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El Hueso Sacro de Tequixquiac
El Hueso Sacro de Tequixquiac
En mayo de 1882 Mario Bárcenas identificaba el sacro de una llama (Palaucheina mexicana)
deformado por las entalladuras, en este caso como en otros más, la casualidad y las labores de
mantenimiento de la ciudad se han encargado de propiciar los hallazgos que han permitido
establecer las cronologías de nuestro pasado. Los datos brotan de los artefactos y con la ayuda
de los más precisos medíos científicos, se logra realizar un acercamiento a nuestros materiales
y así, el conocimiento de las sociedades va transitando de lo empírico a lo racional en un
margen riguroso.
Así dicta un párrafo de una carta escrita por el Ingeniero Tito Rosas:
“ Conoce V. la formación del tajo de Tequixquiac, que fue donde se halló el huso fósil; la
profundidad a que se encontró fue de 12 metros, en la misma capa se encuentran fósiles; pero
con este inmediatamente no lo había, los otros que extrajeron estaban a 12 y más metros de
distancia; no la extraje yo pero vi el lugar; la fecha en la que lo encontraron fue el 4 de febrero
de 1870. La capa es toba… Firmado. Tito Rosas”
Este hueso, supone una de las representaciones artísticas más representativas de la prehistoria
Mexicana, aproximadamente se ubica en los 20.000 años A.C. apareció en capas del
Pleistoceno junto con otros instrumentos que cumplían la función dual de lo utilitario y de lo
estético. También relaciona la presencia de personas que habitaron estos territorios y que
compartieron su entorno con mega fauna que proveía a los habitantes de un sustento de
alimento y pieles para su uso cotidiano.
También se han encontrado otras variedades de fauna fósil como son: El perezoso
(Nothrotheriops), armadillos extintos (Holmesina), osos (Ursus), leones (Pantera), cerdo
pleistocenico (Platygonus), Llamas (Palauchenia) y antílopes (Capromeryx). Todo ellos con una
antigüedad de menos de 40,000 años.
Las condiciones geológicas del terreno de Tequixquiac, con sucesivas aportaciones de
"tepetate", es decir material volcánico pulverizado que se asentó en suelos lacustres, dieron
ocasión a que los restos fósiles de fauna cuaternaria se conservaran en buenas condiciones y
que además, debido a la erosión fluvial, se encuentren a pocos decímetros de la superficie. Las
exploraciones bajo rigurosos métodos de análisis darán a futuro un panorama más exacto de
lo acontecido.
Tequixquiac es una zona rica en fauna fósil, por lo que muchas personas poseen muestras de
ello en sus casas, actualmente hay un pequeño museo, abierto al público, al que se le ha
llamado “Temoatzin” que significa curiosito, les dejo su dirección por si gustan darse una
vuelta y conocer más sobre este importante hallazgo.
AVENIDA ORIENTE , SN
BARRIO SAN JOSÉ (Tequixquiac)
55650, Tequixquiac, MEXICO
Fuentes:
El paradigma porfiriano: Historia del desagüe del valle de México (Las ciencias sociales)
Manuel Perló Cohen Editorial: M.A. Porrúa Grupo Editorial, 1999
Descripción de un hueso labrado, de llama fósil. Encontrado en los terrenos pos terciarios de
Tequixquiac, Estado de México. Estudio por Mariano Bárcenas.
www.mna.inah.gob.mx/documentos/anales_mna/69.pdf
http://www.tequixquiac.gob.mx/historia/
www.inafed.gob.mx/work/enciclopedia/EMM15mexico/.../15096a.html
Imágenes:
https://www.google.com.mx/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&source=images&cd=&cad=rja&uact=
8&ved=0ahUKEwjPlPDe_PXMAhUmw4MKHSL1BToQjB0IBg&url=http%3A%2F%2Fproyecto104
ymor.blogspot.com%2F&psig=AFQjCNHjQ6ArfWPVSwfRtG_rVTsfb9XUGw&ust=146428395507
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