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Intervenciones en Crisis Desde El Enfoque Gestáltico
Intervenciones en Crisis Desde El Enfoque Gestáltico
La crisis como proceso total (ya sea aguda o crónica) se halla configurada por una
sucesión de cambios de la propia adaptación a un determinado medio social o
circunstancia. La palabra crisis encierra: ruptura y mutación; ruptura entendida como
pérdida de lo pasado (hay algo que se rompió y ya no puede volver a ser como era
antes). En fin, pérdida relacionada con los duelos que debe elaborar una persona.
Introducción
Para poder hablar de intervenciones en crisis, es necesario en primera instancia, poder
precisar el concepto de crisis.
La crisis como proceso total (ya sea aguda o crónica) se halla configurada por una
sucesión de cambios de la propia adaptación a un determinado medio social o
circunstancia. La palabra crisis encierra: ruptura y mutación; ruptura entendida como
pérdida de lo pasado (hay algo que se rompió y ya no puede volver a ser como era
antes). En fin, pérdida relacionada con los duelos que debe elaborar una persona.
Considero importante rescatar el simultáneo contenido de mutación, de nueva forma que
la palabra crisis encierra y supone una desestructuración y reestructuración del mundo
interno y del mundo externo con todas las fluctuaciones que pueden presentarse
progresiva y regresivamente en cada persona. Es una verdadera encrucijada, de ahí el
aumento de patología en el período crítico. Pero es también una nueva oportunidad de
reorganización de la personalidad. Cuando una persona logra atravesar una crisis y
emerger de ella, sale con un nivel de mayor integración. Se trata fundamentalmente de
un cambio al servicio del crecimiento y la maduración.
Ahora bien, ¿cómo poder salir de una situación de fractura y cambio que implica
cualquier crisis? ¿Qué es lo que necesita una persona atravesada por una crisis para
poder atravesarla? En primer lugar, soportes; tanto externos como internos.
Seguramente la persona no reconoce soporte interno alguno, pero a partir de la
intervención del terapeuta facilitando la conexión con algún tipo de soporte externo,
podrá empezar a conectarse con los propios recursos. Vemos así, la importancia de los
soportes en el atravesamiento de una crisis. La palabra “support” en inglés significa
soporte, respaldo, sostén, sustentación, protección, apoyo, defensa, recurso. Así,
entendemos por soporte lo que sirve para sostenernos, respaldarnos, apoyarnos. Por
cierto, en una crisis lo que más necesitamos es SOSTEN.
“Un buen terapeuta es soportativo, cualquiera sea la técnica con la que trabaje.”
(Allerand, M.: Piedra Libre). Si la intención del terapeuta es que el paciente crezca, se
integre, tome contacto con lo que profundamente le sucede con esta crisis, tiene que
favorecer y desarrollar sus soportes.
Ahora bien, ¿cuáles son los soportes?
Podemos distinguir dos tipos de soportes: los internos y los externos.
Los soportes internos son aquellos que son propios de cada persona, como por ejemplo
su darse cuenta, el propio cuerpo, las sensaciones corporales, la respiración, la
capacidad reflexiva que una persona pueda tener, las experiencias pasadas positivas, etc.
Los soportes externos son aquellos que no son propios de la persona, pero que están en
su ambiente. Soportes externos pueden ser: el aire, el piso, los amigos, el trabajo, el
dinero, la casa, la familia, etc.
El brindar apoyos da confianza, seguridad y ayuda a construir otra configuración, una
nueva gestalt. Por consiguiente, los apoyos posibilitan el pasaje de una antigua forma a
otra como así también la construcción de la nueva gestalt.
Tipos de crisis
Hay diferentes tipos de crisis, a saber:
la catarsis
el trabajo específico con los bloqueos de energía
los reaprendizajes
La catarsis responde a lo anecdótico, tiene que ver con la angustia actual. El terapeuta
trata de detectar en la primera entrevista y le preanuncia el curso de la terapia. También
el terapeuta puede perseguir la catarsis como un fin en sí misma (Resultado de un Darse
Cuenta). En un primer momento de intervención , es fundamental distinguir qué tipo de
crisis atraviesa la persona y a partir de ese momento actual, acompañar adecuadamente
según necesite cada paciente. Por ejemplo las crisis colectivas al ser experiencias
compartidas, tienen mayor apoyo social inmediato y validación de sentimientos y
percepciones. Mientras que las crisis individuales no tienen necesariamente el apoyo
social, los individuos que las padecen se muestran alienados, confundidos, muchas
veces aislados y con dudas respecto de la propia percepción. Lo más importante
entonces es validar las percepciones y sentimientos de quien atraviesa una crisis
individual.
El trabajo sobre los bloqueos de energía apuntan a mostrar al paciente las diferentes
formas y modos que tiene de interrumpirse o de interrumpir el contacto. En este
momento se trabaja con los soportes y con las polaridades anteriormente mencionadas.
En este nivel de intervención psicoterapéutica se trabaja tanto con la anécdota como con
la estructura de personalidad.
Los reaprendizajes van “...más allá de la neurosis y tienen que ver con los hoyos de la
personalidad, con los aprendizajes que la vida no ofreció…” (Baranchuk, J.:op.cit)
“El reaprendizaje, como recurso terapéutico, incluye la práctica y el aprendizaje a
través de la experimentación.” “Práctica (ejercitación) y aprendizaje (experimentación)
son utilizados para trabajar un aspecto o varios de ellos, en forma combinada.”
(reaprendizaje de la atención, sensorial, sensorial combinado, motor, social, etc.
Por último, resta mencionar dos diferenciaciones conceptuales:
Crisis y urgencia.
Trauma y crisis.
Una urgencia hace referencia a una situación de desequilibrio que exige premura en la
intervención por los riesgos severos que puede provocar. No necesariamente conduce a
una crisis. Se puede reestablecer el equilibrio sin dejar secuelas.
El trauma es el resultado del impacto psíquico que provoca una determinada situación
sorpresiva y horrorosa. Participan 3 elementos: el hecho que viene de afuera, el impacto
que sufre el psiquismo y el modo en que se articulan ambos fenómenos. Conduce a
algún tipo de crisis, el abordaje terapéutico es específico y consta de tres momentos:
Estabilización.
Confrontación con el trauma.
Duelo y re-orientación.
La psicotraumatología es la disciplina que estudia e investiga sobre traumas, y la
traumaterapia es la modalidad de abordaje terapéutico que utiliza técnicas gestálticas
entre otras, como herramientas de intervención.
Bibliografía de consulta
Allerand, M.: Piedra Libre, Ed. Planeta , Buenos Aires, 1992, Argentina.
Benyakar, M.: Lo Disruptivo, Ed. Biblos, Buenos Aires, 2003, Argentina.
Latner, J.: Fundamentos de la Gestalt, Ed. Cuatro Vientos, Santiago de Chile, 2da.
Edición, 1996.
Perls, F.: El enfoque gestáltico, Ed. Cuatro Vientos, Santiago de Chile, 9na.
Reimpresión 1997.
Z de Baranchuk, J.: ¡Atención Aquí y Ahora!, Abaddon ediciones, Buenos Aires,
1986.
Material de Psicoactualidad.com