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EL MISTERIO DEL
OERA LINDA

Por Hyranio Garbho

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Registro de Propiedad Intelectual Nº234.410
ISBN: 978-956-353-355-2

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Palabras Previas del Autor

En las páginas que sigue usted encontrará un trabajo


de investigación en torno a algunos de los temas
tratados en el Oera Linda. No aparecen todos; pero sí
algunos de los más importantes. El libro es tan vasto
que escribir sobre todos los asuntos que toca daría
para completar una biblioteca entera. La mayor parte
de los temas que toco aquí han sido abordados más
académicamente en el Estudio Preliminar que he
hecho anteceder a mi traducción del Oera Linda -la
que aparecerá el próximo 8 de Noviembre de 2013.
Por motivos de tiempo, y otros imponderables, he
omitido en este ensayo los temas relativos a la
Atlántida, el significado del kroder de Juul, el misterio
de Enoc, el significado esotérico del Dios Wr-alda, el
simbolismo de Kâdik (la ciudad, la piedra, el grial) y su
vínculo con el ciclo céltico, las migraciones frisonas
hacia oriente y el retorno de los gêrtmannen (el papel
de Alejandro Magno), el enigma de Cécrope, Ulises,
Calipso; y la hipótesis acerca de que los romanos eran
troyanos. La totalidad de estos temas, junto con los ya
abordados aquí, completan el Estudio Preliminar que
incluye la versión impresa del Oera Linda en español.
Hago circular este ejemplar a modo de difundir
algunos de los tópicos tratados en el libro y que lo
vuelven un manuscrito altamente interesante. Muchos

5
de estos temas también aparecen abordados en mi
blog (hyraniogarbho.blogspot.com), donde pueden ser
debatidos y discutidos abiertamente.

Hyranio Garbho de Ljvdwerd


Santiago de la Nueva Extremadura, Chile
Primavera de 2013 (124 EF)

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Sobre la Autenticidad del Oera Linda

¿Es el Oera Linda un manuscrito auténtico? ¿Fue


efectivamente escrito (copiado) en el siglo XIII? ¿Vivieron
sus verdaderos autores genuinamente entre los siglos VI a.C.
y I d.C.? ¿Son las historias que relata registros auténticos de
sucesos acontecidos a partir del segundo milenio antes de
Cristo e inscrito en los muros de los Burgos de la antigua
Frisia? ¿O se trata más bien de una falsificación, de un
embuste más o menos ingenioso llevado a cabo con relativo
éxito hacia mediados del siglo XIX? ¿Qué evidencias hay en
favor de su autenticidad? ¿Cuáles son las pruebas que se
invocan para acreditar su falsificación? Mucho se ha escrito
al respecto; y variadas son las teorías y explicaciones que se
han vertido. Pero lo cierto es que, aunque más sugerentes
unas que otras, hasta el presente no se ha podido probar todavía
que se trate de una falsificación; como tampoco puede
afirmarse con certeza definitiva el hecho de su autenticidad.
Esta es la situación actual del debate sobre el Oera Linda. A
más de ciento cuarenta años de su primera aparición pública
este documento sigue siendo todavía un misterio.

Que no se haya podido probar aún su falsificación no


significa que se trate de un documento auténtico. Eso lo
sabemos. Pero no podemos dejar de puntualizar, al mismo
tiempo, lo sorprendente -y sugestivo- que es para nosotros el
que esto no se haya podido determinar aún. En este tipo de
casos suele ser más fácil probar que un documento es falso a
que es auténtico; y su proceso no toma nunca más que unas
cuantas pocas semanas. Por eso, a estas alturas, el que las
pruebas llevadas a cabo sobre el papel y la tinta no hayan

7
sido, en ninguno de los casos, concluyentes, debiera motivar
en todos nosotros una reflexión muy profunda.

Pero ¿está la moderna historiografía en condiciones de


asumir esa reflexión? En nuestra opinión no lo está. Porque
el Oera Linda fue desde su origen un texto imposible; un
texto que chocó, desde su génesis, con los credos y dogmas
más arraigados de las in-formadas mentes del siglo XIX. Ese
texto nunca pudo haber sido escrito: esa fue la convicción
general a la que se llegó muy tempranamente. El libro
ponía a prueba la capacidad de los investigadores de ir más
allá de sus propios límites, obligándoles a romper ciertos
esquemas habituales de pensamiento. Por eso el libro no
podía ser posible; y los intelectuales de la época le
arrebataron de entrada todo crédito. Esta actitud, con el
tiempo, no ha cambiado mucho. Los intelectuales de hoy, lo
mismo que los de ayer, siguen sentados en sus propios
límites, aferrados con uñas y dientes a su propia estructura
de prejuicios. Temen a cualquier cosa que no encaje bien en
sus categorías de entendimiento. Y no estarán nunca
dispuestos a abrir sus mentes a lo que pone en cuestión sus
convicciones más arraigadas. Es, como muy bien sabemos,
una simple cuestión de actitud: en ella se origina -tanto ayer
como hoy- todo el sesgo subsecuente.

Uno de los aspectos más curiosos de este debate yace en la


soltura con la que se habla de fraudes y falsificaciones
literarias. Como si fuera muy fácil llevar a cabo una; sobre
todo, una de un libro antiguo. No se repara en la enorme
complejidad que supondría hacerlo. Producir un libro hoy y
pretender luego que se trata de uno de antaño significaría no
sólo servirse de papel y tinta de la época -sin contar que en la
mayoría de los casos agenciársela es prácticamente

8
imposible- sino, además, sujetar el manuscrito a efectos que
simularan el paso del tiempo -efectos que, en todo caso,
debieran no sólo poder engañar al ojo humano, sino,
también, a la pericia científica. Y esto último es ya, en la
práctica, algo casi imposible. Y digo "casi" como de un
modo de expresarme, porque nunca se sabe hasta qué punto
el ingenio humano puede "hoy" lograr tales cosas. Ahora
bien, tratándose de un fraude de este tipo, en el curso de la
segunda mitad del siglo XIX, la posibilidad de lograr el
engaño disminuye considerablemente.

La mayoría de las evidencias que se invocan para imputarle


falsedad al manuscrito tienen todas un denominador común:
no responden a la pericia científica, al dato duro de la
prueba, sino que se mueven permanentemente en el dominio
de la argumentación. Incluso, cuando éstas se han originado
en la pericia científica, como es el caso de algunas
investigaciones llevadas a cabo en el último tiempo,
desaprovechan esa oportunidad y terminan finalmente
apoyando sus conclusiones no en el dato de la prueba, sino
en complejas especulaciones, más o menos intrincadas e
ingeniosas -por no decir fantasiosas- que se han venido
construyendo sobre la "asumida" inautenticidad de este
libro. El caso más emblemático de esto último lo constituye
el estudio llevado a cabo por Adriaan Kardinaal, Ellen van
der Grijn y Henk Porck, cuyas conclusiones fueron
presentadas en el Congreso del Libro de la Asociación
Internacional de los Historiadores del Papel en 2006, bajo el
título de El Oera Linda Boek, una falsificación literaria y su papel 1.
Por su relevancia en lo que nos ocupa daremos más adelante
al análisis de este estudio una importancia de primer orden.
1 Adriaan Kardinaal, Ellen van der Grijn y Henk Porck, El Oera Linda Boek, una
falsificación literaria y su papel, IPH, Congress Book 16, 2006.

9
El eje principal sobre la autenticidad del Oera Linda ha
venido a centrarse, en los últimos años, en la tesis de Goffe
Jensma. A nuestro juicio el caldo de cultivo para todo el
resto de las actuales especulaciones sobre el libro. Según
Jensma el Oera Linda es una falsificación que no buscó ser
una falsificación2. Su tesis, en extremo bizarra, propone que
tres sujetos, presumiblemente involucrados en una disputa
religiosa, decidieron confabularse para falsificar un
documento y demostrar, con ello, que los puntos de vista de
la posición contraria, en estas disensos religiosos, eran falsos
o espurios. Buscaban, quizá, parodiar la Biblia, aunque sólo
verosímilmente, puesto que esperaban ser descubiertos en el
engaño y demostrar así, por la vía de la analogía, que si ellos
habían logrado embaucar a un buen número de personas en
este fraude, los autores de la Biblia también podrían haber
hecho lo mismo. Así, en el trasfondo de toda esta parodia se
hallaría la intención manifiesta de probar el carácter espurio,
por no decir falso, de las Sagradas Escrituras; a la vez que
imponer los puntos de vistas modernistas, ostentados por
los falsificadores, por sobre la visión conservadora que
dominaba entonces en el protestantismo frisón de la época.
Pero he aquí que, por diversas razones, el engaño fue
tomado muy en serio; y en poco tiempo había tantos

2
Esta opinión sobre la tesis de Jensma viene confirmada también en el estudio
llevado a cabo por Adriaan Kardinaal, Ellen van der Grijn y Henk Porck. Allí puede
leerse lo que sigue: "Según Jensma, el The Oera Linda Boek no tenía la intención de
engañar a sus lectores de forma permanente. No era un fraude, sino una
mistificación. Varias señales fueron incorporadas en este sentido, tanto en su forma
como en su contenido, para hacer creer al lector de que no todo era lo que parecía.
Uno de estos signos principales sería el papel, el que, según se supone, crea una
ilusión de autenticidad, pero no podría haber engañado al lector del siglo XIX por
mucho tiempo" Adriaan Kardinaal, Ellen van der Grijn y Henk Porck, El Oera
Linda Boek, una falsificación literaria y su papel, IPH, Congress Book 16, 2006, pág. 178

10
defensores de la autenticidad del libro que ya era muy tarde
para retractarse o desdecirse.

Los falsificadores habrían sido, a lo sumo, tres: François


HaverSchmidt, Cornelius Over de Linden y Eelco Verwijs.
HaverSchmidt, a quien Jensma sindica como el responsable
principal del fraude, habría sido el productor intelectual del
libro, el inventor de las historias, el creador de los caracteres
pseudo-rúnicos en que está escrito el texto; Verwijs habría
actuado como editor y corrector de estilo y Cornelius Over
de Linden, el menos educado de los tres, como transcriptor
o copista del manuscrito.

Restando importancia al hecho de que esta tesis de Jensma,


en rigor, no es de Jensma sino de Johan Winkler3, hay, en las
líneas generales de este planteamiento, una infinidad de
cuestiones que son ampliamente discutibles. En efecto, en la
evaluación global que hacemos de los planteamientos de este
autor ninguna de sus hipótesis, a nuestro juicio, posee un
valor probatorio. Jensma únicamente especula y no deja
nunca de hacerlo. Supone motivaciones y las presenta como
evidencias. Incurre en observaciones psicológicas de los
supuestos falsificadores y explica a través de ellas las razones
de un fraude que da por sentado y no se molesta en probar.
Construye un contexto histórico y lo hace calzar con sus

3
El propio Jensma reconoce esto en su monografía. Allí, podemos leerle lo que
sigue: "Poco después de 1900 Johan Winkler (Leeuwarden 1840 - Haarlem 1916), un
médico de Leeuwarden, la capital de Frisia, presentó un nuevo punto de vista sobre
el caso. Estaba convencido que Cornelius Over de Linden no había escrito el libro
solo, como era lo que generalmente se asumía en esa época, sino que éste había sido
producto de la articulación de François HaverSchmidt, un vicario y poeta
modernista, Eelco Verwijs, librero y archivero; y Cornelius Over de Linden,
carpintero de barcos". Goffe Jensma, The Masked God. François HaverSchmidt and the
Oera Linda Book, 2004, pág. 368.

11
especulaciones. Y como si todo esto fuera poco, sobre lo
único realmente importante -esto es, el papel y la tinta-
apenas hace unas pocas y muy marginales observaciones, las
que carecen de todo valor probatorio, porque incluso allí
especula4.

Ciertamente, en este sentido, Jensma no trabaja como un


historiador habitual; no, por lo menos, en lo que a este
documento respecta. No hay una sola carta, ni una sola
confesión o, por último, ni un solo testimonio extraído de
alguna declaración que nos permita afirmar o sostener una
sola de sus ideas. Todas ellas brotan de su imaginación y de
las conexiones que, a partir de ciertos hechos muy
circunstanciales, propone a modo de hipótesis; e incluso, en
algunos casos, bajo la forma de una "sugerencia". Pero nada
sustancial; y todo, absolutamente todo, especulativo. Como
ya ha sido establecido, para construir su hipótesis, Jensma no
se basó en ninguna evidencia "empírica", sino únicamente en
especulaciones y sugerencias que le venían pauteadas por las
ideas de otro autor, Johan Winkler, las que terminó por
reproducir casi al calco5.

4 En Jensma, por ejemplo, las referencias al tipo de papel del manuscrito son
extraordinariamente marginales y no van más allá de las cuatro o cinco líneas. Sin
contar lo imprecisas que son no deja de llamar la atención que el autor que las
invoca les dé tan poca importancia. Puesto que si efectivamente el papel del Oera
Linda hubiera sido hecho por maquinarias existentes sólo a partir de 1850 resulta
inoficioso e insulso intentar probar la inautenticidad de este manuscrito por otras
vías (como las del análisis estilográfico o el método de la crítica histórica), habiendo
sido ya establecido el engaño por medio de las pericias relativas al tipo de papel.
5 En un pasaje de su famosa monografía sobre el Oera Linda le podemos leer lo que

sigue: "Los puntos de vista de Winkler se ajustan a los resultados de mi propio análisis textual.
Yo, lo mismo que él, pienso que en el texto (se refiere al Oera Linda) trabajó más de una persona,
y probablemente tres; y que el libro trata, en su esencia, de teología modernista. Adicionalmente
sugiero que la opinión que Winkler tiene al respecto se originó a partir de un informante anónimo
de la familia de los Over de Linden y que por esta razón puede ser considerada más fiable de lo que
usualmente se ha asumido. Tomo estas dos circunstancias como un argumento que respaldan la

12
Mucho más valioso para nosotros es, en este sentido, el
estudio de Adriaan Kardinaal, Ellen van der Grijn y Henk
Porck, cuya investigación ya fue mencionada más arriba.
Aunque contrarias a la hipótesis que defiende la autenticidad
del libro, el trabajo de estas investigadoras tiene, por lo
menos, el mérito de basar sus premisas -que no sus
conclusiones- en la pericia científica llevada a cabo
fundamentalmente sobre el papel; y en una menor medida,
también, sobre la tinta.

Esta investigación es relevante fundamentalmente por dos


cuestiones: primero, porque fue la primera investigación
científica seria llevada a cabo sobre el papel del Oera Linda
con medios y tecnología de alta precisión; y segundo, porque
ninguno de los resultados arrojados por la pericia científica resultó ser
finalmente concluyente. En otras palabras, porque no se pudo
probar, con medios científicos, que el Oera Linda era una
falsificación.

Antes de esta investigación el Oera Linda había sido ya


sometido a otras pericias científicas sobre el papel y la tinta.
De hecho, los primeros estudios fueron llevados a cabo
entre 1873 y 18766, esto es, apenas unos pocos años después
desde su primera aparición pública, en 1867. Entonces los

utilización de las ideas de Winkler como una hipótesis para lo que resta de este estudio". Goffe
Jensma, op. cit., 2004, pág. 368. El paréntesis, en la cita, es nuestro.
6 Entre las investigaciones sobre el papel y la tinta llevadas a cabo entre estos años

se cuentan las de Hugo Suringar, Verklaring over het papier van het O.L.B. (Informe sobre
el papel del Oera Linda Boek), mayo 1874, manuscrito original en Tresoar, Leeuwarden;
Frederik Muller, Oudheid van papier schrift van het Oera Linda Boek, (Antigüedad del papel y
la tinta del Oera Linda Boek), publicado en Nederlansche Spectator, 5 de Agosto de
1876; P. Smidt van Gelder, cartas a Frederik Muller, publicadas como anexos adjuntos
en Oudheid van papier schrift van het Oera Linda Boek.

13
especialistas convinieron en que el documento era falso7; y
que tuvo que haber sido hecho después de 1800. Supusieron
que el papel había sido fabricado en alguna moderna
máquina de la época; y que tuvo que haber estado sometido
a algún compuesto químico especial, a objeto de dar al
manuscrito el aspecto de ser un texto antiguo. Pero ninguna
de estas hipótesis fue finalmente probada en estos estudios;
y los especialistas asumieron la inautenticidad del manuscrito
independientemente de los resultados de las pericias
realizadas sobre el libro. Luego de esto, a excepción de una
nueva investigación llevada a cabo en los años treinta, en
Alemania, y que confirmó que el papel utilizado en el Oera
Linda había sido hecho a máquina (sobre esta relevante
cuestión volveremos más adelante), ninguna nueva pericia
sobre el papel o la tinta volvió a realizarse en este sentido.
De allí la importancia que tiene para nosotros la
investigación de Kardinaal, van der Grijn y Porck.

En su estudio, estas investigadoras del papel comparten los


prejuicios de sus antecesores. Pero su trabajo tiene un plus
que lo distingue de los demás: a partir de él puede obtenerse
una información reveladora sobre la dirección de la fibra del
papel y la malla de alambre utilizada en su producción, que
nos da luces sobre cuál pudo haber sido la fecha más
probable de su fabricación -fecha que, en todo caso, está
muy lejos de ser el siglo XIX.

7 A excepción de J.G. Ottema, quien es conocido por ser el primer traductor del
Oera Linda a una lengua moderna, particularmente al holandés. Ottema llevó a
cabo un estudio propio sobre el papel del manuscrito en el que concluyó que éste
era auténtico. J.G. Ottema, Thet Oera Linda Bok. Naar een handschrift uit de dertiende
eeuw, Tweede uitgave, 1876.

14
Las premisas de la investigación de Kardinaal, van der Grijn
y Porck arrancan de la comparación entre el papel utilizado
en el Oera Linda y unas "oportunas" hojas en blanco
halladas en la finca de los Over de Linden. Ellas buscaban
probar que ambos grupos de hojas formaban parte del
mismo stock. Si ello hubiera sido posible, habría quedado
establecido la procedencia del papel del manuscrito y se
habría podido probar, así, su falsificación. Ahora bien,
demás está decir que, en esta investigación, esto no pudo ser
probado.

En su trabajo, Kardinaal, van der Grijn y Porck tuvieron a su


disposición, para la inspección visual del texto, el manuscrito
completo. El análisis pericial, sin embargo, se llevó a cabo
sobre pequeños trozos de papel desprendidos de los bordes
de algunas de las páginas del Oera Linda y de las hojas en
blanco halladas en la finca de los Over de Linden. Los
trozos de papel del Oera Linda provenían de dos fuentes
distintas: en un caso, se trataba de un trozo cuya procedencia
no se pudo establecer (en nuestro estudio le llamaremos a
éste el "trozo anónimo"); y en el otro, el trozo de papel se
había desprendido de una de las cartas del manuscrito,
presumiblemente de la página 143, según la opinión de las
investigadoras (en nuestra estudio le llamaremos a éste el
"trozo epistolar").

Hay, sobre este "trozo epistolar", algo muy interesante que


apuntar. Fuera de las cartas que se adjuntan al inicio del
manuscrito hay otras dos cartas en el Oera Linda: una
atribuida a Ljudgêrth y otra a Rika. Herman Wirth, el
traductor del Oera Linda al alemán, se negó a traducir la
carta de Ljudgêrth, por estimar que su autenticidad era muy

15
dudosa8. Si el "trozo epistolar" de la investigación llevada a
cabo por Kardinaal, van der Grijn y Porck se correspondiese
con esta carta, ello explicaría muchas cosas. Pero
volveremos sobre este asunto más adelante. Por lo que nos
concierne ahora, cabe destacar que fuera de estas muestras,
las investigadoras del papel del Oera Linda no tuvieron
ningún otro material a su disposición, por lo que sus
conclusiones se remiten únicamente a estas evidencias.

Sobre el proceso, análisis y conclusiones de esta


investigación podemos decir sumariamente lo que sigue: 1)
Que se sometieron a prueba todas las muestras de que se
disponía: los trozos de papel del Oera Linda (el anónimo y
epistolar); y las muestras de las "hojas en blanco" halladas en
la finca de los Over de Linden. 2) Las pruebas llevadas a
cabo fueron: a) una inspección visual de todo el Oera Linda
y de las "hojas en blanco"; b) pruebas de fluorescencia de
Rayos X para el análisis de la fibra y medida del grosor del
papel; y c) tinciones de Herzberg para determinar el
tratamiento de la antigüedad por "supuesta" coloración
artificial del papel. Adicionalmente a estas pruebas se
llevaron a cabo algunos otros análisis químicos para
determinar la presencia de colofonia, alumbre y caolín. 3) La
inspección visual arrojó como resultado que todas las
páginas del Oera Linda eran idénticas en cuanto a su fuente,
composición y propiedades; pero las pruebas de
fluorescencia de Rayos X demostraron, de hecho, que
existían considerables diferencias entre las dos muestras
testeadas (el "trozo anónimo" por un lado, y el "trozo
epistolar" y las "hojas en blanco", por el otro). 4) Si bien es
cierto se buscó respaldar, en la observación de los patrones
8 Ver nota 496 en el capítulo titulado "Hasta aquí el Consejo de Gosa. Lo que sigue es el
relato de Konerêd".

16
de la dirección de la fibra y la utilización de una malla de
alambre, la evidencia de que el papel había sido hecho por
una máquina "Foudrinier" equipado con un "égoutteur",
nada de esto fue concluyente, pues los análisis químicos
revelaron la ausencia absoluta de resina, alumbre y relleno de
caolín, tan esenciales en la fabricación del papel llevadas a
cabo por este tipo de máquinas. 5) Aunque las
investigadoras insistieron en una supuesta decoloración
artificial del papel, a objeto de producir una apariencia de
antigüedad en el manuscrito, la "supuesta" sustancia
colorante utilizada nunca fue identificada. 6) Tampoco se
pudo probar que el papel del Oera Linda era del mismo
stock que los papeles en blanco hallados en la finca de los
Over de Linden; y aunque estas últimas guardaban una
considerable similitud con el "trozo epistolar" del Oera
Linda, tenían, también, muchas y esenciales diferencias con
el "trozo anónimo".

Con todos estos reveses en la investigación -y digo reveses


porque estas investigadoras no buscaban descubrir si el Oera
Linda era auténtico, sino probar que era falso- no les quedó
otra opción que inclinarse a la especulación y basar sus
conclusiones en cualquier otra cosa, menos en los resultados
arrojados por su propia investigación. Finalmente, la
investigación de Kardinaal, van der Grijn y Porck, se
traicionó a sí misma, al terminar por fundamentar sus
conclusiones en las bizarras y ambiguas ideas de Jensma, las
que en nuestra opinión, culminaron por echar a perder todo
el estudio -y todo lo que esta investigación pudo haber
tenido, en algún momento, de valiosa.

Hay un único punto en el que este estudio se torna


peligrosamente sugerente; aunque no abandona nunca el

17
terreno de la especulación. Sobre las "hojas en blanco"
halladas en la finca de los Over de Linden la investigación
nos dice que estaban numeradas; y que "probablemente" -
por lo menos, eso es lo que les sugiere una simple inspección
visual- habían sido numeradas por la misma mano que
numeró las hojas del Oera Linda. Pero no sólo esto:
también estaban cortadas en un tamaño similar a las del
manuscrito9 . Kardinaal, van der Grijn y Porck sugieren,
basadas en esto, que "quizá los papeles en blanco eran aún
remanentes de una producción del Oera Linda" y que -
aunque resta todavía probarlo- estas hojas pudieron haber
sido preparadas como "páginas del Oera Linda que nunca
llegaron a utilizarse realmente"; como si alguien hubiera
querido añadir más páginas al manuscrito, pero luego
hubiera decidido abandonar la idea 10 . "Hasta ahora -
concluyen estas investigadoras- el rol de las hojas en blanco
sigue siendo (todavía) bastante misterioso"11.

A partir de la investigación de Kardinaal, van der Grijn y


Porck -y contrariamente a lo que habría sido su deseo-
puede abrirse una línea de discusión en favor de la
autenticidad del Oera Linda, antes nunca sospechada por
ninguna otra investigación. Ella arranca apenas de una línea,
contenida en una de las cartas que se adjuntan al inicio del
manuscrito, y que el texto atribuye a Hidde Oera Linda. En
ella podemos leerle al copista decir: "para que no se pierdan las
he copiado en papel extranjero". Esta frase, aparentemente
inocente, es absolutamente determinante a la hora discutir el
tipo de papel de que está hecho el manuscrito del Oera
Linda. Si no fuera por ella debiéramos asumir que este libro
9 Cfr Adriaan Kardinaal, Ellen van der Grijn y Henk Porck, op. cit., pág. 179.
10 Cfr Adriaan Kardinaal, Ellen van der Grijn y Henk Porck, op. cit., pág. 184.
11 Ibidem

18
debió haber sido escrito en pergamino; y la cuestión de su
autenticidad, quizá, hace mucho, ya se habría zanjado en
favor de una falsificación. Pero he aquí que si fue copiado
en papel extranjero, cabe la posibilidad que éste fuera papel
de algodón o lino (el estudio de Kardinaal, van der Grijn y
Porck probó que el "trozo anónimo" era de lino, a diferencia
del "trozo epistolar" y las "hojas en blanco" que probaron
contener agentes químicos de procesamiento de la madera,
del algodón y la paja), o una mixtura de ambos, como de
hecho lo propone Ottema en su estudio.

En la conferencia sobre el Oera Linda dictada en 1871 para


la Sociedad Frisona podemos leer una cita de Wattenbach en
la que éste aparece diciendo:
"La manufactura del papel de algodón tiene que haber estado en
uso entre los chinos desde tiempos muy remotos; y debe haberse
hecho conocida por los árabes debido a la conquista de
Samarcanda, alrededor del año 704. En Damasco la manufactura
del papel constituía una importante rama de la industria, por cuya
razón era llamada 'Carta Damascena'. Este arte fue llevado a los
griegos por los árabes. Se ha afirmado que los manuscritos griegos
del siglo X escritos en papel de algodón existen, y que en el siglo
XIII eran mucho más usado que el pergamino. Para distinguirlo
del papel egipcio fue llamado Carta bombicina, gossypina,
cuttunea, xylina. Una diferencia del papel de lino no era todavía
necesaria. En la manufactura del papel de algodón se usó
originalmente algodón crudo. Nosotros encontramos primero
papel de harapos mencionados por Petrus Clusiacensis (1122-
1250). Los españoles y los italianos aprendieron de los árabes la
manufactura de este papel. Las más celebradas industrias estaban
en Jativa, Valencia, Toledo, además de Fabriano en la Marca de
Ancona"12.

12Conferencia leída en la reunión anual de la Sociedad Frisiana, en Febrero de 1871.


El texto completo de esta conferencia figura como Introducción a la Versión
Inglesa del Oera Linda de W. R. Sandbach. También nosotros la hemos incluido
como Introducción en nuestra Edición Castellana.

19
Y más adelante el propio conferencista agrega:
"En Alemania, el uso de este material no llegó a ser muy extenso,
independientemente de que viniera de Italia o de España. Por lo
tanto, cuanto más lejos se extendió desde el Este y los países
vecinos, mayor necesidad hubo que el lino tomara el lugar del
algodón. (...) Bodman considera que el papel de lino puro más
antiguo es del año 1324, pero hasta 1350 se utilizó mucho el papel
mixto"13.

La investigación de Kardinaal, van der Grijn y Porck


probaron que el papel del Oera Linda no contenía ni resina,
ni alumbre, ni caolín. Pero sí demostraron que había sido
fabricado por algún tipo de máquina, en virtud de la
dirección de la fibra y el uso de una malla de alambre. La
ausencia total de resina, alumbre, o caolín, unida a la
evidencia de que este papel fue fabricado, puede ser el
indicador de que haya sido hecho por máquinas
infinitamente más modestas, mucho antes de la existencia de
las máquinas "Foudrinier". Sobretodo, considerando que la
longitud de las fibras (de 3 a 6 mm) vendría a mostrar,
además, que el batido en la preparación del papel no había
sido muy fuerte (como se espera que lo sea el de una
máquina moderna de comienzos del siglo XIX). Además, las
pruebas realizadas por estas investigadoras demostraron
también la presencia de almidón, los que aunque pueden
considerarse una adición habitual de la colofonia o resina,
hablan también en favor de un tipo de papel mixto, como el
que se usó hasta 1350.

13 Ibidem.

20
El lector inteligente advertirá que son estas también
especulaciones; pero no dejará de reconocer, al mismo
tiempo, que están basadas en hechos que han podido
certificarse. Después de todo, mientras no existan resultados
concluyentes, extraídos de pruebas debidamente realizadas,
nadie podrá hacer otra cosa más que especular. Y el valor de
tales especulaciones sólo lo determinará el grado de
probabilidad o cercanía con los "hechos" hasta ese momento
constatables. En ese sentido creemos que existe un alto
nivel de probabilidad que el Oera Linda sea auténtico.
Primero, porque las evidencias indican que el papel del Oera
Linda fue hecho de una composición de lino y algodón
como las que se usaron hasta 1350. Segundo, porque el
copista del manuscrito reconoce, hacia el final de su carta,
que las ha copiado en papel extranjero, que no en
pergamino, disponible en el siglo XIII en vastas regiones de
Europa. Ese papel fue llevado al viejo continente por los
árabes, pero éstos lo habían aprendido de los chinos. En su
composición era típico el uso del lino y algodón; y la
utilización de una malla de alambre. El tipo de batido indica
que la maquina de fabricación pudo no ser moderna; lo que
viene a ser reforzado en el hecho de la ausencia de
componentes químicos como el procesado de resina,
alumbre y caolín. Tercero, porque al no haberse hallado
sustancia química alguna que demostrara una decoloración
artificial de las hojas, existen razones fundadas para pensar
que éstas pudieron ajar su color en virtud del paso del
tiempo (esto no lo afirmamos como cierto, sino únicamente
como probable). Cuarto, porque la mayoría de las
evidencias para impugnarle inautenticidad al texto vienen
extraídas de los resultados de las pruebas aplicadas al "trozo
epistolar" (probablemente la carta que Wirth no quiso
traducir), que no al "trozo anónimo", siendo este último más

21
representativo del manuscrito entero, pues pudo haber sido
extraído de cualquier parte del Oera Linda, y no de una en
específico. Y así, podemos seguir sumando evidencias y
especulaciones. Con ello, lo único que estamos en
condiciones de probar es que el debate sobre la autenticidad
del Oera Linda -un debate que tiene ya más de cien años-
está todavía abierto.

Más allá del papel, no obstante, y de las muy calificadas


investigaciones llevadas a cabo a su respecto, existen otras
razones que nos llevan legítimamente a sospechar que el
Oera Linda podría ser auténtico. He aquí algunas de éstas.

Las Cartas

Hay en las cartas que se adjuntan al inicio del Oera Linda


una poderosa coincidencia con la época en que fueron
"supuestamente" redactadas. La más antigua de éstas está
fechada en el año 803 de la era cristiana y refleja, hacia el
final de su redacción, una profunda preocupación por la
supervivencia de su pueblo. La otra, fechada en 1256 de la
era cristiana, habla de una inundación, y ya no expresa la
misma preocupación que la anterior por las persecuciones y
los asedios. Esto es muy curioso y amerita una reflexión.
Hacia finales del siglo VIII el tristemente célebre
Carlomagno había logrado unificar todos los reinos
germánicos bajo lo que se conoce como Sacro Imperio
Romano Germánico. Se sabe que no fue éste un rey muy
pacífico; y que sometió al cristianismo a todos los pueblos y
tribus germánicas, a fuerza de fuego y espada. De estos
hechos le viene el muy significativo apodo de "carnicero de
sajones" con el que fue conocido de antiguo en vastas

22
regiones de Europa. Es altamente probable que las
persecuciones y asedios a su pueblo, referidas por Liko
Ovira Linda, en 803, hayan tenido que ver, en algún grado,
con el despótico poder de Carlomagno, quien sólo tres años
antes había sido coronado como Emperador por el papa
León III. Si la carta atribuida a Liko Ovira Linda fuera falsa
resulta difícil explicarse que otro autor, nacido en otro
tiempo y con otras preocupaciones, haya tenido la suficiente
sensibilidad como para sintonizar tan adecuadamente con la
época de la carta y hacer resaltar, en primer orden, las
preocupaciones por la supervivencia de su pueblo. Los mil
años que separan el siglo XIX de la época en que está
fechada esta carta hacen muy difícil pensar que el "supuesto"
falsificador haya sabido "sentir" como alguien del siglo VIII
-más todavía, como alguien que por ser frisón padecía en
extremo de las persecuciones y hostigamiento del
cristianismo, al límite de comenzar a temer por la
desaparición de su propio pueblo. Que en esta carta resalten
únicamente esas preocupaciones -pues al parecer la carta
habla únicamente de esto- puede ser un indicador fiable de
que efectivamente haya sido escrita en la época en que se
dice fue escrita.

La segunda carta, en cambio, es muy distinta. Fechada en


1256 la epístola de Hidde Oera Linda da cuenta de contextos
y preocupaciones muy diferentes. Lo que le preocupa a este
segundo copista es conservar los manuscritos, salvados de
una reciente inundación, para lo que se ha agenciado papel
extranjero. Hay en esto, nuevamente, una asombrosa
coincidencia con el contexto y la época en que está fechada
esta carta. El siglo XIII fue particularmente conocido en la
región noroccidental de Europa por las constantes
arremetidas del mar del norte en el territorio continental de

23
los países bajos. Inundaciones catastróficas hubo en 1212,
1214, 1219, 1248, 1282 y 1287. Las había existido antes
también, pero muy esporádicamente en 803 y 1164, con un
largo intermedio de casi trescientos años de completa
estabilidad.

Carta de Hidde Oera Linda

Según lo que han podido establecer los geólogos estas


arremetidas del mar del norte fueron a tal extremo
profundas que no sólo lograron vencer toda resistencia
natural del medio -las dunas de Callantsoog, por ejemplo,
fueron completamente arrasadas en las inundaciones de
1248- sino, además, transformaron por completo la
geografía de la región, llegando a formar un mar interior que
se extendía unos 100 km tierra adentro, con un ancho no
menor a los 50 km y una profundidad de 4 a 5 metros. Este

24
mar interior, conocido también como Zuiderzee, tenía un
borde costero que alcanzaba los 300 km. a la redonda,
abarcando su superficie total unos 5.000 km². El nombre
Zuiderzee ya es bastante decidor. Significa literalmente "mar
del sur". Lo que revela que fue puesto por los frisones, que
quedaron ubicados al norte de estas nueva formación
marítima. La carta de Hidde Oera Linda fue escrita, a juzgar
por el propio testimonio de su autor, en 1256. Ello significa
que el copista vivió en una época caracterizada por estas
inundaciones. Su carta dice literalmente que salvó el
manuscrito -presumiblemente el copiado por Liko Ovira
Linda- de una inundación. Este dato es plenamente
concordante con la época en que está fechada la carta.
Hidde Oera Linda habla de una inundación producida el año
anterior a la fecha en que escribe. De donde se desprende
que tuvo que haber sido 1255. Registros hay de las
inundaciones antes mencionadas porque fueron todas
catastróficas. Pero ello no quita que hayan habido
movimientos menores de aguas en años distintos a los
registrados por la historiografía. La clave para definir la
verosimilitud de la carta es que está escrita en un siglo en el
que estas inundaciones eran moneda corriente entre los
habitantes de la costa noroccidental de los países bajos. Ello
significa que se producían a menudo, aunque la
historiografía sólo haya logrado registrar unas cuantas,
fundamentalmente por su carácter catastrófico. Así, es
altamente probable que en 1255 haya habido también una
inundación provocada por una avanzada del mar del norte,
de la que no existan mayores registros históricos,
precisamente por tratarse de un fenómeno menor. Claro
que siempre cabe la posibilidad que un "supuesto"
falsificador haya estado al tanto de estas inundaciones; e
intencionalmente haya querido hacer coincidir la fecha de

25
redacción de la carta con una de éstas. Pero incluso así esta
cuestión es problemática, porque asumimos que si el
falsificador estaba en conocimiento de estos hechos,
mínimamente también debió haber sabido algo sobre las
fechas. Entonces, cabe preguntarse: ¿por qué no fechó la
carta convenientemente un año después de producida
algunas de estas inundaciones? ¿Por qué no en 1220, o 1249
o 1283? Si su intención hubiera sido engañar ¿no habría sido
ésta una instancia conveniente? En lugar de esto la carta
nos remite a una inundación respecto de la cual no hay
registros históricos; pero con ello, contrario sensu de lo que
podría pensarse, se torna todavía más creíble, pues aleja
considerablemente la posibilidad de que haya sido
intencionalmente fechada en 1256, a modo de hacerla
coincidir al calco con una fecha de la que se tengan evidentes
noticias históricas.

Las migraciones de los magiares y finlandeses

En las crónicas del Oera Linda hay una infinidad de relatos


que si tuviéramos que contrastarlos con la historia oficial nos
llevaríamos más de una sorpresa. La mayoría de estas
narraciones están hechas al margen; y en muchos casos no
van más allá de una línea. Todas ellas pueden invocarse
irrefutablemente en favor de la autenticidad del libro. Su
tenor es muy similar al discutido antes en el análisis de las
cartas. Se trata de minúsculas anotaciones que no pudieron
haber sido registradas por alguien que no fuera testigo
directo de los hechos que narra. El patrón común en todas
es que son coherentes con la historia; y en una medida de esa
coherencia, altamente probables. Uno de estos apuntes en el
Oera Linda atañe a las migraciones de los así llamados "hijos

26
de Finda". El texto llama así indistintamente a los pueblos
de raza amarilla. De ellos dice textualmente que no se
atrevían a cruzar el amplio Twisklând -esto es, la Europa
Central- porque estaba plagado de densos bosques y fieras
salvajes 14 . Estos relatos se corresponden con una
descripción de la Edad Dorada en los tiempos antiguos.
Pero luego vino la época que siguió a la catástrofe del
hundimiento de Âldland. El texto la describe como los
"Malos Tiempos", y habla de una serie de transformaciones
del clima y la situación geográfica de la región. Entre ellas la
catástrofe trajo aparejada la desaparición completa de los
densos bosques que poblaban la Europa Central; lo que
redundó en la consecuente desaparición de los animales que
dependían, para su subsistencia, de esos bosques. Sin éstos,
y sin la densidad de los bosques de antaño, el camino para el
avance hacia las regiones más septentrionales de Europa
quedó plenamente accesible. En el Oera Linda las
migraciones de los hijos de Finda (magiares y finneses) se
produce consecuentemente después del hundimiento de
Âldland, lo que es coherente con el relato anterior. Estas
debieron tener lugar hacia el año 2090 antes de la Era
Común, es decir, poco más de cien años después de la gran
catástrofe. Una evidencia histórica que habla en favor de
estas migraciones es la presencia, en estas regiones, de las
lenguas ugrofinesas. Estas lenguas son consideradas hoy
una sub-rama de las lenguas urálicas, en cuyo origen se halla
precisamente el magiar.

14El texto dice: "A un lado el límite era el Mar de Wr-alda, que nadie, excepto
nosotros, podemos o podíamos navegar; al otro lado estábamos limitados por el
amplio Twisklând, el que los Hijos de Finda no se atrevían a cruzar a causa de los
densos bosques y las fieras salvajes" Oera Linda, Versión castellana de Hyranio Garbho,
capítulo "Escrito en Todos los Burgos".

27
El Disco de Festos

Robert Scrutton, en su famoso libro sobre el Oera Linda


titulado "La Otra Atlántida" sostuvo que el Disco de Festos
podría invocarse como una evidencia a favor de la
autenticidad del Oera Linda. Este Disco, descubierto en
Creta el 15 de Julio de 1908, en una excavación realizada en
el Palacio Minoico de Festos, por el arqueólogo italiano
Luigi Pernier, es un disco de arcilla cocido datado hacia
finales de la Edad del Bronce, que contiene misteriosas
inscripciones jeroglíficas a ambos lados del plato, cuyo
desciframiento -por lo menos de las inscripciones
correspondientes en la cara A- corresponden al filólogo
húngaro Vladimir Georgiev15. Según Scrutton, el trabajo de
Georgiev nos permite establecer que las afirmaciones hechas
en el Oera Linda, sobre Minnos, el Rey del Mar, son
certeras; probando así, de paso, la autenticidad del libro.
Dado que el Disco de Festos fue descubierto recién en 1908
y descifrado por Georgiev en 1977, no pudieron los autores
del Oera Linda basar sus relatos sobre Minnos y la isla de
Krêtar (Creta) en lo que viene grabado en el Disco. Y no
obstante, según Scrutton, los relatos de una y otra fuente
coinciden.

15Según otras fuentes el Disco de Festos jamás ha podido ser descifrado realmente,
aunque ha habido muchos intentos. Entre los más prominentes, a nuestro parecer,
se cuentan los de Axel Hausmann, quien en 2002 escribiera un libro sobre el
particular titulado El Disco de Festos. Un Documento de la Atlántida (Der Diskus von
Phaistos. Ein Dokument aus Atlantis); y también, los de los de Leon Pomerance, que
interpretó las inscripciones y jeroglíficos del Disco en términos de símbolos
astronómicos. También han propuesto diversas interpretaciones de la escritura del
Disco figuras como Kjell Aarten, Winfried Achterberg, Thomas Balistier, Jean
Faucounau, Steven R. Fischer, F. G. Gordon, George Hempl, Adam Martin, Derk
Ohlenroth, Ο. Polygiannakis, Benjamin Schwartz; y F. Melian Stawell.

28
Según la interpretación de Georgiev el Disco de Festos está
escrito en lengua luvita, una rama perdida de las lenguas
indoeuropeas, relacionadas con los Hititas. Los luvitas, según
este autor, habrían vivido originalmente en las orillas del
Danubio; y sólo muy tardíamente se habrían desplazado
hacia la región de Anatolia en el Asia Menor.

Disco de Festosi

Georgiev especula que hacia el 1700 los luvitas habrían


tomado el control de la isla de Creta. En su interpretación
del Disco de Festos éste nos habla de un profundo
descontento social y de luchas intestinas entre dos jefes
tribales: Yara y Santadimuwa. Según Georgiev, estos
conflictos se habrían resuelto en favor de Santadimuwa; lo
que habría obligado a Yara a autoexiliarse en una fortaleza
de la isla. El Disco también señala que una vez derrotado
Yara habría prometido a Santadimuwa que se aplicaría al
cultivo de cereales y que no le causaría ningún tipo de
problemas. Hasta aquí lo que viene narrado por el Disco.

29
Robert Scrutton afirma que Yara es Minnos; y que en lugar
de haberse autoexiliado en un castillo conservó su tierra, y
recibió allí a todos los luvitas que, identificados con su causa,
buscaron en su tierra refugio y protección. Luego,
amenazados por la posibilidad de perder sus reinos, los
príncipes luvitas habrían pactado con Minnos un código de
leyes, mostrándose amistosos con el rey frisón. Mas cuando
las leyes dictadas por Minnos fijaron los deberes de los
príncipes se habrían vuelto contra él, intentando incluso
envenenarle, lo que habría motivado la decisión de Minnos
de abandonar Creta y retornar a su patria, en Lindahêm.
Unos pocos miembros de su tripulación, probablemente
Hititas, se habrían encargado de registrar estos hechos en el
Disco de Festos, mudando el nombre de Minnos por el de
Yara, y tomando partido por la posición de los príncipes
luvitas y Santadimuwa. Así, los hechos relativos a este rey
del mar, que dio leyes a los habitantes de Creta, habrían sido
completamente distorsionados, prevaleciendo una visión
enteramente conveniente a la postura de Santadimuwa y a la
de los propios príncipes luvitas.

Robert Scrutton cree que el Disco fue deliberadamente


grabado con una escritura hermética porque se buscaba
ocultar todo lo relativo a este emblemático rey del mar. Ello
explica la diferencia de escritura que hay a un lado y otro del
Disco de Festos. La cara A y la cara B, en efecto, están
grabadas con jeroglíficos diferentes, pese a que fueron
escritas en la misma época. Ello únicamente da cuenta de la
coexistencia deliberada de dos tipos de escritura al mismo
tiempo: una abierta, profana y demótica; y otra sagrada,
jeroglífica y hermética. La escritura hermética (cara B del
Disco) contiene, en opinión de Scrutton, la verdadera

30
historia de Minnos, cuyo nombre falseado por el de Yara, en
la cara A del Disco, no habría impedido que las generaciones
futuras de príncipes le hubiera reivindicado utilizando su
nombre, y gestando la famosa leyenda del Rey Minnos que
se recuerda hasta el presente.

Pantelaria

Según el relato del Oera Linda cuando los frisones arribaron


a las costas fenicias, justo en el año 2000 a.C. -esto es, 193
años después del hundimiento de Âldland- se toparon con
una misteriosa isla que por sus pronunciadas bahías dejaba la
impresión de ser, en verdad, tres islas. Se establecieron en la
parte del medio (la que parecía ser la isla central) y la
llamaron Thyrhisburgt, en homenaje a Thyr -el héroe frisón
del Oera Linda que los entendidos identifican con Tyr, el
mítico Dios nórdico, hijo de Wotan. Allí establecieron una
fortaleza y nombraron a su jefe naval, Tünis, como soberano
eterno del lugar.

Es probable que las costas fenicias a las que arribaron los


frisones en 2000 a.C. hallan sido las costas de Túnez.
Después de todo Túnez siempre fue un lugar estratégico en
el mediterráneo (allí los fenicios fundaron Cartago, en el
siglo IX a.C.). Aunque, por cierto, oficialmente hablando, no
hay evidencias de asentamientos fenicios en la costa africana
antes del siglo X a.C. El Oera Linda señala que los frisones
llegaron a las costas fenicias del mediterráneo 193 años
después del hundimiento de Âldland. Pero esto puede ser
una referencia imprecisa, a menos que estemos dispuestos a
asumir que los fenicios ya habían llegado a las costas del
norte de África antes de lo establecido por la historiografía
oficial. Otra opción es que las costas fenicias a las que hace

31
referencia el texto frisón sean las costas de Palestina. Pero
incluso allí se dice que los fenicios aparecieron recién hacia
el siglo XV a.C., esto es, unos quinientos años después de lo
referido por el Oera Linda. Cabe destacar, al respecto, que
el método tradicional para datar la presencia u origen de un
pueblo, en una determinada región del mundo, depende en
gran parte de las evidencias arqueológicas halladas. Si éstas
tienen una antigüedad determinada de "x" años puede
establecerse ésa como la antigüedad del pueblo estudiado.
Pero ello no quita que ese pueblo pueda ser más antiguo;
todo dependerá del hallazgo de nuevas evidencias. Ello nos
pone en la perspectiva de pensar, tomando al Oera Linda
como evidencia, que los fenicios pudieron ser más antiguos
de lo que hasta ahora ha podido probarse. Ello salvaría al
texto frisón de incurrir en un flagrante anacronismo. Si esto
fuera así, Túnez o Palestina se nos ofrecen como los lugares
más adecuados para situar las tempranas incursiones de los
frisones en el mediterráneo. Pero al respecto nosotros
creemos que Túnez lleva una ventaja enorme sobre
Palestina; y las razones para esto son particularmente
interesantes.

Existe en el corazón del mar mediterráneo, frente a las


costas de Túnez, y a unos 100 km de Sicilia una Isla llamada
Pantelaria. En esta Isla, en 1975, una expedición
arqueológica británica halló los restos de una antigua base
naval anterior a la ocupación fenicia. Según la historiografía
oficial, los fenicios tomaron posesión de esta Isla
probablemente hacia el siglo VII a.C. Los primeros
habitantes de Pantelaria habrían sido de origen ibero-ligur.
Con todo, las evidencias arqueológicas de asentamientos y
artefactos en la Isla llegan a tener una antigüedad no inferior
a 35.000 años.

32
Aunque Pantelaria no ofrece hoy con nitidez los rasgos
descritos por el autor del Oera Linda -una isla de bahías tan
pronunciadas que en realidad dejaba la impresión de ser tres
islas- es altamente probable que hace cuatro mil años atrás
haya podido tener un aspecto semejante. La mayoría de las
islas del mediterráneo han variado mucho su geografía en el
curso de los últimos cinco mil años. El Oera Linda habla de
una Isla cercana a las costas fenicias. Si esas costas fueron,
en efecto, Túnez, la isla de bahías pronunciadas tuvo que
haber sido Pantelaria. Además, las ruinas de la antigua base
naval descubierta por los británicos en 1975 ofrece el
aspecto típico de una fortaleza como las que vienen descritas
en el manuscrito frisón.

Pero esta isla es interesante también por otras razones.


Dependiente administrativamente de la siciliana provincia
italiana de Trapani, la Isla de Pantelaria asumió como escudo
y bandera el emblema típico de la Isla de Sicilia. Éste, lo
mismo que el escudo de la Isla de Man, está formado por un
Tres Pies -trisquel o vilfos- sobre un fondo de colores rojo y
amarillo. No sabemos si Pantelaria ostenta este escudo por
Sicilia o si Sicilia lo ostenta por Pantelaria. La adopción de
este emblema en Sicilia data del siglo XIII. Entonces,
Pantelaria estaba bajo su ocupación 16 . Es altamente
probable que el símbolo haya emigrado de Pantelaria a Sicilia
y no al revés. Si ello fuera así Pantelaria se nos ofrece como
un lugar privilegiado para respaldar la autenticidad del
manuscrito frisón.

16La Isla de Pantelaria pasó a dominio siciliano bajo el reinado de Roger II de


Hauteville, en 1130. Las primeras versiones del trisquel como emblema siciliano
datan del 1280. Ello hace muy probable que los sicilianos hayan adoptado este
Escudo de los habitantes de la Isla de Pantelaria.

33
El Tres Pies -trisquel o vilfos, en lenguaje listiano- es un
símbolo celta. Eso es, al menos, lo que nos dice la
historiografía oficial. Nosotros contamos, al respecto, con
otra información. Guido von List, el famoso desentrañador
del Secreto de las Runas, piensa que los "Tres-Pies" son
fyrfos encubiertos característicos de la tradición armanista.
Los armanen no habrían sido un pueblo, sino una casta de
sacerdotes magos, empinados en la cima de la estructura
social de las antiguas tribus ario-germánicas. Una de esas
tribus fueron los frisones 17 . Emparentados racial y
geográficamente con los pueblos germánicos, los frisones
pudieron haber cultivado sus mismos símbolos religiosos.
Ello explicaría la presencia de un trisquel en la Isla Pantelaria
donde se supone que llegaron hacia el 2000 a.C. Pero esto
entraña todavía un misterio más profundo.

Bandera y Escudo de Pantelaria

17En la clásica división que hacen de los germanos los historiadores romanos -
Plinio y Tácito- los frisones vendrían a ser -junto con los sajones, los jutos y los
anglos- parte de los ingaevones. Sabido es que, según esta interpretación, los proto-
germanos se dividían en tres grandes tribus (Plinio habla de cinco): los Ingaevones o
germanos de la región del Mar del Norte, los Istaevones o germanos de la región del
lado occidental del Rhin; y Hermiones, o germanos de la región del lado oriental del
Rhin.

34
Según Guido von List el trisquel 18 es un fyrfos tardío
encriptado, cuyo origen se halla en la misteriosa Cabeza de
Gereón. El nombre Gereón es una forma evolucionada del
monosílabo "Ge", nombre primitivo de la runa Gibor. Esta
runa es, de hecho, un fyrfos. En su inigualable
investigación sobre el significado oculto de las Runas List
identifica al fyrfos con la esvástica. Un fyrfos es una
esvástica oculta, cifrada. La necesidad de cifrar o esconder la
esvástica le fue impuesta a las tribus germánicas tras la
implacable persecución de que fueran objeto por parte de los
cristianos. Pero el hábito de encriptar esvásticas ya era
ampliamente conocido, entre los germanos, mucho antes de
la llegada del cristianismo. De hecho, el mismísimo Kroder
de Juul es una runa Gibor encriptada, como bien puede
apreciarse siguiendo la obra de Gorsleben.

En opinión de List, la forma jeroglífica más antigua de fyrfos


o esvástica encriptada la constituye la cabeza de Gereón.
Este símbolo viene representado por un triángulo equilátero
hecho de tres perfiles humanos. El que su nombre sea
"Gereon" revela que se trata de una runa Gibor encriptada.
De acuerdo con List, en todos estos casos, el símbolo
antecedió al jeroglífico. Así, la idea de ocultar el fyrfos -
originariamente de cuatro brazos- en un jeroglifo trial -de
tres brazos o tres cabezas, como en el caso de la Cabeza de
Gereón- pudo haber estado determinada por el uso del
vilfos. El vilfos sería, de este modo, una forma ancestral de
la Cabeza de Gereón. El que sea una cripta del fyrfos viene
testimoniado incluso por su propio nombre. "Vilfos"
significa literalmente "cuatro pies" (de Vier Fuβ que en
18La palabra castellana trisquel deriva de la palabra griega triskelion -en griego
τρισκελιον- que significa literalmente "tres piernas". Su nominación en griego
revela ya una muy antigua data.

35
alemán significa precisamente "cuatro pies"). Ello no
coincide, por cierto, con sus tres extremidades, pero nos
permite pensar que, en efecto, pudo haber sido una cripta
antiquísima del fyrfos. Del "Vilfos" derivan, en opinión de
List, todos los trisqueles, triskeliones y jeroglifos afines,
como la Cabeza de Gereón y el Tres Pies. Por lo que, se
concluye de esto, que ninguno de estos símbolos es
originariamente celta (druida) 19 ; sino que todos serían
originarios de la antigua Germania, entre cuyos pueblos
hallamos al frisón.

Símbolo de la Cabeza de Gereón

En este orden de ideas, el "Tres Pies" pudo haber sido


perfectamente un símbolo frisón. Si ello fuera así esto
vendría a ratificar nuestra presunción de que antiguos

19Utilizamos aquí el término "celta" como sinónimo de "druida". Los "celtas-


druidas" habrían sido, en la opinión de los cronistas del Oera Linda, "celtas
corrompidos" por los golen (sacerdotes de Sidón) de origen fenicio. Una referencia
más acabada sobre los celtas (kåltas), los golen (galos) y los druidas (trowydas) puede
hallarse en este mismo Estudio Preliminar en el apartado titulado: Los Golen, los
Kåltas y los Trowydas.

36
navegantes frisones llegaron a la Isla de Pantelaria; y que ésta
sería la isla de la que habla el Oera Linda, aquella a la que
llegó Tünis y que fue llamada Thyrhisburgt.

Pero esto no es todo. Todavía queda un aspecto más que


revisar. El relato frisón dice:
"Nêf Tünis navegó por el estrecho de Gibraltar hasta el Mar
Mediterráneo. Cuando se produjo el hundimiento de Âtland hubo
también mucho sufrimiento en las costas del Mediterráneo, y
mucha gente de Finda, los krekalander, y gente del país de Lyda, se
allegaron a nosotros. Por otra parte, muchos de los nuestros
huyeron a la tierra de Lyda. El resultado de todo esto fue que los
krekalander, por todas partes, dejaron de ser liderados por las
Volkmoder. Tünis se había puesto en este escenario, y por eso
esperaba encontrar allí un buen refugio, desde donde ir y servir
bajo auspicios de los príncipes ricos. Pero como su flota y su
gente tenía un aspecto desastroso, los habitantes de las costas
pensaron que eran piratas; y les ahuyentaron. Al final arribaron a
las costas fenicias, 193 años después del hundimiento de Âtland.
Cerca de la costa se encontraron con una isla con dos bahías
profundas, por lo que parecían ser tres islas. Se establecieron en la
del medio, y más tarde construyeron una fortaleza en el lugar.
Entonces quisieron darle un nombre, pero no hubo acuerdo en
ello. Algunos desearon llamarla Fryasburg, y otros Neftunia, pero
los mâgjares y los finneses sugirieron que se llamara Thyrhisburgt"20.

Si las costas fenicias a las que llegaron fueron efectivamente


las costas de Túnez, como sugerimos más arriba, entonces
cobra plenamente sentido que Túnez se llame Túnez. Este
misterioso nombre no es originario de los árabes que
ocuparon tardíamente esta región, ni de los griegos -que ya
antes de Cristo la llamaban Tynes- ni de los fenicios, que
fundaron allí Cartago. El nombre de Túnez deriva de Tunis,
palabra con la que los antiguos designaban a la ciudad que
20Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo "Inscrito en el Burgo de
Stavia".

37
actualmente es la capital de este país. Pero el origen de este
nombre continúa siendo un misterio. Algunos la han
atribuido a la deidad fenicia Tanith, otros le han supuesto un
origen bereber. Lo cierto es que la región es conocida con
este nombre desde tiempos inmemoriales. Y es muy
altamente probable que su antigüedad se empine por sobre
los mil quinientos años antes de la era común.

Las crónicas del Oera Linda hablan de un rey del mar


llamado Tünis. Dicen de él que llegó a las costas fenicias
hacia el 2000 antes de Cristo. Fundó Thyrhisburgt en una
isla (probablemente Pantelaria) con la que se topó frente a
estas costas. Sus hazañas son legendarias. Fue conocido en
todo el mundo mediterráneo como "Primo Tünis" -en frisio
Nêf Tünis- en virtud a su parentela con Wodin e Inka,
sobrinos todos de otro mítico rey del mar llamado Sterik.
Hay quienes han querido ver en este personaje al también
mítico dios de los océanos, Neptuno. De eso ya hablaremos
más adelante. Pero, por lo que nos concierne ahora, Tünis
cobra relevancia como posible origen del nombre de la
ciudad de Túnez -llamada Tunis en la antigüedad. ¿Fue
Túnez llamada Tunis en homenaje a este legendario rey del
mar frisón? No lo sabemos. Pero no deja de ser sugerente y
sugestivo que este nombre, cuyo origen se halla todavía
envuelto en un halo de misterio, sea prácticamente idéntico
al nombre de este mítico personaje de las crónicas del Oera
Linda.

En base a todas estas coincidencias quisiera sugerir como


hipótesis lo que sigue. Es probable que un marino frisón
haya navegado por el mediterráneo hasta las costas del norte
de África. Es probable, también, que se haya establecido allí,
fundando ciudades; y haya llegado a ser famoso. Nada de

38
esto es imposible. Asumamos que se llamaba Tünis, como
lo enseña el Oera Linda. Ello explicaría el origen del
misterioso nombre de la ciudad de Túnez. Si a ello
agregamos lo dicho por nosotros más arriba referente al
escudo de la Isla de Pantelaria y la fortaleza pre-fenicia que
allí fue descubierta en 1975, tenemos más de una razón para
pensar que los relatos del Oera Linda tienen, en alguna
medida, asidero. Así, las crónicas sobre Tünis y su arribo a
las costas fenicias puede constituir un principio en favor de
la autenticidad del manuscrito. Basados en las
probabilidades que hemos desplegado aquí creemos que no
es descabellado suponer verosimilitud al relato del Oera
Linda. Y si ello es así este texto viene a revelársenos como
una fuente de noticias privilegiadas sobre el mundo antiguo.
He allí el valor que en principio le atribuimos a este texto.

Anacronismos

Una de las críticas más recurrentes al Oera Linda tiene que


ver con los anacronismos. Se imputa al texto estar plagado
de ellos; y se ha hecho recaer en esto el principal resquicio
en contra de su autenticidad. Nosotros creemos que estas
críticas no son infundadas del todo. Hay asidero en muchas
de ellas. Pero también pensamos que muchos de los así
llamados anacronismos no lo son en verdad; y pueden
explicarse, cuando no refutarse, en base a una
argumentación muy sencilla -la que es altamente probable y
ha pasado inadvertida hasta hoy. Sostenemos que si hay
anacronismos en el texto éstos pueden ser perfectamente
imputables al copista o al cronista del Oera Linda; y hay
razones fundadas para inclinarse a pensar así. Para esto, hay
que partir por resolver cuáles podrían ser eventualmente
"anacronismos", y cuáles efectivamente no lo son. Ello nos

39
impone la tarea de tener que distinguir, entre éstos, dos tipos
o clases distintas: los que vienen determinados por hechos
que no pudieron suceder como los narra el Oera Linda, por
estar desfasados en el tiempo o lugar (según lo que nos viene
enseñado por la historiografía oficial); y los que responden a
formas sociales o estructuras de pensamiento imposibles de
achacar a determinados pueblos o regiones, por reflejar
inquietudes típicas de épocas posteriores (como las del siglo
XIX, por ejemplo).

El anteriormente analizado relato de los viajes de Tünis al


mediterráneo respondería al primer tipo de estos
anacronismos propuestos aquí. En él se dice que Tünis llegó
a las costas fenicias en una época, el 2000 a.C., en la que no
hay evidencia que haya habido allí fenicios. Luego, se
afirma, esto tiene que ser un anacronismo. Pero no se ha
escrutado la posibilidad de que la palabra "fenicio" allí sea un
agregado del copista; e incluso, en alguna medida, también,
del cronista. No hay que olvidar que el Oera Linda fue
fijado como texto por primera vez en el siglo V antes de
Cristo, en una época en que los fenicios eran ampliamente
conocidos en todo el mundo mediterráneo. El cronista
pudo haber querido decir que Tünis llegó a una región que
en su tiempo (el siglo V antes de Cristo) estaba ocupada por
fenicios -aunque no lo hayan estado en los días en que Tünis
(esto es, quince siglos antes) llegó efectivamente allí. Si el
texto original hubiera sido escrito en el año 2000 a.C. éste
sería efectivamente un anacronismo; pero el copista dice que
fue escrito en el siglo V antes de Cristo -por lo menos el
pasaje que estamos analizando- en una época en que la
palabra "fenicio" y el pueblo al que ésta remite, eran
largamente conocidos. Así, no parece que éste sea
verdaderamente un anacronismo.

40
El Oera Linda fue escrito -por lo menos la parte más antigua
de éste- en el siglo V antes de Cristo. Pero narra historias
que acontecieron unos diecisiete siglos antes. En ello podría
residir un principio fácil de explicación de todos los
anacronismos. Pues al estar sus autores tan lejos en el
tiempo de los hechos que narran se explica fácilmente que
hayan podido incurrir en tantas y tan comunes
imprecisiones. Esto no es nada anormal; por el contrario, es
algo muy común -e incluso esperable. Admitirlo constituiría
un ejercicio de honestidad intelectual, inclusive para los
detractores más acérrimos del Oera Linda. Pues, después de
todo, no cuesta mucho imaginar que un cronista del siglo V
a.C. haya podido carecer de la formación más elemental con
que cuenta un historiador moderno. Puestas así las cosas,
resulta que los anacronismos, antes utilizados para
impugnarle autenticidad al texto, hoy podrían muy
fácilmente convertirse, por estas razones, en todo lo
contrario.

Pero persiste todavía un hecho espinoso. Hay, entre los


anacronismos del Oera Linda -esto ya lo dijimos- los que
son de dos tipos: los que refieren en los hechos desfases
espacio-temporales; y los que parecen ser construcciones
subjetivas de un tiempo muy actual. Es a este segundo tipo
de anacronismos a los que dedicaremos las siguientes líneas.

En un pasaje significativo del capítulo titulado "Las Leyes


del Gobierno de Los Burgos" puede leerse lo que sigue:

"Si ella (la Volkmoder) es llamada a decidir sobre cualquier asunto


judicial entre un Grêvetman y la comunidad, deberá inclinarse
siempre hacia el lado de la comunidad, con el fin de conservar la

41
paz; porque es mejor que un solo hombre sufra a que lo hagan
muchos"21

He aquí lo que consideramos como un anacronismo puro.


Pasajes como éste podrían invocarse muy fácilmente en
favor de la inautenticidad del manuscrito. Lo que en él se lee
nos parece dudoso, cuestionable y muy probablemente
anacrónico. La frase del pasaje que vuelve este articulado
sospechoso es "...y porque es mejor que un solo hombre
sufra a que lo hagan muchos". Una simple lectura a estas
líneas hace evocar el texto neo testamentario de Juan 11, 49-
50 en la que Caifás, sumo sacerdote judío, aparece diciendo:
"... Vosotros no sabéis nada, ni tenéis en cuenta que os es
más conveniente que un hombre muera por el pueblo, y no
que toda la nación perezca".

En otro pasaje del Oera Linda hallamos un capítulo entero


que nos parece destacable en la perspectiva del debate de los
anacronismos. Éste se titula "Los Escritos de Minnos II"22.
Hacia la parte intermedia del capítulo puede leerse lo que
sigue:
"En otro tiempo, cuando la peste asolaba el país, vinieron ellos
(los sacerdotes) con una tropa entera de gente y dijeron: "Estamos
todos haciendo ofrendas a los dioses para que ellos puedan llevarse lejos la
peste. ¿No nos ayudáis a rechazar su ira? ¿O habéis traído vosotros mismos
la peste a la tierra, con todas vuestras artes? " "No", dijo Min-erva, "No
conozco ningún dios que haga el mal, por lo que no puedo pedirles que hagan
el bien. Yo sólo sé que hay un espíritu bueno, que es el de Wr-alda, y como él
es bueno, nunca hace el mal". "¿De dónde entonces viene el mal?",
preguntaron los sacerdotes. "Todo el mal viene de vosotros, y de la
estupidez de la gente que se deja embaucar por vosotros" Respondió

21 Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo: "Las Leyes del Gobierno
de los Burgos". El paréntesis corresponde a nosotros.
22 El capítulo original en frisio es "Ut-a skrifta Minnos", el que puede traducirse

como "Acerca de los Escritos de Minnos".

42
Hellênja. "Si vuestro Dios es, entonces, extremadamente bueno ¿Por qué no
aparta el mal?" preguntaron los sacerdotes. Hellênja respondió:
"Frya nos ha puesto aquí, y Kroder, esto es, la Rueda del Tiempo, debe hacer
el resto. Para todas las calamidades pueden hallarse consejos y remedios, pero
Wr-alda quiere que debamos buscarlas por nosotros mismos, a fin de que
podamos llegar a ser fuertes y sabios. Si no hiciéramos esto, él nos
abandonaría a nuestros propios medios, a objeto de que podamos experimentar
los resultados de una conducta sabia o estúpida"23.

Este pasaje evoca las clásicas discusiones teológicas de la


Europa medieval sobre el origen del mal y el rol de Dios en
ello. También recuerda los debates teológicos de los
protestantes del siglo XIX sobre el mismo particular. Es, de
hecho, en apariencia, un diálogo imposible, en la perspectiva
de la ética que conocemos de los pueblos germánicos de
antes del advenimiento del cristianismo. Hay algunos
antecedentes de esta forma de pensar en los diálogos
juveniles de Platón. Pero no sería descabellado pensar que
en verdad corresponden a una intercalación tardía al texto.

En otro pasaje del mismo capítulo se lee:


"La gente comenzó a burlarse y a mofarse, por lo que ella no se
atrevió a continuar con el tema. Y se habría pensado que los
sacerdotes convocarían a una asamblea del pueblo para echarnos
del país; pero en vez de esto, en lugar de maltratarla, marcharon
desde el pagano Krekaland hacia el Alpa, proclamando que Dios
todopoderoso se había complacido en enviar, sobre el mar, en una
nube, a su inteligente hija Min-erva, llamada también Nyhellênja,
para dar a la gente buenos consejos; y para que todos quienes le
escucharan se enriquecieran con sus palabras y fueran felices y
gobernaran, al final, en todos los reinos de la tierra. Por esto le
erigieron estatuas en todos sus altares. Anunciaron y
entusiasmaron a la gente común con consejos que ella nunca había
dado. Y relataron milagros que ella nunca hizo. Astutamente se
hicieron los dueños de nuestras leyes y costumbres; y con destreza

23Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo "Los Escritos de Minnos
II".

43
e ingenio fueron capaces de explicarlas y difundirlas a su
alrededor"24.

En estas líneas, quizá más claramente que en el ejemplo


anterior, puede apreciarse un tipo de anacronismo de la
segunda clase descrita por nosotros. Es casi un relato
fabulado de lo que ha sido hasta hoy la historia del
cristianismo, según un particular punto de vista. Analicemos
esto por parte. Primero, el texto dice de Nyhellênja que, en
lugar de ser maltratada por los sacerdotes, éstos "marcharon
desde el pagano Krekaland hacia el Alpa, proclamando que
Dios todopoderoso se había complacido en enviar, sobre el
mar, en una nube, a su inteligente hija Minerva, llamada
también Nyhellênja, para dar a la gente buenos consejos".
Esto, visto desde una particular apreciación de la historia
temprana del cristianismo, guarda muchas semejanzas con
los hechos que acaecieron inmediatamente después de la
muerte de Jesús. Sus discípulos -lo mismo que los sacerdotes
en esta narración sobre Nyhellênja- se fueron más allá de los
límites de Palestina (hacia Grecia, Egipto, Roma, etc.)
proclamando que Jesús era un enviado de Dios y que había
venido a este mundo, entre otras cosas, para dar su sabiduría
a los hombres. Luego el texto agrega, refiriéndose a
Nyhellênja, lo que sigue: "Por esto le erigieron estatuas en
todos sus altares. Anunciaron y entusiasmaron a la gente
común con consejos que ella nunca había dado. Y relataron
milagros que ella nunca hizo". Es ésta, a nuestro juicio, una
clara alusión al cristianismo; y por lo mismo, un pasaje que
califica muy bien para lo que hemos llamado anacronismo.
Lo mismo que el texto relata de Nyhellênja podemos decir
que le aconteció a Jesús. En su nombre los sacerdotes

24Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo "Los Escritos de Minnos
II".

44
cristianos le erigieron estatuas en todos sus altares;
anunciaron a destajo su segunda venida; pusieron en su boca
cosas que son altamente improbables que haya dicho un
judío del siglo I; y narraron milagros que no podemos estar
ciertos que se produjeran. En este sentido, la tesis de
Jensma, analizada al inicio, se vuelve altamente atractiva. Si
nosotros quisiéramos mostrar, de una manera didáctica,
cómo fue que desde Pablo el cristianismo ha sido una
manipulación de la enseñanza, la obra y la vida de Jesús, con
fines propios, una historia de Nyhellênja, narrada en estos
términos, se nos representa como un relato muy adecuado -
cuando no, una verdadera parodia sobre la vida de Jesús. Es
altamente probable que quien redactó estas líneas haya
querido desmitificar a Jesús (o des-divinizarlo); es posible,
también, que haya buscado minar el poder de las iglesias
(católica o protestantes). Después de todo, si es posible
reconocer, en un antecedente anterior a Jesús, todos los
vicios que después vendrán a desarrollarse en la Iglesia, una
parodia como ésta sirve de anclaje para hacer más visible aun
la situación que se busca enjuiciar. Así, no es descabellado
pensar que éste es también un anacronismo; aunque, como
en todo este tipo de cosas, no podemos sostenerlo más allá
de la especulación.

Hay, entre los que podemos calificar de anacronismos, uno


particularmente interesante. Se trata de una narración cuyas
semejanzas con la figura neo-testamentaria de Jesús es
todavía más evidente que en el ejemplo anterior. El nombre
del héroe de estas sagas, en frisio, es Jes-us. De entrada ya
se advierte que la semejanza no es cuestión de
interpretación. El Oera Linda dice que Jes-us vivió en el
siglo VI a.C. y que era el hijo de un alto sacerdote y una
princesa frisona de la región de Kasamyr. Agrega que éste

45
era un amor prohibido por lo que Jes-us fue ocultado y
negado como hijo. Llevado a vivir con los pobres de la
ciudad creció plenamente consciente de su alto linaje, por lo
que se procuró para sí adquirir toda la sabiduría que pudo.
De ese modo su inteligencia llegó a ser muy vasta; por lo que
se agenció la admiración del pueblo y el temor de los
sacerdotes. Cuando fue adulto volvió con sus padres; pero
éstos volvieron a rechazarle. Abrumado por el dolor vagó
por todo el país. Entonces conoció a un marinero frisón
quien le enseñó las costumbres de los hijos de Frya. A partir
de entonces se dedicó a predicar el amor, la caridad, la
justicia; y la intolerancia hacia los ricos y los sacerdotes. La
gente le conocía por el nombre de Kris-en; pero su amigo
frisón le llamaba Bûda. Los sacerdotes lo odiaban; por lo
que Jes-us se vio obligado a huir del país. Nada de esto, sin
embargo, impidió que su doctrina y su enseñanza se
extendiera por todas partes. Finalmente, tras doce años de
viajar por diversos lugares, Jes-us murió. El Oera Linda no
aclara cómo. Pero sí dice que sus amigos conservaron sus
enseñanzas y se encargaron de llevarla donde fuera que
hubiera gente predispuesta a oírlas. ¿Qué pasó después de la
muerte de Jes-us? Dejemos que el propio cronista del Oera
Linda nos lo aclare.
"Mientras la doctrina de Jes-us se extendía sobre el planeta, los
falsos sacerdotes fueron a la tierra de su nacimiento a dar a
conocer su muerte. Ellos dijeron ser sus amigos y fingieron sentir
gran dolor rasgando sus ropas y afeitando sus cabeza. Se fueron a
vivir en cuevas en las montañas, pero en ellas habían ocultado
todos sus tesoros e hicieron allí imágenes de Jes-us. Dieron estas
estatuillas a la gente sencilla. Les dijeron finalmente que Jes-us era
un dios; que esto él mismo se los había dicho a ellos y que todos
aquellos que creyeran su doctrina entrarían luego en su reino,
donde todo sería alegría y felicidad. Al advertir que ellos sabían
que Jes-us se oponía a los ricos anunciaron por todas partes que la

46
pobreza, el sufrimiento y la humildad eran la puerta de entrada a
su reino y que los que habían sufrido más en la tierra debían gozar
de la mayor felicidad allí. A pesar de que sabían que Jes-us había
enseñado a los hombres a regular y controlar sus pasiones, ellos
enseñaron que los hombres debían reprimir sus pasiones, y que la
perfección de la humanidad consistía en ser tan insensible como
las piedras frías. Con el fin de hacer creer al pueblo que ellos
hacían lo que predicaban fingieron la pobreza hacia afuera y
pretendieron haber superado todas sus pasiones sensuales no
teniendo esposas. Mas si cualquier muchacha hubiera dado un
paso en falso se le habría perdonado rápidamente. 'Los débiles -
decían- serán asistidos, y para salvar sus almas los hombres deberán dar en
gran medida a la Iglesia'. Actuando así, tuvieron esposas y niños sin
tener hogares, y fueron ricos sin trabajar. Pero el pueblo se
empobreció y llegó a ser más miserable de lo que había sido
nunca. Esta doctrina, que pedía de los sacerdotes poseer no más
conocimiento que hablar con engaño y pretender ser piadosos
mientras se actuaba injustamente, se esparció de Este a Oeste y
vino también a nuestras tierras"25.

Valga la extensión de la cita para ilustrar debidamente lo que


es, fuera de toda duda, un auténtico anacronismo. Para
quienes somos conocedores de la historia del cristianismo es
ésta una apretada forma de exponerla, bajo un particular
punto de vista, contrario a la tradición de las Iglesias. Pero
veámoslo en detalle. Hay en estos relatos sobre Jes-us dos
clases de parecidos distintos: primero, están los que son
circunstanciales; y luego, los que responden casi al calco a la
historia del cristianismo. También hay una serie de
desemejanzas interesantes sobre las que cabe apuntar
algunas líneas -sobre todo porque bajo la superficie de cada
una de éstas yacen ocultan también bizarras formas de
coincidencias y sincronías. Vayamos con lo primero. Las
coincidencias circunstanciales son: a) Sus padres. El Oera
Linda dice que Jes-us era hijo de un alto sacerdote del

25 Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo "Los verdaderos Frisones".

47
pueblo de Finda y una princesa de origen frisón. Del Jesús
histórico también se puede decir algo muy similar en este
sentido. Los evangelistas señalan, a su modo, que tanto
María como José descendían por línea directa del rey
David26. De José se ha establecido que era un rabino; es
decir, una especie de sacerdote. Si María es descendiente de
David hay razones para imputarle un linaje real, y por tanto,
la calidad de una princesa. Sobre el rey David cabe destacar
algo muy curioso -y hasta ahora pasado por alto. La Biblia
dice que este rey era rubio y de bellos ojos (probablemente
azules)27, una característica más típica del pueblo frisón que
de los habitantes de la región de palestina. Si ello fuera así y
María descendiera de él hay razones para pensar entonces en
su probable origen frisio b) Vivió entre los pobres. El Oera
dice que Jes-us creció entre los pobres del pueblo. De Jesús
también se puede decir algo similar. Aunque ambos eran de
naturaleza real vivieron, por diversas razones, entre la gente
más humilde de sus respectivos pueblos. c) La sabiduría y el
temor de los sacerdotes. El Oera Linda dice que Jes-us cultivó la
sabiduría desde muy niño y que por ello se granjeó el temor28
y la antipatía de los sacerdotes. De Jesús también se predica
algo similar. El tópico del niño sabio que habla con los más
altos dignatarios y sacerdotes de su pueblo es un lugar
común en el relato del Oera Linda y en el documento neo-

26 Mateo 1, 1-16; Lucas 3, 23-38. Si bien es cierto Lucas no menciona a María en


esta genealogía queda claro que éste es su linaje, pues difiere del de Mateo que es
efectivamente el linaje de José y parte del de Helí que es el presumiblemente el
padre de María. Si Lucas dice que Helí es el padre de José es porque éste adquiere
esa calidad al ser el esposo de María. En el mundo antiguo la descendencia por la vía
materna no cuenta: de allí que Lucas no nombre a María, pero nombre a José, su
sustituto político en la línea de descendencia de David.
27 1 Samuel 16:12 y 1 Samuel 17:42
28 En un pasaje significativo del Oera Linda puede leerse: "La gente lo miraba con

respeto y los sacerdotes temían a sus preguntas". Oera Linda, versión castellana de
Hyranio Garbho, capítulo "Los verdaderos Frisones".

48
testamentario. En Lucas puede leerse, por ejemplo, que
cuando Jesús tenía doce años discutía con los sabios y los
maestros de ley sobre complejos asuntos teológicos: la gente
quedaba estupefacta al oírle y se maravillaban de su
asombrosa inteligencia29. d) El contenido de la prédica. El Oera
Linda dice que Jes-us predicaba el amor, la justicia y la
caridad por todas partes. Lo mismo puede afirmarse
también de Jesús. Y aunque en general éstos son rasgos de
la predica de la mayoría de los sublimadores de la humanidad
hay algunos aspectos que ponen en sintonía de un modo
mucho más enfático el perfil doctrinario de estos dos
personajes. Por ejemplo: Jes-us "enseñaba a la gente a no
tolerar a los ricos o a los sacerdotes, y a protegerse a sí
mismos contra la falsa vergüenza" 30 . También Jesús
predispuso a su pueblo en contra de los fariseos y sacerdotes
de su época31. Pero el Oera Linda, además, sugiere que estos
sacerdotes representaban un rol parasitario en su sociedad.
En un pasaje significativo dirigido contra los sacerdotes se
puede leer: "La tierra (decía Jes-us) otorgó sus tesoros a quienes
trabajan, por lo que todos están obligados a cavar, a arar a sembrar si
quieren cosechar; aunque nadie está obligado a hacer nada por otro, a
menos que sea de buena voluntad". Del mismo modo Jesús
espeta cosas similares a los escribas y fariseos. Por último, la
antipatía entre los sacerdotes y Jes-us, por un lado, y Jesús y
los fariseos, por otro, se refleja también en el hecho como
éstos calificaban a ambos personajes: mientras los sacerdotes
llamaron "Fo" (falso) al Jes-us del Oera Linda; los fariseos
dijeron del Jesús histórico que era un blasfemo. e) Los
nombres de Jes-us. El Oera Linda dice que Jes-us era conocido
también como Kris-en y Bûda. Jesús es llamado en los
29 Lucas 2, 40-52
30 Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo "Los verdaderos Frisones".
31 Mateo 23, 1-34; Lucas 11, 37-47

49
evangelios Cristo, que significa el ungido. La palabra Cristo
deriva del verbo griego "crisein", "jrisein" o "krisein"
(χρισειν) que es muy similar a la palabra "Kris-en". Por otro
lado, estos nombres también sugieren un paralelo con las
figuras de Krishna y Buda. Aunque "Kris-en" es también
una forma de decir "Cristo", el vínculo con Krishna nos
viene sugerido por la región en que se dice que predicó -
Kasemyr, Cachemira, en la India antigua- y la presencia
también del nombre de Bûda. Krishna y Buda son dos
avatares, encarnaciones de Visnú, la divinidad indostánica.
En cuanto encarnaciones son Dios hecho hombre. Esto
concuerda plenamente con lo que dice el cristianismo que es
Jesús. f) La extensión de su doctrina. El Oera Linda dice que
Jes-us se vio obligado a huir de la ira de los sacerdotes. De
Jesús se dice que fue crucificado a causa de la instigación de
los fariseos. Pero en uno y otro caso estos hechos no
empañaron la obra de estos personajes. Tanto la doctrina de
Jes-us como la de Jesús logró extenderse más allá de los
límites de su propio país. Y en ambos casos son sus amigos
o discípulos quienes se encargan de difundir su obra. Es
éste, por tanto, también, un caso típico de lo que hemos
llamado coincidencias circunstanciales. Formas de parecidos
que se evocan y remiten mutuamente, siendo sus
desemejanzas eventos muy menores, que atañen ora a las
circunstancias, ora al tiempo; o al lugar. Los parecidos casi
al calco, en cambio, son los más presentes en el relato del
Oera Linda. Éstos no sólo refuerzan la hipótesis de la
anacronía, sino que, además, culminan por constituirse en la
mejor evidencia en favor de quienes se inclinan por su
inautenticidad. Pero veamos esto en detalle. El Oera Linda
dice que mientras se extendía la doctrina de Jes-us los falsos
sacerdotes se fueron a la tierra de su nacimiento a informar
su muerte. Allí fingieron ser sus amigos, rasgaron vestiduras

50
y afeitaron sus cabezas. El giro de lenguaje "rasgar
vestiduras" no es propiamente frisón, nórdico o germánico.
Es judío y pertenece a la tradición de la Biblia. Es lo que
dice el texto neo-testamentario que hicieron personajes
como Caifás, los escribas y los fariseos del Templo. Luego
el Oera Linda agrega que los sacerdotes hicieron imágenes y
estatuillas de Jes-us y las dieron a la gente sencilla. La
preocupación por las imágenes y representaciones de Dios
no es tampoco un interés de los pueblos germánicos; pero sí
lo es de los judíos bíblicos y de los protestantes en el
cristianismo. Tras esto el Oera Linda afirma que Jes-us fue
proclamado Dios por los sacerdotes -y que ésta verdad les
habría sido comunicada a ellos por el propio Jes-us.
También la divinidad de Jesús fue decretada por concilio de
los obispos32; y también ellos dijeron que, a su modo, a veces
abiertamente, a veces en medio de señales, fue Jesús mismo
quien comunicó esto a sus discípulos. El Oera Linda
sostiene que los sacerdotes hicieron creer a la gente que
quienes adoptaran esta doctrina heredarían el reino y serías
felices y plenos. También la idea del reino es una idea
cristiana. No existe entre los pueblos germánicos noción
alguna que evoque una idea semejante. Lo más parecido
podría ser el Walhalla. Pero allí no se entra por profesión de
fe, ni por apegos a doctrinas más o menos dogmáticas. El
derecho al Walhalla se conquista por medio de la espada.
Es la muerte en combate únicamente lo que garantiza su
posesión. Lo que viene a continuación en el Oera Linda es
prácticamente una crónica de la historia del cristianismo
medieval: sacerdotes que predicaban, en nombre de Jes-us,
pobreza y castidad, pero vivían muy cómodamente en sus
conventos fornicando, sin trabajar un día a nadie; y
32La divinidad de Jesús fue discutida y decretada en el Concilio de Nicea, celebrado
en Nicea en 325 d.C.; y fue ratificada en el Concilio de Constantinopla en 381 d.C.

51
ostentando mayor riqueza que los ciudadanos decentes del
lugar. Es éste un retrato al calco de la historia de la Iglesia
cristiana en medievo. Finalmente, el Oera Linda dice que
fue ésta una doctrina que se esparció de Oriente a Occidente
y llegó también a las tierras del norte de Europa, a las tierras
frisonas, al país de los autores de estas crónicas. Ésa es
exactamente la dirección que sigue la expansión del
cristianismo. De tal modo que la identidad entre un relato y
otro, en todas sus líneas y aspectos, revela una forma de
coincidencia perfecta -razón suficiente para sospechar
justificadamente de su autenticidad.

Pero esto no es todo. Hacia el final el Oera Linda agrega un


texto de extraordinario valor profetal. Helo aquí expuesto
en toda su extensión.
"Pero cuando los sacerdotes crean que han extinguido por
completo la luz de Frya y de Jes-us, todos los hombres que hayan
preservado en silencio la verdad entre ellos, ocultándola a los
sacerdotes, se pondrán de pie. Éstos serán de sangre regia (sangre
de príncipe), sangre de sacerdote, sangre slâvona y sangre de Frya.
Harán su luz visible, por lo que todos los hombres verán la verdad
y exclamarán: "¡Ay de los actos de los príncipes y de los sacerdotes!" Los
príncipes que aman la verdad y la justicia se separarán de los
sacerdotes; entonces correrá la sangre, mas a partir de esto la gente
ganará nuevas fuerzas. El pueblo de Finda contribuirá con su
industria al bien común, la gente de Lydas con su fuerza, y
nosotros con nuestra sabiduría. Entonces los sacerdotes falsos
serán barridos de la tierra. El espíritu de Wr-alda podrá ser
invocado en todas partes y siempre. Las leyes que Wr-alda inculcó
en el principio en nuestras conciencias serán las únicamente oídas.
No habrá ni príncipes, ni amos, ni gobernantes; a excepción de los
elegidos por la voz general. Entonces Frya se regocijará y la tierra
únicamente dará sus frutos a quienes la trabajan. Todo esto
comenzará 4.000 años después del hundimiento de Âtland; y 1.000

52
años después habrán desaparecido todos los sacerdotes y la
opresión"33

Hay, respecto de estos pasajes, muchas cuestiones


interesantes sobre las que comentar. Primero: el texto hace
referencia a una época de opresión. En ésta, los opresores
creerán que han extinguido por completo la luz de Jes-us y
Frya. Si omitimos a Jes-us de este relato, por considerarlo
una intercalación en lo que pudo ser una narración original, y
nos quedamos únicamente con Frya, esta cuestión se torna
altamente sugerente. Frya es la diosa luz de la proto religión
pagana de los germanos. El Oera Linda dice que vendrá una
época en la que los hombres que hayan preservado en
silencio su verdad se pondrán de pie y se alzarán contra la
opresión. Esta época vendrá cuando los sacerdotes crean
que han extinguido por completo la luz de Frya. ¿No es
acaso la nuestra ésa época? Éstos volverán a hacer visible la
luz de Frya y denunciaran los actos y las vilezas de los
príncipes (los gobernantes), quienes habrán estado coludido
hasta entonces con los sacerdotes. Ahora: ¿quienes son
éstos sacerdotes? En nuestra opinión, los de las Iglesias
cristianas (incluyendo la católica) no lo son. Los buenos
gobernantes se separarán de estos impíos sacerdotes. Y
correrá la sangre -¿habrá guerras?-; pero a partir de ello la
gente ganará nuevas fuerzas y todo volverá a su equilibrio
natural. El pueblo de Finda -los asiáticos- contribuirán al
bien común con su tecnología y su industria; los hijos de
Lyda -los africanos- con su trabajo; y los hijos de Frya con
su sabiduría. Los sacerdotes serán barridos de la tierra. Y
todo esto comenzará 4000 años después del hundimiento de
Âldland, esto es, en el año 1807 de nuestra era; y tardará
1000 años más, todavía, en completarse. Es ésta una
33 Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo "Los verdaderos Frisones".

53
profecía interesante. No resulta, en absoluto, idéntica o
parecida a otra cualquiera de la tradición cristiana. Ello nos
pone en la perspectiva de imaginarla como un texto del todo
diferente a los que hemos analizado aquí previamente. Y
nos autoriza a desplegar ya nuestra hipótesis en los párrafos
siguientes.

Sostenemos que el Oera Linda es un híbrido en el que


algunas partes son apócrifas y otras muy altamente
auténticas. Es posible -y probable- que las tradiciones de los
nórdicos germanos de la Frisia antigua hayan sido
preservadas por un linaje familiar en ciertos manuscritos,
transmitidos y copiados de generación en generación, a
través del curso de los siglos. Es posible -y probable
también- que en estos manuscritos, cada nueva generación,
haya intercalado información distinta de la original, haciendo
de este texto un híbrido plagado de anacronismos; y
justificando así la imputación de inautenticidad. Después de
todo, a diferencia de otros manuscritos antiguos, el Oera
Linda, a expresa confesión de parte, es un manuscrito que se
ha venido copiando y re-copiando desde hace dos mil
seiscientos años. Y la probabilidad que en cada copia, cada
nuevo copista, haya no sólo copiado, sino interpretado la
información e intercalado nuevas cosas, según sus nuevos
antecedentes, es altamente probable. Así, es muy posible
que en el texto original se haya leído, en el comentado pasaje
de los viajes de Tünis, que éste simplemente llegó a las
costas del norte de las tierras de Lyda (África), y el copista,
con la nueva información disponible en el siglo VI a.C., haya
agregado la palabra "fenicios". Del mismo modo, las
referencias a un sabio de Kasamyr, cuya sabiduría pudiera
haber sido en extremo semejante a la de Jesús, pudo haber
llevado al copista a identificarlo con él, al punto de llamarle

54
Jes-us; y recrear, a partir de estas semejanzas, la historia
primera del cristianismo. Este copista pudo haber sido Liko
Ovira Linda, cuya opinión sobre los sacerdotes, en todos sus
puntos tajante, no está en absoluto lejos de la que ostentaron
otros contemporáneos suyos, como Aldeberto, Tankelmo o
el mítico Eun della Stella. No descarto con ello que haya
habido también otras intercalaciones más recientes al texto.
La carta de Ljudgêrth, por ejemplo, puede ser perfectamente
un caso de éstos. Ello explicaría los dos tipos de hojas
distintas que, según los resultados arrojados por los análisis,
contiene el Oera Linda. También dilucidaría los misterios
relativos a los anacronismos; y lograría explicar, de paso, la
coexistencia, en un mismo texto, de los diversos dialectos de
frisón antiguo y moderno. Si todo esto que es probable
fuera posible el Oera Linda vendría a ser un texto en esencia
auténtico. Esto es: que prescindiendo de los detalles, en el
grueso de las historias que se narran, persiste un alto grado
de probabilidad y de verosimilitud. Ese grueso de las
crónicas del Oera Linda nos dice que hubo un pueblo
germánico que civilizó al mediterráneo; y no sólo a éste, sino
también, a las tierras de nuestra américa románica; y también
a la lejana India. Agrega que ese pueblo germánico era
originario de un continente desaparecido, hundido en los
mares del norte, al que sus habitantes llamaron luego
Âldland, la Atlántida. Y que su civilización avanzó de
Occidente a Oriente, no al revés (salvo en el caso de Nêf
Inka que habría marchado hacia las costas del continente
americano), llevando una cultura del todo originaria, cuyos
rastros pueden pesquisarse, todavía hoy, en todos los
rincones del planeta.

En esta línea de argumentación se nos imponen como muy


altamente probables las historias referidas sobre Nêf Tünis y

55
Nêf Inka, Ulysus y Kalip, Minos y Krêtar, los Golen, los
Kåltas (Celtas) y los Trowydas (Druidas); e incluso lo ya
analizado, en un otro sentido, sobre Jes-us y Nyhellênja
(Min-erva). En lo que sigue revisaremos en detalle las
condiciones de posibilidad de todas estas historias. En
algunas de ellas los grados de coincidencia con lo establecido
por la historiografía oficial son verdaderamente
sorprendentes. Iniciaremos nuestro análisis por las ya
conocidas historias de Jes-us y Nyhellênja. El tenerlas frescas
en la memoria facilitará la exposición de lo que intentamos
comunicar. A una nueva luz estas historias nos resultarán
sorprendentemente diferentes.

Jes-us, el sabio de Kasamyr

Hay en las historias referidas sobre Jes-us algo sobre lo que


no hemos reparado aun. Esto es de una importancia severa.
El Oera Linda dice que Jes-us era oriundo de la región de
Kasamyr y sitúa a esta provincia en los valles de la India.
Existe en esa región, desde muy antiguo, una llanura entre
las altas montañas conocida como Cachemira. Kasamyr y
Cachemira son probablemente el mismo lugar. Si ello es así
el relato sobre Jes-us del Oera Linda se torna
extraordinariamente atractivo. Hay una tradición, poco
conocida en occidente, que dice que Jesús vivió en
Cachemira. Tras sobrevivir a la crucifixión y curar sus
heridas, Jesús habría emigrado hacia el norte de la India, en
busca de las tribus perdidas de Israel. Allí, entre las altas
montañas, vivió hasta una edad muy avanzada. Y su tumba,
incluso hoy, permanece accesible a la vista de cualquier
visitante. Lo más interesante de esta historia, a efectos de

56
probar la autenticidad del Oera Linda, es que fue planteada
por primera vez en 1902. Antes de esta fecha era por
completo desconocida en occidente; e incluso en Oriente.
Cierto es que se sabía de un gran sabio llamado Yuzasaf que
había vivido hacia el siglo I en Cachemira. Pero no fue sino
hasta comienzos del siglo XX que se le identificó con la
persona de Jesús. El primero en hablar de esto fue Ghulam
Ahmad, autoproclamado mesías fundador de la comunidad
árabe de ahmadía34. Pero, luego de él, múltiples han sido las
investigaciones que han insistido en estos parecidos.

Tumba de Jesús en Cachemira

34 Antes de Ghulam Ahmad, un aristócrata y aventurero ruso llamado Nicholas


Notovitch había escrito sobre un probable viaje de Jesús a la India en los años en
que se ignora todo sobre la vida de éste. Estas ideas las presentó en un libro escrito
en francés titulado La Vie inconnue de Jesus Christ (La Vida desconocida de Jesucristo).
Allí afirmó que durante los años que Jesús estuvo perdido viajó a la India y fue
iniciado en los misterios budistas. Esta historia le habría sido revelada en el
monasterio de Hamis, en Ladakh, Nepal, donde dice haber hallado un manuscrito
en el que se narran las historias de Issa, un hombre venido de occidente, quien
habría estudiado allí las enseñanzas del Buda. Ghulam Ahmad se habría inspirado,
según algunas fuentes, en la información de Notovitch. Pero sus planteamiento
difieren en un punto esencial. Mientras Notovitch ubica a Jesús en la India antes de
iniciar su ministerio, Ahmad señala que el viaje a la India se habría producido
después de salvar vivo de su crucifixión.

57
El Oera Linda fue publicado, por primera vez, en 1872. En
caso de ser un fraude ¿cómo pudieron los falsificadores
saber de estas cosas treinta años antes de que fueran por
primera vez planteadas? El manuscrito frisón dice, además,
que Jes-us fue llamado Kris-en, Bûda y Fo35. Yuzasaf es el
nombre árabe del príncipe Sidharta en la leyenda de Barlaam
y Josafat. Sidharta es el Buda Gautama. En China, este
príncipe fue conocido con el nombre de Fo. Yuzasaf,
Sidharta, Buda y Fo son cuatro nombres para designar a un
mismo personaje. Ahora, el nombre de Jesús en hebreo es
Yoshua; en árabe es Issa. Yuz Asaf podría ser una evolución
tardía del nombre Yoshua Issa. Todas estas coincidencias
son significativas. Pero hay todavía más. En la tumba de
este emblemático personaje, en India, se halla grabado en la
piedra un bajorrelieve en el que pueden distinguirse dos pies.
Esto indica que se trata de la tumba de un santo. La
tradición de grabar los "pies" del extinto en su tumba fue, de
antiguo, muy popular en Asia. Pero estos grabados iban
siempre acompañados de algún símbolo distintivo de la
persona que yacía allí. Por ejemplo, en la tumba de Buda,
los pies grabados en la piedra tienen una esvástica. En la de
Yuz Asaf los pies grabados lucen unas heridas típicas de
crucifixión. Esto no puede ignorarse. Sabido es que sólo en
Roma se crucificaba a la gente -en Roma, o en los lugares
que fueron ocupados por los romanos. No era éste el caso
de la India. También sobre la piedra de la tumba de Yuz
Asaf yacen variadas inscripciones en árabe antiguo. Pero
ésta está orientada en una dirección este-oeste, siguiendo la
35 El Oera Linda dice: "Su primer nombre fue 'Jes-us', pero los sacerdotes, quienes
le odiaban, le llamaban 'Fo', esto es, 'Falso'. La gente le llamaba 'Kris-en', es decir,
pastor; y su amigo frisiano le llamaba 'Bûda', dado que tenía en su cabeza un tesoro
de sabiduría, y en su corazón un tesoro de amor", Oera Linda, versión castellana de
Hyranio Garbho, capítulo: "Los Verdaderos Frisones".

58
clásica tradición judía -y no la árabe, que entierra a sus
muertos mirando hacia la Meca. Quien allí yace tampoco
pudo ser hindú, pues en tal caso sus restos habrían sido
incinerados. Al lado de la tumba de Yuz Asaf hay otra más
pequeña, posiblemente la de su esposa. Todos éstos son
indicios de que la hipótesis de que Jesús vivió y murió en
Cachemira puede tener un muy alto asidero. Si ello es así la
historia narrada por el Oera Linda sobre Jes-us en Kasamyr
cobra sentido; y habiendo sido planteada con anterioridad a
los escritos de Notovicth y Ahmad no puede afirmarse de
ella que sea una falsificación o que se haya basado en estas
noticias. Antes bien, ello prueba que el Oera Linda puede
ser auténtico; y que el relato frisón, lo mismo que el
manuscrito del monasterio de Hamis, narran, a su modo,
hechos reales, sobre los que tuvieron noticias a partir de
distintas fuentes.

Hay todavía algo más que agregar. En las páginas previas


nos esforzamos por mostrar que el relato frisón, en lo que a
la historia de Jes-us concierne, puede estar plagado de
intercalaciones. En su oportunidad dijimos que esos
intercalados podían ser la obra de los copistas y no
necesariamente una prueba de falsificación. Pero todo esto
puede tener también otra cara. Imputamos al texto frisón
ser apócrifo, en estos pasajes, basados en la evidencia que su
relato es un calco de la historia cristiana -vista ésta,
obviamente, desde un particular punto de vista. Pero esto
puede no ser del todo preciso. Pues si uno compara la
historia de la vida de Jesús con la de otros mensajeros
divinos, la historia del cristianismo podría revelársenos
perfectamente como un plagio. Y esto es porque las
semejanzas entre unas y otras son constantes y reiterativas.
Por ejemplo, del Buda se dice que: a) tenía ascendencia real

59
(lo mismo que se dice de Jesús, quien desciende de David);
b) que alimentó a multitudes con sólo cinco panes que tenía
en una canasta (También Jesús multiplicó cinco panes de
una canasta para alimentar a las multitudes); c) que caminó
sobre las aguas (Jesús también caminó sobre el agua); d) que
abolió la idolatría y enseñó la compasión, el amor y la
igualdad entre los hombres (enseñanzas que coinciden
también con las entregadas por Jesús); e) que se le llamó
"pastor" y "carpintero" (también Jesús fue carpintero y se le
llamó pastor); y así sucesivamente. Todas estas cosas
prueban que el relato del Oera Linda sobre Jes-us puede ser
auténtico. Pero también pueden fundamentar la opinión que
sea del Buda, y no de Jesús, de quien se esté hablando.
Después de todo, en un punto, el Oera Linda dice sobre esta
figura que vivió cinco siglos antes de Cristo, lo que está más
cerca de corresponder al Buda que a Jesús. El Jes-us del
Oera Linda era oriundo de Kasamyr, una región en la India.
Buda nació en Lumbini, Nepal, al norte de la India, muy
cerca de Cachemira. Es probable que el relato frisón se
refiera al Buda y no al profeta judío; al que el propio Oera
Linda llama Bûda y Fo (nombres históricamente asignados a
Siddharta Gautama, el Buda). Por lo demás, Yuz Asaf es,
como ya se dijo, el nombre del Buda en las leyendas
medievales de los árabes. Todo esto es posible y probable.
Incluso la semejanza histórica. Pues si el relato sobre Jes-us
nos parece similar al del Jesús histórico esto puede deberse,
más bien, al parecido que éste último guarda con el Buda, y
no necesariamente al empeño de parodiar el cristianismo (lo
que vendría a quitar la razón a Jensma). En suma, todas
estas especulaciones dan cuenta de lo complejísimos que son
estos asuntos; sobre los que no hay todavía nada resuelto, y
cualquier cosa puede ser posible o probable. En lo que a
nuestro interés respecta este tema es interesante porque nos

60
permite plantear un principio de verosimilitud al Oera Linda.
Después de todo, el Buda que yace en Cachemira ostenta un
grabado en su tumba de dos pies con heridas de crucifixión.
Y aunque admitimos que el relato frisón pueda estar
refiriéndose al Buda -que no al Jesús de la historia- llama
poderosamente la atención que le nombre "Jes-us", porque
esa identificación vino a producirse recién treinta años
después de publicado el Oera Linda. Y admitiendo, incluso,
que estos hechos puedan haber sido obra de un copista -
quien tras ver el parecido entre este personaje de la India y
Jesús, haya decidido agregar el nombre de "Jes-us" en el
relato- admitiendo esto, digo, este copista tuvo que haber
sacado esta historia de alguna parte. Y cualquiera haya sido
ese lugar tuvo que haber obtenido la información antes de
1902. Por lo que la autenticidad y originalidad de su relato
queda salvaguardada en cualquiera de los casos.

Nyhellênja y Min-erva

El Oera Linda habla de una sacerdotisa de la ciudad de


Walcheren cuyo nombre era Min-erva -conocida también
como Nyhellênja por los hombres de mar. De ella dice que
gobernó en el Burgo de Walhallagâra alrededor del año 1600
antes de Cristo. Abrumada por las instigaciones de Kålta,
otra sacerdotisa, abandonó Walcheren y marchó con Jon, un
príncipe del mar, a conquistar el mediterráneo. Tras recalar
en muchos puertos -entre los que el Oera Linda cuenta a la
propia Thyrhisburgt, la ciudad fundada por Tünis
(posiblemente Pantelaria)- llegaron a las costas de Grecia,
que los frisones llaman Krêkalânda, y en un lugar llamado
Attika Min-erva fundó una ciudad que llamó Athenas. El
Oera Linda dice:

61
"Cuando Jon alcanzó el mar mediterráneo (...) se fue con su flota
directo a Lydia (África)... pero Min-erva dijo: "No se acerquen, porque
aquí el aire ha sido largamente envenenado por los sacerdotes" (...) Cuando
llegó la noche, Jon cambió su rumbo hacia la distante Krêkalênda
(Grecia). Al final arribaron a un país que se veía muy árido, pero
se encontraron con un puerto allí. Aquí Min-erva dijo: "quizá, en
este lugar, no debamos tener miedo alguno de los príncipes o sacerdotes, ya que
ellos siempre se buscan las tierra ricas" (...) Cuando Min-erva hubo
explorado el país que es llamado por sus habitantes Attika vio que
su gente eran todos pastores de cabra, y que vivían de la carne, de
las raíces silvestres, de las hierbas y de la miel. Estaban vestidos
con pieles, y tenían sus viviendas en las laderas de los cerros, por
lo cual se les llamaba hellingers (habitantes de las laderas). Al
principio huyeron, pero cuando supieron que no los atacaríamos
regresaron y se mostraron muy amistosos. Min-erva les preguntó
si podíamos asentarnos allí pacíficamente. Esto fue aceptado bajo
la condición de que les ayudáramos a pelear contra sus vecinos,
quienes constantemente venían a llevarse a sus niños y a robar sus
viviendas. Entonces construimos allí una ciudadela a unas cuantas
horas de distancia del puerto. Por consejo de Min-erva ésta fue
llamada Athenia, ya que dijo que quienes vinieran después de
nosotros debían saber que no estábamos aquí por insidia o
violencia, sino que habíamos sido recibidos como amigos"36.

Más allá de la probabilidad o no de este relato hay algo en él


que ha podido ser comprobado. La palabra "Atenas" no
tiene raíz griega; y, en cambio, sí la tiene en lengua frisona.
En griego, esta palabra se dice sólo en plural, lo que es
también coincidente con el frisón "âtha" -de donde derivaría
la palabra "atenas"- que también viene dicho en plural y
significa "amigos". Pero esto no es todo. El relato frisón
nos dice que Min-erva era conocida por los marineros como
Nyhellênja. En el Oera Linda Nyhellênja es llamada a veces
también Hêllênja. El nombre "Hêllênja" evoca, en todo, el
nombre "Helena", con el que es conocido todo el país de los
griegos en el mundo antiguo. Esto no pudo ser inventado
36Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo: "La Historia de Jon (II
Parte). Inscrito en Texland".

62
por unos supuestos falsificadores. Los nombres Nyhellênja y
Hêllênja son prácticamente idénticos. Y no sería
descabellado pensar que los griegos deben su nombre a esta
sacerdotisa frisona, divinizada más tarde en la figura de
Atenea (que en frisón significa "amiga"), y conocida en el
mundo romano como Minerva.

Altar Votivo a Nyhêllênja

Nyhellênja fue efectivamente una diosa germana venerada en


Walcheren, Zelanda (suroeste de Holanda), donde aun se
conservan más de 160 altares votivos consagrados a ella.
También se le veneró en Alemania, particularmente en

63
Colonia, donde recientemente se han descubierto dos altares
consagrados a su divinidad. En la mayoría de estos altares la
diosa es representada como una muchacha en un ábside, ora
sentada en un trono con una canasta de manzanas a su lado,
ora de pie sobre una embarcación, generalmente
acompañada por un perro o un lobo que parece estar
aullando a su lado. En todos estos lugares Nyhellênja fue
venerada como patrona de los hombres de mar. Las
inscripciones en sus altares hacen siempre referencia a estos
hechos. Allí los marinos le imploran por la seguridad en la
navegación del mar del norte; o le agradecen cuando han
podido surcar estos mares con éxito. Otras inscripciones
piden o agradecen a Nyhellênja por custodiar y mantener a
salvo los bienes de una flota durante la navegación. Este es
un dato muy interesante. Herman Wirth, traductor del Oera
Linda al alemán, dice que el nombre de Min-erva puede no
ser un nombre, sino un título. Basado en la evidencia que
esta Diosa era custodia de los bienes y las posesiones de los
marineros mientras surcaban los mares, Wirth advierte que
"Min-erva" significa precisamente esto, "Mis Bienes", "Mis
posesiones", "Mi heredad". Hay, en el propio Oera Linda,
un pasaje que ratifica esto. Allí se puede leer:
"Cuando Nyhellênja, cuyo nombre real era Min-erva, estuvo bien
establecida, y los krekalander la amaron tanto como lo hizo su
propio pueblo, vinieron a su ciudadela algunos príncipes y
sacerdotes y le pidieron un lugar donde dejar sus posesiones.
Hellênja respondió: 'Yo llevo mis posesiones en mi propio pecho. Lo que he
heredado es el amor de la sabiduría, de la justicia y la libertad. Si pierdo éstas
llegaré a ser como la más vil de vuestras esclavas; ahora os doy estos consejos a
cambio de nada, pero luego os los venderé'. Los nobles se alejaron riendo y
diciendo: 'Somos Vuestros humildes sirvientes, sabia Hellênja'. Pero se
extralimitaron en esto, por lo que la gente llegó a tomar este

64
nombre como un nombre de honor (¿Como un título?)37"

Es probable que los sacerdotes hayan ido donde ella a pedir


donde dejar sus posesiones porque era ella, entre marineros,
la custodia de estos asuntos. Pero ella rechaza custodiar los
bienes de los sacerdotes por ser éstos hipócritas y
aduladores. Las posesiones de Nyhellênja, no obstante, no
son cosas tangibles. Ella custodia, más bien, bienes
inmateriales, como la sabiduría, la justicia y la libertad. Éstas
son sus posesiones. Herman Wirth advierte que en frisio
"mis posesiones", "mis bienes", en plural, se dice: "Mina
Erva". De donde se sigue, sin mucha dificultad, que éste
pueda haber sido, más bien, un título y no un nombre. Por
esa razón, quizá, Nyhellênja fue llamada Min-erva (nótese
que en frisio este nombre se escribe con un guión
intermedio que separa la palabra "Min" de "Erva").

Establecido como altamente probable que Nyhellênja haya


sido efectivamente llamada Min-erva, por las razones antes
invocadas, resta analizar sobre este tópico una última
cuestión. Ésta atañe al parecido del nombre "Min-erva" con
el nombre "Minerva" que recibe la conocidísima diosa
romana. Pero también al paralelo inequívoco que es posible
establecer entre una y otra diosa. Después de todo, Minerva
es considerada el equivalente romano de la diosa griega
Atenea, con quien ya ha sido identificada Nyhellênja.

La etimología del nombre Minerva se pierde en la noche de


los tiempos y no existe seguridad alguna sobre su origen.
Algunos pretenden que este nombre es etrusco; pero no
ofrecen ninguna prueba al respecto. La etimología ofrecida
37Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo: "Los Escritos de Minnos
II".

65
por Wirth no sólo es altamente satisfactoria, sino, además,
plenamente coincidente en muchos de los rasgos advertidos
en Nyhellênja -y de los que dan prueba las diversas
inscripciones que se han conservado en sus altares. Si ello es
así la identificación entre Nyhellênja, Minerva y Atenea
queda apenas a un paso de ser definitivamente establecida.
Que Minerva y Atenea son, arquetípicamente hablando, la
misma Diosa, está fuera de discusión. Que Minerva-Atenea
es la Diosa germana Nyhellênja resulta muy probable,
siguiendo el relato del Oera Linda. Pues si Minerva significa
efectivamente, en lengua germana antigua, "Mis posesiones"
o "Mi heredad", y éste es un rasgo de Nyhellênja, el paralelo
entre una y otra queda plenamente justificado. Minerva no
es una palabra latina; en cambio, sí lo es germana. Incluso,
en el moderno alemán, la expresión "Mis herederos", cara a
"Mi heredad", se dice: "Meine Erben", que puede ser
perfectamente comprendida como una evolución tardía de
"Mine Erva". Tampoco el nombre Atenea es griego; pero sí
es germánico, frisón -y esto ya lo vimos. De allí deducimos
que el Oera Linda puede tener asidero en lo que se refiere a
estas historias. Pero, por cierto, hay todavía más.

Los Golen, los Kåltas y los Trowydas

Los capítulos dedicados a los golen, los kåltas y los trowydas


son quizá de lo más interesante que hay en el Oera Linda.
Sobre todo, porque su particular punto de vista nos ofrece
una visión del todo novedosa sobre estos asuntos.
Sumariamente hablando se ha asumido que los golen son los
clásicos Galos; y que los kåltas y los trowydas son,
respectivamente, los Celtas y los Druidas. Nosotros

66
compartimos plenamente esta opinión. Pero el Oera Linda
agrega algunas cosas, todavía más interesantes, sobre las que
no se ha reparado aún debidamente. Por de pronto, el
nombre de los golen, su verdadero origen; y su particular
carácter. Es a este núcleo de cuestiones que dedicaremos
las siguientes líneas.

Lo primero que nos asalta como una cuestión relevante es el


nombre de este grupo, la palabra con la que se los designa,
esto es, "golen". Esta palabra no tiene raíz germánica; y
difícilmente la reconocemos entre los sonidos que evocan el
idioma frisón. Ignoramos, por tanto, cual pueda ser su
procedencia. Aunque no podemos dejar de advertir su
similitud con palabras surgidas en otros suelos idiomáticos.
El nombre "Golen" nos suena muy semejante a la palabra
Golem con la que se significa en el mundo judío a una
creatura sin alma verdadera, sin espíritu, hecha de materia
inanimada; y que resulta una especie de robot bajo control
mental de otros seres. Esto es, para nosotros, algo
sumamente sugestivo. En los pueblos germánicos lo que
define a un hombre verdadero es el espíritu. Con la
expresión "golen" el Oera Linda puede estarse refiriendo a la
"gente" o a los "pueblos" que, desde el punto de vista del
cronista frisón, hayan sido percibidos como gente "sin
alma". Sobre estas curiosas anotaciones volveremos más
adelante. Conviene decir antes otras cosas en mérito a la
inteligencia del relato.

La primera referencia que hace el Oera Linda de los golen


les vincula de inmediato con los trowydas; y no habla de
ellos en términos de un pueblo -como cuando se refiere a los
krekalander (griegos) o finneses (finlandeses)- sino que les
identifica como una casta sacerdotal, a quienes se les llama

67
"trowydas" por ser falsos e hipócritas. El texto dice clara y
contundentemente que provenían de Sydon -probablemente
la Sidón fenicia en el lejano Líbano, al norte de Palestina.
Este dato es de una importancia decisiva, pues sitúa en el
mundo fenicio el hasta ahora desconocido origen de los
celtas -celtas o galos como se les llamó indistintamente. El
relato del Oera Linda dice que estos golen (o galos) llegaron
primero a Missellja (presumiblemente Marsella, o una de las
islas en el mediterráneo frente a sus costas) y la quisieron
comprar. Entonces nadie advirtió el enorme error que con
ello se cometía; y que sólo cuando los frisones fueron
conscientes de esto dieron a esta Isla el nombre de Missellja,
que significa precisamente "mal vendida" 38 . Esto es,
también, por cierto, algo sumamente interesante.

Pero vayamos por parte. Según el Oera Linda los golen eran
sacerdotes misioneros 39 de Sydón. Este es un dato muy
relevante. Esta ciudad, fundada en el tercer milenio antes de
Cristo, fue en sus orígenes una de los más importantes
enclaves del mundo fenicio. Comparable únicamente con
Tiro, respecto de la cual era, de hecho, más antigua, Sidón
fue, en los tempranos días de la fenicia primitiva, la ciudad
más importante en toda la región norte de Palestina. Si el
38 La etimología de la palabra "Missellja", como bien lo ha sugerido Wirth, se halla
en la conjunción de las palabras "mis" y "sellja". "Mis" es un prefijo que en frisón,
lo mismo que en inglés, se usa para negar o significar lo contrario a la palabra raíz
que acompaña. Ejemplo: "Misspell" (deletrear mal), "Misbehave" (mal comportarse),
"Miscount" (equivocarse en un cálculo); "sellja" en frisón antiguo significa "venta" o
"vender" (como en inglés "sell"). De allí entonces que la etimología de la palabra
"Missellja" sea "mal vendida" o "vendida por error". Es interesante apuntar que la
palabra alemana para "vender" es "verkaufen", la que en un sentido figurado puede
significar también "engaño".
39 Llama poderosamente la atención que el texto utilice la expresión "misioneros"

para referirse a estos sacerdotes de Sidón. El perfil misional calza a la perfección


con lo que conocemos de los cristianos, pero no con lo que sabemos de los pueblos
europeos antes de la llegada del cristianismo.

68
Oera Linda tiene razón, y los golen eran en efecto sacerdotes
de origen fenicio, queda establecido entonces, también, el
origen fenicio de los druidas. Esta es una cuestión
importantísima; y de paso, una hipótesis de proporciones.

Sobre el hecho que los golen eran fenicios el Oera Linda no


deja lugar a dudas. Lo dice y lo repite sin ambages en
múltiples pasajes. En uno de ellos, muy significativo, puede
leerse lo que sigue:
"Los romanos, además, vivían en enemistad con los phonisjar
(fenicios); y sus sacerdotes, los sacerdotes romanos, que deseaban
asumir solos el gobierno del mundo, no podían soportar a los
desagradables golen. Primero tomaron de los phonisjar Mis-sellja
(Marsella) -y luego todos los países situados al sur, al oeste y al
norte, así como también la parte sur de Britanja (Bretaña)-
ahuyentando siempre a los sacerdotes phonisjar, esto es, a los golen, de entre
los cuales miles buscaron refugio en el norte de Britanja"40

Y en otro pasaje, igualmente interesante, se lee:


"Los golen, como fueron llamados los sacerdotes misioneros de Sidón, se
habían dado cuenta que la tierra estaba escasamente poblada y que
ellos estaban lejos de la Volkmoder. A fin de dejar una impresión
favorable se hicieron llamar, en nuestra lengua, los "buscadores de
la verdad"; pero mejor se hubieran llamado "inhibidores de la verdad", o en
una forma más corta "Trjuwendne", como de hecho les llamó después
nuestra gente de mar"41.

Con esto queda establecido el verdadero origen de los golen


(galos). Y con ello, también, el origen de los trowydas
(druidas). Sobre los Kåltas (Celtas) el Oera Linda dice que
eran de origen germánico, pero finalmente corrompidos por
40 Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo: "Fragmento". Los
paréntesis, las cursivas y el subrayado son nuestros.
41 Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo: "Los Golen". Las cursivas

y el subrayado son nuestros.

69
los golen. Estas afirmaciones son corroboradas por la
historiografía oficial si se las consulta debidamente.
Sabemos, por ejemplo, según esas fuentes, que los "galos"
fueron conocidos originariamente como "celtas"; y que sólo
a partir de los romanos fueron llamados "galos". Los
griegos llamaban "celtas" (keltoi - κελτοι) a todos los
pueblos que, en su opinión, se hallaban "más allá" de alguna
tierra por ellos conocida. Así, los keltoi o "celtas" eran los
pueblos que habitaban las regiones "más allá" de los Alpes,
"más allá" de los Ligures, "más allá" de los pilares de
hércules; "más allá" de la aurora boreal (de la que no
sabemos por qué los griegos tenían noticias). Esto llevó a
que los griegos identificaran a los "celtas" con los
hiperbóreos. Y probablemente hayan tenido razón, si los
"celtas" eran, como efectivamente pensamos, los pueblos
germánicos que supervivieron de la desaparecida Âldland o
Atlántida.

Pero los golen eran otra cosa. El Oera Linda nos dice que
los golen llegaron a Europa instalándose primero en
Missellja (Marsella), isla que habrían comprado. No eran
propiamente tal un pueblo, sino una casta de sacerdotes
misioneros fenicios. Sobre esto ya hemos dicho suficiente
en las líneas precedentes. Pero lo que no hemos dicho es
como llegaron a identificarse con los kåltas (celtas). El Oera
Linda nos habla de una sacerdotisa llamada Syrhed quien
gobernó en Flyburgt hacia el año 1600 antes de Cristo. Era
ésta una sacerdotisa de oscuros tratos, cuya rivalidad con
Nyhellênja (Min-erva) le llevó a protagonizar una guerra. El
Oera Linda la describe como celosa, intrigante; pero dice
también de ella que era bellísima y muy inteligente. Sus
consejos eran oscuros e incomprensibles; y por eso los
marineros le llamaron Kålta. Odiaba a Min-erva porque ésta

70
se ganaba siempre el favor de todos; y quería ser más que
ella. Frustrada por no lograrlo se fue con los mâgjares para
aprender trucos de brujería. Y cuando supo lo suficiente
marchó con los golen; pero tampoco esto le dio resultado.
Enemistada también con Jon, el legendario rey del mar de
Âlderga, sufrió los embates de éste cuando Flyburgt fue
incendiada. Ella logró huir; pero la lámpara42 de su ciudad y
algunas sacerdotisas quedaron bajo el poder de Jon. En su
escapada algunos pueblos de la región dominada por el río
Escalda se le unieron. Y la guerra entre Kålta y Minerva fue
entonces más cruda que nunca. Paralelamente a estos
hechos algunos golen habían tomado sus embarcaciones y
marchado por las costas del mediterráneo desde Missellja a
Kâdik, y desde Kâdik a Brittanja. Pero no pudieron influir
en el gobierno de esta región, porque éste era fuerte y
porque sus habitantes aun eran "Hijos de Frya". El Oera
Linda dice que Brittanja era entonces una Isla a la que eran
enviados, en calidad de exiliados, todos los frisones que
habían sido juzgados por delitos comunes o infracciones
contras las leyes de Frya. Allí debían pagar sus crímenes
extrayendo hierro o estaño de las minas. Eran, según nos
cuenta el Oera Linda, una población relativamente
numerosa. A ellos se dirigieron primero los golen. Pero
nada pudieron hacer por influirles; pues pese a que eran
exiliados allí seguían manteniendo su lealtad firme hacia al
pueblo de Frya. Entonces vino Kålta y los arengó; y les
prometió grandeza y libertad si le seguían al continente, y le
proclamaban como su Volkmoder. Éstos hicieron lo que
42En la creencia frisona que se transparenta en el Oera Linda la posesión de una
lámpara encendida con las llamas de la Lámpara original que está en Texland
garantiza la supervivencia de un pueblo, de una nación y una ciudad. Sin su
presencia nada tiene valor; nada es considerado verdadero. Al perder la lámpara de
Flyburgt Syrhed se vio condenada a ser una sacerdotisa no de verdad; y por tanto, ni
sus consejos, ni sus visiones, tendrían asidero.

71
ella les dijo; y de ese modo Kålta se hizo con el gobierno de
los Estados al sur de Friesland hasta el Sêjene (el río Sena).
En las regiones altas de estas tierras construyó una ciudad a
la que llamó Kåltasburg (la actual Carnac británica en
Francia)43, desde la que gobernó como Volkmoder, pese a la
férrea oposición de sus habitantes, que desde entonces
fueron llamados "kåltas", es decir, habitantes de la ciudad de
Kåltasburgt. Los golen, entonces, dominaron Brittanja, que
había quedado no sólo despoblada (con muy pocos
habitantes frisones), sino, además, sin sacerdotisas ni
lámparas verdaderas. El Oera Linda lo dice del siguiente
modo:
"Los golen gradualmente llegaron a tener el dominio sobre toda
Brittanja. Y esto fue así, porque, en parte, ya no había allí ninguna
ciudadela; pero, también, porque ya no tenían ninguna
Burgtmaagden. Y, en tercer lugar, porque sus lámparas no eran
verdaderas. Por todo esto el pueblo dejó de aprender. Y llegaron a
ser estúpidos y torpes. Y, habiendo permitido que los golen les
robaran sus armas, fueron llevados por ahí como toros con un
anillo en la nariz"44.

Fue así como los golen se hicieron fuertes en Brittanja y mil


años después, aprovechándose de las querellas internas de
los frisones por la elección de una nueva Êrêmoder,
tomaron posesión de las tierras del continente y vencieron
con facilidad a los debilitados (moralmente debilitados) hijos
de Frya. El relato frisón nos lo cuenta así:
"Después que Mâgy fue asesinado y el Fryasburg hubo sido
restaurado se eligió una nueva Êrêmoder. Mi madre fue la elegida,
pero ella rechazó ser la Volkmoder (...) todas las otras sacerdotisas

43 Esta ciudad era conocida en la época del cronista del Oera Linda como Kêren-åk,
y se corresponde con la actual ciudad de Carnac en Francia, famosa por sus
construcciones megalíticas, particularmente por sus menhires.
44 Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo: "La Historia de Jon".

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quisieron entonces ser la Volkmoder. Cada Estado tomó partido
por su propia Burgtmaagd y no cedieron en esto (...) Tales
procedimientos acarrearon disputas entre los Estados y así se
rompió el lazo que los unía. La gente de un Estado llegó a sentir
celos de la gente de los otros Estados, o, al menos, llegó a
considerarlos como extranjeros. A consecuencia de esto los golen
o trowydas tomaron posesión de nuestras tierras hasta el Skelda y
los mâgjares hasta el Wrsâra"45.

Es probable, por estos hechos, que los golen se hayan


establecido primero en Bélgica y luego en Francia. Después
de todo, la colonia que mantenían en Marsella seguía
existiendo. Posteriormente algunos grupos de ellos
emigraron hacia los Alpes, instalándose en Suiza y luego en
el norte de Italia. La historiografía oficial nos dice que los
galos eran un pueblo (o un conjunto de pueblos)
extraordinariamente nómades, movedizos; de constante
inmigración. Esto calza a la perfección con lo que nos viene
narrado en el Oera Linda. También los pueblos fenicios
eran asombrosamente movedizos. En fin, habitando las
regiones que de antaño habían sido ocupadas por los kåltas
(celtas), los golen pudieron muy bien haberse confundido
con ellos. Y de hecho, el Oera Linda dice que los golen
echaron a perder el lenguaje de los kåltas, muy
probablemente porque se instalaron entre ellos.

Cuando los romanos llegaron a las regiones que los griegos


decían estaban habitadas por celtas (keltoi), encontraron sólo
golen, o kåltas corrompidos por los golen (al punto que, en
su esencia, también ellos se habían transformado en golen).
Por eso les llamaron "galos" y no "celtas". Esto explica por
qué se les confunde; y explica, también, por qué hay, entre
los druidas, cuya religión es eminentemente goliana (y por

45 Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo: "El Primer Escrito".

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tanto, fenicia), tantos elementos discernibles de la proto-
religión germánica (de ascendencia originalmente celta). Así,
según el Oera Linda, los golen de origen fenicio, apodados
trowydas (literalmente "inhibidores de la verdad", esto es,
"falsos"), habrían logrado corromper a los kåltas (celtas),
dando lugar a una cultura monstruosa (el Oera Linda se
expresa en estos términos de la religión de los golen-
trowydas), que únicamente logró imponerse por las propias
deficiencias y rivalidades internas (debilitamiento de la
moral) de los propios frisones.

La opinión que el Oera Linda tiene de los golen-trowydas es


nefasta. Los califica de embusteros y poco fiables; dados a
hacer trucos (no ser honestos); mañosos y de oscuros tratos;
proclives a vivir de la trampa, el engaño, la maña, el artificio,
la traición. Sólo para hacerse una idea de la visceralidad de
estas opiniones leamos un pasaje del Oera Linda donde se
describe de manera sumaria a los golen. El pasaje está
extraído del capítulo titulado "Los Golen", y en él se puede
leer lo que sigue:
"Los golen celebraban todo tipo de festivales viles y monstruosos,
los que eran promovidos por los habitantes de la costa, con sus
mujeres lascivas y sus vinos dulces venenosos. Si alguno de los
nuestros (de los kåltas) se comportaba de tal modo que pusiera su
vida en peligro, los golen le proporcionaban un refugio y le
enviaban a Phonisja (Fenicia)... Cuando se establecía allí, le hacían
escribir a su familia, amigos y contactos, que el país era tan bueno
y la gente tan feliz, que nadie podía formarse una idea de ello. En
Brittanja hay muchos hombres, pero pocas mujeres. Cuando los
golen supieron esto, llevaron allí niñas de todas partes y se las
dieron a los britanos a cambio de nada. Mas todas estas niñas
servían a sus propósitos de robarle los niños a Wr-alda y dárselos a
los dioses falsos"46.

46 Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo: "Los Golen".

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En otros pasajes el Oera Linda describirá con más detalles
estas famosas celebraciones religiosas de los golen. Demás
está decir que ellas no descartan el sacrificio ritual y los
derramamientos de sangre. Todo esto, a los ojos de un
frisón, resulta abominable. De allí el uso de epítetos tales
como "execrable" y "monstruoso" que dirigen a los golen.
Pero lo más relevante de todo esto no viene dicho del Oera
Linda, aunque puede perfectamente deducirse de él.
Veamos.

Hay una famosa tradición vinculada con las leyendas del


grial, según la cual, José de Arimatea, un rico dignatario judío
de la época de Jesús, llegó a Marsella con María, Marta y
Magdalena, portando un extraño objeto del que se dice
contenía la sangre del nazareno. ¿Por qué a Marsella? ¿Qué
tenía Marsella de interesante como para que estos fugitivos
del cristianismo llegasen allí? ¿Qué ocultos vínculos les unían
a los golen? La tradición dice que luego de permanecer allí
un tiempo José de Arimatea llevó el Grial a Bretaña. ¿Por
qué a Bretaña? ¿Qué había en Bretaña que no hubiera en
ningún otro lugar del mundo? Según el Oera Linda Marsella
y Bretaña eran justamente los dos únicos lugares en el
planeta donde los golen dominaban más extensamente el
país, a través de sus sacerdotes (o trowydas -druidas). El
origen de la presencia de los druidas en la Isla se pierde en la
noche de los tiempos. Sólo sabemos que ya estaban allí
hacia el siglo VIII o VII antes de Cristo, y que también había
druidas en Francia y otras partes de Europa -e incluso los
había en la Galacia turca. Esto último es también relevante,
toda vez que sabemos que Pablo de Tarso, el fundador del
cristianismo, se dirigió también allí, como a una de sus
regiones preferidas, donde buscó convertir a los Galatas.

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¿Es preciso explicar que los Galatas eran Galos (golen)
emigrados del centro de Europa a Anatolia en el Asia Menor
(Turquía)? ¿Por qué Pablo se dirigió a ellos? Lo ignoramos.
Pero nos sugestiona pensar en la sincronía que hay entre
estos dos emisarios del cristianismo; y su predilección por
llevar su mensaje (el Grial, en el caso del primero) a regiones
habitadas de antaño por galos (golen) y trowydas (druidas).

Si todo esto tiene asidero y el Oera Linda es un texto


auténtico cabe reparar también, entonces, sobre las
tergiversaciones de la historia del grial, convertido en el
mundo celta (goliano-druidiano) en la copa de Jesús; y
rescatado para el mundo germánico como la piedra caída de
la corona de Lucifer por el muy insigne poeta alemán
Wolfram von Eschenbach. Pero también la historia del
Cristo podría ser perfectamente un mito pagano (de ello
existe hoy abrumadora evidencia), manipulado por los golen;
y confundida, cuando no mezclada, con las historias de un
oscuro predicador de galilea. Todo esto es posible y
probable.

Antes de cerrar nuestro capítulo sobre los golen quisiéramos


retomar brevemente una idea abierta al inicio de esta
exposición. Allí dijimos que la palabra "golen" puede hallar
su etimología en el vocablo "golem", que significa "creatura
sin alma" (esto es, ser "sin-forma", creado artificialmente de
la materia inanimada, sin espíritu). Desconocemos el origen
de la palabra. Ignoramos, también, si entre los galos (o
golen) fue éste un endónimo; o si recibieron este nombre de
otros, pero ellos no se llamaban así. El Oera Linda no aclara
nada al respecto. Pero si este fuera un exónimo (aun cuando
la palabra haya podido ser originalmente goliana), y hubieran
sido llamado así por los frisones, resulta interesante

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entonces, también, advertir, en el eco de la palabra, el
pensamiento más profundo que éstos, los frisones, tuvieron
que haberse formado de ellos. Esto es una especulación:
qué duda cabe. Pero es una especulación interesante, sobre
todo, si se tiene en cuenta lo que los cronistas frisones se
animan expresamente a decir sobre los golen, los galos y los
druidas.

9) Wodin, Nêf Tünis y Nêf Inka

En el Oera Linda se habla de tres legendarios primos cuyas


hazañas son memorables para el pueblo frisón. Sus nombres
eran Wodin, Tünis e Inka. Wodin, el mayor de ellos, vivía
en Lumkamâkja; Tünis e Inka eran oriundos de
Aldergâmude. El Oera Linda narra que estos primos
sobresaldrían como bravos guerreros en la conflagración que
enfrentó a los frisones contra los mâgjares y finneses.
Convocados a la guerra por la Êrêmoder Minna, en Ast-
flylând, los jóvenes guerreros se reunieron y nombraron a
Wodin como su jefe militar. Tünis sería nombrado jefe de
las fuerzas navales; e Inka sería elegido su almirante. Los
barcos zarparon entonces hacia Dinamarca, llevando a
Wodin y su poderoso ejército a bordo. La guerra fue
favorable a los tres primos y lograron derrotar al malvado
Mâgy -líder natural de los mâgjares. Pero el Oera Linda dice
que, con engaños, adulaciones y encantamientos mágicos
Mâgy logró ablandar el carácter de Wodin y ganarlo a su
favor. Le ofreció en matrimonio a su propia hija; y merced
al uso de hierbas mágicas logró hacer que Wodin renegara de
Frya y de Wr-alda. Con el tiempo Mâgy logró el control
absoluto sobre él; porque Wodin, un guerrero bueno en

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esencia, podía ser fuerte y valiente, pero no era clarividente.
Esto es, al menos, lo que dice de él el manuscrito frisón.
Seis años duró su reinado y luego desapareció. Mâgy dijo
que había subido a los cielos. Su hijo, el hijo de Wodin,
reinó entonces como su heredero. Pero al no tener la edad
para el cargo, Mâgy, que era su abuelo (no olvidar que la hija
de éste se había casado con Wodin), asumió nuevamente
como rey.

Otro fue el destino que tuvieron Tünis e Inka. Por motivos


que el Oera Linda no explica, cuando Tünis e Inka
decidieron retornar a casa, no pudieron recalar en ningún
puerto de la vieja Friesland. La Volkmoder en Texland se
los había prohibido. Ello obligó a que estos dos primos
dirigieran sus embarcaciones hacia las costas de Cadiz, cerca
del estrecho de Gibraltar; y se abastecieran allí con víveres y
diversas provisiones. El Oera Linda narra que Tünis
deseaba navegar el mediterráneo; pero Inka quería marchar
hacia los mares de occidente, donde pensaba que podía
hallar restos de la desaparecida Âldland, que por su altura no
se hubieran hundido. No pudiendo llegar a un acuerdo
decidieron separar sus destinos. Inka izó velas en dirección
oeste y navegó hacia lo profundo del océano atlántico. El
Oera Linda narra que jamás se volvió a saber nada de él.
Tünis, en cambió, cruzó el estrecho de Gibraltar y navegó el
mediterráneo.

La historia de Tünis, el legendario rey del mar frisón, ya ha


sido narrada, en parte, en este estudio. A modo de síntesis
digamos que navegó hasta las costas fenicias y fundó allí una
ciudad en honor de Tyr, a la que llamó Thyrsburgt. Hizo
buenos tratos económicos con los fenicios, particularmente
con los habitantes de Sydon, lo que le hizo enormemente

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rico, granjeándose gran fama como soberano de todo el
mediterráneo. Hacia el final de sus días volvió a Friesland
cargado de riquezas. Allí le recibieron con honores. Le
consideraron un rey tan grande que no pudieron evitar
deificarlo a su muerte. Le llamaron "Primo Tunis" -en frisio
Nêf Tünis- y lo consagraron como dios eterno de los mares
y los océanos.

Es evidente el sincronismo entre Nêf Tünis y Neptuno, el


dios del mar de la mitología romana. Lo mismo que es
obvio el paralelo entre Wodin y Odín, el mítico dios
guerrero de la mitología escandinava -llamado Wotan entre
los germanos, nombre que deriva efectivamente de Wodin.
Hay, por cierto, en estos paralelos, ciertas discrepancias.
Wodin, por ejemplo, es descrito como un fuerte y valiente
guerrero, que no obstante no tenía sabiduría. Esto contrasta
seriamente con lo que sabemos de Odín o Wotan, cuya
sabiduría obró el develamiento de las runas; y bebió del pozo
de Mimer. Otro tanto podemos decir de Tünis. Pero el
caso más interesante de los tres primos, quizá por nuestra
posición geográfica, es el de Inka o Nêf Inka, quien navegó
hacia los mares de occidente y nunca más se volvió a saber
de él. Por su nombre, es muy difícil que no le asociemos a
los Incas. Y si el Oera Linda dice que marchó hacia los
mares occidentales en busca de algún refugio de la Atlántida,
con mayor razón nos vemos obligados a sostener este
paralelo.

Sobre la presencia de los Dioses blancos en América hay


información abundante. Muchas de estas noticias nos han
sido aportadas por los propios cronistas españoles. Cuando
éstos llegaron a América se encontraron por todas partes
con historias sobre ciudades encantadas en los Andes

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habitadas por "Dioses Blancos". Paititi, Elelín, Aztlan,
Thule, Kalasasaya son sólo una pequeña muestra de estas
leyendas. Los aztecas, por ejemplo, decían que Quetzalcóatl
había venido de una isla situada en los mares del este llamada
Aztlan. Vino allí el Dios como portador de cultura, pero
horrorizado por los sacrificios sangrientos se marchó;
aunque prometió volver un día. Esta leyenda del Dios
blanco que promete volver un día se repite también en los
andes peruano-boliviano. Allí el Dios es conocido como
Viracocha. ¿Es Viracocha una especie de Quetzalcóatl
peruano? O mejor aun: ¿Son ambos, Viracocha y
Quetzalcóatl, una evocación de un marino frisón que surcó
los mares del atlántico, en búsqueda de los restos de su
patria perdida, Âldland, y que el Oera Linda llama Nêf Inka?
¿Son, en este sentido, los incas, una realeza descendiente de
estos marinos frisones que llegaron a América, bajo el
mando de Nêf Inka, probablemente hacia el 2000 a.C.? Un
interesante análisis realizado en Inglaterra a tres momias
incas halladas en sepulcros reales reveló que su composición
sanguínea no coincidía plenamente con los patrones
sanguíneos de la población indígena nativa. Los incas
florecieron en Perú hacia el siglo XIII. Es probable que una
línea de ascendencia se haya mantenido desde los lejanos
días de Nêf Inka, cuyo nombre evoca el título dado al
emperador, hasta la época de la aparición de los incas en la
escena de la historia. Si ello es así podríamos explicar de
manera satisfactoria el asombroso parecido cultural (relativo
a la organización social y las leyes) que persiste entre éstos y
los antiguos frisones. Robert Scrutton ha detallado todos
estos aspectos en su libro sobre la Otra Atlántida. A
nosotros no nos queda más que admirarnos y complacernos
en ello. Después de todo, la presencia de los vikingos en
América -como la de otros pueblos germánicos y

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escandinavos- ya ha sido ampliamente probada por otros
interesantes estudios e investigaciones llevadas a cabo desde
los años cincuenta. En lo que a nuestra opinión respecta
ellos dicen lo que, por otras vías, viene testimoniado en el
Oera Linda. A ellos, el texto frisón sirve como una prueba
más entre las innumerables evidencias de la presencia de
estos pueblos en América.

Hyranio Garbho de Ljvdwerd


Primavera de 2013

1.FY.124 EH

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