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Nuestra vida gira continuamente alrededor del conocimiento. Es este, quien nos permites
desenvolvernos como seres humanos y llevar nuestra vida más allá de lo esencial para
garantizar la supervivencia misma; es decir, es él, que nos aporta la felicidad, la tristeza entre
muchas cosas más, que hacen que la vida valga algo más la pena y que no solamente consista
en lo que hacen el resto de los animales supuestamente no racionales, que es comer, beber,
hacer las respectivas necesidades, tener sexo y dormir (aunque haya muchos seres humanos
que también únicamente se limiten a esto o incluso a gobernar un país).
Pero, cabe plantearnos que nuestro conocimiento depende en gran medida de los demás. Por
ejemplo, cuando adquirimos saberes ya más avanzados en el instituto, todos estos dependen
directamente de los profesores, lo que es lógico y normal; y de los especuladores de las grandes
editoriales, lo que ya resulta más peligroso en lo que a nuestro saber se refiere. Entonces, en
todo esto vemos ya un límite de nuestro conocimiento y podríamos decir el límite más básico y
esencial, que es que adquirimos como conocimiento, lo que los demás, más bien lo que los
grandes empresarios de las editoriales quieren que adquiramos. Por otra parte, esto se rompe
bastante, cuando una persona adquiere conocimientos de forma autodidáctica, ya que no está
sometido realmente a lo que los demás quieren, ya que no habrá nadie que le diga “esto no es
así”, “este hombre se comía niños” entre muchas otras cosas graciosas que se pueden apreciar
en el día a día; sino todo el contrario, lo que garantiza es despertar un espíritu más crítico, que
nos conduzca hacia un conocimiento más objetivo.
Pero, aunque llevemos a cabo una labor autodidáctica, nos aparecen bastantes límites en lo
que en la búsqueda de la verdad y el conocimiento se refiere. Por ejemplo, en este país tan
abierto y democrático allá por el 2009 o 2010 no recuerdo demasiado bien, los campeones de
la democracia y la libertad, bombardearon e iniciaron una guerra en un país que lo llamaban
una dictadura llamado Libia, sin tener prueba alguna solamente con el razonamiento de que era
una dictadura totalitaria donde había cantidades inmensas de ejecuciones al día, entre muchas
cosas más. Por suerte, ahora alguien que tenga un mínimo de interés, puede ver que eso no
era realmente así y que lo hicieron para conseguir el líquido mágico de la felicidad y que pare
que sea la base principal de la “pseudo-democracia” que hoy reina en los países europeos y
que también reinó durante todo el siglo XX. Entonces, cuando ocurrió la invasión, los medios de
comunicación occidentales bombardearon a la gente metiéndoles un conocimiento erróneo y
estableciéndoles aquello que los poderes fácticos deseaban que supiesen “para que no fueran
contra la estabilidad, el bienestar y la democracia.
Esto todavía nos ocurre día tras día con muchos temas controversiales que, si realmente se
supiese la verdad de las cosas, cambiaría bastante la cosa.
Lluís Guillem Boluda 1º Bachiller C 30-04-2018
También, otra limitación que podemos encontrar es la limitación del conocimiento pero que es
de un carácter todavía más totalitario que la primera. Con esto me refiero a la limitación directa
o llámalo censura de varias cosas. La primera que había mencionado anteriormente, se puede
considerar más peligrosa que esta, porque la gente tiene en el pensamiento que realmente no
es consciente de ello y se piensa que no hay ningún tipo de limitación alguna. En esta te limitan
a llegar al conocimiento en tu cara, ya sea porque quienes lo hacen se crean sema-dioses o
porque te toman como un simple imbécil que no es nadie contra esa gente que impone nuestras
limitaciones. Esta limitación del conocimiento, normalmente donde se ha aplicado ha hecho
bastante agua, ya que la gente mediante el contrabando u otros mecanismos ha tenido acceso
a libros u otros contenidos para poder acceder al conocimiento que se les estaba ocultando.
Por lo tanto, lo que debemos hacer tod@s es informarnos al máximo, porque de esta manera
llegaremos a superar todos los límites que nos imponen y conseguiremos llegar al conocimiento
real.