Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EN COLOMBIA
Tensiones en juego para configurar un campo
de estudios
David Leonardo Quitián Roldán
Un primer pase con el recuerdo
No se puede desarrollar esta ponencia sin mencionar un recuerdo significati-
vo: fue en la pasada edición del Congreso Nacional de Sociología, realizado en
diciembre de 2006 en la ciudad de Bogotá (en la Universidad Nacional) donde
por invitación del coordinador de esa IX edición, profesor Gabriel Restrepo, se
programó por primera vez una mesa temática que trató el deporte con antiparras
sociológicas. Pasado un lustro desde esa fecha, una lectura de los ejes temáticos
de esa mesa, llamada “Deporte y Sociedad”, ilustra sobre el interés de entonces
por hacer un rastreo de las investigaciones adelantadas hasta ese congreso y del
evidente afán por constituir una red de académicos que impulsara la constitución
de un campo de estudios. Por esa razón, se eligió invitar a una de las figuras más
destacadas de esa veta sociológica: el argentino Pablo Alabarces quien acababa
de publicar un verdadero best seller disciplinar, el libro “Fútbol y patria” (2002)
que sigue siendo una obra referente en el ámbito de las investigaciones sociales
2739
sobre fútbol en particular y del deporte en general. Con la presencia de Alabarces
y la de cerca de veinte estudiosos de Bogotá, principalmente, se gestó el naci-
miento de REDRE (Red de estudios en Deporte y Recreación) cuyo crecimiento
se detalla en el texto que sigue y se fomentaría la creación de una asociación de
profesionales que declararon su interés por desarrollar investigaciones en ese
campo (Asciende) que llevarían –con el apoyo de la Asociación Latinoamericana
de Sociología- ALAS- a la organización del “I Encuentro Nacional de Investigación
y Estudios Socioculturales del Deporte” en junio de 2011 en Bogotá y, ahora, a
la propuesta y coordinación de la presente mesa temática en la que se inscribe
la presente ponencia.
2741
Para Giddens como para muchos otros, los valores imperantes en la sociología
y la estructura de las oportunidades dentro de ella dictaminaban que el trabajo
sociológico se realizara en áreas más tradicionales y convencionales, con el re-
sultado de que el estudio del deporte desde este punto de vista había quedado
mayoritariamente en manos de los no sociólogos. Una vez más, ha hubo nota-
bles excepciones: Pierre Bourdieu (Sports and Social Class) y Gregory P. Stone
(American Sports: Play and Display) realizaron valiosos trabajos en este campo.
“Pero sigue siendo cierto que pocos sociólogos de la principal corriente de esta
disciplina han emprendido hasta ahora investigaciones sistemáticas del deporte,
han teorizado o discutido acerca de él en sus libros de texto o en sus trabajos, o
incluido el estudio del deporte en los cursos que imparten”(Ibíd.: 11).
Como en la sucesión infinita y cada vez más pequeña que se produce al inter-
poner un cuerpo entre dos espejos enfrentados, los estudios del llamado “mejor
espectáculo del mundo” están contenidos en dos cajas mayores rotuladas “Edu-
cación física” y “Medicina”, precedidas por una cámara superior dividida en dos
compartimientos; en uno está la literatura pura y en el otro el periodismo de-
portivo. Así, casi todo lo escrito en Colombia sobre boxeo, ciclismo y pesas, por
citar dos prácticas denominadas “deportes nacionales” y una tercera que le ha
dado tres medallas consecutivas al país en las últimas tres citas olímpicas1, pro-
1 La estadística dice que Colombia ha tenido 38 campeones mundiales de boxeo y doce de ciclismo; esa es la razón para que estas
dos actividades sean consideradas “Deportes Nacionales”. Así mismo, en las últimas tres olimpiadas el país ha cosechado 3 medallas
viene del periodismo o de la literatura o de la educación física o de la nutrición o
la fisiología ó tiene alguna relación, así sea tangencial, con un texto mayor que
habla de balompié profesional.
Simplemente por señalar una de las posibles miradas que se presentan en la
literatura colombiana, es plausible citar al escritor Héctor Abad Faciolince en su
penúltima novela “El olvido que seremos”:
“…Al medio día de ese martes, cuenta mi mamá, volviendo juntos de la oficina, mi
papá quiso oír las noticias sobre el crimen de Luis Felipe Vélez, pero en todas las
emisoras de radio no hablaban, de otra cosa que de futbol. Para mi papá el exceso
de noticias deportivas era el nuevo opio del pueblo, lo que lo mantenía adormeci-
do, sin nociones de lo que de verdad ocurría en la realidad, y así lo había escrito
varias veces. Estando con mi mamá; le dio un puñetazo al volante y comentó con
rabia: “la ciudad se desbarata, pero aquí no hablan sino de futbol”. Dice mi mamá
que ese día estaba alterado, con una mezcla de rabia y tristeza, casi en el borde
de la desesperanza…” (Abad Faciolince, 2007: 238).
A propósito del deporte rey, conviene decir que su aspecto más examinado en
Colombia es el de la violencia asociada a él, empezando por el fenómeno de las
barras bravas –quizá el menos entendido y asimilado por el estamento político-
del que existe un respetable número de tesis de grado, artículos, ponencias y
2742
estudios con forma de libro y el del narcotráfico que también presenta publica-
ciones para mostrar (ver Quitián, 2007). De la violencia en los estadios destacan
la tesis de pregrado “La ciudad de los fanáticos: aproximación al fenómeno de
las barras de fútbol locales Barón Rojo Sur y Frente Radical Verdiblanco entre
los años 1999- 2001” de los estudiantes de sociología Harold Pardey, Juan Paulo
Galeano y Andrés Blanco presentada en la Universidad del Valle en 2001. Así
mismo, la tesis “La violencia en el fútbol vista a través de las barras bravas” pre-
sentada como requisito para optar al título de sociología, de la Universidad Na-
cional de Colombia, por Germán Gómez Eslava. Estas dos monografías son pio-
neras en el tema y han inspirado al menos una docena más, como “Sin amarillo,
azul y rojo. Construcción de identidad de las barras CADC Y LGARS” de César Mendoza,
presentada en el Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia
(2004) y la de Jairo Clavijo, titulada Estudio de barras bravas de fútbol de Bogo-
tá: Los comandos azules (2004), escrita como pieza de grado del programa de
antropología de la Universidad Javeriana.
Ya en el nivel de maestría se registran las tesis El centro de la mirada del
magister en antropología de la Universidad Nacional, Samuel Ávila (2001), “Los
hinchas de la hinchada” sustentada por Alejandro Villanueva y Alirio Amaya en
el marco de la maestría en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional
(2010) y la de Nelson Rodríguez bautizada Fútbol y afición. Proceso de figura-
ciones a la manera de alentar a los equipos profesionales capitalinos (Santa Fe y
(entre ellas la única de oro) en la halterofilia.
Millonarios): la época de “El dorado” y los años 80-90” (2010) presentada como
requisito de grado en la maestría en Sociología de la Universidad Nacional de
Colombia; estas dos últimas tesis tienen la virtud de haber expresado los desa-
rrollos conceptuales de los autores en tensión con las reflexiones suscitadas en
el interior del programa “Goles en Paz” de la Secretaría de Gobierno de Bogotá
al que están vinculados los investigadores que suscriben los textos. También es
justo referenciar la tesis doctoral de Jairo Clavijo –autor ya mencionado un pá-
rrafo atrás- que en el marco de su tesis doctoral en la Universidad La Sorbonne
Nouvelle de París, publicó el libro “Cantar bajo la anaconda: un análisis socio-
cultural del barrismo en el fútbol” (2011). Mención especial merecen los libros
“Emoción, Control e identidad: las barras de fútbol en Bogotá” de María Teresa
Salcedo y Omar Rivera que fue publicado por el Instituto Colombiano de Antro-
pología e Historia- ICANH en 2007 y “Clásico local” editado por la Alcaldía Mayor
de Bogotá y la Fundación Gilberto Alzate Avendaño en 2009.
Esa particularidad nacional coincide con la tendencia mundial señalada por
Dunning quien afirma que “la única arista que ha llamado la atención de algunos
respetables sociólogos es la de los violentos hinchas del fútbol. Los football hoo-
liganism (hooligans o gamberros) han tenido el honor de captar la curiosidad de
algunos marxistas y teóricos del desviacionismo” (Elías y Dunning, 1992: 18).
2743
el conflicto de prioridades e intereses entre las propias disciplinas: entre cien-
cias duras (verbigracia la medicina, las matemáticas, las ciencias naturales e
ingenierías) versus las ciencias blandas (sociología, antropología, filosofía, psi-
cología, etcétera, etcétera), que si bien está casi superado, aun permea ámbitos
como el del poder político, ejecutivo y presupuestal dentro de las universidades
e instituciones que regentan la ciencia y la cultura en el país como los ministerios
de Educación y Cultura y el mismo Colciencias.
2 El diario El Tiempo fue el primer patrocinador de la ronda ciclística nacional y hoy se sostiene como su sponsor oficial.
folclor y –en general- todo lo relativo a la construcción de proyectos e identida-
des locales- nacionales.
De la mano del periodismo, sobre todo el escrito, llegó el periodismo literario o
“Nuevo periodismo” encarnado mundialmente por los escritos de Truman Capote
(ver sus perfiles de Marilyn Monroe, Chaplin y Picasso), Norman Mailer (especial-
mente su reportaje sobre Muhammad Alí) y Gay Talese (ver sus crónicas de Joe
Louis, Floyd Patterson y Joe DiMaggio) y expresado en nuestro país en la forma
de reportajes, entrevistas y crónicas. Resaltamos tres: la entrevista que el es-
critor de la Casa Grande y miembro del célebre “Grupo de Barranquilla”, Álvaro
‘El Nene’ Cepeda Samudio, le hiciera al genial Garrincha en 1968…
“Manoel Dos Santos no se acuerda cómo comenzó a jugar al fútbol en Pau Grande.
Tampoco se acuerda cuándo comenzó a trabajar, aprendiendo a coser mangas a
las camisas que se producían en la gran fábrica de confecciones que aun funcionan
en el pueblo. “Debió ser muy pequeño”, dice. Pero sí se acuerda del horario de la
fábrica porque todavía siente el cansancio de la jornada: de seis de la mañana a
cuatro de la tarde, cosiendo mangas; de las cuatro hasta cuando oscurecía, ju-
gando al fútbol: y de las siete de la noche a las nueve, estudiando en la escuela
de la fábrica donde también trabajaba su padre, que era celador. Y con quien se
cruzaba todas las noches cuando el pequeño Manoel iniciaba el regreso, muerto de
cansancio, a su casa pobre de la colina…” (Cepeda, 1968).
2744
“El Corazón de Jesús más feo del mundo está en el barrio Simón Bolívar: carrera
84ª No. 37-6, de Medellín. En esa casa vive Martín Emilio Rodríguez Gutiérrez,
alias “Cochise”. El cuatro veces Campeón Nacional de Ciclismo, Medalla de Oro
en Winnipeg, y otros resonantes triunfos internacionales. Con los campeones no
tengo buena suerte. Cuando doy al chofer la dirección, me lleva a otro barrio, al
otro extremo de la casa que busco. Después de perdernos en un laberinto de no-
menclaturas digo al camarada conductor que esa dirección es donde vive Cochise,
el campeón de ciclismo.
--Si me lo dice al principio lo llevo como un tiro
Son las seis y media de la noche. Estoy atrasado media hora. Frente a la casa del
campeón hay un Volkswagen estacionado, recién brillado. Toco el timbre.
Aparece una señora con cara de mamá.
--¿Está Cochise?
-Sí, entre.
Ahí mismo queda la sala de recibo. Al fondo el comedor. Ese que está comiendo
debe ser él. Digo “hola”. El dice: “ya me iba a ir”. Yo digo: “entonces llegué a tiem-
po”. (Arango en Duque, 1984:144)
Y la etnográfica crónica de Alberto Salcedo Ramos al ex campeón mundial
Walter Junior, Antonio Cervantes “Kid Pambelé”, en 2005…
“De las palabras de Miguel Gómez me acordé una de las tantas tardes en las
que me vi con Pambelé. Fue en la carrera 7ª con calle 17. Lo encontré parado
en la esquina, con un vaso de tinto en la mano derecha. Cuando empezamos a
caminar rumbo a la cafetería, un pordiosero que estaba acurrucado en el piso lo
saludó levantando el pulgar derecho. Luego un agente de policía, guiñando un
ojo, dijo que así como se veía hoy era como todos los colombianos querían verlo.
Lo saludaron el vendedor de libros piratas y la empleada de la tienda de discos.
En la cuadra siguiente nos tropezamos con un hombre que, al reconocerlo, le tiró
un gancho suave en el estómago. De pronto, los pasajeros de un bus estaciona-
do en el frente, empezaron a llamarlo a gritos:
--¡Adiós, campeón!
--Campeoooon!
Pambelé hizo la “V” de la victoria con la mano izquierda, aparentemente des-
preocupado por establecer de donde venían los gritos. Sonrió, tocó la cabeza de
un niño que venía en un coche. Entonces tuve la impresión de que ya no avanza-
ba a pie sino encaramado en lo más alto de un camión de los bomberos, donde
jamás de los jamases volvería a alcanzarlo la derrota. Lo vi desamparado en su
quimera, pero dispuesto a defender hasta el final el único trono que le queda”
2745
(Salcedo, 2005: 67).
Por supuesto que existen decenas de trabajos similares de plumas como Me-
lanio Porto Ariza, Chelo de Castro, Fabio Poveda Márquez, Mike Forero Nougués,
Andrés Salcedo, Rafael Mendoza, David Sánchez Juliao, Jaime Ortiz Alvear, Rufi-
no Acosta, Víctor Rosas, Juan Gossaín, Daniel Samper Pizano, Jairo Clopatofsky,
Alberto Galvis, Héctor Urrego, Héctor Palau, Estewil Quesada y el propio Gabriel
García Márquez3; sin embargo hacemos énfasis en estas tres piezas a media
agua entre lo literario y lo periodístico por ser confeccionadas por personajes de
notable estatura en la cultura colombiana y porque cada uno de ellos escribió
sobre ídolos (e íconos) del deporte del momento; representantes –a su vez- de
los tres deportes que más títulos han ofrendado (para decirlo en términos de
Gaitán) al “país nacional”, razón por la cual son los más queridos de Colombia:
el fútbol, el ciclismo y el boxeo, respectivamente.
2747
Testimonios orales de personajes que estuvieron en medio de los cambios
relacionan dos posibles causas de la exclusión del deporte de la Universidad
Nacional; por un lado refieren el conflicto entre los médicos y los edufísicos por
quedarse con el moderno laboratorio de fisiología que en esa fecha pertenecía
a Educación física, por otro lado reseñan la poca simpatía que el establishment
de entonces tenía con esa disciplina asociada a ideas progresistas, de izquierda,
marxistas y comunistas8. Entonces, otra vez tenemos de un lado el pulso entre
ciencias duras y ciencias blandas y del otro la percepción conservadora del de-
porte como una exacerbación de la inmoralidad o como una incorrecta expresión
política. El episodio de la expulsión- excomunión reviste un simbolismo aleccio-
nante: la primera universidad pública, del Estado, abortó casi desde su mismo
inicio el matrimonio bien avenido entre cuerpo y mente propuesto por la aca-
demia inglesa en particular (y mucho más atrás la grecorromana) y la europea
en general. Es en esa vuelta de espalda donde está, probablemente, la principal
causa de la escasez y poca importancia que la academia oficial, la ortodoxa, la
que goza de una respetable tradición, presta a temáticas del deporte.
6 Extracto de tertulia sobre la historia de la Educación Física en Colombia ofrecida por el maestro Jorge Zabala (Presidente de la Aso-
ciación de Profesores de Educación Física) el lunes 11 de agosto de 2008 en las instalaciones de la UPN, sede Valmaría.
7 Esa es la razón para que el Programa de Licenciatura en Educación Física sea más antiguo que la misma Universidad Pedagógica
Nacional que fue fundada en 1955.
8 En la misma tertulia, el profesor Zabala refiere la orden perentoria de la presidencia de la República de quemar los libros de la bib-
lioteca del Instituto, entre los que estaban las obras completas de Marx, Engels y Lenin.
Otra consecuencia, es que la UN no fue ni es referente del deporte en Bogotá
y el país como otras universidades nacionales- estatales de América y del mun-
do: La Universidad Nacional tiene una envidiable infraestructura para el deporte,
incluido su hermoso estadio (declarado monumento nacional y bautizado, justa-
mente, Alfonso López Pumarejo) que fue escenario en los 50’s de la memorable
época futbolística conocida como “El Dorado” pero que ha sucumbido en celebri-
dad ante el otro estadio capitalino situado a menos de un kilómetro y construido
en la misma fecha: el Nemesio Camacho “El Campín”. Pocos, por decir ninguno,
son los deportistas destacados que de allí egresan y el performance de los equi-
pos de la UN en juegos deportivos universitarios puede calificarse de mediocre
a no ser por el repunte obtenido en los últimos años. En los juegos existe una
ventaja que va in crescendo a favor de las academias privadas; situación que
se corresponde con otra verdad del deporte colombiano: el existe a pesar del
Estado y su desarrollo se debe a la empresa privada.
Esta situación en la que el deporte sólo es asumido como cuestión de Estado
cuando hay algún campeón está bien documentado en América Latina, empero,
no se ha examinado lo suficiente en Colombia. En todo caso, tampoco se hará
en esta ponencia, pero sirve mencionarlo como una consecuencia indirecta de la
sustracción de la educación física y de los deportes de la Universidad Nacional de
Colombia. Dicho de otra manera: los intelectuales, sobre todo los de izquierda,
vieron en el fútbol una perversa estrategia de alienación de parte del aparato
2748
2749
la educación física en temas del y afines al deporte. En el inventario temático
de “La editorial del deporte” aparece un variopinto listado de profesiones (médi-
cos, nutricionistas, fisiólogos, licenciados, edufísicos, entrenadores, deportistas,
deportólogos, administradores del deporte, literatos, periodistas, filósofos, psi-
cólogos, economistas, historiadores, trabajadores sociales, sociólogos, antropó-
logos) hablando de un igualmente diverso número de temáticas que van desde
estrategias pedagógicas y de aula para fomentar el deporte, artículos de acervo
filosófico que indagan sobre las diferencias ontológicas entre deporte, educa-
ción física y recreación; estudios críticos curriculares; recetas de entrenamiento,
tablas de rendimiento, menús nutricionales para el alto rendimiento; análisis
económicos y de merchandising del mercado del músculo; historia de deportes
y de los deportes; novedades de reglamentos, análisis y reflexiones culturales y
sociológicas de problemas como el doping, las mafias y la manipulación política
e ideológica del deporte; novedades editoriales, reseñas bibliográficas, etc., etc.
Todo un universo temático que aborda muchos de los temas que hoy día son tra-
tados por grupos de investigadores en diversas partes del mundo y que permiten
valorar el aporte de esta universidad y editorial en el desarrollo de los estudios
sociales del deporte en Colombia, al permitir que en sus ambientes naturales se
gestara una fase superior de las reflexiones hechas hasta entonces por el perio-
dismo y la literatura.
Sociología y antropología debutan en el deporte: dos
obras pioneras
Dos son los libros que en toda ley pueden considerarse pioneros de los estu-
dios sociales del deporte en Colombia. El primero es el de la antropóloga Zandra
Pedraza y el segundo es el del sociólogo Alberto Mayor. Llama la atención que la
autora sea de una institución “por fuera del circuito del deporte” como lo es la
Universidad de los Andes, entidad de origen privado, que fue fundada el mismo
año en que empezara el fútbol profesional en Colombia y en la misma fecha en
que nacieran las emisoras comerciales RCN y Caracol encargadas de difundirlo.
La obra de Pedraza está fuertemente influenciada por la corriente de estudios de
la cultura a partir de las historias íntimas y particulares, desde la cotidianidad.
Del escrutinio de la cotidianidad y de temas poco explorados como las modas
locales, la higiene, el aseo personal y los manuales de conducta y de urbanidad;
los hábitos instaurados, impuestos y regulados por la instrucción académica de
los libros y cartillas escolares y los catecismos religiosos; del control social so-
bre los cuerpos a partir de las costumbres sociales que son dictaminadas por la
moral pública y privada. En el país de la urbanidad de Carreño9 y del “Sagrado
Corazón de Jesús”10 examinar la regulación de los placeres para construir los
cuerpos de la patria parecía una asignatura de obligatorio cumplimiento por
parte de la academia y el libro “En cuerpo y alma: visiones del progreso y de la
2750
“El valle del Cauca y, en particular, su capital, Cali, fueron consideradas (y quizá
aún lo sean) como una región “modelo” en la práctica de los deportes. Que ello
haya sido resultado de un proceso espontáneo o de un desarrollo planificado, de
una parte, y que hubiese tenido alguna relación con su desarrollo económico y ur-
bano de otra, es algo que debe ser investigado como temas colaterales de un pro-
blema más amplio, a saber, si la “magnificación”, por parte de Cali como la “capital
deportiva de América”, fue fruto de un intento serio de pacificación, por parte de
las clases altas de la región, de unas relaciones sociales caracterizadas por ciclos
recurrentes de violencia o si fue el resultado de una inofensiva leyenda ideológica
9 Manual que marcó historia en Colombia al ser de obligatoria observancia no sólo en el ambiente natural de la escuela, sino en
el conjunto de la sociedad a lo largo de todo el siglo XX.
10 En la Constitución Política de 1886 la nación se encomendaba y erigía a esa estampa- figura religiosa de Jesucristo most-
rando su divino corazón ensangrentado.
en términos de Elías” (Mayor, 1984: 6).
2751
“Deporte y sociedad” que se realizó en el edificio de la Hemeroteca Nacional,
congregando a periodistas, árbitros, deportistas, estudiantes, profesores y aca-
démicos nacionales y extranjeros. De Argentina vino Pablo Alabarces, director
de posgrados de ciencias sociales de la Universidad de Buenos Aires, quien es
referente en América Latina en esta materia, entre otros trabajos por su obra
Fútbol y Patria, que es un análisis clásico del mundial de “Argentina 1978” y su
relación con la prensa, la economía y la dictadura militar. Fue la primera vez que
el tema central era el deporte visto ya no exclusivamente por médicos, edufísi-
cos y periodistas sino también por profesionales de las ciencias sociales y por
ello ese congreso es considerado el bautizo de fuego en el afán de constituir un
campo de estudios. La principal sorpresa fue observar la cantidad y calidad de
trabajos, inconexos entre sí, adelantados por estudiantes y docentes de pregra-
do y posgrado (nivel de maestría) de distintas universidades públicas y privadas
de Bogotá y el país.
Tres eventos más fueron testigos de otras reuniones en donde hubo nuevas
socializaciones de trabajos inéditos adelantados peregrinamente por investiga-
dores sociales colombianos en torno al deporte: el 12 Congreso de Antropología,
del 10 al 14 de octubre de 2007, que tuvo un panel titulado “Deporte, Cultura y
Sociedad: la pertinencia del deporte como problema de investigación social” que
fue replicado en el 50 Congreso de la Facultad Latinoamericana de Ciencias So-
ciales, Flacso, sede Quito, del 29 al 31 de octubre de ese mismo año. Finalmente
el II Encuentro de Estudios en Fiesta, Nación y Cultura desarrollado por el Ins-
tituto de Estudios en Comunicación y Cultura (IECO) e Intercultura y auspiciado
por universidades como la Nacional, Distrital, UPTC, de Antioquia; el Ministerio
de Cultura, el Museo Nacional, Colciencias, el Festival Iberoamericano de Teatro,
IBRACO, Telecaribe, la Radio Nacional, el Convenio Andrés Bello, entre otras ins-
tituciones. Allí se presentó el panel “Ocio, Recreación y Deporte” escenificado del
12 al 15 de marzo de 2008 en las instalaciones del Archivo General de Colombia.
Como resultado de la propuesta, organización y realización de esos certáme-
nes se logró consolidar una Red de Estudios en Deporte y Recreación, REDRE,
con investigadores de la Universidad Nacional, la Universidad Pedagógica, la Uni-
versidad de los Andes, la Javeriana, la Universidad Incca, la Universidad de los
Llanos y sociólogos que trabajan en políticas públicas de Bogotá. En la actuali-
dad, REDRE ya logró reconocimiento institucional en la Universidad Nacional que
a través, primero, del Instituto de Estudios en Comunicación- IECO- y luego del
Instituto de Estudios en Comunicación aceptó el programa “Deporte, Recreación
Comunicación y Sociedad”, adscrito a la línea de investigación “Comunicación y
Sociedad”. Los resultados de esa gestión son: un convenio de cooperación en
investigación, docencia y extensión entre la UN y la UPN que palia el divorcio de
hace más de seis décadas. Ya sociólogos, antropólogos, psicólogos y educadores
físicos de REDRE están vinculados a equipos de trabajo en las licenciaturas de
Educación física, Recreación, Deporte de la UPN y la Unillanos; de Administración
2752
2753
(Alesde), el mexicano Samuel Martínez (Red de estudios de ocio, deporte y
recreación de México), el brasilero Paulo Martins (ALAS) y de una veintena de
panelistas y expositores del país. También en lo internacional con la participación
en eventos e integrando el comité científico de la Asociación Latinoamericana de
Investigación y Estudios Socioculturales del deporte –ALESDE. Así mismo, cua-
lificar los espacios deportivos y recreativos del deporte colombiano, en general
y del deporte universitario, en específico, contribuyendo desde una perspectiva
teórica y práctica a estimular una cultura de cooperación y competencia como
medio de reflexionar en torno a las reglas sociales de convivencia. Se impone
articular las investigaciones con los entes que regulan la ciencia en el país como
Colciencias y las mismas universidades; además de concertar desarrollos con
los organismos encargados de construir la política pública y de administrar el
deporte en lo local (Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, para el caso de
Bogotá) y del país en cabeza de Coldeportes y el ministerio de Cultura.
Sin embargo, el principal desafío es superar los análisis realizados por profe-
sionales sustitutos de otros campos disciplinares como el periodismo y la literatu-
ra; análisis que por atender a audiencias habidas de explicaciones inmediatistas
no profundizan en las verdaderas preguntas que reclama la historia colombiana
¿Cuáles son las consecuencias de haber creado, a las volandas, un torneo de
fútbol cuatro meses después del magnicidio de Jorge Eliecer Gaitán a mediados
del siglo pasado? ¿Cómo incidió en el proyecto nacional la creación de la Vuelta
a Colombia en 1951? ¿Por qué Pambelé y otros boxeadores de su estirpe han
pasado de la gloria deportiva, económica y social al sótano de la adicción y la
pobreza? ¿Por qué el narcotráfico y las mafias se han enseñoreado del fútbol en
particular y de los deportes en general en Colombia? ¿Cuáles son las razones por
las que el deporte y la recreación no sean consideradas aun como cuestiones de
Estado? ¿Por qué el fútbol ha servido como distracción en eventos como la toma
del Palacio de Justicia por parte de la guerrilla del M- 19 en noviembre de 1995?
¿Por qué existe en Colombia la disyuntiva entre estudio y deporte? ¿Es perti-
2754
Referencias bibliográficas
Abad, Héctor (2007) El Olvido que seremos. Bogotá, Editorial Planeta.
Alabarces, Pablo (2002) Fútbol y patria. El fútbol y las narrativas de la Nación
en la Argentina, Buenos Aires, Prometeo Libros.
_______________ (2010) “Entre la banalidad y la crítica: perspectivas de las
ciencias sociales sobre el deporte en América Latina”, en: Fútbol-espectácu-
lo, Cultura y Sociedad, México, Afinita Editorial. p. 69-101.
_______________ (2011) “Veinte años de ciencias sociales y deportes, diez
años después” en, Revista Virtual Alesde. Disponible en URL: http://ojs.
c3sl.ufpr.br/ojs2/index.php/alesde/article/viewFile/22598/15148
Amaya, Alirio & y Villanueva, Alejandro (2010) Los hinchas de la hinchada.
Tesis inédita de la maestría en Educación. Bogotá, Universidad Pedagógica
Nacional.
Arango, Gonzalo (1987) “Cochise a vuelo de tequila”. En: Duque, R. Los esca-
rabajos campeones. p. 144- 157. Bogotá, Editorial Oveja Negra.
Archetti, Eduardo (1985) Fútbol y ethos. Buenos Aires, FLACSO.
_______________ (2003). Masculinidades. Fútbol, tango y polo en la Argen-
tina. Buenos Aires, Antropofagia.
Ávila, Samuel (2003) El centro de la mirada. Tesis de Maestría inédita. Bogotá,
Universidad Nacional de Colombia.
Bourdieu, Pierre (1978) “Sport and Social Class”. En: Social Science Informa-
tion, vol. 17, número 6.
Brohm, Jean et al (1978) Deporte, Cultura y Represión. Barcelona: Editorial
Gustavo Gili, SA.
Cadena, Ana (2004) “Proyectos sociopolíticos, poblacionales y familias: de las
políticas de higiene al control social a través del efecto. Colombia 1900-
1999”. En: Documentos CESO No. 76. Bogotá, Universidad de los Andes.
Cajigal, José (1981) Deporte, espectáculo y acción. Tomo 32. Madrid, Editorial
Salvat.
Capote, Truman (2000) Una adorable criatura y “Pablo Picasso”. En: Retratos.
Barcelona, Editorial Anagrama.
Carreño, Manuel (1991) Compendio del Manual de Urbanidad y buenas mane-
ras de consulta indispensable para niños, jóvenes y adultos. Bogotá, Pana-
mericana.
Cepeda, Álvaro (1968) “Garrincha”. En: ACORD Atlántico: los pioneros. 60 años
2755
(1946- 2006). p. 24- 32. Barranquilla, Editorial Kinesis.
Clavijo, Jairo (2004) Estudio de barras bravas de fútbol de Bogotá: Los coman-
dos azules. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana.
___________ (2010) Cantar bajo la anaconda. Un análisis sociocultural del ba-
rrismo en el fútbol. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana.
Da Matta, Roberto (1982) Esporte na Sociedade: Um Ensaio sobre futebol Bra-
sileiro. En: Universo do futebol: Esporte e Sociedade Brasileira. Rio de Ja-
neiro, Pinakotheke.
Eco, Umberto (1973) Diario Mínimo. Barcelona, ediciones Península.
Elías, N & Dunning, E. (1992) Deporte y ocio en el proceso de la civilización.
México, FCE.
Gómez, Germán (2001) La violencia en el fútbol vista a través de las barras bra-
vas. Tesis pregrado sociología. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia.
Lasarte, Javier (2009) “Béisbol, globalización e identidad”. En: Revista Carave-
lle. No. 89. p. 99- 108.
Lüschen & Weis. (1979). Sociología del deporte. Valladolid, Editorial Miñón.
Mayor, Alberto (1985) Ética, trabajo y productividad en Antioquia. Bogotá, Ter-
cer Mundo.
Mailer, Norman (2005) El combate del siglo (1975). En: América. Barcelona,
Editorial Anagrama.
Mendoza, César (2004) “Sin amarillo, azul y rojo. Construcción de identidad de las barras CADC
Y LGARS”. Tesis de grado de Sociología. Inédita. Bogotá, Universidad Nacional.
Montoya, Guillermo (2009) Come fútbol, vive fútbol, sueña fútbol ¡pero no ha-
gas más!: la formación futbolística como un proceso de subjetivación des-
humanizante. Maestría en Antropología. Bogotá, Universidad de los Andes.
Oliven, R. & Damo, A. (2001). Futbol y cultura. Bogotá, Norma.
Pardey et al. (2001). La ciudad de los fanáticos: aproximación al fenómeno de
las barras de fútbol locales Barón Rojo Sur y Frente Radical Verdiblanco en-
tre los años 1999- 2001. Cali, La Palabra.
Pedraza, Zandra. (1989). En cuerpo y alma: visiones del progreso y de la feli-
cidad. Bogotá, Universidad de los Andes.
Quitián, David (2007) “Fals Borda, los intelectuales y el fútbol”. En: Revista
Aquelarre. No. 11, p. 65-74.
___________. (2007). “El narcotráfico en área de penal. Reflexiones sobre
goles y carteles de la droga en Colombia”. En: Caravelle. Cahiers du monde his-
panique et luso-brésilien. No 89. p. 157-182.
____________. (2006). Fútbol sin barrera: reseñas y semblanzas de protago-
nistas emblemáticos del balompié mundial. Armenia, Editorial Kinesis.
____________. (2009). La sobrecogedora experiencia de ser boxeador en Bo-
gotá: un ejercicio etnográfico en el mundo de las narices chatas. Maestría
2756