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Tratamiento

El tratamiento de las úlceras por presión implica reducir la presión en la zona afectada de la piel,
cuidar las heridas, controlar el dolor, prevenir infecciones y mantener una buena nutrición.

Equipo de tratamiento

Abordar los diversos aspectos del cuidado de las heridas generalmente requiere un enfoque
multidisciplinario. Algunos miembros de tu equipo de atención pueden ser:

 Un médico de cabecera que supervisa el plan de tratamiento


 Un médico o un enfermero especializado en el cuidado de las heridas
 Personal de enfermería o asistentes médicos que brindan atención y educación para tratar
las heridas
 Un asistente social que te ayuda a ti o a tu familia a tener acceso a recursos y aborda las
inquietudes emocionales relacionadas con la recuperación a largo plazo
 Un fisioterapeuta que ayuda a mejorar la movilidad
 Un terapeuta ocupacional que ayuda a garantizar el uso de superficies de asiento
adecuadas
 Un dietista que supervisa tus necesidades nutricionales y recomienda una dieta adecuada
 Un médico que se especializa en trastornos de la piel (dermatólogo)
 Un neurocirujano, cirujano ortopédico o cirujano plástico
Reducción de la presión

El primer paso del tratamiento de una úlcera de decúbito es reducir la presión y la fricción que la
provocaron. Algunas estrategias:

 Reposicionamiento. Si tienes una úlcera de decúbito, voltea y cambia de posición con


frecuencia. La frecuencia con la que tengas que cambiar de posición dependerá de tu
afección y de la calidad de la superficie en la que te encuentres. En general, si usas una
silla de ruedas, lo ideal es que cambies el punto de apoyo del peso aproximadamente cada
15 minutos y que cambies de posición cada hora. Si estás en una cama, cambia de posición
cada dos horas.
 Uso de superficies de apoyo. Utiliza un colchón, una cama y almohadones especiales que
te ayuden a sentarte o acostarte de una manera en la que se proteja la piel vulnerable.
Limpieza y vendaje de las heridas

La atención de las úlceras por presión depende de cuán profunda sea la herida. Por lo general, la
limpieza y vendaje de las heridas comprenden lo siguiente:

 Limpieza. Si la piel afectada no está lacerada, lávala delicadamente con un limpiador suave
y sécala con golpecitos. Limpia las úlceras abiertas con agua o una solución de agua salada
(solución salina) cada vez que te cambies el vendaje.
 Colocación de vendas. Las vendas aceleran el proceso de curación al mantener la herida
húmeda. Crean una barrera contra las infecciones y mantienen la piel circundante seca.
Las opciones de vendas comprenden películas, gasas, geles, espumas y recubrimientos
tratados. Es posible que necesites una combinación de vendajes.
Extracción del tejido dañado

Para curarse adecuadamente, las heridas tienen que estar libres de tejido dañado, muerto o
infectado. La extracción de este tejido (desbridamiento) se lleva a cabo con una serie de métodos,
como enjuagar la herida con agua delicadamente o eliminar con un corte el tejido dañado.

Otras intervenciones

Otras intervenciones son las siguientes:

 Medicamentos para controlar el dolor. Medicamentos antiinflamatorios no esteroides,


como ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) y naproxeno sódico (Aleve), pueden reducir el
dolor. Pueden ser muy útiles antes o después del reposicionamiento y el cuidado de la
herida. Los analgésicos tópicos también pueden ser útiles para cuidar la herida.
 Medicamentos para combatir la infección. Las úlceras de decúbito infectadas que no
responden a otras intervenciones se pueden tratar con antibióticos tópicos u orales.
 Una dieta saludable. La buena nutrición fomenta la curación de la herida.
 Terapia de presión negativa. En este método, que también se conoce como «cierre
asistido por vacío», se utiliza un dispositivo para limpiar la herida con succión.
BY ESCRITO POR PERSONAL DE MAYO CLINIC

Cuidado
Fisiología

La producción de una úlcera por presión está determinada por la aplicación de presión y por la
disminución de la tolerancia tisular mediada por factores intrínsecos y extrínsecos.

 La presión  Intensidad: debe exceder la presión capilar de los tejidos (32 mmHg), lo que
produciría isquemia, muerte celular y ulceración.  Duración: relación parabólica inversa entre
presión y tiempo, es decir, a mayor tiempo de aplicación de la presión, menor es la presión
necesaria para generar una úlcera  Efecto: hipoxia y trombosis a nivel de la microcirculación. En
orden de severidad, el plano muscular es el más afectado siendo la epidermis la estructura más
resistente a la hipoxia prolongada y por ende, la última en mostrar signos de isquemia

 Además del mecanismo de isquemia-presión, existen múltiples factores que contribuyen en el


proceso, disminuyendo la tolerancia tisular y creando las condiciones para que se genere la úlcera.
Estos factores pueden ser extrínsecos o intrínsecos.  - Factores extrínsecos (externos al paciente)
 a. Maceración, incontinencia, transpiración, exudado de la herida producen un exceso de
humedad de la piel, haciéndola más blanda y susceptible de lesionarse.  b. Fricción: el roce con
otra superficie daña la epidermis y causa abrasiones superficiales.  c. Fuerzas cortantes o
cizallamiento: la fricción en combinación con la gravedad mueve el tejido blando sobre un hueso
fijo produciendo disrupción de vasos, lo que genera más isquemia. Se produce al elevar la
cabecera más de 30º y el paciente se desliza hacia abajo

 Factores intrínsecos (determinados por el paciente)

a. Edad: en pacientes añosos, la piel es más seca, menos elástica y con reducción de la masa tisular
lo que favorece la ulceración.

b. Nutrición: la baja ingesta oral o la desnutrición favorecen la producción de estas úlceras.

c. Movilidad: en circunstancias normales, las personas se mueven cuando la presión produce


incomodidad y dolor. La parálisis, los trastornos sensoriales, la debilidad extrema, apatía, falta de
lucidez mental y la sedación excesiva afectan esta respuesta.

d. Hipoxia tisular: cualquier trastorno que resulte en una hipoxia tisular también favorece la
génesis de estas úlceras. Entre estos trastornos están las alteraciones circulatorias o respiratorias,
anemia y edema-

e. Higiene: la falta de higiene aumenta el número de microorganismos en la piel, la macera y la


hace más proclive a lesionarse.

f. Lesiones medulares, enfermedades neurológicas, como espasticidad.

g. Otros: anemia, hiporoteinemia, hipovitaminosis, drogadicción, patología psiquiátrica asociada,


patología respiratoria, síntomas autodestructivos, infecciones crónicas, patología urinaria,
digestiva, abandono familiar, patologías óseas y articulares.
Clasificación

Las úlceras por presión se clasifican según el tejido cutáneo que comprometa, así:
 Eritema no blanqueable
 Epidermis - dermis
 Hipodermis: TCS
 Tejidos profundos
Las úlceras por presión presentan un aspecto clínico que va variando a lo largo de su
evolución. Inmediatamente antes de la formación de una úlcera por presión, aparece en el área
expuesta al riesgo una zona de presión, la cual se observa clínicamente como un eritema que
blanquea al hacerle digito-presión. Cuando la zona de riesgo NO es liberada de la presión en un
período de aproximadamente 2 horas, esta zona se convertirá en una úlcera por presión grado I,
la cual clínicamente se presenta como un eritema que no blanquea a la presión. También puede
observarse como una mancha morada o violácea persistente.
La úlcera por presión grado II se caracteriza por comprometer tanto la epidermis como la dermis
(las dos primeras capadas de la piel). Al observarla se puede ver el tejido rojizo con pérdida de la
integridad de la piel, lo cual puede presentarse como ampollas o como una laceración superficial.
La úlcera por presión grado III compromete además de la dermis y la epidermis, el tejido celular
subcutáneo (tejido graso). Se caracteriza por que drena un líquido seroso o purulento cuando está
infectada.
Las úlceras por presión grado IV son lesiones tan profundas que comprometen tejidos como
músculo, hueso, tejido cartilaginoso, vísceras, y demás estructuras que sean sometidas a presión.
Es frecuente observar tejido necrótico.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
Estos son los signos de advertencia de úlceras por presión:
 Cambios inusuales en el color o la textura de la piel
 Hinchazón
 Drenaje similar al pus
 Una región de la piel que se siente más fría o cálida al tacto que otras
 Zonas sensibles
Las úlceras de decúbito se clasifican en diversos estadios según su profundidad, su gravedad y
otras características. El grado de daño de la piel y los tejidos varía desde piel intacta roja hasta
lesiones profundas que afectan el músculo y el hueso.
Zonas frecuentes de úlceras de decúbito
En las personas que usan silla de ruedas, muchas veces se producen úlceras de decúbito en la piel
en las siguientes zonas:
 Coxis o glúteos
 Escápulas y columna vertebral
 Parte trasera de los brazos y piernas donde se apoyan en contacto con la silla
En el caso de personas postradas en una cama, las zonas frecuentes son las siguientes:
 Parte trasera o laterales de la cabeza
 Omóplatos
 Cadera, parte inferior de la espalda o coxis
 Talones, tobillos y la piel detrás de las rodillas
by Escrito por personal de Mayo Clinic

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