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INTRODUCCION

Enrique E. Mari

En este libro se agrupan dos contribuciones:


!)Elementos de epistemología comparada, y 2) EL
concepto de verdad en Karl Popper: Como apéndice. se
añade el texto del artículo "La verdad en la filosofia a fi-
nes de nuestro siglo". publicado por la Revista Acción
CulturaL núm. 1, Buenos Aires, diciembre de 1988.
Puesto que el eje central y común a estos textos es la
idea de examinar la epistemología desde un punto de vis-
ta comparado, se asigna al libro el nombre de la primera
investigación: Elementos de epistemología comparada. El
restante, aunque se refiere en particular a un pensador
Elementos de epistemología del área anglosajona, Karl Popper, lo hace siempre en
contacto con otros filósofos del continente europeo.
comparada Sl hay algo que caracteriza el estado de la filosofia en
nuestro siglo es el predominio de la epistemología, que
1 asumió condición de discurso dominante, en función de
un período histórico de gran desarrollo científico y tecno-
lógico, especialmente. en el capitalismo de organización o
tardío.
En 1984 tuve ocasión de redaciar el "Prefacio" a la
versión castellana del libro de Dominlque Lecourt L'or-
dre et lesjeux. Le positivismo logique en queslión (Buenos
Aires. Ediciones de la Flor) donde anticipé parte de los
motivos por los que me pareció válida su sugerencia de
fomentar estudios en los que filósofos de tendencia an-
glosajona y otros del área continental eurd'pea fueran
puestos en correlación y cotejo comparativo. La ausencia
de una epistemología comparada es una notoria laguna
en los estudios de historia y filosofia de la ciencia, lagu-
na que se vincula básicamente con el hecho de que lo
más esencial del panorama de la epistemología se haya
recortado. sobre el análls.is.del mat.er.iaLabstraclo de las
teorías de la ciencia y los procedimientos formales de la

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(.\ pun~osurr
editores
lógica y la metodología científica.
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Si damos a la lógica y a la metodología de la ciencia la PRIMERA PARTE
condición de núcleo esencial de la epistemología, y es es-
to lo que ha ocurrido en el pensamiento contemporáneo,
tendremos una e.xplicación clara de por qué hablar de
epistemología y de epistemología anglosajona es <;asi un
pleonasmo.
Frente a la propuesta de una epistemología compara-
da, puede dudarse, en consecuencia, de la utilidad o per-
tinencia de cotejar este pensamiento, digamos epistemo-
lógico por derecho propio y articulado a partir de las LAS FORMAS DE LA FILOSOFIA: SU RELACION CON
ciencias naturales, con otras tendencias de escaso peso LAS FUERZAS SOCIALES
metodológico y enraizadas más bien en el pensamiento
social y la filosofia política.
Ahora bien, ante estas dudas, lo que se propone como
tesis en este libro es que sólo desde el pensamiento so-
cial y la filosofia política es posible construir la otra parte
esencial del sentido de la ciencia: su así llamada historia
externa. ,
En realidad, aunque en el campo anglosajón, si se
prefiere epistemológico específico, existe una tendencia
actual a compiementar en forma creciente lo interno-me-
todológico con la historia e.uerna, esta última presenta
todavía un escaso grado de evolución. Precisamente, el
hilo conductor que podrá percibir el.lector en los trabajos
que aquí se agrupan está dado por la idea de que esa des-
compensación entre lo interno y externo de la ciencia
puede corregirse con ventaja tomando en cuenta el pen-
samiento social y la füosofía política. De ahí la utilidad y
pertinencia de una epistemología comparada que, al ana-
lizar las categorias de estos últimos dominios, permita
una reconstrucción e.nema de la ciencia por otras vías
que las que hasta el momento han sido empleadas.
En síntesis: lo que el lector habrá de encontrar en este
libro no es, con mucho, la idea de colmar la laguna de
una epistemología comparada, sino más bien la de defen-
der esta idea como un medio alternativo de reasignar sig-
nificado al fenómeno de la ciencia; mediante su emplaza-
miento en el nexo ciencia-sociedad.

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I. LA FILOSOFIA Y SUS FORMAS CAMBIANTES

l. OBJETIVOS DEL TRABAJO

En el presente trabajo voy a defender la tesis de que lo que


aparentan ser formas, divisiones o ramas de la füosofia, según
distintos criterios clasificatorios, no expresan sino el juego
' .cambiante de las fuerzas sociales en una época histórica dada.
·. : -'Que en la época contempo1!'~~~_!~_!9.fifüi~pl~..99t_!fü~,~~~~!;l)~q.t;!e
.J se manifiesta-ese-;uego-es!a ~plstemología. En las partes II y III
dd trabajo. me referiré a dos importantes comentes de nuestro
siglo, la filosofia de la ciencia angl~~~j~!1-~"YJ-ª-~ª~.uela matei:ia-
lista francesa. Defenderé, asimismo, la idea de promover una
epTstettiOl:Ogfü comparada.

2: LA FILOSOFIA Y SUS FORMAS

La filosofia es un tipo muy peculiar del disctirso social, En últi-


mo término. su piiiitipái-f1úféión-hasido enunciar. a través de
distintas tesis y categonas:-esctectr<r-nivel-de·pensamieñfo~·fa
sucesión· del jüegoae fuerzas-
socrares-efferseño-ae..Cáoá'dápa
híStóncaoaj<n~rpreaomlnio de· üna-de~sus ·rormas-especificas.-
"-En supreséiitacfón''peoagógica_y_dá.síCa-(eñuiiéfariao10 pe-
dagógicotia cristalización de las relaciones dadas en ese domi-
nio conceptual) esas formas - metafisica, ontología, gnoseolo-
gía. ética, etc.- aparecieron como partes distintas sometidas,
en conjunto con la rellglón. a la unidad de un saber. Quien en
el plano estrictamente filosófico simbolizó quizá más gráfica-
mente el predominio de una de ellas. la metafisica por ejemplo,
fue Descartes con su conocida parábola del árbol. que recoge
su carta al abate Claude Plcot: un árbol cuyas. raices son la
metafisica, el tronco la fisica y las ramas todas las dc:más'Cicn-
cias, reducidas a tres, la medicina, Ja moral y la mecánica.1
Puesto que cada una de las formas de la filosofía subordinó
y desplazó a las otras, según su orden de sucesión en las dis-
tintas sociedades históricas, la redistribución en el árbol (o en

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cualquier otro tipo de símbolo gráfico) fue. en verdad, expresiva de ese esquema? ¿Qué e.xplica la persistencia secular de la me-
de una nueva definición en las relaciones de poder transporta- tafisica? ¿Qué lugar ocupa la lógica? etcétera.2
das del .primero al segundo ténh.íno-del piü···organización mate- A la tentación polémica le resulta en cambio menos fácil e.-..::-
rial/discurso filosófico . La complejidad de esta organización plicar no sólo el fundamento de cada clasificación. lo que en de-
material. sus distintas instancias. la diversificación de los me- finitiva se remitiría a doblar las propias razones esgrimidas por
canismos de transporte opacados por la circunstancia - que los filósofos clasificadores. sino dos puntos capitales. A saber:
constituye el principal negocio del idealismo filosófico- de que por qué cada cuadro exhibe a una de las formas del discurso fi-
para tematlzar la relación hechos-lenguaje siempre tengamos losófico como la dominante bajo la designación de ftlosofia pri-
que referirnos a los primeros mediante el segundo, incidieron, mera, cimiento, o raíz y a las 'formas subordinadas como filoso-
entre otras razones. para que el nivel académico se haya abs- fias segundas, ramas o sectores secundarios y subordinados.
traído de esta rotación histórica en las formas exhibidas por la En segundo lugar. por qué. "de hecho". la simple y aparente cla-
filosofia. Filósofos y pedagogos, en efecto, nunca dieron razones sificación metodológica reflejaba plenamente el dominio efectivo
suficientemente convincentes sobre el predominio de alguna de de la forma identificada en el cuadro. Recordemos como un
esas formas o regiones en una sociedad y época determinadas. ejemplo relevante de esa correspondencia el relativo a la e.-..::plica-
Con lo que asimismo quedó sin explicar el desplazamiento de ción tradicional del origen de la palabra metafisica que, atribui-
las otras, su subsistencia secundaria y residual y las condicio- do a la denominación especial en la clasificación de las obras de
nes proVisorias del relevo histórico-temporal. A lo sumo, se Aristóteles hechas en el siglo I por Andrónico de Rodas - ubica-
consideró el fenómeno como una cuestión de selección de pro- ción de los libros que tratan de la filosofia delrás de los libros de
blemas, guiada quizá por una evolución estética en los gustos la fisica- coincidió en la realidad con el hecho de ser, por parte
del filosofar. o por el empleo de opciones según el tempe- de Aristóteles. la forma dominante de la füosofia de su época, la
ramento generacional. También muchas veces la presentación fllosofia primera o sea un significado más profundo. conslilutivo
de la filosofia. en una de sus formas prioritarias. se fundamen- de un saber que pretendía penetrar en lo que está situado más
tó en los te.-..::tos como un problema de clasi1kación metodoló- allá o detrás del ser fisico en cuanto tal. 3
gica. siendo la forma dominante la raíz, el cimiento. y las for- El hecho cierto es que el esquema propuesto señala un in-
mas desplazadas simples sectores; así ocurría en Wolff para negable curso de secularización de la filosofia que desemboca
quien la ontología constituía el núcle<f"fundamental. y la cos- en nuestro siglo con el predominio de la epistemología o filoso-
mología, la psicología y la teología. los sectores especiales . fia de la ciencia, a pesar de que puedan conspirar contra su
El resumen de las clasificaciones o reclasificaciones, su sín- aceptación dos situaciones que. aparentemente ajenas al es-
tesis graficada, tendría que señalar en qué orden esas formas quema, en cuanto lo complican formalmente. integran la tesis
prioritarias se fueron sucediendo, CnIZadas paralelamente por que se defiende en la primera parte de este trabajo. Recorde-
particiones o divisiones de algunas de ellas. y por el ingreso o mos nuevamente esta tesis sin duda polémica y provocativa:
egreso de nuevas disciplinas. De una manera esquemática el aunqué dividida en partes. ramas o sectores, la pretendida uni-
hilo conductor del proceso evolutivo podria simbolizarse en una dad del saber del discurso filosófico se reivindicó siempre con
cadena cuyos eslabones principales pasan de la teología a la recurso al predominio de uno de los sectores o formas. Lo que
metafisica y de ésta a la teoría del conocimiento desembocando se enmascara detrás de la clasificación metodológica que e.-..::pli-
en nuestro siglo en la epistemología. Se trata. entiéndase bien. cita ese predominio es la demanda de la especificidad requerida
de un hilo que id en tlfica la sucesión de las. formas en que al pensamiento filosófico para armonizarlo y compalibilizarlo
"principalmente" se invistió el discurso filosófico, según un or- con el conjunto de ideas de una sociedad según su desarrollo.
den general y no puntuar y biunívoco de-córrelaé:ióii-con-1as Tenernos pues un esquema (sucesión temporal de las diver-
distintas modalidades ecoñómfco-=-sbcia:les, -esquema~ q iie.-en sas formas de la ..filasa!íal y una tesis (esta Slu-esIDn e:.q:nm--cl
consecuencia:-ñoposliila "la -reduc~ión: de to-da I_a,_ filo.~c:>Ilª ~=su juego cambiante de fuerzas históricas que exceden el plano de
TTiodo_Erioritano. Pero aun con esta reserva~-e¡ hilo conductor la filosofia). La tesis sostiene por supuesto mucho mas que el
.:onñguracorno-tóélo esquema una afirmación que tienta a fáci- esquema. tiene más sontenido semántico, asevera más cosas
les contraejemplos polémicos: ¿Por qué se desplaza a la moral que éste . La aceptación del esquema no obliga a aceptar la te-

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filosofia: reestructura. con motivo de esta separación, del cua-
sís. La prueba de ésta excede los limites de un simple estudio dro filosófico del mundo a través de nuevas imágenes o concep-
sobre los cambios en las formas. es decir una invesllgación es- ciones receptadas en sistemas ligados a la apertura del nuevo
trictamente ftlosófica o de historia de la ftlosofia para ubicarse tramo cognoscitivo. Alejandro Koyré tematiza así este fenóme- __
en el marco de la teoria de la historia o sea de la ciencia del de- no: ML.a influencia del pensamiento cientifico y de la visión del
sarrollo de las estructuras sociales, identificando el lugar y me- mundo que determina no está solamente presente en los siste-
canismos de las ideas en el seno de cada una de éstas. Esta te- mas - tales como los de Descartes o de Leibniz- que abierta-
sis está muy expuesta. por cierto, a la réplica frontal de los filó- mente se apoyan en la ciencia, sino también e.o.dactr.mas -co-
sofos de profesión que tienen a mano como contraejemplo a la mo las místicas- aparentemente extrañas a toda preocupación
Mftlosofia perennew. Y no hay mucho de qué extrañarse. A dife- de este género. El pensamiento, cuando se formula en sistema,
rencia de la literatura. como apuntara Marx con agudeza. la implica una imagen o, mejor, una concepción del mundo y se
profesión Mno ha producido todavía el Quijote que haya tenido sitúa por relación a ella: la mística de Boehms es rigurosamen-
que arrepentirse de creer en la compallbilldad de la caballería te incomprensible sin referencia a la nueva cosmología creada
andante con todas las formas de la sociedad·. Volcaremos, em- por Copérnico".4
pero. nuestra opinión en funda."Ilentar por qué es la epistemo-
logía la forma privilegiada de nuestro tiempo y. a partir de este
reconocimiento. elaboraremos algunas notas sobre su enfrenta- 3. EL USO PRACTICO O IDEOLOGICO DE LA UNIDAD DEL SADER
miento global con las formas tradicionales precedentes y sobre
sus controversias intestinas. Resguardado en su origen divino el principio de la unidad del
Retengamos pues nuestra atención en las anticipadas difi- pensamiento, al transferirse del campo de la religión a la filoso-
cultades que obstaculizan la aceptación del esquema, a fin de fia - un pasaje por otro lado sumamente velado, complejo y
acercarnos a los análisis centrales de la tesis. Las llamaremos cruzado- no pudo beneficiarse más de la univocidad de Munaw
a) y b) respectivamente. La dificultad a) concierne a la escisión forma del discurso en donde se compactaban religión-ciencia-
entre la ciencia y la ftlosofia: la b} a la transformación que, en filosofia, forma unitaria demandada para los fines prácticos
este siglo y parte del precedente. se viene operando en una de (Ideológicos) de la sociedad antigua.s Al estudiar este fenómeno
esas formas, la teoría del conocimiento. Llamamos a estos fenó- Philipp Frank 6 logra una completa captación teórica del carác-
menos dificultades que conspiran contra 1a aceptación del es- ter y naturaleza de las demandas ideológicas que eran correlato
quema porque éste alude al reemplazo de formas Mfilosóficas~ de esa unidad discursiva. y formula un acertado inventario
en una sucesión aparentemente lineal, mientras que a) descri- descriptivo en su Filosojia de la ciencia al tratar lo que llama
be la separación de la filosofia de un discurso, el cienlifico. de •EJ uso práctico de la 'verd;td filosófica•w. Recuerda que las leyes
naturaleza distinta. Y b) no es la descripción de una forma que antiguas diferían de las de nuestra época. Las leyes del movi-
sustituye a otra, sino que acaece en el marco de una misma miento de los cuerpos terrestres no servían para explicar el de
forma. la teoría del conocimiento. Aunque aparentemente ex- los cuerpos celestes. Se suponía que en los cuerpos terrestres
traños y distintos a) y b) son. como trataremos de justificar. dos privaba la tendencia a moverse hacia una determinada meta,
fenómenos inherentes a la misma cuestión. las piedras hacia abajo. el aire y las llamas hacia arriba, siendo
Es sabido que la filosofia tradicional está inspirada en la esta tendencia el rasgo característico de todo el movimiento te-
convicción de la Unraacfdeisabero-u_¡;i~daéí--d.el ·pensamiento rrestre. En cambio. se pensaba que los cuerpos celestes se mo-
humann-;-tesI~n:n cuyo fondo no es dificil rastrea:r··10scoriléñi= vían con movimiento circular pemanente. Esta diferencia entre
dCiSrelrgrosos-;y-que-.se-naviStopredsaaa.·de-·refórmulaciones-a unos y otros cuerpos dependia de su distinta sustancia. Se creía.
mecudá ·que-elaesarrollo y la complejidad de los medios de vida en efecto, que el universo estaba compuesto por dos Upos de
iban exigiendo la independencia y autonomía de tramos y fran- sustancia, la de los cuerpo:;¡ terrestx:eavulga¡:...común..:maierial;
jas del saber secularizados como mecanismos de conocimien- la de los celestes mas noble. sutil, inmaterial. La proyección
tos. Históricamente. la aparición de cada tramo consistió en re- ideológica de este dualismo al mundo social reproducia dos cla- ·
voluciones cientificas que repercutieron en un movimiento pa- ses de seres, los superiores y los inferiores. ·oe tal manera, la
ralelo y doble: separación gradual de la ciencia con relación a la

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teoría del movimiento tenía una gran importancia en la ':1da ~el cir ideológico pues es el síntoma de una realidad - moral, reU-
hombre; daba sostén a su creencia en la estructura jer~qmca glosa. $acial- distinta de la que presenta o a la que se refiere)
de la sociedad. Estimulaba la conducta moral de los ciudada- recurre a un ejemplo tomado de La República: MPlatón examina
nos. Aun en la antigüedad existieron personas "malas" que no la cuestión de cómo educar a los futuros jefes de la sociedad
creían en esta diferencia entre las sustancias celestes y terres- mediante un curriculum que los convierta en jefes 'buenos'.
tres, que minaban esta creencia que no debía perder la gente. Uno de los participantes en el diálogo piantea la cuestión de si
En Las leyes de Platón, el filósofo dice que "esas personas de- la astronomía pertenece a ese currículum y de cómo puede ex-
berían estar en la cárcel". La función de explotación por la mo- plicarse que pertenezca. Sócrates. que representa la opinión de
soíia de los resultados de la ciencia es, en el caso, fácilmente Platón en el diálogo. rechaza enfáticamente la idea de que la as-
deducible. Tal función, en rigor. circula a lo largo de toda la tronomía pueda enseñarse en ·virtud de sus resultados técni-
historia del pensamiento siendo su nota característica en el pe- cos, por su utilidad para la agricultura o la navegación. El futu-
riodo antiguo esta unidad del discurso que es producto ~e un ro jefe no tiene por qué poseer esta clase de conocimientos. Sin
trabajo teórico: la puesta en marcha de n:ecanismos de J~rar­ embargo, si atendemos a los 'principios inteligibles' que expli-
quización del discurso ya sea por intermedm de la llamada mte- can los movimientos de los cuerpos celestes, encontramos. se-
li<ribllidad de "los principios" o bien de un conocimiento gradua- gún la doctrina de la antigua Grecia, que a los planetas los
d~ en lo alto y lo bajo de una pirámide. En füosofia éste ha sido mueven seres divinos que se desplazan trazando círculos per-
el medio más empleado: el recurso, con distintas variantes. a la fectos. Estos principios filosóficos de la astronomía no tienen
metáfora clásica que remite la unidad del pensamiento a "sus mucha utilidad para fines técnicos, para la computación real
formas más altas". Desde el cielo platónico de las Ideas hasta la de las posiciones observables en la esfera. Pero la creencia en
distinción en la füosofia dásica alemana entre la razón y el en- esta interpretación filosófica da apoyo a la creencia en los seres
tendimiento. la metáfora que diferencia las formas altas y bajas divinos. Esta creencia, a su vez, es muy útil para alentar la
del pensamiento es una tentativa de afianzar en lo alto lo que i 'buena conducta' de los ciudadanos. En atención a esto, afirma
se escapa por lo bajo con motivo y en ocasión de las distancias ' Platón que la astronomía es una materia muy importante del
creadas por el desprendimiento y acceso de nuevos niveles "in- currículum de los futuros jefes" (Véase La República, Libro vu,
feriores" (cientillcos). 527a-529d). 7
Veamos la función ideológica de la metáfora que Philipp El conjunto de creencias que forma un dispositivo necesario
Frank llama "práctica" en el sentido de-normativa: "Todos los para la funcionalización social se erige en un obstáculo estruc-
que se llaman educadores (y todo el que ha sido educado quiere tural - aunque opere en lo epistemológico- respecto de la pro-
ser educador) creen que una manera de vida es mejor que otra. ducción de nuevos conocimientos. Así, en el ejemplo de Frank,
y que deben dar un apoyo a la: teori~s cientific'.3-5 ~ue están de fue necesario el advenimiento del periodo moderno para.que se
acuerdo con sus demás creencias. Asi, estos pnnc1pios genera- hiciese posible el avance de la astronomía removiendo la creen-
les influyen en la conducta humana. En cierta manera. estos cia en las órbitas perfectas que eran las circulares. El énfasis
principios ºinteligibles' son más prácticos, por lo q~e ~oca a sus otorgadok:¡Jor Bacon a las observaciones ha jugado para que en
efectos, que los principios fisicos. Los efectos tecmcos de la la tradición se tomara como criterio de distinción entre las
ciencia son más indirectos que los que tiene un tajante manda- ciencias antigua y moderna la incorporación por parte de esta
miento acerca de lo que se debe o no se debe hacer. Así los última de la inferencia inductiva. La inferencia inductiva no era
principios más generales, los principios inteligibles, son tam- sin embargo desconocida en el mundo antiguo ocurriendo que
bién prácticos, pero en un nivel diferent~; en ~ierta man~ra, la creencia en la circularidad - como símbolo de la perfección
son más prácticos. Claramente hablando diremos que la cien- de los cuerpos celestes- era más fuerte de lo que esa inferen-
cia propiamente dicha no proporciona los medios técnicos para cia inductiva permit.ía justificar a partir de las observaciones de
producir armas con que derrotar al enemigo, pero la interpreta- los contemporáneos de Platón y Ar:istóteles. Tal creenc;a ..se JiiUlí;-
ción filosófica de la ciencia puede dirigir al hombre de tal ma- tentaba en un "principio inteligible": siendo la curva perfecta el
nera que haga un uso real de las armas~. l'ara aclarar esl~ uso circulo, los cuerpos celestes, divinos por naturaleza. debían
más práctico de la füosofia (insistimos en que Fr.ank debena de- moverse también en órbitas perfectas. Aunque medida con

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•• # ~.::,-¡:....-
exacutud la órbita no era circular sino elíplicá.- como descu-
briera Kepler, el peso de las· creencias era tal _que no se presta- la: metan~1~ decretando por primera vez su d~rrota "definltlva ..
ba mucha atención al ·hecho de que las posiciones di! los plane- y absoluta·,10 , ~ ::
tas deducidas del principio de circularidad no concordaran Nuestro siglo, por fin, asiste al período del gran avance de la
exactamente con las posiciones observadas. 8 . . ciencia y la tecnología requerido .de un lado por el proceso de
·Ausente más tarde la .garantía de la fe. escindida la Ciencia concéntración industrial propio del asi llamado capH.ajisma...ta.r-
de la filosofia en el paso del pensamiento anUguo y med~eval al dío y requirente, por otro, de una nueva forma de racionalidad
moderno, estalla la univocidad .del discurso y se van delineando filosófica, la de la eplstemologia.
con autonomia sus referentes. teológicos, filosóficos y clentifi- Envuelta en un. principio en la teoria del conocimiento,
. cos. Este proceso realimenta un cambio de la form,a tradicional irrumpe con· fuerza. reivindicando su. identidad hasta el punto .
meta(isica-teologla mediante la ruptura de ambos términos limite. de: un desafio :lanzado a la. filoso1fa. - por sir corriente
_ asumiendo- la· plim.era ca,racteres;_de especUJcldad que; -...:an a -"·· :.'·neoposltivisla"-'- .en su intento· de· co!!vertirse en:dis~~rso único· .... ·
.: pennltlr después la constitució(l;-~n.su·horizonte.·.~~,un.nuevo ·;,. .__, . - ·-... -.dé la·filosofia·éon<.vaJor rac!o~aLy.bajcda forma: absorbente de -
. ·: relevo.-. El de la. ·leoria.det conocimientq,que; desdibujada l!n)a. ... · · Jost
---- -.. sist~ma_llzación; · clasUlca:ciófr~ y. formallzaclóii: de métodos«_ '~' .
· égida de. la m~tafisica.. se va.c;lellneando poco a poco con: perfiles;_· . · .· -·cientillcosi·Estos contenidos: y pasos·no se cumplen;· sin ..em--.:
·cada vez más.netos.hasta lograr el· papel de.nueva forma.dom!- .. : .. · bargo,,.sin ambigüedad.· En primer lugar.'' porque,: ~dójlca- - . '
nante::.. Es ·una comente lenta· de sustilución-y-.mutación- en: el·· · ·mente;·las dos corrientes que se:desenvuelven contemporánea- ..
tipo de· garantias que se· exige ahora a la filosofia en el conte.-xlo.. · . mente, la anglosajona y la francesa, luego de llegar al. monopo-
del' mismo problema de base. la· unidad~ Ya no se busca funda:- - llo epistemológico promueven sendas redefinldones motivadas
mentar la pen:nanenc!a de lo esencia! cara a lo aparente, o las en problemas propios, específicos, pero que conduci.:n a un re-
garantlas del ser cara a la contingencia de los entes; Ahora lo sultado común y convergente: los filósofos de la ciencia co-
que luce es el fundamento úlUmo "del conoclmienlo", las garan- mienzan a percibir sus posibilidades con mucha mayor modes-
tias del origen y fundamento "del" conocimiento, relegándose el tia que en los primeros tiempos del siglo, aadmlUr una deblll-
conocimiento cienlifü:o a una cuestión secundaria y derivada taclón del poder conclusivo de sus discursos, a mirar con ma-
dentro del problema general de ese conocimiento. yor cautela la fuerza explieatlva de sus. teorías, la riqueza de.
El dominio de la teoria del conocimiento no Implicó, emper~ sus métodos y hasta la completa y pura racionalidad de sus re:,
la eliminación de la melafisica, forma dominante anterior. 9 Sa- \ . construcciones históricas . .Vale la pena. examinar en capitulo·
', bemos cómo la fllosofi.a critica que· acuerda el má.'<llno relleve a \· , _ '.Separado el modo en que y cómo este-doble movlmieril.o de abu- ~
· · la teoría del conoclmlento se· preocupó de lodos modos por pre- J .. sos y cautela_en la eplslemologíase tradujo en el desarrollo de .
· servar la metafisica con. el. expedlente:de. la critica k.aQUana del_, l -las ideas de·nuestro sigfo y en· algunos. aspecfos esendales de
conocimiento.y el señalam!ento·?e-sus límites en lo fenoménlco .. la filosofia de la ciencia. · ,.
Por lo demás, nunca.una.:forma dominante abroga. deroga o ex:-
tingue: a: las otras. Ocurrió aquí lo que había· ()CUrrido en- el
.:
tracto del desplazamiento, anterior-,.:· cuando el nuevo imperio. de ' .., ..
la metafisica al lograr su autonomia no borrara por completo el
referente teológico del discurso que registra por. el contrario su-
cesivas intervenciones· en el nuevo map?· elaborado por la filo-
soíia. En ftlosofia.. el desplazamiento .de una, forma por otra no
es. más que eso, desplazamiento. y no vicloria total o fijación
eterna de la forma dominante. Por eso reaparece la vieja cues-
tión de·· Ja recurrencia de los problemas y por eso se explica
también el fracaso a comienzos de nuestra centuria del empi-
rismo-lógico en su minuciosa· pero fallida descripción de las he-
rranúentas sintáctico-formales que· habrian heri~? d~ _muerte a
/1--
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23
IV. LAS DOS CORRIENTES CONTEMPORANEAS

l. NECESIDAD DE UN MARCO TEORICO PARA UNA EPISTEMOLOG1A


COMPARADA

De las c;:o11cl~si911e;s. c1~Ja prjmera parte d~ este trabajo s~ 9~§.­


prende la existencia, en nuestra época, de un doble movimiento
en"efdiscüiso"'hfos'ófico. 'É'n su forma predominante, la episte-
mofogica.·canve'rgén"1as'dos corrientes citadas. Su concurrencia
a través de un mismo canal del discurso, el prioritario, señala
en Un primer movimiento los punt_q_ª---~.Q!11Wles d~ esa c;gpy_e:r;-
g~ncia. En un segundo movimiento, sus respectivas redefinicio-
nes, aludidas en el punto 6) de las conclusipnes, designan gran
parte de lo litigioso y QiYtrr.g~11te de. sµ~ _qiferericl;:t!? especíílcqs.
Un inventario de estas convergencias y divergéncias pódria
lograrse a nivel tent~tlvo y dessriptivo. La des9ripción es conéu'~
ción necesaria pero no suficiente para una teoria y una teoria
debe dar cuenta acabada de las·ganancias, paralización y/o re-
trocesos del pensamie~to filosófico. Para la construcción de
uria teoría que 'enlace convergencias y divergencias con la far·
ma actual de la racionaliqad filosófica, es condición previa la
elaboración de una epistemología comparada. Pe.ro esta episte-
mología, a su vez, debe ser teórica, es decir. no debe consistir
en el catálogo de una simple puesta en correspondencia de lo
que se dice por un lado y se acepta ci refuta por el otro. Es ésta
la labor de un inventario, no de una teoría. Urui_~pi~!~lIJ.QJqgí¡i
comparada teórica es la gran ausente del pensamiento contem-
poráneo. Incluso el inventario previo a la leoria está aún por
hacerse. Y esto no es por cierto producto del rizar, sino una
consecuencia probable de la naturaleza de las proposiciones fi-
losóficas que -como fuera explicado por Althusser- 1?91} tesis
que no dan lugar a demostración ni a pruebas científicas. en
sentido estricto, sino a justificaciones racionales de, Un· Üpo
particular, distinto. '.Tesis que, conforme a su origen ell1i:10lógl-
co, son posiciones que actúan por rechazo, posiciones-oposicio-
nes en relación a los pensamientos antagónicos y c;.i,_1ya, raciona-
lidad deriva no de su verificación sino de s~1 "jusJez.i" en cLg~n!g
18-
.~ 1' 1
a la posibilki~d_, d_e _sus ~fectol:l t:r-ª:nsformadc;ires Jy no ex- posición/ oposición, no sólo por lo que hemos dicho en forrna
clusivamente interpretativos) del mµndo. ·. ·
crítica contra el dogmatismo sino porque al fm y al cabo si se
En todo cas9_ es eV!.9.e.!1-te que._P~-~que la epis_temología esté tratase de una contienda más bien política, aún en ese supues-
en condiciones _ge pl~.m?I en lo, te~Ij~o lucros relativos a esta
to, en todo combate se aprovecha mucho de las virtudes del
trari,sformación,_ se h_;;i,!;~_.urgente irr1Q_pmir a las investig(ls;!ont;!!?
una d!rección_,_comp~tiva del do_ble movimie:QtQ_de avance enemigo - teorías rivales- cuya derTOta además se logra en el
monopólil:o-retroceso eje ambas corrientes y es éste el trabajo choque y cruce de los discursos teóricos y no en su alslacionis-
aún por ejecutarse aunque existieron síntomas y señales de mo fronterizo ni en la negación de todo el contenido de verdad
que pueda haber en sus posiciones. Esto no quiere decir que
un,¡:¡_ reacción.
no se registren críticas recíprocas. Lo que quiere significar ~.§
Dom1niqu~ Lecol!r.t26 llamó la_at~nción RQ.t.J~rim~ra vez s9-.
que tales crj_tl<E.§l hasta el desarrollo de las investigacione~,.~IJ­
bre la necesidad de -~mprender e~to§ estudi9_s,~_ Advierte qlJe en
su etap9:-.?:.~tual fueron má~_bie__g__globales, de carácter$.P~3'
19~4. año en que <:¿aston Ba~helar_d publica Le Nou'lelEsprit ¡,
refeg9,.§l-S a la base filosófica de 1a corriente opuestª__ <;;()ID.Q.,_p_gr
Sctentifique, su pri!I}_era gran 9bra <;le eplstemol9g!~. _aparece en (i• ej~µiplo cuando desde el caro o de la lilosofla francesa resultó
el área anglosajon~ el des~~cac;I~__}ibro de Popper Loglk der \ jaqueado el em lrismo es~ho de la corriente an--o;~ ;~~-sir~
Forschung teniendo. aínbos coino p_unto µej:iartida el estado. de
hacerse cargo de los mu ip es matices que di13tingueri-~~ª- e$.ta_
las ciencias fisica~ .. El pensamiento de ainbos filósofos circuló
corriente en su juego interno de oposiciones. O cuando, desde
sin embargo, de allí en más.~por."carril.es separados pese a qu~ el campo anglqsajón, quedó confundid!'l para, elu<lI:da--a-ba.fo
de continuo se formularon lo§ mismos interrogantes y se_yieron costo, la cqpiente materialista france_s_a con la_especulación he~
acuciados por los mismos problemas. Y esto, agregamos; no es geliana, :- ridiculizada .muchas .veces...por_su_paite._en_ presenta-
un episodio, aislªc}o. Puede hacerse, en ~fecto, el siguiente test ción inauténtica de fra.ses ªJslªQ.éls. fµera de co!1te:xJo (~e~Gl:le:n­
probatorio: procédase a la apertura de ún libro cualquiera de
algunos de los más irrlportantes pensadores de las respectivas bach)- 2 7 o con la vieja metafisica del materialismo mecanicista
de los siglos XVI y XVII. · ·
conientes (sean Popper: Car_nap, Nagel. Kuh?, Lakatos, Feyera-
La confrontación de ambos ensamientos en ei marco de
bend, Sellen:_. _-Hanson, etc. o bien en el o,tro campo Althusser,
·Bachelard, Canguilhem. foucault, Lecol;lrt, Raymond, ~allbar, una epistem ompai: o sugieie. en Gíntesis, una tarea
semejante, pongamos por caso, a un . estudio de derecho com-
Des~ahtl, etc.) y se comprobª-1"á que el apoyo bibliográfico, el or-
r: parado o sea una supuesta correlación nei,;tral de sistemas dis-
den de los argumentos, su inserción eq 'Clehcias físico-natura-
tintos en pacífica coexistencia ya_4ue_si. hay un campo en el
les y_ S()Ciales respectivament~, e~ estil(). de. pensar incluso, se
que en 4ltima instancia ..se_\a,J.elcan_.Jas ..disputas _doctrinarias..
ngt:r~ -~ºI!-~-SL~.EM4e9.J!!l.!;:i......QE.QPl<!.fºrri~~ manteniéndose en ese campo es precisamente.Ja. filosofia. N.o est;:¡_m_9_§.,_J).l}f.§... Jnm_-
ignorancia casi absoluta a la corriente alterna. ¿Cuáles son las
te a un inocuo plan de relaciones públic.as_enJa.materia. o anti'.!
razones? ¿Chauvinismo intelectual atribuible ¡l unos y _otros?
un pie~sta ll~du_ala_c.o.n..c..Qcl.l~s.llLP.or la "mejor" corn:
¿Problemas editoriales con escasa difusión, y pocas traduceio-
prension n~~!.RIQG.~ qyJ9.-1?,Yt::,t:.li~nt~§,. Sabemos del fracaso de la
nes de libros de un área intelectual en la otra? ¿Indiferencia o
desinterés por los dispositlVC?S teóricos ajenos focentivada en
conciliacJóp. il}cluso en política cuando esta conciliación no "se
asi~Qtª (:!J1J;gs~::l consensl,lales rqzonables. Del mismo modo eñ
_cuestiones d_e tradición cultural local, lengua, et.e.? ¿Pretensión filo;mfia, tqi;l¡i _concfüªción exiÚ j;;'fil~jég_ bg.s~~ -~~meüJ<3.s··-ai­
de autosuílciencia en filosofi¡:i.? No lo creo. Intentamos más arri-
de,b_ate pr~yjg críj:.ico Y,Ja.c;!pnaj, Claro que el concepto de"j:i.Jsfus
ba el sentido d~ una respuesta: l<:!J]q,~Q.fia.se coª1_pone de tesis en el sentido de justici~~jt.lste?:;:i, ~J1__.Q.onde lo que está compro-
?ºg~1!~..,,~n función de .1Z9siciqÚ;:Q_Q..Qfilf,ióq__ en 10_15 _debates
metidq JJQ_es estricta y únicamente la pureza de una teoría o de
id~~~l__rs:icionalidagl no ~e~!J.e por_c;riterios de.
la,_ Razón, o de una forma de la racionalidad, sino la relación o
v~rdªd SillQ,..JillLKLjuslas - con.arreglo a Ja semánti_c;_s. ,
el enlace de las respectivas TeSiscori"Ias prácticas sóéiaiesei:1
althusseriana- en•.Il1ªYQL9. menor grado, Justas li:omo se dice ·
q~~-~o!:l_siste básic~_iñe!1te. fa producdón de--l~~c!~ª-~ liiiplicÓ
de=B!le._gu~~)__e!!..~L~~n_t1_9_c:>_1~1~-~~~EY no e.n e_ls~ntido ~~ta­ un ~vanc~_,___que __ nq __ Q_ebe--terierse·--cre-fci"dos modos como
fisico d.e Ju&_!J~;Jª_.,_,t:~rn. ~s.J.Q.ne> ...PeD'! TJade de· la~-conveniencfa de ig1_~ligibilidad definitivay1lnaI-de· urCproceso fan--comg-lejo
la incom:unic<:i,ciQQ nl ' 9.el. ~en!Jgq _qQe hªy_ q_µ;:a~_:<i'1~::"4ualidad
. . . .. ., --- co~<r: er-cte:-esfa_prod ucc1oñ- y-s u--:pa périó'gj;:("..fu~ucia~j us f;z~
~~ .- ·--·--;1'
60 61
En eJ:~t.Q..t,,en._,§kLPUme..r..~st.ªq!Q_(jrr:µ_RcióJL~ist~mológica)
las dos ..c2m~~11t~!?.S2...11l~m:r..9r~11ep.~L§i<'!_!'.it:!~lnr:.!Lf2mo an~te­
. rn•.~!!~~.X antiE_1etafisiccis lo que de~_:~E}~9~clli.~ll-9~1._r_<:!curso a..
ufiCotejo de vaJ!g.~_?;,~~~:~Jg;J~Jn!:i ~ ~i?.tep1a,<i:!.r1. lYg~._c!_eL~rttr:!iE
veñ:liCTfCló'ri~ O"s-ea· que-la propia naturaleza de la epistemo-
logía contemporánea en su conjunto es Incompatible con los
estándares confrontativos empleados por la Hlosofia tradicicfnal
que la precediera en los siglos anteriores. Lo que no debe extra··
ñarnos toda vez que e~ta incompatibilidad es un caso particu-
lar de la incompatibilidad global de ambas corrientes respecto _
de aquélla. En cua11t&U!Lsegung9 mqIJ!..ef1to., .9.Y.~ .)J¡µ;:_i~~P~( · \
movimiento de redefinición, habremos de notar que la filosofia
deJa cien·cr~·-an_glo.~jg!!.ª.:S!Il-~1ii~t~frnq:ne9J{anÜ@.Q.<t_<iJg~nas· '
~ategoz:í?-s del tra,sceqde,t-!..~~isrno:_o-Jnduso.e~ su..gir9 al neoh.e~
gella,nlsmo~ del. terc~r.}PU!}cJ9..J2_~P.P.e:d.ano ... m~_qu.e_JJJl.!:!!t~a­
. dasistem_~tico-:-cfenqta_~s síntomas de algunas inconsecu~n­
cias-pa:ra ser juzgadas__ e_n.,_el merco de l~roau~_ti.Y!Qªg g~ l:l .t.e-
51§ y.ño_c·prrrq:::.ctJe::~_tf§.je 1_i:iY.~!I,9,~~.9~J;o!,I1_,9Jl?.ttima. ·
Elirriinado el criterio v·erillcacion!sta (gue confundiría las pro-
posiciones c!er1tíflcas con"la5 tesis de Ia"mg~ofi.a de la -~ii;.!i.~J~Ie
Incompatible el veredicto de validez normatlvi,~ta wr~ natl1ra-
leza as!stemáUca de las tendencias contemporáneas, depende de
unaepTuJ.érrióIOgía'camparada teórica eQ".~l senlldó (u_t;.X:~~-de fo.
palabra y no meramente descriptivo el confr9Q;~_ar, l~s _lf:'.!?1'.'?_de
U'10 y otro Catnpo para determinar S~.·~gr~~~- ~-e.. productiyi9,~<l.]
\

esta determinación deberá reaL~.r:?~=~hsi.Q~'aSJ:?$'.!;~0.!5·_ E:P. ~r.:~q?­


pecto analítico· de cotejo b,if.rnnt'!l g§p~c;!()-9€:'.._lt;_s.!_s .:--.1=1 ~P.~.I!!.~m<;:s
., cuando no llegan a _plq.$ma.rse corno tales- y en otro aspecto
•J
sintético. que decida sobre sus conjuntos. Conjuntos que si bien
no conformª'n_ §l$.t~mª~' .r~!l~jan J_~!Jsl~n~\a$. cuyg:·· !de.ª1.1srñc?~ o
0

realismo~füg..§Qfico habrá guuec~nocer en funci_Qg_9_~Jg_r~f~rid~


capac;!fl.!!.9-..RrnQ!,!.S:!JX.él g!9Q8:-l 9_e la .~Q!T!~n!~· Pues la disputa filo-
\;
i
sóllca no divide maniqueamente un campo homogéneo de los
buenos por oposición a un campo homogéneo de los malos. El
campo materialista no consistió ni consiste en un plexo herméti-
co y no infiltrable de posiciones realistas, estando por el contra-
rio constantemente expuesto al acecho de tendencias idealistas;
ni al idealismo dejan de surcarlo intervenciones materialistas
casi siempre bajo sus formas espontáneas.
A la epistemologia comparada que propugnamos le está re-
servado pues un importante papel en función de conformar un
marco teórico para decidir sobre la produc!ividad de las tesis,
analíticamente consideradas y cómo es medible su engarce en'
el conjunto en términos de tendencia o desviación.

,_ ¡; 1
1 •)
Esta fórmula "decidir sobrf! la PI9.9.~ft!'.1~9..~9...9~J~.~e~i.s:_y ción- es criticable mediante un examen de su "idoneidad" en
sobre. s~ éopjµrüo:Jeri.derÍ~Ii:li ,_p_u..ede caµsar perpl~J!c!~.-~r.L~! refu~ióUS.Q.U alg__ún.prop_9s1to-o Tfil .. P~.m<?.99.. qtJ°t:~(tf:i'(c;~I!.::
área ~gl9~::;i.jqnaJ1abttm1dCJ,. ~ rec:q:r;t<::tr eLmePé.\,9~JCl.. .~P~17,2- ci~~~jiJ~m9··1q:-~~a~ ~pii):f.9~~-s_pµ~9~n.9.if~rk.i....me.s
logía sobre las ciencias fislco:naJJJrnJt';i:; _q1J~.:R~~G..~.!L~~D.l':r. .~. ~c­ sólo es posible una discusión razonable de estas cuestiones en-
tos predorn.Jn<1.I!temente cognoscitivos y menores ª.~C:<l~5~~s tr~~~S.füi~~JJenen C%rl§ ·fülalmaa ccillfüif""at;!lVfsµCPo(sú~
ID~~- En estos límites, si la filos~fi; algo decide es ?.e·· pu~s,t0:g\l~_rn.·:elé.Gi:;jgl) el.e, J;:iJ-ilífáJída_d. U:~fiíLqi.!~~§~r... ~ñ~~mñiª
mm-car lo científico de lo metafislco, di,J?,i;W_g~a s9!%19.ll inst;;mi;;!ª,-·QPJ~t9.. c:!.~..ll:A~ ..9~c;~.~~<?I1. que yaya ip~~ g!Já, de. t9<ié!:~aj--
cie,n~I~W~.º-~-.m~a especµla,_c;_it"m. de_ un J:iego de palabras o gurnentación racional". · -
de un juego matemático. Aquí se traz~na Ja lí_ri~a. 9.<! ~g..r.ai;:!g:nfil, ·- . conVfer1e r'etener nuestra atendón sobre estas dos palabras
negllgiéndose considerar los efectos de. ~§, ge~~_s~c1qn, ~l.!.Jrk "argumentación raci~nal" por cuanto van a adquirir en la filoso-
fluencia en las prácticas de la estructura social (es decir en las fia anglosajona un significado que limita su extensión o domi-
ideologías teóricas y en las ideologías prácti~a:' de la sociedad) nio. En Popp$!~; __<gggme!~t<1.ción racional e~ equiv;alen,te a,J:~ro~~­
én. la mism<1. y exacta medida en que, por anticr_pado, ~e. ha omi- dimientos ló~qwlQ,gológlcos de las ciencias, s\ep~ndi~nt~__ 9e
tido también considerar_ los..efectos..pr.áctic.os...(ideolog1cos) del los valores verdad-faJ.seCiaCt~te significado se transmite más
discurso metafisico. _pero_¡:;i__se :r_ecgr:iqcen a. la met;;i.fisica e~P!'l tard'e°¡~$iI.§ ..c;l!§~ÍPJPQS_~!tmCJQJa, fiJ_ent~~-de:prqbJ~mas no r~sÜ~l- ·
efectos ~orno lo Jntentwa Frank- es obvio que toda reformula- tos cuando tratan de definir los criterios de racionalidad cienti-
ción de su.mapa a partir.de la.demarcación tiene.que producir. .tlJi<¡,;. P~. g:i9g9 _9_-:¡j~~~-l!~<:l<? ;E'qpp~r dice ql1~" la eI<:!c~lél!1.9rI~1'µ'.~
otros efectos prácticos ~versos. . • ta u Qbjetivo qµe. gt,tia la aceptacjón o. el n::chazo co~'?.<;!!lckm~
Parte de la filosofia anglosajona ~aunque cada vez mas re- e$t;Ii,n.~,más...,Wlá_ de to.Q~LªnWm.!!.nta,c:;j~p,_ :r.acional lo que quiere
ducida- sigue sin embargo ··convendda de que lo único que se de~Jr~es,_gY,f':': .•~§t.~}P:ás allá de los factores]~~ico-metodológico~
compromete c::_on la meta1l,.sica es l~<?,&ica del lenguaje. En el_ de la ciencia. Con estc>abre un camino de convergenc:1a-n:asta
vocabulario de WittgenS'tem; Una cuestion 9-e. paseo aeI lengua- ci~í"JJi,.p);l]}J§.":c.~:mJ~. c;.QITJ~nte.niáterialistfl pµe~ no sd reduce a lo
je, quedando a cargo de la nueva forma de filosofar la tarea_ de lógi~Q:ITletqcfológico cu~do qeterrnina el ~narco de aceptación o
arrojar en el bosqu(:! filos~fico los pedruzcos lógico-metodologi- rechazo conv~p.cional; el marco de la cientltkidruL.de...Ias.,...teo-
cos que aseguren el' feliz retomo de ese vagabundeo. Lo que no rjas...:Por lg_1:;3.ntQ.,.-:::~~U~~.:::;....m,us:11 qµ!f':':m._g_ú_~-:el~t~eJm.$.isterna
se reparó es que, como en los cuentos de Grimm o de Perrault. de enunciados absoluta: 'e irrevocablemente veraaaeros, como
a veces las marcas son trozos de pan y la filosofia, en su forma fm~d,c;cl."aeJ~ _cienc.t~~~&,~~_gµr~,,,.q~~füíf"ará. fo.s propuestas
rnetafisica, se convierte en esa ave nocturna que suele engull~r­ q~~-:'.ºY áñacer aquí". Llega ~Sl ru urr1br~u~la
se las señales de regreso. C1J!!:?!'JC>i1_d~,Producció11 de las teorías cie;rittflcas -y su veredicto
de tales- con la cuestión meta-metodológica de la inscripción
2. ARGUMENTACION RACIONAL EN KARL POPPER de esas prá"Cticas en el sistema social. Pero como para él la es-
pecificidad dé los pro~~c11_niiéf!fe>~ l~_g!ce>-.metodológicos -eq1:J:iyale
No todo es sin embargo en esta zona una cuestión de Holzwe- a .?-1.ffon()_:rpía y -retierie• además,_ la cµalid::1d exclusiva. c:le le). ra-
ge o de sendas_pér:didas. Recordemos,. ~or comenzar, que a~ ?.e- cionhl, ,§G.Ye obligado _a cerrar el camino a,füert9. Qq!9ca,n9__0 más
fender su célebre criterio de demarcac1on - que es su defimc1on allá q~JQ§,._Wgtll11eJ1tos rac,:Joriales la fijación 9<! las 1ne.!?-~_,(),_fi­
de la ciencia=-.J~9.P.J?..~L28 siguiendo a Menger, ~~~-BS:.!l:!;Ul1:!~. .J~ nalidades de la ciencia. Si Popper admite que en la detemlina-
d~JlnirJo.rn;;§ -~oJLctogmw~._<3,PrnYi~iW-é:!:? ..t.?-Yt9Iég~2-~.?UL1:1_~.. :i21.~~"ª ciÓn ~éfe'"í~l"Cientificfdá<l'déias teodas rio todo depende dé iógi: lo
tr --~ ~.,.,,...T"'on. --cr-us10nes nueden ,:inoi:ffiE:congciTiffentos-nue:- co-inetodoióglco,' ti-a'Zajn ·seguida una linea a,bstráéta dejando
v~r~;hFesucfffinici6rl:'-.~¡j~;;{te-'~~~W en~ürl:"ládó-es'f()'fógiCü=metodológico igual racional, y ubicando
~"'secu~ñcias-fd-;1a5CfécT~~aj:?dof~~ue_ d_e"el~-9~~ en la "citra zona las decisiones ria sujetas a argumentos raciona·-
penden.~s!!..S~i...E29!ia el científico ver _!!.ast~, g,u~~l.~~~..!!"st~de 1~§, _Mora J:>!~n. lo ,paradojal en Popper, inflamado defensor del
acuerdo con su idea intuitiva de la meta de sus trabajgs_, ?..~!.~ racionalismo _crítico, es que no puede mantenerse mucho tiem-
J?o.RP.~r:-{9-d.a ~()nyer1~n -:::Y ~.L.l c:rt~~D<J g_e d~mªtc:~c.A9n. ..9S!P~­ po fiel a esta línea dlvismia. Así, después de admitir en el mis-
con.._~i.9.ey'ª-!'§!'. .. ~.m2...Y.~!..~ J?IQP1=1.~-~t<J,.J:)§:!:§l._~.n..§.gger:Q.g__o COI1Yf'!IJ.: mo-texfoque eñ''stis pi-"ópúestas fue güiado pcirjüfoi()itd'e·valor
' 2-1'
64 65
y predilección, cuestiqnes extra-metodqlógi~c¡.s y. 12or ~nde n9
plausibles para_argumentos racionales, cuando tii':ne que d9-l' nos para Lakatos, y la religión, la economla y la educacióri ;.._¿~~
cuenta inmediata de ese criterio selectivo de las metas de la ternos. En cambio para Kuhn se violenta el uso general d~ los
ciencia lo ·ubiéa en un puente con la teoria del (;~nocimiento y historiadores al excluirse de lo interno la idiosincrasia personal
acude en apoyo de argumentaciones justamente racionales·. que condujo al científico en la elección de una teoria, el acto
"Las metas de la ciencia a las que me refiero son otras. No trato c:eador que la produjo, o la forma del producto resultante. Asi-
de justificarlas, sin embargo, presentándolas como el blanco mismo, el fracaso'del hombre que crea una teoria nueva y de su
verdadero o esencial de la ciencia, lo cual servirla únicamente generación entera en ver consecuencias de esa temía, a descu-
para p~rturhar la cuestión y significarla una recaída en el dog- brir por la generación posterior. Para profundizar este debate y
matismo positivista. No alcanzo a ver más que una sola vía pa- someter a examen critico las propuestas de demarcación entre
ra argumentar racionalmente en apoyo de mis propuestas:· 1a la }1isto1"!a interna y externa de la ciencia es útil tratar este pun-
de analizar sus consecuencias lógicas y señalar su fertilidad, o to específico, que separa centralmente a ambas tendencias de la
sea su poder de elucidar los problemas de la teoría del conoci- füosofia de la ciencia de nuestros días, en capítulo separado.
miento".
Idoneidad, fertilidad n,q son términos equivalent~s a pro~u,c­
tividad, justeza, empleados en la corriente fra,fl._cesa, pero en
• cuanto exceden los límites de lo lógico-metodológico suponían
una posible puerta de convergencia epistemológica. ·
En realidad, P9pper no aclaró en qué consiste este criterio
de fertilidad ni especificó un objetivo que fuera más allá de lªs
reglas· que contiene el propio juego cienti.flco, en la fórma en
que Poppé~ entiende a este juego o a esta práctica. No debe ex-
trañarnos entonces que Lakatos, uno de sus discípulos, sosten- }\ .
ga que Popper nunca haya ofrecido' una teoria de critica racio-
nal de las conve~cfones.La tesis de que,el objetivo de la tiencia
E?Ja ver.Qap, añade Lakatos, apare.ce eri sus escritos sólo desde
1957 y todo lo que dice. en Logik der Forschung es que l_a bú1?-
queda de..lª_y_(!r9ªc:l P,Uede ser un motivo psicológico deTos"'den-
tificos. _Añadimos por nuestra.parte que con esto Popper guarda
coherencia con su defensa de la teoría objetiva de la verdad en
la que recién se puede afirmar a partir de los trabajos de Tarski
(La concepción semántica de la verdad}, con su notorio antipsi-
cologismo y con Sl,l_. ulte_rior ubicación de lo psicológico en el
Mundo dos (de las c;reencias o subjetividad).29
De hecho las dificultades para fundamentar una teoría de la
racionalidad científica no son exclusivas de Popper, y están li-
gadas, en el campo. anglosajón, p. la manera particular de defi-
nir la racionalidad y al mantenimiento de su dependencia con
la teoría. del conocimiento.
Ya vimos en Popper la ecuación entre lógico-metodológico y
racional. En Kuhn, y en el mismo Lakatos, los problemas teóri-
cos reaparecen ahora vinculados con la división entre historia
interna y externa de la ciencia. Las leyes dt;! Newton, la ecua-
ción de Schródinger y los experimentos de Lavoisier son inter-
'lZ-
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