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Olivo 1

El desmantelamiento de la mujer tradicional mexicana a través de la novela

Arráncame la vida de Ángeles Mastretta

Tesis

Úrsula Olivo

Facultad de idiomas y culturas


Departamento de Español
Primavera 2014
Olivo 2

Índice

El desmantelamiento de la mujer tradicional mexicana a través de la novela


Arráncame la vida de Ángeles Mastretta ............................................................... 3
El argumento de Arráncame la vida ....................................................................... 5
El objetivo de este estudio ..................................................................................... 7
La mujer tradicional mexicana en un sistema patriarcal ........................................ 7
La narrativa que denuncia...................................................................................... 9
Análisis: La liberación sexual de Catalina ............................................................. 10
Análisis: El desamor maternal de Catalina ........................................................... 19
Análisis: El desenvolvimiento social de Catalina................................................... 24
Conclusión ........................................................................................................... 27
Bibliografía........................................................................................................... 28
Olivo 3

El desmantelamiento de la mujer tradicional mexicana a través de la novela Arráncame la

vida de Ángeles Mastretta

Arráncame la vida, novela de la mexicana Ángeles Mastretta, encierra un gran número de

temas; entre ellos una crítica a la sociedad mexicana durante una época de supuestos cambios, el

rol y la liberación de la mujer mexicana posrevolucionaria. Mastretta nace en Puebla, México en

1949, vive allí hasta 1969, año en que se muda a la Ciudad de México en donde estudiaría

ciencias de la comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se

convertiría en escritora y periodista. A lo largo de su carrera como escritora y periodista

Mastretta ha contribuido con varios periódicos y revistas de su país, entre estos se hayan La

Jornada, Nexos, Excélsior, Proceso, y Ovaciones, entre otros.

En 1974 Mastretta recibe una beca para participar en un taller literario en el Centro

Mexicano de Escritores del Distrito Federal. En este taller la escritora estuvo acompañada por los

afamados novelistas y escritores Juan Rulfo y Salvador Elizondo. Esta participación influyó a

Mastretta para ponerse en el mapa de la literatura hispanoamericana y a hacer su renombre como

escritora literaria, que posee hoy en día. Al año siguiente, 1975, publica su poemario La pájara

pinta. Este poemario incluye diversos temas relacionados con la mujer y el amor. Diez años

después, en 1985, la escritora publica su primera novela, Arráncame la vida, por la cual le es

otorgado el Premio Mazatlán de Literatura. Los críticos literarios le otorgan dicho premio por

considerar su novela como el mejor libro nacional del año. Según Rosa Espada Suárez,

profesora de literatura en la UNAM, “Ese logro le concedió la libertad a Ángeles Mastretta para

escribir [su segunda novela] Mujeres de ojos grandes en 1993” (Spada Suárez). El enfoque

principal y transcendental de Ángeles Mastretta ha sido por lo general exponer al maravilloso ser
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de la mujer, sus sufrimientos, y su rol en la sociedad mexicana, así como también explorar la

igualdad del género.

La trama de Arráncame la vida toma lugar en dos sitios, en el estado de Puebla, México y

en la Ciudad de México, capital de ese país. Esta se desarrolla en las décadas posrevolucionarias

de los años 1930s y 1940s. La novela presenta una historia de amor, un gobierno

posrevolucionario corrupto y una sociedad amedrentada por el mismo. Mastretta utiliza

protagonistas ficticios que personifican a políticos mexicanos posrevolucionarios como el

general Maximino Ávila Camacho. Ávila Camacho gobernó el estado de Puebla (1936-1941)

con un régimen militar. Usaba sus unidades paramilitares, mejor conocidas como Guardias

Blancas, para amedrentar a los trabajadores y campesinos, pero sobre todo a la oposición de su

gobierno (Quintana , 65). “Bien podría ser la referencia histórica real en la que se basó la autora

para la creación del personaje [Andrés Ascencio]” (Sabia , 4). Ascencio es el personaje principal

de la novela quien gobierna Puebla bajo un sistema caudillista. De la misma forma Rodolfo

Campos, el compadre de Andrés Ascencio y presidente del país, personifica al presidente de

México, Manuel Ávila Camacho quien mantuvo el poder del sexenio que comenzó en 1940 y

termino en1946. Entre otros personajes principales se encuentran la esposa de Andrés Ascencio,

Catalina Guzmán, su papá don Marcos, su hermana Bárbara, su amante Carlos Vives, su hijastra

Lilia, la nana Lucina, sus tres amigas Mónica, Bibi y Pepa. Como personajes secundarios

emanan los hijos de Catalina y Andrés, Verania y Checo, y Alfonso Quijano, el último amante

de Catalina.

A pesar de que Arráncame la vida está basada en una historia de amor, dentro de esta

hallamos también una serie de temas sociales y políticos de diferente índole y el efecto que estos

tienen sobre el estado de Puebla y de todo México durante el periodo posrevolucionario de las
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décadas de los 1930 y 1940. Entre la serie de temas que aparecen en la novela los que más

sobresalen son la corrupción política, la muerte, el papel de la mujer en la sociedad, el

caciquismo1, el machismo, la infidelidad, el amor, la liberación sexual y el desamor maternal. En

este proyecto investigativo nos estaremos enfocando en la liberación sexual, el desamor maternal

y por último el desenvolvimiento de la mujer en la sociedad mexicana posrevolucionaria de los

años 1930 y 1940.

El argumento de Arráncame la vida

El argumento de la novela consiste en la historia de Catalina, una joven de Puebla que a

los dieciséis años contrae matrimonio con un general militar posrevolucionario de treinta y dos

años. Catalina vive bajo un sistema patriarcal donde pasa del cuidado de su padre al cuidado de

su esposo, Andrés. Andrés es un general militar posrevolucionario corrupto quien se vale de su

posición social para casarse con Catalina. Ya casada la pareja, Catalina empieza a concientizar

quien verdaderamente es ‘su general’ Andrés Ascencio.

Andrés Ascencio es un cacique posrevolucionario corrupto que se aprovecha de su puesto

como gobernador de Puebla para matar, sobornar, ultrajar y abusar de los ciudadanos. Catalina se

convierte en la cómplice oficial de Andrés así ignorando y callando los asesinatos y negocios

clandestinos en los que él participa. Su silencio facilita seguir su vida bajo una posición de alta

alcurnia, como la esposa del gobernador de Puebla.

Catalina y Andrés se mudan a la Ciudad de México donde Andrés espera el ascenso a la

presidencia del país. La posición política de Andrés en la capital lo mantiene muy ocupado y a

consecuencia Catalina pasa mucho tiempo sola. Por casualidad, un día Catalina conoce a Carlos

1
Dominación o influencia del cacique de un pueblo o comarca. Intromisión abusiva de una persona o una
autoridad en determinados asuntos, valiéndose de su poder o influencia (RAE).
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Vives, el coordinador de la Orquesta Nacional de México. Catalina y Carlos se enamoran y

establecen una relación amorosa y peligrosa. Andrés y su gobierno acusan a Carlos y a sus

amigos políticos de comunistas por sus ideales políticos en contra del caciquismo. Su oposición

y la de sus amigos ante el caciquismo provocan el descontento de Andrés y su gobierno.

En una cena organizada por la propia Catalina durante un fin de semana en Puebla,

Andrés, Carlos y otros políticos discuten sus diferencias y opiniones políticas. Andrés le advierte

a Carlos que no se junte con los comunistas y mejor se dedique a la música y a las mujeres

complicadas. Carlos le responde a Andrés que deje el caciquismo porque la revolución ya está en

el pasado. Este intercambio adverso de ideales políticos entre Carlos y Andrés causa gran tensión

entre ellos y los invitados. Después que la cena termina Carlos se retira pero es interceptado por

unos hombres cerca de la Iglesia de Puebla mientras pasea con los dos hijos menores de Catalina

y Andrés. Carlos es llevado a una cárcel clandestina que está a cargo de Andrés y su gobierno.

Allí lo torturan y posteriormente lo matan con un disparo en la cabeza.

Catalina se siente afectada gravemente tras la muerte de su amante a manos de Andrés. El

asesinato de Carlos le provoca un gran desprecio hacia su marido y se separa físicamente de él en

la casa que ambos comparten, pero su vida matrimonial continua. Catalina permanece enamorada

de Carlos y contempla su recuerdo a cada momento aunque ya se ve románticamente envuelta

con otro hombre llamado Alonso Quijano. Alonso Quijano es el secretario particular de Rodolfo,

el Presidente del país.

Con el tiempo la popularidad de Andrés se va perdiendo en el estado de Puebla y en el

país. Se va poniendo viejo mas continúa manteniendo sus ideales políticos corruptos y sus deseos

de la presidencia. Durante sus últimos días Andrés desmejora rápidamente tras el frecuente

consumo de tés que la misma Catalina le prepara. Té de hierbas curativas, pero venenosas
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cuando consumidas en exceso como lo hace Andrés. Andrés muere a consecuencia de los tés y

Catalina se siente liberada, ‘casi feliz’ y con un futuro alentador.

El objetivo de este estudio

Durante mis dos años de estudio en la Universidad de California Monterey Bay, tuve la

oportunidad de leer varias obras literarias de novelistas y escritores latinoamericanos muy

importantes. Por ejemplo, Hasta no verte Jesús mío de la mexicana Elena Poniatowska, La

última niebla y La amortajada de la chilena María Luisa Bombal, La casa de los espíritus de

Isabel Allende, Papeles de pandora de la puertorriqueña Rosario Ferré, los sonetos de Sor Juana

Inés de la Cruz, entre otros. Mas la novela Arráncame la vida de Ángeles Mastretta ha logrado

llamar mi atención de forma cautivadora por ser una obra literaria innovadora, poco tradicional,

poco conservadora y ¿por qué no decirlo? atrevida y con temas de la misma vida cotidiana

capaces de cautivar a cualquier persona o audiencia. Por eso para este trabajo investigativo he

decidido analizar esta novela y hacer un estudio acerca de la mujer tradicional mexicana y su

liberación sexual durante las décadas posrevolucionarias de los años 30 y 40. Mi objetive con

este trabajo de Capstone es demostrar que Mastretta, a través de sus personajes femeninos, inicia

un movimiento de liberación sexual, un gran desamor maternal y un gran desenvolvimiento

social equivalente al del hombre.

La mujer tradicional mexicana en un sistema patriarcal

De acuerdo a la historiadora Gerda Lerner “Las mujeres han sido la mayoría de la

población en diferentes tiempos y lugares, sin embargo su estatus social ha sido reprimido como

si fuese el de una minoría. Se le ha privado por años de los mismos derechos que los hombres. Se
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le ha excluido de la participación en el poder, la política y la economía” (Lerner , 6). Lerner, a

través de esta cita, nos descifra el estatus social de la mujer en términos mundiales. Sus palabras

son universales, y se pueden aplicar en cualquier parte del mundo y en cualquier época. Para

corroborar las palabras de esta historiadora y traer énfasis al tema de nuestro estudio traemos una

cita del escritor Octavio Paz, quien percibe el mismo problema, pero este no lo hace de manera

universal, sino más bien desde un punto de vista más centrado y concreto; su énfasis está basado

en la mujer mexicana.

Como casi todos los pueblos, los mexicanos consideran a la mujer como un instrumento,
ya de los deseos del hombre, ya de los fines que le asigna la ley, la sociedad o la moral.
Fines, hay que decirlo, sobre los que nunca se le ha pedido su consentimiento y en cuya
realización participa solo pasivamente, en tanto que depositaría de ciertos valores. En un
mundo hecho a la imagen de los hombres, la mujer es solo el reflejo de la voluntad y
querer masculinos. (Paz , 16)

Por esta cita podemos comprender claramente como Paz dice que este problema de la mujer en la

sociedad mexicana no es una cuestión que se haya superado en México sino que es un problema

que todavía persiste hoy en día. La novela Arráncame la vida está regida por un sistema

patriarcal2, en donde Mastretta, su autora, se encarga de presentar a una mujer diferente,

dispuesta a luchar ante la represión sexual y social impuestas por la sociedad del México

posrevolucionario y en específico por el hombre. Esta sociedad que aparece en la novela de

Mastretta que resembla a la del México de las décadas de los 30 y 40 Gerda Lerner y Octavio

Paz, como mencionamos antes, la describen como una cultura y sociedad que el hombre rige y

que le ha impuesto a la mujer de forma estricta a lo largo de los años.

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Predominio o mayor autoridad del hombre en una sociedad o grupo social. Época y sistema de organización social
primitivas, en que la autoridad se ejercía por un varón jefe de cada familia.
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La narrativa que denuncia

Como ya mencionamos al principio de éste análisis, Ángeles Mastretta ha tenido un éxito

trascendental a causa de sus narrativas femeninas. “La perspectiva femenina y la sencillez del

planteamiento y del modo narrativo adoptado han hecho que Arráncame la vida consiguiera un

éxito muy importante tanto en México como fuera de sus fronteras. La adaptación de [su]

lenguaje sencillo, vehículo de expresión y liberación de los personajes y una estructura sencilla

basada en una cronología lineal, hace que esta novela sea de lectura amena y fácil [para el

lector]” (Sabia , 3). A este éxito intelectual también se le atribuye que en la literatura mexicana

del siglo XX, escrita tanto por mujeres como por hombres, la mujer tradicional mexicana aparece

como una gran madre dedicada y amorosa ante sus hijos, sumisa, abnegada y sometida ante el

sistema patriarcal en el que vive “Faltaba, dentro de la novela de la revolución, tocar los años 40

a partir de una relación amorosa de los poderosos, de quienes nos gobiernan, de quienes el

pueblo imita en todos sus defectos y aciertos. Una novela de ese corte, en la que el amor y el

sexo son el centro de todo según parece, aunque hay más que eso. Olvidado el tema de la

revolución y la posrevolución por la ‘moda’ de la novela urbana, el libro de Mastretta resulta

novedoso y refrescante” (Peralta , 25). Indudablemente Arráncame la vida brilla con luz propia

ya que Mastretta derrumba la literatura mexicana tradicional así embocando el vuelo hacia una

obra literaria innovadora. Mastretta presenta una obra diferente a lo que estamos acostumbrados

a leer así como bien enfatiza Braulio Peralta en su entrevista.

En esta su primera novela Arráncame la vida, Mastretta muestra una mujer liberada y

emancipada de la cultura y la tradición mexicana. Acerca de esto Karl Holz se expresa de la

siguiente manera:

Por medio de su temática emancipadora, Ángeles Mastretta se alinea en la corriente de la


llamada literatura documental o novela testimonial, que se ha propuesto como meta
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llamar la atención sobre los problemas sociales, políticos, y mentales del país. Mastretta
no recurre a medios de la crónica, del reportaje o de la fotodocumentación, como hacen
Elena Poniatowska, Carlos Monsivais, Oscar Lewis o, como en Cuba, Miguel Barnett. A
pesar de ello, la intención de la novela de Mastretta se define, en el más amplio sentido,
por un interés evidente en los problemas cotidianos y políticos de México (Holz , 204).

Como explica Holz en esta cita, Ángeles Mastretta en Arráncame la vida exhibe problemas

sociales que existen en la sociedad mexicana. Mastretta los denuncia y los presenta de forma real

como pasa en la vida cotidiana. Presenta a una mujer con un gran desamor maternal, con una

extensa libertad sexual y con un gran desenvolvimiento en la sociedad quien “exitosamente

omite el guión que la sociedad y el machismo le han impuesto y que también se ha marcado y

representado fuertemente en la literatura mexicana” (Anderson , 21).

A continuación les presentaremos un análisis profundo de tres temas que nos dejan ver el

desmantelamiento de la mujer tradicional mexicana, de los años 30 y 40, a través de la obra de

Mastretta. A partir de aquí nuestro énfasis es elaborar a fondo acerca de la liberación sexual, el

desamor maternal y el desenvolvimiento social de Catalina.

Análisis: La liberación sexual de Catalina

El primer tema que vamos a presentar en este ensayo es el de la liberación sexual que

Mastretta presenta a través de Catalina. Existe un sin número de definiciones para liberación

sexual, mas para este análisis estamos utilizando solamente el de la Real Academia Española y la

del libro Juventud, cultura y sexualidad de Mario Margulis.

De acuerdo con la Real Academia Española el término de liberación sexual se define

como la condición de las personas no obligadas por su estado al cumplimiento de ciertos

deberes; el resguardo de la virginidad y los códigos matrimoniales ante la misma (RAE). Mario

Margulis en su libro Juventud, cultura y sexualidad nos la define la como lo siguiente:

Denominada como ir en contra de los códigos culturales y regulaciones ante la


sexualidad. El control y la orientación del deseo y un cuerpo de reglas que establecen en
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la sociedad son anulados. El conjunto de restricciones y prohibiciones que organizaban


en cada sociedad las relaciones licitas entre sexos: el cortejo y las uniones matrimoniales
no son obedecidas actualmente. Facilidad, soltura, disposición natural para llevar a cabo
el acto sexual con destreza. Contravención desenfrenada de las leyes y buenas
costumbres (Margulis , 28).

A través del personaje de Catalina, Mastretta desmantela a esa mujer tradicional

mexicana restringida ante su sexualidad. A la mujer tradicional mexicana se le limitaba a los

quehaceres del hogar, la crianza de los hijos y a atender a su marido. Danny J. Anderson recalca

que “las expectativas de la sociedad para Catalina eran [como ella misma describe en la novela]

ser parte de la decoración, alguien a quien se le corren atenciones que habría que tener con un

mueble si de repente se sentara a la mesa y sonriera” (Anderson , 17). Dado a que la educación

escolástica también era limitada “casi ninguna mujer iba a la escuela después de la primaria”

(Mastretta , 10). La falta de educación formal también prevenía a la mujer mexicana de tener

conocimiento acerca de la sexualidad de una manera que bien podríamos llamar un nivel

educativo.

A diferencia de otras mujeres, Catalina tuvo la ventaja de asistir a un colegio de monjas,

pero allí “estaba prohibido enseñar [cualquier cosa más que a bordar] varios manteles de punto

de cruz” (Mastretta , 12). Por lo tanto esa colegiatura no le sirvió de nada. Evidentemente la falta

de educación escolástica era la forma de restringir a la mujer mexicana y mantenerla en la

ignorancia con el propósito de sujetarla y controlarla. Como ya mencionamos a este control que

la sociedad le imponía a la mujer mexicana, Mastretta lo desmantela a través de Catalina. Desde

el principio de la novela Mastretta presenta a Catalina como una mujer con una gran ansiedad y

curiosidad de explorar su sexualidad. Este tema de la sexualidad que tanto intrigaba a Catalina no

era discutido en la cultura mexicana tradicional de los años 30 y 40; era casi un tabú.
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En el capítulo I Catalina narra cómo Andrés le propone ir de paseo a Tecolutla, una

ciudad costera de México, sin todavía estar casados. Este tipo de salidas, citas o paseos en dicha

sociedad patriarcal y tradicional mexicana estaban totalmente prohibidos ya que dichas libertades

podrían llevar a las parejas a mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio, lo cual no era

permitido para una mujer. En la cita que les presentaremos a continuación Jane Lavery

ejemplifica como Ángeles Mastretta desmantela a esa mujer tradicional y la transforma en una

con gran libertad sexual. “[La sexualidad] le pertenecía al hombre, se había usado para controlar,

clasificar y sujetar a la mujer, así ignorando su habilidad de experimentar placer” (Lavery , 205).

Esta cita claramente describe la barrera, establecida por la sociedad de los años 30 y 40, que

Catalina rompe. Es decir, ésta actúa como contendiente ante lo que para una mujer se le

denominaba ilícito porque, como enfatiza Lavery, le pertenecía al hombre y a nadie más.

Catalina invalida estas reglas, esas prohibiciones que le impusieron antes de nacer y nos lo narra

en el capítulo I “Tenía quince años y muchas ganas de que me pasaran cosas. Por eso acepté

cuando Andrés me propuso ir al mar” (Mastretta , 9). Catalina tenía deseos sexuales que la

estimularon a aceptar la invitación de Andrés. Este paseo indudablemente implicaba que habría

contacto físico y sexual entre la pareja y efectivamente así fue. Nerviosa de ver el cuerpo

desnudo de Andrés y de estar a punto de saciar su primer encuentro sexual, nos narra “yo había

visto caballos y toros irse sobre yeguas y vacas, pero el pito parado de un señor era otra cosa”

(Mastretta , 9). Pero esto no fue un impedimento. Ambos prosiguieron con el acto sexual, sin

intervención, vergüenza o recato cultural o social. Catalina nos describe el encuentro de la

siguiente manera “me dejé tocar sin meter las manos, sin abrir la boca, tiesa como muñeca de

cartón… Volvió a tocarme por todas partes como si se hubiera acabado la prisa. Me gustó”

(Mastretta , 10). Para Catalina las reglas establecidas por la sociedad para la mujer mexicana se
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desvanecieron en ese momento. Con este ejemplo Mastretta nos muestra una liberación

femenina, una liberación sexual.

Es también a partir de aquí donde Ángeles Mastretta comienza a desmantelar a la mujer

tradicional mexicana. Logra esto presentándola como un ser independiente ante su sexualidad.

Un claro ejemplo de este tema es cuando Catalina y Andrés están a punto de tener su primer acto

sexual, y aunque se encontraba nerviosa ante la erección de Andrés, no se avergonzó ni tampoco

pensó en las restricciones que se le habían impuesto aun antes de nacer. Prosiguió con el acto

sexual, se dejó llevar sin recato, y disfrutó del sexo sin remordimiento. El viaje a Tecolutla y el

acto sexual que ocurrió entre Catalina y Andrés eran inaceptables por la cultura y la sociedad

mexicana de los años posrevolucionarios 30 y 40. En primer plano porque se escapa a vacacionar

con Andrés cuando esto no se podía hacer libremente fuera del matrimonio por ser un acto

incorrecto e indecente de una mujercita tradicional mexicana. En segundo porque la mujer tenía

que llegar virgen al matrimonio, si no, su valor moral se vería cuestionado. Un claro ejemplo de

esto lo vemos en la manera en que argumenta Danny J. Anderson en su artículo Displacement:

Strategies of Transformation in Arráncame la vida, “Las acciones y reacciones de Catalina

incesablemente rechazan a seguir el guión represivo en el que se le había instruido hacer lo

‘apropiado’ o ‘correcto’ en un sistema de género supremo masculino” (Anderson , 19). A

Catalina y a toda mujer mexicana se les educaba para seguir los códigos sociales bajo un sistema

tradicional y conservador de dominio masculino. El sistema patriarcal dictaminaba que lo

correcto y apropiado para una señorita era esperar a tener relaciones sexuales hasta llegar al

matrimonio, lo cual Catalina desobedeció totalmente durante su viaje con Andrés a Tecolutla.

Catalina se resistió a seguir esos códigos sociales. Catalina estaba decidida a tener relaciones

sexuales con Andrés y lo consiguió sin limitaciones. Se fue en contra de lo que la sociedad le
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había dictaminado a su madre, abuela y ahora a ella. En pocas palabras rompió con el sistema

conservador y tradicional establecido ya por muchos años.

Otro punto muy importante ante este desmantelamiento de la mujer tradicional mexicana

en cuanto a la sexualidad es que Catalina disfrutó su primer acto sexual con Andrés. Le gustó y

sació que Andrés tocara su cuerpo. Este gusto y disfrute sexual de Catalina era irrefutablemente

prohibido para la mujer tradicional mexicana. Las relaciones sexuales entre un hombre y una

mujer eran exclusivamente para procrear hijos. Catalina también despedaza la norma de

reproducir la especie humana como tradición. En el mismo capítulo I, durante el acto sexual de

Catalina y Andrés, ella se mostró nerviosa dado a su inexperiencia íntima. Su nerviosismo no le

permitió llegar al orgasmo provocándole inquietud y persistencia de conseguir lo que Andrés

considera ‘lo más importante’ en una relación sexual. Sobre esa noche la misma Catalina expresa

“Yo me pasé toda la noche despierta, como encendida… Entonces me propuse aprender”

(Mastretta , 10). Catalina se dedica a investigar cómo conseguir eso tan importante que la

inquietó toda la noche. Fue a visitar a una gitana quien “tenía fama de experta en amores”

(Mastretta , 12). Catalina le plantea que quiere experimentar un orgasmo. Ante esta propuesta la

gitana se sorprende y expresa “Nadie viene aquí a eso. No sea que después tu madre me quiera

echar pleito” (Mastretta , 12). La respuesta de la gitana, como podemos percibir, fue de asombro

y rechazo ante la posibilidad de tener un problema con la madre de Catalina. Su respuesta

denuncia que la sociedad le prohibía a la mujer aprender sobre su propia sexualidad y anatomía,

en concreto la satisfacción personal de un orgasmo. Catalina no se da por vencida e insiste en

saber sobre el tema. Al ver la cara de asombro de la gitana le pregunta si ella tampoco siente.

Como respuesta ante tanta insistencia la mujer empieza a desnudarse. Abre las piernas y le

muestra a Catalina el ‘timbre’ de donde se consigue el orgasmo. De esta manera, casi


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clandestina, la gitana le da clases de anatomía femenina, de la cual hasta ese momento se le había

prohibido aprender o tener algún conocimiento. Armada con la nueva información que la gitana

le había dado, Catalina no tardó en explorar lo que se le había enseñado. Inmediatamente ella

retorna a casa a poner en práctica lo que ella consideraba un secreto íntimo.

“Volví a casa segura de que sabía un secreto que era imposible compartir. Esperé hasta
que se apagaron todas las luces y hasta que [sus hermanas] Teresa y Bárbara perecían
dormidas sin regreso. Me puse la mano en el timbre [como le sugirió la gitana] y la moví.
Todo lo importante estaba ahí, por ahí se miraba, por ahí se oía, por ahí se pensaba. Yo
no tenía cabeza, ni brazos, ni pies, ni ombligo. Las piernas se me pusieron tiesas como si
quisieran desprenderse. Y sí, ahí estaba todo” (Mastretta , 13).

Indiscutiblemente ahí estaba todo y es así es como Ángeles Mastretta continúa desmantelando a

la mujer tradicional mexicana a través del personaje de Catalina. Mastretta la transforma en una

mujer fija y segura que quiere disfrutar de su sexualidad y la cual sirve tanto para satisfacción

propia como para procrear. Durante ambos actos sexuales el cuerpo de Catalina tiene una

reacción similar, el ponerse tiesa. Ahora ella se da cuenta de que puede tener tensión corporal

causada por el nerviosismo que le ocasionó Andrés pero también por lograr satisfacción corporal,

es decir un orgasmo. A través del personaje de Catalina, Mastretta se va en contra de lo que la

sociedad mexicana percibe como correcto y apropiado. Catalina discierne entre el placer propio,

la maternidad y la procreación así descubriendo que puede disfrutar de un orgasmo de la misma

manera que un hombre. Es decir Catalina es capaz de sentir ese placer que se la había negado por

tanto tiempo, aun previo a nacer y que solamente se le había otorgado para ser madre y nada

más. Sobre este desmantelamiento Jane Lavery escribe que “la sexualidad femenina es asociada

como ilícita, lo cual es totalmente repudiado en la [novela] de Ángeles Mastretta. En vez los

medios femeninos de exploración sexual son muy aparte de la reproducción y la maternidad.

Para la escritora la sexualidad está asociada con satisfacción propia y está representada por la

misma mujer” (Lavery , 205). Como describe Lavery, Catalina separa la satisfacción propia de la
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maternidad y la reproducción. Experimenta a través de la masturbación sin ningún otro

propósito, más que el sentir placer. Indaga hasta encontrar como disfrutar ‘lo más importante’ en

la sexualidad. A partir de ese momento Catalina comienza a disfrutar del sexo igual que un

hombre y Mastretta desmantela la mujer abnegada y sometida a la cultura y la sociedad que la

reprime.

Para finalizar con el tema de liberación sexual a través de Catalina, a continuación les

presentaremos un último ejemplo. Un día mientras Andrés terminaba de atender sus negocios en

el Palacio Nacional con el presidente, Rodolfo Campos, Catalina caminaba por el centro de la

capital. Al escuchar música en el trasfondo de Bellas Artes se acerca y entra. Allí conoce a

Carlos Vives quien ensayaba con su grupo de músicos de la Orquesta Nacional. Catalina se

siente atraída por Carlos y nos confiesa en el capitulo XIV “me volví infiel antes de tocar a

Carlos Vives” (Mastretta , 143). Al poco tiempo de conocerse Catalina y Carlos se convierten en

amantes y gozan sin pudor alguno del sexo.

Bajo el sistema patriarcal en el que vivía la sociedad mexicana de los años 30 y 40, la

mujer generalmente se quedaba en casa a “pensar en el menú de las comidas” (Mastretta , 124),

ocupándose de los hijos, su hogar y esperando el regreso de su esposo sin cuestionar o protestar,

en vez de tener tanta libertad como la tenía Catalina. Sin embargo, para ella la vida de la mujer

tradicional era tediosa e “inútil” (Mastretta , 124). Como enfatiza Karl Holz “Con su relación

extramarital Catalina quiere vivir los sueños que la prepotencia machista ha suprimido” (Holz ,

188). La relación extramarital de Catalina con Vives era totalmente inaceptable en la cultura

mexicana tradicional. La infidelidad por parte de la mujer era denominada como inmoral e

imperdonable. Sin embargo, Ángeles Mastretta a través de Catalina rompe con el contrato del

matrimonio tradicional que le prohíbe tener relaciones sexuales con otra pareja.
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El primer encuentro sexual entre Carlos y Catalina fue después de un concierto musical

en Bellas Artes, donde Carlos abarrotó el lugar dirigiendo a la Orquesta Nacional. La multitud de

la gente se trasladó a Los Pinos, donde se llevaría a cabo la celebración del exitoso concierto.

Allí se encontraban varios políticos. Entre ellos estaba Cordera, el político opositor del

caciquismo que practicaba Andrés Ascencio. Posteriormente Carlos y Cordera entablan una

pequeña conversación política sobre su contrincante de la presidencia, Andrés Ascencio. Carlos,

quien estaba del lado de Cordera y de la justicia social le pregunta a Cordera si tiene miedo de

morir por su oposición ante Andrés. Cordera contesta que no, mas tampoco tiene ganas. Después

de su breve conversación Cordera se despide de Catalina y Carlos, así retirándose del lugar.

Catalina y Carlos se quedaron solos. Carlos le pregunta a Catalina si también ella le tiene miedo

a su marido como Cordera. Ella le contesta que tenía tedio pero ya no. El siguiente diálogo narra

la conversación entre ambos:

-¿Tú tienes miedo?


-Yo tenía tedio—le contestó
-¿Ya no?
-Ya no.
-¿Qué quieres hacer?—Pregunto Carlos
-¿Cuándo?
-Ahora.
-Lo que tú quieras. ¿Tú qué quieres hacer?
-Yo, coger.
-¿Conmigo?—Pregunta Catalina
-No, con Chofi—Contestó [Carlos]

Esta pequeña conversación entre ambos sirve de preámbulo a la siguiente etapa de su relación. El

diálogo demuestra el coqueteo que precede al acto sexual entre Catalina y Carlos. Catalina

prosigue con la propuesta de Carlos, así liberándose sexualmente una vez más fuera del

matrimonio al igual que lo hizo con Andrés antes de ser su esposa. Una vez más Catalina actúa

contrariamente a la sociedad tradicional mexicana de la época donde las relaciones sexuales se


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llevaban a cabo dentro del matrimonio, no fuera y únicamente para procrear hijos. No para

satisfacción personal.

León Bodevin alega lo siguiente acerca del tema de la liberación sexual de Catalina.

“Catalina… se encarga de subvertir [las] circunstancias de pasiva aceptación de un papel

impuesto [por la cultura y la sociedad]” (Bodevin , 162). Bodevin enfatiza que Catalina revierte

el significado de madre y matrimonio así destruyendo el machismo y las normas sociales que la

sociedad le impone a la mujer cuando se casa. Sobre el mismo tema de liberación sexual León

Bodevin argumenta con más exactitud:

Ante las circunstancias [culturales y sociales] Catalina desea establecer que la mujer es
una realidad diferente de la leyenda simplista redactada por la cultura, que es una
conciencia individual y que, en asuntos personales, ella puede tomar sus propias
decisiones. Sugiere la necesidad de consolidar la convicción de que su interioridad es
conciencia, y que ésta reclama una nueva síntesis social” (Bodevin , 162).

Como podemos ver, de acuerdo a lo que León Bodevin argumenta, Catalina demuestra que

puede obrar sin apego social, puede pensar y actuar por sí misma sin la necesidad de un guión

cultural tradicional a seguir. Catalina también anula el guión tradicional e histórico impuesto por

la sociedad mexicana que le infunde el mantener relaciones sexuales exclusivamente bajo el

matrimonio. Ella sin embargo demuestra que es capaz de regir su vida sexual como bien le place

cuando conoce a Vives y se convierte en su amante. Con la misma seguridad y sin

remordimiento cultural, social o tradicional se fue de vacaciones con Andrés, donde también

tuvo relaciones sexuales fuera del matrimonio. Catalina es una mujer determinada ante sus

decisiones quien deja a un lado las demandas del matrimonio que el sistema patriarcal le asigna.

De esta forma una vez más Ángeles Mastretta desmantela a la mujer tradicional mexicana y la

convierte en una mujer con una gran libertad sexual parecida a la de un hombre.
Olivo 19

Análisis: El desamor maternal de Catalina

El segundo tema que les presentaremos en este proyecto investigativo es el gran desamor

maternal que Mastretta presenta a través del personaje de Catalina. De acuerdo a la Real

Academia Española el significado de desamor o rechazo maternal es la falta de amor o amistad

relativa con los hijos. También se puede considerar como el aborrecimiento o repudio total hacia

el papel de madre o la falta del sentimiento y afecto que inspira por lo general un embarazo y los

hijos hacia una madre (RAE).

Un claro ejemplo de dicho desamor maternal que la autora exhibe en Arráncame la vida

a través de Catalina se encuentra en el capítulo IV. Catalina, después de un año de casada con

Andrés, se da cuenta que está embarazada por primera vez. La noticia de su embarazo no es de

gran dicha o emoción. Al contrario, Catalina expresa un sentimiento de rechazo ante su estado

que la convertirá en madre en nueve meses. Acerca de su disgusto ella nos narra “todo el tiempo

estuve pensando en lo terrible que resultaría ser mamá” (Mastretta , 32). Su sentir ante su primer

embarazo es de repudio y fastidio como si estuviera viviendo una pesadilla que se prolonga cada

día más. Le pesa el cambio físico que normalmente conlleva un embarazo. Le repudia el

movimiento del bebé dentro de su vientre. Le aterra la posibilidad de un aborto inesperado y que

ese se convierta en la razón de su muerte.

Tenía yo diecisiete años cuando nació Verania. Le había cargado nueve meses como una
pesadilla. Le había visto crecer a mi cuerpo una joroba por delante y no lograba ser una
madre enternecida. La primera desgracia fue dejar los caballos y los vestidos entallados,
la segunda soportar unas agruras que llegaban hasta la nariz. Odiaba quejarme, pero
odiaba la sensación de estar continuamente poseída por algo extraño. Cuando empezó a
moverse como pescado nadando en el fondo de mi vientre creí que saldría de repente y
tras ella toda la sangre hasta matarme. Andrés era el culpable de que pasaran todas esas
cosas y ni siquiera soportaba oír hablar de ellas. (Mastretta, 33)

Como podemos ver el desamor maternal de Catalina también está plasmado en la novela,

Arráncame la vida. Mastretta desmantela a la mujer tradicional mexicana sustituyéndola con una
Olivo 20

totalmente indiferente ante la maternidad y la procreación. La mujer mexicana, inclusive la de

los años 30 y 40, tradicionalmente se enternece ante la posibilidad de tener hijos y cuando esto

sucede, refleja un sentimiento de regocijo y alegría por llevar un ser viviente procreado por el

amor y el matrimonio. Catalina demuestra lo adverso. Ella repudia el movimiento, el crecimiento

y la apariencia física del feto dentro de su vientre y lo caracteriza como un objeto extraño y

fastidioso.

Este repudio maternal de Catalina se interpreta como la falta de anhelo de convertirse en

madre. Catalina resiste su responsabilidad de madre de familia, porque desdeña que “la sociedad

concibe el amor [maternal]... como una unión estable y [pre] destinada” (Paz , 88). Catalina

identifica su embarazo con su matrimonio y con un cambio físico negativo. Esta negación de

responsabilidad y cambio físico le provocan gran descontento y rebeldía.

Como Holz explica en la siguiente cita, el embarazo de Catalina representa el “acabar de

amoldar su vida familiar… La narradora establece un paralelo—mediante una sintaxis

paratáctica—entre el amor maternal y la belleza física. Las impropiedades del lenguaje de los

comentarios de la narradora descubren se deben al estado social ambiguo al que la mujer se ve

relegada. La mujer se define o bien como madre o bien como mero objeto sexual” (Holz , 197,

201). Catalina percibe su embarazo como una atadura a su matrimonio que la sociedad y el

sistema patriarcal le han infundido sin su consentimiento. Como explica Holz en la siguiente cita

“ella no puede conformase con el destino de la mujer manipulada por el hombre [o con las reglas

que emanan la sociedad]. Aunque vive bajo el poder masculino, ha abandonado la modesta

actitud pasiva [de mujer y madre abnegada y sacrificada]” (Holz , 201). La actitud indiferente de

Catalina ante su embarazo es de menosprecio ya que le ha alterado su belleza física y su vanidad

de mujer, lo cual para ella es sumamente importante; evidentemente más importante que ser
Olivo 21

madre. En este primer ejemplo que hemos discutido acerca del desamor maternal, una vez más

Ángeles Mastretta desmantela la mujer tradicional mexicana de los años posrevolucionarios de

las décadas de los 30 y 40 a través de Catalina.

A continuación presentaremos el segundo y último ejemplo acerca del tema del desamor

maternal que Mastretta expone en la novela a través de Catalina. Como argumenta Holz en su

siguiente cita, “[quizás] el paso más grave que da Catalina es [el] de su renuncia [total] al papel

de madre. Si al principio le molesta su embarazo porque no puede llevar vestidos entallados y

porque debe renunciar a montar caballo, después de cinco años, cansada de los asesinatos de su

marido, cierra abruptamente el capítulo del amor maternal” (Holz , 190). En esta cita Holz

enfatiza el sentir de Catalina al inicio de su primer embarazo y las contrariedades que esto

conlleva, y como durante el paso de los años continua disgustándole su papel de madre y las

ataduras que esto requiere.

En el capítulo VI, Mastretta nos da a conocer como Catalina abandona definitivamente su

responsabilidad de madre ante sus hijos. Durante un paseo entre Catalina y Checo, su hijo menor,

al cerro de Guadalupe en Puebla el niño le confiesa haber escuchado su padre mandar matar a

hombres a través de sus empleados de gobierno. En la próxima cita Checo le describe a su madre

como Andrés ordena a sus cómplices corruptos ejecutar a la gente que se le cruza en su camino.

“A éste búsquenle un hoyo. Y eso quiere decir que lo tienen que matar. (Mastretta , 77)” De tal

declaración Catalina se conmociona y se horroriza, no sabe cómo actuar o que expresar ante

semejante descubrimiento de su hijo. Por lo tanto como respuesta Catalina comenta “Ay, hijo,

qué cosas te imaginas. ¿Qué crees que matar es juego?” (Mastretta , 77) Y su hijo replica con

seguridad ante el problema, “No. Matar es trabajo, dice mi papá” (Mastretta , 77). Como

podemos ver, la respuesta de Catalina ante semejante descubrimiento de su hijo la incómoda


Olivo 22

fuertemente y trata de convencer a Checo que ha malinterpretado las palabras de su padre. Mas

Checo se encuentra indudablemente convencido de los asesinatos de Andrés. A consecuencia de

tan horrorosa confesión Catalina definitivamente abandona su papel de madre porque le

aterroriza darles explicaciones a sus hijos de los negocios de Andrés y eso la motiva a separarse

de ellos para tener el menor contacto. A consecuencia de este abandono Catalina le entrega la

responsabilidad de madre a la nana Lucina. Ahora el deber de atender a los niños le pertenece a

la nana, como la misma Catalina nos lo describe en la siguiente cita:

En la casa grande [los niños] vivían en un piso y nosotros en otro. Podíamos pasarnos la
vida sin verlos. Después de la tarde que vomité, resolví cerrar el capítulo del amor
maternal. Se los dejé a Lucina. Que ella los bañara, los vistiera, oyera sus preguntas, los
enseñara a rezar y a creer en algo, aunque fuera en la Virgen de Guadalupe. De un día para
otro dejé de pasar las tardes con ellos, dejé de pensar en qué merendarían y en cómo
entretenerlos… Estaban acostumbrados a irrumpir en mi recámara como si fuera su cuarto
de juegos. Me despertaban tempranísimo aunque estuviera desvelada, jugaban con mis
collares, se ponían mis zapatos y mis abrigos, vivían trenzados a mi vida. Desde esa noche
cerré mi puerta con llave. Cuando llegaron en la mañana los dejé tocar sin contestarles. En
la tarde les expliqué que su papá quería tranquilidad en los cuartos de abajo y les pedí que
no entraran más. (Mastretta , 78)

Como acabamos de ver en ésta cita, Catalina narra la escapatoria de su responsabilidad de madre

así traspasándosela a Lucina, quien ahora debe bañar, vestir, guiar, enseñar y ver por los niños.

El único trabajo de una mujer mexicana de la época posrevolucionaria de los años 30 y 40 es

atender a sus hijos y su hogar a toda hora y todo momento. Usualmente también la mujer de esta

época es amorosa y sacrificada, quien disfruta las visitas mañaneras de sus hijos a su recamara.

Estas visitas representan amor entre madre e hijos, tolerancia y tiempo compartido como familia.

Catalina por lo contrario expresa desdén y molestia ante el compartimiento de tiempo con sus

hijos, como si fuesen un estorbo que quitan tiempo y obstruyen su espacio.

En la siguiente cita Bodevin explica la individualidad, separación física y moral que

Catalina crea al dejar a un lado sus responsabilidades de madre. Ella “se apresta a transformase
Olivo 23

en individuo, e inicia la disolución de los signos de identidad de un matrimonio que ya no la

representa” (Bodevin , 164). Como Bodevin claramente argumenta, Catalina distorsiona la

identidad de la madre mexicana que la sociedad le ha impuesto por tantos años. Ella rechaza

totalmente su papel de madre porque ve a sus hijos como una responsabilidad que ella no ha

escogido, pero ha tenido que asumir porque la sociedad y su matrimonio así lo exigen. Catalina

“comienza su rebelión en contra de un caudillo [y una sociedad] que controla sus gustos y

preferencias” (Bodevin ,164). Ante estas preferencias impuestas por el hombre y la sociedad de

ser madre Catalina no se pudo rebelar completamente porque ha dado luz a dos hijos, mas sí

logra eficazmente rebelarse cuando definitivamente le asigna su cuidado a Lucina y ella

encuentra un espacio independiente:

Catalina... busca nuevos espacios. Percibe que puede tomar control de su vida. Su
matrimonio ha estado regido por una noción que ordena, oprime y no comparte, y que
sobresimplifica sus complejidades personales... [La sagrada y abnegada madre] es lo que el
hombre [la sociedad y cultura] ha determinado que la mujer sea sin solicitarle su opinión. De esta
coyuntura—contradicción entre cultura y natura—Catalina busca un escape… Catalina emerge
un distinto discurso femenino y un nuevo espacio personal. Es la expresión de un deseo que
ahora condensa en la mujer que reclama la integración de su totalidad. (Bodevin , 164 -165)

Efectivamente como Bodevin describe en su ensayo Naturaleza y cultura, Catalina deja de ser la

sagrada y abnegada madre tradicional mexicana. Ángeles Mastretta sustituye a esa mujer con

otra que desea su propio espacio sin interrupciones o contrariedades. Catalina no colabora con la

actitud pasiva que la mujer mexicana debe practicar. Por lo contrario, se rebela y busca cualquier

pretexto para evadir su responsabilidad maternal así liberándose de ese compromiso que la

sociedad le ha impuesto sin su permiso u opinión. Una vez más a través de este ejemplo que

hemos presentado, Ángeles Mastretta desmantela la mujer tradicional mexicana, la madre

amorosa y sacrificada ante sus hijos y la remplaza por otra con un inmenso desamor maternal y

un gran desapego físico y moral ante sus hijos.


Olivo 24

Análisis: El desenvolvimiento social de Catalina

Después de haberles presentado el tema de la libertad sexual de Catalina y su desamor

maternal, ahora pasamos a analizar un ejemplo sobre su desenvolvimiento en la sociedad

mexicana donde prevalece el sistema patriarcal. De acuerdo a la Real Academia Española y el

libro Juventud, Cultura y Sexualidad el desenvolvimiento social significa obrar con despejo y

habilidad en la sociedad en la que se vive. Realización en el plano laboral, intelectual y/o

profesional. Desarrollo profesional para allanar o prevenir dificultades de orden social y/o

personal en casos particulares o a grupos de individuos, por medio de consejo, gestiones,

informes, ayuda financiera, sanitaria o moral (Margulis , 61).

Comencemos con un recuento de cómo Catalina, a diferencia de otras mujeres de la

literatura posrevolucionaria de los años 30 y 40, se desenvuelve en la sociedad mexicana con

eficacia y empeño. Por lo general, como ya habíamos argumentado antes, el papel de la mujer

mexicana de la época posrevolucionaria debía conformarse con lo que la sociedad le asignaba.

Estas asignaciones y reglas consistían en atender a los hijos y al esposo de mañana a noche;

cocinar, planchar, lavar, entre otras cosas del hogar. Catalina por otra parte le gusta estar

envuelta en los negocios que generalmente son reservados para el género masculino. A

continuación les demostraremos éste desenvolvimiento de Catalina en la sociedad mexicana

posrevolucionaria de los años 30 y 40.

En el capitulo V, después de que Andrés obtuviera la candidatura al gobierno de Puebla,

Catalina le exige explicaciones acerca de un boletín denunciando su corrupción política que la

oposición no demoró en hacerle llegar. Andrés estalla en molestia ante esos reclamos y

exigencias y responde “si les vas a creer a mis enemigos antes que a mí, no tenemos nada que

hablar” (Mastretta , 48). Al poco rato Andrés retorna al jardín donde Catalina se encuentra
Olivo 25

pensativa y le pregunta “¿Entonces qué? ¿No quieres ser gobernadora?” (Mastretta , 48). La risa

se desata entre ambos y Catalina narra con emoción “me gustaría ser gobernadora… [Porque]

llevaba casi cinco años entre la cocina, la chichi y los pañales… [Eso me] aburría” (Mastretta ,

48). Como podemos percibir después de leer esta cita, las obligaciones caseras le causan

aburrimiento y tedio a Catalina. Por lo tanto durante su estado pensativo en el jardín concientiza

ante la posibilidad de ser alguien importante en la sociedad; la esposa del gobernador de Puebla.

La posición de su marido la convertiría en gobernadora. Por lo tanto acepta proseguir con la

ambición política y de poder de su marido ya que ella también sería beneficiada para

desenvolverse en la sociedad mexicana patriarcal.

Durante la gira de campaña de Andrés por todo Puebla los campesinos de las provincias

se muestran con miedo; pavor a votar ya que por lo general siempre existe violencia y muerte

durante elecciones. Los organizadores no logran reunir a la gente. Por lo tanto la campaña de

Andrés se ve afectada ya que no puede dar sus discursos que le facilitarían la gubernatura. A

partir de esto Catalina, como estrategia política, se viste y viste a toda su familia con trajes de

“inditas” con el propósito de que la gente se identificara con ellos “caminamos con trabajo, nos

costaba mantener firme la cabeza llena de estambres, nos veíamos extrañas, pero a la gente le

gustamos. Empezaron a seguirnos al cruzar el mercado. Cuando llegamos a la plaza le

llevábamos al general Ascencio tres veces más publico del que habían logrado conseguir sus

acarreadores” (Mastretta , 52). Evidentemente en esta cita se comprueba que Catalina tiene un

gran desenvolvimiento entre la sociedad. Su habilidad es similar a la de un hombre en los

negocios. Puede sacar adelante una campaña de gobierno con más éxito que la organización

experta en campañas, que por lo general está compuesta por hombres. La estrategia política de
Olivo 26

Catalina ayuda a Andrés de manera eficaz ya que logra reunir la gente para escuchar su discurso

político.

Ante el desenvolvimiento social de Catalina, Monique Lamaitre-León argumenta que “el

papel de gobernadora le va a permitir a [Catalina] la narradora-protagonista irse enterando de

cómo funciona la política nacional e ir cuestionando el discurso hegemónico al contrástalo con

sus propias vivencias como esposa del gobernador” (Lemaitre-León 49). Como Lamaitre-León

resalta en esta cita, la posición de Catalina como esposa del gobernador le permite adquirir

conocimiento de lo que acontece en su país. Por ejemplo, al ella organizar su estrategia política

de discurso le ha dado conocimiento como manejar una situación de la misma índole y le ha

proveído la experiencia necesaria para expresar con libertad sus opiniones de lo que acontece en

su entorno.

Adicionalmente este desenvolvimiento social le facilita a Catalina estar al tanto de las

acciones tanto buenas y malas de su gobierno y como estas le afectan a la sociedad y a ella. Por

ejemplo, los campesinos no querían salir a votar por miedo a violencia y muerte. Sin embargo,

Catalina logra la cooperación de los ciudadanos porque previamente estuvo al tanto de la razón

de ese miedo. Ese conocimiento le facilitó pensar y actuar para como reunir a la gente. Si no

hubiese estado previamente enterada del miedo del campesino hubiese optado por otra estrategia

quizás menos eficaz.

Después de este último ejemplo que les hemos presentado, una vez más concluimos que

Ángeles Mastretta desmantela la mujer tradicional mexicana y la remplaza con una que tiene una

gran determinación de saber sobre su país y lo que acontece en él y como este le afecta a la

sociedad. Su vida de casada es de tedio y enfado, lo cual no se denomina como normal para una
Olivo 27

mujer tradicional mexicana posrevolucionaria de los años 30 y 40. Catalina se rebela y contra la

sociedad patriarcal y el guión que debe seguir.

Conclusión

En conclusión, la escritora Ángeles Mastretta, a través de su obra Arráncame la vida, nos

ha presentado una literatura con características reales de una vida diaria y por eso es tan amena

como hemos mencionado al principio de este proyecto investigativo. Mastretta nos hace alarde a

una mujer que vive bajo un sistema patriarcal pero que rotundamente transgrede el reglamento a

una edad temprana y es así como desmantela la mujer tradicional mexicana de los años

posrevolucionarios de las décadas de los 30 y 40. Mastretta, a través de su personaje principal,

Catalina, desvanece a la típica mujer mexicana caracterizada como sumisa, abnegada, sufrida y

quien es controlada por la sociedad y el hombre de la época. Como ya habíamos señalado

anteriormente, Catalina es una mujer excepcional que no se rige por las tradiciones de la

sociedad y de la época como acostumbran otros personajes femeninos de la literatura mexicana

del siglo XX. El personaje posee una gran libertad sexual desde el principio de la novela. De la

misma forma va desarrollando un gran desamor maternal hasta que definitivamente decide

abandonar su papel de madre y posteriormente viene su desenvolvimiento en la sociedad y los

negocios similar a un hombre.


Olivo 28

Bibliografía

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