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“Cinco conferencias sobre psicoaálisis” 1909, dictadas en la Clark University,

EEUU

I
Historia, génesis y desarrollo del método de indagación y terapia

Ana O.: 1880-1882, primer caso de histeria no abordado por Freud, sino por su colega,
25 años mayor, J. Breuer

No siempre es fácil distinguir una histeria de una afección orgánica grave.

Tratamiento por la palabra: poco avanzamos en un diagnóstico de histeria para la


mejoría del paciente, lo que tiene un enorme valor es para el médico que la trata
porque de allí en más tiene expedito el camino del método a aplicar, distinto a un
enfermo clásico.

Los síntomas histéricos desafían el saber médico: por eso las trataban como personas
que infringen las leyes de su ciencia, la acusan de deliberado engaño, simulación, y
las castiga quitándoles su interés.

Con la hipnosis se reproducían los síntomas histéricos.

También con la hipnosis se hacían desaparecer los síntomas, al menos


momentáneamente, puesto que se les hacía reproducir las escenas en las que se
habían presentado por primer vez.

Ana O, bautizó el método como “cura por conversación”, o “limpieza de chimenea”

Los síntomas eran determinados por las escenas cuyos restos mnémicos ellos
figuraban, y ya no se debía describirlos como operaciones arbitrarias o enigmáticas de
las neurosis.

Cadenas de recuerdos patógenos, recuerdos que reproducían como sustitutos de


restos mnémicos.

Los síntomas son restos y símbolos mnémicos de ciertas vivencias traumáticas.

Por medio de éstos símbolos mnémicos los neuróticos permanecen fijados al trauma,
a la vivencia que dio ocasión al síntoma.

Procesos afectivos: cargas afectivas sofrenadas de su curso normal son aplicadas a


otros fines, y sostienen al síntoma.

Estados de conciencia, llamados estados hipnoides, estados de semiconciencia.

“Excitaciones que caen dentro de tales estados hipnoides devienen con facilidad
patógenas porque ellos no ofrecen las condiciones para un decurso normal de los
procesos excitatorios”.

Donde existe el síntoma, existe una amnesia.


II
Lo que faltaba averiguar era la génesis de los estados hipnoides, de la disociación
histérica.

Ni Breuer ni Charcot, ni Janet pudieron lograr despejarla.

Investigaciones de Breuer y Charcot no se superponen, corren paralelas.

Con la hipnosis no solo se podían reproducir artificialmente los síntomas de la


enfermedad, sino que se hallaban los nexos patógenos.

Tratamiento catártico e hipnosis en un momento se independizan porque Freud


abandona la hipnosis como método para hallar los “recuerdos olvidados”.

Método catártico en estado normal.

Freud aprendió de Bernheim que los hipnotizados podían recordar en estado normal
las instrucciones que se le dieron durante la hipnosis.

Freud probaría entonces trabajar con el enfermo en estado normal.

Freud descubre que en el estado normal existía en el enfermo una fuerza que ofrecía
resistencia a recordar, viendo que esa fuerza era la misma que había colaborado en
mantener el recuerdo olvidado, fuera de la conciencia.

Una resistencia que mantenía en pie el estado patológico.

La hipnosis encubre a la resistencia.

¿”Pueden los legos ejercer el análisis”? (1926)

Capítulo I, y Epílogo.

I
El saber del médico es desafiado por la histérica.
A su vez a la histérica el método analítico la constriñe a decir más de los sabe: por
eso, dice Freud, el análisis es distinto de la confesión, ésta última es decir lo que ya se
sabe, la histérica debe decir más, debe decir lo que no sabe.

El psicoanálisis no nace de un día para el otro, tampoco alcanzará su fin porque trata
sobre el ser humano, más precisamente sobre los múltiples padecimientos humano
que nosotros veremos bajo la forma de las neurosis.

De la hipnosis se deprenden dos cuestiones básicas: la teoría de la represión y de la


transferencia vía el valor de la sugestión en la hipnosis.

La sugestión estará vertebrada en realidad por el amor de transferencia.

Epilogo, opúsculo

Si bien el psicoanálisis fue descubierto por un médico, S. Freud, el psicoanálisis hace


su aporte a la psicología, más no a la medicina. Por eso Freud en algún escrito lo
llamó psicología de lo profundo.
Las leyes de los síntomas histéricos responden a la psicología, no a las leyes de la
anatomía.

Analogía con la ciencia de la física y la medicina, las contribuciones de la electricidad a


tratamientos médicos.

“Conferencias de introducción al psicoanálisis”, 1915

El psicoanálisis se enseña en contra del sentido común, de lo sabido por el hábito, en


contraposición a la formación previa, tal y como le sucedió a Freud con la histeria.

El psicoanálisis inaugura un nuevo modo de VER. Ya no con la percepción, su objeto


de estudio no se encuentra accesible de modo inmediato.

El objeto de estudio del psicoanálisis está mediatizado por las palabras.


El medio es la máscara para ocultar el objeto de estudio, y su vez la eficacia para
lograr la cura.

La palabra, medio universal con que los hombres se influyen unos a otros.

Por esto mismo es que decimos que el psicoanálisis inaugura un nuevo modo de VER
a través de la escucha.

Paradójicamente solo se puede saber del psicoanálisis a través de oídas, la terapia no


soporta participación de terceros.

El psicoanálisis se aprende de segunda mano, o se aprende en uno mismo, haciendo


un análisis.

¿Cómo enseñarlo a un curso entero?

Psicoanálisis y Psiquiatría (1916)

El psicoanálisis se enseña en contra del sentido común, en contra de lo que nos es


familiar.

La enseñanza debería dar el lugar a comprender dejándose llevar por la falta de


familiaridad de los contenidos transmitidos.

El psicoanálisis es a la psiquiatría lo que la histología a la anatomía.

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