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09-b-Jakobs-Prohibicion de Regreso-Estudios de DP PDF
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Universidad de Bonn
ESTUDIOS DE
DERECHO PENAL
EDITORIAL CIVITAS, S. A.
ocasión de observar al analizarla más detenidamente, de una especie de hi cual sie
pertrofia de imputación que es hija del prejuicio naturalista según el cual, que debe
pero sigue siendo un prejuicio, ya que con la protección de bienes aún no imputació'
propia, resulta evidente que el equivalente de la causación evitable, esto es, luciones qu
constata la existencia una relación específica del sujeto con el suceso que es en los que al .
puede estar
1
244 GÜNTHER JAKüBS
maduras al intentar, corriendo un riesgo desproporcionado, salvar el paño sa dos. Sine
manera e
másdifere
bitual, prete
que la teoría
cisamente qu
equivalencia
Es posible constatar con bastante rapidez que la solución no puede hallar habría que ti
el marco de los órdenes históricamente generados de la vida social» (9) sin fijar el ámbito soci
en la mayoría de los casos deberá considerarse socialmente adecuado, por la una interrupci
simple razón de que en el ámbito de los delitos de resultado, el comportamien ra de que las co
delictivo, esto es, no resulta posible constatar que esté prohibido, y también es tación (4); por
completamente insulso en relación con el criterio de los «órdenes histórica de regreso, lo '
mente generados». Si, por el contrario, se amplía el contexto a tener en cuenta perspectiva de la
al menos hasta las circunstancias de cuya presencia cabe deducir la produc teoría de las eq
ción del resultado (y sólo entonces tiene interés jurídico-penal el concepto de lencia es un vehí
ipartido sufre graves que dos. Sin embargo, el juicio acerca de si estas modalidades de comportamiento
ionado, salvar el paño sa siguen siendo socialmente adecuadas en aquellas situaciones en las que de
cia, su creación es impune (17), y habiendo dolo, quedan abarcadas por las tienda por«
ampliaciones del tipo de autoría: los preceptos relativos a la participación. liticarse a los
Sin embargo, si se pretenae que el límite de la imprudencia sea el límite to-la «obra
de la prohibición de regreso, la exención de responsabilidad sólo puede fun sino a la con
damentarse de tal manera que no afecte por principio a toda imprudencia y una descripci
a todo tipo de complicidad. La teoría de la prohibición de regreso en su con es, se trata de .
cepción habitual no ha elaborado tal fundamentación ni tampoco la puede la argumenta
elaborar, ya que al utilizar el límite entre dolo e imprudencia y la diferencia fundamenta a
ción entre participación mediata e inmediata no llega más allá de realizar mente. Por co .~
cuantificaciones dentro de la cibernética del comportamiento, en vez de de esté justificado;
terminar ámbitos de responsabilidad, como sucede con la posición de garan mentada la exc
te en el delito de omisión. Es imposible fundamentar de esta manera que mediata (23). '.
todo autor imprudente detrás de un autor doloso deba ser impune, como En lo que s
tampoco puede fundamentarse el lado opuesto, esto es, la punibilidad de bien se trata de
todo comportamiento doloso detrás de un hecho imprudente. mar que la excl
Veamos a este respecto un ejemplo de la jurisprudencia (18): en el su pena (24), Roxi
puesto en el que la amante le procura a su amante casado un veneno, puede autores por «am
diferenciarse perfectamente, tanto si hay dolo como si hay imprudencia, dual» (25); sin e
entre que, por un lado, este veneno sea una sustancia que, además de tener que uno respon
otras finalidades que el amante pueda razonablemente perseguir con su diendo el autor
ayuda, también pueda destinarse al fin de matar a su esposa, y que, por otro, mento ha de en
el amante no pueda hacer con la sustancia ninguna otra cosa razonable mas loso es al menos'
que cometer un asesinato; y también puede diferenciarse entre que el vene imprudente; por
no sea una mercancía que puede obtenerse en cualquier parte y que consti to de hechos de a .
tuya un riesgo poco corriente. No me refiero a la medida de previsibili zanjar todo el suc
dad (19) -puede que prestando una atención mínima quede claro que es se liquidado con esta.
guro que va a producirse un uso delictivo-, sino a la posibilidad, que difiere habiendo pena p
según los casos, de distanciarse de las consecuencias del hecho de haber pro la pena por impru
porcionado el veneno señalando que dichas consecuencias no forman parte de exclusión de la
del material a partir del cual debe interpretarse la acción propia, y esto, de de resolver el con
ser así, tanto si concurre dolo como imprudencia. pueda imputarse
De este modo, no es extraño que de los argumentos dogmáticos de los re
presentantes de la teoría de la prohibición de regreso sólo pueden mantener
(21) Hegel, Grundl'
se aquellos elementos que no determinan la situación existente en la prohi des Rechts, § 117,3." or
bición de regreso como situación en la que concurre una constelación de dolo (22) y en este sentid
e imprudencia. En lo que se refiere al argumento principal, cabe rebatirlo ne consecuentemente la
con relativa facilidad. Se sostiene que «no es posible considerar un hecho caso de que quien actúa
como la obra de la voluntad de un autor y al mismo tiempo también de un porte conforme a Derech
posibilidad de que haya
hombre de atrás» (20). El alcance del argumento depende de lo que se en sujeto que causa dolosa y
er, op. cit. [no 17], pp. 3
tampoco la imprudencia p
de la prohibición de regre
(7) Y en el marco de la fundamentación a (18) RGSt 64, pp. 370 Y ss. stificación por estado de n
través de la dominabilidad objetiva (Larenz, debería haber sido discutid
Hegels Zurechnungslehre und der Begriff der (9) O al grado de seguridad de la previ LG Düsseldorf(NJW 1957,
objektiven Zurechnung, 1927, pp. 39 Y ss., 59 y
sión, a este respecto vid. ínfra III e 2 y 3. por Larenz, op. cit. (n. 17).
SS.; ídem, NJW 1955, p. 1011; H. Mayer, Straf (20) H.Mayer,op. cit. (n. 17), p. 138; Larenz,
(23) Vid. también la cri
recht AT, 1953, pp. 138 Y s.), probablemente NJW 1955, pp. 1011 Y s.; Naucke, op. cit. (n. 101,
Roxín, Taterschaft und Ta
tampoco esté prohibida. pp. 426 Y ss.; Lampe, ZStW 71 (1959), p. 615.
p.543.
ESTUDIOS DE DERECHO PENAL 247
~dan abarcadas por las tienda por «obra de la voluntad», y para autores hegelianos -y así debe ca
vos a la participación. lificarse a los representantes de esta tesis en el contexto de este argumen
prudencia sea el límite to- la «obra de la voluntad» no es un concepto que se refiera a un suceso,
bilidad sólo puede fun sino a la conexión entre un suceso y un sujeto; no se trata de llevar a cabo
o a toda imprudencia y una descripción de la naturaleza, sino del «derecho de la voluntad» (21), esto
n de regreso en su con es, se trata de imputación en sentido estricto (22), con lo cual es evidente que
in ni tampoco la puede la argumentación es circular: la imposibilidad de imputar objetivamente se
udencia y la diferencia fundamenta a través de la afirmación de que es imposible imputar objetiva
~a más allá de realizar
mente. Por consiguiente, por medio de este argumento ni puede negarse que
tamiento, en vez de de esté justificado que la ley prevea la participación dolosa, ni queda funda
m la posición de garan mentada la exclusión de la imputación en los casos de causación imprudente
ar de esta manera que mediata (23).
leba ser impune, como En lo que se refiere al argumento dogmático adicional -aunque más
,o es, la punibilidad de bien se trata de una tesis con el atractivo de lo inusual- consistente en afir
rudente. mar que la exclusiva punición del autor doloso puede satisfacer el fin de la
'udencia (18): en el su pena (24), Roxin ha formulado la objeción de que la punición de uno de los
iSado un veneno, puede autores por «ambos hechos» infringe «el principio de responsabilidad indivi
lO si hay imprudencia,
dual» (25); sin embargo, lo que se sostiene a través de este argumento no es
a que, además de tener que uno responda por los dos, sino que la situación queda resuelta respon
lente perseguir con su diendo el autor doloso exclusivamente por su hecho. Por lo tanto, el argu
l esposa, y que, por otro,
mento ha de entenderse en el sentido de que la pena impuesta al autor do
ltra cosa razonable mas loso es al menos una causa de exclusión de la pena respecto del autor
iarse entre que el vene imprudente; por consiguiente, rige un estricto principio de absorción respec
uier parte y que consti to de hechos de autores diferentes (26). Pero si la pena al autor doloso puede
medida de previsibili zanjar todo el suceso, ello se debe exclusivamente a que todo el asunto queda
a quede claro que es se liquidado con esta pena. Sin embargo, si no se quiere que esto signifique que
I posibilidad, que difiere
habiendo pena por un hecho doloso no es necesario ser muy minucioso con
del hecho de haber pro la pena por imprudencia, entonces no puede bastar con construir una causa
encias no forman parte de exclusión de la pena; por el contrario, la imputación del hecho doloso ha
acción propia, y esto, de de resolver el conflicto en su conjunto, esto es, debe quedar excluido que
pueda imputarse algo del hecho imprudente. Dicho de otro modo: el hecho
porte conforme a Derecho: sigue cabiendo la (25) Roxin, op. cit. (n. 23J, p. 543.
y «de este modo, quien actúa directamente» cierra a quien le ha tentado «en
cierto sentido el acceso a la responsabilidad por el resultado» (37). La vícti
ma sólo puede dirigirse por su lesión contra quien ha actuado de manera di
recta (38), y la causación mediata pasa a ser un supuesto especial del favo Las te
recimiento de un hecho ajeno, que sólo es punible en el marco de los nante de
preceptos relativos a la participación (39). pesar de
En los argumentos de Welp se advierte bajo el ropaje de la construcción formulan o
normativa la tesis antes expuesta según la cual la imputación a quien actúa prohibición
de manera directa puede resolver el conflicto, y ello refiriéndose, acertada penal en .
mente, a la imputación y no a fracciones de punibilidad. Y su postura tam damental
bién coincide con el modelo arriba esbozado y que aquí se sostiene en la me nes» (42)-:·
dida en que considera irrelevante para la fundamentación de la prohibición contra la
de regreso al límite entre el dolo y la imprudencia, aunque con justificación lizar la ten
o sin ella esté dotado de efectos de Derecho positivo. ción activa,
del riesgo
Sin embargo, la solución de Welp ni se halla fundamentada respecto de girse contra
todos los casos abarcados por la prohibición de regreso ni abarca todos los prohibición,
casos de la prohibición de regreso. imprudentes
No se halla fundamentada la total ausencia de imputación en la causa correspondi
ción mediata. Si -para Welp- se fundamentan de distinto modo autoría y mento,es cu
participación dolosa, de todos modos el fundamento de ambas fundamenta gumento de 1.
ciones puede ser común, y ese elemento común puede justificar que en el ám a través dep
bito de la imprudencia se traten de manera uniforme todas las formas de es cierto que
participación, sin renunciar a abarcarlas en su conjunto. Dicho de otro causalidad. .
modo: mientras el fundamento común de la imposición de penas sea idéntico pone la pena,
para la autoría dolosa, para la participación dolosa y para la imprudencia, ser reparado .
es posible que sus respectivos fundamentos penales concretos (esto es, las de la causalid
modalidades de aparición de una determinada especie, concretadas confor
me a ciertos fines) difieran, sin que de ello se pueda extraer ninguna conclu
sión respecto del alcance de otras especies. No se puede determinar si real 3.
mente «no existe pena alguna... para la participación imprudente» (40)
utilizando un procedimiento constructivo, sino sólo a través de una deduc El principio
ción teleológica. mática de la p'
En la concepción de Welp, la prohibición de regreso no abarca los supues fianza puede c'
tos de causación mediata dolosa. Según Welp, todos ellos son (al menos) con ello como dí
casos de participación. Sin embargo, la afirmación de que los preceptos rela sólo prima rack
tivos a la participación deben extenderse a todos los supuestos de causación de errores de
dolosa es tan poco evidente como lo es el paralelismo criticado por el propio centaje de erro
Welp entre equivalencia de las causas y equivalencia de imputación. La cau quina que aún s ,
sación mediata, en primer lugar, solamente es -y ello también en la concep te de qué precio
ción de Welp- un resultado obtenido a través de la substracción de las cau obtener. Por lo t .
ser considerados
saciones directas; por consiguiente, aún no supone un elemento que deba ser
251
esultado» (37). La vícti relevante respecto de la responsabilidad, y menos un elemento que deba ad
l actuado de manera di quirir sin excepción relevancia para la responsabilidad.
'tiesto especial del favo Las tesis de Welp, cuyo núcleo (esto es, la afirmación del carácter domi
)le en el marco de los nante de la imputación respecto de la causalidad) desde luego suscribo a
pesar de estas objeciones, han tenido poca aceptación. Además de que se le
'paje de la construcción formulan objeciones intrasistemáticas, se le reprocha a Welp que la «rígida»
Lputación a quien actúa prohibición de regreso «abandonaría la misión de protección del Derecho
refiriéndose, acertada penal en un punto esencial» (41), o que es «incompatible con la misión fun
dad. Y su postura tam damental de las normas jurídico-penales -es decir, la protección de bie
uí se sostiene en la me nes» (42)-. Tal y como se formula, este argumento también podría dirigirse
cación de la prohibición contra la tesis (superflua por indiscutida) de que no es deber de todos para
unque con justificación lizar la tendencia del prójimo a cometer un delito a través de una interven
ción activa, igual que se ha dirigido y aún se dirige contra el establecimiento
del riesgo permitido y del principio de confianza, y desde luego puede diri
:lamentada respecto de
girse contra la impunidad de numerosas tentativas, a pesar de existir una
eso ni abarca todos los prohibición, y contra la impunidad de numerosas modalidades de comisión
imprudentes etc. Solamente prohibiendo todo movimiento y estableciendo la
nputación en la causa correspondiente pena, con excepción de las medidas (¡cuidadosas!) de salva
listinto modo autoría y mento, es cuando se llegaría al límite de lo que cabe exigir con ayuda del ar
de ambas fundamenta gumento de la protección de los bienes. Sin embargo, la protección de bienes
justificar que en el ám a través de prohibiciones y penas no puede entenderse de esta manera. Bien
ne todas las formas de es cierto que el hecho de la lesión del bien se halla vinculado al hecho de la
mjunto. Dicho de otro causalidad. Sin embargo, no toda lesión de un bien conlleva pena, y si se im
n de penas sea idéntico pone la pena, ello no resucita el bien muerto (43). Lo que es susceptible de
y para la imprudencia, ser reparado a través de la pena no tiene por qué estar vinculado al hecho
, concretos (esto es, las de la causalidad; la imputación no es un concepto naturalista.
:ie, concretadas confor
xtraer ninguna conclu
ede determinar si real 3. Principio de confianza
:ión imprudente» (40)
:l través de una deduc
El principio de confianza se halla estrechamente vinculado a la proble
mática de la prohibición de regreso. Bien es cierto que el principio de con
o no abarca los supues fianza puede concebirse también como caso especial del riesgo permitido, y
IS ellos son (al menos) con ello como descendiente del estado de necesidad justificante (44), pero
que los preceptos rela sólo prima facie parece indiferente que se trate, por ejemplo, del porcentaje
mpuestos de causación de errores de una máquina, o de seres humanos. Que sea soportable el por
,criticado por el propio centaje de errores de una máquina, esto es, la modalidad de uso de esa má
de imputación. La cau quina que aún se encuentra dentro del riesgo permitido, depende únicamen
) también en la concep te de qué precio máximo de desgracia se pueda pagar por los beneficios a
ubstracción de las cau obtener. Por lo tanto, los defectos solamente pueden ser liquidados (esto es,
ser considerados tolerables) a través de su compensación con los beneficios.
lagnitud es seleccionado a su
lprocedimiento normativo. (41) Schünemann,op. cit. (n. 34), p. 211. (44) Cfr. las referencias en Jakobs, Beiheft
(42) Herzberg.: Die Unterlassung im Straf zur ZStW, 1974, p. 12 (vid. la traducción castel
p.279. recht und das Garantenprinzip, 1972, p. 305. lana de este trabajo contenida en este tomo
cit. (n. 29), p. 283. (43) Cfr. H.Mayer, Strafrecht AT, 1967, p. 20. (n.o 5). N. del T.)
252 GÚNTHER JAKüBS
uoso de seres humanos, a la práctica con éxito su decisión de realizar un delito, y en parte es aún
~nte en imputar a quien menos que eso; en todo caso, no se advierte la diferencia relevante entre que
dncipio de confianza es una decisión deba aún ser tomada o se mantenga tras su adopción.
Ido especialmente 8tra
Por lo tanto, la fundamentación del principio de confianza realizada por
incipio de confianza y la
8tratenwerth solamente admite el establecimiento de límites que probable
la vida social en los que
mente sean demasiado amplios. Será necesario buscar un equilibrio entre el
ersonas, por regla gene
permiso de confiar (apoyado en la estadística) establecido por la jurispru
1 que los demás se com
dencia y la confianza de origen normativo (abiertamente contrafáctica en
éstos se hallan someti
casos extremos), que solamente admite autoría y quizás inducción. El cami
) no tiene nada que ver
no a seguir ya se ha insinuado antes al hacer referencia a la sentencia del
ística o con reglas de ex
Reichsgericht en el caso del veneno: se tratará de la delimitación de ámbitos
;tra que las infracciones
de responsabilidad.
'ecuencia. Solamente el
~rsona responsable es lo
lforme a su responsabi 4. Teoría del fin de la norma
; de cuidado» (46).
'incipio de confianza ca
La valoración crítica del estado actual de la cuestión aún ha de referirse
confianza sea responsa
a un ámbito en el que la prohibición de regreso aparece de manera encubier
i conforme a su respon
ta (51): la teoría del fin de la norma. Se sostiene que en este campo hay un
;ólo al lado normativo.
grupo de casos en los que el resultado puede imputarse a quien resulta le
no queda limitado ni en
sionado, de modo que resulta superflua la solución jurídico-penal. Se trata
ldencia- de que exista
del ámbito, tratado especialmente por Roxin (52), de la asunción consciente
produzca un comporta
de un peligro de autolesión para salvar bienes que el autor ha puesto en pe
lrminados indicios que
ligro de manera imputable. Un ejemplo extraído de la jurisprudencia (53): el
defectuoso, pero que
autor causa imprudentemente la infección con viruela de algunas personas,
encuentre en un estado
contagiándose posteriormente -como era previsible- el personal sanitario
msabilidad, ni tampoco
que le trata y el sacerdote de la clínica. Aquí se sostiene que la ayuda se pro
a cometer un hecho do
duce conforme a una disposición legal o con base en la propia responsabili
-que pasa a ser plena
dad de quienes la prestan, por lo que las consecuencias deben ser imputadas
.oscible a cometer el de
al legislador (54) o a quien presta ayuda, como resultado de su valentía (55)
;o se fundamenta así la
o de su riesgo profesional (56).
la que otro sujeto se de
to la pena de la partici Esta es la idea (57) de la prohibición de regreso -la separación de impu
. caso de mayor intensi tación y causación (evitable)- pero aplicada respecto del deber legal y del
e un sujeto puede llevar
(51) Así lo sostiene respecto de la teoría del (56) Roxin-Schünemann-Haffke, op. cit.
fin de la norma acertadamente Baumann, 140.
(n. 81, p.
dem, Strafrecht (n. 7), n.m. Lehrbuch (n. 15), p. 229 n. 19. •
(57) Este argumento es apoyado por argu
(52) Vid. supra n. 8. mentos adicionales:
~tratenwerth,Strafrecht (n. 7),
(53) BGHSt 17, pp. 359 Yss. (1) Se sostiene que en caso de existir un de
(54) Roxin, Honig-Festschrift (n. 8), pp. 142 ber jurídico, el Estado también "participa» al
werth, Strafrecht (n. 7), n.m. Y s. -se trata de una valoración exactamente establecer ese deber jurídico (Roxin-Schüne
yer,op. cit. .(n. 17), pp. 321 Y opuesta a la contenida en BGHSt 3, pp. 203 Y mann-Haffke,op. cit. [no 8], p. 140.; Roxin, Ha
er, Strafrecht (n. 7), 14/104 ss., 205-: allí se afirma que sólo la posibilidad nig-Festschrift [no 8], pp. 142 y s.) Sin embargo,
i) Y Welzel, op. cit. (n. 7), p. esta participación tiene las mismas
de un actuar subsiguiente conforme a Derecho
sin embargo, que cabe com atañe a quien ha actuado en pr-imer lugar. características que la participación del salva
lar una decisión (en todo caso, dor en una situación de estado de necesidad: se
1) Jescheck, Strafrecht (n. 11), (55) Roxin, Honig-Festschrift, ibid.; idem, halla justificada. Del mismo modo que el esta
Gallas-Festschrift (n. 8), pp. 246 Ys. blecimiento por el ordenamiento jurídico de un
F
254 GÜNTHERJAKOBS
riesgo profesional a casos en los que el destinatario de la imputación de la nalmente tiene efec
acción lesiva directa (la víctima) sólo acepta la imputación en tránsito para crita al legislador
transmitirsela a quién ha p.uesto en marcha el mecanismo establecido en la queda sin resolver.
ley o en las características de la profesión: al autor. grupo de casos tra
me a los principios g
Quien crea una situación en la que terceros pueden ponerse a sí mismos
de proceder de este
en peligro, no responde de las consecuencias que el libre arbitrio de éstos
conflicto en su conj .
(¡que son imputables!) genere en ellos mismos: tales consecuencias quedan
suficientemente explicadas al ser reconducidas al arbitrio, y la génesis de
este arbitrio es asunto exclusivo de quien lo ejerce; no puede, por tanto, tras
111. Causalidad e i .
ladarse. Nadie aceptaría la pretensión de que respondan quienes desenca
denan el arbitrio ajeno (58).
1. Fundamentos
Sin embargo, ciertamente el riesgo profesional y la obligación legal ata
ñen en primer lugar a quien ejerce la profesión y al legislador; pero el riesgo
Como conclusión
profesional y la obligación legal, como es evidente, existen para evitar per
prohibición de regr
juicios mayores, de modo que esta imputación resuelve tanto y tan poco
en el marco de la iro .
como la explicación de una lesión a través del estado de necesidad justifican
tud de la causalidad .
te (59), esto es, sólo resuelve la cuestión "- 'ca de para quien el dilema fi
mayor intensidad de
hecho de que hasta .
deber no constituye una coacción antijurídica a situación de conflicto en contadas ocasiones, ya supuestos dogmátic
quien queda obligado, aunque el deber en el que en los supuestos relevantes, ex ante siem punto de partida de
caso individ ual ex post demuestre ser un deber pre es más probable la reducción del daño en su de imputación canee
inútil, la constitución del deber de intentar mi conjunto que su incremento.
nimizar un daño no supone la génesis antijurí modo más genérico,
dica de las consecuencias de ese intento, (3) Schünemann ha propuesto últimamente típicamente, está vi .
(JA 75, p. 722) imputar los daños sólo cuando
(2) Se afirma que se plantea un «cálculo in se trate de acciones de salvamento debidas, y hecho: el punto de p
digno» (Roxin-Schünemann-Haffke, op. cit. [no solamente si concurre el presupuesto adicional ros resultados; esto e .
8], p. 140) al sujeto que debe prestar la ayuda de que «tenga efecto causal en sentido estricto saciones. Desde esta
al resolver la cuestión acerca de si debe ayudar, una fuente de peligro creada o dirigida por el
y al autor al determinar si debe solicitar ayuda, sujeto causante, pero no imputarlos cuando la esto es, la exigencia d
incluso se sostiene que se les empuja hacia el responsabilidad inicial solamente consista en mite impuesta desde
«conflicto irresoluble» (Roxin, Honig-Fest entregar a otras personas a fuentes de peligro ción de resultados, se
schrift [n, 8], p. 143) entre no hacer nada para ya existentes» (subrayados en el original)
llevar a cabo el salvamento o abocar al autor probablemente se trate de un derivado del «do ción de modo ilimitad
o el autor a sí mismo-- a ser sometido a pena. minio sobre la causa del resultado» (ídem, op.
Este conflicto es consecuencia de la circunstan cit. [no 34], p. 237 Y passim)-. La solución no
cia de que en aquellos supuestos en los que las llega más allá de una clasificación aparente de
fenómenos, ya que las fuentes de peligro no son tad de actuación, aquel que
consecuencias de un comportamiento delictivo nera inadecuada no puede in
son susceptibles de del' trasladadas a otros bie tales si no aparece en su ámbito algún bien:
sería necesario demostrar que la diferenciación biese actuado desconfiadam
nes (estado de necesidad justificante), frecuen nido lugar el accidente, de
temente, desde el punto de vista exclusivo del naturalista entre que el peligro llegue al bien o
el bien al peljgro supone también una diferen sólo atañe al legislador o a q
Derecho positivo (esto es, sin consideraciones do. El Derecho penal en ma
materiales respecto de este ámbito, sino como cia en materia de imputación.
de lo contrario.
consecuencia de consideraciones materiales re (58) Un argumento análogo aparece en
lativas a un ámbito de problemas heterogéneo) (60) Habitualmentesed
Schroeder, Strafgesetzbuch, Leipziger Kom
la máxima responsabilidad posible aún no se go que se corre es razonable
mentar, 1974, § 59 n.m. 202: «De otro modo,
halla determinada antes del traslado, por como se procede en el estado
cualquiera podría convertir en autor a quien
ejemplo, a causa de la impunidad de la tentati ficante; Rudolphi, JuS 69, p.
causa el peligro». A este respecto cfr. también
va. A través de la medición de la pena, al menos idem, Del' Tater... (n. 6), p. 198 con referencias, Deutsch, JZ 67, pp. 642 Y
no castigando más levemente a aquel autor que cuestión de la indemnizaci
permite que la víctima (a la que en primera in (59) O -en cuanto supuesto derivado del además, probablemente, Fri
stancia había puesto en peligro) muera inde estado de necesidad (vid. supra n. 44)- a sigkeitsdelikt und das Ver
fensa que a aquel otro autor que pide ayuda t~avés del riesgo permitido. Cuando el legisla ten, 1973, respecto de la sol
con la consecuencia de varias muertes, puede dor (o la jurisprudencia) admite en el tráfico ro carácter necesario para el tI'
resolverse el conflicto. Además, los intervinien dado un riesgo permitido, en cuanto permiso de miento arriesgado (pp. 151l
tes probablemente sólo serán conscientes de la confiar, para no restringir en demasía la liber \izando una ponderación de
ESTUDIOS DE DERECHO PENAL 255
de la imputación de la nalmente tiene efecto. La génesis del dilema, sin embargo, no puede ser ads
Ltación en tránsito para crita al legislador o a quien ejerce la profesión; en la solución de Roxin,
nismo establecido en la queda sin resolver. Más adelante se analizará cuándo debe imputarse en el
. grupo de casos tratado por Roxin la autolesión de la víctima al autor confor
en ponerse a sí mismos me a los principios generales del delito de comisión (60); existe la necesidad
l libre arbitrio de éstos de proceder de este modo mientras la imputación a la víctima no resuelva el
; consecuencias quedan conflicto en su conjunto (61).
lrbitrio, y la génesis de
D puede, por tanto, tras
,ndan quienes desenca III. Causalidad e imputación
1. Fundamentos
la obligación legal ata
egislador; pero el riesgo
~xisten para evitar per
Como conclusión de la sinopsis crítica de algunas posturas relativas a la
uelve tanto y tan poco prohibición de regreso, cabe constatar que el recurso a la causalidad evitable
de necesidad justifican en el marco de la imputación no puede tener lugar sin más en toda la ampli
lara quien el dilema fi tud de la causalidad evitable, sino que, por el contrario, ha de discutirse con
mayor intensidad de lo que se ha hecho hasta el momento. Por supuesto, el
hecho de que hasta ahora este problema se haya reducido a un problema de
licto en contadas ocasiones, ya supuestos dogmáticos marginales tiene una razón; razón que se halla en el
stos relevantes, ex ante siem punto de partida de la protección de bienes. En primer lugar, una dogmática
ble la reducción del daño en su de imputación concebida sobre la base en la protección de bienes, o dicho de
ncremento.
modo más genérico, sobre la base en la no producción de resultados descritos
.nu ha propuesto últimamente típicamente, está vinculada al momento temporal anterior a la comisión del
nputar los daños sólo cuando
nes de salvamento debidas, y hecho: el punto de partida está en aquello que es necesario para evitar futu
:urre el presupuesto adicional ros resultados; esto es, en el ámbito de la comisión: han de omitirse las cau
!cto causal en sentido estricto saciones. Desde esta perspectiva, ni siquiera la evitabilidad de la causación,
,ligro creada o dirigid a por el
pero no imputarlos cuando la esto es, la exigencia de comisión dolosa o imprudencia, se convierte en un lí
inicial solamente consista en mite impuesta desde fuera; en realidad, desde el punto de vista de la evita
personas a fuentes de peligro ción de resultados, sería más conveniente que hubiese que omitir la causa
:ubrayados en el originaD
: trate de un derivado del "do ción de modo ilimitado, esto es, no sólo en el ámbito de lo evitable (62). La
lusa del resultado" (idem, op.
7 Y passim)-. La solución no
una clasificación aparente de
e las fuentes de peligro no son tad de actuación, aquel que se comporta de ma naturalista; sin embargo, los casos de exigibili
,ce en su ámbito algún bien: nera inadecuada no puede invocar que si se hu dad (pp. 152 Y s.) son supuestos de protección
!mostrar que la diferenciación biese actuado desconfiadamente no hubiese te- penal a pesar de irracionalidad objetiva. Res
que el peligro llegue al bien o nido lugar el accidente, de modo que el asunto pecto de la ponderación de los topoi enunciados
supone también una diferen sólo atañe al legislador o a quien había confia y de otros muchos: Cramer, en: Schiinke-Schrii
imputación. do. El Derecho penal en materia de tráfico vive der, 18." ed. 1976, § 15 n.m. 155 y s.; Sch.üne
de lo contrario. mann, JA 75, pp. 721 Y s. -vid. respecto de
Imento análogo aparece en todo esto infra III e 5-.
~esetzbuch, Leipziger Kom
(60) Habitualmente se determina si el ries
¡9 n.m. 202: "De otro modo, go que se corre es razonable de modo análogo a
(61) De no ser así, la salvación del bien que
I convertir en autor a quien
como se procede en el estado de necesidadjusti estaba en peligro en todo caso exonera al autor
A este respecto cfr. también ficante; Rudolph.i, JuS 69, p. 557; cfr. también desde el punto de vista jurídico-positivo (impu
(n. 6), p. 198 con referencias. Deutsch., JZ 67, pp. 642 Y s., respecto de la nidad de la tentativa).
cuestión de la indemnización jurídico-civil;
~anto supuesto derivado del además, probablemente, Frisch., Das Fahrlas (62) Al escribir Engisch. (MSchrKrim.Biol.
dad (vid. supra n. 44)- a sigkeitsdelikt und das Verhalten des Verletz 1932, p. 425) que la norma formulada con inde
>ermitido. Cuando el legisla ten, 1973, respecto de la solución conforme al pendencia de la capacidad de motivación tiene
encia) admite en el tráfico ro carácter necesario pára el tráfico del comporta «más fuerza y severidad», eIlo caracteriza des
mitido, en cuanto permiso de miento arriesgado (pp. 151 Y sJ, aunque rea de luego que la incapacidad humana es tenida
stringir en demasía la Iiber- lizando una ponderación de bienes demasiado en cuenta a disgusto: lo fuerte y severo es aque
256 GÜNTHERJAKOBS
ito de que no se produzca pectativa de que se produzcan comportamientos que no defrauden, y esto su
ltada hacia el manteni pone que, que la expectativa de comportamiento está «estabilizada contrafác
ex ante, es una dogmáti . ticamente» (64). Esta estabilización tiene lugar a través de la imputación, en
a imputación que en vez funciona como símbolo de la seriedad de la definición, y en todo caso opera de
rte del hecho de que éste manera indirecta como medio de prevención en sentido habitual (65).
mcia el momento tempo Esta modalidad de solución del conflicto sólo es necesaria cuando no es
rospectivamente tanto la posible definir otros subsistemas distintos del autor como causa relevante
I que aparezca como obje
del conflicto, o no cabe definirlos plenamente como tal, o cuando -con base
>modo: desde la perspec en la planificación social- no deben ser definidos como causa relevante (66),
prohibir las causaciones y significa siempre que el conflicto atañe al autor, esto es, que el autor no
D esto no demuestra que forma parte de aquel ámbito que posiblemente es causal o disponía de capa
de semejante intensidad, cidad de evitación, pero en todo caso no se halla jurídico-penalmente vincu
n, como nos enseña el de lado al conflicto.
mputar un delito a todos
mente al definirse el con El Derecho penal no puede estabilizar como expectativa respecto del
er de quien podía salvar, comportamiento de otros que nadie le ofrezca a otro la posibilidad de desviar
~ al sujeto con capacidad los efectos del comportamiento propio hacia un resultado delictivo. Esto no
lo deba especificarse aún significaría otra cosa que esperar que casi ningún comportamiento tenga lu
>tras personas, como des gar, ya que prácticamente todo puede convertirse en una pieza funcional de
.e ser modificada, aunque algún plan delictivo. Sólo puede tenerse la expectativa de que nadie comple
lenal comporta, etc. Esta te (de manera evitable) las condiciones de un curso delictivo. Esto significa
capaz de salvar no es ga en primer lugar (¡pero no solamente!) que en el delito de comisión producen
del socorro o por omisión una defraudación aquellos comportamientos que (de manera evitable) gene
del resultado, afirmación ran directamente (67) el resultado. (Definición: en lo que sigue, la voluntad
una remisión a las pala de realizar el comportamiento que de modo evitable lesiona directamente se
ado...) del § 13 párrafo 1.0 denomina plan delictivo, con independencia de que el resultado delictivo se
a aquellos otros tipos. conozca o sólo sea cognoscible). En el campo de los comportamientos que de
manera evitable causan el resultado mediatamente, la cuestión decisiva es
cisamente la finalidad de la de determinar si el comportamiento debe adscribirse al plan delictivo en
la de un conflicto a través cuanto raíz de la defraudación, o si se puede distanciar del plan delictivo, es
lisión) o de quien no evitó decir, si se trata de un comportamiento que está al menos tan lejos del plan
~stinatario de la imputa delictivo como el mundo, en general no exento de otras causas de conflicto
. no se le permite recurrir distintas de la planificación delictiva. Por ejemplo: si nadie puede espera que
a
~var cabo un ulterior re deje de producirse un robo porque quien lo quiera llevar a cabo no disponga
il desarrollo de su sociali de un vulgar destornillador, ¿por qué ha de estabilizarse entonces la expec
lra establecer una garan tativa de que nadie venda un vulgar destornillador a un sujeto que de ma
<segura» en el sentido de nera cognoscible se halla determinado a llevar a cabo un robo? Cuando ame
nace un daño mayor del que constituye un hecho de estas características,
este tipo de acción puede ser extremadamente insolidario -pero esto ya
ue el resultado no se produzca, y
!equivalente a la realización del
Lvés de un actuar... (N. del T.). (64) Luhmann, Rechtssoziologie, 1, (n. 3), (67) Esto es, de manera que el resultado ya
p.43. no puede ser evitado por otra persona en
.ann, Rechtssoziologie, 1, (n. 3), cumplimiento de un deber de evitación del re
Schuld und Pravention, 1976 (65) Jakobs, op. cit. (n. 63), p. 10.
sultado; sin embargo, no pretende resolverse
lat Heft 452/453) [cfr. la traduc (66) Vid. el ejemplo enunciado respecto de aquí si siempre es preciso imputar a quien le
a de este trabajo contenida en la comisión y de la omisión al principio, en la siona directamente o si, por el contrario, existe
1) (N. del T.)], p. 25. parte 1, texto correspondiente a las n.S 3 y 4. un ..deber de regreso por encima del último...
258 GÜNTHERJAKOBS
pueda ser interpretado como compatible con el modelo de mundo esbozado al analizar la c .
por la norma. Esto, en primer lugar, sucede siempre cuando una determi dad por el act
persona y la configuración concreta se aparta del plan: en el ámbito de los a otro, sea con o
garantes, conforme a los principios del delito de omisión impropia. Aquí, el imputación al
nera al respons
configuración de este sector del mundo, le está adscrito. La situación es 152 y ss.), y la
distinta cuando es un no-garante quien comete; éste puede generar efectos cliente, estando
derivados en ámbitos que le son ajenos, pero ha de poder demostrarse que fiende después de
estos efectos derivados pertenecen aún a su interpretación del mundo para que queda liberad'
que sea precisamente él quien haya defraudado la expectativa. En el ám porque «la defens
bito que es específico de la comisión, debe ser posible interpretar la actua provocada y gen
antijurídico del a
ción como esbozo contrario a la norma con base en el curso lesivo, de donde s., 328); por lo tanto,
quiera que provenga y a donde quiera que vaya; el contexto de interpreta la «culpa» de su di!
ción está limitado solamente en el ámbito de los garantes. En todo caso, se be a él mismo (de
legítima defensa y a.
trata de interpretar qué es lo que el comportamiento «lleva dentro» de es de necesidad excul
bozo de realidad. Solamente si se toma como elemento esencial este «signi Jakobs,op. cit. [n.6
ficado expresivo» (69) del comportamiento, la pena en cuanto «posibili cias). O: quien ha c
visiblemente será
dad(des) de expresar que se mantiene la expectativa a pesar de la tijurídica por «terce
defraudación» (70) se refiere a la misma base que el comportamiento de que se convierta en
fraudador. caso de producirse
la responsabilidad de
203 y ss., 205). La fo
esta sentencia es la r.
(*) El § 330 c 8tGB, vigente en el momento (69) Luhmann, Funktionen... (n. 3), p. 256. bición de regreso: «Q
de redactarse el presente trabajo, se correspon (70) Luhmann, Legitimation durch Ver recho no está obligadd
de con el § 323 c actual (omisión de socorro) (N. dad de que con base
del T.). fahren, 1969, p. 235; idem, Rechtssoziologie 1
(n. 3), pp. 58 Y ss.
creada por él lícitam
antijuridico de terce
(68) Vid. supra n. generar un peligro;
T
ESTUDIOS DE DERECHO PENAL 259
:efiere a la responsabili Si la garantía jurídico-penal se refiere a que las expectativas son resis
tentes frente a las defraudaciones, ello no significa que deba regir la garan
erre un comportamiento tía de que todos omitan cualquier tipo de comportamiento que tiene efecto
llar cuándo hay razones causal, de que incluso se omitan aquellos comportamientos que sólo causan
manera mediata. Ahora en sentido naturalista, pero no tienen el significado de causar. Y ello es así
lfiguración del mundo, y puesto que tal comportamiento puede ser distanciado del plan delictivo y no
lblado o sea apoyándose defrauda, sino que es parte de un mundo que inevitablemente contiene cau
e concurran distintos es sas de lesiones y que sólo recibe de otras personas con plan delictivo su con
puede constituir la defi figuración defraudadora, configuración cuya irrelevancia respecto de la se
codo caso, un conjunto de guridad de expectativas ha de garantizar y garantiza el Derecho penal a
oso un contexto delictivo, través de la imputación al autor del plan delictivo (71).
quiera dar al mundo sólo
odo aquello en lo que se
2. Fórmulas
ima afirmación nunca se
'ma de la evitación de re
y que ni siquiera en este Para resolver la cuestión acerca de cuándo se trata todavía de una actua
r, que nunca ha sido fun ción en un mundo cuyas defraudaciones no tienen que ser resueltas jurídico
garantizar seguridad de (71) Se advierte con especial claridad que pondría una responsabilidad por culpabilidad
comportamiento que no la imputación a otro puede resolver el conflicto ajena, responsabilidad que es ajena al ordena
al analizar la configuración de la responsabili miento jurídico." Esta conexión entre exonera
ldelo de mundo esbozado dad por el actuar precedente: la contrariedad a ción y gravamen también se manifiesta en la
pre cuando una determi deber del comportamiento previo es una metá última sentencia pronunciada hasta el momen
ta como cometido a una fora de la imposibilidad de imputar el conflicto to, cuando respecto de la responsabilidad del
a otro, sea con o sin pena, o de resolverlo sin automovilista que no presta ayuda después de
plan: en el ámbito de los un accidente que ha tenido lugar a pesar de
imputación alguna. De este modo, sólo se exo
misión impropia. Aquí, el nera al responsable del local en la medida en que condujo correctamente se advierte que la
e; ha de responder de la que se va grabando al cliente (BGHSt 19, pp. víctima «creó por si sola a través de su compor
152 y ss.), y la exoneración finaliza cuando el tamiento contrario a las reglas del tráfico de
adscrito. La situación es
I
cliente, estando absolutamente ebrio, ya no manera culpable la causa del accidente de trá
~te puede generar efectos puede ser gravado (ibid., p. 155), y quien se de fico y con ello del peligro en el sentido del § 221
le poder demostrarse que fiende después de haber sido objeto de un ata StGB(*)" (BGHSt 25, pp. 218 y ss., 222). Por lo
que queda liberado de la posición de garante tanto, con esto no queda resuelto cuál es la
)retación del mundo para decisión a tomar cuando se trata de pura des
porque «la defensa frente al atacante ... fue
la expectativa. En el ám provocada y generada por el comportamiento gracia, es decir, cuando ambos se han com
ible interpretar la actua antijurídico del atacante" (EGHSt 23, pp. 327 y portado correctamente. Dicho sea al margen:
l el curso lesivo, de donde s., 328); por lo tanto, el atacante tiene él mismo tampoco queda prejuzgada la cuestión acerca
la «culpa" de su dilema, el conflicto se le adscri de si es tolerable, de negarse la existencia de
el contexto de interpreta be a él mismo (de modo análogo al exceso en la una posición de garante en el caso del daño
~arantes. En todo caso, se legítima defensa y a la «causación" del estado fortuito, la diferencia existente entre las penas
ento «lleva dentro» de es de necesidad exculpan te; a este respecto cfr. previstas para el aseguramiento de la solución
Jakobs,op. cit. [no 63], pp. 20 y ss. con referen jurídico-civil del suceso (§ 142 StGB [**]) y el
lento esencial este «signi cias). O: quien ha creado una situación que pre aseguramiento --en supuestos extremos- de
lena en cuanto «posibili visiblemente será modificada de manera an la supervivencia (§ 330 c StGB [***]).
pectativa a pesar de la tijurídica por «terceros responsables», de modo [*] El § 221 StGB tipifica el delito de aban
le el comportamiento de que se convierta en una situación de peligro> en dono de personas que se encuentran en una
caso de producirse un daño puede remitirse a situación de desamparo.
la responsabilidad de los otros (EGHSt 3, pp.
203 y ss., 205). La formulación que aparece en [**] El § 142 StGB tipifica el delito de
esta sentencia es la formulación de una prohi abandono no permitido del lugar en donde se
bición de regreso: «Quien actúa conforme a De ha producido un accidente de tráfico en el que
nann, Funktionen... (n. 3), p. 256. el autor estuvo implicado.
recho no está obligado a contar con la posibili
mann Legitimation durch Ver dad de que con base en la situación de hecho [***] El § 330 c StGB vigente en el momen
o p. 2s!:i; idem, Rechtssoziologie 1 creada por él lícitamente, el comportamiento to de redactarse el presente trabajo se corres
y ss. antijurídico de terceros responsables pudiese ponde con el § 323 c actual (omisión de socorro).
generar un peligro; de otro modo, se le im (N. del T.)
260 GÜNTHERJAKOBS
a) cuando el mismo sujeto que causa mediatamente tiene que definir su Enlap
actuación como parte de un plan delictivo, esto es, sólo puede motivarse por el dentemen
diata- al igual que quien causa directamente -actúa configurando un mundo se le cons"
que se halla determinado por un plan delictivo, esto es, por el plan de realizar tes: [2] la
plan de otro, siendo éste un plan que no puede estar motivado como plan no situación,
delictivo (73) -en este caso, el causante mediato toma como base de su com excluir un
portamiento un mundo que sólo se determina por el plan delictivo; tampoco él, nas (78).
por tanto, permanece en el mundo que contiene meras causas de lesión-; En lam
e) cuando quien causa de manera mediata conforme a los principios del de posee una
produzcan partiendo de una fuente de peligro (control); en este caso, quien ac a su padre, "
túa, ni actúa configurando un mundo con un plan delictivo, ni lo toma como por supuesto .
(72) La necesidad de ser precisada afecta tampoco la imputación ilimitada a quien actúa
especialmente a la fórmula c -sólo que la "po de manera directa es una solución inamovible;
sición de garante» nunca puede estar delimita vid. a este respecto en n. 67. (75) Vid. supra n.
da con mayor exactitud de lo que pueda deter (73) Más exactamente: o se adapta a un
minarse el funcionamiento del aparato de esta comportamiento adaptado a su vez según la
bilización jurídico-penal-. Quede acotado que primera parte de esta fórmula, etc.
·T ESTUDIOS DE DERECHO PENAL 261
I un mundo que defrauda de regreso en sentido tradicional, parte del principio de confianza y parte de
s de la discusión de ejem la teoría del fin de protección de la norma, pero, respectivamente, no todo, y
e ser precisadas) (72): también incluye algunos aspectos que transcienden estos institutos.
ha de definirse a través
A. El ámbito de la prohibición de regreso
mente tiene que definir su En la prohibición de regreso (74) en sentido tradicional, se causa impru
sólo puede motivarse por el dentemente la comisión por otro de un delito. Son casos de la jurisprudencia
:1,- el carácter delictivo del
discutidos a este respecto, aparte [1] del supuesto arriba enunciado en el que
::¡uien causa de manera me se le consigue a otro una cantidad de veneno (75), por ejemplo, los siguien
lúa configurando un mundo tes: [2] la madre deja sola a su hija, que acaba de dar a luz a un hijo no ma
,o es, por el plan de realizar
mto, ya un mundo que con trimonial; la hija mata al niño (76); [3] el marido abandona a su esposa; ésta
mata al hijo común (y se suicida) (77); [4] se construye una vivienda que
corre peligro de sufrir un incendio y se alquila a personas que conocen esta
lpta su comportamiento al situación. La vivienda se incendia por un motivo desconocido, sin que quepa
tar motivado como plan no excluir un hecho doloso, con la consecuencia de que mueren algunas perso
toma como base de su com
,1 plan delictivo; tampoco él, nas (78).
eras causas de lesión-; En la medida en que puede argumentarse que (respecto de 1 y 4) quien
arme a los principios del de posee una cosa peligrosa debe mantenerla fuera del alcance de otros, o que
Dduzcan daños derivados de (respecto de 2) el bienestar de los nietos atañe a los abuelos o que el delito de
) (protector) o de que no se un hijo atañe a sus padres, o que (respecto de 3) el bienestar de los hijos atañe
tro1); en este caso, quien ac a su padre, dicho brevemente, en la medida en la que el autor sea garante,
11 delictivo, ni lo toma como por supuesto queda excluida la exención de responsabilidad (fórmula c).
undo a un sector demasiado
Desde luego, en todos estos casos ya concurriría responsabilidad confor
me a los principios del delito de comisión en su concepción habitual; [1] se
entregó el veneno, [2] la madre abandonó a su hija desesperada y [3] el ma
~ responsabilidad rido a su esposa sumiéndola en la desesperación y [4] se hizo entrega de la
vivienda peligrosa. Sin embargo, ello aún no fundamenta que el delito doloso
rante de la evitación de tal ataña en algo a quien actúa imprudentemente, y de ser así, en qué medida.
ildo con plan delictivo (no a) Es evidente que el sujeto imprudente lesiona un bien con su actuación, pero
l. esto, como hemos demostrado, no es lo único decisivo; sino que también es
determinante la posibilidad de interpretar el comportamiento imprudente
en atención al plan delictivo (79). Y en este ámbito, la teoría de la prohibición
de regreso en su concepción habitual, al excluir la responsabilidad por la
causación imprudente de un hecho doloso, abarca un campo en el que fre
los que tanto la causación cuentemente, aunque no siempre, el comportamiento imprudente no puede
;ado necesitan de una de ser interpretado como parte de un plan delictivo porque el autor no actúa
un principio que el ámbi configurando un mundo en el que está planeado actuar delictivamente (por
ca parte de la prohibición consiguiente, resulta inaplicable la fórmula a). Y de hecho, en los ejemplos
(80l LG München n, JW 1920, p. 922. que viene desde atrás se acerque de modo ar
riesgado al otro que le precede haciendo eses es
(81) Debe decidirse de otro modo el caso asunto suyo, salvo que el que ocupa la primera
enjuiciado en BGHSt 7, pp. 112 Y ss.: en una posición, por la peligrosidad de tal comporta
carrera de motocicletas el conducir haciendo miento, sea garante de conducir por la derecha
eses tiene precisamente la finalidad de evitar (fórmula c) -lo que probablemente sea el
intentos de adelantamiento; que el motorista caso-o
ESTUDIOS DE DERECHO PENAL 263
otivabilidad de la actua Si ello no es meramente un motivo sustituible para esa persona en esa situa
cho ajeno. Como ejemplo ción (y entonces es un motivo sin hecho), quienes actúan lo hacen por un
~l caso de una participa . mundo en el que se produce la lesión (fórmula a). Pero si esto queda excluido y
ldente): [5] el director de las personas tampoco han tomado como base de su comportamiento los planes
articipar en una película delictivos de otros (82), entonces, ciertamente, causan, pero el resultado no les
1 avión que vuela a unos atañe porque las condiciones de producción del resultado no son necesarias en
ar (80). Parece claro que el mundo que configuran actuando o que toman como base. Su comportamiento
del director carecería de puede interpretarse sin plan delictivo propio o ajeno, y son los otros los que de
túa para un mundo en el sarrollan en una dirección delictiva los resultados del comportamiento.
asario: puede salvarlo de Ahora bien, puede ser adecuado exigir la evitación de la causación sin im
í, la circunstancia de que putar el resultado, precisamente como aportación de solidaridad, teniendo en
tolesión; en todo caso, la cuenta que se trata de un daño grave e irreparable. Esto puede ser proceden
rollada no impide la res te, de la misma manera que el legislador ha considerado adecuado ordenar
en situaciones de necesidad a quien se halla capacitado para evitar el daño
rivarse una responsabili que realice acciones de salvamento, aunque éste no sea garante de que no se
,tación del propio compor produzca el resultado o que no tenga lugar el curso que conduce al resultado
es, del hecho de tomar en (§ 330 c StGB). En todo caso, no es ésta una responsabilidad derivada del de
ar motivados como planes lito de lesión. Probablemente quede claro el paralelismo respecto de la omi
. ejemplo, si [l] el veneno sión de socorro si se reduce en los ejemplos la magnitud valorativa del bien
mte para un fin delictivo, que resulta respectivamente lesionado: ¿quién consideraría adecuado esta
su hija y esta petición sólo blecer una responsabilidad si (de modo análogo a 2 y 3) el marido abandona
o. Sin embargo, en los su la vivienda, sabiendo que a causa de ello su mujer, enfurecida, destruirá una
lecho doloso, sucederá con cosa ajena o si (de manera análoga a 4) se alquila un cobertizo del cual resulta
l sea ambivalente para el imposible salvar los bienes en él depositados, de valor limitado, en caso de un
evitar que ello sea de otro incendio provocado? De este modo quedan resueltos también los casos plan
incrementado de ser des teados al principio de este trabajo para esbozar el problema (83): en todo caso,
~ regreso en su concepción no ha de responderse por la producción del resultado (84).
da con frecuencia una res
rme a las fórmulas a) o b).
C. El ámbito del «instrumento» no doloso
salvo que el que ocupa la primera pleado de una gasolinera llena el depósito de
(85) Vid. la definición supra en n. 67.
la peligrosidad de tal comporta un automóvil inadecuado para participar en el
arante de conducir por la derecha tráfico). Sin embargo, en estos casos el conteni (86) Esto también rige sin modificación al
-lo que probablemente sea el do del comportamiento está estereotipado, y lo guna respecto de la inducción a una autolesión,
único que pueden hacer terceros es desenca- sin que ello determine, sin embargo, las conse
264 GÜNTHERJAKOBS
se halla vinculada para él mismo al acto directamente lesivo y los planes aje consecu
nos que toma como base no sólo pueden estar motivados como planes delic Enlap
ella o la tome como base, ya que el hecho de que el otro actúe imprudente mente con
mente no significa nada distinto a que se le imputa la causación como error de regreso
suyo, por lo que debe decaer la imputación a quien causa mediatamente, a bién supu
no ser que éste también actúe para el mundo en el que se produce el error o cial» entran
lo tome como base. Pero si ello es así, quien causa de forma mediata respon general cad
de, aunque su aportación sea limitada. Del mismo modo que el sujeto que se compo
causa de modo directo tampoco puede exonerarse aduciendo que la causa las exigenci j
ción fue para él un asunto incidental. Por consiguiente, en el conocido ejem tratándose
plo en el que concurre una acción lesiva directa realizada con imprudencia, puede estar
para la cual quien causa mediatamente entrega, conociendo el error del su (fórmula a) o'
nar qué es lo que se entrega y en qué situación: si, por ejemplo, la entrega va a cometer
sólo adquiere sentido si el receptor realiza la acción directamente lesiva, lo que a él mis
el delito. Sin
que no (neces
decir, en el que
cuencias derivadas de la atipicidad de la auto todos los implicados. El caso más conocido a mente lesivo,
lesión. Por lo tanto, en el caso antes referido del este respecto es el de RGSt 34, pp. 91 Yss.: en hecho de la ca
LG München II (vid. supra el texto correspon un guardarropa cae un revólver cargado del los ámbitos de
diente a la n. 80) es irrelevante quién actuase bolsillo lateral de un abrigo. Alguien cree que el
dolosa o imprudentemente, en todo caso cabe arma está descargada, apunta en broma a otro cluso aunque no,
imputar al director, ya que el plan del compor y aprieta el gatillo; éste muere. La solución ha portamiento de'
tamiento directamente lesivo, el plan del salto, de partir no de la responsabilidad específica «confianza» pued
fue lo que le motivó a realizar su comportami por una comisión, sino de la custodia in
ento. A la inversa, en el supuesto en el que la suficientemente cuidadosa de una cosa peligro concurre una pr
mujer de un bebedor notorio coloca de buena fe sa (fórmula c). Estando configurado el supuesto do (94), ni cuand
sobre el poyete de la ventana una botella de be de hecho de otro modo, por supuesto cabe que un comportamie
bida que contiene un veneno disuelto en líqui concurra una causación mediata imprudente
do (RGSt 1, pp. 373 Y ss.), con la consecuencia que comporte responsabilidad: el propietario caso puede supe
de que su marido bebe de la botella y muere, la hace entrega del revólver, que erróneamente
muerte no puede imputarse a la mujer en con considera descargado, a otro, requiriéndole
cepto de comisión, ya que ni la elección del lu para que en clave de broma dispare sobre otro (90) En contra de ~
gar para colocar la botella estaba motivada ex (fórmula a) o se lo entrega porque el otro se lo
clusivamente por la pretensión que el marido pide para el mismo fin (fórmula b). Tiiterschaft... (n. 23), la
bebiese de la botella (fórmula a) ni tuvo lugar dar reducida a un .mov·
con base en un plan de estas caracteristicas de (88) Fundamental Roxin, Tiiterschaft... (n. la cabeza» o a una .pala
otro (fórmula b). Sin embargo, es una cuestión 23), pp. 175 Y ss. con referencias; Straten estas manifestaciones
distinta que la mujer ocupe una posición de ga werth, Strafrecht (n. 7), n.m. 819. de la decisión de actuar d
rantía respecto del objeto peligroso o respecto o a que ésta se mantenga,.
(89) Nowakowski, JZ 195e, p. 549; Roxin, el autor imprudente !lev
de que su marido no sufra lesiones (fórmula c).
Tiiterschaft... (n. 23), p. 175; Stratenwerth, cepción de los comporta
(87) También si concurre imprudencia en Strafrecht (n. 7), n.m. 819. dos- una decisión de act
ESTUDIOS DE DERECHO PENAL 265
ia la configuración del porque el instrumento es inútil a otros efectos, entonces el contexto de la ac
!,sino que se modifica tuación es delictivo (90).
caso en el que concu
mprudente, esto es, el
iscutiendo desde hace D. El ámbito del principio de confianza
le causa dolosamente,
lS bien incidental (88). La solución aquí desarrollada resuelve aquella parte del principio de con
la siguiente: el sujeto fianza (91) que no es un mero supuesto particular del riesgo permitido, sino
iad de su actuación no consecuencia del carácter responsable del destinatario de la confianza (92).
lesivo y los planes aje En la parte crítica ya se ha expuesto la problemática de este sector del prin
dos como planes delic cipio de confianza, que consiste en que hay casos en los que la confianza ha
ldencia de quien causa de existir, al vincularse al carácter responsable del otro, de manera plena
nientras no actúe para mente contrafáctica. Y ello puede ser el caso en el ámbito de una prohibición
Itro actúe imprudente de regreso que -como sucede en el modelo aquí defendido- abarque tam
1 causación como error bién supuestos dolosos. Al argumentar Stratenwerth que si «en la vida so
:ausa mediatamente, a cial» entran en contacto «los comportamientos de varias personas... por regla
le se produce el error o general cada uno de los participantes debe poder confiar en que los demás
forma mediata respon se comporten cuidadosamente, puesto que ellos también están sometidos a
nodo que el sujeto que las exigencias del ordenamiento jurídico» (93), ello no puede regir, incluso
luciendo que la causa tratándose de no-garantes, en los supuestos en los que la acción propia sólo
te, en el conocido ejem puede estar motivada para obtener un comportamiento directamente lesivo
.zada con imprudencia, (fórmula a) o depende de los planes de otro que sólo pueden estar motivados
ociendo el error del su de manera delictiva (fórmula b). Quien forja una ganzúa para alguien que
lente decisivo determi va a cometer un robo, actúa de manera delictiva, con independencia de que
por ejemplo, la entrega lo que a él mismo le importe sea sólo la contraprestación a recibir o también
n directamente lesiva, el delito. Sin embargo, a quien toma como base o actúa para un mundo en el
que no (necesariamente) se ven completadas las condiciones de la lesión, es
decir, en el que no (necesariamente) aparece un comportamiento directa
idos. El caso más conocido a
mente lesivo, no le atañe el comportamiento erróneo del otro por el mero
~I de RGSt 34, pp. 91 Yss.: en hecho de la causación, y la confianza es una metáfora de la delimitación de
cae un revólver cargado del los ámbitos de responsabilidad, ámbitos que siguen estando separados in
1 un abrigo. Alguien cree que el
cluso aunque no quepa duda alguna acerca de que se va a producir un com
rgada, apunta en broma.~ otro
:lo; éste muere. La soluclOn ha portamiento delictivo del «receptor de la confianza». Por consiguiente, la
la responsabilidad específica «confianza» puede llegar a ser plenamente contrafáctica. No termina cuando
ión sino de la custodia in concurre una probabilidad de que se produzca el comportamiento inadecua
cuidadosa de una cosa peligro
¡tando configurado el supuesto do (94), ni cuando concurren determinados indicios de que va a tener lugar
modo, por supuesto cabe que un comportamiento inadecuado (95), sino que no termina nunca y en todo
usación mediata imprudente caso puede superponérsele una posición de garante de quien «confía» o -con
,sponsabilidad: el propietario
l revólver, que erróneamente
rgado, a otro, requiriéndole
e de broma dispare sobre otro (90) En contra de lo sostenido por Roxin, desconociendo las consecuencias de su acción.
lo entrega porque el otro se lo Tiiterschaft... (n. 23), la aportación puede que
no fin (fórmula b1. dar reducida a un «movimiento afirmativo con (91) Vid. supra II C.
la cabeza» o a una «palabra acompañante», si (92) Vid. supra el texto correspondiente a
ental Roxin, Táterschaft... (n. estas manifestaciones conducen a la génesis
IS. con referencias; Straten·
las n.s 44 y 45.
de la decisión de actuar del sujeto imprudente
(n. 7), n.m. 819. (93) Eb.Schmidt-Festschrift (n. 45), p. 392.
o a que ésta se mantenga, puesto que también
IIIski, JZ 1956, p. 549; Roxin,
. 23), p. 175; Stratenwerth,
el autor imprudente lleva a cabo ~on la ex
cepción de los comportamientos automatiza
lO del § 330 c StGB. La miso se establezca de manera generosa teniendo en cuenta que en caso de
!le la creación de una si conflicto puede imputarse a otro, es decir, que existe una posibilidad diferen
o significa algo más que te de resolver el conflicto.
la complicidad (97): sig
nero hecho de conocerla.
E. El ámbito de la teoría del fin de la norma
iere al ámbito específico
.1 aunque se sepa que el
a no ser que la entrega En los supuestos en los que se desencadena una medida de salvamen
(fórmula b) sólo puedan to (lOO), destacados especialmente por Roxin respecto del fin de la norma,
riaguez. ¿ü es que acaso esta posibilidad de imputar a otro solamente concurre de modo parcial: como
a personas de las que se ya se ha expuesto, el «riesgo profesional» o la «obligación legal» son explica
1 cuando concurren indi ciones válidas de la necesidad de exponerse a un determinado riesgo, pero
conforman la experien no explican el surgimiento del peligro. Y lo mismo sucede en cuanto al even
r de bebidas bebe, ¿ya no tual deber de tolerar, correspondiente a la «obligación lega!», que afecta a un
ste trabaja? Este tipo de tercero cuando el riesgo le provoca una lesión, ya sea porque le lesionen las
e bienes, pero los princi actividades de salvamento (justificadas por estado de necesidad), ya sea por
lue no todo atañe a todos que le falten los medios de salvamento, estando él mismo en una situación
Ahora bien, la cuestión de necesidad, por estar ocupados en otro lugar. Sin embargo, hay que conce
eda reducida la libertad der a Roxin que aquel que desencadena el riesgo, en los supuestos de impru
le peligro que es el vehí dencia relevantes en la práctica -en la terminología aquí utilizada-, ni
l. actúa para ni en atención a un mundo en el que hayan de completarse las
aquí desarrollado sean condiciones de la lesión que se produce con ocasión del salvamento (por lo
~an en contacto distintos tanto, no hay responsabilidad conforme a las fórmulas a y b). Sólo puede
mbito de aplicación prin haber responsabilidad en estas dos modalidades si la motivación del com
ndo de los deberes de ac portamiento que desencadena el salvamento se halla vinculada precisamen
en este campo). y ello es te al desencadenamiento del salvamento peligroso (fórmula a) o si el sujeto
la práctica si alguien de que lo ocasiona sigue un plan ajeno correspondiente (fórmula b), es decir, si
una dirección delictiva o alguien produce una catástrofe para darle a un tercero la posibilidad (que
odo evitable) la situación éste a su vez desea) de realizar maniobras peligrosas, o para obligar a quien
os se comporten después corre el peligro a buscar una determinada salida a la catástrofe (estado de
.0 de otro modo: no nece
necesidad por coacción). Esto último, sin embargo, no resuelve los supuestos
lien comete el error más imprudentes relevantes en la práctica y tampoco todos los supuestos dolo
na vía sin preferencia se sos; concretamente, no resuelve aquellos casos en los que quien realiza la ac
ido la preferencia si ello ción de salvamento desvía el proceso que se dirige hacia la lesión de un bien
ucía por la vía principal hacia otro bien (posiblemente propio), sin que ello afecte a quien ha ocasio
largo, no se produce por nado la situación peligrosa de la manera desarrollada en este trabajo hasta
lÍente de la vía sin prefe el momento. Esta desviación llevada a cabo por el salvador es aquello que
1, en este ámbito no es la
Roxin denomina su «arbitrio»; en los casos en 10s que concurre ese arbitrio,
uctor con derecho de pre el conflicto se resuelve imputando a quien lo ejerce, y no a quien ha generado
lr desconfianza, sino que la situación de peligro. En esta medida, no es necesario corregir las fórmulas
.so de lesionar, aun de le a y b par añadirles alguna otra cosa.
itido; y puede que el per Sin embargo, no siempre concurre ese arbitrio, y además se trata de un
concepto extremadamente indeterminado. También conviene adoptar una
actitud escéptica frente a este concepto, ya que, como se ha expuesto, las con
as referencias en Cramer, en:
secuencias hacia las que otros conducen el comportamiento propio no tienen
der (n. 58), § 15 n.m. 210.
tpra la definición en n. 67. (100) Vid. supra II D.
268 GÜNTHERJAKOBS
por qué pertenecer, con total independencia de que se ejerza arbitrio alguno, se esta
al esbozo de mundo que rige respecto de quien actúa. El mero desencadena vamen
miento de una causación ajena directa, esto es, la actuación de un no-garan rantiza
te sin vinculación a un plan delictivo propio o ajeno, no conduce a la respon salvador,:
sabilidad por el resultado delictivo (fórmula d). Esto, sin embargo, es Derecho
distinto si la lesión no le es imputable a quien la ha causado directamente casoh
porque el Derecho le ordena la acción causante o, en caso de omisión, porque plique d
le prohíbe la evitación de la causación. En este caso, el propio Derecho selec Loan
ciona la alternativa de la defraudación (tratándose de riesgos: de la posibi a cabo
lidad de defraudación) (101). constituy: .
A modo de ejemplo (102): el médico, al tratar a un enfermo de viruela, Quien 11 .
debe asumir determinados peligros inevitables dentro de un marco modera crificar .
do o está autorizado a desencadenar, si es necesario llevar a cabo un traslado so, del m"
del enfermo, determinados peligros inevitables y moderados para terceros. aquiene .
Por consiguiente, quien crea de manera completa las condiciones de la situa go, si s610;
ción de justificación o del deber de someterse a un riesgo, ha creado con ello tomar jus
las condiciones de la retirada de la garantía de expectativas, es decir, ha ele bito de la.t
gido un mundo en el que no rige la resistencia frente a la defraudación de formal de
las expectativas afectadas, y su elección tuvo lugar sin justificación, siendo, tuando co
por ello, una toma de postura en contra de la existencia del bien, una toma puede pon
de postura que desde el punto de vista jurídico carece de razón alguna; por darle. Sin e'
consiguiente, es una toma de postura en contra de la norma. nes mayo
to que el s
Ahora bien, es fortuito que en una situación de necesidad se genere un
mayor en o
deber de salvamento; si quien se encuentra en la situación de necesidad es
constituida
capaz de ayudarse a sí mismo con seguridad, o si otros sujetos que no tienen en general y ,
el deber de salvar han asumido el salvamento por solidaridad, no es necesa
rio que proceda al salvamento un sujeto en quien concurre el deber de salvar. Por cons'
Igualmente es casual que (por ejemplo) un garante por su presencia en el El compo
lugar de los hechos esté en condiciones de evitar. El Derecho reconoce la po por un plan
sibilidad de que las personas obligadas sean sustituidas por otras igualmen table de hech
te capaces de evitar, al no vincular el § 34 StGB (*) a un deber el permiso
para proceder a un salvamento con un riesgo moderado o con un daño seguro Sinemb
igualmente de moderada magnitud. Con independencia de cuáles sean las sible (exculpa
razones existentes para renunciar a establecer un deber de ayuda general, duzca una he
desde luego no es una de ellas -como demuestra el § 34 StGB- la de pre nes propios de
servar al tercero que queda gravado moderadamente por una acción de sal defraudación o
vamento de la defraudación que puede derivar de ese gravamen. Aunque no contenido en
situación de .
haya causado
(l01) Vid. a este respecto supra III A. comete un hecho para apartar el peligro de él o afecta por el s'
de otro, no actúa antijurídicamente si al pon primer lugar
(02) De modo análogo a BGHSt 17, pp. derarse los intereses en conflicto, especialmen
359 Y ss. te los bienes jurídicos afectados y el grado de
ta, y ello signi
los peligros que les amenazan, es esencialmen cación dada a
(*l El § 34 StGB dispone:
te superior el interés preservado al interés que ción del confli .
«Estado de necesidad justificante. (1l Quien queda afectado.
estando en una situación de peligro actual para
la vida, la integridad corporal, la libertad, el (2l Sin embargo, lo anterior sólo rige si el
honor, la propiedad u otro bien jurídico, y no hecho es un medio adecuado para conjurar el
pudiéndose conjurar el peligro de otro modo, peligro... (N. del T.l.
ESTUDIOS DE DERECHO PENAL 269
~ ejerza arbitrio alguno, se establece un deber para quien salva, se obliga al tercero que sufre el gra
,. El mero desencadena vamen moderado a tolerar; su seguridad de expectativas ya no se halla ga
;uación de un no-garan rantizada. Tampoco es posible remitirle por su defraudación a el arbitrio del
no conduce a la respon salvador, ya que en la medida en que éste solamente emprende algo que el
Esto, sin embargo, es Derecho admite, emprende más de lo que está obligado a hacer, pero en todo
l causado directamente caso hace lo correcto, y un comportamiento correcto no es una razón que ex
caso de omisión, porque plique defraudaciones (03).
el propio Derecho selec Lo anterior proporciona la clave para resolver los casos en los que se lleva
de riesgos: de la posibi a cabo una autolesión, sin que concurra un deber para ello, y la autolesión
constituye un sacrificio moderado para evitar graves daños ajenos o propios.
un enfermo de viruela, Quien lleva a cabo la acción de salvamento es libre de poner en peligro o sa
ro de un marco modera crificar bienes propios o, por el contrario, de dejar que el peligro siga su cur
levar a cabo un traslado so, del mismo modo que el titular de un bien que corre peligro puede apartar
oderados para terceros. a quien está obligado al salvamento del intento de salvar el bien. Sin embar
condiciones de la situa go, si sólo se utilizan bienes que un tercero que pretendiese salvar podría
lesgo, ha creado con ello tomar justificadamente, su uso es jurídicamente correcto, aunque en el ám
:tativas, es decir, ha ele bito de la autolesión, al faltar el injusto, no es necesaria una determinación
te a la defraudación de formal de la justificación. Por supuesto, quien se lesiona a sí mismo sigue ac
sin justificación, siendo, tuando correctamente si utiliza una medida desproporcionada de bienes:
ncia del bien, una toma puede poner en juego lo que tiene; lo que él mismo desea no puede defrau
,ce de razón alguna; por darle. Sin embargo, si asume una lesión moderada para evitar defraudacio
Il norma. nes mayores, ello no puede explicarse suficientemente con su arbitrio, pues
to que el salvador sólo sacrifica su bien para no sufrir una defraudación
necesidad se genere un mayor en otro lado: actúa exclusivamente para atenuar la defraudación
tuación de necesidad es constituida ya en la situación de peligro. La garantía de ausencia de lesiones
os sujetos que no tienen en general ya ha decaído con la creación de la situación de peligro.
llidaridad, no es necesa
,curre el deber de salvar. Por consiguiente, las fórmulas a y b han de ser completadas como sigue:
l por su presencia en el El comportamiento de efectos causales mediatos también ha de definirse
Derecho reconoce la po por un plan delictivo si se crea directamente una situación en laque es inevi
,das por otras igualmen table de hecho o de Derecho que se produzca la defraudación de expectativas.
) a un deber el permiso
ldo o con un daño seguro Sin embargo, si el salvador crea un riesgo excesivo, o un riesgo compren
mcia de cuáles sean las sible (exculpado), pero en todo caso jurídicamente incorrecto, de que se pro
ieber de ayuda general, duzca una heterolesión (o la produce con seguridad), también si emplea bie
1 § 34 StGB- la de pre nes propios de manera excesiva, es decir, cuando se incrementa el riesgo de
;e por una acción de sal defraudación o la defraudación segura frente al potencial de defraudación ya
le gravamen. Aunque no contenido en la situación de peligro, entonces, ciertamente, el creador de la
situación de riesgo también ha causado lo anterior, incluso puede que lo
haya causado de manera previsible. Pero el exceso de defraudación no le
) para apartar el peligro de él o afecta por el simple hecho de haber causado de modo previsible, sino que en
a antijurídicamente si al pon primer lugar afecta a quien se comporta de manera jurídicamente incorrec
reses en conflicto, especialmen ta, y ello significa en Derecho: de modo arbitrario. De todos modos, la expli
rídícos afectados y el grado de
les amenazan, es esencialmen cación dada a través de este arbitrio no necesariamente significa la resolu
terés preservado al interés que ción del conflicto. En primer lugar, no implica la solución del conflicto si
(*) El § 35 StGB dispone: merso en una relación jurídica especial, que so
portase el peligro; sin embargo, puede atenuar (*) Título ale
"Estado de necesidad exculpante. (1) Quien se la pena conforme al § 49, párrafo 1.0, si el Schadensverlauf u
estando en una situación actual de peligro para autor no estaba obligado a soportar el peligro Strafrecht", public
la vida, la integridad corporal o la libertad, co en atención a una relación jurídica especial. Lackner, Walter de
mete un hecho antijurídico para apartar el pe 1987, pp. 53 a 75.
(2) Si el autor supone erróneamente en el Suárez González y
ligro de él, de un familiar o de otra persona cer momento de cometer el hecho que concurren
cana, actúa sin culpabilidad. Esto no rige en la circunstancias que le exculparían conforme al (1) Strafgesetzb
medida en que pudiese exigirse al autor, según párrafo 1.0, sólo será penado si podía evitar el III la previa al § 13.
las circunstancias, especialmente si fue él mis error. La pena ha de atenuarse conforme al §
mo quien causó el peligro o porque estaba in (2) (Nota 1) § 15,
49, párrafo 1.0." (N. del T.).