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Bjarke Ingels y el darwinismo arquitectónico.

BIG Bjarke Ingels Group

Su proceso de trabajo se caracteriza por un riguroso ejercicio de análisis en combinación


con la experimentación espacial y formal. El resultado de ello son obras, que si bien son
socialmente responsables, también exponen innovadoras y sensibles soluciones formales.

Revolución versus Evolución


Si bien, el trabajo de BIG se levanta contra las convenciones modernas, más allá de ser
revolucionario, su trabajo es evolutivo, ya que se desarrolla a partir de la adaptación y la
improvisación, conceptos que el mismo Ingels considera son fundamentales para generar
verdaderos cambios en el mundo. De esta manera, el trabajo de de BIG se lleva a cabo
conciliando todas las necesidades y coyunturas que condicionan un proyecto, adaptando
en ese mismo proceso la forma del diseño.
El Modelo Evolutivo
El particular método de trabajo de Bjarke Ingels parte en gran medida de un modelo
evolutivo basado en las teorías de Charles Darwin, en el que ni las especies más grandes ni
las más fuertes son las que sobreviven, sino las que se adaptan más fácilmente a los
cambios. Para llevar este modelo al ámbito de la arquitectura, él hace un paralelo entre el
árbol de la vida de las especies y el diagrama de organización de un edificio, que ya en la
práctica, poco a poco se va conformando con todas las ideas que van surgiendo a lo largo
del proceso creativo.
Proceso de diseño
En cada reunión de trabajo se emiten muchas ideas, de las que sólo las mejores o las más
adecuadas son utilizadas para la solución final del proyecto. Para llegar a la solución final se
lleva a cabo un organigrama que, como el diagrama de evolución de las especies se
ramifica, indicando las diversas ideas, aún las que se alejan del objetivo final de la obra.
Todas las ideas que surgen durante el proceso creativo son plasmadas en un organigrama,
no se desecha nada, ya que las ideas que no funcionan en un proyecto pueden ser
reutilizadas en otros con requerimientos y usos diferentes. De esta manera, todos los
proyectos y todas las maquetas que se desarrollan en el despacho se conservan a manera
de memoria.

La responsabilidad social
Bjark Ingels dice que la función del arquitecto es renovar la superficie del mundo para
lograr una sociedad mejor, lo que se refleja en sus proyectos, que si bien derivan de la
experimentación formal, y en muchos casos rompen o se combinan con algunos de los
modelos urbanos establecidos como las manzanas o bloques suburbanos, plantean
soluciones socialmente responsables, que parten de la idea de aceptar el mundo como se
presenta, trasladando sus ecos a una arquitectura que propone mejorar la realidad
existente.

Aunque la imagen de sus proyectos es muy lúdica y espontánea, todos ellos son el
resultado de intensos estudios formales y procesos de investigación que más que centrarse
en la búsqueda de un estilo tratan de dar respuesta a las cuestiones actuales. En ese
sentido, uno de los grandes desafíos del despacho es reorganizar el entorno físico para
mejorar la calidad de vida de sus habitantes, postura que incluye todo tipo de proyectos,
tanto los residenciales, como las fábricas, centros culturales y de entretenimiento, etc.

Un toque de humor
Una de las principales características del trabajo de BIG es que siempre tiene un toque de
humor. La actitud del despacho frente a los viejos prejuicios desdramatiza el proceso
creativo que se traduce en una arquitectura lúdica y fresca que invita tanto a los usuarios
como a los espectadores a participar en ella.

Una de las mejores estrategias de BIG para que la gente pueda participar de la arquitectura
y comprender su lenguaje es el Archicomic una publicación en la que cuentan historias con
la arquitectura mediante el recurso del comic y la personificación de diversos edificios.

Así también, para llevar la arquitectura a diferentes públicos, han recurrido a nuevos y
diferentes canales de comunicación como los videos experimentales y demostrativos que
han subido al portal Youtube.

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