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Texto 1
EL ZORRO ENGREÍDO
Después de unas extensas vacaciones en la
playa, el zorro regresa al bosque muy bronceado,
con lentes y muy agrandado.
Los loros molestos por este regreso se suben
a lo más alto de los árboles. Pepita, la lorita
periodista se acerca para escuchar la novedad
que traía el viajero:
-Me hice vegetariano.
Pepita no podía creer lo que escuchaba y comenzó a preguntarle desde cuándo era
vegetariano y mientras él le explicaba, pensaba que después de tantos loros que se había
comido, cómo era posible que hubiera cambiado.
El zorro le propone que dé la noticia a todos los animales del bosque.
La pequeña periodista no sabía si hacerle caso o esperar estar segura.
Mientras el zorro le decía:- Vamos, Pepi, cuenta la noticia y de paso bajas y te
cuento detalles para hacer algunos carteles ecológicos.
Texto 2
Angol, 13 de Julio de 2010
Les escribo para contarles que me encuentro en un disyuntiva muy grande, resulta que estoy feliz de
que ahora salimos de vacaciones de invierno, me he esforzado mucho este semestre tengo un
promedio 6, 3 por lo que quiero descansar durante estas dos semanas; pero por otro lado, estoy
preocupado, ya que, el pronóstico del tiempo, indicó que iba a llover durante las dos semanas de
vacaciones, y así no podré salir a jugar con mis amigos a la calle, ya que estas se inundan por tanta
agua caída.
Mi mamá me ha felicitado muchas veces por mis buenas notas, y el día que salí de vacaciones me
estaba esperando con una once llena de pasteles, galletas y cosas ricas, me dijo: “Hijo, te has
esforzado harto este semestre, por eso te mereces que te premie, con esta rica once”. Yo le agradecí el
gesto con un beso en la mejilla, y le respondí:”Gracias mamá por valorara el empeño que pongo en el
colegio, te quiero”.
Entonces ¿Qué puedo hacer si no tengo como salir a jugar?, ¿Cómo puedo entretenerme durante estas
vacaciones de invierno?.
Por favor responde a mi carta y dame ideas para no aburrirme.
Afectuosamente.Nicolás.
Es probable que en alguna ocasión hayas podido observar un extraño fenómeno en el cielo:
¡De repente, en pleno día y durante unas horas, el Sol no es visible y la Tierra se obscurece!
Un caso parecido al anterior ocurre cuando, repentinamente y por un corto tiempo, la Luna
pierde su luminosidad, quedando a obscuras.
Estos fenómenos, conocidos con el nombre de eclipses, llamaron poderosamente la atención
de los hombres desde hace mucho tiempo. ¿A qué se deben? ¿Qué es lo que ocurre?
Las primeras explicaciones sobre los eclipses tenían un carácter mágico. Posteriormente,
cuando el hombre realizó observaciones más cuidadosas, pudo establecer una explicación
científica para ellos.
Hay dos tipos de eclipses: lunar y de Sol.
• Eclipse lunar. Durante él, la Tierra se mueve entre el Sol y la Luna, entrando la Luna
en la sombra de la Tierra. Si los tres cuerpos están en línea recta, la Luna entera cae en la
sombra dejada por la Tierra. Este eclipse se llama "total". En cambio, si los tres cuerpos no
están en línea recta, la sombra de la Tierra puede cubrir sólo parte de la Luna y resulta un
eclipse "parcial".
• Eclipse de Sol. El término eclipse de Sol no es muy apropiado, porque es la Tierra la
que se obscurece y no el Sol. Durante un eclipse de Sol, la Luna se mueve entre la Tierra y
el Sol. Entonces, al estar los tres cuerpos en línea recta, el Sol no es visible desde aquella
zona de la Tierra que está dentro de la sombra que proyecta la Luna. Como la Luna es más
pequeña que el Sol, la sombra de ella obscurece sólo una pequeña zona de la Tierra.
Tal vez te sorprenda el nombre selknam; parece extranjero. En realidad es el nombre que se
daban a sí mismos los indios que habitaban, hace mucho tiempo, la isla Grande de Tierra del
Fuego, el territorio más austral de nuestro continente. Los conquistadores españoles llamaron
Ona a este pueblo.
Estos indígenas vivían, como ya mencionamos, muy al sur de nuestro país, en una zona
donde la vida es bastante difícil para cualquiera. Hace mucho frío, la lluvia es frecuente y el
viento y la nieve obligan a las personas a buscar lugares abrigados y seguros para protegerse de
las inclemencias del tiempo.
Los selknam vivían en campamentos y tenían siempre encendidos buenos fuegos delante de
sus tiendas. Les gustaba vivir a solas con su familia, pero también disfrutaban de la compañía
de los parientes y amigos, con los que compartían largas y amenas charlas alrededor de una
fogata.
Se dedicaban a cazar guanacos, de los que se alimentaban y aprovechaban sus pieles para
elaborar sus vestimentas y algunos utensilios de uso doméstico. Entre sus costumbres estaba la
de repartir con sus vecinos y amigos la carne obtenida en una cacería, sin fijarse el cazador en la
cantidad que quedaba para él.
Los selknam eran muy generosos, querían mucho a sus amigos y se preocupaban de que
estuvieran siempre bien, y no olvidaban nunca de hacerles regalos.
Lamentablemente, este pueblo de fuertes cazadores desapareció hace ya muchos años.