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Anexo 4.

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II. Prevención Selectiva


Equipo Gestión Escolar (SATV)

Instrumento para la detección precoz de violencias


Componente de detección SATV

El instrumento de detección precoz de violencias al igual como otros componentes


del SATV, se apoya en las teorías relacionales, las cuales conciben al individuo y a su
comunidad como sistemas interconectados con influencias dinámicas y recíprocas. Las
teorías relacionales tienen como propósito principal comprender la relación entre los
problemas identificados y su contexto cercano y el más amplio; se centra en el
presente, pero especialmente en los significados construidos por los diferentes
participantes de las interacciones, los cuales siempre son transmitidos a través del
lenguaje ya sea en una palabra, en un diálogo o en una narración.

Son los significados los que guían la acción de los individuos y los grupos en
diferentes ámbitos y en diferentes áreas respecto de problemas específicos. Es así
como influye en las actitudes y comportamientos no sólo los aspectos relacionales del
momento sino también tiene influencia la cultura y la historia de cada individuo, grupo
o comunidad en el pasado.

Ya que, toda conducta está inserta en una secuencia de recíproca influencia y


aprendizaje con los comportamientos de otras personas, los problemas de
comportamiento no son producto de un accionar individual o particular, sino que se
relacionan directamente con el accionar mutuo con las otras personas que integran el
sistema donde el sujeto está inserto.

Concretamente, la violencia ejercida por un alumno se entiende como un aprendizaje


comportamental dentro de las relaciones establecidas en diferentes etapas del
desarrollo, incluso desde la primera infancia, en las cuales están implícitos los
significados construidos en las diferentes interacciones; por esto, no se debiera
comprender la violencia como un fenómeno o respuesta a un estímulo determinado, lo
cual sería establecer una causalidad lineal, sino como parte de los significados e
interacciones en que la persona es parte.

Por tanto, el cambio del comportamiento problema (violencia) se concibe desde la


óptica de trabajar con los sistemas de pertenencia del estudiante, como lo es el
educacional y el familiar, considerándose la influencia de los sistemas de protección,
sistema policial, sistema de salud, los medios de comunicación masiva, entre otros.
Si bien existen comportamientos escolares violentos, que son reconocidos y atendidos
por algunos actores educativos, se reconoce la necesidad de pesquisar y diferenciar
comportamientos, no siempre visibilizados en los y las estudiantes, de aquellos que
implican un determinado nivel de riesgo en recibir o presentar violencia, interviniendo
precozmente y previendo consecuencias individuales y grupales dentro del liceo. Para
tal efecto se presentan los instrumentos de Medición de Riesgo por Violencia Escolar y
el Cuestionario de Autoaplicación “A Mí Me Sucede Que”.

Ambos instrumentos son complementarios y se aplican en distintos tiempos, de tal


modo que la información permita identificar aquellos estudiantes que requieren de
pronta atención y apoyo en el sistema escolar.

Paso 1: Administración del Cuestionario de Autoaplicación “A Mí Me Sucede Que”:


éste ayuda a visibilizar a aquellos educandos que, experimentando maltrato en el
ámbito escolar, no expresan tal situación, comprometiendo su salud mental y
estabilidad emocional. Por tanto, permite su detección precoz, oportuna atención y
prevención de mayores niveles de agravamiento.

Paso 2: Aplicación del Instrumento de ”Medición de Riesgo por Violencia


Escolar”: es aplicado por aquellas figuras educativas más próximas al grupo curso o
estudiante, lo que permitirá conocer el nivel de riesgo presente en el grupo curso y/o
individualmente por compromiso y participación en situaciones de riesgo constitutivas
de violencia.

Paso 3: Desde el conocimiento de los/as estudiantes y habiéndose desarrollado una


aproximación diagnóstica, será un equipo docente o equipo de gestión del
establecimiento educacional, quien, ayudado de la metodología GAEP, deberá realizar
una pronta confirmación de la situación contextualizada en la etapa de desarrollo
psicosocial del alumno/a con miras a facilitar la intervención requerida.

Según los niveles de riesgo por violencia que posea el/la estudiante, se podrá
determinar:

Intervención Secundaria dirigida a estudiantes en bajo riesgo con


Nivel Superior y Mediano Riesgo por violencia escolar.

Nivel Terciario de Intervención dirigida a alumnos en inminente o


alto riesgo por violencia escolar.
La intervención secundaria, es aquella acción destinada a prevenir un agravamiento
en los niveles de violencia e instaurar modos relacionales y de resolución de conflictos
no-violentos. La intervención terciaria, constituyen intervenciones especializadas,
para las cuales se deberá trabajar con redes institucionales especializadas existentes
en la comuna. Ambos niveles de intervención, incorporan a la familia del estudiante,
sea ésta propia o sustituta, debiéndose distinguir las necesidades de apoyo y de
derivación requeridas en cada situación. Dado el nivel de demanda del sector público
en salud mental, se sugiere como alternativa la coordinación con establecimientos de
educación superior, que cuentan con atención psicológica y/o social u O.N.G que
apoyan con intervenciones individuales y/o familiares y/o grupales.

A continuación se presenta un flujo del ciclo metodológico:


A: Diagnóstico de Estudiantes en Riesgo por Violencia Escolar.

Propósito:
El propósito es contar con procedimientos de alerta temprana con recomendaciones de
intervención en el ámbito escolar, de modo tal, que permita la exploración e
identificación de los alumnos en riesgo de violencia escolar. Estos se pueden constituir,
principalmente, en un apoyo al educador, facilitando su rol de formador y generador de
recursos individuales de los alumnos para su adecuado desenvolvimiento e integración
social.

De ninguna manera, los componentes del procedimiento y la identificación de los


indicadores de alerta temprana, han de ser utilizados para excluir o etiquetar a los
niños, niñas y jóvenes, si ocurriese sólo aumentaría el daño y la vulnerabilidad social
de los/las estudiantes. Éstos son herramientas al servicio de la educación y la atención
oportuna frente a riesgo por violencia en el ámbito escolar.

Objetivo:
Discriminar, entre los diferentes comportamientos de los/las estudiantes, de aquellos
que implican un determinado nivel de riesgo en generar, manifestar o recibir conductas
violentas, lo que les permitirá a los actores educativos intervenir precozmente dentro
del ámbito escolar.

Descripción del Instrumento “Detección de Riesgos por Violencia Escolar”:


El siguiente instrumento permitirá conocer los niveles de riesgo de un/a estudiante de
ser agente activo en situaciones de violencia. Es coordinado por el Equipo de Gestión
de la escuela- liceo y responde el instrumento particularmente la figura educativa que
posea un mayor conocimiento del o los estudiantes que se quiere evaluar.

Consta de varios ítemes que reflejan diferentes características y comportamientos de


los alumnos y alumnas, ya sea en forma individual o dentro del grupo, los cuales son
indicadores de violencia en el ambiente escolar. Para, finalmente prevenir
consecuencias individuales y grupales dentro del liceo.

Por ello, es importante que se responda con responsabilidad profesional y la


mayor precisión observacional posible.

El registro de estos indicadores y la identificación del alumno/a deben ser


trabajados en forma confidencial. Los resultados de la aplicación del instrumento
serán utilizados con fines de apoyo al estudiante según lo requiera la situación.

Las características comportamentales pesquisadas por el agente educativo, se consideran


presuntivas de problemas de violencia.
Por lo tanto, demandará de parte del Equipo de Gestión, una pronta y exhaustiva
confirmación de la situación, siempre contextualizada en la etapa de desarrollo
psicosocial del alumno/a y con miras a la intervención requerida.

Las diferentes conductas o indicadores de comportamiento identificados y señalados


por el observador, se refieren a áreas de comportamiento, como se señala a
continuación:

Características Individuales (CI):


Entendida como toda conducta que refleje modos personales, habituales de
reaccionar, ya sea a nivel cognitivo o emocional.
Reflejada en los Indicadores; 1, 2, 3, 5, 6, 7, 8, 30, 31, 33, 35, 36, 37.

Relación con Otros (RO):


Entendida como toda conducta que tenga directa relación con su actuar hacia otros en la
interacción. Reflejada en los Indicadores: 4, 13, 14, 16, 17, 18, 32, 38.

Conducta Asocial (CA):


Entendida como aquellas conductas emitidas causando daño hacia otros y las cuales son
sancionadas cultural y moralmente.
Reflejada en los Indicadores: 9, 10, 11, 12, 15, 16, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27,
28, 29, 34.

Procedimiento de aplicación
A. Se sugiere aplicar el instrumento en fase intermedia del primer semestre escolar
(aproximadamente en mayo del semestre en curso) y al comienzo del segundo
semestre del período escolar (aproximadamente en septiembre del semestre en
curso), de tal modo que, por un lado, permita detecciones e intervenciones
oportunas y, por otro, sirva como instancia evaluativa respecto de los resultados
obtenidos en las primeras aplicaciones.

B. Su aplicación deberá ser de parte de aquel agente educativo que tenga mayor
conocimiento del grupo – curso, de tal modo que efectivamente pueda responder
el instrumento. En algunos casos corresponderá al profesor jefe u otro agente y,
en aquellas situaciones que no es posible contar con una sola figura sino que se
decide su aplicación por parte de dos agentes educativos que poseen un
conocimiento cercano con el alumno o alumna, podrá ser aplicado por ambos y, las
respuestas deberán ser marcadas de la misma forma que a continuación se
explica, es decir, siempre dará lugar a una sola respuesta que, en este caso, será la
de consenso de ambas figuras educativas. Si se realiza una segunda aplicación,
ésta deberá ser realizada por ambas figuras que participaron en la primera
aplicación.
El tiempo destinado a la aplicación, se estima aproximadamente de 1,5 horas.

C. La alternativa de respuestas, con respecto a la observación en el o la estudiante,


de la conducta descrita tiene una puntuación determinada:

Ninguna vez : 0 puntos


Algunas veces : 1 punto
Muchas veces: 2 puntos
Siempre: 3 puntos

En la línea superior del cuestionario se encuentra la puntuación de cada categoría.

A continuación se presenta el siguiente ejemplo:

Por favor, marque con el valor correspondiente a la categoría que usted considere que
representa el comportamiento del alumno, en el indicador descrito.

Muchas Algunas
CONDUCTAS DEL Siempre Ninguna vez
veces Veces
ALUMNO/A EN EL (3) (0)
(2) (1)
ÁMBITO ESCOLAR

7.- Quita o arrebata


bruscamente un
2
objeto a otro.

A. Posteriormente se debe realizar una sumatoria de los puntajes obtenidos en


cada columna por la categoría que usted marcó en cada respuesta o indicador
(siempre, ninguna vez, etc.) y en cada página del cuestionario.

Ello le dará el puntaje total obtenido por cada estudiante.

B. Según el total del puntaje de ese alumno o alumna se debe ubicar el nivel de
riesgo en que se encuentra, según la siguiente escala:

Nivel de riesgo, según puntaje total:

Sin riesgo por Violencia Escolar: 0 – 12


Se refiere a que el alumno o alumna no presenta ningún factor de riesgo por violencia
escolar.

Bajo Riesgo por Violencia Escolar: 13 – 37


Se refiere a que el o la estudiante presenta conductas en alguna de las áreas evaluadas,
ubicándolo/a en niveles de riesgo por violencia escolar, que aun cuando son mínimos, sí
es importante considerarlos en forma preventiva. Esto se realizará a través de acciones
de orientación e integración del alumno o alumna al Programa de Entrenamiento para
educandos “Gestión de Riesgos por Violencia Escolar”, la aplicación del sistema de
Mediación Escolar y la integración de sus tutores al taller de Entrenamiento “Educando
en Familia”.

Mediano riesgo por Violencia Escolar: 38 – 76


Se refiere a que el y la estudiante presenta conductas en una o más áreas evaluadas,
ubicándolo/a en niveles de riesgo por violencia escolar, que requieren de una atención
inmediata, a fin de prevenir un agravamiento en los niveles de violencia e instaurar
modos relacionales y de resolución de conflictos no-violentos.

Habiéndose determinado su nivel de riesgo y según el flujograma, correspondería la


integración del alumno o alumna a un programa de trabajo que favorezca el desarrollo
de habilidades sociales (taller psicoeducativo) y trabajo con la familia. Paralelamente,
se sugiere articular su atención con red de apoyo externa con miras al apoyo
terapéutico del propio alumno/a y/o su familia.

Alto riesgo por Violencia Escolar: 77 – 114


Se refiere a que el o la estudiante presenta conductas en una o más áreas evaluadas,
ubicándolo/a en importantes niveles de riesgo por violencia escolar. En este caso se
requiere de instancias especializadas en red de apoyo externa para el alumno o
alumna y familia, con el correspondiente seguimiento por parte del docente
responsable. Paralelamente, integrar las sugerencias de apoyo que desde el
establecimiento educacional le pueda brindar como apoyo en su socialización y
reintegración al grupo escolar.
INSTRUMENTO DE DETECCIÓN DE RIESGO DE VIOLENCIA ESCOLAR
Ninguna vez
Conductas del Estudiante en el ámbito Siempre Muchas Algunas
(0)
escolar (3) veces (2) Veces (1)

1. Es rechazado por sus pares.

2. Verbaliza que pares le prohíben hablar


y/o compartir con otros compañeros/as
(integrar grupos de estudio, actividades
lúdicas, celebraciones).
3. Acata las instrucciones de los otros, a
pesar de las evidentes consecuencias
negativas para sí mismo y/u otros.
4. Realiza conductas físicamente
peligrosas para sí mismo, bajo presión de
pares.
5. Interrumpe la clase (conversa con
otros, se ríe y/o emite sonidos en forma
exagerada, se para frecuentemente, lanza
papeles u otros objetos).
6. Quita o arrebata bruscamente un
objeto a otro.
7. Destruye lo realizado cuando considera
no haber logrado éxito (raya sus dibujos,
tareas, desarma trabajos manuales,
rompe materiales).
8. A menudo miente para obtener
beneficios, favores o evitar obligaciones.
9. Asiste a clases bajo efectos de las
drogas y/o las consume dentro del ámbito
escolar (alcohol, marihuana, pasta base,
cocaína u otras).
10. Vende drogas en el colegio (alcohol,
marihuana, pasta base, cocaína u otras).

11. Descalifica y/o insulta a compañeros


(se dirige a ellos/as por sobrenombres, se
burla por apariencia física, rendimiento
escolar, hándicaps físicos, orientación
sexual, emite juicios negativos).
12. Descalifica y/o insulta a adultos de la
comunidad educativa (usa sobrenombres,
se burla por apariencia física, hándicaps
físicos, orientación sexual, emite juicios
negativos).
13. Inventa historias que perjudican la
imagen de compañeros/as y/o adultos del
colegio.
14. Acosa a un compañero/a, impidiendo
que hable y/o participe y/o estudie con
otras/ os y/o participe en juegos.
15. Amenaza la integridad física de pares
y/o profesores.
16. Esconde las pertenencias de sus
compañeros.
17. Zamarrea o empuja a sus pares para
intimidar.
18. Ensucia o daña las pertenencias o
trabajos escolares de otros (rayar, mojar,
romper).
19. Sustrae pertenencias de sus
compañeros/as.
20. Realiza conductas socialmente
sancionadas (sacar libro de clases, exhibir
zonas genitales, convoca a otros para
pelear con pares).
21. Obliga a los compañeros a realizar
conductas socialmente sancionadas.
(sacar libro de clases, exhibir zonas
genitales, convoca a otros para pelear con
pares).
22. Obliga a compañeros a realizar
conductas físicamente peligrosas. (subirse
al techo, sacar volantines del tendido
eléctrico, saltar rejas, trepar árboles o
muros, etc.).
23. Golpea a compañeros (con puños,
pies, con objetos).
24. Porta armas blancas (punzones,
navaja, hojas de afeitar).

25. Amenaza con objetos punzo cortantes


y/o con armas blancas (lápices, compás,
cartonero, punzones, navaja, tijeras).
26. Destruye el inmueble y/o muebles,
objetos del colegio (rompe vidrios,
paredes, artefactos de baños, cercos,
sillas, escritorios).

27. Agrede a compañeros/as con objetos


punzo cortantes (lápices, compás) y/o
armas blancas (cuchillo cartonero, navaja,
tijeras, hojas de afeitar).
28. Porta armas de fuego (revolver,
pistola, escopeta).
29. Amenaza con arma de fuego (revolver,
pistola, escopeta).
30. Presenta trastornos de la alimentación
(frecuente inapetencia, excesiva delgadez,
obesidad).
31. Manifiesta dolores de cabeza,
estómago u otros.
32. Presenta lesiones físicas
(magulladuras, mordeduras, equimosis,
fracturas, cortes, entre otros).

33. Presenta conductas eróticas y/o


hipersexualizadas: masturbación
compulsiva.
34. Ejerce coerción sexual hacia otros
niños/as (besos y contactos corporales
inadecuados).
35. Presenta enuresis y/o encopresis
secundarias.
36. Presenta conductas autoagresivas.
(cortes en los brazos, piernas, abdomen,
golpes de cabeza, arrancarse el pelo).

37. Amenaza con conductas suicidas.


38. Verbaliza una situación de abuso o de
coerción dentro del colegio.

Fecha de la aplicación :__________________________________________________


Responsable de la aplicación: _____________________________________________
Puntaje total:__________________________________________________________
Nivel de Riesgo:________________________________________________________
Acciones recomendadas:_________________________________________________
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________

Se deriva a
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________

Responsable del seguimiento: ____________________________________________


B: CUESTIONARIO DE AUTOAPLICACIÓN, DE MEDICIÓN DE
RIESGO DE VIOLENCIA ESCOLAR “A MÍ ME SUCEDE QUE”

Para estudiantes de segundo ciclo básico y enseñanza media.

Instructivo de aplicación para el Equipo de Gestión y docentes de la institución


educativa.

El cuestionario de autoaplicación fue desarrollado con la finalidad que los y las


estudiantes, identifiquen aquellas situaciones o conductas ocurridas en el contexto del
establecimiento educacional que les causan daño y que muchas veces pasan
desapercibidas para los demás. Se refieren a comportamientos y/o situaciones de
malos tratos o de acoso entre pares.

Considerando que es muy difícil que un o una estudiante dé cuenta de sus propias
conductas de malos tratos o respecto de un compañero/a que le proporciona tal
maltrato, es que se utiliza el cuestionario autoaplicado para proporcionar un espacio
reservado y protegido para comunicar alguna situación que le dañe.

Éste instrumento, permitirá que el/la estudiante pueda reflexionar, identificar y señalar
situaciones y actos a los cuales él/ ella está expuesto y le produzcan sentimientos y
emociones que sólo él o ella puede distinguir, pero que no se atreve a comunicar
abiertamente.

Además el cuestionario permitirá la sensibilización y concientización de alumnos/as y


profesores sobre presencia de malos tratos entre pares, ya sea en su grupo y en el
contexto escolar en general.

La aplicación de este instrumento debiera ser producto de la reflexión y determinación


del Equipo de Gestión y/o docente. Como se ha detallado anteriormente, este
instrumento es complemento del anterior, con la diferencia que además puede ser
aplicado a un estudiante en particular, a un grupo, un curso o un sub nivel. Esto
dependerá de las necesidades y plan de acción definido por el equipo docente (GAEP)
y/o de gestión.

Objetivo:
Conocer oportunamente los niveles de riesgo por violencia escolar entre estudiantes de
un determinado grupo o curso. De tal modo que, aplicado el instrumento pueda
alertar y motivar a acciones de abordaje de la situación.

Período de aplicación:
Deberá aplicarse a lo menos una vez por semestre académico, especialmente al
comienzo de cada período, a fin de que se puedan programar y/o intencionar medidas
preventivas y/o reparatorias durante el semestre y/o año escolar. Así mismo, este
instrumento puede ser de gran ayuda al equipo docente que esté trabajando la
metodología GAEP en la fase de recolección de información sobre el problema que se
está abordando.

Frente a la existencia de niveles de riesgo por violencia escolar arrojados por este
instrumento de autoaplicación, se recomienda la administración del segundo
“Instrumento de Medición de Riesgo de Violencia Escolar” por el docente con mayor
conocimiento del grupo, curso o estudiantes que se esté estudiando. Con estos datos
concretos y cuantificados sobre el tema y grupo o curso involucrado, le dará la
confianza y seguridad requerida para plantear el tema con descripción de los hallazgos
obtenidos.

Además, podrá planificar y realizar las acciones correspondientes con quienes están en
situación de riesgo de violencia y de maltrato entre pares, en forma personalizada y con la
máxima confidencialidad.

Contabilidad de puntaje y análisis posterior a la aplicación del instrumento:

Se debe realizar una sumatoria de los puntajes obtenidos en cada columna por la
categoría que marcó el o la estudiante en cada respuesta o indicador. (todos los días, 2
a 3 veces por semana, etc.), y en cada página del cuestionario. Para la contabilidad
del puntaje se debe considerar que cada columna tiene un puntaje definido. A saber:

Todos los días: 4 puntos


2 a 3 veces por semana: 3 puntos
2 a 3 veces por mes: 2 puntos
Una vez al mes: 1 punto
Nunca: 0 punto

De acuerdo al puntaje obtenido con las respuestas escogidas por el estudiante, los
niveles, corresponden a:

Ausencia de Maltrato: 0 punto


Se refiere a que el alumno o alumna no está siendo afectado/a – en el momento
presente – por situaciones que le menoscaben y le dañen emocional, verbal y/o
físicamente.

Maltrato Leve: 1 – 17 puntos


Se refiere a que el alumno o alumna señala indicadores de riesgo de violencia, al estar
en posible situación de menoscabo, maltrato emocional, verbal y/o físico. Aún cuando
ello se defina como maltrato leve, sí es importante considerarlo ya que están
implicando, por un lado, la percepción de la propia víctima y por otro, está
identificando la existencia de comportamientos agresivos y/o violentos de parte de un
o unos estudiantes del establecimiento educacional.

A los estudiantes de este nivel se recomienda la integración a talleres psicoeducativos


que favorezcan un mayor conocimiento de sí mismos, sus emociones y formas de
actuar frente a una controversia. Con mayor especificidad, se sugiere la integración de
estos estudiantes a talleres sobre resolución pacífica de conflictos: negociación y
mediación entre pares.

Maltrato Moderado:18 - 43
Significa que el o los estudiantes están siendo afectado/a, directa y concretamente en
el presente, por situaciones que le menoscaben y le dañen emocional, verbal y/o
físicamente.

Requiere de una atención inmediata, a fin de prevenir un agravamiento en los efectos


y/o consecuencias para sí mismo y la comunidad escolar.

Se recomienda, como primera respuesta de la escuela, la integración del o los


estudiantes a una instancia de desarrollo de habilidades sociales y de técnicas de
resolución de conflictos. A través de estos talleres se espera fundamentalmente, a lo
menos tres propósitos:

1. Ampliar el abanico de herramientas frente a situaciones de conflicto, amenaza o


abuso de poder.
2. Re significar, es decir, trabajar los significados construidos por el o los
estudiantes en la relación con pares y adultos sin violencia.
3. Potenciar la pertenencia a una comunidad escolar como factor protector en estos
niños, niñas y jóvenes.

Maltrato Grave: 44 - 68
Se refiere a que el o los estudiantes están siendo afectado/a por situaciones que
significativa y gravemente le menoscaban y dañan emocional, verbal y/o físicamente.

Los estudiantes que se encuentran en esta situación de vulnerabilidad, requieren


de instancias especializadas de red de apoyo externa para sí y su familia, con el
correspondiente apoyo y seguimiento por parte de la escuela y liceo. Por tanto, se
está frente a una situación necesaria de derivación.

El monitoreo de la derivación por parte del establecimiento educacional, favorecería:

1. Que el establecimiento apoye con atención pedagógica específica el trabajo con


especialista de la red. En este sentido, el establecimiento trabaja para reforzar la
pertenencia del estudiante al establecimiento educacional, bajar el riesgo de
deserción escolar a través de trabajo personalizado. Por ejemplo: integrándolo a
un taller psicoeducativo, entregando alguna responsabilidad en el establecimiento
cercano a sus intereses y capacidades, integrándolo algún taller de apoyo escolar,
etc.
2. Coordinar apoyos específicos a través de los sectores de aprendizajes.
3. Apoyar el trabajo con la familia y/o adultos significativos a través de actividades
que contemple el plan de trabajo del grupo de docentes (GAEP o del profesor
jefe).
CUESTIONARIO; “A MÍ ME SUCEDE QUE”

Instructivo para los estudiantes:


Este cuestionario permitirá que reconozcas en ti, o en otros, ciertas conductas, las
cuales son importantes de manejar, controlar y/o modificar. Reconociéndolas será más
fácil obtener ayuda o apoyo.

El cuestionario que estás leyendo te permitirá identificar si existe intimidación o


maltrato dentro del ambiente escolar, sea este proporcionado por compañeros o
compañeras de tu escuela o liceo. Ten en cuenta que algunos estudiantes cuando son
maltratados, acosados o amenazados por otro u otros compañeros pueden sentir
temor a hablar. Por esto, ten presente que este cuestionario te permitirá expresar tus
sentimientos y emociones sobre el problema de violencias. No existen respuestas
correctas o erróneas.

Es muy importante que respondas a este cuestionario con la verdad, ya que así
puedes ayudar a que podamos comprender cómo se sienten en nuestro colegio y qué
se requiere para que tú y tal vez, otros compañeros/as se sientan y lo pasen mejor.
Este cuestionario será confidencial.

Te solicitamos por favor, prestar atención a las siguientes indicaciones:


1. Cada afirmación tiene varias alternativas. Repasa una por una y elige aquella que
representa mejor la situación que estás enfrentando en el colegio.
2. Lee las afirmaciones detenidamente.
3. Ante cualquier duda pregunta al adulto que está acompañándolos.
4. Todas las aseveraciones exigen una sola respuesta.
5. Encierra en un círculo tu preferencia seleccionada.
6. Si deseas cambiar tu respuesta tacha la anterior y rodea con un círculo la
alternativa que te parece más exacta a tu idea, sentimientos o situación.
7. Si deseas agregar algo que no se haya colocado en el cuestionario, puedes
agregarlo en el espacio que se encuentra al final del cuestionario, en Otros
Datos.
8. La franqueza y veracidad en las respuestas a este cuestionario es muy
importante.
Soy: _____ Mujer _____ Hombre Edad: ______ años

Me llamo: ____________________________________________________________

Liceo:________________________________________________________________
Curso:__________________ Fecha:__________________

A MÍ ME SUCEDE QUE:

Todos los 2 a 3 veces 2 a 3 veces Una vez al mes


Conductas del estudiante en Nunca
días por semana por mes (1)
el ámbito escolar (0)
(4) (3) (2)

1. Me dicen sobrenombres,
que no me gustan.
2. Se burlan de mi (cómo
hablo, uso lentes, soy feo/a,
soy chico/a, malo para la
pelota).
3. Me golpean o agreden
físicamente.
4. Han amenazado con
pegarme.

5. Me presionan para que les


de mi dinero, colación u otras
pertenencias.

6. Me presionan para que yo


haga cosas que no me gusta y
no quiero hacer.
7. Mis compañeros me dicen
garabatos y groserías.

8. Mis compañeros esconden o


me sacan mis cosas
(cuadernos, lápices, ropa).
9. Me han dañado mis cosas
en el colegio (cuadernos, libros,
lápices, trabajos, ropas).
10. Han dicho mentiras acerca
de mí, que me hacen daño y/o
desprestigian.
11. Mis compañeros no me
dejan jugar con ellos/as.
12. No me dejan estudiar con
ellos ni participar en los
trabajos de grupo.

13. Mis compañeros no me


dejan dar mis opiniones en el
grupo.
14. He sentido miedo de venir
al colegio y de encontrarme con
algunos compañeros.
15. Me siento triste y me dan
ganas de llorar cuando estoy en
el colegio.
16. Me siento sola/o y
aburrida/o, no tengo ganas de
venir al colegio.
17. Me han molestado
sexualmente .(besos y
contactos corporales contra mi
voluntad).

Otros Datos:
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