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Habeas Corpus, Amparo y el Habeas Data.

El HABEAS CORPUS

La protección de la libertad física o de locomoción.

El habeas corpus es una garantía que protege la libertad física o de


locomoción a través de un proceso judicial sumario. Su fundamento
constitucional se encuentra en el artículo 18 cuando establece que
nadie puede ser arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad
competente.

Está mencionado expresamente en el párrafo 4º y final del artículo 43:

“Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera


la libertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o
condiciones de detención, o en el de desaparición forzada de personas,
la acción de hábeas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por
cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato, aun durante la
vigencia del estado de sitio”

Este artículo confirma la acción de habeas corpus tanto en el caso de


restricción de la libertad física que ha sido su vigencia tradicional, pero
amplia a los siguientes casos:

1. en el caso de amenaza actual e inminente, un habeas corpus


preventivo.

2. en el caso de una agravación ilegítima de las condiciones detención:


habeas corpus correctivo

3. en el caso de la alteración o molestias a la libertad física, como son


los acosos o vigilancias indebidas.

4. Finalmente en el caso se la desaparición forzada de personas, cuya


inclusión producto de nuestra trágica historia reciente.

El habeas corpus se encuentra legislado ampliamente en la ley 23098


que admite además de lo afirmado en la Constitución, el control
judicial en el caso concreto de las limitaciones de la libertad producidas
en virtud de la vigencia del estado de sitio, artículo 4º ya citado. El
sistema se estructura sobre la base del contacto directo del juez con
los intervinientes, se asegura así la concentración y continuidad sin
desmedro de la oportunidad de audiencia y prueba limitada de las
partes. Se asegura al habitante la tutela de la libertad ambulatoria, se
garantiza la oportunidad de recurrir al juez las 24 horas y se dota de
elementos para defenderse aún en supuesto de emergencia
constitucional. A través del habeas corpus se puede conocer: a) si la
persona ha sido privada de libertad, b) si lo ha sido, donde se
encuentra detenida, c) a disposición de qué autoridad se encuentra
detenida d) cuál es la razón de su detención

Los jueces podrán decretar de oficio en el caso concreto la


inconstitucionalidad, cuando la limitación de la libertad se lleve a cabo
por orden escrita de una autoridad que obra en virtud de un precepto
legal contrario a la Constitución Nacional. El habeas corpus
corresponde solamente para actos de funcionarios públicos y no para
actos de particulares, por aplicación del principio de la acción de
Estado.

El habeas corpus preventivo.

Está legislado en el artículo 3.1 de la ley 23.098.

E incorporado en la reforma constitucional de 1994.

Art. 3º - Procedencia. Corresponderá el procedimiento de hábeas


corpus cuando se denuncie un acto u omisión de autoridad pública que
implique:

1. Limitación o amenaza actual de la libertad ambulatoria sin orden


escrita de autoridad competente.

En el caso del hábeas corpus preventivo la Corte Suprema lo reconoció


por la acción intimidatoria de agentes de policía, en el caso Cafassi
Fallos 311:308... La Corte Suprema subraya que la amenaza debe ser
también contemporánea (acto u omisión "de funcionario o autoridad
pública que amenace "en la actualidad..."), pero realiza, a todas luces,
una singular apertura en cuanto la óptica judicial para meritar la
existencia o no de amenaza. La presencia de dos personas requiriendo
información sobre la conducta del ocupante de un departamento,
presumiblemente policías, es causa suficiente para dar curso a la
acción de hábeas corpus. Es evidente que este fallo es mucho más
elástico que los reseñados precedentemente, sobre la acreditación de
la presencia de la "amenaza".

El hábeas corpus correctivo.


Esta modalidad de hábeas corpus se emplea cuando se producen actos
de agravamiento arbitrario o ilegal respecto de las formas o
condiciones en que se cumplan las penas de privación de libertad. Está
legislado en el artículo 3.2 de la ley 23,098.

2. Agravación ilegítima de la forma y condiciones en que se cumple la


privación de la libertad sin perjuicio de las facultades propias del juez
del proceso si lo hubiere.

En el caso Haro, Eduardo M. Fallos Corte: 330:2429 la Corte Suprema


dijo:

“…8°) Que en tales condiciones, el a quo convalidó un pronunciamiento


que desvirtuó el procedimiento del habeas corpus tornando inoperante
esta garantía en el caso. Ello fue así, porque se rechazó la denuncia en
los términos del art. 10 de la ley una vez fenecida la etapa procesal
oportuna y sin que se le diese al amparado la oportunidad de ser oído,
como hubiese ocurrido de haberse observado el procedimiento
aplicable, cuyo carácter sumarísimo no podía ser empleado en
perjuicio de la garantía de defensa en juicio del interesado” (Fallos:
307:1039).

Legitimación procesal y trámite del hábeas corpus.

La legitimación procesal para interponer el habeas corpus es amplia.

ARTICULO 5. - La denuncia de hábeas corpus podrá ser interpuesta


por la persona que afirme encontrarse en las condiciones previstas por
los artículos 3 y 4 o por cualquier otra en su favor.

La ley admite expresamente la declaración de oficio de la


inconstitucionalidad de un acto contrario a la Constitución.

ARTICULO 6. - Los jueces podrán declarar de oficio en el caso


concreto la inconstitucionalidad, cuando la limitación de la libertad se
lleve a cabo por orden escrita de una autoridad que obra en virtud de
un precepto legal contrario a la Constitución Nacional.

A pesar de tratarse de una ley federal ya que es aplicación del artículo


43 de la Constitución, que establece el mínimo que deben cumplir las
provincias, establece normas de procedimiento, para asegurar la
garantía constitucional aún en los tribunales locales.
ARTICULO 11. - Cuando se tratare de la privación de la libertad de
una persona, formulada la denuncia el juez ordenará inmediatamente
que la autoridad requerida, en su caso, presente ante él al detenido
con un informe circunstanciado del motivo que funda la medida, la
forma y condiciones en que se cumple si ha obrado por orden escrita
de autoridad competente, caso en el cual deberá acompañarla, y si el
detenido hubiese sido puesto a disposición de otra autoridad a quien,
por qué causa, y en qué oportunidad se efectuó la transferencia.
Cuando se tratare de amenaza actual de privación de la libertad de
una persona el juez ordenará que la autoridad requerida presente el
informe a que se refiere el párrafo anterior:

Si se ignora la autoridad que detenta la persona privada de su libertad


o de la cual emana el acto denunciado omo lesivo, el juez librará la
orden a los superiores jerárquicos de la dependencia que la denuncia
indique. La orden se emitirá por escrito con expresión de fecha y hora
salvo que el juez considere necesario constituirse personalmente en el
lugar donde se encuentre el detenido caso en el cual podrá emitirla
oralmente, pero dejará constancia en acta.

Cuando un tribunal o juez de jurisdicción competente tenga


conocimiento por prueba satisfactoria de que alguna persona es
mantenida en custodia, detención o confinamiento por funcionario de
su dependencia o inferior administrativo, político o militar y que es de
temerse sea transportada fuera del territorio de su jurisdicción o que
se le hará sufrir un perjuicio irreparable antes de que pueda ser
socorrida por un auto de hábeas corpus, pueden expedirlo de oficio,
ordenando a quien la detiene o a cualquier comisario, agente de policía
u otro empleado, que tome la persona detenida o amenazada y la
traiga a su presencia para resolver lo que corresponda según derecho.

ARTICULO 12. - La autoridad requerida cumplirá la orden de


inmediato o en el plazo que el juez determine de acuerdo con las
circunstancias del caso. Si por un impedimento físico el detenido no
pudiere ser llevado a presencia del juez la autoridad requerida
presentará en el mismo plazo un informe complementario sobre la
causa que impide el cumplimiento de la orden, estimando el término
en que podrá ser cumplida. El juez decidirá expresamente sobre el
particular pudiendo constituirse donde se encuentra el detenido si
estimare necesario realizar alguna diligencia y aún autorizar a un
familiar o persona de confianza para que lo vea en su presencia. Desde
el conocimiento de la orden el detenido quedará a disposición del juez
que la emitió para la realización del procedimiento.

ARTICULO 13. - La orden implicará para la autoridad requerida


citación a la audiencia prevista por el artículo siguiente, a la que podrá
comparecer representada por un funcionario de la repartición
debidamente autorizado, con derecho a asistencia letrada. Cuando el
amparado no estuviere privado de su libertad el juez lo citará
inmediatamente para la audiencia prevista en el artículo siguiente,
comunicándole que, en su ausencia, será representado por el defensor
oficial. El amparado podrá nombrar defensor o ejercer la defensa por sí
mismo siempre que ello no perjudique su eficacia, caso en el cual se
nombrará al defensor oficial.

En el procedimiento de hábeas corpus no será admitida ninguna


recusación, pero en este momento el juez que se considere
inhabilitado por temor de parcialidad así lo declarará, mandando
cumplir la audiencia ante el juez que le sigue en turno o su subrogante
legal, en su caso.

Establece un procedimiento oral en una audiencia con las siguientes


características:

ARTICULO 14. - La audiencia se realizará en presencia de los citados


que comparezcan. La persona que se encuentra privada de su libertad
deberá estar siempre presente. La presencia del defensor oficial en el
caso previsto por los párrafos 2 y 3 del artículo 13 será obligatoria. La
audiencia comenzará con la lectura de la denuncia y el informe. Luego
el juez interrogará al amparado proveyendo en su caso a los exámenes
que correspondan. Dará oportunidad para que se pronuncien la
autoridad requerida y el amparado, personalmente o por intermedio de
su asistente letrado o defensor. Se admite la apertura a prueba de
oficio o a pedido de parte.

ARTICULO 17. - Terminada la audiencia el juez dictará


inmediatamente la decisión, que deberá contener:

1. Día y hora de su emisión.

2. Mención del acto denunciado como lesivo, de la autoridad que lo


emitió y de la persona que lo sufre.

3. Motivación de la decisión.
4. La parte resolutiva, que deberá versar sobre el rechazo de la
denuncia o su acogimiento, caso en el cual se ordenará la inmediata
libertad del detenido o la cesación del acto lesivo.

5. Costas y sanciones según los artículos 23 y 24.

6. La firma del juez.

Si se tuviere conocimiento de la probable comisión de un delito de


acción pública, el juez mandará sacar los testimonios correspondientes
haciendo entrega de ellos al ministerio público.

El amparo.

El Artículo 43 de la Constitución.

El artículo 43 otorga jerarquía constitucional a la acción de amparo y al


habeas corpus, incorporando en la misma norma al habeas data. Es
una acción expedita y rápida, y podrá deducirse siempre que no exista
otro medio judicial más idóneo. Esta acción puede dirigirse contra
autoridades públicas o contra particulares, y es una acción (preventiva
o reparatoria, no indemnizatoria), que procede frente a acciones u
omisiones que agravien derechos y garantías reconocidos por la
Constitución, los tratados internacionales y las leyes. Dicha norma
admite también la declaración en la misma acción de amparo, de la
inconstitucionalidad de la norma agraviante. El amparo sólo procede
en los casos en que la violación del derecho se haya realizado con
arbitrariedad o ilegalidad manifiesta. Es decir que corresponde cuando
para calificar el acto u omisión como arbitrario o ilegal, la investigación
que deba realizarse, sea evidente o requiera de una prueba
sumamente abreviada. La idoneidad exigida por el artículo 43 tiene
una doble significación: para el actor, significa que frente a la
ilegalidad o arbitrariedad manifiesta, necesita de una decisión judicial
rápida que no permita la subsistencia de la conducta agraviante, y
para el demandado significa que se encuentra protegido por la garantía
del debido proceso, requiriendo una defensa amplia de sus derechos.
En el amparo, no exige agotar previamente la instancia administrativa.
En cuanto a la legitimación para accionar, el amparo puede ser
planteado por la persona física o jurídica afectada que es la persona
que ha sufrido el daño.

Además del afectado, la norma incorporó a otros legitimados cuando


se trate de derechos de incidencia colectiva. Para estos casos la norma
creó dos legitimados especiales: el Defensor del Pueblo (artículo 86
Constitución Nacional) y las asociaciones de protección.

Pero dicha legitimación especial debe interpretarse con carácter


restrictivo, en el sentido que ninguno de ellos puede sustituir al titular
directo del derecho agraviado, cuando no esté en juego un derecho de
incidencia colectiva, y el titular del mismo cuente con los medios para
su propia defensa. En particular es conveniente utilizar la práctica del
derecho comparado en las acciones de clase.

La ley 16986 había establecido dos prohibiciones que han sido


derogadas por la nueva redacción del artículo 43 primera parte:

1. la prohibición de declarar la inconstitucionalidad de normas en un


juicio de amparo (art. 2 inc. d) y

2. el plazo de caducidad que no hacía lugar a la acción si ‘La demanda


no hubiese sido presentada dentro de los quince días hábiles a partir
de la fecha en que el acto fue ejecutado o debió producirse’.

El artículo 43 establece una mayor amplitud del amparo tal como había
sido originalmente señalado con gran sencillez y brevedad en los casos
Siri y Kot, que los imaginaba como una herramienta útil para la
protección de los derechos. La protección de los derechos
constitucionales no puede estar sujeta a un plazo de caducidad que
impida a los jueces restablecer la vigencia de la Constitución y de las
leyes.

El Caso Ángel Siri s/Habeas corpus.

El caso Siri tuvo su origen en un pedido formulado por Ángel Siri en su


carácter de director propietario del diario Mercedes para que se dejase
sin efecto su clausura y se levantara la consigna policial que se
mantenía frente al respectivo local el actor sostuvo como fundamento
que la medida vulneraba la libertad de expresión y de trabajo. Durante
la tramitación de la causa, y a pesar de los informes requeridos por el
juez a diversas reparticiones oficiales, no se logró establecer ni la
autoridad que había dispuesto la medida ni las causas a que ella
obedecía. El juez de primera instancia rechazó dos veces la petición, la
primera por considerar que la acción de hábeas corpus "sólo protege la
libertad física o corporal de las personas"; la segunda por qué de un
informe posterior de la comisaría local se habría comprobado la
cesación de la medida lo que privaba de "actualidad y fundamento" a
la acción. La Cámara de apelación de Mercedes confirmó la resolución,
por lo cual el señor Siri planteó un recurso extraordinario ante la Corte
Suprema de Justicia. Una vez radicada la causa de la Corte Suprema
se requirieron informes sobre si subsistía la clausura del diario a lo que
el comisario de la localidad respondió afirmativamente. Comprobada la
existencia y vigencia de la clausura del diario y la ausencia de orden de
autoridad competente que justificara dicha restricción, la Corte
Suprema entendió que el accionante no había interpuesto un hábeas
corpus sino que se había limitado a invocar la garantía de la libertad de
expresión y de trabajo que asegura la Constitución.

Señaló la Corte:

El escrito de fs. 1 sólo ha invocado la garantía de la libertad de


imprenta y de trabajo que aseguran los arts. 14, 17 y 18 de la
Constitución nacional, la que, en las condiciones acreditadas en la
causa, se halla evidentemente restringida sin orden de autoridad
competente y sin expresión de causa que justifique dicha restricción.

Que basta esta comprobación inmediata para que la garantía


constitucional invocada sea restablecida por los jueces en su
integridad, sin que pueda alegarse en contrario la inexistencia de una
ley que la reglamente: las garantías individuales existen y protegen a
los individuos por el solo hecho de estar consagradas por la
Constitución e independientemente de las leyes reglamentarias, las
cuales sólo son requeridas para establecer "en qué caso y con qué
justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación", como
dice el art. 18 de la Constitución a propósito de una de ellas.

El caso KOT, Samuel S.R.L. s/ Acción de amparo. Acto de


particulares.)

El caso Kot se originó a raíz de un conflicto laboral donde los operarios


de una fábrica textil lo ocuparon paralizando sus actividades. El socio
gerente de la empresa planteó una denuncia por usurpación ante la
comisaría de la localidad y reclamó la entrega del inmueble, por lo que
se inició el correspondiente sumario. El juez en lo penal de la ciudad de
La Plata resolvió sobreseer definitivamente la causa y no hacer lugar al
pedido desocupación fundándose en que la ocupación por parte de los
empleados obedecía exclusivamente la extensión conflicto laboral y no
tenía por objeto el despojo de la posesión en los términos del artículo
2351 del Código Civil. Dicha sentencia fue confirmada por la Cámara t
Tercera de Apelaciones en lo penal de La Plata. El mismo día de la
sentencia de la Cámara, aunque antes de que ésta fuera dictada, el
apoderado de la empresa se presentó ante tribunal planteando un
recurso de amparo, el que fue desestimado en la errónea
interpretación de que se había interpuesto un hábeas corpus. La causa
llegó a conocimiento de la Corte Suprema por el recurso extraordinario
planteado contra esta última sentencia.

Señaló la Corte que el recurrente había interpuesto una acción ‘de


amparo, invocando los derechos constitucionales de la libertad de
trabajo, de la propiedad y de la libre actividad, o sea, dedujo una
garantía distinta a la que protege la libertad corporal y que, a
semejanza del hábeas corpus, procura asimismo una protección
expeditiva y rápida que emana directamente de la Constitución. Esta
Corte lo ha declarado así en la sentencia de fecha 27 de diciembre del
año próximo pasado en la causa "Siri Angel" (Fallos, 239:459), con
fundamentos que se dan aquí por reproducidos en todo lo pertinente.

Que si bien en el precedente citado la restricción ilegítima provenía de


la autoridad pública y no de actos de particulares, tal distinción no es
esencial a los fines de la protección constitucional. Admitido que existe
una garantía tácita o implícita que protege los diversos aspectos de la
libertad individual (art. 33, Constitución Nacional), ninguna reserva
cabe establecer de modo que excluya en absoluto y a priori toda
restricción que emane de personas privadas.

Es verosímil presumir que, en el ánimo de los constituyentes de 1853,


las garantías constitucionales tuvieron como inmediata finalidad la
protección de los derechos esenciales del individuo contra los excesos
de la autoridad pública. En el tiempo en que la Constitución fue
dictada, frente al individuo solo e inerme no había otra amenaza
verosímil e inminente que la del Estado. Pero los constituyentes
tuvieron la sagacidad y la prudencia de no fijar exclusivamente en los
textos sus temores concretos e históricos, sino, más bien, sus
aspiraciones y sus designios permanentes y aun, eternos: la protección
de la libertad. Esto último es lo que resulta del inequívoco y
vehemente espíritu liberal de la ley suprema, aquello otro lo que se
comprueba objetivamente en los textos constitucionales mismos. Nada
hay, ni en la letra ni en el espíritu de la Constitución, que permita
afirmar que la protección de los llamados "derechos humanos" -
porque son los derechos esenciales del hombre- esté circunscripta a
los ataques que provengan sólo de la autoridad. Nada hay, tampoco,
que autorice la afirmación de que el ataque ilegítimo, grave y
manifiesto contra cualquiera de los derechos que integran la libertad,
lato sensu, carezca de la protección constitucional adecuada - que es,
desde luego, la del "hábeas corpus" y la del recurso de amparo, no la
de los juicios ordinarios o la de los interdictos, con traslados, vistas,
ofrecimientos de prueba, etc.- por la sola circunstancia de que ese
ataque emane de otros particulares o de grupos organizados de
individuos Intentar construcciones excesivamente técnicas para
justificar este distingo, importa interpretar la Constitución de modo
que aparezca ella amparando realmente no los derechos esenciales,
sino la violaciones manifiestas de esos derechos.

La inconstitucionalidad y el amparo.

Asimismo y pese a que el artículo 43 admite expresamente el control


de constitucionalidad en el amparo, existen casos que se limita el
control de constitucionalidad citando un decreto ley de un gobierno
dictatorial.. La Corte Suprema ha señalado que esta norma no debe
aplicarse estrictamente:

El art. 2º, inc. d), de la ley 16.986 halla su quicio en tanto se admita el
debate de inconstitucionalidad en el ámbito del proceso de amparo,
cuando al momento de dictar sentencia se pudiese establecer si las
disposiciones impugnadas resultan o no clara, palmaria o
manifiestamente violatorias de las garantías constitucionales que este
remedio tiende a proteger, e Impedir este análisis en el amparo es
contrariar las disposiciones legales que lo fundan como remedio para
asegurar la efectiva vigencia de los derechos constitucionales,
explícitos o implícitos, así como la función esencial de la Corte, de
preservar la supremacía constitucional (arts. 31 y 117 Constitución
Nacional). -Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la
Corte Suprema-.

EL HABEAS DATA.

El conocimiento sobre los datos que nos afectan.

El art. 43, referido al amparo, dice en su tercer párrafo.

"Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento


de los datos a ella referidos y de su finalidad, que consten en registros
o bancos de datos públicos, o los privados destinados a proveer
informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir la
supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de aquéllos.
No podrá afectarse el secreto de las fuentes de información
periodística".

Esta norma tiene origen en el derecho público provincial en las últimas


reformas constitucionales.

El habeas data es un proceso constitucional por el cual se asegura el


derecho a la intimidad, y tiene su fundamento en el respeto integral de
las acciones privadas protegidas de la acción pública por el artículo 19.
Es una consecuencia de la gran difusión de registros informáticos
gubernamentales y privados que en muchos casos tienen difusión
generalizada o que se ponen en venta.

El término habeas data realiza una asociación con el de habeas corpus,


en lugar de “tened el cuerpo” se dice “tened la información o los
datos”. Se ha asociado esta garantía con el derecho a la intimidad, ya
que evita que ciertos datos sobre una persona no tengan una
publicidad innecesaria. Sin embargo nos parece que el bien protegido
es mucho más amplio, ya que la divulgación de información puede
causar daños patrimoniales o profesionales. Particularmente en el caso
de la divulgación de información falsa que puede dañar el patrimonio,
prestigio, y futuro profesional o empresario de una persona en algunos
casos en forma irreparable.

Puede iniciar el habeas data toda persona, para tomar conocimiento de


los datos a ella referidos y de su finalidad, y en su caso luego de
conocerlos exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o
actualización de esos datos si fueran falsos o discriminatorios.

Los datos de las personas pueden ser de dos tipos (art. 2 de la Ley de
Protección de Datos Personales)

- Datos personales: Información de cualquier tipo referida a


personas físicas o de existencia ideal determinadas o determinables.

- Datos sensibles: Datos personales que revelan origen racial y


étnico, opiniones políticas, convicciones religiosas, filosóficas o
morales, afiliación sindical e información referente a la salud o a la
vida sexual.
La protección que da esta garantía es amplia ya que incluye todos los
bancos de datos públicos y también los privados en los casos que éstos
se dediquen a proveer informes. La norma distingue en cuanto a las
características de los bancos de datos, la protección es amplísima
cuando quién tiene la información es el Estado, no admite el artículo
excepciones, ni siquiera en los casos que puedan estar en peligro la
seguridad nacional. Es probable que en estos casos el juez
interviniente analice la información y la forma en que pueda ser
comunicada sin vulnerar la garantía constitucional.

En los casos de que los bancos de datos sean privados se establece la


limitación para el ejercicio de la garantía de que éstos tengan la
función de proveer informes es decir, la habitualidad en la obtención
de información con el fin de difundirla. Es una práctica común en la
actividad financiera que existan entidades a proveer información sobre
la situación patrimonial de personas o empresas. Existen también
empresas que obtienen información sobre la contratación de personal.
La norma se aplica a todos estos casos y también a los casos de
empresas que obtengan y diseminen información sin que ésta fuera su
tarea principal. En los casos de tratarse de empresas prestatarias de
servicios públicos debe aplicarse el régimen de los bancos de datos
oficiales, ya que de otra manera el Estad podría fácilmente burlar la
norma con la privatización del servicio.

En ningún caso puede afectarse el secreto de las fuentes de


información periodística, prohibición que protege el secreto profesional
de los medios de comunicación. Esta es una norma que ha producido
un importante debate en el derecho comparado.

La protección incluyen a todas las personas, físicas y jurídicas,


habitantes o transeúntes y se refiere tanto a la intimidad como a
cuestiones puramente patrimoniales. Es decir, protege situaciones tan
diversas como el caso del funcionario que quiere saber la información
que sobre él se tiene en los archivos de datos públicos, como a la
empresa que busca conocer la información que sobre ella se distribuye
en medios financieros. Es una saludable arma contra la difamación y
los errores de información.

El derecho de acceso a los datos personales se encuentra


reglamentado en la ley N° 25.326

a) el titular tiene derecho de acceder a sus datos personales;


b) el responsable o usuario tiene la obligación de proporcionarlos en un
plazo de 10 días;

c) el acceso es gratuito;

d) los herederos de las personas fallecidas tienen derecho de acceder a


los datos del causahabiente;

e) los titulares tienen derecho a solicitar la rectificación, actualización o


supresión de los datos;

f) hecho el reclamo, el responsable o usuario debe acceder al mismo


en un plazo de 5 días hábiles;

g) el incumplimiento de acceder al reclamo habilita la acción de


protección de datos personales.

Las obligaciones de los bancos de datos.

Los registros de datos personales se han incrementado y diversificado


en su objeto. Han tenido un mayor desarrollo, los registros destinados
a recoger y suministrar información crediticia y financiera. El artículo
53 de la ley 25.065 de tarjetas de crédito dispone que las entidades
emisoras de tarjetas de crédito, bancarias o crediticias, tienen
prohibido informar a las bases de datos, antecedentes financieros y
personales sobre la morosidad de los titulares y beneficiarios de
extensiones de tarjetas de crédito, sin perjuicio de la obligación de
informar lo que correspondiere al Banco Central.

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