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TESTIMONIOS HEREDIANOS

OSCAR G. PAMO REYNA

PREFACIO
La Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) constituye
actualmente una de las más importantes universidades nacionales y su
prestigio se extiende al ámbito internacional. Si bien es cierto que se
inició como una nueva escuela médica, allá por el año de 1962, que ahora
es la actual Facultad de Medicina Alberto Hurtado, gradualmente fue
desarrollando otras áreas que en 1967 dieron forma a la Facultad de
Ciencias y Humanidades, la actual Facultad de Ciencias y Filosofía. y en
1969 a la Facultad de Estomatología. En el presente, la UPCH cuenta con
ocho Facultades (Durante la presente edición. el viernes 31 de marzo, la
Asamblea Universitaria. en sesión extraordinaria. aprobó la creación de la
Facultad de Psicología. que sería la octava Facultad de la UPCH. Las otras
siete son: Medicina, Ciencias y Filosofía. Estomatología. veterinaria Y
Zootecnia, Salud Pública, Enfermería y Educación.) y todo hace prever
que seguirá creciendo. En 1994, el doctor José Luis Calderón me encargó
desarrollar un trabajo de recolección de información sobre la formación y
desarrollo de 'la UPCH por acuerdo de la VII Promoción (1962-1969) de
egresados de la Facultad de Medicina, denominada "Cayetano Heredia",
con motivo de celebrar en 1995 sus Bodas de Plata Profesionales. Este
trabajo se culminó en 1995 pero, desafortunadamente, como es habitual en
nuestro medio, no se pudo financiar la publicación de dicho trabajo, Dicho
sea de peso, este trabajo tuvo, y time, por título "Crónicas de la
Universidad Peruana Cayetano Heredia 1961 -1994".
Como parte de la investigación mencionada líneas arriba, realicé una serie
de entrevistas a los que consideré en ese momento que eran los personajes
más importantes pare referir y brindar información sobre lo que ocurrió en
los orígenes y años primigenios de funcionamiento de la UPCH Este
detalle de la elección de los entrevistados fue, y aún
1
Durante la presente edición. el viernes 31 de marzo, la Asamblea Universitaria. en sesión
extraordinaria. aprobó la creación de la Facultad de Psicología. que sería la octava Facultad de la
UPCH. Las otras siete son: Medicina, Ciencias y Filosofía. Estomatología. veterinaria Y Zootecnia,
Salud Pública, Enfermería y Educación.
lo es, muy delicado por cuanto fue totalmente arbitraria, atendiendo b al
juicio de quien escribe y sin pretender restar importancia a la participación
de otros profesores de la Universidad.
Con estas entrevistas se pretendía aclarar o precisar ciertos hechos de los
cuales no es fácil encontrar una explicación en los documentos oficiales.
Lógicamente, las primeras personas en quienes pensé fueron los ex-
rectores los doctores Carlos Monge Cassinelli, Enrique Fernández
Enríquez, Alberto Cazorla Tálleri y Roger Guerra García y el rector de ese
momento, el Dr. Carlos Vidal Layseca. Además de ellos fueron invitados a
participar los doctores Fernando Porturas, Leopoldo Chiappo y Roberto
Beltrán. Pudo haber sido uno ó más profesores pero la lista quedó allí.
Hubo un gran ausente, el ex rector doctor Homero Silva, que en paz
descanse, quien fiel a su peculiar carácter declinó ser entrevistado en una
primera cita dejando abierta una segunda oportunidad que por diversas
circunstancias no se realizó. Se fijó un cronograma de entrevistas que se
fu cumpliendo en la medida de la disponibilidad de los entrevistados. Se
hizo un cuestionario base con preguntas casi comunes para todos y con la
idea principal de dejar que los entrevistados digan libremente sus puntos
de vista. En todo momento evité ser el protagonista de la entrevista,
tratando de no cuestionarlos abiertamente, ni interrogarlos incisivamente,
ni ponerlos en entredichos y sin insistir o reiterar en precisiones por
cuanto ellos, los entrevistados, fueron los verdaderos protagonistas de los
hechos relatados. Debo dejar constancia de que cada uno de los
entrevistados no conoció de antemano las declaraciones de los demás
entrevistados por o que no hubo lugar a que se respondiera a las
aseveraciones, que se hicieron.
Para efectos de la presente publicación, y con el interés de que lo relatado
por los entrevistados tenga una mayor coherencia, opté por un orden que
no estuviera basado en cronología alguna ni en rango alguno sino en el
tipo y nivel de información. Así, los primeros entrevistados que se
presentan son los doctores Fernando Porturas, Enrique Fernández y
Leopoldo Chiappo, cuyos testimonios son muy ricos en detalles sobre los
primeros acontecimientos que dieron lugar al nacimiento de la UPCH. Los
demás testimonios enriquecen a los primeros, los complementan, los
adornan, y son tan importantes como los primeros
En esta obra, lo que queremos es rescatar el testimonio de primera mano
de aquellos que vivieron todo ese período de incertidumbre al dejar la
antigua casa, esas horas de lucha por los ideales que se estaban
pisoteando, ese tiempo de voluntad desinteresada con el único ánimo de
formar una nueva escuela y esos momentos de coraje que les
permitirían ,soportar mochas desavenencias hasta alcanzar los propósitos
trazados hacia una meta que, estoy seguro, todavía se sigue buscando.
En estas, páginas van a encontrar los detalles que la crónica fría y la
historia analítica no pueden mencionar o usualmente pasar por alto; y, será
la oportunidad de acceder a una serie de hechos desconocidos, creo no
equivocarme, por la mayoría de los que formamos la comunidad
herediana. Voy a mostrar, a través de los entrevistados, el relato de lo
sucedido, la crónica sabrosa y las anécdotas que vivieron los que en su
momento dirigieron el camino de la UPCH. Muchos de los hechos
relatados que ahora nos pueden hacer esbozar una sonrisa fueron
momentos dramáticos y angustiosos para quienes los vivieron en los
tiempos que ocurrieron.
También los entrevistados dan a conocer sus puntos de vista muy
personales sobre las diversas instancias y situaciones vividas en el
ambiente herediano, desde sus orígenes hasta 1995 y cada uno lo hace con
estilo propio: la parquedad de uno, la verborrea de otro, lo anecdótico de
éste y la meticulosidad de aquél. Pero, todos ellos tienen en común una
cualidad: franqueza.
Estas entrevistas que fueron hechas hace cinco años nos muestran algunas
premoniciones. Y en este desvelar, sin querer, fueron saliendo algunas
diferencias, coca muy humana por cierto, entre algunos de los
protagonistas. Al margen de esto, creo que al final todo es explicable y
todo es comprensible. Luego de la lectura de estas paginas muchos
encontrarán respuesta a sus interrogantes. En todo caso, "Testimonios
Heredianos" servirá como acicate para que otros se animen a publican
sobre los temas que se tocan y, de esta manera, enriquecer el conocimiento
Sobre la formación de nuestra universidad. También habrá quien quisiera
contestar a algunas o mochas de las aseveraciones que aquí se hicieron.
En soma, considero que los entrevistados se desnudan lo suficiente como
para dar lugar a nuevas investigaciones y nuevos escritos aclaratorios. En
cuanto a la forma, los textos son transcripciones fidedignas de las
grabaciones. Por supuesto con algunas correcciones sintácticas que
normalmente se pasar por alto en el lenguaje hablado. Eso sí, he respetado
sus extranjerismos y algunos neologismos que no los usamos pero sí los
entendemos.
Una primera pregunta que me hice fue si lo manifestado en las entrevistas
de cada uno de los personajes tiene vigencia. Creo que sí. Estoy
completamente seguro que sí. Los que formamos parte de la comunidad
herediana y hemos seguido de cerca su desarrollo estarán de acuerdo
conmigo. Por otro lado, aunque no estoy completamente seguro, creo que
ninguno de los entrevistados ha cambiado sustantivamente su forma de
pensar con respecto de los puntos en que se les solicitó su opinión.
Otra pregunta que me hice, y la hago antes que me la hagan, es ¿Porqué
recién ahora se publica "Testimonios Heredianos 1. La respuesta es simple
y espero que aleje los malentendidos que no suelen faltar en ocasiones
como ésta. Recién ahora cuento con las facilidades, léase mucho esfuerzo
de por medio, para materializar lo que corresponde a "Testimonios
Heredianos". y, espero hacerlo también con las "Crónicas de la
Universidad Peruana Cayetano Heredia 1967-1994" en un corto plazo. En
el tiempo transcurrido, por lo menos cuatro de los profesores entrevistados
me inquirieron sobre el material de las entrevistas y de por qué no se
publicaba. Allí va.
Realmente, con el tiempo la memoria se torna muy frágil, especialmente
para los detalles en la sucesión de hechos, con las cifras y las fechas. Por
esto, con la idea de aclarar o precisar algunas menciones de los
entrevistados he hecho una serie de acotaciones que son las notas de los
pies de páginas sobre cuyo contenido me responsabilizo en absoluto.
Quiero agradecer de manera muy especial al doctor José Luis Calderón y
a todos los miembros de la VII Promoción "Cayetano Heredia" de ex-
alumnos de la Facultad de Medicina de la UPCH, quienes por haber
mostrado ese interés de dejar algunos documentos que mantengan viva la
memoria de las personas y los hechos que dieron origen a su alma mater
confiaron en mi persona tan notable y digna tarea. Con "Testimonios
Heredianos" tengo la certeza de que cumplimos con el objetivo. Gracias a
los entrevistados, por su activa participación. También quiero agradecer a
la Sra. Emilia Tito, quien ese entonces me ayudara en la parte secretarial.

El autor Lima, junio del 2000,


EL DOCTOR
FERNANDO PORTURAS PLAZA

Graduado como bachiller en Medicina y médico-cirujano en la Facultad


de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Mostró
una temprana inclinación por la docencia luego de graduarse en 1950.
empezando como jefe instructor de Histología. En 1957 desempeñaba su
labor docente como profesor auxiliar a dedicación exclusiva.
En 1961 tuvo una destacada y activa participación en los hechos que
llevaron a la formación de la actual Universidad Peruana Cayetano
Heredia. Es uno de los profesores fundadores de la UPCH por
antonomasia.
Continuó su carrera docente en la nueva escuela médica. en el
Departamento Académico de Ciencias Morfológicas. En el verano de
1962 fue el encargado de organizar el curso de Histología, por lo cual
preparó 38 cajas de cortes histológicos para los nuevos alumnos. También
formó parte del Comité de Adquisiciones para equipar los laboratorios de
Histología, Fisiología y Microbiología.
En 1963, fue becado por la Fundación Rockefeller, lo que le permitió
realizar estudios de Histología y Embriología en la Facultad de Medicina
de la Universidad de Sao Paulo, Brasil. Fue Profesor asociado en 1964. En
1967 fue becado por la Commonwealth Fund para estudios de
Embriología a Histoquímica en la Facultad de Medicina de la Universidad
de Johns Hopkins, Estados Unidos de Norteamérica. Llegó a ser profesor
auxiliar a dedicación exclusiva de la cátedra de Histología en 1970.
En 1971 fue jefe del Departamento de Ciencias Morfológicas. En 1973
optó el grado de doctor en Medicina. Fue decano de la Facultad de
Medicina para el período 1975-1977 y presidente de la Asociación
Peruana de Facultades de Medicina (ASPEFAM). Participó en numerosos
seminarios y comisiones en lo relacionado con la docencia en Medicina,
tanto a nivel nacional como en el extranjero.
Nuevamente decano de la Facultad de Medicina para el período 1983--
1985 y jefe del Departamento de Ciencias Morfológicas en sucesivos
períodos.
Es autor de una Guía de Prácticas de Histología y una decena de trabajos
sobre Histología y Embriología. Publicó en 1994 su libro Historia de la
Creación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
Profesor muy querido por los alumnos, fue invitado por varias
promociones de alumnos para que dictara la Clase del Recuerdo y la XIII
Promoción, en 1976, acordó llevar su nombre.
Buen hombre, maestro, afable, recto, vehemente y de buenas intenciones.
Es profesor emérito de la UPCH.
ENTREVISTA AL DOCTOR
FERNANDO PORTURAS PLAZA

(Entrevista al Doctor Fernando Porturas, el día lunes 23 de enero de 1995,


en su oficina del Departamento de Ciencias Morfológicas.)

Dr. Porturas. En los años de 1960 y 1961, ¿A qué se dedicaba Ud.


cuando ocurrieron los acontecimientos que dieron origen a la UPCH?
Yo era profesor auxiliar a dedicación exclusiva en la cátedra de Histología
desde 1957, a solicitud a insistencia del Dr. Hurtado pues yo ejercía la
profesión en la práctica privada y en el Hospital del Niño. En 1960, una de
las cosas que más me impresionó fue el esmero del doctor Alberto
Hurtado y un grupo de profesores que se dedicaron de pleno por hacer de
la Facultad de Medicina de San Fernando 2, una de las mejores de
América. Para ello contaban con las influencias y conexiones del profesor
Hurtado, del doctor Víctor Alzamora Castro, del doctor Hernán Torres, de
su asistente Octavio Mongrut y muchos otros que formaban el equipo
empeñado en ese programa.
2
En 1635 empezó a dictarse las cátedras de Prima y Víspera de Medicina en la que era la Universidad
de San Marcos de Lima. En 1660 la Universidad aprobó la creación de las cátedras de Galeno y de
Anatomía. En 1808, a instancias de Unanue. el virrey Abascal creó lo que sería el Real Colegio de
Medicina y Cirugía de San Fernando. En 1821. esta escuela pasó a llamarse Colegio de la
Independencia, por decreto firmado por el general San Martín. en honor de los médicos nacionales
que participaron en la gesta de la Independencia del Perú. Este colegio fue reorganizado por Heredia
en 1856. constituyendo la Facultad de Medicina de Lima dentro de la reorganización que se hiciera en
la Universidad de San Marcos. Desde entonces, por extensión a la Facultad de Medicina se le conoció
como la Facultad de San Fernando.
¿Qué recuerdos tiene Ud. de aquellos años cuando ocurrieron los
acontecimientos que dieron origen a la UPCH?

Fue el 13 de abril de 1960 en que se promulgó la Ley Universitaria 13417,


estando en el Gobierno como presidente de la República el Ing. Manuel
Prado3 y quien dominaba políticamente en el país era el APRA 4, que
dominaba en el ambiente, en el Congreso y en la Universidad de San
Marcos. En el verano de 1960, el doctor Hurtado y un grupo de
profesores, fue la única Facultad que lo hizo, se acercó a la comisión
parlamentaria encargada, formada por altas autoridades, senadores y
diputados, para hacerle ver lo inconveniente que sería la aplicación del
tercio estudiantil en el gobierno de la Facultad de Medicina. Y así lograron
que se introdujera en la Ley el artículo 34 5, el cual confería a la Facultad
de Medicina un régimen de excepción, que por la índole de sus estudios se
regiría en lo académico y administrativo por los Estatutos que establezcan,
lo que significaba que quedaba exenta del tercio estudiantil pero no de la
representación estudiantil. El doctor Hurtado siempre sostuvo que la
participación estudiantil era muy valiosa y lo que combatía fue el número
en todos los organismos de gobierno de la Facultad o de la Universidad.

¿Cómo reaccionaron los alumnos?

La Ley, cuando fue dada, fue una explosión para los que querían el
3
Manuel Prado Ugarteche (1889-1967). Ingeniero civil de formación. en fue presidente de la
República en el período 1939-1945 y vuelto a elegir para el período 1956-1962. A once días del
término legal de su mandato presidencial fue depuesto por un golpe militar el 17 de julio de 1962. con
el alegato de fraude electoral.
4
Sigla de la Alianza Popular Revolucionaria Americana. fundada por Víctor Raúl Haya de la Torre. En
1956. junto con otras agrupaciones políticas, decidió la elección presidencial de Manuel Prado
Ugarteche, asumiendo la responsabilidad de un gobierno que fue denominado como la "convivencia".
4
El artículo 34 de la Ley Universitaria 13417 promulgada el 13 de abril de 1960 decía: " Las
Facultades de Medicina por la índole de sus estudios, se regirán en lo académico. administrativo y en
la constitución de su gobierno con la representación de los profesores de todas las categorías y de los
estudiantes de acuerdo a Estatutos y Reglamentos que dicten al efecto dichas Facultades". Este
artículo de excepción. por el cual las Facultades de Medicina quedaban exentas de la representación
estudiantil en la proporción de un tercio en los órganos de gobierno fue lo que originó la sucesión de
acontecimientos que (derivaron en el cisma de la Facultad de Medicina de la Universidad de San
Marcos.

cogobierno total, y el Centro de Estudiantes de Medicina, el 25 de abril de


1960, declaró la huelga indefinida. El doctor Hurtado, luego de dar un
plazo de 24 horas, recesó la Facultad de Medicina. Durante todo ese año
de 1960 fue una lucha terrible donde ocurrieron una serie de hechos que
ya he relatado en mi libro 6. Pero, quizás vale resaltar el vejamen que
sufrió el doctor Hurtado, el 3 de junio, en la Facultad de Medicina, un
hecho que causó el repudio de todas las organizaciones médicas y no
médicas del país7.
En junio del 60 los alumnos hicieron una huelga de hambre, cinco de
Medicina y cinco de Obstetricia. Para esto capturaron primero la Facultad
de Ciencias, en la Casona, y allí se declararon en huelga de hambre
indefinida pidiendo la renuncia de Hurtado. A los pocos días las alumnas
de Obstetricia levantaron la huelga pero los de Medicina persistieron,
como decían ellos, "hasta las últimas consecuencias". Hurtado comunicó
al rector que la huelga de hambre de los estudiantes estaba prohibida y,
con el apoyo del Cuerpo Docente de la Facultad, dio un plazo de 24 horas,
que si no se suspendía la huelga de hambre los profesores renunciarían y
entregarían la Facultad. Venció el plazo y los alumnos no levantaron la
huelga, entonces el doctor Hurtado entregó la renuncia de los profesores,
el 15 de junio, en la casa del rector. Yo fui uno de los profesores que lo
acompañó. Eso fue decisivo. Hubo un impasse por tres semanas. No se
reunía el Consejo Universitario, hubo "consejillos" donde se reunían
profesores y estudiantes para encontrar la fórmula. Trascendió en ese
lapso que se aceptaría la renuncia de Hurtado mas no así de los otros
profesores. Esto motivó que nosotros, los profesores, hiciéramos una
declaración de "todo o nada". No aceptaríamos renuncias parciales. El
rector enseñó la renuncia a los alumnos huelguistas y estos levantaron su
huelga de hambre creyendo que habían triunfado. Era un día memorable
para la Reforma8, y lo festejaron. Pero el Consejo Universitario no aceptó
6
Historia de la Creación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Unidad de Producción de
Textos y Audiovisuales de la UPCH, setiembre de 1994. Lima. 101 págs.
7
En la tarde del 3 de junio de 1960. los estudiantes trataron de impedir que se reúna cl Consejo de
Facultad para lo cual fueron a cerrar las puertas del local de la Facultad de Medicina a impedir el
ingreso de los profesores. El doctor Hurtado, acompañado de cuatro profesores. salió del Decanato a
encarar a los alumnos por su comportamiento, recibiendo insultos y empujones.
8
La Reforma Universitaria que surgió en Córdoba. Argentina. en 1919. El cogobierno estudiantil. uno
de sus principios. era un viejo sueño de los estudiantes.
las renuncias, en junio de 1960, y pidió que las autoridades de Medicina
levantaran el receso. Hurtado levantó el receso de la Facultad de Medicina
y, el 25 de junio de 1960, se reiniciaron las clases.
Podemos decir que ese año 60 fue un round para Hurtado porque no se dio
el cogobierno en la Facultad y terminamos el año académico a capazos.
Se inició el año 61 y en el primer día comenzó la agitación. Lo más
saltante del 61 fue el término del mandato de Hurtado como decano de la
Facultad. Él empezó en 1956, y el 10 o 12 de mayo, no lo recuerdo bien,
se produjo la elección del doctor Honorio Delgado 9.Es importante resaltar
para la historia que el doctor Delgado, hombre de gran prestigio en el Perú
y en el extranjero, no aceptó la propuesta. Él consideraba que Hurtado, y
su grupo, era la persona indicada. Pero, por su amor a la institución,
sabiendo que era necesario, decidió aceptar el Decanato en los momentos
más críticos de la Facultad, tomando toda la responsabilidad.
En mayo y junio de 1961 ocurrieron hechos muy violentos, insultos, sobre
todo en el sentido epistolar, por parte de los alumnos. Otro hecho
relevante fue que en abril de 1961 se realizaron las elecciones para rector
en San Marcos. El doctor Luis Alberto Sánchez 10 era decano de la
Facultad de Letras y el doctor José León Barandiarán 11 terminaba su
período. Producidas las elecciones el 23 de abril, salió elegido el doctor
Sánchez pero asumió el Rectorado el 18 de mayo. El doctor Sánchez era
un connotado líder aprista, un hombre sumamente inteligente, y apoyaba
decididamente a los estudiantes en el cogobiemo. El 20 de junio, Sánchez
envió un extenso memorándum, que después fue publicado por los
periódicos, dirigido a la Cámara de Senadores y pidiendo que deroguen el
artículo 34, y donde relataba los hechos culpando a las autoridades de la
Facultad de Medicina por los problemas suscitados, que no teníamos
razón en sostener lo que él llamaba el Estatuto Privativo de la Facultad de
Medicina. En ese memorándum extenso decía que se voceaba que la
Facultad era como un solo hombre, que habría renuncias masivas de los
profesores, del 80 % al 90 %, pero que llegado el momento de derogarse
el artículo 34 las renuncias no se harían efectivas, que era un decir, que
sólo era un grupo reducido de profesores que no
9
En la sesión del 10 de mayo de 1961. el Consejo de la Facultad de Medicina eligió como decano al
doctor Honorio Delgado.
10
Luis Alberto Sánchez. polígrafo v político aprista. Fue tres veces rector de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos.
11
José León Barandiarán. Jurista y rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para el
período 1957-1961.
alcanzaría una docena, era el que acompañaba a Hurtado.
El rector Sánchez convocó, el 4 de julio de 1961, a un Claustro Pleno en
el Paraninfo de la Facultad de Medicina, al cual no fue ningún profesor de
ésta. En ese Claustro, Sánchez anunció que esa noche derogarían el
artículo 34. Y, así fue. Esa madrugada, la Cámara de Diputados, sin el
quórum reglamentario, derogó el artículo 34. No renunciamos
inmediatamente porque tenía que verlo la Cámara de Senadores. Pero nos
reunimos en un consejo y firmamos nuestras renuncias, se completaron
unas 450 firmas, para hacerlas efectivas si Senadores ratificaba lo
acordado por Diputados. El 24 de julio se reunieron los senadores pero
tenían miedo, sino la cosa hubiera terminado allí. Pese a la oposición de
algunos senadores como Polar Ugarteche y Dammert Muelle, quienes
hicieron defensa del artículo 34, la mayoría votó por renunciar a su
obligación de dar leyes, legislar y modificar leyes, y pasaron su
compromiso a la Comisión Interuniversitaria, de rectores. para que
resuelva. Eso fue muy criticado. Entonces fue que el 25 de julio de 1961,
a las 11.00 de la mañana decidimos hacer efectivas nuestras renuncias.
Allí fue importante la actitud que tuvo Alzamora en su servicio. Alzamora
era un hombre de gran prestigio, muy querido por sus alumnos y por
alumnos suyos, ya médicos o residentes, de la Sala San Vicente del
Hospital Dos de Mayo. A las 11 y media, casi las doce del mediodía del 25
de julio, estábamos en la sala de sesiones del decanato de la Facultad de
Medicina, por entrar al Paraninfo, llegó Alzamora con Hernán Torres y
Jorge Voto Bernales, me llamó: "Porturitas, Porturitas,...esto no puede ser
así. Traigo la declaración de los profesores de Clínica Médica del Hospital
Dos de Mayo que mañana vamos a publicar en los periódicos. Esto se
acabó. Pero, acá no puede terminar vamos a formar una asociación médica
de docentes, Cayetano Heredia...". Y, se elaboró allí una moción. Esta
moción fue presentada en la sesión convocada por don Honorio Delgado,
que tuvimos poco después, y fue recibida con una tremenda y prolongada
ovación y aplausos que no cesaban. Así, el 25 de julio de 1961 quedó
formada la Asociación Médica Docente "Cayetano Heredia" 12 Y fue
elegido el nombre de Cayetano Heredia porque era el año del centenario
12
La Unión Médica de Docentes Cayetano Heredia fue fundada al mediodía del 25 de julio de 1961, en
la asamblea de profesores realizada en el paraninfo de la Facultad de Medicina. La moción de
creación fue presentada por los doctores Víctor Alzamora Castro. Hernán Torres. Jorge Voto Bernales
y Fernando Porturas. Como presidente de la institución fue elegido el Dr. Honorio Delgado y como
secretario el Dr. Ernesto Ego Aguirre. Les fue cedido provisoriamente el local de la Academia
Nacional de Medicina para que sesionen.
de su muerte, en 1861, después de ejercer por cuatro años el Decanato de
la Facultad de Medicina de la cual fue su creador 13.
Si bien es cierto que ya hizo algunas menciones ¿A quiénes recuerda
Ud. como personas cuya participación fue decisiva en el origen de la
UPCH, aparte de los doctores Delgado y Hurtado?

A la cabeza, a Víctor Alzamora Castro, como ya lo dije, pero vale


relevarlo. Al Dr. Hernán Torres, eximio clínico y uno de los luchadores
para la formación de la Facultad de Medicina. Entre otros, a Javier Arias
Stella y Uriel García, jóvenes patólogos que habían recibido
entrenamiento en los Estados Unidos, que estaban como profesores a
dedicación exclusiva, y consiguieron el apoyo de la Fundación Kellogg
para hacer el Instituto de Patología. En esos momentos este instituto
estaba listo para ser estrenado y ellos no dudaron si renunciaban o no
aunque se lamentaron de dejarlo después de tanto esfuerzo 14. Otros, el Dr.
Oscar Trelles, el Dr. Rafael Yockteng. También otros profesores jugaron
un rol muy importante. Por ejemplo, el Dr. Carlos Muñoz Torcello, quien
era muy amigo del vicepresidente de la República, Luis Gallo Porras, y se
aprovechó del viaje del presidente don Manuel Prado, quien viajaba
continuamente fuera del país, entonces Gallo Porras asumía la
Presidencia. Así que, Muñoz Torcello jugó un papel muy importante para
que se firmara, cuarenta días después de la renuncia, el 22 de setiembre, el
Decreto por el cual se creaba la nueva universidad.

13
José Cayetano Heredia ( 1797-1861 ). Nació en Catacaos (Piura). En Lima. inició sus estudios bajo
la protección de un fraile franciscano. En 1813 ingresó al Real colegio de San Fernando. Se graduó de
bachiller en Medicina en 1823. Se inicio en la docencia y fue profesor de Medicina en 1826. Cirujano
del Ejército, fue Inspector General de Hospitales 11834), rector del Colegio de Medicina (1834-1839
y 1842-1856) y Protomédico General 11843). En 1856 reorganizó la vieja escuela médica para
transformarla en una moderna para la época, preocupándose de acoger a los mejores profesionales
como docentes, tanto nacionales como extranjeros. Fue el primer decano de la nueva Facultad de
Medicina de Lima, cargo que ejerció hasta 1860. Murió en Miraflores, Lima.
14
Con el apoyo de su maestro el Dr. Pedro Weiss y gracias a los aportes de la Fundación Kellog, los
entonces jóvenes patólogos doctores Javier Arias Stella, Uriel García y Gerardo Boisset habían
logrado construir y equipar un moderno Instituto de Patología para la Facultad de Medicina de la
UNMSM en el Hospital Loayza. Al ocurrir el cisma fue un gran desprendimiento para estos
profesores dejar lo que habían conseguido con mucho esfuerzo.

¿Cuáles son sus recuerdos de los primeros años de la Universidad?


El 24 de julio de 1961, cuando los senadores pasaron el asunto a la
Asamblea de Rectores estaba implícita la derogatoria del artículo 34, o
mejor dicho la implantación del cogobierno estudiantil en la Facultad de
Medicina, hicimos efectivas nuestras renuncias hacia el 12 de agosto.
Formada la Asociación, pasamos al local de la Academia Nacional de
Medicina, en la calle Urrutia, cedido gentilmente por la Academia donde
un grupo reducido de profesores, no todos los renunciantes, quedamos
allí, como en nuestro cuartel general. Estaba el Dr. Honorio Delgado,
elegido presidente de la Asociación, quien dio a conocer la comunidad
nuestra posición y que renunciábamos para formar una nueva escuela
médica y que nos acompañaban unos 200 alumnos de los diferentes años
de estudios de Medicina. Delgado se dirigió a la opinión pública en un
documento donde alabó nuestra posición indeclinable y a los alumnos
que, no obstante las circunstancias, permanecían con nosotros y que al
escribirlo los exponía porque ellos pertenecían aún a San Marcos pero
hizo ver que lo seguían, que nos acompañaban.
En el mes de agosto y setiembre de 1961, el Dr. Hurtado viajó, pidió
apoyo a la Fundación Rockefeller y aquí había un escollo tremendo, casi
insalvable, que la Rockefeller no daba apoyo para formar escuelas. Ésa
era su preocupación. Recuerdo que a veces nos reuníamos en el Hospital
Loayza y que en las noches Hurtado decía: "¿Qué les parece si tomo el
avión el sábado o domingo y el tres a las 8 de la mañana estoy en la
Rockefeller?". Él era un hombre que creía en el contacto personal, que el
hablar valía mucho más que cuando uno lee una carta, que se puede crear
una situación especial, y así sucedió. Fue a la Rockefeller y le aprobaron
una suma considerable porque cubría los pedidos que hicimos para los
laboratorios de Histología, Fisiología, Microbiología, etc. Entonces se
nombró una comisión presidida por el Dr. Vicente Zapata Ortiz, profesor a
dedicación exclusiva, nombre que ha estado olvidado pero que tuvo que
ver con la formación de la Facultad una vez creada. Esa comisión fue
encargada de girar cheques contra esa suma de dinero, así fue el
compromiso con la Kellogg, por la suma de nuestros pedidos, no en
efectivo sino a una cuenta que nosotros podíamos girar para que se
pagaran las facturas. Esa comisión estuvo conformada por todos nosotros,
cada uno en su área. En lo que me competía, seleccioné proformas entre
varias y decidí que el 80 % del equipo por adquirir fuera Bild,
microscopios que pesan tres a cuatro veces más lo que pesan los de ahora
y que hasta ahora siguen en usando y en buen estado, y también compré
algunos de la Casa Zeiss, que también es una marca conocida.

¿Cómo fue la participación de los alumnos en la formaci(n de la


nueva escuela médica?

Otra cosa que hay que relevar es que en setiembre de 1961 concursaron
los alumnos de San Fernando, concursaron para recaudar fondos para esta
nueva facultad y recolectaron el equivalente a 3,500 dólares, una suma
bien respetable. En este concurso de cuatro tareas, la primera era
recolectar un millón de soles y los alumnos recolectaron más de 2
millones. La segunda, mostrar una película de una operación al corazón,
que la trajo el Dr. Carlos Peschiera, gran cirujano cardiovascular. La
tercera, cortar longitudinalmente un pelo de 5 cm que lo hizo Alfonso
Montagne, alumno del cuarto año de Medicina, de San Fernando por
supuesto, que apoyaba a los profesores. La última tarea fue traducir en
siete idiomas una frase en el mismo momento del programa, lo que no se
cumplió.

Dr. Porturas, ¿Cuál es su recuerdo de la universidad en la calle Belén


y el traslado al nuevo local?

Es interesante la pregunta. Bueno, creada la Universidad el 22 de


setiembre del año 61, empezó a funcionar en 1962 y se alquiló en 52 mil
soles mensuales el local que estaba desocupado en la calle Belén, que era
el antiguo colegio regentado por las monjas, eso lo habilitamos y allí
funcionó hasta el año de 1968 16. Abrió sus puertas en enero de 1962 y
luego nos trasladamos al local que se conoce como del Rímac, La
mudanza fue en el verano del 68, pero cabe resaltar que los periódicos
decían Cayetano, Cayetano y Cayetano, y el nombre que se acuñó,
como figura en el Acta, era Universidad Peruana de Ciencias Médicas y
Biológicas porque
15
En la primera tarea del concurso "Scala Regala" se recaudó la suma de 2 515 715 soles que al
cambio de ese entonces. 26.81 soles por dólar. fueron cerca de 94 000 dólares.
16
Antiguo colegio ubicado en el Jirón de la Unión.
Biológicas porque pensábamos que no sólo debía ser para médicos sino
también para biólogos. Honorio Delgado era un biólogo, al comienzo, en
sus primeros años, fue biólogo. Así quedó, Universidad Peruana de
Ciencias Médicas y Biológicas. Esto fue hasta el año 65 y a pedido de los
profesores de Medicina su Facultad se llamaba Cayetano Heredia. Esta
Facultad cedió su nombre a la Universidad, y esta pasó a llamarse
Universidad Peruana Cayetano Heredia, con su Facultad de Medicina y
otra, la Facultad de Ciencias y Humanidades.

¿Cómo fue aquello del terreno donado por la familia Soto?

El sitio donde se iba a hacer el local, en el mes de agosto, antes que se


cree la Facultad, los hermanos Soto donaron 20 mil metros cuadrados en
Monterrico pero con el único y exclusivo fin de que se construya allí la
Facultad de Medicina. Pero, ya en el año 65 estaba el Hospital del Rímac,
estaba terminándose, y discutimos si lo hacíamos en Monterrico 17 o en
esta zona donde no existía absolutamente nada, no como lo vemos ahora,
y ahí vino lo que quedó para la historia, en la cual no intervine para nada
pero la conozco. Para ese entonces ya se había firmado un convenio con la
Universidad de Johns Hopkins y el Dr. McGee Harvey. jefe del
Departamento de Medicina de Johns Hopkins, venía continuamente al
Perú, venía muy frecuentemente. Se hizo un convenio con la Johns
Hopkins y en una de esas consultas ya se sabía que la Facultad de
Medicina de Johns Hopkins quedaba en la zona más pobre que hay al este
de la ciudad. Harvey nos dijo que teníamos una patología única, con 300
mil habitantes y tendría un hospital universitario, y eso fue decisivo para
que al final se escogiera que la Facultad de Medicina quedara en ese
terreno adyacente al Hospital del Rímac. Bueno, ya cualquiera de nosotros
puede decir si acertamos o no acertamos.

El Dr. Hurtado, que fue una persona muy importante para la nueva
universidad, encontró cierta resistencia por algunos profesores
durante su gestión rectoral. Aunque terminó su mandato rectoral
perdió el control de la administración de la Universidad ¿Por qué el
Dr. Hurtado perdió poder?
17
El terreno quedaba dentro de lo que ahora es una zona residencial exclusiva de Lima Monterrico
Grande. en el distrito de La Molina y era de 30 000 m2.
¿Cómo es esto de que perdió poder?

Hubo un momento en que no lo ratificaron como rector, hubo roces y


amenazas de renuncia de parte de él. Hubo un grupo de profesores
que no concordaba con sus ideas y su forma de conducir a la
institución18.

En la historia vemos continuamente personas que de la nada forjaron una


institución, cuando ya se la tiene formada, consolidada, ocurre, me
imagino. No he oído hablar que el Dr. Hurtado fuera un dictador, que sus
ideas eran obsoletas, en fin nunca las he escuchado directamente pero sí es
cierto cuando se menciona que no lo ratificaron. Ud. tiene la información
de los hechos. Es la primera vez que voy a hablar sobre este asunto. Todo
eso ocurrió y justamente ocurrió que no lo ratificaron. Balotaron a sus
directores, entonces no le quedó otro camino que dejar la Universidad 19.
Esto nunca lo he contado pero está en los periódicos.
Pero nosotros, el grupo que seguía a Hurtado no estaba de acuerdo con ese
tratamiento, convocamos a la Asociación, no lo había mencionado, pero
no hubo oportunidad de sacar a la Asociación Médica Docente Cayetano

18
A poco de ser elegido como rector, el 10 de abril de 1967, el Dr. Alberto Hurtado entró en fuertes
discrepancias con sus directores (equivalentes a sus decanos y jefes de Oficinas actuales) sobre el
gobierno de la Universidad. En el Consejo Universitario del 9 de octubre de 1968. ante la renuncia de
los doctores Chiappo,Cazorla, Vidal, Monge, Fernández y Pereyra. el rector Dr. Hurtado renunció por
decoro y porque no podía avalar la ejecución de un presupuesto que él consideraba peligroso para la
Universidad. La sesión continuó al día siguiente. Mientras. una comisión se acercó al domicilio del
Dr. Hurtado a solicitarle que deponga su renuncia. lo cual él hizo en aras de la armonía institucional.
18
El 18 de febrero de 1969, el gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado dio el Decreto Ley
sobre el régimen de la Universidad Peruana 17437 en reemplazo de la Ley Universitaria 13417. En
aquélla se cambiaron las denominaciones de todas las instancias de la Universidad Peruana peso se
mantuvo el tercio estudiantil. De acuerdo al Decreto Ley 17437, terminado el proceso de
reestructuración de la Universidad. el rector Dr. Hurtado convocó a la Asamblea Universitaria el 17 de
Julio de 1969 Para la ratificación de las autoridades. El único director de Programa Académico
ratificado fue el Dr. Enrique Fernández De las Direcciones Universitarias solo fueron ratificados los
doctores José Gálvez Brandon y Vicente Zapata Ortiz, quienes de inmediato renunciaron por lo
ajustado de sus ratificaciones. El vicerrector Chiappo había renunciado antes y el Dr. Hurtado no fue
ratificado corno rector al no alcanzar la votación requerida. El 14 de agosto de 1969, estando coma
rector interino el Dr. Víctor Baracco Gandolfo. Ios acuerdos anterior. fueron reconsiderados y en
nuevas elecciones el Dr. Hurtado fue ratificado como rector.
Heredia20. Entonces, nos dedicamos a formarla, nos reuníamos en el
Anfiteatro Pardo Figueroa, en el Hospital Loayza, con una asistencia
masiva de profesores y le dimos el respaldo al Dr. Hurtado. Lo criticable
es que ya se iba a retirar, le faltaba un año más o menos. Ahora, los cargos
que se le hacían, no podría decir al respecto, desconozco sinceramente de
qué lo acusaban. Pero, un grupo organizado se propuso a darle, bueno, el
fin.

¿Cuál es su opinión sobre la participación estudiantil en las instancias


de gobierno de la universidad?

Para mi manera de pensar lo que ocurrió en el año 61, en el San Marcos


que tuvimos, es completamente cierto que el tercio estudiantil llevó al
desgobierno de las universidades. Nosotros siempre habíamos sostenido
que el tercio llevaría a la componenda de toma y daca. Eso no era un
secreto, para salir elegido tenía que conseguirse el voto del tercio
estudiantil. En esencia, lo que se quería de ese organismo, la
representación estudiantil, era que no esté al margen sino que vea y
observe la transparencia de los hechos y que además pueda llevar
proposiciones del estudiantado. Para eso no se necesita un tercio, eso se
politiza, con dos alumnos no pasaría nada, esa es mi opinión.

Y ¿Con respecto a la experiencia de la representación estudiantil en la


UPCH?

Nunca hubo tercio porque eran dos representantes en cada Consejo 21. La
participación de los estudiantes ha sido con altos y bajos por muchas
razones. Los alumnos no van puntualmente a las sesiones no porque no les
interesa sino porque no les queda tiempo. Por ejemplo, tienen que decidir
entre un conversatorio clínico, una sesión clínica o irse a las sesiones a
20
La Unión Médica de Docentes Cayetano Heredia, a la cual alude el doctor Porturas como
Asociación, si bien es cierto que llevó a cabo la formación de la nueva universidad fue incorporada al
sistema de la Universidad Peruana por lo que la mentada asociación perdió todo carácter legal y
ejecutivo.
21
Esto es una gran verdad. La UPCH se formó por oposición al cogobierno estudiantil y en el papel.
léase Ley Universitaria, le fue impuesto pero en la práctica los alumnos nunca lo exigieron. En los
anos 70's algunos de los alumnos imbuidos por las doctrinas socialistas, comunistas tuvieron una
mayor participación pero en general estuvieron tan ocupados corno estudiantes que su participación
fue mínima en las sesiones de las instancias de gobierno de la Universidad.
pedir esto o el otro. Personalmente, en el tiempo que he estado en el
Consejo he visto, inclusive con nombres, una actividad excelente,
decisiva, pero para esto no se necesitaba número, bastaba con que
participara, Pero durante el tiempo que he estado en la Comisión
Pedagógica no hubo ningún alumno. En el tiempo del decano Dr. Sixto
Recavarren tampoco hubo alumnos en la Comisión. Pero, recuerdo a los
Sres. Adachi, Pinto, Mulanovich, etc. por sus aportes. Lo que sí puedo
decir como primicia es la participación negativa del alumno de los últimos
años, durante la gestión del decano Recavarren y del rector Guerra García.
No sólo los alumnos sino también los profesores no fueron auténticos
representantes. Revisando las actas no he encontrado una sola voz de
ellos, se prestaron a aprobar cosas absurdas que están consignadas en las
actas. No hay una sola voz desde que entraron al régimen del Dr. Roger
Guerra García, un autócrata probado, y los representantes de los alumnos
y los representantes de los profesores nunca dijeron absolutamente nada,
ahí están las actas24.

Dr. Porturas, ¿Puede darnos una reflexión final sobre el futuro de la


Universidad?

Lo veo pésimo, muy preocupante. La administración anterior hizo un


hecho, que lo he declarado, donde están comprometidos representantes de
22
Sixto Recavarren Arce. De activa participación como alumno defensor de los principios de sus
profesores de la Facultad de Medicina durante los acontecimientos que llevaron a la creación de la
UPCH: Patólogo Clínico, ex-jefe del Departamento de Patología del Hospital del Rímac, decano de la
Facultad de Medicina de junio de 1990 hasta mayo de 1993.
23
Se refiere a los delegados estudiantiles de los Consejos de la Facultad de Medicina y de los Consejos
Universitarios entre los años 1991 y 1993.
24
La acritud del Dr. Porturas tiene su origen en que el Departamento de Ciencias Morfológicas. del
cual fue jefe en sucesivas veces, fue fusionado con el Departamento de Patología. durante la gestiones
del decano Dr. Sixto Recavarren y del rector Dr. Roger Guerra García, mediante la aprobación de las
respectivas sesiones del Consejo de Facultad (1°-12-92) y del Consejo Universitario (9-12-92). En la
Asamblea Universitaria del 15 de mayo de 1993, puesto al voto la fusión de los departamentos. el
cómputo dio empate a 16 votos. a favor y en contra. El rector. Dr. Roger Guerra García hizo uso de su
voto dirimente y se aprobó la fusión. El Dr. Porturas mantuvo una activa oposición a esta fusión de
departamentos. por lo que envió numerosas cartas al rector y demás autoridades de la UPCH. En la
práctica, esta fusión departamental no fue operativa pues nunca se concretó y fue revocada en las
gestiones del decano y rector siguientes. en sesión de la Asamblea Universitaria del 15-12-95.
profesores y de los alumnos. Pues, a la propuesta de incrementar las
vacantes a 160 no existe en actas una posición de oposición de los
representantes de los alumnos ni de los representantes de los profesores.
Para cualquier persona que conoce de educación médica eso es demasiado
y va a repercutir y de hecho ya repercutió, nuestra universidad no tiene
tanto en la infraestructura como en la parte docente no tiene capacidad.
No se trata de dictar una clase teórica a 100 ó 200 alumnos. En Medicina
hay que formar al alumno. El futuro para estos años no es bueno. La
excelencia de hecho ya se perdió, porque de estos alumnos que tenemos,
de 160, tranquilamente los que podrían seguir bien los estudios son apenas
50. La formación del Ciclo Básico es lo peor, lo absurdo, creado por gente
que desconoce de educación médica. Veo que el decano actual, de entrada,
ya bajó el número de alumnos ingresantes a 90 pero los otros ya están en
carrera. Desde mi punto de vista, los profesores deben ser conscientes de
que, en realidad, ya no se va a formar a los alumnos como se formaba
antes a 80 alumnos.

Algunas palabras finales, ¿Quisiera Ud. agregar algo?

Mis palabras finales son que muchas autoridades se han olvidado de los
que lucharon, de los principios. Que las imágenes de los doctores Delgado
y Hurtado, para mencionar dos profesores, son personas paradigmas de
profesores y alumnos para que nuestra universidad pueda recuperarse y
reinsertarse en la experiencia académica que tuvo hace pocos años y que,
tanto profesores y alumnos, logramos.

Muchas gracias Dr. Porturas por su colaboración.

Gracias. Por si acaso, no he cometido ningún lapsus y me reafirmo en


todo lo que le he dicho.
EL DOCTOR

ENRIQUE FERNANDEZ ENRIQUEZ

Nacido en Arequipa en 1922. Se graduó de bachiller en Medicina y


médico-cirujano en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, en 1949. Ingresó a la docencia en 1943 como
ayudante de prácticas de Anatomía y Fisiología en la Facultad de Ciencias
de la UNMSM y después lo fue también en la cátedra de Fisiología de la
Facultad de Medicina; y, fue jefe de Clínica en la cátedra de
Neuropatología.
De 1950 a 1954 realizó estudios de postgrado de Fisiología y
Farmacología Cardiovascular y del Sistema Nervioso Vegetativo en
Basilea (Suiza).
En 1955 optó el grado de doctor en Medicina en la Facultad de Medicina
la UNMSM. Entre 1955 y 1957 se desempeñó como farmacólogo del
entonces Hospital Obrero de Lima.
En 1958 llegó a ser profesor asociado en la cátedra de Fisiología hasta
agosto de 1962 en que renunció junto con los profesores que formaron la
nueva escuela médica de la actual Universidad Peruana Cayetano Heredia.
Ingresó como profesor principal de Fisiología al fundarse la nueva
Facultad de Medicina. Fue profesor visitante de varias universidades
nacionales y extranjeras. Autor de una treintena de trabajos publicado en
revistas nacionales y extranjeras, teniendo como temática fundamentales a
aspectos relacionados con la fisiología y farmacología experimental y
clínica.
Fue rector de la UPCH, profesor emérito de la misma y presidió la
Academia Nacional de Medicina entre 1994 y 1995.
Políglota, culto y de conversación amena. Hombre de anécdotas, de
conocimientos, afable y sincero. Conocedor del pasado histórico peruano,
no sólo en lo concerniente a la historia médica nacional. Es uno de los
personajes más representativos de la UPCH.
ENTREVISTA AL DR. ENRIQUE FERNÁNDEZ ENRÍQUEZ.

(Entrevista realizada al Dr. Enrique Fernández el día martes 24 de enero


de 1995 en su domicilio).

Dr. Enrique Fernández, ¿Qué hacía Ud. por aquellos años de 1960 y
1961 cuando ocurrieron los acontecimientos que dieron origen a la
UPCH?

En esa época yo era profesor asociado de Fisiología en la Facultad de


Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y acababa de
salir de un lío terrible. Mi incorporación a la docencia en esa Facultad
ocasionó una oposición completa de todo el personal de la Cátedra de
Fisiología. Si bien no estuvo el Dr. Acevedo, porque había pedido
licencia, me imagino que detrás estuvo él, Migone, Castro, Guzmán y
todos los profesores que se tiraron en mi contra a indujeron a una huelga
de estudiantes y cosas por el estilo. En esa época estábamos en Exámenes
de Ingreso y hacía dos años que yo conformaba parte de la Comisión de
Ingreso de la Facultad de Medicina, la que estuvo compuesta por los
doctores Filomeno, Cornejo, Angulo Barr y yo. Sucedió una cosa
desagradable. Hubo una falsificación de 23 pruebas que habían sido
introducidas o puestas, todas ellas eran de niseis. Bueno, se armó un
escándalo terrible por todas partes, por radio inclusive. Se llegó a
comentar que la secretaria, la Sra. Elvira de Glave, secretaria de la
Facultad, el Dr. Hurtado y yo estábamos coludidos y que habíamos
cobrado 9 millones de soles. Ya existía el problema del cogobiemo por ese
entonces. Esa era la preocupación que yo tenía en ese momento.
¿Qué otros recuerdos tiene Ud. cuando ocurrieron lo.v
acontecimientos que llevaron al cisma de la Facultad de Medicinal

Eso fue una cosa que tenía años. No fue una cosa que se inició en un
momento, tenía años pues se seguía el grito de Córdoba 25, de la Reforma
Universitaria, y siguió la vis a tergo desde 1919, a 1930 y hasta 1945 en
que hubo cogobiernos. Bien, en esa época creímos que el cogobierno era
uno de los aspectos fundamentales, después no dimos cuenta que no.
Éramos varios los que estábamos a dedicación exclusiva. Uriel García,
Javier Arias Stella, Mario León Ugarte y muchos otros. Ésa fue la
innovación que hizo Alberto Hurtado en la Facultad de Medicina.
Indudablemente, la única cosa más o menos seria en la Universidad de
San Marcos era la Facultad de Medicina, el resto era una catástrofe. Todo
había ido yendo hacia abajo totalmente. Y creo que la cosa comenzó en la
época del rector Encinas26 quien, mientras miraba por los claustros de los
patios de San Marcos, en la vieja casona, a sus antecesores, poco a poco
iba perdiéndose la autoridad.
La cosa era pues mala hacia 1960. Yo, años antes, fui jefe de prácticas en
la Facultad de Ciencias, de Anatomía y Fisiología. Y para darle un dato,
recuerdo que nos visitó el Dr. Eleazar Guzmán Barrón, quien se
encontraba trabajando en la Universidad de Chicago, y cuando le
mostramos el laboratorio de Química dijo con soma que veía todo igual
que cuando él estudiaba allí, con la diferencia de que ahora no había una
gota de agua. En un momento dado llegamos a proponerle a Hurtado
sobre la posibilidad de retiramos de San Marcos y formar una nueva y
pequeña universidad a lo cual él se negó. Existía la experiencia con la

25
La Reforma Universitaria fue un movimiento estudiantil que se originó en la Universidad de
Córdoba (Argentina) en 1918 y que rápidamente se extendió alas otras universidades argentinas. En
1919 llegó al Perú, en 1920 a Chile. en 1921 a México. y así sucesivamente alcanzó a las demás
universidades del continente. Entre sus principales exigencias tenemos a la mayor participación de los
estudiantes en el gobierno de la Universidad (cogobierno estudiantil). la mayor apertura a los estudio
universitarios y el abaratamiento de los mismos (teniendo como meta la gratuidad de los estudios). la
cátedra libre y la cátedra paralela. En el Perú los apristas y los comunistas tomaron la bandera de la
Reforma-
26
José Antonio Encinas (Puno 1888-Lima 1958). Ahogado y maestro normalista. rector de la UNMSM
en 1931-1932. Realizó una vigorosa modernización de la Universidad y efectuó el primer ensayo de
participación estudiantil significativa. Estos aires reformistas fueron truncados cuando el presidente
Sánchez Cerro clausuró la Universidad y Encinas tuvo que partir al exilio.
Universidad del Valle en Colombia, en Brasil habían aires de renovación.
A esos países no llegó la Reforma Universitaria como si cundió en Ar-
gentina, Bolivia, Ecuador y Perú. Bueno, así seguimos y allí vinieron
todos los acontecimientos. Mucha gente de las otras Facultades vino a la
Facultad de Medicina, de todas las ideas políticas y en contra de nuestra
posición. Esas fueron las circunstancias que se vivieron.

¿A quiénes recuerda usted con una participación muy activa en el


nacimiento de la Universidad?

Bueno, indudablemente, a una persona que ha sido muy olvidada, don


Ovidio García Rosell. A él se debe Cayetano Heredia. Después. don
Honorio Delgado; a Alberto Hurtado mismo; a Carlos Muñoz Torcello,
una persona que se movía mucho; a Octavio Mongrut. A Muñoz Torcello
se debió el hecho de oficializar a Cayetano Heredia como Universidad. De
los profesores jóvenes, que estábamos allí, a Uriel García, a Javier Arias
Stella. Y, Fernando Porturas también estuvo allí, él era profesor auxiliar y
nosotros éramos profesores asociados. Hubo una serie de personas. Entre
los estudiantes, por ejemplo, estuvo Sixto Recavarren 27, Raúl Cantella, un
alumno Fernández, la alumna Rodríguez y otros estudiantes cuyos
nombres no recuerdo, pero que nos ayudaron mucho. En el bando de los
estudiantes, contrarios a nuestra posición recuerdo a Campos Lama,
Hernández, Péndola, Griebenow, etc? 28. Entre los profesores, el único que
no tenía que ver con Medicina, pues era un jefe de prácticas de Psiquiatría
trabajaba en el Hospital Obrero 29 como rehabilitador del lenguaje era
Leopoldo Chiappo. Cuando hubo el famoso Claustro Pleno. El segundo en
la historia de San Marcos, convocado por el rector Luis Alberto Sánchez
en la Facultad de Medicina para hacer sentir su fuerza lo vi entrar, desde
el Hospital Obrero, a las 11 y pico de la mañana, con abrigo y ayudado
28
Con respecto a los alumnos citados, no existe ningún alumno de apellido Fernández pero sí el
alumno Marco Hernández Rojas quien se matriculó en el primer año de Medicina: y la alumna Alicia
Rodríguez Rodríguez quien pasó al tercer año de Medicina.
29
Carlos Campos Lam, Max Hernández. Augusto Péndola y Walter Griebenow, líderes estudiantiles de
tendencias comunistas en ese entonces que. entre otros, llevaron a calle la protesta estudiantil no solo
a nivel de la Facultad de Medicina sino que lo extendieron a todos los estudiantes sanmarquinos y del
resto del país.
2
9Actual Hospital EsSalud Guillermo Almenara Irigoyen.
por el Dr. Mauricio San Martín. Luego que hablaron los que apoyaban el
cogobierno se escuchó una voz que dijo: "Señor rector, permítaseme una
voz discrepante". Le siguió un silbatina y bulla horrorosas. Sánchez puso
orden y dejó que Chiappo tomara la palabra. Chiappo habló, fue la única
voz que se manifestó en contra de la Asamblea. Tuvo mucho coraje, por
eso le digo loco porque hizo una cosa de locos. Eso fue grabado y la cinta
la tenía la señora Glave, eso se ha perdido desafortunadamente.

En cuanto a sus recuerdos de los primeros años del funcionamiento de


la Universidad, cuando empiezan en la calle Belén, y a los pocos años
de trasladarse al nuevo local ¿Qué nos podría decir Ud. al respecto?.

Antes de eso hubo muchas cosas.


Recuerdo la Comisión Organizadora de la Universidad. La presidía el Dr.
onorio Delgado, después estaba Hurtado, y se hizo un triunvirato de
secretaría, que estuvo constituido por don Ovidio García Rosell, Ego
Aguirre y yo. Ego Aguirre30 murió de un infarto, entonces el triunvirato de
secretaría quedó conformado por el Dr. Ovidio García Rosell, Eduardo
Pérez Araníbar y yo, que era el encargado de la parte manual.
Recuerdo que tuvimos que tomar el examen de ingreso para las 60
vacantes que se dieron. Quien estuvo a la cabeza de ello fue Mariano
Querol. Fue un trabajo muy duro ya que por primera vez se hacía algo
serio y no como había sucedido en los exámenes de San Marcos, donde
podía ocurrir cualquier cosa con respecto de los postulantes debido a las
influencias. Tuvimos muchas dificultades técnicas para la impresión de las
pruebas psicológicas, trabajábamos hasta muy tarde en la noche o hasta la
madrugada. Así tomamos el examen de admisión y salió la nómina de los
60 ingresantes. Y, en las reuniones del Comité Organizador, se nos dijo
que fue un éxito, pero que algunas personas tenían que ingresar,
especialmente uno de los hijos de un prominente miembro del Patronato
que había ocupado el puesto 114, si mal no recuerdo. Fuimos a Consejo,
se dieron los argumentos en pro y en contra, y se fue a la votación en
donde perdimos por un voto. Llegó tarde el Dr. Manuel Gonzales del

Ernesto Ego Aguirre, fue el secretario de la Unión de Docentes Cayetano Heredia. Falleció el 12 de
enero de 1962 por un infarto cardíaco, cuando la nueva universidad se aprestaba a iniciar sus
actividades.
Riego, quien siempre llegaba tarde, y enterado del caso votó a nuestro a
favor. Conseguido el empate el Dr. Hurtado, quien presidía la sesión,
luego de haberse fumado dos cigarros, hizo use de su voto dirimente y nos
volvieron a ganar por un voto. Salimos consternados, recuerdo a Javier
Mariátegui entre otros, pensábamos en renunciar, no sabíamos qué hacer.
Al día siguiente, el 1° de mayo de 1962, fui a la Universidad a hacer el
acta del examen de ingreso y me encontré con don Ovidio García Rosell,
quien no había estado en la sesión del día anterior. Dijo que ya había
comunicado que no intervendría en la nueva universidad pues pensaba
retirarse pero que ayudaría en su formación. Enterado del asunto, el Dr.
Ovidio García Rosell prometió que hablaría con Hurtado.
Esa noche fue convocada una sesión para el día siguiente. Así se hizo, el
Dr. Hurtado presentó la reconsideración del acuerdo anterior. Esta vez
faltaron siete a ocho de los que votaron a favor de la aceptación del
estudiante. Ganamos la votación y recuperamos la confianza. Años más
tarde, cuando Chiappo se encontraba con la Beca Eisenhower visitando
algunas universidades norteamericanas, fue abordado por el joven que no
ingresó, quien había estudiado Economía con éxito. Este joven presentó a
los alumnos a Chiappo como el vicerrector de la universidad a la cual él
no pudo ingresar a estudiar Medicina siendo su padre miembro del
Patronato.
Después vino la selección de los profesores para comenzar la Sección
Premédica de la Universidad, que fue otro lío. Al comienzo fue muy
irregular pero decidimos hacer la cosa bien. Chiappo fue encargado de lo
referente a Letras y yo a Ciencias. Fui al Ministerio de Fomento y Obras
Públicas, contacté con el Ing. Hugo Pereyra, quien era joven, era aprista,
lo que era un pecado, y lo convencí para que fuera nuestro profesor de
Matemáticas. Hombre excelente, muy correctísimo él, fue el profesor que
dictó la primera clase en la Universidad. Para Química busqué al Ing.
Javier Rivas Ramos en San Marcos, donde lo tenían hinchado, que ahora
se encuentra en Monterrey, México, enseñó Química Orgánica y tenía un
asistente, que era el Ing. Carlos Núñez Villavicencio, quien también vino
con nosotros. En Biología, contacté con Manuel Vega pero él tenía otros
intereses y se quedó en la Universidad Agraria, pero me recomendó a Raúl
Ishiyama. Chiappo decidió enseñar Psicología; y, Lengua y Literatura le
fue encomendado a Luis Jaime Cisneros, el actual presidente de la
Academia Peruana de la Lengua, a quien sucedería Luis León Herrera.
Volviendo a lo del antiguo local ¿Qué otros recuerdo guarda Ud.?
Hay muchos otros detalles que el Dr. Carlos Vidal debe haberle referido
sobre cómo se trató a los ingenieros, a los banqueros, etc. para empezar a
trabajar en el local que ahora ocupamos. Pero antes, la Universidad
empezó a funcionar en la calle Camaná, en el local de la Academia
Nacional de Medicina. Allí llegaron el grant de la Fundación Rockefeller
y otros menores. La Fundación Rockefeller dio un grant muy importante,
y por primera vez lo hacía a una universidad que no estaba formada aún.
Pare manejar el grant grande se necesitaba otro asidero y salió la
Universidad. Entonces pasamos a la calle Belén.
Cuando nos trasladamos al nuevo local, se construyó la biblioteca y la
cafetería se hizo en el primer piso en la zona destinada a las oficinas
administrativas. A nosotros, los de Fisiología, se nos dio una pampa y la
parte que nos correspondía del grant se lo dieron al laboratorio de
Psiquiatría en el Hospital Larco Herrera, laboratorio cuyo jefe era el Dr.
Eduardo Ramírez del Villar, excelente amigo mío. Así fueron las cosas.
Prácticamente hicimos el laboratorio de la Universidad. Con Ramiro
Castro de la Mata hicimos los equipos. Así aprendí a hacer laboratorios de
Fisiología, hice el de San Marcos, el de Cayetano Heredia, el de Arequipa,
el de Trujillo, parte del de Ica y parte del de Cajamarca. Allí empezamos a
trabajar, se trabajaba duro y en una armonía completa con el Hospital (del
Rímac), a tal extremo de que las veces en que me quedaba a dormir en la
Universidad, por lo menos quince días al mes, me iba a bañar al Hospital.

¿Cuál es su punto de vista sobre el hecho por el cual el Dr. Hurtado


perdió poder?
Primeramente porque estuvo mucho tiempo allí, el poder agota. También
En realidad. las discrepancias entre le Dr. Hurtado y un grupo importante de profesores de la
Universidad. los de la Renovación Universitaria, se hizo ostensible muy poco tiempo después de que
el primero asumiera su cargo de rector en abril de 1967. Es de suponer que el Dr. Hurtado ejerció el
gobierno de la Universidad durante el Rectorado del Dr. Delgado, quien le precedió, dada su
personalidad ejecutiva. La majestad intelectual del ilustre rector Dr. Delgado. ajeno a las cuestiones
caseras del gobierno institucional, permitió que el verdadero ejecutor del gobierno de la Universidad
fuera el decano de la Facultad de Medicina el Dr. Hurtado. El Dr. Delgado siempre fue renuente a
aceptar cargos ejecutivos en la universidad. Después de sucesivas negativas y ante la insistencia del
profesorado. a través del Dr. Hurtado. aceptó ser decano de la Facultad de Medicina, antes del cisma.
y ya en la nueva escuela lo convencieron para que acepte el cargo de rector. En la práctica. el Dr.
Hurtado era quien ejercía el gobierno de la institución. De aquí que, el Dr. Hurtado al asumir el
Rectorado no hacía sino extender su período de gobierno.
hubo ciertas manipulaciones. Y también porque había descontento entre
los profesores, los de menor categoría ganaban tanto o más que los
superiores. Los alumnos también estaban descontentos. Cuando se llegó a
la votación, los muchachos votaron por su lado. Se me acusó de que yo
había organizado para que el Dr. Hurtado perdiera la votación, de que yo
había azuzado a los muchachos, cosa totalmente falsa y ridícula. Así que.
para que haya armonía se convocó una segunda votación y los alumnos
fueron conversados. En la segunda votación, uno o dos estudiantes nos
apoyaron, nosotros mantuvimos nuestro voto y perdimos por la diferencia
de los alumnos que votaron para que Hurtado siga allí.

¿En qué condiciones usted fue elegido rector?

Ah, yo fui elegido rector porque era vicerrector. Cuando la renuncia del
Dr. Monge. Fue curioso, la misma gente que me acusó de estar en contra
de Hurtado voto por mí, creo que tuve uno o dos votos en contra, no lo
recuerdo bien pero salí elegido vicerrector. Entonces, un día Monge se
aburrió, como después me aburrí yo también y salimos los dos 32.

Cuando usted se hizo cargo de la Universidad como rector, ¿ Cómo la


encontró?

Económicamente siempre estuvimos mal y hubo que manejar las cosas


por la amistad que se podía tener con ]os miembros del Gobierno Central.
En este sentido, creo que todos los Gobiernos han ayudado, hasta el
APRA. En cierta ocasión que se necesitaba ayuda económica, Enrique

32
En el Consejo Ejecutivo [Asamblea Universitaria] del 16 de marzo de 1970. el Dr. Carlos Monge
Cassinelli fue elegido rector de la UPCH para el período 1970-1975. En la sesión del 9 de enero de
1973. el Dr. Enrique Fernández quien como secretario general de la UPCH presidía la sesión puesto
que no se había elegido vicerrector. comunicó que el Dr. Carlos Monge Cassinelli había renunciado
irrevocablemente el Rectorado par tener que viajar a Cambridge. Inglaterra. a realizar ciertas
investigaciones. Entonces, el Dr. Fernández asumió el cargo de rector en su condición de profesor
principal más antiguo.
Ayulo Pardo, el presidente del Patronato habló con Ramiro Prialé 33, quien
le debía algunos favores. Y los apristas no se opusieron para aprobar que
se nos proporcione cierta suma de dinero como subvención. Los
estudiantes salían diciendo muchas cosas pero arriba los asuntos se
manejaban en esa forma. En otra ocasión, se vino la devaluación y yo
necesitaba 16 millones de soles para la Universidad. Hablamos con Carlos
Delgado, que era profesor de Sociología de la UPCH, y me pidió un
memorándum. Así lo hicimos y nos consiguió una cita con el ministro
Carpio a los pocos días. En ese lapso subimos el pedido a 32 millones. Fui
con Carrillo34 porque Vidal se encontraba en Brasil, y fuimos bien
recibidos. Me causó risa, de alegría, que nuestro memorándum se
convirtiera en Resolución Suprema. Desde Monge, no una sino varias
veces los cheques nos rebotaban, el Ministerio no cumplía con sus
depósitos y venían los profesores a quejarse,

¿Cómo podría resumir los principales logros que pudo obtener


durante su gestión en el Rectorado?

No, yo no tuve ningún logro. La única cosa que tuve fue tratar de
mantener viva la Universidad durante el régimen militar.

¿Era una cuestión de supervivencia?

Nada más. Lo único que quise hacer fue techar la parte interna de la
cafetería hasta que vino la devaluación y no se pudo hacer.

¿Hubiera querido Ud. hacer algo más?

Ah no, todo el mundo quería hacer cosas, hacer un Harvard, pero esta es
la verdad.
33
Político y maestro universitario Uno de los más connotados líderes apristas. Fue quien gestó el
apoyo de su partido a la candidatura presidencial de don Manuel Prado. Senador por Junín en el
período 1963-1969, miemhro de la Asamblea Constituyente (1976-1979), y nuevamente senador por
Junín en los períodos 1980-1985 v 1985-1990.
34
Carlos Carrillo, en aquel entonces, 1974 ocupaba el cargo de director de Economía y Administración
de la UPCH.
¿Cuál es o fue su opinión sobre el cogobierno estudiantil?

Bueno, más cogobierno que el que tuvimos en Cayetano Heredia no ha


habido. Ud. dejaba la prueba, salía y los alumnos hacían sus exámenes. Y
han habido estudiantes que prefirieron salir de la Universidad antes que
plagiar. Esto se hizo en los dos o tres primeros años, eso fue idea de
Carlos Krumdieck. Después la cosa cambió, claro que nadie quería
denunciar a sus compañeros pero habían copiones y volvimos a lo de
antes. Ahora el cogobierno tal como se estableció en la Reforma
Universitaria, caramba, es una de las discursos más bonitos que hay desde
el punto de vista idealista, hombres de América libres y esas cosas; pero,
de allí a la práctica hubo una manipulación política que dura hasta ahora.

En la vida universitaria de la UPCH, la participación de los


estudiantes en las instancias de gobierno ha tenido varias etapas,
¿Usted cómo ha percibido eso? sobre todo en los años 70.

Ah, bueno, en esa época era interesante porque había un grupo de


izquierdistas bien marcado en la Universidad. En ese grupo estaba
Mezzich, el senderista, quien conversaba mucho con Cazorla y conmigo,
siempre nos visitaba hasta que entró en la clandestinidad y no se supo mas
de él. El líder era Garrido Dioses, excelente muchacho, se graduó y se fue
a trabajar al Cuzco, viviendo en una choza a 5000 m de altura. Luego se
fue a Abancay, hasta que Vidal siendo ministro de Salud lo trajo. Ahora es
el encargado del SERUM en el Ministerio de Salud. Nos decían
cientificistas. Pero, ideológicamente, era gente con la cual no se tenía
problemas. Teníamos puntos de vista ideológicos diferentes pero se podía
tratar con ellos. Era como tratar con un mahometano, nos podemos
entender. Pero la reforma universitaria que sufrimos no fue sino una
maniobra de unos zamarros.

35
Juan Enrique Mezzich Izaguirre, graduado de la VIII Promoción "Hernán Torres". 1970. de la
Facultad de Medicina de la UPCH. Fue considerado líder del movimiento político terrorista Sendero
Luminoso y se supone que vive en la clandestinidad.
36
Eduardo Garrido Dioses. Graduado de la IX Promoción, 1971, de la Facultad de Medicina de la
UPCH.
37
SERUM Servicio Rural de Medicina.
¿Cuál sería su reflexión sobre el futuro de la Universidad?
Bueno, yo creo que la Universidad va a seguir pero ya no va a ser la
universidad que nosotros hemos formado ni posiblemente la que estamos
viviendo ahora. Va a tener que ser una universidad de masas, con pérdida
completa del misticismo. Es lógico, sucede en la mayoría de las veces Se
necesita otro sacudón para que vuelva a surgir el espíritu del diálogo. Los
profesores de ahora no son como los de antes. No digo que era una
competencia pero daban todo lo que tenían..

Quisiera agregar unas palabras más?

Hay tantas cosas. Desde el punto de vista personal diré que la Universidad
me ha dado todo. Porque no hay cosa más bonita en la vida que hacer lo
que a uno le dé la gana. Nunca he hecho algo por obligación, sino porque
me dio la gana de hacerlo.

Muy bien doctor Fernández, le agradezco muchísimo su colaboración.

No, no. Qué va, por favor.


EL DOCTOR
LEOPOLDO CHIAPPO GALLI

Graduado como Bachiller en Humanidades en la Universidad Nacional


Mayor de San Marcos en 1949.
Realizó estudios de postgrado de Psicología en la Universidad Central de
Madrid entre 1949 y 1951; y en la Universidad de Texas, Estados Unidos
de Norteamérica, entre 1952 y 1953.
Optó el grado de doctor en Filosofía en la UNMSM en 1951 a ingresó a la
docencia en 1952. Fue director de la Biblioteca Central de la UNMSM en
1959.
En 1961, tuvo una memorable participación en el Claustro Pleno
convocado por el rector Luis Alberto Sánchez en el Paraninfo de la
Facultad de Medicina, guiado simplemente por lo que él consideró que
había que defender una causa junta. Acogido en la nueva escuela médica
para la enseñanza de Psicología en la Sección Premédica. Profesor
fundador de la UPCH, ingresó a la docencia como profesor principal. Ha
sido presidente de las Sociedades Peruanas de Psicología y de Filosofía.
Ha sido invitado como conferencista en numerosas reuniones nacionales
como extranjeras. Es uno de los intelectuales más prolíficos de la UPCH.
Autor de numerosos trabajos y notas en las áreas de Psicología y de
Filosofía.
Optó el grado de doctor en Filosofía y Letras en la Universidad Central de
Madrid en 1965.
En 1983 publicó Dante v la Psicología del lnfierno, obra que fue seguida
por tres tomos de Escenas de la Comedia además de numerosas notas
sobre el tema. Es uno de los más connotados estudiosos de Dante y la
Divina Comedia reconocido a nivel internacional.
Actualmente es profesor emérito y profesor investigador de La UPCH.
Hombre culto, afable a inteligente. Su rico lenguaje guarda una relación
directamente proporcional a lo intrincado de sus pensamientos. Un
intelectual puro.
ENTREVISTA AL DR. LEOPOLDO CHIAPPO.

(Realizada el día miércoles 8 de Febrero de 7995, en su oficina de la Casa


Honorio Delgado).

Dr. Chiappo, ¿A qué se dedicaba usted cuando ocurrieron los


acontecimientos que dieron origen a la Universidad Peruana
Cayetano Heredia? ¿Cómo fue que Ud. se relacionó con la Facultad
de Medicina?

Entre los años 58 y 60, cuando comenzaron los disturbios estudiantiles, yo


era profesor principal de Psicología en la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, en la Facultad de Letras, en la Sección Psicología del
Instituto de Filosofía. Nosotros fundamos esta Sección de Psicología con
otros profesores y creamos la carrera profesional de Psicología. Yo tenía
dos cátedras, Técnicas del Diagnóstico Psicológico y Test Proyectivos. Al
mismo tiempo, yo era director de la Biblioteca Central de la Universidad
de San Marcos, allá en la Casona, del Parque Universitario, puesto para el
cual me nombró el entonces rector, profesor José León Barandiarán, tío
carnal del Dr. Luis León Herrera. Pero al mismo tiempo, desde el año
1955, yo era psicólogo consultor de la cátedra de Psiquiatría de la
Facultad de Medicina. Por lo tanto, yo hacía los tests mentales para la
presentación de las historian clínicas a los alumnos del sexto año de
Medicina en el curso de Psiquiatría. O sea, todos los sábados iba, y otros
días también, para tomar tests a los pacientes que iban a ser presentados
en la lección clínica del Dr. Honorio Delgado y. a la vez, también yo
explicaba a los alumnos del sexto año de Medicina el alcance y el valor de
los tests mentales, sobre todo para el diagnóstico psicopatológico. Esa era
mi tarea en ese momento. Además, el Dr. Alberto Hurtado estaba en una
reforma de la Facultad de Medicina, sobre todo con profesores de tiempo
completo, algo nuevo, que no existía en la Universidad. Todos éramos
profesores horarios, profesores eventuales. Yo era profesor horario pero
también tenía muchas horas en la Facultad de Letras; pero, el Dr. Alberto
Hurtado creó toda un nueva corriente. Entonces, yo sentí el elemento
innovador, modernizante sobre todo de seriedad académica que había en
la Facultad de Medicina Incluso me nombró, junto con el Dr. Javier
Mariátegui, con el Dr. Mariano Querol y con el Dr. Segisfredo Luza, para
formar una Comisión Psicológica para presentarle al Dr. Hurtado los tests
que debían hacerse a los alumnos de Ciencias para seleccionarlos a la
Facultad de Medicina que tenía número clauso 38. En ese entonces
Medicina tenía dos elementos. Primero, número clauso y selección para
evitar que viniera toda la torrentada de estudiantes mal preparados sino
que se seleccionara a los más inteligentes. Nosotros hicimos, yo
personalmente me encargué de elaborar el manual de la entrevista
personal y también incluí los materiales que traje de la Universidad de
Texas para hacer la selección de acuerdo a la inteligencia, los tests de
Herschell Manuel, quien había sido mi maestro en la Universidad de
Texas, los traje y adaptamos al Castellano. Teníamos material en Inglés y
en Castellano, pero la versión en Castellano era un material con mucho
lenguaje y muchas circunstancias texanas, el texmex, para alumnos
hispanos hablantes norteamericanos. Entonces, yo hice un cambio y
propusimos estos tests y una entrevista personal para seleccionar a los
estudiantes que postulaban a Medicina desde Ciencias. Esto lo hicimos el
año 59 y el año 60. En el año 61 se desencadenó la crisis. En el año 61
también lo hicimos. Sí, porque esto lo hicimos en marzo y la crisis ya se
desencadenó a partir del Rectorado de Luis Alberto Sánchez. Yo era un
convencido de la excelencia de la Facultad de Medicina, yo estaba
comprometido con escoger a los mejores estudiantes. El otro elemento de
esta Facultad era que había todo un proceso de profesores de tiempo
completo, de dedicación exclusiva, de mandarlos al exterior, lo que no
veía yo, esa actitud, en Letras. Ahora, le voy a decir que yo en la Facultad
de Medicina era un subjefe de prácticas, desde el punto de vista salarial,
porque si el jefe de prácticas ganaba como 100 yo ganaba como 50. Era

Lat. clausus, cerrado.


entre los docentes el de menor categoría, digamos en función de la
evaluación del salario. En cambio, casi todo el tiempo lo tenía como
director de la Biblioteca Central de San Marcos y como profesor del
curso de Psicología de la Sección de Psicología.

Doctor Chiappo, ¿Podría usted resumir los principales recuerdos que


tiene acerca de aquellos acontecimientos que ocurrieron en los años
de 1960 y 1961, antes de formarse lo que sería actualmente la
Universidad Peruana Cayetano Heredia? Usted es recordado por una
singular posición en el famoso Claustro Pleno de la Universidad de
San Marcos que se hizo en la Facultad de Medicina.

Yo tenía una especial sensibilidad y estima para la excelencia y los


proyectos académicos de seriedad en la Facultad de Medicina, y al mismo
tiempo me daba cuenta de la demagogia, del desorden que había en
Letras. Entonces, cuando se planteó el artículo 34 que le daba un Estatuto
Privativo a la Facultad de Medicina, yo hacía declaraciones a favor pero al
mismo tiempo me encontraba en contradicción en Letras, porque en
Letras sí había cogobierno pero no había número clauso, pero lo defendí
en la Facultad de Letras. Me acuerdo que, a veces, las sesiones duraban
hasta las 3 ó 4 de la tarde. A la Facultad de Medicina yo presentaba los
argumentos a favor y más bien abogaba para que en la Facultad de Letras
se hiciera el mismo rigor. Entonces, eso comenzó más o menos en el año
59. Yo había sido también testigo del intento de incendio de la Biblioteca,
del salón de lectura de la Biblioteca de Letras. En fin, me di cuenta que
había un ánimo de excelencia y rigor académico en la Facultad de
Medicina.
Ahora, entre los principales hechos que yo recuerdo fue que en la Facultad
de Letras se hizo toda una corriente, ya en el año 60, para establecer el
cogobierno y derogar el artículo 34 en la Facultad de Medicina. Yo me
encontraba en una doble presión, por un lado mi convicción de la seriedad
académica que significaba la reforma de la Facultad de Medicina y por
otro lado el desorden del cual yo mismo había sido víctima como profesor.
Tenía la estima de los estudiantes y éstos me decían que no
debía estar con los reaccionarios, con los médicos que eran la oligarquía
médica. Entonces, con el intento de explicar, establecí una entrevista en
mi casa, vivía yo en Miraflores, entre los líderes, sobre todo del sector
comunista, del sector de izquierda, que eran amigos míos. El doctor que
después fue jefe del Departamento de Psicología, Raúl Gonzales Moreyra,
Gladys Feijoó y con algunos profesores entre los que estaban Enrique
Fernández y Carlos Monge Cassinelli. Me acuerdo muy claramente de
esta conversación. El Dr Monge tiene expresiones pintorescas, le dijeron:
"¿ Qué cosa, doctor es lo que usted defiende? Usted defiende los intereses
de la oligarquía médica reaccionaria". Eso le dijeron, y recuerdo la
respuesta de Monge al dirigente estudiantil que era secretario general de la
Facultad de Letras: "Mire, fíjese usted, le dijo al dirigente estudiantil, que
era secretario general de la Facultad de Letras, lo que queremos es poder
mirar al microscopio con¡ total tranquilidad, mirar lo que está sucediendo
en el ,fondo de! microscopio, inclinados hacia el microscopio, sin el temor
de que ustedes los estudiantes revolucionarios que quieren cambiar el
mundo me den una patada en el culo y me hagan caer con microscopio y
todo y me arruinen la investigación. Lo que no quiero es esa patada en el
culo que ustedes están dando a los profesores y a la Universidad".
Respuesta con lo cual yo estaba de acuerdo y que he contado como
anécdota a los estudiantes. Recuerdo eso muy claramente. Recuerdo la
hostilidad que había contra el artículo 34 porque le daba el Estatuto
Privativo a la Facultad de Medicina y recuerdo las reuniones en el
Paraninfo de la Facultad de Medicina para formar la Unión de Docentes
Cayetano Heredia, que yo no vacilé en firmar. Por supuesto, recibí ataques
de los sectores politizados de Letras, decían que cómo podía yo firmar
estando en la Facultad de Letras donde había cogobierno, que yo no
aceptaba en una Facultad lo que sí aceptaba en la otra. Les dije claramente
que yo respetaba la Ley y que si hay cogobierno en Letras, bueno, que
funcione pero que no abusen de él. Pero si en Medicina no hay
cogobierno, pues muy bien, que no haya cogobierno, que no la
modifiquen. Yo puedo estar en desacuerdo con un sistema pero aceptando
lo que la Ley impone. No quiero imponer la mía en una situación difícil
simplemente por demagogia. No, totalmente, a mí no me molestaba. Lo
dije también en Medicina, a mi no me molestaba el cogobierno en Letras.
Lo que veo es que hay temor y abuso entre los profesores, es un arma de
intimidación, porque el cogobiemo es un brulote contra los profesores,
establecía como manejar a los profesores. Llegué a decir, incluso, que
seguramente en Medicina el cogobierno funcionaría muy bien porque hay
armonía entre profesores y estudiantes. En cambio ustedes, los de Letras,
están tan politizados que lo utilizan como una amenaza, que han
establecido una relación sindical obrero estudiantil, como que los
profesores somos los empresarios que queremos explotar al proletariado, a
los obreros y a ustedes. Y eso era falso, completamente falso, hasta que
llegó el momento del Claustro Pleno.
El Claustro Pleno fue el 4 de julio de 1961. Esa mañana fui donde el Dr.
Luis Alberto Sánchez, yo era director de la Biblioteca Central, y él me
podía recibir en cualquier momento. Le expliqué lo que ocurría en
Medicina y el Dr. Luis Alberto Sánchez me dijo: "Mire usted, los
profesores que tienen sus consultorios, ellos lucharán, pero los que viven
del tiempo completo, de la dedicación exclusiva, los que son profesores
que solamente se dedican a la docencia Y a la investigación. esos no van a
renunciar, y yo iré puerta por puerta". Le dije: "No, Dr. Sánchez. Usted se
equivoca, vamos a renunciar todos. todos van a renunciar". Entonces el
Dr. Sánchez me dijo: "Dígale al doctor Delgado que yo me encargo de
soportar, que ahora soporte el cogobierno y acepten la derogación del
artículo 34, porque dentro de tres meses me encargo de suprimir el
cogobierno". Acoté: "Doctor Sánchez, mire usted, yo he venido por propia
voluntad, no he venido como emisario del Dr. Delgado ni del Dr. Hurtado.
He venido porque estamos trabajando aquí cerca pero vo he venido al
Rectorado y no represento a nadie. Así que, permítame retirarme sin
representación, yo no traigo representación, simplemente es una
conversación de buena voluntad". Sánchez me respondió: "Bueno, como
usted quiera, pero de todas maneras me da mucha pena que el Dr. Delgado
que es una eminencia a quien respeto tanto, esté metido en eso. El Dr.
Delgado ya era decano de la Facultad de Medicina en ese momento.
El Dr. Luis Alberto Sánchez convocó a una reunión del Claustro Pleno. El
Claustro Pleno era una figura inventada por el Dr. Luis Alberto Sánchez,
era una figura que no existía en la tradición universitaria, era como el
Cabildo Abierto, era una imitación del Cabildo Abierto en la
Municipalidad al Claustro Pleno en la Universidad. La autoridad suprema
en la Universidad era la Asamblea Universitaria y el Consejo
Universitario después y luego el rector. El Claustro Pleno como entidad
con capacidad de decidir no existía en el Estatuto ni en la Ley ni en el
sistema como tradición .
El Claustro Pleno fue convocado por el Dr. Luis Alberto Sánchez para
tener a todo el mundo, profesores y estudiantes. La Facultad de
Medicina se pronunció y dijo que ningún profesor ni las autoridades
debían ir al Claustro Pleno porque iba a ser un voto masivo y demagógico.
Yo era docente de la Facultad de Medicina pero profesor principal de la
Facultad de Letras, dudaba en ir y fui y hablé con el Dr. Hurtado y con el
Dr. Delgado. Me dijeron que era peligroso, que no tenía porque sentirme
obligado a ir. En fin, que yo decidiera. Hablé con el Dr. Enrique
Fernández, y me dijo, "Pero, qué vas a hacer al Claustro Pleno?". "voy a
defender a tu Facultad de Medicina" le dije. "Entonces, anda" me
respondió. "Si tú sientes...pero lo vas a meter en un lío", añadió. "Voy a
ver como haré, no sé todavía si ir o no pero el asunto es que ya he hablado
contigo, con el Dr. Hurtado y con el Dr. Delgado sobre si voy o no al
Claustro Pleno y en las dudas que estoy . Les dije a ellos que si voy, voy a
defender a la Facultad de Medicina, no para desobedecer el acuerdo del
Consejo de Facultad porque yo tengo que obedecer. Soy a la vez profesor
principal, puedo ir y aclarar esa situación.". agregué. "Bueno, haz como
quieras", me respondió.
La verdad es que no sabía qué iba a hacer. Era el 4 de julio de 1961, mi
hija tenía dos meses y medio de nacida, era mi primera hija que nació el
24 de abril, y a esa hora, a las 11:30 am, a mi hija la bañaban. Cuento este
pormenor para que vea usted el proceso interno. Salí de la Biblioteca
después de haber hablado con el Dr. Luis Alberto Sánchez y me quedé en
La Cabaña, o sea para ir a la Av. Grau o irme a Miraflores, estaba en esa.
Me dije ¿Qué hago? Voy a ver bañar a la bebe y voy a estar encantado de
la vida con mi esposa, con mi suegra, contentísimo y no me meto en un
lío, total. Pero, me dije, me voy a arrepentir de no haber ido. Lo que hice
fue abrir un libro que leía, el libro favorito de Ghandi, el Baghavadgita, el

39
Lo aseverado por el Dr. Chiappo es cierto. El Claustro Pleno no es una figura legal sancionada en
Ley Universitaria nacional alguna. Sin embargo, el Dr. Luis Alberto Sánchez hizo recuerdo de
Claustros Plenos en por lo menos dos ocasiones anteriores: el de junio de 1921 y el de abril de 1932,
ambos convocados por los rectores para tomar posiciones ante las amenazas contra los profesores y
los alumnos de parte de los gobiernos de turno. El Claustro Pleno viene a ser una medida extrema de
convocatoria a todas las instancias de la universidad para adoptar una posición ante un inminente
peligro. ¿Era éste el caso de la Universidad de San Marcos el 4 de julio de 1961 cuando el rector
Sánchez convocó a un Claustro Pleno?.)
Canto del Señor Bienaventurado, entonces abrí el libro y lo que me diga el
libro haré. Encontré la frase "Cumple la ley de lo corazón y no caerás en
pecado, entra tranquilo, sereno y luminoso, entra en el mundo y cumple la
ley de tu corazón". Se acabó. Entra en el mundo, cumple la ley de lo
corazón. Esa era la oportunidad. Yo lo he estado defendiendo en la
Facultad de Medicina, ahora la voy a defender ante toda la Universidad. Y,
fui decidido a defenderla. Esa fue mi actitud porque me sentí realmente
apoyado espiritualmente por un libro sagrado. Esa es la pura verdad, no
porque soy macho, ni porque tengo un revólver, ni no hay nadie que se me
empine, y ni soy héroe, simplemente un hombre débil que encontró una
fortaleza en un libro sagrado de la India, el Baghavadgita. Esa es la
verdad. Me pareció que era una debilidad ir a ver a bañar, una cosa
doméstica, cuando se está mezquinando cosas que comprometen a
amigos. Puedo ir a verla bañar mañana, qué tontería, era una excusa banal.
Lo que no quiero es ir porque tengo miedo y fui.
Ahí en el Claustro Pleno, se gritaba ¡abajo Medicina!, ¡cogobierno
Medicina!, las hordas desatadas. Habló Bramont Arias 40, el decano de
Derecho, habló éste, habló otro y todos hablaron a favor de la derogatoria
del artículo 34. Después que terminaron los discursos, el Dr. Sánchez lo
puso a votación, y dijo, "Esta noche se va a reunir el Parlamento y ¿ Qué
mensaje llevo al Parlamento: Que el Claustro Pleno ha acordado la
derogatoria del artículo 34 v solicita al Parlamento la derogatoria del
artículo 34 por unanimidad y ...".
¡Aclamación!, aclamación!" gritaron todos. "Entonces, por unanimidad y
aclamación" dijo Sánchez. "Pido la palabra, pido la palabra", y pedí la
palabra. El Dr. Sánchez dijo "Dénle la palabra al Dr. Chiappo, no estamos
en una asamblea masiva como las que hay en la Facultad de Medicina, del
sí señor, tomándole el pelo al Dr. Hurtado y a la Facultad de Medicina.
Todo el mundo se rió. "Vean. aquí estamos en una asamblea democrática y
oímos todo" agregó. Y, dije "Sr. rector he pedido la palabra porque quiero
dar aquí mi voz discrepante, y como yo discrepo no hay unanimidad ni
aclamación, solamente mayoría, un voto en contra, el mío". En ese
momento sentía rojas las orejas y helados los pies, estaban congelados,
pero ya recobré el calor en todo mi cuerpo. Gritaron que diga

40
Luis Bramont Arias, jurista y profesor universitario. Fue decano de la Facultad de Derecho,
1961-1964.
las razones y el Dr. Sánchez dijo "Que diga la razón, que diga la razón,
déjele hablar, que diga la razón". Dicho eso se sentó mi entrada, empecé a
hablar de lo que había en la Facultad de Medicina, que yo era profesor de
Letras pero también era asistente del doctor Delgado en la cátedra, de
Psiquiatría, y que tenía la experiencia de un verdadero proyecto de
renovación universitaria con profesores con estudios de especialización en
grandes universidades, había un programa que era realmente de seriedad
académica y que ese era el comienzo de la renovación universitaria, no
utilicé la palabra reforma, y por eso yo defendía a la Facultad. "No, no",
dijeron, gritos de ¡abajo, sáquenlo! y empezaron a tirar monedas. "Déjenlo
hablar" decía el doctor Sánchez. Continué. "Quiero decir simplemente que
aquí hay un grave error, v se está tratando de destruir una Facultad que
está empezando por demagogia..." .Les dije, "Lo que digo aquí lo digo
allá, yo estoy totalmente en desacuerdo con la derogatoria del artículo 34,
estoy de acuerdo con que la Facultad de Medicina tenga un Estatuto
Privativo porque es la única manera de lograr la renovación de la
Universidad. Lo que digo aquí lo digo allá, ,v lo que digo allá lo digo
aquí. Y no como el rector que esta mañana me dijo que él iba a encargarse
de suprimir el cogobierno y me dio un recado para el Dr. Delgado que yo
rechacé v lo acuso públicamente...". Ahí fue cuando me llevaron. Ahí fue
cuando me rodearon y me iban a masacrar. En eso, me vi rodeado por
Gladys Feijoó, Raúl Gonzales Moreyra, Gonzales Riedel, y todos mis
alumnos, entre ellos Luis Estrada de los Ríos, que después fue decano del
Colegio de Psicólogos, y todos me dijeron: "¡Doctor, véngase por aquí,
véngase por aquí!, y cuando menos me vi rodeado de estudiantes y
llevado prácticamente en vilo fuera del sitio por ellos. Cuando llegué a mi
auto, estaba pintarrajeado y con las cuatro llantas bajas. Esa fue mi
intervención en el Claustro Pleno. Al día siguiente, eso salió publicado en
La Prensa y en El Comercio, y después La Prensa publicó, en el
dominical, una semblanza muy buena.
Después vino la renuncia, que se produjo el 13 de agosto de 1961.
Renuncié con todos a inmediatamente mandé una carta pública„ porque
renunciaba yo a Letras, eso el 20 de agosto, dirigida al Dr. Sánchez y la
publicó El Comercio.
¿Cómo fue después su relación con el Dr. Luis A. Sánchez?

Después me volví muy amigo de Sánchez, me invitó dos veces para


entrevistarme en su programa en el Canal 7 41. Pero, mucho antes, en
Arequipa rindió homenaje al Dr. Hurtado, yo era panelista y él era
disertante, el 12 de mayo de 1983. Y él dijo, había acuñado esta frase,
"Nunca ha ,y que ser intolerante salvo con la intolerancia, eso fue lo que
dije al asumir el Rectorado de San Marcos cuando tenía el problema de la
Facultad de Medicina". Entonces cuando me tocó
hablar, dije, "Dr. Sánchez, yo quisiera hacer alguna aclaración, porque
usted dice que en el contexto de la Facultad de Medicina, como diciendo
que nosotros éramos intolerantes, los del movimiento Cayetano Heredia.
Yo quisiera aclarar. Ya la Universidad tiene 2 años de fundada Y hemos
demostrado tolerancia, respeto a las vidas ajenas v nunca hemos un tenido
de ningún tipo de discriminación por todas las ideas v hay respeto de todo
tipo, no hay discriminación ideológica lo política, como usted lo sabe Dr.
Sánchez. O sea que, la intolerancia no lo hemos practicado en 23 altos.
Por tanto, Yo quisiera aclarar eso por si acaso usted hubiera querido aludir
a la Facultad de Medicina como que fue Cayetano Heredia el producto de
una intolerancia, más bien yo diría que Cayetano Heredia fue el producto
de la aplicación de un fórceps, (se rieron), v quien aplicó el fórceps ,fue
usted, usted ha sido el partero de la Universidad Peruana Cayetano
Heredia ". Y se rió él. Y dijo él que nadie lo había llamado partero, que lo
habían llamado de todo en su vida política menos partero. Habló bien de
Hurtado, habló bien de Cayetano Heredia. Dijo que era una universidad
ejemplar, modelo de lo que debía hacerse en el Perú, lo dijo públicamente,
entonces yo dije "Me permiten, señores, le voy a pedir un permiso al Dr.
Sánchez para que me permita acercarme a darle un abrazo". Y le di un
abrazo, nos abrazamos y quedamos amigos.

Aparte de los doctores Hurtado y Delgado, ¿A quiénes recuerda usted


como personas cuya participación fue importante y decisiva en el
origen de la Universidad?
41
Durante el gobierno aprista. entre 1986 y 1990. el Dr. L.A. Sánchez condujo un programa de
entrevistas en el canal estatal. el canal 7 de televisión. A este programa fue invitado el Dr. Chiappo.
A mí me parece que ha sido el Dr. Víctor Alzamora Castro, el cardiólogo
que murió, lo considerábamos, yo lo guardo en el corazón como un mártir
de los conflictos. Él murió del corazón posiblemente precipitado por la
tensión que se vivía en ese momento y creo que nosotros tuvimos en la
situación de la Universidad el primer mártir, que ha sido él. El segundo
mártir fue el joven estudiante Arica, asesinado por los senderistas hace
unos cuantos años. El único mártir de los profesores ha sido él, Alzamora.
Recuerdo al Dr. Jorge Voto Bernales al Dr. Fernando Porturas, al Dr.
Enrique Femández, al Dr. Javier Mariátegui. Recuerdo, por supuesto yo
veía la excelencia de la Universidad, al Dr. Javier Arias Stella, pero él era
muy joven, pero era de los profesores con los cuales yo sentía que la
Universidad eran ellos, la Facultad de Medicina eran ellos, los que estoy
mencionando. Yo era psicólogo consultor del Servicio de Neurología en el
Hospital Obrero, del Dr. Jorge Voto Bernales, así que yo lo conocía
directamente porque en las mañanas trabajaba en el Hospital Obrero

¿Cómo se decidió el nombre de la nueva Universidad?

Me parece, la verdad es que yo no quisiera atribuirme ningún mérito, pero


me parece que en algún momento se nos ocurrió porque hemos sido
colectivo, ¿Por qué no ponerle a la nueva institución el nombre de
Cayetano Heredia que es el fundador de la Facultad de Medicina?. Para
demostrarle a estos zamarros que nosotros vamos a realizar los ideales de
su fundador, que fueron principalmente el llamado a gente muy preparada,

42
Víctor Alzamora Castro. profesor de la cátedra de Clínica Médica. Prestigioso cardiólogo, uno de los
líderes de movimiento que dio origen a la nueva escuela médica, el llamado a dirigirla. según el
pensar de muchos testigos de la época, pero un infarto de miocardio segó su vida en la noche del 25 de
julio de 1961, en pleno ajetreo por los problemas de la Facultad de Medicina.)
43
Walter Arica Benites. alumno del último año de la Facultad de Estomatología de la UPCH. Falleció
trágicamente el 19 de febrero de 1992, víctima del terrorismo. mientras realizaba el internado rural
estomatológico en la comunidad de San Lorenzo, provincia de Jauja. Este luctuoso suceso obligó a la
UPCH a suspender el Internado Rural hasta que se dieran las condiciones de seguridad para sus
profesores y alumnos. sustituyendo dicho programa con el Internado de Odontología Social en
diferentes clínicas dentales escolares y servicios periféricos de Lima Metropolitana.)
entre ellos a Antonio Raimondi44, para enseñar las ciencias básicas y la
creación de una Facultad dentro de una universidad, una Escuela de
Medicina con rango universitario, ese marco universitario humanístico
dentro de una preparación médica con fundamentos en ciencias básicas.
Eso fue el intento de la Facultad de Medicina. Pongámosle el nombre por
lo menos, no sé si lo oí o lo pensé también, pero creo que quienes
influyeron en el nombre de la Unión Médica de Docentes fueron ellos, yo
no tenía mucha influencia, no, pero yo lo pensé, la verdad, y lo dije, pero
no me creo autor. De lo que sí soy un defensor es que la Universidad de
Ciencias Médicas y Biológicas cambió de nombre por una gestión que
hice yo y el grupo con el cual estábamos de acuerdo que debíamos ponerle
el nombre de Cayetano Heredia. El Dr. Hurtado no era partidario, porque
le parecía que en Estados Unidos no iban a entender, "Cayetano Heredia
Universitv... eso es una palabra difícil", que Peruvian University of
Medical Sciences sí se entendía, decía. A mí me dijo el doctor Hurtado:
"Sabe usted doctor no insista mucho", y le dije "Pero hay que ponerle un
nombre que abarque más, en el futuro podemos hacer una Facultad de
Pedagogía, una Facultad de Ingeniería, podemos ampliarla. En cambio,
con Ciencias Médicas creo que estamos condenados a ser eso nomás" 45

Doctor Chiappo, usted fue nombrado coordinador de la Sección


Premédica, ¿Cuáles son sus recuerdos de aquella época, de la forma
como se desarrolló?

De esa época yo recuerdo lo siguiente. Primero, que quienes eran los


activos, ejecutivos en buscar profesores, en hacer los organigramas,
fueron el Dr. Octavio Mongrut y el Dr. Enrique Fernández. Yo, la verdad,

44
Antonio Raimondi (1824-1890). Sabio naturalista milanés que arribó al Callao en 1850. Fue invitado
por Cayetano Heredia a enseñar las ciencias naturales a los alumnos de lo, primeros años de
Medicina . en 1851. Recorrió el país y dejó una vastísima obra en lo concerniente a la botánica,
geografía. geología y mineralogía nacional. Mantuvo una estrecha relación con la Facultad de
Medicina y sus profesores.
45
Desde sus inicios la nueva universidad fue identificada con el epónimo de su Facultad de Medicina
Cayetano Heredia. A solicitud de muchos profesores. el Consejo Universitario en su sesión del 29 de
enero de 1965 acordó cambiar el nombre de Universidad Peruana de Ciencias Médicas y Biológicas
por el de Universidad Peruana Cayetano Heredia y el de la Facultad de Medicina Cayetano Heredia
por el de Facultad de Medicina. y el de Facultad de Humanidades y Ciencias Biológicas por el de
Facultad de Ciencias y Humanidades.
fui una especie de pensador abstracto, o sea un total inútil en materia
organizativa directa. Enrique Fernández buscó a los profesores, los
examinó y decidió quiénes serían los profesores. Y, el Dr. Mongrut fue el
que estableció horas-crédito, horas no se qué, balance por aquí, balance
por allá. De lo que sí estoy seguro es que yo participé en la ideología que
llamé Movimiento de la Renovación Universitaria y lo expresé en
artículos en la Revista Hontanar, la revista de los estudiantes, Principios y
Bases de la Renovación Universitaria, y lo escribí también en la revista
Caretas, en artículos polémicos, en los cuales yo quería presentar la
fundación de la Universidad Cayetano Heredia como una alternativa a la
reforma de Córdoba, a una reforma demagógica de cogobierno, fue el
lenguaje que inicié también en el Claustro Pleno. Fui un inspirador
ideológico, reflexivo, dándole sentido tanto a la Facultad de Ciencias
como un marco humanístico de formación filosófica y artística del futuro
profesional especializado. Pero, en la práctica, ellos fueron los que
pusieron en marcha el asunto, porque yo soy hombre de ideas pero pésimo
organizador. No lo pretendo, ellos tienen el mérito principal, yo solamente
la cuestión filosófica.

Aunque algo nos ha adelantado, ¿Podría Ud. resumir su posición


frente al cogobierno estudiantil?

Yo señalé desde sus inicios que el cogobierno era un sistema organizativo.


Y, como sistema organizativo era simplemente una herramienta, un
instrumento, un útil que podía funcionar bien o mal según quienes lo
manejen. Por lo tanto, no me parecía que podía ser un principio. Pero, el
Dr. Hurtado le dio carácter de principio. Yo, solidariamente, acepté eso,
aunque en mis artículos siempre dije que el cogobiemo no era un principio
universitario sino era una herramienta, un sistema de organizar, que podía
funcionar bien o mal de acuerdo a los principios que se defendieran y la
realización que se hiciera en los hombres. Entonces, pienso y pensé
siempre que el cogobierno, fundamentalmente, era un sistema
organizativo, varias veces lo dije, que podía funcionar mucho mejor en
Medicina, donde había más orden y, por supuesto dentro del Estatuto, el
número clauso. Para mí, lo importante era el programa de Renovación
Universitaria dentro de la Facultad de Medicina, a través de profesores
especializados en el extranjero y que vinieran a ocupar puestos no de
profesores nómades. eventuales, trashumantes, horarios, sino profesores
realmente dedicados a la universidad. Eso, para mí, era la Facultad de
Medicina. El cogobierno yo lo aceptaba como principio, por el hecho de
que el Dr. Hurtado enfatizaba muchísimo y en el momento de la acción
uno no va a estar con dudas si es o no es principio. Pero, personalmente,
no creo que sea un principio. Para mí, el cogobierno es una cosa. Además,
la palabra cogobiemo del tercio estudiantil se había politizado. Estaba, en
la práctica, mezclado con determinadas reivindicaciones de carácter
político. Las universidades querían presentar el cogobierno como una
herramienta de revolución social y política desde la universidad, cosa que
es absurda porque nunca ocurrió que una universidad pudiera transformar
un país, aunque por la educación podría cambiar un poco la mente.
Actualmente, haciendo un balance creo que yo defendí el cogobierno por
razones de solidaridad pero que siempre mantuve y expresé que no es un
principio sino un sistema organizativo que puede funcionar bien o mal
según quienes lo apliquen y qué principios le den. Si lo politizan es malo;
si no lo politizan, no. Pero, soy partidario de la participación estudiantil.

¿Cuál es su impresión sobre la participación de los estudiantes en la


Universidad Peruana Cayetano Heredia, pues no ha sido uniforme en
todas las épocas?

En realidad, quisiera decir lo siguiente. A mí me parece que los


estudiantes se organizaron con el actualmente Dr. Eduardo Barriga y
fundaron la AEMCH, Asociación de Estudiantes de Medicina Cayetano
Heredia46, como un principio de demostrar, porque ellos venían de San

46
Luego de varias sesiones preliminares, el 29 de agosto de 1963 se constituyó la Junta Directiva de la
Asociación de Estudiantes de Medicina Cayetano Heredia (AEMCH), presidida por Eduardo Barriga
Calle y conformada por los alumnos Daniel Adrianzén Franco. Abraham Capliski Bichman. Augusto
López Torres. Carlos Escudero Destua. Armando Filomeno Edwards. José Fishman Cotler, Renato
Alarcón Guzmán. José Arana Gallegos y Enrique Cipriani Thorne. Acordaron felicitar a las
autoridades y profesores por las decisiones, asumidas y declararon que contribuirían a la superación
de la institución con la inquebrantable fe en sus nobles principios.
Marcos, que en Cayetano Heredia había una democracia en la cual los
estudiantes participaban también, se organizaban y participaban. Pero, en
realidad, los estudiantes nunca han tenido interés, sinceramente, en
organizarse de esa manera sino de otra manera. En organizarse, por
ejemplo, en las fiestas primaverales, en los concursos literarios,
organizarse de manera cultural pero no de manera organizativa para
presionar decisiones de los profesores. Creo que no tuvieron ni tienen
interés.
Sin embargo, hubo épocas en las cuales se politizó la representación
estudiantil. Hubo una época en que se politizó. Era la época de los años
70. La época del gobierno militar del general Juan Velasco porque había la
consigna de la izquierda de hacerle la guerra al gobierno. Se politizó la
universidad muchísimo y nuestra universidad se politizó. Me acuerdo que
hubo alumnos que hablaron mal de mí, yo los saludaba, y Fernández me
decía de cómo podía hacer eso, pero no guardo rencor, no me interesa, no.
Bueno, se politizó. Pero, en esa época yo estaba un poco más ausente en la
Universidad porque yo colaboraba, como destacado de la Universidad, en
la reforma educativa.

La Universidad ha pasado etapas muy difíciles, ¿Cuál o cuáles


considera usted que han sido los momentos críticos en la existencia de
la Universidad?

Bueno, le voy a decir que, desde el punto de vista económico, la


Universidad siempre ha tenido momentos críticos. Desde el punto de vista
económico siempre ha sido una lucha de diario vivir, de querer estar al
día, de temor a no poder pagar a los profesores. Un estado realmente
fastidioso ha tenido la Universidad siempre. Ahora, creo que el momento
más crítico de la Universidad, que recuerdo, fue en el momento en que
hubo un grupo de profesores, por el año 80, que se organizó para casi,
puede decirse, sublevarse contra el Dr. Homero Silva, rector de la
Universidad en ese entonces. Incluso, a mí me nombraron como
representante para publicar en los periódicos una protesta porque se
hacían gastos en edificios y no en subir los sueldos a los profesores.
Entonces, yo intervine mediando y los que yo representaba juzgaron mal
de mí porque me puse de acuerdo con el Dr. Homero Silva 47. Le dije al
rector: "Homero, simplemente tú tienes que mandar una carta explicatoria,
nada más". Ese fue el momento en que realmente había el pedido de sacar
públicamente una discrepancia interprofesoral. Creo que eso ha sido el
peor momento, en el año 80. Pero me alegro de haber mediado, de manera
que no cumplí con llevar a los periódicos las firmas desautorizando al Dr.
Homero Silva, mas bien pidiéndole al Dr. Silva que explicara, no me
acuerdo en que consistía, que explicara en qué se estaba gastando la plata.
Eran fondos especiales para el pabellón de aulas que, en buena hora, ahí
está. Bueno, se amainó pero para mí ese ha sido el momento en que he
visto por primera vez un conflicto en la Universidad.

En su larga carrera docente, ¿Considera Ud. que hubo algo que no


pudo realizar?

Sí, lo puedo decir con toda franqueza. Entre 1957 y 1959 había realizado
unas investigaciones sobre el Pensamiento y la Percepción que me
valieron los dos Premios Nacionales, de Cultura y de Investigación
Científica "Daniel A. Carrión". Esos eran los momentos en que yo
colaboraba con el Journal of lmdividual Psichology y formaba parte de
una comisión mundial para el homenaje al Dr. Kurt Godstein junto con
destacadas personalidades como Erich Fromm entre otros. Yo estaba
cubriendo la investigación psicológica y psicopatológica. A partir de los
conflictos del año 60 dejé totalmente mis estudios y me dediqué a la tarea
administrativa, a la tarea de Cayetano Heredia. Entonces, podría decir que
en esa materia la Universidad frustró mis posibilidades de desarrollo en
Psicología y Psicopatología.
Ahora, eso no quiere decir que la Universidad no haya sido mi hogar
espiritual para todos los desarrollos que después he hecho, por ejemplo en

47
Homero Silva Díaz. Profesor fundador de la Universidad. clínico y nefrólogo de la Sala San Pedro
del Hospital Dos de Mayo de Lima. Decano de la Facultad de Medicina de la UPCH de abril a octubre
de 1977. Rector de la UPCH desde 1977 hasta 1982, siendo extendido su período hasta 1984. hasta
que se conformara la Asamblea Universitaria de acuerdo a lo establecido por el Consejo Nacional
Interuniversitario. Durante su gestión se construyeron el Pabellón de Aulas. el Auditorio, la Biblioteca
Central y se inició la construcción de la Clínica Estomatológica Central y el Centro de Recursos para
el Aprendizaje de Odontología. Falleció en 1997.
ideología universitaria, pensamiento académico, las cuestiones teóricas
por las que he publicado y, por último, toda la labor de antología. Impidió
realizarme en un sentido pero me favoreció para realizarme en otro.
Descubrí nuevas facetas de mi personalidad, mi amor a la literatura, a la
poesía, me favoreció enormemente a partir de los años 80 y 81, cuando ya
no tuve obligación administrativa, cuando ya no fui jefe de Departamento
y la Universidad me dejó y me deja trabajar ampliamente en mis libros,
son tres volúmenes de más de 1200 páginas que he publicado más las 300
de Psicología del Infierno. La Universidad, vamos a decir, cortó mi
desarrollo en Psicología Clínica y Psicopatología pero, en cambio, me
abrió las posibilidades más amplias de una psicología fundamental basada
en estudios literarios, de textos literarios. Abrió ampliamente,
abiertamente. Considero que la Universidad me ha dado el hogar
espiritual que he necesitado para desarrollar algo que, podríamos decir, es
un tipo de creación que poco a poco va a ser entendida.

Volviendo a la Universidad, ¿Cómo ve usted el futuro de la


Institución?
Ah, yo lo veo amplísimo. Es decir, mucho más amplio del que yo lo veía
en los años en que era vicerrector. Mucho más amplio, porque en esa
época yo decía "Esta universidad se está tubularizando, medicina y
premédica". Sin embargo, se ha abierto y se va abrir mucho más. Ahora,
creo que la Universidad se va a abrir mucho más siempre y cuando haya
un incremento de la conciencia del Patronato y de la gente de la empresa
de apoyo, de los mecenas, a la Universidad. Me parece que el quid del
asunto es establecer becas, establecer muchas relaciones internacionales
con los egresados que están en los Estados Unidos, los profesionales de
éxito. Si es así, creo que la Universidad puede crecer. Su expansión debe
ser cualitativa y diversificadora. Ser cualitativa en el sentido de ser la
excelencia en todo lo que emprenda; y, diversificar en el sentido, por
ejemplo, vamos a decir, de tener una Facultad de Educación, la cual no
sea multitudinaria, que no sea una universidad de masas, que no aumente
a un número excesivo de estudiantes sino que tenga un número manejable.
Que no base su fundamento económico en una mayor clientela de tipo
estudiantil porque entonces la universidad realmente allí se masifica o se
convierte en una minoría selectiva de pudientes.
¿Quisiera Ud. agregar algo más?

Yo quiero agregar las siguientes palabras. He llegado a los 70 años y en


vez de sentirme una persona que se le cierra el porvenir siento que la
Universidad me abre el porvenir porque me ha dado un lugar de reposo
laborioso, de serenidad activa, de trabajo incesante, porque me permite,
por ejemplo, estar planeando la plenitud de tres volúmenes, ampliados, de
Psicología del Infierno, Psicología del Purgatorio y Psicología del Paraíso.
La Universidad me está dando la posibilidad de trabajar en las mejores
condiciones, no tengo carga administrativa y puedo estar tranquilo de que
no me voy a quedar en la miseria, tengo muchas responsabilidades
familiares que atender y no tengo la angustia, felizmente.

Dr. Chiappo le agradezco muchísimo su colaboración.

Muchas gracias Dr. Pamo, le auguro lo mejor para su trabajo. Gracias por
haberse interesado en mí.
EL DOCTOR
CARLOS VIDAL LAYSECA

Graduado como médico-cirujano en la Facultad de Medicina de la


Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1957. Realizó estudios de
postgrado en Cirugía Cardiovascular en el Instituto Sábado D' Angelo y
Hospitas das Clínicas, en Sao Paulo, Brasil. Optó el grado de doctor en
Medicina en la Universidad Peruana Cayetano Heredia en 1970 y profesor
principal de Salud Pública en ese mismo año.
Fue profesor fundador de la actual Universidad Peruana Cayetano
Heredia. Se desempeñó como jefe del Laboratorio de Cirugía
Experimental de 1962 hasta 1969. Fue director universitario de Economía
y Administración de la UPCH de 1966 hasta 1969, y director asociado del
entonces Hospital Centro de Salud Docente del Rímac (actual Hospital
Nacional Cayetano Heredia) de 1969 hasta 1973. En el mismo período
también ocupó el cargo de director del Programa Universitario de
Medicina Comunitaria en el Área Hospitalaria N° 1 (actual Sub-Región de
Salud de Lima-Norte).
Consultor de la OPS/OMS en Brasil para el Área de Desarrollo de
Recursos Humanos (1973-1974). Y Coordinador Regional para las
Américas de la OPS/OMS en el campo de Desarrollo de Recursos
Humanos a Investigación (1975.1986), Washington DC, EEUU de NA, y
subjefe de dicha División de 1980 hasta 1986. Director de la OPS/ OMS
en Argentina de 1986 hasta 1990. Ministro de Salud del Perú de 1990a
1991.
Reincorporado a la UPCH, fue director del Centro de Salud Pública de la
UPCH de 1993 a 1994. En 1994 fue elegido rector de la UPCH,
culminando su período en 1999.
Es académico titular de la Academia Nacional de Medicina, académico
asociado de la Academia Nacional de Cirugía, académico titular de la
Academia Peruana de Salud Pública, profesor honorario de la Universidad
de Buenos Aires y de las Facultades de Medicina de las Universidades de
Tucumán, Córdova, Mendoza y La Plata de la República Argentina,
además de miembro connotado de otras sociedades nacionales y
extranjeras.
Ha recibido las distinciones de Gran Oficial de la Orden Hipólito Unanue
del Ministerio de Salud (1984), Gran Canciller de las Órden Hipólito
Unanue (1990) y Gran Cruz de la Orden Daniel A. Carrión (1998) del
Ministerio de Salud, Medalla al Mérito en Salud "Carlos Enrique Paz
Soldán" de la Academia Peruana de Salud (1998), Gran Canciller y Gran
Cruz de la Orden Cayetano Heredia de la UPCH (1996) y Medalla al
Mérito Extraordinario del Colegio Médico del Perú (1998).
Autor y coautor de dos libros y diversos trabajos publicados en revistas
nacionales y extranjeras, teniendo con temas principales los aspectos
referidos a la Cirugía y la Salud Pública.
Actualmente se encuentra retirado y viviendo en los Estados Unidos de
Norteamérica.
ENTREVISTA AL DR. CARLOS VIDAL LAYSECA

(Entrevista realizada al Dr. Carlos Vidal en su despacho del Rectorado, el


día martes 17 de enero de 1995)

Dr. Carlos Vidal Layseca. En primer lugar, si fuera tan amable de


decirnos ¿ Dónde estuvo usted en los años de 1960 y 1961 cuando se
iniciaron los acontecimientos que dieron lugar a la UPCH? ¿A qué se
dedicaba? ¿Qué cosa hacía Ud.?

En 1961 era profesor, que recién comenzaba, de Técnica Operatoria en la


Cátedra de Cirugía de la Universidad de San Marcos. Entré a la
Universidad de San Marcos en 1956 como ayudante de prácticas en
Cirugía Experimental y trabajé con ellos en Técnica Operatoria hasta que
en el último año, como interno, me nombraron como profesor jefe de
prácticas, categoría que hoy en día casi se ha perdido. Enseñaba en el
Hospital Loayza en el curso que tenía el profesor Víctor Baracco. Aún
siendo alumno del quinto año de Medicina me interesé y trabajé
voluntariamente con él, quien fue desarrollando un centro para la
enseñanza de Técnica Operatoria y Cirugía Experimental en la parte
posterior del hospital, inmediato al mortuorio y donde se hacían las
autopsias.

¿Cuáles son sus recuerdos sobre los primeros años de vida de la


institución?

Los primeros años, los inmediatos a la renuncia, fueron los más


interesantes y muy importantes. Se despertó un sentimiento muy grande
entre el profesorado joven de acompañar la actitud de sus profesores
mayores. Estábamos muy compenetrados con los viejos profesores, con
los mayores, respecto a lo que nosotros considerábamos una actitud
negativa pare con la Facultad de Medicina, de orden político,
definitivamente. El problema fundamental era que no nos oponíamos al
cogobierno estudiantil, como dicen algunos, sino nos oponíamos al
cogobierno indiscriminado. Nosotros pedíamos un tipo de cogobierno
selectivo con la participación de los mejores alumnos como representantes
y no con los últimos de la clase, los más politizados. Era la época en que
el APRA tenía gran fuerza y si no era ella era la izquierda
fundamentalmente. El Rector de entonces, Dr. Luis Alberto Sánchez,
hombre que respeto y he respetado siempre, tenía reacciones muy
politizadas y parcializadas al aprismo. A pesar de ser compañero de clases
del Dr. Alberto Hurtado en el colegio La Recoleta, no digo que se
sentaban en la misma banca los dos Albertos, como dicen algunos, pero él
tomó un camino muy distinto, el de seguir las indicaciones del APRA y se
propuso entronizar el aprismo en la Universidad. Cuando ingresé a la
Universidad, había mucha actividad política con preponderancia aprista.
Era vox populi que si eras aprista tenías más probabilidades de ingresar a
la Universidad. Entonces, por motivos puramente ideológicos movieron al
estudiantado con esa idea de que nosotros éramos los "trogloditas" porque
no aceptábamos la participación estudiantil indiscriminada. Nosotros
queríamos un cogobierno selectivo con los representantes con ciertas
características, por su capacidad de compromiso con el aprendizaje y que
fueran elegidos entre el tercio superior. Y eso fue considerado
anticogobierno estudiantil. La respuesta a todo lo anterior, fue un
movimiento muy interesante, sumamente interesante porque éramos
profesores jóvenes (en ese momento tenía cuatro años de profesorado y
tres como profesional), que estábamos metidos en todo ese problema y
veíamos como se desencadenaban las cosas y como los alumnos de los
últimos años, después algunos de ellos fueron amigos míos, como Antonio
Meza Cuadra, llegaron casi a lesionar físicamente al Dr. Hurtado durante
un tumulto que se formó a su salida del Decanato. Alguien lo empujó en
las grades de la Facultad de Medicina y casi cae, alguien lo agarró, si no
hubiera sido un desastre.
Pare esto en los años anteriores, el profesor Hurtado le había dado un
desarrollo especial a la Facultad. Con él se inició la dedicación exclusive
en la universidad; y, el profesorado asociado, lo que permitió que muchos
profesores de gran calidad y experiencia, como el Dr. Daniel Becerra De
la Flor, accedieran a una categoría superior en tanto que por razones
estructurales de la Facultad no podían acceder a ser profesores titulares.
Otra cosa que se logró fue el apoyo de la Fundación Kellogg pare el
desarrollo de la Facultad. La Kellogg pagó el viaje de varios profesores
pare conocer Facultades de Medicina extranjeras. Por dar un ejemplo, el
viaje de los doctores Hernán Tomes y Ricardo Sáenz, quienes fueron a
Europa y a Colombia. El doctor Carlos Monge Cassinelli, que era un
profesor muy joven, también viajó pare conocer algunas Facultades de
Medicina especiales. La Fundación Rockefeller había creado la escuela de
Cali. Una de las primeras acciones de la Fundación Kellogg fue que los
profesores conocieran ese conjunto de Facultades de Medicina. Cuando
retornaron se formó una comisión pare el desarrollo de la Facultad. Y, en
pleno desarrollo de una nueva Facultad de Medicina surgió el problema y
la oposición fue total.
Como anécdota contaré que el profesor Carlos Villarán consiguió tener el
mayor número de profesores en su Cátedra de Cirugía porque pagaba
poco. Prefería tener dos profesores que recibían 120 soles antes que uno
con 240 soles. A pesar de estas limitaciones salariales estuve muy
comprometido con la institución, sobre todo pare conseguir fondos y
ayudar en su desarrollo.

¿Fue un gran sacrificio pare los profesores?

Se pudo observar el calificado sacrificio de gran parte de los profesores.


Pare nosotros los jóvenes profesores, el desprendimiento de los profesores
a dedicación exclusiva y a tiempo completo fue un gran ejemplo. Muchos
lo dejaron todo, como los profesores Uriel García, Carlos Monge,
Armando Silicani, Enrique Fernández, Hugo Lumbreras, por citar algunos
ejemplos. Yo renunciaba a 120 soles pero tenía mi trabajo profesional. En
cambio, el salario de un profesor a dedicación exclusiva era de 14 mil
soles mensuales, y así renunciaron sin saber exactamente a dónde iban.
Luego vinieron las reuniones, las discusiones. Vivimos un ambiente muy
tenso, pero muy enriquecedor espiritualmente.

¿A quiénes recuerda Ud. como las personas cuyas participaciones


fueron decisivas en la formación de la Universidad?

Generalmente se mencionan uno, dos o tres nombres pero siempre en


estos movimientos intervienen algunas personas más.
Siempre he tratado de señalar los nombres de quienes considero como
fundamentales y básicos en la formación de la Universidad. Además de
los doctores Honorio Delgado y el Dr. Alberto Hurtado, fundadores
indiscutibles de Cayetano Heredia, el Dr. Ovidio García Rossell, hombre
extraordinario, fundador del Hospital del Tórax que ahora se llama
Hipólito Unanue, como especialista creó un centro especializado para
tuberculosis, pero además era un hombre de una gran sensibilidad
artística, pintor aficionado y apasionado por la música, fue el primer
secretario general de la Universidad. Otro hombre que marcó un hito
definitivo fue Victor Alzamora Castro. Una vez que renunciamos vino la
parálisis y fue él quien propuso la creación de la Asociación de Docentes
Cayetano Heredia para que patrocinara la fundación de una nueva
universidad (Facultad de Medicina en realidad) y no nos quedáramos sólo
en la renuncia, por supuesto con el apoyo del Dr. Hurtado. Allí aparecen
Femando Porturas y otros. Pero, fue Alzamora el que nos liberó de esa
angustia de la paralización y para una nueva universidad, que después
sería la Universidad en Ciencias Médicas y Biológicas. A propósito ésta
tenía una cláusula especial que decía así: "Esta asociación fue fundada
para la creación de una nueva universidad ...". Después, muchos años más
tarde, se olvidaron de esa cláusula porque quisieron señalar que la
propietaria de esta universidad era la Asociación de Docentes, sin darse
cuenta que en los estatutos decía muy claramente que "dicha asociación se
agotará con la creación de la universidad". Por lo tanto, esta es una
universidad sin dueño.

¿A qué otras personas más recuerda usted?

Allí estaban los profesores Enrique Fernández, Vicente Zapata, Fernando


Porturas, los doctores Jorge Voto Bernales y Hernán Tomes, entre otros, y
fueron los que se ocuparon de la transición y comenzaron la creación de la
nueva universidad.
La persecución contra la nueva universidad era real, al extremo que
habían convencido al presidente de la República, Dr. Manuel Prado para
que no la aprobara, pero se esperó estratégicamente y quien aprobó la
creación de la Universidad de Ciencias Médicas y Biológicas fue el
vicepresidente Luis Gallo Pomas, no por casualidad sino porque se
encontró el momento preciso.
¿Qué pasó con el terreno donado por la familia Soto? Inicialmente la
nueva universidad se iba a construir en ese sitio, ¿Qué fue lo que
ocurrió?

Yo no estuve enterado de eso, a pesar de estar casado con la hija de uno de


los hemnanos Soto. El primer vicerrector de la Universidad fue el Dr.
Oscar Soto48. Él y sus hermanos, ante la situación económica que tenía la
nueva universidad, hicieron un donativo de un terreno de 30,000 m 2 en
una zona que es ahora muy importante. donde está el Banco de Crédito, en
La Molina, con la única indicación, parece que no leyeron la letra chica,
que si no se construía allí la universidad el terreno revertía a la familia.
Pocos años después de todo esto, yo entré como director de Economía y
Administración de la Universidad, en reemplazo de Octavio Mongrut, que
había sido designado director general del Fondo Nacional de Salud. El Dr.
Hurtado me pidió que trabajara con él y recién me enteré del asunto. Pero,
ya habían ocurrido una serie de cosas. Con Mongrut habíamos visto el
terreno donde se iba a construir el entonces Hospital del Rímac, en un
lugar en que sólo existían chacras. La idea básica en ese entonces era que
cada Facultad de Medicina tenga su hospital, que el Hospital del Callao 49
fuese entregado en convenio a la Facultad de Medicina de San Marcos y
este nuevo hospital para nuestra universidad.
Hicimos las gestiones para que el terreno aledaño al hospital lo comprara
la Universidad a los dueños de los terrenos en mención, la Familia
Nicolini. La compra se hizo con dinero del Fondo Nacional de Salud. No
se podía expropiar a nombre de instituciones privadas. El terreno lo
compramos muy barato.
Cuando me enteré que el terreno donado por la familia Soto iba a revertir
hablé con el Dr. Soto y lo encontré profundamente resentido porque nadie
le había dicho nada. Sus hermanos habían reclamado el terreno. El Dr.
Soto me dijo que había transcurrido mucho tiempo y que nadie le refirió
que la Universidad se iba a construir en otro sitio y que de haber
sido enterado con mayor anticipación trabajado la idea con sus
48
Oscar Soto A. (1895-1987). Notable médico radiólogo. Fue uno de los precursores de la Radiología
en el país. Profesor fundador de la UPCH y vicerrector de la misma en el período rectoral del Dr.
Honorio Delgado)
49
El Hospital San Juan del Callao se convirtió en una de las bases docentes de la Facultad de Medicina
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
hermanos y que veía la situación muy difícil y no prometió nada.
Ese terreno nos hubiera servido pare muchas cosas. Incluso traté de
cambiarle los 30,000 m2 donados por 100,000 m2 a los Nicolini pero estos
no aceptaron. Los pobres pagan pero los ricos no pagan, dijeron. Una vez
revertido el terreno no hubo lugar a nada. Hubiera sido realmente una
posibilidad muy grande pare un nuevo campus en una de las mejores
localizaciones, cerca a la Universidad de Lima, a la Universidad Agraria,
etc. Revirtió, no voy a decir por descuido sino por esa menor
preocupación por ver que se hiciera realidad el donativo. Es una lástima
pero así se perdió esa oportunidad.

La Facultad de Ciencias tuvo un papel secundario al inicio, ¿Cómo se


desarrolló la llamada Facultad de Humanidades y Ciencias Biológicas
en ese entonces?

Cuando se creó la Universidad de Ciencias Médicas y Biológicas


teníamos una Facultad de Medicina, una Sección Pré-medica y una
Escuela de Postgrado como unidades operativas de la Universidad;
además, inicialmente el Instituto de Investigaciones de la Altura y,
posteriormente, se agregaría el de Medicina Tropical. En ese entonces, las
ciencias eran consideradas como premédicas pero se contrató gente muy
buena, algunos de los cuales habían estado en el extranjero, como Raúl
Ishiyama, quien venía de la Universidad de Cali; Alberto Cazorla, que era
bioquímico del Instituto de Enfermedades Neoplásicas con estudios de
postgrado en U.S.A.; Carlos Krumdieck, que venía de Estados Unidos
como Ph.D. en Bioquímica; Hugo Pereyra, pare Matemáticas; Carlos
Núñez Villavicencio en Química, etc. La Premédica era una categoría de
estudios formativos, básicos pare la formación profesional. Se creó una
Sección Premédica muy fuerte pare dar una base científica a los
estudiantes de Medicina y, sobre todo, con una característica que se ha
perdido y que era el gran número de profesores a dedicación exclusiva,
como el Ing. Núñez, Ishiyama, Krumdieck, Luque, ... y otros, y por lo
tanto tenían mucha presencia universitaria. En esa época había gente de
mucha calidad. Leopoldo Chiappo fue el director de la Sección
Premédica. Pero, muy pronto este grupo vio la posibilidad de la creación
de una Facultad de Ciencias y así se hizo cambiándose el nombre de la
Universidad a Universidad Peruana Cayetano Heredia. Y, el primer
decano de la Facultad de Ciencias fue Alberto Cazorla. Así fue, con una
característica que no se tiene ahora y que fue la docencia de los profesores
a dedicación exclusive.

Con respecto a la Facultad de Estomatología ¿Qué recuerda Ud.? Si


pudiera detallar algunos hechos.

Este desarrollo nació cuando Roberto Beltrán vino a estudiar algunos


cursos de Ciencias a Cayetano Heredia. Él había sido profesor de
Estomatología de San Marcos y creo que venía de la Facultad de Ica.
Buscaba una formación básica, empezó a seguir el curso de Bioquímica y
poco a poco fue entrando en la Universidad. Muy bien relacionado con la
Fundación Kellogg. Coincidencias como que el representante de la
Fundación Kellogg pare la América Latina, Dr. Mario Chávez, era
fundamentalmente odontólogo, y que el presidente de la Kellogg era
también odontólogo, favorecieron los sucesos posteriores. Roberto
Beltrán, gran amigo de Mario Chávez, a quien no se le puede negar su
capacidad creativa, era un consultor y planteó la posibilidad de que
Cayetano Heredia tuviera una Facultad de Odontología.
En esa época estábamos en trámites pare conseguir un préstamo de la
AID50 que al principio iba ser exclusivamente pare Ciencias. Yo era el
Director de Economía y Administración y apoyaba mucho el desarrollo de
Ciencias, pero después cuando me di cuenta que se estaba haciendo un
movimiento universitario solamente pare Ciencias le dije a don Hernán
Torres51, decano de la Facultad de Medicina en ese entonces, pare
desarrollar un programa innovador en Medicina, y poco a poco la
Fundación Kellogg se fue interesando en este programa, así que
decidimos dividir el préstamo. Pero para aprobar esto, la AID pidió un
50
AID [Agency for International Development]. Agenda pare el Desarrollo Internacional, constituida
en 1957 con el nombre de Fondo de Préstamos pare el Desarrollo. Perteneciente al Departamento de
Estado. Suele referirse las siglas USAID.
51
Hernán Tomes Rodríguez. Profesor fundador de la UPCH, maestro clínico de I Hospital Loayza de
Lima, fue el segundo decano de la Facultad de Medicina de la UPCH, de junio de 1967 a abril de
1969. Ya fallecido.
estudio de factibilidad, pare ver si teníamos potencialidad educativa y
económica pare pagar el préstamo. El préstamo surgió debido a la
necesidad de desarrollar la Facultad de Ciencias que permitiese un
intercambio con la Universidad Católica. La Fundación Ford, que ayudaba
al desarrollo de las Ciencias en dicha Universidad, sugirió que se
solicitara ayuda a la AID.
Cuando vino el grupo de AID para ver el préstamo, existía además la
solicitud para la creación de una Facultad de Odontología. En el grupo de
AID vino Thomas Hall, un especialista en Planificación de Recursos
Humanos, quien había escrito un libro cinco años antes sobre la
pertinencia de nuevas Facultades de Odontología en el Perú y objetó la
formación de esta nueva Facultad. El proyecto estuvo elaborado por un
grupo de profesores que Roberto Beltrán reunió, como Juan Bernal y
Wilson Delgado, y fue presentado dentro del proyecto universitario a la
AID. El proyecto era muy innovador, especialmente, en que la nueva
Facultad se mantendría en base de la producción de la Clínica
Odontológica. Tenía mis dudas, pero ahora reconozco que era factible y
real dicha propuesta.
Inclusive ellos propusieron construir la Clínica Odontológica donde ahora
se está construyendo el pabellón de Traumatología en el Hospital
Cayetano Heredia. Lo pusieron en el proyecto como obligación del
Ministerio de Salud. Cuando este tema se llevó al entonces Consejo de
Gobierno de la UPCH, pidieron mi opinión técnica porque yo era el
director universitario de Economía y Administración, y les dije que
técnicamente la Facultad de Odontología no tenía viabilidad; primero,
porque no teníamos el poder para presionar al Ministerio de Salud a que
construya la Clínica Estomatológica, si ya nos había dejado incompleto el
edificio de Facilidades Docentes; y, en segundo lugar, porque todo el
financiamiento se basaba en la Clínica Odontológica que no sabíamos
cuándo iba a empezar a producir. Entonces, les dije que no me pidan mi
opinión técnica sino que hiciéramos lo que siempre habíamos hecho en
Cayetano Heredia, correr la aventura de crear la Facultad de Odontología.
Todos aceptaron entrar en la aventura. Los directores universitarios,
reunidos en Consejo de Gobierno también aceptaron entrar en era
aventura. Eso sirvió para que la Fundación Kellogg hiciera efectivo el
donativo para la Facultad de Odontología.
El momento más crítico de la Universidad fue cuando el Gobierno
expropió el local de la calle Belén y tuvimos que buscar un nuevo local.
Por años no habíamos pagado alquiler pero habíamos invertido mucho.
Junto con el profesor Enrique Fernández buscamos locales. Yo insistí en
que construyéramos en vez de alquilar pero no teníamos dinero. Así que
hablé, con mi hermano mayor, Guillermo Vidal, que era el presidente del
Fondo de Jubilación Obrera y gerente general del Seguro Obrero. Solicité
un préstamo de 12 millones de soles pero no teníamos aval. Fuimos al
Patronato y no conseguimos nada. Y se nos ocurrió ir donde Octavio
Mongrut que era el presidente del Fondo Nacional de Salud y Bienestar
Social. Esta institución nos daba 10 millones de soles anualmente por un
Programa de Medicina Comunitaria y le propusimos que dicha suma que
nos iban a entregar sirviera de aval. De esta manera conseguimos el
préstamo para construir este edificio. Para esto, hicimos un concurso de
arquitectos y el Banco Interamericano nos prestó 500 mil soles para que se
hiciera un Plan Maestro de desarrollo físico de la UPCH. En el concurso,
mediante un especial puntaje, favorecimos a los arquitectos jóvenes. Así,
ganaron Orrego – Arana-Torres, jóvenes que venían de construir el
Aeropuerto. El diseño del actual edificio principal de la UPCH era la
biblioteca y les pedimos que provisionalmente lo diseñaran para servir a
todas las necesidades de la Universidad. El primer piso sería para la
administración y la cafetería, el segundo piso para las aulas y la biblioteca,
y el tercer piso para los laboratorios de Ciencias Básicas. Así se empezó a
construir y casi se terminó, pero después ya no teníamos para finalizar. El
tercer piso fue hecho a mano. Sustrajimos, prácticamente, ventanas,
divisiones de madera, carpetas, etc., del viejo local de Belén. Las paredes
fueron pintadas por los alumnos como pago de sus pensiones.
Tuvimos contratiempos para pagar las deudas con el Fondo de Jubilación
Obrera. Yo salí de la Dirección de Economía y Administración un año
antes que el Dr. Monge entrara de rector. Cuando fue rector no me llamó,
dijo que yo era muy "influenciable". Después, cuando nadie le aceptó, me
llamó y acepté nuevamente la Dirección de Economía. Al analizar las
finanzas de la UPCH le dije al rector Monge que teníamos tres meses de
vida, que íbamos a quebrar. Nos reunimos Carlos Monge, Enrique
Fernández, que era el secretario general y yo, y tomamos la decisión de
hacer de esto un problema de nosotros tres y no de la Universidad. Monge
aceptó. Estábamos quebrados prácticamente, con las cuentas en rojo, no se
había pagado ninguna cuota al Fondo de Jubilación, que había ejecutado
el aval, por tanto el dinero que nos daba el Fondo Nacional de Salud fue
retenido. Nos quedamos sin dinero, las pensiones de los alumnos
representaban menos del 10 % del total de los ingresos. En eso llegaron
700 mil soles de la Fundación Kellogg para la Facultad de Odontología.
Monge me dijo que lo devolviera, que cómo íbamos a aceptarlo si
estábamos quebrados. Le repliqué que teníamos problemas económicos
pero no habíamos quebrado aún y que la suma que había llegado podría
ser un buen refuerzo.
Aceptamos y empezó la Facultad de Estomatología. ¿Cómo conseguimos
vivir sin fondos? Hicimos una serie de gestiones. Fui con Leopoldo
Chiappo al Banco de la Nación, donde Chiappo causó muy buena
impresión al gerente general. Luego de exponer nuestro problema
solicitamos un sobregiro de un millón de soles. Nosotros habíamos ido a
pedir uno pero salimos con dos millones. Con este sobregiro empezamos a
pagar a los profesores a dedicación exclusiva, luego a los de tiempo
completo. Pero no podíamos seguir así, con un sobregiro y embargados.
Me entrevisté con el general Ibáñez, director superior del Ministerio de
Educación, y le hice el ofrecimiento de convertir la UPCH en una
universidad estatal. Estuve antes en Brasil haciendo un postgrado en
Cirugía Cardiovascular y observé que allí se creaban algunas
universidades privadas que después pedían el apoyo estatal y luego se
convertían en estatales. Le solicité una entrevista con el general Arrisueño,
ministro de Educación, y conseguí que la propuesta fuese del rector y de
los profesores de la UPCH y no sólo una propuesta mía. Con Monge y
Fernández, vestidos muy informalmente, fuimos a la cita con el General
Arrisueño. No nos aceptó en forma inmediata la propuesta, pero quedó en
contestarnos después de una semana. A la semana, negó la estatización y
nos preguntó cuánto necesitábamos, contestándole que requeríamos de 12
millones de soles para pagar nuestra deuda al Fondo de Jubilación Obrera.
Unos días después teníamos el cheque. Con dicho monto, de inmediato
fuimos a pagar la deuda, nadie sabía cómo cobrarnos y nos dieron un
recibo provisional y nos levantaron el embargo. Fue allí que llegó la
donación para la Facultad de Odontología. Les dimos el área destinada a
guardarropas de los estudiantes, en el sótano del Hospital del Rímac, en el
edificio de Facilidades Docentes, para que hicieran su Clínica
Odontológica hasta que se pudiera construir. Conseguimos que Beltrán y
Bernal fueran nombrados odontólogos del Hospital. Cuando hubo que
construir no teníamos dinero y Monge pensó en entregar todo este primer
piso del Edificio Central de la Universidad, donde ya funcionaban las
oficinas administrativas, y nosotros pasar a aquellas construcciones de
madera que eran conocidas como las "barracas", idea que no tuvo
aceptación. Sin embargo, hay que reconocer que de allí en adelante
Odontología crecería rápidamente.

Hay un aspecto poco conocido sobre las proyecciones de la UPCH por


ese entonces, ¿Qué fue del proyecto del Campus Comunal
Universitario?

Fue solamente un proyecto. No lo desarrollamos porque queríamos


expropiar todo este gran terreno a la espalda de la UPCH y del Hospital
del Rímac. El Campus Comunal Universitario se basaba en la
construcción de una serie de obras que sirvieran a la comunidad. Incluía
teatro, supermercado, iglesia, centros de desarrollo comunal y
cooperativo, canchas deportivas, emisora radial, etc. Como no se pudo
hacer la expropiación por ser una entidad privada, hicimos expropiar el
terreno de 200 mil m2 para el Hospital. Conseguimos la expropiación para
el Ministerio de Salud Pública pero sus asesores legales objetaron la
cesión del terreno. Nos decían que era muy grande para un hospital y que
construyéramos en vertical. Tuvimos que encarar al asesor legal del
Ministerio ya que probablemente había otros intereses de por medio. La
idea del Campus Comunal era avanzada para la época. Hasta nos tildaron
de comunistas. Traje a un arquitecto colombiano, el Arq. Cruz, que era
especialista en el diseño de universidades con ese sistema. Su informe
nunca fue terminado porque todas sus notas y citas con los datos que le
dimos fueron borradas por el mejor pisco peruano de una botella que le
regaló el profesor Fernández y que se derramó en la mochila en que
llevaba sus notas de la consultoría hechas a mano.

Volviendo a lo de la Universidad ¿Porqué perdió poder el Dr. Hurtado


durante su gestión rectoral?

No, no es que perdió poder sino que se deterioró ese poder. Tenemos que
ser conscientes todos los que tenemos el poder, que al final de esta
función de poder uno queda deteriorado. Es muy raro que se mantenga o
se tenga mayor aceptación al final de una gestión de este tipo. Primero el
Dr. Hurtado fue decano de la Facultad de Medicina de la UPCH y después
fue rector. En su gestión de rector, nosotros éramos directores
universitarios y formábamos el Consejo de Gobierno. En ese tiempo ya
existían algunos problemas. Por ejemplo, no había una política salarial
definida pare los profesores. A igual categoría y dedicación, salarios
diferentes; a incluso algunos de menor categoría ganaban más que los de
mayor categoría. Algunos profesores estaban a dedicación exclusive pero
en la práctica no era así. En la parte administrativa había que modificar
ciertas cosas. El manejo de la UPCH era muy personal. Los grants pare la
Universidad entraban a cuentas personales de los investigadores. Yo
empecé con algunas medidas correctivas como el que los grants fueran
depositados en cuentas de la UPCH y esto trajo mucha resistencia.
Cuando tuve que presentar el presupuesto hice incrementos pare los
profesores a dedicación exclusiva, de 14 mil a 24 mil soles, entre otros
incrementos. Y así, presenté 14 proyectos de presupuesto que fueron
rechazados por el Consejo de Gobierno, hasta que decidí presentar el
décimoquinto y ni uno más, conminando al Consejo de Gobierno que lo
apruebe, de lo contrario renunciaría. El Consejo lo aprobó pero el Dr.
Hurtado, con su exceso de celo administrativo, muy justificable, se opuso
y me señaló de querer llevar a la quiebra a la institución. Le contesté que
no quería ser señalado como tal y que renunciaba. A esta renuncia se
aunaron todos los directores universitarios. El doctor Hurtado nos mandó
decir, con su secretario, el Dr. Nicanor Carmona, que no aceptaba las
renuncias porque ya había renunciado a su cargo de rector. Chiappo, por
ser el vicerrector, quedó de rector y nosotros seguimos vigentes porque
nuestras renuncias no fueron aceptadas. En ese entonces sesionábamos en
lo que ahora es el local de los residentes en el Hospital. Al día siguiente se
presentó don Hernán Tomes y nos dijo que era el nuevo rector. Le dije que
el cargo lo asumía el doctor Chiappo en su condición de vicerrector y que
nuestras renuncias no habían sido aceptadas. Así fue. Se movilizó al
Patronato y su presidente, don Enrique Ayulo Pardo, gran amigo nuestro,
condicionó que si el doctor Hurtado no seguía como rector el Patronato no
ayudaría económicamente a la Universidad. Nos amistamos todos. Yo
estaba destacado del Seguro Social al Ministerio de Salud pero trabajaba
aquí. Tuve que regresar al Seguro y venía a trabajar solamente en las
tardes a la Universidad, pues por las mañanas lo hacía en el otro trabajo.
Le manifesté mi intención de renunciar al Dr. Hurtado y así lo hice. La
carta me fue devuelta. Seguí en la Universidad hasta que los profesores
médicos del Hospital del Rímac me pidieron que fuera con ellos. Así fue.
Es una pena. Me lastimó y aún me lastima que todo esto sucediera. Nos
llevábamos muy bien con el Dr. Hurtado hasta que tuvimos estas
discrepancias. Siempre lo estimé y lo consideré, y lo considero ahora, un
científico, un creador, un hombre muy especial. Luchábamos por lo
mismo, la UPCH, pero con diferentes propuestas.

Con respecto a la participación estudiantil, inicialmente fue pasiva y


después hubo un largo período con mucha actividad política, en la
época de los 70's, influenciados por las tendencias llamadas de
"izquierda" ¿Qué nos podría decir al respecto?

Debo aclarar que al principio la Asociación de Estudiantes no es que fuera


pasiva, fue muy activa en muchas cosas pero no estaba comprometida con
ideología alguna sino trabajaba apoyando a la Universidad. Poco a poco,
de acuerdo con los tiempos, se fue transformando en una presencia
política muy clara de grupos de la llamada izquierda, con los cuales era
muy difícil trabajar. Todo recaía sobre mí, por mi cargo de director de
Economía y posteriormente como director de Medicina Comunitaria. En
una encuesta que hizo una revista local, Caretas, nuestra Universidad tenía
una proporción mayor de estudiantes izquierdistas que la Universidad de
San Marcos. Lo que sucedía era que su pequeño número, ese 15 % de 600
alumnos, pasaba casi desapercibidos dentro de toda la comunidad
estudiantil nacional. Los estudiantes hicieron huelga en una oportunidad y
les enviamos una carta a sus padres, que eran los que pagaban sus
estudios, informándoles que sus hijos hicieron huelga y que a la próxima
cerrábamos la Universidad. Recuerdo que vino a reclamar el presidente de
la Asociación de Estudiantes de entonces, mi amigo ahora, que vive
actualmente en los Estados Unidos, y así le contesté "que eran sus padres
los que pagaban sus estudios y, por lo Canto, tenían el derecho de saber".
Como anécdota contaré que ciertos dirigentes estudiantiles se acercaron a
un ex-alumno, de la misma tendencia de ellos, y que ya era profesor, para
preguntarle si era posible que renunciáramos. Dicho profesor contestó que
nosotros éramos locos, que ya una vez habíamos renunciado masivamente
y que no vacilaríamos en hacerlo de nuevo. Ahora como rector, considero
que necesitamos una verdadera representación estudiantil, pero para ello
es necesario que todos los alumnos voten. Llegó un momento en que 10,
15 ó 20 personas elegían a la Junta Directiva de la AECH, y por último
nadie fue a votar. Allí desapareció la AECH. Necesitamos un grupo
orgánico de representación estudiantil. Por ejemplo, quiero desarrollar un
programa de becas estudiantiles y quisiera discutirlo con los alumnos. Los
representantes a la Asamblea y a los Consejos no representan
orgánicamente a los estudiantes.

¿Cómo encontró a la Universidad al hacerse cargo de ella como


rector?

En primer lugar me presentaron a la Universidad como que tenía una


administración de "pantalones largos", que antes lo fue de "pantalones
cortos", pero no es así. Que habíamos dejado de depender
económicamente del Estado, cosa con la que no estuve de acuerdo porque
nunca consideré el apoyo estatal como una subvención sino como el pago
por desarrollar el programa de Medicina Comunitaria y por la calidad de
universidad experimental. El mayor pago de los estudiantes era de 400
dólares al año cuando costaba 1 500 dólares, la diferencia la asumía el
Estado.
Encontré una serie de dificultades administrativas que estoy tratando de
corregir. He encontrado un mayor número de alumnos ingresantes pero no
se había estudiado bien el problema de las sedes docentes y de los
profesores. No sé si el mayor número de alumnos significará mayores
ingresos o mayores gastos. Encontré creada una Facultad de Medicina
Veterinaria que, mantenerla resultó muy difícil, pues, es más cara que la
Facultad de Medicina52. Se me dijo que estaba listo para construir el estar
estudiantil pero los ex-alumnos que se comprometieron en financiarla han
desaparecido literalmente. No tenemos una red de servicios
computarizados para la administración de la Universidad. Tampoco estuve
de acuerdo con lo invertido en las construcciones. Encontré una deuda de
un millón y medio de dólares por los pagos de pensiones estudiantiles y
tuvimos que hacer frente a esta situación. Pero estamos corrigiendo estos
y otros problemas y tratando de plantearnos una verdadera visión de
futuro. Esta es una universidad que siempre ha tenido problemas, los tiene
y siempre los tendrá.
52
La Facultad de Veterinaria y Zootecnia fue creada por acuerdo de la Asamblea Universitaria el I5 de
mayo de 1993. luego de tres años de estudios, durante la gestión del Dr. Roger Guetra García.
Programada para empezar sus actividades en 1994 no lo hizo. El Dr. Vidal, rector en ejercicio,
consideró no poner en marcha esta Facultad
Dr. Vidal ¿Cuál es su opinión sobre el informe de la Universidad del
Pacífico?. Dicho informe time conclusiones que no son muy favorables
a la Universidad.

Ese fue otro error. La administración anterior lo encargó antes de salir


pensando tal vez que iban a continuar y los resultados serían muy útiles
para hacer los cambios administrativos y muchas medidas universitarias.
Sólo recibí el documento de propuestas y no el de diagnóstico. Después lo
recibí, y el diagnóstico es el mismo al que nosotros habíamos llegado. En
este último documento emplearon la técnica de los informantes claves
que, contrario a lo que dicen algunos profesores que objetan el documento
por no tener una metodología científica, es un método válido en ciencias
sociales, el cual permite conocer las verdaderos opiniones de las personas
con respecto de la institución. Más de 70 profesores fueron entrevistados.
Este documento fue discutido con muchos profesores y hubo quienes lo
objetaron. El documento es bueno, su diagnóstico nos ayuda a pensar en
los problemas existentes y más graves. En cuanto a las propuestas, son
muy avanzadas. Pongo un ejemplo, en nuestra Universidad priman las
Facultades. Aplicar las propuestas del documento significa que nos
lancemos frontalmente contra ellas para establecer una nueva estructura
sin Facultades. En fin, estamos aplicando algunos elementos pero lo
hacemos con sabiduría porque hay cosas que son imposibles de aplicar en
este momento.

¿Cual es su reflexión sobre el futuro de la Universidad?

Esa es una de las preguntas más interesantes porque soy un convencido de


que esta universidad tiene que cambiar en función de lo que se puede
prever para el siglo XXI. Los cambios que se van a dar en la sociedad, en
el modelo de atención de salud, en los pacientes, en forma individual y
colectiva. No podemos seguir con más de lo mismo. Hay temas que
obligatoriamente tenemos que discutirlos. Quiero crear un grupo, que le
llamaría de "pensamiento libre", de gente sin intereses personales o de
grupo, con la que discutamos periódicamente temas educacionales, que
piensen, que planteen propuestas para que en algún momento hacer un
planteamiento pedagógico fuerte y transformador, orientado de la UPCH
hacia el siglo XXI.
Se trata de financiar a la Universidad a través de la productividad. ¿Será
posible? Hemos creado un grupo dedicado al desarrollo de la
productividad con el apoyo del Patronato de la UPCH a través de
contratos por los servicios educacionales. No podemos volver a ser
financiados por el Gobierno. En fin, muchas posibilidades y mucho por
hacer.
Tenemos mucho que hacer y poca colaboración de la gente joven. Quizás
ahora no sea posible pero espero tener ese grupo en los dos o tres últimos
años de mi gestión. Las universidades nunca se preocuparon de ser
empresas. Ahora me dicen "ustedes tienen que ser empresas" ¿Será
posible?, lo repito.

Dr. Vidal, mochas gracias por su colaboración.

Gracias a ti.
EL DOCTOR
CARLOS MONGE CASSINELLI

Nacido en 1921. Se graduó de bachiller en Medicina y médico -cirujano


en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos en abril de 1947. Hizo estudios de postgrado en los Estados
Unidos de Norteamérica, en el Departamento de Medicina del Johns
Hopkins Hospital entre 1948 y 1950. En 1953 realizó labor de
investigador en el Cleveland Clinic y en el F.E. Bunts Educational
Institute.
En 1948 inició su camera docente instructor en la Facultad de Medicina de
la UNMSM., llegando a ser profesor asociado. En 1961 formó parte
del grupo de profesores que iniciaron el movimiento que dio lugar a la
formación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
En la UPCH, se desempeñó como profesor de Medicina entre 1962 y 1985
para pasar a la Facultad de Ciencias como investigador principal,
alternando con la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami (1982-
1986). Fue rector de la UPCH en el período comprendido entre 1970 y
1973.
El Dr. Carlos Monge Cassinelli es uno de los más notables médicos
investigadores de renombre internacional. Es miembro de la Academia
Nacional de Medicina; miembro honorario del Colegio Americano de
Médicos, de la Academia de Medicina de Chile y de la Universidad de
Alabama, Birmingham, E.E.U.U. de N.A; Premio Nacional de Cultura,
Lima (1957) y Premio de Cultura Andrés Bello, Caracas (1972). Miembro
de las Fundaciones Rockefeller y Kellog en Educación Médica, de
diversas instituciones científicas internacionales y profesor visitante de
varios centros de investigación científica médica.
Es autor y coautor de unos 150 trabajos publicados en revistas nacionales
e internacionales sobre los temas que han ocupado su quehacer de
investigación, experimentales o de ciencias básicas más que clínicos:
electrolitos, riñón y principalmente los problemas derivados de la vida en
las alturas.
Hombre de anécdotas, sencillo, parco y analítico. Es decir, es un hombre
de ciencia. Es, probablemente, el científico médico más notable con que
cuenta la Medicina Peruana en el momento actual.
ENTREVISTA AL DR. CARLOS MONGE CASSINELLI

(Entrevista realizada el día lunes 23 de enero de 7995 en su oficina de la


Facultad de Ciencias y Filosofía)

Dr. Monge, ¿A qué se dedicaba en los años de 1960 y 1961 cuando se


iniciaron los acontecimientos que dieron origen a lo que ahora es la
UPCH?

Yo pertenecía al Departamento de Medicina de la Universidad Nacional


Mayor de San Marcos.

¿Qué recuerdos tiene usted de los primeros años de vida de la UPCH?

Bueno, la decisión, en lo personal, fue sumamente difícil porque yo tenía


grandes facilidades y de toda clase. En el Hospital Arzobispo Loayza tenía
una Unidad Renal y el traslado a la nueva universidad y, especialmente, al
Hospital del Rímac fue una aventura. Este hospital no estaba terminado,
por tanto no era utilizable, y la nueva universidad estaba en construcción.
Entonces, junto con el Ing. José Whitenbury tuvimos que construir nuestro
51
Los profesores que formaron la nueva escuela médica que derivó en la Universidad Peruana
Cayetano Heredia básicamente trabajaban en los siguientes hospitales: Hospital Dos de Mayo.
Hospital Arzobispo Loayza, Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas. Hospital Víctor Larco
Herrera. Hospital Santo Toribio de Mogrovejo, Hospital San Bartolomé y Hospital del Niño. En
dichos hospitales se realizaban las prácticas clínicas de los estudiantes. En 1967. la Facultad de
Medicina estableció su base docente en el recién construido Hospital del Rímac. actual Hospital
Nacional Cayetano Heredia. Esto significó que muchos de los profesores que trabajaban en los otros
hospitales, especialmente en los Hospitales Dos de Mayo y Loayza. se trasladaron o fueron
reasignados al Hospital del Rímac, y muchas veces tuvieron que dejar toda la infraestructura lograda
con gran esfuerzo.
propio laboratorio en la Universidad y fabricar las cosas. Mientras, el
nuevo hospital estuvo cerrado casi dos años. De modo que, en realidad,
desde el punto de vista académico, para mí fue muy bueno porque pude
dedicarme al trabajo de investigación pura. Pero, de otro lado, yo tenía la
Jefatura del Departamento de Medicina y era muy malo para el grupo de
trabajo no tener qué hacer.

Dr. Monge, ¿A qué persona recuerda usted cuya participación fue


muy importante en el desarrollo de la Universidad Peruana Cayetano
Heredia, aparte de los doctores Honorio Delgado y Alberto Hurtado?
La persona que lideró el traslado a esta zona de Lima fue el Dr. Carlos
Vidal. Había una oferta de la cesión de un terreno por la familia Soto, en
Monterrico, pero eso fue descartado por el beneficio de pasar a un sitio
donde la comunidad tuviese más requerimientos de carácter médico
social.

¿Cómo fue el desarrollo de la Facultad de Humanidades y Ciencias


Biológicas, que empezó como la Sección Premédica?

En realidad al comienzo no hubo tanto como una Facultad de Ciencias


sino conformada como de Ciencias Básicas porque era un requerimiento
fundamental de los estudiantes de Medicina el aprender dichas ciencias,
como se enseña en otros países del mundo, antes de ir una escuela
profesional lo hacen a una escuela pre profesional. Esto tuvo, a mi juicio,
un gran éxito al comienzo. Como ejemplo diré que los alumnos del tercer
año de Medicina de esa época preferían las presentaciones matemáticas de
la fisiología, de la cosa pragmática, exactamente al revés de lo ocurre
ahora.

Me gustaría conocer su opinión sobre un aspecto importante en la


historia de la Universidad, ¿Porqué el Dr. Alberto Hurtado perdió
poder?

El Dr. Hurtado perdió poder porque se mantuvo una tradición que venía
del Dr. Honorio Delgado y también del mismo Dr. Hurtado. Pero, al
trasladarse a un nuevo ambiente a iniciar un tipo de medicina diferente del
convencional la gente joven no estuvo de acuerdo con el gobierno de una
sola persona condicionante que era el Dr. Hurtado. Entonces, las
generaciones que ahora ya no son jóvenes, pero lo fueron en esa época,
hicieron una gran presión para cambiar el poder en la Universidad.

¿Cómo encontró usted a la Universidad cuando asumió el Rectorado?

Bueno, cuando asumí el Rectorado la Universidad estaba en una situación


difícil desde el punto de vista de que habían dos grupos, los hurtadistas y
los antihurtadistas. Yo fui solicitado por el Dr. Carlos Vidal, el Dr. Ramiro
Castro de la Mata y el Dr. Alberto Cazorla para ir al Rectorado, a lo cual
yo me opuse tajantemente pero me convencieron de que necesitaban una
persona neutra. Yo había trabajado con Hurtado durante muchos años. Y,
de otro lado, pertenecía más al grupo de los llamados antihurtadistas, sin
serlo propiamente. Era una cuestión generacional. Entonces, me vi
obligado a aceptar el Rectorado contra mi voluntad y ofrecí solamente dos
años, que los cumplí y luego renuncié.

¿Porqué renunció usted a su Rectorado?

Porque así lo prometí, yo nunca quise ser rector. No creí que yo fuera una
persona adecuada para ser rector, y acepté para hacer una transición entre
la época del Dr. Hurtado y la nueva época, y cumplí exactamente lo que
prometí.

¿Podría precisar quiénes eran los hurtadistas y antihurtadistas?

Cómo no. Lo hurtadistas, en general, eran los profesores clásicos de


clínica y cirugía, o sea el grupo médico conservador. Casi toda la plana
docente estaba con el Dr. Hurtado. Y, el grupo anti-hurtadista era el grupo
liderado por el Dr. Javier Arias Stella, el Dr. Uriel García y un grupo de
esa generación, con excepciones por supuesto. Por ejemplo, el Dr. Roger
Guerra García fue hurtadista de joven y lo sigue siendo ahora. Pero, había
un grupo de gran presión que deseaba un cambio, que el Dr. Hurtado fuese
un profesor honorario y no activo
¿Cuáles fueron las mayores dificultades que se le presentaron durante
su Rectorado?

Fueron las económicas al comienzo, el gobierno militar, el terremoto del


año 70, entre otras54. Fue una época de transición política en el país
sumamente difícil; pero, debo reconocer que el gobierno militar
reemplazó económicamente al Patronato privado 55, dándonos la misma
suma que nos entregaba dicho Patronato 56. El terremoto fue una catástrofe
que afectó mucho la economía nacional y produjo una serie de cambios de
carácter social en el país; pero, en realidad la Universidad no fue afectada
directamente por el terremoto sino indirectamente. El país fue afectado, no
la Universidad.

¿Cuál era o es su opinión sobre el cogobierno estudiantil?

Yo creo que el cogobierno carece de importancia si existe una comunidad


universitaria integrada. En la que profesores, alumnos, obreros y
empleados estén integrados; entonces, el cogobierno no tiene ningún
riesgo. El cogobierno tiene riesgos cuando un grupo de oposición al poder
quiere tomar el poder. Eso es muy diferente.

¿Cuál ha sido la experiencia que usted ha percibido sobre la


participación estudiantil en las instancias de gobierno de la
Universidad?

Yo creo que el estudiantado de la Universidad Peruana Cayetano Heredia


ha sido bastante pasivo. El estudiantado de Cayetano Heredia no ha
54
El 31 de mayo de 1970 ocurrió un sismo al norte de Lima. En las horas siguientes y presagiándose la
magnitud del sismo, partió un contingente de médicos. alumnos y técnicos de la UPCH a la zona de
Huarmey. La participación de la Universidad fue muy activa en los días siguientes para la atención y
organización de las poblaciones afectadas. Se estima en 70 000 muertes ocurridas a consecuencia de
dicho sismo en el Callejón de Huaylas [Ancash].
55
El Patronato de la nueva universidad se había constituido el 16 de octubre de 1961 y estaba
conformado por destacados empresarios nacionales que habían seguido de cerca lo ocurrido en la
Facultad de Medicina y se identificaron con los principios que llevaron a formar una nueva escuela
médica. Su fin primordial fue el de asistir económicamente a la Universidad en caso de ser necesario.
Su primer presidente fue el Sr. Enrique Ayulo Pardo).
56
El aporte del Gobierno Central. durante el gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado, a la
UPCH
jugado un papel importante en la conducción de la Universidad o en la
manifestación de su manera de pensar. Ha sido un estudiantado muy
pasivo. Recién en los últimos años se nota que el estudiantado está
interesado en la Universidad, no sólo en pasar el examen a irse al
extranjero que ha sido la norma.

Pero en los años 70's hubo un fuerte movimiento de izquierda entre


los estudiantes de Cayetano Heredia.

Debo decir que ese movimiento de izquierda fue más de tipo emocional,
digamos hormonal, que filosófico, y le voy a decir porqué. Porque a mí
me hicieron una huelga los estudiantes de izquierda por primera vez en
Cayetano Heredia, una huelga de dos horas. Entonces, yo pasé una carta a
los padres de familia y a todo el personal de la Universidad diciéndoles
que había una huelga y que tenía absoluto apoyo del Consejo
Universitario para cancelar la Universidad para siempre en la próxima
huelga. Esto produjo una explosión de espanto entre los padres de familia
y, entonces, dije que podía cambiar de sistema, que a aquellos estudiantes
que pagaban su pensión trabajando les podía pedir excusas pero no a
aquellos cuyos padres les pagaban la pensión. Ellos eran rebeldes en una
forma, que me parecía a mí, totalmente irracional. El estudiantado
comprendió mi punto de vista y dejó la huelga.

¿Qué le hubiese gustado realizar durante su gestión rectoral y no


pudo hacerlo?

Desde mi punto de vista, la verdad, no puedo responder porque yo nunca


fui rector. Yo acepté el Rectorado en forma simbólica y en una época muy
familiar, en la cual la Universidad era pequeña, era gobernada en forma
familiar y las cosas transcurrían desde un punto de vista de organización

El 26 de setiembre de 1972. el Sindicato de Trabajadores de la UPCH (SUTUPCH) acordó ir al paro


en apoyo del paro organizado por los trabajadores. profesores y estudiantes de la Universidad Agraria.
En asamblea realizada el 25-9-72. los estudiantes de la UPCH decidieron apoyar el paro convocado
por los trabajadores. El rector. Dr. Monge. informó al Consejo Ejecutivo de lo sucedido, y del carácter
político de los hechos, y envió una carta a los padres de los alumnos en donde se mencionaba la
posibilidad de recesar indefinidamente la Universidad en caso de persistir en rebeldía. Esta carta a sus
padres enardeció a los estudiantes.
casi espontánea, natural. No había forma de planificar nada. Era un
momento en que la Universidad era todavía un estado de creatividad. No
es como ahora que ya se puede hacer planes y hacer las cosas.

¿Cuál sería su reflexión sobre el futuro de la Universidad?

La única solución que yo le veo a la Universidad es que entre estudiantes


y profesores jóvenes la lleven a una conducción que no tiene que ser
revolucionaria sino una conducción producto del interés en la institución.
Si los estudiantes y los profesores jóvenes se interesan por la institución,
ellos pueden influir, presionar, pero no necesariamente rebelarse. Pero, no
soy muy optimista porque el nivel académico de Cayetano Heredia está
disminuyendo a pasos agigantados a pesar de que muchos de mis amigos
dicen que no.

Bien, ¿Quiere Ud. agregar algo más?

Cómo no. Pienso que la mejor forma de hacer progresar a una institución
es identificar a las personas productivas y darles a ellos poder, fuerza y
apoyo económico. Pero, cuando se trata de una seudodemocracia en que
productivos o no productivos tienen la misma ventaja, la Universidad no
puede confiar en nadie. Hay pocos en Cayetano Heredia que son de
excelencia internacional, pero esos pocos pasan desapercibidos desde el
punto de vista administrativo.

Gracias Dr. Monge por su colaboración.

Buenas preguntas. Gracias.


EL DOCTOR
ALBERTO CAZORLA TÁLLERI

Nacido en Lima en 1925. Graduado como bachiller en Medicina y


médico-cirujano en la Facultad de Medicina de la UNMSM, en 1953.
Realizó estudios de Postgrado en el Departamento de medicina, División
de Química de la Universidad de Chicago, Illinois, EEUU de NA, en 1955
y en los laboratorios Woods Hole, Massachussets.
Se inició en la carrera docente en 1946 como ayudante de la cátedra de
Bioquímica en la Facultad de Medicina de la UNMSM. Entre 1962 y 1964
desempeñó la Jefatura del Departamento de Investigaciones del Instituto
de Nacional de Enfermedades Neoplásicas.
Profesor principal desde 1962 de la Sección de Bioquímica, del
Departamento de Ciencias Fisiológicas. Fue decano de la Facultad de
Ciencias y Humanidades de la UPCH (1967-1969), jefe del Departamento
de Ciencias Fisiológicas de la UPCH (1972-1976). Rector a.i. de la UPCH
(marzo de 1976 - octubre de 1977) y rector electo para el período 1984-
1989.
Asistente a diversos cursos, congresos y seminarios en las áreas de
Bioquímica y Educación Médica. Autor y coautor de numerosos trabajos
publicados en revistas locales y extranjeras.
Entre otras distinciones, obtuvo el Grado de Gran Oficial tanto de la
Orden Daniel A. Carrión (1985) como de la Orden Hipólito Unanue
(1986).
Miembro de la Academia Nacional de Medicina, de la Academia Nacional
de Ciencias del Perú, de la Sociedad Peruana de Bioquímica, de la
Sociedad Peruana de Química, etc. Presidió la Academia Nacional de
Medicina en 1990, cargo que tuvo que dejar al año siguiente al ser
nombrado Embajador de la República Peruana en México, lo cual
desempeñaría hasta 1996.
Hombre amable, afable, distinguido, buen amigo y buen conversador.
Hombre de ciencia también.
ENTREVISTA AL DR. ALBERTO CAZORLA TÁLLERI

(México D.F., 28 de febrero de 1995)

Dr. Alberto Cazorla, ¿Dónde estuvo Ud. en los años de 1960 y 1961 al
ocurrir los acontecimientos que dieron origen a la UPCH?

Desde 1957 era subjefe del Departamento de Investigaciones del Instituto


Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN). No era profesor de la
Facultad de Medicina de San Fernando, de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos. En los años 60 y 61 seguimos, desde el Instituto,
con sumo interés y preocupación los acontecimientos que venían
ocurriendo en nuestra alma mater. Gran parte de los profesionales del
Instituto eran profesores de San Fernando y nuestro apoyo a sus maestros
era pleno.

¿Cuáles son sus recuerdos de los primeros años de la Universidad?

Ingresé como profesor principal de Bioquímica, concursando, en la


Universidad, en el año de 1962. Había viajado a la entonces Unión
Soviética al Congreso Internacional de Cancerología y tuve que regresar
con urgencia en el mes de junio para "hacer" los inexistentes laboratorios
de prácticas y armar el curso de Bioquímica que se dictó en el segundo
semestre de ese año. En el laboratorio había espacio y mesas de prácticas
vacías, ningún equipo ni material de vidrio. Sólo estábamos el Dr. Alberto
Parodi, el Dr. Ramírez, don Manuel Panta y don Francisco Quispealaya.
Gracias al apoyo del Dr. Enrique Fernández, maestro entre otras cosas
para resolver problemas, compramos mecheros nacionales muy buenos,
improvisamos estatores con varas de acero de construcción, conseguimos
pipetas, tubos, colorímetros y fotocolorímetros, balanzas y centrífugas,
etc., etc., prestados de laboratorios amigos y fuimos completando todo lo
que se requería para las prácticas de Bioquímica. Al año siguiente, gracias
al apoyo de la Fundación Rockefeller, nuestro laboratorio era ya uno
moderno y bien equipado. En él hacíamos docencia y continuábamos
algunos temas de investigación que trajimos del INEN. Fueron años de
entrega total, de sacrificios y de esperanzas que después se vieron
justificados. El sacrificio siguió y sigue. Pero las esperanzas cumplidas y
las subsiguientes, que fueron apareciendo al calor de lo logrado y que a su
tiempo han ido cumpliéndose, transformaron los sacrificios en
satisfacciones vitales. En 1964, dejé definitivamente el Instituto Nacional
de Enfermedades Neoplásicas, posición segura, por la "aventura" de
Cayetano Heredia. Conté con el apoyo de mi mujer y de mis hijos que,
felizmente, me han secundado siempre. El sacrificio se transformó en
satisfacción académica y "realización personal", como dicen ahora, pero
prefiero decir en plenitud de vida.

¿Qué nos puede decir del desarrollo de la Facultad de Ciencias?

La Facultad de Ciencias y Humanidades, ahora y de Filosofía antes, tuvo


su origen en la antigua Sección Premédica» que era la única parte de ella
cuya existencia plena se señalaba en los Estatutos de la Universidad
Peruana de Ciencias Médicas y Biológicas, nombre inicial de nuestra
institución. Pero, los profesores de Ciencias y de Medicina, unidos bajo el
liderazgo de Mariano Querol y Leopoldo Chiappo, y con la participación
de alumnos distinguidos, principiamos a estudiar nuestra universidad y el
concepto de universidad, y el papel de ella en la sociedad 58. Fue un trabajo
arduo. Confieso que más aprendí que aporté en la comisión que se formó
para ese efecto. De ella salió la propuesta de la Universidad

Se refiere al movimiento de Renovación Universitaria constituido por profesores y alumnos que se


gestó en 1967 y trató de redefinir a la naciente universidad. Luego de varias reuniones. se nombró un
comité para que redactara un informe final que fue el texto Planteamientos Fundamentales de la
Renovación Universitaria. Dicho comité estuvo integrado por los doctores Mariano Querol. Alberto
Cazorla. Ramiro Castro De la Mata. Leopoldo Chiappo. Enrique Fernández, Carlos Krumdieck.
Carlos Monge, Federico Moncloa. Hugo Lumbreras. Susi Roedenheck. Carlos Vidal, Fernando
Samanez. Víctor Valdivia. Rafael Yockteng. Rafael Acosta. Edmundo Beteta. Víctor Puente Arnao: los
ingenieros Hugo Pereyra y José Whittenhury; y. los alumnos Renato Alarcón y Eduardo Barriga.
Peruana Cayetano Heredia, sin adjetivos. Quedó así constituida, con la
Facultad de Ciencias y Humanidades, que tenía a su cargo los estudios
generales y la Facultad de Medicina, con su Escuela de Postgrado. Los
estudios de postgrado en Ciencias se iniciaron dentro de la Facultad a
través de convenios con el Instituto Venezolano de Investigación
Científica y con la Universidad de Johns Hopkins.
Fui el primer decano de la Facultad de Ciencias. Me eligieron casi por
unanimidad. In pectore, pensaba que debió elegirse a Carlos Krumdieck,
quien dentro de la comisión mencionada había trabajado mucho y con
acierto en la estructuración por departamentos de nuestra casa de estudios.
Olvidaba decir que todos los trabajos de la comisión, después de
presentados al Consejo Universitario, fueron publicados en un libro
titulado "La Renovación Universitaria”, el cual, pienso, siempre debe
consultarse.
La Facultad de Ciencias y Humanidades siguió creciendo. Se creó la
Sección de Psicología en el Departamento de Humanidades; y, se inició la
docencia y la investigación en este campo cuando Enrique Femández era
rector. En alguna época, con apoyo de la Universidad Johns Hopkins,
primero, y de la Fundación Ford, después, desarrollamos los programas de
Maestría en Ciencias que, posteriormente, de acuerdo al nuevo estatuto
pasaron a la Escuela de Postgrado de la Universidad y se extendieron a los
del Doctorado. El apoyo que la Facultad de Ciencias brindó y brinda a las
de Medicina y Estomatología, su propia vida en la formación de
científicos y profesionales, su producción en la investigación científica y
humanística y la calidad de los jóvenes profesores, egresados de nuestras
aulas y con postgrado en el extranjero o herediano, señalan su importancia
en la vida de la Universidad.

Y, ¿Sobre la Facultad de Estomatología?

La Facultad de Estomatología, es la más nueva de nuestros claustros. Fue


gestada gracias al Dr. Roberto Beltrán, que asistía a clases de Bioquímica
y de Farmacología en nuestras aulas siendo ya profesional, y a un grupo
de jóvenes odontólogos. Contó con el apoyo inteligente de don Alberto
Hurtado y fue aprobada, después de evaluar el proyecto, por el Consejo
Universitario. Fue un acierto. Hoy es, a mi entender, la escuela más
pujante de la UPCH.
¿Por qué el doctor Alberto Hurtado perdió poder?

Hubo, pienso yo, momentos de discrepancia generacional que llevaron a


enfrentamientos, no lo suficientemente graves como para romper la
unidad institucional, que salió robustecida cuando el profesor Hurtado fue
reelegido rector. Dejo constancia que pertenecía al grupo discrepante. Y,
agrego que, pese a ello, nunca esas diferencias en los Consejos o
Asambleas Universitarias interfirieron en la buena marcha institucional.

¿Cuál era su opinión sobre el cogobierno estudiantil?

Por lo general, las cosas humanas no son buenas o malas en abstracto.


Hay que hacer el análisis dentro de una realidad dada. Cuando maestros y
estudiantes coinciden en los fines de la universidad y trabajan de consuno
para alcanzarlos, la representación estudiantil es útil y, diría, necesaria,
como ocurre en nuestra institución. Pero, cuando obedece a maniobras de
política partidaria, cuando se usa para alcanzar el poder político,
olvidando los fines de la Universidad, es nefasta y puede ser nefanda.

¿Cuál fue el grado de participación de la representación estudiantil


durante su gestión?

Tanto durante el período de mi rectorado interino como en el segundo para


el que fue elegido, mis relaciones personales a institucionales con los
estudiantes fueron óptimas. Su presencia en el Consejo Universitario fue
siempre importante y madura. Sus intervenciones sirvieron, muchas veces,
para cambiar rumbos en temas de interés universitario y para defender a
sus compañeros en los pocos casos en que esta situación se hizo necesaria.
A través de la Dirección de Asuntos Estudiantiles, donde eran mayoría y
que dirigía, y dirige, el Dr. Pedro Muñoz Carbajal, se organizaron
campeonatos deportivos, club de danzas, de fotografía y otras actividades
sociales y culturales. La Tuna que, en nuestro rectorado interino,
habíamos reorganizado siguiendo el entusiasmo del ahora Dr. Pedro
Guibovich, siguió creciendo. Pero, en las otras Direcciones Universitarias
también prestaron su amplia colaboración. Nunca se impidió la actividad
política del estudiante y se ventilaron discrepancias y coincidencias
abiertamente y con altura.
En la crisis económica del año 1989, el apoyo de los estudiantes fue
invalorable. Sin ellos, quizás, la Universidad habría desaparecido. Dejo
constancia de que cuando fui elegido rector, y permítaseme este rasgo de
pueril orgullo, obtuve el 80% de la votación y un 20% de abstención.
Abstención anunciada por la mayoría de la representación estudiantil.
Entre ellos, había un gran número de alumnos que, después, fueron
excelentes colaboradores.

Al hacerse cargo del Rectorado ¿Cómo encontró la Universidad?

La respuesta no es simple. Nunca la situación económica de la UPCH ha


sido buena. Siempre vivimos al filo de la navaja. Al hacerme cargo del
Rectorado el país no había alcanzado los grados de inflación que durante
mi período alcanzó y el apoyo del Estado para becas estudiantiles cubría
alrededor del 40 % del presupuesto. Lo demás se cubría a través de
ingresos por administración de trabajos de investigación, por donativos,
por servicios y por pensiones estudiantiles.
En lo referente a infraestructura física, la Universidad había comenzado a
crecer desde que, en 1967, bajo la administración del Dr. Hurtado, se
diseñó el campus universitario y se construyó el Edificio Central de la
Universidad, gracias a la visión del Dr. Carlos Vidal que, en ese entonces,
era director de Economía. Durante el período del Dr. Homero Silva se
construyó el pabellón de aulas y se principió a construir la Biblioteca
Central, gracias al apoyo del Banco Continental del Perú. Con un donativo
de la Fundación Kellogg, si no me equivoco, se construyó el casco de la
futura Clínica Estomatológica. La vida académica y la proyección social
de la Universidad seguía su curso.

Según su consideración, ¿ Cuáles fueron los principales logros de su


gestión rectoral ?

La pregunta parece difícil. ¿Es una invitación a la autoalabanza?


Ciertamente no, porque lo logrado, que no fue poco, no fue obra mía sino
de la comunidad herediana. De sus Facultades, de sus Institutos, de sus
Departamentos, de sus Direcciones Universitarias, de sus profesores, de
sus estudiantes; en suma, de la capacidad de los hombres y mujeres que la
conforman. Y no juego a modesto, porque no lo soy, juego a honesto.
Reconozco que tuve un mérito: supe oír y consultar con humildad. Supe
unir en la medida de lo posible y apoyar a todos los que tenían propuestas
acertadas. Las decisiones finales nunca fueron hechas por mí sino por
acuerdo del Consejo Universitario, cuyas decisiones nunca manipulé y
siempre acaté. Tuve como vicerrectores a dos maestros extraordinarios,
Ramiro Castro de la Mata y Naldo Balarezo. Sin ellos poco habríamos
hecho.
Una de las características de nuestra universidad es la continuidad en la
acción. Donde, de esa tradición, seguimos los proyectos de la
administración anterior. Avanzamos en la construcción de la Biblioteca
Central hasta donde los fondos lo permitieron y la pusimos en marcha.
Gracias al apoyo de la Fundación Kellogg y a otras instituciones, que
apoyaron los proyectos de la Facultad de Estomatología, se terminó la
construcción, se equipó la Clínica Estomatológica y se puso en servicio, lo
que fue un éxito de la Facultad y no del rector.
En lo académico, se llevó a cabo el curso de Maestría en Salud para 20
profesores de la UPCH, que se había propuesto y que dictó el Sparkman
Center de la Universidad de Alabama en nuestro campus. La Maestría en
Administración de Salud, apoyada por la fundación Kellogg, fue aprobada
y puesta en funciones. Nada de lo pendiente se dejó.
En lo económico-financiero, se convocó nuevamente al Patronato
Económico de la Universidad que había estado desactivado por más de
quince años. Se fundó la Asociación Civil Cayetano Heredia y se convocó
a los ex-alumnos residentes en Estados Unidos, quienes contribuyeron a
través del PAEF " al mantenimiento de la Universidad. Sin el Patronato, la
Asociación, nuestros ex-alumnos y los alumnos, no habríamos podido
sobrevivir a la crisis de 1988. En estos afanes, como en otros, Enrique
Cipriani, director de Promoción Económica, fue una ayuda invalorable.

Peruvian American Endowment Fund Inc. (PAEF). organización creada por algunos de los ex-alumnos
de la UPCH que radican y trabajan en los Estados Unidos de Norteamérica. Ocurrió el 30 de marzo de
1990 en el restaurante El Tumi de la ciudad de Miami. Florida. Estados Unidos de N.A. El objetivo
fue reunir fondos tanto de contribuciones personales como institucionales. Con dichas contribuciones
se creó un fondo intangible cuyos intereses podrían ser usufructuados por la administración de la
UPCH
En lo académico, se fundó la Escuela de Postgrado Universitario. La
dirigió mi entrañable amigo Ernesto Salem, con gran acierto. Los
programas de Maestría en Ciencias y el Residentado Médico pasaron de
las Facultades a ella. Después se incorporó la Maestría en Administración
de Salud. Se elaboró los planes para el Doctorado en Ciencias y la
Maestría en Medicina. El Doctorado en ella siguió en su modalidad no
escolarizada. En Estomatología, se siguió con el Residentado. Se fundó la
Editorial Cayetano Heredia, no recuerdo si exactamente con ese nombre, a
cargo del Dr. Enrique Fernández, y se reinició la publicación de la revista
Acta Herediana, que había sido paralizada después de mi rectorado
interino. Varios libros y folletos fueron publicados, de Ciencias. Medicina
y Humanidades. Recuerdo las obras de Chiappo sobre Dante y El Infierno;
un libro sobre Nutrición y Gastroenterología de Alberto Ramírez Ramos;
las tesis de Doctorado y Bachillerato en Medicina, editadas por Roger
Guerra García; la de Maestría en Ciencias, editada por Alfonso Zavaleta;
la publicación de las conferencias en el Centenario de Carrión, editada por
Raúl Ishiyama, etc, etc. El apoyo de CONCYTEC, que presidía el Ing.
Carlos Del Río, fue invalorable; pues, entre otras obras pudimos publicar
las Obras Completas del Dr. Carlos Monge Medrano, en cinco tomos,
debidas al amor y dedicación de la Sra. Dora L. de Bigio, etc.
Por la Dirección de Investigación, a cargo del actual vicerrector, Dr.
Alberto Ramírez Ramos, se potenció el fondo para investigación, se formó
la Comisión de Bioética y se comenzó el registro de proyectos de
investigación que aún prosigue. Anualmente, se organizaron las Jornadas
Científicas Heredianas, en el mes de setiembre, que fueron iniciadas
durante mi rectorado interino gracias al esfuerzo de Hugo Lumbreras y
Humberto Guerra. Se creó el Centro de Estudios Preuniversitario (CEPU),
por acuerdo de la Asamblea Universitaria, que estuvo a cargo de la Dra.
Graciela Risco de Domínguez. Se apoyó decididamente a los Institutos de
Investigación de la Universidad y se crearon dos nuevos: el de Población
y el de Investigación en el Campo Social.
Gracias a Enrique Cipriani, Abraham Vaisberg y Graciela Risco de
Domínguez se inició lo que ahora se llama el Campus de Miraflores, al
adquirirse el local de "Hontanar" en la Av. Armendáriz. Desde esos años,
ya se pensaba adquirir la casa vecina sobre la misma avenida condiciones
económicas que se nos vinieron encima lo hicieron imposible. Se
comenzó la construcción de la Clínica Médica Ambulatoria (CLIMA),
responsabilidad de la Facultad de Medicina con su decano el Dr. César
Torres, con el Dr. Oscar Situ y el alma del proyecto, el Dr. Enrique
Cipriani. La Facultad de Ciencias y Filosofía, con su decano Abraham
Vaisberg, comenzó la construcción del edificio de la Facultad. El CLIMA
ya se inauguró y está en funciones; y, la Facultad de Ciencias acaba de
poner en marcha los laboratorios de investigación y desarrollo, y la
construcción prosigue. Y, se hizo más pero no se trata de repetir mis
memorias anuales, aún no publicadas, pero que están en el Libro de Actas
de la Asamblea Universitaria.

¿Cuáles fueron las principales dificultades de su gestión rectoral?

Básicamente, los problemas económicos en el último año. La inflación


creciente y galopante explotó con el "paquetazo" de setiembre de 1988. La
presión justificada del sindicato y su incomprensión para obtener una
solución gradual colocaron a la Universidad en situación gravísima.
Gracias al Patronato, a la empresa privada, al apoyo de la Asociación de
Estudiantes, recuerdo al alumno Montori con afecto, a los ex-alumnos en
Estados Unidos, a los profesores que postergaron sus legítimos reclamos,
a don Isidoro Gamarra, ex-secretario general de la Confederación General
de Trabajadores del Perú (CGTP), que supo hacer entender a los
trabajadores la gravedad de la situación, pudimos sacar a la Universidad
de la quiebra y dejar un remanente económico para sobrevivir, con
austeridad por cierto, durante 1990.

¿Qué cosas le hubiera gustado realizar durante su gestión?

Pienso que la Universidad debe crecer diversificándose. Durante nuestro


período incorporamos a la Escuela Nacional de Enfermeras y a la Escuela
de Enfermeras del Hospital Naval. Y, reincorporamos a la Escuela de
Enfermeras de la Clínica San Felipe, dentro del Sector Salud. No
logramos la creación de la Maestría en Educación y Ciencias, a nuestro
entender, de enorme importancia pues los graduados en Educación en
muchas universidades a institutos conocen mucho de pedagogía, de
administración, de currículos, etc., etc., pero no siempre lo suficientes de
los contenidos de las ciencias que deben transmitir en el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Fracasé también en lograr la formación de un centro de idiomas en la
UPCH. No sólo para nuestros estudiantes sino, principalmente, para la
comunidad vecina: cientos de jóvenes de Comas, El Naranjal, San Martín
de Porras, etc., etc. deben viajar a Lima o a Miraflores para estudiar
idiomas. Una locura.
Por último, y esto escandalizará a más de uno, iniciamos conversaciones
con la Marina para comenzar, a través del Sistema Industrial de la Marina
(SIMA) y con el apoyo del convenio UPCH-Universidad de Trieste, la
carrera de Ingeniería Naval. También fracasé. No logré el apoyo
necesario, el "complejo de médico" nos impidió crecer y diversificamos.
Allí están las propuestas.

En líneas generales, ¿Cómo juzgaría su gestión rectoral?

No soy capaz de juzgarme.

¿Cuál sería su reflexión sobre el futuro de la UPCH?

El futuro inmediato, con Carlos Vidal en el rectorado lo veo claro. Para el


mediato quiero hacer una reflexión final. Pienso que los que creen que la
juventud siempre tiene la razón es por que la han perdido, la una o la otra;
y, por otro lado, soy de los que creen trastocando el refrán "Que más sabe
el diablo por diablo que por viejo". Un balance adecuado de gente madura
y de jóvenes "diablos" es indispensable para el futuro de la Universidad.
Con ellos se logrará que los ideales heredianos se perpetúen. Y, algo
indispensable no adjetivar a la Universidad, permitir y favorecer su
diversificación en función de los intereses de la patria y pensar siempre
que "Spiritus ubi vult spirit"60
60
“Spiritus ubi vult spirat. "El Espíritu sopla por donde quieré'. Lema que corona el escudo de la
UPCH. Tomado por el Dr. Honorio Delgado del Evangelio de Juan. Alude a la fuerza o capacidad del
conocimiento para difundirse. Fue dado a conocer en uno de los momentos más álgidos del cisma de
la Facultad de Medicina.
EL DOCTOR
ROGER GUERRA GARCIA CUEVA

Graduado de bachiller en Medicina y médico-cirujano en la Facultad de


Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en 1958. Fue
asistente de investigación en el Instituto de Biología Andina de la
UNMSM, entre 1959 y 1961. Becario de los Institutos Nacionales de
Salud, de los Estados Unidos de Norteamérica, para adiestramiento en
Endocrinología en The Mount Sinai Hospital de New York, entre 1962 y
1963, investigador asociado del Departamento de Bioquímica de la
Universidad de Boston.
Ocupó el cargo de director de Planificación de la UPCH (1969-1970), fue
jefe del Laboratorio de Endocrinología del Instituto de Investigaciones de
la Altura, de la UPCH (1971-1976) y director de este instituto para los
períodos 1971-1980 y 1987-1989.
Fue el director fundador de la revista Acta Médica Peruana (1972-1973) y
un conocedor del problema de las publicaciones como fase final de la
investigación en países como el nuestro.
Fue presidente de la Sociedad Peruana de Endocrinología (1970-1971 ),
presidente del Consejo nacional de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC)
(1980-198_5), viceministro de Educación del Perú (1984-1985) y
miembro titular de Academia Nacional de Medicina (1988). Ha recibido
varias distinciones, entre ellas la Medalla de Honor del Colegio Médico
del Perú, 1981 y 1993.
Autor, coautor y editor de algunas publicaciones, entre libros y artículos,
relacionados con temas endocrinológicos, con la vida en las alturas,
estudios de población y salud reproductiva.
Fue rector de la UPCH entre 1989 y 1994 y congresista de la República
entre 1996 y 2000.
Hombre distinguido, organizador, administrador y bien intencionado.
ENTREVISTA AL DOCTOR RÓGER GUERRA GARCÍA CUEVA.

Entrevista realizada al Dr. Róger Guerra García, el día martes 24 de enero


de 1995 en la oficina del PROSAR, Hospital Loayza..

Dr. Róger Guerra García, ¿ A qué se dedicaba usted en los años de


1960 y 1961 cuando ocurrieron los acontecimientos que dieron origen
a la UPCH ?

Yo era médico, con años de ejercicio, y practicaba la Endocrinología al


lado del Dr. Javier Correa Miller en el Hospital Arzobispo Loayza y en el
Instituto de Biología Andina que dirigía el profesor Alberto Hurtado. Los
años de 1960 y 1961 ya fueron de inquietud mayor.

¿Cuáles son sus recuerdos de aquellos años cuando ocurren los


acontecimientos, el movimiento de los alumnos, reclamando por el
cogobierno estudiantil y todo un profesorado que se oponía? ¿Nos
podría relatar su experiencia de esos años?

Sí, como mucho gusto. Es vívido el recuerdo del liderazgo colegiado,


podríamos decir, de Alberto Hurtado y Honorio Delgado. Y los pongo en
ese orden porque fue Hurtado quien convenció a Delgado de que aceptara
el Decanato a inicios del año 61, después de los cinco años de Decanato
del propio Hurtado. Recuerdo una solidaridad pocas veces vista en estos
lugares, y esto lo veo muy claro y ligado a la vigorosa personalidad de los
dos líderes. Recuerdo también los aportes, sus sacrificios, el desinterés. Se
sabe poco, por ejemplo, ya no se recuerda, que 40 ó 50 profesores de
Clínicas, de servicios distinguidos, aportaron durante los primeros meses,
quizás el primer año, una suma importante de dinero, creo que eran 200
dólares mensuales cada uno y que fue con este dinero que se pagó a los
profesores a tiempo completo. También es bueno recordar el trabajo de
distinta índole de varios profesores, los aportes del Patronato Económico
de la Universidad, el rol del Dr. Carlos Muñoz Torcello en ello, el reunir
los recursos, de gestionar locales. Fueron, realmente, años muy intensos.
Hay que remarcar que en toda esta actividad participó el grupo estudiantil,
de manera que, codo a codo, como lo dice Renato Alarcón en su excelente
trabajo publicado en Acta Herediana, profesores y alumnos gestaron la
nueva Universidad.

¿Podría precisar algunos nombres más de alguna otras personas cuya


participación fue decisiva en la formación de la Universidad y en el
desarrollo de los primeros años?

Además de los líderes ya mencionados, Hurtado y Delgado, creo que es


justo recordar a don Hernán Torres, quien luego fue el segundo decano de
la Facultad de Medicina, un hombre vigoroso, era uno de los
representantes de la Facultad de Medicina al Consejo Universitario de San
Marcos, junto con Delgado y Hurtado. Fue ese trío que tuvo que ver
mucho con esto. Ya mencioné antes la participación del Dr. Carlos Muñoz
Torcello. Ahora debo hacerlo del Dr. Octavio Mongrut, quien era el
asistente del decano y figura importante. Creo también justo recordar a
Javier Arias Stella; pues, siendo ministro de Salud pocos años después, su
participación fue muy importante para que el nuevo Hospital del Rímac,
así se llamaba entonces, ahora Cayetano Heredia, fuera asignado a la
Universidad como una unidad docente modelo
61
Renato D. Alarcón. Elitismo o Populismo: La Universidad Peruana Cayetano Heredia Frente al Siglo
XXI. Acta Herediana abril-setiembre 1991; 11: 46-62. El doctor Alarcón es miembro de la Promoción
Alberto Hurtado. 1965, y actualmente es profesor principal del Departamento de Psiquiatría, Escuela
de Medicina, Universidad de Alabama. Birmingham. EEUU de NA). El artículo del cual se hace
referencia es un vívido testimonio de quien viviera los acontecimientos, de un alumno que se trasladó
a la nueva escuela médica aún en ciernes).
62
El Dr. Javier Arias Stella, profesor fundador de la UPCH. renombrado patólogo. fue ministro de
Salud durante el gobierno del presidente Arq. Fernando Belaúnde (1963-1968). Durante su gestión
ministerial se inauguró el Hospital del Rímac en 1968. A partir de abril de 1969 empezó la atención
docente-asistencial en dicho hospital.
¿Qué otros recuerdos tiene Ud. de aquellos años, de los primeros
locales de la Universidad?

El primer local de la Universidad fue el de la Academia Nacional de


Medicina, en la calle Urrutia, en el Jr. Camaná 63 . Pues fue allí donde
trabajó el rector, el decano, y allí crecieron los primeros recursos, etc.
Luego se alquiló el local de la calle Belén 64 y allí se enseñó la Premédica y
allí estaban los laboratorios de lo que se llamaría hoy la Facultad de
Ciencias. Las ciencias clínicas se hacían en los hospitales
correspondientes, en los mejores servicios que estaban dirigidos por
nuestros profesores, prestigiosos médicos que trabajaban en la antigua
Facultad de Medicina de San Fernando. Creo que es importante el hecho
de que allí, en el viejo local de Belén, estuvo reunido un grupo de
profesores que después conformarían la Facultad de Ciencias. Porque, sin
duda, aquello les dio muchas horas de diálogo, de reflexión, de
conversación, que constituyeron luego el origen de la Facultad de
Ciencias.

En los primeros años de la Universidad, que fueron muy difíciles, el


Dr. Hurtado tuvo un liderazgo único, particular; sin embargo,
conforme pasaron los años fue perdiendo poder hasta que lo perdió
totalmente. ¿Qué recuerda usted de aquellos momentos?

Sí. Don Alberto Hurtado fue un hombre de una personalidad muy vigorosa
y ello, en el Perú, tuvo un costo. Rara vez se acepta un hombre con esa
firmeza, con esa claridad de lenguaje, dije hace unos minutos que Hurtado
había sido el decano de San Fernando por seis años, del 1956 al 1961,
años innovadores para la Facultad de San Fernando. Luego, pasó a ser el
decano de la Facultad de Medicina en Cayetano Heredia, que era la única
Facultad. Esa labor la desempeñó de nuevo por seis años. De manera que,
cuando llegó a rector en el año de 1967, llevaba 12 años dirigiendo la más
importante Facultad de Medicina del país. Esto desgasta a cualquiera.
Creo, además, que había un interés particular en los profesores de la
Facultad de Ciencias, la Sección Premédica, de tener un
63
El local de la Academia Nacional de Medicina quedaba en la calle Urrutia 773, actual jirón Camaná.
64
Jirón de la Unión 1176.
rol mayor, más vigencia en el manejo de la Universidad. Inclusive, por esa
época se preparó un pequeño libro llamado "Planteamientos de la
Renovación Universitaria", para oponerlo un poco a la Reforma
Universitaria. Y, estos jóvenes, entonces, creo que tuvieron algo de
vehemencia. El Rectorado de Hurtado sólo fue de tres años pero la
situación que motivó su pregunta fue real. Quería explicarlo lo mejor
posible.

Bien, ¿Cuál era su opinión particular sobre el llamado cogobierno


estudiantil?

Fíjese usted, encuentro interesante su pregunta porque estimé que había


varios tipos de cogobierno, que nuestra Universidad estuvo un poco
alejada de la forma clásica de cogobierno de estudiantes que deliberan y
luego votan en masa, en bloque. Varias experiencias en Cayetano Heredia
han demostrado que no fue así, que los jóvenes estudiantes se comportan
bastante parecido al de los otros. La experiencia con Hurtado, una
asamblea de penosa recordación en el año 69, fue una demostración; y,
recientes acontecimientos, ya con mi rectorado, creo que revelan que,
desafortunadamente, la mayoría de los reprentantes estudiantiles carece
todavía de la madurez necesaria y que es muy fácil que algunos profesores
cercanos a ellos les lleven a actitudes como el voto en bloque, a actitudes
afectivas o viscerales.

Cuando usted asumió el Rectorado, ¿Cómo encontró a la Universidad?

Bien, yo la encontré en situación precaria. Para poder jurar el cargo,


asumir el cargo en mayo del 89 tuve que poner mi compromiso, mi
palabra a los dirigentes de los trabajadores de que cumpliría con los
incrementos a que tenían derecho pues el Ministerio de Trabajo les había
otorgado aumentos que la Universidad no podía atender. Quiero recordarle
que el año anterior, último a la gestión del Dr. Cazorla, el subsidio del
Estado disminuyó del 24 al 8%, y eso determinó que la Universidad casi
colapsara. En mi primer año de gestión, el subsidio del Estado bajó más
aún, al 4 %, pero los ajustes que hicimos, comprensión de los alumnos y
el apoyo de los profesores, permitió sobrellevar eso.
En el segundo año de mi gestión el subsidio estatal disminuyó al 0.1 %, la
Universidad ya estaba con rumbo e inclusive ya habíamos empezado,
gracias a donativos específicos, algunas mejoras físicas que consideramos
indispensables. También encontré un pesimismo en la Universidad, un
desaliento, un sentimiento de que, pese a su reconocida calidad, la
Universidad iba a continuar con profesores mal pagados, etc. Era un
panorama poco alentador que, además, tenía el marco nacional. En el año
89 la inflación fue un espanto; y, al año siguiente llegó a 7,500 % `. Es
bueno acordarse de ello para volverse optimista.

Usted se ha referido a la participación en bloque de los estudiantes,


probablemente relacionado con algunos hechos particulares casi al
final de su gestión. En líneas generales, ¿Qué nos podría decir de la
participación estudiantil en los 30 años de Cayetano Heredia? Hubo
períodos de mucha efervescencia izquierdista en los años 70 ¿no?

Sí. Es una impresión muy conveniente la que usted hace. Fácilmente los
30 y pico años de la Universidad pueden dividirse en décadas quizás. La
primera, la fundacional, sin duda tuvo una participación estudiantil
extraordinariamente lúcida. Eran jóvenes que se sentían identificados con
su institución, sentían que nacía una universidad con sus aportes y eso fue
muy importante. Para la siguiente década de los 70, usted lo ha dicho,
hubo agitación, consecuencia del París del 68 y sus repercusiones, años
después, en América Latina. Los jóvenes se radicalizaron, salieron
algunos líderes nuestros al cerro de la subversión, y ello era lo importante.
Las autoridades entonces, creo, manejaron el asunto como pudieron.
Posteriormente, y es al ingreso al Rectorado que me tocó, creo que la
situación fue muy compleja. Fue muy difícil admitir que en el Perú, estos
jóvenes, nuestros estudiantes, ya admitidos a la Universidad, lo único que
buscaban era graduarse, aprobar sus cursos, no repetir. Esa fue mi
impresión. Los recuerdo también bastante indiferentes. De los
representantes al Consejo Universitario, a quienes veía semanalmente
recuerdo con interés y aprecio a unos pocos. Igual de los miembros de la
Asamblea Universitaria. Esa es mi impresión, mi honesta opinión sobre
los estudiantes.
65
En 1989 la inflación fue de 2775.3 % y en 1990 fue de 7649.7 %. Fuente: Banco Central de Reserva.
¿Podría Ud. resumir los principales logros de su gestión?

Respondí un poco al inicio, al decirle que mejoramos la precaria economía


de la Universidad, y esto se hizo muy sencillamente. Recibimos un
exagerado número de trabajadores, tuvimos que reducirlos a un tercio. De
esa manera, pagarles mejor y poner un poco de orden en la Universidad.
En cuanto a los profesores, que continúan mal pagados, nos esmeramos en
atenderlos en función de sus actividades, de sus rendimientos. Iniciamos
los incentivos que, entiendo, continúan vigentes. Tuvimos suerte en
nuestros esfuerzos para lograr donativos dirigidos a ampliar la
infraestructura de la Universidad. Allí están los nuevos desarrollos, el
Campus Sur en Miraflores, el Edificio de Ciencias que recién se ha
inaugurado, apoyamos a la vigorosa Facultad de Estomatología en cada
uno de sus intentos, etc. Pero estas son cosas materiales. Creo que, desde
mi punto de vista, lo que mejor hicimos fue infundir de nuevo optimismo
a la Universidad, hacerles ver a nuestros profesores, sobre todo, que los
alumnos son aves de paso. Los alumnos se gradúan y salen a buscarse la
vida. Creo que pudimos demostrar que el prestigio de la institución, su
calidad acumulada en tres décadas, le hace digna de un mejor futuro.
Pusimos también mucho interés en manejar profesionalmente a la
Universidad. Déjeme darle un par de ejemplos. El pliego de reclamos de
cada año de los trabajadores era atendido por cuatro o cinco entusiastas
profesores que nada sabían de Derecho Laboral. Entonces, contratamos a
una experta en asuntos laborares y el problema se ha manejado mucho
más suavemente desde entonces. Y, desde el inicio contratamos a un
arquitecto que, es bueno recordar, lo pagó el Patronato de la Universidad.
O sea, al inicio no le costó a la Universidad. Y, gracias a esta opinión
técnica se pudo hacer un desarrollo, orgánico, cambiar fachadas, la parte
física de los laboratorios, ambientes deseables, etc. Pues, a veces, los
médicos queremos hacerlo todo y, por lo menos, como arquitectos los
médicos somos muy malos.

¿Qué cosa o cosas no realizó, o le dejó cierto grado de insatisfacción?


¿Qué fue aquello que pudo realizar durante su gestión y no lo hizo?

Sí, dos cosas. Uno, crear la Facultad de Veterinaria y Zootecnia, que está
lista con un estudio correspondiente. Confío que la nueva administración
lo haga. Es una Facultad que tiene sentido en una Universidad que es
fuerte en el área de Salud y que se interesa por la nutrición. Esta Facultad
está dirigida a ver los aspectos de salud animal y a proporcionar las
proteínas animales que requiere un país famélico como el Perú. Esto se
quedó en proyecto, nos faltó el tiempo para ello. También creo que
debimos dar más importancia a la reestructuración académica de la
Universidad. Y, aquí, viéndose atrás, creo que el error estuvo en no
intervenir en la reestructuración, en las propuestas de las Facultades. Esto
fue un respeto excesivo, quizás, a las Facultades. Me parece, por ejemplo,
absurdo el número de departamentos que se tiene. Creo que, en vez de los
20 mini departamentos con que cuenta la Universidad, se debería centrar
en cinco para la Facultad de Medicina y tres o cuatro para las otras dos
serían suficientes. Pero, allí chocamos con los intereses de grupos, con las
pequeñeces, con el deseo de cada persona de tener oficina y secretaria,
como si fuera esto lo más importante. Es más, la fusión de dos de esos
departamentos determinó un malestar, se acentuó aquello y se alimentaron
enconos. En fin, quiero recordarle que la fusión de los departamentos que
llegó a ocurrir en la Facultad de Medicina fue propuesta de esa Facultad y
fue ratificada por dos Consejos de Facultad diferentes, bajo distintos
decanos. Así las cosas, el Consejo Universitario lo que hizo fue ratificarlo
y la Asamblea Universitaria accedió a la propuesta o al pedido de la
Facultad de Medicina. En una actitud que todavía no comprendo, se ha
señalado esto como una suerte de trampa, de confabulación del rector y
sus seguidores, diciendo que recientemente se ha acordado la separación
de esos departamentos, situación que, entiendo, podrá ser revisada por la
propia Facultad de Medicina que no fue consultada al respecto. También
lamento no haber actuado más firmemente y decididamente en buscar el
alejamiento de la Universidad de algunos profesores que no lo merecen y
que están amparados en el prestigio global de la institución, en el trabajo
esmerado de otros. Yo distingo en la Universidad a un grupo de profesores
que investiga con seriedad, siquiera llegan a 40 ó 50; luego, un número
mayor de profesores que están en las clínicas médicas y estomatológicas,
haciendo lo suyo, son profesionales de gran calidad. Pero, también
distingo a un grupo de profesores, varios de ellos que están a dedicación
de tiempo completo, que difícilmente justifica la remuneración que recibe
de la Universidad.
¿Cuál es su comentario sobre cierto informe de la Universidad del
Pacífico, cuyo resultado no fue muy favorable, en líneas generales, a
la Universidad?

En primer lugar, el informe fue solicitado por nosotros. Y, siendo rector,


logré una rebaja de la Universidad del Pacífico con el rector consiguiente
porque fue hecho profesionalmente. El informe se refiere a aspectos
administrativos, donde efectivamente hay mucho que corregir. Le dije al
inicio que iniciamos algo de esto, redujimos un tercio del número de
trabajadores, etc. El informe, además, desconoce la particular naturaleza
de una universidad como la nuestra, que requiere pues personal para
atender cadáveres, disección, animales, laboratorios de apoyo, etc. Creo
que podría aplicarse (los resultados del informe) más cabalmente a una
universidad similar a la de ellos. Pero en todo caso, repito, creo que allí
hay propuestas interesantes que hay que recoger. Fue otra de las cosas a la
cual nos faltó tiempo. Repito ese informe fue solicitado por nosotros y
ojalá sea útil para la Universidad.

¿Cuál sería su reflexión sobre el futuro de la UPCH?

Vea usted, yo creo que el futuro de la Universidad tiene hasta tres


posibilidades. Una, la de continuar como está, como una pequeña
universidad, cuyo prestigio se lo dan las actividades médicas, incluida las
estomatológicas, y una que otra actividad de ciencias. La otra posibilidad
es su desarrollo, era lo que apuntábamos, vigorizar lo existente, crear una
nueva Facultad, un aggiornamiento66 de ello, pues hay otras universidades
que entran muy agresivamente a desplegar su, ese término que se traduce
mal del inglés al español, marketing67 . La tercera posibilidad es que la
66
t. Puesta al día. Término que se aplicó a la política de reforma de la Iglesia Católica adoptada por el
concilio Vaticano II. Genéricamente se aplica al proceso de modernización emprendida por una
institución de raíces tradicionales.
67
Anglicismo muy usado actualmente. Significa Mercadotecnia . la ciencia que investiga qué es lo que
motiva a los consumidores.
Universidad se pasme; pues, el tiempo es inclemente, los profesores están
avanzando en edad, y cuando realizamos el censo de esta índole la edad
promedio de profesores de la Facultad de Medicina estaba en 58 años,
significa que ahora está en 60 años. Por tanto, tenemos que recapacitar
para atraer a los jóvenes profesores que valgan la pena, tenemos que
remunerar mejor y que revisar. Confío que el futuro sea promisorio pues
el prestigio, la base y el sacrificio de tantos profesores han contribuido
para ello, tantos ingredientes dados. Espero que la nueva administración
que pronto cumplirá un año en el cargo nos hable de sus propuestas, de
sus desarrollos; y, que todos los heredianos, incluidos los que hemos
pasado por el cargo, metamos el hombro para asegurar el futuro de la
Universidad.

En líneas generales, ¿Quisiera Ud. agregar algunas palabras?

Solamente agradecerle la oportunidad, decirle que recuerdo los cinco años


de mi rectorado como una época muy feliz. No me siento plenamente
satisfecho de lo hecho, ya lo dije antes, pero sí con la conciencia tranquila.
Creo que hicimos lo mejor. Ello no hubiera sido posible si no hubiera
tenido la extraordinaria colaboración de los vicerrectores, la Dra. Graciela
Risco de Domínguez, mujer de extraordinarias condiciones de gente,
firme y trabajadora, y el Ing. Aníbal Gastañaga, un hombre dedicado a su
cargo con devoción. También, creo que debo reconocer el apoyo de varios
profesores jóvenes, prefiero omitir nombres para no olvidar; y, menciono
a los jóvenes porque también nos esmeramos en esos cinco años de abrir
la baraja de gobierno, incorporarlos sobre todo en las oficinas que
colaboraban con el Rectorado y con el Vicerrectorado, donde todos ellos
eran excelentes. Creo que fue un inicio de oxigenación del gobierno de la
Universidad que debe continuar.

Muy bien doctor, le agradezco muchísimo su colaboración.


EL DOCTOR
VICENTE ZAPATA ORTIZ

Nació en Chiclayo, el 15 de agosto de 1914. Se graduó en la Facultad de


Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos como
bachiller y médico-cirujano el 6 de setiembre de 1944, y optó el grado de
doctor el 24 de julio de 1950.
Se dedicó a la docencia en la cátedra de Farmacología, iniciándose como
jefe de prácticas en abril de 1944. Hizo estudios de postgrado en el
Departamento de Farmacología de la Universidad de Wisconsin, en los
Estados Unidos de Norteamérica.
Siguió una carrera ascendente en la docencia hasta llegar a ser catedrático
principal titular en agosto de 1957 hasta agosto de 1961 en que se produjo
la escisión de la Facultad de Medicina.
Participó activamente en el movimiento que llevaría a la formación de lo
que ahora es la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Fue profesor
principal de Farmacología y director del Programa Académico de
Medicina de la UPCH. Fue comisionado por la Facultad de Medicina
Cayetano Heredia, en 1963, para asistir al Seminario sobre Educación
Médica en la Universidad de Buffalo, Nueva York, E.E.U.U. de N.A., y
para visitar los Departamentos de Farmacología de las Universidades de
Harvard, Yale, Columbia, Albert Einstein y México. Asistió a varias otras
reuniones sobre Farmacología y Educación Médica en América y Europa.
Fue miembro de la Sociedad Peruana de Neuropsiquiatría y Medicina
Legal, de la Sociedad Peruana de Ciencias Fisiológicas, de la Academia
Nacional de Medicina y de sociedades extranjeras.
Autor de casi cincuenta trabajos publicados así en revistas nacionales y
extranjeras así como de algunos libros. Las temáticas principales de sus
escritos fueron la cocaína, el choque hipovolémico y el efecto de la altura
sobre el metabolismo de los fármacos.
Fue el tercer decano de la Facultad de Medicina, de setiembre de 1969
hasta noviembre de 1974. A su solicitud, pasó á ser profesor horario, to
que fue acordado por el Consejo Ejecutivo de la UPCH en sesión del 26
de febrero de 1976.
En cuanto a la actividad privada, fue director médico del Instituto Sanitas
y de los Laboratorios Colliere. Hombre distinguido, afable, de buenas
maneras, dedicado a su causa y conocedor de cuándo retirarse.
Falleció en Lima, el 16 de setiembre de 1997.
ENTREVISTA AL DR. VICENTE ZAPATA ORTIZ.

(Entrevista realizada el día miércoles 1° de febrero de 1995 en su casa de


San lsidro).

Dr. Vicente Zapata Ortiz, ¿Recuerda usted a qué se dedicaba en


aquellos años de 1960 y 1961 cuando ocurrieron los acontecimientos
que dieron origen a la UPCH?

Yo era profesor principal y catedrático de Farmacología en la Universidad


Nacional Mayor de San Marcos.

¿Podría Ud. resumir algunos recuerdos o impresiones de aquellos


años, su vivencia de aquellos hechos?

Bueno, yo al igual que muchos profesores y nuestro decano de aquella


época, el Dr. Alberto Hurtado, fuimos enviados a distintos países a
estudiar la organización de la Facultad de Medicina de la Universidad
decana que era una de las más prestigiadas en Latinoamérica. En tal
situación, aquí armamos un currículum que estaba por entrar en operación.
Vinieron los acontecimientos y todo quedó en el aire. En lo personal yo no
tengo ninguna queja de ninguno de los estudiantes de aquella época; pero,
lamentablemente, yo no comulgaba con sus ideas y tuve, naturalmente,
que dar todo mi aporte para la formación de Cayetano Heredia, una vez
producida nuestras renuncias. En esa época yo era profesor a dedicación
exclusiva, éramos dos profesores a dedicación exclusiva, el doctor
Enrique Encinas y yo; y, ocho o diez profesores asociados, entre ellos
recuerdo al Dr. Javier Arias Stella, al Dr. Uriel García, al Dr. Fernando
Porturas, al Dr. Enrique Fernández, etc. En fin, todos decidimos muy bien,
apartarnos a Cayetano Heredia un día 6 de agosto del año 61 y a
continuación surgió la idea, que cristalizó, de la formación de la
Universidad. Así que yo, en esa época, me dedicaba a la docencia y a la
investigación, quería armar un currículum nuevo y hacer una
reorganización de la Facultad.

Aparte de los doctores Honorio Delgado y Alberto Hurtado, ¿A


quiénes podría usted señalar cuya participación fue importante y
decisiva en la formación de la Universidad?

No quisiera hacer omisiones pero todos contribuyeron, el Dr. Jorge Voto


Bernales, el Dr. Víctor Alzamora Castro, el Dr. Ovidio García Rosell. En
realidad, todos los profesores de las diferentes categorías estuvieron
animados del mismo espíritu pero no a todos les cupo la misma misión y
la misma actividad en la formación de Cayetano Heredia, no.
Quizás viendo algunas fotografías pueda recordarle algunos nombres. De
estas fotografías muy valiosas, esta es la de la última sesión que tuvimos
del Consejo Universitario. Está el doctor Enrique García Calderón, un
pediatra, era delegado de los profesores asociados; sigo yo; luego, el Dr.
Oscar Trelles, de Neurología; el secretario de la Facultad, el Dr. Emesto
Ego Aguirre; sigue el decano de la Facultad de esa época, el Dr. Honorio
Delgado; después, el Dr. Alberto Hurtado que había dejado ya el
Decanato; sigue una persona que no distingo bien; luego, el Dr. Jorge Voto
Bemales; el Dr. Enrique Encinas. Atrás, como esto fue el acto final y los
momentos finales que había en San Marcos, y afuera estaban otros
profesores que no conformaban el Consejo de Facultad y que ingresaron
en el momento en que cantábamos el Himno Nacional. Por ejemplo, allí
están Carlos Vidal, actual rector de Cayetano Heredia; Carlos Monge, que
también sería rector; y, no distingo a las demás personas. En esta otra
fotografía ya estamos en Cayetano Heredia, cuando funcionaba en el
primer local, en un colegio, y estamos en una comida de camaradería que
tuvimos después de iniciada las labores, el Dr. Ovidio García Rosell,
profesor de Neumología; el Dr. Octavio Mongrut asistente del decano; el
Dr. Francisco Valega, psiquiatra; el Dr. Enrique Femández; y, el Dr.
Leopoldo Chiappo. Estas otras dos fotografías corresponden a la misma
ceremonia. Fue con motivo de que, ya estaba Cayetano Heredia
marchando con algunos años de funcionamiento, la Fundación Macy
mandó a un profesor para que diera algunas conferencias sobre Pediatría y
ligara lazos con el departamento respectivo. Tuvimos una comida en el
Jockey Club y asistieron los doctores Monge, que era el rector en esos
momentos, yo, el Dr. Arturo Jiménez Borja68, quien accediera a un pedido
nuestra en asistir a esa comida para que la amenizara, una persona tan
agradable y con tantas cosas que contar; y este otro que no lo recuerdo 69.
En términos generales, todos tuvimos el mismo empeño, el mismo interés,
y algunos como yo y otros profesores de dedicación exclusiva en, no
solamente, poner en marcha la formación de Cayetano Heredia en la parte
física sino que aportamos ideas y los trámites y, también, agarramos
martillo y serrucho. Y, de lo que había sido dormitorios de las señoritas
estudiantes del Colegio Belén hicimos allí divisiones y tabiques para
formar ambientes que pudieran servir de aulas, laboratorios, etc. Hasta ahí
llegó el interés y la entrega de muchos profesores.

¿Por qué motivo algunos profesores que habían renunciado


inicialmente, que siguieron el movimiento, dieron marcha atrás y se
regresaron a San Fernando?

No le podría dar aportes sobre eso. Pero sí, conozco algunos casos. Quizás
porque nosotros nos quedamos sin un sueldo, sin nada. Teníamos un
contrato como profesores a dedicación exclusiva en el cual tendríamos
que trabajar exclusivamente para la Universidad y no realizar ninguna
labor rentada extrauniversitaria. Así que yo no tenía ningún otro ingreso y
así muchos profesores. En mi caso no se podía poner un consultorio de
Farmacología. Y, algunos seguramente por razones apremiantes familiares
y económicas volvieron a trabajar a San Marcos. Pero, no fueron muchos,
fue un mínimo porcentaje, no llegaron al 10 %. Se quedaron en San
Marcos unos 50 ó 60 profesores, no sé cuántos, pero los demás, los
cuatrocientos y tantos formamos Cayetano Heredia 71.

¿Cuál es su recuerdo de los primeros años del desarrollo de la


68
Dr. Arturo Jiménez Borja (1908-1999), profesor fundador de la IJPCH. médico y etnólogo. gran
conocedor de las manifestaciones culturales precolombinas y estudioso del arte popular y folklore
nacional.
69
Con excepción de una de las fotografías mostradas por el doctor Zapata, no se pudo obtener copias
de las otras. Su familia conserva dichas fotografías pero no fue posible reproducirlas.
70
Fueron 423 los profesores en actividad, de un total de 711, que presentaron sus renuncias el 14 de
agosto de 1961 en la Facultad de Medicina. Ellos constituían la elite de dicha Facultad. Los 50 ó 60
profesores a que se refiere el Dr. Zapata Ortiz fueron los profesores principales o de mayor jerarquía
que quedaron en la Facultad y serían los encargados de reorganizarla.
Facultad de Medicina?
Ya en Cayetano Heredia, esa experiencia que teníamos, nuestros estudios
de organización de otras Facultades lo empleamos y eso contribuyó a que
nueve meses después de la renuncia estábamos con las puertas abiertas y
enseñando prácticamente a todos los años de Medicina.

Ud. llegó a ser director del Programa Académico de Medicina


Humana que era igual a ser decano, durante el gobierno militar, ¿Qué
dificultad encontró usted en ese periodo?

Dificultades no, más bien diría mucha colaboración, mucha aceptación,


mucha identificación por nuestros ideales, todos éramos una misma
persona, un mismo pensamiento, estudiantes y profesores, y si alguna
dificultad pude haber encontrado sería la falta de recursos, la falta de
materiales, la falta de equipos, aunque gran parte había sido satisfecha por
donaciones de instituciones como la Fundación Rockefeller, la Kellogg y
otras que nos dieron un gran número de aportes y, en fin, materiales. Y, los
salarios que al principio fueron muy malos, pero no vale la pena
mencionar esa parte económica. No fue para nosotros una dificultad
mayor, estábamos satisfechos de nuestra obra y eso era para nosotros la
mejor recompensa.

¿Qué pasó con el Dr. Alberto Hurtado? Hubo un momento en que


perdió poder.

No creo que el Dr. Hurtado perdiera algún poder. Él fue electo decano
cuando se formó Cayetano Heredia, el Dr. Honorio Delgado era rector. Él
fue elegido luego rector a hicimos una serie de gestiones. Diré algunas.
Principalmente, hicimos convenios con la Universidad de Johns Hopkins,
con otras universidades, con instituciones, con el Patronato Económico,
etc., etc. Bueno, no todos los miembros de una familia o de una institución
están completamente de acuerdo o satisfechos con la labor del jefe.
Aunque, seguramente, algunas veces yo estaría de acuerdo con él pero
siempre lo acompañábamos. Siempre estuvimos a su lado.

Pero hay un momento en que él no fue ratificado en el cargo.

No creo. Pues, no lo recuerdo.


Bien, con respecto al Internado Rural en la UPCH que fue un aspecto
muy importante y que se inició durante su gestión, ¿Qué nos puede
decir? ¿Cómo fue esa primera experiencia?

Bueno, una vez que llegamos a Cayetano Heredia, antes de que yo


asumiera el Decanato, veníamos hablando con un grupo de profesores de
la conveniencia de hacer el Internado Rural, y cuando me eligieron decano
dije que era la oportunidad de llevarlo a cabo en la Universidad 71. Así lo
planteé y encontré un apoyo generalizado entre los miembros de la
Facultad, entre los miembros del Consejo Universitario, etc., etc. Se
decidió que esto empezaría con la próxima promoción al hacer el
internado. Hubo varias dificultades allí. Una de ellas era que el internado
era de cuatro ciclos de tres meses y tuvimos que hacer cinco ciclos de,
prácticamente, siete semanas, algo más de dos meses y medio por cada
ciclo, para darle cabida a este quinto ciclo de Internado Rural. La peor
dificultad fue la de saber a qué centro mandábamos a los estudiantes.
Hicimos, hice que los estudiantes iniciaran viajes acompañados de algunas
autoridades, como el Dr. Hugo Lumbreras 72, en otras oportunidades por el
Dr. Carlos Monge y por el Dr. Carlos Vidal Layseca. Después de haber
recorrido muchos hospitales de la sierra y de la selva, empezamos
nuestros primeros lugares en los hospitales de Tarma, la Merced, Iquitos,
71
En 1969 la UPCH recibió una subvención estatal para desarrollar su programa de Medicina
Comunitaria. el cual era uno de sus fines primordiales. Con el apoyo sucesivo de la Fundación Macy,
el Population Council.. la Federación Panamerícana de Facultades y Escuelas de Medicina. la UPCH
inició en 1969 su Programa de Internado Rural por el que el estudiante del último año de medicina
tenía que realizar una rotación de prácticas médicas en un servicio de salud en la sierra o selva
peruana.. Se inició en la selva central (Pucallpa. Tingo María y La Merced) y en la sierra de Canta
Pampacocha-Yaso. Este programa sería la base para que posteriormente el Ministerio de Salud.
durante el gobierno militar del general Francisco Morales Bermúdez. estableciera el Servicio Civil de
Graduandos (SECIGRA). de carácter obligatorio para todos los que terminaban la carrera
universitaria. Le seguiría el Servicio Rural Médico [SERUM].
72
Hugo Lumbreras Cruz (1924-1985).Nacido en Arequipa, graduado en la Universidad de San Marcos
como médico cirujano en 1954. Hizo estudios de Medicina Tropical en el Bemhardt-Nocht-Insitut fur
Schiffs and Tropenkrankeiten. Hamburgo. del República Federal de Alemania en 1957. Profesor
principal de la UPCH (1968). doctor en Medicina (1972). miembro de la Academia Nacional de
Medicina y de diversas sociedades a instituciones nacionales y extranjeras. Fundador del Instituto de
Medicina Tropical de la UPCH "Alexander von Humboldt" y maestro de varias generaciones de
infectólogos y tropicalistas nacionales. De importante producción científica en el área de las
infecciones. enfermedades parasitarias y derivadas de animales ponzoñosos del país.
Yurimaguas y Requena. Viendo la parte económica, pagamos los pasajes a
los estudiantes y les dimos algún apoyo económico para su entrenamiento
en esos lugares. En fin, fueron dificultades económicas. La otra dificultad
fue de parte de los estudiantes, sobre todo en la primera promoción, el
primer grupo, un poco de rebeldía que yo justifiqué porque no hubo sino
temor. Estuvieron insatisfechos de esa decisión y me lo dijeron en grupo
en la oficina. " No doctor, ¿Cómo e.s posible que nos manden a un lugar
tan lejos de la selva, perdidos por allá donde no tenemos el apoyo que
contamos aquí con nuestros prófesores, donde no tenemos instrumental,
sin la ayuda en un caso de urgencia o en un caso de emergencia que
tengamos resolver y sin la ayuda de un profesor, de un guía ...?". En fin,
me dieron una serie de razones, "... lejos de la familia y solos", y
"cualquier cosa que ocurra toda la responsabilidad será vuestra...". Bueno,
yo también tuve argumentos muchos. "Ustedes están a un paso de ser
médicos, les faltan meses, y cuando sean médicos ¿Cómo piensa actuar?
¿Al lado del doctor fulano o mengano? ¿Ustedes tienen el Hospital del
Rímac para consultarles o van a actuar solos, asumiendo esa
responsabilidad a la que temen ahora?". Me alegaron una serie de cosas. Y
dije que de todas maneras tenían que it ellos y que era por su bien. En esa
época las personas que iban en busca de consulta al Hospital del Rímac
erxn muy diferentes y de un nivel poco mejor que el actual. Ésa, la que
veían, no era la patología de la realidad del Perú, les dije. Allí donde
ustedes van a it sí van a ver eso. Me dijeron que preferían no ir. Les
contesté que no tenía ningún propósito de empujarlos y que cuando
decidieran ser médicos y quieran sus títulos que vengan, me lo digan y yo
los mandaré. Vieron la decisión y el apoyo con que contaba de parte de las
autoridades y nos les quedó más remedio que ir. Qué cosas no habrán
dicho. A las pocas semanas empezaron a llegar algunos de ellos, ya estaba
designado para it el segundo grupo como sus sustituto, y dijeron que
estuvieron equivocados, que, efectivamente, era conveniente, " Estamos
viendo cosas que »o hemos visto acá y estamos asumiendo la
responsabilidad, nos sentimos más médicos que hace poco, no era lo que
habíamos pensado v estamos muy bien". El otro grupo partió y fueron
ellos los apologistas del Internado Rural. Tuvieron la hidalguía de it un
grupo a mi oficina y me dijeron que vinieron a saludarme, que estuvieron
muy equivocados y que, sinceramente, me felicitaban por la brillante idea
que había puesto en operación. En realidad, no los mandamos a su suerte
sino que había un grupo de profesores que periódicamente viajaba para
darles algún apoyo. En algunos lugares, como en La Merced'1 donde
radicaba el doctor Hugo Demarini, él se hizo cargo; en otros, como en
Iquitos, estaba destacado como médico de la Naval el egresado Víctor
Puente Arnao, quien también actuó como asesor de los estudiantes de esa
zona. Y, yo que, abiertarmente iba a un sitio a otro para ver como
marchaba la cosa. Así que siempre contaron con apoyo. Los internos
estuvieron satisfechos. En cuanto a los médicos de los hospitales, donde
practicaron los internos, también estuvieron felices y, en muchos casos,
aprendieron muchas cosas de ellos ya que, en algunos casos, habían
terminado la carrera hacía muchos años. Así que ellos recibieron muy bien
a nuestros estudiantes, les dieron todas las comodidades porque
encontraron en el interno un ayudante, un sustituto y alguien de quien
aprender. Recuerdo el caso del Hospital de Tarma donde había equipos
encajonados pero con escasez de médicos y su único médico, el director,
era un cirujano. Así que cuando llegaron nuestros internos, que eran tres,
estos asumieron las funciones de "jefes" de Medicina, Gineco-Obstetricia
y Pediatría, y tuvieron una oportunidad máxima de practicar. Recuerdo
una anécdota de un interno de Requena que no pudiendo llevar a su
paciente con un abdomen agudo para que lo operen en Iquitos, por no
llegar la lancha para evacuarlo, pasaron 48 horas y el paciente se moría y
tuvo que operarlo bajo presión de los pobladores y en las peores
condiciones de infraestructura a instrumental médico, abrió el abdomen y
colocó unos drenes para que saliera el pus. Después de la operación llegó
la lancha y el paciente pudo ser trasladado y se salvó. Sin embargo, el
interno vino a decirme su preocupación, que era el haber hecho ejercicio
de la medicina sin estar aún graduado y colegiado. Le dije que, al
contrario, lo felicité y le dije que obró correctamente y que la Universidad
lo respaldaba. Y salió un hombre feliz en lugar del asustado que vino.
Esto se ha generalizado, se ha extendido con el Intemado Rural que
nosotros iniciamos, como algo oficial en el octavo año, y que ya se ha

La Merced. distrito de Chanchamayo, provincia de Chanchamayo. departamento de Junín. El Hospital


de La Merced se constituyó en una importante base para el Internado Rural de la Facultad de
Medicina.
adoptado en todas las Facultades de Medicina e, incluso, en otras
especialidades no médicas, y ahora se llama Servicio Rural Médico,
SERUM. Pero, todo eso nació de Cayetano Heredia, fue a partir de
nuestro Internado Rural.

¿Qué nos podría decir de la participación estudiantil, politizada en


una época?

Bueno, nunca hubo una actividad de represión. Había libertad de


expresión, de pensamiento en todo sentido, político, religioso, lo que
querían. Y, es cierto que había uno que otro, no muchos, que eran
netamente de izquierda. Pero, felizmente no encontraron muchos
seguidores y andaban buscando piedrecitas para ponerlas en el camino,
para hacer algún reclamo, para ocasionar alguna molestia, pero no pasaron
nunca a mayores. Nunca fui testigo de ninguna serie de desavenencias.
Tuvimos que tomar algunas medidas contra ellos, por si acaso, pero
terminaron sus estudios. En homenaje a la verdad, sus ideas políticas eran
unas pero sus sentimientos al estudio eran otras. Y, allí eran muy buenos
estudiantes, era gente inteligente, como médicos no sé cómo estarán
actuando ahora pero de Cayetano Heredia salieron muy bien capacitados.
Pusieron todo su empeño y respondieron.

¿Cuál es su opinión sobre los estudiantes de Medicina que emigran y


muchos de ellos no vuelven?.

En mi opinión, eso viene desde hace mucho muchos años, desde que yo
estaba en San Fernando. Incluso, miembros de mi promoción se quedaron
en Estados Unidos y eso que yo ya he pasado los 50 años de médico.
Todos querían salir a capacitarnos un poco más, con algunas ventajas más
que económicas, facilidades de trabajo, y algunos se quedaron y otros,
como yo, volvimos. Volví porque tenía un compromiso con la Universidad
de San Marcos y no obstante que fui nombrado como profesor visitante de
la Universidad de Wisconsin y que mi maestro, que era el jefe del
departamento, me pidiera que me quedara. Allí fui enviado por la
Universidad de San Marcos con una beca. Todo esto me obligó a volver y
entregar todos los conocimientos en favor de los nuevos profesionales.
Pocos meses antes del término de mi beca había muerto el jefe de la
cátedra, el Dr. Carlos Gutiérrez Noriega 74 en un accidente. Todo eso me
obligó moralmente a regresar al Perú. Regresé y me encontré con los
brazos abiertos de parte de las autoridades, me encontré con las
facilidades que podían darme y me la dieron todas. Pero, también me
encontré con una promoción de 800 estudiantes que al año siguiente fue
de 500 y así fueron las promociones que tuve en San Marcos.

¿Por qué se alejó de la UPCH, doctor?

Porque me retiré, cumplí con el Estado. Ya tenía siete años de trabajo y


me llegó la fecha de retiro que manda la Ley, los setenta años. Hace dos
años, hubo una ceremonia donde me hicieron profesor emérito de la
UPCH y en una de las aulas pusieron mi nombre en una placa, sigue
siendo mi casa, yo voy allí pero no soy un miembro activo, no doy clases
ni recibo ningún emolumento y tengo, para no estar en casa, como un
entretenimiento lo de asesor de un pequeño Laboratorio y me llaman por
teléfono. Yo ya tengo setenta y tantos años, doctor. Todo eso hizo que me
retirara pero mi retiro fue más simbólico que real.

¿Cuál es su impresión sobre el estado actual, desde donde está usted,


sobre la Universidad Peruana Cayetano Heredia con respecto a
aquella que usted vivió?

Creo que sigue mejorando. Porque, si bien es cierto que comenzamos


pobremente, la Universidad ha crecido en todo sentido. Ha crecido
físicamente porque nosotros solamente dejamos el local central pero ahora
tiene aulas y ambientes de reunión muy bonitos, tiene bibliotecas muy
buenas y creo que casi todos los laboratorios están muy bien dotados.
Tiene aparatos que jamás creímos poder tener. En fin, en todo sentido ha
crecido, sobre todo en su prestigio y con mucha razón. Porque, ahora, la
Universidad está en manos de quienes fueron los estudiantes, de quienes
fueron nuestros alumnos, nuestros hijos, gente con mística, con muy
buena preparación y que ha recibido la posta y la está llevando adelante y
estoy seguro de que cada vez la va a llevar más arriba.

74
Dr. Carlos Gutiérrez Noriega. 1906-1950. Médico fisiólogo y farmacólogo notable. Realizó
importantes estudios
Doctor Vicente Zapata Ortiz, le agradezco su valiosa colaboración.

Gracias, doctor.
EL DOCTOR
ROBERTO BELTRÁN NEIRA

Nacido en Lima, en 1931. Realizó estudios de Odontología en la


Universidad Nacional Mayor de San Marcos, los que culminó en 1952,
graduándose como bachiller y cirujano-dentista en 1953.
Realizó estudios de postgrado en Valencia y Madrid, España, en 1954.
Como becario de la Fundación Kellog, también hizo estudios de
Postgrado en la Universidad de Pennsylvania, EEUU de NA, entre 1960 y
1961, y en Washington, en 1961.
Se inició en la carrera docente en la facultad de Odontología de la
UNMSM, llegando a ser catedrático principal contratado en 1965. En este
año también ganó la cátedra de Medicina Oral de la Facultad de
Odontología de la Universidad San Luis Gonzaga de Ica.
En 1969 ingresó al Departamento de Cirugía de la facultad de Medicina
de la UPCH como coordinador de la Comisión Organizadora del
Programa de Estomatología. Fue el gestor y fundador la Facultad de
Estomatología de la UPCH.
Consultor y miembro de diversas comisiones para la docencia en
Estomatología, a nivel nacional a internacional. Profesor visitante de
escuelas odontológicas nacionales y extranjeras. Autor de numerosos
trabajos de su especialidad y de docencia en revistas nacionales y
extranjeras.
Fue jefe del Servicio de Odonto-Estomatología del Hospital Centro de
Salud Docente del Rímac y creador del Sistema de Odontología
Comunitaria Rímac-Cayetano Heredia.
Buen hombre, maestro, pionero y ejecutivo.
ENTREVISTA AL DR. ROBERTO BELTRAN.

(Entrevista realizada el día jueves 19 de Enero de 1995 en su consultorio


de San lsidro)

Dr. Beltrán, ¿Cómo fue que decidió formar la Facultad de


Estomatología en la UPCH?

Después de muchos años de tratar de incluir en el profesorado de la


Facultad de Odontología de San Marcos, como miembro de esa Facultad,
como profesor principal que fui desde el año 62 y que ingresé en el año
55, después de esos años de búsqueda, soluciones y alternativas para
mejorar la atención odontológica y el esfuerzo que se hizo en la
Universidad San Luis Gonzaga de Ica, también con el mismo objetivo, la
conclusión fue que en Lima era necesario buscar un lugar apropiado
donde iniciar desde la base, desde cero, una nueva Facultad. El lugar más
apropiado, lógicamente, era una universidad que se dedicara a las ciencias
de la salud, en este caso Medicina y, sobre esa base y esa percepción, que
podría ser lo mejor para la Odontología del Perú en el futuro, me
aproximé a mis amigos de Cayetano Heredia, donde tenía varios amigos
de años atrás, de la época de estudiante. Yo ingresé a San Marcos en el
año 48. En esa promoción estuvo Ramiro Castro de la Mata, Homero
Silva, que fue rector, y Carlos Vidal, aunque en esa época no lo conocí. Y
tenía a ex-profesores como el Dr. Enrique Fernández, que había sido mi
profesor en Pre-odontología. De manera que había personas a las cuales
yo me podía acercar con cierta facilidad, no eran extraños para mí. Estas
personas apoyaron desde el comienzo la idea que en un principio fue crear
una escuela de personal auxiliar en Odontología, que no había en el Perú.
Esa fue la primera idea pero después seguimos conversando y nos dijimos
¿Por qué no una Facultad de Odontología o Estomatología? Sobre esa
base se comenzó a avanzar en los años 66 y 67. Convoqué a un grupo de
amigos jóvenes, profesores de San Marcos, que tenían posiciones
subalternas en San Marcos. Eran jefes de prácticas, algún profesor
auxiliar, a quienes invité para juntamos y hacer un grupo que podría
eventualmente preparar un proyecto. Entonces, nos hemos reunido en mi
casa una o dos veces por semana a partir de las 8 ó 9 de la noche hasta las
12 ó 1 de la mañana, hasta que tuvimos un documento que fue presentado
dentro de lo que en ese momento era la Dirección de Planificación y
Desarrollo que dirigía el Ing. Hugo Pereyra. Entonces, con Hugo yo fui
incorporado como miembro adjunto a la Dirección de Planificación en
esos años, justamente, en vista de la inauguración del proyecto. El
proyecto fue elaborado en distintas etapas. En el año 67 tuvimos un
pequeño esbozo que yo, personalmente, llevé a la Fundación Kellogg, en
Battle Creek, de la cual había sido becario años atrás, converse con los
directivos y me dijeron que el proyecto era de una persona y que si
lograba convertirlo en el proyecto de una institución podían considerar la
ayuda con el concurso. Con esa idea y con el consejo de algunos ex-
profesores míos de Filadelfia que me apoyaron y me dieron ilustración,
inclusive me dieron modelos de proyectos de Facultades de Estomatología
norteamericanas, como la de Colorado que estaba por hacerse, la de
Kentucky y la de Connetticut que también estaba por hacerse. Con esos
documentos en la mano y con sus consejos regresé a Lima ya con una
dinámica mucho mejor dirigida a buscar apoyo, información y preparar un
proyecto reforzado, el que fue presentado al Consejo de la Universidad
cuando el Dr. Alberto Hurtado era rector. Conversamos y siempre había
alguna observación, había que mejorarlo. El proyecto fue presentado hasta
tres veces al Consejo de la Universidad y en la tercera vez fue aprobado
definitivamente como un proyecto de la Universidad lo que me permitió
presentar una propuesta un poco más sólida a la Fundación. En el año 69
llegué a Estados Unidos contratado por la OPS y aproveché para
entrevistarme con el presidente de la Fundación Kellogg y le presenté los
volúmenes de color habano que existen todavía en nuestra universidad.
Ese proyecto fue revisado por ellos y me pidieron que traduzca ese
75
Organización Panamericana de la Salud. Actúa como organismo regional de la OMS [Organización
Mundial de la Salud] con sede en Washington.
proyecto en un documento desde el punto de vista económico muy
completo, diseñar un proyecto, una solicitud de apoyo. Era un proyecto de
consulta, a ver que les parecía, pero había que hacer un proyecto con soles
y centavos. Nos dedicamos a eso en los meses siguientes, estamos
hablando del año 69. Lo presenté a la Fundación en abril del 69 y en
diciembre del 69 la Universidad acordó ya dar por constituida la Facultad.
En el año 70 se tramitó el proyecto a la Fundación con todos sus detalles
económicos y todo el procedimiento que se pensaba seguir, existe el
documento de lo que era el proyecto presentado a la Fundación, y a fines
del año 70 recibimos las becas de la OPS para hacer el seminario viajero.
Cuando estuvimos en Mérida, visitando una de las varias Facultades de
ese seminario, nos llamaron de la Fundación y nos dijeron que había sido
aprobado un donativo de 417 mil y un poco más dólares que, en ese
momento, estimo, tenga casi la seguridad, que fue el proyecto de
Odontología más costoso. O, ¿Cómo puedo decir?, el donativo más
grande que la Fundación hizo en esos años a una Facultad de Odontología
para su creación.
Ese proyecto incluía no sólo equipo, instrumental, sino que incluía
principalmente becas para un grupo de jóvenes profesores. Enviamos
rápidamente a toda la plana joven que no había tenido la oportunidad de
estudiar en el extranjero, los pudimos enviar a distintos países por
períodos de hasta año y medio a dos años, con lo cual inicialmente se
organizó la base del profesorado joven, en edad, tan importante para poder
establecer una continuidad. Los fundadores necesitan un grupo de gente
de apoyo.

¿Podría Ud. precisar a qué otras personas recuerda como con una
participación deeisiva en la formación de la Facultad de
Estomatología?

La primera persona que yo invité fue el Dr. Wilson Delgado. Por una
razón muy sencilla, Wilson era uno de los discípulos más cercanos a mí
cuando fui profesor en San Marcos, hizo la tesis conmigo en esos años y
luego estuvo muy cerca, inclusive lo ayudé a gestionar una beca con la
Fundación Kellogg. Él actuó como primer secretario de actas en la etapa
muy inicial, cuando se organizó el primer grupo que la Universidad
designó oficialmente para ayudarme a analizar el proyecto y también
como observador de la Universidad frente a un proyecto que venía un
poco de afuera. Allí estuvieron el doctor Mario Saldaña, la Dra. Gardner
de Núñez y también el finado Salem. Ernesto Salem jugó un papel muy
importante por el prestigio que él tenía como cirujano, era profesor de
Cayetano Heredia y también por operar en la zona máxilofacial, más
cercana desde el punto de vista regional en el trabajo de Estomatología.
De manera que él apoyó, consolidó, respaldó y me acompañó algunas
veces a hablar con las autoridades. Luego, una persona de la cual nosotros
siempre estamos muy reconocidos porque jugó un papel muy importante
en esos primeros momentos de apoyo a un proyecto fue Leopoldo
Chiappo, que era vicerrector. Cuando hablé por primera vez con Chiappo,
no lo conocía, encontré a la persona más abierta y más dispuesta a decir
"Sí, sigamos adelante, es una buena idea, Cayetano Heredia debe crecer"
etc., etc. Verdad que son recuerdos gratos de estas personas que en los
primeros momentos nos ayudaron, Hugo Pereyra, Ramiro Castro de la
Mata, a nivel de la Universidad recibimos, cómo puedo decir, el apoyo
moral del Dr. Alberto Cazorla, que era profesor de Bioquímica, del Dr.
Enrique Fernández, el mismo Carlos Vidal que, creo, en ese momento
estaba muy comprometido con la parte económica. Prácticamente ese
profesorado joven de esos años que aprendió bastante. El mismo
Krundieck, que en esos momentos estaba en el Perú también simpatizó
con la idea; Whitenbury nos ayudó a preparar el primer plano de lo que
podría ser una clínica, para que apareciera en los planos del Ministerio, en
ese momento se iba a construir el Hospital del Rímac, en la parte de las
facilidades docentes. Me dijeron ¿Por qué no aprovechamos para poner
aquí la clínica?, e hicieron un diagrama en un plano muy sencillo. Esos

76
Dr.Luis Ernesto Salem Abugattas (1927-1993). Graduado en la Facultad de Medicina de la UNMSM
en 1946. Residente de Cirugía Oncológica en el Instituto de Enfermedades Neoplásicas (INEN).
Realizó estudios de postgrado en Inglaterra y en los Estados Unidos entre 1955 y 19$7. Realizó su
camera profesional en el INEN llegando a ser jefe de Servicio y director del Instituto en noviembre de
1990. Profesor fundador de la UPCH. llegó a ser profesor principal y director de la Escuela de
Postgrado. Gremialista. fue decano del Colegio Médico del Perú en 1978. Notable cirujano oncológico
en la especialidad de Cirugía de Cabeza y Cuello.
son los recuerdos de ese primer momento de creación de la Facultad de
Estomatología77

Aparte del apoyo de la Fundación Kellog ¿Se gestionó algún otro


apoyo ante otras instituciones?

Se dejó la paralela, con todo reconocimiento, y tenemos gratitud a la


Organización Panamericana de Salud (OPS). La OPS nos ayudó a través
de numerosas consultorías que a la Universidad no le costaron nada,
pagadas por la OPS para trabajar con nosotros. Hemos tenido por lo
menos unos 6 consultores internacionales que han venido solventados por
la OPS para ayudarnos a diseñar el proyecto, apoyarnos con algunos
aspectos científicos, darnos consejos en distintos aspectos. Quisiera que
no se deje de lado al Dr. Darío Restrepo, que es ese momento era director
del Área de Salud Bucal de la OPS. Fue una persona que nos ayudó
muchísimo en esos años difíciles del inicio; inclusive, las dos entrevistas
que tuve con la Fundación Kellogg, en Washington una y con la
Fundación de Battle Creek, fueron a propósito de invitaciones que me
hizo Darío Restrepo para que lo apoyara en algunos trabajos de
organización. Entonces, aproveché los viajes a Washington pagados por la
OPS para conectarme. De otra manera, hubiera tenido que buscar recursos
propios para realizar esos viajes. Hubo coincidencias favorables en todo
momento, tuvimos suerte.

¿Cuáles fueron las principales dificultades de la Facultad de


Estomatología durante su desarrollo desde su punto de vista?

La dificultad más grande que hemos tenido fue encontrar un espacio físico
para instalar la clínica. Esa fue la mayor dificultad y la que nos tuvo
durante más de siete a ocho años, no lo recuerdo exactamente. Trabajamos
en un ambiente muy incómodo, que no era apropiado, y era el sótano del
77
La Facultad de Estomatología se creó por acuerdo del Consejo Universitario en su sesión del 10 de
noviembre de 1971, encargándosele al Dr. Roberto Beltrán la organización de la misma. Los
odontólogos que acompañaron al Dr. Roberto Beltrán Neira fueron los doctores Juan Bernal Morales,
Ramón Castillo Mercado, Wilson Delgado Azañero. David Loza Fernández, Juan Palacios Anicama.
Hernán Villena Martínez y Guillermo Zárate Figueroa).
hospital, donde instalamos un número de unidades. Después creció el
número de alumnos y tuvimos que poner más unidades y eso era un
hacinamiento extremo, sobre todo en verano con un calor insoportable.
Allí mismo estaban las oficinas, realmente durante años ese fue nuestro
gran problema. Hasta que la Fundación otra vez nos dio dinero para poder
construir una clínica que en los momentos en que se comenzó a proyectar
era una modesta clínica de un piso. Solicitamos 240 mil dólares que nos
pareció mucho dinero y la Fundación nos lo dio. Con eso solamente
construimos el casco que durante años estuvo también allí como un
fantasma, que no podía ser concluido hasta que la Fundación por segunda
vez nos volvió a dar cerca de un millón de dólares que sumado a lo que la
Universidad aportó como contraparte pudimos tener la clínica equipada
como estuvo hasta el año pasado. Ahora se ha agregado piso y medio con
el trabajo mutuo de los alumnos y los profesores. Esa fue la mayor
dificultad. Después, otra dificultad, si se puede mencionar, al comienzo
como era desconocido el proyecto, en ese momento la Facultad se llamaba
Programa Académico, no teníamos alumnos. Hemos tenido promociones
de siete alumnos y la primera promoción fue de un alumno. Después,
hemos tenido de siete, ocho y doce, hasta que tomó prestigio y entonces
ahora tenemos más de lo que podemos educar. Tenemos muchos alumnos
y también debe mencionarse que el proyecto en Cayetano Heredia no fue
solamente la Facultad de Estomatología sino también de carreras
auxiliares. Tenemos dos carreras auxiliares que se han mantenido durante
estos 25 años sin faltar todos los años, cientos de asistentes y técnicos de
laboratorios, cientos que están activos prestando servicio. Dos carreras
que son muy importantes porque en los años que nosotros empezamos no
las habían y la dificultad de un odontólogo para realizar bien su trabajo de
restauración está en la parte prostésica, que era un trabajo muy difícil de
cumplir con calidad porque no había técnicos en esos momentos. Nosotros
teníamos que hacerlo todo, lo cual era absurdo, ¿no?. La verdad es que la
aparición de un técnico preparado en una universidad, en un
Departamento de Odontología, significó un cambio tremendo.
En estos momentos, nosotros tenemos esos honores para ponernos
orgulloso en toda la línea porque, de todas maneras es un indicador,
tenemos técnicos que están en el extranjero y tienen muy buena posición.
Cayetano Heredia se formó con oposición al llamado cogobierno
estudiantil. La Facultad de Estomatología no vivió esa etapa. Sin
embargo, en todos los años que Ud. estuvo en la Universidad ¿Cómo
ha visto la participación estudiantil en las instancias de gobierno de la
Facultad?

Yo diría que los estudiantes que llegan a Estomatología, en los años que
he vivido más cerca y por las referencias que tengo, realmente se han
mantenido neutrales desde el punto de vista político universitario. Eso
puede ser bueno o puede ser malo, todo depende de quien lo enjuicie. Pero
no ha habido un estudiantado, qué le puedo decir, con una agresividad y
dinamismo muy grande. Para su Facultad, en general, sí han sido alumnos
y ex-alumnos, que en una cierta medida responden al llamado de su alma
mater cuando se les necesita. En este XXV Aniversario han estado todas
las promociones, no todas las personas de cada promoción pero sí por lo
menos un grupo de cada promoción, desde la primera 100% presente, la
única que tuvo 100%, hasta, inclusive, los postgraduados. Creo que hay
algo de cariño, no tanto como uno quisiera ver. Siempre uno aspira
mucho.

¿Puede Ud. resumir los principales logros alcanzados por la Facultad


de Estomatología desde su fundación?

El principal logro creo que fue el establecimiento de una metodología


educativa innovadora, diferente a la que existía en el Perú y en el
continente. El programa que nosotros organizamos del currículum y
método de trabajo era originario del grupo que organizó este sistema de
enseñanza y era un enfoque curricular, yo diría original, lo que no quiere
decir que hay que ignorar las fuentes que alimentaron esa concepción.
Nadie trae las cosas del espacio, siempre hay antecedentes. La
interpretación y la organización de un proceso educativo con estos
elementos de base, innovadores, se estaba discutiendo a nivel mundial.
Muchas de las cosas que de innovación docente se discutieron no llegaron
a ser realidad, llegaron como ideas pero no hubo la fuerza política para
ponerlas en operación, no hubo la gente que quisiera hacerlo. En el caso
nuestro había la idea y había el deseo y había la voluntad. Se pudo
establecer un plan de estudio, innovador, nuevo y diferente. Ese fue el
principal logro. El logro completo está en la calidad del graduado. Hemos
logrado muy buenos profesionales que están trabajando con éxito
inclusive en universidades extranjeras. Luego, la construcción de una
clínica que es modelo en América Latina. Yo diría que los tres grandes
logros que podría mencionar fueron: el proyecto de Odontología
innovador; la calidad del graduado, tanto en Odontología como en las
especialidades auxiliares; y, la Clínica como concepción y estructura
funcional muy moderna, hecha expresamente para una Facultad de
Odontología con ese tamaño y con esas características. Debemos
reconocer, por ejemplo, que la forma como se planeó la Clínica, desde el
punto de vista estructural, tamaño y perfil correspondía al terreno que nos
dio la Universidad. Esta nos dijo que de tanto por tanto podíamos
disponer. No era cuestión de entrar y tomar todo el terreno disponible.
Solamente había un señalamiento muy preciso de espacio y sobre eso
hubo que hacer una clínica vertical y no se pudo hacer más horizontal.
Esos fueron los tres, diría yo, principales logros. Tienen que haber muchos
otros como la preparación de profesores, se ha preparado material
educativo, hay libros publicados para la docencia, textos para profesores y
están los postgrados, residentados, internado rural y el internado
hospitalario. Todo eso fue, relativamente, una innovación en el Perú y en
América Latina.

En su consideración, ¿Qué faltaría por hacer en la Facultad?

En la Facultad lo más importante, en este momento, es mejorar la


dedicación del profesorado, que éste le dé más tiempo. Lo que significa
comprometerse al trabajo de investigación serio, entregar mejor el
aprendizaje clínico, hacerlo de mayor calidad; y, después, sobre la base
lógicamente de un mejoramiento de los haberes de los profesores, lo que
necesitamos en este momento es mejorar la economía de la Facultad. Todo
lo que se pueda para sostener una plana docente bien remunerada. Por eso,
creo que podemos dar un salto cualitativo, en términos de posibilidades,
de investigación y producción social mejor estructurada.
¿Cuál es su apreciación general sobre la Facultad de Estomatología
de la UPCH con respecto a otras Facultades nacionales?

Bueno, eso es una pregunta muy difícil porque uno ve tanto y más bien
sería cuestión de que una tercera persona, fuera de los intereses que
significan ser parte de algo y, sobre todo, haber generado un proceso.
Pero, se podría, quizás, hacer un alcance en el sentido de cómo eran las
necesidades odontológicas antes de Cayetano Heredia y después de
Cayetano Heredia. Cuando surge en Cayetano Heredia, a juicio de muchas
personas, no solamente en nuestra casa sino de fuera, la enseñanza de
Odontología en el Perú cambió radicalmente, sustantivamente. Después,
Cayetano Heredia comenzó a trabajar como un nuevo rector.
La influencia de Cayetano Heredia no solamente se ha ejercido a través
del ejemplo, del estímulo que significa que alguien está haciendo las cosas
de alguna manera que interesa al profesor de otras Facultades, de cómo
están haciendo las cosas en otro lado y que yo quiero hacerlas mejor, ese
estímulo de ver la competencia bien entendida. Aparte de eso, nosotros
contribuimos desde los años 70's, muy temprano, a la formación de la
Asociación Peruana de Facultades de Odontología y de los primeros
encuentros en los cuales se juntaron los profesores de las cinco escuelas
que en ese momento habían en el Perú. Nosotros fuimos los organizadores
y promotores, y no solamente iniciamos un proceso de construcción de lo
propio y lo nuestro al interior de Cayetano Heredia sino que lo
difundimos. Lo dimos a conocer en un forum amplio que significaba la
presencia de todos los decanos y profesores importantes de las cinco
Facultades: San Marcos, Ica, Villareal, Santa María de Arequipa y
nosotros. Éramos, en ese momento, cinco Facultades de Odontología y
nos reunimos más de dos o tres veces en sesiones de una semana entera,
en talleres para conversar sobre educación odontológica invitando a gente
de otras carreras. Siempre hemos invitado a Medicina y Enfermería, las
dos carreras más cercanas en la atención de la salud. Luego, con ayuda
otra vez de la Fundación Kellog, durante tres o cuatro años, el desarrollo
de los programas académicos de Odontología en el Perú fue presidido por
el secretario ejecutivo, el Dr. Naldo Balarezo, con quien, a través de la
Asociación y con fondos de la Fundación, hemos apoyado a todas las
Facultades de Odontología desde de la Asociación; pero, muy fuertemente
liderada por Cayetano Heredia que ha hecho una serie de seminarios, más
de uno por año, talleres, seminarios, encuentros internacionales, compra
de material didáctico, compra de máquinas de todo ese sector, etc. De
manera que diría que la presencia de Cayetano Heredia en la historia de la
enseñanza odontológica en el Perú tiene un lugar muy importante.
Quienes escriban la historia en el futuro enjuiciarán con mayor objetividad
cuánto de peso realmente tuvo la presencia de Cayetano Heredia. La
impresión que tenemos es que ha contribuido significativamente al
progreso de la educación odontológica y del ejercicio de la profesión a
través de los auxiliares.

Dentro de la ciencia de la salud, ¿Cómo considera Ud. que se


encuentra la Estomatología nacional con respecto de aquella que se
practica en los países más desarrollados?

La Odontología tiene dos grandes fases en el ejercicio. Una es el aspecto


médico y otro es el aspecto quirúrgico, igual que la Medicina tiene
medicina y cirugía. Lo nuestro, en lo quirúrgico es altamente tecnológico,
es operatoria dental-tallar dientes, obturar, curar caries-, es curar la
enfermedad periodontal y es mover dientes para dar una conformación
deseable, el problema de maloclusión. Esos son los tres grandes temas de
todos los días del trabajo odontológico. Esa parte es la que yo llamaría
quirúrgica, el hacer con las manos, el trabajo en boca. La parte médica es
una parte menos desarrollada en Odontología, es lo que llamamos la
Estomatología, la parte diagnóstica que significa el tratamiento del
paciente como debe ser como un todo dentro de su condición individual
psíquica, anímica. La comprensión de su naturaleza como niño, como
adulto, como mujer, como hombre. Su problema de salud general que
pueda tener relación con las condiciones de su estado oral. Un diagnóstico
integral de los problemas no solamente prevalentes sino de toda la
patología amplísima. La patología de la boca es tan amplia como
cualquier otra parte del cuerpo, de un tipo bien determinado como, por
ejemplo, el cáncer, el sida, etc. se manifiestan en la boca. Cáncer, hay
muchos tipos en niños, en adultos, hay carcinomas, hay sarcomas, hay
lesiones gravísimas que necesitan bisección maxilar. Mejor dicho,
Estomatología es todo lo que signifique diagnóstico y la atención integral
del paciente y de la causa que origine su problema. Se parece a la
Medicina Interna, es la contraparte en Medicina. Entonces, estas dos
partes de la Odontología siempre han sido asimétricas en cuanto a la
importancia que la misma profesión les ha dado en la práctica. El
odontólogo egresado de la universidad queda un poco en el pasado con la
parte médica que cuando era estudiante ya que lo que hace todos los días
es abrir dientes, tapar dientes, endodoncias, ortodoncias. Por tanto, la
parte médica está poco desarrollada. Con esa noción, nosotros, en
Cayetano Heredia, dijimos que no podía ser así, que había que darle más
peso a la parte diagnóstica, a la parte estomatológica. Por eso la llamamos
Facultad de Estomatología y por eso instauramos los que se llama el
Internado Hospitalario, que en un momento fue de seis meses y que ahora
son cuatro meses con permanencias de 24 horas diarias en el hospital, en
turnos durante todo el año, en el Servicio de Emergencia para la atención
de Traumatología y Emergencias. De manera que esa fue la respuesta de
Cayetano Heredia frente a esta asimetría que hubo, y hay, entre la parte
médica y la parte quirúrgica. En ese sentido, diría que Cayetano Heredia
dio un paso positivo adelante frente a la Odontología universal. No hay,
que yo conozca, ningún programa ni nacional ni internacional en ningún
país, incluyendo países tan avanzados como Estados Unidos o Inglaterra,
donde haya un programa que tenga un pregrado con cuatro meses de
internado rural, de trabajo con la gente de la comunidad y cuatro meses de
hospital, que tenga desde el tercer año de Facultad turnos hospitalarios de
24 horas. Tenemos otra razón de creer que estamos haciendo lo mejor que
se puede porque nuestros años académicos son de 11 meses con,
solamente, un mes de vacaciones. Si se suma las horas de nuestro
programa es como tener una camera de seis años en once semestres. La
única parte que no controlamos, lamentablemente, y nuestro deseo está en
querer mejorarlo, es la enseñanza de las ciencias básicas y la integración
de las ciencias básicas en el trabajo netamente profesional. Estas ciencias
básicas son enseñadas por los departamentos de Ciencias Básicas con su
personal y su enfoque. No podemos hacer que hagan de la manera que
queremos porque ellos ya tienen una formación, una manera de ver. El
departamento donde está haciéndose, por ej. Histología, Anatomía,
Bioquímica, Fisiología o Patología, etc., tiene su propia constitución, su
filosofía, su enfoque, su profesorado y pagan los sueldos. Nosotros no
pagamos los sueldos, entonces no podemos decirles que queremos que nos
pongan a este o este otro profesor. Ellos ponen al profesor que les parece,
que es el que en ese momento disponen. El día que nosotros tengamos
mayores recursos, creo que la Facultad va hacia la formación de sus
departamentos de Ciencias Básicas. Es una de las aspiraciones que tiene,
porque si Ud. tiene control sobre la economía se puede decir cómo uno
quiere que se hagan las cosas. En Estados Unidos, el que paga es el que
dice qué es lo que debes hacer, el que paga manda.

¿Quisiera Ud. agregar una reflexión final sobre lo que ha dicho?

La reflexión que haría siempre y la repito es que creamos una Facultad


para formar personal auxiliar y personal de Odontología con vistas a la
transformación de la salud bucal de la población peruana, esa fue la
misión. En estos momentos nos hemos quedado tan cortos, como que es
tradicional, pues los profesionales salen a un ejercicio privado con muy
poco impacto de lo que es la salud pública. Los servicios de salud pública
no están llenos de graduados de nuestra docencia. A pesar de toda la
filosofía, el enfoque, la practica rural y la comunitaria no hemos
encontrado el camino. Posiblemente, los medios no lo favorezcan. Ya
sabemos que los sistemas de salud están muy mal tenidos y en
Odontología están pésimos. Porque si en Medicina Ud. tiene un hospital
que brinda todas las especialidades, para el pueblo, Ud. no tiene ninguna
institución odontológica para el acceso popular. Ud. tiene un hospital A, B
ó C, en salud pública, donde una persona necesita operarse de los riñones
y se le opera. No se le dice aquí no se opera y vaya a una clínica
particular. En cambio, en Odontología, todos los servicios odontológicos
de salud pública son de extracción dental, alguna obturación y casi nada
más. Cualquier otra demanda tiene que hacerse en los consultorios
privados. Entonces, la salud pública odontológica no existe, lo que existe
es un programa de atención de emergencia odontológica y todavía para
una población que sería del 50% ó 60% del total. Los medios rurales están
totalmente desatendidos, y allí fueron nuestros internos rurales y hubo
lugares donde la gente nunca había visto un dentista. Allí las muelas las
saca un empírico, de cualquier forma, o la gente tiene que desplazarse
cientos de kilómetros. La reflexión es que nosotros aspiramos en el futuro
que nuestro salón de Odontología llegue a desarrollar las capacidades de
liderazgo que se necesita para intervenir políticamente en el campo de la
salud; y, que sean factores de cambio para que la población peruana tenga
mejor salud bucal, no solamente la clase media y los ricos sino toda la
población, que son 12 millones de habitantes que están en el desamparo,
sobre todo los niños, porque si Ud. hace una intervención temprana en la
niñez asegura una dentadura sana y una boca sana para toda la vida. Por
ahí estamos.

Dr. Beltrán, le agradezco mucho su colaboración.

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