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INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL

ESCUELA SUPERIOR DE INGENIERIA Y ARQUITECTURA

UNIDAD ZACATENCO

“PROYECCIONES HEMISFÉRICAS APLICADAS A LA


MECÁNICA DE ROCAS”

TESIS

QUE PARA OBTENER EL TITULO DE

INGENIERO CIVIL

PRESENTA:

MIGUEL ANGEL LÓPEZ BETANZOS

ASESOR:

ING. MAGDALENO MARTÍNEZ GOVEA

MÉXICO D.F. MAYO DE 2006


“PROYECCIONES HEMISFÉRICAS APLICADAS A LA
MECÁNICA DE ROCAS”

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN 1

1. DEFINICIONES BÁSICAS ……………………………………………………………. 4

2. PROYECCIONES POLAR Y ECUATORIAL ………………………………………. 13


2.1 Proyección Polar ………………………………………………………………… 14
2.2 Proyección Ecuatorial …………………………………………………………... 21

3. OBTENCION DE DATOS GEOLÓGICOS-ESTRUCTURALES ………………….. 28


3.1 Introducción ……………………………………………………………………... 29
3.2 Recopilación de información previa al levantamiento ………………………... 29
3.3 Equipo y material necesario ……………………………………………………. 30
3.4 Símbolos ………………………………………………………………………….. 30
3.5 Uso de la brújula ………………………………………………………………… 31
3.5.1 Declinación magnética …………………………..………………………… 32
3.5.2 Obtención de orientación y echado ………………………….…………….. 33
3.6 Elementos de exploración ………………………………………………………. 37
3.6.1 Levantamientos geológicos superficiales …….……………………………. 37
3.6.2 Perforaciones ……………………………………………………………… 38
3.6.3 Socavones …………………...……………………………………………... 39
3.6.4 Afloramientos ……………………………………………………………… 40
3.7 Presentación de la información ………………………………………………… 41
3.7.1 Informes técnicos …………………………….…………………………….. 41
3.7.2 Mapas geológicos y geotécnicos …………………………………...……… 41
3.7.3 Perfiles geotécnicos …………………………………..……………………. 42
3.7.4 Diagramas estereográficos …………..……………………………………. 44

4. PROCEDIMIENTOS BÁSICOS USANDO LA PROYECCIÓN HEMISFÉRICA 45


4.1 Introducción ……………………………………………………………………... 46
4.2 Trazo de una línea de orientación/echado (α/β) ………………………..……... 47
4.3 Trazo de un plano de dirección del echado/echado (αd/βd) …………………… 48
4.4 Líneas en planos …………………………………………………………………. 52
4.5 Intersección de planos …………………………………………………………... 54
4.6 Rotación alrededor de un eje inclinado ………………………………………... 56

5. ANÁLISIS DE DATOS EN BARRENOS ……………………………………………... 61


5.1 Introducción ……………………………………………………………………... 62
5.2 Construcción del lugar geométrico definido por un ángulo cónico (δ) respecto
a un eje de orientación/echado (α/β) …………………………………………… 64
5.2.1 Método general ……………………….……………………………………. 64
5.2.2 Construcción con compás ……………...…………………………………... 64
5.3 Determinación de la orientación de una discontinuidad usando datos de dos
barrenos no paralelos …………………………………………………………… 67
5.3.1 Método del pequeño círculo completo …….……………………………….. 68
5.3.2 Método del pequeño círculo medio ………………………………………... 69
5.4 El uso de planos de referencia ………………………………………………….. 71
5.5 Análisis del núcleo orientado …………………………………………………… 74

6. ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE DATOS DE ORIENTACIÓN ……………………... 77


6.1 Introducción ……………………………………………………………………... 78
6.2 Desviaciones del muestreo impuestas por una exploración lineal ……………. 79
6.3 Método de configurar curvas de nivel …………………………………………. 82
6.4 Análisis del agrupamiento de las normales a la discontinuidad ……………… 86

7. ANÁLISIS DE FUERZAS ……………………………………………………………… 96


7.1 Introducción ……………………………………………………………………... 97
7.2 Representación de un vector fuerza ……………………………………………. 97
7.3 Resultante de fuerzas ……………………………………………………………. 100
7.4 Descomposición de una fuerza ………………………………………………….. 105
7.4.1 Método de álgebra vectorial …………...………………………………….. 105
7.4.2 Método gráfico …………………………………………………………….. 109
7.5 Productos escalar y vectorial …………………………………………………… 116
7.6 El cono de fricción ………………………………………………………………. 117

8. ANÁLISIS CINEMÁTICO DE BLOQUES RIGIDOS CON PROYECCIÓN


HEMISFÉRICA ……………………………………………………………………….. 121
8.1 Introducción ……………………………………………………………………... 122
8.2 Factibilidad y congruencia cinemática ………………………………………… 124
8.3 Construcción de proyecciones hemisféricas inclinadas ……………………….. 128
8.3.1 Métodos de construcción ………………..…………………………………. 128
8.3.2 Resumen y ejemplos ……………………..…………………………………. 130
8.4 Interpretación de las proyecciones hemisféricas inclinadas ………………….. 134
8.4.1 Interpretación geométrica ……………………………...………………….. 134
8.4.2 Interpretación del comportamiento de bloques bajo condiciones generales
de carga ………………………………………...…………………………... 139
8.4.3 Interpretación del comportamiento de bloques bajo carga gravitacional
simple …………………………………………..………………………………… 144
8.4.4 Resumen y ejemplos ………………………..………………………………. 148

9. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ……………………………………….. 152

BIBLIOGRAFIA ………………………………………………………………………... 156


INTRODUCCIÓN

La geotecnia es una disciplina tecnocientífica que agrupa a la geología, mecánica de suelos y


mecánica de rocas relacionándolas con las obras civiles. De esta forma, la geología aplicada a la
ingeniería civil es aquella parte de la geotecnia que utiliza los conocimientos geológicos en la
resolución de los problemas prácticos de ingeniería. Esta área requiere del apoyo conjunto de
ingenieros geólogos e ingenieros civiles en la construcción de obras. Para obtener resultados
satisfactorios y para que exista una buena comunicación entre ambos, el geólogo debe tener
conocimientos de mecánica de suelos, mecánica de rocas y de los fundamentos de la ingeniería
civil; por su parte, el ingeniero civil y los mecanicistas de suelos y rocas deben conocer los
elementos de la geología física.

Para una mejor comprensión del comportamiento de una obra civil en un sitio determinado, es
necesario conocer las estructuras geológicas y discontinuidades de las rocas y/o suelos donde
quedará asentada la estructura.

La proyección hemisférica es un método gráfico por medio del cual los datos con orientación
tridimensional de rasgos planos y lineales pueden ser representados y analizados en dos
dimensiones sobre una hoja de papel. Con frecuencia se hace referencia a este método como
“proyección estereográfica”, que literalmente significa la proyección de un sólido o un dibujo
tridimensional. Los métodos de proyección hemisférica son ampliamente usados en los estudios
de mecánica de rocas para analizar las discontinuidades planas, tales como fracturas, fallas,
fisuras y planos de estratificación que se presentan en diferentes orientaciones dentro de las
masas rocosas. Dichos análisis no solamente pueden incluir un conjunto de datos y su
presentación así como la determinación de la estabilidad de bloques de roca expuestos en frentes
rocosos.

Los métodos de proyección hemisférica son de gran valor en los estudios de mecánica de rocas
porque muestran los datos estructurales como una representación grafica más que una abstracción
numérica. El cerebro humano es sumamente hábil para comprender información grafica y es
capaz de recordar métodos gráficos de construcción muy compleja.

Los diagramas estereográficos tienen múltiples aplicaciones, desde la obtención de echados


aparentes o verdaderos hasta la determinación de la orientación de los esfuerzos de una región, lo
cual facilita la interpretación tectónica.

Dentro de la geotecnia, se utiliza principalmente en la determinación de orientaciones


preferenciales de familias de discontinuidades, ya que es posible reunir un gran número de
observaciones dispersas en torno a un origen único, elaborando una figura de la que se pueden
obtener conclusiones sobre la presencia de una estructura geológica de orientación crítica. De
esta manera y de forma preliminar, se pueden anticipar las zonas con posibilidades de deslizar,
para tomar las debidas precauciones.

Por medio de esta técnica también es posible establecer la dirección e inclinación que deben
llevar los barrenos para que atraviesen el mayor número de fallas o fracturas con la mejor
incidencia y así programar mejor los trabajos de inyección del macizo rocoso o las pruebas de
permeabilidad.

2
Un tramo de núcleo recuperado de un barreno puede dar una gran cantidad de información sobre
la masa rocosa de la que fue tomado. La calidad de esta información depende de la calidad del
núcleo, que a su vez depende no solo de las propiedades del macizo rocoso sino también del
equipo y los métodos empleados en la perforación y recuperación del núcleo. La finalidad básica
del capítulo 5 es explicar la manera de obtener los datos relacionados con la orientación de los
planos de discontinuidades, a partir de simples medidas en el núcleo del barreno.

En los estudios de mecánica de rocas, en ocasiones es necesario considerar los efectos de fuerzas
que actúan sobre un cuerpo dado. Los métodos de proyección hemisférica ofrecen una
herramienta importante para la representación gráfica y el análisis de las propiedades de
orientación de vectores. Sin embargo, es muy difícil representar y analizar magnitudes vectoriales
en una proyección hemisférica. Consecuentemente para el análisis completo de cantidades
vectoriales como fuerzas, los métodos de proyección hemisférica deben complementarse
mediante cálculos adicionales o construcciones gráficas. Entonces la proyección hemisférica
solamente se utiliza para presentar los datos de entrada y salida de forma gráfica. Por ejemplo, es
muy común en estudios de mecánica de rocas que el cuerpo bajo análisis sea un bloque rígido,
cuya geometría esta definida por planos de discontinuidad de orientaciones específicas. En tales
casos resulta conveniente llevar a cabo un análisis geométrico preliminar cualquiera, aplicando
los métodos de proyección hemisférica, pero para transferirlos o transformarlos a los métodos de
álgebra vectorial para el análisis de las fuerzas asociadas. Todas las fuerzas involucradas se
pueden dibujar en la proyección hemisférica para su análisis geométrico posterior en el caso que
se requiera. Esta aproximación tiene la ventaja de visualizar fácilmente el estado físico real de un
problema, poniendo énfasis en la relación que existe entre la geometría de la masa rocosa y las
fuerzas asociadas.

Una de las mayores críticas en la aplicación de las proyecciones hemisféricas, y de todos los
métodos gráficos es que pueden no ser precisos. Sin embargo, se ha demostrado que haciendo las
mediciones con un cuidado razonable, se pueden obtener resultados del orden de ±2° de la
orientación correcta. Tal precisión es generalmente la adecuada para los estudios de mecánica de
rocas, ya que las discontinuidades naturales y otros rasgos, raramente son planos a lo largo de una
masa rocosa.

El objetivo de esta tesis es explicar de manera sencilla el uso de las proyecciones estereográficas
ya que representan una herramienta importante para en análisis de las características estructurales
que controlan el comportamiento de las masas rocosas.

A pesar del amplio uso de las computadoras, estos métodos gráficos siguen teniendo una gran
aceptación en los estudios de mecánica de rocas ya que ofrecen una apreciación visual inmediata
de un problema estructural dado y nos brindan una solución rápida con una precisión que es más
que adecuada a la mayoría de las distintas aplicaciones.

Se incluyen varios ejemplos resueltos que se complementan con figuras de gran tamaño para que
en su caso el lector pueda comparar los resultados de sus cálculos simplemente sobreponiendo
sus redes sobre la figura correspondiente.

3
1. DEFINICIONES BASICAS
Antes de proceder con los métodos de proyección hemisférica es necesario definir los términos
que se utilizan.

Los ángulos se expresarán en grados. La orientación de cualquier línea dada en un espacio


tridimensional puede registrarse sin equivocación en términos de su orientación (α) y de su
echado (β) y se definen como sigue:

α, β
Línea general o no especificada.

Orientación (α) (0° ≤ α ≤ 360°)


Es el azimut geográfico medido en dirección de las manecillas del reloj a partir del norte (0°) del
plano vertical, conteniendo la línea dada de echado β. Por convención, la orientación se mide en
la dirección del echado.

Echado ó buzamiento (β) (−90° ≤ β ≤ 90°)


Es el ángulo agudo medido en un plano vertical, entre la línea dada y la horizontal. Por
convención, una línea dirigida con un sentido hacia abajo tiene un echado positivo y una línea
con sentido hacia arriba tiene un echado negativo.

αd, βd
Es la línea de máxima inclinación o echado de un plano inclinado. Es la línea imaginaria en un
plano no horizontal, cuyo echado excede el de todas las otras líneas en el plano. Para entender
completamente esta y las definiciones posteriores, es necesario visualizar un plano compuesto por
un número infinito de líneas coplanares radiando desde un punto. Una de esas líneas será la de
máxima inclinación.

La orientación de un plano inclinado normalmente queda registrado en términos de αd y βd, como


un número de tres y dos dígitos en el formato explicado anteriormente. En tales casos αd se llama
“dirección de inclinación” o “dirección del echado”; y βd “ángulo de inclinación”, “intensidad de
inclinación” o simplemente “echado” del plano. La dirección del echado y el echado de un plano
inclinado dado, pueden medirse en campo por medio de algún dispositivo adecuado, como son la
brújula y el inclinómetro. En el capítulo 3 se explica detalladamente.

La orientación de una línea dada normalmente se registra en términos de α y β como un número


de tres y dos dígitos separados por una diagonal, por ejemplo 247/68.

A continuación se presentan las definiciones que pueden ser encontradas en estudios de mecánica
de rocas usadas para la orientación y el echado de rasgos lineales.

αdi, βdi
Es la línea de máximo echado para el i-ésimo plano de discontinuidad.

αdf, βdf
Es la línea de máximo echado de un frente rocoso.

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Figura 1.1 Definición de dirección del echado y echado

αn, βn
Es la normal a un plano. Esto es, la línea imaginaria construida con ángulos rectos respecto a un
plano dado (perpendicular al plano). La normal es algunas veces llamada “polo de un plano”. Es
algo confuso el uso de la palabra “polo”, término que no se adoptará en este trabajo.

Para un plano dado, αn= αd ±180°, 0°≤ αn ≤ 360°. Así mismo βn = 90° -βd.

αni, βni
Es la normal para el i-ésimo plano de discontinuidad.

αnh, βnh
Es la normal al plano horizontal; es decir, la dirección vertical.

αnf, βnf
Es la normal a un frente rocoso.

Abertura
Distancia perpendicular entre las dos paredes de roca de una discontinuidad.

Afloramiento
Es un cuerpo de roca expuesta en la superficie de la tierra.
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Bloque
Tamaño y forma de los cuerpos rocosos resultantes de la intersección de discontinuidades

Cadenamiento
Línea horizontal en la cual se marcan las distancias horizontales entre dos o más puntos que,
dependiendo de los trabajos que se realicen se colocarán a cada 10, 5 o 1 metro a lo largo de la
misma; dichas marcas pueden señalarse con pintura o clavos incrustados en la roca, con
mojoneras o estacas en el suelo.

Contacto
Unión de dos unidades litológicas diferentes (concordante, discordante o transicional).

Continuidad
Longitud total de la estructura observada en el afloramiento.

Declinación magnética
La declinación magnética es la diferencia, en grados, entre el norte verdadero y el marcado
realmente por la brújula (el norte magnético)

Diaclasas
Fisuras en las rocas de poca extensión, pueden ser por enfriamiento o por desecación.

Discontinuidad
Término generalizado que comprende cualquier plano de separación entre las rocas (fallas,
fracturas, planos de estratificación, foliación y diaclasas).

Discordancia
Es una discontinuidad que consiste en una superficie de erosión o de no depósito, que separa
rocas de mas modernas a mas antiguas.

Dique
Roca ígnea intrusiva consolidada, de forma tabular que corta a las estructuras regionales, que
solidificó a profundidad y que no llegó a la superficie en estado de fusión. Es la estructura que
aporta información de tipo estructural por lo tabular de su forma.

Echado aparente
Es la traza de la intersección de un plano inclinado con un plano vertical de rumbo oblicuo al
primero.

Echado real
Inclinación de la estructura geológica con respecto al plano horizontal.

Estrato
Cuerpo de roca sedimentaria de forma tabular de superficie considerable y composición definida,
cuyo espesor es mayor de 10 mm, que está limitado por superficies divisorias (planos de
estratificación) que las separan de otros cuerpos geológicos adyacentes.

Estratificación
Conjunto de estratos que conforman una masa de roca sedimentaria.
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Espaciamiento
Separación entre discontinuidades, o en el caso de un sistema de discontinuidades, será la
separación más frecuente o modal.

Espesor
Distancia perpendicular que existe entre los límites de un estrato, veta, fractura, falla o dique
(potencia de la capa).

Estereogramas
Representación gráfica con proyección esférica de los datos estructurales (orientación y echado),
medidos en los afloramientos de roca; para construirlos generalmente se utilizan las redes de
Schmidt o de Wulff.

Estrías de deslizamiento
Pequeños surcos longitudinales que se marcan en la superficie de las discontinuidades cuando se
ha tenido movimiento entre los bloques de roca.

Estructura
Forma, tamaño y orientación de las partes del macizo rocoso (masiva, plegada, estratificada,
bandeada, fluidal, vesicular). Por lo general se refiere a los grandes rasgos que se observan a
simple vista en los afloramientos, para diferenciarla de la textura y estan en función del origen de
la roca.

Excavación
Acción o proceso de remoción de suelo o roca y su transporte a otro sitio.

Falla
Estructura geológica donde existe rompimiento y desplazamiento entre bloques de roca; pueden
tener longitud variable, desde centímetros hasta centenares de kilómetros.

Familia o sistema de discontinuidades


Conjunto o grupo de discontinuidades con orientación y echado paralelo entre ellas. El macizo
puede clasificarse por el número de familias según la International Society of Rock Mechanics.

Tipo de macizo rocoso Número de familias


I Masivo, discontinuidades ocasionales
II Una familia de discontinuidades
III Una familia de discontinuidades mas otras ocasionales
IV Dos familias de discontinuidades
V Dos familias de discontinuidades mas otras ocasionales
VI Tres familias de discontinuidades
VII Tres familias de discontinuidades mas otras ocasionales
VIII Cuatro o mas familias de discontinuidades
IX Brechoide

Foliación
Orientación de los minerales presentes en las rocas metamórficas, los cuales marcan planos bien
definidos en su estructura.

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Fractura
Discontinuidad en el macizo rocoso que no muestra desplazamiento entre los bloques que separa;
también se conoce así a la superficie de rompimiento de una roca o mineral por procesos
mecánicos o por enfriamiento.

Frecuencia del fracturamiento (F)


Se define como el número de discontinuidades naturales cortadas en una longitud unitaria de
recuperación de núcleo.

Histograma
Representación gráfica de datos estructurales (de fallas y fracturas) indicando su rumbo
predominante.

Indice de calidad de la roca (RQD)


Se refiere a un porcentaje de recuperación modificada, en la cual, todas las piezas del núcleo de
roca sana mayores de 10 centímetros son tomadas en cuenta como recuperación y es expresada
como un porcentaje de la longitud total perforada, los fragmentos pequeños productos de
discontinuidades son eliminados.

Suma de fragmentos > 10cm de roca sana


RQD = ×100
Longitud total perforada

Si el núcleo se rompe por manejos o por procesos de perforación los fragmentos rotos deberán
unirse y contarse como una sola pieza, probablemente formen la longitud requerida de 10 cm.
Los materiales que presenten un grado de alteración importante (inclusive a partir del grado IV)
se deben descontar, aun cuando sean piezas intactas mayores de 10 cm. Este parámetro es de
suma importancia para conocer la calidad de la roca, la densidad de fracturamiento y da una
valiosa ayuda para las clasificaciones geomecánicas de los macizos rocosos.

RQD % Calidad
< 25 Muy mala
25 – 50 Mala
50 – 75 Regular
75 – 90 Buena
90 – 100 Excelente
Tabla según Deere (1989).

Intemperismo
Es el resultado de los procesos mecánicos, orgánicos y químicos en la superficie de la tierra o
cercana a ella, cuando los minerales originales (primarios) se descomponen y otros minerales
(secundarios) se forman modificando su color, textura, composición, dureza o forma y
generalmente disminuyen las propiedades mecánicas de la roca intacta. Una clasificación del
intemperismo en la roca propuesta por Fookes (Geotechnique, vol. 19, 1969) es la siguiente:
Grado Tipo Descripción
I Roca fresca No aparecen signos de intemperismo
La decoloración indica alteración del material rocoso y de las
Ligeramente
II superficies de discontinuidad. Todo el conjunto rocoso esta decolorado
intemperizado
por intemperismo

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Menos de la mitad del macizo rocoso aparece decompuesto y/o
Moderadamente
III transformado en suelo. La roca fresca o decolorada aparece como una
intemperizado
estructura continua o como núcleos aislados
Mas de la mitad del macizo rocoso aparece descompuesto y/o
Altamente
IV transformado en suelo. La roca fresca o decolorada aparece como una
intemperizado
estructura continua o como núcleos aislados
Completamente Todo el macizo rocoso aparece descompuesto y/o transformado en
V
intemperizado suelo. Se conserva la estructura original del macizo rocoso
Todo el macizo rocoso se ha transformado en un suelo. Se ha destruido
VI Suelo
la estructura original del macizo y la fábrica del material

Laminación
Capas de rocas sedimentarias cuyo espesor es de hasta 0,3 mm. De manera que no se pueden
identificar como un estrato.

Levantamiento geológico
Conjunto de actividades que se realiza para obtener un plano o mapa geológico con información
litológica y estructural (características de las rocas) que se observa en el campo.

Litología
Descripción microscópica de las rocas, en especímenes de mano o en afloramientos, teniendo
como base sus características de color, composición mineralógica y tamaño de los cristales.

Pitch (γ) (-90° ≤ γ ≤ 90°)


Es el ángulo agudo medido en algún plano, especificado entre una línea dada y el rumbo de la
capa. Como en el echado, las líneas dirigidas hacia debajo de la horizontal tienen un pitch
positivo; líneas dirigidas hacia arriba tienen un pitch negativo. Es importante saber, para anotar la
dirección del pitch, a partir de cual extremo de la línea de rumbo se ha medido. Para este
propósito es suficiente especificar el cuadrante geográfico (noreste, sureste, etc.) mas que el
azimut exacto de la línea del rumbo.

Pliegues
Deformaciones del terreno simétricas o asimétricas, reconocibles por la disposición de los
estratos que los forman. Se presentan principalmente en rocas sedimentarias o metamórficas.

Recuperación (R)
Es la suma total de todas las piezas recuperadas expresadas como un porcentaje de la longitud
perforada que debe ser medida y registrada.
Longitud recuperada
R= × 100
Longitud perforada

Cuando los núcleos están muy fragmentados la longitud de esas porciones se estima al unir los
fragmentos y medir la longitud que aparentan representar.

Relación estructural
Correlación de las estructuras con el macizo rocoso; se considera el arreglo geométrico (rumbo o
inclinación) de las unidades litológicas con respecto a la gran masa de roca donde se encuentran.

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Reliz de falla
Superficie o plano de deslizamiento de una falla, comúnmente representado por una superficie
lisa y lustrosa (espejo de falla).

Relleno
Tipo de material que contiene una abertura (falla o fractura) en la roca, puede ser arena, arcilla,
brecha de falla, calcita, cuarzo, entre otros.

Resistencia
Es muy importante distinguir entre la resistencia de una probeta o pieza de roca en el laboratorio
y la del macizo rocoso completo, la cual esta determinada principalmente por las
discontinuidades. Aquí se muestra una forma de estimar y describir la dureza de la roca en el
campo y la correlación con la prueba de resistencia a la compresión simple según la International
Society of Rock Mechanics.

Resistencia a la
Clase Descripción Estimación en campo de la dureza compresión simple
(MPa)
Roca
R6 extremadamente Al golpearlo con el martillo solo saltan esquirlas > 250
dura
Se requieren muchos golpes con el martillo para
R5 Roca muy dura 100 – 250
fracturarla
Se requiere mas de un golpe con el martillo para
R4 Roca dura 50 – 100
fracturarla
Roca
No puede tallarse con la navaja. Puede fracturarse
R3 moderadamente 25 – 50
con un golpe de martillo
dura
Se talla con dificultad con una navaja. Al golpear
R2 Roca blanda con la punta del martillo se producen pequeñas 5.0 – 25
marcas
La roca se desmenuza al golpear con la punta del
R1 Roca muy blanda 1.0 – 5.0
martillo. Con una navaja se talla fácilmente
Roca
R0 extremadamente Se puede marcar con la uña 0.25 – 1.0
blanda
S6 Arcilla dura Se marca con dificultad al presionar con la uña > 0.5
Arcilla muy
S5 Con cierta presión puede marcarse con la uña 0.25 – 0.5
rígida
S4 Arcilla rígida Se necesita una fuerte presión para hincar el dedo 0.1 – 0.25
S3 Arcilla firme Se necesita una pequeña presión para hincar el dedo 0.05 – 0.1
S2 Arcilla débil El dedo penetra fácilmente varios cm 0.025 – 0.05
Arcilla muy
S1 El puño penetra fácilmente varios cm < 0.025
blanda

Roca encajonante
Roca preexistente a la intrusión de cuerpos ígneos.

Rugosidad
Tipo de superficie de un plano de discontinuidad que puede ser rugosa, ondulada o escalonada.

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Rumbo de la capa (αt)
Es el azimut geográfico de una línea horizontal imaginaria en un plano inclinado dado. Por
conveniencia, sólo se necesita recordar el azimut de un extremo de la línea del rumbo de la capa,
por lo tanto 0°≤ αt ≤ 180°. Para un plano dado, αt= αd -90° (±180°) y αt= αn -90° (±180°), los
ángulos en los paréntesis se utilizan, para asegurar que 0°≤ αt ≤ 180°.

Textura
Se refiere al arreglo y disposición que existe entre los granos o minerales individuales, con
respecto a su tamaño, forma y grado de cristalización. La textura es una propiedad compleja que
depende principalmente del origen de la roca y de las características de los granos. Es importante
conocerla ya que se relaciona íntimamente con propiedades índice y mecánicas como la
porosidad, permeabilidad y resistencia de las rocas.
Para propósitos ingenieriles se puede describir la textura con los siguientes términos según el tipo
de roca.

Rocas ígneas Afanítica: Cuando los minerales no pueden determinarse u observarse a simple vista o
con ayuda de una lupa.
Fanerítica: Los cristales si son observables a simple vista o con la ayuda de la lupa.
Porfirítica: Se observan a simple vista fenocristales en una matriz afanítica.

Rocas Clásticas: Agregados de granos o minerales de carácter fragmentario claramente


sedimentarias visible. Los agregados tienen una amplia gama de tamaños de partículas.
No clásticas: Conjunto de cristales entrelazados de origen químico u orgánico, donde
los agregados pueden o no estar visibles a simple vista.
Macrocristalina: granos mayores de 0.75 mm
Mesocristalina: de 0.20 a 0.75 mm
Microcristalina: solo visible con microscopio de 0.01 a 0.20 mm
Criptocristalina o amorfa: menor de 0.01 mm
Rocas Foliada: Minerales visibles orientados en franjas paralelas de granos planos o
metamórficas alargados, se describe en función del espesor de la foliación.
No foliada: Los cristales no se distinguen a simple vista y no muestran una dirección
preferencial.

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2. PROYECCIONES POLAR Y ECUATORIAL
2.1 Proyección Polar
El principio de todos los métodos de proyección es que la orientación de una línea en el espacio
tridimensional se representa únicamente por la posición de un punto dentro de un área
bidimensional llamada “área de proyección”. El proceso de convertir un rasgo de tres a dos
dimensiones se llama “proyección” y este proceso es similar a crear una sombra bidimensional de
un objeto tridimensional usando un proyector de luz.
El área de proyección hemisférica es un círculo de un radio conveniente (R) construido sobre una
hoja de papel. La posición de las 12 en punto sobre el perímetro del círculo representa la
dirección del norte (azimut 0°), la posición de las 3 en punto es el este (azimut 90°), la posición
de las 6 en punto es el sur (azimut 180°) y la posición de las 9 en punto es el oeste (azimut 270°).
Una línea que tiene un echado de 90° se proyecta como un punto al centro del círculo; una línea
con un echado cercano a 0° se proyecta como un punto cerca del perímetro, con un azimut
correspondiente a su orientación. La distancia radial (r) del punto medida desde el centro del
círculo es función del echado (β) de la línea que representa. La forma exacta de la relación
funcional entre r y β depende del método de proyección utilizado.
La base de todos los métodos de proyección es una esfera imaginaria “esfera de referencia”, de
radio R, la cual se coloca de tal forma que su centro coincida con el centro del área de
proyección. Una línea imaginaria, paralela a la línea dada de orientación α y echado β, se coloca
de tal manera que pase a través del centro de la esfera con su orientación en el azimut correcto
(Figura 2.1).

Figura 2.1 Esfera de referencia, intersectada por una línea de orientación α y echado β

La línea, si se extiende, intersecta a la esfera de referencia en dos puntos o “polos”. La posición


de cualquier punto sobre la esfera de referencia indica una relación única para la orientación de la

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línea que lo produjo. Esta posición puede transferirse o proyectarse dentro de un plano
conveniente. En este caso el plano de proyección es un plano horizontal que pasa a través del
centro de la esfera de referencia. En los capítulos siguientes, el plano de proyección se escogerá
de tal manera que sea paralelo a cualquier otro plano relevante, como puede ser el frente de una
excavación.
Un plano proyectado horizontalmente corta a la esfera de referencia en los hemisferios superior e
inferior. El hemisferio superior no se utiliza debido a que esta asociado solamente con líneas de
echado negativo y en este trabajo todos los echados se toman con valores positivos. El punto, o
polo, ubicado sobre el hemisferio inferior puede proyectarse sobre el plano horizontal por
diferentes métodos. Dos de los métodos se ilustran en la figura 2.2 por medio de secciones
verticales, en un plano con rumbo de capa α que pase a través del hemisferio inferior de
referencia y por su centro.

Figura 2.2 Secciones verticales a través del centro del hemisferio inferior de referencia a) proyección de ángulos iguales
b) proyección de áreas iguales

La figura 2.2a muestra una proyección de ángulos iguales. La línea dada de orientación α y de
echado hacia abajo (positivo) β intersecta al hemisferio inferior de referencia en el punto P’. La
proyección se consigue dibujando una línea recta del punto P’ al punto T, que esta situado a una
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distancia R vertical sobre el centro O del hemisferio de referencia. La proyección de P’ ocurre en
P donde esta línea recta pasa a través del plano de proyección. Para esta proyección la relación
entre r, la distancia radial del punto P al punto O, y β esta dada por:

⎛ 90 − β ⎞
r = R tan ⎜ ⎟ (2.1)
⎝ 2 ⎠
ó,
R(1 + k ) cos β
r= (2.2)
1 + k + sen β

Donde, k = 0.
La figura 2.2b muestra una proyección de áreas iguales. Como en el caso anterior, la línea dada
intersecta al hemisferio inferior de referencia en el punto P’. Este punto es proyectado girándolo
sobre un plano vertical a través de un arco circular centrado en el punto B, el cual esta a una
distancia R verticalmente debajo del hemisferio de referencia. La proyección de P’ ocurre en P’’
donde este arco circular intersecta el plano horizontal construido a través del punto B. La
distancia radial r’ del punto P’’ al punto B esta dada por:

⎛ 90 + β ⎞
r ' = 2 R cos ⎜ ⎟ (2.3)
⎝ 2 ⎠

Cuando β=0°, r’=2Rcos45°=R√2. Esto significa que el radio de la proyección resultante es más
largo, por un factor √2, que el radio del hemisferio de referencia. El punto P’’ es, por lo tanto,
transferido al punto P, en una distancia r a partir del centro del plano de proyección, dejando r =
r’ / √2.
Por lo tanto:

⎛ 90 + β ⎞
r = R 2 cos ⎜ ⎟ (2.4)
⎝ 2 ⎠

El proceso de la proyección de áreas iguales es como “quitar la cáscara” del hemisferio inferior
de referencia, aplastarla y luego encogerla para adaptarla a un circulo de radio R.
Una aproximación de la proyección de áreas iguales puede generarse usando un método similar al
descrito para la proyección de ángulos iguales. En la proyección de igual área, el punto T se
localiza a la distancia R(1+√2) verticalmente sobre O. En este caso la relación entre r y β es
aproximada a la ecuación 2.2 usando k=√2.
Las diferentes propiedades de las proyecciones de ángulos iguales y áreas iguales se comprenden
mejor si encontramos un círculo de radio R’s, centrado sobre una línea radial a través del punto P’
sobre la superficie del hemisferio inferior de referencia. Si R’s es menor que R, el círculo se
denomina “pequeño círculo”. Como un círculo es generado por una forma cónica, radiando del
centro del hemisferio de referencia, con un ángulo de semi-ápice:

⎛ R' s ⎞
δ = arcsen ⎜ ⎟
⎝ R ⎠

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medido del eje OP’ como se muestra en la figura 2.3. Esta demostrado que la proyección de
ángulos iguales de este pequeño círculo es por si misma un círculo. Sin embargo, a menos que
β=90°, el círculo proyectado no esta centrado sobre la proyección de ángulos iguales de P’. El
radio Rs de la proyección del pequeño círculo esta dada por:

⎛ 90 − β + δ ⎞ ⎛ 90 − β − δ ⎞
tan ⎜ ⎟ − tan ⎜ ⎟
⎝ 2 ⎠ ⎝ 2 ⎠
Rs = R (2.5)
2

Donde δ < 90° + β.


La ecuación 2.5 muestra que para un valor dado de δ, el radio Rs, y por lo tanto el área del
pequeño círculo disminuyen cuando aumenta el echado β de la línea OP’. Esto quiere decir que
para un par de líneas inclinadas con un ángulo 2δ de separación, se trazarán mas juntas cuando su
echado sea mas pronunciado.

Figura 2.3 Sección vertical a través del centro de la esfera de referencia, ilustrando la proyección de un pequeño círculo

Antes de dejar la proyección de ángulos iguales vale la pena dar una explicación de este término.
Las líneas OP’1 y OP’2, ubicadas en el mismo plano vertical que OP’ en la figura 2.3, forman un
ángulo de 2δ en el centro del hemisferio inferior de referencia. Los puntos P’1 y P’2 se proyectan
para definir los puntos P1 y P2, los cuales forman un ángulo constante δ en el punto T para todos
los valores de β. Por lo tanto, para un valor dado de δ, los puntos P1 y P2 siempre formarán un
ángulo igual en T, cualquiera que sea el valor de β.

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Esto muestra que la proyección de áreas iguales del pequeño círculo toma la forma de una curva
de cuarto orden, excepto cuando β=90°, en este caso la proyección es un círculo con un radio:

⎛ 180 − δ ⎞
Rs = R 2 cos ⎜ ⎟
⎝ 2 ⎠

La característica más importante de la proyección de áreas iguales es que, para un valor dado de
δ, el área rodeada por la proyección del pequeño círculo asociado, es constante para todos los
valores de β. La proyección de áreas iguales por lo tanto, no sufre la distorsión de área que se
presenta en la proyección de ángulos iguales.

Figura 2.4 Red polar de ángulos iguales

No es práctico utilizar las ecuaciones 2.1 a la 2.4 para calcular las coordenadas radiales de cada
punto que se tenga que trazar. Por esta razón se han desarrollado redes circulares para facilitar el
proceso de trazo. Estas redes son llamadas “proyecciones polares” o “redes polares” porque las

18
líneas que contienen son similares a las líneas de longitud y latitud sobre un globo terráqueo visto
a lo largo del eje polar. Las líneas de “longitud” sobre la red polar son radiales y dan el azimut de
la dirección de la orientación, usualmente en intervalos de 2°. Las líneas de “latitud” son círculos
concéntricos con un radio obtenido usando cualquiera de las ecuaciones 2.1, 2.2, o 2.4, dando
también el echado a intervalos de 2°. La figura 2.4 muestra una red polar de ángulos iguales
(Ecuación 2.1) y la figura 2.5 muestra una red polar de áreas iguales (Ecuación 2.4).

Figura 2.5 Red polar de áreas iguales

Independientemente de la distorsión antes referida, sin importar cual tipo de red se use para trazar
la orientación de una línea en el espacio, es muy importante mantener consistentemente el uso de
un solo tipo de proyección durante un análisis completo. Para evitar marcar la red se recomienda
cubrirla con una hoja de papel transparente por lo tanto el diagrama resultante estará libre de las
líneas de construcción radiales y concéntricas de la red. Por supuesto, también es posible trazar
un punto representando la orientación de una línea dada, de orientación α y echado β, sin usar
una red polar. Esto puede lograrse construyendo un círculo graficador de radio R con los valores

19
de la orientación α marcados sobre el perímetro a intervalos convenientes. Se construye un cursor
de longitud R y se gradúa con los valores de β usando cualquiera de las ecuaciones 2.1, 3.2, o 2.4.
Este cursor se fija al centro del círculo graficador con un alfiler o chinche, de tal forma que el
cursor pueda girar radialmente. En la figura 2.6 se muestra el diagrama de este dispositivo, el cual
permite trazar puntos en forma rápida y exacta sin usar una red polar.

Figura 2.6 Uso de un cursor giratorio para trazar directamente los puntos que representan líneas de orientación/echado α/β

En los estudios de mecánica de rocas, las redes polares se utilizan para trazar las normales de las
discontinuidades obtenidas con el levantamiento de los macizos rocosos.
Durante dicha inspección, las orientaciones de unos 200 o 300 planos de discontinuidades habrán
sido anotadas en términos de su dirección del echado y echado (αd/βd). Para ahorrar tiempo, el
cálculo de las orientaciones y el echado de la normal puede hacerse a lo largo del proceso de
trazo sin la necesidad de tener una red polar. Esto se puede hacer usando el dispositivo descrito
anteriormente. La conversión de orientación y echado de la línea de máxima inclinación a la
orientación y echado de la normal al plano se logra simplemente re-etiquetando temporalmente
las graduaciones sobre el círculo graficador y en el cursor como sigue: Los valores azimutales del
círculo graficador son cambiados 180°, de modo que 0° se cambia a 180°, 090° se convierta en
270°, 180° cambie a 0°, 270° cambie a 090°, etc. En otras palabras, simplemente rotamos el
círculo graficador 180°. Los ángulos sobre el cursor se restan de 90°, así que 90° se convierte en
0°, 80° cambia a 10°,…, y 0° cambia a 90°. Los valores αd/βd ahora pueden graficarse
directamente usando las escalas temporales. Cuando la escala temporal del círculo graficador se
quita y es reemplazada por la original, cada punto representará la orientación de la normal al
plano. Varios cientos de normales pueden trazarse en menos de una hora usando este método. El
diagrama resultante es de gran valor puesto que da una impresión visual del origen de la
discontinuidad de la masa rocosa.
En muchos casos, las discontinuidades tienden a estar orientadas en grupos sub-paralelos o
“juegos” también comúnmente denominados familias o sistemas; esto debido al agrupamiento de
sus normales sobre la proyección. Puesto que el método de proyección por si mismo puede
producir un agrupamiento aparente de normales que tienen un echado fuerte, se recomienda
20
trazar las normales usando la proyección de áreas iguales (Ecuación 2.4), que elimina la
distorsión de área. La identificación de grupos de discontinuidades es muy importante en los
estudios de mecánica de rocas. Por lo tanto se han desarrollado varios métodos para analizar y
enfatizar visualmente los grupos de normales. Estos métodos se describirán posteriormente.
La proyección polar esta adaptada idóneamente para trazar puntos, pero es de poco valor para
analizar la geometría tridimensional producida por planos inclinados. Con el objeto de analizar
planos es necesario ser capaces de trazar el lugar geométrico de puntos que representan el número
infinito de líneas en esos planos. Puesto que esto no se puede hacer fácilmente en una proyección
polar, es necesario usar un tipo diferente de proyección: la proyección ecuatorial.

2.2 Proyección Ecuatorial


Una proyección ecuatorial está diseñada para permitir el trazo y análisis de planos, así como de
líneas de varias orientaciones. Los principios de proyección hemisférica usados en la
construcción de proyecciones ecuatoriales son exactamente iguales a los descritos en la sección
anterior para proyecciones polares. En particular, la proyección puede generarse con cualquiera
de las dos construcciones, la de ángulos iguales o la de áreas iguales.

Figura 2.7 El gran círculo de un plano inclinado

En la figura 2.7 muestra un plano inclinado de dirección del echado/echado αd/βd, situado de tal
forma que pase a través del centro O de la esfera de referencia de radio R. El círculo, producido
por la intersección del plano inclinado con la esfera de referencia, también tiene un radio R y es
llamado “gran círculo”. Anteriormente se indicó que los círculos con radio menor que R sobre la
esfera de referencia se nombran “pequeños círculos”.

21
Figura 2.8 El trazo ciclográfico de un gran círculo

La figura 2.8 muestra la mitad del gran círculo donde el plano inclinado intersecta el hemisferio
inferior de referencia. Este plano inclinado puede visualizarse formado por un número infinito de
líneas OP’ (γ), con una inclinación hacia abajo, radiando desde el punto O. Dos líneas especiales
OP’ (0°) y OP’ (90°), son respectivamente, el rumbo de la capa y la línea de máxima inclinación
del plano inclinado. Por lo tanto el gran círculo es el lugar geométrico de los puntos P’(γ). Cada
uno de estos puntos puede proyectarse sobre el plano horizontal usando las construcciones de
ángulos iguales o de áreas iguales descritas en la sección 2.1 y para dar el lugar geométrico de los
puntos P(γ). Este lugar geométrico es llamado el “trazo ciclográfico” o, simplemente el “gran
círculo” del plano inclinado. En una proyección de ángulos iguales, la traza ciclográfica del gran
círculo de un plano inclinado de dirección del echado/echado αd/βd es, en efecto, parte de un arco
circular de radio:
Rg = R / cos βd
el cual tiene su centro a una distancia radial
rg = R tan βd
a partir del centro de la proyección medida a lo largo de una línea radial de azimut αd ± 180°.
Esta construcción se muestra en la figura 2.9a.

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Figura 2.9a Construcción de ángulos iguales de grandes círculos

Figura 2.9b Construcción de ángulos iguales de pequeños círculos

Sobre una construcción de áreas iguales, el gran círculo se proyecta como parte de una curva de
cuarto orden. Con cualquier método de proyección que se use, el gran círculo de cualquier plano
vertical se proyecta como una línea diametral sobre la proyección (Rg = ∞), mientras que un
plano horizontal se proyecta sobre el perímetro del círculo de proyección.
Consideremos otra vez el plano inclinado de dirección del echado/echado (αd/βd), pero esta vez
construido solamente de un número finito de líneas OP’(γ), por ejemplo OP’(0°), OP’(10°), OP’
(20°), …, OP’(80°), OP’(90°), donde γ es medido hacia abajo de los extremos de la línea del
rumbo de la capa. Esto generará un número de puntos P’(γ) sobre el gran círculo, cada uno
asociado con un valor particular de γ (Figura 2.10).

23
Figura 2.10 Definición de un pequeño círculo

Imaginemos ahora, que el plano inclinado gira sobre la línea de rumbo de capa, a fin de que barra
circularmente todo el hemisferio inferior. Cada uno de los puntos P’(γ) trazará la mitad de un
pequeño círculo, a excepción del punto P’(0°) el cual no se mueve, y P’(90°) que genera un gran
círculo. Cada uno de estos pequeños círculos están asociados a un valor particular de γ.
Nuevamente, cada pequeño círculo puede ser considerado como un lugar geométrico de puntos,
los cuales pueden proyectarse sobre el plano horizontal, usando las proyecciones de ángulos
iguales o áreas iguales. En una construcción de ángulos iguales, la proyección de un pequeño
círculo, generado por una línea con un ángulo de pitch γ con dirección de echado αd, es parte de
un arco circular de radio
Rs = R tan γ
el cual tiene su centro a una distancia radial
rs = R / cos γ
a partir del centro de la proyección, medida a lo largo de una línea de azimut αd ± 90°. Esta
construcción se muestra en la figura 2.9b. En una proyección de áreas iguales, el pequeño círculo
se proyecta como parte de una curva de cuarto orden. La propiedad importante y útil de un
pequeño círculo es que describe el cambio de orientación de una línea dada cuando ésta rota
alrededor de un eje dado. Los pequeños círculos descritos arriba son especiales ya que sus ejes de
rotación son horizontales. La capacidad para rotar una línea alrededor de un eje dado es de
importancia considerable en los estudios de mecánica de rocas.
En muchos casos no resulta práctico usar las construcciones explicadas anteriormente y en la
figura 2.9, para generar las proyecciones de ángulos iguales de los grandes y pequeños círculos.
Además, su construcción sobre una proyección de áreas iguales implicaría cálculos bastante
largos con geometría tridimensional. Para superar este problema, han sido desarrolladas redes
circulares para facilitar el procedimiento de trazo. Estas redes son llamadas “proyecciones
ecuatoriales”, “redes ecuatoriales” o, algunas veces, “proyecciones meridionales”. Esto es porque
las proyecciones de grandes círculos parecen las líneas de longitud (o meridianos) y las
proyecciones de pequeños círculos parecen las líneas de latitud de un globo terráqueo visto desde
arriba del ecuador. No es práctico construir una proyección ecuatorial que contenga los grandes
círculos de todas las orientaciones. En lugar de esto, solamente son construidos los grandes
círculos de planos con un rumbo de capa norte-sur, usualmente a intervalos de 2° de ángulos de
echado. De forma similar, solamente son construidos aquellos pequeños círculos generados por

24
varios círculos de pitch (γ) en los planos con rumbo de capa norte-sur, igualmente a intervalos de
2° de ángulo de pitch.

Figura 2.11 Red ecuatorial de ángulos iguales

25
Figura 2.12 Red ecuatorial de áreas iguales

La figura 2.11 muestra la red ecuatorial de ángulos iguales y en la figura 2.12 se presenta una red
ecuatorial de áreas iguales. Cada una de estas redes contiene solamente dos líneas rectas: los
diámetros norte-sur y este-oeste. La primera representa el gran círculo de un plano vertical con un
rumbo de capa norte-sur. La segunda esta generada por una línea con un pitch (γ) de 90° en un
plano con un rumbo de capa norte-sur a medida que es rotado alrededor de su eje de rumbo de la
capa. Este diámetro este-oeste es especial ya que también es el gran círculo de un plano vertical
con un rumbo de capa este-oeste. Con el fin de usar de manera efectiva las redes, es
recomendable trazar los grandes círculos sobre una cubierta de papel transparente. Esto permite
trazar un plano de una orientación general rotando el papel hasta que el plano tenga
provisionalmente su rumbo de capa sobre el diámetro norte-sur de la red. El uso en esta forma de
una red ecuatorial permite llevar a cabo todas las funciones de una red polar. Nuevamente, cabe
mencionar que es de poca consecuencia la selección de una red ecuatorial de ángulos o de áreas
iguales siempre que se use uno u otro tipo consistentemente. Muchos especialistas prefieren el

26
uso de la red de ángulos iguales, argumentando que sus arcos circulares facilitan una
construcción mas precisa de los grandes y pequeños círculos, otros recomiendan la red de áreas
iguales ya que su falta de distorsión de área la hace ideal para interpretar y analizar trazos de
normales a la discontinuidad. Al menos que una gran parte del trabajo involucre el trazo y
análisis de normales (u otras) a las discontinuidades, es aconsejable usar una red de ángulos
iguales, ya que, usando la construcción de la figura 2.9 no hay seguridad en la disponibilidad de
redes impresas de un radio adecuado. Esto puede ser de importancia decisiva cuando se trabaja en
el campo. Todos los trabajos futuros en esta tesis se llevaran a cabo en una red ecuatorial del
hemisferio inferior de ángulos iguales.

27
CAPITULO 3. OBTENCION DE DATOS
GEOLOGICO-ESTRUCTURALES
3.1 Introducción
Las discontinuidades condicionan de una forma definitiva las propiedades y el comportamiento
resistente, deformacional e hidráulico de los macizos rocosos. La resistencia al corte de las
discontinuidades es el aspecto mas importante en la determinación de la resistencia de los
macizos rocosos duros fracturados, y para su estimación es necesario definir las características y
propiedades de los planos de discontinuidad.
La descripción y caracterización de los macizos rocosos en afloramientos es una labor necesaria
en todos los estudios de ingeniería geológica cuyo objetivo sea el conocimiento de las
propiedades y características geotécnicas de los materiales rocosos. Estos trabajos se realizan
durante las primeras etapas de las investigaciones in situ.
El desarrollo de los trabajos de campo en afloramientos permite obtener información necesaria
para evaluar el comportamiento geotécnico de los macizos rocosos, planificar las bases de
investigación mas avanzadas e interpretar los resultados que se obtengan de las mismas.

3.2 Recopilación de información previa al levantamiento


El objetivo principal de los levantamientos geológicos es inspeccionar y obtener la información
que permita definir con precisión las condiciones geológicas presentes en la zona de estudio. Se
tienen dos tipos de levantamientos geológicos: los superficiales y los de obras subterráneas.
Los levantamientos geológicos superficiales son inspecciones de campo para identificar,
clasificar y cartografiar las principales unidades geológicas existentes en el área bajo estudio y
permiten reconocer características estructurales como rumbo, echado, pliegues, contactos, fallas,
fracturamiento, etc.
De acuerdo con la etapa de exploración en que se realicen, la obra de que se trate y la exactitud
que se requiera, se dividen en levantamientos regionales y levantamientos locales.
Los estudios regionales se realizan con base en mapas fotogeológicos previamente elaborados,
localizando en ellos puntos de verificación. Estos sitios se escogen al considerar la accesibilidad
y exposición de los materiales que permitan hacer observaciones relacionadas con las
características de rocas y suelos.
Las escalas que se manejan para este tipo de levantamientos varían de 1:25000 a 1:50000.
Los levantamientos de carácter local se llevan a cabo en áreas de extensión reducida, para lo cual
se emplea principalmente la brújula. Se utilizan escalas que van de 1:500 a 1:10000
Del estudio detallado de los afloramientos en ambos tipos de levantamientos, se contará con
información relativa a orientación y echado, fracturamiento, fallas, diques y demás tipos de
discontinuidades, ubicación del lugar, espaciamiento de fracturas, además de enriquecer la
información con datos acerca de la mineralogía, textura y estructura de las rocas.
Todas las observaciones hechas, deberán quedar asentadas detalladamente en la libreta de campo,
anotando claramente los sitios donde fueron realizadas. La obtención de fotografías durante el
levantamiento, complemente adecuadamente las descripciones realizadas en campo.
Por su parte los levantamientos de obras subterráneas consisten en el estudio minuciosos del
techo y las paredes de un socavón, galería o túnel, mediante el uso de brújula y cinta, su objetivo
es obtener datos, relacionados con las unidades geológicas que estas obras atraviesan, tales como:
tipo de roca, grado de alteración, estratificación, orientaciones, echados, fallas, fracturamiento,
filtración de agua, mineralización.
29
El levantamiento se puede complementar con fotografías de los aspectos relevantes de la
excavación, o inclusive con una secuencia que registre una o ambas paredes a todo lo largo de la
obra. Esto permite conservar un registro objetivo de los socavones y galerías aun cuando ya no
sean accesibles para estudios posteriores.
Se debe analizar la información geológica existente de la región donde se realizará el
levantamiento de campo y que debe ser de acuerdo al detalle que se requiera para los trabajos por
realizar.

3.3 Equipo y material necesario


Primero debemos contar con un mapa o plano topográfico base, en donde se marcarán los rasgos
más importantes obtenidos durante los recorridos. Las herramientas básicas para los
levantamientos geológico-estructurales incluyen: tabla de madera o acrílico con broche de
presión, libreta de tránsito o nivel, regla para marcar rumbos (protractor) o transportador,
escalímetro, gis, lápiz, colores, lupa de bolsillo, martillo de geólogo, flexómetro de 3 o 5m de
longitud y brújula. Todos estos artículos pueden llevarse adecuadamente en el cinturón y en una
mochila, además de otras cosas útiles como cantimplora, cámara fotográfica, navaja, binoculares,
kit de primeros auxilios, altímetro o GPS, cinta métrica de 10 o 20m, bloqueador solar e
impermeable.

3.4 Símbolos
Para una adecuada interpretación de los datos obtenidos de los diversos levantamientos
geológicos, es necesario que los mapas o planos geotécnicos no estén sobrecargados de textos
explicativos, por lo que a continuación se enlistan los símbolos que son usados en la elaboración
de planos geotécnicos.
20°
Rumbo y echado de Rumbo y echado de
25°
capas juntas

Rumbo de capas Rumbo de capas


verticales horizontales

Rumbo y echado de Diques con expresión


25° capas recumbentes de echado
26°

Rumbo de juntas Rumbo de juntas


verticales horizontales

55°
25° Rumbo y echado de Rumbo y echado de
planos de fractura foliación

30
Rumbo de planos
Rumbo de planos
horizontales de
verticales de fractura
fractura

Rumbo de foliación Rumbo de foliación


vertical horizontal

Domo Depresión

Contacto Contacto inferido

Entrada de socavón o Sondeo de cualquier


túnel tipo

3.5 Uso de la brújula


La brújula es una herramienta muy importante en estudios de mecánica de rocas que nos ayuda a
determinar las orientaciones e inclinación de líneas de falla, planos de fracturamiento y otras
discontinuidades para su posterior análisis. La marca más usada es la Brunton (Figura 3.1)
aunque también son comunes las Silva-Ranger (Figura 3.2) y las Freiberger (Figura 3.3); se irá
explicando la operación de cada una. Cada una cuenta con los medios necesarios para medir la
orientación de una línea o discontinuidad, ángulos verticales, ajustar la declinación magnética del
sitio en estudio y niveles de burbuja.

Figura 3.1 Brújula tipo Brunton

31
Figura 3.2 Brújula Silva-Ranger

Figura 3.3 Brújula Freiberger

3.5.1 Declinación Magnética


A causa de la localización de los polos magnéticos, la aguja de una brújula apuntará al polo norte
geográfico sólo en unos pocos sitios. En otros lugares, apuntará al este o al oeste del Norte. La
diferencia en grados entre la dirección marcada por la aguja de la brújula y la dirección del
verdadero Norte se llama variación o declinación. Por conveniencia, se ha medido la declinación
en muchas partes del mundo, y se han preparado cartas que muestran los puntos conectados con
declinación similar, o líneas isogónicas, consistentes en la declinación aproximada al este o al
oeste para cualquier área. En tales cartas, la línea de declinación según la cual la brújula marca el
verdadero Norte se denomina línea agónica.
En la figura 3.4 se muestra el valor de la declinación magnética para la República Mexicana
correspondiente al año 2005.

32
Figura 3.4 Valor de la declinación magnética para la República Mexicana, el signo positivo indica que son Este.

Cada instrumento esta equipado con los medios necesarios para establecer la declinación
magnética y casi siempre consiste en un tornillo que al girarlo podemos mover la marca de 0°
dependiendo del valor de la declinación. Para realizar este ajuste hay que tener en cuenta si la
declinación es Este (positiva) u Oeste (negativa).
Por ejemplo, si tenemos una declinación de 15° Este hay que girar el tornillo de modo que la
marca de 0° este situada sobre el valor de 15°. Y si la declinación es 15° Oeste hay que colocar la
marca de 0° sobre el valor de 345° (360-15=345).

15° Declinación Este 15° Declinación Oeste


Figura 3.5 Ejemplos de ajuste de la declinación magnética

3.5.2 Obtención de orientación y echado


Las brújulas se usan en estudios de mecánica de rocas para medir la orientación y echado. La
orientación se refiere al azimut o rumbo de una discontinuidad con respecto al norte geográfico,
de acuerdo a la escala para leer la orientación existen dos tipos de brújulas: las azimutales y las
llamadas “rumberas” o de cuadrantes. En las de tipo azimutal, la orientación se mide en grados y
en sentido de las manecillas del reloj a partir del norte y su valor se registra como un número que
varía entre 0° y 360°.

33
En las brújulas tipo “rumberas” el ángulo de orientación se mide en grados este u oeste a partir
del norte o del sur, la escala de orientación cuenta con cuatro cuadrantes de 90° cada uno. Para
tomar la lectura de orientación hay que ver si la aguja que indica el norte esta mas cerca del punto
norte o sur y a continuación medir el ángulo que lo separa de dicho punto, algunas lecturas se
observan el la figura 3.6, en la imagen de la izquierda tenemos una lectura que se lee N40E y que
equivale a 320°, en la de la derecha se lee como S60W y es igual a 120°. Estas brújulas son las
más usadas entre geólogos y mineros debido a que para ellos es más cómodo registrar la
orientación de una discontinuidad en términos de su rumbo de capa, de ahí el nombre de la
brújula, la marca que las fabrica es Brunton.

Figura 3.6 Ejemplos de valores de orientación en brújulas rumberas

Dirección del echado


Para obtener la dirección del echado de un plano de discontinuidad hay que nivelar la brújula
mediante el nivel de burbuja y mantener su eje perpendicular al plano. En la práctica es de gran
ayuda apoyar la tapa de la brújula en el plano y después nivelarla.

Figura 3.7 Obtención de la dirección del echado con brújula tipo Brunton

34
En las brújulas Brunton y Freiberger el valor de la orientación se lee una vez que la aguja que
indica el norte se ha estabilizado. Para medir la orientación en la brújula Silva-Ranger hay que
girar la carátula graduada hasta que la marca que indica el norte coincida con la aguja magnética,
el valor de orientación será el que se encuentre en la marca de referencia.

Echado
El echado es el ángulo medido en grados entre una línea inclinada y la horizontal. Este valor va
de 0° a 90°.
Las brújulas tipo Brunton cuentan con un vernier y un nivel de burbuja para medir ángulos
verticales, a este dispositivo se le llama inclinómetro y esta ubicado dentro de la brújula. Para
medir el echado con estas brújulas hay que colocarlas de lado, alineando su eje con el plano de
discontinuidad o paralelo a el, movemos el inclinómetro hacia arriba o abajo mediante una
pequeña palanca ubicada en la parte posterior hasta que la burbuja en el nivel este centrada. El
valor del echado se lee directamente usando la graduación del vernier.

Figura 3.7 Obtención del echado con brújula tipo Brunton

Para las brújulas Silva-Ranger Hay que colocarlas de la misma forma que las Brunton, esto es, de
lado y con su eje paralelo al plano. El valor del echado se obtiene del valor que indica una aguja
de movimiento libre que funciona como plomada sobre una escala graduada.

35
Figura 3.8 Obtención del echado con brújula tipo Silva-Ranger

En las brújulas Freiberger la escala para medir ángulos verticales se encuentra ubicada en la
bisagra de la tapa.

Figura 3.8 Escala graduada para medir ángulos verticales en las brújulas Freiberger

De modo que con estas brújulas el echado se obtiene simultáneamente con la orientación;
simplemente colocamos la tapa apoyada al plano, nivelamos el nivel de burbuja, leemos el valor
de la orientación como ya se indicó y el del echado en la escala ubicada en la bisagra.

Figura 3.9 Obtención del echado con brújula tipo Freiberger

36
En la actualidad existen diversos equipos electrónicos que obtienen los valores de orientación y
echado rápidamente y con una gran precisión; existen brújulas e inclinómetros digitales que se
colocan sobre los planos de diversas formas y muestran los resultados de manera digital. También
cuentan con memoria para guardar gran cantidad de datos así como las coordenadas donde se
llevaron a cabo los levantamientos geológico-estructurales.

Figura 3.10 Instrumentos digitales para obtener valores de orientación y echado

3.6 Elementos de exploración


Cada obra civil requiere conocer adecuadamente las condiciones geotécnicas del sitio en estudio
mediante la observación de las características in situ de suelos y rocas, complementadas con la
obtención de muestras de las mismas. Estas exploraciones pueden ser levantamientos geológicos
superficiales, perforaciones de barrenos, socavones y frentes rocosos.

3.6.1 Levantamientos geológicos superficiales


El objetivo principal de los levantamientos geológicos es inspeccionar y obtener la información
que permita definir con precisión las condiciones geológicas presentes en la zona de estudio. Es
muy útil que al inicio del levantamiento se realicen recorridos observando las características de
las rocas y estructuras para familiarizarse con las diversas formaciones, sus contactos y sus
estructuras internas. Estos recorridos también se realizan a lo largo de los contactos específicos
para determinar los límites de cada unidad.
El levantamiento geológico esta determinado por la habilidad de observación, cantidad de
conocimientos geológicos, atención a detalles geométricos, precisión, cuidado y paciencia.
Algunos mapas finales son mejores que otros por la atención que se puso a los detalles de la línea
de trabajo.
Los parámetros principales a obtener en estos levantamientos son: tipo de roca, intemperismo,
estructura, textura, color, resistencia, contactos, orientación y echado. Estos datos se obtienen
durante cada recorrido, a cada lugar donde se recolecten datos se le asigna un número de
estación. Estos números se trazan sobre el mapa guía en sus localizaciones exactas y los datos se
anotan en la libreta de tránsito con su correspondiente número de estación. Con el fin de que los
números de estación no interfieran con los datos geológicos se recomienda hacer un orificio en el
mapa base sobre la localización de cada estación, voltear el mapa, marcar con un círculo el
orificio y escribir junto al orificio el número de estación correspondiente.
Las líneas de contacto se dibujan sobre el mapa guía conforme avanza el recorrido y las distintas
unidades se van coloreando de acuerdo a su distribución. Las distintas características de echados,
foliaciones, estratificación y otras estructuras se anotan en la libreta de campo y algunos datos

37
representativos directamente sobre el mapa. Todas las anotaciones deberán hacerse en campo y
nunca en la oficina al final del día o basarse solo en datos de la libreta o la memoria. El
levantamiento geológico es un método científico y el estudio cuidadoso del mapa final
determinará las siguientes etapas de los estudios.

Figura 3.11 Levantamiento geológico

3.6.2 Perforaciones
Después de haber realizado los estudios preliminares que definen la factibilidad geológica para la
ubicación de una obra civil, es necesario efectuar perforaciones que proporcionan información
sobre las características físicas del terreno y nos ayuden a solucionar problemas de interpretación
donde haya dudas. Con esta información se podrán elaborar perfiles geológicos, se podrá detallar
la columna estratigráfica del lugar y ayudar en la elaboración de planos geotécnicos.
Las perforaciones proporcionan información acerca de la composición, espesor y extensión de
cada una de las formaciones del área, la profundidad a la que se encuentra la roca sana, la
profundidad del agua subterránea, permiten la realización de pruebas de permeabilidad y se
obtienen muestras de núcleos de roca que proporcionan una valiosa información geotécnica en
campo y en laboratorio serán sometidos a diferentes pruebas.
Si se planean y ejecutan cuidadosamente las perforaciones seguidas de una descripción detallada
del núcleo pueden proporcionar información precisa de parámetros como: tipo de roca, color,
intemperismo, estructura, textura, cementación, resistencia, porcentaje de recuperación, índice de
calidad de la roca, composición, densidad, porosidad, resistencia a la compresión, resistencia a la
tensión, resistencia al corte, frecuencia de discontinuidades, orientación, espaciamiento y familias
de discontinuidades.
Independientemente de las características que se acaban de mencionar podemos obtener
información adicional durante el proceso de perforación a partir de la velocidad de rotación y

38
avance, pérdida de agua (total o parcial), nivel freático y presencia de aguas artesianas, brusco
descenso de la broca, necesidad de ademar y de la naturaleza de los recortes traídos por el flujo
de perforación.

Figura 3.12 Perforación de un barreno

3.6.3 Socavones
Son excavaciones lo suficientemente grandes para que un hombre pueda trabajar dentro de ellas,
son trabajos que por su elevado costo solo se realizan en obras civiles de gran importancia (obras
subterráneas y presas). Dentro de los socavones se puede:
Hacer el levantamiento de las discontinuidades: orientaciones, echados, espaciamiento,
persistencia, rugosidad, abertura, relleno, filtraciones, número de familias principales, tamaño de
bloques; obtener muestras para ensayos de laboratorio y realizar pruebas de campo para conocer
la permeabilidad, resistencia y compresibilidad de la roca, así como el estado de esfuerzos in situ.

39
Figura 3.13 Socavón de exploración

3.6.4 Afloramientos
El objetivo en estos levantamientos será contar con información relativa a orientación y echado,
fracturamiento, fallas, diques y demás tipos de discontinuidades, ubicación del lugar,
espaciamiento de fracturas, además de enriquecer la información con datos acerca de la
mineralogía, textura y estructura de las rocas.

Figura 3.14 Afloramiento de roca

40
3.7 Presentación de la información
La presentación de datos estructurales se lleva a cabo en un plano geológico elaborado en una
base topográfica apropiada, con escala acorde con la etapa de estudio y el objetivo del mismo; el
vaciado de datos se realiza representando las orientaciones y echados de las diferentes estructuras
geológicas por medio de los símbolos apropiados para que reflejen claramente los resultados del
análisis efectuado. Se debe tener cuidado que los planos que se editen contengan notas
explicativas, cuando se considere que con ellas se puede entender mejor la información que
contiene el plano.
Junto con los planos se elaborará un informe, en el cual se describen los datos estructurales más
importantes y los sistemas de fracturas predominantes, así como la información de tipo
geotécnico contenida en tablas, cuadros y figuras.

3.7.1 Informes técnicos


Todos los datos obtenidos durante la exploración geológica de un sitio, tanto en la etapa
preliminar como en la detallada o durante la construcción y operación se presentarán en uno o
varios informes geológicos que podrán ser de carácter general o especial.
El informe de carácter general por lo regular se divide en dos partes: la primera corresponde a
todos aquellos datos generales sobre la región (condiciones socioeconómicas, climáticas,
ecológicas, vías de comunicación) y características del sitio en estudio. La segunda parte esta
formada por una serie de comentarios y explicaciones de las exploraciones realizadas, así como
los datos geológicos y geotécnicos obtenidos. Por último se presentarán las conclusiones
obtenidas de la información geológica con sus correspondientes recomendaciones con el fin de
detectar los principales problemas geotécnicos del lugar, y definir, si es necesario, la ubicación y
el tipo de futuras exploraciones.
Los testimonios de carácter especial se refieren a problemas concretos que se ponen en estudio,
sin entrar en temas que fueron desarrollados en el informe de carácter general. En estas
referencias especiales se deben señalar las causas del problema o las características geotécnicas
del sitio explorado para de esta manera dar los lineamientos para el sondeo adicional que deba
ejecutarse y que proporcione información base para la solución del problema.

3.7.2 Mapas geológicos y geotécnicos


La mayoría de los mapas geológicos se realizan con propósitos generales y carecen de
información cuantitativa sobre las propiedades mecánicas de suelos y rocas, cantidad y tipo de las
discontinuidades, extensión de intemperismo, condiciones geohidrológicas, etc., que deben ser de
mas utilidad para la construcción de obras de ingeniería civil. En este tipo de mapas se
representan unidades geológicas, es decir, unidades con idéntica litología o de la misma edad.
Aunque hay buenas razones geológicas para ello, una de las principales desventajas de estos
mapas para su uso en geotecnia radica en que rocas de diferentes propiedades ingenieriles pueden
estar agrupadas en la misma unidad, por ser de la misma litología o de la misma edad.
Es evidente que se obtiene una información valiosa sobre las propiedades y el comportamiento de
una roca cuando se indica su nombre geológico; sin embargo para efectos ingenieriles el nombre
geológico por sí solo es insuficiente y debe acompañarse de una clasificación ingenieril.
Una solución para este problema sería elaborando mapas geotécnicos, cuyas unidades se
definieran de acuerdo con sus propiedades ingenieriles, o bien a otras características
determinadas por la finalidad específica del mapa. En general, los límites entre unidades
marcarán variaciones en esas propiedades y algunas líneas pueden coincidir aproximadamente
conciertos límites geológicos. No obstante hay ciertos problemas para delimitar fronteras, cuando
por ejemplo se dan cambios graduales en lagunas propiedades físicas de suelos y rocas.
41
En resumen, los mapas geotécnicos son planos que contienen datos geológicos e información de
utilidad práctica para un proyecto de ingeniería determinado. Un plano geotécnico debe contener,
en forma general, información referente a:
• Topografía y toponimia.
• Litología (distribución y descripción de las unidades litológicas).
• Propiedades de suelos y rocas (resistencia, compresibilidad, permeabilidad).
• Espesor de suelos.
• Discontinuidades (datos estructurales: fallas, fracturas, orientaciones, rumbos y echados,
plegamientos; características de ellas; diagramas estereográficos.
• Hidrogeología (acuíferos, movimiento del agua, permeabilidad, calidad del agua, zonas de
filtración).
• Factores geodinámicos (velocidades de erosión y sedimentación; zonas inestables por
deslizamientos, avalanchas, sismicidad).
• Bancos de material.
• Exploraciones existentes (registro de toda la exploración geotécnica realizada en la zona).
• Riesgos geológicos (por ejemplo, probabilidad de deslizamientos o terremotos, áreas de
concentración de esfuerzos tectónicos).

Los mapas geotécnicos se clasifican en función de la etapa de estudio en que son elaborados, la
información que contienen, el objetivo de cada mapa y escala utilizada. Dichas escalas serán de
preferencia grandes, es decir, entre 1:100 y 1:10 mil y ocasionalmente a escalas menores 1:25 mil
o 1:50 mil cuando el trabajo requiere una exploración regional.
Un plano geotécnico puede contener una gran cantidad de información en un solo mapa, lo cual
da una idea de la complejidad de su cartografía y del ancho de márgenes que se requiere. Sin
embargo, una alternativa para evitar un mapa geológico complejo, es elaborar una serie de mapas
enfocados a diferentes especialidades de acuerdo con las necesidades del proyecto y la
complejidad del sitio. Tales mapas serían por ejemplo:
Mapas tectónicos
Mapas hidrogeológicos
Mapas geomorfológicos
Mapas de propiedades mecánicas
Mapas geofísicos
Mapas de riesgo sísmico

3.7.3 Perfiles geotécnicos


La información del subsuelo obtenida de las exploraciones geotécnicas puede representarse de
dos formas: individual o integral.

• Perfiles geotécnicos individuales


Existen cinco tipos: Perfil de un sondeo, de un socavón, de un pozo a cielo abierto, geofísico de
una sección, de una trinchera.

Perfil de un sondeo
Es la representación gráfica de los datos y las propiedades de los núcleos recuperados de un
sondeo, mediante un análisis cuidadoso de ellos en el campo y de pruebas sobre éstos
desarrolladas en laboratorio. Para su elaboración se utilizan diversos patrones donde se vacían los
datos obtenidos de las pruebas y observaciones de campo así como de laboratorio, con lo que se
tendrá un perfil del sondeo que incluye la descripción de unidades cortadas, la descripción de las

42
discontinuidades y las gráficas de valores obtenidos de las pruebas de laboratorio. En la
construcción del perfil se anotarán en la columna de observaciones, todo aquello que no se
encuentre claramente especificado en el mismo y represente cierta importancia para su análisis
como puede ser fugas parciales o totales de agua, derrumbes de las paredes, ademe, caídas
bruscas de la broca, características del material en suspensión en el agua de retorno, etc.
Las escalas en estos perfiles son por lo general 1:100 y 1:200, con el fin de poder presentar
claramente en ellos el mayor número de datos, sin embargo se pueden usar escalas menores.
Estos perfiles son útiles en el conocimiento de las propiedades y características de las rocas y
suelos del proyecto y en la elaboración de secciones geotécnicas necesarias para el análisis global
de las condiciones del área estudiada.
También se incluyen fotografías a color de los núcleos de roca recuperados colocados en sus
cajas para observar el estado y grado de fracturamiento que presenta la roca.

Perfil de socavones, pozos a cielo abierto y trincheras


Son la representación gráfica en planta de todos los aspectos que se pueden observar en un
socavón, en un PCA o en una trinchera.
Su elaboración es simplemente el dibujo de los rasgos que aparecen tanto en el piso como en las
paredes de la obra, en un desarrollo en plano de la misma y presentando la litología, grado de
alteración de la roca, las discontinuidades y estructuras presentes, contactos, estratificación,
echados, cavidades de disolución, etc. Las escalas que se utilizan en este tipo de representaciones
son grandes, es decir de 1:100 a 1:500, a fin de conocer con mayor exactitud las características de
la zona donde se desarrolla la exploración.
Conviene observar la evolución de las rocas y suelos bajo la acción de la intemperie después de
abierta la excavación, con objeto de valorar el grado de alterabilidad que presentan en intervalos
de tiempo relativamente cortos.

Perfil geofísico de una sección


La utilización de los métodos geofísicos de exploración puede repercutir económicamente al
reducir la magnitud de las exploraciones directas.
Es preciso calibrar los resultados de estos métodos, por lo menos comparándolos con los datos
obtenidos de un sondeo. La correlación así establecida entre las magnitudes medidas con estos
métodos y el corte estratigráfico del sondeo permite deducir, posteriormente, los cortes
geológicos. Por esta razón la representación de los resultados obtenidos de una exploración
geofísica se asociará siempre a uno o varios cortes geológicos inclusive como parte de las
secciones geotécnicas integradas, como un dato mas para la interpretación de las condiciones
geotécnicas del sitio.

• Perfiles geotécnicos integrados (secciones geotécnicas)

Es la representación de una serie integrada de perfiles geotécnicos individuales distribuidos sobre


una sección de interés para el estudio, que permitirá comprender la geología de la sección.
Una buena explicación del perfil integrado ayudará a conocer las relaciones estructurales, la
disposición de los materiales en el subsuelo, los niveles piezométricos y será de gran utilidad para
los análisis de estabilidad de laderas, excavaciones subterráneas, el estudio de la geometría de los
depósitos, el volumen de materiales de relleno, el conocimiento de la dirección de flujos
subterráneos y el análisis del estado de esfuerzos. La presentación de estos perfiles se puede
hacer en escalas de 1:500 a 1:5 mil siempre y cuando la que se use permita observar con claridad
los principales elementos estructurales y la distribución de suelos y rocas.

43
3.7.4 Diagramas estereográficos
Hay varias técnicas para representar la orientación de los datos geológicos entre las que destacan
la roseta de fracturamiento y la geometría descriptiva, esta última tiene una limitación en cuanto
al número de datos con los que se puede trabajar, ya que cuando la información sea del orden de
decenas, centenas o inclusive millares de datos, la solución será sumamente complicada, difícil
de visualizar y de mucho tiempo de análisis.
Por el contrario, un método rápido, fácil y sin limitación de datos es la proyección estereográfica,
la cual es una excelente herramienta para representar las estructuras geológicas tridimensionales
en dos dimensiones. Este método se basa en las relaciones angulares entre líneas y planos como
pueden ser los pliegues, fallas, fracturas, esquistosidad, foliaciones, discordancias o cualquier
tipo de discontinuidades o lineamientos relacionados con trabajos geotécnicos. Otros ejemplos de
líneas que pueden ser representados son los rebajes de taludes y orientación de perforaciones.
Existen diferentes tipos de redes estereográficas y su empleo está determinado por la naturaleza
del problema. Entre las mas comunes están la red de Wulff, la de Schmidt, la polar y la de
Kalsbeek. En ocasiones basta utilizar una de ellas pero otras veces es necesario usar como
complemento alguna o algunas de las otras para llegar a soluciones con un grado de exactitud
satisfactorio.
Los diagramas estereográficos tienen múltiples aplicaciones, desde la obtención de echados
aparentes o verdaderos hasta la determinación de la orientación de los esfuerzos de una región, lo
cual facilita la interpretación tectónica.
Dentro de la geotecnia, se utiliza principalmente en la determinación de orientaciones
preferenciales de familias de discontinuidades, ya que es posible reunir un gran número de
observaciones dispersas en torno a un origen único, elaborando una figura de la que se pueden
obtener conclusiones sobre la presencia de una estructura geológica de orientación crítica.
De esta manera y de forma preliminar, se pueden anticipar las zonas con posibilidades de
deslizar, para tomar las debidas precauciones.
Por medio de esta técnica también es posible establecer la dirección e inclinación que deben
llevar los barrenos para que atraviesen el mayor número de fallas o fracturas con la mejor
incidencia y así programar mejor los trabajos de inyección del macizo rocoso o las pruebas de
permeabilidad.
Por último, toda la información estereográfica puede ser tratada por medio de programas de
computadora con lo cual el ahorro de tiempo al analizar la información es todavía mayor.

44
4. PROCEDIMIENTOS BÁSICOS USANDO LA PROYECCIÓN
HEMISFÉRICA
4.1 Introducción
Las redes de ángulos iguales o de áreas iguales, descritas en el capítulo 2, se usan para trazar
líneas y planos en cualquier orientación. Se sugiere fotocopiar la red ecuatorial de ángulos iguales
de la figura 2.11, y pegar la copia a una base rígida con el fin de que sea útil para trabajar todos
los ejemplos y ejercicios de esta tesis. Se requiere cubrir la red con una hoja de papel transparente
(albanene), presionándolo con un alfiler o chinche sobre el centro de la misma, para que le sirva
de eje de rotación, como se muestra en la figura 4.1.

Figura 4.1 Forma de utilizar la cubierta de papel transparente sobre la red

Antes de comenzar cualquier trazo, es importante marcar la ubicación del norte sobre el papel
sobrepuesto (azimut 0°); normalmente se marca con la “N” mayúscula. Algunos especialistas
también recomiendan copiar el perímetro de la red sobre el papel, aunque el trabajo se ve más
presentable, no es estrictamente necesario. Sin embargo, si se requiere el círculo de referencia, es
mejor dibujarlo por separado usando un compás. En este trabajo todo el tiempo se empleará una
proyección hemisférica inferior, es decir, solo será posible trazar líneas con un echado hacia
abajo (positivos) dentro de este círculo. A partir de aquí la construcción sobre la cubierta de papel
se denominará la “proyección” y la rejilla de abajo se referirá como “la red”.

46
4.2 Trazo de una línea de orientación /echado (α/β)

Las definiciones del capítulo 1 de orientación y echado son la clave para trazar un punto
representando a una línea de una orientación dada. La orientación α es el azimut del plano
vertical que contiene la línea del echado β. Sobre una red ecuatorial hay dos grandes círculos
representando planos verticales: los diámetros norte-sur y este-oeste de la red. Aunque cualquiera
de estos diámetros puede utilizarse en el proceso de trazo, generalmente se aconseja usar
solamente el diámetro este-oeste. Para utilizar este diámetro, es necesario primero rotar la
cubierta de papel dibujo, hasta que la dirección de orientación de la línea que esta siendo trazada,
esté temporalmente situada sobre el diámetro este-oeste. Entonces los ángulos de echado pueden
contarse desde el perímetro hacia el centro de la red, a lo largo de este diámetro, usando los
grandes círculos (las “líneas de longitud”) de la red como graduaciones. Los puntos en el
diámetro este-oeste de la red representan las líneas de máxima inclinación del grupo de planos,
como el rumbo de capa norte-sur que generan los grandes círculos sobre la red. Los círculos de
echado contados a lo largo del diámetro este-oeste, son los mismos que los ángulos de inclinación
de estos planos especiales.
El proceso de trazo se explica a continuación usando ejemplos sencillos.

Ejemplo 4.1 (Figura 4.2)


Trace, sobre una proyección hemisférica inferior, el punto que representa a una línea de
orientación/echado 219/68.
La línea en este ejemplo tiene una orientación de 219° y un echado de 68°. El primer paso es
fijar el papel dibujo sobre la red y marcar cuidadosamente el norte con una “N”. Con el norte en
su posición original, el azimut 219° se marca sobre el perímetro de la proyección con una
pequeña línea radial. Si se tienen que trazar varios puntos, puede ser útil rotular esta pequeña
línea con el valor del azimut, como se muestra en la figura 4.2a. El papel dibujo se rota hasta que
la marca del azimut quede en cualquiera de los extremos del diámetro este-oeste de la red, el
ángulo del echado de 68° se cuenta entonces desde la marca del azimut sobre el perímetro hacia
el centro, a lo largo de dicho diámetro para dar el punto requerido, L, como se muestra en la
figura 4.2b. Por ultimo, el norte se regresa a su posición original.

Figura 4.2a Trazo de un punto indicando una orientación de 219° (Ejemplo 4.1)

47
Figura 4.2b Trazo de un punto L que representa un echado de 68° (Ejemplo 4.1)
En algunos casos será necesario encontrar la orientación y el echado de la línea representada por
algún punto ya trazado en la proyección. El procedimiento es inverso al descrito anteriormente.
Primero se rota el papel dibujo hasta que el punto dado quede sobre el diámetro este-oeste de la
red. La marca del azimut se dibuja en la intersección entre este diámetro y el perímetro de la red,
asegurándose que la marca del azimut quede en el mismo radio del punto dado. El ángulo agudo
entre el punto dado y el perímetro, se cuenta a lo largo del diámetro este-oeste, para dar el ángulo
del echado de la línea que representa. Cuando el punto norte se regresa a su posición original, la
marca del azimut da la orientación de la línea.

4.3 Trazo de un plano de dirección del echado/echado (αd/βd)

El proceso de trazar el gran círculo y la normal a un plano, es la aplicación del procedimiento del
trazo para una línea. El primer paso es dibujar el punto D, representando la línea de máxima
inclinación del plano, como se muestra en la figura 4.3a. Esto se hace con el método descrito
anteriormente, pero ahora la línea tiene una orientación αd y un echado βd. Con el punto
resultante todavía sobre el diámetro este-oeste, trazamos todo el gran círculo donde se encuentra
el punto (hasta el perímetro de la red); este es el gran círculo del plano dado. En muchos casos,
para dar una construcción mas precisa, será necesario trazar la interpolación entre un par de
grandes círculos marcados sobre la red. La manera mas fácil de trazar un gran círculo es
colocando el papel dibujo, de tal forma que la mano que va a dibujar este diametralmente opuesta
a la línea de máxima inclinación. Esto permite que el gran círculo se dibuje con una sola pasada
de la mano, girando sobre el eje la muñeca y el codo. Normalmente es muy útil marcar con una
pequeña línea los puntos donde el gran círculo intersecta el perímetro de la red, ya que esto da la
dirección del rumbo de la capa del plano. La línea de máxima inclinación generalmente se marca

48
con una cruz o con una “X”, como se muestra en la figura 4.3a. La orientación αn y el echado βn
de la normal al plano están dados por:
αn = αd ± 180° (0° ≤ αn ≤ 360°)
βn = 90° - βd
Por lo tanto la normal al plano puede trazarse de la misma manera que cualquier otra línea,
empleando el método descrito anteriormente. De forma alterna, la normal puede ser trazada
directamente a partir de los valores αd y βd, simplemente contando el ángulo βd a partir del centro
de la proyección, a lo largo del diámetro este-oeste de la red hacia el perímetro diametralmente
opuesto al azimut αd, como se muestra en la figura 4.3a. Esto asegura automáticamente que la
normal se trace a 90° a partir de la línea de máxima inclinación, medida a través del diámetro
este-oeste de la red.

Figura 4.3a Trazo del gran círculo y de la normal al plano usando el método general
Es una buena idea a esta altura desarrollar una notación consistente para usarla en las
proyecciones. Un sistema recomendado es el que se muestra en las figuras de la 4.3 a la 4.10.

49
Se observó en la sección 2.2 que, en una proyección de ángulos iguales, el gran círculo de un
plano con una dirección del echado/echado (αd/βd) es parte de un arco circular, que tiene su
centro a una distancia radial:
rg = R tan βd

a partir del centro de la proyección, medida a lo largo de una línea radial de azimut αd ± 180°. La
comparación con la ecuación 2.1 muestra que la distancia radial rg es equivalente a una medida
angular de 2βd, contada a partir del centro de la proyección. Esto significa que cuando βd es igual
o menor a 45°, el centro físico del gran círculo asociado puede localizarse simplemente contando
el ángulo 2βd, a partir del centro de la proyección, a lo largo de la línea radial de azimut
αd ± 180°, entonces el gran circulo puede dibujarse exacta y rápidamente con un compás fijado
en el radio que toma el arco circular a través de la línea de máxima inclinación del plano. Esta
construcción por medio de compás se ilustra en la figura 4.3b.

Figura 4.3b Trazo del gran círculo y de la normal al plano mediante compás

50
Ejemplo 4.2 (Figura 4.4)
Trace el gran círculo y la normal a un plano con (dirección del echado/echado) 149/37.
La línea de máxima inclinación de este ejemplo tiene una orientación de 149° y un echado de
37°. Primero se traza el punto D1 que representa esta línea, de la forma usual. Después se traza el
gran círculo del plano cuando el punto todavía esté colocado sobre el diámetro este-oeste de la
red. En este caso es necesario trazarlo entre el par de grandes círculos que representan planos con
echados de 36° y 38°. La normal al plano tiene una orientación de 329° y un echado de 53°, y se
puede trazar de la forma usual. De manera alterna, la normal puede trazarse cuando la línea de
máxima inclinación este todavía sobre el diámetro este-oeste de la red, contando el ángulo del
echado del plano (37°) hacia fuera, desde el centro de la red; el punto resultante se marca con N1,
como en la figura 4.4. Finalmente, el norte se regresa a su posición original. En este ejemplo, el
gran círculo del plano se puede trazar con un compás, como se ilustra en la figura 4.3b. El centro
físico de este gran círculo se construye con un ángulo de 74° (es decir 2×37°) medidos a partir del
centro de la proyección apropiada.

Figura 4.4 Trazo del gran círculo y la normal a un plano de dirección del echado/echado 149/37 (Ejemplo 4.2)

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Muchas de las operaciones mas complicadas sobre planos que se discuten mas adelante en esta
tesis, se solucionan más fácilmente utilizando sus normales, y no sobre las líneas de máxima
inclinación o los grandes círculos. A menudo es necesario, al término de la operación, dibujar el
gran círculo de un plano, a partir del punto que representa su normal. Nuevamente, el
procedimiento es el opuesto al descrito anteriormente. Primero se coloca la normal sobre el
diámetro este-oeste de la red. Entonces se mide un ángulo de 90° a lo largo de este diámetro,
hacia el centro de la red, para dar, sobre una proyección hemisférica inferior, la línea de máxima
inclinación del plano; entonces el gran círculo puede trazarse de la forma usual.

4.4 Líneas en planos


Como se comentó anteriormente, un plano puede ser considerado como si estuviera compuesto de
un número infinito de líneas coplanares radiando desde un solo punto. En una proyección
hemisférica inferior, el gran círculo de un plano representa el lugar geométrico de los puntos
generados por tales líneas con ángulos de pitch (γ) que varían de 0° ≤ γ ≤ 90°. Cualquier punto
sobre un gran círculo esta asociado a una línea, con algún ángulo de pitch γ, orientación α y
echado β. Con el rumbo de capa del plano sobre el diámetro norte-sur de la red, a lo largo del
gran círculo, usando los pequeños círculos (las “líneas de latitud”) sobre la red como
graduaciones, note que el pitch siempre es un ángulo agudo. El ángulo del echado de cualquier
línea semejante que no sea la línea de máxima inclinación del plano dado, comúnmente se llama
“echado aparente” del plano. El echado aparente de un plano con dirección del echado/echado
αd/βd varía desde 0°, cerca de la dirección del rumbo de la capa, a un valor muy cercano a βd, con
una orientación cercana a αd. Estas ideas se ilustran mejor en los siguientes ejemplos.

Ejemplo 4.3 (Figura 4.5)


Un plano orientado con dirección del echado/echado 049/28, tiene un pitch de 62° medido a
partir del extremo noroeste de la línea de rumbo. Encontrar la orientación y echado de dicho
plano.
El primer paso es trazar el gran círculo del plano 049/28 de la forma usual. El extremo noroeste
de le línea del rumbo de capa de este gran círculo, esta localizado en el cuadrante noroeste de la
red cuando el norte esta en su posición original. Entonces se coloca el gran círculo con línea de
rumbo de capa sobre el diámetro norte-sur y el ángulo 62°, se cuenta a lo largo de él, desde el
extremo noroeste, usando los pequeños círculos como graduaciones. La orientación y echado del
plano es 018/24.

Ejemplo 4.4 (Figura 4.6)


Se sabe que dos líneas de orientación/echado 204/35 y 273/41 se encuentran en el mismo plano.
i) Determinar el ángulo agudo entre las líneas. ii) ¿Cuál es la orientación del plano que contiene a
las dos líneas? iii) ¿Cuál es el echado aparente de este plano en la dirección 299°?
i) En este ejemplo, el primer paso es trazar los puntos que representan a las dos líneas L1 y L2, el
ángulo agudo entre estas líneas es medido en el plano que las contiene. El gran círculo que
representa a este plano se encuentra rotando el papel transparente hasta que los puntos L1 y L2
estén sobre un mismo gran círculo de la red, entonces trazamos este gran círculo. El ángulo entre
L1 y L2 se encuentra sobre este gran círculo, estando su rumbo de capa todavía sobre el diámetro
norte-sur de la red, utilizando los pequeños círculos como graduaciones. En este caso el ángulo es
53°, el ángulo obtuso entre las líneas es, por supuesto, 127° que es el suplementario de 53°. Este
par de ángulos suplementarios están compuestos por un “ángulo interno”, medido directamente
entre los puntos sobre el gran círculo, y un “ángulo externo”medido desde L1 hasta el perímetro y

52
después desde el lado diametralmente opuesto del perímetro hasta L2. se demuestra una regla
importante en la proyección hemisférica: si cuando se mida un ángulo a lo largo de un gran
círculo, sea necesario cruzar el perímetro de la red, siempre se hará el reingreso en un punto
diametralmente opuesto al punto de salida y la medición continúa a lo largo del mismo gran
círculo.

Figura 4.5 Determinación de la orientación de una línea con un pitch de 62° en un plano de dirección del echado/echado 049/28
(Ejemplo 4.3)

ii) La orientación del plano que contiene a las dos líneas, se encuentra, leyendo la orientación y
echado de su línea de máxima inclinación, en este caso 248/44.
iii) La dirección del azimut de 299° se marca sobre el perímetro de la proyección con el norte en
su posición original. Se coloca el azimut de 299° sobre el diámetro este-oeste de la red. El punto
donde este diámetro intersecta al gran círculo del plano que contiene a L1 y L2 define una sola

53
línea en este plano, que tiene una orientación de 299°. El echado de esta línea es 31°, lo cual da el
echado aparente del plano en esta dirección.
El ángulo θ entre un par de líneas de orientación α1 y α2 y echados β1 y β2 puede, si se desea,
encontrarse algebraicamente con la siguiente expresión:
cos θ = cos (α1-α2) cos β1 cos β2 + sen β1 sen β2 (4.1)

Figura 4.6 Análisis de líneas coplanares (Ejemplo 4.4)

4.5 Intersección de planos


Cuando dos planos se intersectan, definen una línea, la cual por definición es común a ambos
planos. La orientación, echado y el pitch en cada uno de los planos de esta línea, dependen de las
orientaciones de los planos involucrados. En una proyección hemisférica, la línea de intersección
entre dos planos, esta representada por un sólo punto, definido por la intersección entre sus
grandes círculos. La orientación, echado y pitch de esta línea de intersección se pueden leer de la
forma usual.

54
Ejemplo 4.5 (Figura 4.7)
El plano 1, de dirección del echado/echado 146/59, es intersectado por el plano 2 de dirección del
echado/echado 266/36. Determine la orientación y echado de la línea de intersección, así como el
valor del pitch en cada uno de los planos.
Los grandes círculos de los planos, construidos de la manera usual, se intersectan en el punto I12.
Este punto representa una línea con orientación de 219°, echado de 26°, un pitch de 31° desde el
extremo suroeste del plano 1 y un pitch de 49° desde el extremo sur del plano 2. Vale la pena
notar que las normales a los planos 1 y 2 (N1 y N2) se sitúan en un plano que es normal a la línea
de intersección (I12). Esto significa que I12 es la normal al plano que contiene a N1 y N2 en este
caso, el ángulo interno entre N1 y N2, medido en este plano, es de 81° como se muestra en la
figura 4.7.

Figura 4.7 La intersección entre dos planos (Ejemplo 4.5)

55
4.6 Rotación alrededor de un eje inclinado
La orientación de un eje de rotación, como cualquier otra línea, puede definirse en términos de
su orientación y echado. Sin embargo, también es necesario especificar la magnitud y la dirección
de la rotación. Considérese, por ejemplo, un tramo de núcleo en un barreno inclinado, de
orientación 305° y echado de 65°, conteniendo un plano de discontinuidad de dirección del
echado/echado 145/73. Si este núcleo se rota 55° en sentido de las manecillas del reloj mirando
hacia abajo del eje del barreno, ¿Cuál será la nueva orientación del plano de discontinuidad?
Problemas de este tipo pueden resolverse rápidamente, y con un razonable grado de precisión,
usando los pequeños círculos de la red. Estos pequeños círculos se generan cuando un plano con
rumbo de capa norte-sur conteniendo una línea de pitch θ constante, rota alrededor del diámetro
norte-sur de la red. El punto, que representa una línea que esta sometida a rotación alrededor del
diámetro norte-sur de la red, es por lo tanto movido a lo largo del pequeño círculo sobre el que se
encuentra, usando los grandes círculos como graduaciones. Una rotación en sentido de las
manecillas del reloj, mirando hacia el norte a lo largo del diámetro norte-sur de la red, llevará el
punto hacia el lado oeste de la red, si se emplea una proyección hemisférica inferior, una rotación
en sentido contrario a las manecillas del reloj lo llevará hacia el lado este. Si el punto sale del
perímetro de la red, volverá a entrar en una posición diametralmente opuesta al punto de salida, y
continuará su movimiento a lo largo de un pequeño círculo. Un punto que abandona el perímetro
a lo largo de un pequeño círculo en la mitad sur de la red, volverá a entrar y continuará a lo largo
de un pequeño círculo geométricamente similar en la mitad norte de la red.
En general, el eje de rotación, A, no será horizontal con una orientación norte sur, pero tendrá
cierta orientación y echado α/β. Una forma de superar esta complicación es hacer que el eje A
coincida temporalmente con el diámetro norte-sur de la red. Esto puede lograrse rotando el papel
transparente hasta que el eje de rotación A, quede sobre el diámetro este-oeste y después
moviendo el eje a lo largo de este diámetro el valor del ángulo β hasta el perímetro de la red. Esta
operación es, de hecho, en si misma, una rotación alrededor de un eje auxiliar, el cual es la línea
de rumbo de capa del plano cuando el eje A es la línea de máxima inclinación. El ángulo de
rotación es el ángulo de echado β del eje A, la dirección de rotación es hacia la dirección de
orientación α del eje A. Con el objeto de conservar las relaciones geométricas correctas en la
proyección, todos los demás puntos también deben rotarse alrededor de este eje auxiliar, en la
misma dirección y en la misma cantidad. En teoría, esta rotación se aplica para todos los puntos,
incluyendo el centro de la red, el cual representa la dirección vertical. Por lo tanto, siguiendo con
esta rotación auxiliar, la proyección es construida efectivamente en un hemisferio inclinado con
un ángulo β a partir de la horizontal. El papel dibujo puede ahora rotarse a fin de que el eje A
coincida con el eje norte-sur de la red. Ahora es posible rotar los puntos trazados en la red en la
misma dirección y con la misma cantidad prescritas. Finalmente, es necesario invertir la rotación
auxiliar con el fin de que el eje A, y todos los otros puntos, regresen a su posición correcta en la
proyección hemisférica inferior.

Ejemplo 4.6 (Figura 4.8)


Una línea con orientación/echado inicial de 339/51 rota alrededor de un eje de orientación/echado
236/37, con una intensidad de 124° en dirección contraria a las manecillas del reloj mirando
hacia abajo del eje. ¿Cuál es la orientación resultante de la línea?
El primer paso es trazar los puntos que representan el eje de rotación A y la línea L1. Es útil, en
esta etapa, dibujar una pequeña flecha rodeando el punto A indicando la dirección de rotación; en
este caso, en sentido contrario a las manecillas del reloj mirando hacia abajo. El punto A se
coloca sobre el diámetro este-oste y se mueve hasta el perímetro, con una intensidad de 37°, hasta

56
el punto A’. La dirección de la flecha es regularmente movida; la posición de esta flecha que
permanece sobre la proyección nos da la dirección del movimiento durante la rotación principal.
El punto L1 también se rota alrededor del eje auxiliar con una intensidad de 37° y en la misma
dirección que el punto A, y a lo largo del pequeño círculo hasta el punto L’1. Ahora rotamos el
papel transparente para llevar a A’ hasta el punto norte de la red. El punto L’1 se puede rotar a
través del ángulo prescrito, en este caso 124° moviéndolo a lo largo de un pequeño círculo en la
dirección indicada por la flecha cercana a A’. Después de una rotación de 49°, el punto abandona
el perímetro de la red y vuelve a entrar, en una posición diametralmente opuesta, para completar
los 75° restantes de rotación hasta el punto L’1r. Ahora es necesario invertir la rotación colocando
A’ de nuevo sobre el diámetro este-oeste y moviendo L’1r a lo largo de un pequeño círculo, en la
dirección opuesta a la rotación auxiliar inicial, pero a través del mismo ángulo de 37°, hasta el
punto L1r. la nueva orientación del punto L1, que resulta de la rotación, esta dada por el punto L1r
el cual tiene una orientación de 072° y un echado de 30°. Aunque la operación completa puede
parecer demasiado larga y complicada cuando se explica paso por paso, esta se puede realizar en
tan solo dos o tres minutos, una vez que los principios básicos han sido captados.

Los métodos explicados arriba pueden aplicarse al principio de esta sección, respecto a la
rotación de un tramo de núcleo en un barreno, que contiene un plano de discontinuidad. Aunque
teóricamente es posible rotar un lugar geométrico de puntos que representan el gran círculo del
plano de discontinuidad, es mucho más fácil rotar en lugar de ello, la normal al plano de
discontinuidad y leer la orientación del plano rotado hasta el final. Esta última construcción, dada
en la figura 4.9, muestra que el plano de discontinuidad rotado tiene una dirección del
echado/echado de 187/58. Si el eje de rotación A tiene un ángulo de echado grande, normalmente
es más conveniente rotar este eje hacia el centro de la proyección, en lugar de hacerlo hacia el
perímetro, en la rotación auxiliar. Como antes, durante esta rotación auxiliar todos los puntos se
rotan con la misma magnitud, alrededor del mismo eje y en la misma dirección a lo largo de los
pequeños círculos como el eje A. cuando la rotación auxiliar se ha completado, la rotación
principal prescrita se logra girando el punto dado a través de un área circular, con su origen en el
centro de la proyección, con la intensidad del ángulo especificado y en la dirección especificada.
Finalmente, se invierte la rotación auxiliar y se lee la orientación de la línea. Esta construcción se
ilustra en la figura 4.10 usando los datos del ejemplo 4.6. Este método alterno de rotación
alrededor de un eje inclinado, se puede realizar usando la proyección de ángulos iguales o de
áreas iguales, y es particularmente útil en casos donde el eje de rotación se inclina fuertemente
y/o el ángulo de rotación es grande. En última instancia es cuestión de criterio personal el decidir
cual método emplear.

57
Figura 4.8 Rotación alrededor de un eje inclinado de orientación/echado 236/37 (Ejemplo 4.6)

58
Figura 4.9 Rotación alrededor del eje de un barreno de orientación/echado 305/65

59
Figura 4.10 Método alterno de rotación alrededor de un eje inclinado (Ejemplo 4.6)

60
5. ANÁLISIS DE DATOS DE BARRENOS
5.1 Introducción
Un tramo de núcleo recuperado de un barreno puede dar una gran cantidad de información sobre
la masa rocosa de la que fue tomado. La calidad de esta información depende de la calidad del
núcleo, que a su vez depende no solo de las propiedades del macizo rocoso sino también del
equipo y los métodos empleados en la perforación y recuperación del núcleo. Los procedimientos
de registro y prueba, pueden usarse para obtener información respecto a las propiedades de la
roca y características de discontinuidad, no serán descritos en virtud de que están ampliamente
explicados por Goodman (1976), Hoek y Brown (1980) y Brown (1985). La finalidad principal
de este capítulo es explicar la manera de obtener los datos relacionados con la orientación de los
planos de discontinuidades, a partir de simples medidas en el núcleo del barreno.
La figura 5.1 muestra la forma elíptica producida por la intersección de una discontinuidad plana
y un tramo de núcleo de un barreno de diámetro D. Las distancias medidas paralelamente al eje
del barreno, desde un nivel arbitrario a-a para cada extremo del eje mayor de esta intersección
elíptica, son h1 y h2, donde h1 ≤ h2. Estas distancias pueden medirse directamente a partir de un
tramo de núcleo adecuado. El ángulo δ entre el eje del barreno y la normal a la discontinuidad
plana esta dado por:

⎛ h2 − h1 ⎞
δ = arctan ⎜ ⎟ (5.1)
⎝ D ⎠

Figura 5.1 Intersección entre una discontinuidad plana y un tramo de núcleo del barreno

62
Si h1 = h2, entonces δ=0 y el eje del barreno es paralelo a la normal del plano de discontinuidad.
Solamente en este caso la orientación de la discontinuidad esta bien definida. En general el
ángulo δ será mayor que 0; esto significa que se requiere de mayor información con el objeto de
definir la orientación de la discontinuidad. Este problema puede apreciarse si se supone que
deseamos reorientar un tramo de núcleo, exactamente en la posición en que se encontraba dentro
de la masa rocosa, antes de que el barreno fuera perforado. Sería posible realinear el tramo del
núcleo de manera correcta con su eje paralelo al del barreno. Sin embargo, sin mayor
información, no hay forma de reorientar correctamente el núcleo con relación a la rotación
alrededor del eje del barreno. La discontinuidad normal puede, por lo tanto situarse en cualquier
lugar geométrico de un cono, de ángulo de semi-ápice δ, generado por la rotación del núcleo 360°
alrededor del eje del barreno, como se muestra en la figura 5.2. La información adicional
requerida para reorientar el núcleo puede obtenerse de las siguientes fuentes:
(a) Un segundo barreno, inclinado respecto al primero.
(b) Planos de referencia de orientación conocida.
(c) Mecanismos de orientación del núcleo bajo el barreno.

Figura 5.2 Lugar geométrico cónico, dando las posibles orientaciones reales de la discontinuidad normal

Algunos mecanismos de orientación del núcleo han sido descritos por Goodman (1976) y por
Hoek y Brown (1980). Por lo que, la mayor parte del resto de este capítulo será dedicado a
considerar las formas de procesar datos de la primera y segunda fuentes listadas arriba.

63
5.2 Construcción del lugar geométrico definido por un ángulo cónico (δ)
respecto a un eje de orientación/echado (α/β)

El lugar geométrico de las posibles orientaciones reales de la normal a una discontinuidad,


ilustrada en la figura 5.2, puede representarse sobre una proyección hemisférica inferior. Este
lugar geométrico, que de hecho es un pequeño círculo, puede construirse con un método general
para proyecciones de áreas y ángulos iguales; o de manera alterna una construcción con compás
mas rápida y precisa, adecuada solamente para proyecciones de ángulos iguales.

5.2.1 Método General


El primer paso es trazar el punto L representando la línea de orientación/echado (α/β) sobre la
cual será construido el ángulo cónico. Entonces colocamos el punto L en el gran círculo
conveniente. El ángulo cónico δ se cuenta a lo largo del gran círculo, en ambas direcciones de L,
para definir un par de puntos en el lugar geométrico requerido. Si, durante el conteo, es necesario
cruzar el perímetro de la red, se continúa el conteo a lo largo del mismo gran círculo, desde el
punto 180° diametralmente opuesto al punto de salida. El lugar geométrico requerido se
construye gradualmente, colocando el punto L en un rango de diferentes grandes círculos, para
generar varios pares de puntos, del ángulo requerido δ, desde L. El lugar geométrico resultante,
cuando se traza sobre una proyección de ángulos iguales, es una forma circular. Sobre una
proyección de áreas iguales el lugar geométrico toma la forma de una curva de cuarto orden.

5.2.2 Construcción con compás


Sobre una proyección de círculos iguales, el lugar geométrico definido por un ángulo cónico δ,
respecto a una línea de orientación/echado (α/β), está compuesto de un arco circular completo o
incompleto con un radio Rs dado por la ecuación 2.5, la cual debe expresarse como sigue:

Rs = R(A-B)/2 (5.2)

donde R es el radio de la proyección,

⎛ 90 − β + δ ⎞ ⎛ 90 − β − δ ⎞
A = tan ⎜ ⎟ B = tan ⎜ ⎟
⎝ 2 ⎠ ⎝ 2 ⎠
y δ< 90°+β. El arco circular tiene su centro c en la orientación α; sin embargo, a menos que
β=90° el punto c no coincide con el punto L, el cual representa la línea de orientación/echado
(α/β), aplicando las ecuaciones 2.1 y 5.2 puede demostrase que el centro real c, del arco circular
se encuentra a una distancia radial rc del centro de la proyección dada por:

rc = R(A+B)/2 (5.3)

Como antes, el primer paso en la construcción del arco circular, es trazar el punto L
representando la línea de orientación/echado (α/β). El punto L se coloca sobre el diámetro este-
oeste de la red, y el ángulo cónico δ se cuenta a lo largo de este diámetro en ambas direcciones de
L. Los dos puntos resultantes se sitúan en lados diametralmente opuestos del lugar geométrico
circular, de ángulo cónico δ. El diámetro del lugar geométrico esta dado por la distancia física
entre estos puntos. El centro real del lugar geométrico, el cual esta situado a la mitad entre estos
puntos, puede localizarse alternativamente usando la ecuación 5.3. El lugar geométrico ahora
puede construirse con un compás.

64
Si el ángulo δ es mayor que β, parte del lugar geométrico se extenderá mas allá del perímetro de
la proyección. En este caso, solamente será posible trazar un punto sobre el diámetro este-oeste,
de un ángulo cónico δ desde L medido hacia, y quizás a través, del centro de la red. Por lo tanto
será necesario usar la ecuación 5.2 para calcular el radio Rs del arco circular. La parte del arco
circular que rodea el punto L, puede construirse usando un compás como se describió antes. El
resto del arco circular se dibuja en el lado diametralmente opuesto de la proyección, y en virtud
de que no tiene un radio Rs, se dibuja mejor usando el método general ya descrito.

Ejemplo 5.1 (Figuras 5.3 y 5.4).


Construya los lugares geométricos definidos por (1) un ángulo cónico de 60° respecto a un eje de
orientación/echado (130/70) y (2) un ángulo cónico de 50° respecto a un eje de
orientación/echado (044/10).
La figura 5.3 muestra el método general para la construcción del lugar geométrico aplicado a este
ejemplo. Los puntos L1 y L2, que representan los ejes de los conos requeridos, se trazan de la
manera usual. Colocamos el punto L1 sobre un gran círculo conveniente y el ángulo cónico de
60° se cuenta en ambas direcciones a lo largo de este gran círculo. Este procedimiento se repite
varias veces a fin de obtener suficientes puntos, que permitan hacer una razonable y exacta
interpolación del lugar geométrico circular. Este mismo procedimiento se repite para el ángulo
cónico de 50° medido desde L2. En algunos casos, cuando se mide desde L2, es necesario cruzar
el perímetro de la red y continuar midiendo a lo largo del mismo gran círculo desde un punto
diametralmente opuesto al punto de salida. Resulta oportuno notar que las dos partes separadas
del lugar geométrico respecto a L2 tienen radios diferentes.
La figura 5.4 muestra el método de construcción con compás aplicado a este ejemplo. Los puntos
L1 y L2 se trazan igual que antes. Con L1 en el diámetro este-oeste de la red, se mide el ángulo
cónico de 60° en ambas direcciones a lo largo de este diámetro obteniéndose los puntos L'1 y L''2,
situados en extremos opuestos de un diámetro del lugar geométrico circular requerido. El centro
físico de este lugar geométrico, c1, se sitúa en la parte media entre dichos puntos, dado un radio
Rs1 de aproximadamente 54 mm. De manera alterna y con mas precisión, las ecuaciones 5.2 y 5.3
dan Rs1 y rc1 de 54.1 mm y 21.4 mm respectivamente, para una proyección de 90 mm de radio. El
lugar geométrico se puede construir con un compás. En seguida, colocamos el punto L2 sobre el
diámetro este-oeste de la red, y el punto L'2 se marca con una separación angular de 50° a partir
de L2 medidos a lo largo de este diámetro. El punto diametralmente opuesto L''2 no se puede
dibujar porque el ángulo cónico de 50° se sitúa mas allá del perímetro de la proyección. Por lo
tanto, en este caso, el radio del lugar geométrico Rs2 debe obtenerse usando la ecuación 5.2. El
valor resultante de 84.4 mm para la proyección de 90 mm, se mide desde L'2 a través de L2 para
dar el centro físico del lugar geométrico c2, el cual de hecho se traza mas allá del perímetro de la
proyección, a una distancia radial de 108.6 mm desde el centro de la proyección (Ecuación 5.3).

65
Figura 5.3 Construcción de lugares geométricos circulares usando el método general (Ejemplo 5.1)

De nuevo, el lugar geométrico, en este caso, parte del cuadrante noreste de la proyección, se
puede construir con un compás. El resto del lugar geométrico de L2 se traza del lado opuesto de
la proyección, aun cuando parte del arco circular tiene un radio mayor que Rs2. En vista de esto,
es más conveniente construir esta parte del lugar geométrico usando el método general ya
explicado.

66
Figura 5.4 Construcción de lugares geométricos circulares usando el método de construcción con compás (Ejemplo 5.1)

5.3 Determinación de la orientación de una discontinuidad usando datos de dos


barrenos no paralelos
Dos barrenos, 1 y 2, que no son paralelos, se considera que se intersectan en el mismo sistema de
discontinuidades reconocibles, planas y paralelas. Las orientaciones y echados de estos barrenos
se suponen conocidos, y tienen los valores αb1/βb1 y αb2/βb2 respectivamente. También se
supone que el ángulo entre el eje de los barrenos y la normal al sistema de discontinuidades
reconocibles se puede medir mediante muestras de núcleos de cada barreno, dando valores de δ1
y δ2 para los barrenos 1 y 2, respectivamente.
Los datos de estos dos barrenos no paralelos pueden usarse para reducir el intervalo de las
posibles orientaciones reales de la normal a la discontinuidad, a partir de un número infinito de
valores en un solo lugar geométrico cónico, en la mayoría de los casos, solamente a dos valores.

67
Los métodos comúnmente empleados para lograr esto en una proyección hemisférica son:
(i) Método del pequeño círculo completo
(ii) Método del pequeño circulo medio

5.3.1 Método del pequeño círculo completo


Los puntos designados BH1 y BH2, que representan las orientaciones de los dos barrenos se
dibujan en una proyección hemisférica inferior. El lugar geométrico definido por un ángulo
cónico δ1 respecto a BH1 y el lugar geométrico definido por el ángulo cónico δ2 con relación a
BH2 se construyen empleando uno de los métodos ya descritos. Es más conveniente usar una
proyección de ángulos iguales ya que esto permite el empleo de la construcción con compás, que
es más rápida y precisa. Los lugares geométricos se intersectarán en dos o cuatro puntos y darán
por lo tanto dos o cuatro valores posibles para la orientación de la normal al sistema de
discontinuidades, si los lugares geométricos no se tocan o intersectan, entonces hay un error en
los datos de entrada.
La información adicional requerida para decidir cual orientación es la correcta, se puede obtener
en cualquiera de las tres fuentes siguientes:
(i) Puede haber alguna información aproximada respecto al ángulo real de inclinación del
sistema, el cual pudiera diferenciar dos alternativas de entre muchas orientaciones.
(ii) Una discontinuidad particular se puede reconocer en el núcleo de ambos barrenos cuando esto
ocurre, las distancias de intersección de la discontinuidad a lo largo de cada barreno se pueden
usar, junto con las orientaciones de los barrenos para encontrar la orientación de la línea que une
los puntos de intersección en cada barreno. En virtud de que la línea deberá situarse en el plano
de discontinuidad, indicará cual de las alternativas de orientación es la correcta.
(iii) Un tercer barreno que intersecta el mismo sistema de discontinuidades indicará cual
orientación es la correcta, ya que el lugar geométrico de este barreno intersectará solo una de las
alternativas producidas por los otros lugares geométricos. No es necesario trazar el lugar
geométrico completo definido por el ángulo cónico δ3 para el tercer barreno; simplemente es
necesario checar cual de las normales a la discontinuidad forma un ángulo δ3 con el tercer
barreno.

Ejemplo 5.2 (Figura 5.5)


Los siguientes datos se obtuvieron de tres barrenos no paralelos, cada uno de los cuales intersectó
el mismo conjunto distintivo de discontinuidades planas paralelas:
Angulo entre el eje del barreno y la normal al sistema de
Orientación Echado
Barreno discontinuidades
(grados) (grados)
(grados)
1 049 71 59
2 127 20 43
3 223 40 67

Determinar la orientación del conjunto de discontinuidades.


Los puntos BH1, BH2 y BH3 que representan las orientaciones de los tres barrenos se trazan en
una proyección de ángulos iguales. Colocamos el punto BH1 sobre el diámetro este-oeste de la
red y marcamos los puntos L'1 y L''2, ambos con una separación angular de 59° medidos a partir
de BH1 sobre dicho diámetro. Los puntos L'1 y L''2 se encuentran en extremos opuestos de un
diámetro del lugar geométrico circular definido por un ángulo cónico de 59° con respecto a BH1.
Este lugar geométrico circular, que tiene su centro en el punto c1 y un radio Rs1 de 52.8 mm,
puede ser construido con un compás. Ahora colocamos el punto BH2 sobre el diámetro este-oeste

68
de la red y se marca el punto L'2 con una separación angular de 43° a partir de BH2 medido sobre
dicho diámetro. El punto L''2, diametralmente opuesto a L'2 sobre el lugar geométrico circular
respecto a BH2, no se traza ya que el ángulo cónico de 43° esta situado fuera del perímetro de la
red. En vez de esto, el radio Rs2 de este lugar geométrico circular se calcula usando la ecuación
5.2, dando un valor de 54.2 mm. La parte del lugar geométrico circular alrededor de BH2, que
tiene su centro a una distancia de Rs2 desde L'2, puede trazarse usando un compás. El resto de este
lugar geométrico se dibuja usando el método general. Si se prefiere, los centros y radios de los
lugares geométricos circulares pueden determinarse usando las ecuaciones 5.2 y 5.3, evitando así,
la necesidad de dibujar cualquier punto sobre el perímetro del lugar geométrico.
Los lugares geométricos circulares respecto a BH1 y BH2 se intersectan en dos puntos, N1 y N2,
que dan dos posibles orientaciones de la normal al sistema de discontinuidades intersectando los
barrenos. El ángulo entre BH3 y N1 es de 113° medido internamente y 67° medido externamente,
los ángulos correspondientes para N2 son 38° y 142°. El ángulo agudo de 67° concuerda con el
valor medido en el barreno 3 y confirma que N1 representa la orientación correcta. La
orientación/echado de esta normal son 082/15, dando la dirección del echado/echado del conjunto
como: 262/75.

5.3.2 Método del pequeño círculo medio


Este método utiliza los pequeños círculos de la red. Estos pequeños círculos representan los
lugares geométricos construidos sobre un eje horizontal norte-sur. El ángulo cónico para un
pequeño círculo particular, está dado por el ángulo de pitch asociado con este pequeño círculo.
Con el objeto de utilizar estos pequeños círculos es necesario hacer una rotación auxiliar con el
objeto de hacer que cada barreno este temporalmente horizontal y alineado con el diámetro
norte-sur de la red. Esto se logra más fácilmente colocando los dos barrenos sobre su gran círculo
común y entonces rotarlos sobre la horizontal alrededor del diámetro norte-sur de la red. Este eje
de rotación corresponde a la dirección del rumbo del plano que contiene los dos barrenos. Cada
barreno ahora horizontal, se coloca a su vez, en el diámetro norte-sur de la red, de modo que el
pequeño círculo, con un ángulo de pitch correspondiente al ángulo cónico apropiado, se puede
trazar desde la red. Cada círculo pequeño está en dos mitades: una medida desde el punto norte
de la red y la otra desde el punto sur.
Como antes, los pequeños círculos para dos barrenos se intersectarán, para definir dos o cuatro
posibles orientaciones para la normal al conjunto de discontinuidades. Sin embargo, primero es
necesario, invertir la rotación auxiliar descrita anteriormente, antes de tratar de leer las posibles
orientaciones del conjunto de discontinuidades. Los datos de un tercer barreno se pueden
aprovechar, como se describió en la sección anterior para decidir cual de las posibles
orientaciones es la correcta.

69
Figura 5.5 Análisis de datos a partir de barrenos no paralelos usando el método del pequeño círculo completo (Ejemplo5.2)

La figura 5.6 ilustra el método del pequeño círculo medio usando los datos del ejemplo 5.2.
Primero se hace una rotación auxiliar, con el objeto de hacer un par de los 3 barrenos BH1, BH2 y
BH3 temporalmente horizontales. En este caso, se escogieron los barrenos 2 y 3, requiriéndose
una rotación de 44° sobre el eje horizontal de orientación 105°. Esto da los puntos BH'2 y BH'3
sobre el perímetro de la proyección; los puntos BH"2 y BH"3 se marcan diametralmente opuestos
a los puntos BH' 2 y BH'3 respectivamente. Los puntos BH'2 y BH"2 ahora se pueden colocar en el
diámetro norte-sur de la red de modo que el pequeño círculo correspondiente al ángulo cónico de
43° pueda trazarse en dos mitades. Este proceso se repite para un ángulo cónico de 67° medido
desde BH'3 Y BH''3. Los pequeños círculos para los barrenos 2 y 3 se intersectan en 4 puntos: de
N'1 a N'4. Las orientaciones reales de éstos puntos se encuentran invirtiendo la rotación auxiliar
de 44°, sobre el eje de 105°, para dar los puntos de N1 a N4. Estos 4 puntos forman ángulos
agudos de 59°, 24°, 76° y 79° con BH1. Esto demuestra que N1, es la orientación correcta de la
normal a la discontinuidad, dando, como antes, la dirección de echado/echado como 262/75.

70
Figura 5.6 Análisis de datos a partir de barrenos no paralelos usando el método del pequeño círculo medio (Ejemplo 5.2)

5.4 El uso de planos de referencia


Los métodos descritos para el análisis de datos en secciones previas dependen de la información
proveniente de 2 o más barrenos. En muchas investigaciones de campo los barrenos
deliberadamente se espacían ampliamente, con el fin de asegurar una muestra representativa de
los diversos tipos de rocas. En tales casos, un conjunto de discontinuidades puede cambiar su
orientación, o aún, desaparecer completamente, entre un barreno y el siguiente. Esto hará que los
diversos métodos de análisis para barrenos, descritos anteriormente resulten inaplicables.
La orientación real de una discontinuidad se puede determinar con un solo barreno, con tal de que
se disponga de información adicional, que permita establecer la orientación real del núcleo. En
ausencia de dispositivos para conocer la orientación del núcleo, se puede obtener dicha
información adicional de planos de referencia presentes en el núcleo del barreno. Cualquier
sistema de rasgos planares persistentes y reconocibles cuya orientación se conoce y es uniforme a

71
través de la masa rocosa, se pueden usar como planos de referencia, siempre y cuando se pueda
establecer la orientación real a partir de medidas en un barreno o en un frente rocoso. La
estratificación y hendiduras pueden proporcionar excelentes planos de referencia en masas
rocosas que no han sufrido plegamiento posterior.
Una introducción para el empleo de los planos de referencia consiste en tomar físicamente un
tramo de núcleo, alinearlo en forma correcta, paralelo al eje del barreno, y luego girarlo hasta que
el plano de referencia se sitúe en su orientación real. El núcleo quedará orientado como si
estuviera en la masa rocosa antes de perforar el barreno. La orientación de las diversas
discontinuidades que intersectan el núcleo pueden, por consiguiente, medirse directamente
utilizando un clinómetro adecuado. Este método resulta impráctico, si el tramo de núcleo es
demasiado frágil debido a la presencia de discontinuidades y zonas de debilidad, o bien, si los
planos de referencia están demasiado espaciados. El método alternativo, descrito abajo, se basa
en medidas tomadas desde el núcleo cuando está dentro de la caja donde se guardan para su
cuidado. Esto tiene la ventaja de reducir la a1teración del núcleo durante el procedimiento de
registro. Los datos obtenidos del núcleo son procesados usando métodos de proyección
hemisférica.
Antes de proceder con la descripción de los métodos, es necesario considerar las bases
geométricas para el análisis. La figura 5.7 muestra las formas elípticas generadas cuando un
tramo de núcleo es intersectado por rasgos planares, cuyas normales no son paralelas al eje del
barreno. El eje menor de cada elipse generada por un rasgo planar dado es siempre un diámetro
del barreno, y por consiguiente es normal al eje del barreno. Este eje menor es también, por
definición, normal al eje mayor de la elipse. Ambos ejes, el mayor y el menor de la elipse, son
paralelos a los rasgos planares dados y por lo tanto forman un ángulo de 90° con la normal al
plano. Se deduce, por lo tanto, que el eje el barreno, el eje mayor de la elipse y la normal al rasgo
planar dado son coplanares debido a que cada uno es normal al eje menor de la elipse. El semi-eje
mayor más distante del collarín del barreno será usado como una línea de referencia importante
en el análisis que se describe más adelante. Esta línea se designará Mr para el plano de referencia
y como Md para una discontinuidad plana de orientación desconocida. El ángulo, medido en un
plano normal al eje del barreno, de Mr a Md, medido en el sentido de las manecillas del reloj
mirando en el sentido de la perforación (de arriba hacia abajo) es θ.
En la práctica, es fácil identificar donde intersecta Mr a la superficie del núcleo y transferir su
posición angular a lo largo del tramo del núcleo, dibujando una línea paralela al eje del barreno.
Los puntos análogos para los semiejes Mdl, Md2,… producidos por intersecciones con
discontinuidades de orientación desconocida pueden ser identificados en forma similar y
marcados en la superficie del núcleo. Cada ángulo θ, se puede determinar midiendo la distancia
física l sobre el perímetro del núcleo desde Mr hasta Md. El ángulo θ en grados, está dado por:
θ = 360 l / π D

Donde D, es el diámetro del núcleo. Los diversos ángulos δ1, δ2,… entre la normal a cada plano
de discontinuidad y el eje del barreno se pueden medir aplicando el método descrito
anteriormente y mostrado en la figura 5.1. Los datos de entrada restantes requeridos son la
orientación y echado del barreno, αb y βb, así como la dirección del echado y echado del plano de
referencia, αdr y βdr. Se supone que estas orientaciones son conocidas.

72
Figura 5.7 Bases geométricas para el uso de planos de referencia en el análisis de datos de barrenos

El primer paso en el análisis consiste en trazar sobre una proyección hemisférica inferior el punto
BH, que representa el eje del barreno de orientación/echado (αb/βb). El gran círculo y la normal,
Nr, del plano de referencia de dirección del echado/echado (αdr/βdr) conocidos, también se trazan.
El punto Mr, que representa el eje mayor de la intersección elíptica entre el núcleo del barreno y
el plano de referencia, se coloca en el gran círculo del plano de referencia en un punto ubicado en
el mismo plano que (ejemplo sobre el gran círculo conteniendo a) BH y Nr. El punto Mr puede
ahora dibujarse. El análisis subsecuente se realiza mejor haciendo temporalmente vertical el
barreno. Esta rotación auxiliar se logra colocando BH en el diámetro este-oeste de la red y
entonces girándolo un ángulo de 90°-βb a lo largo de este diámetro directamente al centro de la
proyección. (En casos raros donde el barreno ha sido proyectado hacia arriba, esta rotación al
centro se lleva a cabo por el perímetro de la red a través del ángulo exterior 90° +βb). El punto Mr
es girado en la misma dirección, sobre el mismo eje y en igual cantidad que BH, obteniéndose el
punto M'r. El perímetro de la proyección representa ahora el plano normal al eje del barreno en el
cual se midió el ángulo θ. Por consiguiente, el ángulo θ se puede medir en el sentido de las
manecillas del reloj alrededor del perímetro de la red, a partir del radio que contiene M'r para
definir el radio que contiene M'd, el semieje mayor de la discontinuidad de orientación
desconocida. El punto M'd se dibuja con un ángulo δ medido a lo largo de este radio, desde el
perímetro de la red, como si fuera un ángulo de echado. La normal a la discontinuidad N'd, se
dibuja con un ángulo de 90° desde M'd medido en el plano que contiene el eje del barreno y M'd.

73
Este plano está representado por un diámetro de la red, ya que el eje del barreno está en el centro
de la proyección. Ahora se puede obtener la orientación real de la discontinuidad invirtiendo la
rotación auxiliar, descrita arriba, del punto N'd para dar Nd, la normal al plano de discontinuidad.
Es posible analizar algunas discontinuidades en un sólo diagrama ya que todas ellas serán
relacionadas al mismo plano de referencia y, por lo tanto, sufren la misma rotación auxiliar.

Ejemplo 5.3 (Figura 5.8)


Un tramo de núcleo de un barreno, con una orientación/echado de (153/69), es intersectado por
un plano de referencia de dirección del echado/echado 247/41. Las medidas angulares tomadas de
la elipse generada por la intersección de una discontinuidad plana con el núcleo dió los siguientes
valores: θ = 86°, δ= 32°. Encuentre la orientación del plano de discontinuidad.
El primer paso consiste en dibujar los datos disponibles: el eje del barreno BH, la normal al plano
de referencia Nr y su gran círculo. El gran círculo que contiene Nr y BH se traza y su intersección
con el gran círculo del plano de referencia se marca. Esta intersección, designada Mr en la figura
5.9, representa el eje mayor de la intersección elíptica entre el núcleo del barreno y el plano de
referencia.
La rotación auxiliar se logra colocando BH en el diámetro este-oeste y luego se mueve al centro
de la red con un ángulo de 21°. El punto Mr, el cual se gira sobre el mismo eje que BH, se mueve
2l° a lo largo de un pequeño circulo al punto M'r. El ángulo θ, de 86°, se mide en el sentido de las
manecillas del reloj desde el radio que contiene M’r para definir el radio que contiene M'd. Este
último punto representa el eje mayor de la elipse para el plano de discontinuidad. El punto M'd se
traza con un ángulo δ=32° desde el perímetro de la red, medido de la misma manera que un
ángulo de echado. La normal al plano de discontinuidad, N'd, se dibuja a 90° desde M'd medido a
través de un diámetro de la red. En esta etapa, no hay necesidad de dibujar el punto M'd, debido a
que N'd se puede dibujar directamente, a un ángulo de 32° del eje del barreno (situado en el
centro de la proyección), medido hacia afuera a partir de M'd a lo largo del diámetro de la red que
contiene M'd. Finalmente el punto N'd se recupera mediante una rotación auxiliar de 21° para
definir Nd, la normal del plano de discontinuidad. Esto da la dirección del echado/echado del
plano como 319/52.

5.5 Análisis del núcleo orientado


El método descrito anteriormente se puede usar, con pequeñas modificaciones, para procesar los
datos obtenidos del núcleo una vez que ha sido orientado mediante algún dispositivo mecánico o
eléctrico bajo el barreno. La forma más conveniente de aprovechar la información obtenida del
dispositivo es marcar una línea de referencia, paralela al eje del barreno, a lo largo de la
superficie del núcleo. La posición circunferencial de ésta marca de referencia se define por la
orientación de una línea imaginaria arbitraria, Lr, construida en el plano normal al eje del barreno
desde el centro del núcleo hasta la marca de referencia. En un barreno vertical, Lr correspondería
a la dirección norte, en cuyo caso la marca de referencia nos daría el azimut norte en el perímetro
del núcleo. En un barreno inclinado, Lr comúnmente sería la línea de máxima inclinación del
plano normal al eje del barreno. En éste caso la marca de referencia representaría el "punto del
fondo" del núcleo, en otras palabras la línea que trazaría una pelota que cayera libremente hacia
el fondo del barreno.

74
Figura 5.8 Uso de un plano de referencia en el análisis de datos de barrenos (Ejemplo 5.3)

Durante el análisis de los datos, la línea Lr puede usarse exactamente de igual modo que la línea
Mr mencionada al principio. En particular, el ángulo θ se puede medir, desde la marca de
referencia, definida por Lr, a Md como se ilustra en la figura 5.7. El método de análisis, que es
básicamente el mismo ya descrito, se explica mejor mediante un simple ejemplo.

Ejemplo 5.4 (Figura 5.9)


Una muestra de un núcleo de un barreno, de orientación/echado de 293/55, tiene una marca de
referencia construida en un "punto del fondo” del núcleo. Las medidas angulares tomadas de la
elipse generada por la intersección de una discontinuidad plana con el núcleo arrojaron los
siguientes valores: θ = 237°; δ = 49°. Encontrar la orientación del plano de discontinuidad.
Como antes, primero se dibuja el eje del barreno, BH, y la línea de máxima inclinación, Lr, del
plano normal al eje del barreno. La rotación auxiliar de 35° lleva a BH al centro de la proyección,
mientras que el punto Lr se mueve a L'r sobre el perímetro de la proyección. El ángulo θ de 237°

75
se mide en la dirección de las manecillas del reloj desde L'r para definir el radio que contiene M'd.
De nuevo, M'd se dibuja con el mismo valor de δ (en este caso de 49°) desde el perímetro de la
proyección y la normal al plano de discontinuidad, N'd, se traza a 90° desde M'd. Finalmente, N'd
se recupera mediante una rotación auxiliar de 35° al punto Nd, el cual da la dirección del
echado/echado como 027/40.

Figura 5.9 Uso de una marca de referencia en el análisis de datos de barrenos (Ejemplo 5.4)

76
6. ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE DATOS DE ORIENTACIÓN
6.1 Introducción

La orientación de las discontinuidades en una masa rocosa se puede determinar usando los
métodos explicados en los barrenos del capítulo 5 o, de manera alterna, puede medirse en un
frente rocoso expuesto ya sea sobre o bajo el terreno. Generalmente lo más deseable es tomar
varios cientos de medidas de orientación en cierto lugar, lo que permite el empleo del análisis
estadístico. En vista de esto, es importante que el proceso del muestreo sea lo mas objetivo
posible. Para un tramo de núcleo esto se puede lograr midiendo todas las discontinuidades que
intersectan al núcleo. En un frente rocoso es una práctica común imponer un régimen de
muestreo lineal similar, midiendo todas las discontinuidades que intersectan una línea de
muestreo o línea de exploración sobre el frente rocoso. Esta línea de exploración, es comúnmente
un patrón de medida fijo vertical u horizontalmente sobre el frente rocoso. Los datos de
orientación de las discontinuidades, obtenidas ya sea en un barreno o en un frente rocoso, se
pueden representar gráficamente en una proyección hemisférica. La manera más simple de hacer
esto es trazar puntos que representen las normales a cada uno de los planos de discontinuidad
medidos. Igualmente, se pueden usar símbolos de diferentes formas para representar los diversos
tipos de discontinuidades (juntas, planos de estratificación, fallas, etc.) y emplear diferentes
tamaños de símbolos para representar el rango de tamaño de las discontinuidades. La figura 6.1
muestra un ejemplo de una gráfica dibujada como ya se indicó. Diagramas de este tipo tienen un
gran impacto visual y son de gran ayuda cuando se trata de conocer la estructura de una masa
rocosa discontinua. En particular, permiten identificar grupos de discontinuidades subparalelas, o
“familias”, que pueden tener gran influencia en el comportamiento de la masa rocosa. La
orientación promedio o alguna otra orientación representativa, para cada familia de
discontinuidades pueden usarse en análisis subsecuentes de estabilidad. Es conveniente notar que
si las líneas de máxima inclinación de los planos de discontinuidad son trazadas además de sus
normales, la línea promedio de máxima inclinación no será, en general, equivalente a la promedio
normal. En la mayoría de los casos, es preferible trazar solamente las normales a la
discontinuidad.
Antes de interpretar las gráficas de la proyección hemisférica de los datos de orientación de las
discontinuidades, es importante reconocer que cualquier régimen de muestreo lineal desviará el
muestreo obtenido. Lo más importante de estas desviaciones es lo siguiente:
(a) La línea de muestreo tenderá a intersectar preferentemente las discontinuidades más
grandes o más persistentes.
(b) La línea de muestreo tenderá a intersectar preferentemente aquellas discontinuidades
cuyas normales forman un pequeño ángulo con la línea de muestreo.
Se podría argumentar que la primera desviación anotada arriba, proporciona un énfasis válido de
las discontinuidades más grandes y por lo tanto más importantes desde el punto de vista
estructural. La naturaleza de esta desviación ha sido explicada por Priest y Hudson (1981),
quienes también sugieren la manera de cuantificar el desvío y tomarlo en cuenta en caso
necesario. El segundo desvío, discutido por Terzaghi (1965) y también por Hudson y Priest
(1983), tiene una influencia importante en los datos de orientación obtenidos a partir de una
exploración lineal.

78
Figura 6.1 Ejemplo de un trazo hemisférico inferior de discontinuidades normales

6.2 Desviaciones del muestreo impuestas por una exploración lineal

Consideramos una sola familia de discontinuidades planas paralelas de dirección del


echado/echado (αd/βd). Se supone que la frecuencia de las discontinuidades de éste sistema,
intersectadas por una línea de muestreo que es normal al sistema, es λ por unidad de longitud.
Una línea de muestreo de alguna orientación/echado (αs/βs) encontrará una frecuencia de
discontinuidad λs que es menor o igual a λ. La figura 6.2 representa un diagrama de esta familia
de discontinuidades, construido en un plano que contiene la normal a la familia así como la línea
de muestreo de orientación general. El ángulo agudo entre la línea de muestreo y el sistema
normal es δ. Una línea, de longitud l, paralela a la familia normal, puede, para valores grandes de
l, intersectar un número de N discontinuidades dadas por:
N=λl

Una línea general de muestreo, con un ángulo δ con la familia normal, tendría una longitud
l/cosδ, con el fin de intersectar las mismas discontinuidades N. Por lo tanto, la frecuencia
observada a lo largo de la línea de muestreo está dada por:
N cos δ
λs =
l
79
pero
λ=N/l
por lo tanto
λs = λ cosδ (6.1)

Esto demuestra que el número de discontinuidades de una familia dada, intersectada por una línea
de muestreo, que forma un ángulo agudo δ con la familia normal, disminuye al aumentar el valor
de δ y se aproxima a 0 cuando δ se aproxima a 90°. Por lo que los datos de orientación del
muestreo lineal podrían desviarse severamente.

Figura 6.2 Familia de discontinuidades intersectadas por una línea de muestreo de orientación general

Ahora es posible considerar el caso general donde hay m familias, cada una conteniendo
discontinuidades planas paralelas. La orientación y echado de la línea de máxima inclinación de
la i-ésima familia son αdi/βdi, la frecuencia a lo largo de la normal a esta i-ésima familia es λi y el
ángulo agudo entre la normal de la i-ésima familia y la línea de muestreo es δi, donde i = 1, 2, 3
,..., m. Aplicando la ecuación 6.1, la frecuencia λsi de la i-ésima familia, medida a lo largo de la
línea de muestreo, está dada por:
λsi = λi cosδi (6.2)

La frecuencia total λs, a lo largo de la línea de muestreo está dada por la suma de las
componentes de la frecuencia λsi como sigue:
m
λ s = ∑ λ si
i =1

El tamaño total del muestreo, Ns, obtenido de una línea de muestreo de longitud ls, esta dado por
λsls. El número Nsi de discontinuidades de la i-ésima familia en este muestreo está dado por λsils
y, por consiguiente, de acuerdo con la ecuación 6.2 depende en parte del valor de λi y del ángulo
δi. Aunque es apropiado que el tamaño de la muestra para esta i-ésima familia reflejaría la
frecuencia normal para el sistema, no es razonable que también dependiera del ángulo arbitrario

80
δi. Terzaghi (1965) sugirió que ésta dependencia podría conducir a errores al interpretar los
resultados de exploración de discontinuidades. En el caso teórico donde todas las
discontinuidades dentro de una familia dada sean paralelas, ésta dependencia se puede eliminar
dividiendo Nsi por cosδi a fin de obtener un tamaño medio de muestra Ni como sigue:
Ni = Nsi / cosδi = λsils (6.3)

En la práctica, las discontinuidades nunca están orientadas en familias perfectamente paralelas,


por lo que es necesario tratar cada discontinuidad por separado. Con el fin de aplicar el análisis
descrito, es conveniente, considerar cada discontinuidad por separado como miembro de una
familia diferente. El número de familias será, por lo tanto, el mismo que el número de
discontinuidades muestreadas y el tamaño del muestreo, Nsi para cada familia, será igual a la
unidad. Usando la ecuación 6.3, el tamaño medio de la muestra, para la i-ésima discontinuidad,
está dado por 1/cosδi. Cuando se aplica a una sola discontinuidad, el tamaño medio de la muestra
será referido como un "factor medio" w, el cual, acompañado con el subíndice i, se define como
sigue:
w = 1/cosδ

donde δ es el ángulo agudo entre la normal a una discontinuidad dada y la línea de muestreo. El
factor w puede ser calculado analíticamente como sigue, aplicando la ecuación 6.1,
1
w=
cos (α n − α s ) cos β n cos β s + senβ nsenβ s
(6.4)

donde αs y βs son la orientación y echado de la línea de muestreo y αn y βn son la orientación y


echado de la normal al plano de discontinuidad, lo cual puede encontrase a partir de la
orientación y echado de la línea de máxima inclinación del plano, como se explicó en el Capítulo
1. El signo del “valor absoluto” se usa para evitar la generación de valores negativos de w.
Alternativamente, el ángulo δ se puede medir directamente en la proyección hemisférica en la
forma usual. De hecho conviene construir varios lugares geométricos con incrementos angulares
adecuados de la línea de muestreo, aplicando los métodos de construcción explicados en la
sección 5.2, y para aplicar un factor medio constante para todos los puntos dato en un incremento
dado. Cualquiera que sea el método usado para calcular w, es necesario anotar cada una de las
normales a la discontinuidad, para indicar su factor medio, en la proyección hemisférica inferior.
La interpretación del diagrama resultante debe ser compatible respecto a los factores medios
resultantes. Hay, sin embargo, dos complicaciones, analizadas más adelante, asociadas con esta
alternativa.
Si la línea de muestreo llegara a intersectar una sola discontinuidad cuya normal forma un ángulo
de casi 90° con la línea, entonces el factor medio resultaría muy grande. Este gran factor podría
producir una concentración totalmente falsa de discontinuidades normales en la proyección y a su
vez daría lugar a una interpretación errónea del arreglo de la discontinuidad. Se requeriría
entonces líneas adicionales de muestreo, normales a las primeras, para verificar si en realidad
había concentración de discontinuidades normales a la orientación analizada. Una posterior y más
seria complicación, que aparecería del uso de factores medios es que cada uno de los puntos dato
en la proyección hemisférica estarán asociados con una variación del factor medio, en teoría, de
1 a más de 50 cuando δ = 89°. Por consiguiente, aunque los datos han sido corregidos para
eliminar la desviación del muestreo, el impacto visual de la matriz resultante de los números será
deficiente.

81
El resto de este capítulo será dedicado a explicar los 3 métodos siguientes de atacar el problema:
(a) Reducir al mínimo la desviación durante el proceso de muestreo.
(b) Procesar los datos posteriores, mediante contornos.
(c) Procesar los datos analíticamente sobre una base estadística.

La forma más fácil de minimizar la desviación mientras se muestrea es estableciendo cuando


menos 3 líneas de muestreo ortogonales entre sí, de aproximadamente la misma longitud, en un
lugar dado. Cualquier discontinuidad que tienda a ser ignorada por una línea de muestreo, en
virtud de tener un ángulo grande δ, tenderá a ser muestreada preferentemente por una o ambas de
las otras líneas de muestreo. Esta tendencia de la desviación del muestreo a cancelarse, quiere
decir que los datos agregados para las líneas de muestreo proporcionarán una representación
razonable del origen de la discontinuidad. Sin embargo, en teoría, la desviación del muestreo, no
es completamente eliminada. Consideremos, por ejemplo, 3 líneas de estudio a, b y c ortogonales
entre sí, cada una de 10 m de largo, las cuales intersectan un sistema persistente de
discontinuidades planas y paralelas cuya frecuencia a lo largo del sistema normal es 8.4 m-1. Sean
δa,δb y δc respectivamente los ángulos agudos entre el sistema normal y las líneas de muestreo a,
b y c. Si δa=0 y δb=δc=90°, entonces, aplicando la ecuación 6.2, aproximadamente 84
discontinuidades de éste sistema estarían presentes en el agregado de la muestra de las 3 líneas de
estudio. En el otro extremo, si δa=δb=δc=arc cos(1/√3)=54.74°, de nuevo, aplicando la ecuación
6.2, aproximadamente 145 discontinuidades de este sistema estarían presentes en el agregado de
la muestra. Esta desviación residual, aunque todavía significativa, es considerablemente menor
que la asociada con una sola línea de estudio. El empleo de líneas de estudio ortogonales tiene un
atractivo adicional, en el sentido de que no hay necesidad de aplicar ningún factor medio; los
datos de orientación se pueden dibujar simplemente como se muestra en la figura 6.1 e
interpretarse sin procesamiento posterior. Desde un punto de vista práctico geológico, cualquier
orientación (u orientaciones) preferentes en el arreglo de la discontinuidad, deberán ser evidentes
como grupos de normales en dicho diagrama. Desde luego, el empleo de un procesamiento
posterior y contorneo de curvas de nivel, a menudo tiene efecto negativo oscureciendo los datos
originales y generando concentraciones erróneas. En opinión del autor, las curvas de nivel
solamente se pueden justificar en casos en que la aplicación de factores medios haya generado
una matriz de números en la proyección hemisférica, que inevitablemente tiene poco impacto
visual.

6.3 Método para configurar curvas de nivel

Para realizar el plano de contornos de los datos de orientación, es necesario desarrollar un


proceso de 3 etapas:
1) Cada normal de la discontinuidad se dibuja, en conjunto con su factor medio asociado,
en una proyección hemisférica inferior.
2) Se coloca sobre los datos, una ventana de muestreo, para generar una matriz de valores
medios variables, representando la variación en la concentración de las normales de las
discontinuidades sobre la proyección.
3) Los valores medios variables se contornean en cierto intervalo apropiado.

Donde hay una gran cantidad de puntos, el proceso puede ser muy laborioso y tardado, es mejor
realizarlo en una computadora que tenga capacidad para graficar. Sin embargo, las curvas de

82
nivel se pueden trazar manualmente si se desea. El siguiente método, es probablemente el más
simple de los que hay disponibles.
La primera etapa incluye el trazo de las discontinuidades normales, así como los factores medios
asociados para la línea de muestreo apropiada, sobre la proyección hemisférica inferior. Aunque,
en teoría, debería usarse una proyección de áreas iguales, ya que ello minimiza los efectos de
distorsión de área, en la práctica hay poco que escoger entre los resultados obtenidos de ésta y
una proyección de ángulos iguales (Hoek Brown, 1980). No existe claramente propósito alguno
en usar tamaños y formas diferentes de símbolos, como se muestra en la figura 6.1 para
representar diferentes tamaños y tipos de discontinuidades ya que los datos originales serán
reemplazados por el diagrama de contornos. Para una cierta línea de muestreo, el tamaño medio
de la muestra es simplemente la suma de todos los factores medios separados w, calculados
mediante la ecuación 6.4, para cada una de las discontinuidades intersectadas por la línea de
muestreo. Si los datos de algunas líneas de muestreo se dibujan en el mismo diagrama, el tamaño
medio total de la muestra es la suma de los valores separados w para cada línea de muestreo.
Un promedio variable se obtiene encontrando aquella submuestra media total que aparece dentro
de una pequeña ventana, colocada sobre los puntos en la proyección. Es conveniente diseñar una
ventana, de modo que su área sea el 1 % del área de proyección. Si se usa una ventana circular
por consiguiente, debe tener un radio a, de un décimo del radio de la proyección. El uso de una
ventana de tamaño constante impone una ligera distorsión. Por ejemplo, si se ha usado una
proyección de ángulos iguales, una ventana circular de 1 % localizada en el centro de la
proyección da un ángulo sólido aproximado de 23°; y cerca del perímetro, el ángulo es de
aproximadamente 12°. Los ángulos correspondientes para una proyección de áreas iguales son
aproximadamente de 16° y 22°, respectivamente. Esto demuestra que la distorsión disminuye,
pero no es totalmente eliminada cuando se usa una ventana circular en una proyección de áreas
iguales. Idealmente, para eliminar esta distorsión, es necesario cambiar el área (o, en una
proyección de áreas iguales, la forma) de la ventana en función de su distancia desde el centro de
la proyección. En la práctica, éste refinamiento raramente se justifica, ya que los contornos
elaborados en computadora se pueden usar cuando se requiere un resultado preciso.
El siguiente método considera el empleo de una ventana circular de conteo; éste circulo contador
puede dibujarse ya sea en papel dibujo o bien, cortado de una hoja de acetato. Antes de empezar
con el proceso de conteo, se requiere construir una rejilla cuadrada, con un espaciamiento lineal a
para disponer de puntos de referencia para el círculo de conteo.
Esta rejilla se dibuja en papel transparente y se fija en la parte superior de la proyección que
contiene los puntos que se van a contornear. Finalmente, se traza en una hoja de papel
transparente, que contenga el círculo de proyección y el punto que indica el norte, se coloca sobre
la rejilla como se muestra en la figura 6.3a. El círculo de conteo se coloca con su centro en un
punto de la intersección de la rejilla y se calcula el promedio total de la submuestra dentro del
círculo. Si los factores promedio se han aplicado a los polos, esto incluirá sumar todos los valores
medios separados para los polos que quedan dentro del círculo de conteo. Esta submuestra total
se expresa como un porcentaje del tamaño de la muestra total y se registra en el punto de la rejilla
en la cubierta. La figura 6.3b, muestra las posiciones de traslape, para el círculo de conteo cuando
su centro se desplaza sucesivamente sobre cada punto de la rejilla cuadrada. Si el tamaño total de
la muestra en la figura 6.3a es, digamos 275.63, entonces los porcentajes de valores promediados
por el 1 % del área de la proyección, son los mostrados en la figura 6.3b. Estos valores de
porcentaje deben marcarse cerca del punto de la rejilla, en el centro del círculo de conteo. Por
supuesto, solo es necesario usar el contador en áreas donde haya al menos un polo. Cuando el
círculo contador está cerca del borde de la red, cualquier parte del círculo que se prolongue más
allá del perímetro debe reingresar en un punto diametralmente opuesto. Esto hace necesario

83
operar el círculo contador en dos partes separadas; esto se logra cortando dos círculos en una hoja
de acetato, con sus centros separados por un diámetro, como se muestra en la figura 6.3a.
Comúnmente resulta útil registrar el valor resultante del porcentaje en ambos círculos, cuando se
opera en el perímetro de la red de esta forma.

Figura 6.3 Configuración de datos de orientación promediados usando una ventana circular de 1% de área

Cuando el proceso de conteo esta completo, la cubierta, que contiene la matriz de los porcentajes,
se puede remover y configurar. Un intervalo de contornos del 1 %, comúnmente es satisfactorio

84
para la mayoría de los propósitos, aunque se puede requerir un intervalo del 2 %, donde hay un
agrupamiento significante de las normales. El proceso de configurar más bien es una cuestión de
juicio personal y habilidad. Es importante recordar, sin embargo, que si un contorno dado cruza
el perímetro de la proyección, debe reingresar a la proyección en un punto diametralmente
opuesto. Finalmente, las zonas entre contornos, pueden sombrearse para hacer resaltar las
diferentes concentraciones, como se muestra en la figura 6.4. Se anotó al principio que la
corrección de la desviación del muestreo puede producir grandes anomalías de los factores
medios cuando el ángulo δ se aproxima a 90º. Esto, a su vez, puede conducir a altas
concentraciones en el diagrama de contornos resultante. Tales concentraciones se deben tratar
con precaución, a menos que se puedan verificar mediante líneas de muestreo adicionales.
En muchas aplicaciones de la mecánica de rocas, es necesario identificar grupos de
discontinuidades, que representan familias de discontinuidades subparalelas. Estas familias
comúnmente se le aplicará el valor representativo de una sola orientación. Para fines prácticos
esta orientación representativa puede evaluarse visualmente como el “centro de gravedad” de un
conjunto de normales, o bien, como la "concentración mas alta" de un área, en un diagrama de
curvas de nivel. Esta alternativa, sin embargo, no permite medir el grado según de como las
normales están agrupadas. Además, puede ser difícil evaluar la orientación representativa de un
conjunto, que no es simétrico o está ampliamente distribuido sobre la proyección. En tales casos,
se requiere de una aproximación estadística más rigurosa.

Figura 6.4 Configuración de una proyección hemisférica inferior

85
6.4 Análisis de agrupamiento de los puntos normales de las discontinuidades

Existen varios métodos estadísticos diferentes, que pueden aplicarse al análisis de la orientación
de discontinuidades en tres dimensiones. El más importante de éstos fue explicado por Krumbein
y Graybill (1965), Koch y Link (1971) y Ti (1974). Algunos de estos métodos se basan en
modelos estadísticos altamente sofisticados, a fin de discriminar los grupos de discontinuidades
normales que se traslapan, para determinar orientaciones representativas y obtener una medida
del grado de agrupamiento dentro de cada familia. Estas aproximaciones estadísticas están más
allá del objeto de este trabajo y, como se describen en otras obras, no se consideran
posteriormente. Existe, sin embargo, una referencia descrita más adelante, muy simple y que se
adapta bien a problemas de la mecánica de rocas.
Una muestra de una discontinuidad típica, puede contener varios cientos de valores de
orientación, obtenidos en varias líneas de muestreo de datos en diferentes orientaciones. El
primer paso en el análisis consiste en trazar cada discontinuidad normal como un solo punto en
una proyección hemisférica inferior. En vista de que el análisis subsecuente se realiza mejor por
computación, es conveniente dibujar éstos datos de orientación, usando gráficas construidas por
computadora, en lugar de hacerlas a mano. La teoría básica para graficar por computadora se
explica más adelante.
Los datos origen, dando la orientación de una discontinuidad dada, comúnmente se expresaran en
términos de la orientación αd y el echado βd de su línea de máxima inclinación. La orientación αn
y el echado βn de la normal a esta discontinuidad están dadas por:

αn = αd ±180° 0° < αn < 360° (6.5)


βn = 90° - βd (6.6)

Es necesario asegurarse que αn se sitúe entre 0° y 360° solamente cuando los datos se van a
dibujar a mano.
La figura 6.5a muestra un área circular de proyección de radio R, relacionada a un sistema de
coordenadas cartesianas x, y en el cual el sentido positivo de x es horizontal hacia el este
(orientación 90°) y el sentido positivo y es horizontal hacia el norte (orientación 0°). Las
coordenadas cartesianas x, y de la proyección de la normal a la discontinuidad, de
orientación/echado αn/βn, están dadas en la tabla 6.1, para las proyecciones de ángulos iguales y
áreas iguales.

86
Figura 6.5 Sistema de coordenadas cartesianas

Tabla 6.1 Coordenadas cartesianas x, y de un punto en una proyección hemisférica inferior de


radio R.
x y
Proyección de ángulos iguales R sen αn tan (45 - βn/2) R cos αn tan (45 - βn/2)
Proyección de áreas iguales R√2 sen αn cos (45 + βn/2) R√2 cos αn cos (45 + βn/2)

Las expresiones en la tabla 6.1 se pueden usar como base para elaborar un simple programa de
computación, que dibuje una proyección hemisférica inferior, de la muestra completa de los
puntos normales a los planos de discontinuidad, ya sea que se procese por computadora o en
forma manual, el diagrama resultante se usa para identificar las orientaciones de los límites
aproximados de los diversos sistemas de discontinuidades. Si los datos de orientación están
dispersos, las zonas cubiertas por sistemas adyacentes se pueden traslapar en cierto grado. Por
ejemplo, el sistema 1 puede parecer que ocurra entre los valores aproximados de orientación de
210° < αn < 265°, mientras que el sistema 2, puede generalmente ocurrir entre 240°< αn < 315°.
En algunos casos también será necesario especificar el rango de valores para un sistema dado.
Alternativamente el juego geométrico de las orientaciones para un sistema dado, se puede definir
como un ángulo cónico, medido a partir de un eje situado cerca de la orientación central de un

87
cierto grupo de normales. El análisis que se describe abajo, se lleva a cabo solamente en aquellas
discontinuidades que pertenecen a un sistema dado, como fue definido por los métodos
anteriores. Si existe algún traslape entre un par de sistemas adyacentes, conviene analizarlos
primero en forma separada y después juntos.
La ecuación 6.4 muestra como el factor medio w puede calcularse para una discontinuidad, que
es intersectada por una línea de muestreo de orientación/echado (αs/βs). Consideramos un grupo
de N discontinuidades, que suponemos pertenecen al mismo sistema. Dejemos la normal a la j-
ésima de estas discontinuidades tener una orientación αnj y echado βnj, y estar asociada con un
factor medio wj calculado mediante la ecuación 6.4. El tamaño total de la muestra media, Nw,
para el sistema, esta dado por:
N
Nw = ∑ wj (6.7)
j =1

Cada uno de los factores promedio wj serán mayores o iguales a 1.0; consecuentemente Nw
comúnmente será mayor que N, con valores típicos para la relación Nw/N fluctuando entre 2 y 5.
Este incremento en el tamaño efectivo de la muestra fue de poca consecuencia en la sección
previa, debido a que los diagramas de contornos fueron presentados en términos de porcentajes.
Sin embargo, cuando se estime la precisión de los datos, el tamaño de la muestra es de
importancia crítica. En vista de esto, es necesario normalizar cada uno de los factores promedio
wj, de modo que el tamaño total de la muestra promedio normalizada sea igual a N. Los factores
promedio normalizados w’j están dados por:
w'j = wj Nw/N (6.8)
de manera que:
N

∑ w'
j =1
j =N

La relación N/Nw es constante y por lo tanto no cambia los valores promedio relativos. Se
requieren dos pasos a través de los datos de orientación para el sistema; el primero para evaluar
Nw aplicando las ecuaciones 6.4 y 6.7, y el segundo para evaluar los factores medios
normalizados w’j aplicando la ecuación 6.8.
La j-ésima discontinuidad se puede representar por un vector de magnitud w’j , que sea paralelo a
la discontinuidad normal. La figura 6.5b muestra un sistema de coordenadas cartesianas en el
cual el valor positivo de x es horizontal hacia el este (orientación 90°), el valor positivo de y es
horizontal hacia el norte (orientación 0°) y el valor positivo z es vertical hacia abajo (echado de
90°). El empleo no común de este sistema, es compatible con el sistema bidimensional de la
figura 6.5a, garantizando que la proyección hemisférica inferior, existe en el lado positivo de Z
del plano xy. Las componentes cartesianas x, y, y z del punto terminal del vector nj de magnitud
w’j, el cual tiene su punto inicial en el origen y es paralelo a la j-ésima discontinuidad normal,
están dadas por njx, njy y njz como sigue:
njx = w’j sen αnj cos βnj

njy = w’j cos αnj cos βnj (6.9)

njz = w’j sen βnj

88
Se supone que la orientación representativa o normal media para este sistema, esta dada por la
orientación de la resultante de los vectores nj donde j = 1 para N. Esta aproximación tiene la
ventaja de añadir automáticamente mayor importancia a aquellas orientaciones que acarrean un
factor medio mayor. Las componentes cartesianas x, y y z, de esta resultante, o vector rn, están
dadas por rx, ry y rz como sigue:
N
rx = ∑ n jx
j =1

N
ry = ∑ n jy (6.10)
j =1

N
rz = ∑ n jz
j =1

La magnitud de rn esta dada por Rw como sigue:

Rw = √(r²x + r²y + r²z) (6.11)

La orientación αrn y echado βrn de rn son:

αrn = arctan (rx/ ry) + q (6.12)


βrn = arctan [rz/√(r²x/ r²y)] (6.13)

El parámetro q es un ángulo, en grados, que asegura que αrn se sitúe en el cuadrante correcto y en
el rango de 0° a 360°.
Este parámetro es necesario debido a que la función arco tangente de la mayoría de las
computadoras da un valor comprendido entre –90° y +90°. En la ecuación 6.12:
si rx > 0 y ry > 0 entonces q = 0

si rx < 0 y r y > 0 entonces q = 360°

para todos los demás signos de rx y ry, q = 180°

Finalmente, debe tenerse cuidado de comprobar si los denominadores en las ecuaciones 6.12 y
6.13 son iguales a cero. Si esto ocurre en la ecuación 6.12 entonces αrn es 90° si rx > 0, y es 270°
si rx < 0; un denominador cero en la ecuación 6.13 implica que βrn = 90°. Las ecuaciones 6.9 a
6.13 pueden emplearse para encontrar la orientación representativa de un grupo de
discontinuidades, en términos de la orientación αrn y el echado βrn de la normal al plano
representativo. La orientación de la línea de máxima inclinación de este plano, se puede
encontrar a partir de αrn y βrn, aplicando las ecuaciones 6.5 y 6.6.
Puede ser útil obtener alguna medida del grado de agrupamiento en un sistema dado. Este
problema lo consideró indirectamente Fisher (1953), en un análisis estadístico generalizado de
dispersión en una esfera. Su análisis no consideró el uso de factores medios para corregir la
desviación del muestreo, y de aquí que implícitamente haya supuesto que todos los valores
medios wj sean iguales a la unidad. En este caso, por consiguiente, cada vector nj es de magnitud
unitario y el tamaño de la muestra media total Nw es igual a N. Por lo tanto, no se requiere

89
normalización. Fisher definió un factor K (constante de Fisher), el cual es una medida del
agrupamiento que se estima a partir de N y Rw como sigue:

N −1
K= (6.14)
N − Rw

Si todas las discontinuidades en el sistema son casi paralelas, entonces Rw se aproxima a N y por
lo tanto K se aproxima al infinito. Si las discontinuidades están orientadas al azar entonces Rw, y
por lo tanto K, llegan a ser muy pequeños. Teóricamente, el valor mínimo de K es casi la unidad;
en la práctica K rara vez es menor que 5.
Con el objeto de corregir la desviación del muestreo, se hace necesario aplicar factores medios
que sean diferentes a la unidad. En el resto del capítulo suponemos que los métodos de Fisher son
aplicables para el análisis de datos medios si estos datos han sido normalizados, aplicando la
ecuación 6.8, para asegurarse de que el tamaño total de la muestra media normalizada es igual a
N. Los errores introducidos por este método de aproximación, son considerablemente menores
que aquellos que se generarían ignorando la desviación del muestreo.
Fisher supuso fundamentalmente que el conjunto de vectores (de los cuales nj son muestras) está
disperso al azar con respecto a alguna orientación “real”. En el presente contexto esto equivale a
la idea de que las normales a una discontinuidad están dispersas dentro de un sistema. Fisher
también supuso que la probabilidad P(θ) de un vector seleccionado al azar (esto es sin
desviación) del conjunto forma un ángulo sólido que varía de θ a θ+dθ con la orientación real
dada por la siguiente expresión:
P(θ) = v eK cos θ dθ (6.15)

donde v es un valor que incorpora los siguientes requerimientos:

(a) El área de un anillo de ancho dθ en un ángulo θ de la orientación real es proporcional al senθ.


El valor de P(θ) debe, por consiguiente, ser también proporcional a senθ.
(b) La suma de todos los valores posibles de P(θ) debe ser la unidad.

Estos requerimientos conducen al siguiente resultado:


K senθ
v= (6.16)
e K − e −K

Cuando K es grande, la distribución en las ecuaciones 6.15 y 6.16 tiende a conformar una
distribución Gaussiana isotrópica bidimensional, en la cual la variación es 1/K. Cuando el tamaño
de la muestra N es grande (aprox. mayor que 30), es posible anotar aproximaciones bastante
simples para las siguientes probabilidades:

(a) P1(<θ), la probabilidad de que un vector seleccionado al azar del conjunto forme un ángulo
sólido menor que θ con la orientación real ; y
(b) P2(<θ), la probabilidad de que el vector resultante rn forme un ángulo sólido menor que θ con
la orientación real,

90
donde:
P1(<θ) ≈ 1 – e -K(1-cosθ) (6.17)

la cual cuando se invierte da:


log e [1 − P1 (< θ )]
cos θ ≈ 1 + (6.18)
K

y
P2(<θ) ≈ 1 – e -KRw(1-cosθ) (6.19)

cuya inversa es:


log e [1 − P2 (< θ )]
cos θ ≈ 1 + (6.20)
KRw

Las ecuaciones 6.17 y 6.18, se pueden emplear para probar que tan bien se adapta el modelo de
distribución a un grupo dado de valores de orientación. Para lograr esto primero es necesario
suponer que el vector resultante rn es la mejor estimación de la orientación real desconocida.
Entonces pueden construirse lugares geométricos cónicos a intervalos convenientes de ángulo
cónico θ respecto a rn. El modelo predice que una proporción P1(<θ) de una muestra sin
desviación, podría ocurrir dentro del lugar geométrico asociado con un ángulo cónico θ. Los
valores actuales y teóricos se pueden dibujar en papel especial para obtener una evaluación visual
de la conveniencia del modelo. Si se encuentra que el modelo de distribución concuerda
razonablemente bien con los datos observados, entonces se puede aplicar las ecuaciones 6.18 y
6.20, para definir los rangos de la probable orientación de la discontinuidad en la proyección. Si
el principal interés es conocer el rango probable de las orientaciones para discontinuidades
individuales, entonces puede usarse la ecuación 6.18, asociada con P1(<θ). Si, por otra parte,
resulta más importante definir el rango probable para la orientación media del sistema, entonces
debe aplicarse la ecuación 6.20 asociada con P2(<θ). Por ejemplo, usando la ecuación 6.18, existe
el 0.8 de probabilidad de que una discontinuidad normal seleccionada al azar del sistema, se
ubicará dentro de un lugar geométrico, con centro en rn, que tenga un ángulo cónico dado por la
relación arccos[1+loge(1-0.8)/K)]. Los lugares geométricos definidos de esta manera
proporcionarían por ejemplo, una buena base para lograr un análisis de sensitividad sobre la
estabilidad de bloques de roca individuales y rígidos. Alternativamente, aplicando la ecuación
6.20, hay por ejemplo un 0.95 de probabilidad de que la orientación media real para el sistema, se
ubique dentro de un lugar geométrico con centro en rn, que tenga un ángulo cónico dado por
arccos[1+loge(1-0.95)/KRw)]. La zona definida por la ecuación 6.20, comúnmente se denomina
"zona de seguridad". En este caso hay 95% de seguridad de que la orientación media real se sitúe
en el interior del lugar geométrico específico. Los lugares geométricos así definidos,
proporcionan una buena base para evaluar la estructura de una masa rocosa dada y, en particular,
para comparar los datos obtenidos de diferentes lugares.

Ejemplo 6.1 (Tablas 6.2 y 6.3, Figuras 6.6 y 6.7)


El siguiente ejemplo hipotético sirve para ilustrar el análisis de agrupamiento ya descrito. La
tabla 6.2 es una lista de orientaciones de 162 discontinuidades obtenidas de las líneas de
muestreo 1 y 2, de orientación (349/05) y (192/10) respectivamente. La figura 6.6 es un trazo

91
sobre una red de ángulos iguales hecha por computadora donde se muestran los puntos normales
a las discontinuidades, junto con las orientaciones de las dos líneas de muestreo. La inspección
visual de esta grafica permite la división de los datos en tres familias básicas, de acuerdo con los
rangos de los puntos normales listados en la tabla 6.3. Una cuarta familia se obtuvo agregando las
familias 2 y 3. Cada uno de estas familias se analizó para determinar la orientación de la normal
media y la constante de Fisher, aplicando las ecuaciones presentadas al principio. Este análisis
primero se realizó sin promediar la orientación de la línea de muestreo y se repitió para cada
familia, ésta vez aplicando factores medios y de normalización. Este último análisis se indica por
la letra "w" en la primera columna de la tabla 6.3. Los resultados en esta tabla muestran que la
orientación de la normal media puede cambiar cuando los datos son promediados. Este efecto
solo es importante, sin embargo, para las familias que están ampliamente dispersas y por
consiguiente, tienen valores relativamente pequeños para la constante de Fisher.

Figura 6.6 Trazo en una red de ángulos iguales de discontinuidades normales (Ejemplo 6.1)

92
Tabla 6.2 Datos de orientación de varias discontinuidades (Ejemplo 6.1)
a) Línea de muestreo 1, 349/05 b) Línea de muestreo 2, 192/10
Dirección del echado/echado Dirección del echado/echado
000/38 157/71
003/68 156/69
002/68 157/73
004/49 158/76
003/32 160/63
008/77 158/80
003/47 160/71
009/85 158/84
005/77 160/72
011/77 159/75
008/72 160/79
017/24 163/74
009/76 164/77
018/24 166/85
011/52 166/80
018/87 168/79
012/27 168/71
019/74 168/82
014/72 170/77
050/58 171/84
014/80 173/73
107/69 218/26
015/78 190/67
108/81 263/10
017/50 232/66
110/72 267/10
029/76 263/20
113/67 267/34
036/67 278/68
113/68 297/61
044/18 286/24
114/70 300/56
052/56 286/53
115/72 306/46
093/57 291/25
116/63 307/14
094/77 302/26
116/66 315/33
100/65 304/17
116/68 320/17
109/68 313/21
119/68 320/22
111/71 313/27
123/69 321/31
113/62 318/33
124/77 323/27
113/74 324/24
126/48 327/24
114/67 327/17
131/68 329/21
115/69 328/62
132/75 329/31
118/70 329/23
133/69 331/25
120/54 329/27
139/64 332/16
125/77 330/38
139/72 332/44
130/64 333/28
141/52 332/60
132/81 335/23
141/77 335/38
133/67 336/44
147/71 335/47
147/73 337/35
149/75 336/25
151/72 337/46
150/70 347/47
152/66 339/31
150/81 348/23
152/70 340/26
152/57 351/30
153/72 342/22
152/72 353/11
153/74 345/30
152/73 354/61
154/78 351/38
154/71 355/42
154/89 352/16
154/75 356/36
156/74 352/26

93
Tabla 6.3 Análisis estadístico de discontinuidades normales trazadas en la figura 6.6. Ejemplo
6.1
Rango de normales Normal media
Familia o Orientación Echado Número de Constante Orientación Echado
sistema (grados) (grados) valores de Fisher (grados) (grados)
1 030 – 260 0 – 90 86 7.42 165.2 55.0
1w 7.47 113.8 57.0

2 260 – 325 0 – 90 36 36.18 299.3 22.2


2w 49.68 293.6 22.7

3 315 – 030 0 – 90 44 49.47 337.0 16.6


3w 50.50 336.6 17.0

2y3 260 – 030 0 – 90 76 13.56 320.5 19.8


2w y 3w 14.43 304.9 22.2

Las figuras 6.7a y 6.7b, son ejemplos de gráficas de la proporción P(<θ) de discontinuidades
normales que forman un ángulo sólido menor que θ con el vector resultante o normal media para
una familia dada. La figura 6.7a, muestra la gráfica de P(<θ) contra θ para datos no promediados
de la familia 1; la figura 6.7b muestra la gráfica para datos promediados de las familias 2 y 3
agregados. Cada figura también contiene la gráfica teórica de P(<θ), dada por P1(<θ) en la
ecuación 6.17. Estas gráficas, derivadas de datos hipotéticos, se presentan con fines ilustrativos
solamente, y no deberán tomarse para confirmar o desaprobar la validez del modelo de Fisher.
Debido a que éste modelo se puede aplicar para algunas masas rocosas y no para otras, se
aconseja construir gráficas como las de la figura 6.7 para evaluar la validez del modelo para un
cierto grupo de valores.

Figura 6.7 Gráficas de la proporción P(<θ) de discontinuidades normales que forman un ángulo sólido menor a θ con la normal
media (Ejemplo 6.1)

94
Si puede demostrarse que el modelo de Fisher es válido, entonces la ecuación 6.20 se puede usar
para construir zonas de seguridad en la proyección. Por ejemplo, el 90 % y 95 % de las zonas de
seguridad centradas en la normal media, para valores sin promediar del sistema 1 en el ejemplo
anterior, tienen ángulos cónicos de 5.23° y 5.96°, respectivamente. Los ángulos correspondientes
para valores promedios de este sistema son 5.21° y 5.94°. Si éstos fueran datos reales, la
conclusión sería que hay un 95 % de certeza que la orientación real, para éste sistema se ubica
dentro de 6° del valor medio aproximado calculado para ambos análisis, los promediados y los no
promediados. Las normales medias para los datos promediados y no promediados para éste
sistema están; sin embargo, separados por un ángulo de 28.1°. Esto demuestra como la
desviación de la muestra puede conducir a una interpretación errónea de los datos de orientación.
Finalmente, es importante reconocer que, en este método de análisis, la especificación del rango
de normales para un sistema dado, se basa enteramente en una evaluación visual de un dibujo de
normales de discontinuidad así como del criterio personal. Por ejemplo, la inclusión de los
sistemas 2 y 3 en uno sólo, conduce a interpretaciones muy distintas de los datos dados. En
general, es mejor evaluar algunas especificaciones diferentes para los rangos de normales y para
añadir los sistemas básicos en diferentes formas antes de formular conclusiones respecto a la
estructura de la roca.

95
7. ANÁLISIS DE FUERZAS
7.1 Introducción
En los estudios de mecánica de rocas, en ocasiones es necesario considerar los efectos de fuerzas
que actúan sobre un cuerpo dado. Una fuerza es una cantidad vectorial que tiene una orientación
y magnitud. Por ejemplo, la orientación de una fuerza de magnitud F, se puede especificar en
términos de la orientación α y echado β de la línea a lo largo de la cual actúa la fuerza.
Los métodos de proyección hemisférica ofrecen una herramienta importante para la
representación gráfica y el análisis de las propiedades de orientación de vectores. Sin embargo,
es muy difícil representar y analizar magnitudes vectoriales en una proyección hemisférica.
Consecuentemente para el análisis completo de cantidades vectoriales como fuerzas, los métodos
de proyección hemisférica deben complementarse, mediante cálculos adicionales o
construcciones gráficas. En muchos casos resulta mas sencillo representar cada vector por sus
componentes cartesianas en tres dimensiones, y efectuar el análisis vectorial aplicando los
métodos clásicos de álgebra vectorial.
Entonces la proyección hemisférica se utiliza solamente para presentar los datos de entrada y
salida en forma gráfica. Por ejemplo, es muy común en estudios de mecánica de rocas que el
cuerpo bajo análisis sea un bloque rígido, cuya geometría esta definida por planos de
discontinuidad de algunas orientaciones específicas. En tales casos resulta conveniente llevar a
cabo un análisis geométrico preliminar cualquiera, aplicando los métodos de proyección
hemisférica, pero para transferirlos o transformarlos a los métodos de álgebra vectorial para el
análisis de las fuerzas asociadas. Todas las fuerzas involucradas se pueden dibujar en la
proyección hemisférica para su análisis geométrico posterior en el caso que se requiera. Esta
aproximación tiene la ventaja de visualizar fácilmente el estado físico real de un problema,
poniendo énfasis en la relación que existe entre la geometría de la masa rocosa y las fuerzas
asociadas. Algunos de los métodos de álgebra vectorial descritos en este capítulo, requieren de
cálculos muy largos por lo que es preferible el empleo de computadoras. Sin embargo, en algunos
casos, es posible reducir y simplificar estos cálculos mediante el empleo posterior de métodos de
proyección hemisférica. Siempre que sea posible, las explicaciones sobre álgebra vectorial serán
seguidas por una descripción de los métodos gráficos equivalentes, basados en técnicas de
proyección hemisférica, que reducen al mínimo las computadoras, sacrificando un poco la
precisión de los resultados.
Cuando varias fuerzas actúan sobre un cuerpo, se supone por simplicidad, que las fuerzas actúan
sobre un punto común, el cual en la mayoría de los casos será el centro de masa (C.M.) del
cuerpo. Esta simplificación elimina la necesidad de considerar rotación del cuerpo, así como las
ecuaciones asociadas con momentos de equilibrio.

7.2 Representación de un vector fuerza


Una fuerza, representada por un vector de cantidad u, se puede definir en términos de las tres
componentes ux, uy y uz de su punto terminal, respecto a un sistema de ejes cartesianos x, y y z,
los cuales se encuentran localizadas de tal forma, que el punto inicial del vector coincide con el
origen del sistema de coordenadas. El sistema izquierdo de ejes mostrado en la figura 7.1 es el
empleado en el capítulo 6, en el cual el sentido positivo de las x es horizontal hacia el este, la y
positiva es horizontal al norte y la z es positiva verticalmente hacia abajo. Este sistema de
coordenadas será el usado en este capítulo y también en varios ejemplos y ejercicios.

97
Figura 7.1 Vector en tres dimensiones

La magnitud de un vector se puede encontrar directamente a partir de sus tres componentes


cartesianas; por ejemplo, la magnitud de u esta dada por:

|u| = √( u²x+ u²y+ u²z) (7.1)

la cual, en este caso, da la magnitud de la fuerza. Si |u| es igual a 1.0, el vector se conoce como
vector unitario y sus componentes cartesianas se conocen como cosenos directores.
La orientación α y el echado β de una línea paralela a u están dadas por:

α = arctan (ux / uy) + q (7.2)

β = arctan [uz / √( u²x+ u²y)] (7.3)

donde q es un ángulo, discutido en relación con las ecuaciones 6.12 y 6.13, que aseguran que α se
sitúa en el cuadrante correcto fluctuando de 0° a 360°:

si ux ≥ 0 y uy ≥ 0 entonces q = 0
si ux < 0 y uy ≥ 0 entonces q = 360°
para todos los demás signos de ux y uy, q = 180°

Como se mencionó antes, se debe tener cuidado cuando los denominadores en las ecuaciones 7.2
y 7.3 sean cero.
Si las componentes cartesianas de un vector fuerza dado se conocen, entonces las ecuaciones 7.2
y 7.3 permiten calcular su orientación y echado, lo que permite dibujar el vector como un punto
en una proyección hemisférica inferior. Hay dos dificultades menores para lograr esto. Primero,
porque una proyección puede representar solamente datos de orientación en forma gráfica, es
necesario anotar el punto con el objeto de indicar la magnitud de la fuerza cuya orientación
representa. Segundo, si uz fuera negativo entonces β sería también negativo y entonces el punto
tendría que dibujarse en una proyección hemisférica superior y no en la inferior. Este problema
puede resolverse dibujando en dirección contraria aquellos vectores para los cuales la
componente de z es negativa. Las componentes cartesianas de este vector invertido se obtienen
simplemente multiplicando las componentes originales x, y y z por –1.0, antes de aplicar las
ecuaciones 7.2 y 7.3. Esto garantiza que β siempre es positivo y que todos los vectores se pueden
dibujar y analizar en una proyección hemisférica inferior. Tomando el vector inverso de esta

98
forma no cambia ni la magnitud ni la orientación de la línea de acción del vector fuerza original.
Sin embargo, es necesario anotar en cada punto no solo la magnitud del vector que representa,
sino también deberá señalarse si el vector original tenia sentido hacia abajo (z positiva) o bien
sentido hacia arriba (z negativa). Este concepto del sentido de una fuerza tiene la ventaja de dar
una relación lógica con los principios de acción y reacción, expresados por la 3ª. Ley de Newton.
Ahora es posible escribir las formas inversas de las ecuaciones 7.2 y 7.3. Consideremos un vector
de magnitud conocida |u| actuando a lo largo de una línea de orientación α y echado β. Las
componentes cartesianas del vector u, con respecto al sistema de ejes definidos en la figura 7.1,
están dadas por:

ux = S |u| sen α cos β


uy = S |u| cos α cos β (7.4)
uz = S |u| sen β

El sentido de la fuerza que esta representado por el parámetro S, el cual toma un valor de +1.0 si
la fuerza tiene sentido hacia abajo y –1.0 si tiene sentido hacia arriba. Una fuerza horizontal tiene
un sentido de +1.0 si actúa en dirección de la orientación especificada y valdrá –1.0 si actúa en la
dirección opuesta. Por lo tanto, es posible hacer la conversión de la representación cartesiana
usada en álgebra vectorial a coordenadas polares, en términos de orientación, echado, magnitud y
sentido, requeridos para hacer la proyección hemisférica.

Ejemplo 7.1 (Figura 7.2) Las componentes cartesianas x, y y z de los vectores fuerza u y v, con
respecto a un sistema definido en la Figura 7.1, son respectivamente:

ux = 1.83 kN vx = 4.25 kN
uy = –3.29 kN vy = –1.78 kN
uz = 2.47 kN vz = –6.53 kN

Dibuje estos vectores en una proyección hemisférica inferior.


La componente cartesiana z de u es positiva; por lo tanto la fuerza esta dirigida hacia abajo. Los
signos de ux y uy requieren que el parámetro q de la ecuación 7.2 sea igual a180°; por lo que u,
usando las ecuaciones 7.1 a 7.3:

|u| = 4.503 kN con sentido hacia abajo


α = 150.9°
β = 33.3°

La componente cartesiana z de v es negativa; por lo tanto esta dirigida hacia arriba, y solo es
posible dibujar el vector inverso cuyas componentes x, y y z son –4.25, 1.78 y 6.53 kN,
respectivamente. Los signos de las componentes cartesianas x y y, de este vector inverso
requieren que el parámetro q en la ecuación 7.2 sea igual a 360°; de donde para v:

|v| = 7.992 kN con sentido hacia arriba


α = 292.7°
β = 54.8°

Los dos vectores fuerza están trazados en la figura 7.2

99
Figura 7.2 Trazo hemisférico inferior de vectores fuerza (Ejemplo 7.1)

Ejemplo 7.2 Una fuerza de magnitud 6.34 kN actúa con sentido hacia arriba a lo largo de una
línea de orientación de 215° y echado de 69°. Determinar las componentes cartesianas x, y y z de
la fuerza, de acuerdo con el sistema de ejes de la figura 7.1.
El parámetro S en las ecuaciones 7.4, es –1.0, debido a que la fuerza esta dirigida hacia arriba.
Estas ecuaciones dan las componentes cartesianas x, y y z de la fuerza, que son: 1.303, 1.861 y –
5.919 kN respectivamente.

7.3 Resultante de fuerzas


La resultante de dos o más fuerzas puede encontrarse por el método de suma vectorial, el cual se
explica brevemente mas adelante. Consideremos, por ejemplo, tres fuerzas, representadas por los
vectores u, v y w, cuyas componentes cartesianas son ux, uy, uz, vx, vy, vz, wx, wy y wz,
respectivamente, las cuales suponemos que actúan en el mismo punto. Los efectos combinados de
las tres fuerzas se pueden representar por un sólo vector resultante hipotético r = u + v + w, cuyas
componentes cartesianas rx, ry y rz, están dadas respectivamente por ux + vx + wx, uy + vy + wy y uz +
vz + wz. La resultante de cualquier número de vectores, que actúan en un punto, se encuentra
sumando sus componentes cartesianas algebraicamente. Esta propiedad importante de los
vectores se usó en el capítulo 6, para el análisis estadístico de los puntos normales a los planos de
discontinuidad. En la ilustración de arriba, una cuarta fuerza de componentes cartesianas –rx, –ry
y –rz sería necesaria para actuar en el punto dado, con el objeto de conservar el equilibrio estático
con las fuerzas u, v, y w.
100
Ejemplo 7.3 (Figura 7.3) Las siguientes tres fuerzas actúan en un punto:

Orientación Echado Magnitud


Fuerza Sentido
(grados) (grados) (kN)
u 132 61 7.3 Hacia arriba
v 347 27 6.1 Hacia abajo
w 266 48 12.5 Hacia arriba

Encuentre la orientación, echado, magnitud y sentido de la fuerza resultante en el punto y


dibújela en una proyección hemisférica inferior.
Las componentes cartesianas x, y y z de las tres fuerzas están dadas por las ecuaciones 7.4; las
componentes de la resultante r se encuentran haciendo la suma algebraica como sigue:

Componentes Cartesianas (kN)


Fuerza x y z
u –2.630 2.368 –6.385
v –1.223 5.296 2.769
w 8.344 0.583 –9.289
r 4.491 8.247 –12.905

La componente cartesiana z de la resultante es negativa; por lo tanto la fuerza tiene sentido hacia
arriba, por lo que sólo es posible dibujar el vector inverso, el cual, según las ecuaciones de 7.1 a
7.3 tiene una magnitud de 15.960 kN, una orientación de 208.6° y un echado de 54.0°. En la
figura 7.3 se han dibujado dichas fuerzas.

Ejemplo 7.4 (Figura 7.4) Las siguientes dos fuerzas actúan sobre un punto:

Fuerza Orientación (grados) Echado (grados) Magnitud (kN)


u 190 60 3
v 095 50 5

Encuentre la orientación, echado, magnitud y sentido de la fuerza resultante en el punto, para las
siguientes combinaciones de sentido de las componentes:

Sentido de la fuerza
u v
(a) Hacia abajo Hacia abajo
(b) Hacia arriba Hacia arriba
(c) Hacia arriba Hacia abajo
(d) Hacia abajo Hacia arriba

Dibuje las fuerzas en una proyección hemisférica inferior.

101
Figura 7.3 La resultante de tres fuerzas (Ejemplo 7.3)

Este ejemplo demuestra que hay cuatro posibles combinaciones de sentido que pueden producir
un par de fuerzas dado; aunque, por supuesto, solo una de estas combinaciones se podría aplicar
en una situación particular. Las componentes cartesianas x, y y z de las dos fuerzas, se encuentran
aplicando las ecuaciones 7.4, así como su resultante r para cada una de las cuatro combinaciones
de sentido están listadas en la siguiente tabla. El parámetro S es +1.0 cuando la componente tiene
sentido hacia abajo y –1.0 en sentido hacia arriba.

Componentes cartesianas (kN)


Fuerza x y z
u –0.260 S –1.477 S 2.598 S
v 3.202 S –0.280 S 3.830 S
r
(a) 2.942 –1.757 6.428
(b) –2.942 1.757 –6.428
(c) 3.462 1.197 1.232
(d) –3.462 –1.197 –1.232

La orientación, echado, magnitud y sentido para cada una de las cuatro diferentes fuerzas
resultantes se encuentran usando las ecuaciones de 7.1 a 7.3 y se enlistan en la tabla siguiente. Es
importante notar que, para las combinaciones (b) y (d) la componente cartesiana z de la resultante
es negativa, por lo que su sentido es hacia arriba, haciéndose necesario trazar la orientación del
vector inverso.

102
r Orientación (grados) Echado (grados) Magnitud (kN) Sentido
(a) 120.9 61.9 7.284 Hacia abajo
(b) 120.9 61.9 7.284 Hacia arriba
(c) 070.9 18.6 3.865 Hacia abajo
(d) 070.9 18.6 3.865 Hacia arriba

Las fuerzas, que se dibujaron en la figura 7.4, muestran que las cuatro posibles combinaciones de
sentido, dan lugar a dos orientaciones diferentes para la fuerza resultante, con un sentido hacia
arriba y otro hacia abajo para cada orientación.

Figura 7.4 Resultante de dos fuerzas, con las cuatro combinaciones posibles de sentido (Ejemplo 7.4)

Ejemplo 7.5 (Figura 7.5) Una fuerza horizontal de 350 kN y una orientación de 241°, con sentido
hacia el SW, actúa sobre el centro de masa de un cuerpo que pesa 680 kN. Dibújese en una
proyección hemisférica inferior, la tercera fuerza que debería actuar en el centro de masa, para
mantener el cuerpo en equilibrio estático.
En este ejemplo, el peso del cuerpo esta representado por una fuerza vertical u, de magnitud 680
kN actuando hacia abajo a través del centro de masa del cuerpo. Las componentes cartesianas x, y
y z de las fuerzas vertical y horizontal, están dadas por las ecuaciones 7.4 como sigue. Como
antes, las componentes cartesianas de la resultante se encuentran sumando sus componentes.

103
Componentes cartesianas (kN)
Fuerza x y z
u Vertical 0 0 680
v Horizontal –306.117 –169.683 0
r Resultante –306.117 –169.683 680

La fuerza requerida para mantener el equilibrio estático debe tener componentes cartesianas x, y y
z de 306.117, 169.683 y –680.0 kN respectivamente. Esta fuerza por lo tanto tiene sentido hacia
arriba y de nuevo se hace necesario dibujar el vector inverso, el cual de acuerdo con las
ecuaciones 7.1 a 7.3, tiene una magnitud de 764.788 kN, una orientación de 241.0° y un echado
de 62.8°. En la figura 7.5 se han dibujado las fuerzas.

Figura 7.5 Fuerzas en equilibrio estático (Ejemplo 7.5)

Estos ejemplos, así como los ejercicios al final del capitulo, sirven para ilustrar algunos
principios fundamentales relacionados con pares de fuerzas y sus resultantes.

(a) Un par dado de componentes de fuerzas y su resultante siempre son coplanares, esto es, se
sitúan sobre el mismo gran círculo.
(b) Si ambas componentes tienen el mismo sentido, entonces la fuerza resultante se trazará entre
ellas en su gran círculo común y también tendrá el mismo sentido que las fuerzas
componentes.

104
(c) Si las fuerzas componentes son de diferente sentido, entonces la fuerza resultante no se
trazará entre ellas, pero se trazará en algún lugar a lo largo de su ángulo externo sobre el gran
circulo común.
(d) La resultante de dos fuerzas formará un ángulo sólido más pequeño con la fuerza componente
de mayor magnitud.

Estos puntos ayudarán a reducir el riesgo de cometer graves errores durante el cálculo y dibujo de
los vectores fuerza.

7.4 Descomposición de una fuerza

7.4.1 Método de álgebra vectorial

La descomposición de una fuerza es la inversa del problema descrito en la sección previa.


Consideremos una fuerza conocida r de orientación αr, echado βr, magnitud |r| y sentido Sr. El
objetivo es descomponer esta fuerza en dos o mas componentes hipotéticas, que actúan a través
de un punto común y que tengan una resultante r. De hecho, existe un número infinito de
soluciones a este problema, ya que para cualquier vector arbitrario u, siempre es posible
encontrar un vector v, que tenga una resultante r. Por consiguiente, para disponer de soluciones
únicas, es necesario dar mas información respecto a los componentes vectoriales requeridos. En
aplicaciones de mecánica de rocas, esta información adicional comúnmente toma la forma de
orientaciones especificadas para las componentes requeridas, dejando sus sentidos y magnitudes
como las únicas incógnitas. Usando esta alternativa es posible descomponer un vector en tres
componentes no paralelas.
Se supone que la fuerza conocida r, especificada arriba, se puede descomponer en tres
componentes u, v y w, sujetas al requerimiento de que sus orientaciones y echados son
respectivamente αu, βu, αv, βv, αw y βw y también que deben actuar a través de un punto común.
La finalidad es encontrar los sentidos y magnitudes de u, v y w. Las propiedades de orientación
de las tres componentes se pueden expresar en términos de las componentes cartesianas, de
vectores unitarios dirigidos hacia abajo para los cuales son paralelas. Estas componente
cartesianas se conocen como cosenos directores, se pueden encontrar a partir de las ecuaciones
7.4 haciendo el sentido y la magnitud del vector unitarios. Por lo tanto los cosenos directores de u
están dados por:
lx = sen αu cos βu
ly = cos αu cos βu (7.5)
lz = sen βu

Los cosenos directores mx, my y mz para v y nx, ny y nz para w, se pueden encontrar de manera
similar. Las componentes cartesianas rx, ry y rz del vector conocido r se pueden encontrar
mediante la ecuación 7.4 en la forma usual. Si los sentidos y magnitudes desconocidos de las
componentes vectoriales de u, v y w son Su, |u|, Sv, |v|, Sw y |w|, respectivamente, entonces las
ecuaciones 7.4 y 7.5 se pueden combinar para obtener las expresiones para las componentes
cartesianas de u, v y w. Por ejemplo, las componentes cartesianas x, y y z de u están dadas por:

ux = Su |u| lx
uy = Su |u| ly
uz = Su |u| lz

105
Las componentes cartesianas vx, vy y vz para v y wx, wy y wz para w se pueden especificar de
manera similar. Se establece que r es la resultante de u, v y w; por lo tanto, por suma vectorial
tenemos:

r=u+v+w (7.6)

o, en términos de sus componentes cartesianas:

rx = ux + vx + wx
ry = uy + vy + wy (7.7)
rz = uz + vz + wz

Sustituyendo para las componentes cartesianas de u, v y w obtenemos:

rx = Ulx + Vmx + Wnx


ry = Uly + Vmy + Wny (7.8)
rz = Ulz + Vmz + Wnz

donde:
U = Su |u|
V = Sv |v| (7.9)
W = Sw |w|

Los parámetros U, V y W, que son las únicas incógnitas en las tres ecuaciones simultáneas 7.8,
pueden resolverse aplicando cualquier método algebraico o numérico adecuado. El sentido y
magnitud de cada componente se puede encontrar a partir de las ecuaciones 7.9, recordando que
el sentido toma un valor de +1.0 para una fuerza dirigida hacia abajo y de –1.0 para una fuerza
hacia arriba, y que la magnitud de una fuerza es siempre mayor o igual a cero. De aqui que los
signos de U, V y W indican los sentidos respectivos, mientras que sus valores absolutos
proporcionan las respectivas magnitudes de la fuerza.
En general, un cuerpo tridimensional sujeto a una o mas fuerzas activas debe ser soportado por
tres reacciones para considerar el sistema como una estructura estáticamente determinada. Como
antes, se supone que todas las fuerzas actúan a través del mismo punto. La orientación de las tres
fuerzas reactivas o reacciones, que son requeridas solamente por las orientaciones de los apoyos,
se pueden especificar en función de sus orientaciones y echados, o bien de sus cosenos directores
como ya se explicó. Supongamos que la resultante de las fuerzas activas en el cuerpo es r, y que
las reacciones desconocidas están dadas por los vectores a, b y c, dirigidos a lo largo de la
orientación de la reacción especificada. Si el cuerpo esta en equilibrio estático, entonces la
resultante de las fuerzas activas y reactivas debe ser cero, esto es:
r+a+b+c=0
o
r = – a –b – c
La comparación de las expresiones anteriores con la ecuación 7.6, demuestra que las fuerzas
reactivas se pueden obtener encontrando las componentes de r, a lo largo de las tres orientaciones
específicas de la reacción y entonces simplemente tomando los vectores inversos o negativos.

Ejemplo 7.6 (Figura 7.6) Una fuerza de magnitud 35 kN actúa con sentido hacia arriba a lo largo
de una línea de orientación 145° y echado 43°. Encontrar las magnitudes y sentidos de las

106
componentes de esta fuerza que actúan a lo largo de líneas con las siguientes
orientaciones/echados: (1) 291/34, (2) 115/78, (3) 188/50.
Aqui se supone que r corresponde a la fuerza conocida de magnitud 35 kN y que u, v y w son las
componentes desconocidas 1, 2 y 3, respectivamente, cuyas orientaciones ya se dieron. Las
componentes cartesianas de r se encuentran a partir de la ecuación 7.4; los cosenos directores de
u, v y w se encuentran aplicando las ecuaciones 7.5. Estas componentes cartesianas y cosenos
directores se sustituyen en las ecuaciones 7.8 para dar el siguiente sistema de ecuaciones
simultáneas:

–14.682 = –0.774U + 0.188V – 0.089W


20.968 = 0.297U – 0.088V – 0.637W
–23.870 = 0.559U + 0.978V + 0.766W

donde los valores de las incógnitas U, V y W, dan los sentidos y magnitudes de las fuerzas
componentes, de acuerdo con las ecuaciones 7.9. La solución de las ecuaciones simultáneas, da
los siguientes resultados:
U = 17.476 kN V = –16.800 kN W = –22.465 kN

Los signos de estos valores indican que la primera componente tiene sentido hacia abajo, y que
las otras dos componentes tienen sentido hacia arriba, como se muestra en la figura 7.6.

Figura 7.6 Descomposición de una fuerza en tres componentes (Ejemplo 7.6)

107
Ejemplo 7.7 (Figura 7.7) Tres fuerzas u, v y w, que actúan en un punto P de un cuerpo pequeño
de poco peso, tienen las siguientes propiedades:
Fuerza Orientación (grados) Echado (grados) Magnitud (kN) Sentido
u 282 15 18 Hacia abajo
v 076 74 23 Hacia abajo
w 135 56 10 Hacia arriba

El cuerpo esta en equilibrio estático por tres fuerzas reactivas a, b y c que actúan a través del
punto P a lo largo de líneas con las siguientes orientaciones/echados 191/36, 353/25 y 108/51,
respectivamente. Encontrar las magnitudes y sentidos de las tres reacciones.
La resultante r de las tres fuerzas activas u, v y w, se encuentra usando el método descrito al
principio y también en el ejemplo 7.3. Esta resultante tiene una orientación de 301.6°, echado de
46.7°, magnitud de 25.369 kN y un sentido hacia abajo. Ahora podemos descomponer esta fuerza
en tres componentes con orientaciones paralelas a las fuerzas reactivas a, b y c. Las propiedades
de estas componentes son las siguientes:
Sentido
Orientación Echado Magnitud
Fuerza Componente Reacción
(grados) (grados) (kN)
a 191 36 26.010 Hacia abajo Hacia arriba
b 353 25 30.395 Hacia abajo Hacia arriba
c 108 51 12.426 Hacia arriba Hacia abajo

Las propiedades de las fuerzas de reacción a, b y c son las mismas que las de las componentes,
excepto las que son de sentido opuesto, como se anotó arriba y se muestra también en la figura
7.7. La resultante de las tres fuerzas activas u, v y w, y las tres reacciones a, b y c tienen
magnitud cero; esto confirma que el cuerpo esta en equilibrio estático.
Si la fuerza conocida r se va a descomponer en solo dos componentes no paralelas u y v, como se
definió arriba, entonces las ecuaciones 7.8 quedan como sigue:

rx = Ulx + Vmx
ry = Uly + Vmy (7.10)
rz = Ulz + Vmz

Estas tres ecuaciones contienen solamente las dos incógnitas U y V, lo que implica que hay una
dependencia lineal entre las ecuaciones. Esta dependencia proviene de la condición de que r, u y
v deben ser coplanares. Este requisito importante se puede satisfacer asegurándose de que las tres
fuerzas se dibujen en un gran círculo común sobre una proyección hemisférica. La simple
inversión algebraica de pares de las expresiones para rx, ry y rz, proporcionan tres expresiones
alternas para U y tres para V como sigue:

rx m y − ry mx ry mz − rz m y rz mx − rx mz
U= = =
l x m y − l y mx l y mz − l z m y l z mx − l x mz
(7.11)
l r −l r l r −l r l r −l r
V= x y y x = y z z y = z x xz
l x m y − l y mx l y mz − l z m y l z mx − l x mz

108
Figura 7.7 Fuerzas en equilibrio estático (Ejemplo 7.7)

En general, si r, u y v son coplanares pero diferentes de cero y no paralelos, cualquiera de las


expresiones de arriba dará soluciones para U y V, las cuales son interpretadas en la forma descrita
al principio. Sin embargo, hay ciertas orientaciones especiales de r, u y v que pueden dar lugar a
uno o mas valores nulos en los numeradores y denominadores de las ecuaciones 7.11. Si esto
ocurre, una de las expresiones alternas para U y V siempre darán la solución correcta. Por
ejemplo, si r fuera vertical entonces rx = ry = 0 y sería necesario seleccionar expresiones
conteniendo un valor diferente de cero para rz, con el fin de obtener soluciones de U y V. Un
problema mas serio relacionado con el empleo de las ecuaciones 7.11 ocurre cuando las
orientaciones especificadas para r, u y v no son exactamente coplanares. Esta dificultad, que
puede originarse cuando se usan los métodos gráficos para determinar las orientaciones de u y v,
pueden conducir a graves errores. Consecuentemente, a menos que sea posible asegurar que r, u
y v son coplanares, la siguiente alternativa gráfica ofrece un método mas exacto y mas rápido.

7.4.2 Método gráfico

Cuando se descompone una fuerza en sus dos componentes, la condición de que las tres fuerzas
involucradas sean coplanares se satisface aproximadamente, procurando que todas se dibujen en
un gran círculo común sobre una proyección hemisférica. Las medidas angulares tomadas a lo
largo de este gran círculo conducen a un método directo y relativamente simple para valuar las
magnitudes y sentidos de las dos fuerzas componentes. Este método tiene la ventaja de dar

109
resultados satisfactorios aun cuando las tres fuerzas no sean exactamente coplanares. Primero es
necesario dibujar las orientaciones de la fuerza conocida r, y también la primera fuerza
componente u, en forma de puntos sobre la proyección. Puede ser útil, es esta etapa, anotar el
punto que representa r para indicar la magnitud y sentido de la fuerza. La segunda fuerza
componente v debe dibujarse en cualquier lugar a lo largo del gran circulo que contiene r y u
para asegurar que sean coplanares. Ahora es importante reconocer que pueden producirse tres
diferentes situaciones generales, dependiendo ello de cual de las fuerzas esta dibujada entre las
otras dos. Se dibuja un punto entre los otros dos, ubicándose en cualquier lugar a lo largo de su
ángulo interno en la proyección. Las tres diferentes situaciones son las siguientes:

(a) r se dibuja entre u y v (Figura 7.8a): En este caso u y v tienen el mismo sentido que r. El
ángulo θu se mide internamente entre u y r; el ángulo θv se mide internamente entre v y r.
(b) u se dibuja entre r y v (Figura 7.8b): En esta caso u tiene el mismo sentido que r, pero v es de
sentido opuesto a r. El ángulo θu se mide internamente entre u y r; θv se mide externamente
entre v y r.
(c) v se dibuja entre u y r (Figura 7.8c): En este último caso v tiene el mismo sentido que r, pero
u tiene sentido opuesto a r. El ángulo θu se mide externamente entre u y r; el ángulo θv se
mide internamente entre v y r.

Una manera simple de recordar estas reglas, es asegurarse de que los ángulos θu y θv se midan
internamente o externamente a r, de modo que no se traslapen. Un ángulo interno siempre esta
asociado con una componente que tiene el mismo sentido que r; un ángulo externo esta asociado
con una componente de sentido opuesto a r. En todos los casos θu + θv ≤ 180°, y las magnitudes
de u y v se encuentran con la ley de los senos para resolver los paralelogramos de fuerzas en la
figura 7.8:
r senθ v
u= (7.12)
sen (θ u + θ v )

r senθ u
v= (7.13)
sen (θ u + θ v )

Finalmente, si el ángulo entre u y v es de 90°, es permisible descomponer u o v, en dos


componentes adicionales. Si se elige u para hacer esta descomposición, esto debe hacerse en el
plano que contiene v así como su normal. Similarmente, si se escoge v, la descomposición ocurre
en el plano que contiene u y su normal.

110
111
Figura 7.8 Medidas angulares para la descomposición de una fuerza en dos componentes

Ejemplo 7.8 (Figura 7.9) Una fuerza de magnitud 17.33 kN actúa con sentido hacia arriba a lo
largo de una línea de orientación aproximada 176.2° y echado 16.3°. Encuentre las magnitudes y
sentidos de las componentes de esta fuerza de modo que actúen a lo largo de líneas con
orientación/echado (1) 261/59, (2) 325/31, las cuales son coplanares con r.
De nuevo r corresponde a la fuerza de magnitud conocida 17.33 kN y u y v son las componentes
desconocidas, cuyas orientaciones son dadas. Las componentes cartesianas de r son rx = –1.102,
ry = 16.597, rz = –4.864.
Los cosenos directores de u y v son:

lx = –0.509 ly = –0.081 lz = 0.857


mx = –0.492 my = 0.702 mz = 0.515

Las ecuaciones 7.11 dan U ≈ –18.6 kN y V ≈ 21.5 kN, lo cual implica que u tiene sentido hacia
arriba y v hacia abajo. La naturaleza aproximada de la respuesta se deriva de redondear errores en
la especificación de la orientación y echado de r.

La figura 7.9 ilustra el método gráfico empleado para descomponer las fuerzas dadas en este
ejemplo. La componente u se dibuja entre r y v, por lo tanto u tiene el mismo sentido hacia arriba
que r, en cambio v tiene sentido opuesto (es decir hacia abajo). El ángulo θu medido internamente
de 73°; θv se mide externamente y es de 56°. De las ecuaciones 7.12 y 7.13: |u| = 18.5 kN y |v| =
21.3 kN, lo cual, admite el hecho de que los ángulos θu y θv fueran medidos o redondeados al
grado mas próximo de acuerdo con el resultado inicial.

112
Figura 7.9 Descomposición de una fuerza en dos componentes (Ejemplo 7.8)

Ejemplo 7.9 (Figura 7.10) Un bloque de roca que pesa 175 kN, descansa sobre un talud plano
que tiene una dirección del echado 248° y echado 29°. Calcular las magnitudes y sentidos de las
componentes del peso del bloque que actúan (1) a lo largo de la línea de máxima inclinación del
talud, y (2) a lo largo de la normal al talud.
En este caso r corresponde al vector vertical peso, con sentido hacia abajo. La línea de máxima
inclinación del talud, representada por u, tiene una orientación de 248° y un echado de 29°. La
normal al talud representada por v, tiene una orientación de 068° (248-180) y un echado de 61°
(90-29). La figura 7.10 muestra que r se dibuja entre las componentes u y v; esto significa que
estas componentes tienen el mismo sentido hacia abajo como r, y que los ángulos θu y θv se
miden internamente a r. Estos ángulos pueden medirse ya sea desde la proyección o, debido a
que r, u y v se sitúan en un plano vertical, calculándose a partir de los valores apropiados de
echado. Los valores resultantes de θu y θv, que son 61° y 29°, respectivamente, son sustituidos en
las ecuaciones 7.12 y 7.13, obteniéndose |u| = 84.842 kN, |v| = 153.058 kN. Este tipo de
problema, que se presenta con frecuencia en estudios de mecánica de rocas, se presta a una
solución directa no gráfica. En el caso particular donde r es vertical y se dibuja entre u y v, y
donde los ángulos θu + θv = 90°, las ecuaciones 7.12 y 7.13 se reducen a:

|u| = |r| sen βu


(7.14)
|v| = |r| cos βu

113
donde βu es el echado de u. En este caso u y v tiene igual sentido que r.

Figura 7.10 Fuerzas asociadas con un bloque que descansa sobre un solo plano (Ejemplo 7.9)

Si se requiere, u o v se pueden descomponer, ya que, en este caso, las componentes son normales
entre si. Esto se ilustra en el siguiente ejemplo. Antes de determinar este ejemplo, es bueno
recalcar que u y v son componentes del vector peso r. Las reacciones, escogidas paralelas a u y v
para mantener el equilibrio estático con r, tiene las mismas magnitudes pero son de sentidos
opuestos a estas componentes.

Ejemplo 7.10 (Figura 7.11) Un bloque de roca en forma de cuña pesa 836 kN y descansa en dos
planos que tienen dirección del echado/echado siguientes: (a) 148/54, (b) 251/42. Calcular las
magnitudes y sentidos de las componentes del peso de bloque que actúan (1) a lo largo de la
normal al plano (a), (2) a lo largo de la normal al plano (b), y (3) a lo largo de la línea de
intersección de los dos planos. Suponga que todas las fuerzas actúan a través del centro de masa
del bloque.
De nuevo r corresponde al vector vertical peso, que tiene un sentido hacia abajo. La normal al
plano (a) representada por u, tiene una orientación de 328° y un echado de 36°; la normal al
plano (b) representada por v tiene una orientación de 071° y un echado de 48°. La figura 8.11
muestra que la línea de intersección entre los planos (a) y (b), representada por w, tiene una
orientación de 209° y un echado de 34°, medidas al grado mas próximo.
El problema se puede resolver usando los métodos vectoriales explicados al principio de este
capítulo. La sustitución de valores para las componentes cartesianas de r y los cosenos directores
de u, v y w, en las ecuaciones 7.8 dan el siguiente sistema de ecuaciones simultáneas:

114
0 = –0.429U + 0.633V – 0.402W
0 = 0.686U + 0.218V – 0.725W
836 = 0.588U + 0.743V + 0.559W

La solución de este sistema de ecuaciones simultáneas es:


U = 327.0 kN V = 516.7 kN W = 464.6 kN

Por lo tanto, la componente normal al plano (a) es 327.0 kN, la componente normal al plano (b)
es 516.7 kN y la componente a lo largo de la línea de intersección es 464.6 kN. Todas estas
componentes tienen el mismo sentido hacia abajo al igual que el vector peso r. Igual que antes,
las reacciones, escogidas paralelas a u, v y w para mantener el equilibrio estático con r, tienen las
mismas magnitudes, pero son de sentido opuesto a las componentes respectivas.

Figura 7.11 Fuerzas asociadas a un bloque con forma de cuña que descansa sobre dos planos (Ejemplo 7.10)

115
El tipo de problema ilustrado en el ejemplo anterior, ocurre frecuentemente durante el análisis de
estabilidad de mecanismos de deslizamiento, tratándose de bloques de roca rígidos en forma de
cuña. Esta geometría particular se presenta favorable para un análisis gráfico simplificado a fin de
determinar las fuerzas componentes, lo cual elimina la necesidad de recurrir a métodos
vectoriales mas engorrosos. Con el objeto de aplicar los métodos gráficos, primero se hace
necesario reconocer que, en este caso, u y v se sitúan en un plano cuya normal es paralela a w,
(ver sección 4.5), por consiguiente es posible en primer lugar descomponer r en dos componentes
w y t, donde la orientación de t se escoge de tal modo que sea normal a w y también coplanar con
w y r. En virtud de que t es normal a w, debe ser coplanar con w y v. Por lo tanto, la componente
t se puede descomponer posteriormente para obtener las componentes u y v.
En la primera etapa de la descomposición, r se dibuja entre w y t, de modo que las dos
componentes tengan el mismo sentido hacia abajo al igual que r. Por añadidura, ya que w y t son
normales, se pueden aplicar las ecuaciones 7.14, a fin de encontrar las magnitudes de las fuerzas
componentes. En este caso:

|w| = |r| sen βw


y
|t| = |r| sen βw

donde βw que tiene 34° en el ejemplo anterior, es el echado de w. Por lo tanto |w| = 467.5 kN y |t|
= 693.1 kN. En la segunda etapa de descomposición, de nuevo dibujamos t entre u y v de manera
que las dos componentes tengan el mismo sentido hacia abajo como t. Los ángulos θu y θv se
miden internamente a t y son de 45° y 27°, respectivamente. Aplicando las ecuaciones 7.12 y
7.13 tenemos |u| = 330.9 kN y |v| = 515.3 kN. En el contexto geotécnico, la reducción en
precisión asociada con la alternativa gráfica esta mas que compensada, en este tipo particular de
problema, en virtud de la facilidad relativa del calculo.
En el análisis de la cuña descrito, r siempre se dibuja entre w y t, de modo que estas dos
componentes siempre tengan el mismo sentido hacia abajo que el del vector peso r. Es posible sin
embargo, para los dos planos (a) y (b) tener una orientación tal que t no se dibuje entre u y v. Si
esto sucede, ya sea u o v tendrán sentido opuesto (esto es hacia arriba) a t. Esto implica que, a
menos que el plano que contiene la fuerza normal hacia arriba se proyecte fuera del bloque, el
plano estará sujeto a una fuerza normal de tensión. Es práctica común en estudios de mecánica de
rocas suponer que los planos de discontinuidad no pueden soportar una fuerza de tensión. En
vista de esto, seria necesario volver a analizar las fuerzas bajo la suposición de que el peso del
bloque es soportado totalmente sobre el otro plano. Este problema se discutirá a fondo en el
siguiente capitulo.

7.5 Productos escalar y vectorial


El producto escalar de dos vectores u y v se escribe comúnmente u.v y se define como sigue

u.v = |u| |v| cos θ

donde θ (<180°) es el ángulo entre las direcciones positivas de u y v. El producto escalar se


puede determinar a partir de las componentes cartesianas de u y v como sigue:

u.v = uxvx + uyvy + uzvz

116
El producto escalar, que proporciona un método conveniente para calcular el ángulo entre dos
líneas, se aplico para deducir la ecuación 4.1. El capitulo 4 también contiene un método de
proyección hemisférica para encontrar el ángulo entre dos líneas.
El producto vectorial de dos vectores u y v comúnmente se escribe u × v y es un vector de
magnitud |u| |v| sen θ donde de nuevo θ (<180°) es el ángulo formado por las direcciones
positivas de u y v. El producto vectorial es un vector i, con componentes cartesianas x, y y z (uyvz
– uzvy), (uzvx – uxvz), (uxvy – uyvx) respectivamente, el cual actúa a lo largo de una línea que es
normal al plano que contiene u y v. La dirección positiva de i esta dada por la dirección de
rotación de un tornillo izquierdo girando de u a v un ángulo θ. (Esto es porque se esta usando un
sistema izquierdo de coordenadas cartesianas). La interpretación física del producto vectorial es
que si u y v son normales a un par de planos que se intersectan, entonces su producto vectorial i
es paralelo a la línea de intersección de los planos. La sección 4.5, la cual trata con la intersección
de planos, proporciona un método alternativo de proyección hemisférica para encontrar la
orientación de un producto vectorial.
Cuando se usan los vectores para analizar solamente las propiedades de orientación, es
conveniente operar con vectores de magnitud unitaria paralelos a los rasgos de interés. El ejemplo
4.5 se relaciona con la intersección entre el plano 1, de dirección del echado/echado 146/59 y el
plano 2, de dirección del echado/echado 266/36. Los vectores unitarios dirigidos hacia abajo u y
v, normales a los planos 1 y 2, tienen las siguientes componentes cartesianas (cosenos directores)
–0.479, 0.711, 0.515 y 0.586, 0.041, 0.809 respectivamente, encontrados con las ecuaciones 7.5.
El producto escalar de u y v es 0.165, que corresponde al coseno del ángulo entre las normales a
los planos 1 y 2. Este ángulo es por lo tanto de 80.5° que coincide aproximadamente con el valor
de 81° encontrado gráficamente en el ejemplo 4.5. Las componentes cartesianas del producto
vectorial i = u × v son 0.554, 0.690, –0.436. Este vector actúa con sentido hacia arriba, a lo largo
de una línea que tiene una orientación de 218.8° y un echado de 26.3°. De nuevo, este resultado
concuerda aproximadamente con la orientación de la línea de intersección, 219/26, encontrada
gráficamente en el ejemplo 4.5.

7.6 El cono de fricción


Las discontinuidades planas en una masa rocosa pueden llegar a constituirse en planos de falla,
cuando las fuerzas que actúan sobre ellos toman ciertos valores críticos. Uno de los modelos mas
simples para este tipo de comportamiento se basa en las componentes normal y cortante de la
fuerza resultante r (y su reacción –r) actuando en un punto sobre el plano. La componente
normal n, (y su reacción –n) actúa en sentido perpendicular al plano en cuestión. La componente
del cortante s (y su reacción –s) es paralela al plano de discontinuidad y también se sitúa en el
plano que contiene r y n, como se muestra en la figura 7.12. El grupo de fuerzas r, –n y –s están
en equilibrio estático, como lo están también las fuerzas –r, n y s.

117
Figura 7.12 Fuerzas que actúan sobre un plano de discontinuidad

Debido a que n y s son normales entre si, la descomposición de r es relativamente simple. Si θ es


el ángulo agudo sólido entre r y la normal al plano entonces:

|n| = |r| cos θ (7.15)


y
|s| = |r| sen θ (7.16)

Se supone que la discontinuidad permanecerá estable en tanto que las siguientes condiciones se
satisfagan:

(a) Las fuerzas normales n y –n deben formar un par de compresión a través del plano.
(b) La magnitud de la componente cortante |s| debe ser menor que |n| tan φ, donde φ es el ángulo
de fricción del plano de discontinuidad.

La primera condición, que supone que la discontinuidad tiene una resistencia nula a la tensión, se
puede demostrar examinando el sentido de r. Combinando las ecuaciones 7.15 y 7.16 con la
segunda condición da el requerimiento de que, para la estabilidad sen θ < cos θ tan φ, ó θ < φ. Este
simple resultado sugiere que si se construye el lugar geométrico de un ángulo cónico φ, en la
proyección, con relación al punto que representa la discontinuidad normal, la segunda condición
para la estabilidad siempre será satisfecha si r se dibuja en cualquier lugar dentro del lugar
geométrico. Si r se dibuja fuera del lugar geométrico, y las fuerzas normales son de compresión,
entonces ocurrirá la falla por cortante en la dirección de s. Este lugar geométrico del ángulo
cónico φ se conoce normalmente como “cono de fricción”.

Ejemplo 7.11 (Figura 7.13) Un bloque de roca que pesa 140 kN tiene una base plana y descansa
sobre un talud plano no sobresaliente de dirección del echado/echado 253/39. Una fuerza en un
cable de magnitud T dirigida hacia abajo, actúa a través del centro de masa del bloque a lo largo
de una línea de orientación 110° y echado 20°. Si el contacto entre el bloque y el talud tiene un
ángulo de fricción de 30°, determinar el rango de los valores de T que mantiene el bloque en una
condición estable, con respecto a la posible falla por deslizamiento.
El primer paso en este problema es dibujar la normal, Nf, y el gran círculo del talud plano en una
proyección hemisférica. Se construye entonces un lugar geométrico con un ángulo cónico de 30°
con respecto a la normal del talud Nf, siguiendo uno de los métodos explicados en la sección 5.2.
Este es el cono de fricción.

118
El vector u representa el peso vertical del bloque de magnitud 140 kN, y el vector v representa la
fuerza del cable de orientación conocida y dirigida hacia abajo pero de magnitud desconocida |v|
= T. En virtud de que u y v actúan hacia abajo sobre el bloque, el contacto entre su base y el talud
se mantiene en compresión; consecuentemente la única posibilidad de falla es por deslizamiento.
El bloque empezara a deslizarse cuando la resultante de u y v se trace dentro del cono de fricción.
Debido a que esta resultante debe ser coplanar con u y v se puede situar solamente en uno de los
dos puntos sobre el cono de fricción, marcados r1 y r2 en la figura 7.13. Ambas resultantes se
dibujan entre u y v y por lo tanto ofrecen posibilidades validas, ambas con un sentido hacia abajo.
Es importante considerar la validez de una fuerza resultante hipotética de este modo, recordando
los principios del final de la sección 7.3. Por ejemplo, si v se hubiera dibujado entre u y r,
entonces u y v tendrían que ser de sentido diferente entre si para que r1 fuera una resultante
valida.
Para r1, los ángulos θu y θv en las ecuaciones 7.12 y 7.13, medidos desde la proyección, son 54° y
16° respectivamente. Aplicando la ecuación 7.12 nos da |r1| = 477.3 kN. Sustituyendo este valor
en la ecuación 7.13 da |v| = 410.9 kN. Para r2, los ángulos θu y θv son respectivamente 13° y 57°,
dando |r2| = 156.9 kN y |v| = 37.6 kN. Estos resultados muestran que la fuerza del cable T debe
situarse entre 37.6 kN y 410.9 kN para mantener el bloque en una condición estable.
Si T es ligeramente mayor que 410.9 kN, el bloque empezará a deslizarse hacia arriba a lo largo
de la línea dada por s1 en la figura 7.13. El vector s1 debe tener sentido hacia arriba porque r1 no
se traza entre las componentes normal y cortante n1 y s1. Si T es ligeramente menor que 37.6 kN,
el bloque empieza a deslizarse hacia abajo a lo largo de la línea dada por s2. Aqui s2 tiene sentido
hacia abajo porque r2 se traza entre n2 y s2. Si se requiere, las magnitudes de las componentes
normal y cortante en ambas situaciones críticas se pueden encontrar de la forma usual. Si se
quitara el cable, entonces T sería cero, y el vector peso vertical u sería la fuerza resultante
actuando sobre el bloque. En caso de que u se trace en el exterior del cono de fricción, el bloque
fallaría por deslizamiento hacia abajo de la línea de máxima inclinación del talud.

119
Figura 7.13 El cono de fricción (Ejemplo 7.11)

120
8. ANÁLISIS CINEMÁTICO DE BLOQUES CON PROYECCIÓN
HEMISFÉRICA
8.1 Introducción
La estabilidad de una masa rocosa discontinua expuesta en una superficie libre como en un talud
o en una excavación subterránea, está controlada por la orientación, geometría y resistencia de las
discontinuidades predominantes dentro de la masa. Si estas discontinuidades son suficientemente
grandes y frecuentes, al combinarse forman bloques separados que pueden caer o deslizarse por
la superficie libre (Figura 8.1). Es frecuente encontrar cerca de una superficie libre,
especialmente en excavaciones relativamente superficiales, que los esfuerzos in situ son
pequeños comparados con la deformabilidad del material rocoso. En tales casos los bloques de
roca dentro de la masa no se deforman significativamente al ser expuestos y raramente se
fracturan; esto permite considerarlos cuerpos efectivamente rígidos en cualquier análisis de
estabilidad.

Figura 8.1 Bloques con y sin salida formados en superficies libres

122
Antes de diseñar una excavación superficial o subterránea en una masa rocosa discontinua, es de
vital importancia investigar las propiedades geométricas y mecánicas relevantes de las
discontinuidades en la roca adyacente a la excavación propuesta. Esto permite analizar la
estabilidad de bloques rígidos que pudieran estar expuestos durante la excavación. Los métodos
para calcular y analizar los datos de orientación se explicaron en los capítulos previos. Los
métodos para medir la frecuencia y dimensión de las discontinuidades se pueden ver en Priest y
Hudson (1976-1981) y por Hudson y Priest (1983). Las técnicas para medir otras propiedades
geométricas y de la resistencia al cortante de las discontinuidades han sido explicadas por Hoek y
Bray (1981) y, Brady y Brown (1985). Después de recopilar los datos necesarios, la primera
etapa consiste en definir la geometría de un bloque rígido potencialmente inestable. Después se
postula el mecanismo de falla, se analizan las fuerzas que intervienen y finalmente se determina
la estabilidad del bloque.
En este trabajo únicamente se consideran dos mecanismos de falla: el movimiento a través de
espacio libre y deslizamiento traslacional. Los bloques que se someterán al mecanismo de
deslizamiento se supondrá su deslizamiento en un sólo plano o alternativamente en un par de
planos adyacentes a lo largo de su línea de intersección.
Para el análisis en tres dimensiones, se requiere de por lo menos cuatro planos delimitando el
bloque. Cuando están implicados cuatro planos el bloque resultante es un tetraedro (Figura 8.2).
Un lado del tetraedro está formado por la cara de la roca; los otros tres lados están formados por
planos de discontinuidad no paralelos o, por otras caras libres. Esta, es la geometría de bloques
mas frecuente, es común en las masas rocosas donde existen tres o más orientaciones de
discontinuidad mutuamente inclinadas.

Figura 8.2 Geometría de un bloque tetraédrico típico

123
8.2 Factibilidad y congruencia cinemática
Para fines prácticos es conveniente asumir que una superficie libre dada de una excavación es un
rasgo planar que divide el espacio tridimensional de sus alrededores en dos medios espacios: uno
hecho de roca, y el otro de espacio libre. Además, para especificar la orientación de una
superficie plana determinada es necesario establecer en cual lado de la superficie se sitúa la masa
rocosa. Para una superficie no vertical esto se logra especificando si la superficie tiene salida o
no. Si un punto imaginario, moviéndose hacia abajo a lo largo de una línea vertical que pasa a
través de la superficie, se dirige de la roca hacia el espacio libre, entonces la superficie tiene
salida; si el punto imaginario viaja hacia abajo desde el espacio libre a la roca entonces la
superficie no tiene salida (Figura 8.1). Los techos de las excavaciones y las paredes colgantes en
las minas son superficies con salida; los taludes de roca y muros de pie en las minas por lo
general no tienen salida. Si la superficie es vertical es necesario especificar hacia cual lado de la
superficie caen las rocas. En la mayoría de los casos es obvio, de acuerdo a la geometría de la
excavación propuesta.
A continuación se ilustran algunos principios fundamentales para el análisis de falla de bloques
rígidos en superficies planas. Las investigaciones han demostrado que la conjugación de tres
familias de discontinuidades planas, de suficiente frecuencia y tamaño poseen la amenaza de
fallar en bloques tetraédricos rígidos a través de las superficies libres de la excavación propuesta.
Aunque haya sido muy exhaustiva la investigación del sitio, no hay ninguna forma de conocer la
ubicación precisa de cada discontinuidad individual hasta que la excavación esta en proceso. A
fin de realizar el diseño preliminar, será necesario formular algunas hipótesis acerca de la
ubicación de las discontinuidades individuales. Una aproximación simple es hacer la hipótesis
conservadora de que cada discontinuidad tendrá una ubicación de tal modo que con la presencia
de otras discontinuidades se defina el bloque tetraédrico mas grande y potencialmente menos
estable. Esta aproximación es similar al “Método de Uniones Ubicuas” descrito por Cartney
(1977). Esto significa que los distintos planos de discontinuidad se supone están situados en sus
orientaciones correctas, de tal modo que junto con una superficie libre determinada definen los
bloques potencialmente críticos.
Algunas veces se descubre que una o mas superficies libres adicionales, no paralelas a la
superficie principal, se encuentran en la vecindad de la masa rocosa que se estudia. Una
superficie libre adicional puede, bajo ciertas circunstancias, comportarse en la misma forma que
el plano de discontinuidad para ayudar a delimitar los bloques potencialmente críticos en la
superficie principal. En vista de esto es conveniente tratar algunas superficies libres adicionales
exactamente de la misma forma que los planos de discontinuidad, teniendo en mente que los
bloques no pueden existir en el lado del espacio libre de cualquier superficie adicional. Este
enfoque, el cual asume implícitamente que cualquier superficie libre adicional tiene las mismas
propiedades ubicuas como las discontinuidades, se discute en la sección 8.4. Hasta entonces, se
supone que todos los bloques están limitados por tres planos de discontinuidad y en una sola
superficie libre.
En esta etapa es importante diferenciar entre inestabilidad potencial y actual. Un bloque es
potencialmente inestable si físicamente es capaz de ser removido de la masa rocosa sin perturbar
la roca adyacente. Se dice que un bloque de este tipo es cinematicamente factible, ya que su
inestabilidad potencial esta evaluada sobre la base de su libertad para moverse y no sobre las
fuerzas que pueden ocasionar este movimiento. Un bloque es actualmente inestable si es
cinematicamente factible y si las fuerzas que pretenden mover el bloque de la masa exceden a
aquellas a mantenerlo en su lugar. Estas ideas se ilustran en la figura 8.1.
Es posible colocar unas tres intersecciones mutuas de planos de discontinuidad no paralelos en
solo dos arreglos espaciales diferentes, en algunas superficies de rocas con salida y sin salida. Si
124
esta superficie no es paralela a cualquiera de los planos de discontinuidad implicados, un arreglo
siempre produce un bloque tetraédrico cinemáticamente factible; el otro arreglo no lo produce. El
problema inicial es descubrir el arreglo de una manera mas precisa, las ubicaciones relativas de
grupos de tres planos de discontinuidad que definan los bloques tetraédricos cinemáticamente
factibles en una superficie determinada. Esto se puede lograr simplemente disponiendo los planos
de tal manera que converjan en un punto de algún lugar en la masa rocosa y de este modo
delimitar un bloque tetraédrico. Consideremos, por ejemplo, una superficie de roca horizontal con
salida, intersectada por tres familias de discontinuidades planas persistentes con las siguientes
direcciones del echado/echados: (1) 138/51, (2) 355/40 y (3) 219/67. En la figura 8.3a, una
discontinuidad de la familia 1 forma el limite sureste de un bloque tetraédrico, la familia 2 forma
el limite norte y la familia 3 el limite suroeste. Este bloque es cinemáticamente factible y puede
caer fácilmente de la superficie horizontal. La figura 8.3b, muestra el otro arreglo espacial de los
tres planos de discontinuidad. En este caso la familia 1 forma el límite noroeste, la 2 forma el
límite sur y la 3 el límite noreste. En este segundo arreglo las discontinuidades se desvían dentro
de la masa rocosa y, aún si fueran cortados por un cuarto plano de discontinuidad subhorizontal,
no definirían un bloque cinemáticamente factible. La figura 8.3c muestra una proyección
hemisférica inferior de grandes círculos de los tres planos de discontinuidad implicados. Estos
grandes círculos se cruzan uno a otro para generar una forma triangular curva, aquí referida como
triángulo esférico, e indicado por el sombreado en la proyección en la figura 8.3c. En esta figura
el gran círculo de un plano de la familia 1 forma el límite sureste del triángulo esférico, la familia
2 el límite norte y la 3 el límite suroeste. En otras palabras, las localizaciones relativas de los tres
grandes círculos sobre el triángulo esférico son las mismas que las ubicaciones físicas relativas de
sus planos respectivos cuando delimitan un bloque tetraédrico cinemáticamente factible en la
superficie dada. Esta importante propiedad de un triángulo esférico, aquí referido como una
congruencia cinemática, ocurre cuando las dos condiciones cinematicas siguientes de proyección
son reunidas:

(a) El plano de proyección debe ser paralelo a la superficie que esta siendo estudiada.
(b) El hemisferio de proyección debe ser convexo hacia el lado del espacio libre de la superficie.

125
Figura 8.3 Congruencia cinemática

Estas condiciones siempre se satisfacen, para una superficie horizontal con salida, en una
proyección hemisférica inferior ordinaria (Figuras 8.3a y 8.3c). Esto se aprecia imaginando el
bloque tetraédrico ilustrado en la figura 8.3a, que está colocado en su orientación correcta en la
parte superior de la proyección en la figura 8.3c. El plano de proyección entonces representaría la
superficie de la roca; el bloque existiría en el lado de la masa rocosa de la superficie y el

126
hemisferio de proyección existiría en el lado del espacio libre. El punto de observación sería
desde dentro de la masa rocosa, mirando dentro del espacio libre a lo largo de la normal a la
superficie.
Si una proyección puede ser construida de tal modo que las condiciones cinemáticas de
proyección sean satisfechas para una superficie determinada, entonces cualquier triángulo
esférico en esta proyección, formado por tres planos no paralelos de cualquier orientación, serán
cinemáticamente congruentes con un bloque tetraédrico factible en la superficie. Por ejemplo, si
hubieran cinco familias de discontinuidades podrían, combinándose en diferentes formas, definir
10 diferentes bloque tetraédricos tales como: superficie de roca, familia 1, familia 2 mas familia
3; o superficie de roca, familia 1, familia 2 mas familia 4; etc. En general, si existen n familias de
discontinuidad, el número de los diferentes bloques tetraédricos esta dado por:

t = n!/6 (( n-3 )!)

Figura 8.4 Triángulos esféricos producidos por cinco planos que se intersectan mutuamente

La figura 8.4 muestra como los grandes círculos de cinco planos no paralelos se intersectan para
dar diez diferentes triángulos esféricos. En general, n planos no paralelos siempre se intersectan
para dar t triángulos esféricos, cada uno de los cuales esta asociado con un bloque tetraédrico
diferente. Si la proyección satisface las dos condiciones cinemáticas de proyección enlistadas
arriba, para una superficie dada, entonces cada triángulo esférico será cinemáticamente
congruente con su respectivo bloque tetraédrico en la superficie. Puesto que la congruencia
cinemática facilita bastante la visualización de la geometría de los bloques tetraédricos
cinemáticamente factibles, es deseable estar capacitado para satisfacer estas condiciones para
127
cualquier superficie inclinada con salida o sin salida que se este analizando. Esto asegura que las
geometrías de los bloques tetraédricos cinemáticamente factibles estén directamente relacionados
a la geometría de sus triángulos esféricos en la proyección.

8.3 Construcción de proyecciones hemisféricas inclinadas


8.3.1 Métodos de construcción
El proceso de satisfacer las dos condiciones de proyección para una superficie no horizontal, a fin
de generar triángulos esféricos que son cinemáticamente congruentes con la superficie dada,
conducen al concepto de la proyección hemisférica inclinada (Priest 1980). Esto implica rotación
o inclinación del hemisferio de proyección de tal modo que: (1) el plano de proyección sea
paralelo a la superficie y (2) el hemisferio de proyección sea convexo hacia el lado del espacio
libre de la superficie. Puede ser útil en esta etapa, imaginar el hemisferio que se ilustra en la
figura 2.8, siendo inclinado físicamente y después colocado como una “burbuja” en la superficie
de la roca como se muestra en la figura 8.5. Ya ha sido mostrado que si la superficie es horizontal
y tiene salida, no se requiere ninguna inclinación. Si la superficie tuviera salida pero inclinada a
50°, entonces se requerirán 50° de inclinación. Si la superficie fuera vertical, entonces se
requerirán 90° de inclinación. Si la superficie fuera horizontal y sin salida, entonces se requerirán
180° de inclinación. Si la superficie fuera sin salida pero inclinada a 60°, entonces se requerirán
120° de inclinación (es decir 180°–60°), como se muestra en la figura 8.5. En general, si la
superficie libre tiene un ángulo de echado βf entonces el ángulo requerido de inclinación esta
dado por ςf como sigue:

ςf = βf para una superficie con salida


ςf = 180 – βf para una superficie sin salida (8.1)

Con la inclinación las orientaciones absolutas de los planos de discontinuidad, la superficie de la


roca y otros rasgos fijos no cambian. Consecuentemente los grandes círculos y normales
representando las orientaciones de tales rasgos se correrán a través de la proyección según la
inclinación del hemisferio. Este efecto es similar al movimiento aparente de las estrellas según
gira la Tierra. En la práctica, no es necesario inclinar el hemisferio de proyección físicamente ya
que las rotaciones aparentes de todos los rasgos fijos están representados correctamente.

128
Figura 8.5 Inclinación del hemisferio para hacer que el plano de proyección sea paralelo al frente rocoso

El objetivo principal de inclinar el hemisferio de proyección es asegurar que el plano de


proyección venga a ser paralelo a la superficie de la roca. Esto significa que la normal a la
superficie de la roca, Nf, debe ser girada hasta que se trace en el centro de la proyección, (Figura
8.5). Esto solamente se puede lograr por medio de una rotación alrededor de un eje que es el
rumbo de capa de la superficie de roca dada. Sin embargo, para colocar a Nf en el centro de la
proyección se puede girar en dos diferentes direcciones (Figura 8.6). La dirección correcta esta
gobernada por la segunda condición de la proyección: que el hemisferio de proyección debe ser
convexo al lado del espacio libre de la superficie. Este requerimiento esta incluido en las
ecuaciones 8.1, las cuales dan el ángulo de rotación ςf. En una superficie con salida ςf es siempre
agudo y así Nf debe girar en una dirección que la lleve a través del ángulo agudo directo al centro
de la proyección. En una superficie sin salida ςf es siempre obtuso, así que Nf debe primero girar
hacia el perímetro y después del punto diametralmente opuesto moverse al centro de la
proyección. Si la superficie es vertical, Nf inicialmente se traza en el perímetro. En este caso, con
la dirección del rumbo de la superficie en el diámetro norte-sur de la red, es necesario
inicialmente trazar Nf en el extremo del diámetro este-oeste que lo coloca en el lado del espacio
libre de la superficie de la roca. Si se hace esto, la dirección de rotación correcta es la que toma
Nf del perímetro directamente al centro de la proyección. Cualquiera que sea la orientación de la
superficie, lo mas importante de esta rotación es que todos los otros puntos de referencia en la
proyección deben rotarse la misma cantidad, ςf, así como Nf, alrededor del mismo eje y en la
misma dirección con el fin de mantener sus orientaciones relativas correctas. Durante este
proceso es mas fácil rotar puntos de referencia individuales, tales como las normales en los
planos, en lugar de tratar de rotar grandes círculos completos.

129
Figura 8.6 Dos alternativas de rotación que mueven a la normal del frente Nf hacia el centro de la proyección

8.3.2 Resumen y ejemplos


El proceso de construir una proyección hemisférica inclinada se puede resumir como sigue:
(1) Los siguientes puntos de referencia son trazados y claramente etiquetados en una proyección
hemisférica inferior ordinaria. Las normales N1, N2, N3, etc., y también las líneas de máxima
inclinación D1, D2, D3, etc., de los diversos planos de discontinuidad y las superficies libres
adicionales se trazan de la forma usual. Sus grandes círculos, sin embargo, no se trazan en
esta etapa. La dirección de rumbo de capa Sf, la normal Nf y la línea de máxima inclinación
Df de la superficie de la roca también se trazan. Finalmente, la normal a la horizontal, Nh, se
traza en el centro de la proyección; esto, por supuesto, da la dirección vertical.
(2) El ángulo de rotación requerido, ςf, para una superficie inclinada con un ángulo βf se
encuentra a partir de las ecuaciones 8.1, cuidándose de tomar en cuenta la distinción entre una
superficie con salida y una sin salida.
(3) El rumbo de capa de la superficie, Sf, se coloca en el diámetro norte-sur de la red. Si el
ángulo ςf es agudo (es decir la superficie tiene salida) entonces la dirección de rotación es tal
que Nf se mueve a través del ángulo ςf directamente al centro de la proyección a lo largo del
diámetro este-oeste. Si ςf es obtuso (la superficie no tiene salida), entonces la rotación
requerida debe ser en una dirección que lleve primero a Nf al perímetro, para reingresar en un
punto diametralmente opuesto y continuar su rotación al centro de la proyección. Si la
superficie es vertical, Nf se traza inicialmente en el lado del espacio libre de la superficie y
después rotado directamente al centro de la proyección.

130
(4) Todos los otros puntos de referencia se rotan a lo largo de pequeños círculos, la misma
cantidad ςf, como Nf, alrededor del mismo eje y en la misma dirección. Cualquier punto que
sale del perímetro de la proyección continúa su rotación después de reingresar en un punto
diametralmente opuesto en la forma usual. La línea girada de máxima inclinación de la
superficie de la roca, la cual siempre termina en el perímetro de la proyección, se traza en el
punto donde primero intersecta este perímetro y no se transfiere al otro lado del diámetro.
Puede ser útil añadir un subíndice “r” a la etiqueta por cada punto girado para diferenciarlo
del punto original.
(5) Los grandes círculos de los diversos planos de discontinuidad, y también el plano horizontal,
se trazan a partir de sus respectivas normales aplicando los mismos principios básicos que se
usan cuando se trazan grandes círculos y sus normales en una proyección hemisférica inferior
ordinaria (Sección 4.3). Aunque la línea girada de máxima inclinación de un plano de
discontinuidad dado siempre se traza en algún punto a lo largo de su respectivo gran círculo,
solo en circunstancias muy especiales se traza en el punto medio usual.

El gran círculo del plano horizontal divide la proyección en dos zonas: una arriba y otra bajo la
horizontal. La línea girada de máxima inclinación de la superficie de la roca, Dfr, siempre se
dibuja en el perímetro de la proyección, en el borde del fondo de la zona que se halla bajo la
horizontal. Comúnmente resulta útil situar el punto Dfr con el azimut sur de la red, con el fin de
facilitar la interpretación.
Todos los triángulos esféricos dibujados sobre una proyección hemisférica inclinada, construidos
por el método anotado arriba, son cinemáticamente congruentes con bloques de la superficie
rocosa dada. Esto facilita enormemente el análisis de los bloques tetraédricos asociados con dicha
superficie. Antes de considerar la interpretación de una proyección hemisférica inclinada, puede
ser de utilidad hacer los siguientes ejemplos de construcción.

Ejemplo 8.1 (Figura 8.7) Una superficie rocosa plana con salida de dirección del echado/echado
120/50 es intersectada por cinco familias de discontinuidades planas persistentes con las
siguientes orientaciones:
Dirección del echado Echado
Familia
(grados) (grados)
1 185 54
2 117 70
3 150 81
4 325 32
5 048 64

Construya la proyección hemisférica inclinada para esta superficie.


Las normales N1, N2, ..., N5 y también las líneas de máxima inclinación D1, D2, ..., D5 de las cinco
diferentes orientaciones de la discontinuidad, se dibujan, en una proyección hemisférica inferior
ordinaria de la manera usual, como se muestra en la figura 8.7. Deben dibujarse e identificarse
también el rumbo de capa, la normal y la línea de máxima inclinación de la superficie rocosa
como Sf, Nf, Df respectivamente. El centro de la proyección, que inicialmente representa la
normal a la horizontal, se etiqueta Nh. En esta etapa no se deben dibujar grandes círculos. En este
ejemplo la superficie rocosa tiene salida con un echado de 50°; el ángulo requerido de rotación,
ςf, es por consiguiente 50°. Con el eje de rotación, Sf, en el diámetro norte-sur de la red, la
dirección de rotación es tal que Nf se desplaza directamente al centro de la proyección a través de
un ángulo de 50°. Todos los otros puntos dados se hacen girar a lo largo de pequeños círculos en

131
la misma cantidad, sobre el mismo eje y en la misma dirección. Estos puntos girados se etiquetan
con una “r” para evitar confusión con los puntos originales. Finalmente los grandes círculos de
los cinco planos de discontinuidad y también el plano horizontal, se dibujan a partir de sus
respectivas normales giradas. Esto se logra situando primero la normal girada sobre el diámetro
este-oeste de la red y enseguida contando 90° desde la normal, a lo largo de este diámetro y del
centro de la red. El gran círculo que se sitúa a 90° desde la normal se traza de la manera usual
(Figura 8.7). Esta nomenclatura es particularmente importante cuando se dibujan un gran número
de discontinuidades. Puede ser útil también, para diferenciar las normales de las líneas de
máxima inclinación, representar cada una de las primeras con un punto y las últimas con una
pequeña cruz (Figura 8.7)

Figura 8.7 Proyección hemisférica inclinada construida para una superficie con salida de dirección del echado/echado 120/50
(Ejemplos 8.1 y 8.3)

Es conveniente reiterar que, aunque las líneas giradas de máxima inclinación siempre se dibujan
en sus respectivos grandes círculos, generalmente ellas no ocurren en el punto medio usual. Este

132
requisito, de que un gran círculo dado debería contener su línea de máxima inclinación representa
una comprobación útil en la construcción, ya que los dos se dibujan en forma independiente. Si
este chequeo independiente no es requerido, las líneas de máxima inclinación pueden omitirse a
partir del dibujo inicial del hemisferio inferior, por lo que casi se reduce a la mitad el número de
puntos que requieren rotación. Esto es posible porque la línea girada de máxima inclinación, Dir,
del i-ésimo plano en una proyección hemisférica inclinada puede también ser trazado por
referencia de la normal girada Nir, para este plano y la normal girada para la horizontal Nhr.
Puesto que Nhr representa la dirección vertical, cualquier gran círculo que pase a través de Nhr
debe representar un plano vertical. Sin embargo, cualquier gran círculo que contenga tanto a Nhr
como a Nir debe representar un plano vertical que también contenga a Dir. Esta línea rotada de
máxima inclinación por lo tanto, se traza en su gran círculo asociado 90° desde Nir medido en la
forma usual a lo largo del gran círculo que contiene a Nhr y a Nir. La línea girada de máxima
inclinación para un plano dado es de gran valor cuando se interpreta el comportamiento de un
bloque bajo la simple carga gravitacional.

Ejemplo 8.2 (Figura 8.8) Una superficie de roca plana sin salida de dirección del echado/echado
251/60 es intersectada por cinco familias de discontinuidades planas persistentes con las
siguientes orientaciones:
Dirección del echado Echado
Familia
(grados) (grados)
1 121 77
2 207 62
3 049 73
4 244 41
5 322 19
Construir la proyección hemisférica inclinada para esta superficie.
Como antes, las distintas normales y líneas de máxima inclinación son trazadas sobre una
proyección hemisférica inferior ordinaria. En este ejemplo la superficie de la roca no tiene salida
y se inclina en 60°. Mediante las ecuaciones 8.1 el ángulo de rotación requerido ςf, es por lo tanto
de 120°. Con el eje de rotación en el diámetro norte-sur de la red, la dirección de rotación es tal
que la normal a la superficie primero se mueve 30° a lo largo del diámetro este-oeste de la red
hacia el perímetro de la proyección, y después reingresa en una posición diametralmente opuesta
para completar los 90° restantes de rotación hacia el centro. Todos los demás puntos de referencia
por medio de esta misma rotación a lo largo de sus respectivos pequeños círculos. Haciendo esto,
varios puntos cruzan el perímetro de la proyección, vuelven a entrar en una posición
diametralmente opuesta, para completar su rotación. Finalmente, los grandes círculos de los cinco
planos de discontinuidad y también el plano horizontal se trazan desde sus respectivas normales.
La proyección hemisférica inclinada resultante se muestra en la figura 8.8.

133
Figura 8.8 Proyección hemisférica inclinada construida para una superficie sin salida de dirección del echado/echado 251/60
(Ejemplos 8.2 y 8.4)

8.4 Interpretación de las proyecciones hemisféricas inclinadas

8.4.1 Interpretación geométrica


Si una proyección hemisférica inclinada satisface las dos condiciones cinemáticas de proyección
para una superficie determinada, entonces cada uno de los triángulos esféricos será
cinemáticamente congruente con su respectivo bloque tetraédrico en la superficie. Esto facilita
mucho el análisis geométrico del bloque tetraédrico proporcionando la información necesaria
para determinar la orientación, área de superficie y volumen del bloque. Además, la ubicación del
triángulo esférico en la proyección indica en cual dirección se moverá el bloque si es inestable, ya
sea por desplazamiento a través del espacio libre o por deslizamiento en uno o dos planos.
Algunos nuevos términos y definiciones, aquí usados para describir la geometría de los bloques
tetraédricos y sus triángulos esféricos asociados, se explican adelante. Las figuras 8.9a y 8.9b

134
muestran dos tipos de geometría de bloques tetraédricos cinemáticamente factibles que se pueden
formar por tres planos de discontinuidad y una superficie libre plana. En cada uno de los casos
los tres planos de discontinuidad se intersectan en pares para formar tres esquinas de un bloque,
marcados I12, I23, etc. Estas tres esquinas se intersectan en un punto, en este caso nombrado el
ápice del bloque. Las tres discontinuidades intersectan la superficie de la roca para delimitar el
triángulo de superficie. Los tres lados restantes del tetraedro, formado por los tres planos de
discontinuidad, son aquí nombrados como triángulos de superficie de un bloque. Una línea
imaginaria, construida desde el ápice del bloque hacia la superficie de la roca, de una orientación
normal a esta superficie es nombrada eje normal. El eje normal del tetraedro en la figura 8.9a cae
dentro del bloque y por lo tanto no intersecta el triángulo de superficie. Esto provee la distinción
entre los dos tipos generales de geometría de bloque: uno con un eje normal interno, el otro con
un eje normal externo. Cualquier plano imaginario construido a través del eje normal es llamado
un plano normal; un número infinito de planos normales puede ser generado por la rotación de un
solo plano normal alrededor del eje normal. En la figura 8.9a todos los planos normales deben
cortar completamente el bloque porque el eje normal es interno. Sin embargo en la figura 8.9b, el
eje normal es externo, y consecuentemente todos los planos normales no necesariamente
intersectan el bloque. Si un plano normal intersecta a un bloque determinado, cortará
completamente a dos triángulos de superficie del bloque para definir dos líneas de superficie del
bloque. Las esquinas del bloque son líneas especiales de superficie del bloque puesto que son
comunes a un par de triángulos adyacentes de superficie del bloque. Para ciertos propósitos es
conveniente representar la orientación de una línea de superficie de bloque mediante un vector
unitario, con un sentido que lo dirija hacia afuera del ápice del bloque y hacia afuera del espacio
libre.
Las figuras 8.9c y 8.9d muestran las proyecciones hemisféricas que contienen triángulos esféricos
cinemáticamente congruentes con los bloques tetraédricos en las figuras 8.9a y 8.9b,
respectivamente. Esto significa que en cada caso, el plano de proyección (el perímetro de la red)
es paralelo al frente rocoso. El centro de la proyección es, por lo tanto, normal al frente rocoso y
paralelo al eje normal del bloque. En cada caso, los grandes círculos de los tres planos de
discontinuidad se intersectan para originar las tres esquinas del bloque y con esto delimitan el
triángulo esférico congruente. Cualquier diámetro de la proyección representa el gran círculo de
un plano normal. En la figura 8.9c cualquier plano normal intersectará el triángulo esférico en dos
puntos para definir un par de líneas de superficie de bloque. El bloque al que se hace referencia
en la figura 8.9d tiene un eje normal externo; por lo que, el triángulo esférico de esta figura no
rodea el eje normal en el centro de la proyección. Esto significa que solamente aquellos planos
normales dentro de un rango específico de orientaciones intersectan el triángulo esférico. En cada
caso, el perímetro del triángulo esférico puede se considerado como el lugar geométrico generado
por un número infinito de líneas de superficie de bloque radiando desde el ápice del bloque hacia
el frente rocoso. Vale la pena apreciar que siempre es posible encontrar una línea que radia desde
el ápice del bloque y cae en una discontinuidad plana dada, pero que no es una línea de superficie
de bloque para el bloque dado. Tal como una línea, mostrada en la figura 8.9c, no cae en el
triángulo esférico congruente y debe, por lo tanto, tener una orientación que se ubique fuera de la
superficie física del bloque dado. Cualquier bloque que se suponga que tiene un mecanismo de
falla por deslizamiento debe, si es inestable, deslizarse a lo largo de una línea de superficie de
bloque.

135
136
Figura 8.9 (a y b) Propiedades geométricas de bloques tetraédricos y (c y d) sus respectivos triángulos esféricos cinemáticamente
congruentes

Cada una de las figuras 8.7 y 8.8 contienen diez triángulos esféricos diferentes; algunos de los
cuales rodean el centro de la proyección y por tanto tienen un eje normal interno. Cuando
rotamos la línea de máxima inclinación del frente rocoso, Dfr, se coloca en el azimut suroeste de
la red, el rumbo del frente rocoso se ubicará en el diámetro este-oeste de la red. Puede ser útil,
cuando la proyección esta en esta posición, imaginar que estamos sentados dentro de la masa
rocosa de manera que la proyección hemisférica inclinada representa la “vista” mirando hacia
fuera de la superficie libre a lo largo de la normal al frente rocoso. Los puntos, norte, sur, este y
oeste de la red deberán interpretarse como: arriba, abajo, derecha e izquierda respectivamente en
el plano del frente inclinado. El gran círculo del plano horizontal rotado intersecta al gran círculo
de cada plano en la proyección para definir, en cada caso, el rumbo del plano. Cualquier punto
trazado del mismo lado del plano horizontal de Dfr estará debajo de la horizontal; y cualquier
punto trazado del lado opuesto de Dfr estará sobre la horizontal.
Cuando trabajamos con rasgos puramente geométricos no es necesario considerar el sentido de la
línea asociada. Por simplicidad, en una proyección hemisférica inferior todas las líneas se
consideran con sentido hacia abajo. De igual forma, en una proyección hemisférica inclinada nos
conviene asumir que todas las líneas puramente geométricas tienen un sentido que las dirige
hacia afuera, desde la masa rocosa hacia el espacio libre. Por lo tanto, en una proyección
hemisférica inclinada, si un punto que representa una línea puramente geométrica se traza debajo
de la horizontal, entonces interpretamos que la línea esta dirigida hacia abajo y hacia el espacio
libre. Un punto geométrico que se traza encima de la horizontal representa una línea que esta
dirigida hacia arriba y hacia el espacio libre. El ángulo de echado de la línea representada por
cualquier punto dado se obtiene en una proyección hemisférica inclinada colocando el punto y la
vertical rotada, Nhr, en un gran círculo común. El echado es el ángulo agudo medido a lo largo de
este gran círculo desde el punto dado hasta el plano horizontal rotado. En algunos casos este
puede ser el ángulo externo en el gran círculo. La línea mas vertical dirigida hacia abajo en una
proyección construida para una superficie con salida está dada por la vertical rotada, Nhr. La línea
más vertical dirigida hacia abajo en una proyección para una superficie sin salida esta dada por la
línea rotada de máxima inclinación, Dfr, de la superficie. En cualquier caso la línea mas vertical
se interpreta como el “punto del fondo” de la proyección.

137
Cuando una o mas superficies planas, libres y adicionales se presentan cerca de la superficie
rocosa principal, es absolutamente válido tratar cada una de las superficies adicionales de la
misma forma que un plano de discontinuidad cuando se construye la proyección hemisférica
inclinada para la superficie principal. Cualquier superficie adicional puede, bajo ciertas
circunstancias, instersectar planos de discontinuidad y/o otras superficies libres, para definir un
bloque tetraédrico cinemáticamente factible, la geometría del cual esta relacionada directamente
al triángulo esférico cinemáticamente congruente en la proyección de la forma usual. Sin
embargo, es importante tener en cuenta que las rocas se presentan solamente en un lado de
cualquier superficie libre determinada. Consecuentemente, si un triángulo esférico
cinemáticamente factible formando una superficie libre adicional genera el bloque asociado en el
lado del espacio libre de esa superficie, entonces ese bloque no puede existir. Si una o mas
superficies libres adicionales vana a estar involucradas en la delimitación de un bloque
tetraédrico válido, entonces el triángulo esférico cinemáticamente congruente asociado debe estar
en el lado de la masa rocosa en cada una de las superficies. Esto significa que, a fin de delimitar
un bloque válido, una superficie libre adicional con salida puede participar solamente en
triángulos esféricos que caigan sobre ella en la proyección; una superficie libre sin salida solo
puede participar en triángulos esféricos que estén por debajo de ella. Estas restricciones
solamente se aplican cuando la superficie libre adicional forma efectivamente parte de un
triángulo esférico dado; aquellos triángulos que implican tres planos de discontinuidad son
interpretados en la forma usual. En algunas situaciones se pueden conocer una o varias
ubicaciones actuales de las superficies libres adicionales. En este caso solamente aquellas
superficies libres que existen en el lado de la masa rocosa de la superficie principal necesitan ser
incluidas en el análisis. Aquellas superficies libres en el lado del espacio libre de la superficie
principal forman esquinas de reingreso que no pueden formar bloques tetraédricos. Esto se ilustra
en la figura 8.10. La situación mas común involucrando una superficie libre adicional, es cuando
un talud de una roca sin salida tiene un “tope” formado por una superficie libre sin salida, la cual
con frecuencia tiene un ángulo de echado relativamente pequeño.

Figura 8.10a Localización de las superficies libres adicionales permisibles en un frente rocoso principal con salida

138
Figura 8.10b Localización de las superficies libres adicionales permisibles en un frente principal sin salida

8.4.2 Interpretación del comportamiento de bloques bajo condiciones generales de carga

La estabilidad y en su caso el mecanismo de falla de un bloque dado depende de la orientación,


magnitud y sentido de la resultante del vector fuerza r que actúa sobre el bloque. Los métodos
para determinar r, lo cual implica calcular el peso del bloque y el análisis de las fuerzas externas
se obtienen mediante pruebas de laboratorio.
Cuando los vectores fuerza se trazan en una proyección hemisférica inferior es muy importante
anotar el sentido de cada fuerza. Dependiendo de su orientación y sentido, un fuerza resultante r
puede estar dirigida hacia el espacio libre o hacia la masa rocosa. Para analizar esto primero es
necesario representar la orientación de la fuerza resultante en una proyección hemisférica
inclinada adecuada, llevando el punto r a través de la rotación ςf de la forma usual, para dar la
fuerza resultante rotada rr. El análisis, basado en el sentido de r y la posición de rr en la
proyección hemisférica inclinada, se resume en la tabla 8.1.

Tabla 8.1 Interpretación del sentido de una fuerza en una proyección hemisférica inclinada

Posición de rr en la proyección hemisférica inclinada


Sentido de la fuerza r Se traza arriba del plano Se traza debajo del plano
horizontal horizontal
La fuerza esta dirigida hacia el La fuerza esta dirigida hacia la
Sentido hacia arriba
espacio libre masa rocosa

La fuerza esta dirigida hacia la La fuerza esta dirigida hacia el


Sentido hacia abajo
masa rocosa espacio libre

Cuando analizamos la forma en que se comportará un bloque dado suponemos que dicho bloque
tenderá a moverse en la dirección del vector resultante rr, a menos que el macizo rocoso
adyacente a los planos de discontinuidad que delimitan el bloque lo impidan. Esta restricción se
presenta si uno o más de estos planos de discontinuidad están orientados de tal forma que
mantengan un estado de compresión con rr. En este caso, el bloque solamente puede fallar por
deslizamiento en uno o dos planos de compresión a lo largo de la línea de superficie del bloque

139
asociada con el valor mayor de esfuerzo cortante en este o estos planos. Esta dirección de
deslizamiento potencial esta dada por la línea de superficie del bloque que forma el ángulo agudo
sólido más pequeño con rr. Si consideramos a cada una de las líneas de superficie del bloque
como un vector unitario radiando desde el ápice del bloque hacia el espacio libre, este ángulo
agudo se debe medir entre su extremo positivo y el extremo positivo de rr. Consecuentemente si
rr se dirige hacia fuera al espacio libre este ángulo agudo se debe medir internamente en la
proyección hemisférica inclinada. Sin embargo, si rr se dirige hacia adentro de la masa rocosa es
necesario medir este ángulo agudo externamente en la proyección. En este último caso es mas
conveniente determinar la dirección del deslizamiento ubicando la línea de superficie del bloque
que forma el ángulo obtuso mas grande con rr cuando es medido internamente en la proyección.
Este ángulo es por lo tanto, en este último caso, medido desde el extremo negativo del vector rr.
Esto siempre da el mismo resultado que el obtenido tomando el ángulo agudo extreno mas
pequeño, pero en cierta forma es mas fácil de medir y visualizar. Si se encuentra que el ángulo
sólido mas pequeño entre una línea de superficie del bloque y rr es mayor de 90° entonces el
bloque asociado no puede llegar a ser inestable porque la fuerza resultante, cualquiera que sea su
magnitud, genera componentes de cortante que tienden a empujar al bloque hacia adentro de la
masa rocosa.
El perímetro de cualquier triángulo esférico cinemáticamente congruente nos da la ubicación
geométrica de las líneas de superficie del bloque para el bloque asociado. La relación entre la
geometría del bloque y la orientación de la fuerza resultante que actúa sobre éste se expresa en
términos del ángulo θ medido desde rr hasta el punto L, el cual representa una línea de superficie
del bloque en el perímetro del triángulo esférico asociado. Este ángulo θ se cuenta internamente a
lo largo del gran círculo que contiene a rr y L y por lo tanto se ubicará en el rango 0 < θ < 180°.
En un triángulo esférico determinado siempre existirá un solo punto Lmin, representando la línea
de superficie del bloque que forma el ángulo mínimo posible θmin con rr. También existirá un solo
punto Lmax, que representa la línea de superficie del bloque que forma en ángulo máximo posible
θmax con rr. Cualquiera de estos puntos Lmin o Lmax pueden representar una línea que se ubica en
un solo plano de discontinuidad o alternativamente en una esquina del bloque, dependiendo de la
orientación de rr y la geometría del bloque. Aunque de hecho solo pueden existir hasta seis
posibles candidatos para Lmin y Lmax en un triángulo esférico dado. Los primeros tres candidatos
se ubican en cada uno de los tres planos implicados en el punto donde cada plano es intersectado
por el gran círculo que contiene tanto a rr como a la normal rotada del plano. Sin embargo, si el
punto definido en esta forma no se ubica en el triángulo esférico debe ser eliminado puesto que
no representa una línea de superficie del bloque. Los tres posibles candidatos restantes son las
esquinas del triángulo esférico, las cuales representan las tres esquinas del bloque. Estas
mediciones están ilustradas en la figura 8.11, la cual es la proyección hemisférica inclinada
previamente presentada en la figura 8.7 pero en este caso solo contiene los planos 1, 2 y 3 así
como sus normales rotadas. Se supone que el vector resultante r que actúa sobre el bloque tiene
una dirección del echado/echado 333/28 y sentido hacia abajo. La representación hemisférica
inclinada de este vector, marcado como rr se obtuvo por rotación en la forma usual. Los ángulos θ
medidos desde rr hasta los puntos extremos en los planos 1, 2 y 3 son 63°, 56° y 70°
respectivamente. Los puntos extremos en los planos 1 y 2 sin embargo no se ubican sobre el
triángulo esférico así que son ignorados. Los ángulos θ medidos desde rr hasta las esquinas del
triángulo esférico son de 96° para la intersección entre los planos 1 y 2, 72° para 2 y 3 y de 79°
para 1 y 3. De aquí que θmin es de 70° y Lmin se ubica en el plano 3; θmax es de 96° y Lmax es la
esquina formada por la intersección entre los planos 1 y 2.

140
Figura 8.11 Determinación de los puntos extremos Lmin y Lmax sobre un triángulo esférico

Los valores de θmin y θmax así como el sentido y orientación de rr, son indicadores importantes de
cómo se comportará el bloque tetraédrico asociado. Las distintas combinaciones posibles de estos
valores originan cinco diferentes categorías de comportamiento del bloque que se resumen en la
tabla 8.2 y se ilustran en la figura 8.12. Para una mejor claridad en esta figura, el vector resultante
ha sido trazado de tal manera que actúe a través del ápice de cada bloque. En general, sin
embargo, se supone que este vector actúa a través del centro de masa de un bloque determinado.
En los casos donde rr esta dirigido hacia adentro de la masa rocosa, el ángulo interno θmax debe
ser medido desde su extremo negativo.

141
Tabla 8.2 Comportamiento de bloques tetraédricos cinemáticamente factibles sujetos a un vector
fuerza resultante r
rr está dirigido hacia el espacio libre rr está dirigido hacia la masa rocosa
θmin ≥ 90° θmin < 90° θmax ≤ 90° θmax > 90°
Ia IIa
rr se traza fuera El bloque Si es inestable, el
del triángulo asociado no bloque asociado se IIb
esférico se puede desliza hacia afuera Ib Si es inestable, el
mover a lo largo de Lmina El bloque bloque asociado
asociado no se se desliza hacia
rr se traza dentro III puede mover fuera a lo largo
del triángulo Si es inestable, el bloque asociado se de Lmaxb
esférico mueve en la dirección de rr

a
Lmin = Línea de superficie del bloque que forma el ángulo agudo mas pequeño θmin, con rr.
b
Lmax = Línea de superficie del bloque que forma el ángulo obtuso mas grande θmax, con rr.

142
Figura 8.12 Comportamiento de bloques tetraédricos cinemáticamente factibles sujetos a la resultante de un vector fuerza rr

Si rr está dirigido hacia el espacio libre y se traza fuera del triángulo esférico, entonces el
comportamiento del bloque asociado depende solamente del valor de θmin: si θmin ≥ 90° entonces
el bloque asociado no se puede mover (Categoría Ia, Figura 8.12a); si θmin < 90° entonces el
bloque asociado, en caso de ser inestable, se deslizará hacia el espacio libre a lo largo de la línea
de superficie del bloque representada por el punto Lmin (Categoría IIa, Figura 8.12b). Si rr se
dirige hacia la masa rocosa, entonces el comportamiento del bloque asociado depende
únicamente de valor de θmax, sin considerar si rr se traza fuera o dentro del triángulo esférico: si
θmax ≤ 90° entonces el bloque asociado no se puede mover (Categoría Ib, Figura 8.12c); si θmax >
90° y si el bloque asociado es inestable entonces se deslizará hacia el espacio libre a lo largo de la
línea de superficie del bloque representada por Lmax (Categoría IIb, Figura 8.12d). Si rr se dirige
hacia el espacio libre y también se traza dentro del triángulo esférico, entonces el bloque
asociado, si es inestable, se moverá a través del espacio libre en la dirección de rr (Categoría III,
Figura 8.12e).
Los bloques en la categoría I no se pueden mover porque el vector fuerza resultante genera
componentes de esfuerzos cortantes que tienden a meter el bloque hacia adentro de la masa
rocosa. Los bloques en la categoría II sufren deslizamiento si son inestables porque el vector
143
fuerza resultante genera componentes de esfuerzo cortante que tienden a sacar el bloque hacia el
espacio libre por deslizamiento a lo largo de uno o dos planos que se mantienen en un estado de
compresión. Si el punto extremo apropiado Lmin o Lmax esta ubicado en un solo plano entonces el
bloque, si es inestable, se deslizará solo en ese plano. Si el punto extremo representa una esquina
del bloque, entonces si es inestable, se deslizará a lo largo de una línea de intersección de los dos
planos que forman la esquina. La orientación y echado reales de la dirección de deslizamiento se
puede encontrar invirtiendo la rotación ςf para el punto, o alternativamente volviendo a trazar los
planos implicados en una proyección hemisférica inferior común. Los bloques en la categoría IIa
son más probables de ser inestables si θmin es pequeño; aquellos en la categoría IIb son mas
probables de ser inestables si θmax es mayor. Los bloques en la categoría III son “jalados” de la
masa rocosa puesto que el vector fuerza resultante induce la separación a través de cada plano de
discontinuidad.
Si el bloque bajo análisis está formado por una combinación válida de planos de discontinuidad y
una o mas superficies libres adicionales, es necesario considerar la posibilidad de que el bloque
pueda fallar por desplazamiento de una de las superficies libres adicionales. Si un bloque
determinado ha sido clasificado como categoría I en la superficie principal, esta posibilidad se
puede investigar construyendo una proyección hemisférica inclinada para cada una de las
superficies libres adicionales en cuestión. Cuando se interpretan triángulos esféricos que
involucran superficies libres adicionales, es importante reconocer que una superficie libre nunca
puede formar un plano de deslizamiento, ya sea por si sola o en combinación con un plano de
discontinuidad puesto que el deslizamiento requiere una interfase roca a roca. En la práctica, esta
complicación aparece muy raramente cuando se analizan bloques tetraédricos válidos puesto que
en la mayoría de los casos la superficie libre adicional no tiene salida y forma la superficie
superior del bloque.
Volviendo a la ilustración en la figura 8.11, el vector resultante que actúa sobre el bloque tiene un
sentido hacia abajo y puesto que rr se traza por debajo de la horizontal, debe estar dirigido hacia
el espacio libre (Tabla 8.1). Puesto que rr se traza fuera del triángulo esférico en la figura 8.11 y
θmin < 90°, si el bloque asociado es inestable, se deslizará hacia fuera a lo largo de Lmin, la cual en
este caso se ubica en el plano 3. La orientación y echado reales de la línea de superficie del
bloque Lmin se encuentra invirtiendo la rotación ςf, para este punto es de 116/79.
Los principios explicados en esta sección y resumidos en la tabla 8.2 y figura 8.12 son de vital
importancia cuando se predicen mecanismos de falla y se analiza la estabilidad de bloques
tetraédricos.

8.4.3 Interpretación del comportamiento de bloques bajo simple carga gravitacional

En los macizos rocosos secos y donde no existe ninguna fuerza externa, los bloques están con
frecuencia sujetos solamente a la simple carga gravitacional. En tales casos el vector fuerza
resultante r en el bloque actúa en una dirección vertical con sentido hacia abajo. La orientación
de rr en la proyección hemisférica inclinada por lo tanto esta dada por la vertical rotada Nhr. En
cualquier superficie con salida rr se traza por debajo de la horizontal y por consiguiente está
dirigida hacia el espacio libre; en cualquier superficie sin salida rr se traza por encima de la
horizontal y por lo tanto está dirigida hacia adentro de la masa rocosa (Tabla 8.1). Puesto que
durante la construcción la línea de máxima inclinación de la superficie no se transfiere a través
del diámetro de la proyección, una superficie vertical debe ser interpretada como si tuviera salida.
En cualquier proyección hemisférica inclinada, el plano horizontal da la ubicación geométrica de
puntos que forman un ángulo de 90° con Nhr. Por lo tanto ahora es posible volver a escribir la
interpretación generalizada de la tabla 8.2 para el caso específico de bloques que están sujetos

144
solamente a la simple carga gravitacional. La interpretación resultante, la cual esta en la tabla 8.3
y se ilustra en la figura 8.13, es equivalente en todos los aspectos a la interpretación generalizada
descrita en la sección anterior y resumida en la tabla 8.2 y figura 8.12. Como antes, solo pueden
existir hasta seis posibles candidatos para Lmin y Lmax en un triángulo esférico determinado. En
este caso, sin embargo, los primeros tres candidatos están dados por las líneas giradas de máxima
inclinación Dir, de los tres planos implicados puesto que estas líneas deben ser coplanares con la
normal asociada Nir y la fuerza vertical resultante. Una vez más, si uno de estos puntos no se
ubica en el triángulo esférico, debe ser eliminado puesto que no representa una línea de superficie
del bloque. Como antes, los tres posibles candidatos restantes son las esquinas del triángulo
esférico, las cuales representan las tres esquinas del bloque. En muchos casos es relativamente
fácil identificar Lmin y Lmax simplemente inspeccionando las líneas de máxima inclinación de los
planos y las esquinas del triángulo esférico.

Tabla 8.3 Comportamiento de bloques tetraédricos cinemáticamente factibles sujetos a simple


carga gravitacional
Superficie rocosa con salida (o
Superficie rocosa sin salida, rr se
vertical), rr se dirige hacia el espacio
dirige hacia la masa rocosa
libre
El triángulo Parte del El triángulo Parte del
esférico se traza triángulo esférico esférico se traza triángulo esférico
completamente se traza debajo completamente se traza debajo
por arriba del del plano por arriba del del plano
plano horizontal horizontal plano horizontal horizontal
IIa
Ia
Si es inestable, el
Nhr se traza fuera Bloque asociado
bloque asociado
del triángulo dirigido hacia IIb
se desliza hacia Ib
esférico arriba, no se Si es inestable, el
fuera a lo largo Bloque asociado
puede mover bloque asociado
de Lmina dirigido hacia
se desliza hacia
arriba, no se
fuera a lo largo
Nhr se traza III puede mover
de Lmaxb
dentro del Si es inestable, el bloque asociado
triángulo esférico cae verticalmente

a
Lmin = Línea de superficie del bloque que forma el ángulo agudo mas pequeño θmin, con Nhr.
b
Lmax = Línea de superficie del bloque que forma el ángulo obtuso mas grande θmax, con Nhr.

Los bloques en la categoría I no pueden moverse porque todas las líneas de superficie del bloque
están dirigidas hacia arriba y hacia la superficie de la roca (Figuras 8.13a y c). Los bloques en la
categoría II presentan desplazamiento, si son inestables, a lo largo de una sola línea de superficie
del bloque que tiene la pendiente mas inclinada (Figuras 7.13b y d). Esta línea de extremo dada
por Lmin en una superficie con salida y Lmax en una superficie sin salida, pueden ser la línea rotada
de máxima inclinación de un solo plano (dando un solo plano de deslizamiento) o la línea de
intersección entre dos planos (dando doble plano de deslizamiento en los dos planos). En caso de
un solo plano de deslizamiento la orientación y echado de la dirección de deslizamiento están
dados por la dirección del echado/echado del plano en cuestión. Donde se predice un doble plano
de deslizamiento, la orientación real de la línea de intersección se puede encontrar ya sea
invirtiendo la rotación ςf para el punto de intersección o volviendo a trazar los planos implicados

145
en una proyección hemisférica inferior común. Los bloques en la categoría II son mas probables
de ser inestables si la dirección de deslizamiento predicha tiene una pendiente de echado hacia
abajo. Esto ocurre para los bloques en la categoría IIa cuando θmin es pequeño y para los bloques
en la categoría IIb cuando θmax es grande. Aquellos bloques en la categoría III simplemente caen
verticalmente desde la superficie de la roca si son inestables (Figura 7.13e).

146
Figura 8.13 Comportamiento de bloques tetraédricos cinemáticamente factibles sujetos solamente a carga gravitacional simple

147
8.4.4 Resumen y ejemplos

El proceso de interpretación de una proyección hemisférica inclinada se resume como sigue:


1) Cada triángulo esférico en la proyección es cinemáticamente congruente con el bloque
tetraédrico asociado en la superficie dada. Un triángulo esférico se puede considerar como
la ubicación geométrica de líneas de superficie del bloque para el bloque asociado.
Cualquier bloque que se deduzca que tiene un mecanismo de falla por deslizamiento, si es
inestable, debe deslizarse a lo largo de una línea de superficie del bloque.
2) El gran círculo del plano horizontal rotado, divide a la proyección en dos zonas: una por
arriba y otra por debajo de la horizontal. La línea rotada de máxima inclinación Dfr, de la
superficie rocosa sirve para diferenciar estas zonas puesto que siempre se traza por debajo
de la horizontal. Cuando esta línea rotada de máxima inclinación está colocada en el
azimut sur de la red, los puntos originales del norte, sur, este y oeste son interpretados
como arriba, abajo, derecha e izquierda respectivamente en el plano de la superficie
inclinada.
3) Cualquier línea meramente geométrica, representada por un punto en la proyección se
supone que está dirigida hacia el espacio libre, en una dirección hacia arriba si se traza por
encima del plano horizontal rotado y hacia abajo si se traza por debajo de este plano. El
ángulo de echado de una línea dada es el ángulo agudo que va desde esa línea hasta el
plano horizontal rotado, medido a lo largo del gran círculo que contiene la vertical Nhr.
4) Un bloque tetraédrico válido, que contiene una o mas superficies libres adicionales,
solamente se puede formar si el triángulo esférico asociado construye el bloque en el lado
de la masa rocosa de cada superficie.
5) La representación hemisférica inclinada rr del vector fuerza resultante r que actúa sobre
un bloque dado se puede usar para determinar la forma de falla del bloque si es inestable.
La dirección de rr ya sea hacia el espacio libre o hacia la masa rocosa, depende del
sentido de r y de la posición de rr en la proyección hemisférica inclinada como se resume
en la tabla 8.1.
6) La relación entre la geometría de un bloque dado y la orientación de la fuerza resultante
que actúa sobre ella se expresa en términos del ángulo θ contado internamente desde rr
hasta el punto L, el cual representa una línea de superficie del bloque en el perímetro del
triángulo esférico asociado. Siempre habrá un punto único Lmin asociado con el valor
mínimo de θ, θmin y otro punto único Lmax asociado con el valor máximo θmax. Puede
haber solamente hasta seis posibles candidatos para Lmin y Lmax en un triángulo esférico
dado: en cada uno de los tres planos implicados, en el punto donde cada plano es
intersectado por el gran círculo que contiene tanto a rr como a la normal rotada del plano;
los tres candidatos restantes son las esquinas del triángulo esférico. Los valores de θmin y
θmax, y también la dirección y orientación de rr, son indicadores importantes de cómo se
comportará el bloque tetraédrico asociado. Las distintas combinaciones posibles de estos
valores dan origen a cinco categorías diferentes del comportamiento del bloque como se
resume en la tabla 8.2 y la figura 8.12.
7) Donde los bloques están sujetos solamente a la simple carga gravitacional, el vector
fuerza resultante en el bloque actúa hacia abajo en dirección vertical dado por Nhr en una
proyección hemisférica inclinada. Por lo tanto esta fuerza esta dirigida hacia fuera en una
superficie con salida y hacia el interior de la masa rocosa cuando la superficie no tiene
salida. Como antes, solo existen seis posibles candidatos para Lmin y Lmax en un triángulo
esférico determinado. En este caso los bloques que se supone son potencialmente
inestables ya sea deslizándose por la línea de superficie del bloque de máxima inclinación

148
o bien cayendo verticalmente en caso de ser inestable. La interpretación del
comportamiento de los bloques que están sujetos solo a la simple carga gravitacional se
resume en la tabla 8.3 y figura 8.13.
8) Si la dirección de deslizamiento predicha para un bloque dado se ubica en un solo plano,
entonces el bloque se deslizará solo en ese plano si es inestable. Si la dirección de
deslizamiento pronosticada se ubica en una esquina del triángulo esférico y es inestable,
entonces el bloque se deslizará en los dos planos implicados a lo largo de su línea de
intersección, la cual esta representada por la esquina. Es más probable que los bloques
que se supone tienen una falla por deslizamiento sean inestables cuando θmin es pequeño o
cuando θmax es grande. Si el bloque que se analiza esta formado por una combinación
válida de planos de discontinuidad y una o mas superficies libres adicionales, etonces la
dirección de deslizamiento nunca se ubicará en el plano de una de estas superficies libres
adicionales.

Los siguientes ejemplos ilustran la interpretación del comportamiento de un bloque bajo


condiciones de simple carga gravitacional.

Ejemplo 8.3 (Figura 8.7) Analice los modos de falla que podrían ser inducidos por simple carga
gravitacional de los bloques tetraédricos representados por los triángulos esféricos en la
proyección hemisférica inclinada en la figura 8.7 formada por una superficie con salida de
dirección del echado/echado 120/50. En el caso de mecanismos de deslizamiento, dar el o los
planos de deslizamiento y también la dirección del mismo.

El primer paso es colocar la línea rotada de máxima inclinación de la superficie rocosa, Dfr, en el
azimut sur de la red. La vertical rotada, Nhr, representa el vector fuerza resultante, el cual actúa
hacia abajo en cada uno de los diez bloques tetraédricos dados por los diez triángulos esféricos
cinemáticamente congruentes en la proyección. Puesto que Nhr se traza por debajo del plano
horizontal y representa una fuerza con un sentido hacia abajo, esta fuerza resultante debe estar
dirigida hacia el espacio libre (Tabla 8.1). Todos los bloques deben, por lo tanto, pertenecer ya
sea a la categoría Ia, IIa o III en la tabla 8.3. Ningún triángulo esférico en la figura 8.7 se traza
completamente por encima del plano horizontal, por eso no existe ningún bloque en la categoría
Ia (esta es una situación común cuando la superficie rocosa tiene salida así como un ángulo de
echado relativamente pequeño). Hay cinco triángulos esféricos y cada uno encierra la dirección
vertical rotada Nhr, y por lo tanto representan bloques de la categoría III que pueden caer
verticalmente desde esta superficie con salida. Estos bloques son los siguientes: 1,2,4 (definidos
por las intersecciones de los planos 1, 2 y 4), 1,2,5 1,3,5 2,3,4 y 3,4,5. Los cinco triángulos
esféricos restantes representan bloques de la categoría IIa los cuales si son inestables en cada caso
se deslizan hacia fuera a lo largo de sus líneas de superficie del bloque Lmin, que forma el ángulo
agudo mas pequeño θmin medido internamente desde Nhr. El triángulo esférico definido por la
intersección de los planos 1, 2 y 3 tiene un θmin de solamente 9°, dado por la línea rotada de
máxima inclinación del plano 3, D3r, el cual representa Lmin para el bloque asociado. Por lo tanto
si este bloque es inestable, deberá deslizarse sobre el plano 3, debajo de su línea de máxima
inclinación, la cual tiene una orientación/echado de 150/81. Los bloques 1,4,5 y 2,4,5 también si
son inestables, sufren deslizamiento en un solo plano, en primero en el plano 4 (352/32) y el
segundo en el plano 5 (048/64). El bloque 1,3,4 no puede caer verticalmente puesto que no
encierra a Nhr. El plano 1 de este bloque se traza mas cerca a Nhr y debe por lo tanto, contener a
Lmin. Sin embargo la línea de máxima inclinación de este plano, D1r, no es una línea de superficie
del bloque. Consecuentemente para este bloque Lmin es la intersección de los planos 1 y 3 los

149
cuales dan un θmin de 47°. En este caso, el otro candidato principal para Lmin, la intersección entre
los planos 1 y 4 tiene un ángulo θ mayor de 74°. El bloque 1,3,4 por lo tanto se deslizará, si es
inestable, sobre los planos 1 y 3 a lo largo de su línea de intersección la cual desde una
proyección hemisférica inferior tiene una orientación/echado de 231/43. El bloque 2,3,5 también,
si es inestable, experimentará un doble plano de deslizamiento. En este caso Lmin esta dado por la
intersección entre los planos 2 y 3 lo cual da una dirección de deslizamiento de
orientación/echado 080/65. El análisis completo de los 10 bloques resumidos en la tabla 8.4
muestra que esta superficie rocosa con salida podría presentar serios problemas de estabilidad, no
solamente de caída sino también de deslizamiento de los bloques. La fuerte inclinación de
muchas de las direcciones de deslizamiento sería de interés especial.

Tabla 8.4 Resumen de resultados para el ejemplo 8.3 relativos a la figura 8.7

Dirección del deslizamiento


Bloque Planos de deslizamiento si es inestable
(orientación/echado)
1,2,3 3 150/81
1,2,4 Cae verticalmente ─
1,2,5 Cae verticalmente ─
1,3,4 1y3 231/43
1,3,5 Cae verticalmente ─
1,4,5 4 325/32
2,3,4 Cae verticalmente ─
2,3,5 2y3 080/65
2,4,5 5 048/64
3,4,5 Cae verticalmente ─

Ejemplo 8.4 (Figura 8.8) Analice los modos de falla que podrían ser inducidos por la simple
carga gravitacional de los bloques tetraédricos representados por los triángulos esféricos en la
proyección hemisférica inclinada en la figura 8.8 constituida por una superficie sin salida de
dirección del echado/echado 251/60. Realice este análisis suponiendo que el plano 5 es una
superficie libre adicional sin salida localizada del lado de la masa rocosa de la superficie
principal. En el caso de mecanismos de deslizamiento, dar el plano o los planos de deslizamiento
y también la dirección del mismo.

Como en el ejemplo anterior el primer paso es colocar Dfr en el azimut sur de la red. En el plano
5 se puede considerar que la superficie libre adicional forma la parte superior de la superficie sin
salida principal y solo puede estar relacionada con bloques que estén formados del lado de la
masa rocosa. Puesto que el plano 5 representa una superficie sin salida, únicamente aquellos
triángulos esféricos construidos por debajo de ella en la proyección están asociados con bloques
tetraédricos válidos. Los cuatro triángulos esféricos formados por los planos 1, 2 y 5, planos 1, 3
y 5 planos 2, 3 y 5 y planos 3, 4 y 5 todos ellos se presentan encima del plano 5 y por lo tanto no
representan bloques válidos. Los seis triángulos esféricos restantes están asociados con los
bloques tetraédricos válidos cinemáticamente factibles en esta superficie. Como antes, la vertical
rotada, Nhr, representa el vector fuerza resultante el cual actúa hacia abajo en cada uno de estos
bloques. Puesto que en este caso Nhr se traza por encima del plano horizontal y representa una
fuerza con un sentido hacia abajo, esta fuerza resultante debe de estar dirigida hacia la masa

150
rocosa (Tabla 8.1). Por lo tanto, los seis bloques restantes deben pertenecer ya sea a la categoría
Ib o IIb en la tabla 8.3
Claramente, ningún bloque puede caer verticalmente desde esta superficie sin salida. El triángulo
esférico formado por la intersección de los planos 1, 2 y 3 se traza por completo encima del plano
horizontal rotado, así el bloque asociado debe ser de categoría Ib. Esto significa que todas las
líneas de superficie del bloque están dirigidas hacia arriba al espacio libre y de esta manera el
bloque no se puede deslizar o caer de la superficie bajo la simple carga gravitacional. Los cinco
triángulos esféricos restantes representan bloques de la categoría IIb los cuales, si son inestables,
en cada caso se deslizan hacia fuera a lo largo de sus líneas de superficie del bloque, Lmax, que
forma el ángulo obtuso mayor θmax medido internamente desde Nhr. Es relativamente fácil
encontrar Lmax para un triángulo esférico dado, puesto que simplemente es la línea de superficie
del bloque que se traza mas abajo del plano horizontal rotado. El triángulo esférico formado por
los planos 1, 2 y 4 se traza parcialmente por debajo de la horizontal, con el plano 4 formando el
margen inferior del bloque. La línea Lmax para este triángulo esférico, dada por la línea rotada de
máxima inclinación del plano 4, D4r, tiene un θmax de 131°. Los otros dos candidatos para Lmax en
este triángulo esférico, la intersección entre los planos 1 y 4 y la intersección entre los planos 2 y
4, tienen valores de θ de 123° y 127° respectivamente. Por definición, la línea de máxima
inclinación de un plano dado, siempre será la de mayor inclinación que cualquier otra línea en el
plano. El bloque 1,2,4 si es inestable, se deslizará en el plano 4, hacia debajo de su línea de
máxima inclinación de orientación/echado 244/41. Los bloques 1,3,4 y 1,4,5 si son inestables,
también se deslizarán sobre el plano 4 en esta dirección. El plano 4 también forma el margen
inferior del bloque 2,3,4 y por lo tanto debe contener a Lmax. Sin embargo, la línea de máxima
inclinación D4r de este plano no es una línea de superficie del bloque. Consecuentemente para
este bloque Lmax es la intersección de los planos 2 y 4 los cuales dan un θmax de 127° y para una
proyección hemisférica inferior ordinaria, tiene una orientación/echado de 237/37. El bloque
2,4,5 si es inestable, también se desliza en los planos 2 y 4 en esta dirección. El análisis completo
de este ejemplo se resume en la tabla 8.5 y confirma que la superficie libre adicional (plano 5)
nunca forma un plano de deslizamiento. Este caso siempre será así porque el deslizamiento
requiere de una interfase roca a roca. Los resultados en esta tabla sugieren que los planos 2 y 4
son de importancia crítica en el control de la estabilidad de los bloques de roca expuestos en la
superficie sin salida.

Tabla 8.5 Resumen de resultados para el ejemplo 8.4 relativos a la figura 8.8

Dirección del deslizamiento


Bloque Planos de deslizamiento si es inestable
(orientación/echado)
1,2,3 Dirigido hacia arriba ─
1,2,4 4 244/41
1,2,5 No válido ─
1,3,4 4 244/41
1,3,5 No válido ─
1,4,5 4 244/41
2,3,4 2y4 273/37
2,3,5 No válido ─
2,4,5 2y4 273/37
3,4,5 No válido ─

151
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Para la interpretación y análisis adecuado de los métodos de proyección hemisférica, así como su
aplicación dentro de la mecánica de rocas, es necesario definir los términos y unidades que se
utilizan. Cualquier rasgo lineal dado en un espacio tridimensional se registra sin equivocación en
términos de su orientación (α) y echado (β) con tres y dos dígitos, respectivamente, separados por
una diagonal, por ejemplo 256/40. Los ángulos se expresan en grados, el valor de la orientación
va de 0° ≤ α ≤ 360° y para el echado -90° ≤ β ≤ 90°.
La normal a un plano de discontinuidad algunas veces es llamada “polo de un plano”. El uso de
la palabra polo es confuso sobre todo cuando se trabaja con la proyección polar por lo que en
todo este trabajo se denominó simplemente normal.

Existen dos tipos de proyección para generar las redes ecuatoriales y polares, estas son: las de
áreas iguales y ángulos iguales. La proyección de áreas iguales también se conoce como
proyección de Lambert o Schmidt y son las redes de las figuras 2.4 y 2.11. La proyección de
ángulos iguales también se conoce como proyección estereográfica o de Wulff y sus redes son las
mostradas en las figuras 2.5 y 2.12.

Ambos tipos de proyección se usan para el análisis de datos geotécnicos. Los geólogos prefieren
la proyección de áreas iguales ya que no presenta distorsión de área y esto la hace ideal para
analizar normales a las diferentes discontinuidades. Por otro lado los ingenieros civiles prefieren
la proyección de ángulos iguales, ya que las construcciones geométricas que se necesitan para
solucionar problemas de ingeniería son más sencillas y precisas de lograr con este tipo de
proyección. Las ventajas y desventajas que podría haber entre un sistema y otro se compensan
cuando se llega a la solución total de un problema, la única limitación que existe es que se debe
utilizar un mismo tipo de proyección durante todo un análisis determinado, el querer analizar
datos trazados inicialmente en una red de áreas iguales como si lo fueran en una red de ángulos
iguales o viceversa resultará un completo fracaso.

Debido a que casi siempre se trabaja con las proyecciones en el campo es más práctico y preciso
usar la proyección de ángulos iguales, al final de este trabajo se encuentran reproducciones
hechas en computadora de la red ecuatorial y polar de ángulos iguales para que puedan ser
fotocopiadas. Existen algunas máquinas que distorsionan sus copias por lo que hay que tener
cuidado de que las copias no salgan distorsionadas.

Para obtener los valores de orientación y echado de cualquier discontinuidad para su análisis
posterior usamos la brújula, sin embargo hay que calibrarla previamente al levantamiento ya que
existe una diferencia entre el norte magnético y el norte geográfico, esta diferencia se llama
declinación magnética, cambia año con año y su valor depende de la ubicación geográfica; en la
figura 3.4 se muestran los valores de la declinación para la República Mexicana obtenidos en el
año 2005. Todas las brújulas están equipadas con un mecanismo para realizar este ajuste, casi
siempre es un tornillo que gira la marca de 0° hacia la izquierda o derecha dependiendo del valor
de la declinación, en la figura 3.5 se muestra un ejemplo.

Antes de iniciar con los procedimientos básicos debemos tener el material necesario, hay que
pegar una fotocopia de la red ecuatorial de ángulos iguales (ubicada al final de este trabajo) en

153
una base rígida como puede ser una cartulina ilustración o una tabla de madera; también
necesitaremos hojas de papel transparente como pueden ser acetatos o albanene y una chinche o
tachuela. Se recomienda marcar sobre las hojas de papel transparente el perímetro de la red así
como el punto que indica el norte con una “N”. La forma mas fácil de trazar un gran círculo es
colocando el papel transparente de tal forma que la mano que va a dibujar esté diametralmente
opuesta a la línea de máxima inclinación, esto permite dibujar el gran círculo con una sola pasada
de la mano. También es útil marcar con una pequeña línea los puntos donde el gran círculo
intersecta el perímetro de la red ya que esto indica la dirección del rumbo de capa del plano.

Cuando se están analizando lugares geométricos definidos por dos ángulos cónicos δ de dos
barrenos no paralelos, estos lugares se intersectarán en dos o cuatro puntos, pero si no se tocan o
intersectan, entonces hay un error en los datos de entrada.

Los datos de orientación de las discontinuidades obtenidas de un barreno o un frente rocoso se


pueden representar gráficamente en una proyección hemisférica. La forma más sencilla de hacer
esto es trazar puntos que representen las normales de cada uno de los planos de discontinuidad
medidos. Estos diagramas permiten identificar grupos de discontinuidades llamados “familias”
que pueden tener gran influencia en el comportamiento de la masa rocosa. En teoría el trazo de
las discontinuidades normales se debería de hacer en una proyección de áreas iguales ya que ello
minimiza los efectos de distorsión de área; sin embargo, se llega a los mismos resultados finales
usando la proyección de ángulos iguales.

En los estudios de mecánica de rocas, en ocasiones es necesario considerar los efectos de fuerzas
que actúan sobre un cuerpo dado. Una fuerza es una cantidad vectorial que tiene una orientación
y magnitud. Por ejemplo, la orientación de una fuerza de magnitud F, se puede especificar en
términos de la orientación α y echado β de la línea a lo largo de la cual actúa la fuerza. Los
métodos de proyección hemisférica ofrecen una herramienta importante para la representación
gráfica y el análisis de las propiedades de orientación de vectores. Sin embargo, es muy difícil
representar y analizar magnitudes vectoriales en una proyección hemisférica. En muchos casos
resulta mas sencillo representar cada vector por sus componentes cartesianas en tres dimensiones,
y efectuar el análisis vectorial aplicando los métodos clásicos de álgebra vectorial.
Entonces la proyección hemisférica se utiliza solamente para presentar los datos de entrada y
salida en forma gráfica. Todas las fuerzas involucradas se pueden dibujar en la proyección
hemisférica para su análisis geométrico posterior en el caso que se requiera. Esta aproximación
tiene la ventaja de visualizar fácilmente el estado físico real de un problema, poniendo énfasis en
la relación que existe entre la geometría de la masa rocosa y las fuerzas asociadas.

La estabilidad de una masa rocosa discontinua expuesta en una superficie libre como en un talud
o en una excavación subterránea esta controlada por la orientación, geometría y resistencia de las
discontinuidades predominantes dentro de la masa. Si estas discontinuidades son suficientemente
grandes y frecuentes, al combinarse forman bloques separados que pueden caer o deslizarse por
la superficie libre. La primera etapa en el análisis de estabilidad consiste en definir la geometría
de un bloque rígido potencialmente inestable, después se postula el mecanismo de falla, se
analizan las fuerzas que intervienen y finalmente se determina la estabilidad del bloque. Un
bloque es potencialmente inestable si físicamente es capaz de ser removido de la masa rocosa sin
perturbar la roca adyacente. Se dice que un bloque de este tipo es cinemáticamente factible, ya
que su inestabilidad potencial esta evaluada sobre la base de su libertad para moverse y no sobre
las fuerzas que pueden ocasionar este movimiento. Un bloque es actualmente inestable si es

154
cinemáticamente factible y si las fuerzas que pretenden mover el bloque de la masa exceden a
aquellas a mantenerlo en su lugar.

El proceso de satisfacer las dos condiciones de proyección para una superficie no horizontal, a fin
de generar triángulos esféricos que son cinemáticamente congruentes con la superficie dada,
conducen al concepto de la proyección hemisférica inclinada. Esto implica rotación o inclinación
del hemisferio de proyección de tal modo que: (1) el plano de proyección sea paralelo a la
superficie y (2) el hemisferio de proyección sea convexo hacia el lado del espacio libre de la
superficie. En general, si la superficie libre tiene un ángulo de echado βf entonces el ángulo
requerido de inclinación esta dado por ςf como sigue ςf = βf para una superficie con salida y ςf =
180 – βf para una superficie sin salida. El objetivo principal de inclinar el hemisferio de
proyección es asegurar que el plano de proyección sea paralelo a la superficie de la roca. La
representación hemisférica inclinada rr del vector fuerza resultante r que actúa sobre un bloque
dado se puede usar para determinar la forma de falla del bloque si es inestable. La dirección de rr
ya sea hacia el espacio libre o hacia la masa rocosa, depende del sentido de r y de la posición de
rr en la proyección hemisférica inclinada como se resume en la tabla 8.1.
La relación entre la geometría de un bloque dado y la orientación de la fuerza resultante que actúa
sobre ella se expresa en términos del ángulo θ contado internamente desde rr hasta el punto L, el
cual representa una línea de superficie del bloque en el perímetro del triángulo esférico asociado.
Siempre habrá un punto único Lmin asociado con el valor mínimo de θ, θmin y otro punto único
Lmax asociado con el valor máximo θmax. Puede haber solamente hasta seis posibles candidatos
para Lmin y Lmax en un triángulo esférico dado: en cada uno de los tres planos implicados, en el
punto donde cada plano es intersectado por el gran círculo que contiene tanto a rr como a la
normal rotada del plano; los tres candidatos restantes son las esquinas del triángulo esférico. Los
valores de θmin y θmax, y también la dirección y orientación de rr, son indicadores importantes de
cómo se comportará el bloque tetraédrico asociado. Las distintas combinaciones posibles de estos
valores dan origen a cinco categorías diferentes del comportamiento del bloque como se resume
en la tabla 8.2 y la figura 8.12.
Donde los bloques están sujetos solamente a la simple carga gravitacional, el vector fuerza
resultante en el bloque actúa hacia abajo en dirección vertical dado por Nhr en una proyección
hemisférica inclinada. Por lo tanto esta fuerza esta dirigida hacia fuera en una superficie con
salida y hacia el interior de la masa rocosa cuando la superficie no tiene salida. Como antes, solo
existen seis posibles candidatos para Lmin y Lmax en un triángulo esférico determinado. En este
caso los bloques que se supone son potencialmente inestables ya sea deslizándose por la línea de
superficie del bloque de máxima inclinación o bien cayendo verticalmente en caso de ser
inestable. La interpretación del comportamiento de los bloques que están sujetos solo a la simple
carga gravitacional se resume en la tabla 8.3 y figura 8.13.

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