Está en la página 1de 2

El 29 de Abril de 1995 la organización Greenpeace decide manifestar su desacuerdo

con el hundimiento de la plataforma Brent, perteneciente a la empresa de hidrocarburos


Royal Dutch Shell. Greenpeace asume que el impacto ambiental que causaría el
hundimiento de la plataforma seria devastador para el ecosistema marino.

El origen del conflicto surge por la necesidad de la empresa Royal Dutch Shell de
deshacerse de la plataforma Brent, ya que ésta ha estado fuera de servicio desde
septiembre de 1991, acumulando su deterioro y generando cierto peligro para la
navegación. Luego de invertir $1,5 millones de dólares en estudios, Shell llego a la
conclusión que la opción más viable de deshacerse de la plataforma era sumergirla en
el mar (Watkins & Passow, 2003). Los estudios demostraban que el hundimiento de la
plataforma conllevaría riesgos mínimos, y su coste sería mucho menor que
desmantelarlo en tierra.

La empresa Royal Dutch Shell presento el informe al gobierno británico, el cual aprobó
el hundimiento de la plataforma y se le concedió formalmente a Shell el permiso de
sumergir la plataforma. Tras no recibir ninguna objeción de los países formantes de
OSPAR se procedió a planear el hundimiento de la plataforma. No obstante, el 29 de
abril de 1995 miembros de la organización ecologista Greenpeace zarparon hacia la
plataforma petrolera y empezaron su manifestación en contra de su hundimiento
(Watkins & Passow, 2003). Greenpeace manifestaba estar en contra del proyecto,
declaraban que el hundimiento de la plataforma tendría un impacto en lecho marino y
éste tendría que ser desmantelado en tierra para no contaminar el mar. La protesta de
Greenpeace comenzó con la toma de la plataforma, dando paso a que otras
organizaciones se unan a la manifestación, al pasar los días la protesta generaría
empatía por todo el mundo, generando una protesta generalizada en el resto de
ciudades. Greenpeace se percata de esto y empieza a televisar lo sucedido y transmitir
su mensaje al mayor número de lugares posibles. A este suceso lo podemos asociar
como la utilización de la Inteligencia emocional, ya que la organización ecologista
pretende transmitir su mensaje de protesta con el fin de generar emociones en sus
televidentes y que estos puedan identificarse con el problema, y estos asuman poder
unirse a la manifestación en contra de Shell (Robbins & Judge, 2013).

El 20 de junio de 1995 se convoca a una reunión con ejecutivos de Shell U.K., el curso
de la misma se debatió acerca del proyecto de deshacer la plataforma, llegando a una
conclusión de desechar el proyecto de hundir la plataforma Brent, debido a la intensa
presión que generó la protesta de Greenpeace.
Durante el transcurso del conflicto ambas partes demuestran varios tipos de emociones,
una de las emociones más destacables en cuanto a Greenpeace es la preocupación y
el disgusto, ya que la organización se encuentra desconforme con el proyecto planteado
por Shell para deshacer la plataforma, Greenpeace actúa rápidamente para poder
proteger el ecosistema marino. En cuanto las emociones impartidas por la empresa
Royal Dutch Shell destacan la desesperación y frustración, ya que la empresa fue
sometida a varias presiones los cuales empezaron con el grupo de personas
pertenecientes a Greenpeace que tomaron la plataforma, esta presión grupal obligo a la
empresa Shell a deshacer su proyecto y decidir otra forma para eliminar la plataforma,
lo cual le costaría a la empresa mucho más capital.

Bibliografía
Robbins, S., & Judge, T. A. (2013). Comportamiento organizacional. México: Pearson.

Watkins, M., & Passow, S. (2003). Costes sumergidos: El plan para hundir la Plataforma Brent.
Boston: Harvard Business School.

También podría gustarte