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FIGURAS LITERARIAS O RECURSOS ESTILÍSTICOS

https://es.wikipedia.org/wiki/Figura_literaria#Figuras_de_dicci.C3.B3n
Son formas no convencionales de utilizar las palabras, de manera que, aunque se emplean con sus
acepciones habituales (a diferencia de lo que ocurre en los tropos), se acompañan de algunas
particularidades fónicas, gramaticales o semánticas, que las alejan de ese uso habitual, por lo que
terminan por resultar especialmente expresivas. Debido a esto, su uso es característico, aunque en
modo alguno exclusivo, de las obras literarias.
De forma coloquial, reciben también los nombres de recursos
literarios, estilísticos, retóricos o expresivos y el de figuras retóricas o del discurso, etc.
Las figuras literarias se dividen en dos grupos: las figuras de dicción y las figuras de pensamiento.

Figuras de dicción
Las figuras de dicción afectan primordialmente a la forma de las palabras, aunque en ocasiones
inciden también sobre el significado. Se distinguen cuatro categorías: figuras de
transformación, figuras de repetición, figuras de omisión y figuras de posición.
Figuras de transformación
También llamadas metaplasmos1 consisten en la utilización de formas léxicas que serían, en teoría,
incorrectas en la lengua ordinaria. Las más conocidas de estas figuras son las licencias métricas.
Las figuras de transformación son las
siguientes: prótesis, epéntesis, paragoge, aféresis, síncopa, apócope, diástole o
éctasis, sístole, dialefa, sinéresis, sinalefa, ecthlipsis y metátesis.
Figuras de repetición
Las figuras de repetición consisten en el uso de elementos lingüísticos
(fonemas, sílabas, morfemas, frases, oraciones...) que ya habían sido usados en el mismo texto. La
repetición no tiene por qué ser necesariamente exacta, por lo que en muchas ocasiones se dan
casos de semejanza o igualdad hacia un mismo producto o palabra.
Las figuras de repetición son las siguientes:
, anadiplosis, gradación, epanadiplosis, polisíndeton, annominatio (paronomasia, derivatio, figura
etimológica, diáfora, políptoton), traductio, equívoco/antanaclasis,paralelismo (isocolon, parison, corr
elación), quiasmo y commutatio/retruécano.
Figuras de omisión
Las figuras de omisión consisten en la supresión de un elemento lingüístico y necesario, en teoría,
para la construcción del texto. Su uso tiende a aligerar la expresión.
Las figuras de omisión son las
siguientes: asíndeton, elipsis, zeugma, silepsis, reticencia o aposiopesis, braquilogía y paralipsis (ta
mbién llamada preterición o pretermisión).
Elipsis
La elipsis o construcción elíptica es una figura retórica que consiste en la omisión de una o más
palabras en una cláusula que, aunque sea necesario para la correcta construcción gramatical, se
sobreentiende por el contexto. Hay numerosos tipos de elipsis reconocidas en la sintaxis teórica.

Ejemplos
Yo llevaba las flores y ellos, el incienso.
En este verso se omite el verbo 'llevar': Yo llevaba las flores y ellos llevaban el incienso.

Félix cantaba una canción romántica y sus amigos, unos boleros.


En este verso se omite el verbo 'cantar': Félix cantaba una canción romántica y sus
amigos cantaban unos boleros.

Texto original: Con estas y con otras leyes y Texto sin elipsis: Con estas y con otras leyes y
estatutos estatutos
nos conservamos y vivimos alegres; nos conservamos y vivimos alegres;
somos señores de los campos, de los somos señores de los campos, de los sembrados,
sembrados, de la selvas, de los montes, de las fuentes, de los
de la selvas, de los montes, de las fuentes, ríos;
de los ríos; los montes nos ofrecen leña de balde; los
los montes nos ofrecen leña de balde; los árboles nos ofrecen frutos;
árboles, frutos; las viñas nos ofrecen uvas.
las viñas, uvas.
Miguel de Cervantes

La repetición incesante de "nos ofrecen" resulta fastidiosa, sin embargo al elipsarla la lectura se
vuelve más fluida sin perder su significado.
Figuras de posición
Las figuras de posición son aquellos procedimientos que se basan en la alteración del orden normal
de las partes de la oración.
Las figuras de posición son las siguientes: hipérbaton, anástrofe, tmesis y synchysis
Hipérbaton
El hipérbaton o hipérbato es una figura de dicción, o figura literaria, que consiste en la alteración
del orden lógico de las palabras en una oración. Su plural es hipérbatos. La especificación del
procedimiento, o bien su genérico, se denomina hipérbasis.
Fue un recurso especialmente utilizado en los periodos cortesanos de la historia de la literatura cuyo
objetivo era hacer más noble el lenguaje, especialmente en la prosa latinizante del siglo XV, ya que
al aplicar este recurso, el esquema sintáctico coincidía con el predominante en Latín, siendo
asimismo recurso habitual en la estética de la literatura barroca.
Se distinguen cuatro tipos de hipérbatos: la tesis, que consiste en intercalar una palabra entre dos
elementos de otra compuesta; el paréntesis, que consiste en introducir en una frase una interjección
u oración con entonación distinta; la anástrofe, que consiste en posponer la preposición al
sustantivo cuyo caso rige, y la histerología, que consiste en alterar el orden de las palabras y decir
primero lo que debería ir después.
se usa casi siempre para obedece a cualquiera de estos dos motivos: el deseo de imitar
la sintaxis del latín, lengua en la cual el verbo se sitúa al final de la oración, o bien destacar o
subrayar el significado del elemento desplazado de su posición normal, casi siempre para llevarlo al
primer lugar de la frase. Menos artísticamente, se usa también por las razones métricas de situar un
acento necesario, facilitar una sinalefa o hacer posible una rima.
ejemplos:
En Rima LIII, de Gustavo Adolfo Bécquer, hay muchos cambios en la sintaxis, por lo que es un buen
ejemplo del hipérbaton. El orden natural sería: «Las golondrinas oscuras volverán a colgar sus nidos
en tu balcón».
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar.
Gustavo Adolfo Bécquer.

El hipérbaton usado por Bécquer también puede notarse en este otro verso:
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
Gustavo Adolfo Bécquer, Rimas VII.

Figuras de pensamiento
Las figuras de pensamiento afectan principalmente al significado de las palabras. Se distinguen las
siguientes categorías: figuras de amplificación, figuras de acumulación, figuras lógicas, figuras de
definición, figuras oblicuas, figuras de diálogo, figuras dialécticas' (o de argumentación) y figuras de
ficción.
Figuras de amplificación
Aunque en latín, amplificativo, no es tanto un desarrollo más por extenso de una idea sino más bien
su realce (por un uso especial de la entonación, por ejemplo), en la práctica las figuras de
amplificación incluyen técnicas de alargamiento de los contenidos de un texto.
Las figuras de amplificación son las
siguientes: expolitio, interpretatio, paráfrasis, isodinamia, digresión y epifonema.
Figuras de acumulación
Las figuras de acumulación son procedimientos que buscan la adición de elementos
complementarios a las ideas expuestas.
Las figuras de acumulación son las siguientes: enumeración, distributio, epífrasis y epíteto
En retórica, la enumeración1 2 es una de las figuras de acumulación. Consiste en sumar o acumular
elementos lingüísticos a través de la coordinación, bien a través de conjunciones, bien
por yuxtaposición. A diferencia de la interpretatio, los miembros coordinados designan realidades
diferentes. Normalmente, se acompaña del uso de la anáfora o del paralelismo.
Ejemplos:
De Lope de Vega (en castellano, de "Desmayarse")3
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo[...]

De Vicente Aleixandre (en castellano, de "Se querían")4


[...]Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.

De Rosalía de Castro (en gallego, de "Quíxente tanto meniña")5


[...]para min eras
branca aurora e craro sol
auga limpa en fresca fonte
rosa do xardín de Dios
alentiño do meu peito
vida do meu corazón
Epíteto
es el adjetivo calificativo que resalta las características y cualidades de un sustantivo (el frío en la
nieve, el calor en el fuego, la humedad en el agua, entre otros.), sin distinguirlo de los demás de su
grupo.
Los epítetos expresan cualidades que todo el mundo puede distinguir (en terminología tradicional,
«adjetivos calificativos»), limitándose a describir al referente (me gustan las motos grandes) o a
definirlo (me gusta la moto grande).
Por el contrario, los epítetos subjetivos expresan la propia consideración subjetiva del hablante, fruto
de su valoración en lugar de la experiencia. Esta actitud puede dividirse en dos subclases
principales, la de los epítetos apreciativos (un gol magnífico) y la de los peyorativos (una
película horrible).
En castellano, un tipo muy frecuente es el epithetum constans, que conviene intrínsecamente al
sustantivo (la blanca nieve), pero cuya definición no debe extenderse a todo el término «epíteto».
Ciertos adjetivos pueden expresar, dependiendo del contexto o su supuesta posición respecto al
nombre al que acompañan, tanto la actitud del hablante como un intento de expresión objetiva de
éste (una mujer pobre / una pobre mujer).
En castellano, es frecuente que el epíteto se anteponga al nombre (frío hielo en lugar de hielo frío),
aunque no suceda siempre:
blanco tu ardiente fuego y frío hielo...
―Fernando de Herrera, Sonetos.
al acero valiente, al mármol frío...
―Francisco de Quevedo.
Por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba…
―Garcilaso de la Vega.
Figuras lógicas
Las figuras lógicas son procedimientos que tienen que ver con las relaciones lógicas entre las ideas
dentro de un texto; de forma especial, se considera la relación de contradicción o antinomia, por lo
que la figura lógica por antonomasia es la antítesis. Como variantes de esta, se encuentran
la cohabitación, la paradoja y el oxímoron.
Figuras de definición
Las figuras de definición (y descripción) se utilizan para reflejar lingüísticamente la esencia o
apariencia de los temas tratados (personas, objetos, conceptos...).
Las figuras de definición y descripción son las
siguientes: prosopografía, etopeya, topografía, cronografía, retrato
Figuras oblicuas
Las figuras oblicuas designan de forma indirecta una realidad utilizando las palabras en sentido
apropiado. Constituyen la frontera con los tropos.
Las figuras oblicuas son las siguientes: perífrasis o circunloquio, lítotes o atenuación, y preterición o
paralipsis.
Figuras de diálogo o patéticas
Las figuras de diálogo son las propias del estilo directo, pues subrayan el carácter comunicativo del
discurso. Se denominan también figuras patéticas pues pretenden incidir afectivamente en el
destinatario.
Las figuras de diálogo son las siguientes: apóstrofe / invocación, exclamación, interrogación
retórica, optación y deprecación.
La anáfora
es una figura retórica que consiste en la repetición de una o varias palabras al principio de
un verso o enunciado. Por ejemplo:
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
Miguel Hernández, "Elegía (A Ramón Sijé)", El rayo que no cesa,
1936

La anáfora es también considerada como la repetición simple de una palabra cuando ésta va al
principio de la frase. En prosa, puede consistir en la repetición de distintas frases o grupos
sintácticos. Es importante distinguir este sentido de "anáfora" del que tiene como término
estrictamente lingüístico.
Se utiliza bastante en la oratoria, donde da mayor sonoridad y ritmo al párrafo en que se emplea
este recurso retórico.

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