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LOS PRINCIPIOS DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

Cada vez que cada uno de nosotros vamos a una entidad pública a efectos de conseguir alguna
licencia, autorización o certificado para poner o constituir alguna empresa, estamos poniendo en
marcha el procedimiento administrativo.

Este procedimiento administrativo está compuesto por etapas, requisitos, reglas y plazos, pero
¿Qué hacer ante la acción o inacción del funcionario público o ante el abuso o arbitrariedad de
mismo en perjuicio de nosotros? Esta pregunta se la hizo el legislador no solo normando las etapas,
requisitos, reglas y plazos, sino también plasmo normativamente reglas o principios rectores que se
aplican al procedimiento administrativo.

Estos principios están contemplados en la ley 27444, que es la ley de procedimiento administrativo
general, en la parte del título preliminar. Cabe mencionar que esta lista que se presenta a
continuación no es una lista cerrada, sino abierta, debido a que la sociedad está en continuo
movimiento y evolución.

Estos principios son:

 PRINCIPIO DE LEGALIDAD

“Las autoridades administrativas deben actuar con respeto a la Constitución, la ley y al derecho,
dentro de las facultades que le estén atribuidas y de acuerdo con los fines para los que les fueron
conferidas.”

Es decir, cada funcionario público debe limitar su actuación a lo señalado en la constitución y la ley,
de no hacerlo, sea esto por acción o omisión, estaríamos ante faltas administrativas, civiles y
penales.

 PRINCIPIO DEL DEBIDO PROCEDIMIENTO

“Los administrados gozan de todos los derechos y garantías inherentes al debido procedimiento
administrativo, que comprende el derecho a exponer sus argumentos, a ofrecer y producir pruebas
y a obtener una decisión motivada y fundada en derecho. La institución del debido procedimiento
administrativo se rige por los principios del Derecho Administrativo. La regulación propia del
Derecho Procesal Civil es aplicable sólo en cuanto sea compatible con el régimen administrativo”

Este principio es similar al que existe en el proceso jurisdiccional, no por el hecho que la
administración pública tenga el iusimperium tienen que estar desprotegidos los administrados,
estos poseen derechos como el derecho a exponer sus argumentos, a ofrecer y producir pruebas y
a obtener una decisión motivada y fundada en derecho. Si no se respetan dichos derechos se podría
cuestionar dicho procedimiento administrativo.

 PRINCIPIO DE IMPULSO OFICIO


“Las autoridades deben dirigir e impulsar de oficio el procedimiento y ordenar la realización o
práctica de los actos que resulten convenientes para el esclarecimiento y resolución de las
cuestiones necesarias”.

 PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD

“Las decisiones de la autoridad administrativa, cuando creen obligaciones, califiquen


infracciones, impongan sanciones, o establezcan restricciones a los administrados, deben
adaptarse dentro de los límites de la facultad atribuida y manteniendo la debida proporción entre
los medios a emplear y los fines públicos que deba tutelar, a fin de que respondan a lo
estrictamente necesario para la satisfacción de su cometido.”

Este principio implica que la facultad que tiene el funcionario público de calificar infracciones,
imponer sanciones o limitación a los administrados debe ser proporcionar a la infracción cometida,
a los daños cometidos, a la gravedad de la conducta , entre otros parámetros, como ejemplo por
una infracción leve no se debe imponer una sanción grave.

 PRINCIPIO DE IMPARCIALIDAD

“Las autoridades administrativas actúan sin ninguna clase de discriminación entre los
administrados, otorgándoles tratamiento y tutela igualitarios frente al procedimiento,
resolviendo conforme al ordenamiento jurídico y con atención al interés general.”

Es decir los administrados deber ser tratados y tutelados por igual, no se puede hacer distinciones
por razones de sexo, condición económicas y otras, no hacerlo implicaría ir en contra de lo señalado
en la Constitución, siendo pasible el funcionario público de las responsabilidades civiles,
administrativas y penales.

 PRINCIPIO DE INFORMALISMO

“Las normas de procedimiento deben ser interpretadas en forma favorable a la admisión y


decisión final de las pretensiones de los administrados, de modo que sus derechos e intereses no
sean afectados por la exigencia de aspectos formales que puedan ser subsanados dentro del
procedimiento, siempre que dicha excusa no afecte derechos de terceros o el interés público.”

En todo procedimiento administrativo existe la posibilidad de que el administrado cometa errores


en el procedimiento iniciado, los mismos que pueden ser subsanados.

 PRINCIPIO DE PRESUNCION DE VERACIDAD

“En la tramitación del procedimiento administrativo, se presume que los documentos y


declaraciones formulados por los administrados en la forma prescrita por esta Ley, responden a
la verdad de los hechos que ellos afirman. Esta presunción admite prueba en contrario.”
Una de las facultades de la administración es poder fiscalizar posteriormente la documentación
presentada por el administrado, en el caso de que sea falso puede la administración denunciarlo en
la vía penal, independientemente de las sanciones administrativas y civiles.

 PRINCIPIO DE CONDUCTA PROCEDIMENTAL

“La autoridad administrativa, los administrados, sus representantes o abogados y, en general,


todos los partícipes del procedimiento, realizan sus respectivos actos procedimentales guiados por
el respeto mutuo, la colaboración y la buena fe. Ninguna regulación del procedimiento
administrativo puede interpretarse de modo tal que ampare alguna conducta contra la buena fe
procesal.”

Este principio se debe entender en el sentido que los administrados deben adecuar su
comportamiento al respeto mutuo, la colaboración y la buena fe, evitando la mala fe, el
entorpecimiento o la falta de respeto en las etapas en que se desarrolla el procedimiento
administrativo.

 PRINCIPIO DE CELERIDAD

“Quienes participan en el procedimiento deben ajustar su actuación de tal modo que se dote al
trámite de la máxima dinámica posible, evitando actuaciones procesales que dificulten su
desenvolvimiento o constituyan meros formalismos, a fin de alcanzar una decisión en tiempo
razonable, sin que ello releve a las autoridades del respeto al debido procedimiento o vulnere el
ordenamiento.”

Al igual que en proceso judicial donde se indica que justicia que tarda no es justicia, en el
procedimiento administrativo se debe de desarrollar dentro de un plazo razonable, evitando
actuaciones de ,mala fe por parte de las partes.

 PRINCIPIO DE EFICACIA

“Los sujetos del procedimiento administrativo deben hacer prevalecer el cumplimiento de la


finalidad del acto procedimental, sobre aquellos formalismos cuya realización no incida en su
validez, no determinen aspectos importantes en la decisión final, no disminuyan las garantías del
procedimiento, ni causen indefensión a los administrados.

En todos los supuestos de aplicación de este principio, la finalidad del acto que se privilegie sobre
las formalidades no esenciales deberá ajustarse al marco normativo aplicable y su validez será
una garantía de la finalidad pública que se busca satisfacer con la aplicación de este principio.”

La eficacia implica llegar a un objetivo previamente establecido, aun si existen formalismos cuya
realización no incida en su validez, este términoestá vinculado al término eficiencia, que es realizar
un objetivo previamente establecido al menor tiempo y costo posible.

 PRINCIPIO DE VERDAD MATERIAL


“En el procedimiento, la autoridad administrativa competente deberá verificar plenamente los
hechos que sirven de motivo a sus decisiones, para lo cual deberá adoptar todas las medidas
probatorias necesarias autorizadas por la ley, aun cuando no hayan sido propuestas por los
administrados o hayan acordado eximirse de ellas.

En el caso de procedimientos trilaterales la autoridad administrativa estará facultada a verificar


por todos los medios disponibles la verdad de los hechos que le son propuestos por las partes, sin
que ello signifique una sustitución del deber probatorio que corresponde a éstas. Sin embargo, la
autoridad administrativa estará obligada a ejercer dicha facultad cuando su pronunciamiento
pudiera involucrar también al interés público.”

La búsqueda de la verdad sea en una instancia administrativa o jurisdiccional está vinculada a los
hechos que se pueden probar, por eso dichos hechos deben de ser verificados plenamente, incluso
de oficio en caso de procedimientos trilaterales.

 PRINCIPIO DE PARTICIPACION

“Las entidades deben brindar las condiciones necesarias a todos los administrados para acceder
a la información que administren, sin expresión de causa, salvo aquellas que afectan la intimidad
personal, las vinculadas a la seguridad nacional o las que expresamente sean excluidas por ley; y
extender las posibilidades de participación de los administrados y de sus representantes, en
aquellas decisiones públicas que les puedan afectar, mediante cualquier sistema que permita la
difusión, el servicio de acceso a la información y la presentación de opinión.”

Este principio está relacionado con el derecho al acceso a la información pública, que solo está
limitado a la intimidad personal, las vinculadas a la seguridad nacional o las que expresamente sean
excluidas por ley.

 PRINCIPIO DE SIMPLICIDAD

“Los trámites establecidos por la autoridad administrativa deberán ser sencillos, debiendo
eliminarse toda complejidad innecesaria; es decir, los requisitos exigidos deberán ser racionales y
proporcionales a los fines que se persigue cumplir.”

Se debe eliminar requisitos engorrosos e inútiles, debiendo contemplarse solo requisitos racionales
y proporcionales para conseguir el acto administrativo requerido.

 PRINCIPIO DE UNIFORMIDAD

El articulo IV numeral 1.14 de la ley 27444 dice: “La autoridad administrativa deberá establecer
requisitos similares para trámites similares, garantizando que las excepciones a los principios
generales no serán convertidos en la regla general. Toda diferenciación deberá basarse en
criterios objetivos debidamente sustentados.”

Ante trámites similares se deben exigir requisitos similares, en base a criterios objetivos, no hacerlo
iría en contra de derecho procesal administrativo.
 PRINCIPIO DE PREDICTIBILIDAD

El articulo IV numeral 1.15 de la ley 27444 dice:”La autoridad administrativa deberá brindar a los
administrados o sus representantes información veraz, completa y confiable sobre cada trámite,
de modo tal que a su inicio, el administrado pueda tener una conciencia bastante certera de cuál
será el resultado final que se obtendrá.”

Este principio implica que un administrado puede predecir si su trámite va a tener o no éxito, incluso
la figura de los precedentes de observancia obligatoria tiene relevancia en este aspecto.

 PRINCIPIO DE PRIVILEGIOS DE CONTROLES POSTERIORES

El articulo IV numeral 1.16 de la ley 27444 dice:”La tramitación de los procedimientos


administrativos se sustentará en la aplicación de la fiscalización posterior; reservándose la
autoridad administrativa, el derecho de comprobar la veracidad de la información presentada, el
cumplimiento de la normatividad sustantiva y aplicar las sanciones pertinentes en caso que la
información presentada no sea veraz.”

No por el hecho de presentar documentos adjuntos a una solicitud en un trámite administrativo se


considera que dichos documentos son auténticos o acordes con el trámite, la entidad tiene la
facultad de comprobar la veracidad de la información presentada, el cumplimiento de la
normatividad sustantiva y aplicar las sanciones pertinentes en caso de incumplimiento, inclusive
denunciar este hecho en la vía penal.

A modo de conclusión, diremos que estos principios nos ilustran de manera interpretativa para
resolver cuestiones que quizás no este contemplada en las normas, o ante normas confusas o
ambiguas y son aplicables no solo al procedimiento administrativo general, sino también a los
procedimientos especiales administrativos, a efectos de conseguir el tan ansiado acto
administrativo.

FORMAS DE CONCLUSIÓN DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO


La finalidad de los procedimientos administrativos es la de satisfacer las necesidades e intereses de
los administrados, quienes buscan a través del procedimiento que se les conceda o reconozca un
derecho, como el otorgamiento de una licencia, la entrega de información solicitada, la resolución
de un recurso, etc.

De esta manera, el procedimiento administrativo debería concluir con la resolución o el acto del
funcionario competente que resuelve la solicitud o recurso del administrado, concediendo o
denegando el derecho invocado. Sin embargo, esto no siempre es así, pues existen otras situaciones
que ponen fin al procedimiento administrativo sin que se emita un pronunciamiento sobre la
solicitud o recurso del administrado.

El procedimiento administrativo puede concluir de varias maneras. La Ley del Procedimiento


Administrativo General, regula las siguientes formas de conclusión: la resolución que se pronuncia
sobre el fondo de la solicitud o recurso; el silencio administrativo positivo, el silencio administrativo
negativo; el desistimiento; la declaración de abandono; los acuerdos adoptados como consecuencia
de conciliación o transacción extrajudicial que tengan por objeto poner fin al procedimiento y la
prestación efectiva de lo solicitado a conformidad del administrado en caso de petición graciable.

A continuación, analizaremos cada una de estas formas de conclusión y veremos cuáles son las
condiciones para que operen y cuáles son sus efectos.

 RESOLUCION SOBRE EL FONDO

Podríamos decir que ésta es la forma natural por la que deberían concluir los procedimientos
administrativos. La resolución sobre el fondo implica que el funcionario competente ha evaluado la
solicitud o el recurso del administrado y ha emitido un pronunciamiento a favor o en contra del
administrado.

Al respecto, la Ley señala que la resolución que pone fin al procedimiento debe contener los
requisitos de validez del acto administrativo. Asimismo, si se trata de un procedimiento a solicitud
del administrado, la resolución se debe pronunciar sobre todos los puntos solicitados.

 EL SILENCIO ADMINISTRATIVO POSITIVO

En un informe anterior hemos tratado el tema del silencio administrativo, y en aquella ocasión
señalamos que el silencio administrativo funciona como una presunción en sentido positivo o
negativo de la solicitud presentada por el administrado, atribuyendo un significado a la ausencia de
pronunciamiento expreso por parte de la entidad encargada del procedimiento. Así, la finalidad del
silencio administrativo es la de proteger al administrado de la demora o la inacción de los
funcionarios públicos.

Cuando opera el caso del silencio administrativo positivo, el administrado puede considerar
concedido su pedido o solicitud cuando transcurre el plazo previsto sin que el funcionario encargado
del procedimiento emita su pronunciamiento.
De esta manera, el silencio administrativo positivo pone fin al procedimiento concediendo al
administrado su solicitud o recurso.

 EL SILENCIO ADMINISTRATIVO NEGATIVO

En su sentido negativo, el silencio administrativo también pone fin al procedimiento cuando le


atribuye a la inacción del funcionario encargado el sentido desfavorable a la solicitud o recurso del
administrado, quien podrá considerar denegado su pedido e iniciar las acciones necesarias para
cuestionar dicha denegatoria.

 EL DESISTIMIENTO

El desistimiento opera únicamente en los procedimientos iniciados a solicitud de parte, en los que
el titular de la pretensión es el administrado. En estos casos, el administrado puede desistirse de su
solicitud o recurso cuando lo considere pertinente.

Existen dos formas de desistimiento:

El Desistimiento del Procedimiento:

Se produce cuando el administrado se desiste de continuar con el procedimiento iniciado, pero


conservando el derecho a iniciar otro procedimiento con la misma pretensión.

También es posible desistirse de actos específicos antes de que éstos hayan producido efectos.

Cuando se formule el desistimiento de un recurso administrativo, que se deberá realizar antes de


que se notifique la resolución final en la instancia, esto determinará que la resolución impugnada
quede firme, salvo que otros administrados se hayan adherido al recurso, en cuyo caso sólo tendrá
efecto para quien lo formuló.

El Desistimiento del Pretensión:

En este caso, el administrado se desiste de su pedido o solicitud, de tal manera que este
desistimiento no sólo genera que el procedimiento concluya, sino también, que el administrado
quede impedido de iniciar otro procedimiento por la misma pretensión.

Como regla general, el desistimiento sólo afectará a quien lo hubiera formulado, de tal manera que
si se tratara de un procedimiento en el que existe pluralidad de administrados, el desistimiento
formulado por uno de ellos sólo afectará los intereses de éste, continuando el procedimiento con
respecto a los demás.

Para formular el desistimiento no se exige mayor formalidad que la de hacerlo por cualquier medio
que permita su constancia y señalando su contenido y alcance, señalando si se trata de un
desistimiento de la pretensión o del procedimiento. Si no se indicara expresamente, se considerará
que se trata de un desistimiento del procedimiento.
El desistimiento puede formularse en cualquier momento antes de que se notifique la resolución
que pone fin a la instancia.

Asimismo, el funcionario encargado podrá continuar con el procedimiento si considera que podrían
afectarse derechos de terceros o de interés general.

 ABANDONO DEL PROCEDIMIENTO

A diferencia del desistimiento, el abandono del procedimiento no conlleva una actuación del
administrado, sino todo lo contrario, el abandono del procedimiento se produce por una inacción
del administrado.

En efecto, el abandono se produce cuando al interior del procedimiento el administrado no cumple


con realizar un acto de impulso al que se encuentra obligado.

Por ejemplo, en un procedimiento de registro de marca, el administrado está obligado a efectuar la


publicación de la solicitud dentro de los tres meses siguientes a la fecha en la que se ordena la
publicación. Si el administrado incumple con efectuar la publicación dentro de dicho plazo, el
procedimiento se declarará en abandono.

El efecto de la declaración de abandono es que el procedimiento concluye sin pronunciamiento


sobre el fondo, por lo que el administrado deberá iniciar nuevamente el procedimiento.

De manera general para cualquier procedimiento administrativo, el artículo 191º de la Ley señala
que cuando el administrado incumpla algún trámite que le hubiera sido requerido que produzca su
paralización por treinta días, la autoridad de oficio o a solicitud del administrado declarará el
abandono del procedimiento.

 LA CONCILIACIÓN

En los procedimientos trilaterales, en los que existen intereses contrapuestos de dos o más
administrados, es posible que el procedimiento culmine como consecuencia del acuerdo
conciliatorio al que lleguen las partes.

Por ejemplo, en un procedimiento de denuncia por protección al consumidor, es posible que el


denunciante y el denunciado lleguen a un acuerdo en el que resuelvan el conflicto. En virtud de este
acuerdo, ya no sería necesaria la emisión de una resolución por parte del funcionario encargado.

 LA TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL
Deberíamos referirnos en realidad a la transacción fuera del procedimiento y no extrajudicial. En
todo caso, se trata del acuerdo transaccional al que pueden llegar las partes en un procedimiento
administrativo trilateral.

Pero, a diferencia de la conciliación, la transacción se da fuera del procedimiento administrativo.


Aunque los efectos son los mismos, el procedimiento culmina sin la necesidad de un
pronunciamiento por parte del funcionario encargado.

 PRESTACIÓN EFECTIVA DE LO SOLICITADO A CONFORMIDAD DEL ADMINISTRADO EN


CASO DE PETICIÓN GRACIABLE

En este punto es necesario explicar a qué se refiere la Ley con los casos de “petición graciable”.

El derecho a formular peticiones graciables está regulado por el artículo 112º de la Ley y contempla
la posibilidad de que el administrado solicite al titular de la entidad competente la emisión de un
acto sujeto a su discrecionalidad o a su libre apreciación, o prestación de un servicio cuando no
cuenta con otro título legal específico que permita exigirlo como una petición en interés particular.

Es decir, que los administrados tienen derecho a formular peticiones que no están contempladas en
procedimientos administrativos regulados por el TUPA de la entidad correspondiente. Y tienen
derecho a que el funcionario competente evalúe su petición y la concede o la deniegue.

Al respecto, la Ley señala que en estos casos no es necesario que el funcionario competente emita
una resolución o pronunciamiento sobre la petición del administrado, sino que bastará con que la
conceda de manera efectiva, según la solicitud, dándose por concluido el procedimiento.

En este punto es necesario explicar a qué se refiere la Ley con los casos de “petición graciable”.

El derecho a formular peticiones graciables está regulado por el artículo 112º de la Ley y contempla
la posibilidad de que el administrado solicite al titular de la entidad competente la emisión de un
acto sujeto a su discrecionalidad o a su libre apreciación, o prestación de un servicio cuando no
cuenta con otro título legal específico que permita exigirlo como una petición en interés particular.

Es decir, que los administrados tienen derecho a formular peticiones que no están contempladas en
procedimientos administrativos regulados por el TUPA de la entidad correspondiente. Y tienen
derecho a que el funcionario competente evalúe su petición y la concede o la deniegue.

Al respecto, la Ley señala que en estos casos no es necesario que el funcionario competente emita
una resolución o pronunciamiento sobre la petición del administrado, sino que bastará con que la
conceda de manera efectiva, según la solicitud, dándose por concluido el procedimiento.

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