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WHEELER
Para entender esto hay que retomar la teoría del Universo Everett y
explicar también la Teoría del Universo participativo de Wheeler.
Según este físico, el observador humano no sólo produce el estado
actual del Universo sino que también produce el estado del Universo
en el pasado. Cada uno de nosotros producimos nuestros Universos
paralelos Everett, hasta remontarnos al Big-Bang.
Por otro lado el físico Alexander Vilenkin autor de otra teoría sobre
el multiverso, probó a través de pruebas geométricas que los seres
humanos viven su vida una y otra vez en infinitas variables del
Universo Everett. Cada vez que volvemos a vivir la vida podemos
optar por otras posibilidades. ¿Recordáis la película “El día de la
marmota”? en esta película el protagonista vive una y otra vez el
mismo día en una pesadilla interminable que nunca acaba, pero eso
si siendo consciente de sus días anteriores.
Información personal
Nacionalidad estadounidense
Educación
Supervisor
Karl Herzfeld
doctoral
Información profesional
Área física
Royal Society
Miembro de
Academia Estadounidense de las Artes y las
Ciencias
Biografía
Hijo de bibliotecarios, y el mayor de cuatro hermanos, John Archibald Wheeler siempre se
movió en un ambiente culto, rodeado de libros.1 Fue un niño inquisitivo desde muy corta
edad y sobresalió entre los alumnos de su escuela. Fue promovido de cuarto a octavo
grado de Primaria en solo un año.
Siempre se sintió atraído por la matemática, a las que dedicaba todo el tiempo que podía.
Cuando alcanzó los estudios secundarios, ya estaba seguro de que quería llegar a la
universidad y estudiar una carrera técnica.
Trabajando duro consiguió una beca con la que empezó sus estudios de Ingeniería en
1927, con tan solo 16 años. En sus años universitarios, Wheeler descubrió su pasión por la
Física y se graduó en esta materia con la nota más alta.
No conforme con sus estudios en la universidad, una vez terminados, decidió seguir en el
campo de la investigación, consiguiendo varias becas en sucesión, gracias a las cuales
siguió investigando la Física Nuclear, junto a científicos tan importantes
como Einstein o Niels Bohr.1 Fue el tutor de Richard Feynman en su tesis de doctorado en
Física Teórica en el año 1942.1 Durante la Segunda Guerra Mundial se unió al Proyecto
Manhattan para el desarrollo de la bomba atómica y continuó con el desarrollo de
la bomba de hidrógeno.1
Uno de sus trabajos más reconocidos es su investigación en torno a los llamados agujeros
negros, término que adoptó en 1967, durante una conferencia en Nueva York. Así, explicó
el posible fin de las estrellas y la destructora región que dejan tras de sí los restos de
éstas, cuyo poder de gravitación absorbe todo lo que se acerca a ellas.1
Creó las palabras agujero de gusano (para nombrar a las entidades hipotetizadas en 1916
por Ludwig Flamm) y agujero negro(hipotetizados por Karl Schwarzschild también hacia
1916), agujero blanco, geón, espuma cuántica y geometrodinámica.3 También es uno de
los principales difusores del principio antrópico. En el Prefacio de El principio cosmológico
antrópico,4 escribía:
“No es únicamente que el hombre esté adaptado al universo. El universo está adaptado al hombre.
¿Imagina un universo en el cual una u otra de las constantes físicas fundamentales sin dimensiones
se alterase en un pequeño porcentaje en uno u otro sentido? En tal universo el hombre nunca
hubiera existido. Este es el punto central del principio antrópico. Según este principio, en el centro
de toda la maquinaria y diseño del mundo subyace un factor dador-de-vida”.
"El tiempo que me queda sobre la Tierra es limitado. Y el interrogante de la creación es tan
formidable que, difícilmente puedo tener la esperanza de resolverlo en el tiempo que me queda”. Así
se expresaba pocos años antes de su muerte, John Archibald Wheeler, uno de los físicos más
importantes del siglo XX.
Homenajes
John Archibald Wheeler, profesor emérito de física de las universidades
de Princeton y Texas (EE. UU.), fue homenajeado por su vida llena de aportes a la ciencia
en la Universidad de Princeton. Entre las numerosas formas con las que han definido a
Wheeler se encuentra la de un antiguo alumno que afirma que algo “importantísimo de él
es que es un visionario” ya que “intenta ver mucho más allá del horizonte que la mayoría
de la gente, gracias a su intuición”.
Recibió el Premio Wolf en Física en 1997.5
Notas
1. ↑ Saltar a:a b c d e f Overbye, Dennis (14 de abril de 2008). «John A. Wheeler, Physicist Who
Coined the Term ‘Black Hole’, Is Dead at 96.». The New York Times. Consultado el 29 de
febrero de 2016. «John A. Wheeler, profesor y físico visionario que ayudó en la invención
de la teoría de fisión, dió a los agujeros negros su nombre y discutió sobre la naturaleza de
la realidad con Albert Einstein y Niels Bohr, murió el domingo por la mañana en su casa en
Hightstown, N.J. Tenía 96 años.»
2. Volver arriba↑ John Archibald Wheeler (1937). On the Mathematical Description of Light
Nuclei by the Method. of Resonating Group Structure]' Phys. Rev. 52. p. 1107-1122.
3. Volver arriba↑ Wheeler, John Archibald; Ford, Kenneth (1998). «Geons, Black Holes, and
Quantum Foam: A Life in Physics». W.W. Norton & Co(Nueva York). ISBN 0-393-04642-7.
4. Volver arriba↑ John D. Barrow, Frank J. Tipler (1986). The Anthropic Cosmological
Principle. Oxford University Press. ISBN 0-19-282147-4.
5. Volver arriba↑ «Report of the Memorial Resolution Committee for John A. Wheeler».
Consultado el 29 de febrero de 2016.
Bibliografía
Wheeler, John Archibald (2010). Geons, Black Holes, and Quantum Foam: A Life in
Physics (en inglés). W. W. Norton & Company. ISBN 9780393079487.
Ciufolini, Ignazio; Wheeler, John Archibald (1995). Gravitation and Inertia (en
inglés). Princeton University Press. ISBN 0691033234.
Obra en español
Wheeler, John Archibald (1994). Un viaje por la gravedad y el espacio-tiempo. Alianza
Editorial. ISBN 978-84-206-9691-1.
Fue pionero en la teoría de la fisión nuclear con Niels Bohr e introdujo la matriz-S
(la matriz de dispersión utilizada en la mecánica cuántica).
LEGADO
Wheeler tenía una reputación de empujar a sus estudiantes hacia un lugar donde el
pensamiento lógico no necesariamente los conduciría.
Pero para ser educado por los estudiantes, un profesor tuvo que hacer buenas
preguntas.
"Usted trate de hacer sus preguntas a los estudiantes", escribió.
"Si hay preguntas en las que los estudiantes se interesan, entonces ellos empiezan
a decirle cosas nuevas y siguen preguntándole más nuevas preguntas.
Él declaró,
"Si no has encontrado algo extraño durante el día, no ha sido un gran día."
Wheeler dividió su propia vida en tres partes.
La primera parte se llama "Todo es Partículas"
La segunda parte era "Todo es campos"
La tercera parte, que Wheeler considera la piedra angular de su teoría física,
él la calificó de "Todo es información"
TODO ES PARTÍCULAS
John Wheeler Archilald nació el 9 de julio de 1911, en Jacksonville, Florida, en una
familia de bibliotecarios.
A los 16 años, ganó una beca para la Universidad Johns Hopkins. Se graduó cinco
años más tarde con un doctorado en física. Un año más tarde se comprometió con
Janette Hegner.
Wheeler consideró que era su deber ayudar al esfuerzo de guerra, pero la bomba
atómica no estuvo lista a tiempo para terminar la guerra y salvar a su amado
hermano, que murió en Italia en 1944.
Las clases de Wheeler eran emocionantes - uno de sus trucos era escribir en las
pizarras con las dos manos.
TODO ES CAMPOS
Wheeler co-escribió el libro de texto más influyente en la relatividad general
con Charles W. Misner y Kip Thorne.
En este sentido, vale la pena señalar que Demócrito, un antiguo filósofo griego,
sugirió que la materia estaba compuesta de átomos, que fue "incorporado" por el
descubrimiento de John Dalton de los átomos 2000 años más tarde.
En 1784, John Mitchell, un clérigo de Yorkshire, sugirió que la luz estaba sujeta a
la fuerza de gravedad mucho antes de que Einstein lo demostrase.
Después de la publicación de la teoría de la relatividad general en 1916, en la cual
Albert Einstein predijo la existencia de los agujeros negros, en 1967 John Wheeler
los nombró.
TODO ES INFORMACIÓN
Vamos a llegar a la vida de tres partes de Wheeler, la última parte él la llamó,
"Todo es información".
En las últimas décadas de su vida, la pregunta que intrigó más a Wheeler fue:
"¿Son la vida y la mente irrelevante para la estructura del universo, o son
fundamentales?"
Sugirió que la naturaleza de la realidad fue revelada por las leyes extrañas de la
mecánica cuántica.
Los resultados de este experimento, así como otro realizado en 2007, demostraron
lo que siempre había sospechado Wheeler - la conciencia de los observadores es
requerida para traer el universo a la existencia.
Esto significa que una tierra pre-vida habría existido en un estado indeterminado, y
un universo pre-vida sólo puede existir en forma retroactiva.
¿Por qué es el universo tan grande como es? ¡Debido a que estamos aquí!"
Cósmica Vol búsqueda. 1 No. 4
Stephen Hawking también ha observado:
"Las leyes de la ciencia, tal como los conocemos en la actualidad, parecen haber
sido muy finamente ajustadas para hacer posible el desarrollo de la vida."
Fred Hoyle, en su libro Universo Inteligente, compara,
"La posibilidad de obtener incluso una sola proteína funcional por una combinación
casual de aminoácidos a un sistema estelar lleno de hombres ciegos resolviendo el
Cubo de Rubik simultáneamente."
El físico Andrei Linde de la Universidad de Stanford, añade:
"El universo y el observador existen como un par. No me puedo imaginar una teoría
coherente del universo que ignore la conciencia."
Biocentrismo - ¿Cómo la vida y la conciencia son las claves para entender el Universo
Wheeler, siempre optimista, cree que un día tendremos una clara comprensión del
origen del universo.
CONCLUSIÓN
Wheeler murió de neumonía el 13 de abril de 2008, a los 96 años.
2. Física Cuántica
Principio antrópico
El principio antrópico (del griego ἄνθρωπος ánthrōpos, «hombre») es un principio que se
suele enunciar como sigue:
Origen
El primer uso del término principio antrópico se atribuye al físico teórico Brandon Carter. El
primero en tratar la idea en detalle fue Robert H. Dicke y más tarde fue desarrollado por B.
Carter quien en 1973, durante un simposio en el que se celebraba el 500º aniversario del
nacimiento de Copernico en Cracovia y que trató sobre «La confrontación de las teorías
cosmológicas con los datos experimentales», lo acuñó para argumentar que, después de
todo, la humanidad sí que tiene un lugar especial en el Universo. Así, en su charla sobre
«Las innumerables coincidencias y el principio antrópico en la cosmología» Carter declara
que: «Aunque nuestra posición no es necesariamente céntrica, es inevitablemente
privilegiada en cierto sentido». (IAUS 63-1974, 291).
No obstante, como se ha mencionado, la idea básica del principio ya había sido utilizada
antes de aquel año en varias ocasiones. Por ejemplo, en 1957 R. H. Dicke escribió lo
siguiente: «La edad 'actual' del Universo no es casual sino que está condicionada por
diversos factores biológicos... [los cambios en los valores de las constantes fundamentales
de la Física] deberían concluir con la existencia de un humano que considera el
problema». (R.H. Dicke, El principio de equivalencia y las interacciones débiles, Rev. Mod.
Phys. 29, 355 (1957)). E incluso en autores anteriores, ya se pueden encontrar
formulaciones equivalentes del principio en textos como El lugar del hombre en el
Universo de Alfred Russel Wallace, publicado en 1903 donde se puede leer lo siguiente :
«Un Universo tan vasto y complejo como en el que sabemos que nos rodea puede que sea
absolutamente necesario... para producir un mundo tan adaptado al desarrollo de una vida
que habría de culminar en la aparición del ser humano». (pág. 256-7 en la edición
de 1912).
Proponentes y versiones
Los proponentes del principio antrópico sugieren que vivimos en un universo
cuidadosamente ajustado, es decir, un universo que parece haber sido meticulosamente
adaptado para permitir la existencia de la vida que conocemos. Si cualquiera de las
constantes físicas básicas hubiese sido diferente, entonces la vida tal como la se conoce
no habría sido posible. En este sentido, se han escrito diversos artículos que indican que
este principio podría explicar la necesidad de diversas constantes físicas tales como
la constante de estructura fina, el número de dimensiones del Universo y la constante
cosmológica. A modo de ejemplo se puede citar que si no existiera estrellas ligeras como
el sol, y por ejemplo todas las estrellas fueran tres veces más pesadas, solo vivirían unos
500 millones de años y la vida pluricelular no habría tenido tiempo para desarrollarse. Si la
velocidad de expansión del universo un segundo después del Big Bang hubiera sido sólo
una cienmilbillonésima parte más pequeña, el universo habría vuelto a colapsarse en
un Big Crunch, si hubiera sido más rápida electrones y protones no habían llegado a
formar átomos. Y pueden citarse otros hechos similares.
Existen tres versiones principales del principio antrópico que fueron categorizadas en 1986
por los físicos Barrow y Tipler como sigue:
El principio antrópico débil (WAP) indica que "los valores observados de todas las
cantidades físicas y cosmológicas no son igualmente probables, sino que están
restringidos por el hecho de que existen lugares del Universo donde se ha podido
desarrollar la vida basada en el carbono y el hecho de que el Universo sea
suficientemente antiguo como para que esto haya ocurrido."
El principio antrópico fuerte (SAP) indica que "el Universo debe tener unas
propiedades que permitan a la vida desarrollarse en algún estadio de su historia."
El principio antrópico final (FAP) indica que "un modo de procesamiento inteligente de
la información debe llegar a existir en el Universo y, una vez que aparece, nunca
desaparecerá".
La versión débil del principio ha sido criticada por su falta de imaginación, ya que asume
que no es posible que se den otras formas de vida (por lo que ha sido tildado por algunos
de chovinismo del carbono). También se suele decir que el rango de valores que pueden
tomar las constantes físicas y que permiten la evolución de vida basada en el carbono
puede ser mucho menos restringido del que se ha propuesto (Stenger en "Realidad
intemporal"). Por otra parte la versión fuerte ha sido tildada como no científica, ya que no
puede probarse ni falsarse y es innecesaria. La tercera de las versiones, la versión final, es
discutida en otro artículo; aunque Barrow y Tipler indican que, a pesar de ser propuesto en
el contexto de la física, el enunciado está «muy relacionado con los valores morales».
Algunos de los filósofos de la ciencia que apoyan las afirmaciones del principio antrópico
invitan a la conjetura del diseño inteligente. Pero, también hay quienes sugieren la
existencia de universos alternativos e invocan al principio antrópico en auxilio de sus
teorías: suponiendo que algunos universos de entre todos los posibles fuesen capaces de
albergar vida inteligente, algunos de los universos concretos deben haber hecho realidad
esta capacidad, y el nuestro es claramente uno de ellos. Sin embargo, las alternativas a la
conjetura del diseño inteligente no se limitan a proponer la existencia de universos
alternativos. Otros sin embargo,1 entienden que el principio antrópico como se enuncia
normalmente en la realidad mina los argumentos de la conjetura del diseño inteligente.
Referencias
1. Volver arriba↑ The Anthropic Principle Does Not Support Supernaturalism por Michael
Ikeda y Bill Jefferys
Bibliografía
González de Posada, Francisco (2004). «El principio de los primeros principios: el
principio antrópico». Anales de la Real Academia Nacional de Medicina (1): 23-52.
Hawking, Stephen W. (1988). Historia del tiempo, p.166. Editorial Crítica. ISBN 84-
7423-374-7.
Barrow, John D. & Tipler, Frank J. (1986). The Anthropic Cosmological Principle. ISBN
0-19-282147-4.
Craig, William Lane (1988). «Barrow and Tipler on the Anthropic Principle vs. Divine
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Whitaker, M. A. B. (1988). «On Hacking's Criticism of the Wheeler Anthropic
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Zycinski, Joseph M. (1987). «The Anthropic Principle and Teleological Interpretations
of Nature». The Review of Metaphysics 41 (2): 317-333.
Richmond, Alasdair (2000). «Epicurean Evolution and the Anthropic
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Wilson, Patrick A. (1994). «Carter on Anthropic Principle Predictions». The British
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Mellor, Felicity (1989). «The cosmological constant». Science Progress (1933- ) 73 (4
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Zycinski, Joseph M. (2001). «The philosophical aspects of the Weak Anthropic
Principle». En William Desmond; John Steffen; Koen Decoster. Beyond Conflict and
Reduction: Between Philosophy, Science and Religion. Leuven University
Press. ISBN 9789058671172.
El principio antrópico débil dice que en un universo que es grande o infinito en el espacio y/o
en el tiempo, las condiciones necesarias para el desarrollo de vida inteligente se darán
solamente en ciertas regiones que están limitadas en el tiempo y en el espacio. Los seres
inteligentes de estas regiones no deben, por lo tanto, sorprenderse si observan que su
localización en el universo satisface las condiciones necesarias para su existencia. Es algo
parecido a una persona rica que vive en un entorno acaudalado sin ver ninguna pobreza.
Un ejemplo del uso del principio antrópico débil consiste en “explicar” por qué el Big-Bang
ocurrió hace unos diez mil millones de años: se necesita aproximadamente ese tiempo para
que se desarrollen seres inteligentes. Como se explicó anteriormente, para llegar a donde
estamos tuvo que formarse primero una generación previa de estrellas. Estas estrellas
convinieron una parte del hidrógeno y del helio originales en elementos como carbono y
oxígeno, a partir de los cuales estamos hechos nosotros. Las estrellas explotaron luego como
supernovas, y sus despojos formaron otras estrellas y planetas, entre ellos los de nuestro
sistema solar, que tiene alrededor de cinco mil millones de años.
Los primeros mil o dos mil millones de años de la existencia de la Tierra fueron demasiado
calientes para el desarrollo de cualquier estructura complicada. Los aproximadamente tres mil
millones de años restantes han estado dedicados al lento proceso de la evolución biológica,
que ha conducido desde los organismos más simples hasta seres que son capaces de medir el
tiempo transcurrido desde el Big-Bang.
Poca gente protestaría de la validez o utilidad del principio antrópico débil. Algunos, sin
embargo, van mucho más allá y proponen una versión fuerte del principio.
De acuerdo con esta nueva teoría, o hay muchos universos diferentes, o muchas regiones
diferentes de un único universo, cada uno/a con su propia configuración inicial y, tal vez, con
su propio conjunto de leyes de la ciencia.
En la mayoría de estos universos, las condiciones no serían apropiadas para el desarrollo de
organismos complicados; solamente en los pocos universos que son como el nuestro se
desarrollarían seres inteligentes que se harían la siguiente pregunta: ¿por qué es el universo
como lo vemos?
La respuesta, entonces, es simple; ¿si hubiese sido diferente, nosotros no estaríamos aquí?
Las leyes de la ciencia, tal como las conocemos actualmente, contienen muchas cantidades
fundamentales, como la magnitud de la carga eléctrica del electrón y la relación entre las
masas del protón y del electrón.
Nosotros no podemos, al menos por el momento, predecir los valores de esas cantidades a
partir de la teoría; tenemos que hallarlos mediante la observación. Puede ser que un día
descubramos una teoría unificada completa que prediga todas esas cantidades, pero también
es posible que algunas, o todas ellas, varíen de un universo a otro, o dentro de uno único. El
hecho notable es que los valores de esas cantidades parecen haber sido ajustadas sutilmente
para hacer posible el desarrollo de la vida. Por ejemplo, si la carga eléctrica del electrón
hubiese sido sólo ligeramente diferente, las estrellas, o habría sido incapaces de quemar
hidrógeno y helio, o, por contrario, no habrían explotado.
Por supuesto, podría haber otras formas de vida inteligente, no imaginadas ni siquiera por los
escritores de ciencia ficción, que no necesitasen la luz de una estrella como el Sol o los
elementos químicos más pesados que son fabricados en las estrellas y devueltos al espacio
cuando éstas explotan. No obstante, parece evidente que hay relativamente pocas gamas de
valores para las cantidades citadas, que permitirían el desarrollo de cualquier forma de vida
inteligente.
La mayor parte de los conjuntos de valores darían lugar a universos que, aunque podrían ser
muy hermosos, no podrían contener a nadie capaz de maravillarse de esa belleza. Esto puede
tomarse o bien como prueba de un propósito divino en la Creación y en la elección de las leyes
de la ciencia, o bien como sostén del principio antrópico fuerte.
Pueden ponerse varias objeciones a este principio como explicación del estado observado del
universo. En primer lugar, ¿en qué sentido puede decirse que existen todos esos universos
diferentes? Si están realmente separados unos de otros, lo que ocurra en otro universo no
puede tener ninguna consecuencia observable en el nuestro. Debemos, por lo tanto, utilizar el
principio de economía y eliminarlos de la teoría.
Si, por otro lado, hay diferentes regiones de un único universo, las leyes de la ciencia tendrían
que ser las mismas en cada región, porque de otro modo uno no podría moverse con
continuidad de una región a otra. En este caso las únicas diferencias entre las regiones
estarían en sus 3 configuraciones iniciales, y, por tanto, el principio antrópico fuerte se
reduciría al débil.
Una segunda objeción al principia antrópico fuerte es nueva contra la corriente de toda la
historia de la ciencia. Hemos evolucionado desde las cosmologías geocéntricas de Ptolomeo y
sus antecesores, a través de la cosmología heliocéntrica de Copérnico y Galileo, hasta la
visión moderna, en la que la Tierra es un planeta de tamaño medio que gira alrededor de una
estrella corriente en los suburbios exteriores de una galaxia espiral ordinaria, la cual, a su vez,
es solamente una entre el billón de galaxias del universo observable.
A pesar de ello, el principio antrópico fuerte pretendería que toda esa vasta construcción
existe simplemente para nosotros. Eso es muy difícil de creer. Nuestro sistema solar es
ciertamente un requisito previo para nuestra existencia, y esto se podría extender al conjunto
de nuestra galaxia, para tener en cuenta la necesidad de una generación temprana de estrellas
que creasen los elementos más pesados. Pero no parece haber ninguna necesidad ni de todas
las otras galaxias ni de que el universo sea tan uniforme y similar, a gran escala, en todas las
direcciones.
Uno podría sentirse más satisfecho con el principio antrópico, al menos en su versión débil,
si se pudiese probar que un buen número de diferentes configuraciones iniciales del universo
habrían evolucionado hasta producir un universo como el que observamos. Si éste fuese el
caso, un universo que se desarrollase a partir de algún tipo de condiciones iniciales aleatorias
debería contener varias regiones que fuesen suaves y uniformes y que fuesen adecuadas para
la evolución de vida inteligente.
Por el contrario, si el estado inicial del universo tuvo que ser elegido con extremo cuidado para
conducir a una situación como la que vemos a nuestro alrededor, sería improbable que el
universo contuviese alguna región en la que apareciese la vida. En el modelo del Big-Bang
caliente descrito anteriormente, no hubo tiempo suficiente para que el calor fluyese de una
región a otra en el universo primitivo. Esto significa que en el estado inicial del universo tendría
que haber habido exactamente la misma temperatura en todas partes, para explicar el hecho
de que la radiación de fondo de microondas tenga la misma temperatura en todas las
direcciones en que miremos.
La velocidad de expansión inicial también tendría que haber sido elegida con mucha precisión,
para que la velocidad de expansión fuese todavía tan próxima a la velocidad crítica necesaria
para evitar colapsar de nuevo. Esto quiere decir que, si el modelo del Big-Bang caliente fuese
correcto desde el principio del tiempo, el estado inicial del universo tendría que haber sido
elegido verdaderamente con mucho cuidado.
Sería muy difícil explicar por qué el universo debería haber comenzado justamente de esa
manera, excepto si lo consideramos como el acto de un Dios que pretendiese crear seres
como nosotros.
En principio, antrópico
Publicado el 13 octubre, 2014 por Cuentos Cuánticos | 28 comentarios
Hoy toca hablar sobre el principio antrópico. Este es uno de los temas más complicados de la física
a mi humilde entender. Hay tantas posturas al respecto como personas que se paran a pensar sobre
él. Y lo mejor, hay tantas posturas como veces le preguntemos al mismo interlocutor sobre este
principio.
En esta entrada voy a enunciar las distintas versiones del principio de la manera más aséptica posible.
No voy a emitir ninguna opinión porque, sinceramente, no la tengo. La discusión sobre este principio
tiene una larga historia, aunque no sea larga en el tiempo, y tiene muchas ramificaciones e
implicaciones desde el punto de vista puramente científico, religioso, filosófico, etc.
1. Tuvo un origen.
2. Ha existido y evolucionado por un tiempo y se está expandiendo aceleradamente.
3. Se han formado estructuras como estrellas y galaxias.
4. Se han formado elementos químicos.
5. Se han formado moléculas.
6. Se han formado seres vivos.
7. Se ha desarrollado la inteligencia.
En el universo en el que nos encontramos tenemos una serie de leyes físicas que suponemos que se
cumplen por doquier. Estas leyes son la base para poder explicar los siete puntos anteriores. Las leyes
involucran relaciones entre magnitudes físicas que involucran constantes físicas. Estas constantes
determinan cosas como las intensidades de las distintas interacciones entre los campos físicos, la
velocidad máxima de propagación de las interacciones, etc.
Preguntas locas
En física nos encontramos con ciertos números que tienen una cierta representación en cifras
dependiendo del sistema de unidades elegido. Pero, también hay relaciones adimensionales (sin
unidades, números puros) que proceden de la comparación entre distintas cantidades. Por ejemplo, si
comparamos la intensidad del campo electromagnético con la intensidad del campo gravitatorio, por
ejemplo estudiando esas dos interacciones entre dos electrones, encontramos que el campo
electromagnético tiene una intensidad mayor que el gravitatorio en un factor de $10^{39}$. Esto es
una evidencia empírica.
Llegados a este punto es muy pertinente preguntarse por qué sucede esto. ¿Por qué las intensidades de
los campos electromagnético y gravitatorio se diferencian en ese factor y no en cualquier otro?
Permitidme reescribir esta y otras preguntas de un modo que nos conducirán inevitablemente a discutir
los principios antrópicos:
Generalmente este principio, en cualquiera de sus versiones, se suele interpretar del siguiente modo:
Sin embargo, hay que discutir algunos puntos sobre el mismo que quizás nos hagan dejar esta imagen.
Discutiendo el principio
Antes de continuar he de decir que existen muchas, muchísimas, formulaciones y enunciados del
principio antrópico. Aquí solo voy a discutir los que he expuesto que son los originales propuestos
por Carter y que a mi entender son los que mejor reflejan su propia idea al respecto del significado de
dicho principio. Para tener una opinión de primera mano nada mejor que leer al propio Carter sobre
el tema que nos ocupa: Anthropic Principle in Cosmology.
Discusión:
1.- Antrópico. En la elección del nombre tal vez esté la raíz de todo el problema. Antrópico hace
referencia al ser humano, así que podemos caer en la tentación de parafrasear el principio diciendo
que el universo tiene que estar preparado para dar cabida a la humanidad. Sin embargo, como el propio
Carter ha dicho en más de una ocasión, el nombre es un tanto desafortunado.
Si nos paramos a leer el principio antrópico en cualquiera de sus versiones se nos habla del concepto
de observador, no de ser humano, así que el problema es qué consideramos un observador en física.
2.- Versión débil. Esta versión parece no aportar mucho. Es evidente que si estamos discutiendo sobre
el principio antrópico y sobre el universo es porque este ha permitido la aparición de observadores que
se hagan esas preguntas, al menos nosotros.
3.- Versión fuerte. Esta versión es más complicada desde un punto de vista filosófico. Parece implicar
que el universo TIENE que ser de tal forma que permita la aparición y desarrollo de observadores. Eso
puede interpretarse de diversas formas:
Sin embargo, hoy sabemos que muchas de las “constantes” de la física no son tales constantes. Hay
cantidades como la carga del electrón, o más bien la constante de estructura fina, que cambian con la
energía:
Las constantes representadas son las intensidades de las interacciones electromagnéticas, débil y fuerte. Se ve como
cambian con la energía a la que las estudiamos.
Otros valores como la constante cosmológica, la constante de Hubble, etc, no son constantes en
sentido estricto, pero son de evolución tan lenta a día de hoy en el universo que no vemos sus cambios
en nuestro tiempo de vida.
Además, eso de que el universo está preparado de una manera especial para dar lugar a estructuras
estables como galaxias o estrellas y núcleos de carbono que permiten la aparición de vida y una
evolución hasta la inteligencia no es correcto. ¿Por qué? Pues porque hay estudios realizados en el
que se han simulado la evolución del universo variando los valores de las constantes representativas
en ese proceso, carga y masa del electrón, masa del neutrón, constante cosmológica, etc, y se ha visto
que se pueden dar galaxias y estrellas estables para un amplio abanico de valores de las constantes. Es
decir, no hay que seleccionar un número para cada constante sino que múltiples combinaciones de
valores tomados en intervalos para cada una de ellas que permitirían la aparición de observadores.
Natural explanations for the anthropic coincidences. V. Stenger — En este trabajo se modifica el valor
de la masa del electrón, el protón y la carga del electrón en un intervalo de diez órdenes de
magnitud. Se encontró que la proporción de estrellas que tenían una vida del orden de $10^9$ años.
The Cold Big-Bang Cosmology as a Counter-example to Several Anthropic Arguments A. Aguirre
— En este trabajo se varían los valores de seis parámetros cosmológicos, los más esenciales de las
cosmología como la constante cosmológica, el ratio fotón/barión, leptón/barión, etc. Entonces se
genera y se deja evolucionar el universo dado por los valores elegidos de esos parámetros y se estudia
si aparecen estructuras, galaxias y estrellas de vida larga y tamaño compatible con el sol. Así que no
es descabellado pensar que hay todo un rango de valores de las constantes físicas en las que la aparición
de vida y observadores es posible.
Al final no teníamos que ajustar nada.
Georges Lemaître
Georges Lemaître
Información personal
Nombre en
Georges Henri Joseph Édouard Lemaître
francés
Orden
Compañía de Jesús
religiosa
Educación
St Edmund's College
Alma máter
Instituto Tecnológico de Massachusetts
Universidad Católica de Lovaina
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Monseñor Georges Henri Joseph Édouard Lemaître (pronunciación en francés: /ʒɔʁʒə ləmɛtʁ/ (
escuchar); 17 de julio de 1894 - 20 de junio de 1966) fue un sacerdote belga, astrónomo y
profesor de física en la sección francesa de la Universidad Católica de Lovaina.1 Fue el
primer académico conocido en proponer la teoría de la expansión del universo,
ampliamente atribuida de forma incorrecta a Edwin Hubble.23 También fue el primero en
derivar lo que se conoce como la ley de Hubble e hizo la primera estimación de lo que
ahora se llama la constante de Hubble, que publicó en 1927, dos años antes del artículo
de Hubble.4567 Lemaître también propuso lo que se conocería como la teoría del Big
Bang del origen del universo, a la que llamó «hipótesis del átomo primigenio» o el «huevo
cósmico».8
Biografía
Georges Lemaître nació el 17 de julio de 1894 en Charleroi Valonia (Bélgica). Desde muy
joven, Lemaître descubrió su doble vocación de religioso y científico. Su padre le aconsejó
estudiar primero ingeniería, y así lo hizo, aunque su trayectoria se complicó porque se
pasó a la física y además porque, en mitad de sus estudios, estalló la Primera Guerra
Mundial. A la edad de 17 años entró en la Escuela de Ingenieros de la Universidad de
Lovaina y estudió ingeniería civil. Después de servir como voluntario en el ejército belga
durante la Primera Guerra Mundial, empezó a estudiar física y matemática, incluyendo la
teoría de la relatividad de Albert Einstein. Recibió su doctorado en 1920 y ese mismo año
ingresó en el Seminario de Malinas. El 22 de septiembre de 1923fue ordenado sacerdote
por el Cardenal Desiderio José Mercier. Ese año le fueron concedidas dos becas de
investigación, una del gobierno belga y otra de una fundación estadounidense, y fue
admitido en la Universidad de Cambridge (Inglaterra) como investigador de astronomía.
En junio de 1924 regresó a Bruselas, pero ese mismo año volvió a viajar por motivos
científicos, esta vez a Canadá y Estados Unidos. En este último país, además de conocer
al astrofísico británico Arthur Stanley Eddington, tuvo la oportunidad de conocer
directamente a algunos físicos que, en aquellos momentos, estaban realizando trabajos
pioneros en las observaciones astronómicas. Después de un año en la Universidad de
Cambridge con Eddington y otro en Cambridge, Massachusetts con Harlow Shapley,
regresó a la Universidad de Lovaina como profesor a tiempo parcial. Ahí, en 1927, publicó
un informe en el que resolvió las ecuaciones de Einstein sobre la geometría del universo
(que Aleksandr Fridman ya había resuelto, sin que Lemaître lo supiera) y sugirió que se
estaba expandiendo, según una de las soluciones, y que es por ello que los
astrónomos Vesto Slipher y Carl Wilhelm Wirtz habían observado un corrimiento hacia el
rojo de la luz de las nebulosas espirales. En 1931, propuso la idea de que el universo se
originó en la explosión de un «átomo primigenio», «huevo cósmico» o hylem. Dicha
explosión ahora se llama el Big Bang o Gran Estallido.
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Las ecuaciones de la relatividad general, formuladas por Albert Einstein en 1915, permitían
estudiar el universo en su conjunto. El mismo Einstein lo hizo, pero se encontró con un
universo que cambiaba con el transcurrir del tiempo, y Einstein, por motivos no científicos,
prefería un universo inalterable en su conjunto. Para conseguirlo, introdujo en sus
ecuaciones un término cuya única función era mantener al universo estable, de acuerdo
con sus preferencias personales. Se trataba de una magnitud a la que denominó
"constante cosmológica". Años más tarde, Einstein reconoció que había sido el peor error
de su trayectoria científica.
Otros físicos también habían desarrollado los estudios del universo tomando como base la
relatividad general. Fueron especialmente importantes los trabajos del holandés Willem de
Sitter en 1917, y del ruso Aleksandr Fridman en 1922 y 1924. Fridman formuló la hipótesis
de un universo en expansión, pero sus trabajos tuvieron escasa repercusión en aquellos
momentos.
Lemaître trabajó en esa línea hasta que consiguió una explicación teórica del universo en
expansión, y la publicó en un artículo de 1927. Pero, aunque ese artículo era correcto y
estaba de acuerdo con los datos obtenidos por los astrofísicos de vanguardia en aquellos
años, no tuvo por el momento ningún impacto especial, a pesar de que Lemaître fue a
hablar de ese tema, personalmente, con Einstein en 1927 y con Willem de Sitter en 1928
sin conseguir eco en estos científicos.
El 10 de enero de 1930 tuvo lugar en Londres una reunión de la Real Sociedad
Astronómica. Al leer el informe que se publicó sobre esa reunión, Georges Lemaître
advirtió que tanto De Sitter como Arthur Eddington estaban insatisfechos con el modelo del
Universo Estático propuesto por Einstein y buscaban otra solución, que el propio Lemaître
ya había hecho pública en 1927, por lo que escribió a Arthur Eddington recordándole ese
trabajo de 1927.
Eddington, convencido por lo expuesto por Lemaître dictó el 10 de mayo de 1930 una
conferencia ante la Real Sociedad Astronómica sobre ese problema, y en ella informó
sobre el trabajo de Lemaître: se refirió a la "contribución decididamente original avanzada
por la brillante solución de Lemaître", diciendo que "da una respuesta asombrosamente
completa a los diversos problemas que plantean las cosmogonías de Einstein y de De
Sitter". El 19 de mayo, De Sitter reconoció también el valor del trabajo de Lemaître, que fue
publicado, traducido al inglés, por la Real Sociedad Astronómica.
La fama de Lemaître se consolidó en 1932. Muchos astrónomos y periodistas estaban
presentes en Cambridge (Estados Unidos), en la conferencia que Eddington pronunció el
día 7 de septiembre en la cual se refirió a la hipótesis de Lemaître como una idea
fundamental para comprender el universo. Dos días después en el Observatorio de
Harvard, se pidió a Eddington y Lemaître que explicasen su teoría.
El átomo primitivo
En el artículo titulado "El comienzo del mundo desde el punto de vista de la teoría
cuántica" publicado en la revista inglesa Nature, en su edición del día 9 de mayo de 1931,9
Georges Lemaître sostuvo que si el universo está en expansión, en el pasado, debería
haber ocupado un espacio cada vez más pequeño, hasta que, en algún momento original,
todo el universo se encontraría concentrado en una especie de "átomo primitivo". Lemaître
publicó posteriormente otros artículos sobre el mismo tema, y llegó a publicar un libro
titulado "La hipótesis del átomo primitivo". Las ideas expuestas por Lemaître tropezaron no
solo con críticas, sino con una abierta hostilidad por parte de científicos que reaccionaron,
a veces, de modo violento. Varios científicos, incluso Albert Einstein, veían con
desconfianza la propuesta de Lemaître, que era una hipótesis científica seria, porque,
según su opinión, podría favorecer a las ideas religiosas acerca de la creación.
Obras seleccionadas
"Un Univers homogène de masse constante et de rayon croissant rendant compte de
la vitesse radiale des nébuleuses extragalactiques", Anales de la Sociedad Científica
de Bruselas, 47A (1927): 41.
Nature 128 (1931) suppl.: 704.
L'hypothèse de l'atome primitif (La hipótesis del átomo primigenio), 1946.
Eponimia[editar]
El cráter lunar Lemaître lleva este nombre en su memoria.11
El asteroide (1565) Lemaître también conmemora su nombre.
Bibliografía adicional
Valérie de Rath. Georges Lemaître, le Père du big bang. Éditions Labor. Bruselas
(1994).
Eduardo Riaza (2010). La historia del comienzo. Georges Lemaître, padre del Big
Bang. Encuentro. ISBN 9788499200286.
Dominique Lambert: Ciencia y fe en el padre del Big Bang, Georges Lemaître. Incluye
la conferencia inédita "Universo y átomo". Fliedner Ediciones, Madrid, 2014. ISBN 978-
84-95834-35-5
Referencias
1. Volver arriba↑ «Obituary: Georges Lemaitre». Physics Today 19 (9): 119. septiembre de
1966. doi:10.1063/1.3048455. (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial y la última
versión).
2. Volver arriba↑ Reich, Eugenie Samuel (27 de junio de 2011). «Edwin Hubble in translation
trouble». Nature. doi:10.1038/news.2011.385.
3. Volver arriba↑ Livio, Mario (10 de noviembre de 2011). «Lost in translation: Mystery of the
missing text solved». Nature 479 (7372): 171-173. doi:10.1038/479171a.
4. Volver arriba↑ Sidney van den Bergh arxiv.org 6 Jun 2011 arΧiv:1106.1195v1 [physics.hist-
ph]
5. Volver arriba↑ David L. Block arxiv.org 20 Jun 2011 & 8 Jul
2011 arΧiv:1106.3928v2 [physics.hist-ph]
6. Volver arriba↑ Eugenie Samuel Reich Published online 27 June 2011|
Nature| doi 10.1038/news.2011.385
7. Volver arriba↑ http://www.nature.com/nature/journal/v479/n7372/full/479171a.html
8. Volver arriba↑ «Big bang theory is introduced - 1927». A Science Odyssey. WGBH.
Consultado el 31 de julio de 2014.
9. Volver arriba↑ Lemaître, Georges (9 de mayo de 1931). «The Beginning of the World from
the Point of View of Quantum Theory». Nature (3210):
706. Bibcode:1931Natur.127..706L. doi:10.1038/127706b0.
10. Volver arriba↑ Deprit, Andre (1984). The Big Bang and Geoges Lemaître. Dordretch,
Holanda: Reidel Publishing Company. p. 370.
11. Volver arriba↑ «Lemaître». Gazetteer of Planetary Nomenclature (en inglés). Flagstaff:
USGS Astrogeology Research Program. OCLC 44396779.
La teoría del Big Bang es la mejor explicación científica que tenemos de cómo se creó el
Universo.
Lo que es menos conocido es la historia de un hombre al que apenas ahora se le está dando el crédito
que merece como el científico que nos dio esa teoría.
Este astrofísico, quien fue quien verificó la teoría de la Relatividad de Albert Einstein, estaba
acostumbrado a recibir estudiantes de todas partes del mundo.
Sin embargo, el joven belga que lo visitó era distinto: llevaba un atuendo de sacerdote católico.
Su nombre era Georges Lemaitre y ese año que pasó en Cambridge no sólo cambió su vida,
sino también nuestra visión del Universo.
Hoy en día, a Lemaitre se le conoce como el padre del Big Bang.
"De acuerdo con la teoría del Big Bang, hace miles de millones de años, todo el Universo, con sus
miles de millones de estrellas, planetas y galaxias podía caber en el ojo de una aguja", le explicó a la
BBC el teólogo y físico David Wilkinson.
A partir de ese punto, el Universo se empezó a expandir rápidamente hasta llegar al tamaño quetiene
en la actualidad.
Lemaitre fue quien empezó a hablar del "huevo cósmico" o la "teoría del átomo primigenio".
Fue el primero en proponer la teoría de la expansión del Universo que hoy en día se conocen como
las leyes de Hubble, por el físico estadounidense Edwin Hubble.
Es por esto que muchos expertos lo consideran ahora como uno de los científicos y físicos más
importantes del siglo XX.
"No es solo el padre del Big Bang. Creo que es el padre de la cosmología moderna", señaló John
Farrell, biógrafo de Lemaitre.
Ciencia y religión
Es imposible entender quién era George Lemaitre y cómo cambió lo que sabemos del mundo, sin
reconocer que su ciencia y su fe fueron una parte integral e inseparable de su vida.
De hecho, tal y como Farrell lo presenta, su vocación por las dos cosas empezó al mismo tiempo y
evolucionó en paralelo.
"Desde muy temprano mostró que era precoz en matemáticas y antes de que cumpliera 10
años le dijo a sus padres que quería hacerse sacerdote", le dijo Farrell a la BBC.
Peor fue su experiencia en la Primera Guerra Mundial, que lo que convenció de convertirse en
sacerdote.
Derechos de autor de la imagenAPImage captionEinstein se mostró impresionado por las idea de
Lemaitre.
Se cuenta que entre batallas, Lemaitre leía una copia del génesis y el trabajo del físico francés Henri
Poincaré.
"Conocí a varias personas que coincidieron con Lemaitre en las trincheras", contó el filósofo
científico Dominic Lamberth. "Y me dijeron que era muy extraño ver a un soldado que estudiaba
ecuaciones con el libro de Poncaré".
Después de la guerra, el joven Lemaitre siguió sus estudios de matemática y física, y completó su
preparación para ordenarse como sacerdote.
El mismo año que fue ordenado, en 1923, ganó una beca para estudiar con Eddington en el
observatorio de la Universidad de Cambridge.
"Eddington jugó un papel importante para traer al mundo la teoría de la Relatividad (de
Einstein)", explicó Mark Hurn, bibliotecario del observatorio.
"Einstein era visto como una persona oscura y metafísica y no muy integrada a la comunidad
científica. Pero Eddington ofreció evidencias de la relatividad".
Según los expertos, el año que pasó en Cambridge fue crucial para que Lemaitre diera una respuesta
a la que quizás es una de las preguntas más importantes sobre el Universo: ¿cómo se originó?
Un año más tarde viajó a Harvard y al MIT, en Massachusetts, EE.UU., para terminar su doctorado.
Cuando regresó a Bélgica, Lemaitre era una de las pocas personas en el mundo que tenía un
conocimiento profundo de las nuevas ideas "esotéricas" de Einstein sobre física.
"En la Universidad Católica de Lovaina, Lemaitre daba cursos de relatividad general y cosmología"
señaló Lamberth
"Lemaitre era una persona muy modesta y nunca hizo mucha publicidad de sus resultados. Por
ejemplo, dio con la teoría de Hubble dos años ante que él, y durante toda su carrera, llamó a estas
leyes, las leyes de Hubble".
"Einstein descubrió las ecuaciones de la relatividad general que definen cómo se comporta la
gravedad", explicó para el programa de radio de la BBC "Stories in Sound" el sacerdote y científico
John Polkinghorne.
"Pero pensó que el Universo debía ser estático, que no podía cambiar. Mientras que
Lemaitre concluyó que el Universo estaba cambiando todo el tiempo, que se estaba
expandiendo".
Un trabajo que contradecía la Teoría del Estado Estacionario, que también se formuló en el siglo
XX.
"De acuerdo con este modelo, el Universo siempre ha existido", explicó Wilkinson. "Y si bien el
Universo se expande, lo hace con la creación de pequeños pedazos de materia entre las galaxias, al
contrario del Big Bang, donde todo empezó a partir de una gran expansión".
Con el descubrimiento de radiación en el Universo, considerada como el eco del Big Bang, el trabajo
de Lemaitre allanó el camino para tener una mirada alternativo del espacio.
El experimento en México que puede ayudar a resolver el misterio de "los mensajeros del
espacio"
Para el sacerdote Belga, el Universo estaba lleno de "fuegos artificiales".
El físico supo interpretar la constante cosmológica de Einstein en la forma que la hacemos ahora:
como una aspiradora de energía que permea en todo el Universo.
Y de muchas maneras pudo echar un primer vistazo a la formación de galaxias y las irregularidades
del Universo.
También fue el primero en demostrar que la idea original de Einstein sobre que el Universo no se
expande, es imposible.
Solo uno
Image captionA pesar de ser grandes amigos, Fred Hoyle fue uno de los grandes opositores de las
teorías de Lemaitre.
Lemaitre coincidió con Einstein en varias ocasiones y este se mostró impresionado con las ideas del
cura belga.
En una ocasión, se cuenta que después de que Einstein ofreció una clase, un miembro de la prensa le
preguntó cuántas personas en la audiencia pensaba habían entendido lo que había dicho.
"Casi seguro que solo una", respondió el científico alemán. Lemaitre estaba en la audiencia.
Pero esto no quiere decir que Einstein aceptara con los brazos abiertos que estaba errado en sus
conclusiones.
Sin embargo, quizás el mayor opositor a la hipótesis de Lemaitre fue el astrónomo inglés Fred
Hoyle, uno de los arquitectos del modelo del Estado Estacionario.
De hecho fue Hoyle quien le dio su nombre a la teoría del Big Bang en una entrevista de radio para
la BBC.
Se resistió a la idea de que la religión jugara un papel en el desarrollo de la ciencia, incluso cuando
las teoría hablaban del origen del Universo como el Big Bang.
Este sacerdote pensaba que era importante mantener una separación entre las ideas científicas y las
creencias religiosas sobre la creación.
Es difícil ser astrofísico y sacerdote. Más aún si propones una teoría que
cuestiona las investigaciones de Albert Einstein y revoluciona la
astronomía. Eso le ocurrió a Georges Lemaître, padre de la teoría del origen del
cosmos.
Sabido es que ciencia y religión nunca han mezclado demasiado bien. Hubo un
tiempo, ya lejano, en el que conciliar ambos términos era no sólo recomendable,
sino casi obligatorio. Y, si no, que le pregunten a las cenizas de Giordano Bruno
o a su compatriota Galileo, conminado muy a su pesar a recolocar la Tierra en el
centro del Universo cuando ésta ya había encontrado su lugar. Si los católicos lo
pasaban mal, mejor no les iba a los protestantes y así, Kepler, coetáneo de los
anteriores, a punto estuvo de ver a su madre arder en la hoguera igual que al
fantasioso de Bruno por su supuesta brujería.
Tal vez un ejemplo de ello sea el físico y matemático belga Georges Lemaître.
Apenas un cráter en la Luna y el nombre de un vehículo espacial de la ESA –el
ATV5, ya igualmente convertido en cenizas– nos lo recuerdan. Y eso que
estamos hablando del hombre que se atrevió a corregir –educadamente, eso sí– al
mismísimo Albert Einstein, prediciendo lo que más tarde Edwin Hubble
comprobaría con los telescopios de Monte Wilson: la expansión del Universo. Lo
que hoy todos conocemos como el Big Bang.
Poco después –en el año 1927– publicaría en una revista local el esbozo de su
modelo de universo. Partiendo de los postulados de Einstein –un cosmos estático
de masa constante– llega a un resultado totalmente diferente: el radio del
universo tenía que crecer de forma continua para ser estable. Al enterarse, el
genio alemán rechaza la idea con virulencia: "Sus cálculos son correctos, pero el
modelo físico es atroz". Y eso que Lemaître siempre haría uso de la
famosa constante cosmológica inventada por el propio Einstein, de la que más
tarde el alemán renegaría con mayor vehemencia incluso que la utilizada por
Galileo para escapar de la pira purificadora. En 1931 su trabajo alcanza las
páginas de Nature, y en él se detalla su teoría completa del ‘átomo primigenio’ o
‘huevo cósmico’, derivándose de entre sus líneas lo que luego daría en llamarse
exclusivamente Ley de… Hubble.
"El científico cristiano tiene los mismos medios que su colega no creyente.
También tiene la misma libertad de espíritu, al menos si la idea que se hace de las
verdades religiosas está a la altura de su formación científica. Sabe que todo ha
sido hecho por Dios, pero sabe también que Dios no sustituye a sus criaturas.
Nunca se podrá reducir el Ser Supremo a una hipótesis científica. Por tanto, el
científico cristiano va hacia adelante libremente, con la seguridad de que su
investigación no puede entrar en conflicto con su fe". Tras escuchar a Lemaître,
el prudente Pío XII abandonó la idea de hacer del Big Bang un dogma de fe.
Georges Lemaître falleció en 1966, sólo dos años después del hallazgo
irrefutable de la radiación del fondo de microondas, el eco proveniente del origen
del Universo, de su Big Bang. Quizá su nombre pintado en la chapa de un
carguero espacial no haga justicia suficiente a una mente —creyente o no—
divina.
Enrique Joven Álvarez es doctor en Ciencias Físicas y trabaja como ingeniero
en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Compagina sus tareas científico-
técnicas con la divulgación y la escritura de ficción. Ha publicado dos novelas
con la astronomía como eje principal: 'El Castillo de las Estrellas' (RocaEditorial,
2007) y, recientemente, 'El Templo del Cielo' (RocaEditorial, 2013)
AL OBSERVAR EL UNIVERSO EN EL
PRESENTE SE CREA EL PASADO,
SEGÚN STEPHEN HAWKING
POR: ALEJANDRO MARTÍNEZ GALLARDO - 02/08/2017
La física teórica que sustenta esta visión de dos de los más destacados
físicos contemporáneos es bastante complicada, pero contamos con un
TED Talk donde Hertog hace una versión simplificada de la teoría, así
como también diversos comentarios en revistas de divulgación.
Asimismo, el paper de Hertog y Hawking, titulado "Populating the
Landscape a Top Down Approach" contiene un abstract y una
conclusión que explican esto sin recurrir a abstrusas matemáticas, si
bien para una comprensión cabal de la teoría es necesario conocer
las matemáticas de la física moderna.
Con este método de arriba abajo se evita “una agencia externa” o una
“inflación eterna”. El universo se convierte en una suma de todas las
posibles historias, las cuales van siendo seleccionadas, como ramas de
un árbol que se van bifurcando y en la bifurcación son también
automáticamente podadas.
arxiv.org/pdf/hep-th/0602091.pdf
http://www.alanwallace.org/buddhistviewoffreewill.pdf
http://www.nature.com/news/2006/060619/full/news060619-6.html
http://www.bbc.com/earth/story/20160708-the-past-is-not-set-in-stone-
so-we-may-be-able-to-change-it