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CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN.
2. POBLACIÓN BENEFICIADA.
3. CONTEXTUALIZACIÓN.
4. JUSTIFICACIÓN
5. OBJETIVOS
● Objetivos Generales
● Objetivos Específicos.

6. MARCO TEÓRICO.
● Primeros pasos para la creación de una huerta.
● ¿Cómo debe ser el lugar elegido para la huerta?
● Trabajos a realizar
a. Hacer los canteros
b. Cantero para siembra o almacigo
c. Rotación de hortalizas
● Huerta escolar
d. escoger el terreno disponible dentro de la escuela
e. preparación del terreno de cultivo
f. labores de cultivo
g. herramientas que se utilizan para el trabajo en la huerta
● especies que se cultivan en el huerto
a) cultivo de cebollín
a. cultivo de col
b. cultivo de ají pimentón
c. cultivo de habichuela

7. METODOLOGÍA
8. ACTIVIDADES
9. RECURSOS HUMANOS
10. RECURSOS MATERIALES
11. EVALUACIÓN
12. CONCLUSIÓN
13. BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN

Día a día, la agricultura y ganadería exige encontrar herramientas didáctico-


pedagógicas y practicos, donde el productor agropecuario pueda vivenciar
desde la realidad de su entorno la comprensión de saberes interdisciplinarios
de las diferentes áreas.-
Dentro de los proyectos productivos se busca obtener el máximo provecho
posible de las herramientas que esta al alcance de uno para el máximo
rendimiento en el rubro en el que uno se dedica. El Henificado y el Ensilado
son unas de las alternativas para la alimentación y conservación para su
posterior utilización en épocas de escases, y fomentando en
la comunidad un interés por realizar labores agrícolas que son propias de su
entorno y que además ayuden a proteger los recursos naturales, sin utilizar
productos químicos que perjudiquen la salud y afecten
las condiciones de vida de las personas y demás especies vivos del entorno.
Con este proyecto se pretende encaminar hacia un conocimiento propio donde
los compañeros apliquen cada uno de los pasos que conlleva henificado y
ensilado. Además de ser una herramienta valiosa que provee alimentos, ayuda
a despertar al productor o estudiante para que se transforme en un ser activo,
que no solo pueda recrear la propuesta productiva sino que de igual manera,
se abra a otras inquietudes y pueda ser protagonista de su comunidad.
POBLACIÓN BENEFICIADA

Este proyecto beneficia a la comunidad educativa de la Institución Educativa


Nueva Granada - sede Santa Teresita (docentes, estudiantes, padres de
familia, comunidad) de la zona rural municipio de Cartago.

CONTEXTUALIZACIÓN

La escuela Santa Teresita ubicada en la vereda de Oriente del municipio de


Cartago, no posee un espacio adecuado donde se pueda implementar el
proyecto lúdico-pedagógico para la práctica y aprendizaje de los estudiantes en
la elaboración de la huerta escolar; debido a esto se propuso realizar dicha
actividad en casa de una de las docentes que habita en la vereda, para llevar a
cabo nuestro proyecto productivo y es de allí que nace el nombre de “ Mi huerta
casera”.
Se puede observar que el terreno cuenta con una superficie plana, facil acceso
a la luz del sol sin sombra de árboles, se utilizan materiales orgánicos que nos
proporciona el entorno; como el estiércol, desperdicio de madera, hojas secas,
cascarilla de huevo, agua, etc. Esto lo podemos aprovechar puesto a que se
cuenta con la disponibilidad de docentes y estudiantes; toda esta adecuación
del terreno es con el fin de que la siembra del producto tenga buena calidad en
su producción, además de brindar a los educandos, el conocimiento de cómo
realizar cultivo de hortalizas, aprovechando el espacio disponible dentro de sus
hogares.
Se crearon cuatro canteros para la siembra, el área disponible de cada cantero
donde se creó la huerta escolar es de 1,10 mt de ancho por 3 mt de largo cada
uno. En éste proyecto productivo participan los estudiantes de los diferentes
grados desde transición hasta el grado quinto de primaria de
la institución educativa Nueva Granada – Sede Santa Teresita y sus
respectivas docentes.
El apoyo en cuanto a los materiales para la construcción del proyecto
productivo, fue obtenido por iniciativa de estudiantes y padres de familia los
cuales suministraron materiales como guaduas, alambres, mano de obra,
semillas, etc.
JUSTIFICACIÓN

El siguiente proyecto busca implementar estrategias educativas e innovadoras


dentro de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Por ello es necesario
manejar habilidades para la elaboración de actividades donde los niños
interactúen directamente con su entorno, aplicando la interdisciplinariedad
como objeto principal en los procesos del saber y saber hacer donde los niños
y niñas desarrollen sus competencias.
Cabe señalar que saber hacer, incluye nuevas normas en la práctica educativa,
ya que con esto dejamos de lado el constante hábito de trabajar dentro del
aula, para explorar y vivenciar las riquezas del entorno. Los niños pasan a ser
gestores de su propio conocimiento y aprendizaje, aplicando técnicas grupales
para favorecer el diálogo, colaboración y la ayuda mutua.
Así también, los proyectos productivos llevados a la comunidad, son
importantes debido a que los docentes tienen una mayor comunicación con la
comunidad de padres involucrándolos en programas.
OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL.
Determinar la incidencia que tiene la implementación del proceso de henificado
y ensilado en la producción final y la construcción de aprendizajes
significativos.

OBJETIVOS ESPECIFICOS.
● Incentivar la participación activa de los productores agropecuarios en el
proyecto a la producción de sus labores.
● Promover la práctica de actividades lúdico-pedagógicas en contacto directo
con el medio ambiente.
● Colaborar en la construcción de la de infraestructuras para la
implementación de los mismos.
● Promover el trabajo en conjunto.
● Conocer el desarrollo y su utilidad.
● Fomentar en toda la comunidad y compañeros los proyectos productivos y
participación comunitaria que propicien una mejor calidad de vida y
contribuyan a nuevos aprendizajes.

Conservación de forrajes
Agronomía. Henificado. Heno. Ganado. Alfalfa.
Cereales. Tréboles. Gramíneas. Crecimiento. Siega.
Secado. Rodillos. Empacado. Almacenamiento.
Pérdidas. Deshidratación
1 - HENIFICADO

1.1 Necesidad de la conservación de forrajes

La producción de forrajes verdes es estacional. Alcanza un máximo en primavera, puede


no darse crecimiento estival por falta de agua y hay parada vegetativa en invierno.

Durante esas etapas en que no hay forrajes verdes surge la necesidad de alimentar al
ganado con el forraje excedente de primavera y/u otoño. Pero el forraje verde es un
producto perecedero y sólo puede conservarse transformado mediante técnicas
especiales.
Para los animales resulta beneficioso recibir alimentos secos (henos) en épocas en que
la hierba joven es demasiado acuosa. Y, por el contrario, el disponer de un alimento con
un mayor contenido en agua (ensilado) será un complemento equilibrado en los
períodos en los que domina la alimentación seca.

Con la aplicación de estas técnicas es inevitable una pérdida cuantitativa y cualitativa.


No se va a poder conservar la totalidad de la materia seca del forraje recolectado con
este fin y su valor nutritivo también va a resultar inferior. Lo que hay que buscar es
minimizar esas pérdidas del modo más económico posible.

1.2 En qué consiste la henificación

La henificación es un proceso de conservación para estabilizar el material vegetal por


evaporación de la mayor parte del agua que contiene.

Cuando en un vegetal separamos la parte aérea de la raíz, aquélla queda privada del
suministro de agua y de elementos nutritivos. Pero sus células aún permanecen vivas
durante un cierto período de tiempo a expensas de sus principios nutritivos, que
permiten la respiración e, incluso, procesos de síntesis.

Una vez muertas (marchitamiento), comienzan a multiplicarse hongos y bacterias a


costa del material vegetal, mientras haya suficiente agua que sirva como medio para los
procesos enzimáticos. Así pues, el objetivo de la henificación es eliminar rápidamente el
agua hasta que se alcance un nivel limitante para la actividad vegetal y microbiana. Esto
se sitúa en torno a un 20 por 100, mientras que un forraje verde contiene alrededor de un
80 por 100.

Segado éste, se elimina vapor de agua por los estomas de las hojas y células exteriores a
velocidad constante, hasta que alcanza un 65 por 100 de humedad. Entonces se cierran
los estomas y sólo se evapora agua a través de las células exteriores de la epidermis. La
velocidad decae progresivamente.

El resultado es que las hojas se desecan mucho más rápidamente que los tallos, que
carecen de estomas. Una parte del agua que contienen se evapora después de su
transferencia a las hojas.

A medida que la humedad se aproxima a un 30 por 100, el agua se desprende muy


lentamente de los tallos, en especial de sus partes más gruesas, mientras que las hojas
están casi en equilibrio con la humedad ambiente y se vuelven muy frágiles.

Alcanzado el 20 por 100 de humedad, la hierba ya se ha convertido en heno. Las


operaciones de recogida, manipulación y almacenado de ese heno también se consideran
integrantes del proceso de henificación.

Existe una serie de técnicas encaminadas a agilizar este proceso de evaporación de agua,
a acelerar la muerte de la planta e impedir la actividad de hongos y bacterias.

1.3 El heno en las raciones de ganado


La principal razón para incluir heno en las raciones de los animales rumiantes (vacas,
ovejas y cabras) y en las de los caballos, es proporcionar energía para sostener las
diferentes actividades productivas, como son la producción de carne, leche, lana y
trabajo. También porque los rumiantes necesitan algo e alimento fibroso. Si se les da
heno a temprana edad, los terneros desarrollan el rumen y se previene la anemia. Por
otra parte, este tipo de alimento proporciona la energía a mucho menor costo que los
alimentos concentrados. En el caso de los rumiantes y de los caballos los henos tienen
mucha menos importancia como proveedores de proteínas, minerales y vitaminas, que
como proveedores de energía. En cambio el heno tiene mucha mayor significación
como fuente de vitaminas, minerales y proteínas, que como fuente de energía en el caso
de los animales monogástricos (por ejemplo, las aves y los cerdos).

La falta de heno en la ración acarrea mucho problemas graves en lecheros de alta


producción, como incidencia de cetosis y abomaso desplazado. Además de estos males
atribuibles a las raciones exentas de heno, merece señalarse que el tenor graso de la
leche puede llegar a ser un 1 por ciento menor cuando se da una ración exclusiva de silo
y concentrados.

Los siguientes hechos fundamentales, explican brevemente las diferencias entre los
animales, respecto al valor relativo del heno como fuente de los diversos elementos
nutritivos:

 El heno contiene de un 40 a un 70 por cien de hidratos de carbono complejos


(celulosas y hemicelulosas) que requieren una digestión a base de fermentación
producida por bacterias.
 El tubo digestivo de los rumiantes es grande, contiene una elevada cantidad de
bacterias y tiene un punto específico de acción de las bacterias (la panza o
herbario), situado cerca de la parte inicial, lo que da mayor oportunidad para que
los productos de la digestión sean absorbidos por la sangre, en lugar de ser
eliminados con las heces.
 Aunque habitan bacterias en el tubo digestivo de los cerdos y de las aves, su
principal lugar de acción (el intestino grueso) en estas especies se encuentra
demasiado cerca del extremo del tubo digestivo, y la intensidad de la digestión
es muy moderada para poder beneficiar apreciablemente al animal huésped.
 Las relaciones simbióticas entre las bacterias gastrointestinales y el huésped, no
están tan bien desarrolladas en el caballo como en los rumiantes, pero son
mucho mejores que en los cerdos o en las gallinas.
 Los animales con estómago sencillo, tienen que confiar para obtener la energía
que necesitan, en alimentos que puedan ser digeridos por enzimas elaboradas por
su propio organismo.
 Aparte de formar a partir de sustancias complejas, sustancias simples, capaces
de ser absorbidas por la sangre, las bacterias gastrointestinales sintetizan muchas
sustancias, como los aminoácidos y ciertas vitaminas, que son esenciales para la
nutrición.
 Los rumiantes, pueden sintetizar grandes cantidades de aminoácidos a partir de
elementos nitrogenados más simples, como el amonio, cosa que no pueden hacer
los animales monogástricos.
 Los animales con estómago sencillo, tienen que recibir con su ración
aminoácidos ya formados.
 Los rumiantes necesitan una cantidad mucho menor de proteína digestible en su
ración, que los animales monogástricos.
 Los animales con estómago sencillo, tienen que recibir con la ración, las
vitaminas del complejo B y la vitamina K.

2 - TIPOS DE HENO

Aunque existen henos preferidos, una gran variedad de leguminosas y pastos se pueden
utilizar y se utilizan con buenos resultados para preparar heno; el tipo que se produzca
depende del suelo, inclusive pH, clima, etc.

He aquí los principales cultivos para heno y los aspectos más importantes de cada uno:

1. Alfalfa. La alfalfa rinde el mayor tonelaje por hectárea y produce el heno de


leguminosas que mayor proteína contiene. Es rica en calcio, proteína y caroteno y
también en muchos otros minerales y vitaminas. Está sujeta a la pérdida de las hojas si
no se la cosecha correctamente y, como las hojas son la parte más nutritiva de la planta,
el valor alimenticio de la alfalfa se deteriora mucho si se quiebran las hojas por
resecamiento.

2. Heno de cereales. Los cereales como la cebada, la avena, el centeno y el trigo son
buenos cultivos para heno si se siegan cuando los tallos y las hojas están verdes todavía.
Producen un heno más nutritivo si se siegan en la etapa en que los granos están blandos.
En comparación con las leguminosas y la mayoría de los pastos, los henos de cereales
rinden menos y no son tan nutritivos. En general son pobres en proteína, calcio y
caroteno, y si se los deja madurar suelen ser más ricos en fibra que los cultivos para
heno más comunes.

El heno de avena es un alimento excelente para caballos. Se henifica con facilidad y a


los caballos les agrada. El heno de avena es pobre en proteína, de modo que su valor
alimenticio se acrecienta mucho cuando se da junto con alfalfa o alguna otra
leguminosa.

3. Tréboles. Los tréboles suelen cultivarse para heno en combinación con pastos. La
combinación de trébol y fleo es la más popular. En comparación con la alfalfa, los
henos mezclados de trébol y fleo contienen menos proteína y su calidad no es tan buena.

4. Henos de gramíneas. La mayoría de los pastos que crecen a suficiente altura se


pueden emplear para preparar heno. Entre los pastos que se suelen cosechar para el heno
figuran fleo, pastos nativos, dactilo, pasto Bermuda, sorgos híbridos, Sudan grass, etc.

Los pastos suelen ser más pobre en proteína y calcio, más rico sen fibra y menos
sabrosos que los henos de leguminosas comunes, y, con excepción del Sudan grass y de
los sorgos híbridos, no rinden tanto como la mayoría de las leguminosas. Sin embargo,
crecen en condiciones más diversas que la mayoría de las leguminosas y muchas veces
ocurren como vegetación nativa en regiones incultivables.

Aunque el fleo es fácil de cosechar y cultivar, en comparación con el heno de


leguminosas es pobre en proteína cruda y minerales, en particular calcio.
Otras consideraciones a tener en cuenta a la hora de elegir las especies para henificar
son las siguientes:

Los henos hechos con leguminosas suelen ser más rico sen proteína y minerales que los
henos de gramíneas. La mayoría de los henos de gramíneas incluyen cierta cantidad de
trébol. La alfalfa (Medicago sativa) es una leguminosa muy importante que se cultiva en
muchos países para preparar heno. El valor del heno de alfalfa radica en su contenido,
relativamente alto, de proteína bruta, que puede llegar a los 200 g/Kg de materia seca si
se trata de alfalfa segada al comienzo de la floración.

Características de varias especies forrajeras

Fase de crecimiento

La fase de crecimiento del forraje en el momento de la siega es el principal factor que


determina el valor nutritivo del producto conservado. Cuanto más se retrasa la fecha de
la siega, mayor es el rendimiento, menor la digestibilidad y el valor de energía neta, y
menor la ingestión de materia seca por los animales. Por consiguiente, a igualdad de
condiciones de desecación, los henos con forrajes segados en estado tierno, son de
mayor valor nutritivo que los hechos con forrajes más maduros.

Planta
Estado fisiológico de cosecha
forrajera
Leguminosas
Medicago
10 - 50 % de floración
sativa
Trifolium Floración temprana
repens Cuando acompañada, según estado fisiológico del cultivo principal
Lotus Floración temprana
corniculatus Cuando acompañada, según estado fisiológico del cultivo principal
Gramíneas
Lolium
Floración temprana
multiflorum
Festuca
Floración temprana
arundinácea
Avena sativa Grano lechoso a masa
Sorghum 25 % de floración
bicolor 0.75 - 1.0 m de altura

Estado fisiológico de cosecha recomendado para la henificación de algunas plantas


forrajeras

3 - MÉTODOS DE HENIFICADO

3.1 Henificación natural


La evaporación de humedad se realiza sobre el propio terreno. Consta de las siguientes
fases:

3.1.1. Siega

Con esta operación se inicia cualquier cadena de recolección y consiste en separar el


tallo de la raíz, que permanece unida al suelo, en toda la superficie del campo.

Para valorar la calidad del trabajo de una segadora se debe considerar:

 La limpieza con la que se realiza el corte.


 Su resistencia al embozado.
 El grado de contaminación con tierra de la hierba segada.

Dos son los principios básicos generalizados para realizar la siega: el empleo de cuchilla
y contracuchilla, que actúan durante el corte como una tijera, produciendo un cierre por
aplastamiento en las zonas cortadas, y el corte con golpe con una cuchilla desplazándose
a alta velocidad (sin contracuhilla), que solo producirá un corte limpio si la velocidad se
suficientemente alta y la cuchilla está bien afilada, pero sin el aplastamiento y cierre de
la zona cortada.

Para realizar este trabajo existen básicamente dos tipos de segadoras, alternativas o
barras de corte, y rotativas. Las alternativas son las clásicas barras guadañadoras o
segadoras, que han sido durante mucho tiempo las principales máquinas de siega,
arrastradas por animales, acopladas lateralmente al tractor, o más recientemente
autopropulsadas (motosegadoras y cosechadoras de forraje). Pueden ser de dos tipos
seguían su mecanismo de corte, de dedos (barras normales) o de doble cuchilla.

No obstante las segadoras alternativas se han quedado obsoletas para la agricultura


moderan frente a las rotativas. Una de las principales razones es que las alternativas
ofrecen una velocidad de trabajo bastante inferior.

Barra guadañadora alternativa diseñada para ser accionada por un tractor


La segadoras rotativas producen el corte por impacto sobre el tallo de varias cuchillas
que giran a gran velocidad. Producen más daños en planta, desgarros, y los fragmentos
más pequeños pueden desaparecer entre el rastrojo, de la pradera o cultivo, perdiéndose
como tal cosecha. El rebrote de las plantas es más lento a consecuencia de los daños
realizados. Son máquinas de mayor rendimiento y más fácil mantenimiento que las
barras segadoras. Aunque necesitan más potencia de tractor son muy versátiles y pueden
aplicarse en toda clase de praderas y cultivos forrajeros.

Pueden clasificarse, según la posición del eje, en horizontales (de mayales) o verticales
(de tambores o discos).

Las rotativas de discos se han desarrollado posteriormente a las de tambores constando


de un número par de discos (4 a 6), circulares u ovalados, en los cuales se insertan las
cuchilla, libremente articuladas. Su ancho de trabajo oscila entre 1,6 y 2,4 m.

Segadora de tambores
Segadora de discos

Segadora de tambores de enganche frontal y de arrastre trabajando de manera


simultánea
Segadora de discos

Dentro de los dos tipos de corte citados (segadoras alternativas y rotativas) existen
máquinas que acoplan uno u otro sistema de siega a los rodillos acondicionadores
clásicos, constituyendo las llamadas segadoras-acondicionadoras. En una sola pasada
realizan tres operaciones: siega, acondicionado, e hilerado, reduciendo costes y
mejorando calidad, al reducir el tiempo de secado en un 30-40 %, según circunstancias
climatológicas.

La parte fundamental de estas máquinas son los rodillos, generalmente acanalados,


metálicos o más usualmente recubiertos de caucho, los cuales tronchan los tallos de la
hierba y/o provocan pequeñas roturas en ellos, facilitando así la posterior pérdida de
agua.
Segadora de tambores trabajando con acondicionador

Los trabajos de siega conviene realizarlos después de la salida del sol, una vez que el
forraje ha perdido algo de humedad y rocío de la noche.

En lo que respecta a la altura de corte, conviene hacerla a 5 cm del suelo. De esta forma
se facilita el secado del forraje, ya que habrá una circulación del aire más libre a través
de la masa forrajera segada.

Contenido de materia seca de un forraje de ray-grass italiano según los distintos


métodos de siega y acondicionado

3.1.2. Secado

El secado o curación de la hierba o forraje tiene por objetivo reducir su contenido de


agua a menos de un 20 %, con la menor pérdida posible de hojas.

Los factores que determinan la rapidez de la pérdida de agua del forraje a henificar son:
el clima, la cantidad y disposición de la hierba en la hilera y el tipo de planta.

A nivel de planta individual, la pérdida de agua se produce a través de las hojas,


mientras que el agua de los tallos se elimina en parte después de su traslocación a las
hojas. También existen diferencias entre especies en cuanto a la rapidez de desecación,
siendo en general las gramíneas más rápidas que las leguminosas, y entre éstas el trébol
blanco más lento que otras plantas.

El proceso de secado se acelera y el forraje gana en calidad cuando el troceado es


uniforme; también se acelera mediante el acondicionamiento del forraje, realizado por el
paso del mismo entre dos rodillos que aplastan los tallos de las plantas.

El acondicionamiento del forraje acelera el tiempo de secado en más de un 20% y es


tanto más eficaz cuanto mayor es el contenido de agua de la planta, ya que su principal
ventaja es aumentar la velocidad de evaporación de los tallos.

3.1.2.1. Los acondicionadores

La forma en que se realiza la “rotura” de los tallos permite establecer diferencias en


estos equipos. La acción mecánica predominante puede ser:

 El aplastamiento con formación de fisuras longitudinales.

 El plegado a intervalos fijos que provoca roturas transversales.

 La laceración producida con choques y frotamientos.

Se estima que se necesitan de 15 a 20 horas de sol, en condiciones favorables para secar


el heno destinado al empacado. Si el forraje ha sido acondicionado en el momento de la
siega sólo se necesitan 8 o 10 horas de sol para el mismo secado. Además, se mantiene
el color natural del forraje, aumentando la palatabilidad del heno y su mejor
aprovechamiento por el ganado. Es, por tanto, imprescindible para producir heno de
calidad, especialmente en plantas de tallo grueso como la alfalfa.

Acondicionadores de rodillos

Los rodillos producen un aplastamiento de la hierba al girar por parejas en sentidos


contrarios. El material utilizado para la construcción, el área de contacto y la presión
entre ambos condiciona la intensidad de su acción. Las acanaladuras en los rodillos
dificultan la tendencia del forraje a enrollarse en los cilindros, impidiendo su correcto
funcionamiento.

La velocidad periférica de los rodillos es de tres a cuatro veces mas rápida que la de
avance de la máquina, para que se produzca la succión de los tallos y su aplastamiento,
además de obligar a la hierba a salir de la maquina a mayor velocidad que la de avance,
formando un baraño suelto y aireado que no precise sucesivos esparcidos y aireados.

Dependiendo de las características constructivas de los rodillos pueden ser de rodillos


lisos y de rodillos dentados.

Acondicionador de rodillos de goma

Acondicionadores de dedos

Consiguen el lacerado del forraje por su choque contra varias filas de dedos, montados
en un eje horizontal animado con movimiento de rotación.

El empleo de este sistema, inicialmente diseñado para praderas naturales de zonas


húmedas, se ha incrementado como consecuencia de la difusión de las segadoras
rotativas e disco y de tambor. En ellas la salida del forraje no se produce en toda la
anchura de corte, por lo que los acondicionadores de rodillos no actúan siempre con
uniformidad. La incorporación de acondicionadores de dedos en cada una de las salidas,
entre cada dos rotores consecutivos, se adapta mejor a esta forma de entrega del forraje.
Los dedos han evolucionado pasando de las formas rectas a las de Y invertida, con lo
que la parte inferior del tallo (con mayor consistencia) recibe más golpe que la superior.

Sin embargo, un empleo poco cuidadoso del acondicionador de dedos puede ocasionar
excesiva pérdida de hoja en las leguminosas, sobre cuando se actúa en condiciones
secas.

Segadora de discos con acondicionador de dedos en Y

3.1.2.2. Los rastrillos

Los rastrillos aparecen ante la necesidad de agrupara el forraje en cordones para


incrementar la capacidad de trabajo de las máquinas que tienen que realizar la recogida.
Sin embargo, se pueden considerar unas máquinas polivalentes capaces de:

 Formar cordones de hierba esparcida en toda la superficie del campo.


 Unir varios cordones pequeños en uno mayor.
 Esparcir el forraje acordonado por toda la superficie del campo.
 Voltear los cordones de manera que se pongan hacia arriba las partes más
húmedas.

Cuando las características del rastrillo se adaptan preferentemente para realizar las
operaciones indicadas en los dos primeros grupos, se suele hablar de rastrillo
“hilerador”o “acordonador”, mientras que si se adaptan a los dos últimos se suelen
considerar como “volteador” o “henificador”.

Efecto de los rastrillos en el henificado

Tres son los aspectos fundamentales que se deben analizar para valorar el trabajo de un
rastrillo:

 Los daños que se producen en el forraje.


 La contaminación por tierra.

 El estado en que queda el cordón sobre el que debe trabajar la máquina


recogedora que sigue en la cadena.

Los daños en el forraje siempre están en relación con el grado de humedad de éste. Así,
con el mismo rastrillo, se tienen pérdidas del 1-2% en el momento de la siega, 4-5% en
el acordonado y si el heno está próximo a la desecación estas pérdidas pueden alcanzar
del 8 al 10%.

Hay diferentes tipos de rastrillos:

 Rastrillos de molinete horizontal oblicuo.


 Rastrillos de soles.
 Rastrillos de molinete vertical.
 Rastrillos de cadena transversal.

Rastrillo hilerador-volteador de eje vertical

3.1.3. Empacado y transporte

En la cadena de recolección, después de conseguir que el contenido en humedad de la


hierba sea suficientemente bajo, es necesario proceder a la recogida y, por tratarse de un
material de baja densidad, a su compresión, para reducir su volumen de
almacenamiento.

Con los sistemas tradicionales de recogida, al igual que en la recolección de los


cereales, se buscaba formar un “paquete” relativamente fácil de manejar a mano.

La mayoría del heno se conserva y transporta en España todavía en pequeñas pacas o


paquetes paralepipédicos. Sin embargo cada día son más frecuentes las grandes pacas,
tanto cilíndricas como de forma prismática (menos usuales) que, poco a poco, y de
acuerdo a la tendencia europea, van extendiendo su utilización.
Se realiza con la máquina denominada empacadora. Las que podríamos denominar de
tipo convencional recogen el heno depositado en la hilera, lo comprimen dándole una
forma prismática, sujetan el prisma atándolo con sisal o alambre y lo devuelven al
terreno para que continúe el secado. Con otros sistemas la paca es recogida
inmediatamente.

La principal ventaja de las pequeñas pacas o fardos tradicionales es su manejabilidad,


pudiendo moverse perfectamente a mano, sin necesidad de maquinaria o elementos
cargadoras, como ocurre con las cilíndricas. Su peso es de 10 a 30 Kg según
dimensiones y presión de la empacadora y, dada su forma regular, pueden almacenarse
y amontonarse ordenadamente en cualquier espacio.

Empacadora convencional de pacas prismáticas

El mayor inconveniente es el alto coste de realización, por kilogramo de heno.

En la alimentación de los animales facilitan una dosificación en cantidades bastante


exactas, pudiendo realizarse la distribución al ganado manualmente. La carga de pacas
convencionales o fardos pequeños, se realiza bien a mano o mediante cargadores
especiales que se pueden acoplar a los remolques o camiones. Hay cargadores
arrastrados (alzapacas) que por medio de una cadena sinfín elevan por un tobogán la
paca que recogen del suelo directamente, sin más precaución que dichas pacas se
encuentren orientadas en el sentido de la marcha del tractor, pues si se encuentran
atravesadas producen atascos y detenciones del vehículo. Teniendo esa precaución, el
conductor y un ayudante pueden cargar 4 o 5 toneladas por hora, mientras que a mano
se necesitarían dos hombres más con un rendimiento menor.

También son frecuentes los brazos elevadores accionados hidráulicamente, que se


acoplan lateralmente al remolque o camión, pero suelen necesitar un ayudante más, que
va colocando adecuadamente las pacas en el elevador.
Hay implementos que se acoplan a la empacadora, como el lanzador de pacas, que
dirige éstas a un remolque en donde se van colocando al mismo tiempo que salen de la
máquina. También se acopla a la empacadora una plataforma que deja reunidas en el
terreno varias pacas, de forma que suelen manejarse después como un solo conjunto de
mayor peso, facilitando su posterior carga y transporte con la ayuda de cargadores
especiales acoplados a la parte delantera del tractor.

Un equipo sencillo y económico compuesto, además del tractor, por un recogedor de


pacas con elevador y un remolque de dos ejes, puede recoger y cargar entre 100 y 120
pacas por hora con tres hombres, transportarlas a unos 800-1000 m y descargarlas con
elevador en el almacén. El resultado global será un rendimiento de 33 a 40 pacas por
hombre y hora.

Este rendimiento puede llegar a incrementarse progresivamente hasta más de un 100%


(90-100 pacas por hombre y hora), utilizando remolques y cargadores especiales más
caros y sofisticados.

La capacidad normal es de 125 pacas 0,8 m de longitud, pudiendo recogerlas en unos 5


a 10 minutos, si la densidad es alta.

Las grandes pacas cilíndricas se obtienen por enrollamiento progresivo del forraje en un
tipo de máquina denominado rotoempacadora. Las dimensiones de estas pacas oscilan
entre 1,6 y 1,8 m de diámetro, con una longitud o altura de 1,5 a 1,7 m. Los pesos varían
entre 400 y 700 Kg para el heno y 250 a 450 Kg para paja.

Rotoempacadoras trabajando

Su manejo en carga y descarga exige siempre el uso de cargadores especiales u


horquillas o palas cargadoras, acopladas al tractor, generalmente frontales,
transportándose, bien en remolques normales o en los especialmente diseñados para el
transporte de este tipo de pacas, algunos de los cuales son basculantes, de forma que
permiten depositar las pacas cilíndricas debidamente agrupadas sobre el suelo.
Con ciertos tipos de ganado en explotaciones en las que el consumo del heno vaya a
hacerse en zona próxima a la parcela de producción, pueden descargarse con la misma
rotoempacadora en dicha zona, a la intemperie, más o menos agrupadas, ya que las
pérdidas por lluvia son escasas, y protegidas del ganado por un pequeño cercado se
reparten y distribuyen cuando sea necesario. Este sistema disminuye notablemente los
costes, tanto de empacado como de transporte. La utilización en autoconsumo
directamente en el campo es fácil con determinados tipos de ganado, con lo que el
proceso de distribución también se abarata enormemente. Concretamente su consumo
por vacuno en grandes comederos de rastrillo de sección clásica en V, es bastante fácil.

Mencionar finalmente la existencia de las grandes pacas de forma prismática pudiendo


oscilar entre 600 Kg y tamaño 1,2 x 1,2 x 2,4 m, y 1000 Kg, (tamaño 2,10 x2,44 x
2,44). Para su elaboración se necesitan máquinas empacadoras-prensas especiales, así
como para su manejo y distribución posterior, que no suele ser fácil. Aún así pueden ser
interesantes en circunstancias muy concretas.

Empacado de grandes pacas prismáticas

3.1.4. Almacenamiento

Las pacas de heno convencionales se apilan formando montones o almiares, unas veces
al aire libre, lo que no es muy corriente debido al elevado precio del heno, y otras en
heniles o cobertizos que las protegen de la lluvia. Este tipo de construcciones deben ser
lo más diáfanas posibles, con una altura mínima de 4 m y normalmente cerradas por el
lado o lados de los vientos de lluvia dominantes en la zona.

La realización de estos almiares se facilita mucho disponiendo de paredes desde apoyar


las pacas, pudiéndose utilizar elevadores mecánicos de pacas o simples cintas
transportadoras, para facilitar el trabajo de los operarios.
Un cargador telescópico facilita la formación de almiares de gran altura

Las dimensiones del henil han de fijarse según el volumen previsible de pacas, que irá
en función del peso total de heno recolectado y de su densidad. En condiciones
españolas, el valor medio suele ser de 130 Kg/m3. El heno debe quedar perfectamente
protegido de la lluvia y del sol, pero bien ventilado.

Almacén de pacas en henil

En almacenamientos al aire libre, es aconsejable cubrir la parte superior de la pila o


almiar, que puede acabar en arista, con una lona o plástico grueso que impida la
penetración de la lluvia, la cual perjudicaría la calidad del heno. Dicha cubierta de
plástico debe fijarse mediante cuerdas o también mejor con una capa de pacas de paja
encima de ella. A veces, también es útil cubrir con placas usadas de fibrocemento o
galvanizadas, sujetadas mediante cuerdas y con algún peso encima.

Las pacas cilíndricas grandes ofrecen mejor protección ante la lluvia debido a su
sistema de elaboración por enrollamiento, aunque se debe evitar depositarlas en sitios
húmedos. Si se almacenan al aire libre es aconsejable disponerlas en un lugar abrigado
de los vientos húmedos. El apilado de estas pacas es difícil y los montones muy
inestables, por lo que deben detenerse precauciones al moverlas. Caso de disponer de
sitio suficiente al aire libre, pueden dejarse horizontalmente unas junto a otras sin
formar montones.

Las pacas cilíndricas al aire libre durante todo un invierno, sólo se humedece por la
lluvia en los 3-4 cm exteriores, manteniéndose el resto del heno perfectamente seco.

en una pequeña experiencia de Infante y col. (1980) en Extremadura, con heno de veza-
avena, se compararon tres sistemas de almacenamiento y conservación del forraje
cosechado:

 Sistema convencional, recogida con empacadora y transporte de pacas al henil.


 Recogida con rotoempacadora formando pacas cilíndricas de 500 Kg que se dejaron a
la intemperie.
 Recogida con empacadora dejando las pacas a la intemperie, formando pequeños
montones prismáticos de 27 pacas, con peso similar a los fardos cilíndricos.

Se estudió la evolución de la calidad del heno a lo largo del invierno, mediante el


análisis de cada tratamiento, no observándose una gran variación en el contenido
proteico, de fósforo, y en la humedad del heno almacenado en el henil y del de las pacas
cilíndricas.

Por el contrario, las pacas convencionales amontonadas sin protección a la intemperie se


humedecieron con las primeras lluvias, disminuyendo la materia seca hasta un 23,3% y
produciéndose fenómenos de putrefacción y mohos como consecuencias del invierno
lluvioso.

La digestibilidad del heno en cada uno de los sistemas de almacenamiento es variable,


observándose una aceptable disminución del conservado en rotopacas al aire libre,
mientras que el descenso del conservado en pacas a la intemperie es mucho mayor,
hasta el punto de hacerlo prácticamente inútil para el consumo al final del invierno.

3.2 Henificación con ventilación forzada

El gran enemigo del forraje en proceso de henificación es la lluvia. Por eso, en los
países del norte de Europa, debido a lo imprevisible y frecuente de las precipitaciones,
se han desarrollado técnicas para evitar este peligro. Se ha extendido el sistema de
secado del heno en almacén o henil, a base de ventilación forzada.

Este método permite recolectar el heno en un estado mucho más precoz, y de forma más
rápida, lo que redunda en la mejor calidad del mismo.
En condiciones húmedas, a medida que el heno de la hilera o cordón se acerca al punto
de equilibrio con la humedad atmosférica, la velocidad de evaporación se reduce, y
mientras las hojas excesivamente secas se pierden los tallos continúan suculentos.

En consecuencia, el momento de recogida o empacado es un compromiso entre aceptar


un contenido de agua demasiado elevado para un almacenamiento seguro, o dejar el
forraje en el campo para sufrir un mayor lavado y también mayores pérdidas físicas de
materia seca.

4 - PÉRDIDAS

4.1 Cambios químicos y pérdidas durante la desecación

Inevitablemente, durante el proceso de desecación tienen lugares cambios químicos que


originan pérdidas de valiosos nutrientes. La magnitud de dichas pérdidas depende,
fundamentalmente, de la rapidez de la desecación. La pérdida de agua en el campo de la
hierba segada depende de la resistencia biológica natural de las hojas y cordones a la
pérdida de agua, de las condiciones climáticas del momento y del microclima de los
cordones, así como del tratamiento mecánico del forraje durante la recolección y
acondicionamiento. Las pérdidas de nutrientes durante la henificación, se deben a la
acción de las enzimas vegetales y microbianas, la oxidación química, el lavado por la
lluvia y las pérdidas físicas.

 Acción de las enzimas vegetales

Es uno de los cambios que tiene lugar derivado de la continuación de la vida de los
tejidos de la planta. La respiración prosigue, hasta cuando la vida cesa, cosa que viene a
ocurrir aproximadamente cuando el forraje alcanza un contenido de agua inferior al 38
por 100. Durante el tiempo caluroso, seco y ventoso, la hierba húmeda, debidamente
manipulada y volteada mecánicamente, se deseca con gran rapidez, de modo que las
pérdidas ocasionadas por la actividad de las enzimas vegetales, son mínimas.

Los cambios principales afectan a los carbohidratos solubles y los compuestos


nitrogenados. En las fases iniciales del proceso de desecación, tienen lugar cambios en
los carbohidratos hidrosolubles, como la formación de fructosa por hidrólisis de
fructanas. Durante los períodos prolongados de desecación, se producen grandes
pérdidas de hexosas como resultado de la respiración, lo cual determina un aumento en
la concentración de otros componentes de las plantas, especialmente los componentes
de la pared celular, que se refleja en el contenido en fibra.

4.1.2. Actividad de los microorganismos

Si la desecación se prolonga debido al mal tiempo, pueden producirse cambios como


consecuencia de la actividad de bacterias y hongos. La fermentación bacteriana tiene
lugar en la hierba segada que se deja en el campo durante unos días, dando lugar a la
formación de pequeñas cantidades de los ácidos acético y propiónico. el heno
enmohecido es poco apetecible y puede resultar perjudicial para los animales y el
hombre, debido a la existencia de micotoxinas. Además, dichos henos pueden contener
actinomicetos que son responsables de la enfermedad alérgica “fiebre del heno”, que
afecta al hombre.
4.1.3. Oxidación

Si la hierba de deseca en el campo, tiene lugar cierta oxidación. El efecto puede


apreciarse en el color, ya que se destruyen la mayoría de los pigmentos. Un importante
compuesto afectado es la provitamina caroteno, precursor de la vitamina A. El caroteno
se oxida con gran facilidad y este proceso es acelerado por la temperatura y la acción
fotoquímica del sol. Por ello, cuando la temperatura es alta y el sol intenso, se produce
un heno de color pajizo, señal inequívoca de la pérdida importante de la provitamina. En
tal situación, extender el forraje en la parcela causaría, aparte de una fuerte pérdida de
hojas por desecación rápida de éstas, una desaparición prácticamente total del caroteno.

 Lavado por la lluvia

La lluvia es directamente responsable de la prolongación de la vida de la planta y de un


lavado que en ocasiones puede revestir importancia. La prolongación de la vida del
vegetal causa una mayor pérdida de materia orgánica por combustión (consumo por el
oxígeno del aire del material vegetal rápidamente utilizable) y de caroteno por
oxidación. Al humedecerse el forraje se alarga ese momento en que el heno alcanza su
contenido en materia seca del 60 por 100, cuando las actividades vitales de los tejidos se
paralizan.

Cuando el forraje está recién cortado y aún fresco, se conserva todavía la integridad
celular y es difícil, por tanto, que le agua de rocío o lluvia pueda penetrar en su interior.
El lavado que entonces se produce es nulo o despreciable. Posteriormente, en cambio,
cuando el agua cae en el momento en que el heno está a medio hacer y las cubiertas
celulares han perdido su típica impermeabilidad, el agua penetra hasta el interior de las
células, arrastrando consigo no sólo los elementos minerales solubles (sales), sino
también los hidratos de carbono (azúcares) que no hayan desaparecido por combustión.
A estos efectos de lavado, es más grave la lluvia cuando se produce de forma tardía que
cuando ocurre inmediatamente después de la siega.

La pérdida de minerales solubles, azúcares y compuestos nitrogenados da lugar a un


aumento en la concentración de los componentes de la pared celular, que se refleja en
un mayor contenido en fibra bruta.

4.1.5. Pérdidas mecánicas

Durante el proceso de desecación, las hojas pierden humedad con más rapidez que los
tallos, haciéndose quebradizas y fácilmente desmenuzables durante la manipulación. La
manipulación mecánica excesiva puede determinar la pérdida del material foliar y,
puesto que las hojas henificadas son más ricas en nutrientes digestibles que los tallos, el
heno resultante puede ser de bajo valor nutritivo. La pérdida de hojas durante la
desecación es más fácil que ocurra con las leguminosas, como la alfalfa. En la
actualidad se dispone de distintas máquinas que permiten reducir las pérdidas debidas al
desprendimiento de las hojas. Si la hierba es machacada o aplastada, el ritmo de
desecación de las hojas y tallos no es tan diferente. El empacado del heno en el campo
con un contenido en humedad de 300-400 g/Kg, y la subsiguiente deshidratación por
ventilación forzada, reduce notablemente las pérdidas físicas.

4.2 Cambios durante la conservación


Los cambios químicos y las pérdidas relacionados con la henificación, no cesan
completamente cuando el heno se encuentra en el almiar o el henil. Aunque el heno
haya sido muy bien secado en el campo, existen siempre partes que conservan cierta
humedad. Incluso algunos tallos, más difíciles de henificar, albergan en su interior
pequeñas cantidades de agua. Los forrajes conservados pueden contener entre 100 y 300
g de humedad/Kg. Con los niveles superiores de humedad, pueden tener lugar cambios
químicos debido a las enzimas vegetales y los microorganismos.

La respiración cesa, aproximadamente, a los 40 ºC, pero la actividad de las bacterias


termófilas puede continuar hasta los 72 ºC. Colaboran en este sentido las posibles
fermentaciones que se produzcan como consecuencia de una rápida proliferación de
bacterias, entre las que el Bacillus coli suele ser la más abundante. Cuanto más alta es la
temperatura, más activa resulta la combustión y mayores las pérdidas, que
fundamentalmente se refieren al extracto no nitrogenado. Puede llegar a producirse una
cierta caramelización de los hidratos de carbono que, si bien hacen al heno más
apetecible por el ganado, resulta de un valor nutritivo menor. La digestibilidad se reduce
sensiblemente. El calor tiende a acumularse en el heno almacenado en masa, pudiendo
producirse la combustión.

Es fácil detectar cuando un heno ha sufrido una inusitada elevación de la temperatura en


el henil. Debido a la caramelización indicada, el heno adquiere un color tostado, tanto
más oscuro cuanto mayor sea la liberación de energía ocurrida. Presenta, además, un
aspecto pastoso, que favorece el desarrollo de mohos, cuya aparición no se hace esperar.

4.3 Conservadores del heno

El fin perseguido al emplear conservadores del heno es poder almacenarlo con niveles
de humedad que, si no se usaran dichas sustancias, determinarían un grave deterioro por
enmohecimiento. Se han estudiado numerosos compuestos, pero los que han recibido
más atención han sido el ácido propiónico y su derivado menos volátil bis propionato
amónico. Para los henos cuyo contenido en humedad es de 300 g/Kg, el nivel de
utilización de estos productos químicos es de unos 12 Kg/t, que deben distribuirse
uniformemente. Los henos de contenidos en humedad del orden de 400-500 g/Kg
pueden conservarse perfectamente, tras la aplicación del propionato, siempre que se
almacenen correctamente y el aditivo se aplique en cantidad suficiente y se distribuya
uniformemente.

Más recientemente, el buen efecto del tratamiento de la paja con amoníaco anhidro ha
estimulado los estudios del tratamiento del heno con dicho gas. El amoníaco anhidro
inyectado en las pilas de pacas de heno húmedo cubiertas con plástico, ha aumentado la
estabilidad, en condiciones aerobias y anaerobias, y mejorado el valor nutritivo del heno
(aunque existen cierto peligro de que se formen toxinas).

5 - SUMINISTRO DE HENO AL GANADO

El heno almacenado resulta un producto muy estable y fácil de manejar en la


alimentación del ganado. Conocido el peso medio de una paca, resulta muy fácil el
racionamiento por lotes contando su número.
Puede ser consumido sin problemas por cualquier tipo de ganado y constituir la
totalidad de la ración base. Tiene propiedades astringentes. Es ideal para iniciar a
rumiantes jóvenes en el consumo de forrajes. Por su gran estabilidad, el heno es
susceptible de comercialización.

Son características físicas importantes el contenido de hojas, la textura y la rigidez.


Además la longitud de las partículas de heno y la densidad al suministrárselo a los
animales. Se ha dado importancia a la posibilidad de suministrarlo en forma de pastillas,
preparadas a base de heno molido.

Hay diversos tipos de máquinas que permiten incorporar de forma mecanizada el heno a
los animales.

Distribución de una paca picada sobre el comedero


Remolque mezclador para preparación y distribución de raciones

6 - DESHIDRATACIÓN DE FORRAJES

El procedimiento industrial de deshidratación de forrajes fue introducido en Gran


Bretaña al final de la década de los años treinta, tomando bastante impulso en
determinados países europeos hasta que la crisis energética detuvo su expansión en los
años setenta. Alemania y Países Bajos frenaron su desarrollo y sólo Dinamarca y
Francia continuaron aumentando su producción de forrajes deshidratados artificialmente
(alfalfa fundamentalmente).

Debido a las características típicamente industriales de esta producción, se pueden


conocer estadísticamente las cantidades producidas, al contrario de lo que ocurre con el
heno o silo, de muy difícil evaluación por ser forrajes de autoconsumo en la propia
explotación.

Caben diferentes posibilidades:

 Forrajes condensados: es el sistema anteriormente descrito, triturados y


aglomerados en máquinas granuladora, que los transforman en gránulos.
 Forrajes compactados: aglomerados en el mismo tipo de máquina, debidamente
picados pero sin triturar. Se presentan en pastillas de 10 a 20 mm de diámetro.
 Forrajes comprimidos: aglomerados en una prensa de pistón que respeta mejor la
estructura del forraje, sin triturar. Se presentan en briquetas de 50 mm de
diámetro.

Cualquiera de los métodos de presentación citados ayuda al transporte, ensacado y


distribución posterior al ganado.

La instalación de una deshidratadora exige una fuerte inversión que, por lo general,
queda reservada a asociaciones de agricultores o grandes empresas.

Como los gatos fijos suponen, aproximadamente, el 25% de los gastos totales, para la
rentabilidad de la instalación se ha de procurar un índice de ocupación lo más elevado
posible, ya que, en caso contrario, la elaboración de un kilogramo de producto seco
puede sufrir un incremento próximo al 20-30%.

El coste energético, que puede disminuirse mejorando la tecnología (como el prensado


en frío) y la capacidad mínima de la instalación, son de esta forma los puntos débiles de
la industria deshidratadora de forrajes, que está asistiendo desde hace años en Europa a
una reestructuración de las unidades, orientándose a capacidades de evaporación
superiores a 10000 l/h y mejor aún próximas a 15000 l/h de forma que pueda producirse
un mínimo de 8 a 10000 toneladas de forraje seco por año, con gastos energéticos
medios de 0,55 l de fuel por litro de agua evaporado. Se debe destacar que hay zonas en
Francia que ciertas fábricas tiene capacidades próximas a 40000 t/año, si bien lo normal
son unidades de producción entre 15 y 20000 t/año.

La conclusión es que la deshidratación de forrajes es un trabajo para especialistas,


capaces de operar en gran escala y de utilizar mano de obra especializada, y sólo apto
para cooperativas o empresas bien organizadas y con dimensiones mínimas rentables.
Utilización del forraje deshidratado

Según diversos trabajos de Demarquilly y otros autores, la deshidratación a alta o baja


temperatura, siempre que se efectúe adecuadamente, modifica muy poco el valor
nutritivo y la ingestión de los forrajes. La disminución de la digestibilidad de la materia
orgánica es mínima y no se produce disminución en el valor energético. Por otro lado, al
poder realizar el corte de los forrajes o de la hierba en el momento óptimo de su ciclo
vegetativo, con independencia de condiciones climáticas adversas, se puede obtener el
máximo valor alimenticio de las plantas.

En consecuencia, se ofrece al ganado un alimento apetecible y equiparable en muchos


casos a un concentrado tradicional.

La forma posterior de presentar el forraje desecado (gránulos, pastillas, etc.), sí tiene


una cierta influencia en la ingestión, derivada de variaciones en la digestibilidad, aunque
muy ligeras.

Diversos ensayos franceses con bovinos de engorde, indican la posibilidad de usar el


forraje deshidratado tanto como ración complementaria de ensilados o como sustitutivo
de concentrados. Así, una ración compuesta por un 80% de gramíneas deshidratadas en
un estado relativamente joven, y un 20% de cereales, sirve perfectamente para cubrir las
necesidades de añojos con ganancias diarias de peso de 1100 a 1200 g/día.

Como preparar un buen ensilaje

La práctica del ensilaje contrarresta el efecto negativo que provocan los períodos secos
en la producción bovina, como es la pobre disponibilidad de forrajes tanto en cantidad
como en calidad, creando una disminución en la producción de leche y carne.
Foto principal: silo de anillo

El uso del ensilaje en el trópico interesa por varias razones. A medida que los países
progresan, los agricultores presentan nuevas aspiraciones y el productor ya no acepta
que la cosecha diaria de forraje sea la única opción para alimentar a sus animales.

Los productores buscan alternativas mediante la práctica del ensilaje que les permitan
disponer de alimentos baratos y que puedan ser almacenados y utilizados con facilidad
(Wong 2001).

El énfasis que se hace sobre la conservación de forrajes en países tropicales está


relacionado con la falta de uniformidad en la producción de forrajes durante el año. Esto
se debe a las variaciones climáticas que imperan en las zonas tropicales (Rojas–
Bourrillonet al, 2003 citados por Betancourt y García 2009)

Por la falta de adecuación y sistemas de conservación eficientes para la seguridad


alimentaria del ganado durante esos períodos, se han realizado estudios tendentes a
comparar diferentes alternativas de conservación de forrajes, tomando en cuenta la
cantidad y calidad de la misma para mantener niveles estables de producción sin
importar las épocas del año.

El principal objetivo de la conservación de forrajes es la de disponer de un aporte


nutritivo que asegure la producción del ganado durante períodos de escasez.

En la República Dominicana se han realizado pocos estudios que orienten a los


pequeños agricultores en producir buen ensilaje bajo las condiciones del trópico y con
pocos recursos.
Este manual explicará en detalles la preparación de un buen ensilaje, tomando en cuenta
que cada región y cada sistema de producción agrícola posee características específicas
que difieren entre ellas.

Importancia del ensilaje

El ensilaje ofrece la posibilidad de asegurar alimentos durante épocas de alta producción


para conservarlos para su empleo futuro, especialmente en períodos de escasez

La técnica de la preparación del ensilaje favorece el manejo y uso integral de los


recursos en la relaciónsuelo-planta,promueve el uso de alimentos de la región, reduce la
importación de concentrados y, por consiguiente, la fuga de divisas nacionales, además
de ser una alternativa para épocas de crisis en la producción de pastos.

Las tecnologías de conservación adecuadas a las realidades de las zonas tropicales


constituyen un ejemplo cuando se aplican tecnologías apropiadas, que tienden a reducir
la dependencia económica de la actividad pecuaria y desarrollar una producción
constante durante todo el año. Los ganaderos son inducidos a utilizar estas tecnologías
para poder desarrollar políticas de auto suficiencia. A pesar de esto, la mayoría de los
ganaderos no planifican que durante los períodos de altas precipitaciones y sufren las
consecuencias de no prepararse para la época difícil, que expresa en epoca de poco
pasto verde para sus vacas y baja producción de leche y carne.

Cuando se hace un silo, se puede aprovechar el pasto verde de la época lluviosa,


principalmente pastos de cortes como el King grass común, pasto Camerún, maíz, sorgo
y caña. De igual forma, se evita las pérdidas en la finca y se dispone de alimento en
cantidad y calidad adecuado, sosteniendo la producción normal de la explotación
durante todo el año (Sosa 2005).

En el caso del maíz, el elevado contenido en almidón de su grano propicia que su


contenido energético sea más elevado que el heno o el forraje de sorgo y que sea un
excelente material para ensilar y por su valor alimenticio para los animales.

Se deben tomar en cuenta tres condiciones esenciales antes de decidir iniciar un


programa de

La necesidad objetiva y concreta para hacer uso del ensilaje.


Que se disponga de suficiente cantidad de forrajes u otros productos de buena calidad
para ensilar.
Tener condiciones para hacer un buen ensilaje.

¿Qué es un ensilaje?

El ensilaje es un método de conservación de forrajes en el cual se utilizan forrajes y/o


subproductos agroindustriales con alto contenido de humedad(60-70%).Este método
consiste en la compactación del forraje o subproducto, expulsión del aire y fermentación
en un medio anaeróbico, que permite el desarrollo de bacterias que acidifican el forraje.

El ensilaje, es un alimento que resulta de la fermentación anaeróbica de un material


vegetal húmedo mediante la formación de ácido láctico, para suplementar al ganado
durante períodos de sequía, garantizando la alimentación de los animales durante todo el
año. (Filippi 2011).

Característicasde un ensilaje de calidad.

Buen color (amarillo,marrón o verduzco)


Buen olor (avinagrado)
Textura (no babosa)
pH de 4.2 o menor

Composición botánica del material ensilado

La adecuada conservación del ensilado para la obtención de un forraje altamente


nutritivo depende de la fermentación controlada del forraje en el silo. La regulación
precisa de aire y la temperatura debe ser menor a 30 °C.

Para lograrlo, se debe considerar:

El forraje verde debe contener de 60 a 70 % de humedad. Para determinar su punto


óptimo, el forraje se pica al tamaño de partículas que se va a ensilar y presionar una
cantidad que abarque las dos manos por treinta segundos. Si el forraje deja húmeda las
manos y mantiene la forma ejercida por la presión, indica que tiene un contenido ideal
de humedad.

El silo es una estructura a prueba de aire y agua (Sosa 2005) que permite la
conservación del pasto y el forraje, manteniendo su condición jugosa y su color verde
sin disminuir el valor nutritivo. Por ejemplo, se puede utilizar un contenedor grande,
redondo, de ladrillo o metálico, con lonas, en bloques o con cualquier material que
permita un cierre hermético.

El valor nutritivo del producto ensilado es similar al del forraje antes de ensilar. Sin
embargo, es posible añadirle nutrientes, como almidones y azúcares, que pueden
acelerar el proceso de aumentar el valor nutritivo del producto.

El ensilado debe ser siempre empacado en forma compacta y mantenido bajo


condiciones anaeróbicas, de tal forma que se favorezca una buena fermentación.

Antes de conocer que es una fermentación anaeróbica, debemos saber que es


fermentación, esta es definida como los cambios químicos en las sustancias orgánicas
producidos por la acción de las enzimas.

La fermentación anaeróbica se define como la acción de procesos químicos y biológicos


que ocurren en los tejidos vegetales, que contienen carbohidratos fermentables y se
encuentran en condiciones de ausencia de oxigeno. Por esta razón, es necesario que se
tome en cuenta el compactado (sacar todo el aire que contenga el silo) durante su
preparación.

Tipos de silos
Existe una gran diversidad de silos:

Permanentes o temporales.
- Verticales y horizontales.
- De anillo.
- Trinchera.
- Cajón.
- Tanques.
- Bolsas de hilos (sacos).

Se puede hacer uso de una gran variedad de recipientes tales, como: tambores de metal
o plástico; tubos de concreto de 2 m de diámetro y 2 m de altura, bolsas plásticas para
empaque comercial de un espesor de 2 mm, como las usadas para envasar fertilizantes.

En grandes explotaciones existen silos con capacidades de 100 m3 o más, altamente


mecanizados que son llenados y vaciados mecánicamente. Esto permite aumentar la
eficiencia en el empleo del tiempo y reduce el costo de mano de obra.

En fincas pequeñas, con pocos animales, recipientes con capacidades de hasta 200 litros
que se llenan manualmente, suelen ser silos muy eficaces. Al usar bolsas, se debe sellar
la boca y atarla con hilo para mayor seguridad, apilar las bolsas en forma piramidal
sobre una plataforma firme de tierra o cemento y protegerlas con una cobertor.

Se recomienda que para silos permanentes su base sea dura e impenetrable.


 Silo en bolsa protegido con saco
 Silo en bolsas plásticas
 Silos verticales

Los silos verticales pueden hacerse de concreto, zinc, madera, metal o plástico. Deben
de tener forma cilíndrica para facilitar la compactación. Son ideales para asegurar una
buena compactación, debido a la gran presión que se acumula en su interior a medida
que se agrega forraje y aumenta la altura del ensilado. Esto protege el ensilaje de quedar
expuesto al aire durante el proceso de ensilado y aprovechamiento del silo.

Silos horizontales o Cajón

Este tipo de silo es el más usado y, generalmente, se construyen sobre la superficie del
suelo. Puede tener forma de trinchera (cajón) paredes laterales de concreto o de madera.

El silo horizontal tiene la particularidad de ser instalado en áreas delimitadas en la finca.

Silos trinchera

Estos silos, en su variedad de zanja, consiste en una excavación en el suelo con un plano
inclinado en la entrada del silo, para facilitar el acceso durante el ensilado y su
explotación. Cuando su tamaño es pequeño, es decir, con una capacidad menor a 2 m3,
su forma puede ser un paralelepípedo con base rectangular. Entre las desventajas del
siloen zanja estan: la necesidad de recubrir sus paredes para evitar el contacto con la
tierra y de tomar precauciones para asegurar que no penetre agua dentro del silo.
Silo Horizontal

Ventajas del ensilaje

Conserva el valor nutritivo del pasto durante largo tiempo.


Suministra forraje suculento de calidad uniforme y de buen sabor durante todo el año
(Bethancourt y García 2009).
Reduce los costos de producción con la disminución en el uso de concentrados.
Permite establecer estrategias de alimentación para la época de escasez de forrajes.
Permite usar forraje de calidad en cualquier época del año y, especialmente, cuando hay
escasez del mismo.

Desventajas del ensilaje

Sino se tiene cuidado con el manejo de las condiciones que favorecen la acción de las
bacterias ácido lácticas, respecto al mantenimiento de anaerobiosis, temperatura menor
a los 30º C y la disponibilidad de carbohidratos, las pérdidas del alimento pueden ser
cuantiosas o su valor nutricional bajo.

El ensilaje no tiene un valor de mercado establecido, por el corto período de vida que
tiene cuando se abre el silo.

Normalmente, el ensilado no debe exceder el 50 % de la dieta. (Argueta 2005)

Pastos para ensilar

Todos los pastos pueden ser ensilados, pero para esto se necesita que cumplan con los
requisitos de calidad deseada y se encuentren en excedentes, de lo contrario es
recomendable que se ensilen solo aquellos que se utilizan como suplementos o
complementos de la ración diaria. Por ejemplo, pastos de corte como maíz (Zea mays
L.), sorgo (Sorghum vulgaris), yerba merker (Super merker, elefante, merker morada y
merker enana), entre otros.

Para el caso del maíz, el elevado contenido en almidón del grano hace que este forraje
tenga un contenido energético superior al heno o al forraje de sorgo y que, sea un buen
material para ensilar.
También, se pueden ensilar leguminosas asociadas con gramíneas, subproductos de
cosechas agrícolas y desechos de industrias (pulpa de cítricos y pulpa de café, entre
otros).

El corte para ensilaje debe efectuarse al principio del período de crecimiento de la


planta para lograr un buen nivel de proteína y un alto valor de digestibilidad. Sin
embargo, en ese momento el contenido en agua de la planta también es alto, lo cual
produce un efecto adverso para una buena fermentación del ensilaje.

Equipos y materiales necesarios para el ensilaje

Picadora

Una picadora de forraje es fundamental para cortar al tamaño deseado de pasto a ser
ensilado. Existen varios tipos: las conocidas como picadoras trituradores o
desbrocadoras para moler maíz, maicillo, fríjol soya y otros granos, que son utilizados
para elaborar concentrados. Generalmente, este equipo es impulsado por motores diesel
o de gasolina y su capacidad de corte es de 2 a 5 toneladas por hora.

Picadora de forrajes

Tanque

Al introducirle tierra o arena en una proporción de un tercio a dos de su capacidad, se


convierte en una excelente compactadora del material picado.

Nylon o tela de lluvia (lona)

Lona utilizada en el tapado del Silo

Por lo general, son de varios colores (azul, negro, blanca, etc.) y pueden ser utilizada en
otra ocasión, siempre que no se dañe durante la preparación. La calidad puede variar de
acuerdo al tipo de material y al manejo.

Lona utilizada en el tapado de silo


Procedimientos a seguir antes de hacer el ensilado:

Selección del lugar, preferiblemente cerca del corral.


Limpiar bien el terreno y colocar una lona de nylon extendida sobre el suelo. Cuando el
silo es de trinchera, se hace una excavación en la tierra y, posteriormente, se coloca
encima la lona.
La picadora debe ser colocada en el extremo opuesto por donde se retirará el material
picado.

Mano de obra

Todo requerimiento de mano de obra dependerá de la cantidad de ensilaje a producirse y


del criterio de la persona que supervisa la actividad y la disponibilidad de recursos en la
finca. Sin embargo, se debe contar con personal suficiente y entrenado para que se
cumplan las siguientes funciones:

Cortadores de pasto,
Acarreadores de pasto del lugar de corte a la picadora,
Manejador de la picadora, y
Compactadores del material a ensilar.

Dentro de la parcela, el pasto debe ser cortado de 5 a 15 cm del suelo, de manera que
favorezca el rebrote de la planta. El corte puede efectuarse de forma manual (machete) o
mecánica (guadaña) (Sosa 2005).

Pasos para ensilar forraje

Independientemente de la cantidad de ensilaje que sea necesaria, para hacer un buen


ensilaje se deben aplicar los siguientes principios:

1. El forraje a ensilar debe tener un alto valor nutritivo,


2. El forraje no debe estar contaminado con suelo,
3. El forraje deberá ser triturado en trozos no mayores a 2 cm para facilitar la
compactación y reducir la cantidad de aire retenido en el forraje,
4. Depositar el forraje en el silo en capas y compactar de inmediato (capas de 20
cm.
5. Luego de compactado el material, esparcir una capa de sal (un 0.5 % de urea
disuelto en melaza o en agua como enriquecedor proteico energético) en toda la
superficie del silo, con la finalidad de evitar la proliferación de hongos y
bacterias. En el uso de subproductos de cosechas en recomendable usar 0.5% de
urea y 2% melaza tomando en cuenta el costo por toneladas. para la preparación
del ensilaje.
6. Antes de sellar el silo, para impedir la penetración de aire y de agua, se debe
expulsar el máximo de aire del interior del silo.
7. Cubrir el silo con una lona cubierta de tierra u otro material que la proteja.
8. El ensilado y el sellado del silo se debe realizar en el tiempo más breve posible.
9. Durante el uso del silo para alimentar los animales, el área de ataque del silo
debe ser reducido para que la superficie expuesta al aire sea pequeña. Esta
operación debe ser rápida y se debe sellar el silo despúes de cada uso.
Adición de aditivos al forraje picado

Consideraciones finales

En el trópico, particularmente en regiones semiáridas, la principal dificultad para la


producción animal es la escasez de forraje. La conservación de forraje producido
durante la época de lluvias por medio del ensilaje es una técnica útil para la mayoría de
pequeños agricultores, especialmente, aquellos dedicados a la lechería y a la producción
de carne.

Sehademostradoqueesposibleensilarforrajesaplicandotecnologíaapropiada, forrajes de
gramíneas, leguminosas, árboles leguminosos, y otros pastos, pueden ser utilizados para
el ensilado sin mayores dificultades, sin embargo, es necesario continuar las
investigaciones sobre la calidad de los ensilajes relacionada a la fermentación y valor
nutritivo que pueden ser mejorados usando cultivos asociados, mezclando forrajes al
ensilar y agregando aditivos.

Hay un gran potencial para el uso de subproductosagro-industrialesmezclados con


forrajes de leguminosas, lo cual puede tener gran impacto como nuevas fuentes de
alimentos económicos para el ganado, por ejemplo, la inclusión demelaza-ureaen el
ensilaje del barbojo de habichuela mejora su calidad proteíca con cualquiera de los
niveles (0.5, 1.0 y 1.5 % de urea) más 2 % demelaza-ureaaplicados.

En el uso de subproductos de cosechas, es recomendable usar 0.5% de urea y 2%


melaza tomando en cuenta el costo por tonelada en la preparación del ensilaje.

Para elaborar ensilaje, se debe procurar que los pastos estén en su mejor momento en
contenido de proteína y bajo en fibra.

La calidad del producto ensilado depende del valor nutritivo de la materia prima usada y
de los productos presentes en el proceso de fermentación, como los tipos de ácidos y la
cantidad de amoníaco.

Literatura citada
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las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación., Secretaría de
Agricultura y Ganadería. SAG, Agencia Española de Cooperación Internacional.
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- Heinrichs, J.; Kononoff, P. 2008. Evaluando el tamaño de partícula de forrajes y
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- Quiroz, M. 2009. Caracterización del valor nutritivo y estabilidad aeróbica de
ensilados en forma de microsilos para maíz forrajero. Trabajo de tesis de
Maestría para optar el grado de Máster en zootecnia y Gestión Sostenible.
Universidad de Córdoba. ES. p.1-66.
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Trópico, FAO. Roma, IT.
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Dominicana, Ingeniero Agronomo.
- Artículo publicado originalmente en Pblicaciones IDIAF, serie Conservación de
Forrajes.

7 – BIBLIOGRAFÍA Henificado

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- FARMER AND STOCKBREEDER. (1970). “Conservación de forrajes”. Ed.


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www.agroconnection.com/secciones/maquinaria/cosechadoras/forrajes/S02900011.htm

www.pasturasdeamerica.com/conservacion/heno.asp

www.inia.cl/cobertura/quilamapu/bioleche/BOLETIN24.html

www.vidarural.net/articulos/vr/cereales/83cultforrajeros.html

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