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Andronikof Significado Del Rito
Andronikof Significado Del Rito
Un rito tiene sentido cuando sus signos son adecuados al significado que se supone que
expresan, es decir, cuando son símbolos inmediatos de este significado. Para definir a
éstos, hemos de estudiarlos desde la perspectiva antropológica y cosmopológica.
Por analogía podríamos decir que el rito es a la oración lo que la pronunciación, el gesto
y el estilo son al habla; que el rito es al culto lo que la forma a la sustancia. El rito es un
acto, pero un acto de fe; es carne, pero del espíritu encarnado, del hombre que vive su
fe.
El rito es una función, pero una función del organismo sacramental: de la Iglesia. Es una
acción comunitaria de la Iglesia como Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo:
una acción litúrgica en esencia. En la liturgia, el hombre lleva a cabo la más alta función
de su ser: la de reconocer lo sagrado y adorar al Dios Trino. El arquetipo de su ser es la
Palabra encarnada; Cristo el Dios-Hombre, cabeza de la Iglesia y de todos sus
miembros. La adoración ritual o culto es, pues, la manifestación consciente de la
naturaleza teantrópica del hombre de su divino-humanidad (1 ).
Algunas acciones de Cristo sobre la tierra han originado ritos cristianos: el bautismo, la
última cena, la pasión, la resurrección. A otros ritos se les dio forma más tarde
(matrimonio), pero siempre en conmemoración de Cristo o como símbolo del Reino. Al
celebrar tales ritos el hombre lleva a término acciones típicas según la imagen y
semejanza del Dios-Hombre.
Cuando el hombre conmemora en los ritos algunas de estas acciones de Cristo, no las
repite tal cual, como en una especie de drama mistérico o de ceremonia mágica: el
hombre realiza y asume su propio bautismo, su sacrificio, su ofrecimiento; canta su
propia iluminación y salvación. Así, da testimonio de que su ser integral in posse,
suteantropía, sólo llegará a su plenitud después de la resurrección, en el Reino de Dios.
Por eso, la celebración de un rito es también una función profética.
Con todo, aquí y ahora, el hombre ya actualiza a través de sus ritos el Reino que hay en
él y lo proclama en y al mundo. Cumple su misión evangélica en el cosmos, ya que todo
el evangelio no es otra cosa que el anuncio del Reino. Además, ya que Cristo no es sólo
Mesías, sino también Sacerdote y Rey, el hombre, actuando crísticamente, por los ritos
CONSTANTIN ANDRONIKOF
Aunque deberíamos distinguir entre rito, culto, liturgia y adoración, desde el punto de
vista semántico, formal o metodológico, seguiría siendo válido el enfoque ontológico.
Hemos dicho que el rito es la forma de culto o de oración pública y también "privada"
(la plegaria "en el templo del corazón" es, hasta cierto punto, oración litúrgica). El rito
es, pues, el orden u organización del culto según unos criterios ól gicos y estéticos.
Lógicos, porque el culto implica un contenido litúrgico - unos conceptos teológicos: el
rito los" expresa a través del habla, los sugiere por los símbolos, los realiza en la
celebración del misterio, de un sacramento. Estéticos, también, porque tales
expresiones, símbolos y sacramentos tienden naturalmente a encarnarse en la forma más
perfecta y armónica, lo más bello.
Un ejemplo: el icono
Sin oración o sin liturgia, sensu lato, no hay rito: se da un juego, una representación o
una mímica, tal vez o casi seguro, sacrílega. Si lo que tiene lugar no es una santificación
o sacralización, no hacemos más que profanar, o parodiar sin implicaciones espirituales
(p. e. un contrato matrimonial).
El campesino, que traza una cruz sobre el pan antes de cortarlo, tal vez ha olvidado que
es un sacrificador, pero evoca el recuerdo de la distribución del pan. En este sentido, tal
acción no es del todo profana, aunque puede ser profanada. Es una conmemoración no-
consciente de lo sagrado en la vida.
CONSTANTIN ANDRONIKOF
El rito da fe de una tensión religiosa, de una función sacerdotal vis-á-vis con Dios y de
una función regia vis-á-vis con el cosmos. Por esto, el rito, celebrado en el curso de la
historia, manifiesta una victoria sobre el tiempo histórico, sobre el proceso fatal que nos
conduce a todos y a cada uno hacia la muerte. El rito indica que por encima de la
duración del mundo y la biografía de cada uno de nosotros, hay una dimensión o
'continuum' de vida divina y de realidad permanente. El rito actualiza la eternidad en el
tiempo. Por el rito, la vida humana en este mundo comunica con la del Reino, dado que
afirma la fe en éste, e invoca al Espíritu para alcanzarlo. Este es el aspecto escatológico
del rito, que complementa los aspectos actuales antropológicos y cosmológicos.
El rito es comunión
Pongamos por caso el gesto sacramental más frecuente: la señal del cristiano. Es un rito
trinitario que une litúrgicamente la creatura con el Creador, el bautizado con el
Salvador. Esta acción coloca al hombre en la dimensión de la vida eterna. El hombre
recuerda el hecho pasado que le dio acceso a ella: la crucifixión antes de la resurrección.
Haciendo la señal de la cruz, el hombre conmemora el árbol de la vida del Edén. Este ha
quedado, de nuevo, abierto por la cruz de salvación. El hombre invoca a Dios, a cuya
imagen ha sido creado y a la que puede configurarse por la pasión y la resurrección de
Cristo y la suya propia. Por eso, él rechaza (exorciza) todo lo que se opone a la luz
divina y afirma de sí mismo que es hijo de Dios.
Esté simple rito proclama de nuevo la naturaleza teantrópica del hombre, llamado a
retomar su verdadero lugar, de heredero libre, en la creación.
Así pues, el rito, inseparable de la fe y del culto, es el ordenamiento de las acciones por
las que el hombre logra, con la asistencia de las energías divinas, su verdadero ser como
sacerdote y rey, "coliturgista" de Dios en la Jerusalén celestial, y "colaborador" del
Creador en el cosmos transfigurado del Reino.
Al poner a la persona humana en comunión con las Personas divinas, con el Padre por el
Hijo en el Espíritu, y al capacitar al hombre para la participación en la obra común de la
liturgia, el rito establece una unanimidad de acción e intención entre el celebrante y los
otros participantes, a los que reconoce como hermanos. Así el rito actualiza no sólo la
filiación divina de cada uno, sino también la fraternidad de todos. Es una expresión de
amor para con Dios y para con los hombres. Es uno de los medios para llevar a cabo la
oración del Señor: "que todos sean uno, como nosotros somos uno".
En síntesis
devastadora por parte del materialista, que ni respeta ni ama al mundo para conservarlo,
sino que realiza en él una especie de autopsia.
Notas:
1
Teantropismo o teandrismo es en la teología oriental el principio de equilibrio que
fundamenta el sinergismo o cooperación del obrar divino y del quehacer humano. Es la
superación del dualismo nestoriano -separación de lo divino y lo humano- y el
monofisismo -afirmación de lo divino únicamente, disolviendo todo lo humano- (N. del
T.).