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Universidad del Turabo

Escuela de Educación
Programa de Estudios Graduados
Gurabo, Puerto Rico

Construccionismo Social
Preparado por Isamari Cruz

EDUC 814
Prof. N.E. Marini
5 de septiembre de 2009
“If you grow up in the South Bronx today or in south-central Los
Angeles or Pittsburgh or Philadelphia, you quickly come to
understand that you have been set apart and that there’s no will
in this society to bring you back into the mainstream. The kids
have eyes and they can see, and they have ears and they can
hear. Kids notice that no politicians talk about this. Nobody says
we’re going to make them less separate and more equal. Nobody
says that.”
Jonathan  Kozol  

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Construccionismo social

A través de los siglos los filósofos, sociólogos, psicólogos,

educadores y otros pensadores, han debatido sobre como el

hombre aprende, crece y se realiza. Muchas filosofías, enfoques

y posturas han surgido como efecto de estos juicios brindando

varias vertientes para encaminar el proceso educativo. Las

filosofías han evolucionado unas de otras y en otros casos han

surgido de eventos mayores o catarsis sociales que exigen una

respuesta. El construccionismo social es una filosofía pedagógica

que insiste en que la crisis contemporánea puede ser

efectivamente atacada por una política radical educacional y un

programa de acción de igual índole (Ortíz, 2003).

El construccionismo social tomó auge durante la Gran

Depresión, justo cuando la escuela progresista gozaba de

popularidad en el campo de educación. Sin embargo, algunos

activistas así como unos pocos educadores progresistas

denuncian que la educación transmitida por John Dewey y su

escuela atendía las necesidades de la clase media. Este grupo

resaltaba que la escuela de Dewey y la visión progresista era

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una educación centrada en el niño no en la realidad social de la

época. Este grupo de educadores y activistas, señalaban que la

educación debía ser centrada en la sociedad, de manera que

buscara crear reformas sociales que atendieran los asuntos

vigentes creados por las guerras, las enfermedades, la pobreza y

la crisis fiscal.

Estos eventos impactaron la realidad social del momento.

Las guerras crearon desorden social y emocional al igual que

trastornos económicos que requirió a muchos un periodo largo

de tiempo, para estabilizarse. Theodore Brameld en respuesta a

las realidades de vida surgidas en la Segunda Guerra Mundial

fundó el movimiento del construccionismo social. Estuvo

influenciado por la filosofía de John Dewey, quien acuño el

término en 1920. Brameld afirmó que la escuela era una fuerza

poderosa para lograr cambios sociales y políticos en la sociedad.

Por eso, los maestros así como los estudiantes no sólo deben

tomar posturas, sino ser ellos mismos agentes de cambio para

mejorar la sociedad. Para Theodore Brameld, el tomar una

postura neutral equivale a una buscar una afirmación científica y

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no es adecuado para un proceso democrático. Es por eso que

los maestros deben medir su responsabilidad social dentro del

proceso educativo (Ornstein and Hunkins, 2004).

En línea con el trabajo de Theodore Brameld, George

Counts promovió la educación como el medio para preparar a las

personas a crear un nuevo orden social. Counts, en 1932, urgió

a los educadores progresistas a considerar los problemas

sociales y económicos de la era y a usar la escuela para reformar

la sociedad. Les instó a resistir los patrones de imposición y

adoctrinamiento buscando retar la visión del destino de la

humanidad. Para George Counts la escuela debe atender asuntos

sociales como el racismo, la discriminación social, la pobreza y el

desempleo, los cuales a su entender, no fueron atendidos por la

educación progresiva.

Otros proponentes fueron surgiendo entre ellos, Jonathan

Kozol, Christopher Jencks y Alvin Toffler. Estos promovieron el

diseño de un currículo con énfasis en el pluralismo cultural, la

equidad y el futurismo. Este currículo transmite al estudiante

amor y aprecio por la vida en un mundo compuesto por muchas

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naciones. Según estos tres educadores y activistas un programa

educativo debe:

1. Examinar de forma crítica la herencia cultural de una


sociedad al igual que la de una civilización completa.

2. No temer a los asuntos medulares y controversiales.

3. Comprometerse, deliberadamente, a lograr un cambio


social y constructivo.

4. Cultivar una actitud de planificación del futuro


considerando las realidades actuales del mundo.

5. Reclutar estudiantes y maestros en un programa definido


para mejorar el proceso de renovación cultural y fomentar
el interculturalismo.

Los construccionistas sociales no se enfocan en el

aprendizaje individual, se interesan en la manera que se

construye el conocimiento público en disciplinas como las

ciencias, matemáticas, economía o historia. (Goodson, 1995)

Están interesados en la forma en que las ideas del sentido

común, las creencias cotidianas y los conocimientos comunes

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acerca del mundo se comunican a los nuevos miembros de un

grupo sociocultural (Woolfolk, 2006).

La construcción social es la vía para reclamar una

educación que permita libremente el desarrollo intelectual y

académico, evitando hacer la misma un proceso de

adoctrinamiento. Los maestros deben actuar como intelectuales

reflexionando sobre la vida e invitando a los estudiantes a

reflexionar. Maestros dirigidos a enseñar las materias más allá

de lo que las pruebas estandarizadas declaran como importante

(Pinar, 2004).

El construccionismo social al igual que otras filosofías

cuentan con supuestos que sostienen la misma. A continuación

sus seis supuestos:

1. La educación debe comprometerse aquí y ahora con la


creación de un nuevo orden social que alcance los valores
básicos de nuestra cultura y al mismo tiempo armonice
con las fuerzas sociales y económicas del mundo moderno.

2. La nueva sociedad debe ser una democracia genuina,


cuyas instituciones mayores así como sus recursos sean
controlados por la propia gente.

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3. El niño, la escuela y la educación son condicionados
ineludiblemente por fuerzas sociales y fuerzas culturales.

4. El maestro debe convencer a sus alumnos de la validez


y la urgencia de una reconstrucción, siempre promoviendo
procesos democráticos.

5. Los medios y fines de la educación deben cumplir con


las demandas de la crisis cultural presente y en acuerdo
con las conclusiones presentadas por las ciencias sociales.

6. Su punto de partida es el lenguaje, no la mente del


individuo ni el mundo exterior, sino la interacción social.

La escuela construccionista se caracteriza por un currículo

en el cual el conocimiento académico, la subjetividad y la

sociedad están unidos de forma inseparable. El currículo según

esta filosofía educativa se enfoca en la experiencia del estudiante

y en la toma de acción social a problemas reales. Problemas

reales tales como la violencia, el hambre, el terrorismo

internacional, la inflación, y la inequidad. El estudiante debe ser

capaz de desarrollar estrategias que le permitan lidiar con

asuntos controvertibles, el cuestionamiento de ideas, el diálogo y

el manejo de múltiples perspectivas. Materias académicas como

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la literatura y los estudios sociales pueden brindar espacio para

este desarrollo. El estudiante busca soluciones a los problemas

“thinking out of the box”. Algunas estrategias recomendadas

para implantar este currículo son el aprendizaje basado en

comunidades, los PBL (Project-based learning), la discusión de

temas reales trayendo el mundo a la sala de clases. (Ornstein

and Hunkins, 2004)

Todas las filosofías educativas aportan, en diferentes

niveles, al proceso educativo. Muchas de ellas han dejado

huellas que pueden ser percibidas hoy en nuestras salas de

clases. El construccionismo social al igual que el constructivismo

no han podido invadir nuestras escuelas a pesar de sus

beneficios educativos y sociales. Nuestra sociedad está en una

crisis social que muestra sus ramificaciones en la criminalidad, la

violencia, el debilitamiento de la estima de sus ciudadanos, las

diferencias en clases sociales, el desajuste fiscal, la división de

las familias, etc.

El construccionismo social tiene una visión de restauración

y orden social como medio de crear una mejor calidad de vida

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entre los ciudadanos. Una visión que choca con las altas esferas

sociales o las visiones controladas por los grandes intereses. La

desigualdad garantiza que un grupo pequeño controle riquezas.

La ignorancia garantiza que un grupo limitado promueva

mentiras como verdades y la mediocridad como suficiente.

Las escuelas deben crear conciencia social atendiendo las

necesidades y dolencias que aquejan a la sociedad actual. Los

parámetro generales no siempre son aplicables a las realidades

sociales de un pueblo en específico. La escuela es el medio de

desarrollo por el cual pasan los miembros de una sociedad. Es el

medio de crear ideas, soluciones, restauraciones,

descubrimientos creados por estudiantes y maestros con actitud

reflexiva, activa y de profunda indagación. El proceso esencial no

es señalar los problemas que nos aquejan sino mediar para

solucionar los mismos. La escuela es ese centro vital para hacer

de nuestra sociedad una mejor.

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Bibliografía

Goodson, I. (1995). Historia del Currículum: La construcción


social de las disciplinas escolares. Barcelona: Ediciones
Pomares.

Ornstein, A. & Hunkins, F. (2004). Curriculum Foundations,


Principles and Issues. Boston, Massachussetts: Pearson
Education.

Ortíz, A. (2003). Diseño y Evaluación Curricular. Río Piedras:


Editorial Edil.

Pinar, W. (2004). What is curriculum theory? New


Jersey:Lawrence Erlbaum Associates.

Woolfolk, A. (2006) Psicología Educativa. México : Prentice Hall.

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