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ructuras de la comunicación

e la cultura
Estructuras
_as cara la era digital
de la comunicación
ón Zallo Elguezabal y de la cultura
,i; ii - urnut rota a buscar unas explicaciones peda- Políticas para la era digital
;s on, los cambios que trae consigo la digitalización general de
ara y las comunicaciones. Aquí se la enmarca en un contexto
de globalización y de impactos territoriales. Los cambios no
intacta nuestra noción de cultura ni sus estructuras comunita-
•ojales y económicas, hoy en crisis. y tensionan también las
ades, especialmente las minoritarias.
Intar sus retos obliga a unas políticas culturales y comunicativas redes
-yo tipo. Para formularlas se revisan los criterios clásicos de la sociales
: cultural, se actualiza el concepto de servicio público, se detec-
. tendencias y herramientas, se escrutan críticamente normati-
:s de la propiedad intelectual y de las comunicaciones, espe-
nte- y se propone una nueva agenda para la política cultural,
isual y de Internet. Una agenda más apta a la era ya abierta, la
ital o de Sociedad del Conocimiento.
iiini/53.51,1
n Zallo Elguezabal es catedrático de Comunicación Audiovi-
meigill1111

am ón Za llo El • ueza ba
la Universidad del País Vasco. Es autor de Economía de la
ticao/on y la cultura (1987), El mercado de la cultura (1992) o
-las y políticas culturales en España y País Vasco (1995). Su
colaboración con Enrique Bustamante (coord) ha sido Las
las culturales audiovisuales e Internet (2011). Ha sido asesor
tura del Gobierno Vasco y uno de los coordinadores del Libro
del Audiovisual (2003) y del Plan Vasco de Cultura (2004).

SBN 978.84.9784.665-

Ramón Zallo
9 788497
500422
18E !
Prólogos de Enrique Bustamante y Germán Red
5
Necesidad de una economía
de la cultura y la comunicación

La importancia creciente del hecho económico cultural y comunicativo invi-


ta a una economía general de la cultura como disciplina. La explicación re-
side en sus rasgos, derivados de la creación simbólica y de sus procesos de tra-
bajo y de valorización, de su relación peculiar con los mercados y los usuarios,
y de su eficacia social en forma de disfrute, conocimiento y vertebración co-
lectiva.
Pero, además, la economía es cada vez más determinante en las decisio-
nes culturales, debido a la irrupción de los agentes económicos y de los va-
lores comerciales en la definición estratégica y en la gestión de las culturas.
La comunicación y cultura están convirtiéndose en ámbitos definidos co-
mercialmente, y que se gestionan preferentemente desde la formación de ca-
pital y desde un mercado por el que, inevitablemente, pasa la mayor parte
de los agentes.
La presencia creciente de la economía como determinante de la cultura
y de las políticas culturales pone en cuestión el sentido mismo de las políti-
cas culturales vinculadas al paradigma de la Ilustración —el papel emanci-
pador de la razón y del conocimiento— y al paradigma romántico, la identi-
dad nacional (Fina, 2008:16).
Una perspectiva crítica de la economía, paralela a un enfoque crítico de
la cultura, puede apuntar caminos para nuevas aproximaciones.

Economía de la cultura: cifras, estatuto y contenidos

Ha llegado a crecer tanto el sistema cultural y de comunicación que, por su


peso económico, se ha convertido en un poderoso sector, él mismo globaliza-
do y vinculado con el sector financiero.
Cuantitativamente tiene una importante contribución al PIB. Es un sec-
tor importante y en crecimiento, en el que irrumpen tanto capitales, como em-

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pleos y demandas. El PIB estimado en el año 2000 en España, 19.833 millo- La cifra de negocios del sector-cultura en el mundo en el 2005 se estima-
nes de euros, ascendió hasta alcanzar los 31.094 millones en 2008, último pe- ba en 1.300 billones de dólares, habiéndose multiplicado por cuatro su comercio
riodo disponible, cifra que supone un crecimiento medio anual del 6,7%. internacional entre 1980-1998 alcanzando los 384 billones de dólares. En la
El empleo cultural en el Estado español en el 2008 (actividades de bi- UE es un sector que supone el 2,6% del PIB y en el que trabajaba el 3,1% de
bliotecas, archivos, museos y otras instituciones culturales; edición; cine, ví- la población total empleada (2,5% en 2002, según Franco Casillas, 2004: 125).
deo, radio y televisión; actividades artísticas y de espectáculos; artes gráfi- Habría crecido casi un 20% en el periodo 1999-2003 (KEA, 2006), al que ha-
cas, reproducción de soportes grabados, agencias de noticias, fabricación de bría que añadir el impacto directo en el turismo que, a su vez, supone el 5,5%
aparatos de imagen y sonido, instrumentos musicales y otras actividades eco- del PM.
nómicas) alcanzaba las 544.800 personas, y suponía un 2,9% del total del em- Si por el lado de la producción y de la óTérta el sector es más o menos
pleo (INE, 2010). acotable, en cambio por el lado de la demanda y el consumo, y tratándose
Asimismo había en 2010 nada menos que 102.945 empresas. Se estima- de reflejar comportamientos sociales culturales, así corno el gasto domés-
ba su contribución al PIB del 2,9% (Cuenta Satélite de la Cultura, abril de tico de tiempo y renta, es dudoso un concepto estricto de uso y gasto cultu-
,

2010, INE, 2010) que asciende al 4% si se considera el conjunto de activida- ral. El comportamiento humano mezcla unas y otras actividades según un
des económicas vinculadas a la propiedad intelectual. Con esas cifras ya no menú personal intransferible de usos para el tiempo libre, la cultura y el co-
se está hablando sólo de una actividad social sino de un sector económico po- nocimiento, en un mismo paquete de tiempo de no trabajo y de no sueño, com-
tente y creciente. partido con el tiempo del cuidado personal y familiar. Hay algunas activida-
El gasto doméstico privado en bienes y servicios culturales en sentido es- des culturales inequívocas (artes e industrias culturales). Otras, son de más
tricto en 2008 en España, era de 16.694,6 millones de €, lo que suponía el 3,1% dificil medición (turismo cultural) o no son separables de otras actividades
del total del gasto doméstico. La media española por hogar era de 997,2 € y (búsquedas en la red, ocio, comunicaciones personales...) por lo que en el pla-
por persona 368,3 € con un ligero descenso respecto a 2007 puesto que ya le no social y de la demanda parece conveniente un concepto laxo que refleje usos,
afectó la crisis. hábitos y prácticas culturales generales.
Por destinos destacan los equipamientos en imagen y sonido e internet que
ya alcanza el 43,3% (27,6% en informática e internet y 12,7% en equipo de
imagen y sonido) lo que significa un gran esfuerzo doméstico bastante ajeno Notas epistemológicas desde la economía crítica
a la idea de la cultura gratuita, seguido de servicios culturales (artes, cine,
abonos) 29,1%, lectoescritura 19,4% (1,6 publicaciones periódicas y 7,8% li- Se puede hacer una economía de las industrias culturales (Zallo 1988). Tam-
bros no de texto). bién se puede hacer una economía de las artes y de la creación. Asimismo se
Por la Encuesta de Presupuestos Familiares en 2009 en España, el gas- puede hacer una economía del patrimonio, al igual que una economía de la co-
to medio por persona en ocio, cultura y espectáculos en 2009 era de 771,9 eu- municación. Y por supuesto cabe una economía de la información, o de la in-
ros sobre un total de gasto medio anual de 11.365,19, o sea, un 6,79%. novación y del cambio técnico o de las teleco,_ temas, no obstante, bastante dis-
El gasto público era de 7.111 millones de €, un 0,66% del PIB. tintos a los arriba mencionados, salvo por el lado instrumental y con los que
En producción por sectores culturales en 2008, las industrias culturales comparte el valor de la innovación inmaterial. La utilidad de cada una de esas
suponen el 70%. Ahí destacan Libros y Prensa, que representa el 40,9% aproximaciones ya es otro tema.
en el conjunto de actividades culturales. Le siguen por orden de impor- Sin perjuicio de que el tiempo, y no la moda, decante objetos de estudio
tancia, los sectores de Radio y Televisión (18,2%), Cine y Video (10,6%) y finos, se puede y debe hacer una economía de la cultura, o de la cultura
Artes Plásticas (10,2%). Los restantes sectores tienen una participación y la comunicación pretendiendo englobar, al mismo tiempo, los ámbitos más
inferior al 10%: Artes Escénicas (4,7%), Patrimonio (2,6%), Música gra- implicados (patrimonio, cultura comunitaria y popular como patrimonio so-
bada (2%) y Archivos y Bibliotecas (1,7%). Clasificando por fases desta- cial inmaterial, artes, industrias culturales, medios de comunicación y cul-
ca el sector de Creación y Producción, que supone el 55,5% del PIB de las tura en la red). Para ello, hay dos requisitos que deben cumplirse: un objeto
actividades culturales, seguido por los sectores de Fabricación, 17,2%, Dis- de estudio definible y unos rasgos definitorios que compartan todas las ex-
tribución y Difusión, 13,4% y las Actividades Educativas vinculadas a la presiones culturales. Ambas consideraciones autorizan a ese acercamiento.
cultura, 5,3%. Entiéndase como una propuesta en hipótesis. Muchos de los rasgos que se apun-
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tan, pero no todos, son aplicables al diseño (la cultura en los objetos de uso) A modo de pincelada, para entender estos cambios ayudan poco dos ver-
imbuida de su rol simbólico, pero aún más de su rol funcional y, sobre todo, siones críticas clásicas: la del estructuralismo althusseriano, 2 o la de los ide-
comercial. ologizados y monistas modelos que reducían los media a sistema de propa-
Nuestro campo, llámese Economía Política de la Comunicación o econo- ganda del poder. Por su parte, tampoco otros dos modelos más sofisticados,
mía crítica de la cultura y la comunicación —denominación preferible— es que incorporan elementos centrales de un análisis específico de los media, res-
sólo una parte, eso sí sustancial, del punto de vista crítico en esa suma de dis- ponden a todos los interrogantes. En uno de ellos, el eje central son los pro-
ciplinas (economía, sociología, antropología o política) que se acercan al aná- pietarios y financiadores 3 que, sin duda, son decisivos, pero no toma en cuen-
lisis social de la cultura y la comunicación. Con ello quiere decirse que este ta algunas variables internas. En el otro, las variables internas influyentes
campo no es omnicomprensivo. También hay una sociología crítica de la cul- sobre la información son tomadas en consideración, pero no la propiedad y
tura y la comunicación (Williams, Bourdieu...) o una politología crítica (Grams- el sistema, con lo que falla un aspecto central: la economía misma.'
ci, Miliband, Offe, Sacristán, Bobbio...) o una economía crítica (Mandel, Lie- En los cuatro tipos de modelos apuntados la actual complejidad social está
pitz, Wallerstein...) y a los que habrá que añadir en la medida de su desarrollo ausente. La sociedad es ahí trasunto, sujeto pasivo y masa maleable a mer-
otros campos (una ecología crítica...). ced de los media. Necesitamos un quinto modelo que, además de recoger
l'as versiones críticas de estas disciplinas emergieron bastantes decenios los aciertos de los anteriores, sea más fino y permita entender la compleja re-
después de que se iniciara la construcción del pensamiento crítico que, en su lación de los media con la sociedad y el poder en este periodo. 5 La sociolo-
primera época, le daba un papel determinante, cuando no determinista, a la gía crítica de los primeros Cultural Studies (Raymond Williams, Stuart Hall,
instancia económica. Los avances científicos en todas las corrientes de pen- E.P. Thompson...) o de Pierre Bourdieu marcaban un interesante camino para
samiento han permitido superar aquella etapa, centrarse temáticamente y deshacer ese déficit.6
complementar conocimientos desde el respeto metodológico que, en el caso del No hay así una sola Teoría ni una tradición única de la Economía Políti-
pensamiento crítico, se beneficia además de una ventaja: la estrecha relación ca de la Comunicación sino distintas tradiciones de economía crítica de la co-
entre las disciplinas por motivos de epistemologías compartibles alrededor municación y la cultura.? Una parte de la tradición europea se inclinó por los
de un mismo sujeto social. modelos que partían de la mercancía cultural misma y el proceso de mer-
Los fundadores de la comunicación crítica, a uno y otro lado del Atlánti- cantilización hasta la generación de estructuras (escuela británica, france-
co,' estaban convencidos de su proyecto y tenían una doble misión: la denuncia sa —Grenoble—, española...), y fueron sedimentando una interpretación de
del sistema comunicativo y la redefinición de paradigmas, ya fuera para la abajo a arriba, entreverada por las aportaciones críticas de la historia, la an-
UNESCO o para su aplicación en las políticas nacionales comunicativas de tropología o la politología.
los Estados. En las últimas décadas la realidad ha cambiado y los analis- Hay así un modelo general y abierto de interpretación del actual sistema
tas, tras la travesía del desierto neoliberal, estamos perplejos en bastantes de medios y de gestión social del discurso en el capitalismo actual. El siste-
campos, como son el análisis del capitalismo inmaterial y global, o sobre el ma capitalista actual muestra una gran capacidad de autotransformación y
proyecto a definir —más allá de la filosofia moral del cambio inherente al pen- sigue basándose en la mercancía, la explotación del trabajo y la acumulación
samiento crítico— o sobre qué sujeto(s) histórico(s) modelará(n) el futuro. En privada del capital y, en la actualidad, pone como capital tractor de todo el
la actualidad quizás se disponga de una visión más compleja de la sociedad sistema al capital cognitivo, y el acento en la apropiación y gestión del co-
y de los retos. nocimiento y todas sus derivas: innovación, creación, educación, aprendiza-
Como la de los fundadores, cabe una visión a caballo entre la aportación je o talento, que son formas del trabajo complejo que decía Marx, y que en la
crítica, la denuncia y la propuesta. Dentro de esa dialéctica se produce una actualidad se expresa como un trabajo cultural e intelectual que ya es fac-
confrontación a tres bandas entre el amable gran hermano que es el siste- tor productivo directo en el sistema.
ma comunicativo de los grupos de comunicación y de las mercancías; una gi- Sin embargo, paralelamente, la sociedad se ha hecho Logos, comunica-
gantesca, desatada y estimulante comunicación social en la red que ha he- ción. La tensión está servida sobre quién será el guardián de la palabra, lo
cho proliferar los comunicadores; y unas mayorías sociales que demandan que va más allá y desborda la confrontación más patente entre cibernautas
confusamente una comunicación democrática. Los sujetos de referencia lo son y propietarios de sistemas.
en representación del capital cognitivo el uno, de una nueva comunicación la La economía en sentido estricto ha de centrarse en la función económica.
segunda, y de una sociedad de progreso cualitativo, la tercera. Es su rol. Ello no impide que desde otras disciplinas se puedan y deban es-

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tudiar la cultura y la comunicación. Con ello se iría por el camino abierto al puede abstraerse para analizarla de su relación con el bienestar colectivo, la
conocimiento y no a los sistemas cerrados que creen que lo explican todo. Al igualdad interna e internacional, ola racionalidad y distribución justa de los
contrario, las versiones críticas de la antropología, sociología, ciencia políti- recursos y de sus usos, o de sus contrarios.
ca... son imprescindibles, y entre todas y junto con la economía critica, con- En lo que respecta a la cultura, hay una diferencia con otras perspectivas
formarían una suerte de «Crítica de la cultura y la comunicación» o unos «aná- en las que no es la economía la que es instrumental sino la cultura, entendi-
lisis críticos de la cultura y la comunicación» en los que confluirían en claves da sólo como medio para la diversificación, reconstrucción, mantenimiento, con-
de complementariedad de saberes y de paradigmas comunes. A los propios Es- solidación o desarrollo de las ciudades y economías, incluyendo a las industrias
tudios Culturales se les devolverían preocupaciones de la teoría crítica de la culturales locales. Ahí la cultura ha sido habitada por otras motivaciones. En
cultura que se han ido disolviendo por el camino (Granar, 1998: 64). efecto, en lo relativo a las políticas culturales y comunicativas sobre produc-
A su vez poco se avanzará haciendo una economía que no sea economía. tos y equipamientos culturales o redes, ha ido ganando terreno la lógica libe-
Se requiere legitimidad explicativa ante otras versiones más establecidas y ral frente a las lógicas clásicas de políticas de intervención y promoción. Igual-
dominantes. No cabrá explicar la complejidad si se cree que la economía es mente, en la implantación y gestión de equipamientos o programas, han ga-
la Ciencia o no se la cruza con otros campos. O dicho de otra manera, la Eco- nado terreno la singularidad y espectacularidad sobre la eficacia social.
nomía Crítica, desde su propia metodología, necesita complementarse con una A falta de meta-relato finalista hay que basarse en los elementos que de-
teoría social y con una teoría del poder, lo que invita a la flexibilidad y a la finen a la economía política como son la historia, la ética, el concepto de to-
integración o, al menos, al manejo de varios campos afines. talidad y la praxis. 8 Pero, además, desde unas metodologías revisadas, se tra-
Felizmente el pensamiento crítico sí tiene una teoría de la historia —aun- ta de reconstruir un pensamiento crítico y proyectivo de la cultura y la
que no sea unívoca— vinculada a los agentes, especialmente las clases comunicación.9 Ese pensamiento no puede ser independiente de un pensa-
trabajadoras, y sus contribuciones como sujeto. La crítica de la economía no miento integral anclado en los potenciales sujetos del cambio como son los
puede desentenderse de la sociedad, de sus agentes y de los efectos; al con- movimientos de trabajadores, los movimientos sociales, nacionalitarios, al-
trario, los incorpora como marco a su matriz. La economía sólo explicaría pro- terglobalistas (Peter Waterman 2006) y de ciudadanía integral.
piedad, mercancía, trabajo, relaciones entre capital y fuerza de trabajo, Las ventajas de una aproximación crítica es la disposición de una visión
procesos productivos, producciones concretas, sector, consejos de adminis- global así como algunas herramientas que dificultan caer en una lógica
tración, concentración, funcionamiento empresarial, comportamientos en el formal conceptualista, o conmoverse por las modas, o desentenderse de las im-
mercado, política económica,... El resto no. Requiere cruzar sus conocimientos plicaciones sociales. Pero también se incurre en riesgos, como son el ideologismo,
para hacer teoría social, de la que la economía es parte. Añadir el apelativo la falta de rigor justificada en una buena causa, el hermetismo de los mode-
de «política» a la «economía» (economía política) ayuda, si se entiende como los, o la subordinación a rendimientos políticos. O sea, no hay garantías de
«crítica de la economía política», pero «necesita estar cimentada en una epis- acierto y, por eso, ha de compartirse la modestia de estudiar todas las versiones,
temología realista, inclusiva, constitutiva y crítica» (Mosco, 2006), a añadir porque a veces son otros los que tienen la razón entera, o parte de ella
a los estudios críticos, en general. Dicho esto, debemos confesar que, en esta época de multiplicación social
El anclaje social en los potenciales sujetos de transformación, es impres- del intelecto fragmentado y socializado, asistimos a un despiste monumen-
cindible para avanzar hacia un «modelo teórico general», sin que quepa ha- tal respecto a un proyecto posible de cambio y de utopía realizable. En el caso
cerlo ni desde el puro pensamiento de laboratorio, ni mediante un sumato- de la cultura y la comunicación, proliferan —con la precisión de un entomó-
rio de epistemologías diversas, ni desde la pura ética. La «economía (crítica) logo y dibujando un mosaico inaprehensible— los estudios que detectan los
de la cultura» debe subordinar los imperativos económicos a las estrate- cambios en curso y las nuevas temáticas. A partir de ahí hay divergencias en
gias de democratización cultural e, igualmente, subordinar la visión econó- los diagnósticos, en los sujetos, en las metodologías o en la centralidad de los
mica de la cultura (financiaciones, sectores, políticas regionales) al lado cul- saberes. El resultado es un importante desconcierto en los campos y temas
tural del desarrollo. de confrontación centrales de nuestro tiempo y, por ende, en las alianzas o en
La economía crítica —a diferencia del funcionalismo, del conductismo, del las exigencias al Estado de turno en torno al servicio público o las políticas
positivismo o del posmodernismo— siempre situará la cultura en el contex- culturales y comunicativas. Todo ello interpela a los investigadores? )
to de las sociedades en conflicto y se da a si misma la función, desde su pro- Se avanzará si se piensa en un proyecto de progreso y se parte de la rea-
pia metodología, de desvelar la estructura y funcionamiento del sistema. No lidad presente, no de la imaginada, alimentando la función crítica y apuntando
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las aportaciones en positivo que vayan en aquella dirección. La nueva gene- en el acceso a su resultado (caso de la televisión), sino también al conjunto de
ración puede traer este tipo de investigación. la cultura y la comunicación: el patrimonio, las instituciones culturales con sus
Un análisis económico que abarque a toda la cadena de valor —y no sólo servicios, los equipamientos, los espectáculos no seriados, las artes visuales...
la creación y producción— debe partir de una matriz general desde lo pro- que son cultura pero no industria, aunque ahora, en la era post-industrial
ductivo y valorizador. Pero, asimismo, ha de incluir los elementos relativos —¡qué contradicción!— se aplique alegremente el término industria a acti-
a demandas en competencia, instituciones y usos sociales.n Es decir una eco- vidades que no lo son y que son de corte artesanal o puros servicios.
nomía en interacción del conjunto de su cadena de valor y de su ciclo re- Los estudios de economía en este campo han estado centrados en dos ob-
productivo. Equivaldría a la aplicación en el campo económico a lo que Nés- jetos parciales distintos. Mientras, en el caso de algunos especialistas —con
tor García Canclini planteaba para el ámbito sociológico: «la creación cultu- raíces en William Baumol— se centraban en las artes," otros —con raíces en
ral se forma también en la circulación y recepción de los productos simbóli- la escuela de Franckfurt— ceñían su campo a las industrias culturales (edi-
cos» (2004: 223). ción, disco, cine, audiovisual...) y a los media. Eran enfoques parciales que
apenas se miraban entre sí. Ello ha llevado a que haya una «economía de las
artes» por un lado, y una «economía de las industrias culturales», incluyen-
Una economía (crítica) de la cultura do los media, por otro. Parece no sólo oportuno integrar su objeto de estudio
y la comunicación y cruzar sus metodologías, sino también incorporar un ámbito muy impor-
tante que, además, se lleva la mayor parte de la financiación pública como
Cabe una economía general de la cultura como objeto de estudio —como se es el Patrimonio" y que suele ser objeto de estudio por la vía de la economía
intenta mostrar a continuación— y además es estadísticamente delimitable, de los equipamientos o del turismo cultural.
como se comprueba en Eurostat o en el Ministerio de Cultura, y es mensu- Por lo tanto, patrimonio y sus servicios, artes e industrias culturales en
rable con los datos de la Contabilidad Nacional (sumando epígrafes lamen- sentido amplio configuran subsistemas cuya relación y clasificación es cam-
tablemente separados). Vista como un objeto de estudio para una ciencia so- biante en el tiempo. A ellos hay que añadir Internet.
cial como la economía, y por su valor de uso y de cambio, «la cultura nace de El patrimonio cultural hace referencia a la memoria histórica de un país.
actos de creación simbólica, tiene proce'sos de trabajo y valorización especí- Puede ser inmaterial o material, inmueble o mueble. Sus objetivos funda-
ficos por su propia naturaleza, supone siempre algún proyecto estético y co- mentales son la preservación, conservación, restauración, puesta en valor y
municativo independientemente de su calidad, se plasma en objetos o servi- difusión del legado cultural de una comunidad.
El subsistema del patrimonio cultural suele gestionarse a través de cen-
cios culturales y demandados por tales, y tiene una eficacia social por su
tros o servicios de patrimonio cultural, del sistema de museos, del sistema de
percepción social en forma de disfrute, conocimiento y vertebración colecti-
va» (Zallo 2007b). archivos y del sistema de bibliotecas. Se trata de estructuras de titularidad
pública y privada, con una clara vocación de servicio público, que reciben fuer-
En esta era digital de convergencias tecnológicas que conviven, afortu-
te apoyo institucional y funcionan, casi siempre, sin ánimo de lucro.
nadamente, con creaciones vivas tradicionales, parece oportuna una «economía
Se ha de anotar que hoy el Patrimonio (arqueológico, industrial, etno-
de la cultura y la comunicación» que abarque en su objeto de estudio todos
gráfico...) y los servidos patrimoniales desde equipamientos (bibliotecas, mu-
los ámbitos de la cultura: industrias culturales, los media, ámbitos patri-
seos, archivos...) van más allá del puro y básico depósito, conservación y res-
moniales y artísticos, cultura popular, eslabones culturales como el diseño de
tauración, para ser interpelados en cada época desde interpretaciones
las producciones no culturales, la creación publicitaria y las producciones para
cambiantes que, a su vez, cambian el sentido del pasado para después ser co-
la red y otros temas. El sistema de las industrias de la cultura o de conteni-
municados. El Patrimonio es cada vez más comunicación y sentido siempre
dos de un país es sólo una parte del ámbito cultural.
en mutación.
La propia cultura comunitaria y popular conforma un patrimonio inma-
Subsistemas
terial que goza del sentimiento de pertenencia de las gentes de cada lugar.
Ese enfoque va bastante más allá de la industria cultural o de la industria El subsistema de las artes tiene como objetivos la creación, producción
creativa, puesto que abarca no sólo a la elaborada con procedimientos indus- y difusión artística en el campo de la literatura, la música, el teatro, la dan-
triales de trabajo, implicando reproducibilidad (caso del libro) o multiplicidad za, las artes visuales, la arquitectura y la artesanía. La creación artística es

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un acto vinculado estrechamente con la iniciativa social: es la sociedad la que y los contenidos culturales transversales entre televisión, red y ordenador. El
crea arte, no la administración. A esta última le corresponde solamente pro- espectáculo en vivo está a caballo de las artes escénicas e industria cultural.
piciar las condiciones que hagan posible el hecho creativo. Las industrias culturales, además de una forma expresiva cultural que
El sistema de producción de las artes (básicamente artesanal), la singu- utiliza medios tecnológicos, gráficos, magnéticos, químicos, electrónicos, in-
laridad de los objetos artísticos (opuesta a la producción industrial masificada) formáticos o de telecomunicaciones, es un sector económico con características
y su difusión a un público más o menos limitado dificultan enormemente la de estratégico tanto por sus efectos sociales y demanda como por su peso
rentabilidad económica de los proyectos artísticos. En términos generales, el específico creciente.
mercado de las artes es poco rentable y necesita complementar su financia- No hay desarrollos culturales sin medios, inversiones y tecnologías, pero
ción con ayuda institucional y de patrocinadores privados. éstas valen de poco sin personas que los utilicen desde la creatividad y la
El subsistema de las industrias culturales se distingue del subsistema innovación permanente, que es la esencia misma del diálogo entre tradición
de las artes por las formas de producción, el tipo de productos culturales y los y cambio en la cultura.
canales de difusión cultural. En el caso de las industrias culturales se trata Por su forma de producción y como parte de la cultura, la industria cul-
de formas de producción estandarizadas (industriales), de objetos reproducidos tural, tiene así una doble e inseparable naturaleza. Para ser cultura debe ser
masivamente, destinados, al menos potencialmente, a un gran número de per- mayoritariamente industria, de calidad, eficiente, sostenible, con futuro, y que
sonas, y ofertados por empresas que se rigen por las reglas del mercado. produce contenidos en forma de imágenes y mensajes; y para ser industria
Además de esos subsistemas está internet en su doble vertiente —como específica debe barajar contenidos del orden cultural, en forma de entrete-
hemos visto— de sistema de sistemas y sistema específico que implica cul- nimiento, información y educación, independientemente de que sean cultu-
tura y comunicaciones de nuevo tipo. ra genuina o sólo lo parezcan. Y puede haberlo de maneras distintas: o bien
de calidad y con sentido, o de mala calidad como seudocultura; puede apelar
Industria cultural a las emociones en una dirección positiva o en la contraria; y como produc-
Por su actualidad y omnipresencia, las industrias culturales tienen un pa- ción cultural nada inocua, puede ser una herramienta formidable de cons-
pel predominante en la edificación y adaptación de las culturas a las nece- trucción social o de su contrario; y en relación a las lenguas puede paliar los
procesos diglósicos o acrecentarlos.
sidades ciudadanas.
Nuestra época suele aparecer como la era de las redes, pero debería ser
sobre todo la era de los contenidos que circulan por ellas, les dan sentido y
Funciones de las industrias culturales y de los media
valorizan. A pesar de que, por el momento, la red —como metáfora— es más Las industrias culturales y especialmente los media son más que un dispo-
visible que los peces que incluye. Son las industrias culturales las que dotan sitivo central tecnológico, cultural e industrial.
de contenidos informativos, comunicativos y culturales más profesionales a En primer lugar, son parte de la estructuración y autorregulación
la red. del sistema. Desde su función específica de difundir signos, imágenes, so-
Se caracterizan por su constante renovación, por sus efectos sociales, nidos, relatos, valores, estéticas, informaciones sociales, económicas, polí-
por su papel en la socialización, en el imaginario colectivo y en el desarrollo ticas, deportivas... proponen un modelo de organización social, legitiman
democrático, por la centralidad del trabajo creativo e intelectual, por su el sistema como parte de un orden natural, así como sus subsistemas e ins-
subjetividad y por estar sujeta a legislaciones especiales (propiedad in- tituciones, participan en la regulación y satisfacción de las necesidades so-
telectual, legislación de libertad de expresión, fomento de la creatividad, ciales, marcan pautas de consumo e incitan al mismo, mediante informa-
servicio público). ción y publicidad. Son parte indivisible y funcional de la autorregulación del
El sistema general de industrias de la cultura está conformado por las in- propio sistema."
dustrias del libro, prensa diaria y periódica, disco, cine, vídeo, multimedia, soft- En segundo lugar, tiene efectos decisivos en la integración social. Son
ware cultural, radio o televisión y creaciones varias (publicitaria, diseños, ar- parte de los procedimientos de socialización e integración social en las dis-
tesanías...). tintas sociedades, en tanto mecanismo de percepción y representación del
Desde luego, también hay que añadir en la actualidad los contenidos in- mundo a través de una oferta de signos, imágenes y sonidos que ofrecen com-
formativos y culturales informáticos y de internet, así como los videojuegos pañía, entretenimiento, información y cultura, y contribuyen sustancialmente

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a generar el vínculo social, la identidad (cultural, lingüística y política) y b) por otro lado, los ámbitos suministradores desde atrás en la cadena de
la opinión y espacio público de una comunidad, al tiempo que la preparan valor de la industria cultural (aparataje, electrónica de materiales como
para los retos cambiantes de la modernidad y el intercambio cultural. bienes intermedios o de producción...), o hacia delante como es el caso de
Junto al sistema educativo y con la ventaja de la actualidad, de la fasci- los equipamientos necesarios para los consumos domésticos (electrónica
nación y la respuesta instantánea, son una herramienta esencial de forma- de consumo y conexiones...) o desde los laterales como es el caso de los fa-
ción y construcción social. cilitadores (telecomunicaciones) o actividades auxiliares (imprenta, locales
En tercer lugar, tienen un importante peso político (Reig, 1998, Serrano, de espectáculo...).
2009). Son instituciones para la generación de consensos, dominación y he-
gemonía en el sistema democrático, siendo un poder en si mismos, un po- Cabe así un concepto amplio de cultura que los abarque, la hilera cultu-
der transversal, más que un cuarto poder, en las sociedades avanzadas. Son ral, pero los dos últimos campos descritos no deben subsumirse en el es-
vehículo de legitimidad de los otros poderes más centrales (económicos, po- trictamente cultural —no son valor añadido cultural sino contenedores ins-
líticos, sociales), al mismo tiempo que tienen una cierta función de regu- trumentales de valores culturales o condición de cultura— que requieren una
lación entre los mismos y la sociedad porque desde su influencia, contra- consideración específica en tanto asumen algunas connotaciones culturales
pesa y vigila disfuncionalidades. Es decir, la prensa, la radio y la televisión pero muy dependientes de los sectores de los que forman parte a pesar de
constituyen una parte transversal del sistema de poderes de las socieda- que la motivación social para adquirirlos es informativa, lúdica, relacional
des democráticas, ejerciendo de acompañante funcional y de contrapeso vi- o cultural.
gilante. Siempre hay un hecho económico en la cultura y la comunicación, ya se
En cuarto lugar, organizan una parte sustancial de la cultura colecti- trate de un bien público o privado. Su forma económica no es uniforme, pues-
va. Tienen una evidente funcionalidad para la sociedad y son símbolo de es- to que la cultura en su conjunto puede ser capital, producto o servicio. La ex-
tatus social. En tanto satisfacen demandas culturales y de información, cre- presión mercantil es pues muy variada. Así, un bien puede ser convertido en
an una cultura compartible de masas, —sea desde una cultura homogénea patrimonio —por ejemplo, un museo— o capital que atrae miradas y produ-
de masas, sea desde una oferta personalizada— y dependiendo de la expo- ce rentas (como propiedad intelectual o como servicio anexo al turismo), o en
sición a las distintas muestras del sistema de medios, asignan roles en las una producción material en forma de CD conteniendo sonidos o en un ser-
relaciones sociales.
vicio como un partido retransmitido por un canal de pago.
Por último, es una parte creciente y relevante de la economía. Confor- Esto se traduce en que los tipos de oferta son también múltiples. Unas son
ma un subsector económico en sí mismo, cada vez más rentable y potente eco- cambiantes y otras estables. En unos casos la oferta es tan renovable, que es
nómicamente, de alto crecimiento y valor añadido, creador de empleo y atrac- incluso efimera y volátil como mercancía con un rápido recorrido comercial.
tivo para la entrada de capitales en busca de oportunidades.
Es el caso de la música de masas o de la mayor parte de la industria cultu-
En suma, las industrias culturales y los medios de comunicación son tam-
ral o de algunas ofertas artísticas (aunque siempre deja un anclaje, por si aca-
bién un dispositivo de reproducción del sistema, de integración social, de ajus-
so, en derechos de propiedad intelectual para usos futuros); y, en cambio, es
te político entre poderes, herramienta de la cultura dominante de nuestro tiem-
lo más estable y sólido que pueda imaginarse en el caso de la arquitectura y
po y un subsector económico cada vez más importante.
una parte de las artes visuales, así como en todo lo reconocido como patrimonio
colectivo.
Una economía integral de la cultura y la comunicación
La detección de unos rasgos generales no debe ahorrar el análisis ca-
A los subsistemas y a la cultura y las comunicaciones sociales de la red , ha- suístico y concreto de cada subsector, bien o servicio porque hay notables
bría que añadirles dos nuevos campos: diferencias entre ellos. Tanto para lo general como para lo concreto cabe apli-
a) por un lado, los ámbitos culturales de la producción general (diseño, moda, car distintos enfoques (análisis micro o macro; análisis desde distintas es-
la parte cultural del turismo cultural, la creación publicitaria, el lado cuelas) y teorías: teoría de la elección, economía crítica, análisis coste-be-
cultural de otros ámbitos...) ámbitos que están muy subordinados a las fun- neficio, teoría del desarrollo por difusión o teorías sobre el precio...
ciones económicas en las que se insertan en la economía de mercado: ven-
der el producto, atraer visitantes, persuadir...;
160 161
La mercantilización creciente es un rasgo general de la cultura de nues-
Características económicas de la cultura
tro tiempo (Tremblay, 1990: 44) intensificada con la informacionalización
y la comunicación de la sociedad (Miége, 2004).

Rasgos 4. Es una economía de la oferta múltiple, no sólo por la inmensa capaci-


dad de creación y producción —pues estamos en culturas con una educación
Los rasgos compartidos por la cultura como economía, son bastante nume- colectiva generalizada y en cada individuo puede haber un creador— sino que
rosos. la producción es mucho mayor que la oferta presentada al mercado. Pero, vis-
1. Mirando más allá de la forma material o inmaterial y de su reproducibi- ta la tendencia polarizadora de los mercados hacia ofertas de vocación ma-
lidad o irreproducibilidad, o de su expresividad a través de las formas ma- siva, la demanda se concentra en pocos productos con demandas millonarias
teriales, en todos los casos hay un valor intangible o simbólico. Ese valor sim- o, al menos, solventes, quedando el resto en pérdidas o en subvención. O sea,
bólico se expresa en su diferencialidad, en su unicidad, en ser un objeto o hay una inmensa producción, una gran oferta múltiple invisible, una limitada
servicio distinto a cualquier otro, y en contener un valor tenido por cultural oferta realmente viva y una aún más limitada oferta visible y económicamente
o simbólico. solvente.
En todos los casos, y a pesar de la industrialización cultural, hay un pun- Hay mediadores culturales. Unos ordenan las prelaciones en la ofer-
to de partida de prototipo único, poco sustituible individualmente, y con ta y ejercen de decisores de tendencias —las empresas de edición, producción
un significativo valor añadido. o emisión en el caso de la industria cultural—. Otros ejercen la crítica —en
El tipo de valor requerido socialmente en cada ámbito es, sin embargo, dis- el caso de las artes y contenidos en general— para situar el valor cultural del
tinto, siendo el valor requerido en los productos estrictamente creativos, la intangible. Otros, mediante las subvenciones o el mecenazgo —en el caso de
originalidad y, en cambio, en los contenidos mediáticos o más colectivos, la pro- patrimonio y artes— rescatan valores de uso cultural en riesgo.
fesionalidad; y en la arquitectura artística o en la cinematografia, ambos.
5. Cada bien es individualmente insustituible Puede protegerse por la pro-
La unicidad o el carácter de prototipo de cada creación cultural, es iden- piedad intelectual siempre en su versión moral autoral y ya suele ser algo más
tificable por la firma, por la autoría y por la diferencialidad de la obra mis- dificil en su explotación económica. Para las reglamentaciones de propiedad
ma que, de no darse, rozaría la «no obra», el plagio. Es así protegible me-
intelectual al uso, se trata de monopolios naturales, de derechos en exclu-
diante derechos morales y patrimoniales.
siva que quien no esté facultado no puede ejercitar o tiene limitaciones de uso
2. En ese carácter único tiene un peso decisivo un trabajo muy cualificado y Es una barrera de entrada muy estricta que prima a la creación y pro-
especial, el trabajo creativo, que lo ha hecho posible. El trabajo creati- ducción de éxito y favorece los procesos de concentración (Towse, 2005: 447).
vo, es culto, diferente u original, además de responder a las técnicas profe- En cambio, a escala de sector la sustituibilidad de productos o de
sionales, y es en si mismo innovador, en permanente cambio y está en com- prácticas culturales es lo dominante, hay una gran competencia entre el con-
petencia. junto de propuestas creativas que se traducen en miríadas de ofertas tenta-
Sus formas de remuneración abarcan desde el sistema salarial (medios doras cotidianas aunque la inmensa donación entre sí de productos, apenas
de comunicación) o a porcentaje sobre ventas (música, literatura) o a tanto si deja ver algunas propuestas deslumbrantes y novedosas para la cultura.
alzado y en intermitencia (por obra). Hay una competencia brutal por diferenciarse en el magma de ofertas. En
el interior de cada expresión artística y cultural hay competencia a corto pla-
3. Tiene un valor de cambio porque es creación para la sociedad o el mer-
zo entre ofertas, con muy variadas técnicas sea de fidelización del público, sea
cado. La lógica decisional misma sobre lo que crear, producir o reprodu-
cir, acceder o fruir combina las lógicas económica, social, política y artística, de diferenciación de productos. También se compite entre expresiones distintas:
de forma parecida a la innovación permanente. hay una competencia a corto, medio y largo plazo entre espectáculo en vivo
y el cine, entre la cultura doméstica y la cultura del espectáculo en vivo, en-
Hay una afectación comunicativa o comercial en el proceso creati-
vo. Los autores piensan en el mercado o en el público. Ese destino afecta al tre la lecto-escritura y el audiovisual, entre la red y el televisor...
producto (sea un programa de TV o una obra de net art). Se busca la acep- El monopolio natural aparece como un sistema defensivo ante los riesgos
tación social o del mercado en claves de inteligibilidad y, eventualmente, de un mercado en ebullición, pero que beneficia especialmente a las ofer-
emotividad implicativa. tas de éxito, al acumular ingresos en bola de nieve.
6. Es una economía en permanente renovación productiva, interpretativa propuesta inexistente) y es la preexistencia de la obra la que puede o no ape-
o comercial, en contínua innovación y con una gran dosis de flexibilidad y adap- lar concretamente a los sentidos, aunque los comportamientos de demanda
tación a los inagotables cambios simbólicos. recrearán después segundas partes, estilos o modas que generarán nuevas
Su relación con la tecnología es de lo más variada: casi refractaria en las ofertas.
expresiones históricas, es generadora de nuevas expresiones artísticas des- Para nada se cumple la «ley de Say» de que toda oferta crea su propia de-
de la combinación de informática y red. manda.
La velocidad cíclica es diferente según los casos. Es acelerada en los ser- Son así bienes o servicios de experiencia. Es imposible una informa-
vicios y las mercancías culturales, dándose incluso una significativa cadu- ción completa sobre lo que se espera de una obra o de una visita museística.
cidad económica (pierde valor y tiende a valor cero en el mercado residual, La demanda puede quedar satisfecha o no, sin que el precio tenga que ver
reduciéndose el precio como ocurre en las ferias del libro usado), e incluso necesariamente con el hecho. Es la experiencia la que establece la posi-
perecedero desde el punto de vista temporal (la información de los media). ción individual y colectiva entre oferta y demanda, y teniendo la crítica
Con todo se pone aún más acento en la producción (reproducción, oficios no la función de prepararla.
culturales) que en la creación (Mc Phie 2001). El proyecto cultural funda la reflexión estética, y sólo después la deman-
Cualquiera pensará que el concepto de renovación es en si mismo con- da o el mercado se revelan y adaptan. Es una economía de la oferta con de-
tradictorio con el campo del patrimonio. Y es verdad, pero sólo en parte. El mandas culturales subjetivas que se corresponden con el hecho de que el co-
patrimonio o el capital cultural, sea tangible o intangible (Thorsby 2005: 134) nocimiento del valor real de la creación se produce ex post, después, y con un
es un bien cultural convertido en capital, pero que sólo pudo convertirse en alto componente cualitativo y perceptivo que es el que marca la diferencia.
tal ponla intensa renovación que permitió, después, una selección de lo apto No hay una oferta óptima. Las demandas no son visibles a priori, por el peso
para perdurar y rendir en el tiempo incluso de forma inmemorial. de las variables culturales y por la dificil medición del valor al tratarse de una
La renovación, que es tan intensa en las artes, industrias culturales, di- economía inmaterial. Esto hace que no sea posible un modelo único de efi-
seño o los media, no es así contradictoria con que se genere un espacio nada ciencia.
residual de producciones salvadas de lo efimero y temporal, que pasan a for- 8. Su funcionalidad y eficacia social se traducen en una inmensa demanda
mar parte de los patrimonios colectivos y de la memoria como bases desde genérica de cultura en sentido amplio, como conocimiento, información, tec-
las que mirar la evolución de las nuevas propuestas simbólicas. Son capital nología, artes, consumo simbólico. Son un gran masaje colectivo para adap-
que genera valores culturales en el tiempo y, a veces, también valores eco- tar las sociedades avanzadas a la tensión de su reproducción y desarrollo.
nómicos o servicios directos (Museos...) o indirectos (marketing de ciudad, IVA El hecho micro que sostiene ese comportamiento colectivo es que el usua-
de hostelería...). rio potencial o real se implica emocional y subjetivamente de forma intensa,
Pero además ese capital cultural es reinterpretable (es distinto en su sig- y de ahí se deriva el puro consumo, la fruición o el rechazo.
nificación) en cada época conforme al ángulo de la mirada y las pautas de la El hecho macro es que tiene efectos multiplicadores. Tiene un impac-
lectura que propicia el constante cambio cultural.' 5 to social que trasciende a un acto de consumo en tanto se trata de bienes so-
La solidez y perdurabilidad de la arquitectura y su funcionalidad como con- cialmente valorados.
tinente de servicios, es compatible con una redefinición constante de estilos. La oferta cultural tiene efectos sociales cualitativos, sea en la recreación
7. Para tener valor, además de valor de uso, ha de ser parte de las percepciones de la identidad colectiva de una comunidad que pende tanto de la producción
propia como de la influencia de la cultura importada.
sociales y, para ello, ha de ser comunicada y estar en disposición de uso o de
Una vez que las personas dejan el sistema educativo, es fuente también
intercambio. Eso sí, las formas de relación entre la autoría y el usuario, la dis-
de integración social, tanto por los valores y estéticas que socializa como
tribución, la oferta, el acceso de los usuarios y la financiación son muy di-
por el training social permanente que supone el contacto con la cultura.
versas.'6
¿Qué es lo que hay entonces en común? 9. Su naturaleza en tanto aportación al conocimiento o a la estética, deter-
En todos los casos, a diferencia de la economía de las necesidades mate- mina en parte su sentido económico. Tiende a ser un bien público o servi-
riales que suelen preceder a la oferta, aquí la oferta siempre es previa y cio público puro (uso no excluyente y sin necesidad de permiso del oferente)
es la oferta la que puede crear (o no) la demanda (no hay demanda sobre una o servicio público impropio (un espectáculo financiado por el Ayun-

164 165
tamiento pero en el que sólo cabe un cupo de personas) y de consumo no
genetalista o en bienes patrimoniales, o casi nulos y derivados sólo del capi-
rival (mi uso no rivaliza con el de otros, como es el caso de la TV). Como bien
tal creativo, como en una poesía.
público genera en las personas o sociedades un capital de consumo y de dis-
En el caso de las artes escénicas o musicales son muy inelásticos como dice
frute de futuras ofertas culturales.
la Ley de Baumol (Baumol y Bowen, 1966) y, por su forma artesanal de pro-
En el aspecto material y en el caso de las industrias culturales, no así en
ducción o comunicación, están siempre al alza y con problemas para benefi-
el resto, su alta reproducibilidad a costes decrecientes por unidad e incluso ciarse de incrementos de productividad. En cambio, la gestión de la cultura
costes marginales tendentes a cero (caso de copias) o nulos (caso de emisio-
digital permite importantes productividades en todos los planos.
nes), los convierte en bienes propensos a bienes públicos. También en el caso
En general, el coste es creciente en la parte creativa y preparatoria
del patrimonio y de las artes por la masiva presencia de subvenciones o me-
de la obra nueva ya se trate de arte o de industria cultural, como se com-
cenazgo. prueba en el cine. En unos casos, intenta ganar en originalidad y diferen-
Hay así muchos ámbitos en los que no sería razonable ponerle precio como
ciación, y ello conlleva un cierto y caro artesanado operativo. En otros ca-
indicador de satisfacciones: una emisión en abierto en la que mi uso no in-
sos, lo caro es el mantenimiento estructural (los media) o la comunicación
terfiere con el de nadie, por ejemplo, el acceso a bibliotecas o el patrimonio... (primicias...).
En algunos casos ese bien público pasa al estadio de bien de mérito, sea
Ello no quiere decir que las remuneraciones de las autorías necesariamente
por la crítica especializada, sea por estima social, sea por ser susceptible de
aumenten. En todos los casos se diversifican sus formas, se precarizan para
transmisión generacional siendo objeto de protección como una externalidad
los más y se polarizan en beneficio de los menos.
global que va más allá de la economía. Pero en muchos casos esos bienes tie-
Pero hay algunas tendencias. Para alcanzar a un nuevo usuario muchas
nen un valor de existencia —la población se beneficia de que existan inde-
veces los costes marginales tienden a cero, en relación tanto a la demanda
pendientemente de que los utilice o no—, de legado generacional y de edu- (si es masiva) o en relación al precio (si es un bien único y caro) lo que con-
cación colectiva (Baró 2008: 22).
vierte la situación en poco razonable, e invitaría a una acción de servicio pú-
Hay un mercado de la cultura pero el acceso tiene amplias áreas de no mer-
blico en bastantes actividades.
cado (la educación, la investigación estética, el goce creativo, el acceso libé-
Otro rasgo es que habitualmente hay importantes costes previos, cos-
rrimo, los espacios públicos de la cultura...). Los propios mercados de la cul-
tes hundidos, o fijos-variables, sea en formación, organización o preparación
tura no pueden obviar ni la legitimación cultural ni las políticas públicas de
antes de producir nada... Es como en el mundo de la innovación; lo que ani-
extensión cultural para una igualdad de oportunidades.
ma a pedir a las Administraciones que traten a la cultura, al menos, como lo
10. Su valor material e intelectual tiende a decrecer históricamente hacen a la innovación, sin regatear en medios para su impulso.''
pero, en cambio, tienden a incrementarse los costes creativos, de prepa-
12. Hay una incertidumbre sobre el resultado de la puesta en valor.
ración, de la exclusividad, de la complejidad (originalidad), de la comuni-
La incertidumbre se produce ya en origen en el bien mismo que es de dificil
cación y del marketing que busca la notoriedad ola diferenciación. Es ahí don-
estandarización (originalidad, acierto, lenguaje...) o en su contexto externo (co-
de se concentra la gestión de los riesgos.
Con la masificación de la educación, si bien el coste intelectual decrece, y nocimiento, publicidad, modas, innovación, estacionalidad, cambios tecnoló-
lo que ayer era materia gris especial, hoy ya es socialmente común, la crea- gicos...). Como es una economía con incertidumbre de demanda, tiene mucha
importancia la búsqueda de fórmulas para gestionarla, sea en el mercado y
tividad sigue siendo un valor escaso que toma muchas formas: discurso, ima-
la comunicación (ventanas, promoción, relaciones...), sea en la creación y pro-
gen, idea, efectos especiales, presentación, sorpresa...
Las relaciones entre coste, valor de uso, valor de cambio y precios son com- ducción (estilos, star system, modas, marcas, tendencias, liderazgos...). Los as-
plejas. Los derechos de exclusividad inherentes al monopolio natural sobre una pectos comunicativos y relacionales en un ámbito tan aleatorio y cambiante
obra facilitan, ya sea una economía especulativa en el ámbito de lo genial, ya pasan a ser decisivos.
sea un trato contradictorio con las ofertas convencionales materiales, en las Incluso cuando no es mercancía sino un servicio público, sin forma mer-
que cantidad, calidad, demanda y precio suelen tener alguna relación. cantil y financiado entre todos, hay una cierta contraprestación o retorno so-
cial, al elevarse el prestigio de la Administración, del político de turno o del
11. El comportamiento de los costes es muy variado. Los costes pueden ser mecenas.
muy importantes como en una infraestructura de prensa diaria o televisión La incertidumbre y el riesgo hacen difícil su financiación."
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13. Dada la subjetividad de la demanda, la relación entre demanda y pre- de espacios locales, nacionales e internacionales) y, sobre todo, hay lími-
cio es bastante inelástica, mientras que la elasticidad renta es muy alta tes o barreras de entrada culturales, identitarias, civilizatorias o idiomá-
(a más renta más consumo cultural). ticas para la circulación igual.
En la cultura, la subjetividad de la demanda, las promociones o la edu-
15. Dada la naturaleza de la cultura siempre hay una intervención de las
cación, producen situaciones de mucha obra digna no apreciada, y mucha obra
indigna con éxito. El prestigio y la firma, permiten que determinadas pro- Administraciones. De hecho no cabe una economía de la cultura sin un
ducciones generen mucha más renta que el valor que contienen o que su cos- enfoque de economía institucional. Al tener eficacia social atrae la aten-
ción institucional por sus efectos múltiples, y especialmente como ámbito de
te, mientras que otra parte de la producción jamás verá reconocido su valor
y coste por el mercado. juego del futuro de las culturas. Por ello está sujeta a legislación, además
El consumo no hace desaparecer el contenido simbólico. de estar protegida y contar con una pequeña presencia pública en produc-
ción, y mucho más significativa en asegurar las condiciones de su existen-
Hay una relación entre la concentración de rentas en un lado (pequeño
y de éxito) y la usura de rentas en el otro (amplio y de muchas obras de ca- cia."
Las Administraciones no pueden desentenderse de unos bienes con ten-
lidad mal remuneradas). Lo que va de más para unos es porque va de me-
dencia a ser bienes públicos con impacto social. Intervienen tanto en aspec-
nos para otros, dentro de las disponibilidades de rentas sociales o públicas
para el consumo cultural. tos financiadores como en reguladores que van desde la asignación de fre-
cuencias (creación de barreras de entradas), a la preservación normativa y
14. Los mercados son muy diversos.19 judicial frente a prácticas de plagio, o de legitimación de los derechos de au-
En muchos casos se trata de mercados imperfectos. Además hay de- toría, ola financiación ola habilitación de redes y la definición de límites éti-
mandas sin mercado (el gratis total o casi, como condición de demanda so- cos para los contenidos al tratarse de bienes y servicios sensibles para la ges-
cial; o la valoración social positiva para la inversión cultural aunque luego
tión social...
no lo use más que una minoría) y producciones para el no mercado. Así que esas tareas pueden traducirse en:
Cuando hay mercado:
• un Estado propietario (ondas, redes, emisoras públicas, editoriales insti-
• la oferta precede a la demanda;
tucionales);
• las exclusivas en «monopolio natural» propias de la propiedad intelectual
• un Estado financiador (subvenciones en cine o RTV, inversiones);
protegen mucho más que las patentes;
• un Estado promotor y articulador (gasto público cultural) desde estrate-
• no hay libre movilidad de capitales por diversas razones, ya sea por la om- gias públicas como el desarrollo de redes o la promoción de lenguas;
nipresencia de la exclusividad de los derechos de propiedad intelectual y
• un Estado árbitro (concesiones de servicios, promoción o limitaciones a las
de explotación por territorio, ya sea por la necesidad de licencias o auto- operaciones de Grupos oligopolistas);
rizaciones en los espectros radioeléctricos analógicos o digitales;
• un Estado integrador y compensador (de desequilibrios, de déficits, de
• tal y como diría la economía institucionalista (Coase et a/. 1994), hay
desigualdades sociales);
altos costos de transacción que obligan a alguna regulación para dar
un Estado regulador (de fijación de reglas claras que eliminen las incerti-
seguridad, ya que se trata de mercados donde hay comportamientos opcm- dumbres y desequilibrios, una parte de las cuales sería la reglamentación
tunistas o especulativos, incumplimientos de obligaciones contractua-
o, por ejemplo, la creación de un órgano de regulación independiente);
les, altos costos de información fiable sobre lo intercambiado y de pró-
un Estado cliente (demandante de vídeo institucional o de producciones
tección de derechos de propiedad o dificultades para hacer cumplir lo
publicitarias);
pactado;
▪ un Estado gestor (misiones de los servicios públicos de RTV);
• hay procesos de concentración incluyendo la existencia de Grupos poten-
tes capaces de imponer productos y precios;
•un Macla supervisor (derecho de rectificación);
interventor (influencia en la información)...
• lo cualitativo y lo subjetivo es más relevante que lo cuantitativo;
• el mercado está crecientemente internacionalizado en determinados . .ue es un ámbito social de gran impacto, generado desde la so-
segmentos pero es unidireccional (norte/sur), desigual (distintos merca- delatrastil las comunidades creativas y el sistema educativo y mediático,
dos según espacios, por ejemplo, publicidad o prensa o TV según se trate surgen Mmaa de cooperación entre sociedad, mercado e instituciones."
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Es un ámbito amable para la cooperación democrática, participativa, me- La economía de la diversidad cultural
diante un nuevo espacio público, no político, compartido, con grandes dosis desde la ortodoxia y la economía crítica
de autorregulación, con espacios crecientes autogestionarios (públicos pero
no institucionales) con emergencia de instancias intermedias en el espacio El concepto diversidad aplicado al ámbito geocultural tiene su origen en el
público entre el individuo (sea consumidor, artista o productora) y la Admi- de excepción cultural, que Francia puso afortunadamente en pie frente a las
nistración, tales como los consejos reguladores, los institutos de asignación pretensiones ultraliberales en las relaciones del comercio internacional au-
de rentas públicas, los observatorios que compensen los déficits de infor- diovisual. Pero, el concepto de «diversidad» auspiciado por la Unesco y que
mación... ya era eje central en el Informe Mundial sobre la Cultura del 2000-2001 (Unes-
co 2001) es preferible al de «excepción» porque, por una parte, describe un bien
A modo de resumen real a proteger por cada comunidad que la representa y por la humanidad
Que el motor de las industrias culturales sea la rentabilidad, tiene efectos im- de la que es parte, en lugar de una cláusula extraordinaria mercantil al que
portantes en la producción cultural. Los grandes grupos se centran en ellas la idea de «excepción» remite. Por otra parte, la vocación de la política de ex-
yen pocos títulos (fast-sellers), de alto coste, con un importante recurso al caro cepción cultural es defensiva, mientras que la de diversidad supone una po-
star system, muy promocionados y con previos y exhaustivos estudios de mer- lítica activa, de complementación de importaciones y de generación de un te-
cado. El resultado es una aceleración de la difusión, una relativamente bre- jido cultural y comunicativo propio y en comunicación con otros.
ve vida comercial, la estandarización de la producción y de los formatos y una Dicho esto hay que convenir que la economía es parte central y motor de
tendencia a una cultura clónica y seriada que pone en dificultades tanto a las cualquier sistema social e, incluso, lo fundamenta. No se trata de una mano in-
ofertas locales como a las PYMES. visible que la gestiona sino de un mecanismo complejo y autorreproductivo. Ese
Esos capitales se interesan todavía de manera limitada por la cultura en mecanismo no es, sin embargo, ni tan automático ni tan totalitario como para
la red, salvo en determinados segmentos; aún menos por las artes (de menor que, comprendiendo algunas de sus reglas, no puedan parcialmente idearse po-
mercado y más incertidumbre); y mucho menos por los patrimonios que, por líticas al servicio de unas concretas finalidades acordadas socialmente.
fuerza, son de cuidado público y social, salvo en las parcelas del mecenazgo El debate que se planteó en la UNESCO, en la Unión Internacional de Te-
de prestigio y de bonificación fiscal. lecomunicaciones (UIT) o en la Organización Mundial de Comercio sobre la
En suma, y a modo propositivo, una economía general de la cultura y la primacía de la diversidad o del mercado es un debate en el que puede que haya
comunicación tiene unos rasgos que podrían resumirse así: que elegir entre la sustancia (la humanidad diversa) o el método de relación
y sus reglas (el mercado). Y es claro que la referencia central ha de ser la hu-
Es una economía de valores intangibles o simbólicos generados por trabajos cre-
manidad como tal, a cuyo servicio deberían estar reglas e instituciones como
ativos, en forma de bienes o servicios individualmente insustituibles y en per-
el mercado.
manente renovación de contenidos o de interpretaciones. Es una economía de
Ese no es un tema en discusión en la economía crítica. El concepto de
la oferta múltiple, oferta que crea la demanda y que tiene una funcionalidad
y eficacia social más allá de su valor económico. Su valor material e intelectual protección de la diversidad es simplemente un punto de partida. Va de suyo.
tiende a decrecer históricamente pero, en cambio, tiende a incrementarse el cos- Una economía crítica, al contrario de otras corrientes, siempre reflexiona des-
te de la exclusividad, de la complejidad y de la notoriedad, con lo que el coste de la ubicación de la cultura en las sociedades desiguales y, teleológicamen-
marginal en general tiende a cero y hay una amplia gama de costes hundidos, te, se da la misión, desde su propia metodología, de desvelar la estructura y
así como una incertidumbre sobre el resultado de la puesta en valor. Tiene am- funcionamiento del sistema y determinar sus efectos (ya sean de igualdad o
plias zonas de bien público, también mercados bien imperfectos y una inevita- desigualdad interna e internacional, ya sean de distribución justa o injusta
ble presencia de las Administraciones públicas. Todo ello permite considerar eco- de los recursos). Es decir la defensa de la diversidad es un elemento inherente
nómicamente que hay un sector cultural con sus ramas, subsectores y actividades al discurso mismo de una economía que no se inhibe, por su propia definición
auxiliares, gestionado mayoritariamente desde la economía privada pero tam- y metodología, de su rol ni de sus efectos como ciencia para la sociedad.
bién por la economía pública y grandes espacios de no mercado. No ocurre otro tanto en otras escuelas económicas, pero la fundamenta-
ción de la diversidad se puede producir no sólo desde la economía crítica sino
también desde la economía más ortodoxa. Por eso no parece un ejercicio

170 171
inútil abordar la cuestión de la diversidad también desde el mercado mismo, diciones idóneas de producción para que ganen en calidad ante las im-
y nos encontraremos con la sorpresa de que la potenciación de la diversidad portaciones y, por otro, asegurando su visibilidad en los circuitos del conoci-
no se sostiene sólo desde una economía crítica sino también desde una in- miento y de la distribución.
terpretación ortodoxa de un mercado libre de competencia perfecta propio de Ello de por si justificaría que hubieran inversiones públicas de apoyo a la
la economía clásica. producción cultural propia, de apoyo educativo, de provisión directa de ser-
En efecto, los mercados son tan imperfectos que es legítimo corregirlos des- vicios públicos, de conservación y mejora del patrimonio propio (artes, mu-
de acciones públicas de discriminación positiva, no sólo por razones de me- seos, archivos, etnografia, ..). En otro caso nadie lo haría.
jora sino también para la preservación de la diversidad que, de otro modo, re- Ello justifica asimismo que se den políticas de promoción y de cuotas y de
sultaría penalizada. Esa es la conclusión a la que llegó la UNESCO —un foro preferencias desde los servicios públicos.
bien plural— en la Convención del 2005 sobre la diversidad de las expresio-
nes culturales. Agentes y empresas suficientes
Una economía de la diversidad cultural no va contra el mercado sino que En segundo lugar, las disparidades de situación con que los agentes creadores
hace dos incursiones.
y las empresas se enfrentan a la producción del hecho cultural desmienten
Por una parte, como la economía no lo es todo, indaga en otras instituciones la existencia de condiciones de igualdad entre las miríadas de hipotéticos ofe-
y realidades que van más allá de la economía y que son bienes y capital co- rentes, entre los que se supone que sólo la calidad y el precio establecerían
lectivos a preservar, tales como las comunidades locales, el patrimonio colectivo, la diferencia. No es así. Miles y miles de reales productores no pueden con-
la creatividad, la gestión social...
vertirse en oferentes de hecho por esa ausencia de condiciones. El peso de si-
Por otra parte, incluso pensando en términos de libre mercado —la eco- milares costes fijos da una gran ventaja a EE.UU. con su modo de hacer y su
nomía clásica convencional o la economía neoclásica tienen como axioma el red distribuidora, creando una barrera de entrada para la competencia de los
mercado— es deseable para el propio mercado el mantenimiento y repro-
países pequeños (Cohen, 2001).
ducción de la diversidad de agentes, de ofertas, de demandas, de precios... Parece razonable tanto restaurar y fomentar la competitividad de las em-
Una economía de la diversidad cultural no va contra el mercado, y un fun- presas culturales entre sí como sostener para lograrlo que haya una diver-
cionamiento correcto del mercado no debe dar ventajas a unos u otros. Una sidad suficiente de agentes y empresas frente una realidad vigente y pal-
economía de la diversidad busca sortear o erradicar precisamente los obs- pable de pocas empresas transnacionales o nacionales controlando partes
táculos vigentes a ese funcionamiento, estableciendo una igualdad de con- sustanciales de casi todos los mercados.
diciones entre los agentes, eliminando las barreras de entrada a la producción Las ayudas temporales industriales y de financiación ventajosa pueden
o al mercado.
ser una vía.
Por ello, no es sólo una cuestión de principios homologados sino también
de eficiencia económica y cultural tanto universal como local. Oferta variada para los mercados nacionales
Desde esas dos premisas (los patrimonios colectivos y la diversidad) ha- e internacionales
bría así varias razones para intervenciones públicas que aseguren el fun-
En tercer lugar, garantizar la oportunidad de una buena elección por par-
cionamiento del mercado con efectos positivos para la cultura.
Por lo tanto hay algunas condiciones —es una hipótesis— para que dis- te de los demandantes significa asegurar una diversidad de ofertas
sobre el mercado interior. Ello requiere acceso, información y precios co-
tintas escuelas puedan coincidir, por distintos motivos, en la defensa de la di-
rrectos que pueden incluir una compensación frente a las políticas de dum-
versidad, e incluso en criterios y medidas que redunden en beneficio de ella.
ping en costes de mano de obra o de economías de escala-mundo.
Habría varias razones para intervenciones públicas que aseguren que el
En otro caso habrá una gran demanda insatisfecha de bienes de cultura
mercado funcione con efectos positivos en este ámbito.
local que no han podido llegar al mercado (Cohen, 2001: 84).
Saber producir En los mercados nacionales hay un exceso de importaciones de pocos pro-
ductos de alto coste y distribución universal procedentes de países-centro, no-
En primer lugar, parece elemental asegurar la presencia, el acceso de crea- tablemente EE.UU., que desplazan la producción propia. Ello hace razona-
dores y productores a sus propios mercados apoyando, por un lado, unas con- ble un apoyo explícito de los gobiernos a los mecanismos de distribución, que
172 173
restablezcan tanto la igualdad de oportunidades de los agentes productores Efectos de desarrollo
como el conocimiento y acceso a la múltiple oferta por parte de los potencia-
les usuarios. Finalmente, el desarrollo cultural es generador de economías externas, de
En cuarto lugar, también es necesario asegurar la diversidad de ofertas desarrollos económicos propios de la era de la información y del conocimiento.
sobre el mercado internacional mismo, es decir que haya flujos planetarios, La dependencia en ese plano es, no sólo mala para la diversidad cultural, sino
mercado internacional de ofertas y demandas, y distribuidores que aseguren también para la reproducción viable de las economías y la adaptación de las
comunidades a los retos de su tiempo.
el contacto.
Reequilibrar el mercado en el sentido de que estén todas las ofertas de En lo económico, la diversificación del tejido económico, la adaptación tec-
nológica y la regeneración del espíritu emprendedor e innovador aparece como
calidad viable en todos los mercados, significa que sean accesibles libros o
músicas de todas las culturas del mundo. Y no sólo aquellas que siendo cap- uno de los ejes de los territorios para la superación de las crisis económicas
y sociales.
tadas del inmenso vivero que son las culturas del mundo por las multina-
cionales se vendan como propias de los países centro —con una ligera páti- Pero hacerlo bien tiene sus requisitos como son: la alimentación consciente
de la propia cultura desde un fondo protegido; la convicción de que se ha de
na de valor añadido— protegidas, además, por rigurosos derechos de Propiedad
producir con parámetros homologables de calidad; o la apertura a las in-
Intelectual registrados en beneficio de los oportunistas. 23
fluencias.
Ello justificaría que hubiera ayudas públicas internacionales para asegurar
la existencia de empresas distribuidoras, y que hubiera fondos internacionales Una conclusión
equilibradores, puesto que las políticas de monopolio natural convierten los
mercados en páramos de pocas ofertas, eso sí masivas y transnacionalmen- Las concepciones ultraliberales al respecto se equivocan en dos aspectos.
te universales. Por un lado, parten de una premisa falsa, puesto que hoy no existe libre
Al mismo tiempo, esos procesos invitan a revisar las abusivas legislaciones mercado sino mercado controlado, y el laissez faire lo destruiría aún más; hay
de Propiedad Intelectual y los plazos demasiado largos para que los bienes cul- ofertas limitadas y limitadoras de las posibilidades existentes para conver-
turales, ya socialmente asumidos, pasen a dominio público. tir la creación en producción y ésta en oferta disponible. Así es imposible un
mercado como mecanismo eficiente de distribución de bienes y rentas.
Sostenibilidad del ecosistema cultural Por otro lado, razonan sin tomar en cuenta todas las variables puesto que
hay demandas gigantescas sin satisfacer, y porque productos razonables a pre-
En quinto lugar, a menor producción en el mundo, más desaparición de cios razonables no pueden acceder a ellas. Hay monopolios distribuidores, los
bienes, servicios, potencialidades productivas y oferta recreada de nuevo pa- productos exitosos y tractores operan como monopolios naturales y hay em-
trimonio inmaterial y mayor empobrecimiento cultural global. presas productoras con costes millonarios que por su acceso a los mercados-
Es de interés público mundial que haya múltiples expresiones artís- mundo tienen costes ridículos por unidad de cliente y barren los mercados.
ticas y culturales como patrimonio colectivo. Para ello hay que incorporar En suma, llegan a conclusiones que van contra la diversidad y el ecosis-
también a la matriz de los análisis basados en la institución del mercado, la tema cultural.
idea del ecosistema cultural y de los recursos en desaparición como punto de
partida. Si el calentamiento de la tierra o la finitud de los recursos petrole-
ros entran ya en todos los modelos de costes a amortizar ¿por qué no en la Notas
cultura? 1. Entre ellos, Dallas Smythe, Herbert Schiller, Armand Matttelart, Graham Murdock, Ni-
Dicho de otra manera, en la medida que los patrimonios son sedimento cholas Garham, Bernard Miége, etcétera.
de las expresiones artísticas de cada tiempo, el flujo máximo de esas expre- 2. La conceptualización de infraestructura —superestructura— aparatos ideológicos, de
siones artísticas, creativas o informativas es sustancial para la riqueza del herencia estructuralista y althusseriana se olvidaba de la historia y de los agentes en acción.
3. Los modelos de pura propaganda derivada del sistema de poderes, tal y como se aplicó
patrimonio colectivo como base para la generación de nuevos valores añadi- al análisis de la información norteamericana sobre la Nicaragua revolucionaria, haría inútil
dos. Y al revés, la sustitución de las expresiones propias e internacionales por la contribución de la economía crítica. Si se estudian los sistemas y modelos de comunicación
las de unas pocas empresas mundiales son destructivas tanto de recursos hu- mismos la economía es una disciplina sustancial. Por su parte el modelo de los cinco filtros
de Chomsky y Herman (1988 y 1995) (propietarios, dependencia de la publicidad, las fuentes
manos como de capacidades creativas. informativas del sistema de poderes y élites, la capacidad de disuasión y la ideología reaccio-

174
175
nana) siendo necesario, no le da una importancia central a las variables internas y profe- relato, las colecciones temporales, la entrada de material audiovisual e informático en las bi-
sionales que Shoemaker y Reese (1994) explican (características del informador, las rutinas bliotecas o la extensión temática de los archivos y de sus usos.
productivas, la estructura de la organización del trabajo, la variedad de fuerzas externas y 16. En efecto, la relación entre autoría y usuario puede ser muy distinta. Puede ser sin-
la ideología) y que Rosa Ma Martín Sabaris (2009) aplica a una TV. Por su parte, Joan Pedro crónica o diacrónica y el usuario puede o no intervenir. Tampoco es homogéneo el rol de la dis-
(2009) añade un sexto filtro (la tecnología). tribución. El modo de relación con los usuarios es de una variedad extrema. El usuario pue-
4. Por su parte, Shoemaker y Reese se olvidan nada menos que del propietario, la ganancia de tener una experiencia fisica con el hecho cultural, o mediada por un aparataje disponible
y el sistema de poder. en el hogar. Puede ser de libre uso, o un acceso condicionado a un pago o abono, o condiciona-
5. Para una recopilación de algunos textos clásicos, así como de nuevas contribuciones, ver do a una renta publicitaria vinculada al número de oyentes o televidentes. La oferta misma
Ana Segovia (coord.) (2006). es de distintos tipos: cada vez más fragmentada; y, sin embargo, se da el mantenimiento pa-
6. García Canclini tiene un interesante análisis sobre Bourdieu en www.udgvirtuaLudgmx ralelo de una cultura de masas. Y la variedad de formas de financiación y remuneración es
[Consulta: 1-2-20081 amplia: adquisición de un cuadro único; financiación pública total o parcial; alquiler; pago por
7. Para una contribución al tema, ver César Bolaño y Guillermo Mastrini (2002) o Pine- aparataje de acceso; visionar publicidad o el patrocinio; el abono; pago por ejemplar; mix de
da Cachero, A., (2009). varias fórmulas; canon anual ya se use poco o mucho el servicio... El peso del precio es muy
8. Ver Mosco V. (2006) y que son recogidos por Nuria Almirón (2008). «En suma, atender relativo, prima la oferta pero depende del volumen de la demanda. Y se dan situaciones de todo
al contexto histórico, tener por guía a la filosofía moral, entender lo social como un todo e un- tipo: espectáculos gratuitos sin público o precios millonarios por un cuadro de firma.
pulsar el compromiso del investigador con la realidad. Cuatro tareas que pueden unir a to- 17. Por una parte, esos costes hundidos previos, tantas veces absorbidos colectivamente,
dos los economistas políticos de la comunicación sea cual sea su tradición académica». llaman a un tratamiento de naturaleza pública y de democratización cultural. Por otra par-
9. En el caso de América Latina, José Marques de Melo (2009) realiza un recorrido por su te, como los ingresos iniciales van a cubrir los costes directos, los mercados secundarios están
pensamiento -recopilación de artículos- pero también un balance sobre la investigación del teniendo cada vez más importancia para afrontar los costes totales (Vogel, 2004: 494).
subcontinente a lo largo de casi 50 años, en la sección IV, págs. 251-351. Por su parte, Gusta- 18. Es bastante habitual para remunerarse recurrir a la mercancía compuesta que es el
vo A. León (2008) afirma la existencia actual de una Escuela Latinoamericana de Comunicación. empaquetado (como mercancía o servicio complejo) que lo arrope y lo defienda de la intemperie
Una idea distinta reflejan Raúl Fuentes (1999) y otros autores. Así como en el pasado fue evi- en unos mercados que, en principio, son de producto o servicio. Es empaquetado el periódico
dente como aplicación en la comunicación de las teorías de la dependencia, hoy es dificil de- para la información; la programación para la radio, la televisión y el espectáculo; las modas
terminar ese deseable nexo común. en disco y cine; los best-sellers, las colecciones o los kits de libro/audio/vídeo, la industria tu-
10. Para un repaso crítico de las tradicionales aportaciones taxonómicas ver Zallo (1988 rística o la ciudad como espacio de usos para las arquitecturas y patrimonios...
y 1992). Para una descriptiva enumeración de las nuevas conceptualizaciones, Rausell y Ca- 19. Unos son extremadamente segmentados y acumulativos transnacionalmente, otros es-
rrasco (2003). Para una genealogía crítica de conceptualizaciones (industrias culturales, in- tán muy bien definidos como es el caso de los medios de comunicación o de las empresas lo-
dustrias del entretenimiento, industrias de contenido, infonomics, industrias creativas...) ver cales Hay economías de escala en las producciones solventes a escala mundo; hay economías
Bustamante (2011: 117 y ss). de gama (economies of scope) alrededor de géneros, de formatos, de símbolos o de ventanas co-
11. En particular el foco se situó a finales de los años 70 en el ámbito micro. Se partía de merciales; y hay economías de club en la conexión a red y, por lo tanto, la red vale más cuan-
los procesos de trabajo y de valorización de cara a intentar desvelar los valores de uso y el va- to más usuarios haya mientras el coste por acceso puede bajar (Lasuen, 2005: 81).
lor mercantil de la cultura. En mi opinión, el trabajo más nutritivo en este campo fue Huet 20. Luis Palma (2003) siguiendo a B. Frey (2000) sostiene esa intervención por sus efec-
A., Miége B., et al. (1978). En cambio el ámbito macro ya tenía más tradición y fuimos promotores tos externos positivos o valores (de existencia per se, de prestigio, de elección, de educación y
algunos analistas en el Estado español. Así Juan Torres (1985); Bustamante y Zallo (1988) o de legado).
Zallo (1992) y conoció un salto significativo con Bustamante (ed.) (2003). En mi opinión, está 21. Las lógicas que emergen de la cooperación contrastan con varias aproximaciones: la
pura gestión desde el mercado real (tal y cual es y que, además, resulta ineficiente y de resultados
pendiente la integración del modelo de procesos de trabajo y valor en la cultura, del seguimiento
de los sectores y sus áreas transversales y la inclusión del ciclo reproductivo de la cultura en inicuos en muchos ámbitos); la que se produce por una planificación no participativa; la que
relación a sus usos. se deriva de los errores de los políticos según la Teoría de la Elección Pública.
12. En el ámbito micro es clásica la aportación de Throsby C. D. y Whitters G.A. (1979). El 22. UNESCO «Convención sobre la protección y la promoción de la diversidad de las ex-
presiones culturales» 33 Conferencia General de la UNESCO en octubre de 2005. Entró en vi-
libro de Frangoise Benhamou (1997) se centra en la oferta. Artificialmente excluía de estudio
el ámbito de los inedia por su carácter de productos solidarios (rasgos que también pueden en- gor el 18 de marzo de 2007. www.unesco.org/culture/es/diversity/convention . En el 2001 la 31
Conferencia General reunida en París del 3 al 21 de octubre ya había aprobado la Declara-
contrarse en determinado tipo de libros, en los discos, en las sagas cinematográficas...) y por
no ser de larga duración, cuando la durabilidad está presente de forma estable en el sistema ción Universal sobre la Diversidad Cultural.
de información misma. 23. Es lo que ocurre con el uso de la World Music nacida en las culturas lejanas y, por un
último valor añadido, apropiadas por las multinacionales para su venta en exclusiva incluso
13. Ver Hernández (2002); Santacana y Serrat (coord.) (2005); o Rafael Sospedra (2004).
14. Como no es totalitario como sistema, en el cuadro de la libertad de expresión, ofrece en esos mismos países.
un cierto reflejo pluralista en su interior y permite subsistemas comunicativos atípicos e in-
cluso contestatarios en su periferia. Caben así expresiones, eso sí minoritarias, de periódicos,
revistas, blogs, radios y televisiones comunitarias, contestatarias o no comerciales, radios li-
bres, fanzines... La gran red misma es parte del sistema de autorregulación.
15. Así hoy se diferencian el concepto de depósito del pasado respecto al concepto exposi-
tivo basado en la interpretación vigente y cambiante de los patrimonios según el uso social
que se pretenda. De ahí las renovaciones expositivas, la importancia de la museografia como

176 177
13. Por ejemplo, en las licencias de televisión local de 1996, luego congeladas, se reserva-
ban un 25% del tiempo de emisión a obras en catalán. En radio, y siguiendo el modelo francés,
el Decreto de 21-10-98 establecía un mínimo del 50% del tiempo de emisión y un mínimo del
25% de la programación musical. Asimismo, se estipularon —por Decreto de 27 de julio de 1999
y por aplicación de la Ley de Política lingüística— condiciones para el doblaje, o subtitulación
al catalán del 50% de los films distribuidos con más de 18 copias, debiendo destinar las salas
un 25% de días al cine en catalán (doblado, sobre todo). La contestación que tuvo de las dis-
tribuidoras obligó a una cierta rectificación. El acuerdo entre Fedicine y Generalitat en mayo
del 2000 trajo algunas cuotas limitadas de doblaje —20 en el 2001—. Más recientemente —con
11
el caso Harry Potter— la Warner debió plegarse a las presiones de la sociedad catalana para
que también pudiera visionarse dicha película, al menos subtitulada en catalán, y con compromisos La propiedad intelectual en el
futuros de doblaje.
14. En la CAPV se advierte una clara aunque lenta recuperación del euskera. Pero un por- contexto de la sociedad digital
centaje de 37% de vascoparlantes no rompen la desventaja diglósica.
15. Esas medidas propuestas fueron: fomentar la exhibición y distribución de cine en eus-
kera; estudiar la presencia en internet del cine vasco y con presencia relevante del euskera; y
El uso de cantidades ingentes de información nos empuja con cierta celeri-
elaborar un estudio específico sobre las necesidades futuras de doblaje y subtitulado en eus-
kera. dad hacia la Sociedad del Conocimiento. Sin embargo hay, al menos, dos fac-
16. Ya al inicio de la década el Ministerio de Cultura tuvo en el 2001 un incremento del 11% tores de freno. Por un lado, el modelo de apropiaciones de las rentas generadas
y el de Cataluña, un 16,5% respecto año anterior. En el caso vasco en el 2000 el presupuesto
entre sectores y entre éstos y los agentes sociales está pendiente de estabi-
había crecido un 25% en dos años.
17. Uno de los casos más drásticos de recorte presupuestario fue el de Navarra con reba- lización. Por otro lado, la disponibilidad de conocimiento sólo se convertirá
jas anuales que ha rondado el 20% cada año desde 2009 a 2011. en asequible y estable si una nueva regulación social la acompaña y se adap-
18. El <<Informe sobre la política cultural de Cataluña 2010, con metodología del Compendium
ta a ella, ya que los sistemas de regulación social procedentes de la era an-
of Cultural Policies and Trends in Europe, y realizado por Anna Villaroya (2010) muestra que
una metodología que se aplicaba sólo a los Estados miembros de la UE , incluido España, y por terior hoy la entorpecen.
ella misma, también es aplicable a territorios con política cultural. La tesina de Nicolás Bar- Se da un desajuste creciente entre las inmensas potencialidades demo-
bieri (2010) también muestra esa aplicabilidad autónoma. cratizadoras de la red para la difusión generalizada de toda clase de conte-
19. Básicamente, los programas suelen ser de patrimonio (mueble e inmueble, archivos, mu-
seos, bibliotecas...), equipamientos de infraestructuras e instalaciones (teatros, conservatorios,
nidos' y el empeño de los poderes económicos y políticos en privatizar el má-
casas de cultura, locales varios...), ayudas para el aprendizaje (becas) y la creación (premios y ximo de recursos y discriminar el acceso en función de disponibilidades y
becas a artistas, encargos; concursos...) o la difusión (financiación de espectáculos, giras, pro-
conocimientos.
gramas culturales, muestras, certámenes...), ayudas a fondo perdido o con reembolso o boni-
ficaciones para préstamos ventajosos para la producción y las empresas.
Y ello ocurre de dos formas preferentemente: apropiándose, mediante copy-
right o marca, no sólo de los valores añadidos reales y legítimos sino de toda
la cadena de valor (incluidos saberes ajenos y recursos públicos) aunque sólo
se haya contribuido al final; y poniéndole precios de monopolio natural muy
superiores al coste marginal para teóricamente premiar un fuerte coste o ries-
go previo, que muchas veces no es el caso, y con el agravante de que se pro-
duciría más y mejor si se hiciera de forma cooperativa y en acceso libre (li-
bre no equivale a gratuito).

Conflictiva apropiación del saber

La apropiación privada general y legal de los saberes está en conflicto


con varios fenómenos de nuestro tiempo.
En primer lugar, con las necesidades sociales, al basarse en el criterio ge-
neral de limitar los usos sociales de las obras en lugar de facilitarlos, que
sería lo propio de sociedades cultas.
278 279
En segundo lugar con la disposición de herramientas técnicas para una taformas, contenidos) y de todos con los usuarios que plantean resistencias
democratización e igualación general del conocimiento, y es que el entorno sociales desde la idea del derecho de acceso.
digital (la www nace en 1992) trastoca la cultura histórica y analógica por- El acceso condicionado —mediante precio o cuota— y unas barreras re-
que permite donar y facilita conservar, consultar y acceder; reproducir o des- gulatorias (leyes de Propiedad Intelectual o cánones excesivos) tienen el efec-
cargar o apropiarse del contenido; mezclar, trocear, samplear o linkar; rom- to de una creciente segmentación de la población, por ejemplo, en relación a
per las coordenadas de tiempo y espacio. los media audiovisuales, antaño integradores, igualadores y socializadores.
En tercer lugar, también dificulta la identificación de la autoría o au- Se constata así una doble paradoja. De una parte, unas tecnologías que
torías. Internet ha propiciado una cultura del «corta y pega», de la decons- permiten amplificar y distribuir sin límites la cultura y la creación son coe-
trucción y del remix, y las redes de intercambio posibilitan un nuevo escenario táneas al deterioro del estatuto del capital humano cultural (ver capítulo 2).
abierto a un mayor número de autorías y cooperaciones. De otra parte, se pretende gestionar la era de la masificación del conocimiento
En cuarto lugar con la innovación y la creatividad, ya que si antaño y de la capacidad creativa con la mera renovación de algunos artículos de la
el monopolio natural con un alto precio o porcentaje, pretendía compensar una Propiedad Intelectual pero sin tocar sus fundamentos.
alta y arriesgada inversión inicial para animar a la innovación futura, aho- En los dos casos, no parece sensato que lo nacido de forma barata en la
ra, en marcos de sociedad red —la red, el acceso y el contacto gradúan valo- era del mix y el remix deba excluirse del dominio público —con el consiguiente
res futuros— el monopolio sobre la obra no es necesariamente funcional ni acceso gratuito a la transformación de obras— mediante cerrojos millonarios. 2
anima a la creación o a la innovación; Y,sinembargoítácuind.Elespaoridntelcuas
En quinto lugar con el hecho de que beneficia más a las productoras y edi- creciente en perjuicio del dominio público, que retrocede, lo que es una rémora
tores que a los propios creadores e intérpretes; y dentro de éstos a una mi- para el desarrollo cultural de la especie 3 y para la propia innovación cultu-
noría. ral, ya que la «mera inversión económica permite la apropiación privada de
Finalmente, con la tecnocultura que trae la cibercultura, la sociedad- datos e informaciones de carácter público mediante su inclusión en bases de da-
red, la proliferación de comunicaciones, la extensión y compartición del co- tos o en servicios de acceso condicional» (Gay, 2006: 52).
nocimiento, las autorías colectivas y en cadena, la tendencia natural al do- La clave está en dar con nuevas formas de regulación remuneradoras de
minio público o procomún como patrimonio colectivo. autores e industria, compatibles con dominios públicos, accesos gratuitos y
Todo ello nos introduce en un nuevo paradigma al que no se puede res- pagos equilibrados de los usuarios y que retroalimenten los procesos creati-
ponder con reglas del pasado modelo relacional. vos y productivos.4
Se requiere una nueva regulación, incluso porque se está resintiendo la La Declaración Universal de los Derechos Humanos no parece tener duda
emergencia de proyectos al resultar muy dificil la recuperación de la inversión. al respecto. Señala en su artículo 27.1 que: «Toda persona tiene derecho a to-
Contrariamente a quienes abogan por la plena desregulación o la iniciati- mar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las ar-
va privada sin límites —los liberales— se necesita regulación, normas, pero tes y a participar en el progreso científico yen los beneficios que de él resulten»
no cualquier legislación, sino aquella que proteja a los usuarios y, también, para, a continuación, en el artículo 27.2 reconocer que «toda persona tiene de-
a los intervinientes en la cadena de valor, desde los creadores a los produc- recho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan
tores. por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea au-
Los poco funcionales regímenes vigentes de la Propiedad Intelectual han tora». Siendo ambos derechos protegibles hay una preeminencia del prime-
entrado en crisis de aceptación social sin que tampoco sean el modelo idóneo ro como fundamental y un lugar para el segundo, como legítimo y necesario. 5
para fomentar la autoría y su remuneración. Aanotrqueilzpab«roed».
Ello genera un nuevo espacio de conflicto en un marco de una mundiali-
zación desigual. Llama la atención que mientras algunas administraciones
Sociedad del conocimiento, regulación tienen una mirada permisiva o facilitadora con el software libre y el código
y modelo social fuente abierto, no haya impulso institucional a la llamada «cultura libre».
En la medida que se formula un derecho al conocimiento y la comunica-
El retraso en una nueva regulación adaptada es debido a pugnas entre los ción o que se reflexiona sobre la democracia o sobre la educación, se cuestiona
grupos económicos con intereses distintos (electrónica, software, telecos, pla- la funcionalidad del sistema como cauce a las potencialidades de las tecno-

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logías. Casi se carece de regulaciones distintas a las de la libre competencia Origen de los derechos de autoría
o Propiedad Intelectual; y las políticas culturales nacionales van en la mis- Los derechos de autor nacieron como derecho de propiedad vinculado a un
ma dirección. La extensión de las políticas de Servicio Público que podría ayu- privilegio detentado por el librero-impresor sobre obra impresa de un ma-
dar a romper ese nudo gordiano de contradicciones entre promesas tecnoló- nuscrito comprado a un autor a tanto alzado (o donado) y sobre el que el au-
gicas y sesgadas realidades materiales tampoco es el camino de compensación tor perdía todos sus derechos. Las primeras regulaciones nacieron para per-
tomado. mitir la censura (privilegio de impresión concedido por el rey)... hasta el xviii.
No se trataba aún de la protección de obras espirituales sino una regulación
de la actividad impresora (Broglie, 2000).
La disfuncionalidad del modelo vigente En Gran Bretaña se reconoció tempranamente, en 1709, y confería el pri-
de propiedad intelectual vilegio al autor tanto de la impresión como de la venta por un periodo de 14 años
renovables.
Se supone que el sistema para funcionar necesita readaptar sus reglas a los En cambio, en Francia nació en 1761 como privilegio compartido de au-
nuevos paradigmas evitando que el modelo regulatorio sea ineficiente o in- tor y librero. Se trató de una deferencia a las hijas de La Fontaine, a las que
cluso un obstáculo para el desarrollo. Uno de esos criterios de regulación ha se les otorgó un privilegio personal del Consejo Real en forma de renta de-
sido tradicionalmente la regulación de la propiedad intelectual, entendida como rivada, por la publicación de las fábulas de su padre que acababa de fallecer. 6
una adaptación del derecho de propiedad al mundo de los objetos culturales Comderchpiafutoderbj(yncmpivlego)srncó
de la era industrial. en 1793, tras la Revolución Francesa, desde la idea del derecho natural que
Hay razones vinculadas a la naturaleza de la cultura, incluso a su natu- el legislador reconoce, y después regula como un derecho subjetivo sobre la
raleza económica (capítulo 5) para sostener el carácter dominante de bien pú- obra, exclusivo y hereditario.'
blico de las contribuciones culturales y que convierten en inadecuadas, ya an-
tes, parte de las reglamentaciones de la propiedad intelectual que por si mis- Problemas para su adaptación
mas son restrictivas para la circulación. Se reconoce implícitamente cuando La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI-WIPO), sostiene
la Ley de Propiedad Intelectual (LPI) —artículo 13— excepciona la aplica- la extensión del modelo regulatorio tradicional de la era industrial a la era
ción de la LPI a las leyes, decretos y resoluciones judiciales, para garantizar postindustrial, argumentando que gestiona adecuadamente la creatividad pro-
su máxima difusión, además de asegurar los principios de publicidad y se- fesional. Por el contrario, esa apropiación más parece una amenaza al dere-
guridad jurídica (Javier de la Cueva, 2006: 152). cho de acceso al conocimiento y un límite para una creatividad colectiva e in-
Ahora la pregunta añadida y pertinente es si con el paradigma tecnocul- dividual.
tural completamente cambiado, una regulación procedente de finales del si- Vayamos por partes. Hay cambios radicales por varios factores:
glo xix es la adecuada para el siglo xxi cuando amenaza el derecho al acceso
al conocimiento, a pesar de su ingente y barata disponibilidad, y puede ser • La renovación acelerada de estéticas, modas y productos culturales (con
un dogal para una creatividad colectiva e individual. el consiguiente acortamiento del ciclo de vida de utilidad o comercial de
No sólo eso sino que se emprende la vía represiva y/o de desmontaje. El las obras) hace que dejen de tener sentido los dilatados plazos en los que
sistema de poderes formales o fácticos ya ha comenzado el despiece, pelda- se generan rentas en exclusiva, incluso dos generaciones más allá del fa-
ño a peldaño, de algunas de esas redes, pero con dificultades ante la inten- llecimiento del autor o autora, sin que pasen a dominio público absurda-
sa socialidad horizontal de la red que, paradojas de la historia, habría entendido mente hasta casi un siglo o siglo y medio después.
el famoso free flow of information (tan querido a la cultura norteamericana)
en su versión más radical, o sea sin precio directo y sin que los gobiernos lo En los siglos xix y dos primeros tercios del xx, el ciclo de vida de los productos
amordacen. Hay maneras de ubicarse en esa tensión y parece positivo que culturales —con unos mercados limitados en unas sociedades de cultura re-
iniciativas tipo Creative Commons (CC en adelante), vinculen los deseos de partida muy desigualmente— requerían una larga vida comercial, medible
por años y años, en tanto la remuneración a porcentaje era la norma. Se pre-
las autorías por compatibilizar los usos respetuosos de su producción cultu-
sionaba para ampliar la duración de la propiedad intelectual.
ral con la extensión del conocimiento. Pero no es suficiente.
282 283
Esto ya constituía un problema para la reutilización•y transformación de • La autoría no es necesariamente la genialidad (¡que también!) sino el pro-
la obra preexistente y una renta incomprensible a herederos no autores con- ducto de la extensión y compartición del conocimiento (la escolarización
vertidos en rentistas. Ya entonces no parecía funcional la idea de una obra general, la masificación del conocimiento, la potencialidad para que mi-
entendida como un capital que rinde rentas (o no) a lo largo de la vida de un llones de personas además de usuarias puedan devenir potenciales cre-
autor y de dos generaciones de descendencia —o sea entre 70 y 140 años— adoras...). La aplicación de las nuevas tecnologías eleva a la enésima el
antes de pasar a dominio público, a uso libre. conocimiento colectivo e introduce una deslegitimación creciente de su apro-
piación privada. Se constata que cada obra creativa es deudora de las an-
• Como corolario, la obsolescencia de la obra es muy rápida, inherente a teriores, de la gran base común de conocimientos —el dominio pú-
la renovación de propuestas e imaginarios en sociedades tensionadas por
blico, el procomún— que fundamenta cualquier valor añadido y de la
el cambio constante. La rápida sustitución acorta el ciclo de vida y el tiem-
inmensa cantidad de recursos públicos puestos a su servicio a lo largo de
po de actualidad de cada producto, aunque los que no se dirigen a segmentos la historia y del presente.
de masas pueden alargar su vida comercial según la lógica del long tail. • Emergen autorías cada vez más colectivas. La disposición de contactos,
• Antaño el número de autores era relativamente limitado como reflejo de la extensión de los modelos colectivos de trabajo —remunerado o no—,
una sociedad de conocimientos acotados, y muy desigualmente repartidos.
la posibilidad de cambio de roles entre usuarios y creadores y de formar
De ahí que se produjera el darwiniano reparto de las rentas del sector parte de cadenas de autoría colectiva... trae la consiguiente dificultad de
cultural, ya se utilizara el modelo porcentual —el más común— o el a tan-
estimar la contribución real de cada autoría en la cadena creativa y pro-
to alzado. Unos cobraban mucho y otros casi nada. La firma lo era todo, ductiva.
hasta el punto de establecer —por su tendencia a la especulación con so- • El modelo de Propiedad Intelectual vigente, favorece al
star system y a las
brevaloración y subvaloración— diferencias abismales en el precio abo- «grandes figuras» pero, además, remunera mal a noveles y autorías me-
nable de las piezas (artes plásticas) o en los ingresos por volumen de ven- nos conocidas. Corregir esa polarización debería formar parte de la de-
tas (edición). Ello favorecía posiciones muy distintas para ejercer el mo- mocratización cultural, incluso si no se revisara el modelo. El 90% de las
nopolio natural entre agentes (el editor sobre el escritor o al revés en al- rentas de la autoría va al 10% de los artistas (Smiers, 2006). En 1993 en
gunos pocos casos) o entre los propios creadores. el Reino Unido el 80% de los autores cobraba menos de 1.000 libras al año.
La autoría en general sólo tiene 4 meses de salario mínimo al año (Autis-
No olvidemos que la remuneración a porcentaje supone una gran renta para sier, 2006).
la escasa escritura de éxito (menos del 5%) y, en cambio, es renta por deba- • Hay un desajuste entre las normativas de Propiedad Intelectual y las
jo de su valor, cuando no pura miseria, para el escritor normal que habrá de realidades sociales. En efecto, algo funciona muy mal cuando millones de
vivir de otra cosa. Igualmente el carácter preferentemente individual y ar personas acceden sin pagar a contenidos que tienen titulares y no temen
tesanal del trabajo conllevaba protegerse especialmente del plagio (una ren- las sanciones aunque estén amenazados los intercambios P2P y prohi-
ta limitada a repartir que debía ir a la creación genuina). bida como infracción penal la elusión de los sistemas de protección anti-
copia —por ejemplo los DRM Digital Rights Management así como la
• Tienen cada vez más peso otros beneficiarios del sistema La importancia —

del lado productivo y comercializador asimiló en parte (derechos afines o distribución de herramientas y tecnologías para ello.
conexos) a editores, productoras y operadores radiotelevisivos a partici-
par crecientemente en las rentas propias de autoría (por ejemplo, en la Normativas que nacen viejas
comunicación pública o en la difusión). Ello y la presencia de los here-
deros rentistas, relativizan mucho los supuestos retornos para alimen- Esas contradicciones irresueltas se expresan incluso en el espacio del mer-
tar la creatividad. cado-red. Tal y como se refleja en el análisis de Yúdice (2006) se aprecia una
• Como hay contradicciones también en el seno del capital entre fabri- crisis del modelo de negocio de la música y la emergencia de una multitud
cantes de hardware (interesados en la rápida reposición del mercado del de formas que pretenden aprovechar los resquicios de la red, sea para re-
aparataje), de software y programas y las empresas y gestoras de conte- munerarse o para liberarse de las compañías discográficas. Internet es una
nidos de cara a los modelos de negocio, no es razonable que sea la ley quien oportunidad de difusión y promoción, gratis o a precio módico, para la auto-
las resuelva en función de las presiones políticas. ría o los grupos musicales.

284 285
Hay aún una distancia sideral entre las bajadas gratuitas de la
mercados, incluso los más adaptados del tipo i-Tunes red y- de países en el 2002) trataban en especial de programas para ordenador y ba-
pero, al menos, cabe ses de datos. La UE ya los aplicó en las directivas 91/250/CEE y 96/9/EC. Otra
tar cuatro tendencias:
directiva (2001/29/CE) abordaba temas más generales de los derechos de au-
• la convivencia entre la gratuidad y el mercado remunerado (publicidad tolla en la Sociedad de la Información (programas informáticos, derechos afi-
y pago) para un largo plazo, incluso con sinergias (en algunas editoriales nes, radio por satélite, retransmisiones por cable, duración y bases de datos)
—sostiene David de Ugarte— a más bajadas, más ventas de libros en pa- y que la legislación española debía recoger.
pel); Esa Directiva fue muy favorable a la autoría, a las entidades de gestión
• la entrada del pago de abono o por unidad es más eficiente que el mode- de derechos y a las empresas de contenidos culturales y de software sin te-
lo analógico de soporte, que obligaba por dos o 3 piezas deseables, a ad- ner muy en cuenta los intereses de los usuarios.
quirir forzosamente el derecho de audición de todo el lote (las 12 piezas La legislación española básica se contiene en la Ley de Servicios de la So-
de un disco o un CD, por ejemplo); ciedad de la Información y Comercio Electrónico (2002) conocida como «Ley
• a falta de remuneración suficiente hay necesidad de múltiples ventanas de Internet», la Ley de Propiedad Intelectual (1996 con modificaciones en el
de mercado o de despiece de la obra en la cadena de valor para usos dis- 2006 para armonizarse con la UE) y la Ley de Impulso de la Sociedad de la
tintos (CD, bajada, radio, móvil, concierto...) como ya lo hacía el cine; Información (2007).
• y la irrupción de rentas estables no vinculadas al uso real (canon sobre La «Ley de internet», excepción hecha de los servicios relacionados con la
soportes y electrónica de consumo; abonos ponderados de las emisoras de firma electrónica y servicios postales, establece el principio de libre presta-
radios; inversiones obligatorias de los sistemas de televisión en audiovi- ción sin autorización previa, precisamente para no taponar el desarrollo de
sual europeo...) y que tienden a financiar los costes fijos del sistema. esos servicios. Lo que sí exige son determinados niveles de información (re-
gistro del nombre de dominio en el Registro Mercantil, información general
En este contexto, las políticas culturales sobre los derechos de autoría tienen sobre el prestador, retención temporal de datos de tráfico en comunicaciones
muchos problemas de legitimación social, produciendo desarrollos confusos. electrónicas, sistema de exoneración de responsabilidades). 9
Si el intervencionismo pro-autoral es visto como inadmisible por algunos in- Por su parte la adaptación en 2006 de la normativa española sobre pro-
ternautas, la no intervención propuesta por la derecha es demagógica, habiendo piedad intelectual es una trasposición casi literal de la directiva europea, in-
como hay normativas vigentes que se aplican. cluyendo una disposición transitoria sobre un canon aplicable a los equipos
Es verdad que la piratería de los derechos de autor puede defraudar bue- digitales que permitan la reproducción y copia de contenidos? )
na parte de las potencialidades para una nueva riqueza creativa, pero la lu- Siguiendo a Meritxel Roca (2007) las principales novedades que presentaba
cha contra la piratería que defrauda y debilita a los creadores ha terminado esta modificación, aprobada en julio de 2006, respecto al texto refundido del
por confundir la manta, la bajada y el intercambio sin remuneración (Bit- año 1996, eran: el derecho de puesta a disposición interactiva; la regulación
Ibrrent) en un inaceptable totum revolutum. 8 Las industrias fonográfico y au- explícita del uso y explotación de obras en internet con la autorización de
los autores y titulares de los derechos; el régimen de copia privada; la dis-
diovisual... suelen englobar incorrectamente varias prácticas muy distintas:
tinción entre entorno analógico y digital de acuerdo con lo descrito en la
las redes P2P sin ánimo de lucro; los servicios de acceso a alojamientos; los
directiva 2001/29/CE. Las conexiones ADSL quedaban explícitamente ex-
servicios de redireccionamiento que sólo albergan información (torrents) so-
bre dónde están esos contenidos; y el sector informal de venta de copias no cluidas.
Antes de la Ley Sinde (2011) —también conocida como ley antidescargas»
autorizadas (CDs y DVDs), conocido como top manta o como piratería au-
diovisual. e incluida como Disposición Final en la Ley de Economía Sostenible, y rela-
tiva al procedimiento y sanción de las descargas no autorizadas— para que
La digitalización e internet modifican los elementos tradicionales de los
hubiera delito en España se requería tanto comunicación pública (no aplicable
derechos de propiedad intelectual y traen consigo nuevos desarrollos legis-
lativos. en muchos casos) como ánimo de lucro (menos aún).
La nueva ley incluye el eventual cierre de servidores o páginas de enla-
Las trasposiciones de los dos tratados de la Organización Mundial de la
ces que faciliten descargas, al prohibirse —y facultar denuncias— los enlaces
Propiedad Intelectual (OMPI-WIPO), «Word Copyright Treaty» y «Performances a contenidos no autorizados y con el riesgo de que afecte a toda clase de en-
and Phonograms Treaty», del año 1996 (y ratificados por un número suficiente
laces y, por lo tanto, a internet misma. 11
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Ciertamente esa Ley atiende sólo parcialmente las reclamaciones corpo- sivo como móviles, MP3 y MP4, memorias USB, CDs, DVDs o discos duros
rativas. Por una parte, la Coalición de Creadores e Industria de Contenidos externos y apuntaba que su mera capacidad, no su uso, para realizar copias
Audiovisuales le pidió al Gobierno Zapatero con el informe visual Parasite's «basta para justificar la aplicación del canon por copia privada». Esa sentencia
Business que actuara ante la Fiscalía General del Estado para cerrar las más rectifica la reciente normativa española incluida en la Ley de Propiedad In-
o menos 200 páginas web de enlaces P2P y que facturarían cada una —se telectual —y que habrá de modificarse— cuando dice que «dichos equipos o
gún la coalición— 1,5 millones de euros al año (300 millones en total)." Y en aparatos se hayan puesto a disposición de personas fisicas en condición de
usuarios privados». Por lo tanto, no es aplicable a personas jurídicas: empresas
segunda instancia que se dirigiera contra los usuarios mediante avisos y ba-
e instituciones, lo que es bastante discutible porque concede a éstas un pri-
jadas de velocidad (Delia Rodríguez, Soitu 20-10-2009)." Esta es la parte a
vilegio por encima de la sociedad. A partir de esa sentencia se la concibe como
la que la ley Sinde ha renunciado a entrar de manera directa.
si fuera un IVA que sólo paga realmente el usuario final.
En todo caso esa ley Sinde combina un proceso de autorización inicial ju-
La compensación (canon) por copia privada se presenta, en el derecho po-
dicial para que la futura Comisión de Propiedad Intelectual (un organismo
sitivo, como una excepción, como consecuencia de la imposibilidad real del
administrativo dependiente del Ministerio de Cultura e integrado por expertos
creador e industria por controlar y prohibir usos privados sin lesionar si-
independientes) reciba y tramite las denuncias de los propietarios de los de-
multáneamente el derecho a la intimidad de los usuarios. La legislación con-
rechos de autor presuntamente vulnerados y pida la autorización del juez para
templa la copia de obras, producciones y prestaciones para uso privado como
investigar. Y una vez tomada la decisión vuelva a consultar al juez sobre si
un límite al derecho exclusivo del autor y del resto de los titulares haciendo
se ha visto afectado algún derecho fundamental, lo que es bastante impro- innecesaria la autorización.
bable y formalista, sin que pueda ir al fondo de la propuesta de resolución. La reproducción de obras sin la autorización del autor está tasada legal-
El sistema judicial tiene un papel secundario, avalista y sólo colateralmen- mente, y se entiende como excepción a la norma el «uso justo», cuando exis-
te garantista. En principio con esa ley pensada para las páginas de enlaces, tan fines de seguridad pública o de docencia o se deriven de procedimientos
no se tocaría las de los usuarios, aunque los sistemas eMule o Ares convier- administrativos, judiciales o parlamentarios; o de obras ya divulgadas en be-
ten a toda la red en red cooperativa para toda clase de intercambios. La Ley neficio de personas con discapacidad.
está suspendida por desajustes en el derecho comunitario y español. Se trata de compensar un supuesto lucro cesante por la disponibilidad de
copia pero la pregunta es si, al desmaterializarse y disolverse los soportes iden-
tificadores, no se convierte en obsoleta la idea de la copia privada y de su com-
El canon digital como compensación de copia privada pensación. Ésta fue pensada para dos situaciones distintas y que encajan mal
con los usos actuales de descarga, intercambio y streaming: gravar las foto-
copias de libros y las reproducciones de música disponible para terceros que
El debate social ya no está en la compensación, sino en la consideración como
no pagaron el libro o CD (sería absurdo que el adquirente haga copia de lo
un derecho ciudadano del derecho de acceso a la cultura, por la simple razón
que ya tiene) y la copia de seguridad de software para hacer frente a even-
de que con la tecnología vigente —a partir de soportes conseguidos o de ba-
tuales deterioros (y que tiene poco que ver con el tema, como explica David
jadas o de accesos en streaming— cabe acceder a una amplia panoplia de obras, Bravo, haciendo notar que aquí sí que hay adquisición de licencia).
incluso sin necesidad de copia. Las leyes están instaladas en la vieja acepción —como excepción al derecho
Sin embargo no está de más analizar la coherencia o incoherencia del ca- de autorización desde la propiedad intelectual— a pesar de la contradicción
non tal y como está diseñado. que supone, la simultaneidad entre la posibilidad de bloquear copias o acce-
Adoptado en Alemania (1965) el sistema de remuneración compensatoria sos (DRM, marcas de agua...) y castigar penalmente o cerrar webs de inter-
por copia privada se ha extendido a la mayoría de Estados miembros de la cambio o accesos de usuarios y, al mismo tiempo, cobrar indiscriminadamente
UE. 22 de los 27 países de la UE —todos salvo Reino Unido, Irlanda, Malta, por ello (canon).
Chipre y Luxemburgo— aplican un canon o sobreprecio a aparatos y, en al-
gunos países sólo a los soportes vírgenes, y cuyos ingresos se redistribuirían Sociedades de gestión
entre creadores e industrias de contenidos.
La sentencia del Tribunal de Justicia de UE de 21 de octubre de 2010 ho- Ciertamente el ejercicio individual de algunos derechos (comunicación pública
mologó el sistema de canon imperante en Europa para dispositivos de uso ma- de masas, remuneración ex post...) es prácticamente imposible para el artista

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por lo que ha confiado históricamente la gestión de sus derechos a una enti- b) Es parcialmente injusto al gravar todos los soportes y aparatos (orde-
dad colectiva. Las Leyes de Propiedad Intelectual española y europeas apues- nadores) que se puedan usar con finalidades de copia.
tan por los modelos de gestión de derechos más tradicionales, aunque con- c) Es regresivo como impuesto indirecto al gravar igual a personas con ni-
vendría que las entidades de gestión de derechos —hoy desprestigiadas por veles de vida muy distintos.
abusos y el caso de la SGAE porque había piratas dentro— contaran con una d) Limita las opciones y libertad del creador al establecerse legalmente
vigilancia pública (tarifas, interpretaciones legales, labores de promoción, uso que el cobro de estos ingresos solamente se puede recaudar y gestionar
de los fondos por copia privada...). de manera colectiva con cargo a las entidades gestoras.
Por una parte, uno de los problemas, cuando se da el derecho de exclusiva e) Ambas circunstancias —no hay derecho individual a establecer relacio-
a las entidades de gestión, es que pasan por encima de la voluntad de los pro- nes voluntarias con el mercado y exclusión de beneficiarios no asociados—
pios autores o autoras; éstos no pueden ceder voluntariamente ni siquiera par- significa implantar la afiliación obligatoria.15
te de algunos de los derechos de explotación ni renunciar a percibir ingresos Siendo los ingresos derivados del canon digital procedentes de copias lí-
económicos. La vinculación a una entidad es incompatible con otras opciones. citas, no revierten necesariamente a los autores de éstas si no están
Por otra parte, esas entidades en el caso español son las únicas faculta- asociados.
das por ley para cobrar por: la retransmisión por cable; el porcentaje de g) Hay una desproporción creciente entre los ingresos derivados del ca-
taquilla o compensatorio de obras audiovisuales y fonogramas; alquiler y ex- non —muy altos en España—, en relación a los ingresos directos por con-
hibición pública; remuneración a artistas, intérpretes y ejecutantes, y a pro- tenidos.
ductores en concepto de exhibición y comunicación públicas. Y ahora también
la exclusiva de gestión del sistema de compensación por derecho a copia pri- Como está establecido es un sistema simplemente descabellado.
vada —cobro y reparto del canon digital sobre cualquier soporte o aparato re- Es por todo ello que, vergonzantemente, no se explicita que, en el fondo,
productor, excepción hecha de los discos duros de ordenador (art. 25.7)— y el canon de compensación es para otra cosa: compensar la proliferación del
la gestión de la ayuda a la creación y a la formación de los autores. Quienes acceso gratuito y sin autorización ninguna a contenidos a través de las re-
no se asocien no tendrán derecho a ninguna de las rentas derivadas. des P2P (hoy todavía en un cierto limbo jurídico y judicial). Y esto no se quie-
re reconocer.
Graves problemas del canon Si esto es así, cabe concebir un sistema de remuneración alternativo más
Pero el canon, aun abordando el problema de la compensación, tiene varios justo y considerar que lo más injusto sería que no hubiera una parte de re-
inconvenientes como figura jurídica e institucional. tornos hacia quienes hacen la cultura y la información. No se nos debería dar
a elegir entre lo descabellado y lo injusto, cuando hay otras vías.
a) El derecho de compensación equitativa por copia privada es contradic-
torio en si mismo por tres razones:
• Es absurdo que se pague dos veces o vez y pico (pago por la obra, más Modos de remuneración alternativos
canon por aparatajes y soportes para acceder a lo que ya se ha paga-
do) o pagar una sola vez (canon) a cambio de nada porque a nada Probablemente los cambios legales sean lentos y no necesariamente en la lí-
da derecho para el usuario» nea progresista que aquí se apunta pero no está de más, ni mucho menos, traer
• Otro absurdo es que se pague el canon y, en cambio, se arriesgue san- a colación modelos alternativos.
ción sea civil por acceder por la red a cualquier obra, o sanción penal
por burlar soportes digitales que vienen protegidos con sistemas anti- Una selección de modelos conocidos
copia —DRM— o por haber mediado algún lucro. a) Richard Stallman, gurú del software libre y el copyleft, rescataba la idea
• Otro absurdo es que invita al supuesto uso fraudulento de tec- de que el copyright en el caso americano nació como monopolio en beneficio de
nologías de copia y reproducción ya que no es posible ejercer el de- los autores para cumplir una función de servicio al público, y no de los edi-
recho real a copia privada sin incurrir en algunos casos en respon- tores, aunque el sistema se ha pervertido cuando los autores ceden el monopolio
sabilidades. a los editores. La idea es que el público renunciaba a algunos de sus derechos
290 291
naturales (derecho a copiar pero, de hecho, una libertad impracticable) y, a obra con copyleft debe, a su vez, atenerse a los principios del propio copyleft.
cambio, se beneficiaba con la escritura y la publicación de mayor cantidad de De hecho ambos —copyright y copyleft— son teóricamente complementarios,
libros por parte de la beneficiada autoría. pero en la legislación española actual es imposible sin reforma.
Pero ahora sí es practicable la copia y el almacenamiento. «En vez de in- Siendo interesante abrir el espacio CC, los inconvenientes se derivan, pre-
crementar los poderes del copyright, tenemos que disminuirlos tanto como cisamente, de ese carácter complementario. No es una alternativa general
para darle al público cierto espacio de libertad donde pueda hacer uso de los sino un espacio en construcción con limitaciones, puesto que se ciñe a una
beneficios de la tecnología digital». Sostiene que el monopolio sobre la copia oportunidad de unos ensayistas y autores voluntariosos y cooperativos que
no debería durar más de diez años desde su publicación (2004: 87). tampoco quieren vivir de ello. No resuelve el problema de la remuneración,
Propone reemplazar el canon y opta por la inclusión de una exacción en ni sitúa el lugar de los profesionales y empresas de la edición o la produc-
el sistema de impuestos directos, que son más justos y progresivos que los ción. Se trata de una autolimitación voluntaria —no un sistema general, que
indirectos —de hecho ya se subvenciona al cine desde los fondos del ICAA- seguiría ocupado por la Propiedad Intelectual— y que también parte, al igual
y por una agencia pública para gestionar el uso del dinero que luego se pa- que ésta, de la propiedad privada sobre un saber que es colectivo.
garía a los artistas (entrevista en Público.es , 22-12-2007). A este respecto llaman la atención las prevenciones del Grupo de Traba-
Ello significa establecer un derecho universal y libre a la copia como mé- jo sobre El Libro Electrónico (Ministerio de Cultura, 2010) sobre una supuesta
todo más eficiente y barato de reproducción, y una compensación que vaya pérdida de control de la obra al ser difundida de forma masiva en la red bajo
directamente a los artistas y no a una organización privada (pese a ser sin licencias CC —cuando es al contrario—, así como si son verdaderos contra-
ánimo de lucro) como las entidades de gestión de la propiedad intelectual que tos o no. Afirman, sin más fundamento que el derecho positivo, que hay de-
se convierten en entidades semipúblicas, sin serlo. terminados derechos cuyo ejercicio sólo ha de corresponder a las entidades
de gestión.
b) Otra vía, con origen en Lawrence Lessig (2004), son las licencias Creati-
Yendo bastante más allá, cabe entender el copyleft también como una ma-
ve Commons (CC), un corpus de licencias, que se inspiró en los movimien-
triz analítica alternativa sobre la producción actual. Así, según Natxo Ro-
tos de software libre y que no está en contradicción con el copyright pero fa-
dríguez Arkaute (2008), cabe confrontar producción contemporánea, abun-
cilita un sistema más democrático. Favorece tanto al consumidor como al propio
dancia, circulación libre, producción social y relaciones horizontales con el
autor. El concepto de free culture, de «cultura libre» no es sinónimo de «do-
viejo sistema de arte, propio del copyright y su concepción objetual y pa-
minio público» o procomún ni de gratuidad, pero sí refleja el respeto a la li-
trimonialista, de propiedad, de restricción y permiso, de mito del genio y de
bertad y voluntariedad de la decisión de la autoría sobre los usos sociales de
verticalidad."
su obra. Mira sobre todo a la voluntad de los creadores.
Las licencias CC apuntan a que, junto al régimen general de los derechos c) Una derivación es la de William Fisher, que retomó las ideas de Stallman
de autor, se desarrollen licencias distintas —sin perjuicio de que, además, siem- y de CC, y plantea una tasa partiendo de la posibilidad actual de seguimiento
pre se cite la autoría original— y referidas a la reproducción, comunicación, de una obra desde los sistemas de identificación digital que permiten es-
distribución y obras derivadas y a la remuneración en todos los casos. Para timar cuántas copias se hacen y compensar a los autores por la frecuencia
ello caben seis licencias en función de la combinación de los siguientes pa- de usos sociales, y disuadiendo con ello el pirateado.
rámetros relativos a los derechos reservados y administrados: el reconocimiento El registro, como en CC, sería voluntario y, para excluir mediadores, sólo
(attribution), la no-comercialización (non commercial), la no creación de obras podrían registrar obras los autores. También una agencia pública se en-
derivadas (no derivate works) y el compartir igual (share alike). cargaría de estimar el volumen de copias de cada obra, haría el seguimiento
Mientras el copyright reserva automáticamente todos los derechos, con de los registros y repartiría los derechos de acuerdo al porcentaje de copias.
las licencias CC es el autor quien decide qué derechos desea reservar y cua- Los autores recibirían la compensación por derechos directamente. Los
les no. usuarios pagarían en sus impuestos la cobertura del derecho a la copia pri-
Las licencias CC son parte de un concepto más amplio, el copyleft. Son li- vada. Un impuesto directo garantizaría el acceso universal a las obras, que
cencias que permiten difundir y redistribuir no comercialmente y al que cabe cubre el derecho de obras derivadas.
añadir o no algún requisito más (libertades iguales a futuros usuarios a las Con este modelo, la gestión de los derechos de autor sería más flexible
que otorgó el productor, obras derivadas...). Cualquier trabajo derivado de una y voluntaria, se ampliaría el dominio público y se podría devolver antes
292 293
a la sociedad las obras más subvencionadas (Periodistas 21, diciembre 20, Propiedad y usufructo: una propuesta en construcción
2007).
El concepto de propiedad privada intelectual en exclusiva (hoy durante toda
d) Por su parte David de Ugarte contrapone el planteamiento político de CC la vida del autor, y otros 70 años en buena parte de los casos) concibe los de-
con lo que llama el Movimiento por la Devolución. rechos de autoría como un capital que genera unos rendimientos en un pro-
Según él, con las licencias CC, los problemas y costes sociales del mono- longado tiempo. Este concepto debe ponerse en cuestión como no apto para
polio que legalmente sostiene la propiedad intelectual pueden ser parcialmente el mundo cultural.
corregidos por los propios autores como opción individual, pero el sistema de Las regulaciones vigentes que lo concretan siguiendo pautas de la OMPI
copyright no es cuestionado, tan sólo sus extremos. En cambio para los de- dificultan el acceso social, sobrevaloran el plus individual sobre la cultura so-
volucionistas —se entiende que se refiere al dominio público del periodo an- cial recibida, generan rentistas, secan la creatividad, no tienen en cuenta el
terior a las leyes de autoría— la propiedad intelectual es, además de un mo- plus que implica la organización social creciente en comunidades de gustos
nopolio legal contraproducente y socialmente costoso, un problema político y que abarata el acceso desde el creador al usuario potencial real y, finalmente,
al que sólo la reforma legal y la reducción progresiva de los tiempos de ex- promueven el parasitismo entre los propietarios o gestores de derechos de Pro-
plotación ofrece un horizonte de solución razonable. piedad Intelectual, al darles exclusivas de plazos demasiado largos en la era
En las licencias CC la restricción sobre obras derivadas y uso comercial del cambio cultural vertiginoso y de la creatividad.
es una opción equilibrada recomendada a los autores como protección, mien- La Propiedad Intelectual beneficia a pocos, perjudica a muchos, remune-
tras que para los devolucionistas, como licencian sus obras bajo Dominio Pú- ra poco a la inmensa mayoría de la autoría, dificulta la creatividad y obsta-
blico, critican el complejo sistema de licencias de Lessig porque hay que mi- culiza el capital colectivo y la nómina de bienes públicos susceptibles inclu-
rar la etiqueta de cada pieza antes de utilizarla. so de convertirse en bienes de mérito (bienes apreciables como expresión de
Dice Ugarte que «sólo la Devolución genera un verdadero procomún: el vie- la propia colectividad).
En el fondo es un caso de ultradarwinismo económico al remunerar en ex-
jo «dominio público» de la tradición jurídica continental, el gran contenedor
ceso poca obra de éxito y dificultar la dedicación creativa de los más, que ha-
del que durante siglos los comunes hemos sacado las piezas con las que par-
brán de buscarse un empleo de manutención. La selección final refleja el éxi-
ticipar de la innovación en las artes, las ciencias y el cambio tecnológico».
El camino a seguir según Ugarte sería la restricción temporal pro- to, pero no lo que se pierde por el camino.
gresiva de las patentes y derechos de exclusividad otorgados por el Estado No es cierto que el paso a dominio público reduzca las iniciativas creati-
a las creaciones. 17 vas. Al contrario, da más oportunidades de transformaciones y obras derivadas
y, al reducirse su valor de cambio y su precio en el mercado, amplía las opor-
e) Joost Smiers (2006: 291 y ss) parte de considerar el dominio público y los tunidades de mercado o conocimiento social.
bienes del común como un «espacio que pertenece a todos los miembros de la También se nos antoja muy limitado para organizar el problema de los de-
sociedad y del que todos podemos hacer uso». Nunca ha sido un espacio des- rechos de autoría y sus intercambios el teorema de Coase (1960) que sitúa
regulado. en los costes de transacción el fiel de la asignación eficiente de los recursos.
Entendiendo que en todas las opciones las obras quedan en dominio pú- Si hay costes súmese a los de propiedad o elimínense con algún otro proce-
blico porque de él beben, y entendido el artista como empresario o gestor cul- dimiento, por ejemplo judicial. Y si no los hay o hay que reducirlos, en caso
tural, plantea tres vías de remuneración. Primero, la venta o puesta a dis- de conflicto por la propiedad, reconózcase a quien más los valore y más pro-
posición; quien lo hace tiene la ventaja competitiva del pionero que ofrece algo vecho vaya a obtener del mismo (Landes, 2005: 212). Esa creencia en la ra-
nuevo puesto que le da su sello en un mercado y en ese plano no requiere pro- cionalidad individual triunfante y en la equidad del sistema se nos antoja an-
tección. Segundo, cuando la obra es costosa en inversiones tiene derecho a un gelical.
usufructo transitorio —un año aproximadamente— otorgado por el dominio Carece de sentido un rentismo casi eterno y que se parece a los viejos pri-
público para compensar los riesgos de fracaso, y añadido a lo que obtenga en vilegios —concesiones o licencias— de estanco o notaría o de explotaciones
el mercado. Tercero, subsidiar lo que el mercado no es capaz de dar o de fi- mineras en subsuelo público. Incluso va bastante más allá de las licencias para
nanciar. operadores del espectro radiotelevisivo —antes 10 y ahora 15 años—, o de las
patentes industriales que establece los 20 años (artículo 49 de la Ley espa-

294 295
ñola 11/1986, de Patentes de Invención y Modelos de utilidad). Ya se sabe que condiciones del trabajo asalariado cualificado Son usufructuarios tem-
la caducidad vital (no moral) de la propuesta cultural contenida en una obra porales de una propiedad colectiva a la que han contribuido, tal y como
es aún mucho mayor que la de una patente y más en los tiempos de la cul- plantea Smiers.
tura kleenex. • La remuneración tendría tres partes:
Los creadores siguen contribuyendo, naturalmente, y tienen derecho a vi-
a) Una parte, mediante precio, es alcanzable en el mercado de soportes
vir de ello, pero como toman prestada buena parte del fondo colectivo de co-
fisicos, medios de comunicación o artes escénicas y musicalés (edición
nocimientos —el auténtico capital social y cultural— y al que sólo han con-
de libros, de música, exhibición...) yen el intercambio por la red, y me-
tribuido en el último eslabón de una larga cadena de valor, son deudores del
diante eventual subvención en los casos de operas primas o proyec-
patrimonio cultural colectivo sin que ello autorice, por razones de equi-
tos costosos.
dad, a quedarse por el criterio equívoco de monopolio natural con el valor del
b) Otra parte, los retornos de la creación que circula por la red sin con-
conjunto de la cadena.
traprestación directa, se podrían derivar de un Fondo sostenedor del
Eso sí. Los intereses de editores y productores deben ser contemplados cla-
procomún (no representaría sólo a los artistas) con cargo a los pre-
ramente puesto que pueden no implicarse en la producción si no ven expec-
supuestos públicos del Estado (o administración integral) y que para
tativas de rentabilidad para su profesión o empresa; y exigirán razonablemente
dotarlo debería elevar algún punto la fiscalidad directa. El cuánto es
de la autoría que, caso de contratar con ellos, se atengan a unas reglas acor-
cuestión de cálculo razonable. Lo lógico en esa segunda parte sería una
dadas. Un editor —salvo los editores militantes del dominio público— no
sola exacción general válida para todos los supuestos (uso de copia
tendrá interés en editar un libro, o sea invertir en él, si el autor lo cuelga,
privada, descargas, streaming, intercambios...) y sustitutiva del canon
al mismo tiempo, gratis en la red. Es razonable.
y de la hipotética remuneración por descargas sin intercambio mone-
tario.
A modo de propuesta básica
e) Una última parte —también para el Fondo anterior— se derivaría de
Estas notas quedan pendientes de profundización y desarrollo. una tasa sobre ingresos de las compañías usuarias de contenidos
y que han visto elevar exponencialmente las comunicaciones y sus in-
• El punto de vista inicial debe estar en la sociedad como actor colecti-
gresos: operadoras de telecomunicaciones. También buscadores, ser-
vo del conocimiento y sus miembros como usuarios con derecho de ac-
ceso y uso de bienes naturales (aire, agua, alimento, vida...) y sociales (cul- vidores y plataformas pero como muchos operan desde el exterior se-
ría necesario un acuerdo internacional.
tura, bienestar, seguridad, energía, comunicaciones...) desde claves
democráticas. La cultura es de dominio público y de propiedad comuni- • Como el mercado no siempre selecciona bien calidades y tiene tenden-
taria; sus artífices son los creadores, empresas y usuarios y la cultura po- cias en bola de nieve en perjuicio de obras menos conocidas, ese Fondo,
pular; y su regulación, desde ese carácter, la puede asumir la admi- manteniendo la remuneración proporcional a los usos ponderados que
nistración como delegación colectiva o una institución intermedia. Se los sensores de usos y audiencias indiquen (pueden estimar bien descargas
trataría de un ecosistema digital de conocimiento común y estándares y usos), también aplicaría la discriminación positiva como estímulo
abiertos y modelos de negocios adaptados. creativo para la autoría menos exitosa, para la pequeña producción o para
• La sociedad tiene interés en que, junto al máximo de contenidos gratui- las producciones de culturas minoritarias. Y ello sin perjuicio de las ini-
tos, se abaraten los precios de los productos y servicios costosos, y se apro- ciativas CC.
veche la oportunidad que ofrecen las nuevas redes porra importantes aho- • No siendo adecuada la figura del artista asalariado o funcionario, el ni-
rros de costes que beneficien a los usuarios, al tiempo que aseguren una vel de apreciación de la obra debería permitir una más alta o más baja re-
mejor remuneración de los creadores y siga estimulando a las empresas caudación, en un tiempo máximo que se estipule —de 2 a 10 años
culturales. según velocidad de maduración del ciclo de vida de las obras y de los cos-
• La numerosa autoría, para reproducirse como tal y para garantizar su apor- tes, siendo 5 años la media—. 18 Trascurrido ese plazo recibiría una com-
tación a ese dominio público del que además bebe, debe estar protegida pensación estándar con cargo al Fondo por renunciar, y pasar a puro do-
y tiene derecho a alguna clase de retorno derivado de la apreciación minio público y para eventuales nuevas ediciones y transformaciones
de su obra en la sociedad o en el mercado, y que le asimile al menos a las libres, siempre con reconocimiento nominal de autoría sobre la obra sin-
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guiar. Naturalmente, que una obra pase a dominio público quiere decir que los grupos noveles, aumenta la asistencia a conciertos y las ventas de CDs de esos grupos. Pero
no es ese el punto de vista de la industria tradicional. Para la IFPI musical hay cuatro pirate-
otros la pueden utilizar, reeditar o transforman pero no afecta a la cola de rías: grabaciones domésticas, venta ambulante, descargas y una nueva forma de «piratería» di-
ventas de las ediciones pioneras que continúen en el mercado, remunerando gital (telefonía móvil-tarjetas de memoria).
directamente a la autoría y a la edición o productoras concretas. 9. Los operadores de telecomunicación y los proveedores de acceso a internet son meros in-
• Los agentes privados del proceso creativo-productivo-comercializador termediarios técnicos que quedan exonerados de los actos cometidos por terceros (artículo 13
deben poder participar de esa protección de modo delegado en tanto agen- de la LSSICE).
10. Ya en 1992, se estableció un canon a los aparatos de grabación y soportes analógicos.
tes que intermedian en la relación entre creación y sociedad y al que apli- En el 2006 se aplicó también a aparatos y soportes digitales y se actualizaron el resto.
can el valor añadido de su saber, financiación y capacidad organizadora. 11. El Manifiesto «En defensa de los derechos fundamentales en internet» (www.100 lme-
dios.es) tachaba al proyecto de ley de proteccionista de una «industria obsoleta que no sabe adap-
tarse a este nuevo entorno». Después, por las filtraciones de Wikileaks, se ha sabido que con
Que este modelo no vaya a aplicarse nunca no quiere decir que no se pueda ella España intentaba borrarse de la «lista especial 301», una lista negra de EE.UU. de países
extraer del mismo algún criterio para la reforma de la legislación actual. poco «serios» con la propiedad intelectual y que tenía su origen en la Embajada Norteameri-
cana como vocera de la MPA de las Majors norteamericanas (El País, 4-12-10).
12. La Fundación Antipiratería alega que perdió 4.250 millones de € entre junio de 2009
Notas y junio de 2010 y que supondría el 75% del consumo audiovisual en España (El País, 12-1-2011).
Exageran el volumen de negocio de las webs de enlaces y que obtienen en base a la publicidad
(en función de descargas, espacio, links, posicionamiento, número de visitas, resultados de ven-
1. Partidarios del modelo actual de Propiedad Intelectual como es el caso de Hutter (2005: tas motivadas en anuncios) y sólo tangencialmente de registros (venta de listados, recibir spams
123) reconocen que podría elevarse exponencialmente el acceso social al conocimiento ya que o cookies). Las webs de enlaces, por su parte, indican que no llegan a la décima parte de ingresos
los costes de reproducción caen drásticamente y los costes marginales tienden a cero.
que les atribuye la Coalición.
2. La IFPI insiste en que el número de descargas sin autorización en España era de un 32%,
13. Era aplicar el modelo francés de la ley Hadopi de tres avisos a los propios internautas
duplicando la media europea, que era de un 15% y que ello minaba su negocio. Lo cierto es que que se descarguen archivos antes de cortar el acceso a la red. El resultado es que en Francia
el legal streaming gratuito, o casi, tipo Spotify es la otra parte de la explicación. La persecu- continúan bajando contenidos por doquier el 50% de los que lo hacían hace un tiempo. Para una
ción contra servidores que faciliten el acceso a servicios de alojamiento de contenidos como Ma- crítica ver Juan Varela «La culpa no es del P2P». Soitu, 19-10-2009.
gaupload tendrá una limitada influencia en la elevación de la cifra de negocios de las empre-
14. En efecto, «La descarga de una obra cuya transmisión digital no haya sido autorizada,
sas de contenidos. incluso si se realiza para uso personal y sin finalidad comercial, no queda, por lo tanto, am-
3. Se estima que sólo el 15% de los libros que se encuentran en las bibliotecas del mundo parada, dentro de este esquema conceptual, por la excepción de copia privada. Puesto que la
son de obras en dominio público. Consumo 9-9-10 «Guía de acceso al conocimiento» www.un- distribución no autorizada de obras vulnera el derecho exclusivo de puesta a disposición, su des-
cuma.coop carga no está amparada por la excepción de copia privada que, conforme a la DSI, sólo puede
4. Según el informe de la Federación Internacional de Productores Fonográficos (IFPI), la ser alegada cuando el beneficiario de una excepción tiene legalmente acceso a la obra o pres-
venta global de discos disminuyó un 7% durante el 2009, pero según Asimelec ya casi el 25% tación protegida (artículo 6.4, párrafo 1°)». (Celeste Gay, 2006). Un canon como el vigente se en-
de los ingresos son online y las descargas legales igualaron a los de ventas de CDs, según Rus tendería más si autorizara a compartir archivos y compensar el lucro cesante de los detenta-
Crupnick (EFE online-10-2009). El informe muestra que en España, la caída de las ventas de dores de derechos; pero no es el caso.
álbumes fue del 14,3% en 2009, pero eso no impidió que la música digital tuviera una recau-
15. La SGAE detrae una media del 15,6% del conjunto de ingresos para sus gastos de es-
dación creciente (el 15% del mercado total musical, unos 30 millones sobre un volumen de mer- tructura y funcionamiento. Obtuvo, en 2009, 26 de los 90 millones de € recaudados por todas
cado que ronda los 200 millones de euros). En cambio, los ingresos de la SGAE por explotación las entidades por el concepto de canon.
de su catálogo en la red sigue cayendo (junto con el negocio de los politonos de móvil) ya que 16. Para un análisis aplicado al mundo artístico ver la tesis de Ignacio Rodríguez Arkau-
sólo recaudan 2,5 millones de euros (El País, 10-3-11).
te (2008).
5. No es ese el punto de vista de la OMPI (www.wipo.int/ebookshop) a pesar de pertenecer
17. El correo de las Indias. 17 de noviembre de 2007. www.lasindias.info
al sistema de unas Naciones Unidas tan vinculadas a los derechos humanos. 18. La cifra de 5 años no es arbitraria. La propia Ley de Propiedad Intelectual (artículo 43.2)
6. El primer código se dio en Francia en 1777 y se contemplaban dos privilegios: el privi- supone que a falta de mención expresa los derechos de explotación de una transmisión cadu-
legio perpetuo para la autoría o causahabientes, y el privilegio sólo durante la vida del autor, can a los 5 años.
para el librero. En España la primera ordenanza es de 1763 (Carlos III) y consagró la trans-
misión hereditaria.
7. La primera Sociedad de Autores data de 1837 (Francia) y los Convenios de París (1883)
y de Berna las generalizan (1886). Autoría y Estado comparten un interés en proteger dere-
chos, la integridad y autenticidad de la obra y el logro de una amplia difusión... de la obra sig-
nificativa.
8. El P2P no comercial no tiene que ver con la piratería ni en motivos ni por efectos. En la
práctica es un intercambio entre personas que tienen, ya sea por el canon ya sea por adquisi-
ción, derecho a la copia y a intercambiarla, como siempre estuvo autorizado, a menor escala cier-
tamente, la cesión de cintas, CDs o DVDs. En general, no se intercambia dinero, se promueven

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