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5. MODELOS NUCLEARES
5.1 Introducción
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Versión preliminar 20/04/04
Tal vez uno de los primeros modelos nucleares fue el propuesto por H. Bethe en
1935. En este modelo se considera que si se desprecian las fuerzas entre pares de
nucleones y se toma en cuenta una fuerza promedio sobre cada nucleón representada
por el hecho de que todos estos están contenidos en una esfera de volumen Ω y radio R
= r0 A1/3, entonces el núcleo puede tratarse como un gas cuántico.
Hay que notar que un gas cuántico de fermiones tiene propiedades muy distintas
a las de un gas clásico. En un gas clásico real las interacciones entre partículas crecen
en importancia a medida que se baja la temperatura a presión constante. Por lo tanto el
comportamiento del sistema se aparta cada vez más del comportamiento de un gas ideal.
En el caso del gas de Fermi, en cambio, todos los niveles más bajos están ocupados. De
esta manera, la transferencia de energía y momento entre partículas, que son una
consecuencia normal de las fuertes fuerzas de interacción existentes entre partículas,
están prohibidas por el principio de exclusión de Pauli. Consecuentemente, a bajas
temperaturas el sistema tiende a comportarse como un gas cuántico ideal. Este hecho da
una justificación para despreciar la interacción entre partículas en este tipo de modelo.
Para calcular la distribución de partículas vamos a suponer que las mismas se
encuentran encerradas en un cubo de lado a, y por lo tanto, de volumen Ω = a3. Las
soluciones de la ecuación de Schoedinger correspondiente son
k x a = mx π ; k y a = m y π ; k z a = mz π (5.2)
con mx, my, mz enteros positivos. Cada conjunto de enteros define una energía
2 2
k2
Emx my mz = ⎡kx
⎣
2
+ k y2 + k z2 ⎤⎦ = (5.3)
2M 2M
14 Ω
n=2 π m3 = 2 k 3 (5.4)
83 3π
Si se tiene un gas de Fermi con np partículas, los np estados de energía más baja
estarán llenos. Es decir, estarán ocupados aquellos estados con k ≤ kmax , donde kmax está
dado por
1/ 3
( )
k max = 3π 2 1/ 3 ⎛
⎜
⎜
np
Ω
⎞
⎟
⎟ (5.5)
⎝ ⎠
2
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2 2 2/ 3
⎛ np ⎞
EF = k 2
= ( 3π )
2 2 /3
⎜ ⎟ (5.6)
⎝Ω⎠
max
2M 2M
dn 3 n p 1/ 2
ρ (E ) = = E (5.7)
dE 2 E F3 / 2
EF
3
ε= ∫ dE E ρ ( E ) = n p E F (5.8)
0
5
1 ⎛ 9π Z ⎞ 1 ⎛ 9π N ⎞
1/ 3 1/ 3
k prot
max = ⎜ ⎟ y k neut
max = ⎜ ⎟ (5.9)
r0 ⎝ 4 A ⎠ r0 ⎝ 4 A ⎠
Si definimos
⎛ 9π ⎞
2 2/ 3
C= ⎜ ⎟ (5.10)
2 M p r02 ⎝ 4 ⎠
obtenemos
2/3 2/ 3
⎛ Z⎞ ⎛ N⎞
EFprot = C ⎜ ⎟ y EFneut = C ⎜ ⎟ (5.11)
⎝ A⎠ ⎝ A⎠
ε 3 3 −2 / 3
= ⎡ Z EF + N EF ⎤ = C 2
⎣
prot neut
⎦ ≈ 20 MeV (5.12)
A 5A 5
3
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3 C ⎡ A5/ 3 ⎤
∆ε = +(A− Z)
5 /3
Z 5 /3
− (5.13)
5 A2/ 3 ⎢⎣ 22 / 3 ⎥⎦
∆ε =
1 C 1
Aδ 2 = EFδ =0
(Z − N ) 2
(5.14)
2/3
32 3 A
M ( A, Z ) = m p Z + mn ( A − Z ) − B( A, Z ) (5.15)
donde B(A,Z) es la energía de ligadura. Tal como hemos discutido al principio de esta
sección, si suponemos que el núcleo se comporta como una gota líquida, la energía de
ligadura debe contener un término de la forma
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BV = aV A . (5.16)
BS = −aS A2 / 3 (5.17)
Ahora bien, como el núcleo tiene una carga eléctrica debe existir un término que
tome en cuenta la energía coulombiana. Para una esfera de carga Z y radio R dicha
energía esta dada por
3 Z 2e 2
EC = ∝ Z ( Z − 1) A−1/ 3 (5.18)
5 R
Luego
BC = − aC Z ( Z − 1) A−1/3 (5.19)
Ba = −a a
(N − Z )2 (5.20)
A
⎧ −a p f ( A) impar − impar
⎪
∆ ( A) = ⎨ 0 par − impar (5.21)
⎪ a f ( A) par − par
⎩ p
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Z ( Z − 1) ( N − Z ) + ∆( A)
2
B ( A, Z ) = aV A − aS A 2/3
− aC 1/ 3
− aa (5.22)
A A
Para fijar los valores de las constantes que aparecen esta formula se realiza un
ajuste a las masas determinadas experimentalmente. Un buen ajuste se obtiene con el
siguiente juego de constantes
av = 15.56 MeV
aS = 17.23 MeV
aC = 0.7 MeV (5.23)
aa = 23.29 MeV
a p = 12 MeV para f ( A) = A-1/ 2
La Ec. (5.22) permite entender, entre otras cosas, la formación del llamado valle
de estabilidad como consecuencia de la competencia entre el término coulombiano y el
de asimetría.
Es interesante observar las parábolas de masas que resultan de graficar M vs Z
para A fijo. Algunos ejemplos aparecen en la Fig. 5.1. El número de parábolas depende
de si A es par o impar. Si A es impar ∆(A) = 0 y por lo tanto hay una sola parábola. Si A
es par, entonces hay dos parábolas. Como los decaimientos β sólo conectan estados
que difieren en una unidad de carga, resulta evidente que en el primer caso sólo puede
existir un nucleido β estable por A, mientras que en el segundo puede haber dos o más
nucleidos β estables por A.
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S ( N , Z ) = B( N , Z ) − B(N − 1, Z ) (5.24)
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La aparición de estos números mágicos hizo que se volviera sobre los modelos
de partícula independiente. En verdad estos números parecen indicar que los nucleones
se mueven en un potencial promedio de manera muy semejante a la que los electrones
lo hacen alrededor del núcleo. Como es bien sabido existen átomos que son
particularmente estables: los de los gases inertes. El número de electrones de dichos
átomos es tal que justo alcanza para llenar una capa de los niveles de energía del
potencial Coulombiano. Dado que la separación en energía entre los niveles que forman
una capa es mucho menor que la existente entre dos niveles de capas diferentes, agregar
un electrón a un átomo de un gas inerte implica un costo de energía mucho mayor que el
relacionado con agregar un electrón a un átomo cuya última capa no este llena. Este el
motivo por el cuál los átomos de un gas inerte son particularmente estables.
Se comenzaron a hacer entonces diversos intentos para predecir los números
mágicos en forma teórica utilizando potenciales promedios adecuados. Resulta ser que
el orden de los niveles no depende demasiado de la forma del pozo. Algunos potenciales
que fueron utilizados debido a su simplicidad matemática son el pozo esférico y el
oscilador armónico. Para el pozo se obtienen los valores 2, 8, 18 , 20, 34, 40, 58, etc.,
mientras que para el oscilador armónico tridimensional definido por el potencial
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V ( r ) = − V0 + m ω 2 r 2 (5.25)
2
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V0 ( r ) = − V0 f ( r ) (5.26)
donde
1
f (r ) = (5.27)
1 + exp[(r − R ) / a ]
aunque las constantes que aparecen en Ec. (5.27) no necesariamente deben coincidir con
las utilizadas para definir la densidad nuclear.
En el caso atómico este tipo de término aparece como una corrección relativista
(término de Thomas). Sin embargo, una aplicación directa de dicha corrección al caso
nuclear da una contribución muy pequeña y de signo contrario al que se necesita para
reproducir los números mágicos nucleares. En el caso nuclear el término spin-órbita
proviene, en su mayor parte, de la componente spin-órbita del potencial nucleón-
nucleón. Normalmente se utiliza para Vso ( r ) la misma relación funcional con V0 que
aparece en el término de Thomas, es decir
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1 d f (r )
Vso ( r ) = V0( so) (5.29)
r dr
pero con valor a determinar para la constante V0( ) . El espectro que se obtiene se
so
muestra en la Fig.5.5.
⎧ l / 2 ; si j = l + 1/ 2
l ⋅s = ⎨ (5.30)
⎩− ( l + 1) / 2; si j = l − 1/ 2
es fácil ver que la interacción espín-órbita separa en dos todos los estados con l > 0. Por
ejemplo el estado 1p se separa en 1p1/2 y 1p3/2. La separación entre los estados
depende de V0( so ) que se ajusta para obtener los valores experimentales. Es de notar que
dado que
d f (r)
<0
dr
resulta que, para un dado valor de l, los estados con j = l − 1/ 2 tienen menor energía
que aquellos con j = l + 1/ 2 .
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Debido al principio de exclusión resulta que, al igual que en los átomos, los
núcleos de capa cerrada tienen J = 0 y simetría esférica. Por otra parte, para aquellos de
capa cerrada + 1 partícula(agujero) el J es el de la partícula o agujero en exceso. Por
ejemplo, el espín total J de los nucleidos O16, Ca40 y Pb208 (núcleos de doble capa
cerrada) es cero. Para el caso del N15 se tiene J=1/2, para O17 J=5/2, para K 39 J=3/2,
Pb207 J=1/2 y Bi 209 .J=9/2. Es de notar que el valor para el Pb207 difiere de la
predicción de la Fig.5.5. Volveremos sobre esto mas abajo.
El espín j de la última partícula puede obtenerse a partir de j = l + 1/2 o de
j = l -1/ 2 . Por lo tanto, para j fijo, ambas posibilidades difieren en ∆l = 1 y, como
consecuencia, defieren en su paridad. Es decir, que para un núcleo con una partícula
(agujero) fuera de capa cerrada la paridad de todo núcleo depende del l de la última
partícula.
El modelo de capas también da información acerca de los niveles más bajos de
los núcleos con una partícula (agujero) fuera de capa cerrada tal como se puede verificar
comparando los datos experimentales que aparecen en la Fig.5.6 con las predicciones
que se pueden obtener a partir de la Fig.5.5.
Fig.5.6: Interpretación de acuerdo al modelo de capas de los primeros niveles del O17 y del F17. Se
muestran todos lo niveles por debajo de, aproximadamente, 5 MeV. Notar que los niveles de paridad
positiva se pueden explicar en forma simple en términos de excitaciones del nucleón fuera de capa,
mientras que los niveles de paridad negativa tiene estructura más complicada. Para estos últimos se
muestra una sólo una configuración posible.
Un punto a tener en cuenta es que, en general y tal como se muestra en la
Fig.5.7, la energía de los niveles depende del número de masa A. Esto hace también
que, a medida que A crece, se produzcan algunas inversiones respecto del orden de los
estados indicados en la Fig.5.5. Esto explica la diferencia antes mencionada para el caso
del Pb207 .
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Fig.5.7: Energías de los niveles de partícula independiente en función del numero de masa A
Otra observación importante es que hay una fuerte tendencia de los nucleones de
un mismo tipo a acoplarse en pares del mismo (j, l) y m iguales en módulo pero de
signo opuesto (la interacción responsable de este comportamiento se denomina
interacción de apareamiento). Esto hace que la mayoría de los nucleidos par-par tengan
un estado con J π = 0+ como estado fundamental. En muchos casos se encuentra que los
nucleidos vecinos con N o Z impar tienen el espín total y paridad de la partícula
desapareada. Hay, sin embargo, excepciones a esta regla.
En los núcleos par-par todos los momentos magnéticos de los nucleones están
acoplados a cero, por lo tanto µ = 0. De acuerdo al modelo de capas, por lo tanto, el
momento magnético de los núcleos de A impar está dado por el nucleón desapareado. El
→
operador momento magnético µ es
→ → →
µ = gl l + g s s (5.31)
De la definición
µ = (l 1 j
)
2 m= j
µ3 ( l )
1 j
2 m= j
(5.32)
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(l )
1
j
2 m= j
= ∑ l ,l ; ,m − l
l3
1
3 2 3 j , m Yl ,l3 (θ , φ ) 12 , m−l
3
(5.33)
se puede probar que el momento magnético µ de una partícula de espín 1/2 en un estado
(l,j,m) puede expresarse como
→ →
µ = j m µ⋅ j j m ( j + 1) (5.34)
lo cual da lugar a
⎧ ⎛ 1 ⎞ gs
⎪ gl ⎜ j − 2 ⎟ + 2 j = l + 1/ 2
⎪ ⎝ ⎠
µ=⎨ (5.35)
⎪g j − 1 ( g − g ) j j = l − 1/ 2
⎪
⎩
l
2
s l
j +1
⎧ g = 5.586µ N ⎧ g = −3.826µ N
protón ⎨ s neutrón ⎨ s (5.36)
⎩gl = µ N ⎩gl = 0
Los valores de momento magnético obtenidos con las Ecs.(5.35) y (5.36) reciben el
nombre de valores de Schmidt y las curvas que representan µ vs j reciben el nombre
de líneas de Schmidt. Estas se muestran en la Fig.5.8.
Fig.5.8: Momentos magnéticos experimentales comparados con la predicción del modelo de capas
A pesar de que casi todos los valores de µ caen entre los límites dados por estas líneas
sólo unos pocos (los que están cerca de capa cerrada) caen sobre las líneas o muy cerca
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de ellas. Esto implica que en general los estados correspondientes no son estados de
partícula independiente puros.
También es posible evaluar los momentos cuadrupolares eléctricos que resultan
de la existencia de un nucleón desapareado. Se obtiene
2 j −1 2
Q=− r donde j = l ± 1/ 2 (5.37)
2j+2
Fig.5.9: Momentos cuadrupolares experimentales comparados con la predicción del modelo de capas
Las líneas llenas indican los valores que surgen de emplear la Ec. (5.37). Los datos
están dentro de los límites indicados por estas líneas excepto en las regiones 60 < Z <
80, Z > 90, 90 < N < 120 y N > 140 donde los valores experimentales resultan ser más
de un orden de magnitud mayores que los predichos por el modelo de capas.
Volveremos sobre esta discrepancia en la Sec. 5.5.
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∑ ∑V ( r )
2
A
⎛ ⎞ A
H= ⎜−
⎜ ∇ i2 ⎟⎟ + ij (5.38)
i =1 ⎝ 2m ⎠ i> j
∑ − 2m ∇ + V ( r )
A 2
⎛ ⎞
H= ⎜
2
i i ⎟+ H' (5.39)
i =1 ⎝ ⎠
donde
∑ ∑V (r )
A A
H'= V ( rij ) − i (5.40)
i> j i =1
Hemos visto que el modelo de capas nos permite predecir propiedades del
espectro de núcleos con una partícula fuera de capa cerrada. Sin embargo, si uno mira
los estados excitados de núcleos par-par es evidente que resulta muy costoso desde el
punto de vista energético crear una excitación por medio de un par partícula-agujero. Es
más eficiente realizar movimientos colectivos, que como veremos en esta sección
pueden ser de vibración o de rotación.
Consideremos primero núcleos cercanos a capa cerrada. Estos tienen una
configuración esférica por lo que no pueden rotar. En consecuencia, sólo podrán tener
modos de excitación vibracionales. Utilizando el modelo de la gota líquida es posible
modelar estas excitaciones pensando que ésta puede oscilar alrededor de su posición de
equilibrio. En general, la superficie de la gota puede expresarse en términos de
armónicos esféricos. Es decir,
∑ ∑α
⎡ ∞ λ ⎤
R(θ , φ ) = R0 ⎢1 + λµ (t )Yλµ (θ , φ )⎥ (5.41)
⎣ λ =0 µ =− λ ⎦
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Fig.5.10: Momentos multipolares con λ < 5. Como se explica en el texto sólo aquellos con λ > 1
corresponden a posibles modos de vibración nucleares
es decir que las vibraciones del núcleo se pueden describir en términos de los cinco
parámetros α 2 µ ( t ) . Suponiendo que ellos dependen del tiempo es posible obtener un
hamiltoniano del tipo
∑B α ∑C α
• 2
1 1 2
H = T +V ≈ 2µ + 2µ (5.43)
2 µ 2 µ
3 3 Z 2e2
B= A m p R02 C = 4 R0 as − (5.44)
8π 10π R0
Es posible verificar que mientras que la expresión para C conduce a resultados que están
en buen acuerdo con los valores que se extraen del análisis de los datos experimentales,
la expresión para B no lo hace. Por dicho motivo para obtener en forma teórica valores
razonables de B es necesario, en general, ir más allá de la aproximación de “fluido”
nuclear incompresible e irrotacional.
El tipo de espectro que se obtiene a partir de este modelo de vibraciones
cuadrupolares está en buen acuerdo con el espectro de estados mas bajos observado en
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ciertos núcleos par-par, como por ejemplo el Te120 cuyo espectro se muestra en la
Fig.5.11. Allí aparecen claramente los estados correspondientes a una sola excitación
cuadrupolar (primer 2+), el triplete de estados correspondientes a dos fonones
(excitaciones vibracionales) y el quintuplete de tres fonones. El estado 3- se debe
presumiblemente a una excitación octupolar.
Fig.5.11: Espectro de
bajas energías del Te120
En los núcleos con A > 100, a medida que nos alejamos de capa cerrada el tipo de
espectro cambia tal como se puede observar en la Fig.5.12
Fig.5.12: Espectros de bajas energías de núcleos par-par representativos con A > 120
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∑
2 2
J
H= k
(5.45)
2 ℑ k k
2
y entonces
2
⎛ J ( J + 1) − K 2 K 2 ⎞
EJ , K = ⎜ + ⎟ (5.47)
2 ⎝ ℑ ℑ3 ⎠
Para el estado fundamental de núcleos par-par resulta K = 0, ya que en este caso no hay
excitaciones intrínsecas. Por lo tanto,
2
EJgs = J ( J + 1) (5.48)
2ℑ
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Cada una tiene su banda rotacional asociada y da lugar al tipo de espectro que
aparece en la Fig.5.14.
Fig.5.13: Estados de energía más bajos del Er164 . Se observa claramente las bandas
rotacionales del estado fundamental y de las vibraciones β y γ.
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considerarse como fuera del carozo deformado. Para describir esta situaciones se
aplican los modelos unificados donde además del movimiento colectivo se considera
una partícula moviendose en un potencial promedio deformado. Para el caso de
deformaciones axialmente simétricas esto da origen a los llamados niveles de Nilsson
indicados en la Fig.5.14.
Sobre cada uno de los niveles de Nilsson puede aparecer una banda rotacional.
Un ejemplo del tipo de núcleo al cual se aplica este descripción es el Pu239 cuyo espectro
se muestra en la Fig.5.15.
Fig.5.15: Niveles de
energía del Pu239
20