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LA CREACIÓN DE LA VIDA Y LA LUZ POR OBRA DE

NEMEQUENE
YURUPARY

En el principio el mundo una terrible epidemia se desató entre los


En el comienzo era la oscuridad. Todo habitantes de la sierra de Tenui, pero esta epidemia, afectaba solo a
estaba sumido en las tinieblas. La los hombres. Un anciano payé y unos pocos viejos cansados y ya
tierra era blanda y fría y nada crecía en vencidos por los años fueron los únicos que se salvaron.
ella. No había ni plantas, ni animales, Preocupadas por esto, las mujeres, que veían la extinción definitiva
ni belleza. Todo era desolación. No de la raza en un futuro no muy lejano, ya que no había en la vecindad
había hombres. Los únicos seres vivos ningún pueblo al cual acudir para proveerse de lo que les faltaba,
sobre la tierra eran el dios Nemequene, decidieron reunirse para ver si era posible encontrar solución a ese
su mujer y su hijo. gran problema. En todos los rostros se veía preocupación y solo el
viejo payé se mantenía sereno e imperturbable. Su ciencia,
Nemequene quiso crear la vida y la considerada inútil para este caso, no había sido consultada como era
belleza sobre la faz de la tierra. Así, la costumbre. En las orillas del lago Muypa, tuvo lugar la reunión de
tomando un poco de barro blando y frío modeló las figuras de las mujeres. Los pareceres más diversos y extraños se discutieron.
los hombres y de los animales. Trabajó muchos días en su Había quien proponía que trataran de rejuvenecer a aquellos viejos
decrépitos, o que los arrojaran a los peces si la tentativa no daba
obra, pero los muñecos que hacía no tenían vida. No podían
resultado. Hubo incluso quien sugirió que se viera si las mujeres
moverse ni respirar. Pasaron años y más años, y todavía no
podrían fecundarse entre ellas , y la discusión, animándose se alargó
había sobre la tierra más que Nemequene y su familia. hasta cuando descubrieron al viejo Payé, tranquilo, sentado entre
ellas, sin que ninguna pudiera decir ni cuándo, ni cómo había llegado.
Por último Nemequene llamó a su hijo y lo envió al cielo para
que iluminara la tierra. El hijo de Nemequene llegó al cielo y Avergonzadas por haber sido sorprendidas en flagrancia quisieron
se convirtió en Súa, el sol, para iluminar de pronto el mundo huir, pero no pudieron; sus pies parecían clavados como piedras al
oscuro. Los brillantes rayos de Súa inundaron la tierra. El frío suelo. Y el payé habló así: - Veo a mi pesar que nunca podrá
barro se calentó. Comenzaron a crecer hierbas, árboles y encontrarse sobre la tierra una mujer paciente, discreta y capaz de
plantas. En donde antes había habido desolación, hubo lozanía guardar un secreto. No hace mucho que el sol me recomendó en un
sueño evitar que las mujeres se aproximaran de noche a las orillas
y verdor. Comenzó a correr el agua, formando ríos y lagos.
del lago. Y les advertí de esta prohibición ¿recuerdan? Y ahora no
Y el cálido sol puso vida en los muñecos de barro que solo as encuentro aquí a todas, sino que están, además, maquinando
Nemequene había hecho. Algunos de ellos se convirtieron en actos vergonzosos contra nosotros los viejos, desobedeciendo de esta
manera las órdenes de los que gobiernan el mundo. La generación
pájaros, que volaron y anidaron en los árboles de los bosques;
que va a nacer mañana excluirá para siempre a las mujeres de
otros se convirtieron en peces, que nadaron por las aguas; participar de todo asunto de importancia.
otros se convirtieron en animales y. otros en seres humanos.
- Si no está mintiendo, díganos, ¿cómo y cuándo esto podrá
Sin embargo, las gentes creadas por Nemequene no eran del suceder?
todo felices, pues la luz y el calor que Súa les prodigaba les - ¡Están todavía tan impacientes que hasta tienen la osadía de
llegaban solamente algunas horas. Cada noche, mientras Súa interrogarme! Me creen embustero sabiendo que soy payé y
descansaba, volvía a reinar la oscuridad. Entonces las gentes que lo veo todo por medio de la imaginación.
acudieron a Nemequene y le pidieron ayuda.
Y salió entonces el anciano payé a bañarse con todas las mujeres
Nemequene amaba a los seres que había creado y quería en las aguas del lago. De allí cada una regresó con una sonrisa
en los labios y una esperanza en el corazón.
ayudarlos. De manera que subió al cielo y se convirtió en
Chía, la luna. Así compartió la tarea de iluminar el mundo con Ahora – Dijo el payé- cada una lleva en sus entrañas el germen
su hijo Súa. Súa derramaba sus rayos de luz sobre la tierra de de la vida.
día, y Chía de noche. Desde entonces, las gentes creadas por
En verdad todas estaban en estado de gravidez, él las había
Nemequene quedaron contentas, y nunca olvidaron de darle
fecundado sin que ellas siquiera se dieran cuenta o lo
las gracias. sospecharan. Hecho esto, el viejo payé, con una agilidad rara
para su edad, trepó a la sierra de Dubá. Llegando allí lanzó un
Además celebraban fiestas en honor de Súa y de Chía y a
grito prolongado: “ééé…” Y se precipitó en el lago, cuya
veces dedicaban sus hijos al sol y a la luna llamando a tales
superficie quedó cubierta de un polvo blanco. Era el polvo con
niños "Suachias" antes de darles nombres propios. Así fue el cual el payé, que no era viejo como parecía, había ocultado su
como se produjo la vida en el mundo, según lo recuerdan los juventud.
chibchas, es decir, el pueblo de Nemequene.
Las mujeres, colmadas de dicha, comentaban entre sí el feliz
suceso, olvidándose de que ellas también habían tenido parte de
él. Llenas de extrañas sospechas, que desaparecían ante la
realidad de los hechos, se examinaban con atención, para
asegurarse de que esto no era un sueño.

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