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Sistema de producción
Si ésta se dedica a la cría de vacunos y ovinos, será importante elegir aquellas que produzcan en los
momentos de máximos requerimientos nutritivos de los animales, debido a sus ciclos fisiológicos,
especialmente en los periodos pre parto, parto y primeras semanas de lactancia.
Si la explotación se destina al engorde o inverne, la provisión de forraje deberá ser constante a través
del año, a fin de llenar las exigencias nutritivas de un animal en pleno crecimiento, para que este
mantenga un ritmo de ganancia sostenido y llegue a peso de faena en el menor tiempo posible. Las
mismas consideraciones se deben tener en cuenta cuando la explotación es un tambo, donde la
alimentación de las vacas debe ser constante y sostenida ya que la producción de leche se ve
rápidamente afectada por una disminución en la cantidad y/o calidad del forraje.
Suelo y clima
Entrando en la elección de las forrajeras a sembrar según las exigencias ambientales, las especies se
pueden clasificar en aquellas adaptadas a clima continental y suelos sueltos y aquellas que prosperaran
bien en la zona húmeda.
Las primeras serán las que crecerán en las condiciones del oeste de la provincia de Buenos Aires,
este de La Pampa y sur de Córdoba y Santa Fe de clima más riguroso, sobre todo en lo que se refiere a
las precipitaciones. En esta región se incluye a la alfalfa, la que pese a no ser una planta xerófila, se
defiende de las sequías por la profundidad de su sistema radicular. Estarían en esta zona, especies
como el pasto llorón (Eragrostis curvula), la festuca, agropiro, cebadilla criolla, trébol rojo, etc., que
son las que comúnmente integran mezclas perennes. En esta zona también se emplean como recursos
forrajeros de gran importancia, los cereales de invierno y de verano.
En los bajos "dulces": el falaris, y en los lugares altos y bien drenados: el pasto ovillo y el raigrás
perenne. Como leguminosas se pueden usar el trébol blanco y en ciertos casos el Lotus.
Aptitudes de Suelo
En suelos de distinta aptitud, la decisión de establecer pasturas dependerá del tipo de campo. La
siembra de pasturas se podrá realizar de acuerdo a:
1. En campos agrícolas o agrícola-ganaderos:
a- Como integrante de la rotación con agricultura.
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b- Para diversificar la producción.
c- Para cubrir "baches forrajeros, especialmente en invierno y verano.
d- Cuando la rentabilidad ganadera supera a la agrícola.
2. En campos ganaderos:
2.1. Que ya han sido cultivados
a. En reemplazo de pasturas viejas o degradadas
b. Para recuperar potreros invadidos por gramilla (Cynodon sp)
En algunos casos, las siembras se realizan para poder complementar los característicos campos de
cría y su producción forrajera estacional, que obligue a la venta de los terneros al destete o poco
después de una poco eficiente “recría", incorporando una fuente forrajera que permita realizar una
buena recría, o una invernada rápida de sus vaquillonas de reemplazo, e incluso de algunos machos
para llevarlos a peso de "consumo liviano”.
También puede ser necesario contar con pasturas de producción otoño-inverno-primaveral como
complemento de la producción primavero-estival o primavero-estivo-otoñal de los campos naturales o
pastizales.
En otros casos, la siembra de pasturas se puede realizar para contar con suficiente materia prima
como para hacer reservas forrajeras (heno, silaje o henolaje) o como pastoreos diferidos o pasturas
reservadas de otoño para el invierno.
Poder Germinativo: es la relación entre la cantidad de semillas que pueden germinar y la cantidad de
semillas de la muestra analizada. Se expresa en porcentaje
Pureza: es la relación entre el peso de una muestra de semillas, y la cantidad en peso de cuerpos
extraños y semillas de otra especie, en esa muestra. Cantidad de semillas vivas existentes.
P = (peso de muestra – peso de impureza) / peso de muestra x 100
Peso hectolítrico: es el peso de semilla que ocupa un volumen de 1 hL (100 litros). Se llena una
probeta y se pesa la cantidad de semilla que ocupó el volumen de la probeta.
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Peso de 1000 semillas: es el peso en gramos de mil semillas del lote que se analiza.
Densidad de siembra: es la cantidad de semillas que se distribuye por unidad de superficie. En siembra
fina, se expresa en Kg./ha y es una distribución a chorrillo sobre hileras. La distancia entre hileras,
puede ser de 15,24 cm; 17,5 cm (submúltiplo de 35 y 70 cm); 19 y 21 cm. En siembra gruesa, se
expresa en semillas/ha, su distribución es monograno. La distribución es a 70 o 52 cm.
Autonomía: Es la cantidad de trabajo que puede realizar la sembradora, sin recargar la tolva de
semillas. Se expresa en ha.
Autonomía = Volumen de tolva (L) x PH (Kg/hL) x 0,01 hL/L/Ds (Kg/ha)
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Compuestas
Achicoria (se recomienda 6 a 8 Achicoria
combinar con trébol blanco 4 a 5 Raigrás Perenne
porque es muy exigente en 1 a 2 Trébol Blanco
Nitrógeno)
Calidad de semillas
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Mezclas Forrajeras
COMPLEMENTARIAS
SIMPLES INVERNALES
NO COMPLEMENTARIAS
COMPLEMENTARIAS ESTIVALES
COMPLEJAS INVERNALES
NO COMPLEMENTARIAS
ESTIVALES
Mezcla simple: 2-3 especies con similares requerimientos de suelo y clima y que se adaptan al
mismo manejo (mejor control competencia entre especies, mejor adaptación a manejos similares,
mejor adaptación suelo clima, cada esp. cumple una función, en general aportan mejor calidad por más
fácil manejo).Ej. Mezcla INVERNAL: Festuca (volumen y perennidad) Trébol blanco (fijación N.
Calidad forrajera y cobertura). ESTIVAL: Alfalfa (volumen, perennidad) Cebadilla y Pasto ovillo
(balancean la mezcla y dan cobertura impidiendo avance de malezas).
En las mezclas forrajeras se ha incluido siempre una o más leguminosas, por sus cualidades
nutritivas, por su habilidad y capacidad de fijar el nitrógeno atmosférico. El trébol blanco, es la
leguminosa ideal para mezclas de aprovechamiento otoño-inverno-primaveral, pero presenta el
inconveniente, especialmente en verano, de su poca resistencia a la sequía, debido a su sistema
radicular superficial.
En términos de producción anual y estacional de forraje, la respuesta que expresa una mezcla
dependerá de las especies sembradas y del ambiente que experimentan durante su crecimiento y
desarrollo. Adicionalmente, el efecto del ambiente puede ser modificado mediante la defoliación y el
uso de insumos (fertilizantes, herbicidas y riego), con lo cual también puede controlar en parte la
composición y la producción de las pasturas.
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Elección de especies por su adaptación a suelo y clima
Un método sencillo consiste en separar los suelos en aptitud agrícola, agrícola con limitantes
(texturas finas y permeabilidad lenta) y no agrícolas (por exceso hídrico, alcalinidad y/o salinidad, baja
retención de agua ó escasa profundidad). A partir de allí se recomienda la mezcla de gramíneas y
leguminosas para distintas situaciones edáficas particulares.
También puede definirse la ubicación de las especies forrajeras según topografía y tipo de suelo.
- Alfalfa: requieren de buen drenaje y buena fertilidad.
- Festuca y rye grass anual se adaptan a un amplio rango de condiciones.
- Agropiro, es la gramínea que se adapta a suelos bajos e inundables.
- En loma-media loma se adaptan: rye grass perenne, pasto ovillo, cebadilla y falaris. Leguminosas
como trébol rojo y Lotus corniculatus.
- En media loma-bajos dulces y alcalinos, se establece el Lotus tenuis.
Las especies se eligen por la compatibilidad desde el punto de vista de la frecuencia de defoliación.
En relación a la intensidad de la defoliación, es aconsejable respetar las necesidades de las especies
más sensibles.
- Cantidad de especies componentes de las mezclas
El empleo de gran cantidad de especies conduce a diferencias entre los momentos óptimos para el
pastoreo de cada una, ocasionando pérdidas. En suelos homogéneos, conviene sembrar mezclas
simples compuestas por dos, tres, hasta cuatro especies.
Para los casos de potreros con suelos heterogéneos debe intentarse mapearlos, separando grupos ó
subgrupos diferentes, sembrando en cada uno de ellos la pastura de mejor adaptación al suelo, con
especies compatibles entre sí desde el punto de vista de la defoliación.
Aquellos suelos heterogéneos donde no se pueda separar los grupos y subgrupos puede optarse por
sembrar mezclas complejas para cubrir todos los ambientes. Pero, debe aceptarse que surgirán
dificultades para respetar la morfofisiología de cada una de ellas para la toma de decisiones en el
manejo.
Mezclas simples
Suelos de aptitud agrícola: Alfalfa, en suelos profundos, (300 a 350 pl/m 2: 7 a 9 kg/ha), pasto
ovillo (200 a 250 pl/m2: 5-6 kg/ha) y cebadilla (100 a 150 pl/m2: 5-7 kg/ha). La alfalfa puede ser
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reemplazada por trébol rojo (140-160 pl/m2 equivalentes a 3,5-4 kg/ha) en suelos agrícolas con
limitantes (texturas más finas). Podría incluirse Trébol blanco.
Cuando se refiere a suelos con permeabilidad lenta, puede participar la festuca (250-330 pl/m 2: 6
a 8 kg/ha) acompañando al trébol rojo (3,5-4 kg/ha) y cebadilla. También puede ser otra opción el
Lotus corniculatus (250 pl/m2: 4 kg/ha) y el trébol blanco (200 pl/m2: 1,5 kg/ha)
En suelos no agrícolas, con excesos hídricos temporarios, la festuca sería lo más recomendable.
Podría acompañar Lotus corniculatus ó L. tenuis y el trébol blanco.
En suelos con leves problemas de alcalinidad ó salinidad, las opciones se restringen a mezclas de
festuca, lotus tenuis y/ó trébol blanco. En situaciones donde el porcentaje de sodio en el suelo es
mayor a 15 % pero menor a 40% puede optarse por el agropiro y Lotus tenuis. Cuando la alcalinidad
sódica supera éstos valores la única opción es agropiro (120 a 140 pl/m2).
En cuanto a las variedades: existen programas de mejoramiento genético que hoy permiten disponer
de una amplia oferta de rye grass (anual y perenne), Gramíneas y Leguminosas perennes con
diferenciaciones en cuanto a la distribución de la producción, tipo de floración, sanidad, estructura,
forma de crecimiento y velocidad de implantación. Deberemos razonar y plantear la mezcla adecuada
a los suelos y el planteo de producción.
Prácticas de manejo:
Análisis y elección de antecesores, asociados a la presencia de malezas y fertilidad.
Fecha de siembra planificada con tiempo y temprana.
Sistema de siembra y su control. Eficiencia de siembra, de manera de lograr pasturas densas.
Uso de fertilizante según niveles de respuesta, control de malezas, control de plagas y
enfermedades.
Definición de los sistemas de aprovechamiento más adecuados.
Estas acciones implican anticipación y planificación, o sea actuar sobre la base de un plan que
facilite todas las medidas tendientes a un aumento en la eficiencia.
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1. La leguminosa en una pastura de gramíneas pura aumenta la acumulación anual de forraje.
2. La calidad de la mezcla (en términos de digestibilidad) es superior a la de la gramínea pura y la
magnitud de la diferencia depende del porcentaje de la leguminosa y de la época del año.
3. La defoliación es una herramienta clave para controlar la composición botánica de la pastura.
4. La fertilización de la mezcla con nitrógeno aumenta la acumulación de forraje y según la dosis y el
ambiente puede afectar el contenido de leguminosa y la calidad de la pastura.
Consideraciones
1. Utilizar siempre semilla Fiscalizada y Certificada: para garantizar la calidad de semilla,
Germinación, presencia de malezas y agentes patógenos.
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2. Tratar de evitar el uso de especies muy competitivas dentro de la misma mezcla: La alta
competencia entre especies forrajeras podrá determinar un desbalance durante el establecimiento y
durante las etapas iniciales de la pastura.
3. El Rye Grass perenne nunca debe sembrarse con otra gramínea perenne: La agresividad del
primero dificultará la implantación de la otra gramínea perenne involucrada. La que más se defiende
en competencia es el Pasto Ovillo. Al utilizar Rye Grass perenne como principal gramínea, buscar
cultivares de buena sanidad y con buen comportamiento ante las altas temperaturas del verano.
4. El Rye Grass anual debería evitarse en la siembra de pasturas consociadas: Como especie
acompañante, la Cebadilla criolla será mucho más conveniente (posee menor agresividad).
5. Rye Grass Híbrido tetraploide resulta una alternativa de mayor producción inicial: Elegir
siempre cultivares de alta sanidad de hoja y tetraploides, factores asociados a la mayor calidad del
forraje.
6. Analizar el uso de diferentes cultivares de Festuca alta en distintos lotes: Según sea el ciclo de
producción y floración se estabilizará la oferta de pasto a lo largo del año. Cultivares de producción
temprana “invernal “y cultivares de producción tardía “estival” ayudará a controlar la encañazón de la
Festuca y a uniformizar la producción y calidad del forraje.
7. Trébol blanco debería ser incluido en todas las mezclas forrajeras. La fijación del nitrógeno
del suelo ayudará al crecimiento y producción de las gramíneas asociadas. Con un buen manejo
resultará fundamental para lograr calidad de forraje durante otoño, invierno y primavera. Evitar el uso
de cultivares foráneos de Trébol blanco con marcada susceptibilidad a complejos virósicos.
8. El Phalaris es la gramínea perenne con mayor producción durante otoño e invierno:
Solamente igualada en esta época por las Festucas especialmente seleccionadas con este fin (Flecha -
Triumph). Recordar que esta gramínea perenne comienza a acumular reservas luego de su floración,
con lo cual siempre se debe dejar florecer a fin de favorecer el rebrote del otoño siguiente.
9. Utilizar cultivares de Pasto Ovillo semipostrados: Los cultivares postrados serán muy
dominantes y agresivos en su competencia. Utilizar cultivares intermedios o semipostrados (Visión,
Pretal, Omega, Porto), a fin de lograr una menor competencia de esta especie. Siempre tener en cuenta
la sanidad del cultivar. Evitar el uso de cultivares susceptibles a Scolecotrichum o con alta dormancia
invernal (cultivares de Europa del Norte).
10. Elegir como acompañante, cultivares de Cebadilla de mayor persistencia: En la medida que el
cultivar posea mejor supervivencia de plantas, la producción en cantidad y calidad se mantendrá a lo
largo del ciclo de la pastura, Tango.
11. Verdeos de invierno: Analice siempre el ciclo del Rye Grass a utilizar como verdeo, temprano,
intermedio y tardío a fin de utilizar el que se adecue a las necesidades del campo. Siempre tener en
cuenta la tolerancia a roya del cultivar a utilizar. La inclusión de una leguminosa anual (Trébol de
Alejandría o Trébol Persa) al verdeo invernal de gramínea, aumentará sensiblemente la calidad del
forraje producido como también alargará el período de aprovechamiento del verdeo.
12. Ajustar la densidad de siembra: La misma dependerá entre otros factores del logro o porcentaje
de establecimiento de cada caso en particular. Medir y conocer efectivamente el nivel de logro ayudará
a ajustar la densidad de siembra de cada especie forrajera.
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Distintas mezclas de especies forrajeras para distintos suelos, topografía y precipitaciones. Valores
estimados para el sudeste y oeste de Buenos aires.
Tipo de campo Mezcla Forrajera Semilla/m2
Raigrás perenne 600 – 1000
Pasto ovillo 250 – 300
Campo alto
Trébol Blanco 150 – 200
Total 1000 – 1500
Raigrás perenne 500 – 600
Pasto ovillo o Festuca 300 – 400
Media loma
Trébol blanco 150 - 200
Total 950 - 1200
Falaris bulbosa 300 – 400
Trébol blanco 150 – 200
Bajo Dulce
Lotus corniculatus 200 - 300
Total 650 - 900
Agropiro alargado 150 – 200
Festuca alta 300 – 400
Bajo alcalino
Trébol Blanco 100 - 200
Total 550 - 800
Agropiro alargado 250 – 300
Trébol de frutilla ó 100 – 200
Bajo muy alcalino Melilotus officinalis 150 – 200
ó Lotus tenuis 200 – 300
Total 350 – 450 / 500 - 800
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Precipitaciones Mezclas Plantas / m2
Alfalfa 400 – 500
Pasto ovillo 300 – 400
Más de 700 mm
Cebadilla 80 – 100
Total 780 – 1000
Alfalfa 300 – 400
Cebadilla 70 – 100
De 600 a 700 mm
Festuca 200 – 250
Total 570 – 750
Alfalfa 200 – 300
De 500 a 600 Agropiro 300
Total 450 – 600
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prescindir de su uso para favorecer un rápido establecimiento y una alta producción inicial de la
alfalfa.
Inoculación
Para efectuar esta técnica, es necesario:
Preparación de una suspensión del inoculante en agua azucarada.
Regar la semilla con dicha solución a fin de humedecerla, mezclándola con una pala para que la
distribución sea pareja.
Extender la semilla en capas finas a fin de que se sequen cuidando no exponerlas a la luz del sol.
Técnicas de inoculación
Los inoculantes se presentan en dos formas: en polvo (turba) o gelatina como medios de cultivo.
En el caso de usar el inoculante que viene en turba, la inoculación de semillas se realiza mezclando
el inoculante con una solución adherente que luego se mezcla con la semilla. Los pasos a seguir son
los siguientes:
1. Se prepara una suspensión del inoculante en agua azucarada al 10%.
2. Con esta suspensión se moja la semilla revolviendo bien hasta que toda la semilla quede cubierta.
3. La solución adherente, en el caso de ser usada en inoculación anticipada o peleteado se prepara con
Agua y; Cellofex, goma arábiga o Colex.
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Tipos de inoculación Cantidad de semilla Inoculante Volumen de solución
Solución concentrada de adherente
Preinoculación 25 kg 1 bolsita
inoculante: 0.25 a 0.3 lt. aproxim.
Solución azucarada (10%): 0.25 a 0.3 lt.
Inoculación simple 25 kg 1 bolsita
aproximadamente.
Solución adherente-inoculante 0.5 a 1 lt.
Inoculación y
25 kg 1 bolsita 20% a 60% en peso de semilla de cal o
peleteado
hiperfosfato.
Peleteado o aperdigonado
Es una técnica mediante la cual se recubre la semilla de leguminosas inoculada con una capa de
sustancia adhesiva y otra de polvo de calcio y magnesio formando una caparazón alrededor de ella; a
cada semilla tratada así se la denomina pellet (píldora o gragea).
Ventajas: proteger a las bacteria de ciertas condiciones adversas como la acción del sol, la falta de
humedad, la acidez del suelo y del fertilizante; condiciones que se presentan en siembras con zapatas o
en cobertura, no así en siembras sobre tierras preparadas en las que las posibilidades de fracaso en la
inoculación, si se han tomado las debidas precauciones, son mínimas.
Solución adherente
con inoculante Semilla
Como la semilla peleteada tiene mayor tamaño y peso, la cantidad a sembrar por hectárea va a variar,
esto hay que tenerlo en cuenta al realizar las distintas mezclas de especies y al regular la máquina para
la siembra.
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La semilla peleteada debe sembrarse dentro de los 10 días de haberse hecho el pellet (aunque
algunos dicen hasta 1 mes). Hay que mantenerlas en ambientes frescos (temperaturas menores a 20
°C).
Inoculación de gramíneas
Estas bacterias se diferencian de las aplicadas a las leguminosas en que no forman nódulos, sino que son bac -
terias de vida libre de acción rizosférica (zona cercana a las raíces), las cuales segregan sustancias hormonales,
antifúngicas, etc. que producen una promoción en el desarrollo vegetal, especialmente a nivel radicular. Debido
a estas características, se las denomina promotoras del desarrollo radicular (PGPR).
Actualmente se está dando amplia difusión a la utilización de la inoculación sobre la base de productos
formulados con Azospirillum brasilense.
Sistema de inoculación
El sistema que se utiliza para la inoculación de semillas de gramíneas no difiere del utilizado para la inocu-
lación de semillas de leguminosas. Consiste en la aplicación del inoculante mediante diferentes equipamientos
(tolva con aspersor, inoculadoras específicas, mezcladora de cemento, etc.).
Lo importante es lograr una homogénea cobertura de todas las semillas, para lo cual la cantidad de agua
utilizada es de suma importancia. Si bien no se aconseja la utilización de fungicidas junto a la aplicación de las
bacterias, evaluaciones realizadas a campo nos permiten asegurar que los fungicidas de uso habitual (Ej.:
carbendazim + thiuram) no producen una merma importante en la actividad microbiana.
Cultivares:
Advance
Excelente performance productiva y calidad de forraje. Buen vigor
inicial de crecimiento. Permite manejos intensivos. Excelente
palatabilidad. Cultivar recomendado para invernadas intensivas o
producción de leche.
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Triumph
Único cultivar de festuca con alta tasa de crecimiento invernal y
excelente vigor de implantación. Menor agresividad en
consociaciones.
Flecha
Alta tasa de crecimiento invernal. Resistente a roya. Su latencia
estival y mayor tolerancia a las altas temperaturas de esta época
determinan una mayor persistencia en los sistemas pastoriles.
Excelente calidad de forraje.
Cultivares
Vision
Excelente sanidad de hoja y mayor calidad de forraje. Floración tardía
que permite prolongar su aprovechamiento.
Cultivares
Mate
Crecimiento invernal. Cultivar con mayor producción
durante el invierno. Alta densidad de macollos. Muy buen
vigor inicial. Hábito de crecimiento semierecto. Ideal para
sistemas de pastoreo intensivo. Buena sanidad.
Cultivares
Tango
Alta producción de macollos desde la base. Mayor
resistencia a stress hídrico.
Cultivar recomendado cuando se requiere mayor producción
durante el periodo otoño- invernal en sistemas de alto
requerimiento nutricional.
Cultivares
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Samson
Mayor persistencia. Capacidad de tolerar altas temperaturas estivales. Manifiesta una excelente
sanidad. Excelente capacidad de producción estival.
Greenstone
Raigras híbrido formado por un 75% de raigras perenne y 25% de raigrás anual. Excelente vigor de
implantación, mayor tasa de crecimiento inicial y mayor producción general al primer año, debido a la
presencia del raigras anual en la formación del híbrido. Excelente calidad de forraje. Su característica
de tetraploide (4n) se encuentra asociada a factores de alta calidad de forraje, hoja más ancha y más
palatable. Sus características de mayor producción inicial se complementan en forma ideal ante
consociaciones con raigras perenne Samson, logrando una adecuada combinación entre perennidad y
producción inicial de alta calidad. Usos en sistemas de tambo e invernada.
Cultivares
Florida
Excelente crecimiento inicial. Mayor rusticidad. Vigoroso
rebrote luego del pastoreo y alta capacidad de producción
temprana. Se recomienda cuando se requiere un verdeo
temprano. Por su ciclo corto y concentrado es ideal como
antecesor de cultivos agrícolas.
Titán
Largo ciclo de producción. Su característica tetraploide, da
hoja ancha y mayor digestibilidad. Excelente comportamiento a enfermedades foliares.
Bill
Muy alta capacidad de rebrote. Por su hábito de crecimiento semirrecto se recomienda no dejar
acumular excesivo forraje entre pastoreos. Usos en sistemas de alta demanda nutricional cuando se
requiere altos niveles de producción de materia seca de un verdeo.
Lotus corniculatus
Resistente a sequías. Posee muy buena calidad y
palatabilidad semejante a la alfalfa. No produce meteorismo o
empaste. Se consocia bien con agropiro y festuca. Ideal para campos
de cría e invernada.
Cultivares
Gladiador
Destacada persistencia debida a ser una planta densa y
ramificada, lo que otorga mejor recuperación luego del pastoreo y
una mayor aptitud competitiva con otras especies forrajeras.
Lotus tenuis
Tolerante a las inundaciones. Se adapta a suelos pesados, salitrosos e
inundables. Para que se produzca un buen rebrote, luego del pastoreo la
altura del remanente debe ser siempre mayor a los 2,5 cm. Se consocia
muy bien con el agropiro y festuca. No produce empaste.
Cultivares
Esmeralda
Hábito de crecimiento semierecto, permite una mayor disponibilidad de forraje para los animales
en pastoreo. Alta densidad de ramificaciones. Rapidez en el establecimiento, lo que contribuye a un
adecuado balance gramínea-leguminosa.
- Establecimiento
Manejo Previo del lote, secuencia de cultivos y cultivo antecesor.
Cultivo antecesor
El cultivo antecesor ideal deber ser aquel que, una vez cosechado, de tiempo suficiente para
acumular agua y nutrientes en el suelo, antes de la fecha optima de siembra, que deje un rastrojo poco
voluminoso, y que ayude a erradicar insectos del suelo y malezas, ya sea en forma química o
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mecánica. En el caso de siembra directa, debe permitir realizar una siembra temprana de la pastura y
dejar en superficie rastrojo poco voluminoso y de fácil descomposición.
Antecesores
El cultivo antecesor es un factor que condiciona el éxito de implantación de la pastura. Los factores
a tener en cuenta son:
Antecesores muy aptos: permite realizar la siembra en fecha óptima (fin de febrero y marzo), y su
rastrojo es de fácil descomposición. Ej: cereales de invierno (se debe usar desparramadores de paja
cuando se coseche).
Antecesores aptos: por su fecha de cosecha permiten realizar la siembra en buena fecha (todo
marzo y principio de abril), pero su rastrojo es de difícil descomposición (maíz para silo y para
cosecha, girasol C.C.)
Antecesores no aptos: aquellos que se cosechan tarde atrasando la fecha de siembra (mayo) y
dejando un rastrojo de difícil descomposición (soja 1era y 2da, Maíz para cosecha C.L., Sorgo
granífero para cosecha).
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Antecesores no recomendables: Pasturas degradadas, Avena de cosecha, Sorgo forrajero.
ANTECESOR VENTAJAS DESVENTAJAS O RESTRICCIONES
Verdeo Invierno Barbecho largo. Siembra Se pierde un cultivo.
óptima: febrero-marzo. Permite Se debe evitar que semille, realizando en
realizar una cama química y octubre un barbecho químico.
control de malezas perennes en
verano.
Cosecha Fina Barbecho largo. Permite Ante rastrojos voluminosos se deben eliminar
siembra en directa. (rollos para cría).
Siembra optima: febrero-marzo
Girasol Con híbridos de ciclo corto se Barbecho corto. Evitar uso de Rainbow.
admite siembra en febrero- Implica usar ciclos cortos y se pierde rinde.
marzo. Deja un rastrojo de El productor lo reemplaza por soja por
rápida descomposición. rentabilidad.
Permite control de malezas
perennes con graminicidas.
Maíz silo Permite siembras tempranas. Evitar el uso de atrazina por residualidad.
De poco rastrojo y permite SD. Sembrar en termino (Sep) para ensilar
temprano (antes de 10/ 2).
Maíz grano Solo recomendado para Gran volumen de rastrojo, lenta
praderas de rotación corta descomposición, eliminar como en el caso del
(PRC), donde no se siembra trigo o realizar siembra convencional.
alfalfa y como enganche de Ayuda uso de fertilizante nitrogenado previo
rotación. a la siembra.
La fecha de siembra se atrasa.
Utilizar híbridos de ciclo corto de poco
rastrojo.
Soja grupo II, III Siembra intermedia de marzo. Cierta alelopatía. Problemas sanitarios.
y IV corto Permite siembra directa con El nacimiento es muy bueno pero hay grandes
una buena cama de siembra. pérdidas de planta, bajando hasta un 20 % de
Poco volumen de rastrojo. logros en primavera.
Permite control de malezas.
Soja Grupo IV Permite siembra directa con Atraso de fecha de siembra.
largo y cinco una buena cama de siembra. Cierta alelopatía. Problemas sanitarios.
Poco volumen de rastrojo. El nacimiento es muy bueno pero hay grandes
Permite control de malezas. pérdidas de planta, bajando hasta un 20 % de
logros en primavera.
Moha para rollos Permite una siembra temprana.
Excelente cama de siembra
para directa.
Rastrojo de rápida
descomposición.
Pastura degradada Si se desea sembrar alfalfa, se evidenciarán
efectos alelopáticos (ef. implantación del 30
%). Es conveniente secarla los primeros días
de enero; teniendo así dos meses para
acumular agua y fertilidad, acordes con el
objetivo de obtener excelentes verdeos de
invierno. Hay un efecto de alelopatía en alfalfa
que dura aprox. 1 año.
En el caso de sojas grupo V, VI, y VII RR, sembradas a una densidad menor que las comúnmente
destinadas a cosecha, se las pueden destinar para pastoreo, logrando alrededor de 150 a 200
raciones/ha a un costo muy bajo y logrando excelente control de malezas. La soja de pastoreo es muy
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barata por que la hacemos con semilla propia, tiene la ventaja de que podemos seguir controlando en
forma económica y muy racional todo tipo de maleza y nos entregan el lote a fin de enero mediados de
febrero, permitiendo una aceptable recarga del perfil. Es un forraje de muy buena calidad que se puede
usar en cualquier tipo de hacienda. El rebrote de soja pastoreada puede ser controlado fácilmente con
desmalezadora, o bien con 2,4-D. La utilización de soja de grupo IV con destino a cosecha es un
excelente antecesor que entrega un lote limpio.
Eficiencia en la implantación en %
Pastura degradada 30 28
Sorgo granífero 65 55
Sorgo forrajero 87 85
Trigo 85 85
Soja 87 85
Moha 92 90
Girasol 93 90
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La siembra en líneas permite también la distribución de fertilizantes en bandas cercanas a las
semillas, con un menor consumo de fertilizante por hectárea y un más rápido contacto de las semillas
con la zona donde se ha comenzado a solubilizar el fertilizante.
En nuestra zona se usan las sembradoras de cereales de grano fino, distribuyendo directamente la
semilla al voleo en superficie y luego enterrándola con una rastra de dientes invertida, o con rastras de
rollos de alambres de púas, de ramas, de cadenas, etc.
Esta operación de tapado de semilla, tiene por objetivo evitar la muerte de la plántula por la acción
directa del sol sobre sus raicillas y por otra parte; evitar la acción bactericida del sol sobre los rizobios
de las leguminosas.
Se puede emplear entonces cualquier sembradora de cereales, debiéndose regular la cantidad de
semilla por hectárea y desenganchando los tubos dosificadores, a fin de que, la semilla caiga
libremente y al voleo.
Por otra parte la siembra al voleo también es utilizada por productores que no poseen sembradoras en
líneas, siendo necesaria la utilización de mayores densidades de siembra (menor eficiencia de
establecimiento).
En general existen asociaciones entre el resultado y determinados aspectos técnicos, tales como: uso
del suelo anterior a la siembra (compactación del suelo, utilización y carga animal, etc.), cultivo
antecesor en relación con la desocupación del lote y el volumen del rastrojo, control de la vegetación
existente (tipo y cantidad de maleza presente), maquinaria utilizada, densidad de siembra, desarrollo y
manejo inicial, etc.
Labranza
Es el conjunto de operaciones destinadas a proveer un ambiente propicio para las plantas cultivadas.
El laboreo del suelo influye físicamente (mayor aireación y un aumento de la capacidad de
almacenamiento de agua, evita el escurrimiento superficial y pone en contacto intimo a los restos
vegetales con el suelo); químicamente (favorece la oxidación para la nitrificación y la transformación
de la materia orgánica); y desde el punto de vista biológico (aumenta el desarrollo de microorganismos
que transforman la materia orgánica en humus y otras sustancias aprovechables por las plantas, ayuda
a combatir malezas y al control de insectos por destrucción de nidos, huevos o larvas).
Se puede usar el arado de rejas y arar a profundidades variables. Se puede cruzar nuevamente con el
arado, dejar un tiempo y luego, terminar la preparación con rastra de discos. Se podrá terminar la labor
con la rastra de dientes a fin de dar mayor firmeza al terreno.
También se puede emplear el arado rastra, que resulta intermedio entre el de rejas y el de discos, pero
sin invertir el pan de tierra. Trabaja a menor profundidad y se usa especialmente para enterrar rastrojos.
Otra herramienta que ha dado muy buenos resultados, es el arado de cinceles, produciendo remoción
del mismo pero sin rebatir la gleba. Se usa también para eliminar malezas o para romper las costras
formadas por el "planchado" del suelo.
En todos los suelos, las labores de labranza se pueden complementar con el uso de la rastra de
dientes y con rodillos de diversos tipos. La rastra de dientes empareja y refina el suelo, pero sobre todo
le da "piso", acomodando las partículas y rellenando los espacios libres.
El rodillo o rolo, comprime la tierra y reduce espacios vacíos (desde la superficie hacia abajo). Si
bien pone en contacto a las semillas con el suelo, si es liso, puede ayudar al "planchado" al dejar una
superficie lisa.
Para todo tipo de suelo hay que lograr la máxima preparación posible de la cama de siembra,
recurriendo al uso de herramientas apropiadas y al número de labores necesarias para refinar el suelo.
Una buena “cama de siembra” mantiene por capilaridad la humedad del suelo que rodea a la semilla
y a las raicillas. Un suelo "flojo" permite una mayor pérdida de agua, ya que por los macroporos del
suelo se establecen verdaderas corrientes de aire que por diferencia de temperatura, se elevan y pasan a
la atmósfera saturadas de humedad, siendo reemplazado el aire intersticial por aire mas seco.
El empleo de la rastra de dientes en la obtención de la firmeza del piso, la reducción del tamaño de
los terrones y la disminución de los macroporos por acomodamiento de las partículas, puede
observarse en la figura.
22
En el primer caso, la ausencia de labores de refinamiento del suelo lo deja con grandes poros, las
raicillas quedan mal "ancladas", al encontrar cámaras de aire donde sus extremos pueden llegar a morir
y donde al ser colocadas, muchas semillas no germinan y no logran absorber humedad por poco
contacto con el suelo.
En el segundo caso, se pasa el rolo liso y este rompe los terrones superficiales dejando una zona
firme donde pueden germinar las semillas, pero donde luego pueden perder vigor las plántulas al llegar
con sus raíces a capas inferiores no alteradas por la acción del rolo.
En el tercer caso, el suelo tratado con rastra de dientes ha sufrido una disminución del tamaño de las
partículas y un acomodamiento de las mismas, reduciendo los macroporos, manteniendo o
restableciendo la capilaridad y el íntimo contacto de la semilla con el suelo húmedo. Se obtiene una
germinación y crecimiento vigoroso y sobre todo, se obtiene "piso", que permitirá el pastoreo
temprano.
En los casos anteriores, los macroporos de toda la capa labrada, si se producen lluvias, quedaran con
mucha agua en ellos y si se introducen animales a pastorear, al ceder el suelo por su peso romperán las
plántulas y se enterrarán, formándose barro.
Un suelo bien preparado también permite un "anclaje" firme de las plantas, impidiendo que el animal
las arranque totalmente del suelo.
Profundidad de siembra
En casi todas las especies, superada una profundidad optima, el establecimiento de diferentes
especies generalmente disminuye a medida que se profundiza la siembra.
En el caso de las leguminosas, se debe tener en cuenta que al germinar la semilla y liberar los
cotiledones, éstos comienzan una marcha ascendente empujados por la raíz; para emerger en busca del
aire y luz de los cotiledones. Una vez emergidos, se extienden para comenzar a fotosintetizar. En caso
de colocar las semillas a profundidades excesivas, los cotiledones no llegan a emerger pues las
sustancias de reservas que contienen se agotan y la plántula se perderá antes de emerger o lo hará con
gran debilidad.
La profundidad va a depender también del tipo de suelo. En aquellos de textura más arenosa, la
profundidad podrá ser algo mayor.
Profundidad de siembra recomendadas
Especie cm Especie Cm
Agropiro 1 Pasto ovillo 0,5-1
Alfalfa 1,5 Raigrás 1
Cebadilla 1-1,5 Trébol Blanco 0,5
Falaris 0,5-1 Trébol rojo 1
Festuca 1-1,2 Melilotus 1
Lotus corniculatus 0,5-1 Lotus tenuis 0,5-1
Época de siembra
La época de siembra depende de las especies a sembrar y de la humedad y temperatura del suelo.
En pasturas perennes, de ciclo otoño-inverno-primaveral, el otoño es la conveniente para su siembra,
ya que en esta estación se dan condiciones de humedad y temperatura adecuadas para una rápida
germinación y desarrollo de las plántulas.
El otoño, es la época de mayor seguridad de lluvias y las temperaturas son aun suaves. A medida que
se demora el momento de la siembra, con la llegada de las primeras heladas, las temperaturas tanto del
aire como del suelo disminuyen y el crecimiento de las plantas será notablemente más lento.
Por otra parte, al acercarse el invierno y descender la temperatura del aire, la planta irá disminuyendo
su tasa de crecimiento aéreo, mientras que el crecimiento radicular continuara mas tiempo, ya que las
raíces tienen temperaturas criticas mas bajas que la parte aérea. Esta permite a la pequeña planta el
desarrollo de un gran sistema radicular, con un buen volumen de suelo explorado en busca de agua y
nutrientes.
23
Al favorecer las condiciones de temperatura y humedad
y el buen desarrollo de la parte aérea y radicular de la
planta, éstas impedirán o demoraran el desarrollo de
ciertas malezas que en general son más resistentes a
condiciones ambientales desfavorables que la forrajera.
La siembra de estas mismas especies en primavera,
puede dar buenos resultados, pero en esta estación habrá
mayor cantidad de malezas de rápido crecimiento inicial y
mayor competencia por luz, agua y nutrientes.
Por otra parte, puede suceder que al existir buenas
condiciones de temperatura en el aire, y no así en el suelo,
ya que este posee temperaturas menores. En este caso, la
parte aérea se desarrolla rápidamente, no adquiriendo las raíces un gran volumen de exploración. En
estas condiciones, de suceder una sequía estival, las plantas la sufrirán en gran forma, ya que raíces
pequeñas y poco desarrolladas no podrán abastecer de agua a un gran volumen aéreo y a una mayor
superficie de transpiración.
A)-Verdeos de invierno
La avena en SD temprana presenta una excelente oferta forrajera de fines de otoño e invierno, con la
que se puede lograr un descanso otoñal de pasturas ya establecidas.
Su sistema radicular al desarrollar primero y luego morir deja en el suelo canalículos y poros que
permiten la aireación y el drenaje al suelo. Después de un ciclo de avena se puede continuar con una
pastura o bien repetir la avena con otra SD que aprovechará a su vez, parte de la semilla que hubiera
llegado a producir y caer al suelo.
Este verdeo como iniciador del ciclo de SD de pasturas tiene la ventaja de que su semilla puede estar
enterrada a mayor profundidad que la de las pasturas de especies templadas (2-3 cm. vs. 0,5-1,5 cm.).
La iniciación de su crecimiento es vigorosa y puede traspasar fácilmente la capa de rastrojo si esta es
relativamente densa. Una vez que es aprovechada en pastoreo deja un menor rastrojo que un cereal de
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invierno de cosecha, pero suficiente como para lograr una buena cobertura del suelo. Sus raíces dejan
el suelo bien aireado y si durante su desarrollo se han combatido las malezas de hoja ancha con 2,4-D,
el suelo queda relativamente limpio para la SD de la pastura.
El fuerte déficit hídrico invernal, lleva a que sea fundamental hacer una economía del agua, para lo
cual los tratamientos tempranos durante el barbecho es una herramienta fundamental, previa a la
siembra de los verdeos invernales.
Renovación de pasturas
El proceso de rejuvenecimiento de pasturas se fundamenta en la eliminación y/o reducción de los
factores limitantes de la producción forrajera, mediante la utilización de diferentes técnicas.
Esta tecnología permite recuperar o prolongar la vida útil de una pastura perenne degradada. Es
frecuente llegar al 3º, 4º o más años de la pastura con un elevado nivel de infestación de malezas
anuales y perennes. Hay casos que el número de plantas de las especies forrajeras es aceptable pero
sumado al propio envejecimiento de las plantas de alfalfa y gramíneas, las malezas presentes impiden
su crecimiento debido a la competencia por recursos tales como luz, agua y nutrientes. El concepto de
renovación de las pasturas implica eliminar la competencia de las malezas, creando las condiciones
para fomentar el crecimiento de las especies forrajeras.
-Tratamientos químicos:
El herbicida para tal efecto es de contacto de acción total (glifosato). El momento óptimo para la
realización de este tratamiento es en los meses de junio a agoto. Tener en cuenta lo siguiente:
1. Malezas otoño-invernales en activo crecimiento.
2. Durante este período la alfalfa se encuentra en latencia, aún así es recomendable realizar un
pastoreo intensivo de manera de no dejar follaje remanente que permita el contacto con el glifosato. El
tiempo de rebrote de la alfalfa está relacionado directamente con el área foliar presente al momento de
la aplicación (mayor cantidad de hojas al momento de la pulverización con glifosato más tiempo
tardará la alfalfa en rebrotar). Aplicaciones de glifosato fuera de época, con alfalfas en activo
crecimiento o con abundante área foliar, provocarían debilitamiento e incluso pérdidas de plantas. Las
gramíneas componentes de la pastura podrían verse afectadas ya que su crecimiento es invernal, por
eso mismo es imprescindible minimizar el follaje mediante pastoreo.
3. Las dosis recomendadas oscilan entre 1,5 a 2,5 l/ha de glifosato, dependiendo del estado de la
pastura y la presión de malezas. En caso de existir malezas en estado fenológico avanzado sería
recomendable agregar 2,4-DB sal amina 700 cm3/ha o 2,4-DB éster 500 cm3/ha. También se pueden
realizar aplicaciones de glifosato con herbicidas residuales. (clorimurón 20 gr/ha en lotes infestados
con rama negra o crucíferas)
-Tratamientos mecánicos
Remoción de suelo con un cincel para generar condiciones de mayor aireación en los primeros 15 a
20 cm. Con esto se incrementarían los valores de nitrificación.
25
El cincel puede ser acompañado con la fertilización, mejorando la condición física y química del
suelo, respondiendo la pastura a esta nueva situación.
Su objetivo principal es romper las capas compactas de suelo a diferentes profundidades y airearlo
atravesando la capa de pasto, sin invertir el perfil.
El uso de cinceles: aumentan la porosidad del suelo y rompen estratos impermeables compactos,
debido al estallado del suelo en capas profundas, mejora la eficacia de la fertilización y el empleo del
Nitrógeno, aumento de la infiltración de agua y nutrientes aplicados.
Manejo inicial
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El manejo que se realice en el primer año de vida de la pastura es fundamental para lograr un
desarrollo balanceado de todas las especies introducidas en la mezcla.
El momento para iniciar el pastoreo, es cuando las hojas de las plantas puedan ser arrancadas con un
tirón de mano, sin que la planta sea arrancada del suelo (planta bien arraigada).
El primer pastoreo debe ser de corta duración (4 a 5 días), con altas cargas (40 cab/ha) y con
animales livianos, teniendo la precaución de que el suelo no esté ni demasiado seco, ni demasiado
húmedo, logrando de esta manera que la pastura sea comida en forma pareja y evitando que los
animales puedan seleccionar y volver a comer los nuevos rebrotes debilitando las reservas de las
plantas.
Luego del primer pastoreo la pastura se dejará descansar hasta que las plantas alcancen una altura
adecuada, para ser nuevamente pastoreadas de la misma forma que se realizó el primer pastoreo. En el
caso de que las especies más agresivas estén dominando a las de crecimiento más lento (Falaris, Lotus,
etc.) el segundo pastoreo se deberá adelantar para favorecer su crecimiento. Es importante en este
momento determinar la población de malezas para realizar su control o eliminación.
En la primavera, si las especies implantadas no necesitan semillar para perpetuarse, se deberán
pastorear para evitar que entren en su faz reproductiva, perdiendo calidad y destinando reservas a la
formación de inflorescencias, en vez de hacerlo para el desarrollo de hojas.
No hay que olvidar que la inversión en una pastura se tendría que amortizar en 4 a 5 años y los
errores cometidos en su implantación por falta de información o por economías mal entendidas, ya no
tienen vuelta atrás. Y como consecuencia de esto, tanto la producción como la persistencia de nuestra
pastura será menor a la esperada, brindando raciones menos voluminosas, de distinta calidad y de
mayor costo.
Fertilización de pasturas
Luego de la germinación, cuando la semilla ha agotado sus reservas, el suelo debe contener niveles
adecuados de nutrientes para cubrir los requerimientos de las plántulas, para lograr una pastura
productiva y persistente.
27
Época de aplicación
En la implantación de pasturas, lo más conveniente es incorporar el fertilizante en el momento de la
siembra, ya sea en forma simultánea, o antes de la última rastreada, de acuerdo al tipo de máquina con
que se cuente.
Es importante que el fósforo este disponible cerca de la semilla cuando ésta germina, ya que en esos
momentos, tiene un gran requerimiento de dicho elemento (lo mismo sucede en el macollaje).
La planta, en sus primeros estadios, acumula fósforo para su crecimiento posterior y una buena
disponibilidad de fósforo soluble, promueve una rápida implantación y establecimiento de la pastura.
Las leguminosas son especialmente sensibles a la falta de fósforo para su desarrollo y nodulación.
En praderas ya implantadas, el objetivo de la fertilización es aumentar el rendimiento y desarrollo de
las leguminosas. Cuando se refertiliza, su objetivo es mantener mas o menos constantes los valores de
producción.
La fertilización, además, mejora la distribución estacional de la producción, adelantando el rebrote
primaveral y otorgando a las plantas, durante otoño-invierno, mayor resistencia a las heladas.
La época recomendada para refertilizar, coincide con las primeras lluvias de otoño, ya que con el
rebrote de las pasturas se asegura una mayor producción de forraje por hectárea y se logra entrar al
invierno con suficiente disponibilidad de forraje y con plantas bien nutridas, que resistirán en mejores
condiciones las limitantes del invierno. Por otra parte, se favorece la germinación natural y
establecimiento de las leguminosas y gramíneas resembradas espontáneamente.
Las dosis de aplicación, pueden ser de 100 a 150 Kg de superfosfato triple, o su equivalente en otro
tipo de fertilizante, en el momento de la implantación y de 80 a 100 Kg/ha de SFT en las siguientes
refertilizaciones. Estas dosis, solo aproximadas, deberán confirmarse y regularse de acuerdo a los
análisis de suelo a realizar.
Fertilización Nitrogenada
El crecimiento vegetal esta controlado por factores ambientales (temperatura, luz y agua).
Para las gramíneas de ciclo de producción O-I-P, el gradual incremento de las tasas de crecimiento
cuando comienza a elevarse la temperatura al finalizar el invierno, se halla limitado por una severa
escasez de nitrógeno disponible relacionada con una declinación en la tasa de mineralización del
nutriente.
La aplicación de nitrógenos estimula la elongación de hojas. Las tasas de crecimiento diario de los
tratamientos fertilizados a fines de invierno y principios de primavera pueden llegar a triplicar a
aquellas sin aplicación de nitrógeno.
También, surge el adelantamiento en la disponibilidad del forraje acumulado por un cultivo
fertilizado en relación a aquél con deficiencias de nitrógeno. A la salida del invierno, los cultivos no
limitados en la disponibilidad de nitrógeno estarían en condiciones de ser sometidos a un primer
pastoreo aproximadamente 30 días antes que aquellos cultivos no fertilizados. Considerando la
oportunidad de esta anticipación, aumentaría la conveniencia de manejar pasturas con un adecuado
aporte de nutrientes.
El incremento en la producción de forraje obtenido a partir de la aplicación de nitrógeno permitiría
disminuir la superficie destinada a la realización de pasturas y verdeos, evitando gastos de
implantación de estos recursos y liberando superficie apta para otras actividades agrícola-ganaderas.
El efecto positivo de la aplicación de nitrógeno sobre el crecimiento y la acumulación de forraje
puede disminuir notablemente si no se realiza un aprovechamiento adecuado de esta producción. Por
lo tanto, la implementación de la fertilización verdeos invernales, capaces de expresar elevadas tasas
de crecimiento, debería estar asociado con la planificación de incrementos en la carga animal o la
confección de reservas forrajeras a partir de los excedentes primaverales.
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Control de malezas
No solamente es importante realizar un buen control de malezas con herbicidas selectivos después de
la siembra, sino también hay que hacerlo durante el ciclo del cultivo antecesor, en el barbecho previo y
en la preparación de la cama de siembra. De esta manera el lote va a llegar a la siembra con un stand
de malezas mucho menor, permitiendo realizar un control químico mucho más eficiente.
Después de la emergencia, las plántulas de malezas crecen en forma más agresiva que las especies
forrajeras, por tener un ritmo de crecimiento mucho más acelerado, compitiendo de esta manera por
espacio, luz, nutrientes y agua, provocando la muerte de las plántulas y una disminución apreciable de
la producción futura de la pastura.
En cuanto a las características del herbicida a utilizar, este debe poseer buena selectividad, amplio
espectro de control, residualidad y compatibilidad con otros herbicidas.
Nacimiento de malezas
Malezas otoño - invernal: Puede hacerse mención a un grupo de malezas que vegetan al estado de
roseta (inicialmente), pero cuando llega la primavera desarrollan en altura, florecen y semillan. Forman
el grupo mencionado: Las mostacillas, nabos, Cardos, Abrepuños, Manzanillas, sanguinarias, viznaga,
ortigas, etc.
Malezas primavero - estivales: Estas especies empiezan a germinar a fines de agosto y septiembre,
entre ellas pueden mencionarse: Pasto cuaresma, Setarias, Sorgo de alepo, quínoa, yuyo colorado,
cardo ruso, chinchilla, abrojo chico.
Métodos de control
1- Medidas preventivas y de manejo
▪ Preparación del Suelo: cuidadosa preparación del suelo, con suficiente antelación a la siembra de
la pastura, contribuye a eliminar gran cantidad de plantas perjudiciales.
▪ Semilla de buena calidad: preferirse siempre la de mejor calidad, con certificado de análisis
indicador de que se encuentra libre de "cuerpos extraños".
▪ No pastorear en forma anticipada ni sobrepastorear.
2- Cortes de limpieza
El empleo de máquinas "carderas" (tipo Ardanaz, Moscato, etc.) permite lograr la limpieza de los
alfalfares y pasturas consociadas.
3- Métodos químicos
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- 2,4-D y MCPA: Son dos herbicidas selectivos para gramíneas que se aplican en forma extensiva en
nuestro país con la finalidad de combatir las malezas de hojas anchas (quinoa, nabo, cardo, abrojo,
etc.) en los cultivos de cereales de invierno, maíz, sorgos y pastoreos naturales o artificiales de
gramíneas forrajeras.
- 2,4-DB: permite combatir a las malezas de hojas anchas en los cultivos de alfalfa y otras
leguminosas, solas o consociadas con gramíneas. Sus efectos herbicidas se deben a la transformación
final que sufre una transformación en el interior de las plantas y se transforma a 2,4-D.
Las leguminosas, entre ellas la alfalfa, no tienen estas enzimas, por lo cual el 2,4-DB, no las perjudica;
las gramíneas (falaris, festuca, pasto ovillo, trigo, etc.) aunque posean dichas enzimas, no son afectadas
debido a su conocida resistencia al 2,4-D.
- Bromoxinil: Este producto, resulta muy útil para el control de algunas malezas latifoliadas que
normalmente se comportan como resistentes a los herbicidas 2,4-D y 2,4-DB. Puede ser utilizado sobre
pasturas de gramíneas y leguminosas o en sus consociaciones.
- Trifluralína: Herbicida muy utilizado para el control de malezas gramíneas y latifoliadas anuales en
soja, algodón y otros cultivos. En alfalfa ha dado excelentes resultados para controlar pasto puna, en
tratamientos de presiembra; se aplica sobre el suelo, previamente trabajado, debiendo ser
inmediatamente incorporado al mismo para evitar pérdidas por volatilidad y fotodescomposición.
- Glifosato: Herbicida de acción general, no selectiva, con fuerte poder de translocación. Debe usarse
en aplicaciones sobre el follaje de la maleza en presiembra de alfalfa, o bien sobre pasturas ya
implantadas. Cuando las malezas tienen mayor altura que la pastura, aplicado con equipos de
Selectividad posicional, como los de “sogas”.
Pasturas de Gramíneas y Leguminosas en implantación
Marca Dosis Momento de Costo
Producto Malezas que Controla
Comercial lt. o Kg./ha Aplicación ($/Ha).
Malezas de hoja ancha en Para Todos los
2,4DB 100% Varios 0,4 a 0,8 5,3
gral. Cardos y crucíferas. casos.
Recomendado para Gramíneas: Desde
2,4DB 50% Venceweed 1,6 -1,8 cardos y crucíferas macollaje hasta 8,3
encañazón.
2,4DB 100% Cardos, crucíferas, rama
Varios + Leguminosas: + de
+ 0,5 + 0,75 negra, senecio, 11,1
weedex 3 hojas
Bromoxinil abrepuño,enredadera.
2,4DB Cardos, crucíferas,
22,6% + manzanilla, capiquí, Malezas con 2 a 4
Campogran 1,5 a 2 13,3
Bentazón abrepuño ,B. Pastor, hojas
48% Rumex, Fumaria.etc
Manzanilla,Caapiqui,
2,4DB 100% Mastuerzo, lengua de No demorar más
Varios +
+ Bentazón 0,5 + 0,75 vaca,cardos, quinoa, de los 90 días la 13,7
Basagrán
48% Escobadura, aplicación
Crucíferas,etc.
ApioCimarrón,Boulessia,
ortiga mansa, capiquí,
2,4 DB morenita,verónica,caapi
Aplicar con
100% + 2,4 DB + 0,5 + 80 a quí,cardos, Chamico
coadyuvante a 12,3
Prometrina Gesagard 100gr. nabos,Quinoa,Yuyo
razón del 0,15%.
80% Colorado,Verdolaga,
Lolium y Trifolium
repens etc.
Prometrina + Gesagard + 100gr. + 0,75 Idem anterior No aplicar con
11,1
Bentazón Basagrán peligro de heladas.
30
Clorimurón Classic 20 a 30gr. H.A: Crucíferas, ortiga
*Puede detener
etil* mansa,
temporariamete la
Apio cimarrón,Rumex, 7,5
pastura sin
manzanilla,
afectarla
mastuerzo,bolsa pastor.
Benazolín Galtac + 0,6 + 1 Malezas de hoja ancha,
50% + Varios quínoa, yuyo
Bromoxinil colorado,malva,chamico,
34,6% flor morada, 34,1
capiquí,bowlesia,ortiga
mansa,
Enredaderas
Flumetsulán Preside Pre: 0,5 l/Ha Nabo,Nabón,mostacilla,
Pos: 0,2 l/ha caapiquí Se puede aplicar
Bolsa de en alfalfas en 5,8
pastor,manzanilla, Crecimiento activo
chinchilla.
2,4DB100% Varios + 0,5 + 0,18 Idem + Cardos y
+ Flumet. Preside crucíferas. 8,2
12%
Marca
Dosis (lt. O Malezas que Momento de Costo($/Ha
Producto Comerci
Kg/ha) controla aplicación )
al
31
H.A: Crucíferas,
ortiga mansa, No aplicar 2,4
DB en alfalfa en
Apio activo
20 a 25
Clorimurón etil Classic cimarrón,Rumex, crecimiento(Pri 6,7
g./ha
manzanilla, mavera)
mastuerzo,bolsa
pastor
33
Quínoa,cardosEnre hasta la 4 hoja.
dadera anual,
Malva, Nabo,
Escobadura,
Cebollín, Pasto
cuaresma, Sgo
alepo(S)
Sgo de alepo. Sgo de alepo hasta 45
Quizalofop P 0,8 l/ha 7
Sheriff Gramón cm. De altura, usar
etil 1,8 2,5 l/ha 16,5
aceites
Select, Galant, Gramíneas en Usar aceites, malezas en
Cletodim,
Hache uno general activo crecimiento 24,5,
Haloxifop
2000, 1 l/ha 22,2,
metil,
graminicidas 18,5
Fluazifop,
varios
Preside en pasturas
Preside: herbicida preemergente selectivo para pasturas consociadas (alfalfa, trébol blanco, trébol
rojo, lotus, Melilotus, puras o consociadas con cereales de invierno y/o gramíneas forrajeras: avena,
trigo, cebadilla criolla, falaris, festuca, pasto ovillo, raigrás, etc.), que permite desde el arranque, la
implantación de la pastura libre de malezas de hoja ancha. Puede aplicarse tanto en preemergencia
como en postemergencia en implantación de pasturas o en postemergencia en pasturas ya establecidas.
Su residualidad en tratamientos pre-emergentes es de 70 a 90 días, según tipo de suelo. Cuanto más
alcalino y menor contenido de materia orgánica tenga el suelo, menor es la vida útil del producto en la
solución del suelo por estar más disponible. Actúa inhibiendo la acción de la enzima (ALS) de las
malezas, esencial para la síntesis de algunos aminoácidos. Tanto las gramíneas como las leguminosas
detoxifican el ingrediente activo, evitando ser afectadas.
Aplicación Pre-emergente
Es ideal para siembras tempranas marzo—abril donde las probabilidades de lluvias son buenas para
permitir la incorporación del producto al suelo y activar la acción del herbicida. Por lo menos debe
llover 20 mm dentro de las primeras 2 semanas posteriores a su aplicación.
Controla: el nabón, rabizón (Raphanus sativus y R. raphanistrum), flor morada (Echium
plantagineum) y ortiga mansa (Laminurn amplexicaule), el capiquí (Stellaria media), mastuerzo
(Coronopus didymus).
Dosis para tratamientos pre-emergentes
Momento de aplicación Lt/ha Observaciones
En pasturas con Trébol blanco aplicar como máximo
0.5 lts/ha. Las dosis mínimas para controlar malezas
Preemergencia
0.35- susceptibles como las crucíferas (menos nabón y
Inmediatamente después de la
0.60 rabizón): las dosis máximas para controlar malezas mas
siembra
tolerantes (manzanilla, nabón y rabizon), o bien cuando
se quiere aumentar la residualidad.
El trébol blanco es la especie más susceptible a determinadas dosis.
Dosis para trébol blanco
Para suelos sueltos de textura gruesa y bajo contenido de M.O. 0,35 lt/ha
Para suelos francos de textura media con 2,6 a 3,5 % de M.O. 0,5 lt/ha
En este tipo de aplicación temprana las leguminosas muestran una disminución en su tasa de
crecimiento (10-20%) durante 30 a 75 días dependiendo de las condiciones ambientales y de la
leguminosa en cuestión. En el caso de las gramíneas como el agropiro, Cebadilla y avena puede
aparecer algún amarillamiento recuperándose rápidamente.
Momento de aplicación
- El tamaño de la maleza debe ser pequeños 2-5 hojas (edad no mayor a 50/60 días de la siembra).
- El 60% de las leguminosas deben tener dos hojas trifoliadas.
- En el caso de las alfalfas sin latencia se debe esperar hasta la 5ta hoja trifoliada y 5 días después de
una helada fuerte.
- En el caso de usar Campogan no debe haber lluvias durante las primeras 8 horas posteriores a la
aplicación.
Barbecho químico: su finalidad va mucho más allá que controlar malezas. Por un lado, mantener el suelo
libre de vegetación que pueda consumir agua y nutrientes acumulados, y por otro permitir la descomposición de
las raíces del cultivo anterior, aflojando el suelo a través de la generación de macroporos.
El suelo previo a la siembra deberá estar libre de malezas, con humedad suficiente para la germinación e
implantación de la pastura y para desarrollarse durante los primeros estadío.
35
Fertilización: el problema lo causa la reacción ácida del nitrógeno, sobre todo si está en forma de amonio,
pero existen formulaciones calcáreas que disminuyen su toxicidad. No obstante es preferible aplicarlo fuera de
la línea. Fertilizantes no amoniacales no constituyen un riesgo en las dosis normales de uso.
La profundidad de corte y la colocación de la semilla será siempre en relación al punto de copiado con
respecto al suelo, y ello en siembra directa es variable de acuerdo a la uniformidad de cobertura, de esa forma se
aconseja que siempre se trate de uniformar la distribución de la paja y la granza que sale por la cola de la
cosechadora.
Planificación
La producción de semillas se debe planificar en forma cuidadosa, buscando que el semillero se
integre al sistema de producción proyectado.
Su presencia podrá aumentar el margen de seguridad del sistema debido a la disponibilidad de un
rubro adicional que puede constituirse en uno de los de mayor rentabilidad por hectárea.
Se deberá tener en cuenta, las características de los suelos, la maquinaria disponible y las épocas de
cosecha, factores que inciden en la elección de la especie o de las especies a multiplicar, permitiendo
un mejor uso de los recursos disponibles y una más rápida amortización de los mismos.
En establecimientos solamente agrícolas, la producción de semillas puede ocupar un lugar
importante como "descanso" para los suelos o para impedir el desarrollo y persistencia de
enfermedades de hongos en los mismos. Puede presentar algunos problemas cuando se deba eliminar
el exceso de forraje producido. En estos casos deberá recurrirse al uso de maquinarias tales como
guadañadoras, corta hileradoras, picadoras, etcétera.
En los establecimientos en los que se realizan rotaciones de cultivos y pasturas es posible efectuar un
manejo de los semilleros mediante pastoreos que beneficiarán tanto la producción de semillas como la
producción animal. Los pastoreos deben estar sujetos al manejo del semillero y no a las necesidades
del establecimiento para cubrir las demandas de los animales.
La necesidad de máquinas y equipos son necesarios para la preparación del suelo y para el manejo
del cultivo hasta la cosecha. Contar con el equipo completo es ventajoso, pero el más importante es la
cosecha, dado que se trata de una operación que no admite retrasos.
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Suelos
La chacra debe poseer características tanto:
▪ Físicas: mucho más limitantes ya que difícilmente se pueden modificar.
▪ Químicas: pueden modificarse mediante fertilizaciones apropiadas.
Los suelos deben ser profundos, con buen drenaje y buena estructura. Armonizar las características
del suelo con las de la especie y variedad que se adapte a cada circunstancia.
Un semillero debe ser precedido por cultivos limpios, nunca deberá ser instalado en chacras viejas
que hayan sido destinadas durante años a cultivos de cereales u oleaginosos. Solo podrá recomendarse
su siembra, si se trata de chacras que no han perdido su estructura y que se encuentran libres de
malezas o que sean fáciles de controlar.
No sembrar en aquellos suelos en que haya presencia de malezas ya que causan problemas de
competencia y son difíciles de eliminarlas del semillero por la falta de herbicidas selectivos, y tambien
por la difícil separación de sus semillas en los procesos de limpieza y clasificación luego de la cosecha.
Es recomendable no sembrar semilleros de variedades de una misma gramínea o leguminosa con
intervalos menores a 4 y 6 años respectivamente.
Tampoco es recomendable la siembra sobre pasturas degradadas que normalmente están invadidas
por pastos o malezas que pueden complicar el manejo del semillero, pero es posible sembrar semilleros
luego de pasturas limpias bien manejadas, siempre que la variedad a sembrar haya integrado la mezcla
forrajera.
Las gramíneas son más exigentes en fertilidad de suelo que las leguminosas. Mientras las primeras
requieren un buen desarrollo vegetativo para alcanzar cosechas productivas, en las segundas un exceso
de follaje impide una buena floración y polinización, así como dificulta la cosecha fundamentalmente
con tiempo húmedo.
El terreno debe estar nivelado, para evitar encharcamientos, lograr siembras a profundidades
uniformes, una maduración pareja de los cultivos y una cosecha más fácil.
Condiciones Climáticas
Las mejores condiciones comprenden: lluvias bien distribuidas, períodos amplios soleados y
temperaturas apropiadas durante la polinización, así como ambiente seco con temperaturas altas en el
período de maduración y cosecha.
Las condiciones climáticas tienen mayor incidencia en la producción de semillas de las leguminosas
que de las gramíneas. Esto se debe a que en las primeras, afectan en forma notable todo el proceso de
fructificación, desde la actividad de los insectos durante la polinización hasta la dehiscencia de los
frutos en la maduración.
El semillero debe encontrarse protegido de los vientos fuertes dominantes de cada región, ya que
previo y durante la cosecha, éstos pueden causar grandes pérdidas de semilla.
Para las empresas y entidades semillerista, la confiabilidad en la producción mejorará si los
semilleros son ubicados en forma dispersa para reducir al mínimo la posibilidad de fracaso total de los
cultivos como resultado de condiciones climáticas localmente adversas.
Aislación
Es importante controlar los riesgos de contaminación tanto genéticos (por fecundación cruzada)
como mecánicos (por mezcla física de semillas).
Es preferible que cada productor siembre en su establecimiento solamente una variedad de cada
especie que desee multiplicar.
Tendrá que considerar la posibilidad de que las praderas de sus vecinos puedan transformarse en
fuentes de polen extraño contaminante, si están constituidas por otras variedades diferentes a las suyas.
Por ello, antes de instalar un semillero se deberá conocer cuáles son los cultivos forrajeros ubicados
en la cercanía. Si éstos comprenden una variedad diferente a la que se va a sembrar se considerará las
posibilidades existentes de impedir la floración por cortes o pastoreos. Lo ideal, es llegar al
entendimiento con los vecinos y acordar variedades a sembrar.
Cuando se trata de gramíneas, ha sido demostrado que el polen puede ser trasladado a grandes
distancias y constituir un serio riesgo de contaminación (distancias mayores a 300 kilómetros). Este
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comportamiento indica que es imposible un aislamiento total contra la presencia de polen extraño, por
lo que el aislamiento es equilibrio entre distancias razonables y grados aceptables de contaminación.
Tratándose de leguminosas (polinización por insectos), las posibilidades de cruzamientos entre
variedades son importantes, ya que a pesar de que las abejas trabajan exclusivamente en ciertos
territorios muy delimitados, es posible que cultivos cercanos de una misma especie sean visitados
indistintamente. Sin embargo, el riesgo de cruzamientos por fecundación cruzada es muy bajo, dado
que las abejas asean su cuerpo con frecuencia, eliminando del mismo el polen excedente.
Tanto para gramíneas como para leguminosas, se proponen distancias mínimas entre variedades de
200 metros, aunque en el caso de las segundas puede ser reducida hasta 50 metros en superficies
mayores de 8 hectáreas.
b) Etapa de multiplicación
Los cultivos madre, en caso de contaminarse, no sólo puede afectar el comportamiento posterior de la
variedad al ser difundida. Exigirá una continua atención para detectar y eliminar todas las plantas fuera
de tipo que aparezcan como resultado de cruzamientos con polen extraño. Las exigencias son cada vez
menores y en forma sucesiva hacia las categorías registrada, certificada y comercial.
d) Volumen de polen
Principales defensas del semillero es su propia producción de polen. Cuanto mayor sea su volumen
menor significado tendrá la presencia de polen procedente de fuentes extrañas al cultivo.
Normalmente las plantas son polinizadas por plantas cercanas y la aparición de polen de otro cultivo es
muy probable que sólo afecte la parte perimetral del semillero. Por ello, se recomienda destinar las
primeras vueltas de la cosechadora a heno o a la producción de semilla comercial "común" (variedad
no definida).
Época de siembra
La época está determinada por las temperaturas, la disponibilidad de humedad, la ausencia de
malezas y al momento en que la probabilidad de ataques de plagas y enfermedades específicas de las
especies a sembrar sea mínima.
Como los semilleros realizan siembras puras, es posible realizarlas en épocas más adecuadas para
cada forrajera. Algunas especies permiten que la siembra se efectúe durante un período amplio de
tiempo, particularmente en especies anuales como avena o raigrás, que admiten tanto siembras
tempranas desde marzo hasta tardías de julio, sin que su rendimiento en semillas se vea alterado.
En las siembras tempranas se podrá y se deberá realizar cortes o pastoreos para evitar un exceso de
follaje que dificulte la floración, y en las tardías no se podrá contar con su utilización como doble
propósito pastoreo-semilla.
Cuanto más temprano se efectúe la siembra, tanto mayores son las posibilidades de cosechar semilla
en el primer año. No se debe olvidar que muchas de ellas crecen lentamente y demoran en
establecerse. El desarrollo máximo lo alcanzan recién al segundo año.
Modalidad de siembra
La gran mayoría son sembrados en siembras puras. A pesar de ello, se recurre a siembras asociadas
con cereales u oleaginosas.
Con ello, habrá que enfrentar problemas de competencia más o menos serios de acuerdo con las
especies involucradas y las condiciones ambientales. Como resultado de ello, las especies forrajeras
presentarán en el año de siembra una población desuniforme de plantas y menor densidad y vigor.
Pero, en los casos en que el semillero deba instalarse en una época tardía, puede ofrecer ciertas
ventajas, en especial, de orden económico.
Es importante destacar que si bien en el año de siembra en cultivos consociados no se podrá cosechar
semilla de gramíneas, es posible que en condiciones favorables algunas leguminosas (trébol rojo, lotus
o alfalfa) puedan presentar una cosecha aceptable de semillas entrado el verano, siempre que la
cosecha del cultivo acompañante haya sido efectuada, dejando un rastrojo lo más alto posible, lo cual
afectará muy poco las especies forrajeras.
En general, la siembra de los semilleros asociados se efectúa reduciendo algo las densidades del
cultivo acompañante y utilizando para este, semilla de buena pureza.
El cultivo asociado puede ser sembrado en líneas (en todos los surcos o en surcos alternados). El
primer sistema se puede recomendar cuando la forrajera es una leguminosa y el segundo, cuando la
forrajera es una gramínea (2 surcos de trigo y 1 de forrajera.) Otra solución es sembrar el cultivo
asociado en surcos alternados y la especie forrajera en surcos perpendiculares a los primeros.
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Tiene como beneficios la facilidad que presenta la mezcla para el manejo del semillero bajo pastoreo,
el mayor rendimiento en cantidad y calidad del forraje y la función de "dadora" de nitrógeno de la
leguminosa hacia la gramínea.
Para lograr los mayores rendimientos de semilla del cultivo cosechado en segundo término, es
imprescindible eliminar el rastrojo del cosechado en primer término. Esto se logrará mediante una
defoliación por corte o pastoreo que libere al segundo de la competencia por luz y espacio del primero.
Métodos de siembra
Los semilleros pueden ser instalados de diferentes maneras: 1) al voleo, 2) líneas juntas a 0,15 m, y
3) en líneas distanciadas a 0,30 m o más.
Si bien la siembra en líneas se recomienda como un método muy apropiado para la instalación de
plantas forrajeras por las ventajas que aporta mediante una distribución y profundidad uniformes de las
semillas, la siembra en líneas distanciadas presenta las siguientes ventajas adicionales:
a) se ahorra semilla, en especial en cultivos donde la cantidad disponible es limitada (semilleros
fundación y registrada);
b) se facilita el control de malezas a través de laboreos, aplicación de herbicidas, etc.;
c) se permite un movimiento ágil y eficiente de la maquinaria sin afectar el cultivo;
d) se facilita la inspección del cultivo y la eliminación de plantas fuera de tipo;
e) se facilita la actividad de los insectos polinizadores;
f) se consigue una distribución y utilización más adecuada de la humedad y nutrientes;
g) se presenta como una solución, con grandes ventajas, en regiones donde son comunes las sequías
y en aquellas que frecuentemente pueden registrar épocas claves con deficiencias de agua.
Las forrajeras perennes con hábito estolonífero o rizomatoso, se recomienda la siembra en líneas,
simplemente como manejo general para lograr una germinación uniforme.
La elección del sistema de siembra depende de la especie a sembrar y de la maquinaria disponible
para la siembra y labores culturales.
Variaciones en el espaciamiento se pueden regular algunos factores primarios (intercepción de luz,
disponibilidad de agua, control de malezas y eficiencia en la actividad de los insectos).
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Los métodos de siembra admiten cierta elasticidad y que en muchas ocasiones los rendimientos no
son afectados entre determinados límites de distancia.
Especie o variedad
Cada especie requiere, dentro de ciertos rangos, métodos de siembra específicos ya que frente a una
misma distancia entre líneas las distintas especies responden en forma diferente.
En la mayoría de las especies responden mejor al método de siembra en líneas distanciadas que al
voleo. Este comportamiento ha sido observado tanto en gramíneas tropicales y subtropicales como en
gramíneas templadas.
Normalmente las gramíneas adaptadas a las siembras en hileras más distanciadas son aquéllas que
presentan matas vigorosas y un alto porcentaje de hojas.
Con plantas de menor porte y tamaño, las siembras muy distanciadas impiden hacer un buen uso de
los espacios entre líneas, con lo que al desperdiciarse cobertura y por consiguiente energía lumínica,
los rendimientos son menores.
En el caso de leguminosas de polinización cruzada como alfalfa, lotus y trébol rojo, la siembra en
líneas permite que la población de plantas reciba más luz y movimientos de aire, condiciones
importantes para lograr floraciones y polinizaciones máximas, así como una madurez uniforme de los
frutos.
Fertilidad y humedad
Cuanto más favorables sean dichas variables, más altas podrán ser las poblaciones.
Los mayores rendimientos del primer año se logran con siembras al voleo o líneas juntas, pero a
medida que los semilleros envejecen hay una mayor competencia en especial por nutrientes y la mayor
producción corresponde a las siembras en líneas separadas.
Las condiciones de humedad también son muy importantes. En regiones o suelos con problemas de
sequía se preferirá una población rala y bien distribuida.
Grado de enmalezamiento
Una población de plantas bien distribuidas controlará en forma más eficiente las especies agresivas.
La eficiencia depende de que la especie sembrada cubra lo más rápidamente posible la superficie
libre del suelo y, en las siembras en líneas, la distancia entre ellas.
Las siembras en líneas pueden presentar algunos inconvenientes. Uno de ellos es el desarrollo rápido
que adquieren las malezas en las entrelíneas, sobre todo en las siembras de forrajeras de crecimiento
inicial lento. Es imprescindible prestar atención a las plántulas de malezas que vayan apareciendo en
las entrelíneas y prever con suficiente anticipación las diferentes formas de control de las mismas.
Un problema similar puede presentarse luego de la primera cosecha donde, la resiembra natural del
propio cultivo puede constituir un inconveniente.
Las bondades de las siembras en líneas distanciadas para controlar malezas tienen una incidencia
mayor en las gramíneas que en las leguminosas. Mientras que en la mayoría de leguminosas (por su
ciclo de desarrollo), es posible realizar cortes de limpieza tardíos luego de iniciada la primavera con lo
que se logra controlar gran parte de las malezas; en las gramíneas este manejo suele ser fatal en casi
todos los casos.
En realidad la creciente aparición de herbicidas selectivos en el mercado ha permitido ir modificando
los sistemas de siembra y eliminar en parte la necesidad de los laboreos entre líneas.
Longevidad
El óptimo de distancia entre líneas variaba con la edad del semillero, ya que después del segundo año
son más productivos aquellos sembrados en líneas más alejadas. Ello se debe a que cuanto menor es la
distancia de siembra mayor es la exigencia en fertilidad, en especial por nitrógeno en gramíneas, y en
consecuencia estas siembras requieren un régimen más alto de fertilizaciones. De no realizarse, los
rendimientos decrecen en cada cosecha sucesiva, por lo que es fundamental efectuar aportes cada vez
mayores de nutrientes.
42
En semilleros con poblaciones densas y de más de tres años, es posible elevar (o mantener) los
rendimientos mediante tratamientos de rejuvenecimiento por raleo, pasando arado cincel, rastras
pesadas o cualquier otra maquinaria que cumpla dicho objetivo.
Densidades de siembra
El principal propósito es lograr poblaciones adecuadas que permitan el desarrollo de plantas
vigorosas capaces de producir macollos y tallos de alta fertilidad. Por ello, estas densidades son
inferiores a las recomendadas para producir forraje.
Si la siembra se realiza con densidades muy bajas, las plantas serán de gran tamaño y muy
productivas pero su población no será redituable. Si son muy altas, promoverán poblaciones débiles
con una masa de follaje abundante y un número bajo de inflorescencias, lo que afectará negativamente
los rendimientos de semilla y habrá un exceso de materia verde, complicando la cosecha.
Es preferible utilizar densidades discretas que aseguren el éxito del semillero.
Se busca trabajar con densidades que permitan durante el ciclo de desarrollo de las plantas, la
producción de un alto número de macollas y tallos vigorosos y de gran fertilidad, a la vez que un grado
alto de autodefensa frente a las malezas.
Densidades relativamente bajas debe reservarse para el ahorro de semilla en cultivos madre, donde
es esencial promover la expansión rápida de las nuevas variedades.
Realizar siembras con densidades sugeridas y con semilla de buen poder germinativo.
1- Especie o variedad
La respuesta de las diferentes especies a las distintas densidades dependen de dos factores
inherentes a las mismas: a) capacidad de macollaje y b) capacidad de autorraleo.
El primer carácter permite realizar siembras con densidades relativamente bajas en especies de
macollajes activos.
El segundo carácter, permite instalar densidades altas, ya que al poseer las plantas un proceso de
dominancia apical muy marcado se produce un porcentaje elevado de mortandad de macollos y tallos
secundarios vegetativos y una disminución en la población total.
Los bajos rendimientos logrados con densidades altas se deben a dos factores: a) reducción en el
número de tallos fértiles por excesiva densidad y b) reducción en los rendimientos por inflorescencia
debido a la falta de nutrientes.
Las leguminosas tropicales, deben sembrarse a densidades que dupliquen o tripliquen aquellas
recomendables para la instalación de pasturas. Ello permite a la forrajera competir con las malezas así
como lograr buenos rendimientos de semilla en el año de siembra.
Si las siembras son densas, la competencia es muy grande y esto se refleja en una mortandad
apreciable de plantas y en un proceso de macollaje lento. Si las siembras son ralas, el porcentaje de
supervivenćïa es alto y las plántulas crecen vigorosamente.
2-Fertilidad y humedad
En semilleros de gramíneas, aquellos cultivos con menor densidad de plantas espigaban primero.
Esto se debe a que la competencia por nutrientes esenciales, espacio y luz retarda la emergencia de las
inflorescencias y expresa la necesidad de que las plantas dispongan de un mínimo de nitrógeno que
permita una emergencia temprana. En aquellos casos donde las posibilidades de carencia de humedad
son mayores, las densidades de siembra deberán ser menores y ajustarse a tales circunstancias.
En suelos expuestos a sequías, las siembras a bajas densidades son más seguras. Densidades bajas
requieren cantidades menores de agua y maduran en forma más uniforme.
3- Grado de enmalezamiento
No utilizar suelos infestados de malezas, porque deberán enfrentar problemas muy serios.
En chacras donde el grado de enmalezamiento es moderado o simplemente desconocido es preferible
sembrar a densidades relativamente altas como primer paso hacia un mejor control de las especies
adventicias. En estos casos si se utilizan densidades bajas, los semilleros resultan muy sucios.
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Las densidades de siembra tienen menos efecto sobre los rendimientos de semilla que las distancias
de siembra. Acortando las distancias entre hileras, las densidades deben ser cada vez mayores
alcanzando el máximo volumen en las siembras al voleo.
Fósforo
La respuesta a este nutriente depende de la relación nitrógeno/fósforo del suelo. Una buena
disponibilidad de N permite alcanzar rendimientos mayores cuando se aplica P. Sin embargo, en
especies tropicales y subtropicales la interacción nitrógeno-fósforo parece no ser tan evidente.
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En algunos casos el agregado de nitrógeno y fósforo ha provocado inconvenientes. El crecimiento
excesivo provocado por dosis altas de ambos nutrientes inhibió el desarrollo de una población
adecuada de inflorescencias, las que por el agregado de fósforo eran de mayor altura.
Potasio
Existen datos concretos sobre la importancia de este elemento en su nutrición, especialmente en
aquellos casos en que las plantas crecen bajo regímenes altos de nitrógeno. Frente a niveles bajos de
nitrógeno, el potasio no expresaba su incidencia en la semillazón.
Dosis altas de potasio aumentaron significativamente la población de inflorescencias habiéndose
registrado además una interacción nitrógeno-potasio muy importante. Sin embargo, ninguno de los
efectos positivos del potasio se reflejó en un rendimiento mayor de semilla por hectárea.
Fósforo
La falta de este nutriente, ha modificado los rendimientos de semilla al afectar el desarrollo
vegetativo del cultivo e incrementar las posibilidades de que las plantas demuestren su mayor potencial
reproductivo.
El mejor momento en el cual las plantas deberían disponer de una adecuada cantidad de fósforo sería
durante las primeras etapas del desarrollo. Se ha demostrado que leguminosas poseen una notable
capacidad para transferir el fósforo de las hojas y otros órganos, hacia la formación de semillas.
El fósforo afectaría la mayoría de los componentes de producción de semillas de las leguminosas.
Se han observado efectos positivos en la iniciación floral, en el número de inflorescencias, en la
secreción de néctar, en la fertilidad y en el peso de mil semillas.
La falta de este nutriente está asociada con una floración retardada. Las aplicaciones de fósforo en
dosis superiores a las necesarias para la producción máxima de forraje, permitían aumentar la
concentración de nitrógeno de las plantas. Este comportamiento permitiría disponer de un nivel más
elevado de nitrógeno con las consiguientes ventajas para una mejor fructificación.
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El azufre es vital para el crecimiento de las leguminosas, pero existen escasísimas referencias
específicas sobre su efecto en los procesos de floración y semillazón. Afectaría el metabolismo del
nitrógeno.
El efecto mayor del calcio en la producción de semillas en las leguminosas, se debería a una acción
indirecta favoreciendo una mejor nodulación, aunque puede intervenir compensando niveles tóxicos de
boro.
Boro y molibdeno
El boro afecta diferentes componentes: mayor número de inflorescencias, mayor número de flores
por inflorescencia, mayor cuajado de flores o sea mayores rendimientos por cabezuela y mayor poder
germinativo.
Aumentó en Medicago sativa la formación de polen e incrementó la longitud del tubo polínico, lo
cual afectó favorablemente los rendimientos en semilla.
Los mayores rendimientos de semillas estarían asociados a una mayor polinización, promoviendo un
porcentaje mayor de azúcares totales en el néctar, lo que hace a un mejor trabajo por parte de las
abejas.
Se ha sugerido un valor crítico en el suelo de 0,5 ppm y las dosis de aplicación normalmente varían
en fertilizaciones dentro de un rango entre 10 y 20 kilogramos por hectárea de bórax y en
pulverizaciones foliares con soluciones de 0,5 kilogramos de bórax en 500 litros de agua por hectárea.
El efecto del molibdeno sería indirecto, ya que actuaría básicamente promoviendo una mejor
nodulación y aumentando la disponibilidad de nitrógeno por parte de las plantas.
Control de malezas
Las mayores pérdidas en los semilleros son causadas por las malezas.
El control de las malezas debe ser uno de los objetivos principales en el manejo de los semilleros.
Este objetivo debe ser perseguido durante todas las etapas del cultivo, desde el momento previo a la
instalación, tratando de elegir chacras limpias, hasta el momento de la limpieza y clasificación final de
la semilla ya cosechada.
Las malezas presentes en semilleros de primer año difieren de aquellas de los años subsiguientes. A
medida que aumenta la competencia por parte de la forrajera sembrada, van desapareciendo muchas de
las malezas anuales. Posteriormente éstas son reemplazadas por malezas perennes, muchas de ellas
estoloníferas y rizomatosas o anuales de fácil resiembra.
Los semilleros, al ser instalados en siembras puras, están más expuestos a ser invadidos por malezas.
Este aspecto se presenta en leguminosas, ya que son muy vulnerables al enmalezamiento tanto de
gramíneas como de especies de hoja ancha, debido a que éstas se ven muy beneficiadas por la
disponibilidad de nitrógeno aportado por la leguminosa.
Dichas malezas, no solamente ejercen competencia al cultivo, sino que en muchos casos la presencia
de sus semillas pueden transformarlos en productos imposibles de comercializar. Si bien, éstas pueden
ser eliminadas, ello implica costos mayores y mermas de la propia semilla forrajera.
En este grupo y entre otras pueden citarse:
Ammi majus biznaguilla
Ammi visnaga viznaga
Anthemís cotula manzanilla hedionda
Apium leptophyllum apio cimarrón
Brassica spp nabo, mostaza
Carduus spp cardos
Centaurca spp abrepuños
Cuscuta spp cuscuta
Echium plantagineum flor morada
Lolium temulcntum cizaña
Melílotus indicus trébol de olor
Plantago spp llantén
Rumex spp lengua de vaca
Silene gallica calabacilla
Sílybum marianum cardo asnal
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Solanum spp tutia
Sorghum halepense sorgo de Alepo
b) Cortes
Los cortes cumplen un rol más importante que los pastoreos.
El corte es muy importante para combatir malezas anuales, pero si son perennes, el método pierde
eficiencia. En algunos casos, ni los pastoreos ni los cortes permiten eliminar todas las malezas, por lo
que se deberá recurrir al uso de herbicidas complementados con algunas labores mecánicas o de
eliminación manual.
Con los sucesivos cortes las malezas van adquiriendo hábitos cada vez más postrados, terminando
por florecer y fructificar por debajo del nivel de defoliación.
Por esta razón, se espera a efectuar estos tratamientos, cuando las malezas ya se encuentran
florecidas llegando al final de su ciclo.
El último corte de primavera en las leguminosas debe ser muy oportuno, ya que forma parte esencial
del manejo y permite eliminar una población alta de malezas, especialmente cuando el semillero fue
establecido con siembra al voleo.
c) Carpidas
En la actualidad esta práctica no se realiza tanto. Las carpidas en semilleros sembrados en líneas
distanciadas tienen por finalidad controlar las malezas y airear el suelo. Este tratamiento adquiere gran
importancia en el primer año del cultivo y durante los primeros meses del mismo.
La labor debe ser realizada superficialmente, para no herir las raíces de las plantas forrajeras, no traer
a la superficie nuevas semillas de malezas, ni promover pérdidas de humedad.
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En las siembras en líneas juntas y al voleo es imposible efectuar carpidas, para realizar un
tratamiento mecánico, podrá ser efectuado mediante el pasaje de rastras muy livianas, siempre que las
plantas del cultivo estén bien arraigadas.
En semilleros viejos es muy conveniente el pasaje de rastras, aunque en este caso pesadas, para
eliminar malezas, lográndose a la vez separar las matas y producir renuevos.
d) Trabajos manuales
Es posible que en una etapa avanzada de su ciclo, se presente la necesidad de eliminar ciertas
malezas cuyas semillas son difíciles de separar durante los procesos de clasificación y limpieza.
a) Tipos de tratamiento
Es posible clasificar tres tipos distintos de tratamientos:
1) Aplicaciones de presiembra: el herbicida es aplicado e incorporado al suelo previo a la siembra del
semillero.
2) Aplicaciones de preemergencia: el herbicida es aplicado después de efectuada la siembra pero
previo a la emergencia de las plántulas de la forrajera.
3) Aplicaciones de postemergencia: el herbicida es aplicado una vez que la especie forrajera ha
emergido y las plántulas, tanto del semillero como las de las malezas. Este aspecto determinará el
momento preciso de realizar el tratamiento, debido a que generalmente se desconoce las principales
malezas de cada chacra, los tratamientos 1 y 2 resultan menos precisos que cuando se aplican
herbicidas en cultivos ya establecidos, debido a que en estos últimos el tipo de maleza presente puede
ser definido sin problemas.
b) Momento de aplicación
El momento de aplicación de los tratamientos postemergencia, especialmente en el año de siembra,
debe ser preciso.
Se ha determinado que en las leguminosas forrajeras la aplicación de los herbicidas postemergentes
nunca deberá efectuarse al estado cotiledonar (plántulas de dos a seis hojas verdaderas). En las
gramíneas forrajeras, la aplicación se podrá efectuar cuando posean dos a cuatro hojas, si bien en
algunos casos habrá que esperar el macollaje.
La aplicación de herbicidas postemergentes en semilleros instalados no presenta dificultades ya que
las plantas adultas de las forrajeras son más resistentes, pudiéndose aumentar también las dosis sin que
ocurran problemas. Es preferible efectuar las aplicaciones con herbicidas durante el otoño e invierno,
para así combatir las malezas cuando aun no han alcanzado un gran desarrollo y son más sensibles a
dosis menores del herbicida. Asimismo, los tratamientos tempranos con herbicidas permiten una buena
recuperación del semillero antes de que se inicie la etapa reproductiva.
Cuando se trata de combatir gramíneas en semilleros de leguminosas, los tratamientos podrán
efectuarse siempre que el área foliar de estas últimas sea menor que el de las primeras. De lo contrario,
se pueden ocasionar daños difíciles de reparar.
c) Forma de aplicación
La aplicación de los herbicidas debe ser efectuada de acuerdo con las recomendaciones dadas por los
fabricantes. La aplicación nunca se efectuará cuando la velocidad del viento sea superior a 15 km/hora.
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Cuando se trate de herbicidas hormonales los volúmenes de agua no podrán ser inferiores a 100 litros
por hectárea, mientras que en los herbicidas de contacto deberán ser superiores a 200 litros por
hectárea.
La utilización conjunta de dos herbicidas cuando su mezcla sea factible, constituye una gran ayuda
ya que permite ampliar el espectro de acción.
49
Cadena de Pastoreo o Secuencia anual de pastoreo
Son los recursos pastoreados durante un período de un año. La planificación de la misma tiene como
objetivo, tener el pasto distribuido lo más parejo a lo largo del año.
La cadena de pastoreo se integra con los cultivos forrajeros de cada potrero asignado a la producción
de forrajes para pastoreo y que sumados a las reservas forrajeras constituyen la oferta forrajera anual
de un establecimiento.
50
La Unidades en general se expresa en Kilos de materia seca o en energía metabolizable.
E F M A M Jn Jl A S O N D
PP 1 + - - - X X X X X
PP 2 X X X X O O O O O O O O
PP 3 O O O O □ □ □ □ □ □ □ □
PP 3 □
Vi Av + - - X X X X X
Rg + - X X X X X X
Moha X X X X X X X X X X X X
Sorgo Forr X X X + - - X
Sorgo Sil X X X X X X X X X X X X
Heno
Balanceado
Pulpa de Cítrus
Sales minerales
Granos
+ : siembra.
- : momentos en que no se pastorea el recuso.
X: momento en que se le asigna el forraje.
X, O, □ : para diferenciar los años de las pasturas
La cadena forrajera hace referencia al forraje que pastorean en cada mes del año. Este va a ir
cambiando dependiendo el sistema de producción y cada manejo en particular.
Si comparamos oferta forrajera y de la demanda animal planificada, obtenemos el Presupuesto
Forrajero Anual, lo que permite obtener el BALANCE FORRAJERO.
Balance forrajero
El balance forrajero se puede realizar con paso trimestral generalmente coincidente con las
estaciones (verano, otoño, invierno y primavera) o para mejor precisión en forma mensual.
Las Unidades se expresan en Kilos de materia seca o en energía metabolizable.
51
Rotación de cultivos forrajeros
Planteo de la Rotación
Para el planteo de la rotación se debe tener en cuenta el recurso suelo disponible así como las
restricciones técnicas y económico-empresariales que puedan presentarse.
• Unidad de rotación: PP 1 PP 2 PP 3 PP 4
Asociación: es la implantación (en el mismo lote) de 2 o más especies que tienen complementariedad
de ciclos. Al graficar las curvas de producción de cada especie, siguen la misma forma.
Kg MS / Ha
Consociación: es la implantación (en el mismo lote) de 2 o más especies que tienen ciclos de
producción distintos. Con esto se busca que la producción durante todo el año de la pastura sea lo mas
estable posible. I P V O
Kg MS / Ha
I P V O
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Producción Orgánica
Es un sistema de producción sustentable en el tiempo, que se fundamenta en el manejo racional de
los recursos naturales. No utiliza agroquímicos, brinda alimentos sanos, mantiene o incrementa la
fertilidad del suelo y la diversificación biológica. Exige la identificación de sus productos por un
sistema de certificación que garantice su procedencia orgánica.
Esta producción es importante en la actualidad y lo será en el futuro, impulsada por segmentos del
mercado externo que demanda alimentos beneficiosos para la salud, obtenidos en condiciones de
conservación de los recursos naturales y medio ambiente.
Tiene bajo uso de insumo y no requiere de altas inversiones iniciales.
Estos sistemas apuntan a la promoción de los ciclos biológicos naturales, con la menor incorporación
de elementos en la alimentación, control de plagas y control de enfermedades de origen externo. Se
busca lograr un status de muy baja contaminación del ambiente, en una situación sostenible en el largo
plazo.
Las principales diferencias radican en la inclusión de sustancias de productos de síntesis químicas,
en la incorporación del exterior del alimento, y también hay restricciones en lo que hace al manejo de
los animales. Los sistemas de encierre o de corral no están admitidos, ya que al animal hay que
generarle condiciones de confort, que determinen que el producto a obtener sea lo mas natural posible.
Este tipo de producción se ha desarrollado en gran medida en el INTA General Villegas. A su vez,
hay toda una legislación que establece las pautas para su producción, las semillas a utilizar, los
productos autorizados, entre otros. Esta fue desarrollada en el periodo de la presidencia de Menem, y
en la actualidad se realiza en lugares puntuales, pero su difusión en mínima.
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