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UNIVERSUM, UNIVERSALIDAD, UNIVERSIDAD

Por: Ricardo Sánchez Fernández


Profesor Universidad Distrital
Asambleísta consultivo

“Sólo las épocas críticas inventan utopías;


las utopías son los sueños de la razón”
Octavio Paz

1. DESARROLLO HISTÓRICO

La Universidad es una institución histórica que a lo largo de la historia se


desarrolló y se transformó. Su definición es dinámica porque, plástica, la
universidad toma la forma de los tiempos y si también flexible, se acomoda a
circunstancias más o menos pasajeras para recuperar después su forma de ser.

Que como institución sabia, la universidad entiende el medio social en que vive;
sobré él influye y el medio, a su vez, deja en ella parte de su forma. Porque hay
intercambio de influjos entre la universidad y la sociedad, aunque no siempre
fácil discernir en dónde deban situarse las causas y en dónde los efectos.

Es sabiduría indispensable para saber de universidad y sentir como


universitarios para mejor comprender qué somos y en dónde estamos como
universitarios, son efectos intelectuales que nos ayudarán a vivir por la
universidad y para ella, sin reducirnos al recortado recurso de vivir de la
universidad, insensibles de la Colombia mejor, que está en nuestras manos
construir como universitarios.

En ese transcurrir histórico encontramos el carácter espontáneo del origen de la


universidad que recae sobre grupos de maestros en el mundo medieval, por lo
cual el régimen administrativo dependió del cuerpo profesoral; diverso fue el
caso de Bolonia en donde los estudiantes convocaban a los docentes que
aquellos desearan; de manera que el gobierno y dirección recayó sobre estos
más que sobre los maestros. Pero ambos se fundieron mediante los principios
de la participación y del co-gobierno, tan común éste en Latinoamérica a partir
de la reforma cordobesa de 1918.

Acerca del currículo y las profesiones

La clasificación y ordenamiento pedagógico de las artes, será el contenido


curricular de las facultades en la universidad primitiva de los siglos XII y XIII, a
través del trivium (Gramática, dialéctica y retórica) de la filosofía escolástica y
del quatrivium (aritmética, geometría, astronomía y música) de las cosas y
cantidades.

Entrado el renacimiento el currículo se verá enriquecido con el aporte de las


lenguas clásicas, el latín y el griego. La revolución científica, que tanto auge dio
a la exploración de las ciencias naturales, trae consigo la sectorización del
currículo secular (profano, laico, mundano) en artes y ciencias, entendidas la
primera por las disciplinas humanas y por las segundas, el cercado de las
ciencias de la naturaleza. Con el advenimiento de nuevos intereses intelectuales
induce cambios en la concepción curricular histórica, enriqueciéndola, que trae
consigo el ingreso a la universidad de las profesiones modernas, con la
consiguiente presencia de los currículos técnicos y profesionales en el sentido
moderno y contemporáneo.

Las profesiones universitarias por siglos se mantuvieron ceñidas a las tres


profesiones universitarias primigenias: la teología, el derecho y la medicina; las
cuales, juntamente con otros oficios artesanales guardaban cierta relación con la
organización social y espontánea del trabajo.

En la segunda mitad del siglo XIX, por repercusiones de la revolución científica y


la revolución industrial, hicieron su ingreso al seno universitario las profesiones
técnicas: las ingenierías, la arquitectura y en general las profesiones cuyo
fundamento se hunde en las ciencias naturales. También profesiones sociales
como la administración, la economía, la psicología y varias otras.

Nuevas profesiones seguirán apareciendo en el siglo XX, que amplían el


abundante elenco de las profesiones contemporáneas. Es así que la universidad
se ajusta a la organización científica y técnica del trabajo.

Hoy se siente más la crisis en que viene incidiendo el mundo contemporáneo de


las profesiones, por causa de su abundancia y su desidentificación profesional;
por el rápido desarrollo de la ciencia que en poco tiempo toma obsoletos los
conocimientos habidos el día de la graduación y por la dificultad que se palpa
para mantener estables relaciones entre los títulos universitarios y la disposición
técnica del trabajo.

Estructura académica e investigación

La estructura académica que se mantuvo intacta por siglos, inicia cambios a


partir del siglo XIX, nuevas unidades académicas se instauran dentro del tejido
estructural universitario; los departamentos, los laboratorios, los institutos de
investigación, los centros, los museos, los jardines botánicos en la medida que
se hacia más compleja la función universitaria y diversificada la función de
servicio a la sociedad. Y que hoy en día hay tantas fuentes de información, y
que el viejo principio de libertad de cátedra, debe complementarse con el de
libertad de acceso a esas fuentes y a la investigación.

Veamos las respuestas más comunes de cómo la universidad aborda el tema de


la investigación: Formar hombres pensantes, recursivos, de iniciativa,
innovadores, en donde la docencia unida a la investigación; no tan
profesionalizados que responda, y nada más, a situaciones concretas y
exigencias del trabajo. Fortalecer los postgrados que en realidad tengan
carácter investigativo, para, en ellos, formar investigadores y finalmente, acudir
a la formula de la universidad-empresa investigativa que vende servicios al
estado y a la empresa, de manera especial. Compromiso, este último, que
cumplirán unos cuantos, los investigadores de oficio, en los institutos “ad hoc”.
2. LA UNIVERSIDAD EN COLOMBIA

“La universidad es también imaginación o no es nada


y que su tarea es la creación del futuro”
Alfred Whitehead

La universidad colombiana tiene sus orígenes coloniales por el signo de la


contradicción, pues ésta no ha sabido ser reflejo de la cambiante realidad social,
semeja más bien un espectador pasivo del acontecer histórico y sólo en muy
contadas ocasiones, ha hecho esporádico acto de presencia en episodios
cruciales de la vida nacional.

La aparición de la universidad en Colombia, su receso en la independencia, su


emergencia republicana, su desaparición en aras de las libertades absolutas,
durante la administración de José Hilario López, su reaparición y su posterior
consolidación, sus copiosas reformas intrascendentales y las circunstancias que
han determinado la proliferación de instituciones de educación superior
caracterizan el desarrollo histórico y actual de la universidad.

La Universidad en la Colonia

El origen de la universidad no es de iniciativa del gobierno español, sino del


sector privado, casi siempre de origen eclesiástico, que orientó sus estudios
ideologizantes mediante el método escolástico hacia estudios especulativos y
fue esencialmente dogmática. Fue elitista, especulativa, y por ende desdeñosa
del conocimiento de la realidad de su época. Sirvió a los intereses de los
núcleos urbanos de propietarios y comerciantes, a quienes se reservaba
exclusivamente el saber y los bienes de la cultura.

La universidad colonial fue señorial y clasista, como la sociedad a la cual servía


y de la que era expresión. Tuvo como misión atender los intereses de la corona,
la iglesia y las clases superiores de la sociedad, su objetivo fundamental era
formar clérigos y abogados y a partir del siglo XVIII de las ciencias naturales.

Universidad científica

Con la renovación y el cambio de metodología de la enseñanza a través de


Mutis se inician los estudios de astronomía y luego de anatomía. Lo cual creo un
ambiente propicio para la elaboración de un plan de estudios por parte de
Francisco Antonio Moreno y Escandón y se diera paso a una gran empresa del
saber como fue la Expedición Botánica. De tal manera que se genera un
renacimiento cultural al remplazar la deducción, por la inducción; lo
especulativo, por lo práctico; y la aplicación del método positivo de la
observación y la experimentación, propio de las ciencias naturales,
coadyuvando estos nuevos espacios del saber la conformación del espíritu
emancipador y de sentimiento de patria.

La Universidad pública

El proyecto de universidad pública se hace realidad en el año de 1826, mediante


la Ley que le permite el general Santander crear las primeras instituciones
educativas de educación superior: Escuelas normales, escuela náutica de
Cartagena y la escuela nacional de minas en 1823, respondiendo a las
necesidades de la nueva nación.

El regreso confesional de la universidad estuvo dada por Mariano Ospina


Rodríguez; la supresión durante Hilario López; en donde la Comisión
coreográfica de Agustín Codazzi, en cierta forma viene a suplir el vació dejado
ante la ausencia de la Universidad.

Es hasta el año de 1863 que se crea la Universidad Nacional de los Estados


Unidos de Colombia, mediante la Ley 66 de 22 de septiembre de 1867, la cual
era eminentemente gratuita y de carácter popular, laico dentro del pensamiento
liberal radical. Es durante la regeneración que la universidad vuelve a tener
carácter confesional, restableciendo las relaciones entre el estado y la iglesia y
entregando a ésta, a través del concordato, su intervención en los asuntos de la
educación colombiana, elitista y sólo al servicio del partido de gobierno. De tal
manera que las resistencias desde el pensamiento liberal condujo a la fundación
de universidades privadas, abiertas, con libertad de cátedra que en cierta forma
se constituyeron en focos de resistencia frente a la dictadura de la regeneración.

Las incidencias del movimiento de Córdoba en la Universidad colombiana

Es el general Rafael Uribe Uribe quien plantea en el año de 1909 ante el


Congreso de la República la necesidad de modernizar los estudios universitarios
y afirma que la universidad ha de ser, ante todo nacional, en cuanto ha de
reflejar la vida del país, tener en cuenta su historia intima y adoptar un sistema
de enseñanza concordante con el espíritu de la raza; en cuanto ha de ser más
armónica con la fisonomía geográfica del territorio y la modalidad étnica de la
comunidad sobre la cual va a operar y que reviva el espíritu patrio en cuanto
debe elaborar los destinos nacionales y modelar la mentalidad y las aptitudes
del pueblo, de acuerdo con la naturaleza de las instituciones.

Uribe Uribe plantea que la universidad debe ser científica, experimental,


moderna, actual y evolutiva, debe ser unificadora. Se propone la creación de un
presidente, un consejo superior, la asamblea de profesores, los rectores de las
facultades, los consejos de estos y se indica la manera de elegir las autoridades,
sin interferencia gubernamental o política. Esa modalidad de autonomía que se
proclama como de la más recia estirpe de izquierda, está ya en el patrimonio
histórico del liberalismo. Estos son los antecedentes del manifiesto de córdoba,
Argentina en 1918, en donde se plantea una reforma total de la estructura
universitaria, pues se formulan fundamentales enunciados en torno al
cogobierno estudiantil, a la autonomía universitaria, a la selección del cuerpo
docente, al sistema de enseñanza, a la libertad de cátedra, a la gratuidad de la
enseñanza superior y a la misión de la universidad en sí. Estas ideas fueron
traídas a Colombia por Germán Arciniegas y que sólo fue posible su
implementación durante el gobierno de Alfonso López Pumarejo, después de un
manifiesto de estudiantes expedido en 1928. Y es por las recomendaciones de
la Misión Alemana, mediante la ley 68 de 1935 que se acogen éstas dentro de
las cuales están varios postulados del movimiento de Córdoba de 1918. Esta
Ley integró las dispersas escuelas, ordeno la creación de una ciudad
universitaria y concedió la autonomía universitaria, la participación del
estudiantado en el gobierno de la misma. Nuevas facultades se crearon, se
hicieron esfuerzos por superar la tradicional educación libresca y verbalista. Se
hicieron esfuerzos por modificar los métodos de enseñanza, el concepto de
universidad como complejo de investigación y docencia hizo su aparición y se
introdujeron en la política universitaria instituciones de extensión cultural y el
bienestar estudiantil, como el profesorado profesional.

Universidad burocrática

Es a través del Decreto de 1980 que surge la universidad burocratizada durante


la administración de Turbay ayala, en donde se señalan los requisitos que debe
reunir un establecimiento de educación superior, establece categorías entre
ellos y asigna al ICFES tal cúmulo de atribuciones y poderes, que el Estado, en
vez de ejercer la inspección y vigilancia que le compete, lo que en la práctica
realiza es una intervención inusitada en la universidad con desmedro de la
autonomía universitaria, tal podríamos decir hoy del Consejo Nacional de
Acreditación. Y es que el ICFES su única función es selección/exclusión.

Se revive el modelo napoleónico, en el cual la universidad es totalmente


dependiente de la voluntad del estado en lo que se enseña, en el cómo se
enseña y en quién enseña. En rigor, no existe como universidad y se trata, en el
fondo, de una institución docente del estado para preparar a sus propios
funcionarios y a los profesionales en el espíritu burocrático propio del
funcionario. Es así que se desestimula la universidad científica, comprometida
con la problemática del país, en donde el estado prefiere diseñar un modelo de
universidad burocrática, elitista, mantenedora del status quo, simple formadora
de tecnócratas y de núcleos dirigentes.

3. LA UNIVERSIDAD DISTRITAL

Los elementos enunciados anteriormente no se alejan en nada en el desarrollo


de la Universidad Distrital, sus similitudes en algunos aspectos no obedecen a la
pura coincidencia, sino que ha sido el resultado de esas prácticas heredadas de
las formas de gobiernos tradicionales en la vida nacional y que se reflejan en
nuestra alma mater.

Se hace necesario que se reinvente la universidad, ya que no ha estado


cumpliendo adecuadamente con las nuevas exigencias. Pero ¿cuáles son esas
nuevas exigencias para la U. Distrital? ¿Cuál es ese nuevo ambiente en el cual
se está desenvolviendo la universidad y se desenvolverá en el futuro?

En cuanto al ambiente de nuestra universidad su tendencia es que está inmersa


en la globalización del conocimiento, independientemente de barreras
geográficas y culturales. En ese sentido toda reflexión o acción que hagamos
localmente debe ser insertada en un contexto global mundial y tendrá
consecuencias en ese contexto global; al mismo tiempo, lo global debe utilizarse
como marco de referencia de las acciones locales, de allí el slogan, pensar
globalmente y actuar localmente. Otra tendencia es la de querer ser ciudadanos
del mundo, interactivo y cada vez más entrelazado.
También la tendencia hacía el pluralismo y la diversidad, no obstante la
identidad y especificidad de las partes componentes y no la desintegración de
un todo, que son los retos y apuestas que debemos asumir.

Una de las tendencia de importancia es la complementariedad, se rompe con la


concepción de autosuficiencia de las sociedades tipo enclave; no se trata que
una sociedad o universidad haga exactamente lo mismo que otra sino que haga
lo que pueda hacer mejor que otras e intercambie con ellas lo que le hace falta.
Para ello se requiere superar las estructuras rígidas que han caracterizado a la
universidad para flexibilizar su acción y facilitar su acceso a sus recursos por
usuarios muy diversos y con objetivos disímiles, sin perder en ningún momento
su autonomía.

La universidad debe responder al cambio rápido y la transitoriedad aspecto


denominador de la sociedad globalizante, lo que requiere una estructura
dinámica, con ciclos de vida menores que en el pasado o al menos capaces de
adaptarse a los cambios rápidos y poder garantizar su supervivencia, en un
mundo con advenimientos de una sociedad de la información o del conocimiento
como factor clave del desarrollo y que no se puede desconocer que la
universidad derive sus fuerzas y tendencias presentes en el ambiente en el cual
se están moviendo las universidades, por lo tanto la universidad debe ser más
abierta a su ambiente.

En ese sentido la universidad debe desenvolverse y respetar las formas


pluralistas y la diversidad obligan a la universidad a diversificar sus productos y
la manera como ellos se ofrecen a la sociedad, rompiendo la orientación hacia
adentro y fortalecer el hacia fuera.

Por eso es necesario romper con muchas barreras formales de acceso y hacer
más transparente la vida universitaria. La educación permanente, rompiendo
con el horario clásico de clases de las universidades públicas, abierta todos los
días de la semana y en todo horario y capaz de prestar servicios a todos en
cualquier momento de su vida profesional, deben ser una de las constantes de
una nueva universidad. Porque el común denominador es que las universidades
han sido lugares relativamente cerrados, por donde las personas pasan una vez
en su vida y no vuelven a ellas, tal vez porque no encuentran respuestas a sus
necesidades ulteriores en el transcurso de su desarrollo profesional.

El mundo cambia a un ritmo acelerado mientras la universidad permanece


orientada hacia la conservación y la permanencia. Por ello, si la universidad
desea sobrevivir como universidad con reconocimiento en la academia y en la
investigación, para que tenga asegurada la inserción de sus productos en el
ámbito del mercado laboral y en el mundo del conocimiento, debe transformarse
en instituciones cuyas ofertas, estructuras y productos puedan adaptarse a los
cambios rápidos, propios en la sociedad de la información, del conocimiento que
son el recurso, el producto y el elemento principal que transforman las
universidades, mediante actividades de investigación, enseñanza y extensión.
La nueva universidad debe ser un agente de vigilancia permanente de evolución
científica y tecnológica y de la significación de los adelantos científicos,
tecnológicos y humanistas en la sociedad.

Multifuncionalidad y superación de las deficiencias

Por otra parte la universidad deberá recuperar su multifuncionalidad pérdida,


aspecto determinante, pues afectará su misión, sus objetivos, su estructura y su
funcionamiento en general que supere algunas deficiencias y propender por:

1. Deficiencia en la coordinación entre las funciones de la universidad


clásica, investigación, enseñanza y extensión, pues le corresponde a las
universidades y a sus profesionales la producción de conocimientos, que
otras instituciones lo vienen haciendo, y a otros profesionales
conservarlo en bibliotecas y centros de documentación.
2. Deficiencia de la concepción unidireccional de la enseñanza, pero poco
énfasis se ha puesto en el proceso de aprendizaje, es decir en lugar de
enseñar la orientación debe ser la de producir aprendizaje, que supere el
sistema que no facilita esos mecanismos de aprendizaje, pues no está
concebido para facilitar el aprendizaje sino para transmitirlo.
3. No haber alcanzado niveles de información y conocimientos como
recursos para la producción y para la vida en general. Es decir la
universidad debe transformarse en un vasto sistema de información y
conocimiento que funcione de manera integrada para planificar, conducir
y evaluar los procesos de adquisición, creación, conservación y difusión
del conocimiento, que caracteriza una verdadera y sistemática gestión del
conocimiento con la ayuda de la informática y la telemática, que haga de
la universidad Distrital una universidad del conocimiento, para el
conocimiento y la emancipación epistémica.
4. Teniendo en cuenta la segunda y tercera deficiencias, se hace necesario
que cada universitario (profesor, investigador, estudiante) se transformara
en un dinamizador del conocimiento de su propia disciplina particular, que
sea capaz de adquirir, crear, conservar, difundir y aplicar conocimientos
para la resolución de problemas y la toma de decisiones.
5. Que supere la indiferencia por el saber pedagógico, como suele suceder
en la Facultad de Ciencias y Educación. Más bien hacer de la pedagogía
una Escuela que de manera transversal coadyuve a la formación
pedagógica, no solo a los estudiantes de la Facultad de Ciencias y
Educación, sino al conjunto de la comunidad académica de la
Universidad.
6. Si bien es cierto se habla de flexibilización académica, tal flexibilización
no debe corresponder a la flexibilización laboral, que hace de los
docentes de vinculación ocasional o especial, lo más indigno y
deshumanizante de la universidad.
7. Que supere la interferencia gubernamental y/o de sectores políticos que
hacen de la Universidad asignaciones de intereses particulares,
resquebrajando integralidad que promueve estructuras feudales desde
las decanaturas, proyectos curriculares, institutos, centros y
dependencias, perdiendo así la universidad su sentido y razón de ser.
8. Una universidad para una ciudad en crecimiento y cambios acelerados,
incluyente en lo social, teniendo como prelación los sectores populares.
9. Una universidad que como proyecto cultural y social promueva la
democracia, la libertad, la emancipación epistémica de la nación
acompañada de la praxis transformadora de la sociedad y con vocación
de integración latinoamericanista.

Por último debemos asumir la transformación de la universidad desde adentro


hacía afuera y no dejar que desde afuera se arrastre con nuestra universidad.

Bibliografía consultada:

BORRERO CABAL, Alfonso S.J. Conceptos universitarios en su desarrollo


histórico, Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Bogotá, D.C. de 1.999.

LOPEZ OSPINA, Gustavo, La Universidad del próximo milenio: un modelo para


armar. Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Bogotá, D.C. de 1.999.

RIVADEBEIRA VARGAS, Antonio, Desarrollo histórico de la universidad


colombiana. Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Bogotá, D.C. de
1.999.

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