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Consideraciones para un Proyecto Cultural

Se presenta este escrito como forma de entregar una mirada al trabajo cultural en el ámbito público, de modo
de   exponer   lineamiento   generales   que   debiesen   estar   presentes   en   una   gestión   cultural,   su   concepción   y
algunas lineas de trabajo, sin entrar en detalles particulares de la comuna de Lo Prado .
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El trabajo cultural y artístico en el área pública, con orígenes y destino público, tiene
sus   particularidades,   y   atenderlas   desde   su   singularidad   es   capital   para   desarrollar   un
adecuado y pertinente trabajo cultural­artístico.

La cultura “es ese complejo total que incluye conocimiento, creencia, arte, moral, ley,
costumbre   y   otras   actitudes   y   hábitos   adquiridos   por   el   hombre   como   miembro   de   la
sociedad”1.   Esta   mirada   antropológica,   permite   tratarla   en   su   complejidad   y   atender   sus
fenómenos.
Para la acción cultural, esto último es lo más importante, los fenómenos culturales, la
forma como la cultura se expresa en la cotidianeidad. Los fenómenos culturales se pueden
resumir en la frase muy utilizada “aquí no lo hacemos de esa forma, lo hacemos así” que va
mucho mas allá de los gustos artísticos, e incluye desde como hacemos un asado, hasta las
formas de uso del transporte colectivo.

Dentro de la acción cultural, entendida de esta forma y desde la mirada pública, es
posible identificar tres grandes áreas o dimensiones de la misma.

Acción Cultural

Expresiones
Artísticas Formación

Vinculación
Social

1 Primitive culture, Edard Burnett Tylor. Londres. 1871.


Si   la cultura es todo lo que aprendemos como seres sociales, entonces podemos
entender   como   formación   todo   aquello   que   aporte   al   cambio   cultural,   en   conductas,
costumbres, valores, conocimientos, visión estética, etc. de los ciudadanos y ciudadanas, por
lo que es indispensable incorporarla en un proyecto de acción cultural.
A su vez, para que esto tenga sentido, es decir, sea pertinente para la cotidianeidad, el
reconocer y dar protagonismo al público objetivo en las acciones culturales a través de la
vinculación social, es fundamental. Los espacios participativos e inclusivos, al fin y al cabo la
democracia, entrega oportunidades de ejercer ciudadanía, de crear cultura.
Las   artes   en   su   propio   discurso   expresivo,   funcionan   como   instancias   formadoras
(valóricas, estéticas) y de generación de vínculos sociales (como auditores, como intérpretes
grupales),   que   son   un   instrumento   para   el   desarrollo   en   trabajo   colectivo,   del   gusto,   la
comunicación interpersonal, el desarrollo cognitivo, etc., como también entregan instancias
de ocio y enriquecimiento del tiempo libre. Es esta condición integradora la que les otorga un
plus como instrumento para el abordaje multidimensional de la acción cultural y es una forma
concreta de crear cultura.

Coordinaciones.
Siendo coherentes con lo anterior, las coordinaciones con las áreas de formación, de
desarrollo social y de planificación debiesen realizarse de una manera casi natural, situando
así la acción cultural en la organicidad municipal en este caso. 

Área Formación
La  coordinación  con  la  Dirección  de  Educación  y  a través de  ella  con  los Centros
Educativos y la comunidad escolar, profesores, directivos, enfocados fundamentalmente en
las actividades extraescolares y apoyo a la docencia desde su ámbito de acción.

Área de Vinculación Social 
Coordinación   con   la   Dirección   de   Desarrollo   Social,   cooperando   en   su   ámbito   de
acción.   Esta   vinculación   es   fundamental   para   fijar   objetivos   y   metas   y   definir   las   más
pertinentes   actividades,   por   ejemplo   definir   talleres,   muestras   artísticas,   cooperar   en   la
producción fuera del Centro Cultural, etc., a través del reconocimiento de las necesidades,
intereses, áreas a fortalecer de la comunidad

Área artística
El área de Expresiones Artísticas, centradas en el Centro Cultural, con vinculaciones
dentro y fuera de la comuna en la línea artística, fondos, etc.
En términos generales debiese existir una coordinación, como mínimo en sus planificación
original, con la Secretaría de Planificación de la Comuna, de modo que la acción cultural se
integre de manera robusta al quehacer comunal.
Centro Cultural.

El   centro   cultural  de   Lo   Prado  cuenta  con   varias dependencias que   lo  hacen   muy


versátil y completo. Las salas multiuso, salas de reuniones, sala de exposiciones, 2 foyer,
amplio estacionamiento, biblioteca y terraza, bodegas, sala de música, estudio de grabación
y   el   destacado   teatro,   son   espacios   multifuncionales   e   interactivos,   pero   además   con
potencial desarrollo, como una cafetería.

En   términos   generales   la   acción   del   Centro   Cultural   a  corto   plazo  debiese   estar
vinculado con:

1) Fortalecimiento de los actuales lineamientos y actividades.
En su defecto el fortalecimiento de unos mínimos que respondan a la visión y misión
del mismo.
Éstos debieran generar metas, procesos y evaluación de las mismas de forma permanente.

2) Realizar puentes permanentes con el mundo académico.
No   sólo   de   carácter   disciplinar   (artísticas),   sino   también   en   otras   áreas   (sociales,
médicas, pedagógicas, etc.) toda vez que las Universidades Estatales buscan y requieren de
la Vinculación con el Medio, como parte de su misión.
También están las organizaciones y proyectos estudiantiles.
Mi   experiencia   trabajando   en   esta   área   me   permite   reconocer   un   rico   abanico   de
posibilidades en una red de actividades. Por mencionar algunos: proyectos de intervención
dental, artísticos, energías renovables, huertos urbanos, apoyo organizaciones comunales,
etc.

3) Generar redes con el mundo artístico­cultural.
A   través   de   la   generación   de   red   de   artistas   profesionales   y   estudiantes,
organizaciones y sindicatos de las artes, la Facultad de Artes de la Universidad de Chile,
grupos musicales, compañías de teatro, compañías de danza, circo, artistas plásticos, etc.,
se puede convertir el Centro Cultural en un punto de encuentro, creación y desarrollo de
actividades artísticas.

A   mediano   y   largo   plazo  es   necesario   tener   un   Plan   de   Gestión   Cultural,   siguiendo,


fortaleciendo o creando uno, de acuerdo al estado de la cuestión.

El plan de gestión cultural debiera contemplar.
1) Descripción de organización cultural­artístico de la comuna.
2) Evaluación cultural­artístico.
Mercado Cultural.
FODA.
3) Implementación y diseño del plan con sus estrategias y lineas de acción
4) Estrategias de servicios y productos y su comunicación, distribución y costos.
5) Presupuesto, flujo de caja, fuentes financiamiento, estrategias.
Por último, de acuerdo a la visión, misión y plan de acción actual, el Centro Cultural
debiese contar con tres lineas de gestión: 
a) Área de planificación.
b) Área de administración.
c) Área de Técnica.

Una   posible   estructura   recurrente   y   útil   por   su   versatilidad   desde   lo   simple   a   lo


complejo, puede ser la siguiente:

Alcalde

Directorio

Secretario ejecutivo

Área Administración Área planificación Área técnica

Esta   estructura   se   puede   complejizar   si   las   tareas   crecen   y   la   acción   cultural   va


generando   coordinaciones   fuera   del   Centro   Cultural.   Así   el   área   de   planificación   debería
crecer, creando  nuevas dependencias  y el  área  técnica  pasaría  a  ser el Centro  Cultural,
quedando una estructura como la siguiente:

Alcalde

Directorio

Secretario ejecutivo

Área Administración Área planificación Centro Cultural

Productor Administrador
Coordinación Coordinación
Comunicaciones
Formación Social
Técnicos

Estas ideas, nociones y generalidades se entregan como un acercamiento a un cuerpo
de visión y bosquejo de planificación de la acción cultural.

Gustavo Salfate.
Musicólogo. 

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