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III Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XVIII

Jornadas de Investigación Séptimo Encuentro de Investigadores en Psicología del


MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires,
2011.

PARADIGMAS AMBIENTALES Y
CONDUCTAS SUSTENTABLES:
DIFERENCIAS ENTRE ACTIVISTAS
AMBIENTALES Y POBLACIÓN
GENERAL.

Geiger, Sonja María y Mozobancyk, Schelica.

Cita: Geiger, Sonja María y Mozobancyk, Schelica (2011). PARADIGMAS


AMBIENTALES Y CONDUCTAS SUSTENTABLES: DIFERENCIAS ENTRE
ACTIVISTAS AMBIENTALES Y POBLACIÓN GENERAL. III Congreso
Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología
XVIII Jornadas de Investigación Séptimo Encuentro de Investigadores
en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de
Buenos Aires, Buenos Aires.

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PARADIGMAS AMBIENTALES Y CONDUCTAS
SUSTENTABLES: DIFERENCIAS ENTRE ACTIVISTAS
AMBIENTALES Y POBLACIÓN GENERAL
Geiger, Sonja María; Mozobancyk, Schelica
ONG Amigos de la Tierra - Filial Argentina

RESUMEN ed behaviour scale by Hess, Suárez and Martínez-To-


A pesar de la abundancia de las investigaciones interna- visco, (1997). The authors found a relatively strong rela-
cionales sobre el tópico, los paradigmas y creencias am- tionship between environmental beliefs and sustainable
bientales y el comportamiento sustentable permanecen behaviours (r= 0.41). The levels of ecocentric beliefs
como un área todavía no investigada en Argentina. Este were comparable with data of other countries as report-
estudio investiga los paradigmas (creencias) ambientales ed by Hawcroft and Milfont (2010). Comparison of two
y algunos aspectos del comportamiento sustentable en subsamples (environmentalists and general public) re-
una muestra argentina tomada a través de internet, apor- vealed stronger ecocentric beliefs and more frequent
tando importante evidencia empírica respecto hasta dón- engagement in sustainable behaviour in environmental-
de se pueden generalizar los hallazgos internacionales. ists. Additionally, environmentalists felt more often di-
Las creencias ambientales fueron medidas a través de la rectly affected by a speciic environmental problem than
escala Nuevo Paradigma Ambiental de Dunlap y Van Lie- non environmentalists. The authors conclude that be-
re (2000) y los comportamientos sustentables con una sides a basic ecocentric world view, the feeling of being
adaptación de la escala de Hess, Suárez y Martínez-To- personally affected by an environmental problem might
visco (1997). Las autoras encontraron una asociación re- be a major driving force for engaging in environmental
lativamente fuerte entre las creencias ambientales y las activism.
conductas sustentables (r=0.41). Los niveles de creen-
cias ecocéntricas fueron comparados con los datos re- Key words
portados por Hawcroft y Milfont (2010) para otros países. Environment Paradigms Behaviour Activism
La comparación entre dos sub-muestras (activistas y po-
blación general) reveló más fuertes creencias ecocéntri-
cas y más frecuentes conductas sustentables entre los
ambientalistas. Además, los ambientalistas se sentían Introducción
más frecuentemente afectados por problemas ambienta- La mayoría de las problemáticas ambientales que hoy
les que la población general. Las autoras concluyen que, día enfrentamos tienen su origen en la actividad humana,
aparte de una visión ecocéntrica del mundo, el sentirse es decir son antropogénicos. Por sólo citar un ejemplo
personalmente afectado por problemas ambientales muy prominente, hoy existe consenso entre la comuni-
puede ser un factor importante para involucrarse en el dad cientíica, que el denominado cambio climático, se
activismo ambiental. debe en su mayor parte a la emisión de gases de efecto
invernadero (GEIs) producto de actividades humanas (in-
Palabras clave dustriales e individuales). Como la causa más importan-
Ambiente Paradigmas Conducta Activismo te tiene su origen en el comportamiento humano, es ta-
rea de la Psicología Ambiental investigar los aspectos
ABSTRACT claves que intervienen en la “conducta sustentable”.
ENVIRONMENTAL PARADIGMS AND SUSTAINABLE El Informe “Nuestro Futuro Común” (Informe Brundland)
BEHAVIOUR: DIFFERENCES BETWEEN de la ONU (1987) deine el estilo de vida sustentable co-
ENVIRONMENTAL ACTIVISTS AND GENERAL mo “aquel que satisface las necesidades de las genera-
POPULATION ciones presentes sin comprometer la capacidad de las
Despite the abundance of international investigation on generaciones futuras para satisfacer las suyas”. Si-
the topic, environmental paradigms, beliefs and sustain- guiendo esta deinición, entendemos que las conductas
able behaviour have remained a sparsely investigated sustentables apuntan a reducir el impacto negativo de
phenomenon in Argentina. The present study investi- cada quien sobre el ambiente, lo más posible. Estas
gates environmental paradigms and aspects of sustain- conductas se pueden expresar en distintos campos de
able behaviour in an argentine internet sample and thus la vida cotidiana: ahorrar energía, agua y recursos natu-
adds important empiric evidence as to how far interna- rales en general, disminuir el consumo de nuevos pro-
tional indings can be generalised. Environmental be- ductos, reducir y reciclar basura, alimentarse de una
liefs were measured with the New Environmental Para- manera natural y saludable (evitando alimentos impor-
digm scale by Dunlap and Van Liere (2000) and the lev- tados, genéticamente modiicados, o tratados con agro-
el of engagement in sustainable conducts with an adapt- tóxicos, etc.), entre otras.

PSICOLOGÍA SOCIAL, POLÍTICA Y COMUNITARIA 123


Para entender cuáles son los factores que determinan tales (medidos a través del NEP) con la tendencia a in-
el comportamiento sustentable, se han sugerido múlti- volucrarse en conductas sustentables.
ples líneas de investigación dentro la Psicología Am- Un grupo con alta tendencia a presentar las dos varia-
biental. Uno de los factores psicológicos que recibió bles (creencias pro-ambientales y conductas sustenta-
mayor atención fue la visión (ecocéntrica o antropocén- bles) son los ambientalistas que participan en ONG´s
trica) de las personas que, a su vez, orientan sus creen- (Organizaciones no gubermentales) o en asambleas lo-
cias y actitudes hacia el ambiente. Se ha intentado ex- cales, defendiendo el derecho a un ambiente sano. Pa-
plicar un comportamiento especíico (por ej., involucrar- ra comprender mejor los determinantes de una conduc-
se en el reciclaje de basura) mediante la visión (o creen- ta sustentable, comparamos dos grupos de población:
cias generales) que la persona tiene al respecto del me- miembros activos de asociaciones ambientalistas y
dio ambiente. otros que no participaban en organizaciones de este ti-
Uno de los acercamientos más conocidos y más utiliza- po. Así planteamos cuatro preguntas de investigación:
dos en Psicología Ambiental para este in es la escala 1. ¿Cuáles son las creencias generales hacia el am-
Nuevo Paradigma Ambiental (New Environmental Para- biente y la conducta sustentable en las dos diferentes
digm, NEP, Dunlap & Van Liere 2000). La escala, crea- muestras?
da en su primera versión en 1978 y actualizada en el 2. ¿Existe una relación entre las creencias ambientales
año 2000, mide las creencias básicas (en el sentido de y la conducta sustentable?
fundamentales) respecto a la relación que establecen 3. ¿Existe una diferencia entre activistas ambientales y
los seres humanos con el ambiente. Evalúa las creen- quienes no lo son en relación a las creencias ambienta-
cias más generales respecto a cómo las personas se les y los comportamientos sustentables?
vinculan con el ambiente (y a cuál es el lugar del ser hu- 4. ¿Cuáles son los posibles factores que impulsan a los
mano en la trama ecosistémica) y, en este sentido, pue- ambientalistas a actuar?
de considerarse una “visión del mundo” o un paradig-
ma. Esta visión general de la relación persona-ambien- Procedimiento y Participantes
te es mediadora de creencias, valores y actitudes hacia El estudio se realizó usando una encuesta accesible por
problemáticas ambientales más especíicas. internet entre los meses de abril y junio de 2011. La en-
La escala asume el supuesto de que los seres humanos cuesta comenzaba con preguntas referidas a datos so-
nos relacionamos con la naturaleza desde uno de dos cio-económicos, seguida por cuatro preguntas intro-
paradigmas contrapuestos: desde una serie de creen- ductorias sobre temas ambientales generales (véase
cias que relejan la adhesión a un paradigma antropo- abajo). A continuación se presentaban las escalas de
céntrico, hoy dominante, que emergió y se desarrolló psicología ambiental y inalizaba con una corta explica-
durante la modernidad (por ej. , que los seres humanos ción del estudio e información de contacto. El tiempo
son independientes y superiores al resto de los organis- que insumía responderla era entre 15-20 minutos.
mos vivientes) o desde un nuevo paradigma ambiental, De los 62 respondentes, 21 se autocaliicaron como
que emergió, en las sociedades occidentales, en la se- ambientalistas (“Participo activamente en un movimien-
gunda década del siglo pasado (por ej., que los seres to ambientalista”). La edad promedio de la muestra fue
humanos deben considerarse parte de los sistemas na- de 29 años y 10 meses (rango de 17 a 76 años). La du-
turales y, por lo tanto, están comprendidos en sus cons- ración media de años de educación fue de 16 años y
tricciones y leyes de funcionamiento). Estos paradig- medio (rango entre 5 y 26 años) y la media de ingreso
mas contrapuestos incluyen una serie de creencias bá- familiar fue de $6.065 mensuales. En ninguna de estas
sicas respecto a la habilidad humana para alterar (con variables (edad, duración de la educación e ingreso fa-
éxito) el balance de la naturaleza, la existencia o no de miliar) los ambientalistas se diferenciaron de la pobla-
límites al crecimiento y el derecho de los seres huma- ción general (t<1, p>0.5).
nos a colocarse por encima del resto de las especies.
En este sentido, el NEP presenta dos polos extremos a Instrumentos
los que se puede adherir: un polo llamado antropocen- En primer lugar, para medir las creencias generales ha-
trismo y otro polo llamado ecocentrismo que relejan cia el ambiente (o paradigmas ambientales) se tomó la
creencias vinculadas al paradigma social dominantes y escala Nuevo Paradigma Ambiental (New Environmen-
al nuevo paradigma ambiental, respectivamente. tal Paradigm, NEP, Dunlap & Van Liere (2000), traduc-
A pesar de uso extendido en Psicología Ambiental, múl- ción al español de Vozmediano Sanz & San Juan Gui-
tiples estudios han mostrado que la asociación entre llén (2005). Los 15 reactivos se evalúan en una escala
paradigmas y comportamientos pro-ambientales es va- likert que va de un puntaje 1 (“totalmente en desacuer-
riable y, en general, sólo moderada (Hines, Hungerford, do”) a 5 (“totalmente de acuerdo”) y relejan en su extre-
& Tomera, 1986; Bamberg & Moser, 2007) y que tam- mo más bajo (1) una actitud antropocéntrica (“Los seres
bién varía entre culturas y países. Hasta hoy, se publi- humanos tienen derecho a modiicar el medio ambiente
caron sólo dos estudios utilizando la escala NEP con para adaptarlo a sus necesidades”) y en el extremo más
muestras argentinas (Schultz & Zelezny, 1999; Leibo- alto (5) una actitud ecocéntrica (“Las plantas y los ani-
vich & Mozobancyk, 2009). Sin embargo, ninguno de males tienen tanto derecho como lo seres humanos a
los dos investigó la relación entre paradigmas ambien- existir”).

124 PSICOLOGÍA SOCIAL, POLÍTICA Y COMUNITARIA


Luego se tomó una escala conductual (adaptado de 16,8% de la variación de la conducta (R 2 = 0.17) se ex-
Hess, Suárez, & Martínez-Torvisco, 1997) con 16 reacti- plica por la variación de los valores observados.
vos que abordan diferentes conductas ecológicas de di-
ferente campos (ahorro de agua, basura, transporte, Discusión
consumismo y alimentación). Estas se evalúan con 5 op- Volviendo a las cuatro preguntas que guiaron la investi-
ciones de respuesta, que señalan la frecuencia con la gación, se puede notar que el puntaje de del NEP (3,69
que la persona realiza cada conducta (en porcentajes): vs. 3,9) es comparable con el valor reportado por Schul-
0% (“nunca”), 25% (“raras veces”), 50% (“ocasionalmen- tz et al. (1999) de 3,83 para su muestra argentina estu-
te”), 75% (“frecuentemente”) y 100% (“siempre”). diantil. Con estos valores, nuestra muestra está en el
rango superior de los valores comparativos a nivel inter-
Resultados nacional de Hawcraft y Milfont ( 2010), que hallaron va-
Preguntas generales: La tabla N° 1 muestra el porcen- lores entre 2,57 (trabajadores de EEUU) y 4,13 (ambien-
taje de respuestas positivas a las 4 preguntas introduc- talistas de Suecia). Con los altos puntajes promedio de
torias: nuestra muestra no es sorprendente que los puntajes
1. ¿Alguna vez escuchó o leyó sobre el fenómeno del conductuales autoreportados también fueran bastante
cambio climático1? altos. Los porcentajes reportados alcanzan valores de
2. ¿Alguna vez escuchó o leyó sobre el concepto de la 70% (ambientalistas) en conductas como ahorrar el
deuda ecológica2? agua y la energía, prescindir de nuevos aparatos o co-
3. ¿Alguna vez escuchó o leyó sobre el concepto de la mer carne.
huella de carbono3? En el estudio actual encontramos una correlación in-
4. ¿Se siente directamente afectado por algún problema usualmente fuerte (r=0,41) entre las visiones ecocéntri-
ambiental (temperaturas extremas, inundación, conta- cas y las conductas sustentables, que varían típicamen-
minación, etc.)? te alrededor de r=0,3 (por ej. Dunlap & Van Liere, 2000).
Creemos que, en parte, la asociación se debe a la me-
Como muestra la tabla, casi todos los respondentes es- dición comprehensiva de las dos variables, a diferencia
cucharon sobre el cambio climático, independientemen- de muchos otros estudios en que los paradigmas am-
te de que fueran ambientalistas o no. Sin embargo, aun- bientales se relacionan con un sólo aspecto conductual
que intrínsecamente relacionadas con el cambio climá- aislado, como por ejemplo el ahorro de agua o la inten-
tico, sólo alrededor un tercio de la población general, ción de reciclar. Sin embargo, la fuerte asociación tam-
había escuchado sobre la “deuda ecológica” 2 o la “hue- bién se podría deber a una tendencia a reportar la con-
lla de carbono”3, mientras que una mayoría de los am- ducta conforme a la visión ambiental reportado recién.
bientalistas había escuchado acerca de estos concep- Como hemos mencionado arriba, en las dos variables
tos. Del mismo modo, los ambientalistas se sienten di- de interés, los ambientalistas que participan activamen-
rectamente afectados por algún problema ambiental, en te en movimientos ambientales reportaron valores más
mayor proporción que quienes no lo son. altos (para ecocentrismo, y correlativamente, un por-
Paradigmas ambientales y conductas: La tabla N° 2 centaje más alto de conductas sustentables) que los no
muestra las medias de las respuestas de cada una de ambientalistas. Con la fuerte asociación entre paradig-
las dos escalas. Para el NEP el valor mínimo de cada mas ambientales y conductas hallada, se podría con-
reactivo es 1 (que releja la visión más antropocéntrica) cluir que es mayormente el paradigma ecocéntrico el
y el máximo es 5 (que releja la posición más ecocéntri- que impulsa a los ambientalistas a actuar. No obstante,
ca). Las conductas están expresadas en la frecuencia es menos del 20% de la variación conductual la que se
en que se realizan (en porcentaje). explica con las visiones ecocentristas. En búsqueda de
otros determinantes que expliquen la decisión de militar
Como se ve en la tabla 2, los ambientalistas tienen un activamente por los derechos ambientales, notamos
puntaje medio más alto en su paradigma ambiental que los ambientalistas de nuestra muestra se sienten
(NEP= 3,95 vs. 3,69; t=2,0, p<0,05), relejando una vi- más a menudo directamente afectados por un problema
sión más ecocéntrica. También tienen un puntaje medio ambiental. Entonces, la percepción de afectación direc-
más alto en sus conductas cotidianas sustentables, en ta se presenta como una candidata fuerte en tanto de-
las cuales participan un 71% de las veces (vs. 60% de terminante de la conducta de involucrarse en un movi-
los no ambientalistas, t=3,1, p<0,05). Se realizaron miento ambiental. Asimismo, cabe mencionar que los
pruebas t de diferencia de medias, para las dos varia- ambientalistas parecen estar mejor informados sobre
bles, las que revelaron que las diferencias encontradas conceptos ambientales como la huella de carbono y la
son estadísticamente signiicativas para las dos medi- deuda ecológica. Esto, de todos modos, puede ser tan-
das. to la consecuencia como la causa de la militancia am-
Para veriicar la aparente relación entre la adhesión al biental y, dado el diseño transversal de nuestro estudio,
paradigma ambiental y la conducta, se realizó una co- no es posible realizar una interpretación causal.
rrelación Pearson entre el NEP y la escala conductual, Para mencionar otra limitación del estudio, hay que de-
que reveló una asociación moderada de r= 0.41 y esta- cir que el grupo de la población general (N=42) es un
dísticamente signiicativa (p= 0,001). Es decir, que el grupo auto-seleccionado por algún interés en contestar

PSICOLOGÍA SOCIAL, POLÍTICA Y COMUNITARIA 125


una encuesta ambiental vía internet, y esto se relejaría un acercamiento a los conocimientos de las personas
en las visiones bastante ecocéntricas (3,69) que sostie- sobre problemas ambientales y no permiten extraer
nen. Se trata de una muestra con alto nivel de educa- conclusiones sobre conocimientos profundos del tema.
ción (mayormente secundaria completa más algunos Como último punto y más importante, para responder
años de educación superior) de clase media, con ingre- preguntas sobre los determinantes que impulsan la con-
so familiar cómodo. En un grupo social diferente podría- ducta sustentable (incluso la militancia ambiental) nece-
mos haber encontrado diferencias más pronunciadas o sitaríamos realizar, preferiblemente, estudios longitudi-
diferentes entre ambos grupos. Así, para investigacio- nales a más largo plazo, que permitan extraer conclu-
nes futuras es imprescindible contemplar grupos de los siones causales, profundizando tanto sobre las opinio-
diferentes niveles socio-económicos y, también, grupos nes y actitudes ambientales generales como sobre los
afectados por problemas ambientales. Asimismo, las conocimientos ambientales.
preguntas generales introductorias sólo sirvieron como

Tabla 1: porcentajes de respuestas positivas sobre las 4 preguntas

Conoce: Cambio Climático Deuda ecológica Huella carbono Sentirse afectado


Ambientalistas (n= 21) 100% (21) 81,0% (17) 85,7% (18) 90,7% (19)
Pob. general (n =41) 97,8% (40) 29,3% (12) 31,7% (13) 65,9% (27)
Total (n=62) 98,4% (61) 46,8% (39) 50,0% (31) 74,2% (38)

Tabla 2: Resultados de la escala NEP y conductual

Ambientalistas Población general t p


NEP (d.e.) 3,95 (0,55) 3,69 (0,46) 2,0 0,049
Conductual (d.e.) 71,1% (11,5) 60,1% (12,5) 3,1 0,003

NOTAS Hess, S.; Suárez, E. & Martínez-Torvisco, J. (1997). Estructura de


la conducta ecológica responsable mediante el análisis de la
1) Con “Cambio climático” nos referimos al fenómeno actual cau- teoría de facetas. Revista de Psicología Social Aplicada, 7 (2-3),
sado por el aumento medio de la temperatura global del planeta 97-112.
y sus consecuencias en el clima global y local (como eventos
climáticos extremos, sequías, inundaciones, suba del nivel del Hines, J. M.; Hungerford, H. R. & Tomera, A. N. (1986). Analysis
mar, entre otros) and synthesis of research on responsible environmental behaviour:
A metaanalysis. Journal of Environmental Education, 18, 1-8.
2) La “deuda ecológica” es un concepto que designa la deuda que
tienen los países que históricamente han emitido más gases de Leibovich de Figueroa, N. & Mozobancyk, S. (2008). Aportes de
efecto invernadero (GEIs) y usan/destruyen más recursos natura- la psicología ambiental. Ecocentrismo-antropocentrismo: un
les que los países menos desarrollados. nuevo paradigma ambiental. Ponencia en la mesa redonda “Salud
y Cambio Climático Global. Aportes del Programa Interdisciplina-
3) La “huella de carbono” es el total de los gases de efecto inver- rio de la Universidad de Buenos Aires sobre Cambio Climático
nadero (convertidos a unidades de carbono) causado por un (PIUBACC)”. XV Jornadas de Investigación y Cuarto Encuentro
producto, una persona, institución o país, dependiendo del nivel de Investigadores de Psicología del MERCOSUR. Facultad de
de análisis utilizado. Psicología, UBA. 7, 8 y 9 de agosto de 2008.
ONU (United Nations). World Commission on Environment and
BIBLIOGRAFÍA Development (1987). Our Common Future, Oxford: Oxford Uni-
versity Press
Bamberg, S.; Moser, G. (2007). Twenty years after Hines, Hun-
gerford and Tomera: A new meta-analysis of psycho-social deter- Schultz, P. W. & Zelezny, L. C. (1999). Values as predictors of
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Dunlap, R. E.; Van Liere, K. D.; Mertig, A. G. & Jones, R. E. (2000). Vozmediano Sanz, L. & San Juan Guillén, C. (2005). Escala Nue-
Measuring Endorsement of the New Environmental Paradigm: A vo Paradigma Ecológico: propiedades psicométricas con una
revised NEP Scale. Journal of Social Issues, Vol 56, 3, 425-442. muestra española obtenida a través de Internet. Medio Ambiente
y Comportamiento Humano 6(1), 37-49.
Hawcroft, L. J.; Milfont, T. L. (2010). The use (and abuse) of the
new environmental paradigm scale over the last 30 years: A meta-
analysis. Journal of Environmental Psychology 30 (2010) 143-158.

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