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Breve análisis económico.

El Análisis económico del Derecho es una corriente considerada dentro de


la teoría del Derecho que aplica métodos propios de la economía en el
razonamiento jurídico. Incluye el uso de la metodología y los conceptos propios
de la ciencia económica para predecir el efecto de las normas jurídicas, con el
objeto de determinar qué leyes o disposiciones jurídicas son económicamente
eficientes y predecir qué medidas debería ser promulgado o adoptadas. Es decir,
propone la evaluación de las reales consecuencias de una norma existente y
asimismo la predicción de los posibles efectos de una norma proyectada
buscando diseñar mejores estructuras legales, más eficientes para arribar a los
propósitos deseados, adoptando los medios que resulten más idóneos para ello.

Su aplicación no se limita a materias íntimamente vinculadas a la economía


como reglas de antimonopolio y regulación, sino que es susceptible de aplicarse
complementariamente para el estudio de cualquier tipo de normas legales,
inclusive las de propiedad, obligaciones, justicia civil y criminal, derecho de
familia, delito y pena, entre otras.

Se acostumbra a dividir al análisis económico del derecho en dos enfoques o


dimensiones heredadas de la Economía: positivo y normativo.

Enfoque positivo.

El enfoque positivo del análisis económico del derecho utiliza el análisis


económico para estudiar las causas y predecir el efecto de las normas jurídicas.
Así por ejemplo, un análisis económico-positivo sobre responsabilidad
extracontractual podría predecir los efectos de régimen de responsabilidad
objetiva o estricta, frente a uno de responsabilidad subjetiva.

Enfoque normativo.

El enfoque normativo del análisis económico del derecho va más allá, y


establece recomendaciones de carácter político basadas en las consecuencias
económicas que derivan de la aplicación de un determinado curso de acción
política. El concepto central en esta materia es el de eficiencia y en particular, el
de eficiencia en la distribución.

Eficiencia.
Un concepto común de eficiencia utilizado por el análisis económico del derecho
es el de la Eficiencia de Pareto. Una norma jurídica es eficiente según el óptimo
de Pareto si no puede ser modificada para mejorar la situación de una persona,
sin perjudicar a otra. Un concepto más débil de eficiencia es el de Eficiencia de
Kaldor e Hicks. De acuerdo con este concepto, una norma jurídica es eficiente si
las personas o grupos de personas que mejoran pueden compensar a aquellos
que empeoran.

Costes de Transacción.

Un concepto de especial importancia es el Teorema de Coase. El mismo formula


que si las partes privadas y públicas pueden negociar sin ningún costo sobre la
asignación de los recursos, pueden generar por si mismas transacciones
eficientes, siendo innecesaria la generación de normas jurídicas para ello.

Dicho de otra forma, si no existen los llamados "costos de transacción", son


irrelevantes las reglas de responsabilidad civil para una óptima asignación de los
recursos, en el sentido de la eficiencia social representada por el llamado "óptimo
de Pareto".

Externalidades.

Otro concepto de especial importancia es el de externalidad. Una externalidad


es una situación en la que una variable decisoria de un agente entra en la función
objetivo de otros agentes. Es decir, el bienestar de un agente está afectado por
las acciones de otro agente en la economía. En este sentido, existen
externalidades positivas y negativas, siendo la regulación económica el
mecanismo apropiado para corregir la distorsión que las mismas generan.

Asimetrías de información e incompatibilidad de incentivos.

A partir de los años nonos de este siglo, la economía de costos de transacción


que dominaba al AED ha ido cediendo a la metodología del diseño de
mecanismos, que es una generalización de la teoría de juegos a través de la
matemática inversa, y que subsume los costos de transacción en problemas
estratégicos que se derivan de las asimetrías de información y de la
incompatibilidad de incentivos, por lo que el Teorema de Myerson–
Satterthwaite1 resulta ser un contrapunto del Teorema de Coase. Este desarrollo
lo iniciaron algunos exponentes del AED, como Robert Cooter y Thomas Ulen,
quienes ya, en su manual de los años ochenta del siglo pasado, comenzaron a
introducir algunos conceptos procedentes de la teoría de juegos al AED.

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