de la canción sola- mente sc sembro practícandó hòyos en el suelo
mente una de ellas tiene aire de danza. La inde- medio de un palo dentro de los cuales se ceba-
por
pendencia de ambos documentos no puede ser ba la semilla que después sc cubría con la pròpia
màs manifiesta. E l texto dc la canción utilizada tiérra extraídà del hoyo. A ú n actualmentc està
para la danza podia ser cualquier otro de los innú- en uso este sistema entre algunos grupos mongo-
meros que constituven nuestro patrimonio can- Ics v çhinos ele cultura retrasada. La danza pudo
cionístico, mientras por su mètrica poètica y por tener caràcter fertilizante y fcctindante y tender
su rima luibiera sido adaptable a melodia. E n este a comunicar a los palos la virtud de hacer fructi-
caso la danza habría permanecido completamente ficar las semillas sembradas con su ayuda. Las
desligada de la idea del drama descrito por la danzas dc palos en general, comunes a todos los
36
pueblos, reconocen un remotísimo origen agra* de pràcticas ntuales. Erttrc ellas ocupan lugar im-
no de esta categoria. portante los ritos dc iniciación y las pruebas de
Los palos fueron asunismo precursores dc las capacidad del neólito para el nuevo medio a que
arnias de gol pe así empleadas para cl atatpie como debe agregar.se. Entre los pueblos àgrafos, este as-
para la defensa. Los palos considerà ndolos bajo pecto de la vida cplectiva tienc tanta importància
cl canz de arma, la danza dc que tratamos pudo como las mcdidas conjurativas a que nos bemos
tener caràcter cinegético y guerrerú a la vez, e ir referido y sc encuentran vestigios abundantes dc
encaminada al deseo dc comumcarlc íiereza y las mismas entre los pueblos y las sociedades dc
acierto en berir la presa atacada o el enemigo ata- civilización màs avanzada. Los innúmeros cuentos
cante. A ú n boy los pueblos en los que estan en tradicionales en los que un personaje bumilde al-
plena actividad las cerenionias màgico rcligiosas canza desposarse con una princesa despucs de vèn-
antes de emprender una cacería o dc lanzarse a cer una sene de obstàculos a cual màs insuperable,
la guerra, practican variadas cerenionias para con- nos ofrecen una niuestra interesante de ritos de
jurar las armas y para invocar la proteccion de iniciación matrimonial a que deben sujetarse los
los genios y dc los fetiches tutelares dc la caza y mozos antes de poder contracr marrimonio. Las
dc la guerra al objeto de atraerse su favor v su protagonistas de cuento privadas de penetrar en
simpatia para asegúrar el éxito cu el primer caso una habitación secreta de las del palacio de su es-
y la victorià en el segundo. Y la pràctica ceremo- poso que no pueden vèncer la cunosidad v desobe-
nial debía Uevarse a cabo con intachablc precisión decen la orden del marido, recuerdan igualmentc
mecànica puesto que el fallo màs mínimo enoja- pràcticas uuciàticas matrimonialcs femcninas.
ría al genio quien podia trocar su deseado favor Nuestra danza de obligada ligereza. habdulad e
t n fúria irascible, en consecuencia morir devorado ingcnio constituye una prueba muv adecuada para
por la bera perseguida, o caer en manos del ene- un rito de iniciación. los escollos y las dificultades
migo. Y aún boy entre nosotros tocar en lo màs del cual van eh aumento nnentras el practicantc
mínimo uno dc los palos con los pics representa logra superaries, tal cual bacían los arneros v los
estròpeàr la danza. pastores que jugaban a ver quien de entre ellos
pagaria la bebida del grupo. E l ball dels bastons
Entre Los nüeleos húniànos retrasados de que ofrece todas las características de las danzas ntua-
veiiinios bablai lo, el transito de una edad a otra les dc iniciación.
y en general de una situación o estado. al inmc-
diato, marca una jornada en la_ vida del indivi- Creemos pues que la danza que nos ocupa pudo
duo; este transito de uno a otro estado marca tener dos caractercs tliferentes en sus orígenes re-
unas etapas de scgregaciún, de traspaso, v de agre- motísimos: piulo ser una danza de caràcter agra-
gacion; tòdàs ellas abundantes de cerenionias y no encaminada a favorecer el desarrollo de las se-
millas y el éxito dc la siembra; pudo tener sen-
tido cinegético v servir para conjurar las armas para
favorecer la caza. qiuzàs cabé recordar a este efec-
to, la pertinaz asociación de esta danza con la lles-
ta de la matanza del cerdo en el Valle de A r à n .
Pudo también destinarse a bccluzar las armas con-
tra el enemigo. dc lo que constituven un intere-
sante mdicio las danzas dc espadas de Escòcia v
del Càucaso. Einalmcnte pudo también servir co-
mo rito de iniciación para pasar del estado de
nino al de mo/(} que es el que ofrece un ceremo-
0
nial màs extenso v màs complejo entre todas las
culturas. Pudo bien tener los cuatro valores a la
vez pues que hingunó dc ellos excluyc a los dc-
màs.
v*9
C O N C L U S I O N
L a leyenda y la canción coinciden en otorgar
un origen gerundense a los documentos literarios
del Hereu Riera. L a tradición amenudo pasa por
P a s o s d e la d a n z a « b a l l d e l s b a s t o n s » , flrchïvo J. flmades. mtcrsticios que no atravicsa la historia v nnentras
37
de can Riera, la casa solariega ínmediata a la ermi-
ta de San M a u n c i o de Caldas de Malavella aún
existentc.
En cuanto a la danza es completamente ajena
a la canción y a la leyenda a excepción beclia del
caso concreto que y a llevamos referido. Esta dua-
lidad da razón a la gran diíusión geogràlica del
documento literario que como dijimos compren-
dc todo el domuiio técmco v lmgiiístico mientras
que la danza basta la generación anterior a la
nuestra por lo menos, solo era practicada en un
reducido número de localidadcs; ello explica su
absoluto desconocimiento en las comarcas gerun-
denses.

Concretando podríamos decir, que l'Hereit Rie-


Legendaria casa solariega d e l protagonista de la c a n c i ó n .
ra galante y sentimental que invita las doncellas
flrchiva J. Amades

a la danza, que ora para que su amada recobre la


documentalment» rïo sc comprucbe lo contrario, salud v que danza de alegria por encima de la
es admisiblc que las doncellas sacadas cn danza cruz en acción de gracias por el milagro obrado
por cl protagonista, cran aínpurdanesas y ripollc- por el Sciïor, es gerundense y que no lo es el
sa l.i amada del galan; y según una de las dos l>all dels bastons que sc mueve al son de su can-
versiones dc la leyenda el protagonista era ['hereu ción.

B I B L I O G R A F I A

Saiurur, ltalta>ar , I · i r r à , M i t m . 1 : M-moria d- la mtsiló dt


LA LEYENDA • •••na t i r . , ) » í . ' i i « í músiíju·s
V popittarf, «i l'illa di' Mallor^ :
j; ;. • O l i r a d .I C a n v o t u r l'opular dc Catalunya. Mattrial.
Ani.id. - . Joan: Art Popular. ElS BX'VOtS. h a m lona, 195:. vol, I I I . » I t a r . c l o i i a , 1929.
Aniadis Joan : Costumari i'alatà. Vol. V. Harnlona, 1
i·i'-' . Sansihador i Cortés, Joaquim i Just : Memòria de ta mtSFM
de recerca de CanÇ&nS i músiques Populars al Comptat dl
Amades, j.iau : Personatges llegendaris. Barcelona, 1 9 - j . Ms. Coneentalna, 1924. a O l i r a d e l C a n ç o n e r P o p n l a r d c C a t a l u n y a
ktl.a. Carles í Llegendari Català. Itar.xlr.na, 1920. Mat.rials, vol--. I I I . » U a r t . l o n a , 19^9,

LA CANCIÓN Serra i Vilaró, Joan, l'vre. : cançoner .í.í Calií. Barceio-


11a, 1 0 1 3 .
Sui.irà. Jo-»j. : ÇanÇOns populars Catalanes. I t a n . l o n a , 194S.
Alió. i·nmuH·: Cançons Populars CàlàlUnt-j, Barcelona, s. f.
Ama.li-, Joan: Lci çe»t titlllérí eançòns Populars. Uart-olo-
n a , l<j.|S. LA D A N Z A
Amades, Joan: Folklore de Catalunya; v o l . 1 1 . Cançoner. Hnr-
..luiia, i95l· Ainad. s, Joan : llalls populars. Tàrn ya,
Anlndcs, Juan: Recull d, cançtms populars ««
' i<i çoniared iíiïl A n i a d i ~, J o a n : C&stumarl (alalà, vol 1 1 . lta:.»|ona, 1951.
Camp. Renti, 1926: Ainad.s, Joan.: Costums i traitinon* .l'h·'stals 1 tav·rthf. Itar-
Ausona. Rjntwrt d'.: Vint cançons eatàtanesi BorccflOna, 1 9 3 5 . rt l o n a , 195»'.
i i a i d . 110, Francesc PVrc. t.a cançó popular catalana: Boroe- Amadt-. Joan: Panses rituals d'iníÇÍàçtÓ, «Mi-x-t l'nií a n i H o .
1
l<>na, i ç i j i uuiiatk'. al k n t . M n . H i i í i n i o A n ^ ' K ' - · . [ E n prvtí^a}^
Itald.lló, Francesc l ' v r i . : Cançoner popular d. Vesç^rslonista}, Ania.k--. Joan : Dicttonari d* la dansa, dels entremesos i dels
I l a r n l o n a , iu.v|. Instruments d,- tnïfstea i sotiadors. « U a u - a - , v o l . I, Harcr-
H a r U r à , Josep ; | t o l i i i : a s l'i r e : Memòria d. l>i Missió de re- lona,
cerca de cantons 1 müsianes populars, a les nimaraucs dc Ainailt-, Joan : Etnologia Musical del Vúltes. Danzas, SMegot
l'.llta Segarra, el Cardener 1 Ribera del Segre, 1 9 2 3 . <t«»l»ra y (\1n.i01t,s. ' K n prensaK
«li·l Çançomr popular dc Catalunya, Materials vol. Aiua.lt>, Joan : Guia &C costu/ms] tradicionals de Catalunya
I t a r . ' . l o n a , ÏQ58. I t a r . . l o n a . i>i5>-.
Itri/. I r a n . . - P< l U K Í ; Can.li Canvi, Frttlict -*c : ÇanÇG»* Amades, Joan: Super·.i-.·'n.l·í d- danses Pnmiti-es. « M u t i l i ti
la Terra. Canti Populars Catalans, s vols. Barcelona, .li- l ' A - ^ n e i a r i ó C a t a l a n a d ' A u t r o i i o l o i M a , ICtnok'rafia i Pr. h i -
y 1S77. tòria». Itarcvlona, 19:0.
|íi Cançons populars catalanes. (prim<ra àitrie), H u r e e l o n n , 1909. Capmany. Aur.l i : / : / líaile \ la Danza. c n •Folklore y con-
Cançons popular» d> Catalunya, «itiMiotua itonaw'a», vol. xi. I i i u i l i n s d . K^-pana», v o l . I I Itaruloua, 1021.
llard lona. Capiiian\. Aur.li: Ballets populars de Catalunya. «Oiwidirn*
Cançons pi>puiars d> Catalunya. ^Edicions «l'líl i.libn Cata- d'I-'studis.» l i a r c i l o i i a , Ï9Í5.
l à » , in'itn Bnrcc.ohU, f. Capman\. Aureli: / D a n z a popular com a . / . m . m de cul
Cants populars catalans (Anties i modern») •t'i·ín cia-.c. Çolçc- tarà a l'actor català. Barcelona, 1923.
1 ió «I.a N"\« lla Nina», iilïill Çi. Itar.elona. s . f. M a - p o n - 1 l.abró-, F. Jocs d'Infants. «Cnl-Un ió |.opular Itar
Capmany, A i i n l i : Canç&ner Popular, Barri lona, 1901-191.í cino., vol. X X X I X . Itamloua. pj.íi.
Carner, Josep: Cançons populars catalanes. Paria PrtSpjsil, I-'raïu i · · / . k : La danse d'épces eh, - les ,
Teh. ,,·sl·>',at]ites
<'.«miis, Ci-ls : .iplrch de cançons populars catalanes. «Anuari et les YxrUgt}$ldVCS, l'i.u.i. iu*.|.
i\í- I'A-mh i a . i ó iVV.xk u r - i t i n - Catalana*. Bare. Inua,
;
l ' o - p j s i l , i r a n i i > / i k : y i e i i t e s danses giierrliïres des p.ut<i,ï pufo-
i·iia-.'ii, Joan j Cançons populars catalanes, 2 vols. itar.»lo- péeus et spi'etalm· nt chez les Rasques des P.yriiUcs.
n a , 1901 Am-.u nlaiii,
I . l o r . n - ric S . l l a , S a r a : I'l CünÇÓntír 'I- Pltiédai •l·'olklon do l ' o t u i u h . J . : Chansons populaires des Pvrené.s trancaises. Tra-
la M a r . - n i a - , I i'.atvilotia. iu,\t. dltions, Mou,rs et Üsages. l ' a r i > , m.'*..
Ma- i Serraran!, H'Hiiiiiiv ; La Ca*\ÇÀ popular Int q
./<• i n a i i u i Publicacions musicals Arrphonà. Sabadell, s i n f*rha.
1Í.1. I t a r . t l o n a , tói'jL Sachs, Curt : Historia Universal de la Danza. Itiu n o s A i r e s , 1043.
Milà i l'oiitatiaU. Mamul : R.mau,'.•nll·· Catalàn. Camloms Sharp, C* t i l J .: Macihvainc llirll·l-rt C . : 7 ' / » Morris book.
tràdlr.tÓHÚWs'. llar.-, l o n a , I.ondou, 1922,
I ' u j o l , I - r a m i - i * : Oeuvre itu C'Uans··Hin. i populaii, la l".if-ï- Viirn, Enric: Aplec de baíís populars del Pallars. Itar.. lo.
Uy'fínt!, Itarrt l o n a , 1927. n a , if/V).
38
mi

rai L
jg^tg -yWE
ü^dM F r m
i ,i w
' ^ 1

I!lWS Wla?

«tl

i ^ITS^Í

Ï/W

•fe*

7* 4^3 * ^ír^

También podría gustarte