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"Año del Diálogo y Reconciliación Nacional"

FACULTAD DE INGENIERÍAY ARQUITECTURA


Escuela Académica Profesional de Ingeniería Civil

TEMA: Evolución histórica de la relación ingenieros - arquitectos.

CURSO:
DISEÑO ARQUITECTONICO

PROFESOR:

Arq. Isabel Morales Bardales

ALUMNOS:
 DE LA ROSA SANTOS DEYSI
 JUZGA PEZO ANATOLY
 LOZANO RAMIREZ YOLLI
 NAIRA VENTURA, KEINNY
 SIMON RAMIREZ, LEA

CICLO:
VII

Huánuco – 2018
I. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA RELACIÓN INGENIEROS - ARQUITECTOS.
I.1. LA RELACIÓN INGENIEROS – ARQUITECTOS: ANTECEDENTES HISTÓRICOS.
Surge desde la división de las dos profesiones en el siglo XVIII, el enfrentamiento en el siglo
XIX hasta la colaboración del siglo XX, donde se dan dos aspectos fundamentales:
 La valoración de la aparición de nuevos materiales estructurales como factor determinante
del desarrollo de nuevas formas, que permitió en los siglos XIX y XX que la estructura
adquiriera un papel determinante en la definición formal del proyecto, contribuyendo de
manera fundamental al establecimiento de la colaboración entre ingenieros y arquitectos.
 La identificación de la indeterminación del problema estructural como elemento clave para
comprender y establecer los factores que definen el papel del ingeniero en el proyecto
arquitectónico características fundamentales que rigen la colaboración entre ingenieros y
arquitectos.
I.1.1 .S.XVIII. DIVISIÓN ARQUITECTOS – INGENIEROS
La creación de las Escuelas de Ingeniería.
En el siglo XVIII, con la creación de los cuerpos de ingenieros y de las escuelas de ingeniería
y con el progreso en el arte de construir, junto con la aparición de nuevos materiales y el
desarrollo del conocimiento teórico del comportamiento resistente de las estructuras, se llegó
a la disociación institucional y a la separación definitiva de las dos profesiones. En realidad,
el término moderno de ingeniero había nacido antes, en el siglo XVI, derivado término francés
“engin”, en el sentido de “máquina de guerra”, y ya a mediados del siglo XVII se denominaba
ingeniero a aquel que poseía la aptitud de concebir, organizar y poner en práctica los medios
de protección y de destrucción en caso de guerra. Sin embargo, la actividad de estos
ingenieros, no se limitó exclusivamente al campo militar, sino que intervinieron también en las
obras públicas (caminos, canales, abastecimiento de agua), lo que propició la creación de los
cuerpos de ingenieros civiles y la fundación de las Escuelas de Ingeniería.
La división del papel del arquitecto y el papel del ingeniero.
En esta misma época de finales del siglo XVIII, con la aparición del hierro y el desarrollo del
conocimiento del comportamiento resistente de las estructuras, separa definitivamente la
labor de los ingenieros de la de los arquitectos y los situará en un lugar predominante de la
sociedad. En primer lugar, la aparición de un nuevo material - el hierro -, por el que los
ingenieros muestran un fuerte interés desde el primer momento, revoluciona la construcción
y la arquitectura. De esta manera, el siglo XVIII termina con los ingenieros civiles dedicados
a la investigación y el desarrollo de la ciencia de las estructuras y la construcción de obras
públicas, mientras que los arquitectos mantienen una posición conservadora con respecto a
los nuevos materiales y tecnologías, fieles al clasicismo reinante en la época, y conservan las
funciones tradicionales de la arquitectura relativas a la construcción de edificios.
I.1.2.s.XIX. ENFRENTAMIENTO ARQUITECTOS – INGENIEROS
Arquitectura artística – Arquitectura útil.
Con la llegada del siglo XIX los arquitectos comienzan poco a poco a interesarse por el
empleo del hierro en sus proyectos, que les permite alcanzar mayores luces sin apoyos y
obtener construcciones más resistentes al fuego, sin embargo, la utilización del hierro les
obliga a tener que solicitar apoyo técnico a los ingenieros, que poseen ya un importante
conocimiento de las características y propiedades del nuevo material y una amplia experiencia
en su utilización. De esta manera los ingenieros salen del sector utilitario y se introducen en
el campo de la arquitectura prestigiosa, construyendo palacios para las Exposiciones
Universales y grandes estaciones de tren. Estos edificios, diseñados principalmente por
ingenieros, gozan de una pureza, una simplicidad y una presencia arquitectónica
espectacular. Unas de las primeras construcciones que utilizan el hierro, combinándolo con
el vidrio se dieron en el siglo XIX donde dedican sus investigaciones numerosos arquitectos
e ingenieros como Héctor Horeau –arquitecto-, Richard Turner o Joseph Paxton -ambos
ingenieros. Estas construcciones de hierro y vidrio eliminan el empleo de muros como
elementos portantes, con la consiguiente reducción de carga muerta, lo cual redunda en una
mayor simplicidad y transparencia. Reaparece de esta manera la estructura como un
elemento visible que contribuye a la arquitectura, y los ingenieros pasan a ser miembros
necesarios y esenciales del proceso de diseño: el conflicto entre ingenieros y arquitectos
acaba de empezar. Este conflicto es descrito por el arquitecto César Daly a mediados del
siglo XIX como la separación entre la “arquitectura artística del pasado” –los arquitectos- y la
“arquitectura útil e industrial del futuro -los ingenieros. En efecto, los ingenieros se ocuparon
en gran medida, al menos hasta mediados del siglo XIX, de construcciones pertenecientes al
sector utilitario como faros o puentes, y aun cuando abordaron la realización de proyectos
emblemáticos éstos no fueron en general considerados por los arquitectos como verdaderas
construcciones arquitectónicas, a pesar de su importante repercusión social. Esta reacción
ante las obras de los ingenieros supone en realidad un último intento de determinados
arquitectos contrarios al racionalismo de los ingenieros de mantener su estatus de maestros
artísticos. Por otra parte, este conflicto “artístico” y “de estilo” entre ingenieros y arquitectos
se traslada también al campo de las competencias profesionales y de status, al reclamar los
arquitectos, que eran profesionales liberales, un status equivalente al de los ingenieros, que
formaban un cuerpo del estado. Esta polémica sobre las competencias de las dos profesiones
tuvo una gran trascendencia en la sociedad, pero resultó en cierta medida positiva en el
sentido de que permitió clarificar las funciones y la identidad de las dos profesiones y ayudó
a superar la dualidad arquitectura artística / arquitectura útil.
Las Exposiciones Universales.
Las Exposiciones Universales constituyen un escenario extraordinario en la evolución de la
relación ingenieros-arquitectos de este período. Así, la exposición de Londres de 1851
representa con el Crystal Palacio la culminación de las construcciones de hierro y vidrio que
permitieron a los ingenieros pasar del sector utilitario al de las construcciones emblemáticas
lo que supuso el origen del conflicto entre ingenieros y arquitectos. Dos construcciones
representan en todo su esplendor esta situación de dominio de los ingenieros: La torre Eiffel
y el Pabellón de las Máquinas. La segunda construcción relevante de la exposición de París
de 1889 es la Galería de las Máquinas. Un claro ejemplo de este planteamiento lo constituyen
las estaciones de Metro de París (transporte subterráneo). Sin embargo, la Exposición
Universal de París muestra también, por primera vez ante una gran Audiencia internacional,
el gran potencial del hormigón armado; un nuevo material que revolucionará la arquitectura y
la ingeniería, y que jugará un papel fundamental en el establecimiento de la colaboración
entre ingenieros y arquitectos.
I.1.3. s. XX COLABORACIÓN ARQUITECTOS E INGENIEROS:
Ingenieros que establecieron las bases de colaboración con arquitectos en Gran Bretaña en
la segunda mitad del siglo XX. Se define así el marco en el que se sitúa el trabajo de los
ingenieros contemporáneos, destacando los principales planteamientos y estrategias
desarrolladas por otros ingenieros precedentes, a fin de establecer una serie de referencias
que permitan comparar y valorar las propuestas actuales.
Nuevas tecnologias ,nuevos materiales,nuevas arquitecturas el potencial del
hormigón armado
El potencial del hormigón armado y las nuevas tecnologías de construcción asociadas y las
incorporaron rápidamente a su trabajo, de manera que la arquitectura del siglo xx estuvo
fuertemente influenciada por el empleo del hormigón. Esta incorporación de los arquitectos a
las nuevas tecnologías derivadas del empleo del hormigón los lleva a colaborar con los
ingenieros estructurales, que conocen y controlan las propiedades y posibilidades del nuevo
material, lo que unido al interés de determinados ingenieros por establecer planteamientos de
trabajo conjunto y colaboración termina de cerrar la brecha existente desde el siglo anterior
entre la arquitectura y la ingeniería.
El equipo de diseño .Colaboracion arquitectos- ingenieros
Los ingenieros que actúan como arquitectos, sino por el desarrollo de un fuerte sentido de su
propia identidad, defendiendo la importancia de la implicación de los ingenieros como tales
en el equipo de diseño de los proyectos. En este sentido, en su discurso como Presidente del
Instituto de Ingenieros Estructurales en 1986 titulado “¿Puedes oírme desde atrás?”, realiza
una apasionada llamada a los ingenieros estructurales, que a menudo prefieren adoptar un
papel de subordinados y permanecen en un segundo plano en el proceso de diseño, a que
pasen a ocupar las primera filas y adopten un rol activo en la definición conceptual de los
proyectos. Sólo así los ingenieros podrán lograr el merecido reconocimiento a su contribución
al proyecto, no sólo desde un punto de vista técnico, sino sobre todo conceptual y de diseño.
El final del siglo xx y la situacion actual
El final del siglo XX y el comienzo del XXI han estado marcados por las extraordinarias
innovaciones que se han producido en las técnicas auxiliares de proyecto y ejecución,
llegando a una situación en la que casi cualquier planteamiento formal puede ser resuelto y
construido. Así mismo, el creciente desarrollo de la informática ha convertido el ordenador en
un potentísimo asistente de la concepción, permitiendo el análisis y la representación gráfica
de planteamientos altamente complejos.

I.2. ORÍGENES DE LA COLABORACIÓN ENTRE INGENIEROS Y ARQUITECTOS EN GRAN


BRETAÑA EN LOS AÑOS TREINTA
I.2.1. LA SITUACIÓN ARQUITECTÓNICA E INGENIERIL
Durante este período anterior a la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña atrajo a algunos
de los arquitectos más influyentes, al ser una de las pocas potencias europeas cuyo gobierno
no desalentaba activamente el Movimiento Moderno en beneficio de arquitecturas
nacionalistas. Llegaron así a Gran Bretaña arquitectos como Walter Gropius, Erich
Mendelsohn, Berthold Lubetkin -que trabajó con el grupo Tecton, formado por jóvenes
arquitectos británicos-, Serge Chermayeff o Wells Coates. Este último fundó en 1932 el grupo
MARS (Modern Architectural Research), reconocido como sección británica de los CIAM
(Congrès Internationaux d’Architecture Moderne), cuyo primer congreso se había realizado
en 1928 en La Sarraz, Suiza.
Este contexto de establecimiento de la arquitectura moderna y el funcionalismo en Gran
Bretaña supuso una gran oportunidad para los ingenieros, al divulgarse la idea de que los
arquitectos debían abandonar el acercamiento estilístico al diseño en favor de la utilización
de las nuevas técnicas estructurales. Los ingenieros tenían un mayor conocimiento y destreza
en el empleo de los nuevos materiales y tecnologías estructurales, por lo que se abría un
amplio campo de colaboración entre ambas profesiones. Sin embargo, fueron pocos los
ingenieros que asumieron este reto de colaboración, al estar en general más interesados en
las problemáticas derivadas del cálculo de esfuerzos y de la estabilidad estructural que en el
concepto del diseño de las estructuras y en su relación con la arquitectura. En primer lugar
gracias a la influencia que algunos “ingenieros arquitectos” ejercieron en la arquitectura
moderna y en hacer que el trabajo y los proyectos de los ingenieros fueran aceptados y
tenidos en consideración en los medios arquitectónicos. Por otra parte, un pequeño grupo de
ingenieros asumió el reto de colaborar con los arquitectos y consiguió establecer en esa
época en Gran Bretaña nuevos sistemas de trabajo conjunto, basados en el respeto y la
confianza mutuas.
I.2.2. ORÍGENES DE LA COLABORACIÓN INGENIEROS – ARQUITECTOS EN GRAN
BRETAÑA: OWEN WILLIAMS, OVE ARUP Y FELIX SAMUELY.
 Owen Williams: El empleo franco e intrépido que hizo del hormigón, el material al que
dedicó la mayor parte de su trabajo y su interés tuvo gran influencia en la arquitectura de su
época y fue decisivo para establecer el movimiento Moderno en Gran Bretaña. Así mismo, el
análisis de su colaboración con Ayrton y su posterior decepción permite comprender las
dificultades que a menudo aparecen en el proceso de diseño, y valorar la importancia que el
compartir los mismos intereses e inquietudes, y el confiar en las habilidades de los otros
miembros del equipo tienen en el establecimiento de una colaboración exitosa. Williams en
1924, con el título “El hormigón como una asociación de ingeniería y arquitectura”, afirma: El
ingeniero y el arquitecto tienen un largo camino que recorrer antes de que sus diferentes
funciones puedan ser asumidas por una única persona. El ingeniero debe darse cuenta de
que el sonido de la arquitectura no es sino el sonido de la ingeniería, y los arquitectos deben
creer que el sonido de la ingeniería no es otra cosa que el sonido de la arquitectura. La belleza
del diseño no debe considerarse como propiedad única del arquitecto, y el ingeniero no debe
asumir la posesión exclusiva de las teorías de estabilidad.
 Ove Arup: A la hora de valorar la contribución de Ove Arup es importante considerar sus
ideas sobre la colaboración entre ingenieros y arquitectos y sobre la importancia del sistema
constructivo. Ove Arup defendió una filosofía y una ética sobre la práctica de la ingeniería y
la arquitectura que ha influido fuertemente en ambas profesiones. Para comprender estos
aspectos resulta interesante hacer un breve repaso de su vida y trayectoria profesional, donde
se encuentra el origen de su forma de abordar el diseño de los proyectos y de su filosofía.
Arup adquiere un sólido conocimiento del diseño en hormigón armado y de los requisitos
inherentes a la práctica de la construcción, comprendiendo que para diseñar hay que saber
cómo construir y que “diseño, coste y organización de la obra no son tres elementos
independientes, sino que deben que ser consideradas en conjunto. Lo que Arup propuso para
el edificio de Highpoint era emplear las fachadas de hormigón armado como elementos
portantes y sustituir el esquema de vigas de los forjados por losas macizas, suprimiendo de
esta manera los pilares y las vigas, en un esquema mucho más sugerente y novedoso. Este
sistema tuvo que ser aprobado por las Autoridades de la Edificación, lo que no resultó sencillo,
pero una vez terminado el edificio fue muy apreciado, y aún hoy representa uno de los
ejemplos más claros de relación entre arquitectura, ingeniería y construcción. La dedicación
de Ove Arup al “Diseño Total” es probablemente su mayor contribución a nuestra profesión
en particular, y a la sociedad en general. Ya sea refiriéndose a la integración del diseño y la
construcción, al lugar de la estructura en la arquitectura, al lugar de la arquitectura en la
sociedad o al impacto de la tecnología moderna en la sociedad, Ove aporta su sabiduría para
abordar estas cuestiones con una claridad y una integridad que han sido ejemplo para todos
nosotros
 Felix Samuely: Ove Arup dijo: Poco a poco me fui dando cuenta de que su acercamiento
[el de Samuely] al diseño estructural era en cierto modo diferente al mío. Él era un típico
ingeniero profesional; su principal interés se centraba en diseñar una estructura que realizara
su función con el mínimo empleo de material posible, aplicando en ello su considerable
conocimiento de las teorías estructurales, en el cual tenía una gran fe. Para mí el aspecto
importante del proyecto era el coste y la validez del conjunto; el diseño, los materiales y la
construcción. Mi primera pregunta era: ¿Cómo podemos construir esto mejor? La suya era:
¿Cómo puedo hacer una estructura elegante con el mínimo material? Las dos preguntas no
coinciden necesariamente. En cierta medida las apreciaciones de Arup son correctas, y
Samuely estaba verdaderamente interesado en la idea de mínima estructura, trabajando en
estructuras que llevaban al límite las capacidades de los materiales, mientras Arup estaba
más preocupado por el proceso constructivo y su idea del “Diseño Total”. Sin embargo, ambos
compartían el interés en colaborar con arquitectos y dedicaron su trabajo a este objetivo
común. En este sentido, para Samuely el aspecto fundamental consistía en la adecuación y
adaptación de la estructura al concepto arquitectónico, definiendo conjuntamente arquitecto
e ingeniero la forma de un proyecto determinado: La forma de la estructura es decidida por el
arquitecto y el ingeniero, y no existe una ley natural que dicte cuál es la posición de la
estructura en el espacio. Además de su esfuerzo por establecer una fructífera colaboración
con los arquitectos, la otra gran contribución de Samuely es la exploración y desarrollo de
nuevas formas arquitectónicas, que se vio favorecida gracias a sus amplios conocimientos en
las nuevas tecnologías y materiales. En este campo fue pionero en el desarrollo de
estructuras espaciales y de losas plegadas en hormigón, acero y madera. La contribución de
Samuely a las estructuras de hormigón armado es menos clara, puesto que los primeros
proyectos importantes que realizó utilizando este material fueron durante su estancia en Kiers
con Ove Arup, trabajando en el proyecto de la piscina para pingüinos del zoo de Londres, en
la misma época en la que se estaba también realizando el proyecto de Highpoint One.

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