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EL MUNDO COMO YO LO VEO

Albert Einstein

Q- ué raros somos los morta-


les! Cada uno de nosotros
está aquí para una breve
en el trabajo de otros hombres,
vivos y muertos, y que me debo
dedicar yo mismo a dar en la
mundo objetivo, en lo eterna-
mente inalcanzable en el campo
de los esfuerzos artísticos y cien-
estancia; con qué objetivo no misma medida que he recibido tíficos, la vida me hubiese pare-
sabemos, aunque pensamos a y sigo recibiendo... cido vacía. Los objetivos bana-
veces que podemos sentirlo. Nunca he visto la comodi- les de los esfuerzos humanos
Pero sin una reflexión más pro- dad y felicidad como fines en sí posesiones, éxito exterior, lujo
funda uno sabe por su vida dia- mismos a esta base crítica la me han parecido siempre delez-
ria que existe para otra gente llamo el ideal de la pocilga; Los nables.
antes que nada para aquellos ideales que han iluminado mi Mi apasionado sentido de la
cuyas sonrisas y bienestar sus- camino, y una vez tras otra me justicia social y de la responsa-
tentan totalmente nuestra pro- han dado valor para enfrentar- bilidad social siempre ha con-
pia felicidad, y después para los me a la vida con alegría, han trastado extrañamente con mi
muchos desconocidos a cuyos sido Amabilidad, Belleza y ausencia de necesidad de con-
destinos está ligado por los Verdad. tacto con otros seres y comuni-
lazos de la simpatía. Todos los Sin el sentimiento de paren- dades humanos. Soy verdade-
días me recuerdo a mi mismo tesco con hombres de mente ramente un viajero solitario y
cientos de veces que mi vida similar, sin la ocupación con el nunca he pertenecido en lo más
interior y exterior está basada profundo de mi corazón a mi
país, a mi casa, a mis amigos, o
incluso a mi familia más próxi-
ma; frente a estos lazos, nunca
he perdido el sentimiento de
distancia y la necesidad de sole-
dad.
Mi ideal político es la demo-
cracia. Respetar cada hombre
como un individuo y no idola-
trar a ninguno. Es una ironía

Einsten privilegió los ideales


de la amabilidad, la belleza y
la verdad. En esta fotografía
aparece acompañado de otro
genio: Charles Chaplin.

* American Institute of Physics, 2005.Traducido al castellano por la sección local de Cantabria de la Real
Sociedad Española de Física. Universidad de Cantabria.

280 Revista Cantuta Nº 16


Albert Einstein El mundo como yo lo veo

“Los objetivos banales de los


esfuerzos humanos
posesiones, éxito exterior,
lujo me han parecido siempre
deleznables”.

del destino que yo mismo haya


sido receptor de una excesiva
admiración y reverencia por
parte de mis congéneres, sin
haber faltas o méritos por mi
parte. La causa de esto puede
ser perfectamente el deseo, inal-
canzable para muchos, de
entender las pocas ideas que
con mis débiles poderes he
alcanzado después de una
lucha incesante. Soy consciente
de que para cada organización
que alcanza sus objetivos, un
hombre tiene que ser quien
piense, dirija y generalmente
cargue con la responsabilidad.
Pero la dirección no debe ser
obligada, ellos tienen que poder
elegir a sus dirigentes. En mi
opinión, un sistema autocrático
de coerción pronto degenera; la
fuerza atrae a hombres de mora-
lidad pobre.
Lo realmente valioso en el te sin sentido que va junto al profunda y de la belleza más
desfile de la vida humana no nombre del patriotismo ¡qué radiante, que sólo son accesi-
me parece el estado político, apasionadamente los odio! bles a nuestras mentes en sus
sino el individuo sensible, crea- La experiencia más bella formas más primitivas: es este
tivo, con personalidad; sólo que puedo tener es el misterio. conocimiento y esta emoción lo
ellos crean lo noble y lo subli- Es la emoción fundamental que que constituyen la verdadera
me, mientras el rebaño como tal se encuentra en la cuna del ver- religiosidad. En este sentido y
queda embotado en pensa- dadero arte y la verdadera cien- sólo en este sentido soy un hom-
miento y embotado en senti- cia. Quien no lo conozca y no se bre profundamente religioso.
miento. pregunte por ello, no se maravi- Estoy satisfecho con el mis-
Este tema me lleva al peor lle, está como muerto, y sus ojos terio de la vida eterna y con un
afloramiento de la vida del reba- están oscurecidos. Fue la expe- conocimiento, un sentimiento,
ño, el sistema militar, al que yo riencia de misterio aunque mez- de la maravillosa estructura de
aborrezco... Esta plaga de la civi- clada con temor la que engen- la existencia así como del
lización debería ser abolida con dró la religión. Un conocimien- humilde intento de entender
la mayor rapidez posible. El to de la existencia de algo que incluso una pequeña porción
heroísmo del mando, violencia no podemos penetrar, nuestras de la Razón que se manifiesta
sin sentido y todo el repugnan- percepciones de la razón más en la naturaleza.

Revista Cantuta Nº 16 281

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