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BRUCELOSIS

DOCENTE: DR. YGOR VEIZAGA TERRAZAS


ALUMNO:
SIMEON LOPEZ JANCKO
MATERIA: SALUD PUBLICA VETERINARIA
BRUCELOSIS
CONCEPTO
Es una enfermedad infectocontagiosa, epizoótica y panzoótica, caracterizada por
causar trastornos inflamatorios, septicemia, lesiones degenerativas y sépticas en
los órganos reproductores, con un curso crónico, que ataca a varias especies de
animales domésticos y silvestres. Es la zoonosis mas importante junto a la
Tuberculosis.
SINONIMIA. Melitococia, fiebre ondulante, fiebre de Malta, fiebre del Mediterráneo
(en el hombre), aborto contagioso, aborto infeccioso, aborto epizoótico (en
animales), enfermedad de Bang (en bovinos).

ETIOLOGÍA

Producido por una bacteria que corresponde al Género Brucella y que obedece a
la siguiente clasificación taxonómica:

CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA:

Reino: Procariotas
División: Gracillicutes
Clase: Tallophytas
Orden: Eubacteriales
Familia: Brucellaceae
Género: Brucella
Especie: B. melitensis ( 3 biotipos 1, 2, 3)
B. abortus (8 biotipos: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, y 9)
B. suis (5 biotipos: 1, 2, 3, 4 y 5)
B. canis (1 biotipo)
B. ovis (1 biotipo)
B. neotomae (1 biotipo).

DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA. MUNDIAL. La distribución de las diferentes


especies de Brucella y sus biovares presenta variaciones geográficas. B. abortus
es la más ampliamente difundida; B. melitensis y B. suis tienen una distribución
irregular; B. neotomae se aisló de ratas del desierto (Neotoma lepida), en Utah,
Estados Unidos de América, y su distribución se limita a los focos naturales, sin
haberse comprobado la infección en el hombre o en animales domésticos. La
infección por B. canis se ha comprobado en muchos países de varios continentes,
y puede afirmarse que su distribución es mundial. B. ovis parece estar distribuida
en todos los países donde la cría de ovinos es importante.
PRESENTACIÓN EN EL HOMBRE. Cada año se producen alrededor de medio
millón de casos de brucelosis humana en el mundo (Organización Mundial de la
Salud, 1975). Las pautas de presentación de la infección humana están dadas por
la prevalencia de la infección en los reservorios animales. Las infecciones por B.
abortus y B. suis suelen afectar mayormente a grupos ocupacionales, mientras
que la causada por B. melitensis es más frecuente que las anteriores en la
población general. La prevalencia más alta en el hombre se encuentra en los
países con tasas elevadas de brucelosis por B. melitensis, en caprinos u ovinos o
en ambas especies. En América Latina los países en donde se registra el mayor
número de casos son Argentina, México y Perú. Lo mismo sucede —entre otros—
en los países que bordean el Mar Mediterráneo, y en el Irán, la antigua Unión
Soviética y Mongolia. En Arabia Saudita se registraron 7.893 casos humanos de
brucelosis en 1987 (74/100.000 habitantes). Probablemente la brucelosis cobró
mucha importancia en la salud pública como consecuencia de que, entre 1979 y
1987, Arabia Saudita importó más de 8 millones de ovinos, más de 2 millones de
caprinos, más de 250 mil bovinos y otros animales (búfalos, camellos). En Irán se
registraron 71.051 casos (13/100.000) en 1988 y se estima que desde 1989 ha
habido 80.000 casos anualmente. En Turquía se registraron 5.003 casos
(9/100.000) en 1990, lo que representa una incidencia 3 veces mayor que en el
período 1986–1989 (3/100.000). Los programas de control y erradicación de la
brucelosis bovina tienen un marcado efecto sobre la reducción de la incidencia de
la infección humana. Así, por ejemplo, en los Estados Unidos se registraron 6.321
casos en 1947, mientras que en el período 1972–1981 el promedio anual fue de
224 casos (Centers for Disease Control and Prevention, 1982). En Dinamarca,
donde se notificaron unos 500 casos por año entre 1931 y 1939, la brucelosis
humana desapareció a partir de 1962 como consecuencia de haber erradicado la
infección en los animales. En el Uruguay, donde no hay un reservorio animal de B.
melitensis y los pocos focos de B. suis habían sido eliminados (aunque
últimamente se ha introducido nuevamente por la importación), la enfermedad
humana casi ha desaparecido luego de iniciarse en 1964 la vacunación obligatoria
de las terneras. China e Israel han podido reducir grandemente la incidencia de la
brucelosis humana gracias a las campañas de vacunación de los ovinos y
caprinos. En el Mediterráneo occidental también hubo una sensible reducción de
casos humanos de brucelosis por B. melitensis, por vacunación de los pequeños
rumiantes con la vacuna Rev. 1. En España, por ejemplo, la incidencia bajó de
4.683 casos en 1988 a 3.041 en 1990.
PRESENTACIÓN EN LOS ANIMALES. La brucelosis bovina existe en todo el
mundo pero, entre otros países, se ha erradicado en Alemania, Austria, Bélgica,
Bulgaria, antigua Checoslovaquia, Dinamarca, Finlandia, Hungría, Noruega,
Países Bajos, Rumania, Suecia y Suiza (Timm, 1982; Kasyanov y Aslanyan,
1982). La mayoría de los países europeos está libre de brucelosis bovina (García-
Carrillo y Lucero, 1993). Los grandes productores de carne como Australia,
Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Nueva Zelandia, entre otros,
están libres de brucelosis bovina o están a punto de serlo. Tres países ganaderos
importantes, Argentina, Brasil y México, todavía tienen programas de control
limitados. En una monografía reciente sobre brucelosis bovina se puede encontrar
un análisis país por país (García-Carrillo y Lucero, 1993). En el resto del mundo,
las tasas de infección son muy variables de un país a otro y en las diferentes
regiones de un país. La prevalencia más alta se observa en el ganado lechero. En
muchos países, incluida la mayoría de los de América Latina que no tienen
programas de control, los datos no son fidedignos. Sin embargo, de acuerdo con
la información disponible, se trata de una de las enfermedades más importantes
del ganado bovino tanto en América Latina como en otras zonas de desarrollo
preindustrial. Las estimaciones oficiales sobre las pérdidas anuales por brucelosis
bovina en América Latina son de aproximadamente US$ 600 millones, lo cual
explica la prioridad otorgada al control de esta infección en las actividades de los
servicios de salud animal.
La brucelosis porcina se presenta esporádicamente y es poco frecuente en gran
parte de Asia, Europa y Oceanía. En China, unos reproductores introdujeron B.
suis biovar 3 desde Hong Kong en 1954 y se difundió rápidamente por el Sur del
país (Lu y Zhang, 1989). En muchos países europeos la brucelosis porcina tiene
una relación epidémica con la brucelosis por B. suis biovar 2 de la liebre (Lepus
europaeus). Con la nueva tecnología de cría de cerdos, estos tienen poco acceso
a liebres, por lo que los brotes han disminuido notablemente. En Canadá,
Finlandia, Gran Bretaña y Noruega la enfermedad nunca se ha presentado. Es
probable que muchos de los países predominantemente musulmanes e Israel
estén libres de la infección por B. suis, ya que la cría de cerdos es limitada debido
a motivos religiosos (Timm, 1982). En América Latina la brucelosis porcina es
enzoótica en la mayoría de los países y, si bien los datos disponibles son de
escaso valor estadístico, se considera que esta es la zona con más alta
prevalencia en el mundo. Sin embargo, sobre la base de las encuestas realizadas
últimamente en la Argentina y en Rio Grande do Sul, Brasil, en explotaciones de
reproductores de pura sangre o puros por cruza, se demostró que el porcentaje de
hatos infectados es bajo. Posiblemente el problema radica en las explotaciones
comerciales, donde se reúnen animales de distintos orígenes. Hasta ahora, en
América Latina solo se ha comprobado el biovar 1 de B. suis, que predomina en la
mayor parte del mundo. El biovar 2 está limitado a los cerdos y liebres de Europa
central y occidental, mientras que el biovar 3 se aísla en el cinturón maicero de los
Estados Unidos y en algunas áreas de Asia y África. Cuba y Estados Unidos
tienen exitosos programas nacionales de erradicación.
La brucelosis caprina y la ovina constituyen un problema de gran magnitud en la
cuenca mediterránea de Europa y África, en el sudeste de la antigua Unión
Soviética, en Mongolia, en el Medio Oriente y en Arabia Saudita. En América
Latina la prevalencia de infección del ganado caprino por B. melitensis es alta en
Argentina, México y Perú. En la Argentina, la infección de ovinos por B. melitensis
se ha comprobado hasta ahora solo en hatos que convivían con caprinos
infectados en el norte del país (Ossola y Szyfres, 1963). En la región de cría de
caprinos en Venezuela, se realizó un examen serológico y bacteriológico en 1987;
se aisló B. abortus biovar 1 de la leche y los ganglios, pero no se aisló B.
melitensis (de Lord et al., 1987). En Brasil, que tiene un número apreciable de
caprinos, la brucelosis no parece existir, y en Chile —donde la tasa de infección en
el Cajón de Maipo fue importante— el Gobierno informó que se había erradicado
la enfermedad (Chile, Ministerio de Agricultura, 1987). Actualmente, los otros
países de las Américas, incluidos los Estados Unidos, están libres de la brucelosis
caprina.
La epididimitis del carnero por B. ovis está ampliamente difundida. Se ha
comprobado en África, Australia, Europa y Nueva Zelandia. Está presente en
Argentina, Brasil (Rio Grande do Sul), Chile, Estados Unidos, Perú y Uruguay; es
decir en todos los países del continente donde la explotación ovina tiene
importancia. La prevalencia es alta. La infección de perros por B. canis se ha
encontrado en prácticamente todos los países donde se ha investigado. La
prevalencia es variable según la región y el método de diagnóstico empleado. La
infección constituye un problema en algunos criaderos de perros, por los abortos e
infertilidad que ocasiona, pero también se encuentra en perros de familia y
callejeros; en estos últimos la tasa de infección generalmente es más alta. Así, por
ejemplo, en un estudio realizado en la Ciudad de México, 12% de 59 perros
callejeros resultaron positivos por el aislamiento del agente etiológico (Flores-
Castro et al., 1977).
FUENTE DE INFECCIÓN Y MODO DE TRANSMISIÓN. Los reservorios naturales
de B. abortus, B. suis y B. melitensis son los bovinos, los porcinos, y los caprinos y
ovinos, respectivamente. El huésped natural de B. canis es el perro y el de B. ovis,
el ovino.

Vía oral, a través del consumo de alimentos o agua contaminados, esta es la


forma mas común de transmisión entre los animales la que puede suceder de una
manera directa y/o indirecta, la vía respiratoria cuando los organismos pueden ser
inhalados a través de los pulmones (hombre), la inseminación artificial y la forma
percutánea a través de la piel por contacto con los tejidos vivos o muertos de
animales infectados (hombre).
PERIODO DE INCUBACIÓN: Es variable, inversamente proporcional al desarrollo
del feto dependiendo de la vía de transmisión, edad, susceptibilidad del animal, vía
de infección, especie de la bacteria, estado de gestación y cantidad de bacterias
que se ingiere, puede ser rápido (15 días) o lento (200 días). VECTORES:
BIOLÓGICOS: Los animales salvajes, cerdos de monte, zorro, aves de rapiña,
artrópodos, etc. MECÁNICOS: No son muy importantes
DIAGNÓSTICO

CLÍNICO: Historia clínica completa, anannesis y las fallas reproductivas.


LABORATORIAL: Teniendo en cuenta que son negativas a la prueba
bacteriológica el 30 % de los abortos, el 80% de las metritis y retenciones
placentarias y el 83% de los partos distócicos (Udall), es necesario recurrir a otras
pruebas del laboratorio, tales como el serológico y hemo-diagnóstico, pues los
sígnos mencionados pueden ser consecuencia de otras enfermedades tales como
Leptospirosis, Campilobacteriosis, IBR, etc.

Serología.- Suero sanguíneo, Líquido úterovaginal, Plasma seminal, con cuyo


material se pueden realizar las siguientes pruebas:
o Aglutinación rápida en placa con antigenoo bufferado (prueba basica)
o Aglutinación lenta en tubo.
o Anillo en leche (Ring test). (control epidemiológico).
o Prueba de mercapto – 2 etanol. (confirmativa).
o Prueba de Combs (anticuerpos incompletos).
o ELISA (confirmativa)
Pruebas de Biología Molecular: (PCR).

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL (bovinos)

Se debe diferenciar de otras afecciones como:

o Deficiencia de minerales (Ca, Mg y P), Tricomoniasis, Campilobacteriosis, IBR,


cualquier enfermedad que produce un estado febril como Anaplasmosis,
Babesiosiosis, Fiebre Aftosa, Leptospirosis.

Y en el hombre: de resfriados fuertes y Reumatismo.

TRATAMIENTO

No se realiza tratamiento en los animales ya que la OMS - OPS lo prohíbe por la


resistencia que la bacteria provoca al antibiótico, además no es seguro porque la
localización de la bacteria es intracelular llegando pobremente a los lugares de
baja irrigación sanguínea.

Los tratamientos son largos, caros pero en equinos se recomienda una


quimioterapia y cirugía, en el hombre, hay muchos antibióticos como las
tetraciclinas, sulfas, rifampicina, estreptomicina aplicadas en combinación en dosis
altas y sostenidas.

CONTROL

Se puede realizar un control a través de las siguientes estrategias:

o Prueba y sacrificio de los animales reactores positivos.


o Vacunación.
o Segregación.
o Una combinación de los anteriores.

La estrategia seleccionada en un programa de control contra esta enfermedad, va


a ser el resultado de un análisis amplio y pormenorizado de la situación de cada
país y/o región.

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