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“La sangre salía a gran velocidad de mi estómago mientras intentaba avanzar

por ese oscuro callejón, una puerta de metal algo oxidada se abrió frente a mi justo antes de que
quedara sumergida por completo en la oscuridad de la inconciencia”

Desperté en una cama de sabanas azules, tenía un gran dolor en el abdomen que me impedía
moverme del todo, me dedique a observar la habitación, era totalmente celeste, un techo color
blanco puro, con cortinas azules y un gran armario, junto a la cama en la que reposaba había una
mesa donde se encontraba una bandeja e la que supuse encontraría comida, rayos que hambre
tenia, intente destaparme para levantarme, pero una punzada en mi estómago me hizo caer, sentí
a alguien correr por el pasillo para que luego la puerta de la habitación fuese abierta de un golpe y
unos brazos me levantaron del piso poniéndome nuevamente en la cama, esto no podía ser
bueno, me dije a mi misma, pero el chico no parecía querer hacerme daño, lo que me pareció más
extraño fue cuando se presento.

-Deberías tener cuidado, no estas lo suficientemente fuerte después de lo que te paso anoche-
dijo un chico alto y bastante robusto- Mi nombre es Hyun Woo, mucho gusto – dijo mientras
estiraba su mano hacia mi esperando que la cogiera, pero la quito inmediatamente al notar la
mueca de dolor en mi rostro cuando intente hacerlo.

- ¿Que se supone que me paso? - pregunte fingiendo desconocer el motivo, si el me estaba


ayudando definitivamente no sabía a quién tenía en frente.

-Tu deberías decírmelo, después de todo yo solo te encontré frente a mi puerta sangrando, suerte
que mi compañero de piso es enfermero y me ayudo con tu herida- dijo con una mirada de intriga,
estoy en problemas-

- ¿porque no me llevaron a un hospital?

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