Curationum

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¡Ay! quien este conjuro vendiese
Y no regalase a quien debiese
No hallase en su vida sosiego
Al no tener compasión del opreso.
En hoja impresa se ha de guardar
Y ni una frase se ha de alterar
Con tapas negras protegerás
Y un pantáculo de plata lo sellará
(Proteo Perdurabo)

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 Curationum
(Proteo Perdurabo)
© Joan Tudela
(1999)
(Conjuro eterno, extracto de la Biblia de
los Elementales)

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 A los que sufren, ya sea de mal
físico, de podredumbre o de las malas
artes que otros infunden.

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 ADVERTENCIA DEL AUTOR

Este conjuro que aquí se indica, ha de ser

leído por el enfermo o la persona presa de
tormento, frente a una vela negra en la izquierda
y una blanca a la derecha, como símbolo del
perfecto equilibrio entre el bien y el mal.
No ha de mediar otra criatura, y ha de ser
leído en plena soledad e intimidad. En el caso de
un invidente podrá ser recitado junto a otra
persona que se lo lea.
Bajo ningún concepto, la persona
enferma o presa de tormento ha de dejar de
tomar las medicinas, y sobre todo, seguir el
tratamiento tal y como se lo recetó el médico.
Ya que este conjuro tendrá mucho mayor efecto.
Pues así lo manda Aquel Que Trabaja En
Silencio. Pues la magia mezcla la ciencia con la
espiritualidad.
Bajo ningún concepto se venderá el
remedio, ni se comerciará con esto. Se
imprimirá o escribirá en unas cuartillas, sin
alterar el texto y se encuadernará con unas tapas
negras poniendo en la portada un pantáculo de
color plateado o gris.
La forma de decoración y cuidado que se
ponga, tanto en su impresión como en escritura,
queda a gusto del que lo construya.

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 Una vez hecho se regalará a un enfermo
o se utilizará por el que lo ha construido para su
uso. Alcanzado el objetivo del conjuro, se
guardará y se le regalará a quien lo necesite,
indicándole la advertencia de regalarlo a quien
lo necesite.
Se pueden construir todos los conjuros
que se necesiten, para uso personal, familiar o
para regalar a quien lo necesite, pero nunca bajo
ningún concepto se ha de alterar el conjuro si es
copiado a mano.
Este conjuro es un extracto de la Biblia
(aún inédita) de los Elementales.
Y ante todo, pretende ayudar a crear un
mundo mejor.
El Autor
Joan Tudela
Proteo Perdurabo
(1999)

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Exponentia salutis

He aquí el delirio de usar la

prosa en beneficio, como si un conjuro
lanzare al viento y que lo recoja
Aquel que Trabaja en Silencio.
Rimas sueltas y asonantes, con
pareados y consonantes, sin cuidada
métrica ni mal sonantes, se inicia la
leyenda con buen talante.
Aunque este conjuro de leer no
acabase, aquel que lo leyese su mal
curase, más como sutil medicina así se
indica, que ha de terminar el conjuro
el que lo inicia.

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 Pues El que en Silencio
Trabaja así lo escucha y presta oídos
cuando la prosa llega a las alturas
pidiendo ayuda, nada desoye y así
escucha, ni en ignorancia dejare a
quien a bien suplica.
Ni al creyente, ni al ateo, ni al
blasfemo ni al hereje, ni al que en
otros Dioses también creyese, pues el
Eterno así trabaja y nada quiere de
quien padece.
Es el destino del ser humilde
que vive inmerso en su ignorancia,
alcanzar la gloria del que Bien
Trabaja sin que para ello medie
ninguna gracia, ni intereses, ni
arrogancia, ni temor a castigo que sea
eterno, ya que eterna es la vida más
no la infamia.
Y así dice El Eterno que nada
quiere, y bien trabaja en su silencio,
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que bienaventurados aquellos que sin
tener creencia divina, con honradez y
bondad así actúan y no por interés de
recompensa alguna, ni en una
promesa de vida futura.
Ha de quedar sellado y para
siempre, el que de forma honesta así
lo quiere y sin mediar amor por
intereses ha de querer al prójimo
porque lo siente, y no por la promesa
del paraíso ni del castigo ardiente al
que no creyese.
Es el amor puro el que más
fuerza atrae cuando éste no va sujeto
a intereses, ni a promesas, ni a
temores pues el Eterno así lo quiere.
Y si la sanación así tu quieres,
no la supliques por intereses, ni la
compartas si tu no quieres y mucho
menos si no creyeses, más aquel que

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sufre bien la tuviese, después de tu
sanarte a el se la dieses.
Y recuerda bien que nunca
medien los intereses.
Bien se yo el mal que tú
padeces, escrito está allí en tus genes,
desde que naces hasta que mueres.
Más ese mal puede curarse, pues El
Eterno así lo quiere. No es culpa
tuya que lo tuvieses, otros llegaron y te
lo diesen, más ese mal si así tu quieres
ha de curarse sin intereses, pues El
Eterno así lo quiere. Sin nada a
cambio sin que le mentes, ni tan
siquiera que amor le profeses. Amor
impuro es el que tú dieses a aquel o
aquellos a quien no vieses y mucho
menos por intereses.
Has de sentir en tu interior la
llama eterna que hoy te doy, la fuerza
viva de tu simiente, la forma grata de
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donde vienes, pues el Eterno así lo
quiere.
Hoy te doy vida si tú la quieres,
nada te pido y nada ofreces, sólo el
amor que en ti florece y esa semilla, si
bien tu quieres, puedes sembrarla
para que prospere.
No pienses que a cambio algo tú
debes, ha de salir de ti lo que a otros
ofreces con el amor que tu ya sientes.
Si fruta fresca yo te regalo, la
saboreas con gran halago y al
terminarla como es regalo, sus
semillas plantas con gran cuidado, y
nuevos frutos como un regalo a otro tú
dieses sin nada a cambio y el le diera
el mismo trato, en poco tiempo y sin
notarlo los males del mundo se
habrían quitado y con respeto y buen
cuidado al paraíso que nos quitaron de
forma grata habríamos retornado,
11
pues El Eterno así lo quiere, pese a
quien pese en cada lado.
Hoy criatura vengo a sanarte y
de tus males vengo a curarte, ya sean
estos de tu interior o que provengan
del exterior que otros causen por su
maldad, de estos males vengo a curar.
Más esto nunca has de olvidar.
Si de los males que tú padeces, el
buen galeno la cura tiene, no
desestimes su buen saber, ni de su
cuidado has de temer. Desde el
Druida que con su magia hasta la
ciencia que hoy se alcanza, todos los
males tienen remedio, pues así lo
quiere El Buen Eterno. De nada
sirve este conjuro si desestimas este
susurro.
Siente mi fuerza que hoy te doy
cual fruta fresca en tu interior y sus
semillas muy bien tú guardes para
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sembrarlas y luego darlas. Si no lo
haces es tu respuesta, nada te obliga,
nada te sujeta, es tu libertad la que en
tu fuerza espera a que otros sanen por
tu respuesta.
Yo te conjuro dice El Eterno y
con agrado tu mal yo curo, ya sea en
soma como en tu psique, ya sea en
forma de algún maldije que otro ser a
ti te inflige y fruta fresca que El creó,
yo con amor hoy bien te doy para que
salves de tu dolor.
Yo te conjuro como El Eterno
y con mi prosa tu mal detengo, y en su
nombre yo lo destierro y que a nadie
turbe su desconsuelo y su inmundicia
que fue alterada, que vuelva al éter
para limpiarla y en equilibrio del bien
y el mal ha de quedar en consonancia
pues El Eterno así lo manda.

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 Sana pues del mal de fuego,
pues con el fuego tú sanas ya.
Sana ya del mal de agua, pues
con el agua has de curar.
Cura ya del mal del aire, pues
con el aire tu mal se va.
Mal de tierra que aquí llegaste,
la misma tierra te salva ya.
Pues el eterno al que invocaste
así lo quiere y hecho está.
Y aquí termino este conjuro que
hoy te vengo a regalar, si bien curaste
con su lectura, lo mismo a otro tú has
de dar, en hoja impresa sin alterar,
con tapa negra protegerás bien por
delante y por detrás y en color plata
dibujarás el signo eterno que viene a
representar la fuerza eterna de donde
vienes y hacia donde vas.
Por el poder del Elemental que
nada turbe tu buena paz, así lo dice
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Aquel Que En Silencio Va, así lo
digo y hecho está.
Proteo Perdurabo
©Joan Tudela
(1999)

(Prohibida su reproducción o venta con

fines comerciales)

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