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9 Capitulo 5 PDF
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EN GEORG LUKÁCS
INTRODUCCIÓN
El objetivo del presente análisis es relacionar dos conceptos de Georg Lukács
desarrollados en dos ensayos, entre los que media un lapso de diecisiete años. Lukács
elabora a los 34 años de edad la noción de marxismo ortodoxo en 19191 y a los 51, se
ocupa de la ideología en general y particularmente, de la estética de la decadencia en la
literatura2.
Los contextos políticos en los que se dio la elaboración referida son distintos e
influyeron de modo diferente en el pensamiento y la posición de Lukács, al punto que
rectificó varias de sus tesis centrales en momentos cruciales. Desde los años ’20 los
intereses de Lukács son un conjunto de temas filosófico-políticos que aparte de ser
reunidos en Historia y conciencia de clase, lo son en El Asalto a la Razón y en El joven
Hegel3. Por otra parte, también desde los años ’30 el filósofo húngaro dirige sus
esfuerzos al análisis literario y a la fundamentación de una estética marxista 4.
1. LA ORTODOXIA MARXISTA
1
La edición española de “¿Qué es el marxismo ortodoxo?” se ha incluido como el primer ensayo de la
obra de Lukács Historia y Conciencia de Clase. Trad. Manuel Sacristán. Editorial Grijalbo. México,
1983. La edición original reúne artículos de los años ’20 y se editó en Berlín en 1923.
2
Cfr. el ensayo “Marx y el problema de la decadencia de la ideología”. En la recopilación de textos de
Lukács titulada Marx y el problema de la decadencia de la ideología. Traducción de Félix Blanco.
Editoral Siglo XXI. México, 1981.
3
La edición original de El asalto a la razón: El curso del irracionalismo desde Schelling hasta Hitler es
de 1953. (Cfr. la traducción de Wenceslao Roces. Ed. Grijalbo, Instrumentos # 8, Barcelona 1972). Por
otra parte, El joven Hegel y los problemas de la sociedad capitalista se editó por primera vez en Berlín
en 1954 (la edición española fue traducida por Manuel Sacristán. Ed. Grijalbo, México, 1985).
4
La elaboración de una estética marxista por parte de Lukács incluye una amplísima producción
intelectual en varias décadas. En relación al artículo mencionado en la nota # 2 Cfr. la producción de
la década de los ’30 en el texto de referencia (“Bibliografía de los escritos correspondientes al periodo
1931-1943” por José Aricó p. 187 ss.).
5
Las referencias bibliográficas que se hacen de “¿Qué es el marxismo ortodoxo?” se basan en la
edición de Historia y Conciencia de Clase de la editorial Grijalbo. Op. Cit.
93
marxiana y tampoco implica sustentar una fe ciega en tal o cual tesis de Marx. Ensayar
interpretaciones siguiendo lo esencial de El Capital no autoriza a nadie a que sea
considerado como “ortodoxo”, como tampoco lo hace buscar datos y hechos que
fragmentariamente “confirmen” la verdad de las proposiciones marxistas. Ante éstas y
similares actitudes filosóficas, recurrentes en las polémicas políticas húngaras,
soviéticas y del comunismo internacional de alrededor de los años ’20, Lukács dice que
cabe sólo una “sonrisa compasiva”6.
Cuarenta y ocho años después, cuando Lukács pasaba la octava década de vida,
autocríticamente dice que los ensayos de Historia y conciencia de clase fueron
solamente un itinerario intelectual “camino hacia Marx”7. También añade que desde
1929 consideraba como falsas sus tesis centrales de 1923 y que ya no podía sustentar la
noción de “ortodoxia marxista”, la que desde sus años de juventud fue pensada como el
modo de hacer “referencia exclusivamente al método dialéctico”8.
6
Id. p. 1-2.
7
Prólogo de Georg Lukáks a la 1ª edición castellana de Historia y conciencia de clase. El Prólogo lo
escribió en 1967. Op. Cit. p. IX
8
Sobre la falsedad de las tesis Id. p. XLI. Sobre la dialéctica véase el Prólogo de 1922. Id. p. XLVI
passim, también en “¿Qué es el marxismo ortodoxo?”. Op. Cit. p. 2.
94
Varias tesis de los ensayos agrupados en Historia y Conciencia de Clase, fueron
rectificadas por Lukács que se retractó de sostenerlas años después. De “¿Qué es el
Marxismo Ortodoxo?” son dos las autocríticas más significativas:
1. Lukács dice que Engels sigue el mal ejemplo de Hegel. Ontologiza la dialéctica y
amplía el método a un contexto arbitrario: el conocimiento de la naturaleza. Engels
como Hegel, supone que la naturaleza (del mismo modo cómo se la piensa en la
Ciencia de la Lógica) tiene contradicciones ínsitas en su propia estructura,
contradicciones que la definen dialécticamente.
2. Otra tesis rectificada aunque con menor énfasis, se refiere al error de Engels que
Lukács joven, no habría advertido. Engels no tiene una posición sustantiva respecto
de la metodología dialéctica del conocimiento, no advierte que existe una relación
dialéctica entre el sujeto que conoce y el objeto conocido, relación que se funda
irremisiblemente en el proceso histórico.
En 1919 Lukács dice que todo marxista ortodoxo debe superar el revisionismo y que no
debe dejarse obnuvilar por el materialismo vulgar de Bernstein ni por las veleidades
positivistas de Max Adler y el austromarxismo10. Por otra parte, el marxista ortodoxo
está más allá del llamado método crítico que encuentra según Lukács, en el machismo 11
su más conspicua concreción.
9
Prólogo de 1967. Op. Cit. p. XVII-XVIII
10
“¿Qué es el marxismo ortodoxo?”.. Las críticas a Berstein y Adler están en la p. 10-3.
11
Lukács apreciaba en mucho la obra crítica de Lenin Materialismo y empiriocriticismo: Notas críticas
sobre una filosofía reaccionaria, en la que en 1908 el objeto de crítica es entre otros, el
empriocriticismo de E. Mach y R. Avenarius. (Cfr. Ed. Progreso, especialmente el Cap. 1, 6).
95
* Tomar como punto de partida de todo conocimiento científico posible, el terreno
yermo del empirismo acrítico.
* Pensar que las leyes tienen un fundamento inmutable y definitivo que sólo puede ser
develado por la conciencia neutral y “en blanco” del sujeto que investiga.
A este respecto, los “logros” filosóficos de Max Adler tienen el mismo carácter, son una
representación fantasmagórica de la ciencia. La dialéctica no tiene, como cree Adler,
dos planos; no es posible escindir la dialéctica en “método” y en una “concepción del
ser”. Mucho menos admisible es el propósito de Adler de proclamar la “dialéctica del
marxismo” como distinta a ambas. Este intento es denunciado por Lukács como el
propósito de convertir la ortodoxia en un “fragmento de ciencia positiva” ahogándola en
los intersticios del empirismo lógico en ese momento en raudo ascenso.
Sólo por una consideración dialéctica de la realidad es posible apreciar las líneas y
orientaciones que en una determinada totalidad concreta, permiten la acción, en medio
de restricciones, normalizaciones y coacciones. La consideración dialéctica de la
totalidad exige una descripción de la historia como proceso unitario en el que lo
absoluto de las totalidades concretas se diluye y en el que sólo queda lo relativo que
12
“¿Qué es el marxismo ortodoxo?”. Op. Cit. p. 27.
13
Id. p. 19 ss.
96
niega la sustantividad atemporal. Tratar a la realidad dialécticamente es vincular las
partes con el todo concreto, es objetivar cualquier objeto de conocimiento cobrando
conciencia de que cualquier producción teórica es un producto histórico de validez
restringida. De este modo es posible entender que las alteraciones esenciales son
transformaciones del todo y la explicitación de un potencial de subversión. Tal, la
noción dialéctica que desgarra el velo de eternidad de las categorías, que disuelve la
solidez cósica de las formaciones sociales y que las dispone para el conocimiento
singular de la realidad concreta.
14
Id. p. 26-28.
15
Id. La expresión es de Marx como crítica a Hegel. Lukács la cita en la p. 2.
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objeto del conocimiento, el sujeto que puede subvertir la sociedad y que puede definir la
cuestión de vida o muerte de la sociedad como totalidad.
Frente a la fetichización de la objetividad que realiza la burguesía (lo cual Lukács llama
posteriormente la “decadencia ideológica del capitalismo”), frente a la pulsión de
presentar los fenómenos de la sociedad capitalista como esencialidades suprahistóricas;
es necesario afirmar la consideración histórica y dialéctica, es necesario esclarecer las
contradicciones como inseparables a la realidad y a la esencia de la sociedad capitalista.
De este modo se realiza la aplicación de la ortodoxia marxista como método dialéctico a
la totalidad concreta del capitalismo, de esta manera se da la tendencia política
contrapuesta a la “decadencia ideológica”, es decir la contraposición a que refloten, se
reproduzcan y refuercen, los apologetas de la burguesía.
Lukács señala que Marx muestra claramente la imposibilidad de que los individuos en
masa, salten las barreras de su clase sin suprimirlas previamente; a lo sumo el individuo
como tal, puede intentarlo con alguna posibilidad de éxito.
Lukács piensa que algunas bases de la teoría marxista y ciertos contenidos filosóficos
son suficiente razón para que se dé el compromiso individual por la liberación del
hombre. Toda persona que sostenga una concepción materialista consecuente, que
acepte la doctrina de la plusvalía como verdadera o que reconozca que la historia está
16
La exposición que sigue se base en las referencias bibliográficas de “Marx y el problema de la
decadencia de la ideología”. Op. Cit. p. 50 ss.
98
entrabada por la lucha de clases, reconociendo que el capitalismo es transitorio; optará
por romper con la burguesía, se hará marxista17.
4. Pese a que se dan a veces choques frontales con los ideólogos decadentes de la clase
burguesa, es posible que el individuo, aun asumiendo una posición existencial en
favor de la lucha por la liberación del proletariado, rehúya ese enfrentamiento.
El individuo prefiere una acción creadora como lo más importante de su vida, una vez
percibida la realidad y sentidas sus contradicciones. En el extremo opuesto, el individuo
prefiere asumir y realizar la visión del mundo, los prejuicios y los tipos que se le
inculcaron en el mundo burgués del cual es parte. Para Lukács, especialmente el escritor
se encuentra ante esta disyuntiva que según él, es la opción por la apropiación creadora
y comprometida de la ortodoxia marxista o por la opción de la decadencia ideológica.
17
Id. p. 40.
18
Id. p. 39-40.
99
una visión del mundo obrando o no congruentemente con ella, tanto en lo político como
en lo existencial.
B. EL INTELECTUAL EN EL CAPITALISMO
Sobre Marx, Lukács dice: “la verdadera riqueza espiritual del individuo depende
totalmente de la riqueza de sus relaciones reales”19. Por mucha apropiación creativa y
aplicación de la dialéctica y ortodoxia marxista que se dé, aun para los teóricos,
intelectuales y escritores comprometidos, su vida se empaña. Las acciones individuales,
existenciales y colectivas pueden dirigirse según un proyecto político estratégico de
liberación del proletariado; puede expresarse en la vida cierta riqueza espiritual y
plenitud humana, los hombres pueden ser honestos, íntegros e inclusive consecuentes,
pero esto queda opacado por el ímpetu, las prácticas, prejuicios, moralidad y valores que
la inveterada fuerza del capitalismo, directa o indirectamente, voluntaria o
inconscientemente, les impone y les imprime.
La lucha por una totalidad concreta diferente y superior al capitalismo, desde dentro de
él, pese a la riqueza espiritual e integridad humana que se puede evidenciar en ciertos
individuos, es comparativamente menor a la diversidad y riqueza humana que en
condiciones económicas distintas, intelectuales, escritores y el conjunto de la sociedad
puede realizar. El individuo en el capitalismo, por muy consecuente práctica marxista
que tenga, está aprisionado en el hermetismo de su ser y en el solipsismo de su
conciencia. Aunque se oponga a la sociedad, está obligado a enfrentar las condiciones
materiales y las fuerzas ideológicas de la decadencia solo, pero es a través del refuerzo
de su soledad y de su voluntad, que su opción de vida se hace auténtica, que su elección
se hace valiosa y que su quehacer como intelectual, convierte su lucha en la búsqueda
de algún camino en la espesura de los prejuicios.
19
Id. p. 50. La cita es de Marx y Engels en La Ideología Alemana. Cfr. Ed. Pueblos Unidos, Montevideo,
1968 p. 39.
20
Id. p. 72-73.
100
C. LA IDEOLOGÍA DE LA DECADENCIA
Esta ideología forma una visión del mundo decadente. Esta Weltanschauung toma lo
superficial como lo absoluto, lo aparente como totalidad y está exenta de todo
pensamiento, de toda teorización y posición filosófica, es la cosmovisión que no puede
sino evadir los problemas de la vida social. Expresa recurrentemente el más cínico
eclecticismo quedando imposibilitada de tratar desprejuiciadamente la realidad y
cualquier totalidad compleja en sus aspectos concretos múltiples, ricos y expresivos; es
la visión del mundo que falsifica consciente o involuntariamente, la realidad y sus
contextos21.
Lukács dice que fue en el siglo XIX, particularmente desde 184823, que en la literatura
se ha desarrollado el período de la décadence. Este contexto corresponde al desarrollo
firme y contradictorio del capitalismo. Según Lukács quien habría criticado de manera
detenida y aplastante esta ideología burguesa, en todos los terrenos y no solamente en el
de la literatura, fue Marx.
101
D. LA DECADENCIA EN EL CONTEXTO CULTURAL DE LUKÁCS
* Que los grandes descubrimientos científicos pasen siempre por el filtro de la filosofía
reaccionaria.
Con estos ejemplos se hace comprensible que en todos los campos del quehacer cultural
de la burguesía desde el siglo XIX hasta el tiempo de Lukács, se ha hecho evidente la
décadence.
Lukács dice que la tendencia ideológica criticada por él correspondiente a los años ’30,
es un vacuo vaivén entre el racionalismo y el irracionalismo, ambos de carácter
decadente.
El racionalismo de los ’30 es decadente porque está encerrado en los fines inmediatistas
de la vida profesional capitalista, apenas puede articularse como filosofía de la
maquinaria, es la ausencia más evidente de una apreciación de conjunto de la evolución
humana y la más abyecta e ignominiosa capitulación directa y sin combate, ante las
necesidades sociales. Por su parte, el irracionalismo de la época es decadente porque
25
Si bien en el ensayo referido Lukács trata a Nietzsche de forma extremadamente radical (Cfr. p. 60); el
texto en el que dedica más de 70 páginas a atacar a Nietzsche es El asalto a la razón (Op. Cit.).
Lukács dice que Nietzsche es el fundador del irracionalismo en el periodo imperialista, que es guía de
la burguesía y de “círculos intelectuales parasitarios” (p. 254); que el leit motiv de su filosofía es la
“polémica contra el marxismo” (p. 252) elaborada como “engarce irracionalista de problemas
psicológicos morales de un individualismo extremo con una sociedad e historia convertidas en mito”
(p. 289).
26
Una exposición crítica sobre la sociología y Max Weber está en “Marx y el problema de la decadencia
de la ideología” (Op. Cit. p. 33 ss). También en el punto # 4 del VI Cap. de El Asalto a la razón (Op.
Cit. p. 485 ss.).
102
está inerme ante el desbaratamiento de la vida afectiva sin práctica social sensata, y
porque fetichiza y mistifica las potencias sociales, llegando en el mejor caso a
proclamar una protesta impotente, vacua e irreflexiva frente al capitalismo. Así, según
Lukács, la decadencia de las primeras décadas de siglo es un conocimiento chato del
hombre, un conocimiento cuya esencia consiste en no prestar la mínima atención a todo
lo que es verdaderamente humano27.
27
“Marx y el problema de la decadencia de la ideología”. Op. Cit. p. 60 ss.
28
Id. p. 61 ss.
29
Id. Sobre la imposibilidad de crear personajes duraderos véase la página 72. La crítica a Strindberg se
desarrolla tres páginas antes.
103
que la realidad social y el hombre son una complejidad enmarañada y contradictoria de
escalas de valores, afectos, impulsos y acciones, no es posible en la literatura presentar
personajes y acciones narrativamente inaprehensibles. Contrariamente a esto, Lukács
dice que la riqueza de muchas obras por ejemplo, de Cervantes y Shakespeare, radice en
la manera cómo se presentan los personajes, en cómo se reúnen las más contradictorias
posiciones, tendencias e impulsos, que son el resultado del entorno social30.
Lukács cree que la décadence pretende neutralizar el valor de denuncia del realismo
porque descubre su propósito de mostrar las contradicciones del capitalismo y los
valores latentes realizables y deseables. Pero, Lukács critica también el realismo que
incurre en un materialismo vulgar y mecanicista al describir al hombre como un ser
elemental y animal y como un simple sujeto de atrocidades externas.
La tarea del realismo es para Lúkacs una acción de frente popular31; sólo mediante él,
por ejemplo, es posible denunciar la bestialidad fascista mostrándola como enemiga de
toda ciencia e incapaz de soportar cualquier enunciado de verdad.
Los temas de la literatura realista son los que han sido producidos y transmitidos por la
evolución social e histórica, de modo que la autenticidad y hondura de la subjetividad
literaria radica en la ideación y ejecución de una acción real, es la creación artística a
partir de lo dado.
30
Id. p. 65 ss.
31
Id. p. 74.
32
Id. Los análisis literarios comienzan desde el parágrafo # 6 hasta el final. p. 55 ss.
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