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LOS SACRAMENTOS
Breve explicación y fundamentación bíblica
El Señor Jesús, antes de partir hacia los cielos, nos dejó el mandato de ir por todo el
mundo y hacer discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado... (Mt. 28,
19-20a).
La iglesia, fiel a este mandato y basándose en la vida y el misterio de Nuestro Señor
Jesucristo y bajo la acción del Espíritu Santo, ha dividido la "gracia santificante" de
Jesucristo en 7 sacramentos, los cuales sirven para iniciar nos, para sanarnos y para
prestar un servicio a la Iglesia a través del testimonio coherente y sincero.
La palabra sacramento
La palabra sacramento viene del latín "sacramentum" que técnicamente significaba el juramento a
la bandera que hacían los soldados romanos. Los primeros cristianos la utilizaron para traducir el
vocablo griego "mysterion" que aparecía en los textos bíblicos. Esta palabra se utilizaba para
designar el plan de salvación que Dios iba revelando.
También se utilizaba para el bautismo y la Eucaristía, específicamente para las promesas
bautismales, comparándola así con el juramento a la bandera que hacían los soldados romanos.
¿Qué es un sacramento?
El sacramento es un signo visible de una realidad invisible. Así como Jesucristo es "sacramento de
Dios Padre" (Col 1, 15), de esa misma forma en lo visible del signo hay una semejanza con lo
invisible.
El signo sacramental indica dos cosas: 1. Una actitud hecha ya realidad en el hombre, sin la cual la
realización del sacramento carece de todo sentido, y 2. Una eficacia o fuerza salvífica comunicada
por la realización sacramental.
Sacramentos de Servicio
Otros dos sacramentos, el Orden y el Matrimonio, están ordenados a la salvación de los demás.
Contribuyen ciertamente a la propia salvación, pero esto lo hacen mediante el servicio que prestan
a los demás. Confieren una misión particular en la Iglesia y sirven a la edificación del Pueblo de
Dios.
En estos sacramentos, los que fueron ya consagrados por el Bautismo y la Confirmación (LG 10)
para el sacerdocio común de todos los fieles, pueden recibir consagraciones particulares. Los que
reciben el sacramento del orden son consagrados para "en el nombre de Cristo ser los pastores de
la Iglesia con la palabra y con la gracia de Dios" (LG 11). Por su parte, "los cónyuges cristianos, son
fortificados y como consagrados para los deberes y dignidad de su estado por este sacramento
especial" (GS 48,2).
Sacramento del Matrimonio
El matrimonio se define como la alianza por la cual, - el hombre y la mujer - se unen libremente
para toda la vida con el fin de ayudarse mutuamente, procrear y educar a los hijos. Esta unión -
basada en el amor – que implica un consentimiento interior y exterior, estando bendecida por
Dios, al ser sacramental hace que el vínculo conyugal sea para toda la vida. Nadie puede romper
este vínculo. (Cfr. CIC can. 1055).
La unión conyugal tiene su origen en Dios, quien al crear al hombre lo hizo una persona que
necesita abrirse a los demás, con una necesidad de comunicarse y que necesita compañía. “No
está bien que el hombre esté solo, hagámosle una compañera semejante a él.” (Gen. 2, 18). “Dios
creó al hombre y a la mujer a imagen de Dios, hombre y mujer los creó, y los bendijo diciéndoles:
procread, y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla”.(Gen. 1, 27- 28). Desde el principio de la
creación, cuando Dios crea a la primera pareja, la unión entre ambos se convierte en una
institución natural, con un vínculo permanente y unidad total (Mt. 19,6). Por lo que no puede ser
cambiada en sus fines y en sus características, ya que de hacerlo se iría contra la propia naturaleza
del hombre. El matrimonio no es, por tanto, efecto de la casualidad o consecuencia de instintos
naturales inconscientes. El matrimonio es una sabia institución del Creador para realizar su
designio de amor en la humanidad. Por medio de él, los esposos se perfeccionan y crecen
mutuamente y colaboran con Dios en la procreación de nuevas vidas.
El matrimonio para los bautizados es un sacramento que va unido al amor de Cristo su Iglesia, lo
que lo rige es el modelo del amor que Jesucristo le tiene a su Iglesia (Cfr. Ef. 5, 25-32). Sólo hay
verdadero matrimonio entre bautizados cuando se contrae el sacramento.
Sacramento Orden Sacerdotal
El sacerdote actúa en nombre y con el poder de Jesucristo. Su consagración y misión son una
identificación especial con Jesucristo, a quien representan. El sacerdocio ministerial está al servicio
del sacerdocio común de los fieles.
El Sacramento del Orden es el que hace posible que la misión, que Cristo dio a sus Apóstoles, siga
siendo ejercida en la Iglesia hasta el fin de los tiempos. Es el Sacramento del ministerio apostólico.
De hecho este es el sacramento por el cual unos hombres quedan constituidos ministros sagrados,
al ser marcados con un carácter indeleble, y así son consagrados y destinados a apacentar el
pueblo de Dios según el grado de cada uno, desempeñando en la persona de Cristo Cabeza, las
funciones de enseñar, gobernar y santificar”. (CIC. 1008)
Todos los bautizados participan del sacerdocio de Cristo, lo cual los capacita para colaborar en la
misión de la Iglesia. Pero, los que reciben el Orden quedan configurados de forma especial,
quedan marcados con carácter indeleble, que los distinguen de los demás fieles y los capacita para
ejercer funciones especiales. Por ello, se dice que el sacerdote tiene el sacerdocio ministerial, que
es distinto al sacerdocio real o común de todos los fieles, este sacerdocio lo confiere el Bautismo y
la Confirmación. Por el Bautismo nos hacemos partícipes del sacerdocio común de los fieles.