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3.
Sonamos
como
el
elemento
de
la
atmósfera
y
el
elemento
nos
dice
el
texto
Y
desde
ese
ojo
de
buey
suelto
el
texto
como
el
agua
que
corre,
como
salga,
fluyendo.
Cabeza
con
agua,
brazos
con
agua.
Arriesgad
con
el
agua,
hablad
más
fuerte.
El
texto
quiere
salir
con
el
agua
y
tu
cuerpo
es
una
barrera.
El
texto
sale
como
le
da
la
gana,
sin
control,
con
la
energía
que
lleva
el
agua.
Soltemos
el
texto.
Seguimos
siendo
agua.
Pero
ahora
nos
callamos.
Dejamos
el
texto.
Pero
como
el
agua
vibra
dentro
de
nosotros,
cantamos
con
el
sonido
del
agua.
Necesitamos
sacar
ese
sonido.
Lo
disfrutamos,
soltamos
el
sonido
del
agua
que
vibra.
El
agua
vibra
en
nosotros,
no
la
controlamos.
Nos
movemos
porque
ese
sonido
nos
lleva.
Nos
mueve
los
brazos,
porque
éstos,
pesados,
llenos
de
agua,
no
se
aguantan.
Todo
el
espacio
es
de
esa
agua
que
necesita
moverse
y
traspasar
la
barrera
de
nuestro
cuerpo.
Sacad
el
sonido
y
el
movimiento
del
agua.
Nos
serenamos,
el
agua
se
calma.
Está
en
nuestro
ojo
de
buey
y
nos
canta
suavecito
al
oído.
Y
ahora
te
dice
el
texto
a
ti,
así
que
dímelo,
fluyendo
como
el
agua.
GRACIAS
A
LA
ATMÓSFERA
SE
CREA
UN
IMPULSO
QUE
PUEDE
HACER
UN
TEXTO
ORGÁNICO
El
cuerpo
fluye
e
irradia.
Y
en
este
caso
es
de
agua,
pero
podría
ser
de
fuego
o
de
cualquier
otra
sustancia
que
nos
sirva
para
componer
y
dotar
de
coherencia
a
un
personaje
según
las
características
con
que
lo
describe
el
texto
(en
una
mezcla
entre
lo
que
él
percibe
de
sí
y
lo
que
perciben
los
demás
de
él).
Consigna
constante
para
que
este
trabajo
de
atmósfera
funcione:
gozo
y
me
dejo
llevar.
El
movimiento
y
el
impulso
son
distintos
ahora,
de
manera
que
vuelvo
a
crear
el
texto
y
lo
hago
orgánico.