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Alteridades

ISSN: 0188-7017
alte@xanum.uam.mx
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Iztapalapa
México

E. Marcus, George
Etnografía en/del sistema mundo. El surgimiento de la etnografía multilocal
Alteridades, vol. 11, núm. 22, julio-diciembre, 2001, pp. 111-127
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa
Distrito Federal, México

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ALTERIDADES, 2001
11 (22): Págs. 111-127

Etnografía en/del sistema mundo.


El surgimiento de la etnografía multilocal*

GEORGE E. MARCUS

Introducción personas que, a pesar de ubicarse en diferentes posi-


ciones relativas de poder, experimentan el proceso de
A mediados de los años ochenta señalé dos modalidades estar mutuamente dislocadas de aquello que ha sig-
a partir de las cuales la investigación etnográfica se in- nificado cultura para cualquiera de ellas. Esta modali-
corporaba en el contexto histórico y contemporáneo dad ha mostrado que el centro del análisis etnográfico
de un sistema mundo en la economía política capita- contemporáneo no se encuentra en reclamar algún
lista (Marcus, 1986 y 1989). La modalidad más usual estado cultural previo, o su sutil preservación a pesar
mantiene la observación y la participación etnográfica de los cambios, sino en las nuevas formas culturales
intensamente centrada sobre una localidad, al tiempo que han surgido en las situaciones coloniales subal-
que desarrolla por otros medios y métodos el contex- ternas.
to del sistema mundo. Ejemplos de estos otros métodos La otra modalidad de investigación etnográfica,
son el trabajo en archivos y la adopción del trabajo de mucho menos común, se incorpora conscientemente en
los teóricos de lo macro y otros académicos como una el sistema mundo, asociado actualmente con la ola de
manera de contextuar las descripciones etnográficas capital intelectual denominado posmoderno, y sale
en términos de cuáles de los predicamentos de los su- de los lugares y situaciones locales de la investigación
jetos locales son descritos y analizados. Así, sigue apa- etnográfica convencional al examinar la circulación de
reciendo una literatura relevante sobre la incorporación significados, objetos e identidades culturales en un
histórica (colonial) y contemporánea de los pueblos tiempo-espacio difuso. Esta clase de investigación define
como clases trabajadoras, o sobre el aparente empobre- para sí un objeto de estudio que no puede ser abordado
cimiento de culturas locales a partir de los macropro- etnográficamente si permanece centrado en una sola
cesos vinculados a las múltiples formas que ha tomado localidad intensamente investigada. En cambio, desa-
la economía política capitalista (por ejemplo Comaroff rrolla una estrategia de investigación que reconoce
y Comaroff, 1991 y 1992; Friedman, 1994; Ong, 1987; los conceptos teóricos sobre lo macro y las narrativas
Pred y Watts, 1992; Wilmsen, 1989). Tales etnografías sobre el sistema mundo pero no depende de ellos para
han producido profundos análisis de la resistencia y delinear la arquitectura contextual en la que están en-
adaptación, un interés relacionado con la dinámica de la marcados los sujetos. Esta etnografía móvil toma tra-
encapsulación, centrado en las relaciones, el lenguaje yectorias inesperadas al seguir formaciones culturales
y los objetivos del encuentro y las respuestas desde la a través y dentro de múltiples sitios de actividad que
perspectiva de grupos locales y cosmopolitas, y de las desestabilizan la distinción, por ejemplo, entre mundo

* “Ethnography in/of the World System. The emergence of multi-sited ethnography” (1995), en Annual Review of Anthropol-
ogy, núm. 24, pp. 95 - 117. Traducción de Miguel Ángel Aguilar Díaz, Departamento de Sociología, Universidad Autónoma
Metropolitana, Unidad Iztapalapa (UAM-I). Candidato a doctor en Ciencias Antropológicas por la UAM-I.
Etnografía en/del sistema mundo. El surgimiento de la etnografía multilocal

de vida y sistema (Holub, 1991), distinción a partir de configurado que da contexto al análisis contemporáneo
la cual se han concebido múltiples etnografías. Del de personas o sujetos locales observados de cerca por
mismo modo en que esta modalidad investiga y cons- los etnógrafos, pero los vuelve, parte por parte, en ob-
truye etnográficamente los mundos de vida de varios jetos de estudio multilocales, a un tiempo completos
sujetos situados, también construye etnográficamente y discontinuos. Las lógicas culturales, tan buscadas
aspectos del sistema en sí mismo, a través de conexio- en antropología, son siempre producidas de manera
nes y asociaciones que aparecen sugeridas en las lo- múltiple, y cualquier descripción etnográfica de ellas
calidades. encuentra que están, al menos parcialmente, constitui-
Esta segunda manera de hacer etnografía, aún das dentro de sitios del llamado sistema (i.e. institu-
emergente, es la que abordaré en este ensayo y puede ciones interconectadas de medios de comunicación,
comenzar en el sistema mundo aunque, dado el modo mercados, estados, industrias, universidades; las eli-
en que su objeto de estudio evoluciona, viene a ser cir- tes mundiales, expertos y clases medias). La estrategia
cunstancialmente también del sistema mundo. En de seguir literalmente las conexiones, asociaciones y
particular me centro en las diferentes estrategias de relaciones imputables se encuentra en el centro mismo
mapeo evidentes en este tipo de etnografía y en los retos del diseño de la investigación etnográfica multilocal.
que plantea para los supuestos y expectativas incor- Los cambios en las perspectivas macro sobre el sis-
porados en el mismo método etnográfico. Por supuesto, tema mundo a partir de los setenta han ubicado bien
el capital intelectual del así llamado posmodernis- las tendencias de la etnografía aquí descritas. La pro-
mo ha proporcionado ideas y conceptos para el surgi- puesta de Wallerstein sobre el sistema mundo revivió
miento de la etnografía multilocal, pero más importante a una ciencia social generalmente ubicada en la histo-
aún es que ésta surge como respuesta a retos empíricos ria. Proporcionó una gran narrativa sistémica sobre
en el mundo y, por tanto, a la transformación de los si- la historia mundial que invitaba a ser completada y
tios de producción cultural (ver especialmente Harding debatida a través de la producción de historia social
y Myers, 1994). Seguir empíricamente el hilo conductor y de etnografías regionales y microgeográficas. En 1982
de procesos culturales lleva a la etnografía multilocal. Wolf (1982) proporcionó una articulación para la ver-
La investigación antropológica que ha incorporado sión específicamente antropológica de la narrativa so-
a los sujetos etnográficos de estudio en contextos como bre el gran sistema mundo que preservaba, aunque en
los del sistema mundo, las economías políticas histó- una escala comparativa, el modelo del proyecto etnográ-
ricas del colonialismo, los regímenes de mercado, la for- fico de investigación como el de un solo sitio en el que
mación del Estado y la construcción de la nación, se se exploran situaciones locales.
ha desarrollado explícitamente dentro de los marcos Los seguidores del planteamiento del sistema mundo
conceptuales de la antropología marxista (e.g. Donham, en los ochenta avanzaron en la discusión a partir tan-
1990), la antropología y economía política (e.g. Rose- to de nuevos conjuntos de influencias intelectuales,
berry, 1989) y la antropología y la historia (e.g. Comaroff que se oponían a trabajar dentro del contexto de sistemas
y Comaroff, 1992; Roseberry, 1989). No obstante algu- de narrativas de macroprocesos cerrados aunque diná-
nos ejemplos contemporáneos de la etnografía multilocal micos, cuanto de la consciencia reflexiva en los medios
se han realizado dentro de estos marcos conceptuales académicos acerca de los cambios masivos genera-
tradicionales, muchos de los ejemplos más reveladores dos en los regímenes internacionales de economía po-
han surgido en campos de trabajo que no han sido lítica después de la Segunda Guerra Mundial. Para
identificados con estos contextos típicamente basados quienes en diferentes disciplinas estaban interesa-
en el sistema mundo. Éstos han surgido más bien de la dos en colocar sus proyectos específicos de investigación
participación de la antropología en áreas interdiscipli- en el desarrollo de las nuevas estructuraciones econó-
narias que han evolucionado desde la década de los micas, en las cuales las narrativas históricas del pa-
ochenta, tales como los estudios de los medios de co- sado no eran ya completamente adecuadas, la firmeza
municación, los estudios feministas, los estudios de del marco conceptual sobre el sistema mundo fue
ciencia y tecnología y algunas líneas de los estudios reemplazada por varias descripciones sobre la disolu-
culturales (ver Featherstone, 1990; Lash y Friedman, ción y la fragmentación, así como por nuevos procesos
1992). Precisamente, dado que estos ámbitos inter- —capturados en conceptos como posfordismo (Harvey,
disciplinarios no comparten un objeto de estudio cla- 1989), compresión del tiempo-espacio (Harvey, 1989),
ramente delimitado, es que las distintas perspecti- especialización flexible (Harvey, 1989), fin del capitalis-
vas disciplinarias que participan en ellos tienden a ser mo organizado (Lash y Urry, 1987) y, más recientemen-
cuestionados. Para la etnografía, esto significa que el te, globalización (Featherstone, 1990; Hannerz, 1992;
sistema mundo no es el marco holístico teóricamente Sklair, 1991) y transnacionalismo (Glick Schiller, Basch

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y Blanc Szanton, 1992; Glick Schiller y Fouron, 1990)— cia social libre de valores. La selección de espacios y
ninguno de los cuales puede ser completamente en- ámbitos de investigación surge de manera inseparable
tendido en términos de los macromodelos anteriores de la manera muy politizada en que son conceptuados
al sistema capitalista mundial. Inclusive desde el co- los problemas de investigación y de escritura. Con todo,
razón de la economía neoclásica hay afirmaciones para la etnografía convencional, tal y como ha sido prac-
elocuentes (y no totalmente pesimistas) sobre las di- ticada en antropología, los temas más relevantes aso-
ficultades contemporáneas para lograr una buena ciados con los estudios multilocales emergentes se
comprensión sistémica de la economía política contem- pueden comprender más claramente en términos me-
poránea. Como dijo, por ejemplo, Robert Solow en 1991, todológicos (ver especialmente Lindenbaum y Lock,
premio Nobel del Massachusetts Institute of Technology 1993), así que aquí he adoptado este interés metodo-
(MIT): “No hay ninguna síntesis teórica gloriosa del lógico. En consecuencia, en la sección final considero
capitalismo que pueda plasmarse en un libro y luego a la persona reflexiva y activista a través de la cual esta
seguirla. Hay que encontrar el camino propio” (Solow, modalidad de investigación etnográfica puede articular
1991). ¿Qué significa para el etnógrafo encontrar ese y diseñar preguntas e investigaciones.
camino propio?
Para los etnógrafos interesados en los cambios cul-
turales y sociales contemporáneos locales, la investi- Ansiedades metodológicas
gación unilocal no puede ser ya ubicada fácilmente en
una perspectiva de sistema mundo. Esta perspectiva Entre los antropólogos, el desplazamiento teórico hacia
se ha vuelto fragmentada, es decir “local” en sentido la etnografía multilocal puede originar tres tipos de
estricto. Con el colapso de la fácil distinción entre sis- ansiedades metodológicas: preocupación por los lími-
tema y mundo de vida (Holub, 1991) como modalidad tes de la etnografía, por la reducción del poder del tra-
para situar y diseñar la investigación etnográfica en el bajo de campo y por la pérdida de lo subalterno.
mundo contemporáneo, las únicas alternativas han
sido las de emplear sucesivamente diferentes trabajos
académicos sobre cambios globales en la economía Probando los límites de la etnografía
política como el contexto para estudios unilocales que
se definen y enmarcan totalmente en términos de esos Se dice que la etnografía pone atención en lo cotidiano,
trabajos que en su mayoría no son etnográficos, o bien en el conocimiento cara a cara de comunidades y gru-
buscar una ruta más abierta y especulativa para cons- pos. La idea de que pueda expandirse de su compro-
truir sujetos al tiempo que se elaboran los contextos metido localismo para representar un sistema que es
discontinuos en los cuales actúan y se actúa sobre captado mucho mejor por modelos abstractos y estadís-
ellos. La distinción entre mundos de vida de los suje- ticas agregadas parece algo antitético y que va más
tos y sistema no se sostiene, y el aporte de la etnogra- allá de sus límites. No obstante la etnografía multilo-
fía dentro del alcance de lo local, perspectiva cercana, cal es un ejercicio de mapear un terreno, su finalidad
es descubrir originales rutas de conexión y asociación no es la representación holística ni generar un retrato
a través de las cuales el interés etnográfico tradicional etnográfico del sistema mundo como totalidad. Más
relacionado con la agencia, los símbolos y las prácticas bien, sostiene que cualquier etnografía de una forma-
cotidianas pueda seguir siendo expresado en un lien- ción cultural en el sistema mundo es también una et-
zo con una configuración espacial diferente. nografía del sistema y que, por tanto, no puede ser
Lo que está en juego aquí son las perspectivas y los entendida sólo en términos de la puesta en escena
compromisos tradicionales respecto al método etnográ- convencional de la etnografía unilocal, suponiendo
fico, algo que en los últimos tiempos no ha sido muy realmente que el objeto de estudio sea la formación
discutido en términos metodológicos. Más bien, las dis- cultural producida en diferentes localidades, y no ne-
cusiones recientes sobre el método se han ubicado en cesariamente las condiciones de un grupo particular
los discursos sobre la autorrepresentación en la etno- de sujetos. Para la etnografía, entonces, no existe lo
grafía contemporánea, misma que pone el énfasis en global en el contraste local-global tan frecuentemente
temas de ética, compromiso y activismo. La implicación evocado en estos tiempos. Lo global es una dimen-
metodológica más clara sobre la forma en que la etno- sión emergente en la discusión sobre la conexión entre
grafía multilocal está concebida en un lenguaje más lugares en la etnografía multilocal. De manera concomi-
comprometido pudiera parecer algo mecánico, con un tante, para la etnografía multilocal es suficiente esti-
cierto sabor a positivismo antiguo y a una toma de pular algún tipo de sistema mundo, siempre y cuando
posición no comprometida, característica de una cien- los términos de cualquier macroconstructo de ese sis-

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tema no suplanten el contexto del trabajo etnográfico, los sitios son tratados con la misma intensidad a tra-
que se vuelve oportunamente constituido por la trayec- vés de un conjunto uniforme de prácticas de campo.
toria que toma en el diseño de sus sitios. Las etnografías multilocales son inevitablemente el
producto de conocimientos de varias intensidades y
calidades. Hacer investigación etnográfica, por ejemplo,
Reducción del poder del trabajo de campo sobre los antecedentes sociales de las personas que
producen un tipo particular de discurso sobre la po-
Este tema surge si se considera que la etnografía mul- lítica, requiere diversas prácticas y oportunidades
tilocal es posible sin reducir los tipos de conocimiento distintas a las del trabajo de campo que se tendrían que
y aptitudes esperados del trabajo de campo. En otras hacer en las comunidades afectadas por dicha política.
palabras, ¿el trabajo de campo multilocal es algo prác- Conjuntar múltiples sitios en el mismo contexto de es-
tico? Una respuesta es que el campo concebido y abarca- tudio y postular su relación con base en una investiga-
do de manera general en la experiencia de trabajo de ción etnográfica directa es una importante contribución
campo en la mayor parte de los proyectos etnográficos de este tipo de etnografía, independientemente de la va-
usuales atraviesa en realidad muchas localidades de riabilidad de la calidad y de la accesibilidad de esa in-
trabajo potencial; pero, mientras el trabajo se desarrolla, vestigación a diferentes sitios.
operan principios de selección para alinear el campo Por tanto, numerosos factores controlan la calidad
efectivo respecto a las percepciones disciplinarias tra- del trabajo de campo en la investigación multilocal. El
dicionales sobre qué debe ser el objeto de estudio. Así, punto es que, en esa investigación, ciertos conceptos
el trabajo de campo, tal y como es percibido y practi- valorados del trabajo de campo y lo que ofrecen al apli-
cado habitualmente, es en sí mismo potencialmente carse se ven amenazados de quedar desubicados o
multilocal. descentrados en el desarrollo de una etnografía multilo-
Más aún, la historia cultural tradicional (e.g. Camp- cal. A pesar de todo, aquello que no se pierde, sino que
bell, 1987; Ginzburg, 1993) es en buena medida mul- sigue siendo esencial en la investigación multilocal, es
tilocal; pero, a diferencia de lo que sucede en la antro- la función de traducción de un lenguaje o idioma cul-
pología, este rasgo no es problemático. Indudablemente tural a otro. Esta función se ve aumentada ya que no
esto tiene que ver con la naturaleza fragmentaria y es practicada en el contexto primario y dualista “ellos/
reconstructiva del método histórico, en el cual es fun- nosotros” de la etnografía convencional, sino que re-
damental ordenar y probar la relación entre materiales quiere considerablemente de mayores matices dado que
dispersos. Probablemente la apreciación de los antro- la práctica de traducir conecta los distintos sitios
pólogos sobre las dificultades de hacer una etnografía que explora la investigación junto con fracturas inespe-
intensiva en cualquier lugar y la satisfacción experimen- radas e incluso disonantes del lugar social. En realidad,
tada cuando está bien hecho el trabajo en el pasado lo persuasivo del amplio campo que cualquier etnogra-
sean los elementos que inducirían seriamente a pensar fía construye y mapea reside en su capacidad de ge-
en qué momento el etnógrafo se vuelve móvil y se pue- nerar conexiones mediante la traducción y el seguimiento
da decir que ha hecho un buen trabajo de campo. de discursos distintivos de sitio a sitio.
Bien mirado, algo de la mística y de la realidad del En este gran reto de la traducción, el aprendizaje
trabajo de campo convencional se pierde al cambiar del lenguaje literal sigue siendo tan importante como
hacia la etnografía multilocal; sin embargo, no todos lo ha sido al preparar el trabajo de campo tradicional.

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De la misma forma que “saber el idioma” garantiza la producción cultural, en donde las preguntas sobre re-
integridad de este último tipo de trabajo de campo y da sistencia, si bien no olvidadas, se encuentran por lo
al campo o comunidad acotada —como pueblo, grupo general subordinadas a diferentes tipos de interrogan-
étnico o comunidad— mayor coherencia como cultura, tes sobre la forma de los procesos sistémicos y las
esta habilidad es también importante en el trabajo de complicidades con estos procesos, entre varios sujetos
campo multilocal e incluso puede tener mayor relevan- posicionados en el sistema.
cia. Probablemente no sea accidental que hasta ahora En consecuencia, es un error entender la etnografía
los ejemplos de investigación multilocal se hayan de- multilocal, como en ocasiones ha ocurrido, como una
sarrollado en contextos monolingües (principalmente simple suma de perspectivas periféricas al núcleo de
angloamericanos), en donde un conocimiento fino del lo subalterno —por ejemplo cuando se suman pers-
idioma no representa problema para quienes hablan pectivas sobre elites e instituciones o “simplemente se
inglés como lengua materna. Por ello, si tal tipo de et- estudia” para tener una visión más completa de la rea-
nografía puede florecer en campos que la antropología lidad—. Más bien, este tipo de etnografía mapea un
ha definido como de interés emblemático, pronto se nuevo objeto de estudio en el cual diversas narrativas
convertirá en multilingüe tanto como multilocal. En previas que situaban al objeto, como las de la resistencia
este sentido, cumple —y en momentos excede— las y la acomodación, se vuelven calificadas al expandir lo
demandas más significativas del trabajo de campo tra- que está etnográficamente “en el paisaje” de la investiga-
dicional. ción, al tiempo que se desarrolla en el campo y, even-
tualmente, se escribe.
La etnografía multilocal tampoco es, como se le ha
La pérdida de lo subalterno entendido algunas veces, un tipo diferente de compa-
ración controlada largamente integrada a la práctica
Los sujetos situados han dejado de ser los únicos ha- antropológica; sin embargo, representa una vuelta a
cia quienes se orienta la etnografía interesada en el los estudios antropológicos comparativos. La compara-
sistema mundo; ahora también se centra habitualmen- ción controlada, común en la antropología, es en reali-
te en sujetos subalternos, los posicionados por la do- dad multilocal, pero opera en un plano espacial lineal,
minación sistémica (factibles de ubicar en y por la independientemente de que el contexto sea una región,
economía política capitalista y colonialista en su gran una región cultural amplia o el sistema mundo (ver,
variedad de formas). Aunque la etnografía multilocal por ejemplo, Friedman, 1994, Smith, 1976). Además, las
no requiere necesariamente abandonar la perspecti- comparaciones se generan para unidades conceptua-
va de lo subalterno está encaminada a cambiar el centro les concebidas como homogéneas (pueblos, comuni-
de atención a otros dominios de la producción cultural dades, localidades) y usualmente se llevan a cabo con
y, en última instancia, a cuestionar este posiciona- periodos temporales definidos de manera distinta o
miento usualmente privilegiado en la perspectiva etno- proyectos de trabajo de campo diferentes.
gráfica. En el contexto de los estudios sobre la ciencia, En proyectos de investigación basados en la etno-
Haraway es elocuente a este respecto: grafía multilocal se desarrolla de facto la dimensión
comparativa como una función del plano de movimiento
Un compromiso respecto al posicionamiento móvil y al des- y descubrimiento fracturado y discontinuo entre loca-
prendimiento apasionado depende de la imposibilidad de lidades, mientras se mapea el objeto de estudio y se re-
una política y una epistemología de la “identidad” que quiere plantear lógicas de relaciones, traducciones y
sean inocentes como estrategias para ver desde el pun- asociación entre estos sitios. Así, en la etnografía mul-
to de vista de los subyugados para poder ver bien. Uno no tilocal, la comparación se efectúa a partir de plantear
puede “ser” una célula o una molécula —o una mujer, preguntas a un objeto de estudio emergente, cuyos
alguien colonizado, un trabajador etcétera— si uno inten- contornos, sitios y relaciones no son conocidos de an-
ta ver críticamente desde estas posiciones... (Haraway, temano, pero que son en sí mismos una contribución
1991b: 192). para realizar una descripción y análisis que tiene, en
el mundo real, sitios de investigación diferentes y co-
Al ceder el interés etnográfico en conocer el punto nectados de manera compleja. El objeto de estudio es
de vista de lo subalterno, también se descentra el mar- en última instancia móvil y múltiplemente situado.
co conceptual sobre resistencia y contracultura (acomo- Cualquier etnografía de tal objeto tendrá una dimensión
dación) que ha generado un cuerpo considerable de comparativa que le es constitutiva en la forma de yux-
valiosas investigaciones (ver Scott, 1985), para tener taposición de fenómenos que convencionalmente han
así un espacio reconfigurado de múltiples sitios de parecido como (o, conceptualmente, han sido mantenidos

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Etnografía en/del sistema mundo. El surgimiento de la etnografía multilocal

como) “mundos aparte”. La comparación se reintegra gaciones en curso, vitales y activas, cuyos resultados
al mismo acto de especificación etnográfica a través de tienen que ser todavía completamente establecidos.
un diseño de investigación basado en yuxtaposiciones, Los análisis relativos a los medios de comunicación
en el cual lo global se colapsa en, y es vuelto parte inte- han sido lugares importantes donde ha aflorado la
gral de, situaciones locales paralelas y vinculadas entre investigación etnográfica multilocal. Por un lado, han
sí, más que como algo monolítico o externo a ellas. aparecido distintos tipos de investigación sobre el ám-
Este movimiento hacia la comparación incorporada bito de la producción (principalmente en la industria
en la etnografía multilocal estimula los análisis de cul- televisiva y de películas) y, por el otro, sobre la recep-
turas ubicadas en un paisaje para el cual no hay hasta ción de estos productos. Ambas funciones se han in-
el momento una concepción teórica desarrollada o un corporado y vinculado entre sí dentro del marco de
modelo descriptivo. proyectos individuales de investigación, haciendo más
compleja la trayectoria de las modalidades de investi-
gación etnográfica que ya tendía a ser multilocal en la
Campos interdisciplinarios construcción de sus objetos de estudio (Radway, 1988).
y nuevos objetos de estudio En antropología, se ha observado un giro de los an-
tiguos intereses respecto a la etnografía del cine hacia
Dentro del gran capital intelectual asociado con el un terreno más extenso para el estudio de los medios
posmodernismo existen diversas fuentes de inspiración de comunicación indígenas. Los trabajos de Ginsburg
para la etnografía multilocal. Se podría pensar, por (1993 y 1996) han sido claves para esta transformación.
ejemplo, en Foucault y la díada poder/conocimiento lo El cambio ha sido estimulado por la investigación y la
mismo que en la noción de heterotropia (Dreyfus y participación etnográfica en los movimientos contem-
Rabinow, 1983), el rizoma de Deleuze y Guattari (1988), poráneos de los pueblos indígenas dentro de estados
la diseminación de Derrida (1981) y la yuxtaposición nación. En estos movimientos, el control de los medios
de Lyotard a través del “blocking together” (Readings, de comunicación masiva y el papel activista de los pue-
1991). Estos conceptos anticipan muchas de las condi- blos indígenas como productores en ellos, han recon-
ciones contemporáneas, sociales y culturales, con las figurado el espacio en el cual puede hacerse realmente
cuales los etnógrafos y otros académicos intentan discu- la etnografía de muchos de los sujetos tradicionales
tir, al conceptuar sus objetos de estudio en la ausencia de la antropología; y también han vuelto a este espacio
de modelos holísticos confiables de macroprocesos para inherentemente multilocal (ver, por ejemplo Turner,
contextuar sus referentes en la investigación, tales como 1991). La combinación señalada arriba de los sitios de
el sistema mundo, el capitalismo, el Estado, la nación, producción y recepción en los estudios sobre los me-
etcétera. De cualquier forma, ese capital teórico no es dios ha reforzado esta tendencia en el diseño de la in-
por lo general la fuente más cercana para generar los vestigación etnográfica, específicamente en relación
términos a partir de los cuales la etnografía multilocal con los medios indígenas.
es pensada y concebida. Más bien, la etnografía mul- El estudio social y cultural de la ciencia y la tec-
tilocal está intelectualmente elaborada en función nología es otro espacio en el que diversos tipos de in-
de las construcciones específicas y los discursos que vestigación etnográfica multilocal han establecido su
aparecen en cierto número de áreas interdisciplina- importancia. Teóricos como Latour (1987 y 1988) y
rias que emplean el capital teórico diverso que inspira Haraway (1991a y 1991b) han sido cruciales para im-
al posmodernismo a fin de reconfigurar las condiciones pulsar las dimensiones etnográficas de este campo, más
para el estudio de culturas y sociedades contempo- allá de los estudios pioneros en laboratorios, hacia tiem-
ráneas. Esta sección muestra brevemente tres entornos pos y espacios sociales y culturales de mayor comple-
donde los objetos de estudio han sido evocados apro- jidad, y también multilocales. La noción del cyborg
piadamente para realizar trabajos de investigación propuesta por Haraway (1991a) ha sido un constructo
múltiples, móviles y hechos con varios métodos, inclu- especialmente influyente para estimular a aquellos
yendo específicamente a la etnografía multilocal. que hacen trabajo de campo con la intención de pensar
Desafortunadamente, hay muchos más conceptos heterodoxamente los sitios yuxtapuestos que constitu-
y puntos de vista sobre cómo hacer una etnografía mul- yen sus objetos de estudio (Downey, Dumit y Traweek,
tilocal que ejemplos logrados (ver la próxima sección). 1995).
Con todo, no hay duda de que, dentro de distintos cam- En el trabajo antropológico, dentro del campo de los
pos interdisciplinarios, los siguientes conceptos para estudios culturales sobre ciencia y tecnología, la ten-
objetos de estudio reconfigurados surgen no de ejer- dencia hacia la etnografía multilocal es más significativa
cicios teóricos aislados, sino de esfuerzos de investi- en las siguientes áreas: el estudio de los temas que se

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refieren a las tecnologías reproductivas y de reproduc- cialmente temas de producción trans e intercultural)
ción —lo que ha originado un importante dominio de frente a los cambios contemporáneos en el sistema
la investigación feminista en la antropología médica mundo. El artículo ampliamente leído de Appadurai
(Ginsburg y Rapp, 1996)—; los análisis epidemiológicos (1990) sobre la economía cultural global ha proporcio-
en antropología médica (Balshem, 1993); las investi- nado una compleja visión multilocal para investigar
gaciones sobre nuevas modalidades de comunicación este dominio transnacional, que desafía las prácticas
electrónica, tales como el internet (ver, por ejemplo de antaño de “localizar” la(s) cultura(s) en lugar(es).
Escobar, 1993 y Marcus, 1996); y las indagaciones Repensar teóricamente conceptos de espacio y lu-
interesadas en el ambientalismo y los desastres tóxicos gar en la investigación etnográfica (Gupta y Ferguson,
(por ejemplo Laughlin, 1995; Stewart, 1995; Zonabend, 1992b; Harding y Myers, 1994), ha sido una constante
1993). Otra área es el estudio de la emergencia de la inspiración para el trabajo de sociólogos y geógrafos
biotecnología y los “grandes” proyectos científicos culturales y ha estimulado la apertura de tipos de in-
como el del genoma humano (particularmente inte- vestigación antropológica tradicionales hacia construc-
resante es el trabajo de Rabinow [1995] sobre el descu- ciones multilocales de diseños de investigación etno-
brimiento de la reacción en cadena de la polymerasa, gráfica. Por ejemplo, los estudios sobre migración se
especialmente vinculado con el estilo multilocal de su han vuelto parte de un cuerpo mucho más rico de tra-
trabajo anterior sobre la bajos sobre poblaciones
modernidad francesa [Ra- desplazadas y parcialmen-
binow, 1989]). El título de te asentadas entre fronteras,
una encuesta reciente so- en el exilio y en diásporas
bre biotecnología: Sueño de (véase Clifford, 1994; Gilroy,
Gen, Wall Street, Academia 1993; Ong, 1993). Estos
y el surgimiento de la biotec- trabajos, interesados teóri-
nología (Teitelman, 1989), camente en la construcción
enfoca la tendencia metodo- de identidades en contextos
lógica hacia los objetos de globales-locales se relacio-
estudio multilocales. nan con los métodos y espa-
Entre las inspiraciones cios construidos por los es-
e influencias difusas del tudios sobre medios de co-
gran campo interdiscipli- municación (Abu-Lughod,
nario de estudios culturales 1993 y Naficy, 1993).
en los Estados Unidos, la co- Los estudios relativos al
lección editada por Gross- desarrollo empiezan tam-
berg et al. (1992) analiza las bién a ser concebidos de otra
posibilidades y limitaciones forma. Las importantes crí-
de esta notable reconstruc- ticas realizadas por Fergu-
ción de la temprana y difusa son (1990) y Escobar (1994a)
discusión sobre el posmodernismo durante los setenta en relación con las agencias de desarrollo y sus para-
y los ochenta. Dentro del campo difuso de los estudios digmas en el pasado, han llevado a entender de ma-
culturales, el proyecto de Public Culture merece una nera diferente ese campo de estudio. Por ejemplo, el
mención especial dado que se centra en problemas ensayo de Escobar (1994b) sobre una región en Colom-
que han interesado durante mucho tiempo a la antro- bia dibuja la intersección entre movimientos sociales,
pología y a los estudios culturales. El proyecto se originó ideas tradicionales sobre el desarrollo y la poderosa
tomando como base los postulados de Arjun Appadurai doctrina ambientalista de la biodiversidad. Una vez
y Carol Breckenridge y se ha desarrollado a través del más, volver a dibujar los límites de temas de estudio
Centro para los Estudios Culturales Transnacionales, genera aquí un traslape con los terrenos establecidos
con sede en Chicago (Chicago Cultural Studies Group, ya por otros enfoques interdisciplinarios, como los es-
1992) cuya revista, Public Culture, es su principal pu- tudios de los medios y de ciencia y tecnología. Pero las
blicación. manifestaciones más interesantes de estas reconfigu-
Este proyecto ha constituido un punto de encuentro raciones de perspectiva, en los trabajos interdisciplina-
significativo para múltiples ramas de los estudios cul- rios que se sobreponen, están en la modalidad de cons-
turales; se concibió de manera general a partir de la trucción de espacios multilocales de estudio en proyectos
preocupación para repensar las ideas de cultura (espe- individuales de investigación; hacia ellos nos dirigiremos.

117
Etnografía en/del sistema mundo. El surgimiento de la etnografía multilocal

Modalidades de construcción Seguir a las personas

En el caso de la investigación etnográfica, existen vi- Esta técnica es probablemente la manera más obvia y
siones conceptuales muy poderosas de espacios multi- convencional de materializar una etnografía multilocal.
locales que han sido especialmente influyentes en la Los Argonautas del Pacífico Occidental es el libro ar-
antropología. Tal es el caso del constructo de Haraway quetípico (Malinowski, 1922). El intercambio o la circu-
del cyborg (Haraway, 1991a) y la idea de Appadurai lación de objetos o la extensión en el espacio de formas
(1990) sobre la economía cultural global con sus dife- culturales particulares como el ciclo ritual y el pere-
rentes tipos de “paisajes” que, sin embargo, no funcio- grinaje pueden ser el motivo para tal etnografía, pero
nan como guías para el diseño de investigación que el procedimiento es seguir y permanecer con los mo-
ejemplificaría y realizaría dichas visiones. Esto requiere vimientos de un grupo particular de sujetos iniciales.
una discusión más literal de problemas metodológicos, Los estudios de migración son tal vez el género de in-
por ejemplo, cómo elaborar el espacio multilocal a tra- vestigación contemporánea más usual para esta forma
vés del cual se mueve el etnógrafo. de etnografía multilocal. Dentro de este género, un ar-
Los debates explícitamente metodológicos son esca- tículo reciente de Rouse (1991) —pero ver también las
sos. Una excepción interesante es la polémica altamente propuestas de Gupta y Ferguson (1992a), lo mismo que
teórica propuesta por Stratherns (1991) para repensar el libro que coordinaron (Gupta y Ferguson, 1992b)—
los problemas de relación y conexión, a la luz de las in- es importante y frecuentemente citado en los estudios
fluyentes ideas en los estudios de ciencia y tecnología sobre migración (Grasmuck y Pessar, 1991), en par-
derivados de la teoría del caos (Gleick, 1987) y la no- ticular en las investigaciones sobre la diáspora, que
ción de Haraway del cyborg. A pesar de la naturaleza han surgido como uno de los géneros significativos en
abstracta del trabajo de Stratherns, se mantiene cer- los estudios culturales. Rouse sigue a sus sujetos me-
cano a las discusiones que abordan cómo se puede di- xicanos a través de la frontera y en diferentes lugares,
señar el trabajo etnográfico.
al modo convencional de los estudios de migración,
La investigación multilocal está diseñada alrededor
pero a partir del espíritu contemporáneo de una etno-
de cadenas, sendas, tramas, conjunciones o yuxtaposicio-
grafía multilocal autoconsciente, materializa un nuevo
nes de locaciones en las cuales el etnógrafo establece
objeto de estudio: una evocación del mundo de la diás-
alguna forma de presencia, literal o física, con una lógica
pora independiente del simple movimiento de personas
explícita de asociación o conexión entre sitios que de
de un lugar a otro.
hecho definen el argumento de la etnografía. En reali-
El estudio de Willis (1981) y el de Foley (1990) sobre
dad, tal etnografía multilocal es una puesta al día de
una escuela en Texas, inspirado por el primero, son una
una sofisticada práctica del constructivismo, una de los
versión en perspectiva de “seguir a las personas”; su sig-
más interesantes y fértiles ejercicios de representación
nificación estratégica consiste en que, a partir de una
e investigación del movimiento vanguardista ruso de
investigación unilocal con múltiples sitios evocados,
cambio social, justo antes y después de su revolución.
es encontrado el conocimiento “fuera del escenario”, lo
Los constructivistas consideraban al artista como un
cual les permite hablar de lo que ocurre con los sujetos
ingeniero cuya tarea consistía en elaborar objetos úti-
en otros sitios. En su trabajo, el sentido de sistema sur-
les, como un trabajador fabril, al tiempo que participaba
activamente en la construcción de una nueva sociedad. ge de la conexión entre los retratos etnográficos de sus
El cine, especialmente el trabajo de Vertov (El hombre sujetos y la relación asumida de estos retratos con los
de la cámara), fue uno de los medios más creativos, y de destinos de las mismas personas en otros lugares.
hecho con enfoque etnográfico, mediante el cual se ge-
neró el constructivismo (Petric, 1987). Desde una pers-
pectiva metodológica, el trabajo de Vertov es una excelente Seguir los objetos
fuente de inspiración para la etnografía multilocal.
Las etnografías multilocales definen sus objetos de Este tipo de construcción del espacio multilocal de la
estudio partiendo de diferentes modalidades o técnicas. investigación implica trazar la circulación a través de
Éstas pueden entenderse como prácticas de construc- diferentes contextos de un objeto explícitamente mate-
ción a través (de manera planeada u oportunista) del rial de estudio (al menos como es concebido inicial-
movimiento y rastreo en diferentes escenarios de un mente). Los objetos pueden ser bienes, regalos, dinero,
complejo fenómeno cultural dado e inicial de una iden- obras de arte o propiedad intelectual y tal vez éste sea
tidad conceptual, que resulta ser contingente y ma- el acercamiento más común al estudio etnográfico de
leable al momento de rastrearla. procesos en el sistema mundo capitalista. No hay

118
George E. Marcus

duda de que esta técnica está en el centro de la precisa trabajo de Myers (1992) sobre la circulación de las
metodología de Wallerstein para abordar procesos en pinturas acrílicas de los pintupi en el arte occidental;
el sistema mundo: el ensayo acerca del tango de Savigliano (1995); la in-
vestigación de Steiner (1994) sobre el tránsito de arte-
El concepto de cadena de bienes es central para nuestra sanías africanas en los mercados de arte occidental
comprensión de procesos de la economía mundial capi- junto con la película de Taylor y Barbash (1993) basada
talista... Tomemos como ejemplo cualquier producto de en su trabajo; la obra de Silverman (1986) acerca del
consumo, digamos la ropa. Se manufactura. El proceso gusto en la Norteamérica de Reagan en tres lugares
de manufactura mínimamente implica bienes materiales, intensamente abordados; el mapeo de Feld (1994) so-
maquinaria y trabajo. Estos materiales son manufactura- bre la world music y el world beat y el estudio de Bright
dos o producidos de alguna forma. La maquinaria se ma- (s/f y 1998) sobre los low riders chicanos.
nufactura. Y el trabajo debe ser reclutado sea localmente Por último, entre algunos de los ejemplos más in-
o por la inmigración, y también consume alimentos... fluyentes y explícitamente multilocales entre los estu-
Podemos continuar trazando cada “paso” hacia atrás en dios sobre ciencia y tecnología está la modalidad de
términos de sus insumos materiales, maquinaria, tierra, construir el espacio de la investigación empleando el
trabajo. La totalidad constituye una cadena de bienes “seguir el objeto”. El trabajo de Latour (1987 y 1988)
(Wallerstein, 1991: 4). es una muestra de este tipo de propuesta, aunque no
tan contundente como la de Haraway, quien tiene una
Difícilmente se puede decir que la cadena de bienes sensibilidad mucho más metafórica y material respec-
de Wallerstein sea propuesta con algún tipo de sensi- to a los objetos que ella rastrea. El trabajo de Latour
bilidad etnográfica; sin embargo, es claramente un es- (1988) sobre el triunfo de la biología de Pasteur en
quema para una investigación multilocal. Francia coloca provocativamente a los microbios, las
En la antropología, la historia cultural del azúcar máquinas y a los humanos dentro del mismo plano o
realizada por Mintz (1985) es un muestra de la técnica mapa de investigación, al decir que son equivalentes.
de “seguir los objetos” desde una marco conceptual de
economía política, que depende de una narrativa histó-
rica general sobre el colonialismo y el capitalismo. De Seguir la metáfora
cualquier forma, los planteamientos más influyentes
e importantes de esta técnica para la investigación mul- Cuando la cosa trazada se encuentra dentro del ámbito
tilocal sobre la circulación de los objetos es la introduc- del discurso y de las modalidades de pensamiento, la
ción de Appadurai al libro La vida social de las cosas circulación de signos, símbolos y metáforas guía el di-
(Appadurai, 1986, ver también Coombe, 1995). Al trazar seño de la etnografía. Esta modalidad implica intentar
la relevancia cambiante de las cosas como bienes, re- trazar las relaciones y sustentos sociales de asociacio-
galos y recursos que circulan en diferentes contextos, nes que están más claramente vivas en el lenguaje y
Appadurai parte de muy pocos supuestos sobre la capa- hacer uso de medios visuales e impresos. Los influyen-
cidad directiva de una gran narrativa de los macroproce- tes estudios de Haraway trabajan básicamente recu-
sos en la economía política capitalista, pero permite a rriendo a este mecanismo de construcción del objeto
cambio que emerja etnográfica y especulativamente de estudio. En antropología, la etnografía multilocal
una idea de sistema al seguir las pautas de circulación más acabada en esta orientación —y, en algún sentido,
de objetos. Aunque no existen etnografías en el género la más acabada y reflexionada etnografía multilocal en
tradicionalmente asociado a los estudios contempo- cualquiera de sus modalidades de construcción hasta
ráneos de economía política capitalista que tengan el momento— es el trabajo de Martin: Flexible Bodies:
un enfoque literalmente orientado hacia los objetos, Tracking Immunity in American Culture From the Days
hay una literatura impresionante sobre el consumo de of Polio to the Ages of AIDS (1994). Su interés inicial está
bienes que, si bien no es multilocal en el diseño de la en las maneras de pensar el sistema inmunológico hu-
investigación, se produce dentro del espíritu abierto y mano en diferentes lugares en la sociedad americana:
especulativo de ubicar objetos en y a través de diferen- en los medios masivos, “en la calle”, en el tratamiento
tes contextos. del SIDA, entre médicos alternos y entre otros científicos.
Recurriendo a esta técnica, la experimentación Le preocupa la variedad de discursos y registros res-
más explícita con la investigación multilocal parece pecto al sistema inmunológico y las características etno-
haber surgido en los estudios sobre el mundo contem- gráficas de sus ubicaciones sociales. Emplea diferentes
poráneo del arte y la estética (ver especialmente Marcus métodos y formas de participación para cada ubicación,
y Myers, 1996). Algunos ejemplos notables incluyen el algunos en mayor profundidad que otros.

119
Etnografía en/del sistema mundo. El surgimiento de la etnografía multilocal

Martin señala un eje fundamental en su investiga- mente encontradas, pueden usarse para diversificar el
ción: “Uno de los momentos más claros de ‘implosión’ espacio de un objeto de estudio en el trabajo de campo.
en el trabajo de campo, cuando los elementos de dife- El renovado interés entre antropólogos y otros cien-
rentes contextos de investigación parecían colapsarse tíficos sociales por la memoria social posiblemente sea
entre sí con gran fuerza, ocurrió cuando tomaba un el tipo de trabajo en que es usada esta técnica. La anto-
curso universitario en inmunología” (Martin, 1994: 91). logía de Boyarin (1994) acerca de la reubicación o nue-
Con sensibilidad para las metáforas, Martin asocia el vo mapeo de la memoria implica luchas sociales sobre
tema de la flexibilidad, tan prominente en las concep- visiones alternativas acerca de la definición de la reali-
ciones científicas del sistema inmunológico, con el ré- dad colectiva. Los procesos de recordar y olvidar gene-
gimen de especialización flexible, tan relevante en el ran precisamente estos tipos de narrativas, tramas y
capitalismo de finales del siglo XX. Posteriormente, la alegorías que amenazan con reconfigurar, a veces de
investigadora es llevada a una exploración fascinante manera perturbadora, versiones que sirven al orden es-
de la teoría de la complejidad, en la cual el tema de la tatal e institucional. Así, tales narrativas y tramas son
flexibilidad parece ser sistemáticamente pensado res- una rica fuente de conexiones, asociaciones y relaciones
pecto a teorías y prácticas de administración corporati- para conformar objetos de estudio multilocales.
va, y respecto a nuevas ideologías del trabajo y a cómo
son inculcadas en programas de entrenamiento en los
cuales ella participa. Su provocadora discusión acerca
de una forma emergente de subjetividad posdarwiniana
en los Estados Unidos descansa en su capacidad per-
suasiva en el espacio etnográfico multilocal que ha se-
guido al descubrir asociaciones metafóricas. Así, esta
modalidad de construir investigación multilocal es es-
pecialmente potente para unir locaciones de producción
cultural que no han sido conectadas de manera evidente
y, por tanto, para crear nuevas visiones, empíricamen-
te argumentadas, de panoramas sociales.

Seguir la trama, historia o alegoría

Existen historias o narrativas contadas en el marco


del trabajo de campo unilocal, que pueden ser heurís-
ticas para aquel que trabaja en campo construyendo
investigación multilocal. Esto ha sido una técnica ru-
tinaria en la historia disciplinaria del análisis mitológico
realizado por Lévi-Strauss en las llamadas socieda-
des tradicionales. En el contexto de la modernidad, el
carácter de las historias que las personas narran como
mitos en las situaciones cotidianas no es tan importante
para quienes hacen trabajo de campo buscando pro-
cesos y asociaciones en el sistema mundo, como su
propio sentido situado de los paisajes sociales. Leer
buscando la trama y luego probarla en la realidad de
la investigación etnográfica, que construye sus sitios
de acuerdo con una narrativa elocuente es una forma
interesante, virtualmente sin probar, de construir una
investigación multilocal. De cualquier forma, la búsque-
da que hace Brooks (1984) de la trama en los estudios
clásicos de casos freudianos, como forma de desarro-
llar una innovadora lectura de las relaciones sociales
en la sociedad victoriana, es sugerente por la manera en
que las tramas, en historias y narrativas etnográfica-

120
George E. Marcus

Seguir la vida o biografía Amherst sobre Ley y Sociedad (Amherst Seminar,


1988) son muestras excelentes de trabajos inherente-
La historia de vida, una manera particularmente fa- mente multilocales. La obra de Ginsburg (1989) sobre
vorecida de generar datos etnográficos en los últimos la controversia respecto al aborto en una pequeña co-
años, es un caso especial de seguir la trama. Cómo munidad y el estudio de Gaines (1991) acerca del con-
producir y desarrollar historias de vida como etnogra- flicto sobre el status legal de las producciones cultura-
fía ha sido un tema de amplias reflexiones, pero pocas les como poseedoras de derechos de autor ejemplifican
veces se ha considerado el uso de la biografía narrativa cómo tópicos de investigación etnográfica vinculados
como un mecanismo para diseñar investigación mul- al derecho y a los medios de comunicación se ramifican
tilocal. Fischer (1991) provocó una de las pocas dis- rápidamente en terrenos de investigación multilocal.
cusiones acerca del uso de la historia de vida en esta
vertiente, y su trabajo con Abedi (Fischer y Abedi,
1990) es la puesta en marcha parcial de una estrategia La etnografía estratégicamente situada
para desarrollar análisis más sistemáticos, generaliza- (unilocal)
dos desde la historia de una vida individual particular
(ver también su trabajo reciente [Fischer, 1995] sobre Como ocurre con el ya clásico estudio de Paul Willis
las autobiografías de científicos como documentos que (1981) sobre los niños ingleses de clase trabajadora en
sugieren formas más generales de materializar forma- la escuela, algunas etnografías pueden, literalmente,
ciones culturales ricas y diversas dentro de la historia no desplazarse. Sin embargo, sí pueden encontrar se
y prácticas de diferentes ciencias). ubicadas en un contexto multilocal. Esto es diferente
Las historias de vida revelan yuxtaposiciones de de asumir o construir un contexto del sistema mundo.
contextos sociales mediante una sucesión de experien- Independientemente del lugar particular de inves-
cias narradas individualmente, que pueden ser desco- tigación, el sentido del sistema permanece como algo
nocidas en el estudio estructural de procesos de este contingente y no asumido. De hecho, por lo general, lo
tipo. Son guías potenciales en la delineación de espacios que sucede en un lugar particular en el que se desa-
etnográficos dentro de sistemas formados por distincio- rrolla la investigación se calibra o relativiza a partir de
nes categóricas que de otra forma harían estos espacios las repercusiones de este lugar sobre lo que acontece
invisibles (aunque pueden ser más claramente reve- en otros sitios relacionados, inclusive cuando las otras
lados en historias de vida subalternas), pero que son localidades no se encuentran dentro del marco del di-
formadas por asociaciones inesperadas o novedosas seño de investigación (por ejemplo, en el trabajo de
entre sitios y contextos sociales sugeridos por las his- Willis, el interés particular que él tiene por los niños en
torias de vida. la escuela, único ámbito que estudia, es guiado por su
conocimiento sobre lo que les ocurre en la fábrica).
Esta etnografía estratégicamente situada puede
Seguir el conflicto parecer limitada como proyecto multilocal y debe dis-
tinguirse de la etnografía unilocal, que examina las
Finalmente, rastrear las diferentes partes o grupos en articulaciones de los sujetos locales en primer lugar
un conflicto define otra forma de crear un terreno mul- como subalternas a un sistema capitalista dominante
tilocal en la investigación etnográfica. En sociedades o colonial. La etnografía estratégicamente situada in-
a pequeña escala esto ha sido una técnica ya establecida tenta entender, de manera amplia, el sistema en tér-
(“el estudio de caso ampliado”) en la antropología legal. minos etnográficos y, al mismo tiempo, a los sujetos
En las esferas públicas y más complejas de las socie- locales. Es local sólo circunstancialmente, colocándose
dades contemporáneas, esta técnica es mucho más así en un contexto o campo muy diferente respecto a
relevante como principio organizador para la etnografía otras etnografías unilocales.
multilocal. Más allá del contexto de la antropología Considerar esta visión limitada del proyecto unilocal
legal, los asuntos más discutidos en la sociedad con- nos da la oportunidad de preguntar acerca de los tipos
temporánea se refieren simultáneamente a esferas de de conocimiento local que son probados de manera dis-
la vida cotidiana, instituciones legales y medios masi- tintiva dentro de los sitios de cualquier etnografía
vos de comunicación. Por lo tanto, los estudios etnográ- multilocal. Si no empleamos el marco teórico de resis-
ficos de estos temas requieren una construcción mul- tencia y adaptación para estudiar la articulación de los
tilocal, probablemente de manera más explícita que sujetos a sistemas más amplios, ¿entonces qué se puede
cualquiera de las modalidades ya señaladas. La com- hacer? La pregunta central es, probablemente: ¿entre
pilación editada por Sarat y Kearns (1993) y el seminario los sujetos locales qué es icónico respecto o en paralelo

121
Etnografía en/del sistema mundo. El surgimiento de la etnografía multilocal

al mismo fenómeno en los idiomas y términos de otro te etnografía de Tsing (1993) puede también entenderse
sitio relacionado y distanciado? Responder esta inte- como un valeroso intento de establecer novedosos mo-
rrogante conlleva hacer una traducción y un seguimien- dos de ver los registros más amplios de profusos mate-
to comparativo entre lugares, lo que, como ya señalé, es riales que surgen del trabajo de campo en un lugar
fundamental para la metodología de la etnografía mul- fuera del camino. Finalmente, un objetivo central de la
tilocal. Dentro de un solo sitio el aspecto crucial tiene serie de anuarios Late Editions (Marcus, 1993, 1995 y
que ver con estar consciente del sistema en las accio- 1996) es exponer, bajo diferentes temas, la variedad de
nes cotidianas en la vida de los sujetos. Esta no es una consciencias y sensibilidades de fin de siglo insertadas
consciencia teóricamente abstracta tal como los cien- en diversos sitios, al ser articuladas por interlocuto-
tíficos sociales la pueden buscar, sino una consciencia res que experimentan con el formato de entrevistas o
sensible, parcialmente articulada, de otros lugares y conversaciones empleadas por antropólogos y otros
agentes específicos, no siempre tangibles, con los cua- académicos que vuelven a los lugares en que han rea-
les se relacionan sujetos particulares. En el estudio de lizado trabajos previos.
Willis esto se manifiesta en cuánto “conocimiento” ex- La forma más importante de conocimiento local en
presan los niños en sus conversaciones sobre el siste- la que se interesa el etnógrafo multilocal es aquella
ma y conjunto de relaciones muy específicas de trabajo que refleja el propio interés del etnógrafo: generar ma-
en que están atrapados. En los lugares más fracturados pas. Clasificar las relaciones de lo local con lo global es
y discontinuos del estudio de Martin (1994) las nocio- un procedimiento relevante y extendido de conocimiento
nes comunes, “de la calle” por así decirlo, del sistema local que queda por ser reconocido y descubierto en los
inmunológico del cuerpo son las que se cotejan con idiomas y discursos inherentes a cualquier lugar con-
nociones del sistema inmunológico provenientes del temporáneo que pueda ser definido por su relación
laboratorio y las que comparan con las ideas de flexi- con el sistema mundo. En esta identificación intelectual
bilidad en las salas de juntas de las corporaciones em- y cognitiva entre el investigador y varios sujetos situa-
presariales. En mi estudio sobre las dinastías de los dos en el campo emergente de la investigación multi-
ricos (Marcus y Hall, 1992) traté de entender cómo la local, la reflexividad se define de manera más poderosa
administración abstracta de la riqueza en otra parte como dimensión del método, y sirve para desplazar o re-
entra sutilmente en la vida cotidiana de familias pro- contextuar el tipo de discusión metodológica literal
minentes. Llegar al ruido blanco en cualquier ambiente, que he desarrollado más arriba. La discusión de Ha-
según la visión del novelista De Lillo (1984), es lo que raway (1991b) sobre el posicionamiento es tal vez la
hace que la indagación etnográfica sea distintiva en la afirmación más elocuente sobre el contexto y la signi-
investigación multilocal o estratégicamente situada. ficación reflexiva de la investigación multilocal. En
Al identificar icónicamente en un lugar un fenómeno proyectos contemporáneos de investigación multilocal
cultural que es reproducido en otra parte, se suscitan que se mueven entre esferas de actividad públicas y
varias discusiones conceptuales que sirven de guía privadas, de contextos oficiales a subalternos, el etnó-
para indagar etnográficamente una “sensibilidad” para grafo está encaminado a encontrar discursos que se
el sistema entre sujetos situados. Los ensayos de Taussig traslapan con los suyos. En todo campo de trabajo rea-
(1990) escritos bajo la noción general de sistema ner- lizado hoy día, siempre hay otros que saben (o quieren
vioso son sugerentes a este respecto, lo mismo que su saber) lo que sabe el etnógrafo, o que quieren saber lo
investigación introduce etnográficamente (Taussig, que el etnógrafo quiere saber, a pesar de las diferentes
1992) la “facultad mimética” de Benjamin. La argumen- posiciones de los sujetos. Tales identificaciones am-
tación de Pietz (1993), sobre la noción de Marx de feti- bivalentes o percibidas, ubican inmediatamente al et-
chismo en la teoría del capital, hace que este importante nógrafo en el terreno en el que se está mapeando y
concepto se pueda emplear como otra manera de pen- reconfiguran cualquier discusión metodológica que su-
sar las dimensiones sensibles al sistema en los pensa- ponga una perspectiva externa o desde “ningún lado”.
mientos y acciones cotidianos articulados de los sujetos En la práctica, el trabajo de campo multilocal se rea-
etnográficos. Estudios relativos a la fenomenología de liza invariablemente con una aguda consciencia de estar
la consciencia etnográficamente situada entre sujetos dentro del paisaje, y ya que éste cambia entre lugares,
de un doble o múltiplemente construido sentido del yo, la identidad del etnógrafo requiere ser renegociada. Sólo
en contextos de nuevas formas de comunicación elec- en la escritura de la etnografía, como efecto de una mo-
trónica (Turkle, 1984), y sobre el hecho de heredar una dalidad de publicación en sí misma, se vuelve a asumir
gran riqueza (Marcus y Hall, 1992), proporcionan cla- sin ambigüedades la autoridad del antropólogo, incluso
ves para el registro etnográfico de una sensibilidad cuando la publicación muestra las cambiantes identi-
multilocal en cualquier ubicación particular. La recien- dades del trabajador de campo en el enfoque multilocal.

122
George E. Marcus

refiero al activismo identificado con la afiliación a un


movimiento social particular fuera de la academia o do-
minio de investigación, ni tampoco a la afiliación a
un imaginado papel de vanguardia asociado con un
estilo particular de escritura con referencia a situacio-
nes políticas en la sociedad o la cultura en un momen-
to histórico específico. Más bien, hablo de un activismo
muy específico y circunstancial a las condiciones de
hacer investigación multilocal. Es una puesta en prác-
tica del eslogan feminista de que la política es algo per-
sonal. Pero en este caso es lo político como sinónimo
del individuo profesional y, dentro de esto último, lo
que se discutía de manera clínica como lo metodológico.
Al realizar investigación multilocal, uno se encuentra
con todo tipo de compromisos personales contradicto-
rios. Estos conflictos se resuelven, tal vez de manera
ambivalente, no al refugiarse en ser un antropólogo aca-
démico distanciado, sino en ser una especie de etnógrafo-
activista, renegociando identidades en diferentes lu-
gares mientras uno aprende más sobre una parte del
sistema mundo. Por ejemplo, en el libro de Martin,
Flexible Bodies (1994), ella es una voluntaria que tra-
La virtud de la discusión de Haraway sobre el po- baja con personas con SIDA en un lugar, una estudiante
sicionamiento es que argumenta persuasivamente a de medicina, y una trabajadora que toma cursos de ca-
favor de la objetividad que resulta de una práctica me- pacitación en un tercer sitio. Aunque políticamente
todológica y escrupulosa de la reflexividad. De cualquier comprometida al comienzo de la investigación, es tam-
modo, en la investigación multilocal, resulta inevitable bién etnógrafa durante su desarrollo. La identidad o
calificar o desvanecer la autoidentificación tradicional persona que da cierta unidad a sus movimientos, a tra-
y privilegiada como etnógrafo a favor de una práctica vés de un espacio dislocado, es el activismo circuns-
de constante movilidad del posicionamiento en térmi- tancial implícito al colaborar en tal variedad de sitios,
nos de las afinidades cambiantes del etnógrafo, afilia- donde la política y la ética de trabajar en cualquiera de
ciones con respecto a (y distancias de) aquellos con los ellos refleja un desempeño en los otros.
que interactúa en diferentes sitios, lo cual constituye En ciertos lugares, parece que uno está trabajan-
un sentido distintivo de “hacer investigación”. do con, y en otros parece que está trabajando contra
conjuntos de sujetos cambiantes. Esta condición de
posiciones personales cambiantes, en relación con los
El etnógrafo como activista circunstancial sujetos y otros discursos activos en el campo que se tras-
lapan con los propios, genera una sensación de hacer
Es apropiado como conclusión volver al punto de par- más que sólo etnografía, y es esta cualidad lo que pro-
tida y ubicar los intereses metodológicos literales de- duce la impresión de ser activista para y en contra del
sarrollados en esta reseña en términos de un ethos posicionamiento, incluso en todo trabajador de campo
particular de autopercepción, comúnmente evidenciado que se considere a sí mismo como apolítico.
en la investigación multilocal, a partir de la experien- Por último, los compromisos circunstanciales que
cia del posicionamiento ya mencionada. Las preguntas surgen en la movilidad del trabajo de campo multilo-
metodológicas convencionales de las ciencias socia- cal proporcionan el tipo de sustituto psicológico para
les del “cómo hacer para” parecen estar totalmente in- el sentimiento de seguridad de “estar ahí” de la obser-
sertas y reunidas en el discurso político-ético de la vación participante en el trabajo de campo unilocal
autoidentificación desarrollado por el etnógrafo en la in- tradicional. Por lo general, uno se vincula con los acti-
vestigación multilocal. El movimiento entre lugares (y vistas literales en el espacio de la investigación mul-
niveles de sociedad) da un carácter de activismo a tal tilocal, y dadas las pasadas preferencias antropológicas
investigación, que no (necesariamente) es el papel tra- de centrarse en los sujetos subalternos o marginales,
dicional del activista autoasumido por académicos de tales activistas son comúnmente sustitutos de “la gen-
izquierda en relación con su trabajo. Es decir, no me te” de uno en la investigación tradicional. La sensación

123
Etnografía en/del sistema mundo. El surgimiento de la etnografía multilocal

de activismo emergente y circunstancial que se desa- 1992 Ethnography and the Historical Imagination,
Westview, Boulder, CO.
rrolla entre los etnógrafos en un espacio multilocal y
COOMBE, R. J.
sus relaciones personales cercanas con los productores 1995 “The cultural life of things: globalization and
culturales (por ejemplo artistas, cineastas, organiza- anthropological approaches to commodifi-
dores), quienes a su vez se mueven en varios lugares cation”, en Am. J Int. Law Polit. vol. 10, núm. 1.
DELEUZE, G. Y F. GUATTARI
de actividad, preserva para los etnógrafos involucrados 1988 A Thousand Plateaus: Capitalism and Schizo-
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