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En 3 oraciones o menos, la redondilla de Sor Juana Inés de la Cruz critica a los hombres por acusar injustamente a las mujeres de sus propias acciones. Los hombres incitan a las mujeres a actuar mal pero luego las culpan por ello, y buscan mujeres perfectas que ni sean demasiado fáciles ni demasiado difíciles, lo que es imposible de complacer.
En 3 oraciones o menos, la redondilla de Sor Juana Inés de la Cruz critica a los hombres por acusar injustamente a las mujeres de sus propias acciones. Los hombres incitan a las mujeres a actuar mal pero luego las culpan por ello, y buscan mujeres perfectas que ni sean demasiado fáciles ni demasiado difíciles, lo que es imposible de complacer.
En 3 oraciones o menos, la redondilla de Sor Juana Inés de la Cruz critica a los hombres por acusar injustamente a las mujeres de sus propias acciones. Los hombres incitan a las mujeres a actuar mal pero luego las culpan por ello, y buscan mujeres perfectas que ni sean demasiado fáciles ni demasiado difíciles, lo que es imposible de complacer.
Hombres necios que acusáis Mas entre el enfado y pena
a la mujer sin razón, que vuestro gusto refiere, sin ver que sois la ocasión bien haya la que no os quiere de lo mismo que culpáis. y queja enhorabuena. Si con ansia sin igual Dan vuestras amantes penas solicitáis su desdén, a sus libertades alas ¿por qué queréis que obren bien y después de hacerlas malas si las incitáis al mal? las queréis hallar muy buenas. Combatís su resistencia ¿Cuál mayor culpa ha tenido y luego con gravedad en una pasión errada: decís que fue liviandad la que cae de rogada lo que hizo la diligencia. o el que ruega de caído? Parecer quiere el denuedo ¿O cuál es más de culpar, de vuestro parecer loco aunque cualquiera mal haga: al niño que pone el coco la que peca por la paga y luego le tiene miedo. o el que paga por pecar? Queréis con presunción necia ¿Pues para qué os espantáis hallar a la que buscáis, de la culpa que tenéis? para pretendida, Tais, Queredlas cual las hacéis y en la posesión, Lucrecia. o hacedlas cual las buscáis. ¿Qué humor puede ser más raro Dejad de solicitar que el que, falto de consejo, y después con más razón él mismo empaña el espejo acusaréis la afición y siente que no esté claro? de la que os fuere a rogar. Con el favor y el desdén Bien con muchas armas fundo tenéis condición igual, que lidia vuestra arrogancia, quejándoos, si os tratan mal, pues en promesa e instancia burlándoos, si os quieren bien. juntáis diablo, carne y mundo. Opinión ninguna gana, pues la que más se recata, si no os admite, es ingrata, y si os admite, es liviana. Siempre tan necios andáis que con desigual nivel a una culpáis por cruel y a otra por fácil culpáis. ¿Pues cómo ha de estar templada la que vuestro amor pretende, si la que es ingrata ofende y la que es fácil enfada?