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Psiquiatría y psicoanálisis 2


Perversos, psicópatas, antisociales,
cara~terópatas, canallas

Jacques-Aiain Miller

Alfonso Carofile

Miguel Furman

Adriana Luka

Adrián Scheinkestel

Rafael Skiadaressis

Néstor Yellati

Departamento de estudios
sobre Psiquiatría y
Psicoanálisis (CICBA)

IIUIQ!:~mª
IN DICE

© GRAMA ediciones, 2008.


Fondo de la Legua 2476, Edif. 3, Depto. 40
(1640) Martínez, Pcia. de Buenos Aires, Argentina
Tel.: 4743-8766 • grama@gramaediciones.com.ar PRÓLOGO ....................................................................................... . 7
http: 11www.grarnaediciones.corn.ar Samuel Basz

Psiquiatría y psicoanálisis : perversos, psicópatas, antisociales, car- FUNDAMENTOS DE LA PERVERSIÓN .................................. . 9


acterópatas, canallas 1 Jacques-Alain Miller
Jacques Allain Miller ... [et.al.].- la ed.- Buenos Aires : Grama
Ediciones,
2008. l. PERVERSIONES Y PERVERSIDADES
v. 2, 252 p. ; 21x14 cm.

ISBN 978-987-1199-87-7 a. Acerca del diagnóstico de perversión 1 Néstor Yellati ....... .. 31

l. Psicoanálisis. l. Jacques Allain Miller Un homosexual en análisis 1 Osvaldo Delgado ................... .. 43


CDD
Comentario 1 Adrián Scheinkestel .......... ................................. 47

Establecimiento del texto: Néstor Yellati b. Perversión y psicopatía.


Las psicopatías. Una perspectiva 1 Horacio Vommaro ......... 59
Responsables del Departamento de Estudios sobre Psiquiatría y
Psicoanálisis (CICBA): Miguel Furman, Adrián Scheinkestel, La misión perversa 1 Ernesto Sinatra ................................... .. 65
Rafael Skiadaressis, Néstor Yellati
Un rasgo zoofílico en una psicosis 1 Miguel Furman ... .... .. . 73

Hecho el depósito que determina la ley 11.723 c. La perversión en la época actual Fabián Naparstek.. ....... .. 85
Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro Tratamiento de un toxicómano 1 Luis Salamone ................ .. 93
por medios gráficos, fotostáticos, electrónicos o cualquier otro
sin permiso del editor. d. La perversión como estructura, como rasgo
y como suplencia 1 Miguel Furman ...................................... .. 101
IMPRESO EN ARGENTINA
Un caso de travestismo 1 Ernesto Pérez ................................. 111

DISTRIBUYE EN ESPAÑA: Comentario 1 Gloria Aksman ....... ........ ...... .... .. .... .... ... .......... ... 115
CANOA EDITORIAL ·Teléfono 1 fax: 934 242 391 canoaeditorial@yahoo.es
DISTRIBUYE EN BRASIL: e. La perversión como suplencia en las psicosis
LNRo MERCADO AGENCIA LTDA. • Belo Horizonte- MGTel/Fax: (31) 3223 6444 1 Gloria Aksman, María Marta Scorticatti, Gabriela Bordón,
-4- Rio de Janeiro- RJTel/Fax: (21) 2547 3600 comercial@livromercado.com.br Vivían a Paz.................................................................................... 123 5
f. Módulo de investigación: Perversidades 1 Silvia Fischman
Silv~na L. Garreta, Adriana_ Lajogiannis, Ana Lía Mayo, ' Prólogo
Adrzm_za P~~e, Eleonora Spznoso, Amalia Racciati, Ximena Uriz.
Coordznaczon: Adriana Luka
························································· 139 5AMUEL 8ASZ

2. PSICOPATÍAS

a. El diagnóstico de psicopatía 1 Rafael Skiadaressis ............... . 153


¿Medicar las psicopatías? 1 Santiago Lev{n .......................... . 157
¿Rasgo psicopático o perversión? 1 Mar{a Marta Scorticntti 163

b. Psicópata, antisocial, canalla 1 Néstor Yellati ....................... . 177 En este libro se discuten y establecen los fundamentos teóricos
Un espectador solitario 1 Catalina Bordón ............................... necesarios para actualizar la pertinencia que tiene la perversión
187
como estructura clínica.
c. Psicopatías 1 Dr. Alfonso Carofile ........................................... . Si bien lo que orienta el recorrido conceptual es la clínica analíti-
197
ca, el interés de su lectura no se limita a los practicantes del psicoa-
3. EL NIÑO DISOCIAL nálisis, que seguramente encontrarán una profunda revisión del
tema. También debe valorarse lo que aporta a la psiquiatría, al menos
lo que le aporta a una psiquiatría que, en tanto disciplina clínica, es
El niño que dormía parado 1 Gimena Barandela
··················· 205 heredera de la que produjo el saber semiológico que nombró las
El joven de la ventanilla 1 Marta Eugenia Serrano ............... . estructuras que -preexistiendo al discurso analítico- fueron tomadas
209 por éste.
Comentarios 1 Paula Grnbow y Silvia Baudini ...................... . 213 La caracterización diferencial entre el acto, el pasaje al acto y el
acting-out, junto a la revisión del par falo-castración en referencia al
4. LOS PACIENTES JUDICIALIZADOS estatuto del objeto a, son los ejes conceptuales que orientan la inves-
tigación.
Personalidad y marginalidad 1 Adriana Luka Desde el punto de vista de los practicantes del psicoanálisis, al
······················· 231 menos para los que no quieren retroceder a los desafíos que implica
-o
Psicoanálisis e instituciones carcelarias 1 José Marta el psicoanálisis aplicado a la terapéutica, es un libro brújula. "'
.o
Fernández y Silvia Vetrano Trabajar la clínica de nuestros días en la interfase psiquiatría-psi- e
·················································· 235
coanálisis alumbra zonas que permanecían estabilizadas en una ::;
:n
oscuridad que hacía presumir una impotencia operatoria para el psi- ~
5. CARACTEROPATÍAS
coanalista. Se puede entender, recorriendo los casos que se trabajan
en el libro, cuánto prejuicio puede haber en esta atribución. ~
Las caracteropatías 1 Adrián Scheinkestel
······························· 241 Se trata de precisar y reconocer el punto de imposible que carac- ~
Del no-grupo al residuo singular teriza al núcleo de goce de todo síntoma, sin descuidar la envoltura ~
¿.tres añ~s ~,e una experiencia inédita con pacientes formal que muchas veces es necesario saber hacer construir. ~
..,
refractanos 1 Emilio Vaschetto y Jorge Faraoni .................. . 247 ..,
* Presidente del Consejo Asociativo del Instituto Clínico de Buenos Aires N
(ICBA). 7
Ese imposible, ese irreductible de sentido ausente, no se puede Fundamentos de la perversión*
demostrar ni transmitirse de cualquier manera, porque se trata del
imposible que concierne al ser hablante en tanto sujeto ético. )ACQUES-ALA/N M!LLER
Lo imposible del que se trata aquí remite a lo que no cesa de no
escribirse en el inconsciente, y eso constituye el núcleo del síntoma
(que en tanto tal es lo que no deja de escribirse, lo que participa de la
modalidad de lo necesario).
La virtud clínica del psicoanálisis tiene que ver con que es el único
discurso que aborda ese imposible en la doble vertiente de la demos-
tración y la transmisión. Lo imposible en psicoanálisis, lo imposible
del ser hablante, se demuestra por la contingencia de los encuentros,
a diferencia de la ciencia que lo hace por lo necesario de la ley. Y se
transmite por la certeza, que es la posición subjetiva resultado de la
experiencia analítica del operador. Un esfuerzo más, están cansados. Yo también. Así que digamos
Esto quiere decir que el practicante mismo se hubo implicado a su ... Sade lill esfuerzo más. Sade lo dijo en una invocación: "Fran-
como 1 . • • n
vez, en su propio análisis, en la perspectiva de consentir con la sin- m esfuerzo más para ser revolucwnanos . Aparentemente,
ce e,
S S l · h
gularidad de su propio síntoma como resultante de esa experiencia. es t e último esfuerzo, que Sade decía que era necesano, , no
_ se , a
De ahí obtiene la certeza con la que puede transmitir la modalidad materializado en Francia. Así que Francia se entrego unos anos mas
clínica singular, es decir como cada quien puede gozar de su incons- tarde a Napoleón Bonaparte y éste mandó a Sade a prisión. De mod_o
ciente. que no diré, ya que no fue exitoso: "A~ericanos, ur_: esfuerzo mas
Así no solo puede alojar los síntomas singulares de los sujetos que para ser lacanianos". Dios no, 1? pern;Ita. Se me diJO. ay~r por la
recibe, también se entiende porqué el analista puede ser una placa . "Si La can triunfa en Amen ca sera un La can amencaruzado, ya
noche . f
sensible que permite el pase de estos síntomas singulares a una varie- preembalado para los supermercados". Entonces, no diré ""Lm es ue:-
dad estructural pertinente. zo más para ser lacanianos". Solo diré, "americanos un es~"L~erzo mas
Es por eso mismo que el uno por uno de la clínica analítica puede antes de irse a casa ... ". En realidad, ésa podría ser la cuestwn: volver
hacer paradigmático y darle valor científico a lo que de otro modo a casa. El goce sexuat ¿está o no alojado en c~s-a? Ese es _quizás el
quedaría como una experiencia inefable. n ecrativo de nuestra precrunta: Género y Perverswn. Pero, Ciertamen-
En este libro se muestra elocuentemente cómo desde la práctica te no diré "americanosCJun esfuerzo mas
CJ '
para ser gays " . A pesar d e
analítica se puede precisar y aún enriquecer la fenomenología de la q~e la perversión, a veces, se ve conducida al proselitismo, lo cual
mejor tradición clínica en psiquiatría. significa que, a veces, el perverso puede presentarse como capaz de -o
La lógica que lo anima rompe los impases de la tradicional dupla revelar la verdad del goce al no-perverso. Y a veces, un perverso ~
de las indicaciones-contraindicaciones del psicoanálisis. Sus funda- sufre al detentar un conocimiento del goce sexual que no puede e
mentos epistémicos permiten afirmar que no hay contraindicaciones comunicar, entonces el perverso vive, en nuestra sociedad huma~a, a ~
para el psicoanálisis aplicado a la terapéutica. Así como no hay, no veces en una sociedad secreta de iniciados, más pequeña y reduoda. :»
puede haber, indicaciones para el psicoanálisis puro. Como verán se Pero ~o digo "¡un esfuerzo más para ser gays!". No vengo a alabar la
trata, siempre, del deseo del analista. perversión ni tampoco a enterrarla. Vengo a d~: las co?rdenadas ;
principales de mi práctica narrativa de la perverswn. Podna llamar a n
esta charla, aunque sería Lill poco ambiguo: "Una llave _para la _rer- ~
o versión". Digamos que, si acierto a condensar lo que qUiero decir en ~
\!)
o
...J
·O
0::
a.. * Conferencia pronunciada por Jacques-Alain Miller en la Kent State N
8 Universiry de los Estados Unidos, en 1989. 9
una hora, más las preguntas y respuestas, esta charla se llamará, a lo - si es necesario, para dispersar inmediatamente del paisaje la
sumo: "Fundamentos de la perversión", un sumario de acuerdo con ta aun, d ·- L 1
b de infamia de un llamado deseo ocu1to e perverswn. acan o
el psicoanálisis clásico. ~oe sabiamente con un juego de palabras n:an~o h~b~ó de eso en
Una palabra solam.ente ~obre el psicoanálisis clásico. Digo de francés: pére-version, o sea, perversión en ~rances e mgles ¡ugando con
entrad.a que_r:o.es la psicologia del yo, porque ésta es una desviación una palabra que es intraducibl~, pére-verston; dos palabras, de las cua-
del psicoanahsis. Se ~e~vía de la. construcción teórica principal de
les pére es padre. Diríamos: haaa el padre, una vuelta
.,
al padre, un Ha-
. , tid
F:eud, de ~u descubnm1ento del mconsciente. Se desvía según dos mado al padre, lo que recuerda que la perverswn en mngun sen o
v;a~; en pnmer l~g~r, la psicología del yo se separa de la primera es una subversión. . , ,
top1ca de Freud ehmmando así el concepto mismo de inconsciente (y Esta perversión, esta vuelta al padre, en mngun l~gar es. mas
su fundamento en la estructura del lenguaje) como función de dis- patente, más explícita, que en las ~om~sexuales ~ememnasÍ q~;en~s
curso. En seg~~do lugar, la psicología del yo aparta, indebidamente, constantemente vienen con el testlmomo de una Intensa re acwn e
la segunda top1ca de Freud y cambia, diría invierte, su significado. amor con el padre que legitima, en este caso, el uso de la. palabra
Cu~ndo F~eu.d,. con la segunda tópica, explora el corazón loco más freudiana "fijación", eterna fijación de la homosexual fememna. Una
all~ del p~mc1~10 de placer, la psicología del yo establece al yo como fijación con una memoria de la insatisfacción encontrada por este
la mstanCia mas verdadera, cuya autonomía se supone que la cura amor del padre, encontrada con el padre com? o~jeto de am~r, una
analítica debe restaurar. insatisfacción de este amor seguido por un ale¡am1ento del ob¡eto de
El psicoa~~lisis clásico no es la teoría de las relaciones de objeto, amor que se troca en identificación con él, de acuerdo con .la deduc-
que e~ tam~Ien ~n_a desviación que proviene de Karl Abraham y ción clásica de Freud y Lacan. Los homosexuales masculmos y fe-
~el~~Ie Kle1~ y dma que es la negación dialéctica de la primera des- meninos vienen a análisis, pueden . ser analizantes. Respecto d~l
VIacwn. ~1 ps1coanáli~~s clásico no es la mezcla de la psicología del yo sadismo, masoquismo, voyeurismo, no he visto analizantes en senti-
Y l~ teona de la rel~cwn de objeto como intentan mostrar los psicoa- do propio, ya que su patología muestra clara evidencia de la prima-
nahs.tas norteam~~Icanos _co~temporáneos, por ejemplo T. King, que cía de tal modo de obtener gratificación sexual.
considera la relacwn semantica a los otros y retiene la estructura bási- Algunas veces viene alguno pero no se queda; de esta escasez
ca de la psicologí~ del yo. El psicoanálisis clásico es la teoría integral puedo nombrar el hecho de que actualmente estoy super.visando un
de Freud mar:t:mda co~ la lógica interna de su pensamiento a través caso de un verdadero exhibicionista que está en tratamiento y que
de su expreswn cambiante, y a veces conflictiva~ explicitada por está produciendo en mí, debo decido, un cierto de~conciert?. .
Lacan. Un analista que recibe homosexuales como anal1zante~ tiene CI~r­
. ~sto. :ambién quiere decir que es todo Freud contra cualquier par- tamente una autoinvestigación que hacer al respecto. D1go autom-
Ciahzacwn de Freud y es también Freud logificado. vestigación para enfatizar que la perversión clínica pone en _cue~tión
Así, es la contradicción de Freud mismo usada contra él. Lo que los juicios más íntimos del analista y el punto hasta el cual el mismo
.6 hoy llamo psicoanálisis clásico es, creo, la base de nuestra acción ha llegado en la huella del goce sexua~. Cie.rtamente~. él tiem;, ~u e J?
;Q aquí, Y es la razón por la cual una cantidad de contribuciones trató visualizar sus prejuicios, su vida matnmo~1al, los h1¡os, ¡el b~:n .g
~ de mostrar có:no Lacan extiende a Freud, al mismo tiempo que reor- supremo"! de acuerdo con el psicoanálisis. Esta no es un~ cu~~tion ~
~ dena su ensenanza y le da una secuencia consistente; en segundo abstracta, es algo que ustedes deben preguntarse en esta sltuacwr:~ ;
:5 tuSar~ un s~~undo estilo de contribuciones: asentamos, exploramos la ¿El analista es un estilo que, quizás, ha r~~hazado ur:~ elecc10n
w practica chmca que se deriva de esto. En un sentido general es nues- homosexual o quizás es amistoso con esa elecc10n? ¿~s sufloente su~- -<
~ lra coordenada de trabajo. pender cualquier deseo de normal~zar? .Pero, ¿es pos1ble para unan~- ~
~ ~hora, ~1 ~abiar de perversión, no pude evitar pensar en mis lisis llegar al propio fin de su cammo sm levantar el temor a la fe~I- ~
~ pacientes chmc~ente pe~ersos. Diría que, principalmente, horno- nidad? ·Qué hacer con la homosexual femenina?, una perverswn ~
~ sexuales m_ascuhno~ ~~e VIenen a análisis día tras día, año tras año y desde la¿perspectiva psicoanalítica, tan paradójica que Lacan una vez ~
~ a los que 01mos deCir somos los más honestos", los que piensan más propuso llamar heterosexuales a "todos aquellos que amen a las ;_,
~ verdaderamente, los más self-shooting de mis pacientes. Espero no mujeres". . .
1o sonar muy moralista. Pero estoy preparado para sonar más moralis- La perversión prueba al analista para que entierre, para que supn- 11
no sabe dónde atraparla, lo que mejor sabe es que hay una dificultad
ma ~oda contratransferencia en este acto en beneficio del deseo del en algún lado a este respecto, que hay un déficit en algún lado acer-
anahsta,_ ? sea, para beneficio de este deseo que opera a través de la ca de la gratificación sexual. Así que el neurótico busca el objeto per-
susp~~s10n de to_da creencia y conocimiento; opera mediante la intro- dido en una persecución laberíntica y esto es lo que llamamos deseo,
~uc~I~n de un eJe, de la marca de una interrogación en el lugar del la verdadera palabra deseo, en su origen. Origen latino, ustedes tie-
sigmficado. De modo que el enunciado y la enunciación puedan nen algo así en 'longing Jor' que es una ausencia. El perverso ha
separarse y aparezca el significante amo en una desnudez sin-senti- encontrado el objeto, éste es su problema, él tiene certidumbre sobre
do con la constante _cri~t~lización del joui-sens que Lacan llamó obje- su modo de obtener gratificación sexual pero, cuando viene a análi-
to a. No se toma al md1v1duo diciéndole en la cara que valorizan su sis, quizás siente que no es lo que debería ser, ha encontrado la gra-
notific~~ión d~ que es homosexual, no lo dan por sentado, creo que tificación sexual y no es buena. Así que, o no la encuentran o la
:ya lo diJ~ aqUI una vez: uno puede creer que es homosexual porque encuentran y no es buena. Podría decir esto de muchos perversos;
se acosto una vez con un chico cuando tenía 14 años y otro puede ellos no piden análisis. Podemos llamar a esto la inanalizabilidad del
creer que no es homosexual cuando se acuesta con dos o tres chicos perverso, que solo se traduce en el hecho de que ellos no vienen a
por semana. Es una cuestión de significado. Y están en análisis tan vernos para buscar el objeto perdido, así que es de sentido común
pronto como ya no saben lo que significan las palabras. Lo están tan creer que, de algún modo, lo han encontrado y no tienen nada que
pronto com? e~ ~ignificado lexical se deshace progresivamente por esperar del análisis. Con el verdadero perverso, el efecto conocido
un, ~l.:evo sigruficado que surge del discurso actual, construido en desde Lacan como sujeto supuesto saber no surge. Y esto muestra, en
anahs1s ~aso a paso o casi error por error. Es una regla que no se contradicción, que el efecto llamado sujeto supuesto saber siempre
puede evitar, el preguntar al que viene a verlos por análisis acerca de surge en lugar del goce sexual. Se necesita una cierta evacuación, un
este gancho: ¿qué espera del análisis? Llamaría a esto la pregunta cierto vacío en el lugar del goce sexual para que pueda surgir el efec-
gancho. ~ el analista debe dar algo como respuesta prometida. to sujeto supuesto saber. Y usualmente yo presento esto así: digo que
Ustedes tienen que sortear esta esperanza contra lo que pueden o no el perverso tiene la respuesta, la respuesta que se produce de lo real
prometer. de su constitución subjetiva. Tiene una constante inmutable, una
~ay ya algo en un sujeto que se define como homosexual, es decir acción siempre lista para ser usada. Decimos en francés 'sous la mair',
que el, al ~~esentarse así, subraya su posición subjetiva en referencia en inglés diríamos 'at hand' (a mano), un goce a mano.
~ su eleccwn de objeto. Para él, aparece que la característica más El deseo es algo más, como 'longing for', el deseo supone una tole-
Importante de su posición subjetiva, cuando se define como un rancia de la ausencia, un no tener, y el deseo, en este sentido, es esen-
ho~osexual: es el objeto, o sea, es una traducción de la elección de cialmente una pregunta, eventualmente una pregunta sobre el deseo
ObJeto freud1ana, .es decir que se caracteriza a sí mismo por el sexo de mismo. Así que digamos que es el modo que encontré para simplifi- •
la persona de la que espera lo que podemos llamar gratificación carel asunto: oponer el deseo como pregunta y la constancia del goce
sexual (para no usar todos esos insultos). De modo que usemos ésta como respuesta, una respuesta que ya está allí. Entonces el perverso -o
-~ alguna vez, cuando sea necesario, cuando otras expresiones no pue- analizante es un analizante paradójico, diría, y mucho, al abocarse a .o e
~ dan emplearse. Cuando el sujeto se define a sí mismo como homose- ello. Al ser analizante, para un verdadero analizante siempre hay una J>
~ xual puede es~erar un cambio de elección de su objeto o puede espe- pregunta. Y de algún modo podemos decir que la perversión se eclip- ;i
~ r~: curar s_us smtomas, o sea varias insatisfacciones, angustia, depre- sa en el diván o el paciente abandona el diván. Pero en algún sentido J>
:3 swn, que el cree _que se deben a esta elección de objeto. Y la pregun- entiendo muy bien a Jean-Pierre Klotz al decir -y tiene una práctica -<
~ t~ _es: ¿es c~mceb1ble para un analista prometer un cambio en la elec- muy importante en Burdeos- que él realmente creía que nunca había ~
"' cwn de obJeto? El analista no promete pero, especialmente, no puede visto a un verdadero perverso. 8
~ prometer un cambio de objeto. · Si decimos perverso analizante, debemos decir al mismo tiempo ~
~ Como dice Lacan, el homosexual concurre pero ustedes no se ocu- que, como perverso, él expresa su certidumbre respecto de los modos ¡::·
~ pan ~e- curarlo. Ya vemos la diferencia entre la posición subjetiva del y medios de su goce sexual (es una condición de la condición, cénit); ~
~ neurotlco y la del perverso, digamos el perverso clínico. El neuróti- él expresa certidumbre y eventualmente sufre de esta certidumbre; al N
~ co, bueno, su juicio es algo simple, el neurótico está en la incerti- mismo tiempo argumenta la cuestión de su deseo. Como si a otro 13
12 dumbre fundamentalmente sobre la gratificación sexual; el neurótico
nivel no estuviera satisfecho con su cabal satisfacción. Por lo tanto, los "Tres ensayos ... " de Freud. E. Laurent ha aludid?, a es~, creo que
este hecho nos obliga ya a separar, distinguir deseo y goce. O sea, de Freud en los "Tres ensayos ... " presentaba la pervers10n a~I, y se des~
un lado goce caracterizado por su inercia, y Freud mismo habla de e también del texto de Gillespie que hemos trabaJado en mi
inercia de la libido y a través de los años y años de análisis, de ver- prend " ·,
semin ari·o, donde él sostiene oue
· ·1
en los "Tres ensayos... 1a perverswn
' dadero análisis, esto puede permanecer inamovible y, al mismo tiem- representa un impulso sexual positivo inrnodificado, e~c. , . . ,
po, del otro lado de la separación: el deseo como una pregunta, el
deseo metonímico, esto es el deseo libre, que corre, se enmascara, se
.. Entonces, yo creo que en aquello que yo llamo el psicoanah~Is da~
sico, la perversión no es un empuje instintual básico, se coCina, SI
oculta, fulgura o inhibe eventualmente y, fundamentalmente, lo deja puedo decirlo así, no es básico. ~s u~a es~uctura altamente con:-ple-
perplejo. . tan sofisticada corno plena de mtrmcacwnes corno una neurosis. Y,
Ésta es la paradoja del perverso analizante: alguien que tiene, en Ja, r eJ·emplo, no es por casualidad que todos nos hemos acercado a la
. un cierto nivel, una respuesta segura y que, sin embargo, está per- po . . . 1' .
erversión a través del trabajo de escritores. En rru semmano e m1co
plejo y trabaja, es su perplejidad. Así que ustedes ven algo un poco ~n París pasamos mucho tiempo con Gide, vamos a pasar tiempo con
común, no me acerco a la perversión del lado de la criminalidad, me Proust, hemos pasado tiempo con Rousseau; esto es porque no tene-
acerco a la perversión, diría, del lado de la moralidad. Sobre este mos todo el material que querríamos de la práctica. Diría que tuvi-
asunto hay realmente gente más ubicada; más informada que yo. mos también lo que parece ser una referencia favorita: la Historia de
Pregunto: ¿creen que Gilles de Rais 1 hubiera entrado en análisis? No o, porque dos exposiciones le conc~rní~. Dir~a que no hay n~da per-
sé si ustedes pueden responder, quizás la respuesta posible, si verso en la Historia de O, es una histona escnta por una muJer para
aceptásemos a Gilles de Rais en análisis, es que probablemente él agradar a un hombre, lo confesó m~chos años desp~~s de haber
pondría a su analista en una caja y lo tiraría al río como hizo con su escrito eso. Quería interesado, era editora y ella escnbw a la noche
suegra. Así que esto es una suposición. Ya expresaré algo en defensa para fascinarlo, para interesarlo, eso es 1~ Historia de O. Diría que es
de Gilles de Rais un poco después. la interpretación femenina de la fantasia del macho respecto del
Entonces debo decir tJue estoy muy preocupado por el mejor per- masoquismo femenino. ., . . ,
verso, quiero decir, el perverso o el supuesto perverso en análisis. y de hecho, diao que no hay perverswn en la Hzstorzcz de O. Esta
Si ustedes me han seguido, han aceptado considerar al perverso, es u~a historia de ~mor y debo decir que hay una expresión francesa
supuesto perverso pero perverso clínicamente, diría, desde el punto -no sé si ustedes la usan-, yo siempre pienso en ella, realmente pensé
de vista de l.a psiquiatría clínica, han aceptado considerar al perverso en ella hace unos minutos, pero era, es "H istoire á l'ea u de rose". Dicen
como un SUJeto completamente eclipsado. Cómo no reconocer a este eso: una historia de Agua de Rosas. ¿Cuál sería la expresión ameri-
perverso corno un sujeto completamente eclipsado respecto del per- cana para Agua de Rosas? ... significa una histor~a q~e es una torta de
verso en análisis, así que quizás ahora ustedes acepten lo que enun- crema ... Diría que la Historieta de O es una histo.neta de Agua ~e
cio, diría una tesis sobre la perversión, que es una foto y creo que es Rosas. Quizás ustedes prefieran eso, pero yo lo siento muy consis-
:z
·()
parte del psicoanálisis clásico. Reconocernos al perverso como un tente ... Digamos que, principalmente, son las señoras las que se inte- ':}!
~ s~.jeto, quiere decir tJue no considerarnos a la perversión y su rneca- resanen la Historieta de O. -g
> ~s~o com~ i~ras~bjetivo~, o sea que la perversión no es un empuje Entonces dije que la perversión es una estructura altamente ~om- ~
~ mstmhtal bas1co remando libremente como algunos han interpretado pleja, y que el perverso sigue siendo un sujeto durante todo. el tiem- ;
<(
po de lo que podemos llamar su sati~~acción. Así ~~e prescnb~ todo
...
--'

o 1. Gilles de Lava!, Barón de Rais (1404-1440): hasta la muerte en la hoguera rebajamiento subjetivo de la perverswn. Pero la dificultad estn~a en -<
<A
de Juana de Arco, su protegida, el rico barón llevaba una vida "normal", que un importante sector de la perversión no es un concepto ps1coa- ~
o
1-
2 pero entonces comenzó una historia de crímenes y sacrilegios contra Di~s nalítico nativo, sino que está hecho de acuerdo con la supuestamen- 8
:::¡ y la Iglesia que culmina en la tortura, la violación, el asesinato, la i1ecro- te objetiva observación. La perversión es un concepto clínico (que ~.

..•
o
:::)
u..
filia y el vampirismo de niños y adolescentes (unos cuatrocientos) .
Finalmente detenido, se le infligieron todo tipo de torturas para obtener
espero definir, es lo que propongo) que acompaña toda das~ de com-
portamiento sexual aberrante o anorn:-aL Y podemos de~1r ~~e ~~
~
"'
su confesión; solo la entregó ante la amenaza de su excomunión. Murió diagnóstico de perversión puede ser afirmado en el dat~ , obJetivo rv
14 ahorcado y quemado en la hoguera. de la sexualidad desviada. Así, podemos llamar perverswn a todos 15
1~: problemas de la relación sexuat todos los problemas de la rela- instinto sexual podría ser un impulso natural hacia el otro sexo, que
Cion con el otro sexo pero, de hecho, no llamamos perversión a todos sepa su fin predeterminado. Y por eso Lacan escribe una S tachada,
los problema.s, de la relación con el otro sexo. Por ejemplo, no llama- sujeto con una barra: primeramente, usa la palabra sujeto en contra-
mos perverswn a las inhibiciones de la relación sexual. Entonces posición a la palabra individuo, o sea, ~~ coordinado a ningú.n fin
c~ando ~ablamos de perversión, creyendo saber lo lJUe decimos: biológico, y en segundo lugar la barra, d1na, anula todo deterrnman-
Siem~Jre mvolucramos un comportamiento sexual activo desviado te exterior e introduce un corte, un salto, una discontinuidad en cual-
del h~,, de los medios "normales" de la sexualidad huma~a. quier cadena de determinación. Por eso, solo concierne a una S con
Du1a que la perversión involucra la noción de acción, así que creo una barra, un sujeto tal que podemos pensar en una elección de obje-
q~~ po~emos tomar una tesis del psicoanálisis clásico: que los neu- to (la elección de objeto es impensable si no es una elección de obje-
r~hco~ tl~nen fantasías perversas pero que esto no es similar ni es un to relativa a un sujeto indeterminado).
diagnostico .de perversión. Lo que necesitamos es una dimensión del Al mismo tiempo, no es una elección determinante, es decir que
a~to, es decir~ un sexo más amplio. Diría que la fantasía no es sufi- "sujeto indeterminado" no es el yo autónomo, así que, tanto en Freud
Ciente para rungún diagnóstico~~ perversión. Pero como ya he pre- como en Lacan, asistimos a una elección forzada, la elección que
sentado el cor:~epto de perverswn muy simplemente, ustedes ven depende de condiciones. De hecho, la perversión pone en cu~-~t!9~~-~~
que la p~rverswn pone en cuestión la noción de la norma misma de concepto rnisrn~_ c!~_?_~X_l:l_a1_i_da~l,_ •
l~ se:~ahdad humana. Y, de hecho, esta norma es fundamentalmente -- Si el concepto biológico de sexo implica una cornplernentariedad
bwlog1~a, o sea: reproducción, y Freud lo toma así cuando, por ejem- de los dos sexos, en una tesis de libido sexuada, la perversión es un
plo, ms1ste en todo el tiempo en que uno se toma antes de comenzar testimox:!l-º-~~E!__ql,!~lo§__ s~!_~_s_-hl:l_I!lanos, los sujetos, pueden buscar la
el acto reproductivo, todo el merodeo que se mencionó ayer él lo g;aÜficación sexual fuera del normal acoplamiento biológico del
llama perverso. ' -séxo. Y no estamos aquí para elogiar la perversión, pero tampoco
. Desde el pur:_to de vista del análisis también es una cuestión; por para enterrarla. ¿Es decir que tenemos que crear un concepto para
e3e~plo, por que los. hombres son atraídos por las mujeres, ¿por qué una gratificación sexual que puede o no ser realizada a través del
atraxdo~ por las muJeres? Al mismo tiempo que eventualmente las acoplamiento normal y puede ser realizada con un individuo del otro
desprecian o les reprochan algo. sexo pero sin el acoplamiento normal? ¿Con un individuo del mismo
Y esencialmente sabemos cuál es la llave de todo el reproche del sexo? ¿Con un individuo de otra especie? ¿Con una cosa inanimada?
hombre a la x:nujer. Es algo que de hecho no encaja aliC ¡le reprocha- Esto es lo que Freud creó con la libido, Ul2_con~~to para la gra-
mos a la~ muJer~s ~o ser hombres! Y ésa es la razón por la cual al final tificación sexual que puede ser_realizada de varias maneras, no diría
de todo. Some lzke zt hot' (a algunos les gusta oda, raro pero también de infíni~.r;_~r~~; p-ero sí de muchas manera~.
hot: caliente). U~ted~; recu~rdan a ]oe Brown declarándose a Jack y· ustedes saben que el psicoanálisis ha creado efectivamente una
Lemmon travestido: ... Nad1e es perfecto" (cuando Lernrnon le dice lista muy amplia de actividades libidinizadas. Admitamos que copu-
z que es hombre).2 lar es satisfacer la libido, pero con el análisis sabernos que comer tam- -u
·O
~ "Tr~s. ~nsayos ... " consideraba que, desde el punto de
~
. Freud eX: bién lo es ... o comer o defecar o ver y hablar y pensar y escribir tam- .o
e
~ Vl~t~ del psicoanahsis, la cuestión de la elección de objeto es proble- bién, e incluso caminar, etc. Entonces, asistimos con Freud a una l>
~ matica, no estamos preocupados por la elección de objeto supuesta- extensión extraordinaria del concepto de libido, una extensión de ~
S mente predeterminada, prenaturalmente biológica. y ustedes saben esta gratificación sexual que podíamos h<tbé~~P~I1sado que estaba l>
~ que Fr~ud de ningún modo hace un uso extensivo del término horno- r~ervada a lo sexual. y ustedes conocen la importarida-de es'fe--con=- -<
"' sexual~dad, porque ustedes, los norteamericanos, diferencian horno- S~E~9-cl~_libi9_o en la distinción de los estadios de} desarro!l~, etc. ~
2 sexualidad latina, etc. Así que la libido es una cantidad no calculada, pero su in- 8
~ Y ~ociemos decir que él amplió esta imputación de horno- traducción nos permite tomar como homogénea una muy amplia ~
~ s.exuahdad. Ent~nces, ello quiere decir que este fundamento de los variedad de actividades y comportamientos, digo comer, defecar~ ;::_·
~ fmes predetermmados no se admite; en el campo freudiano ningún pensar y escribir, porg,ue li!_§..l,!}:,limªción e~. tªm_bi~D _\.!D:_~~~tiLDQ:llio, -~~ "'
"'
t~rmin_oA___de Freud, de una satisfacción sin represión fuera de la r~!~~ N
16 2. Miller se refiere a U1za Eva y dos Adanes 0 Con faldas y a lo loco. [N. de la T.] ~ión sexual~fotro-séxo~----- .. ---
-- --- - -~ --- -- ---------- ·-----~-
-
--~- ·-.
- .- 17
De hecho, hay una cuestión en psicoanálisis acerca de la relación ·sti'nguir entre objeto de la elección y objeto de libido. Pero,
entre sublimación y perversión y no pocos perversos, no pocos ver- · mos d I - . · 1
daderos perversos, han contribuido enormemente a la sublimación a d ema, necesitamos también
's . un nuevo
. . concepto de mstinto, cua 11 es
1 de impulsión hacia el ob¡eto de hbido. Eso es lo que Freud. ama
de la hu~a~dad; ninguna otra estructura clínica está recuperada por
ed · -::;:;rz'eb. Este obJ'eto de libido, "¿qué es?; no es nada matenal. Es,
referencias hterales como cuando tratamos de la perversión. Y la nve, 1' . • , b o-r. · b" 1
. , -lo vemos en la pulsión- una satisfaccwn que usca 1 rze , a
d 1na
cuestión n~- ~':'~1lndir_o distingl!iJ:' _s_ui:Jlifl1as:!_~!!_Q~ p_~rv._~~~­ · 1
pulsión freudiana no busca ningún ?bjeto en pa:ticu ar, es una ~atis-
·
come>_ conc~pto, sino ver que provienen de la misma cuestión, cuál es
~é!!_ͧ.tacción fuera de la cópula, y tenémos que suponer que hay facción que busca Trieb, o sea necesitamos el obJeto correspondiente
la satisfacción como objeto. Esto es lo que propongo y como una
otras satisfacciones en la vida, si no, no duraríamos ni dos días con
edsf. 'ción del obJ'eto a de Lacan, el objeto a es satisfacción como obje-
~staS'bases ... piensen en estas oscuras bases francesas. eim --
sea al mismo tiempo que distinguimos entre instinto y pu1swn,
Entonces esto implica, si me siguen de cerca, p~so a paso, espero t
1 b' d e l'b.
o, o
debemos ' distinguir entre el_~!?i~~o e~~ 1~ ~!~~qó_n y ~eto I Id o
·que no error por error porque no estamos en análisis aquí, porque, si
que es la satisfacción como ob'eto. . . ., -
n?, .sería el ~ío .. ~sto implica un nuevo concepto del objeto, que es Así, a pregunta ¿existe el Trieb sexual defirudo como ~a pul:wn
distmto del Sigruficado que tiene en la expresión "elección de objeto".
e iría hacia el otro sexo como tal? Ustedes tienen en la misma lmea
Sabemos lo que queremos decir cuando decimos "elección de obje.:. qu · 1swnes
· 1 1as _FU- 1
de problemas, los probl~mas ~~!as Impu mu'lti' pes,
to": el objeto de la elección -un hombre con un bigote grande o chico,
siones múltiples, y en psicoanahsis el problema recurre~te de 1~ mte-
muy fuerte ... una mujer, pervertida, etc. Todo lo imaginario puede te-
gración de múltiples pulsiones. Por lo tanto, ~~~Ife:_:_~~':!~:;!l
ner lugar allí, eso es el olti_eto de la elección. Pero necesitamos otro
psi~oan<iUE.is~ Ja:p_~rversión del c~~cepto de perv~rswn, I.a pet:,v_e_.t§lQn
concepto del objeto, si tomamos en serio lo que acabarnos de decir.
del conceptQ_ongmal de pervers1on que es la t~sis ~r~l.l9-I~_?· No nos
Necesitamos un objeto también para la satisfacción de escribir, de
refiramos a la perve_rsiónpolimorfa del niño como algo que _ya sabe:-
pensa~, ~e caminar, e:c. Y ~l~~émoslo "obje~~_de libido", es un obje- mos,- signlti~a que para. Freud la pervers~~n es "n~tur~J" ~ ~ sea, que
to de libido para el obJeto hb1dmal. Al objeto de libido podemos creer
la-perversió_n _e~ p~i,~~ra, que la pe~verswn es mas pnm1t1va que la •
que lo vemos materialmente, por ejemplo, e~ el fetichismo, donde el
objeto de la elección puede ser... es usualmente una mujer, ella puede
noi:U1a;· que la norma es secundana, e~1n1en,~~ c~JturaJ_r~r,a
Fiel.ld -no para Lacan, y así ustedes tienen efectivamente, en el psi_-
ser hermosa o no, pero el fetichismo significa que esta belleza no es
coanálisis, una problemática de la integración normativa de múlti-
nada, sin<:>_el~~n-parael objeto de libido y hasta el punto de que
~:e obj~to de_ libido tomará el lugar de este objeto de la eleccióll, ptes pulsiones-. . . . . .,
~- Pero esto no tiene sentido SI no admitimos que la pulswn es per-
Pnmero, la mujer con tacos altos y luego solo los tacos altos, así que,
versa como tal y que la perversión es la norma de la pulsión. Así que
con el ejemplo del fetichismo que es tan instrumental para distinguir
lo que Lacan llama "la causa del deseo", vemos al fetiche como una lo que~_~oble~~ti.~-~-s)~~~i~t~fH:ia de __l±Il9-__ p\!lsi~~ ~~:U~l~ el!. e1
Señtido de unªp_ulsión hacia el gtrosex() _C()InO _!éll. La tesis de ~as:an.
_g condición del goce sexual del -oojet(; de la eleccióri: -Pero al mi~
-;~b~e~st~ es que no hay pulsión hacia el ~tr~_S.eX(J C?~O tal, ;S<:)lO hay "J?
:2 ~~~E<:> e_~-errórieo-limitar este objeto de libido a la materialidad del pul~iói1 hacia el objeto de libido, solo hay satisfacno~ parcial. ~pmQ .g
> ~et:i_ct!e. Po_r ejemplo, cuando Freud habla en su artículo''Fetichismo"~ ~et~. Entonces, tomar a una persona entera como obJeto ~o se rela- ~
~ un ar:ículo que tiene este título y en el que no toma ni~gún objeto
ciona con la pulsión, sil}Q_que introduce el amor. Fre~d dice que las ~
:5 matenat por el contrario, el ejemplo que él propone es primero un
pulsiones son nuestros mitos, sí, el amor. fue un mito P<_>: muc~o
w efecto de una traducción equívoca. Ustedes conocen el ejemplo del
tiempo antes de Freud también. Luego, SI toman la pulsw~ sena- -<
~ "brillo en la nariz" que es solo un error de traducción del alemán al
mente e, incluso, si toman la pulsión en lo ~J!am~os el ruvel d~ ~
g inglés. Así que, no digamos que este objeto de libido es necesaria-
lo reaLto.ro.enJarnl?iéru:!Lam_or_éU~~~-niygl. AsJ_gir.f~_g:t:_~_para ir oe ~
~ mente material o que la materialidad es este pequeño brillo en la
~ nariz, ~onde la muj.er parece no ser nada más que lo necesario para
~sión al d~seo, E~ta. iptr:o<hl_cir...la ausencia neces?dª-Fat:ª-.,gL~.
deseo, nec~sHªDJ~lJ!lediaaon del amor~ ~
z este bnllo en la nanz. Entonces, además, usualmente la nariz de las
~ mujeres no brilla porque se la empolvan. - Al mismo tiempo, si la pulsión era el mito de Freud, .lo que L~can "'
trata con el objeto a, también da la lógica interna del m~to freud~ano N
18: Así que, digamos solamente que en esta línea de reflexión debe-
de la pulsión ya que trata de dar la lógic~Jnte~na_~~l m~t_<:>_freu~o 19
del complejo de Edi:eo. Y esto es muy claro en Lacan: si no hay rela~ erversión primitiva. Si lo toman de este modo deben definir el fin
ción sexual, si no hay fórmula sexual fija, como él lo dijo, hay per- ~ la cura así: completar la normalización, reabsorber los eventuales
versión en el lugar de lo que no existe como fórmula sexual fijada. Y esiduos. Lacan define el fin de la cura de un modo inverso. Vacilo en
eso es la perversión, es decir: innovación, invención de caminos de ~eecirlo porque daría a mi llave de la perversión un sentido que no
relación con el otro sexo; la perversión es también un camino para uiero cristalizar pero, el fin de la cura, según Lacan, es no comple-
relacionarse con el otro sexo. ~r la normalización o reabsorber los residuos no normalizados, ~lJi~
La mujer sigue presente en el corazón de la homosexualidad mas- de la cura es soberanía para la perversión. N_o__crisíalk~rnos qgrna_:_
culina, es decir que es una innovación no tan innovada. Lacan espe- siado rápido esto~-es permisO para· erobjeto a. Clásicamente, el nor-
raba una nueva perversión. Entonces, ¿qué clase de objeto está cQ_nec- malizador del_p~_icoan.álisis, diría el operador en psicoanálisis (si qui-
. tadQ__a_@_p_l11;;iQ.p.? No es una persona, como tal es parcial. y hay cons- ~tener un estilo científico, americano), es presentado como el
tancic:_c!e_qu_~ es la del objeto a. complejo de Edipo. Lacan una vez trató de dar una fórmula lingüís-
Esto es suficiente para admitir el nivel (en el psicoanálisis clásico) tica de éste, que fue la metáfora paterna. Así que, efectivamente, se
~e lo que llamarí~perve!:_sió_fl. generalizada. Si decimos que las pul- pueden distinguir- dos cósas: pueden decir que antes de la actividad
swnes son es~n_~~~lmente perversas, tenemos un nivel de perversión del operadory tienen la pura pulsión supuestamente libre de de-
g~ner~liz_?._dil.t de una perversión primaria y generalizada, pery:~_r~ión__ _ pu!ación corno tal, y pueden decir que la perversión está ligada a la
para todos. Así que este nivel pide un normalizador y así podernos ~jQ.n que no ha pasad~ ?or el normalizador. O pueden conside:a_r,
definir la perversión restringida, o sea, una perversión como estruc- ·· en la perversión, a la pul~I0~-9~~-hit.IJª_sado por el operador71. Y dma
tura distintiv_~- ~e_:u:a falla de la normaÜzao?ñ, ·o a1 mismo tiempo que la perspe:_ti~~ p~iq.Ja.nalítica clásica sobre la perversión se opl1SQ
p~<!e~os ~()t_~r,_p_or ejemplo, que en algún sentido quizás la nor- a cualquier_a.proximación biológica a la perversión, pero también a
-~~~C:i9.r:t_ e~ ~iempre solamente parcial. Esta problemática de la peY::. ~~chos enfo~ues psic_<?_él~a_líficos_críptic_os.
versión generalizada y de la introducción de un normalizador la --meñfoque -psicoanalítico clásico es que el operador n funciona
encuentran explícitamente en Freud cuando habla, por ejemplo, de la -. siempre --es decir en la perversión-, o sea que la perversión se enfo-
síntesis necesaria de las pulsiones parciales bajo la supremacía de los ca fundamentalmente desde el complejo de Edipo. Y si Lacan se inte-
órganos genitales, y ustedes saben que para él fue un descubrimien~ resó en W. H. Gillespie es porque concluyó efectivamente, desde
toque la organización genital infantil rodee la presencia del genital. Freud, que el complejo de Edipo, el complejo de castración, son esen-
En Lacan esto se traduce muy precisamente comq_lª-felé!QQn entre ciales en la perversión. Y ~sto es, al mi~I11o tiempo, la elaboración de
el objeto a y el f_aloj lo q~-~~_!lfreud es la síntesis de las pulsio~es.paz:.­ Lacan. Con esta diferencia; que fa-pulsión, la pulsión pre~edípica no
ci~les bajo la primacía de los órganos genitales encuentra una tra- -es-pie-lingüística, no es materia prima como tal, sino que la pulsión
(ftl~-~~ion muysiriipTe~ una traducción muy lógica, en Lacan, en la t~~---­ es'ün concepto altamente elaborado en contraposición con lo que se
~"dn.eiiiie el objeto a con relación al falo. Y diría que, en podría llamar necesidades naturales. Aunque la pulsión no es primi-
.~ algún sentido, Lacan nos muestra ·quela -primacía de los órganos tiva y podamos pensar una pulsión pre-edípica, dice que, sin embar- J!
;Q genitales .es una primacía negativa, o sea, que el ()~i~t() a se conecta_ go, l~~El-~e.S..E!~i~9_iiís~~a. A~í ~1ue hay allí lo que ~a can ~lamó ~
~ _<:_?~~_:e~_lo lJUE7....SQI1duce a la supremacía freudiana de los órganos geni- e~ Otro, ya está ahí en la Pl1!~1on. Dma que hay alta cocma alh por- l>
~ tales pero tomando en cuenta la castración, Y tienen en Lacan toda la que noes-solameríte g_ue no e~_J.Ilateria prima, sino que hay varias de- ~
:S pro~lemática de la conexión entre la satisfacción y el significante y, mostraciones .de Lacart sobre la pulsión, precisamente, como algo l>
w prectsamente, la tentativa, las varias definiéíoñ.és del falo corno el mu0ofistlcado. . - --- .. --. -<
~ símbolodeflugar de la satisfacción o como significante del goce, que -:--y·er-íntent6-una deducción de la pulsión que presupone el len- ~
~ trata exactamente lo que Freud llamó síntesis de la pulsión parcial- guaje en la se_cuencia demanda, deseo, demanda de amor y pulsi~:r':: 8
2 hajo la primacía de los órganos genitales. En Lacan se trata de la Ésta es la secuencia simplificada: primero hay lo que se pide, luego ~
~ conexión entre el goce y la primacía del faJo c::o:r:no significante, y ven el deseo en el sentido de ¿quiero lo que pido?, luego la demanqéJ. d~ ~­
3 _có_mo él trató de elaborar lógicamente esta par_!e. Entonces, Freud ~mor que es pedir al Otro y luego solamente la pulsión que_es _!l~. ~
~ mismo reconoce los componentes perversos de la sexualidad supues- p~gjr ya a nadie más. Conceptualmente tienen primero la distinción N
20 tamente normal que pueden ser tomados como recordatorios de la entre significante y significado, distinción que conocen desde "La 21
instancia de la letra". Pero esto es homogéneo con la distinción entre de un ~ü:C:.tJ.itQ, Entonces, !a_ p11lsión es lenguaje y es esencialme_nt~ un
demanda y deseo, es homogéneo con la distinción entre el enuncia- ~m.a. La pulsión e!:) un prograina· Es algo e~crito .!:l_Tit~s, y es
do y la enunciación: e minúscula y E mayúscula, y esto, al mismo , ~~~~~!~~~~en su texto clásico sobre.la pulsión, se acercó a ella
tiempo, es homogéneo con la distinción entre el significante y el suje- desde ~!_puJl.!() 9-e__ ~~ta de la gramática y de la inversión gramática.
to como el significante con una barra. Afmismo tiempo -y esto es frecuentemente citado por Lacan-, esto
conduce a Freud a sostener una simetría entre el sadismo y el maso-
D e Ste quismo, el exhibicionismo y el voyeurismo que son criticados por
d E $ Lacan. Pero, ¿entienden por qué a partir de la escritura$ () D, Freud
habla del silencio de las pulsiones?, o ¿podría hablar del sile:rt~-~~<:fe
la pulsión s~~ fue!a -~.:>e.!l:~_i_~~l!-~.r~y:.~r la posici_c?n<:le la pulsión res-
Entonces, la pulsión como la escribe Lacan está caracterizada por ~jscurso? Y!'.<? h_iiY _funcióndel discurso en la pulsión.
el hecho de que el elemento de abajo está al mismo nivel que el de -p¡;~}ue está más allá d,e Ja dem<mda, pero hay, sin embargo,. una
arriba. Es decir que él escribe la pulsión así: $ ()D. Es una demanda estructura del lenguaje y por e~o la perspectiva de Freud es gramati-
que ya no es interpretable porque hay interpretación cuando está la -caCAhora, la satisfacción; podemos conectar satisfacción y castrg.-
distinción en dos niveles. ción. ¿Qué es castración en Freud? Es ull. sacrificio de satisfacción. Y,
El escribe la pulsión como ... ¿cuándo saben que tienen una pul- precisamente, es el sacrificio de la satisfacción a mano! es precisa-
sión, digamos, en análisis? Cuando no tienen nada más para inter- ménte el sacrificio de la masturbación como precondición de la aper-
pretar. Y por eso, clásicamente, es siempre desde el punto de la pul- t:Ura al otro sexo.
sión que se interpreta, es decir, ~gUnstrurnento de lajn!~s_pretación. Lacan situó precisamente la castrac!ºn como el efecto fun-
El análisis habla de pulsión cuan~o~ y~ no es concebible una inter- damental dellenguaje_~Qbr~ la, sg.tisfacción. Y así... tenemos cantida-
pret'!Sión. Y así ven larelacióncantrastante en_!r~ pulsión y déjñañda des ae-éstoen -:Freud: cuando construyó su mito del cuerpo libidinal,
en Lacan, y !<J _que noshacs-_ entender. Que para el deseo pedir es sucesivamente evacuado de satisfacción, de libido, al punto en que la
esencial, para éfp-obre-deseo, ciego deseo que tiene que preguptar su a
libido es restringida -unos- pocos agujeros del cuerpo. Entonces,
camino. Y _p:_~~}~ap.1ente por eso, Lacan puede decir que el objeto a cuando hablamos -de la perversión como restringida, como una
~~.!!s@L~nJa n~_urosis es la demanda,. estructura clínica, 1ª _J2r~s~n@mos__ primerall1ente corno un modo
· N atemos que esto no se entiende si creen que el objeto a es algo ~~pecia[Je _!Ú~gill'Ja~-cas.tración, es decir, ~n.d rechazo del necesario
sustancial y material. Entonces, l~c!_em~r1d~ es esencial como <:>.Pjeto sacrificio de la_s~Usfacción. Y Lacan no dice nada muy diferente.
_<:1~1-~es_:~ en 1~ neurosis. }\cerca de la pulsión, ésta-seca:taáeriza por é\ia~do- él califica la operación perversa COI!10 retornar el goce a~
el hecho de que en la conducta humana hay a veces un discurso en Otro, o s~_a devolver el Ql:JjetQ_~a)Qtro, es lo que representa el sacri-
que no se pregunta el camino. Y la pulsión no pregunta su camino. ficio de la sa!~§f<!_cción, d~_'!o!yerlo al Otro: representémoslo como el
-~ Por eso se puede -~ecir que !.':1 pffversÍÓn es cuando no piden p{~- cuerpo del cual se evacuó la satisfacción. Así que pueden decir, cuan- J!
~ .?Q, co1:1Ia ~~cepcwn del ma~o_q~i~mo, precisamente, es la paradoja do escribimos A con una barra también escribimos A castrado y, en oe
> del masoqmsmo. En el masoquismo, el consentimiento del otro es este sentido, la :eerversiónp.11ede ser referida_ COJ:n_Q _miedo a la cas- l>

~ esencial. Quizás tendremos tiempo para hablar deja demanda en !;{ . tración, miedo a la cªstración d~lOtro,_esencialmente. --o- ··- - · - - · ;ci
: .!El3:~()quisg¡.o. Con la pulsión (drive) siempre s~ p~ede preguntar ----rc;~-~-s~ 1~ ho~~~exualidad femenina era especialmente paradóji- l>

~ ¿quiéli}:mlsiona (drive)?, ¿hay un piloto en esta pulsión?, puedo decir. ca, porque la homosexualidad femenina es, precisamente, que la -<
~ Y en algún sentido la pulsión parece ir sin rumbo. Pero de hecho es ausencia del órgano funciona como condición de amor. Y por ello ~
8 el deseo el que va planeando, mientras _queJa pulsión cono~e su . tacan vacilaba en calificar de perversión a la homosexualidad feme- 8
~-S~~~!!o. ~as pulsiones pueden parecer que yerran, que son proclives nina. La homosexualidad femenina está constituida en el registro del ~
~ a aberraciOnes, anormalidades. Pero, en verdad, la pulsión_sa~e.._~!l amor más que en el registro de la satisfacción perversa. ~-
~ ~~!!!!n_s>_ hacia la satisfacción como objeto. Y ustedes saben cómo Voy un poco rápido. Debí haber distinguido las tres estructuras ~
_::_ Lacan simplificó esto para nosotros cuando escribe la pulsión corno clínicas -neurosis, perversión, psicosis- y la perversión de acuerdo N
22 ':l_n circuito alrededor de este objeto que es el resultado, el prod.uctg_ con los tres mecanismos fundamentales que encuentran en Freud, 23
rnucho. Y3.!- voyeurismo_~~_l:_g!a.L9e Y~!'_? lé! m:uter dedicada al goce
pero que _fueron logificados por Lacan: represión, Verdrangung, para
de ?.ll. propi.P _cuerpo y sabiendo que aun sola es mirada por otro.
1~ _neurosis; para la psicosis forclusión, Verwerfung, y para la perver-
E~tonces, diría, la interpretación lacaniana, la estructura lacaniana
swn, Verleugnu_ng, que podemos traducir en inglés por denial y hay.
del exhibicim:tismo,-del voyeurismo es así: t;l exhibicionismo es hac~r
toda una cantidad de problemas alrededor de eso... Simplificaré; ~1 Otro la mir~da, ~acerla _aparecer en :1 Otro. Él muestra
ahora la aproximación de Lacan a la perversión diciendo que hay.
eí ómano pero para hacer surgir la mirada fememna, y generalmen-
fundamentalmente dos modos que él distingue, califica estos ele-
mentos necesarios para suplementar al Otro: primero, en el registro
t; la verdadera erección está de este lado.
--El voyeur pone la mirada para obstruir el agujero del Otro, pone
del deseo; segundo, en el registro del goce. o sea,-pnmero serefialo
la mirada para hacer el todo del Otro. Así, también, hayuna ten~ión
q~e ~':!~a ~15Jtro y esto es el tópico de la identificación al objeto ima-
entré perversión y sublimación que podemos entender. si la.sul;JJima-
~m~~Io de!aeseo co~o falo, ~egundo en el nivel del goce y es f<)r- dó:r;. supone que el objeto no existe y se puede crear algo, y la per-
~u1a par~ la perverswn; la pnmera es ser el falo, la segunda fórml!:"
versión, al contrario, debe hacer existir al Otro para ser el instrumen-
la en el mvel del goce es ser el objeto a. Y, en esto, introduzco otra to de su g2~~- Por eso!asublimaC1on a rriemido.:. es la salvación de
tesis fundamenta,:, debo decir que me voy a detener y. .. había prepa- 1¡--~versión. Entonces ahora no tendré tiempo de desarrollar lo q~~
rado algo sobre Kant con Sade" que querría decir al final porque hay allí, la función de la ~~Í:_::_5._()m~_Qtro; que si la mujer es central
pa:e~e _haber algún malentendido sobre este texto. Trataré de llegar
a la perversión es porque la mujer no solo es Otra que el hombre sino
alh SI tienen algo de paciencia. porque la mujer es Otro como tal, porque es la __()tredad y por eso la
Una tes~s que introduzco ahora rápidamente es que si ustedes n_o_rma,J.Q_ql,l~e_S_I!_O!'!Ilal 3, es siempre solamente_norma-macho para
toman la formula (que no está en Lacan) de que hay negación del
usar una palabra llana.
Otro en la perversión, es una falsa aproximación; por el contrario, el Así llegaría a la perversión normal del macho, a la cual, a través
p_erverso necesit~ O~~ ~~?ta. Por ejemplo, el perverso necesi- de Freud, hemos seguido y que estoy tratando de seguir actualmen-
ta al Otro mucho más que un obsesivo, un neurótico obsesivo no te en París. En otra oportunidad desarrollaré el masoquismo. Espero
necesita a nadie y es muy difícil para un obsesivo abrirse. Y el obse- que en Kent State University concluyamos en este punto: si el verda-
sivo pasa mucho tiempo hablando consigo mismo, por ejemplo. dero perverso se hace ser el ol:?i~~o a, por la fórmula de Lacan pode-
_Intr9-~t.I.QjeJividad, diría, y no inter:sutJjetividad. mos deducir muy simplemente por qué es incompatible con el análi-
Quiz_ás no ~~bla~é ahora de "Kant con Sade" ... porque hay mucho sis. Como tal, el analista en la operación analítica se hace ser tal obje-
que _decu. Qmzas, SI I_De d~n ur: poco más de espacio del que tengo to a y debemos distinguir 2-J ana_l!~!._a como objeto a y al perverso
aqm en Kent Sta te Umversüy, disfrutaría mucho si pudiera hacer una ~~obieto a. Bueno ... me detengo aquí... preguntas... Me gustarían ·
lectura muy seria~~ "Kant con Sade" en dos meses en Kent. Después algunas preguntas, seguro ... y espero seguir en dos meses.
de todo, es la pohtica de Lacan. Y quizás partiendo de "Kant con
Sa~e:'.:-h§!.Y~<:.9~a!_i111portantes que decir acerca de la perversión, de la PREGUNTA: Dijo al principio algo sobre Gilles de Rais ... y me pre- -o
~ -rehgwn, _g,el Es!~<:!<:>_,_ de la filosofía. Así tJUe no hablaré ahora de eso.
'" guntaba acerca de su referencia a Gillespie. .';;
e:
;Q Solo les rr:~s~rar~ que el Otro· es ñecesario en la perversión. Piensen
> en el exhibiciomsta: para el exhibicionista, el público, la audiencia, JACQUES-ALAIN MILLER: Quizá podría decir por qué creo que hay
l>
~
~ s?n esenciales ... Exhibir los propios genitales al espejo no tiene inte- alguien peor que Gilles de Rais. Creo que, si hacen el concurso del
::; res. Es verdad, el neurótico obsesivo, eventualmente, abre la puerta peor perverso que se propuso, creo que el peor perverso es el juez de -<
w para mostrar sus genitales al padre muerto ... Pero eso es abrir la Gilles de Rais. Quiero decir que el peor perverso es uno que habla en ~
~ puerta a nadie, porque el padre muerto no se materializa como en
nombre de la moralidad y los verdaderos perversos ... los que nunca 8
g Hamlet, así que el obsesivo le abre la puerta a ninguno. v~en en anáhsispúeden}uzgar, predicar, enseñar, precisamente tienen ~
~ _f>e.!_o el exhibicionista necesita al Otro. Es interesante mostrar los una posición de autoridad y de control del goce de los otros, y en esto 'f?:
¿¡ propios geni~_ales a una mujer y tratar de producir vergüenza en el r---~·-----------·-------- ..,.. -

~ Otro, _1_~--"'.~.!:g.!l~r:tzap()r n~ ~~~!~al. Así que el exhibicionista trata de 3. }.-A. Miller alude a nómzale, que en francés condensa los significa dos IV
~ hacer :x~s~r ~ la mujer, podemos decir tJUe la mujer solo existe para "norma-macho" (norme y mále). [N. de la T.] 25
24 el exhibiciOmsta. Y, a veces, vemos que las mujeres los aprecian

-~
diría que la peor perversión es la rectitud. Y ésta es la constante lecX . , femenina donde es invisible, por ejemplo, y por eso la exposi-
ción de Freud. - -~~ s~~n de Jean Pierre Klotz fue interesante, el narcisismo femenino
0
Es precisamente lo que alimenta la conciencia moral -exactamen-1. ~~de ser tomado como una perversión, es una extensión del con-
te la misma energía a la que renuncian para ejercer la satisfacción d~~ P to. Es porque la mujer es la Otredad como tal, es el Otro como tal
la pulsión_-, es d_ecir, no tienen a uno frente otro, el perverso crimin::~~l Jeep ue la hace pasar tanto tiempo frente al espejo para reconocerse o
~ · oq
Y e 1 rec t o JUez; smo que e 1 recto que es precisamente el peor criminaJJi . ás para reconocerse como o tro, aun SI. es un m1"to, es muy 1m. por-
E · L 1 ~ quiz d 1 ·
. nc aurent a udió a eso esta mañana cuando habló de la ley y eff~ te es un mercado, así que lo que se pue e encontrar en e narCI-
1 - tan' , 1 . . 1 .,
JUez ... es a que que pretend e encarnar la ley__!!lora quien es el verdaH sismo, en el corazon de a propia 1m~_?en es a pervers10:' e a e~-d 1 h
dero sádico. Ustedes, por ejempió-;-puede creer que "Kant con Sade{: b a como lo propuso Freud en el runo usado como obJeto de satis-
es r~<:tl~ente una idéa forzada de La can, él fue a buscar eso~ -pero nJt f:c~ión. La madre y el objeto, el objeto imaginario, el falo, es la madre
es Lacan quien inventó la noción de superyó sádico. No es él quie{ como responsable de la perversión del niño varón pero, al mismo
inventó la noción de que lo que pueden tomar como una encarnacióJ tiempo, usar al niño como instrumento del goce; luego, de acuerdo
de la moralidad tiene exactamente componentes sádicos, y es uno d{ con la fórmula precedente, pueden llamar a eso perversión.
los secretos de "Kant con Sade", que hable de Freud con MelaniJ Discutimos esto en París recientemente tomando el título de Clavreul
Klein, que hable del superyó posedípico y del superyó pre-edípico dJ La pareja perversa, ¿cuál es la primera pareja perversa? A esta conexión
Melanie Klein. Pero Freud mismo sabía muy bien que el secreto de 1¡ Lacan dedicó su atención en los años cincuenta. Entonces tienen un
conciencia moral es el elemento sádico y él dijo sádico, y Freud' cuerpo, el propio cuerpo, tienen al niño en el que pueden encontrar
mismo aludió a Kant. En "El problema económico del masoquismo") alo-una expresión secreta de perversión femenina. No creo que esto
Freud dice: "El imperativo categórico de Kant es así el heredero' co~duzca muy lejos.
directo del complejo de Edipo". Así, es una referencia a Kant como el y en tanto la homosexualidad femenina elimina precisarol::!nre_eL
pri~cipio de la más alta moralidad, y Freud dice que el complejo de: instrumento fáiico-hay aiguna -difiCultad en ponerla_~~~0gllitro.....
Ed1po es la fuente de nuestra ética individual, nuestra moral, y por lo' f2LUp.io deJa~ perversión. Lacan notó que no tiene la importancia
tanto de esta moral desexualizada, pero él nota que el verdaderO: social de la homosexualidad masculina; ésta, para Freud, es un lazo
masoquismo moral sexualiza la moral otra vez y alude allí al hecho1 social fundamental, es principal en el lazo social. La homosexualidad
de que la supresión cultural de los instintos retoma en gran parte al femenina no tiene esta función y puede tener una gran importancia
sujeto impidiendo que el componente destructivo instintual se ejerza cultural, pero no una importancia social fundamental.
en la vida, volviéndolo contra el sujeto mismo. Por lo tanto, este texto
tiene una referencia al superyó sádico, el superyó aumenta su sa- PREGUNTA: Si no es una perversión/ ¿cómo la nombra?
dismo contra el yo, el sadismo del superyó, etc. Así que la idea de
leer "Kant con Sade", la originalidad de Lacan, es ir y volver a unir J.-A. MILLER: Homosexualidad femenina o eventualmente hetero-
-~ Kant con Sade, pero la conexión de los dos ya es muy clara en Freud. sexualidad ... Lacan propone que el amor por las mujeres se llama J?
Vl Y la paradoja presentada por Lacan lo muestra más lógicamente, más heterosexualidad. Deben distinguir la homosexualidad femenina en .g
~ claramente. la histeria, que puede ser curada como por arte de magia al entrar en ::::¡
>
et::
w
0..
análisis. En tanto se puede amar al analista como inaccesible, el anhe- :;rl
::¡ PREG_UNTA: Lamento que se detuviera en el punto en que la mujer.· lo de amor que realiza la homosexualidad femenina puede inmedia- l>
w se convierte en objeto porque no estoy seguro de haber entendido, · tamente asistir a una cura mágica y a otras que toman mucho tiem- -<
~ me parece que el análisis que usted hace de la perversión fue básica- , po. "V1

8 mente de la perversión tardía y que hay una gran área ... , la homose- o
(")

;::¡ xualidad, y me gustaría mucho que usted especificara por qué real- TRADUCCIÓN DEL INGLÉS: ~
~ mente se detuvo allí. . l>·
GRACIELA MUSACHI r
a
;;:: ~
V1
::J
_.':::_ J.-A. MILLER: Respecto de la homosexualidad femenina, Lacan N
26 dice lo que es clásico, que hay poca ... o tienen que buscar la perver- 27
Perversiones y perversidades

-
29
Acerca del diagnóstico de perversión

NÉSTOR YELLATI

Hay algunas cuestiones que llaman verdaderamente la atención


cuando uno interroga al DSM, no para hacer una crítica del manual
como un todo, en su concepción como tal, sino en la particularidad
de cada diagnóstico.
Por ejemplo, en el manual no se usa el término perversión, ha
desaparecido como tal, el término que se usa es el de parafilias. Esto
tiene su interés, pues como veremos, el único campo en queertéi-mi-
no perversión se sigue considerando legítimo en tanto revela una
estructura, una posición de goce característica, es el psicoanálisis.
En el caso del DSM, si bien esto no es explícito, probablemente se
trate de que el término perversión implica una referencia a la norma
en tanto permite establecer el límite entr~Jo normal y lo patológico1
y no hay que olvidar que la perspectiva del DSM implica el relativis-
mo cultural, es decir que los diagnósticos quedan relativizados en
función de la cultura de que se trate.
Aunque éste no es el único factor que decide el uso de un diag-
nóstico, no solo se utiliza el término parafilias sino que como se sabe,
entre estas han quedado eliminadas la homosexualidad masculina y -o
VI
femenina, y esto tiene que ver con las presiones políticas muy impor- .o
tantes que se ejercieron desde 1969 cuando surge el movimiento de ~
gays y lesbianas, que sostiene como uno de sus objetivos el no ser ;l
incluidos en una clasificación que considere su posición sexual como )>

un trastorno. -<
La lista se limita entonces a los siguientes diagnósticos: exhibido- ~
nismo, fetichismo, froteurismo, pedofilia, masoquismo sexual, sadis- 8
mo sexual, fetichismo trasvestista, y voyeurismo y parafilias no espe- ~
cificadas, de las cuales algo voy a mencionar. ~
Por otra parte, y como es común en sus diagnósticos, la clasifica- ~
ción del DSM exige que durante seis meses haya fantasías recurren- rv
tes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos. 31
Aquí hay algo que llama verdaderamente la atención, esto está escri- podernos decir algunas otras cosas ya a tíhllo de curiosidad;. :n
to de tal forma que hay una "o" que excluye. No dice "fantasías recu- arafilias aparece el llamado parcialismo, que es la atencwn
otras P
rrentes, impulsos sexuales y comportamientos", sino que dice "o trada exclusivamente en una parte del cuerpo.
comportamientos". La forma en que está dicho es excluyente, es cenTraducido sería: la fetichización del cuerpo, donde la pulsión que
decir, no es necesario que la llamada parafilia incluya lo que se lla- arcial se satisface en una parte del cuerpo, ya que la sexualidad
man comportamientos, o sea el acto sexuat el acto que podría ser ~s p ana no admite totalidades. Es probable que dicho "parcialismo"
caracterizado por nosotros corno perverso. urnncuentre más en hombres, lo lJUe permitió que Lacan pudiera
Además, y esto también es común a otros diagnósticos, en todos t se e
caracterizar h f . h" E d .
~~ITI_?!:.~.n eL ()I_!lbre en tanto etic 1sta. s ecu, no se
los casos, la llamada parafilia debe provocar malestar clínicamente :' trata de parafilia sino de sexualidad humana.
significativo o deterioro social-laborat o de otras áreas importantes ' Otro diagnóstico de interés es el "comportamiento trasvestista
de la actividad del individuo. t ansitorio relacionado con el estrés". Esto tiene su importancia para
De esta manera de caracterizar lo que el DSM llama parafilias :osotros, porque Lacan en el ~~1n_ínario 5 y también en los Escritos
-que excluye la posibilidad del acto perverso, o que pueda definirse · hace una crítica y un análisis exhaustivo de un caso que no duda en
en función de provocar malestar clínicamente significativo-, se· des- !lamar·ae perversión transitoria, y que es consecuencia de la direc-
prende que en caso de ser bien tolerado, egosintónico, para decirlo dónde la cura en un sujeto v~~_!_i~.!_a. En el diagnóstico DSM tam-
de una manera generalmente aceptada, no cabría hacer el diagnósti- · bién existe esta posibilidad de transitoriedad, pero se la relaciona con
co, lo que complica bastante la cuestión, más bien la complica definí- . el estrés, con lo que nos da una buena oportunidad de pensar la dife-
tivamente. rencia en~~.Y e~s. Justamente, en el caso que presenta
Porque si se puede diagnosticar a alguien como parafílico, en la Lacan, lo" interesante es localizar la ~~g11stia, el momento de su sur-
medida que tenga fantasías recurrentes y altamente excitantes e gimiento, cuál es el real convoc-ado en ese análisis para confrontarlo .
impulsos sexuales, aunque no llegue al acto concreto del que se trate, có.ñ]Q:q-Ue.es llamado un estrés sin duda demasiado relacionado con
y que esto le provoque un "malestar clínicamente significativo", es la realidad.
evidente que estaríamos ante un obsesivo, cuyas fantasías perversas ···rorúltimo está el transexualismo, que no está en esta lista inicial
pueden no concretarse nunca, y aún así provocarle un gran sufri- porque figura bajo el acápite de "trastornos de la identidad sexual",
miento aunque no necesariamente "deterioro social-laboral". y que en casos extremos implica la cirugía.
Por otra parte, si el DSM considera que si no se provoca ni males- Hasta aquí el comentario respecto de la clasificación de manual,
tar clínico, ni deterioro social, etc., entonces tampoco se puede hacer que es la que nos guste o no prevalece en el discurso psiquiátrico
el diagnóstico de parafilia, estamos ante otra perspectiva que contra- actual.
dice la clínica. Pasemos entonces al psicoanálisis.
Porque la posición perversa, llamemos a las cosas por su nombre, Freud tampoco dice "perversión" en "Tres ensayos sobre una teo-
la verleugnung, la desmentida de la castración, la escisión subjetiva ría sexual"; habla de aberraciones sexl1a]~s, donde la cuestión está -:;:
~ que implica, tiene como consecuencia posible que el goce del pedófi- definida a partir de cómo se obtiene el goce sexual. La clasificación .g
~ lo, del exhibicionista o del sádico, sea sin angustia y sin culpa. Por que hace, y que ustedes recordarán, trata del cambio de objeto, el l>
~ supuesto que esto no es absoluto, derivamos en este punto de mane- cambio de zona, o cuando el goce sexual queda subordinado a cier- ~
~ ra inevitable en.la clínica del caso por caso, pero sin duda, sabemos tas condiciones.
e:::
~ _que el acto peiY~!~O <:e>_.r:!siste en hacer apare~er la división subjetiva . No voy a hacer ningún desarrollo respecto de lo que dice Freud -<
>- en el Otro. ·-····· - . -· -· .. - · ···- -- ·· · - - - -entre otras cosas porque lo considero suficientemente conocido- ~
~ - --Es decir, para ubicar la perversión, la "parafilia" sin "malestar", pero sí voy a extraer un fragmento de "Tres ensayos ... ", página 134 8
9 alcanza con el material que proveen los diarios cuando anuncian que de la versión de Amorrortu, porque allí está sintetizada claramente la ~
~ se ha desmontado una red pedófila en los más altos niveles de perspectiva freudiana, lo subversivo del psicoanálisis respecto de la "f:::
~ gobierno (Bélgica, España) o cuando se descubren los millones de concepción psiquiátrica y a partir de lo cual hay que pensar la cues- "'
w
a. dólares que utilizó el clero católico en EE.UU. para ocultar la pedofi- tión de la sexualidad. N
32 lía de cantidad de sus miembros. Cuando llega a algunas conclusiones acerca de lo que en "Tres 33
ensayos ... " llama los invertidos, o sea la homosexualidad, dicef'
" ... esta indagación nos permitió inteligir algo que puede llegar af~
• L,l C:ll;<>tn roc:-n.:>rtn np]
~~~
fal u].,. r:>Stración, Y .eSa püSÍCÍÓn eS la de la
resultarnos más importante que la solución de la tarea indicada.. .!>'~ v~ugnungJ.a d.esm.entida.
Precisamente La can parte de ahí, porque reto~a desel punlto Xesal
Paramos mi~~tes que conce~íamos demasiado _estr~cho el_ enlact~ · 1a s tres estructuras en func1on e a re acwn
entre la pulsw~ sexual y el obJeto sexual, la ex"!:enenaa recogida ~?ll"'
·
Perspectiva, organiza . h" · a
·
falo x._a 1a cas t raaon, a, partir de lo cual el fetic ISmo. d se constituye
los casos considerados anormales nos ensena que entre puls10nff. :=---ese mamen t o d e 1a enseñanza de .Lacan y a partir e esos textos
sexual y entre objeto sexual no hay sino una soldadura, que c_orncf.f> -en .,
de Freud- en el aradigma__ci~!~.P_C?_S_!C!.()_!l_f'_~XY~tsa. Porque el esta-
mos el riesgo de no ver a causa de la regular correspondencia de~~ · · t o~d
b1eom1en e 1 fal_o_e--n tanto significante por parte. de . Lacan, el falo
cuadro normal, donde la pulsión parece traer consigo al objeto. Ell~~­ ite no solo dar cuenta anticipadamente del
nos prescribe que debemos aflojar en nuestra concepción los lazos! como sembl an te, Perm .
"no hay re l aoo· 'n sexual" , en la medida que los sexos
. se. VInculan solo
.
entre pulsión ~bjeto. Probablemente la pulsión se~ual_ es al comieni
a través...Q~ la Jllediac!~~ de~_ falo, sino que_ al n:~smo tiempo destitu-
zo independiente de su objeto y tampoco debe su genes1s a los encan-;"
-;··clmito de la genitalidad como la culmmacwn n~tural de la. rela-
tos de éste". ¡ ~ón entre los sexos. El ser parlante ~ola pu:de asp1~ar a la satisfac-
El término que siempre me llamó la atención es "soldadu.ra", uti-j . - de una pulsión parcial cuyo obJeto esta determmado en forma
lizado en otras ocasiones aunque no muchas, porque rompe clara-; oon d F d .
contingente. Eso sería lo que Laca~ toma e reu y constituye ~u
mente con una concepción natural de la sexualidad humana. Lo que; ·mera enseñanza, dicho esto obviamente de manera muy sumana,
aparece como natural en realidad es" al"go-=nüSesi es·ermejor térmi-l pn , b., h
como una simple y elemental guia de textos, pero tam 1en para acer
no a utilizar- artificial, dado que soldadura remite a la artificialidad, a distinción neta con los posteriores desarrollos que hace Lacan
a algo que debe producirse y no de una sola manera. Lo que se expo- ~~nde lo que prevalece sin dudas es el texto '~Ka11t con Sade".
ne como normal y acorde a la naturaleza no es más que una solda- También están los desarrollos que hace en el seminario De un Otro
dura, y creo que este párrafo sintetiza muy bien la perspectiva freu- al otro, donde lo decisivo es la localización en el campo de las per-
diana. Sobre esta se construye toda la concepción psicoanalítica de la versiones del objeto a, lo que abre una perspectiva totalmente dife-
sexualidad, inclusive todos los desarrollos posteriores de Lacan, réfite sustituyendo al fetichismo por el masoquismo en tanto para-
hasta sus fórmulas de la sexuación. digma de la. perversión, que es lo que -aprovechemos para recordar-
Freud dice otras cosas que de alguna manera normalizan la per- la-:- ubica Freud como fantasma en su texto "fegan a un niño". Texto
versión, no solo al hacerla formar parte de la constitución normal, princeps que como se sabe Lacan utiliza para dar cuenta del estatuto
sino también al incluirla en los I?.~hii1i!lares del acto Se)(t1él.l, en los del fantasma, pero que Freud subtituló "Contribución al estudio de
síntomas neuróticos, y alhacer esa definición clásica que es: "_!._a neu- las perversiones".
rosis es el negativo de la perversió~", con lo cual la reterencia para --tacan parte de la no complementariedad entre exhibicionismo,
concebir la neurosis es la perversión. voyeurismo, masoquismo y sadismo, tal como podría desprenderse
Voy a hacer una pequeña digresión porque creo que es el mamen- de cierta lectura de "Pulsiones y destinos de pulsión", aunque Freud J!
~ to; si ustedes leen el Seminario 4, Lacan invierte todo el tiempo esta en ese punto es explícito: no se trata de un texto sobre perversiones g
~ frase diciendo: "La perversión es el negativo_d_e la neurosis". De alH sino que da cuenta del estatuto de la pulsión. ::¡
"'
cr:: en más fue citada de las dos maneras, al menos en nuestro medio. La perversión en este momento de la enseñanza de Lacan impli- ::a
> Que yo sepa esto no fue nunca comentado, aunque es posible. Pero ca una forma peculiar del lazo con el Otro, que es un Otro castrado y )>
~ sin duda la frase freudiana textual sigue siendo decisiva en la medí-. vaciado de goce, lo que implica concebir el goce en tanto goce del -<
>- da en que refiere la neurosis a la perversión, hace de la sexualida<;l · Otro, un goce perdido, de cuya recuperación se va a hacer cargo el ~
~ una sexualidad perversa, en tanto siempre se satisface parcialmente perverso. r"l
o
2
o y fundamenta al síntoma neurótico en el fantasma perverso. Por eso Lacan utiliza esa forma quizás irónica al referirse al per- ~
:Q
w
Ahora, solo mucho más adelante se encuentran en la obra freu- verso, cuando dice que es un cruzado en tanto cree en Dios, cree en
)>-
~
¡:;; diana los textos que permiten concretar una teoría más precisa acer- el Otro, en un Otro completo. Es como un auxiliar de Dios, un defen- ::;;
~ ca ~la E..erver~§n: "La _organización gerrital infantil" y ";El f_e~~~~ sor de la fe, porque su posición perversa es en el acto perverso, com- N
34 mo",en los que se establece una teoría que se deduce de la posicion pletar al Otro en el punto mismo donde este ha sido vaciado de goce. 35
El desarrollo que hace Lacan de esto en su seminario De un 0 ·dad hoy es lo que dice el suplemento del New York Times
al otro aclara esta perspectiva, pero si la llamó irónica es porque dad Sexua l1 , 'b d
· 1 diario Clarm los sa a os.
a él podría ocurrírsele hacer del perverso, en tantos casos que tra,e el 0 dice: "Deseo, descifran los misterios del sexo en el !abo-
desde la moral común, un "auxiliar de Dios, un defensor de la fe" El. títu
, luego otro artícu 1o: "L os genes d.retan l a comp leJa . d anza
Por otra parte, cuando preparé el terna de hoy vi que había ratono ' Y ·o'n". esta es la perspectiva con la que se nos bombardea
una separación un poco arbitraria, porque hay una concepción de d la atraco ,
e. . nte concretamente de lo que se trata es que el deseo
perversión organizada en relación al falo y a la castración, condianame ' l .,
os -nos venimos a enterar- no es un asunto de e eccwn,
hay un concepto de perversión que incluye la cuestión del entre 1os se X . . . . l
orque 1os hombres heterosexuales tienen
. .
crrcmtos nerviOsos que os
1 h
en realidad, el esfuerzo y trabajo que uno tiene que hacer es no P
. buscar mujeres, y los circuitos de os varones omose-
tener estas perspectivas deslindadas entre sí. Impu1san a h b
xuales los llevan a buscar a otros oml rfes. d al , d. h ,
Me pareció en ese sentido que el ejemplo princeps de Freud E to apunta a que el órgano sexua un ament --esta 1c o as1,
muy interesante, porque en "El fetichismo" ustedes recordarán s chiste- es el cerebro, y se puede distinguir cerebro de mujer,
hay una referencia a ese particular fetiche que era "un brillo en · no esbro unde hombre, cerebro de h omosexua1. E s muy seno. . L eo: "El
nariz", que a mí siempre me llamó mucho la atención porque es .b t está escrito en los genes . sto sena un ex1 o en e p 1ano evo-
ce re
lrreo
" E , , . t 1
artículo donde Freud dice de manera más explícita que el fetiche . f .,dl b fi"
lutivo que explica estas cuestion~s en. uncwn e o que es ene cw-
el falo en tanto es el pene que la mujer nunca tuvo, por eso el ara la evolución y la supervivenCia, de lo cual se desprende que
representa algo que siempre estuvo ausente, es el significante de so p bl , . , . .
los europeos tienen un pro erna genetico gr~~1s1mo porque qmeren
falta. Da un ejemplo raro para ejemplificar esta perspectiva, que es tener un solo hijo, y lo bueno para la evolucwn es que el deseo sea
del hombre que se siente atraído sexualrnente hacia una mujer solo tre hombre y mujer para poder tener muchos hijos. Debe haber
esa mujer tiene cierto brillo en la nariz, brillo que solamente ve él, habido una mutación genética masiva en los españo1es e Ita
en · 1·1anos.
que Freud interpreta en función de la lengua de origen del sujete Otra cosa a subrayar es que el hecho de que el cerebro del hombre
-que aunque había nacido en Inglaterra- era el alemán, y donde estl' heterosexual esté orientado hacia las mujeres como objeto de deseo
ba la homofonía entre el glance, que en alemán sería brillo y que e tiene como prueba concluyente los casos de accidentes de circunci-
inglés es mirada. De lo que se trata es de una mirada en la nariz. · sión en que bebés varones perdieron el pene, y que siendo criados
Después de leerlo la cantidad de veces que uno lee estos texto como niñas, de todos modos, al crecer, siguieron deseando a mujeres.
me pareció que verdaderamente estaba presente el objeto mirada di Como se ve, la ciencia o mejor dicho la seudociencia de hojj cree
manera clara, es decir, la segunda frase se puede leer a la letra: de lq · tener resuelta la cuestión de la sexualidad humana mediante hipóte-
que se trata es de una mirada en la nariz. Es decir, el sujeto localizi · sis no probadas que hacen del cerebro el órgano sexual decisivo.
el objeto a mirada en la nariz de la mujer, o de algunas mujeres. Unf Esto no es en absoluto nuevo, ya figuraba en los "Tres ensayos ... "
mirada que es un brillo, o en todo caso es lo que él supuestamente vJ de Freud como hipótesis no probadas. Pero se supone que se sabe
Es el ejemplo que apunta a dar cuenta de la perversión fetichist¡ algo más al respecto. .
~ del operador que es el falo, y no impide de ninguna manera ubicaf Bien, esta es una perspectiva a la que me parecía importante refe- g
~ ahí algo que precisamente tiene que ver con el objeto. Y concretl rirrne. La otra que voy a mencionar es probable que nos resulte más ~
;Q mente el objeto es mirada, es algo que lo mira, y que lo captura, df interesante, podríamos decir que es antagónica pero al mismo tiem- ¡;.
>
0::
manera -por supuesto- velada., corno debe ser en el fetichismo et1· po su incidencia en el pensamiento común es mucho menor.
~ tanto el objeto fetichista se inscribe en un velo. Podríamos interpr~ · La anterior es "la sexualidad oficial", la de los grandes medios de -<
>- tar entonces el brillo corno un velo en el cual se inscribe el objeto. i difusión, la que de tanto insistir va a lograr convencer a todo el J;
~ Bueno, hay otras cosas que no quiero dejar de decir, pero tampol mundo de que las cosas son así. "o
o co quiero ocupar el espacio de nuestro invitado de hoy. j Por el contrario la teoría Queer, para mencionarla por su nombre, ~
§ Para dar cuenta de la poblemática de la perversión en nuestr~ tiene un lugar marginal y la tomé porque me resultó muy interesan-
)>·
:;
~ época, es importante saber qué se dice de la sexualidad, cuáles sorl te para pensarla desde el psicoanálisis, en particular con lo que desde "'
~ los discursos, c_uál prevalece. j la orientación lacaniana llamamos la época del Otro que no existe. N
36 Tomé dos perspectivas que están en los extremos de una polari: La teoría Queer, que quiere decir raro en inglés, establece una dife- 37
. i ha un Otro que existe y se impone, y ese Otro "dis-
rencia clara ~nt:re lo que es .el sexo y el ?énero, ~dice que "el gén~ro~~ c1ar~s de e,~: el t~e es rechazado.
0

-que no se hmita a masculmo y femeruno de runguna manera, smoH~ ¿pliltador ~ d de no se exiae que se transforme el cuerpo,
que incluye los otros géneros (gay, lesbiana, transexual, hermafrodi-f~ EJ(isten dos P ais.est on ma por sí ;ismo una determinada identi-
. )- " . ., . 1" N h ·' '· con que e 1 SU)€ o asu l t p o
ta, trasves_hst,a,. etc. es una construccwn soc1.a . o a_Y papelesi! basta entonces esa identidad es aceptada l~ga men e ... er.
sexuales bwlogicamente o naturalmente determmados. Es Importan-l'~ ¿ad sexual, Y . t n profesionales que determmen la legitimi-
. , . ., d ., >v~ b hacer entreviS as co , to
te d eterminar com~ se piens.a esta cuestwn e. 1a construccwn sexuaij;,}' de e edido. La erspectiva Queer es que ".e1 g:;cero se au -
ya presente en el hbro de Simone de Beauv01r, El segundo sexo, unaJ;~ dad de :se P , ll _Pde la autorización 0 legahzacwn que puede
ref erenc1a· d e gran ImportanCia
· · as1' como tam b ten
· ' l os estu d lOS
· cul tu-}:.
'· deSJg· na ' Y va mas a .a t nu· smo el que tiene que po d er d es1gna · r su
. .,._ notro, es e1 su¡e o
rahstas de Margaret Mead. t. hacer u . 1 . modificarlo si así desea hacerlo.
D e to d as maneras rompen con 1a 1"d ea d e una sexua }"d
1 a d natural,~.. propi·0 género e. !TIC d" USIVe
, el uso del lenguaje ya es cntica. . d o d esd e e 1
lo que recuerda al término freudiano de soldadura, lo que no está' 1
para conc mrd ue quti:l. a un único término, "todos" 1 el universal
. d b d . , d
d a d o, Sino que e e a vemrl tratan ose entonces e eternunar d d . .- fe!JU·nismo. cuan o se. u t IZde los humanos que estamos d"IVI"d"d 1 os en
, d 1 . h efenrse a1 con¡un o . . . l"
como se pro uce a sexualidad umana. _ parar . E t 0 nces la perspectiva fem1rusta 1mp tca que
P~r otra pa_rte, ~ e~to nos inter:~a e~_tanto uno de nuestro~ ejes de~ hontb~es Y s~UJ~:~~as:;.
trabaJO es el diagnostico y la clastficacwn, vemos que la teona Queer· haya todo Y_ Q e trata de una dualidad no aceptable, porque
rech aza l as e l asi.f.Icacwnes
. , .
en terminas d e uti·¡·IZar categonas, uruver-¡
. para la teona
, dueer ,s eros a dos: hombre y muJer; . aunque a partir
sales limitadas. Ni siquiera acepta una serie, una clasificación de; reduc: el m~.mero ~ genmónico y bipolar hombre-mujer permita un
género que tenga un límite, y decir entonces que no existen dos sino de ahJ, el discudrsol ege ·e son términos feministas- utilizando el
. , . o sexista e 1enguaJ - 1 1
diez. No se trata de eso. Los generas no solamente pueden aumentar, uso n C d 'a la reducción a dos géneros es a go a o
. , . ., . d y todas. omo eCI , . .t
pueden cambiar segun la cultura de la que se trate, smo que tambten. to os ctiva Queer. Porque en el lengua¡ e escn o
pueden asumirse géneros diferentes a lo largo de la vida de un que se op~ne. 1a perspe @ y de hecho así se hace en tanto hay una
. . dría sustituirse por una , . l
mismo SUJeto. po , . .d na "o" y estarían las dos voca es.
. , . u u que esta Inc1UI a en u .b. "t d "
Pero 1o mteresante es que los teoncos Queer no solo se oponen al a . a problemática. La forma de escn u o os
1
establecimiento o aceptación de una norma que dijera qué es lo nor- Estamos ~~ ~(n;I~'mEn el lugar de la vocal una x, y en elluga~ d_e
mal y lo patológico, sino que hacen de la heterosexualidad supuesta- en Queer, e~ to x_ s · ·ndeterminado de géneros aunque no mfi-
. h , . . 1a x puede u un dnumeroanifestaciones 1 , d ,
mente norma1 e 1 prod ucto de un discurso egemoruco que 1a 1Iga al actuales de la teona e 1 gene-
· h f · 1 · · "to Esa es otra e 1as m
ser b lanco y protestante. Obviamente ay una re erenCia a a sacie-- m · . d 1 Otro que no existe.
dad estadounidense. ro en los tiempos be ·ntroducción permita dar cuenta del porqué
De lo que se trata entonces no es de determinar qué es lo normal Espero que esta reve, I . '' ., "
ersiOn
y lo que no lo es, sino de partir del principio de que toda identidad · de ~::a~::!c~~~r~~a ~:r~~r~bfo~r:us estructuras y_ ~lter~~io:e~, ~n
1
J?
sexual es anómala. ., · te se trata de construccwn e 1 en a · -g
V"t ~ d . d , d d , 1 el otro, la perverswn no eXIS 1 • , • h "b ·udad de
~ oy a ecir os cosas mas, para ar cuenta e porque pensar a . Para el sicoanálisis la perverswn ex1ste y no ay post 1 . . , ~
;:3 teoría Queer desde la perspectiva del tiempo del Otro que no existe: una teoría ~e la sexualidad que excluya al goce, no hay localtzac10n ~
~ lo que se denomina la auto-designación del género y un uso del len- . d . guna estructura neuronal.
~ guaje determinado que rechaza su uso tal como está establecido. . e ~te e~ rupnarte si una teoría de la identificación es necesaria para ~
w ¿Qué quiere decir auto-designación? Doy un ejemplo. En un tras- or 0 ra 1 1 'lti nseñanza de Lacan va "'
,_ , ' dar cuenta de la identidad sexua , a u ma e 1" d d huma f'
>- torno de la identidad sexual con disforia, es decir, tener un cuerpo más allá de esta para introducir como propio de la sexua I a - i!
~ masculino y concebirse a sí mismo como mujer, el deseo de cambiar ~-
6 de estado civil y de nombre implica la obligatoriedad de transformar na la se~uación. :;
§ el cuerpo quirúrgicamente. Esto puede no coincidir con el deseo del
i;; sujeto, quien no siempre quiere hacerlo.
UJ
o.. Esto es considerado desde la teoría Queer como disciplinamientol 39
3s tomando el término de Foucault. Es una de las manifestaciones más
Bibliografía 1
í Conversación

DSM IV. Manual Diagnostico y Estadístico de Trastornos Mentales. ~·~~


BUTLER, Judith, Deshacer el género, Paidós, Barcelona, 2006. . ··~ GLORIA AKSMAN: Un comentario sobre "Tres ensayos ... ". Corn-
FREUD, S. "Tres ensayos sobre una teoría sexual", en: Obras Completas, ~.: rto el tema de la soldadura desde la posición de Freud, porque es
Amorrortu, Bs.As., 1978. ·~
J Pt
0
que él repite en fantasías histéricas y su relación con la bisexua-
FREUD, S. "La organización genital infantil", op. cit. ·
~ Jad, desplegando de qué se trata la soldadura desde la pulsión y la
FREUD, S. "El fetichismo", op. cit. ~l!
f~ntasía, es allí donde la ubica. Pero recordaba que es en "Tres ensa-
LA CAN, J. El Seminario, Libro 5, Las formaciones del inconsciente, Paidós, Bs.As.,. :.~.•·.•
1999. ,.. os ... " donde él dice que esta llamada normalidad hay que interro-
LACAN, J. El Seminario, Libro 16, De un Otro al otro, Paidós, Bs.As., 2008. •jlt y aria en el punto que tampoco se sabe -salvo lo que acabás de leer
~el New York Times- por qué un hombre se vería atraído por una
Be mujer 0 una mujer por un hombre. La llamada normalidad no tiene
f''
ninguna suposición de que eso sea así, no reciba o merezca una inte-
~~ rrogación. Se puede explicar más lo patológico por el rasgo de per-
¡:;~
.~~
~- versión que lo llamado normal.

J, ADRIANA LUKA: Es un muy breve comentario respecto de esto que


1···

traías de la cantidad de géneros que están incluidos por la teoría
Queer, lo que empieza a inquietar a los niños, porque como la televi-
·¡.····.··.·
sión no tiene ningún velo y aparece todo, los niños preguntan

¡.•
~:-;'"
mucho. Pasan de la curiosidad de mirar a la amiguita a mirar al tra-
vestí, y creo que este es todo un tema.

N. YELLATI: Entiendo que es tal cual como lo decís. Porque cuan-


i~:­
::?·~ do uno lee los diarios y ve comentarios de personas que se llaman a
~>
sí mismos psicoanalistas y plantean esta problemática que mencio-
~··-r"t nás, lo hacen desde la perspectiva del respeto a los derechos. Es una
.¡--~

lr cuestión de derechos humanos, y de que hay que respetar al otro en


v:. su manifestación, que no hay que ser segregativo; pero esto soslaya
f~
.t• la problemática, porque la cuestión es que cuando el niño pregunta
~~<
~-

por el travestí, la respuesta lo lleva a concluir que la sexualidad no es IJ


VI
w
o
~
[ f
para procrear, que no se trata solo de papá y mamá, hombre y mujer ~
y procreación. La naturalidad queda rota por el solo hecho de que )>
o -l
¡:;:; l? haya manifestaciones públicas de que hay otros, que no se llaman a ;;o
0:::
f sí mismos hombre o mujer, y que manifiestan un goce evidente que )>
-'~

r
w
>
0:::
w no encuadra con la moral convencional. -<
o.
>- l Respecto de las fantasías sexuales y que Freud habla también allí ~

r de una soldadura, entiendo que lo hace para plantear que hay un 8


3.1-'-
VI
w
que luego se liga, se suelda a tma fantasía, pero que en ~
2
autoerotismo
~
VI
0:::
w
¡; f

;¡é;~
e1 origen no está ligado. Entonces plantea la perspectiva que retorna > ,...
"'
> claramente Lacan, donde dice que la pregunta que hay que hacerse V1

~
0:::
w
a_ es ¿por qué un Otro?, cuando lo que originariamente hay es autoero- N
¡¿ tismo, la pura satisfacción de la pulsión. Hay que partir de allí para 41
40 \t.
~
~

'* '.;\;
pweguntarse cómo se establece el lazo al Otro, y es desde esa pregun-
ta que aparecen todas las cuestiones que actualmente se enuncian.
Un homosexual en análisis
ADRIÁN SCHEINKESTEL: Como ven estamos en un verdadero Babel
de lenguas y de términos. Yellati arrancó con Krafft-Ebing, la lista de
0SVALDO L. DELGADO
perversiones, Freud, Lacan, finalmente para hablar de lo Queer, los
raros, esta sexualidad que se nombra a sí misma y sugiere una espe-
cie de comunidad donde todos somos excepcionales, por así decirlo,
todos somos únicos y excepcionales. En ese sentido, y tratándose de
la cuestión de las perversiones, esto me parece que pone más en
carne viva la cuestión de esta Babel que menciono y por lo cual, lo
que va a continuar ahora como trabajo propuesto en el departamen-
to no va a ser una excepción, porque va a haber que hacer un cierto
esfuerzo en relación a esto que estamos tratando de ubicar como el
hábitat contemporáneo y actual de lo que sería el diagnóstico de la
Muchas gracias por la invitación. A los amigos y compañeros del
perversión y esto que hoy nos trae Osvaldo Delgado. Es un gusto
departamento, es un gusto poder compartir esta reunión de trabajo.
tenerlo aquí en el departamento y que haya aceptado la invitación a
Voy a suprimir toda la primer parte para que haya tiempo para el
trabajar con nosotros un caso clínico de un sujeto en análisis.
debate y también Adrián pueda hacer las puntuaciones pertinentes
Osvaldo Delgado es analista miembro de la EOL y es profesor
respecto al material. Toda esa primera parte tiene que ver con una
titular de_la Cátedra de Psicoanálisis I en la Facultad de Psicología de
articulación lógica-matemática, el acto analítico, la gramática estruc-
la UBA. El traerá el caso de un perverso, o un supuesto perverso, lo
tural y la cuestión del tiempo en Heidegger articulado al valor del
vamos a discutir, y bajo determinadas coordenadas. Por eso habrá
corte de la sesión. Simplemente un pequeño párrafo, porque las
que hacer un cierto esfuerzo en pasar de estas clasificaciones que
intervenciones que voy realizando en el material clínico están soste-
estamos haciendo y cómo ubicar la perversión hoy, y esto que va a
nidas desde esta elaboración.
ser un fragmento clínico. El corte de la sesión desarticula tiempo y duración, se desanuda
el inconsciente como defensa sostenida en la repetición y se estructu-
ra la sesión como unidad asemántica.
El material clínico da cuenta de cuatro recortes de un período de
análisis de dos años.
Roberto, 40 años, homosexual, eterno estudiante, vive en pareja -o
Vl
con Juan desde hace 20 años. Juan es un destacado analista 25 años "'
.o
UJ
Cl mayor que él. Siempre lo mantuvo económicamente. Roberto simul- e:
~
~
Cl táneamente a su relación matrimonial con Juan tiene lo que él llama
Vl
su "actuar sexual", y que consiste en frecuentes encuentros m astur- l>
"">
UJ

batorios en baños públicos en forma compulsiva.


""a.
UJ
Su inhibición laboral profesional siempre fue significada en análi- ~
>- sis anteriores -viene con una trayectoria de muchos años de análisis- ()
~
Vl
UJ
z como una cuestión de no poder superar al padre, jugado especial-
r~-
o mente en la figura de Juan desde hace tantos años.
Vl

""
UJ
>
Roberto se ocupa de cuidar la imagen pública de señor mayor de ~
""
UJ 1 Juan, que no trascienda su homosexualidad, ya que Juan es un per- ~
a..
sonaje público muy importante internacionalmente. 43
42
1i
El trabajo de reducción analítica, o sea la operación analítica que un recuerdo infantil. Un recuerdo que jamás había aparecido en los
voy realizando, va a producir como efecto la desaparición de los análisis anteriores y tampoco en el curso del análisis que él estaba
encuentros clandestinos y la creación de un juego por internet que es realizando conmigo. Dice: "Mi madre me dio la teta hasta los cuatro
el guión básico de su "actuar sexual". Se van ubicando cuáles son los años, me agarraba y no me dejaba mover, no podía hacer yo otra
11
significantes que insisten en cada una de estas múltiples escenas, se cosa, igual que con el actuar sexual"; yo estaba parado entre sus
encuentra cuál es el elemento repetitivo y efectivamente esto produ- piernas, todo el tiempo parado ahí entre sus piernas. Una vez se me
ce una operación de reducción, o sea, el conjunto de todas las escenas paró el pito". ~<:>!!~ de ses~
tenían un guión básico. Son cuatro cortes. El primero: //Esta es mi perversión, decirlo me
En la medida en que se ubicó este guión básico, hay una caída de produce un gran vacío", opera respecto al vacío de ser dicha la sig-
este "actuar sexual", una ganancia muy importante tanto terapéuti- nificación de goce y es una operación convergencia de la reducción.
camente como en los peligros que en la actualidad hay en los encuen- El punto insistente a nivel significante es la localización del S 1 que
tros en los baños públicos, porque no es lo mismo que quince años comandaba la posición de goce.
11
atrás. Es decir que los riesgos de toda índole son muy importantes. El segundo corte: ¿Cómo sabés que es un señor mayor y cómo
Al reducir todo esto se despeja entonces, un guión básico median- sabes cómo goza una niña siendo violada?". Conmueve la certeza de
te un juego por internet. Él lo crea. Le hace creer al partenaire virtual goce, de saber sobre el goce, y la condición de goce de su elección
-sieiJ1pre un señor mayor- que él es una niña que goza siendo viola- amorosa. El señor mayor de la imagen hetera.
11
da. Esta es la constante del conjunto de las actuaciones. En todas las El tercer corte: el de ¿Serías ilimitado ... ?", hace caer la significa-
escenas en los baños públicos estaba en juego esto mismo. Cuando él ción de referencia paterna, entre comi)l~~~_que había adquirido_preg-
log:ra decir esto, por efecto de la reducción en tanto operación analí-
tica, dice: "esta es mi perversión, decirlo me produce un gran vacío".
1,
~
nañCfamsliimenh{~it{[~ife][lt~!:Ye..!!C:iQn~s_desde .. el Nombre del
Padre, y opera -sobre la consist~ncia imaginaria del cuerpo. Este corte,

Allí se produce el corte de sesión. 1 p·or la conmoción de la consistencia imaginaria del cuerpo, es el
Retomo una próxima sesión en relación a ese corte. Él llega triste embrague de la emergencia del recuerdo infantil de la próxima
Y angustiado y nuevamente el relato del juego por internet. Insiste en sesión donde se revela la significación del "actuar sexual". Los ama-
estos relatos. Ahí localizo una segunda intervención donde le hago mantamientos mediante interminables estudios, análisis, manuten-
una doble pregunta: u¿ Cómo sabe que el otro es un señor mayor?" y cióne-co~J;liCa,--~tc. ··-La_-··emergend.a del rec~erd-;· i_¡:;{;ntil·-~on-la
u¿ Cómo sabe cómo goza una niña siendo violada?". Estas dos pre- madre revela, como todo recuerdo encubridor freudiano, su estatuto
guntas no están ordenadas desde una cuestión del orden de la reali- de construcción de la escena de fijación de goce y el tiempo de su
dad sino que apuntan a conmover su certidumbre de goce ¿Cómo id~ntifi_cación cgmo "soy eso", en la doble intersección de sujeto y
sabe él eso? Ahí produzco un corte de sesión, en relación a ese punto, Otro, y de código y mensaje. Es, entonces, el recuerdo-construcción
la reducción de lo que insistía como evitación, porque él lo presenta- de laescena de f_ijacÍónde goc:~ y_sl.! identifica~i-Óncomo~';s~ye;o,;·.
ba como del orden de lo que sabía. ·-Él-siempre-había relatado en todos los análisis y en el actual que "J!
En la próxima sesión dice: //Me doy cuenta de que no puedo avan- su homosexualidad se produce a partir de una escena de los ocho o
e
zar profesionalmente porque Juan es el límite, mi límite". Yo tenía la años donde fue violado por un vecino que era un señor mayor, una J>
referencia de las intervenciones significadas como límite por no imagen hetera. Él siempre había significado que el comienzo de su :ri
poder superar al padre. En los análisis anteriores, y la intervención homosexualidad tenía que ver con esa escena de los ocho años. :r:>
-<
que realizo cuando él dice que Juan es su límite es otra pregunta: Siempre había tenido esa escena el valor de "causal" de su orienta- -<
"¿Sin él serías ilimitado?". Ahí, el corte de sesión. Se retira mareado , ción sexuat en s_u histerización. Revela el detalle de su capacidad fija- ~
con sensación de vértigo, olvidándose el abrigo, con sólo una camis~ dora en un punto. La pregunta que surgió ahí fue que si él siempre 8
en pleno invierno, se va caminando hasta la casa y solamente cuan- historizó su homosexualidad partiendo de la escena de los ocho ~
do llega a la casa se encuentra con que se había olvidado el abrigo, años, ¿cuál era la relación de esta escena con la escena que se produ- ~­
no había sentido el frío. ce a partir de operaciones anteriores, la escena de los cuatro años? Se ~
Próxima sesión. La puesta en correlación del llamado u actuar revela la relación entre una escena y otra en el detalle de la capacidad 1'.1
sexual" -como él lo llamaba- con la inhibición laboral hace emerger fijadora en el nombre de pila del señor mayor que es un anagrama 45
del nombre de la madre. La revelación de ese detalle hace caer la Comentario
serie e introduce el agujero de la lógica secuencial.
Esta reconstrucción anagramática escupe todo su sentido sexual ADRIÁN SCHEINKESTEL: Yo basé mi comentario en algunas de las
restando como materialidad de letra. Se revela su posición de falo partes que quedaron excluidas en h1 trabajo, pero voy a hacer refe-
materno, "soy eso, lo que está parado entre sus piernas". Condición rencia a una de ellas para que se entienda, y me parece que no va a
de goce y dificultad con el. tener, la actuación sexual y lo que él lla- complicar demasiado las cosas, que es la referencia que hacés, en el
maba su inhibición respecto al tener: ganar dinero, cuestión laborat escrito que no leíste, al tiempo futuro anterior. Al "habrá sido", este
etc. tiempo verbal al que Lacan acudió bastante en todo un período de su
Por lo tanto es la identificación al falo, corno objeto imaginario, a enseñanza en el sentido de un tiempo verbal que es anticipatorio o
lo materno, y ser el objeto a nivel del goce. Modalidad de hacer exis- previo a otro. Y este momento previo al que le sucede luego otro
tir al Otro, Otro amamantador. puede ocurrir tanto en tiempo futuro, c~mo en tiemp? presente, ·¿
Yellati en su intervención planteaba la cuestión de ser un cruza- como en tiempo pasado. Ese es uno de los mtereses deCisivos de tra- ·¿
do de estos pacientes, a estos sujetos religiosos, al servicio de soste-
ner un Otro completo a partir de su propia posición.
bajar sobre este tiempo verbal, que es el tiempo del sujeto d~jll~.9ns:-_ ,i'
cien te, que tiene qt_~~!:_r_~<?!l_~~~~ ~f_~c_t<? re~oactiyo, est~ efecto aprrs f:.·'
El último corte es cuando él relata la escena de los cuatro años. coupqÜe ÜS~(l_ldo nos has~ñéJ.laqQ_:r:especto a ciertos tiempos dialéc- ~
Dice: "Una vez se me paró el pito". Este corte sanciona el clivaje del
ser y el tener, en el "una vez se me paró". El acto analítico tiene su
hcos..quese producen a partir de los cortes de sesión. 1

~-- Entonces, este fuh1ro anterior -me parece que está descrito en el
chance en lo posible que hace caer lo necesario inscripto en una con- caso- como un tiempo en el que la contingencia tiene su chance en la
tingencia de goce. La apertura del tener haría mentir lo real de otra experiencia analítica, es lo que habré sido para lo que estoy llegando a ser,
manera, la producción de ese recuerdo de los cuatro años, marca una esta acción venidera que anticipa otra acción venidera, es la tempo-
división que conmueve su identificación al falo imaginario y a su ralidad que corresponde al sujeto psicoanalítico.
posición de objeto a nivel del goce. División que resuena en el aguje- La presentación de este caso, con su secuencia de cortes, ubica que
ro secuencial de la revelación del detalle anagramático. a este fuh1ro anterior hay que ponerlo en forma. Hay que producir-
Actualmente, Roberto acaba de alcanzar un título universitario, y lo. Est~~~ió-;:::a- mi modo de ver- marca el clivaje entre el "yo
según sus palabras t!stá feliz pero a la vez triste y extrañado. La som- soy eso" de la identificación en la que la significación fálica se anuda
bra del aspecto mortífero de su goce cedido cae sobre sí, siguiendo a una fijación de goce. El clivaje entre el "yo soy eso" y el "tu eres
las coordenadas del duelo. Quizás esté en el horizonte del análisis de eso" como resto de la operación analítica en el final de análisis.
Roberto hacerse de su actividad actual profesional, que es la investi- Hacemos esta diferencia entre esta auto-identificación "yo soy esto"
gación social de la marginalidad. Quizás se trata en su actividad y este "h1 eres eso" que, más bien, resta de un análisis hacia el final
actual, profesional, en su investigación, hacerse un nombre desde el del análisis de todo lo que fueron la serie de las identificaciones falli-
cual pueda exhibir su erudición en el tema. das o identificaciones que fueron cayendo en la experiencia analítica. J?
"'
UJ
Cl Voy a tratar de decirlo de la forma más simple posible. El "tu eres -g
<(
() eso", esto que intento diferenciar del "yo soy esto", en el final del ::¡
"'
0::
UJ
análisis como un efecto de advenimiento, de atravesamiento. ::n
)>
>
0:: Otro sesgo en el que este trabajo de Osvaldo aborda la temporali- -<
UJ
0.. dad de la identificación es esta cuestión que trataré de resumir como
>- la diferencia que hay entre serie y secuencia. Distinción esencial para ~
Vl
UJ ()
2 la práctica analítica. o
o
11"1
Tenemos la serie, por un lado, esa sucesión contable que es el esta- ~
tuto mismo ~1 sigi"!!fu:.<l_~te. Su aparición y desaparición, su presen- ~­
0::
UJ
>
0::
UJ cia represent~~--Y-~Lp_og~_r__9:~~_:¡_aus~::~~ié!-~Ill-ª-.cli.@_Sia siiJ!"QQ_lica ;;a.
a..
que'<:l_ª-estah:t!C? ala_fªlta. N
46 • Esta es la eficacia de la metáfora paterna y_~~--~~g~~ic~ción f~~- 47
Vamos a abrir el espacio ara preguntas 0 comentarios. Ya se.a del
Esta es la sucesión de significantes S 1, S 2 , y así sucesivamente. Esto
caso clínico como de lo qu.e ppropuso al comienzo Néstor Yellati.
por el lado de la serie.
Por el lado de la secuencia podemos ubicar O, 1, O, l ... , una
secuencia de este orden, que da su oportunidad a la topología y la
ubicación del agujero. Se trata del objeto a en su presencia, sin ley, no
arbitraria. Lo arbitrario nos reconduciría nuevamente a la cuestión Conversación
de la ley del padre y a una posición de rebeldía. Efectivamente, el
analista, a partir de su acto, se hace producir como objeto a, ya que la ADRIANA LUKA: Muchas gracias Osvaldo. Estaba tratando de ver
operación que lo permite es la separación. Separación del determi- si podía articularlo con lo que trajo Néstor en la primera parte y
nismo de lo necesario que rechaza la secuencia, la consecuencia del pensé que podríamos dividirlo así: por un lado está lo que es la
acto, reprime el consentimiento -esto es una cita, en realidad del tra- homosexualidad de este paciente donde no hay ninguna pregunta,
bajo de Osvaldo-.El caso construido en este trabajo resulta muy alec- más bien es cierta preocupación por la imagen del Otro, quizás res-
cionador porque permite diferenciar dos psicoanálisis. tos de ese análisis anterior con la figura del padre y el resguardo,
Uno el reacciorüi.no,-aqi.ierque iñtenta-restituir los prestigios del como decía Adrián. Y después está este juego que él inventa, donde
padre, su consistencia. Es el que traduce las inhibiciones intelectua- a partir de la pregunta tuya algo se le desarma y esa certeza cae, él
les y profesionales como un no poder superar al padre, que es lo que pone en Internet la pantalla y un goce allí. Estoy tratando de situar
pasa en los análisis anteriores. Toma la inhibición como impotencia, qué estatuto darle a esto y qué estatuto darle a esos encuentros en los
en relación a la potencia del padre. Esta orientación deja de lado el baños. Si esos encuentros en los baños podríamos pensarlo como un
plus de goce que queda deslocalizado, pagando, para sostener la rasgo de perversión, es decir, la homosexualidad de un neurótico por
imagen paterna, el prestigio del padre. un lado, y por otro lado este rasgo de perversión; y luego estaba tra-
Otro psicoanálisis, por el otro lado y que hay que reinventar tando de ver cómo podemos situar todo este armado que hace del
cada vez, que empuja, pulsa en la dirección de la construcción de la juego por Internet.
segunda escena, aquella que surge con la confesión del amamanta-
miento prolongado de la falicización del cuerpo todo escenificado ERNESTO PÉREZ: El caso en muy interesante. Lo que me interesaría
por la inmovilidad de este hijo entre las piernas de su madre. El preguntarte es lo que justamente Adriana recién insinuó y es acerca de
vacío que acompaña al ser dicha la significación del goce -cuando ubicar cómo lo podemos tratar en el diagnóstico diferencial. Es decir,
él habla sobre esa escena de goce- muestra de manera ejemplar que si se trata de un rasgo de perversión dentro de una neurosis, en ese
el goce es inconfesable. Hay una confesión y resta lo inconfesable. caso el diagnóstico diferencial giraría en torno a la histeria masculina,
Esto es, a mi modo de ver, lo que tiene que ver con la producción o si el muchacho presenta lo que se llama una perversión. En el tra-
de este sentimiento de vacío y tristeza. O sea, que no es la descarga bajo planteaste una ubicación en relación al objeto y arrojar del lado
-o
de la confesión, él no queda aliviado o descargado de eso que lo del Otro la consistencia de otro gozador completo. De todas maneras, ~
~ tenía tan mortificado. Al mismo tiempo se recorta el valor hetera, mi opinión es que yo ubicaría, como lo plantea Lacan en "Kant con -g
;; extraño de la erección del pene, su autonomía: se le paró el pito. Y Sade", el arrojar la división subjetiva en el campo del Otro, es decir ::;
~ a partir de ahí quedó el todo del sujeto desmintiendo su dimensión que el sujeto perverso se identifica a una ley obscena, feroz, dividien- ~
~ hetera. Se podría pensar que son los dos primeros cortes los que do al otro y colocándolo siempre en un punto de goce con angustia.
~ propician -lo que llamaríamos con Lacan- una rectificación subjeti- Cosa que en este caso no veo, es decir, yo restringiría ahí el lado de ~
>- va, para más bien con el tercer corte, quedar posibilitado el análisis perversión en este sentido. A veces las fantasías pueden ser de lo más ~
~ con la construcción del recuerdo encubridor, momento evidente- perversas y el sujeto ser neurótico, y a veces un sujeto que no tiene ~
z fantasías está implicado desde el punto de vista de la perversión; :;;.
o mente freudiano. Finalmente, la revelación del detalle anagramáti-
§ co y el bordeamiento del agujero sitúa las coordenadas principales puede ser un golpeador que angustia al otro y es un perverso. :;:
~ de la estructura en juego. Modalidad de hacer existir al Otro, como
a.. otro amamantador, y por otro lado fetiche como objeto del fantas- NÉSTOR YELLATI: Una manera de abordar esta cuestión es desde el N
48 ma paterno. diagnóstico: perverso, no perverso, rasgo de perversión, etc. Pero acá 49
tenernos que pensar en el diagnóstico y en el análisis. Porque hay un Este en un clivaje fundamental; en las coordenadas de la identifica-
diagnóstico sin psicoanálisis y otro con psicoanálisis. Es evidente que ción, la posición absoluta de falo materno, es un fetiche fallido. Esta
en el sujeto se ha producido una transformación muy importante. Si cuestión es fundamental, además, este recuerdo -con el estatuto que
tornarnos lo que dijo Adriana: "el terna de los baños ubica un rasgo cla- el recuerdo tiene de construcción- se produce posteriormente a la
ramente perverso", vernos que se transforma, se modifica ese rasgo. Y operación del "sin él sería ilimitado". Efectivamente, cuando él tiene
hay un pasaje de lo que podernos llamar el acto perverso, ese que per- -a partir de esa intervención mía- esta conmoción de la consistencia
mite definirlo, a la fantasía, porque lo que hace en Internet es eliminar imaginaria porque carnina veinte y pico de cuadras sin sentir frío, está
el cuerpo, siendo su actividad puramente fantasrnática. Es decir, no afectada la consistencia imaginaria del cuerpo. Ahí podría haber dife-
aparece en juego el goce del cuerpo corno en los baños. Porque él dice rentes tipos de respuesta. La respuesta de este sujeto a esa conmoción
que tiene la fantasía de ser una niña violada y pasa a otro plano. Es lo del modo en que el imaginario anuda simbólico-real es la producción
mismo que hablábamos antes. No es lo mismo el autoerotisrno puro, de un recuerdo. Es un recuerdo que va a situar la relación con la esce-
por llamarlo de alguna manera, que el autoerotisrno soldado, ligado a na de los ocho años en su dimensión anagrarnática: del mismo nom-
la fantasía. Cuando aparece algo del orden de la fantasía se trata de bre del señor mayor al de la madre. Efectivamente, lo que se produce
otro orden de cosas y nos quedarnos sin aquello que nos permite el en él, el"se me paró el pito", esto que yo digo que es el punto de falla
diagnóstico de perversión. Sabernos que las fantasías neuróticas son en su identificación absoluta con el falo materno, es cómo pudo el
fantasías perversas. Esto es efecto del análisis que entiendo referís sujeto responder a ese "se me paró el pito" en ese momento, a esto
corno algo del orden de la pérdida de goce en este sujeto. La frase final hétero como bien decía Adrián. ¿De qué manera? Como una inhibi-
en ese sentido es magistral, es extraordinaria, porque parece contra- ción, como un modo de respuesta donde tenía que quedar inhibido
dictoria pero no lo es, él dice: "Feliz, pero triste y extrañado". El suje- todo el tiempo el campo del tener, permanentemente, porque efecti-
to es siempre feliz, dice Lacan, la pulsión de alguna manera se va a vamente el campo del tener entraba directamente en conexión con el
satisfacer, y en ese nivel siempre será feliz, pero al mismo tiempo está "una vez se me paró". ¿Se entiende? El modo de tramitación del suje-
triste y extrañado porque ha habido una pérdida de goce. Él gozaba en to del "una vez se me paró", fue a través de esa inhibición en el campo
los baños de una manera que ha sido perdida. Por eso entiendo que del tener. Por eso, lo que ocurre es que primero hay pérdida del goce
vos estés haciendo una referencia al duelo. Él tiene que hacer el duelo mortífero que estaba articulado al compulsar, el riesgo de Sida, de que
por el goce perdido. Por otro lado, el recuerdo infantil-es Freud puro- lo maten. Es decir, hay una pérdida de ese goce oscuro, y la produc-
es la constitución misma del sujeto. Cuando vos decías falo de la ción de la operación analítica va a hacer que él pueda haber alcanza-
madre, es corno si al mismo tiempo se hubiera constituido él mismo do el título, o sea el tener -esta cuestión que Néstor situaba muy bien-
corno fetiche. Él es un fetiche, y es el fetiche del señor grande. que por un lado está feliz pero al mismo tiempo triste y extrañado, la
conjunción absoluta de la posición del sujeto. Y el horizonte del suje-
MIGUEL FURMAN: Me llamó la atención cuando leímos el material to no es una cuestión respecto a la elección de objeto homosexual, sino
tu planteo acerca de si él se considera ilimitado, y tiene una respues- que la pulsión adquiera otro destino, que en vez de estar por los baños J;
"' taque me parece que es una suerte de despersonalización, cuando se
~ en esa práctica exhibicionista con el riesgo coordinado por ese goce -g
~ va del consultorio y se olvida el abrigo en pleno invierno. Cómo oscuro mortífero, que el sujeto ponga en juego la cuestión de la exhi- l>
-1
~ entender esa respuesta del sujeto a la intervención. Eso nos hizo bidón, pero haciéndolo en los lugares profesionales como un erudito ::>J
:;;: dudar un poco del diagnóstico también. Pero bueno, es para discutir. sobre las cuestiones de la marginalidad social. Esta es la operación l>
0::
w
c.. sintomática a producir como horizonte en el análisis. -<
>- OsvALDO DELGADO: Les contesto. Ernesto Pérez trata de situar bien
.,
VI

~ la cuestión del diagnóstico, porque él tiene un caso de perversión GLORIA AKSMAN: Una cuestión sobre esto. ¿A qué llamamos rasgo 8
o muy interesante que sería muy bueno que lo presente aquí. Es muy de perversión?, porque dicho así es la construcción del fantasma neu- ~
. l>-
§ interesante y está muy bien trabajado. rótico. Eso es rasgo, no es estructura. .-
¡;; Hay una identificación a la posición de objeto de goce, una identi- Segunda cuestión. No escucho en el material que él esté ofrecido ~
~ fícación a la posición del falo materno y una identificación fallida. como sabiendo, en las escenas que monta, con qué goza el Otro, más N
so Hay un punto cuando él dice en un momento "se me paró el pito". bien hay algo del orden del límite, el saber con qué goza el Otro 51
resulta que queda del lado de la fantasía, no en la escena. Con lo cual El futuro anterior y la identificación*
también está ahí la cuestión de tener que distinguir si se trata de un
rasgo de perversión en el punto donde no se va a diferenciar de otro
neurótico. Pero ahí hay algo que me hace problema. - 1-

ÜSVALDO DELGADO: Ernesto Pérez citó una cuestión que es funda- Eric Laurent en el Capítulo IX de su texto Posiciones femeninas del
mental, que es la posición de goce del sujeto, no es una posición de ser, aborda la cuestión de la lógica del tiempo en psicoanálisis.
goce que apunte a la división en la angustia del Otro. Este es un dato Introduce primeramente una referencia de Miller respecto a la
crucial.
oposición entre la serie (O, 1, 2) que aspira al todo; y la secuencia (O,
l, O 1) que introduce un agujero.
INTERVE-NCióN: Entonces estamos en la misma línea. No puedo La teoría de la secuencia la va a articular a la lógica del tiempo
pensarlo Sino como un rasgo de perversión, porque una cosa es la tomando el texto homónimo de Jean Louis Gardies.
escena y otra cosa es que no la haya. Si el pasado es lineal, la suposición del sujeto.implicará "encarar
el futuro sobre el modelo de la linealidad del pasado", "es una supo-
ÜSVALDO DELGADO: Efectivamente. No es lo mismo que el sujeto sición lógica que admite que el eje del pasado y del futuro son homó-
sol?_fantasee con esto, a c~ando él llegó al análisis con esta multipli- logos, en espejo, corno dicen los mismos lógicos" (Laurent).
cac~on de las es~~nas, que mcluso habría que preguntarse -está en el Es una suposición que no admite que una contingencia haga posi-
honzonte de mi mterrogación-, si las escenas no fueron efecto de la ble algo distinto a lo que se impone como necesario.
op~:ación de alguno ~e los análisis al conmover la posición de inhi- Es desde aquí que se desprende la fórmula de que todo análisis
biciOn en la cual el SUJeto estaba, y si una operación analítica fallida debe hacerse en futuro anterior, en cuanto la rnodalización que éste
no estaría en el origen del lanzamiento del sujeto a la multiplicidad
de estas escenas. Esto no puedo decirlo por ahora.
implica permite que la "C!íruca
-psicoanalítlca se despliegue secuen-
cialmente. Cuestión que pone en tensión el curso. del tiempo y la
dimensión del instante, tensión que introducíerid.o la continencia
BEATRIZ SCHLIEPER: Me había parecido esto último que vos plan- futura hace caer la holl!.9l()gación preten9-ida.
~---~---~---'- ...
··~·· ----~-~-~-~ - .
teabas como algo del orden de la sublimación. Esta transformación ,_

donde él se convierte en un erudito. -II-

ÜSVALDO DELGADO: Sí, sí. Es una afectación del destino pulsional. El futuro anterior es en castellano el futuro perfecto, tiempo ver-
bal queeñuncfa una ~cción v~~-~~_!_~~_o_r a otra que también se
ADRIÁN SCHEINKESTEL: Quería agradecerles la presencia a todos cumplirá en el ft1tur(). Su rasgo fundamental es que incluye el valor
usted;s e invitar!?~ para el_14 de mayo; el título de la presentación va modal de· probabilidad, y su peculiaridad es que puede funcionar -:;?
a ser L~ perverswn en la mterfase psiquiatría-psicoanálisis". con el valor temporal del pretérito perfecto compuesto, ya que el ~
GraCias
acontecimiento, anterior al otro acontecimiento futuro, puede ocurrir l>
-i
en el futuro, estar ocurriendo en el presente o haber ocurrido ya. ;-
A continuació~ se encuentra la primera parte del trabajo de Osvaldo Aristóteles ya estaba concernido por este problema bajo el princi-
Delgado que_ e~ te czta, y que es comentada por Adrián Scheinkestel. Se exclu- pio del tercero excluido, tal como es formulado en el capítulo nueve -<
ye el caso clznzco dado que formó parte de la presentación. de "Sobre la interpretación" en su Organon. Este principio dice que ;::;
dada una proposición y su negación, una al menos es necesariamen- 8
te verdadera; y esto vale para todos los acontecimientos futuros ~
l>·
como un determinismo absoluto. ,...
~
V1

*Trabajo realizado como efecto del Cartel que integró junto a Susana Amado, N
Lucía Blanco, Osear Sawicke y cuyo más Uno es Vera Gorali. 53
Si esto fuera así, dice Aristóteles, ya no habría nada que deliberar ¿Por qué es esto? Porque "ser" solo quiere decir estar presente,
ni de qué inquietarse.
"dejar estar presente". . , . . .
"La preocupación por conservar en su lugar la capacidad de deci- Pero presente y ahora no son smommos smo por el con~rano, remo-
sión humana obligaría, así al Estagirita a limitar la validez del terce- tamente distintos, y más aún el presente no es determmado por el
ro excluido a los acontecimientos pasados o presentes, así como a los
"ahora".
acontecimientos futuros únicamente en el caso de que fuesen efecto El "presente" atañe solo a los humanos: gegenwart (aguardamos, a
de un determinismo conocido" (Gardies). nosotros, los humanos) Gegenwart (presente).
Esta decisión es posible en lógica tomista, en tanto pasaje de la Por lo tanto, no todo estar presente es el tiempo Presente.
potencia al acto, ya que se presupone el acto en el agente que causa "Advenir como todavía no presente, extiende y aporta simultánea-
este acto. mente lo ya no presente, el pasado y a la i~;ersa éste, ~1 pasado, se
El acto analítico tiene su chance en lo posible de la caída de lo extiende hasta alcanzar el futuro. La relacwn de cambiO de ambos
necesár:io, que se inscribió contingentemente, como una respuesta a extiende y aporta simultáneamente al Presente".
lo imposible. Pero esto va a implicar una no tridimensionalidad (pasado - pre-
Lo necesario aspira a la serie, rechaza la secuencia, adora el deter- sente - futuro) del tiempo, sino el carácter tetradimensional del tiempo
minismo, reprime el consentimiento. auténtico. Esta cuarta es en Heidegger, la primera, ya que determina
El futuro anterior o nuestro futuro perfecto, introduce en la serie todo, aporta el estar presente que le es propio al pasado, al presente
.
gramatical de los tiempos verbales, el agujero del valor modal de y al futuro.
probabilidad, situando un futuro que puede valer como pretérito· Esta cuarta dimensión "los mantiene esclarecedoramente separa-
compuesto. 1 dos y los mantiene también juntos en la cercanía".
El tiempo auténtico -tetradimensión- es la cercanía de la ~nple
.

unidad del don de "se da el tiempo". Es lo cuádruple de lo abierto,


- 111- donde se revela la recíproca co-pertenencia del tiempo y el ser. Co-
pertenencia que se llama acaecimiento (das ereignis). .
Martín Heidegger en Ser y Tiempo, en el parágrafo 68, llamado "La "En la medida en que 'tiempo' y 'ser' solo se dan en el aprop1ar, a
temporalidad del estado de abierto en general", va a abordar la tem- este último pertenece lo peculiar que trae al hombre a lo.que él tiene
poralidad del habla: "Únicamente partiendo de la temporalidad del de propio como aquel que se percata del ser, mientras persiste en el
habla, es decir, del 'ser ahí' en general, puede aclararse el origen de la interior del tiempo auténtico. Así apropiado pertenece el hombre al
significación y hacerse ontológicamente comprensible la posibilidad acaecimiento apropiador".
~ de la formación de conceptos" (M. H.).
Esta temporalidad del habla se va a presentar en el parágrafo 79 -IV-
bajo la modalidad del curarse del tiempo.
Si el "entonces" marca el "ya no", el "luego" indica el "aún no", y "Digamos primero: el acto -a secas- ha lugar de un decir, cuyo ~
éstos dos (entonces y luego) se los comprende mirando simultánea- . sujeto cambia. Es acto porque anda, pero no solo por d:cir :eso an~~, ~
mente a un "ahora". El "presentar" tiene un peso peculiar, porque y ni siquiera 'andemos', sino haciendo que 'a ese llegue yo se venfi- ~
este presente-presentar retiene el pasado y está a la expectativa del que en él". U. Lacan, "Reseñas de Enseñanza"). . .
futuro, interpretándose a sí mismo: "lo interpretado que se expresa Este acto que ha lugar de un decir es solo posible a partir de que -<
en el ahora es lo que llamamos tiempo" (M. H.). • el analista se haga producir de objeto a tal como es fo~mula~~ por ~
A este texto de 1927, Heidegger le va a responder en 1962 con la Lacan en la misma reseña del seminario sobre El acto pszcoanalztzco. 8
conferencia "Tiempo y Ser". Este a es el que da espesor al presente, espesor que proviene de la ~.
"Tiempo y Ser" tienen una determinación recíproca, pero de tal libido, produciendo una consisten~i~, que .parafrasea~d·o" a San ~
modo que el "ser" no puede ser apelado como temporal, ni el "tiem- Agustín, lo lleva a Miller en su La erotzca del tzempo, a deCir. El pre- "'
po" como un ente, implican el desocultar, el "traer a lo abierto" en el sente del futuro es la espera y el presente del pasado, el recuerdo. ¿En N
"dejar-estar presente". qué lugar se desarrolla el presente? En el alma". "Misteriosa exten- 55
sión del alma, que hace presente lo qcc le falta al futuro, en la espe- Eric Laurent en "La identificación: topología y tiempo", da cuen-
ra; y lo que le falta al pasado en el recuerdo" (Miller). ta de las coordenadas de lo que llamamos "el tiempo que hace falta
Es por este sesgo por donde e•.tramos al modo en que Jorge para la identificación".
Alemán aborda el a y la tetradimensionalidad. El "yo soy eso", se deriva de la lógica del juicio y da cuenta como
En su elaboración el a no será la cuarta dimensión sino lo que pulsación temporal del efecto identificatorio con estatuto inaugural
marca lo que falta a las otras tres dimensiones. El n localizado en el como participio pasivo o pretérito del sujeto.
centro del nudo "da" tiempo. Esto es posible en la medida en que hay "un códio-o constituido
"Esta tetradimensión dice de un presente que no es un ahora, en de mensajes sobre el código, y de un mensaje reducid; a lo que en el
tanto presencia como ausencia es el cuarto término que reúne a las código indica en mensaje".
tres dimensiones del tiempo en una estructura cuaternaria" Esto es posible porque el sujeto y el Otro deben concebirse con
(Alemán). una intersección y no como exterioridad, y a su vez la intersección
Efectivamente, al modo del futuro anterior o perfecto, en donde la del código y del mensaje, en tanto que "ya en el mensaje hay código,
acción futura anterior, puede estar tanto en el pasado, como en el pre- y ya en el código hay mensaje".
sente, como en el futuro y con su carácter de probabilidad abrir a una Cuando en términos de Laurent se cree atrapar el código ya ahí
continencia, que no se creía posible desde lo necesario. hay un mensaje.
"Al llevar al analizan te al discurso analítico, el psicoanalista hace La desarticulación de tiempo y duración con el corte de sesión,
·que el objeto a ocupe el lugar del semblante. Al semblar, el objeto a afecta la identificación como participio pasivo. Desidentifica, abrien-
da tiempo al ser" (Alemán). do la perspectiva del valor modal de probabilidad, del futuro ante-
A su vez, la tetradimensión heideggereana da cuenta de un tiem- rior como posible.
po no lineal, continuo, sino como él mismo dice: agujereado. No
como serie, sino como secuencia. Secuencia que objeta al determinis-
mo ya que no hay otro ser que el del decir, según Heidegger, y en ese Bibliografía
decir hay consentimiento.
"Lo que se realiza en mi historia no es el pretérito definido (en el ALEMÁN, Jorge y LARRIERA, Sergio, El inconsciente: existencia lf diferencia sexual,
sentido de lo que fuet no es perfecto, no es lo que he sido en lo que Síntesis, Madrid, 2001. ·
yo soy, es futuro anterior, es lo que habré sido para lo que estoy lle- ARISTÓTELES, Organon, Porrúa, México, 2004.
gando a ser; esta acción venidera que anticipa a otra acción venidera GARDIES, J. L., Lógica del tiempo, Paraninfo, Madrid, 1970.
es la temporalidad que corresponde al sujeto psicoanalítico, en clara HEIDEGGER, Martín, El Ser y el Tiempo, Fondo de Cultura Económica, México,
resonancia con la fórmula heideggereana del adviniendo sido pre- 1983.
HEIDEGGER, M., Tiempo y Ser, Tecnos, Madrid, 1999.
sentado" G. Lacan, "Función y campo de la palabra y del lenguaje en
LACAN J., "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis",
psicoanálisis").
Siglo XXI editores, México, 1984. J!
El futuro anterior dando cuenta del aprés-coup, implica la caída LACAN, Jacques, "Reseñas de enseñanzas". Inédito
del sentido del tiempo, como un continuo. Tal como lo formula J.-A. LAURENT, Eric, "Posiciones Femeninas del Ser", Ed. Tres Haches.
Miller en "Sesión y serie". Hay una serie que se inscribe en la lógica MILLER, Jacques-Alain, La erótica del tiempo, Tres Haches, Bs.As., 2001.
del todo y la excepción, y está la del no-todo, que es "fuera de la ley", MILLER, Jacques-Alain y otros, Perversidades, EOL-Paidós, Bs.As., 2001.
pero no arbitraria.

El corte de la seswn desarticula tiempo y duración. Presen-


tificando al primero como agujereado, y alcanzando el más allá, de lo
que el Nombre del Padre aseguraba. De este modo se desanuda al
inconsciente como defensa, sostenida en la repetición, y estructura la
sesión como unidad a-semántica. Lo ilustraremos con una vii'íeta clí- N
nica.
57
Si esto fuera así, dice Aristóteles, ya no habría nada que deliberar ¿Por qué es esto? Porque "ser" solo quiere decir estar presente,
ni de qué inquietarse.
"dejar estar presente". . , . . .
"La preocupación por conservar en su lugar la capacidad de deci- Pero presente y ahora no son smomrnos smo por el con~rano, remo-
sión humana obligaría, así al Estagirita a limitar la validez del terce- tamente distintos, y más aún el presente no es determmado por el
ro excluido a los acontecimientos pasados o presentes, así como a los
"ahora". .
acontecimientos futuros únicamente en el caso de que fuesen efecto El"presente" atañe solo a los humanos: gegenwart (aguardarnos, a
de un determinismo conocido" (Gardies). nosotros, los humanos) Gegenwart (presente).
Esta decisión es posible en lógica tomista, en tanto pasaje de la Por lo tanto, no todo estar presente es el tiempo_ Pres;nte.
potencia al acto, ya que se presupone el acto en el agente que causa "Advenir como todavía no presente, extiende y aporta Simultanea-
este acto. mente lo ya no presente, el pasado y a la inversa éste, ~1 pasado, se
El acto analítico tiene su chance en lo posible de la caída de lo extiende hasta alcanzar el futuro. La relación de cambw de ambos
necesa:r;io, que se inscribió contingentemente, como una respuesta a extiende y aporta simultáneamente al Presente".
lo imposible. Pero esto va a implicar una no tridirnensionalidad (pasado -: pre-
Lo necesario aspira a la serie, rechaza la secuencia, adora el deter- sente_ futuro) del tiempo, sino el carácter tetradimensional del tzen:po
minismo, reprime el consentimiento. auténtico. Esta cuarta es en Heidegger, la primera, ya que determma
El futuro anterior o nuestro futuro perfecto, introduce en la serie todo, aporta el estar presente que le es propio al pasado, al presente
gramatical de los tiempos verbales, el agujero del valor modal de y al futuro.
probabilidad, situando un futuro que puede valer como pretérito· Esta cuarta dimensión "los mantiene esclarecedoramente separa-
compuesto. dos y los mantiene también jun~os en_l_a cercanía". , .
El tiempo auténtico -tetrad1menswn- es la cercama de la :r1ple
unidad del don de "se da el tiempo". Es lo cuádruple de lo abierto,
- 111- donde se revela la recíproca co-pertenencia del tiempo y el ser. Co-
pertenencia que se llama acaecimiento (das ereignis). .
Martín Heidegger en Ser y Tiempo, en el parágrafo 68, llamado "La "En la medida en que 'tiempo' y 'ser' solo se dan en el apr~p1~r, a
temporalidad del estado de abierto en general", va a abordar la tem- este último pertenece lo peculiar que trae al hombre a lo-que el tiene
poralidad del habla: "Únicamente partiendo de la temporalidad del de propio como aquel que se percata del ser, mientras persiste en el
habla, es decir, del 'ser ahí' en general, puede aclararse el origen de la interior del tiempo auténtico. Así apropiado pertenece el hombre al
significación y hacerse ontológicamente comprensible la posibilidad acaecimiento apropiador".
; de la formación de conceptos" (M. H.).
Esta temporalidad del habla se va a presentar en el parágrafo 79 -IV-
bajo la modalidad del curarse del tiempo. \J
V>

Si el "entonces" marca el "ya no", el "luego" indica el "aún no", y "Digamos primero: el acto -a secas- ha lugar de un decir, cuyo ~
éstos dos (entonces y luego) se los comprende mirando simultánea- . sujeto cambia. Es acto porque anda, pero no solo por d~cir :eso an~~' ~
mente a un "ahora". El "presentar" tiene un peso peculiar, porque y ni siquiera 'andemos', sino haciendo que 'a ese llegue yo se venfi- ~-
este presente-presentar retiene el pasado y está a la expectativa del que en él". (J. La can, "Reseñas de Enseñanza"). . .
futuro, interpretándose a sí mismo: "lo interpretado que se expresa Este acto que ha lugar de un decir es solo pos1ble a partir de que -<
en el ahora es lo que llamarnos tiempo" (M. H.). • e1 analista se haga producir de objeto a tal como es fo~rnula~~ por ~
A este texto de 1927, Heidegger le va a responder en 1962 con la La~an en la misma reseña del seminario sobre El acto pszcoanalztzco. ~
conferencia "Tiempo y Ser". Este a es el que da espesor al presente, espesor que proviene de la ~­
"Tiempo y Ser" tienen una determinación recíproca, pero de tal libido, produciendo una consisten~i~, que _parafrasea~do" a San ~
modo que el"ser" no puede ser apelado como temporal, ni el "tiem- Agustín, lo lleva a Miller en su La erotlca del tzempo, a decu: El pre- ~
po" como un ente, implican el desocultar, el "traer a lo abierto" en el sente del futuro es la espera y el presente del pasado, el recuerdo. ¿En _
"dejar-estar presente". qué lugar se desarrolla el presente? En el alma". "Misteriosa exten- 55
La psicopatía. Una perspectiva histórica

HoRACIO VOMMARo

MIGUEL FuRMAN: Están como invitados en esta mesa Ernesto


Sinatra, psicoanalista, conocido por ustedes, y el doctor Horacio
Vommaro como psiquiatra.
En la segunda parte de la reunión, la parte clínica, presentaré un
caso y creo que Ernesto Sinatra también, es decir, vamos a hacer la
actividad en conjunto.

HoRAOO VOMMARO: Buenas noches a todos y gracias por la invi-


tación. En particular le agradezco a Néstor Yellati, amigo con el que
nos unen muchos años de trabajo conjunto.
Quiero decir algo que me parece importante dejar en claro. Me he
formado en el cruce de la psiquiatría con el psicoanálisis: lo que se
denominó psiquiatría dinámica.
Este cruce implica un criterio de abordaje del sufrimiento psíqui-
co que en mi opinión se ha ido perdiendo en los últimos tiempos: el
rescate de la clínica psiquiátrica, de los maestros de la clínica psi-
quiátrica, en el cruce con el psicoanálisis que le dio la palabra al -o
VI
paciente y generó un cambio profundo en los criterios de salud men- .o
t~. ~
Estos grandes maestros, si bien fueron grandes semiólogos de la ~
clínica, tenían descripciones clínicas en muchos casos maravillosas, );.
pero eran ellos los que sabían y decidían por sobre el paciente. -<
El psicoanálisis le da la palabra al paciente porque entiende que el ~
paciente sabe algo respecto de porqué sufre. 8
Este cruce se ha perdido en el último tiempo y yo creo que se per- ~
dió por varias razones. f:.·
El DSM IV es una expresión de esta pérdida en tanto es utilizado :;:
como un manual de clínica. rv
Predomina el diagnóstico por el trastorno, por el algoritmo (pro- 59
mas. El concepto de normalidad y anormalidad transitó durante
ceso de cálculos que permite arribar a un resultado final), e incluso mucho tiempo y fue definido de acuerdo a cada cultura. Cada cultu-
se medica por algoritmo. . ra no tuvo el mismo criterio en cuanto al tema normalidad y anor-
Un diagnóstico que yo no comparto, pero que lo voy a dec1r por- malidad, o el tema de salud-enfermedad.
que es de uso habitual como es el de "ataque de pánico", es una La segunda reflexión es historizar el desarrollo de cómo se enten-
manifestación de una clínica que sustituyó las definiciones concep- dió la categoría de psicopatía. Pinel, al no encadenar a los "locos"
tuales por definiciones operacionales. que se encontraban asilados, colocó el padecimiento mental en el
La indicación de medicación está ya diseñada: un IRSS Y una ben- terreno médico, ya que antes no formaba parte de este terreno. Este
zodiacepina, de elección el clonazepan. . . es un hecho a tener en cuenta. Pinel adhirió a la Revolución Francesa.
Es decir, si la psiquiatría deja de ser una bisagra entre las c1~nc~as En el ancienne regime la decisión de insana o no de una persona era
psicosociales y las ciencias biológicas, peligra el futuro de la psiqma- patrimonio del rey. Esta potestad se abolió en la Asamblea
tría. Constituyente de 1889 y pasó a ser de los médicos. Los médicos, de
Cuando hablo con residentes de psiquiatría no dejo de man_ife:- alguna manera, heredamos esa potestad del rey que se denominó
tarles que la clínica va más allá de la enfermedad e?~ sustrato ~wlo­ tutoría.
gico, para estar vinculada a cuestiones antropolog1cas Y :oCiales. Pinel manifiesta que la causa de estas personalidades anormales,
Porqué 6 o 7 años de Facultad, 4 de residencia, es decir, 11 anos de la como la psicopatía, era la falta de educación. Ubicaba la causa en el
vida para ser técnicos del cerebro y no "artífices" de s~bjetividad; terreno sociocultural, y sus escritos proponían que la cura pasaba por
mejor hacer una tecnicatura de un par de años. Para medrcar con esta adecuar a estas personas a las ideas de la Revolución Francesa, es
lógica no hace falta tanto estudio ni tanta clínica. decir, a las nuevas ideas de la sociedad francesa.
Esta introducción la considero necesaria para lo que voy a desa- Propuesta que extendió al sufrimiento psíquico en general.
rrollar a continuación. Subrayo de esta propuesta terapéutica la exterioridad etiológica;
Es interesante hacer un recorrido de la categoría clínica que en 1a no ubica una etiología interna, sino que la desarrolla como prove-
psiquiatría clásica se denominó psicopatía. Inici_almente ~a psicopatía niente de la exterioridad. Pinel genera el concepto de "locura moral"
tuvo la característica de referirse a las personalidades diferentes a la Es interesante porque su discípulo Esquirol siguió en la misma
mayor parte de la población. Es decir, no eran ni locos ni cuerdos, línea, y vale la pena aclarar que en esa época los jueces no declaraban
sino que de alguna manera tenían una conducta que los separaba_ ~el insano a este tipo de personas porque no tenían compromiso del inte-
resto. Que los hacía distintos. Aquí cabe una primera refle_xwn: lecto. No son enfermos de la "inteligencia".
¿cómo desde la antigüedad se definían los criterios de normalidad- Morel, en otra dirección mantiene la misma idea, y refiere la psi-
anormalidad? copatía -recordemos que su referencia básica era la religión- a un
Los criterios de salud y enfermedad se han ido modificando en los desviamiento de la perfección de Dios.
diferentes momentos histórico-sociales. Cada sociedad ha tenido Y Kraepelin, en Alemania, otra gran escuela de la psiquiatría junto J!
desarrollado distintos criterios, saberes y creencias sobre la relación a la francesa, manifiesta que se trata de personas que chocan con los .g
~ salud-enfermedad. Sin los conceptos de normal y patológico el pen- parámetros sociales imperantes. ~
~ samiento y la actividad médica no serían comprensibles. Par~ d~finir Es decir, que de distintas escuelas, todo lo refieren a una exterio- ::tJ

"' qué es lo normal y qué es lo anormal se definen rangos, cnter:o~ Y ridad causaL
l>

~ postulados básicos. Lo que no se corresponda con el rango dehmdo Kraepelin decía que no se trataba de un enfermo, sino de un anor- -<
~ como normal pasa a ser categorizado como anormalidad. En la actua- mal que busca al otro complementario. La psicopatía -decía ~
~ lidad, en Salud Mental, este criterio se ha modificado, no hay una sola Kraepelin- debe ser observada por los otros. 8
~ estructura que garantice un buen posicionamiento en el mundo. Esto es interesante de rescatar, porque no está en el DSM IV, ya ~
i5 Como dijimos, la normalidad y la psicopatología son efectos de que si leen el trastorno antisocial de la personalidad de estos autores :·
~ múltiples factores, y su entidad se constituye de acuerdo a condicio-
no queda nada. ;:;;
~ nes históricas y culturales. Muchas veces la psicopatología se pre- En general hubo tres posiciones fundamentales en la psiquiatría: N
it:. senta cuando el sujeto se ve imposibilitado de responder a las exi- una es lo que se llamó la escuela más constitucionalista que se refería 61
Go gencias de la cultura predominante o se ve desbordado por las mis-
más a los factores constitucionales como determinantes. La otra es la psicoanálisis no aparece
. como una categoría muy estudiada como s'1
1
1o son 1as perversiones.
escuela social, más vinculada con la clínica que proponía un factor de
la exterioridad sociocultural. Y el psicoanálisis en relación a la sexua- Pero se pue~en remarcar algunos aspectos que están relacionados
lidad. con los mecarusmos dinámicos del psicópata. En el psicoanálisis el
Se han ido diferenciando dos criterios importantes: supe_ryó acosa al neurótico con reproches y remordimientos, en el
a) La psicopatía de la conducta antisocial. psicopata hay una ausencia de culpabilidad.
b) La conducta antisocial de la criminalidad. Lacan refiere que mientras al neurótico le gusta hacerse deman-
.Recordemos que en el DSM III había una similitud de psicopatía d~r, el psicópata e_s _el q_~e demanda. Un rasgo común con la psiquia-
con (Onducta antisocial y criminalidad. tria es el_de la cosificacwn del otro y la ausencia de angustia. Yo creo
En una breve síntesis de lo que la psiquiatría fue describiendo que es Interesante pensar estos cruces, · sin pretender hacer un
"minué".
sobre psicopatía, se observa que el patrón es el desprecio hacia los
demás, y algunos denominadores comunes: arrogancia, falta de Estas posibi~i~ades tan enriquecedoras se pierden con el DSM IV.
remordimiento, ausencia de empatía en las relaciones personales, Hacer. de la chmca un manual de conocimiento algorítmico 0 un
manipuladores, conflictos en las conductas de su infancia, padres enun~I~~o de trastornos tiene como efecto que priva a la clínica de su
cómJ>lices. especificidad, de sus características conjeturales y de la incertidum-
La familia, en general, es cómplice de una conducta antisocial en bre_ que muchas veces generan las distintas problemáticas singulares
la vida adulta, impulsividad, ausencia de autocontrol, irresponsabili- a disolver.
dad.
Es fundamental remarcar la diferencia del antisocial con el psicó-
pata. El antisocial en su acto coercitivo atraviesa lo íntimo, lo priva-
do y lo público sin pedir permiso; el psicópata busca la complicidad
u obtener el consentimiento del otro.
Clerembault, que se destacaba por la observación clínica minu-
ciosa de los pacientes, ubica casi como antípodas al psicópata y al
neuYótico obsesivo. Es decir, el neurótico obsesivo sería quien trata
de no salirse de la norma pero sufre porque es lo que busca perma-
nentemente; el psicópata sería alguien a quien no le importa la
norma.
'i Henry Ey, para tomar al último de los clínicos en psiquiatría,
reitera muchas de las características antes enunciadas, y agrega que
son individuos de aplicación caprichosa y falseada de la ley. .,
Lo dicho es una síntesis de la opinión de distintos psiquiatras con "'
respecto a la psicopatía, que ya más avanzada la segunda mitad del
siglo XX muchas veces se la utilizó como sinónimo de perversión. La
psict>patía y la perversión son denominaciones que corresponden a
desarrollos teóricos diferentes. La perversión es estructural y la psi- -<
copatía es parte de la psicopatología dinámica. La psicopatía es pato-
logía de carácter y la perversión una estructura clínica.
A mí me ayudó que ustedes me invitaran porque me llevó a hacer
este recorrido donde se encuentran algunos puntos que después
to:ma el psicoanálisis, en particular Lacan.
lis cierto que la psiquiatría clásica dentro de la categoría del psi- N
cópata incluyó grupos muy heterogéneos, mientras que dentro del 63
La misión perversa

ERNESTO 5JNATRA

Como sabía que el tema propuesto era perversión, la cuestión que


me planteé era si atenerme o no a la norma en este caso. Y lo he hecho
a medias, es decir, que se suponía que yo iba a hablar teóricamente
de la perversión y que no iba a presentar un caso. Pero sucede que
creo que va a ser más interesante el caso del que voy a hablarles, ya
que es a partir del cual aprendí sobre perversión. Me gustaría en
estos escasos minutos transmitirles algo que para mí fue realmente
esencial en mi formación analítica. Se trata de un caso muy difícil que
me permitió entender una serie de cuestiones complicadas plantea-
das por Lacan en el Seminario 16, De un Otro al otro, donde -como
ustedes saben- intenta en cuatro clases dar cuenta de -lo que yo
llamo- nuestro vademécum de perversión.
Se trata de mi encuentro como novel analista con un hombre de
mediana edad que había llegado a mi consulta profiriendo las
siguientes palabras: "A partir de ahora usted tiene una misión"; le
pregunto a qué se refería y me contesta: "La misión que usted tiene -o
es la de salvarme la vida". A continuación, y ante mi sorpresa, agre- ~
ga: "Pero quiero que usted sepa muy bien que yo encarno las fuerzas e)>
del mal": ésta fue su presentación. ;J
El motivo de consulta para este hombre era muy claro, afirmaba :¡;
que él quería seguir viviendo, pero que hacía ciertas cosas que se lo -<
impedían. Cuando comencé a preguntar por esas 'cosas', descubrí ;;:
que era un hombre que frecuentemente se alcoholizaba, que consu- n
o
mía todo tipo de drogas -en especial drogas duras que combinaba ~
con lo que denominaba sus drinks (era una persona que había antici- ~­
pado ciertos hábitos de consumo, ya que estoy hablando de muchos ~
años atrás). · rv
En tanto quiero ir al punto, les anticipo lo que ya se imaginan: la 6s
extrema dificultad de las entrevistas, dado el peso de la responsabili- tintamente de 'psicopatía'; para nosotros, desde la orientación laca-
dad que recaía sobre el novel practicante de psicoanálisis -que yo niana, el de 'psicopatía' es un antecedente histórico (demasiado cen-
era- al tener que responder a una misión que era -ni más ni menos- trado en lo fenoménico, a mi parecer) del concepto de 'perversión'.
salvarle la vida, y que si bien uno sabe que como analista el furor Inclusive en vuestro programa, la reunión de dentro de quince días
sanandis no puede ser un objetivo en la cura (sino más bien: todo lo va a tratar específicamente sobre las psicopatías como una pregunta:
contrario), en este caso se trataba de un límite al cual había que ate- "¿Existen las psicopatías?". Vemos que cada uno de los temas, se
nerse y al cual había que responder. enlaza al otro.
Yo no sabía si tenía con qué, pero me parecía que era válido inten- Entonces, seguimos con el caso, ya tenemos un rasgo para consi-
tarlo, porque además era una persona que había hecho toda una tra- derar: no se trata de ningún rituat no son ocho pasos que habría que
yectoria clínica, pasando por distintas clínicas con internaciones. realizar siempre de la misma manera --como sería el caso en un suje-
(sobre todo por su adicción), pero no menos por casi todo tipo de tra- to obsesivo-, se trataba allí de una lógica de hierro que circunscribía
tamientos psicológicos, psicoterapéuticos, psicoanalíticos... por lo muy precisamente sus condiciones de goce; ya que había sí una
que además tenía una relación con el lenguaje 'psi' -como se imagi- secuencia -que no fue dada así nomás-, una secuencia que hubo que
narán- harto pródiga. construirla, y este proceso duró mucho tiempo. Esta secuencia tenía
Su forma de hablar era elíptica, desafiante, un discurso de difícil que ver -nada más y nada menos- con la manera de este hombre de
ceñimiento, lleno de alusiones. Había un elemento que -después establecer su relación con las mujeres, su difícil relación con las muje-
aprendí- era diferencial en relación al diagnóstico: un deslizamiento res (especialmente para ellas, pero no menos para él). Los pasos eran
metonímico constante donde era muy difícil entender el sentido de éstos: primero el momento de seducción, lo que llamaba el momento
lo que refería. Hasta que, luego de muchas vueltas, comenzó a hablar mágico, donde se producía la captura de la 'presa', éstas eran sus
con bastantes reticencias de su 'consumición'; para que esta persona palabras. Segundo momento, enamoramiento, la fascinación de él con
llegara a hablar en el sentido de lo que denominábamos la palabra su objeto, pero -sobre todo- se trataba en este punto de causar el ena-
plena, hubieron de transcurrir muchas entrevistas. Si bien por un moramiento en la mujer, y lo hacía a partir del empleo del saber, de
lado estaba el haberme encomendado la misión, había un coqueteo. su particular forma de referirse al Otro con el saber. Cuando ya esta-
con los términos del psicoanálisis y una apuesta para ver si el analis- ba consolidada esa posición de enamoramiento --como él mismo lo
ta era lo suficientemente digno -en un momento así lo dice- como refería, "cuando la víctima ya estaba en mis manos"- venía el tercer
para efectivamente aceptar esa puesta a prueba. paso: desp--:recw;es decir que esa persona -idealizada, en un primer
Como no voy a relatar todo el caso, voy a ir a una conclusión a la momento- :e_~saba a ser_ ~~__ o_bjeto_ ~':~9-o, u~_()_bj~tq _ci~ . Q~~~Er~!~~_]
que llegué luego de seis meses de difíciles entrevistas. Finalmente comenzaba a dirig~¡-~~-~~ll_(l§_g~ l,!.na mªnera muy cruel.
apareció una secuencia que encuadraba su 'consumición' -denomi- ---Ha-smaqiií podemos ver un elemento similar con la obsesión, y
~aba de este modo a su relación con las drc;gas y el alcohol- cifrada vamos a ver cómo en esta misma secuencia situaremos los rasgos
~ri.Jm_~cuenc1a de ocn<Tpas-~tas-que-tenían muy precisamente un patognomónicas que van a dar lo diferencial del diagnóstico.
~ rasgo: unacorreiadonordinal necesaria del paso uno al ocho, no se El cuarto punto -y aquí ya entramos a dividir las aguas con la .o
~ podía saltear ninguno de esos pasos. Lo que no quería decir que -en e
obsesión- es la coerción: esa mujer ya cansada del desprecio se va, se l>
:Q casos de interrupción de la secuencia, por ejemplo- tenía que empe- retira, lo deja. Pero eso no era tan simple, nunca una mujer pudo des- ~
> zar por el primero, no, él podía empezar por el tercero, el cuarto o el prenderse de él inmediatamente -él se jactaba de eso- porque sabía
~ segundo. (Se escuchan cuchicheos de la audiencia) Por favor, ahora no perfectamente cómo hacer para coaccionarlas. Él mismo decía: "Yo sé -<
>- intenten entender nada, escuchen lo que les digo y ya verán por qué. , tocar en el punto flojo de una mujer y sé hacer para que ella respon- J:
~ Parecería que el orden en esta secuencia sería un elemento dife- da, se cómo hacer para que se sensibilice. Las mujeres son así, son 8
z
o rencial del diagnóstico de obsesión, pero ya veremos porqué no se seres etéreos", decía. Quinto punto: provocar terror en ellas. Es decir, ~
~ trata de ello. Vamos a llegar al diagnóstico diferencial comparando el cuando la mujer quedaba en una situación de no poder desprender- -r:::
~ _s!3So con la o_b_sesión y luego con las psicosis, y ver~rnos su especifi- se, él encontraba la forma de aterrorizarla para que se quedara con él. ¡;;
0:. ~-a partir de allí. --- --- - ---·- -
Ya vemos cómo a partir del cuarto punto, pero especialmente en el rv
66 Cuando el Doctor Vommaro hablaba de 'perversión' habló indis- quinto, salimos en acto de los carriles de la obsesión. 67
El sexto punto: arrepentimiento. Luego de haber consumado su tra- Solamente desde este punto de vista se puede entender la 'volun-
yecto pasional ve~nía el arrepentimiento, allí cambiaba su ropaje: de tad de goce' en la secuencia que acabo de situar,para ustedes, que
haber sido lobo, pasaba a ser cordero, y lloraba pasionalmente la pér- concernía muy precisamente a la manera que tenía este hombre de
dida de esa mujer o lo que le estaba haciendo a esa mujer, 'tan buena dirigirse al Otro, y muy especialmente, al Gtro femenino.
que era'. '¿Cómo podía ser, yo que tanto la quiero, que le esté hacien- Como no se trata de explicitar todo el caso, sino de situar a partir
do esto?'. Una alternancia del ser, un cambio de posición verdadera- del caso la estructura, debo decirles que estuve tentado de llamar a
mente notable; uno lo escuchaba y parecían dos personas diferentes. esta presentación "La transferencia perversa", es decir, ¿qué hace el
El séptimo paso es el de la entrega. Si la mujer resistía y continuaba analista frente a este tipo de personas que tienen una falla ética?, por-
allí, es decir, si no había logrado desprenderse de este hombre, lo que que de eso se trata: una falla ética. ¿Cómo responder? ¿Qué hacer?
seguía era la entrega. Volvía sobre esta mujer, se le ofrecía, le pedía En este caso, debo decirles, que la transferencia hizo su juego
perdón e intentaba ser recibido de todas maneras por ella. Ustedes se (como era de esperar), en el momento en el que esta secuencia fue
dan cuenta que la condición para que esto acontezca es la presencia trabajada, luego localizada, finalmente aislada. Justo allí, donde uno
de la mujer. Por eso el último paso es el de la humíllación. Cuando podría esperar con eso un efecto terapéutico, incluso podríamos pen-
lograba que la mujer lo recibiera quería hacerle saber -que ella enten- sar que el sujeto se fue concernido por el goce que lo responzabiliza-
diera- la "basura" que él era (es el término que empleaba) y -por ba ... pero no: hubo otra vuelta.
supuesto- tenía que perdonarlo. En verdad a él ya no le importaba si Trató entonces de instalar la secuencia en el análisis, ahora sobre
ella se quedaba o no con él, lo importante era que ella tenía que escu- la persona del analista. Esto es algo bastante habitual en el manejo de
charlo, recibirlo y -de ser posible- humillarlo. Se evidenciaba que la la perversión. Este hombre continuaba con sus hábitos alcohólicos
posición de él era la de quedarse allí como un desecho, como objeto (porque la función del tóxico aquí era sostener y apoyar todo este cir-
de deyecto del Otro, haciéndose maltratar. cuito de goce), entonces comenzó a hacer llamadas -a horas desusa-
Ustedes verán que era muy difícil que estos ocho pasos se cum- das- a mi número particular, diciéndome: "¿Y la misión cómo
plieran todos, a veces llegaba hasta el quinto, otras hasta el anda?", por ejemplo. "¿Qué estamos haciendo para curar a Don
sexto ... porque efectivamente tenía que tener enfrente a una presencia Juan? -tal el nombre por el que se hacía llamar. "¿Usted acaso,
que aguantara. Él necesitaba, como Sade, un partenaire que resistiera, Sinatra, está a la altura de las circunstancias?"; "¿me va a poder
y él lo decía en estos términos: "Yo necesito una mujer fuerte, y de eso curar?", hasta terminar exigiendo: "¡Tiene que ayudarme ya
no hay así nomás", así lo decía directamente. No hay, quería decir, mismo!", "¡Ya tiene que darme una sesión!".
quien pudiera soportar(lo). Es decir, alguien que pudiera soportar la Entonces, ¿qué se hace cuando son las tres de la mañana y cuan-
angustia a la que confrontaba a las mujeres con las que producía su do uno, dormido, sólo atina a manotear a tientas para alcartzar el
circuito de goce, conduciéndolas siempre a los límites de sus recursos, teléfono? Responder, sí; pero no sabía qué responder. Porque respon-
~a que cada vez -según avanzaba en ese circuito- hay menos posibi- der con una orden era, efectivamente, ir a la confrontación y ofrecer-
lidades de escapar, porque cada vez la presa está más acorralada. Era me a la consumición, precisamente, a la que yo sabía estaba a punto de -o
~ verdaderamente un cercamiento, el acorralamiento de una presa. ser destinado por esta persona, porque el objeto a ser consumido .o
~

~ ~ acá vamos a hacer un salto a la teoría para ubicar cómo concep- e


siempre es el otro para el sujeto perverso. l>
:Q tuahzaba Jacques Lacan a la perversión. Lacan tiene dos definiciones Lo único que se me ocurrió decirle -a la cuarta vez que llamó en ;ri
~ de lo que es la perversión. esa misma noche- fue que "lamentablemente, si seguía así, iba a ~
~ La pri~era está dada en el Seminario 1O, y es que el perverso ti en- tener que suspenderle las entrevistas". En ese momento le corté y no -<
: d~ ~ ~~scttar las angustia en el Otro. Es decir que tiende a pasar la llamó más. Ustedes podrán decir '¡zafó!'. ~
~ dlVISion del lado del Otro. El que se angustia es el otro, nunca él. Al otro día llegó ... alcoholizado, y en ese momento tuve la opor- 8
~ ·. Pero en el Seminario 16, siete años después, lo que hace Lacan es tunidad de decirle que se fuera, pero me di cuenta que eso se iba a ~
~ dar una vu~lta más. Él dirá que el perverso es un cruzado. Es aquel - tener que repetir hasta que tuviera que echarlo ... como una escoria; ~­
:::¡ q~e ~ destina Y que trabaja -verdaderamente trabaja- para hacer es decir, exactamente del modo en el que el quería ser tratado con su ~
~ eXIstir el goc~ en el Otro. Es decir, para demostrar que el goce existe, fantasma. Sabía a esa altura muy bien que yo estaba tomado en la N
68 Y que es posible; entonces dedica su vida a hacerlo existir.
misma secuencia de goce, que yo había sido cazado como -precisa- 69
mente- el pez en el anzuelo (y en el mismo redil que las mujeres). tivamente, el análisis permite la equivocación -o, como también
Entonces, ¿qué hacer?, ¿tomarlo o no tomarlo? decía Lacan, el error sobre la propia persona- que posibilita que otro,
Ven que ahí pueden aparecer cuestiones de las que podríamos lla- por el tiempo que sea necesario, ocupe el lugar de las series psíqui-
mar de las variables estándar, ¿qué hacer?, ¿hay que tomar o no a cas de un sujeto para operar desde allí en algo que va más allá de la
alguien en una entrevista cuando está alcoholizado?, ¿sí o no?, ¿bus- persona de ése que está en función-analista, para co-adyuvado a des-
car una norma, general, que valga para todos los casos? Bien. prenderse de sus inhibiciones, síntomas y angustias.
Sabemos que eso no sirve para nada. Sin saber bien qué hacer, deci- Ese hombre dijo así la verdad de la transferencia.
dí hacerlo pasar. Su llamado, media hora después de su última entrevista, dejando
De esa manera, esta persona pudo terminar de depurar la posi- grabada su voz en el contestador telefónico diciendo en forma ame-
ción de goce en la que se centraba. Luego de que lo hice volver varias nazante: "Todo muy bien, pero ... ¿no se habrá asustado?", daba el
veces en el mismo día, finalmente me dijo: "¡Muy bien! ¡Usted está tono final que ratificaba su posición de goce, es decir: su misión.
así, esperándome! , ¡yo quiero que usted se quede aquí esperándo- No voy a concluir con una moraleja, sino que voy a dejar para que
me ... hasta la muerte". El goce de dejar plantado al otro, consumir al ustedes mismos saquen sus conclusiones.
otro de esa manera, darlo vuelta como el envés del guante, era la
satisfacción que perseguía. Es lo que quería hacer Sade con sus vícti-
mas, ¿recuerdan esa máxima de Sade?: "He tenido entre mis manos
la piel del imbécil", dar vuelta, precisamente, el saco de piel.
Debo ir finalizando ... Comprueban ustedes hasta qué punto la
secuencia fantasmática de goce con las mujeres se repetía con el ana-
lista bajo transferencia.
La brecha entre saber y goce -que parecía establecerse en ciertos
momentos de las entrevistas, momentos esenciales en los que volvía
sobre sus actos para ubicarse en torno de su responsabilidad- volvía
a cerrarse no bien se abría.
La interrogación final con la que decidió interpelarme por un
corte de entrevista - "¿pero quién se cree que es usted para hacerle
esto a Don Juan?"- decía la verdad de la transferencia en cuanto
equivocación del sujeto supuesto saber.
El último recurso al que había echado mano había sido el de
intentar convencer a una mujer -una vez más- para que ella retorna-
ra a él por la mediación de un niño, al que había aleccionado muy
~ precisamente para 'engatusada'. Esa mujer era estéril, y él sabía el
;; impacto que ejercería sobre ella usando este recurso.
~ Fue en ese momento cuando decidí suspender las entrevistas,
~ haciéndole saber a esa persona las razones por las que no le daría
~ entrada en análisis: él pretendía una y otra vez rechazar su respon-
>- sabilidad respecto de los actos que realizaba en su vida, utilizando
(")
~ cualquier recurso para lograrlo. Desde mi posición, yo no podía con- o
)>
o validar esa falla ética. z
)>·
VI
~ "¿Pero quién se cree que es usted para ... ?". No existe ninguna '
VI

~ obligación para que alguien deposite un saber fuera de sí, encaman- VI

¡;: dv en otra persona (el analista) una interrogación respecto del lugar IV

70 que ocupa en el goce que lo habita. O en términos más simples: efec- 71


Un rasgo zoofílico en una psicosis
MIGUEL fURMAN

Comentaré algunas cuestiones acerca de un paciente que está en


tratamiento hace algunos años y que en el curso del mismo se pre-
sentaron dos crisis agudas con síntomas psicóticos que luego descri-
biré.
Consulta por primera vez a los veinticinco años y viene acompa-
ñado por su madre, quien dice que su hijo hace unos días está extra-
ño, no quiere hablar, está perdido, no quiere ir a trabajar, y se queda
encerrado en su cuarto todo el día.
Luego la madre se retira y él se queda en silencio un rato miran-
do el piso, pero enseguida dice que estuvo pensando mucho y que le
parece que se siente mal porque tiene la impresión de estar "usando"
a los primos, ya que con uno de ellos tiene ideas homosexuales, y
ellos no lo saben. Además le dijo a su novia que él se siente indefini-
do respecto de su orientación sexual, confesión que provocó una cri-
sis de pareja.
A los quince años ya tenía dudas sobre si era gay o no, y estas
ideas que lo atormentaban se acrecentaron cuando dejó de concurrir "'J .

a reuniones religiosas con los testigos de Jehová. ~


Tuvo un episodio en un tren donde un hombre le tocó los genita- e
les, pero no pasó nada más, y otro episodio en el baño de la Facultad ~
donde un compañero le mostró los genitales incitándolo a tocarlo. l>
Él lo rechazó porque le parecía que el modo de invitarlo era per-
-<
verso, porque sintió angustia ante una posible actitud violenta o .,
sometedora. ~
Nunca tuvo una experiencia homosexual y le parece, aunque no o)>
z
tiene certeza de ello, que con esta situación él lastima a la familia y a l>·
r
su novia. vo
V>
En el primer período del tratamiento se presentaba con un dis- N
curso que parecía obsesivo ya que planteaba dudas acerca de todo, es -
73
~~~ .. ~-- "'u ""'Auauuau, ae su trabaJo, de la relación con la novia y de na en dosis de tres miligramos diarios y rápidamente se estabiliza.
la relación con sus amigos. Luego, recuerda la crisis de los días anteriores a ser medicado,
De adolescente tuvo una operación en la piema que lo dejó con como un episodio lejano en el tiempo, y argumenta que se desenca-
cierta dificultad para caminar, por eso se consideraba "petiso, feo y denó porque estaba muy exigido en el trabajo y en la Facultad por el
rengo". esfuerzo que hizo para recibirse.
Su atracción por los hombres le provocaba culpa y angustia, y no El episodio remitió rápidamente y siguió tomando medicación
encontraba un fundamento a estas fantasías homosexuales. Se fue durante unos meses.
despejando la idea de que esa atracción se fundaba en el deseo de Las cuestiones que se estaban tratando continuaron siendo traba-
buscar en ellos los rasgos o atributos que él consideraba que no tenía, jadas pero con más cautela respecto del modo de orientar el trata-
pero como una fascinación digamos, fetichizada del falo. Efectiva- miento posible.
mente, reconocía que le atraían hombres con características determi- Luego surgió una preocupación por su cuerpo e hizo un régimen
nadas: rubios, corpulentos, altos, y de genitales que supuestamente que le permitió bajar de peso y verse más saludable y más atractivo
serían más dotados que los de éL frente al espejo.
Lamentaba no haber podido establecer una relación más estrecha Parecía estabilizarse consistentemente, pero cuando su hermano
con el padre, quien había fallecido cuando él era adolescente de cán- mayor casado, adopta una hija, se genera un estado de angustia y
cer de pulmón. Él temía morir de lo mismo ya que era un fumador nuevamente se deprime y comienza a "enlentecerse" en sus pensa-
compulsivo, siempre le parecía que la madre se interponía entre mientos y en sus movimientos, a tal punto que cuando viene al con-
ellos, la consideraba una mujer intrusiva, autoritaria y manejadora, sultorio camina como un autómata y tarda varios minutos en subir al
inclusive de la empresa y de los lazos familiares. ascensor. Nuevamente no habla y está perplejo, camina despacio y se
Tenía dificultades para estudiar ya que estaba muy preocupado y detiene en el umbral de todas las puertas por algunos minutos.
pensativo respecto de su orientación sexuaL Además del hecho de Aunque lentamente, luego de un tiempo, puede hablar, y dice que
que él mismo postergaba recibirse, su novia era muy exigente y le cree que su familia lo quiere asesinar y que tiene miedo de entrar al
impedía estudiar porque quería estar continuamente con él; por otra consultorio porque quizás alguien lo podía empujar desde una ven-
parte ella tomaba mucho y lo instaba a tomar. tana y matarlo.
Frente a la problemática que presentaba parecía dispuesto a ubi- También creía que las conversaciones que escuchaba durante el
car su responsabilidad subjetiva y a orientarse hacia una suposición viaje eran alusivas a su persona; las personas se sonreían o hacían
de saber acerca de sus síntomas, dudas y compulsiones. gestos que denotaban que ellos sabían lo que le pasaba; finalmente
En el curso del tratamiento se recibe, deja a la novia, comienza a luego de una crisis de llanto, comenta algo que nunca había dicho a
poner ciertos límites a su madre, establece nuevos lazos de amistad, nadie. Desde los catorce años tiene juegos sexuales con su perro, y
y sale con otras mujeres, pero generalmente en relaciones de amistad. estas relaciones comenzaron un tiempo después de la muerte de su
El tema de su supuesta homosexualidad queda un poco de lado, padre y se agudizaron cuando dejó a su novia. -;g
~
.o
entonces se tratan y parecen asumirse las imposibilidades, las desar- A pesar de que estuvo con otras mujeres siempre le resultaba difí- .g
~ manías y las diferencias estructurales en las relaciones. cil acercarse y seducirlas sexualmente, y es por eso que los lazos con ~
;Q También parece aliviarse la exagerada idealización de los rasgos ellas eran solo de amistad, y era más fácil tener relaciones con el ;;o

> que él no tenía, buscados en otros hombres. perro ya que no había rechazo u oposición.
l>

~ Al cabo de dos años de tratamiento surge una crisis aguda que Como él tiene un concepto devaluado de sí mismo, tener relacio- -<
>- sorprende por el hecho de que se presentan síntomas paranoicos. nes con su perro le parece que es lo que se merece, es decir, "ser tra- ~
~
2
Decía que lo perseguían en el trabajo, en la calle y que sabían ' tado como un perro sometido sexualmente", pero también para él el 8
o cuestiones íntimas de él y también que los compañeros del trabajo perro, en algún sentido, es sometido porque no puede elegir. ~
l>·
§ intuían sus pensamientos homosexuales. No quería ir a trabajar ni Si bien esta última descripción parece mostrar un fantasma per- ,....
VI
~ salir de su casa y no podía dormir. verso, los momentos anteriores y posteriores a ese acto tienen carac- v;
w
o... La crisis comienza con un mutismo absoluto, la mirada perdida y terísticas importantes de despersonalización y perplejidad. N
14 con un estado de dispersión importante. Se lo medica con risperido- Pero según el sujeto, luego de estos episodios con el perro, es que 75
sufre las crisis que padece, porque siente angustia, culpa, vergüenza Conversación
y bronca, que se transforman en ideas persecutorias.
Sin embargo las sensaciones paranoicas que describe en cada una CATALINA BoRDóN: Quería preguntarle a Ernesto Sinatra, ¿cómo
de las crisis tienen un valor de certeza a considerar. Como se puede terminó ese tratamiento? En realidad la pregunta más precisamente
apreciar se trata de un caso difícil respecto del diagnóstico, que se fue sería ¿empezó, hubo entrada en análisis? Porque me parece que eso,
revelando en el curso del tratamiento como un caso de psicosis. Por en todo caso, nos va a permitir situar la cuestión diagnóstica.
otra parte es de destacar que los episodios perversos son difíciles de Creo que Miller -en Introducción al método psicoanalítico- dice que
caracterizar. "los perversos son inanalizables". N o hay perverso en análisis, en
Surgen algunas preguntas que podemos hacer: tanto y en cuanto esto que vos traías, incluso lo pensaba desde el
¿Los actos perversos son desencadenantes de los síntomas psicó- Seminario 10, "El perverso es el que pasa la división al campo del
ticos tal como lo describe el sujeto, o más bien se ubican como rasgo Otro". Y ahí me parece que está lo inanalizable. Y después, en cuan-
de perversión o síntoma perverso, o como pere-versión, es decir, una to al caso que presentó Miguel Furman, a mí me parecía que efecti-
versión del Nombre del Padre forcluido en una estructura psicótica, vamente se trataban de rasgos perversos en una estructura psicótica.
de modo tal que el rasgo de perversión funcionaría como suplencia? Me parece que lo del perro tiene una literalidad, esto de ser tratado
¿Cómo ubicar a la angustia, la culpa y la vergüenza posteriores al como un perro, en tanto es lo que él considera que se merece.
acto perverso?
¿El acto perverso, en este caso, implica la identificación del sujeto NÉSTOR YELLATI: En esta reunión pasaron varias cosas de lo más
al objeto como resto y la división del lado del otro produciendo interesantes. Porque hay un equívoco inicial. Cuando invité a
angustia en el partenaire, como clásicamente se entiende la perver- Horado Vommaro le dije" ¿querés venir al Departamento a hablar de
sión? ¿Cómo pensar la utilización de antipsicóticos como en este caso psicopatías?", y él me contestó "¿Psicopatías?, perversiones". Aclaré
donde los síntomas remiten rápidamente con dosis mínimas? que se trataba de psicopatías pero como luego hubo un cambio de
Creo que el caso que les presenté es duro, difícil. Traté de sacarle fechas, en realidad, a él le tocaba hoy hablar de perversiones, y psi-
-si podía- el patetismo del acto perverso con el perro, pero bueno, es copatías quedaba para la vez que viene. Entonces, me parece muy
inevitable mencionarlo. Tiene más características que no las voy a interesante el equívoco, porque él hizo una interesante introducción
describir, y me parece que tiene alguna relación con el caso que pre- psiquiátrica a la cuestión de las psicopatías, pero en determinado
sentó Ernesto, en el punto del diagnóstico diferencial obsesión-per- momento dijo: "esto que a partir de determinado momento histórico
versión, u obsesión-psicosis. comenzó a llamarse perversiones".
Me parece que lo que se presentó hoy es magnífico para poder
discutir este tipo de cuestiones. Y para establecer otro lazo más desde
el punto de vista histórico. En la introducción te referiste a Pinel y la
Revolución Francesa, y nuestro conocido Sade también hace a una -o
~
Vl
UJ
a
permanente referencia de su posición sadiana en relación a los prin- .g
<(
cipios de la Revolución; para ejemplo está su libelo "un paso más
e
Vl franceses y seréis republicanos". Hay que leerlo para sorprenderse
):>
-1
:o
~
0:
UJ
> por los fundamentos políticos que da de lo que me atrevería a llamar
0:
w
c.. una perversión generalizada. -<
>- El caso que presentó Ernesto Sinatra me parece extraordinario, ~
o./'1
UJ
z
porque es un caso donde no hay una práctica sexual perversa locali- 8
o zable de manera precisa en tanto tal, cuando desde un punto de vista ~

Vl
0:
w
psiquiátrico -aunque en el DSM no aparezca el término perversión-
>
0: se diría que en un perverso hay que localizar la práctica sexual per- ~
w
a.. versa, y definirla sí está o no en relación a la norma. N
76 Los psicoanalistas no lacanianos han trabajado la cuestión de la n
1
perversión históricamente en nuestro país, y creo que dirían que este ja desde afuera del mismo psiquismo. Esta es la etiología externa.
sujeto es un gran psicópata, por la capacidad de manipulación que Otra cuestión de Clerembault que también había mencionado
tiene del otro. Es un manipulador en el sentido que desde principio Vommaro; me interesó esa diferencia que hacía entre psicopatía y
a fi.n trata de inducir al otro a actuar: cuando manda al sobrino, o neurosis obsesiva, que es subrayada después por Henry Ey en rela-
cuando le dice al analista lo que debe o no debe hacer. ción a esa interpretación caprichosa de la ley del psicópata. Pero
Desde esa perspectiva ¿qué pensás de la posición canalla, tal habría que decir que esto que aparece como diferencia quizás no lo
como la define Lacan? Él dice que el canalla se pone en el lugar del sea tanto, porque en la obsesión, bajo el ropaje de la hiperresponsa-
Gran Otro, en relación al sujeto. Y el momento clave es cuando él bilidad, en realidad lo que se juega ahí por parte del obsesivo es
dice: "¿Quién es usted para creerse el gran Otro de mí? Usted es psi- seguir su propia ley. Es decir, el obsesivo mismo es capaz de pagar un
coanalista. El único gran Otro soy yo mismo". Lo entiendo de esa sobreprecio muy alto con tal que no sea el precio que le viene del
forma cuando hacés referencia a la cuestión transferencia!. Otro, o de lo que está, de alguna forma, anticipado por la ley o por
De todas maneras, desde la perspectiva de la perversión, hay una cierto contrato.
cosa que me llama la atención, son los ocho pasos. ¿Es él el que pone En ese sentido hay una correspondencia entre esta especie de des-
los ocho pasos o vos como analista? Porque si es él quien los puso, responsabilización por un lado y de hiperresponsabilidad del otro, y
me parece que esa es una práctica del masoquista, es el masoquista el me parece que hay un punto que toca a estas dos posiciones: la psi-
que impone los pasos a seguir y hace cumplir el contrato. copática y la obsesiva.
Por último, me parece que los casos conmueven los abordajes tra-
INTERVENOÓN: Si me permitís intervenir. Estaba pensando que dicionales que tenemos acerca de distintas patologías, y más en la
hasta el paso cuarto, creo, hasta la coerción y el temor, es un sádico, actualidad, y tienen que ver con cierta posibilidad de respuesta ética
y después se transforma en un masoquista. de parte del analista, o del psiquiatra mismo. Frente a las consultas,
a las entrevistas, siempre está la cuestión de si se le da o no la pala-
NÉSTOR YELLATI: Sí. Hasta el terror. Y después se hace humillar. bra, o si la palabra está prescripta o proscripta. Me parece que eso es
Respecto del caso de Miguel Furman, no dudaría demasiado en un tema, en esta época donde la palabra está lejos de ser proscripta
decir que es un psicótico, uno puede -en su discurso inicial y en su como en la época de Freud. Hay en nuestra época un empuje a la
problemática de pensamientos homosexuales- ubicar algo del orden palabra, a decirlo todo, etc. Es cuando esta cuestión está más en el
de la psicosis en su discurso. Lo que llamó la atención es cuando él candelero en el sentido de pensar bien en qué casos se prescribe y en
dice que a partir de las ideas que tiene está usando a los primos. Y que casos se proscribe la palabra.
después dice que pensar lastima a la familia. Ese es el extraordinario Me queda solo una cuestión. Pensaba preguntarle a Ernesto
poder de los pensamientos. No son los pensamientos del obsesivo, Sinatra, no teniendo en cuenta la psicosis, pero sí abriendo el diag-
que sufre él de sus pensamientos. Acá, él cree que sus pensamientos nóstico como el de debilidad mental, esas patologías que agrupó
hacen sufrir al otro de una manera que él conocerá. A partir del Lacan en el Seminario 11 con relación a la holofrase, me resonó lo de -o
la "consumisión" con esto que estaba tan en el centro de la propues- "'
.o
~ desencadenamiento esto se invierte, es el otro el que lo hace padecer
;; a él, y me parece que eso es francamente psicótico. ta en el contrato perverso o pseudoperverso; era esta misión que te ~
V\
fue encomendada. ¿Si en esa forma de presentación o de demanda no ;:
0::

~ ADRIÁN SCHEINSKESTEL: Unos breves apuntes en relación a las se jugaba algo del orden de alguna holofrase, en el sentido de una )>
frase que no está debidamente articulada?
~ cosas que se están discutiendo. .,-<
>- Una es la cuestión que Vommaro ubicó como esta etiología exter- "'
~ na de Pinel relacionada a estos casos, que me parece que ya desde esa SILVIA VOGEL: Me resultó muy clara la presentación del Dr. 8
o época orientaba a lo que hoy día podríamos decir en relación al con- Vommaro porque me ayudó a ubicar desde la psiquiatría, claramen- ~
e;"' cepto de pulsión, que creo que como tal está en la base y el marco te, esto de ni locos, ni cuerdos, sino un trastorno de la conducta. Y ~­
~ c(Jflceptual de lo que estamos trabajando. que sirve para pensar los dos casos, tanto el de Miguel Furman como :;:
UJ
::__ Este concepto freudiano tan difícil que nos lleva directamente a la el de Ernesto Sinatra, en el punto donde en uno hay una dignidad y N
78 cuestión de ese borde entre lo interno y lo externo, o aquello que empu- una responsabilidad sobre el sufrimiento, y en el otro me parece que 79
no. Si bien en los dos aparece el tema del Otro, en el caso de Furman to voz. En ese sentido, si bien él aparece como el Otro del otro, al
es una p~sición responsable sobre el sufrimiento del Otro, vive con mismo tiempo es aquel instrumento que tiende a hacer existir el goce
culpa; mientras que del otro lado hay una cosa distinta que es el arre- en el Otro. Hay una doble función del perverso en esta cara maso-
pe~ti~ier:to para seguir los pasos perversos. Y me parece que en la quista. Por eso los ocho pasos son el índice de la posición masoquis-
psiqmatna ya estaba ubicado el lugar del Otro en esto. ta en la práctica sexual. Pero ya están ahí indicados. Esa era mi supo-
sición, además, me alegro de haber transmitido eso. Porque fue exac-
ERNESTO SINATRA: Muchas gracias por las intervenciones. Lo que tamente lo que me llevó después a intentar ubicar algo más.
preguntaba Catalina Bordón. ¿Qué pasó? Este fue el final. Ahora, res- Por supuesto que aquí está claro cómo el saber acerca del goce no
pecto del aserto de Miller acerca de los perversos inanalizables. elimina, necesariamente, el goce que está en juego. En tanto nos per-
Podemos responder con Wittgenstein: "Los perversos son inanaliza- mite entender cómo puede ser el saber mismo medio de goce. La arti-
bles c~~ndo son inar:~lizables", lo cual quiere decir que no podemos culación difícil entre el lenguaje y lalengua, lJUe hace Lacan en su últi-
adscnbir la perverswn como categoría ontológica, sino debemos ma enseñanza, se entiende acá claramente. No lo vamos a desarrollar
entender que h~~ parlétres ubicados en una estructura clínica que lla- ahora pero sería un tema interesante para tratar y voy a lo que plan-
m~m?s perverswn,_ que llegan a consulta no para poner en juego su teaba Adrián Scheinkestel.
practica perversa, smo, como fue exactamente en este caso, lo que se La cuestión de la holofrase es algo que no tomó Lacan después,
escapa de la práctica perversa, lo que no puede -como fue el caso- pero sí situó determinadas maneras que tienen ciertas estructuras clí-
controlar de esta secuencia y se le iba del goce, más allá del goce cal- nicas no tradicionales para tratar el lenguaje. Cuál es el tratamiento
culado, y puesto en regla. de goce del lenguaje que se hace. Muy bien, la metonimia que hace
. P~rque -acá _pa~o a la pregunta de Yellati- hay datos que no he precisamente el funcionamiento de la holofrase da cuenta de ese pro-
mc_lllldo, hay p~acticas perversas de las que él no quería hablar y está ceder, no lo he pensado así, pero más bien me llevaría a situar lo que
articulado precisamente al masoquismo. Hay escenas sexuales maso- aquí aparece en tanto el manejo metonímico del lenguaje. Como des-
quistas donde el contrato reglado aparece, y de lo que la secuencia da lizamiento del goce en el lenguaje. Es cierto que ahí está "la misión",
la medida. Por eso está bien escuchado, está puntualmente escucha- pero no me arriesgaría a dar sentido a eso. Lo que podría ser un ver-
do, lo que ubica Néstor Yellati. dadero problema clínicamente. Sirve, tal vez, como quien intenta leer
Lo que aconteció ~s lJUe de eso él no venía a hablar. Dijo: "Sí, yo Finnegans Wake, que uno se siente a veces desposeído tanto del senti-
hago eso, pe~o.r:o me mteresa hablarlo con usted. Yo quiero hablar de do que tiende a dárselo al texto. Y a veces el texto está ahí para bur-
lo otro. Su mtswn no es meterse con mi vida sexual, entiéndalo". Esas larse de nosotros. Y este hombre se burlaba del otro, constantemente.
eran sus palabras cada vez que yo intentaba saben qué pasaba ahí. Y no sé si esa cuestión de la 'consumición' no está en juego ahí, una
L~ que este caso enseña también es cómo el saber puede ser un vez más, como un efecto de un análisis anterior.
medw de goce. Porque uno podría decir, allí donde estaba a punto de Hay que recordar que este hombre viene de muchos análisis .
., soltarse ese t~ayecto, ese circuito de goce, y donde estaba la posibili- Tenía más de veinticinco años de tratamiento. Había que estar adver- -o
~
0 dad de -preCisamente- resolverse lo que supuestamente en el caso de tido de que no era un pez que se cocinaba en el primer hervor. o
e
~ una ne_uro~is hubi:ra sido _1~ fuente de las inhibiciones, síntomas y )>

§ ang~~tia~, J':sto alh se volvw a reencausar en el circuito perverso. Se INTERVENCIÓN: Para que me quede claro. Habría en la perversión :ri
¿;; volvw a mflltrar goce en el saber. Y se relanzó la apuesta. Esto es un dos posibilidades: un perverso si va a tratar a lo del analista su goce l>
~ elemento de diagnóstico importante. perverso sería psicoanalizable; y si va a tratar lo que resta de su goce, -<
>- Por eso también está clara la cuestión de la canallada está traba- eso que no puede controlar, sería inanalizable.
~ jada la cana!lada, donde efectivamente él está en el lu~ar del Otro ('>•
o
~ aun~ue no Siempre. Pero él se coloca en el lugar del S , que es el que ERNESTO SINATRA: N o lJUiSiera llegar a eso. Es lo que dije al ~
~ domma la escena. Y también la escena sexual. Por es~ él -como dice comienzo. Un perverso es inanalizable si es inanalizable, y esto hay '{:::
~ Lacan en el Seminario 11- es el amo del juego. Eso es el masoquista en que tomarlo al pie de la letra. No es una tautología lo que estoy "'
c.. tanto perverso, él es la voz del amo. diciendo. El primer inanalizable no vale lo mismo que el segundo. Es N
so Y en este caso justamente es impresionante la presencia del obje- decir, hay que poner cada caso a funcionar para saber si la persona 81
que está ahí no se puede analizar o sí. Sabemos, y con eso nos tran- La otra cuestión es que el primer paso es capturar la pre~a,_captu­
quilizamos, que podemos analizar a un perverso respecto de lo que ra la presa pero no la suelta, es decir, hay una cos~ que e~ distinta de
hay de neurótico en él. Todo eso permite aproximarnos a quienes lle- la del Don Giovanni de Mozart, porque en Don Gwvanru, de al~a
gan con cuestiones bizarras, sin ser psicóticos -aunque a veces pare- manera el goce en él estaba en la conquista y la seducción de la muJer,
cen serlo- y no sabemos muy bien como maniobrar. Y si además, la pero no en poseerla; cuando llegaba eso iba a otra, a otra y a ot_ra.
barra tiende a ser tirada para el lado del analista -y que a veces es el -r dría bastante que ver con la cultura actual que es la soe1ed~d
J.en . , . E d
reservorio de la angustia del Otro, es aquel que se ha instrumentado de consumo, porque en definitiva tiene la misma mecamca. . s ecir,
para que el Otro goce- es una cuestión sumamente compleja. en la sociedad de consumo el objetivo no está en poseer el obJeto que
Lo que podemos hacer entonces de la mejor manera es recibir a quiero sino que apenas lo tengo ya rápidamente busco otro. Y lo que
cada quien y analizar hasta donde se puede. se repite permanentemente es est~. -~ero fíjense_que é~ no la s~elta, Y
En este caso que les acabo de contar se avanzó hasta un punto, ahí es donde se desliza una posicwn masoqm_st~, cuando el no la
hasta donde no podía convalidar esa falla ética, porque sabía que se suelta empiezan los otros puntos: el arrepentimiento, el terror, la
había caído absolutamente lo que de transferencia había. La transfe- entrega, la humillación. Es decir, si él la soltase pued~ ser -~ue no
rencia que le había posibilitado a él que fuera el compañero de ruta cumpla algunos de estos pasos y e~tarí~~os ante o~ra situacwn., No
hasta que hubiera podido situar lo que él situó, estos pasos, esta soltarla hace que se deslice a esta Situacwn masoqmsta, y aparece el
secuencia de la relación al Otro. Pero más allá no quería saber nada. contrato que Néstor Yellati dijo bien.
Solamente quería seguir gozando e incluir al analista como ese mismo La otra cuestión que me parece importante es que cuan~o yo
objeto. Entonces, ¿ahí cómo seguir? Les cuento el final para ubicar planteaba lo de Clerembault, lo hacía en el sentido de las d~scnpcw­
alguna cuestión más a Catalina Bordón por lo que preguntaba. nes. Pero es cierto que cuando Freud hablaba ~ue el negati:o de la
Todo parecía quedar totalmente tranquilo. El lobo que había apa- neurosis es la perversión, el obsesivo es el paradigma. Es decu, cuan-
recido conmigo en el momento que le digo: "Se acabó. Esa falla ética do se adentra en las fantasías sexuales que el o_bsesivo puede tener
no la puedo validar. Que usted use a un niño para hacer eso, no lo -esto ya es avanzado un análisis- aparece efectivamente un perver-
voy a validar", él aceptó, entendió perfectamente. Pero a la hora so Esto es a tener en cuenta .
suena el teléfono y deja un mensaje: "Entendí Sinatra, pero además . Creo que en el otro caso que presenta Miguel Furman es mucho
¿usted no se habrá asustado?". más claro. Por lo menos a mí me despierta menos interrogantes; efec-
tivamente estamos ante un psicótico que tiene algunos rasgos ~e p~r­
HORACIO VOMMARO: Yo creo que el tema de la analizabilidad o ina- versión, pero no es una estructura perversa; creo que es un ps1cotico
nalizabilidad es riesgoso que esté predeterminado, porque sino sería · h cer de eso una cuestión también de causa efecto, creo que un
y, sm a T · h' fecto
partir de un prejuicio. Creo que lo hacemos todos; están las entrevis- neuroléptico como la risperidona, con tres m1 1g~amo~, ~1 IZO e ,
tas preliminares donde efectivamente pueden ser tantas como sean de alguna manera también tiene que ver con el d1agnost1co de estruc-
dt'seables y necesarias, y ahí vamos haciendo un diagnóstico y vien- tura. Yo no creo que al paciente de Ernesto Sinatra, le dieras lo que le J?
~ do la posibilidad o no de entrada en análisis de un paciente. Me pare- dieras, hubiese cambiado su posición. . . -g
~ ce que no es una cosa previa a determinar, porque efectivamente cae- y la otra cosa es lo de proscripta o prescnpta la palabr~. En U:l ~
~ ríamos en una totalidad con la que no estaría de acuerdo. ·
expenenc1 ·a, a veces me llegan pacientes con una cultura
, . ps1coanah-d'f ""
~
> Sobre el paciente que presenta Ernesto Sinatra hay algunas cosas tica de lo que les pasa admirable, pero que en la practica n~ mo I I-
~
0::
~ que me parecen muy interesantes a tener en cuenta. Porque cuando caron nada. Están tal cual empezaron en su momento. Y ah1, una de
>- él señala la falla ética, estaba pensando en la misión: "Salvarme la las cosas, hablando de proscribir o prescribir la palabra, es cuando yo ~
tJ vida..,, "Encarno las fuerzas del mal". De alguna manera, en esa falla, me pongo más en el idioma de la "lleca", es decir, no le hablo_ en mn- ~
z
o lo que se plantea es el encamar las fuerzas del mal, es decir, contra- gún lenguaje psicoanalítico. Me pongo ~ás en hablarle al estilo de ~: ~­
§ pone lo que el paciente dijo de inicio, lo de cumplir una misión, y de . "lleca", porque efectivamente creo que tiene que ver con el g~ce _de v;
~ alsuna manera tu respuesta va a ese punto directo. Ceo que esto es palabra, gente que tiene todo un saber y puede hacer descnpcwne~ ~
w
:1.. una cosa interesante, y qué efectos puede producir esto en esta per- maravillosas y que puede escribir textos sobre_ esto, pero que no esta _
12 sona, aunque sin duda algún efecto puede llegar a tener. involucrada y, efectivamente, no hay un cambiO. 83
GLORIA AKSMAN: Una de las cuestiones que pensaba, una vez más,
y me parece interesante, es qué entendemos por rasgos de perver-
sión, porque me parece que una cuestión es la práctica perversa y La perversión en la época actual
otra cosa es el rasgo de perversión. El rasgo es el que está presente en
el fantasma neurótico, y no necesariamente produce una práctica FABIÁN NAPARSTEK
perversa. Digo, el rasgo siempre es perverso, toma siempre ese sesgo.

ADRIANA LuKA: Por supuesto agradezco a los participantes de la


mesa, realmente un lujo. Ya se dijeron muchas cosas así que diré muy
pocas, por ahí repitiendo algo, como para ir cerrando.
Evidentemente, respecto al caso de Ernesto Sinatra, podríamos
hablar de una estructura perversa con una posición canalla. Porque
lo canalla está. Ahora, pensaba -cuando él te vuelve a llamar y te dice
"se asustó", supuso que ya había llegado con vos hasta provocarte el NÉSTOR YELLATI: Invitamos a Fabián Naparstek por su, trabajo
terror. Cómo va llevando los pasos a la transferencia. Pero cuando l tema de la perversión y él nos va a comentar cuales son
revisé el material veo que dice "lo asusté", es decir, provocó el terror. acerca de .' .
sus ideas al respecto, y luego discutiremos, haremos una conversa-
No tenía el partenaire con el que podía seguir, porque ahí dijiste basta. . , sobre eso. En segundo lugar, Luis Salamone, que es otro de los
En el caso de Miguel Furman. Estamos todos de acuerdo en que aon sables del Departamento de Toxtcomamas. , y Al co h o1'Ismo y
respo n , . .
es una psicosis, y con respecto a este punto de los rasgos o como los · mbro de la EOL, va a traer un caso chruco que es precisamente
llamemos. Tal como es el título que salió en la orientación lacaniana: mie de está en juego la cuestión diagnóstica, la cuestión de la perver-
Perversidades, como una cosa más general que tenemos que ir situan- d on · t
. , y también el de la psicopatía, que es un tema que estuvimos ra-
do, si se trata de un fantasma, que como todo fantasma es perverso, swn p b",
bajando este año. Le doy la palabra entonces a a tan.
si es un rasgo o si es una estructura. Realmente es el trabajo de este
año. Y por supuesto, cuando el Dr. Vommaro hablaba de la psicopa- Buenas noches, en primer lugar quiero agradecer la invitación a un
tía y lo juntó con la perversión, esta relación psicopatía-perversión, trabajo entre departamento~, esper~mos, recién decía en ci:üste~ que no
¿se trata de una posición? El caso de Emesto es claro en el punto que na reunión de consorciO, que siempre son muy aburndas, a veces
está la estructura y está la posición. Lacan la llamará canalla. ~au d" ·
se discute fuerte pero no son los temas interesantes a Iscutir; y por
otra esperamos que tenga continuidad; segura~ente tendremos opor-
MARY PIRRONE: Simplemente, ¿puede haber una estructura no per- h ·dad nosotros también de invitarlos a participar en el TYA.
versa con una práctica perversa? -estructura psicótica con una prác- truRespecto del tema de la repercusión en la actualidad del tema lo J!
tica perversa- y, ¿cómo puede haber una estructura perversa, inclu- he trabajado fundamentalmente respecto. de la cuestión del padre en -g
so sin práctica perversa? Después surgió esto de la posición maso- · 'n con el Congreso de Roma ' y revisando las notas creo haber-
re lac10 , ~
quista de este paciente, pero podría no tenerla, porque ya, de todos le dado una vuelta a la cuestión, ya que en su momento n? hab1a cap- :D
modos, por lo que apareció en la puesta en forma en la transferencia, tado un cambio que hace Miller mismo al respecto, de cual es el lugar J>
no cabía duda que era una estmctura perversa. Esto de "cada cual que tiene la perversión. . .
con su misión". Pero me parecía interesante esta cuestión, es decir Miller escribe por primera vez en El Otro que no exzste y ~u~ comz- ~
-retomando- estructura y práctica, esta cuestión del rasgo' me parece tés de ética, en 1996, algo respecto del lugar del objeto, en la pagma 82, 8
que introduce complicaciones, porque cuántas veces vemos prácticas d 0 nde se refiere a la prevalencia del a sobre el ideal, leyendo de esa ~
perversas en estructuras psicóticas. nera esa frase de Lacan que a partir de Miller se hace bastante ;::·
:~ocida: "el objeto a en el cenit de la civilización", re~erida a .la ~
manera en que él lee la caída de los ideales y la prevalencia del obJe- N
toa. 85
A dos años de haber trabajado este seminario con Eric Laurent,
escribe en El hueso de un análisis respecto de los términos femenino y Lacan da a los psiquiatras que se llama "Pequeño discurso a los
masculino, diciendo que uno de los problemas para el campo feme- qu_e · tras" , en donde retoma
ps1qma . esta cuestión
. de una manera muy pre-
nino es la caída del amor, y cómo ciertas mujeres se ubican del lado cisa con varios puntos de Importancia. .,
masculino, de alguna manera fetichizando a los hombres, y en este Es muy interesante cómo reto~a el tema d: la comprenswn res-
caso en vez de plantear la promoción del objeto a propone la promo- pecot de Jaspers y lo critica; antenormente
.
hab1a puesto el acento en
, 1 , f ·
ción del fantasma. Textualmente: "La desvalorización del amor, la la cuestión imaginaria de la comprensión, pero aca e pone en as1s en
p1omoción del fantasma y esos fenómenos están principalmente la relación con el objeto a. Es muy interesante como _hay algo de la
situados del lado masculino". rensión que está sostenido en el plus de goce, hgando la com-
comP ·, "P -
Entonces sería necesario que las mujeres despertasen, despertasen rensión a la segregación como una forma de segreg~cwn. equeno
de la buena manera,que no sería la misma manera que la de los hom- ~iscurso a los psiquiatras" es de 1968, no está publicada, la traduc-
bres: . ción que existe es muy mala, y la cita apunta a pensar la locura, la
- la mujer es llevada a hacerse fetichizar en la relación de pareja, psicosis, en relación, por un lado, con el Otro, y por el otro, con el
es llevada a sintomatizarse, se ve forzada a velarse, a erunascararse y
a acentuar su semblante. Mientras que ella hace de su pareja un A
barrado, comporta igualmente que de su goce ella nada sepa.
1 objeto a. . · · d· ·,
Era una lógica muy precisa en la que v_uelve_ as~ vieJa 1:r: 1cacwn
de que loco es el hombre libre, una espeae de_ uo_rna _lacam~na P.C:r-
- que el hombre por un lado fetichiza a la mujer al precio de eclip- 1 locura había sido en la historia de la ps1qmatna la ahneacwn
que a l"b d .
sarse en su fantasma, un hombre sabe mucho más de su goce que una mental, y él viene a decir que el lo~o ~s el_ hombre 1 re, es eCir que
mujer, él sabe mucho más sobre los detalles que condicionan su goce hay allí una ironía hacia toda la ps1qmatna. . .
pero evidentemente eso es mucho menos interesante. Lo justifica de la siguiente manera: el loco es el que tiene el obJe-
- Cuando está diciendo esto se está refiriendo principalmente a la t en su bolsillo y por eso no le reclama el objeto a al Otro, t1ue es lo
relación fantasmática de un sujeto en relación con el objeto a. Lo que q~1: hace el neurótico. Plantea que como el loco tiene e.l objeto a en su
:Miller allí indica entonces es que cuando el hombre ubica a la mujer bolsillo -da el ejemplo de las voces- entonces no p;eClsa del Ot~o, es
en el lugar del objeto a dice "es aburrido", porque es repetitivo, pero libre respecto del Otro, pero al mismo tiempo ~sta tot~lmente mva-
finalmente el hombre está totalmente orientado sobre qué quiere res- dido por esos objetos a. Uno diría que no hay SUJeto mas tomado po:
pecto del otro sexo, a tal punto que, cuando lo consigue, tenemos la los fenómenos de la palabra que el psicótico, sin embargo lo que esta
imagen cinematográfica de tocar el botón y que la mujer se vaya de diciendo es que tiene libertad respecto del Otro, P?r ~o t~~er que
la cama porque se consiguió todo. No es más que una forma perver- rec1amar1e ese o b J·eto, e inmediatamente que da esta md1cac10n
. . sobre
.,
sa de enfrentar la relación de los sexos, porque el fantasma no des- · · h a bl a de la época · En la época
l a psicosis, , de la uruversahzacwn,f
cribe más que una forma perversa; es todo un momento de Miller en . , os, global1"zación' cuanto mas se somete a. las trans
ah ora d 1nam . . or-
el t]Ue pone las cosas en términos de una revalorización o mejor, un maciones de la ciencia, más domina todo en nuestra v1da cobd1an~,
"'
w énJasis en el fantasma. hasta la incidencia de nuestros objetos a. Si hay uno de los frutos mas :;;
~ Sin embargo, tiempo después, fundamentalme~te en Comanda- tangibles que ahora se puedan tocar tod.os los días, lo que deviene de ~
"' tulla, cuando retoma la misma indicación de Lacan habla allí de los los progresos de la ciencia es que los ob¡etos a se meten en todas _rar- ~
"'
~ desorientados. Es interesante porque en este caso tenemos la orienta- tes, aislados, solos y siempre listos a so_rpren?ernos en el pnmer ;
~ ción total, la orientación por lo masculino y en cambio en encuent r O. Solo ha bo-o alusión aouí
·1 a la existenCia de lo que se llama
· h

>- Comandatuba retoma la misma indicación de Lacan que es el objeto los mass-media, a saber esas miradas errantes y esas voces capnc o- -<
::G
z a al cenit de la civilización para hablar de los desorientados. Miller sas por las cuales están destinados ~uy_naturalmente a estar rod~a- ~
o hatla de la ruptura de la familia, de los lazos familiares, pareja, etc., dos cada vez más. Es el sujeto de la CienCia el cual se ~ete por lo~ OJOS ~
§ y ooma como tema a los desbrujulados, que más bien hay que pensar y por las orejas, y es interesante porque compara al SUJeto .de la epoca :;.
¡;; como desorientados, y allí no lo cita a Lacan pero hay una indicación · 't.1c0 en tanto nos meten el objeto a en el bolsillo.
con e 1 ps1co . Pero el1 •"'
r muy precisa y sobre la cual me quiero detener. to l}Ue me interesa subrayar es que no se trata del obJeto a en e "'
l6 Es posterior a la "Proposición del 9 de octubre", y es una charla f~asma , cuando él dice "aislado y sol~", más bien 1? q~e mues~ra N
es la desorientación de la época, esos objetos a no estan hgados sm- 87
respuesta lacaniana a este problema de la época es cómo ligar el padre
gular_m:r:te en una fórmula en el fantasma. Es lo que muestra el suje- ya no con el ideal sino con el padre y el objeto a, haciendo de esa liga-
to psicohco, que ese objeto a que invade no tiene las características zón algo singular, porque la idea de Lacan es que el padre de la per-
del ~bjeto a en el f~ntasma, en otros términos, no hace perversión, tira versión es lo que lleva al padre síntoma, lo que liga al padre con el
abaJO .a la perversión. A los desorientados hay que entenderlos como goce, porque si hubo cierta tensión en la fundamentación del lugar del
des?nen_tados. sexuales, más allá de pensar que quizás la época ten- padre a lo largo de la enseñanza de Lacan es que el padre iba por un
dena mas hacia la perversión, porque la gente se libera más hacia la
perversión, pero esa liberación de la sexualidad no ha llevado a
fomenta~ el fantasma como formas únicas y repetitivas del goce
sexual, smo que ha llevado a jóvenes que están totalmente desorien-
tados respecto de la sexualidad.
l
t
lado y el goce iba por el otro, y por supuesto tenemos en el comienzo
antecedentes como el protopadre. El protopadre es donde se ligaban
el goce y el padre, porque para hablar del padre había que suponerlo
muerto y una vez que está muerto, tenemos lo vivo del padre que es
lo que quedó en ese momento, versión que vivifica al padre y busca
En su momento he presentado alguna viñeta clínica donde se vis-
lumbraba esta cuestión, pero es de la clínica de todos los días se tra-
taba de un joven que lo decía de esta manera: "Yo en la sex~alidad ! un rasgo singular del padre para situar lo singular del sujeto. Para mi
gusto esta es una respuesta de Lacan al problema de la época, y uno
puede tomarlo como una respuesta a su propia formulación, a su pro-

l
parto de cero", es decir, q~e no tenía ninguna orientación. El ejemplo pia pregunta sobre cómo ligar al padre con el goce, que el padre y el
que me gusta dar es_ que_ SI voy. a comprar un zapato sé cual es el que goce no sean el agua y el aceite que nunca terminaban de mezclarse,
me gusta: pero no se cual es mi horma. Es interesante el ejemplo que que el goce siempre estaba por un lado y el padre siempre como per-
da el pa~1ente, por~ue es la horma perversa y entonces esto tenía con- turbador del goce; había que ubicarlo del lado ideal, por lo que el goce
secuencias en su vida porque entonces tenía que salir a probar y bus- siempre era clandestino respecto del padre, es decir, por fuera del
~ar travestís, relaciones heterosexuales, homosexuales, etc. Casi a la padre, etc. Hay una respuesta en Lacan, hacer de eso un síntoma y
mve~sa del.fantasma qu~ Freud llama fetichista, porque Lacan decía poder ligarlos de una manera muy particular, pero a la vez es una res-
que la muJer es un sueno del hombre", algunas van y otras no van, puesta de la época, es decir que frente a una época que intenta quitar
aquellas que hacen consonancia con el inconsciente del hombre. la singularidad del goce de cada qui~n!__ el psicoanálisis empuja en el
, Y~ utilizaba otro ejemplo, el del príncipe y la cenicienta, donde el tratamiento a que encuentre allí algo de lo singular de su goce á par-
pnnCipe que va c~n el zapato buscando la mujer que encaje en esa tlr·ae la perversión. En ese sentido el psicoanálisis va en contra de la
horma, un buen eJemplo para ubicar la condición fetichista de los época, porque si la época empuja por fuera de la perversión, el psico-
hombres. Si hubiera sido un verdadero fetichista se hubiese quedado análisis empuja hacia esa perversión, r:tg_co!_Ilo era entendida antigua-
con el zapato y no saldría a buscar a nadie, ya que la idea de Freud mente no es que empuja al fetichismo, empuja a la perversión que
es qu~ el v:;dadero fetichista se queda con el zapato en la mano, en implica la ligazón del padre con el objeto a
cambio saho a buscar una mujer que encaje y es la posición por exce- No es que empuja a la repetición universal de las perversiones
lenci~ masculina, se ve lo orientado que está ese hombre, donde es que es siempre lo mismo, lo aburrido que destaca Miller en El hueso -o
V\
tan Sim~le como hacer encaj~r a ~na mujer en ese zapato y si encaja, de un análisis cuando dice el hombre sabe lo que quiere perfectamen- .o
e.s la muJer adecuada. Despues viene el amor para encubrir eso, pero te pero eso no tiene nada de divertido, Bien, es mi idea del asunto, ~
finalmente lo que muestra el psicoanálisis es que eso está determina- que en la época actual hay una caída de la perversión entendida en ;l
do por esa horma de ese zapato, y lo interesante de lo que decía este los términos del fantasma perverso, y eso deja más bien a los sujetos l>
muc.hacho er~ que le faltaba la horma, "no sé cuánto calzo", y en ese totalmente desorientados respecto de la sexualidad, aunque por -<
sentido, es 1~ epoca la que promociona la caída de la perversión. A mi supuesto de muchas otras cosas en la vida. ~
gusto esto. be.ne una explicación muy precisa, y es que el mercado n
o
ac:ual ca~Itahs~a no va de l.a mano con la perversión, porque el feti- )>
z
chi.sta qmere Siempre el m1smo zapato viejo y sucio, y el mercado l>·
r-
qmere vendernos un zapato nuevo cada vez. V\
V\

Bueno, un último paso sobre esta cuestión es tratar de articular el


padre con el objeto a, y esta no es más que la forma en que piensa 89
Lacan al padre como perversión, la versión del padre. Es decir que la

1
Conversación GLORIA AKSMAN: Va en el mismo sentido, me parece que se trata
de una dignificación del fantasma. Serían varias cosas a plantear: una
NÉSTOR YELLATI: Me parece que tenemos tiempo para conversar es qué entendemos por fin de análisis, y justament~ cuando se habla
un poco al respecto. Es interesante porque estaba pensando que de la travesía del fantasma no se trata de que los SUJetos queden suel-
desde la perspectiva del Departamento de Psiquiatría y Psicoanálisis tos como objetos a estallados en el mundo, sino que en esa travesía
el tema de la perversión surgió en tanto diagnóstico como una pre- de lo lJUe se trata es de esta posición fantasmática, por eso digo es ele-
gunta acerca de cuándo utilizamos el término perversión. Inclusive var al fantasma a la dignidad de la perversión, es decir, una cosa es
está el hecho que me llama la atención de que no es demasiado fre- más allá del fantasma respecto a la dimensión de engaño del fantas-
cuentemente usado como tal, sin embargo tiene una caracterización ma, y otra cosa es esta posición en la cual se trata de la perversión en
muy precisa, por lo menos en el Lacan de la primera época. En el esta ligazón del padre, al rasgo que ya no implica un rasgo pletórico
mismo curso que citaste, El Otro que no existe y sus comités de ética, de sentido sino que cada vez implica la dignidad del fantasma.
Miller dice que para el psicoanálisis de la época de Freud el paradig-
ma era la neurosis obsesiva, el psicoanálisis en torno al paradigma de FABIÁN NAPARSTEK: El psicoanálisis tiene un lugar central en todo
la neurosis, y que hoy vivimos los tiempos de la perversión. Es--desde esto. Pensaba en el DSM, cuando se arma toda la disputa por el tema
ahí que tomamos nuestro punto de partida, así como también la ten- 1 de la homosexualidad, si iba a entrar o no en el DSM y si se puede lla-
dencia a la desaparición del término mismo de perversión fuera de lo l_ mar así, la corporación homosexual puede salir del lado de la perver-
t
que es nuestro campo, porque tanto en el campo de la psiquiatría f sión. El argumento que utiliza es un argumento freudiano, es poder
-que es la que está en vigencia, la del DSM-, no figura el término per- separar la homosexualidad de la perversión para la época, y en esto el
versión, y las teorías más actuales respecto de la sexualidad, también psicoanálisis es determinante, los homosexuales no son enfermos.
hacen desaparecer el término perversión y nosotros de alguna mane- Respecto de lo que plantean Miguel Furman y después Gloria
ra lo sostenemos. Me parece que es interesante lo que dijiste de carac- Aksman, tomando la perversión en el sentido freudiano, uno tendería
terizar a la época actual como una época que tira abajo la perversión, a pensar que liberar la sexualidad sería mostrar lo que la neurosis no
y entiendo que la manifestación clínica de eso es que precisamente muestra. Sin embargo lo que se produce es un efecto de ruptura del
los sujetos llegan desorientados respecto de la sexualidad, y sin esa sujeto al objeto en el fantasma, y ésta es la consecuencia que hoy tene-
certeza que se espera de la posición perversa, pero de la perversión mos y es lo que de alguna manera acerca la época a la locura en el sen-
en sentido amplio, respecto de la certeza que el sujeto puede tener en tido fuerte del término. Se piensa la época como si fuéramos hombres
relación a su goce, cómo lo localiza bajo la forma del rasgo de per- libres porque el Otro no existe, es puro semblante, que es lo que le
versión, en ese punto precisamente lo que se advierte es lo contrario pasa a la psicosis, que el objeto a invade por ~odos lados, .sigue la
de lo que se podría esperar de una época en la que pulularía la per- misma lógica de la psicosis. Es la ruptura del SUJeto con el obJeto por-
versión. que allí está la consistencia del Otro para el neurótico, la consistencia
del Otro está articulada en el fantasma, la ligazón fuerte que hay del J!
MIGUEL FURMAN: Quería preguntarte porqué planteás la caída de objeto y el sujeto, y entendemos en el psicoanálisis el fantasma per- ~
la perversión, o sea la perversión como la solución en la que el sínto- verso en las perversiones, como manera alienante por cierto, pero a la ~
ma sería perverso. Me parece que tal vez habría que precisar un poco vez que orienta. :>J

si no se trata de la caída del fantasma perverso, en el sentido de la Estoy destacando el aspecto de solución fundamentalme~te res- l>

pulsión, el fantasma perverso como una forma de procesar el objeto pecto de la relación entre los sexos, la respuesta por excelencia en la -<
a, y de esa manera al caer el fantasma perverso aparece el objeto a, sin época victoriana, de que es un sexo y que es el otro. sexo, o cómo se ~
la relación que establece el rombo del fantasma. El riesgo es que se relacionan los sexos como respuesta por excelenaa del fantasma. 8
eleve a la perversión a la dignidad de algo un poco particular como Vivimos en una época donde esa respuesta ha caído, lo que no quie- l;;
sol1ilción, y entiendo que lo que tratás de marcar es la caída de la fan- re decir que todo el mundo vaya siX: fantasma por la vida, pero me :·
tasmática en general, entonces eso lleva al objeto a al cenit de la civi- parece que tenemos que estar advertidos de esto. A veces todo el tra- v;
- lizarión, al objeto a en su multiplicación. tamiento no es más que tratar de establecer una orientación para un N
individuo, es lo que pasa en la clínica habitualmente. Entiendo que 91
esta respuesta lacaniana del padre de la perversión tiene claras con-
notaciones para pensar el fin de análisis en un análisis puro, pero a
mi gusto es una herramienta fundamental en el psicoanálisis aplica- 1 Tratamiento de un toxicómano
do también. Una vez que caen los ideales de ninguna manera se trata
de volver al viejo padre del ideal. En el TYA le hemos dado muchas LUIS 5ALAMONE
vueltas a este asunto de cómo interviene el padre de la perversión en
la cura de un toxicómano. La otra vertiente que tiene esto, es que la
relación del a con el padre que supone una limitación del goce, la
cuestión del padre del aperitivo, Lacan muestra muy claramente que
se trata de un goce muy bien limitado versus la expansión, de la inva-
sión de goce por todos lados, y esa es una herramienta central para
el psicoanálisis aplicado.
La locura de esta época sin juicio, que ha perdido el juicio, pasa-
mos del juicio al perjuicio y los prejuicios como esa orientación que Vamos a presentar a alguien que se llama Roberto, es un caso que
efectivamente tenia antes en relación al ideal, antes cuando se decía hemos discutido en el departamento de TYA (Toxicomanía y
asocie libremente, deje de lado los prejuicios, los psicoanálisis juicios Alcholismo). Roberto pone sobre el tapete uno de los principales obs-
sostenidos por el padre, juicios que venían desde el pasado en rela- táculos clínicos que solemos encontrar en casos de sujetos que con-
ción al lugar del padre. Se produce un pasaje de esa época a esta en sumen drogas, la dificultad diagnóstica. El consumo de cocaína,
donde este prejuicio cambió y de lo que se trata es de probar cada como suele ocurrir, hace que presente un cuadro con cierta fenome-
vez, y que cada prueba no esté sometida por un juicio en cuanto a nología paranoica. Se queda horas pegado a la cerradura de una
una cierta posición. puerta, manifiesta celos delirantes, rasgos de perversión que son una
Probar todo, en este probar todo hay algo de la no responsabili- constante de su vida sexual.
dad nosotros hacemos responsables al sujeto de ese modo particular Roberto será consecuente en revelar las múltiples funciones que
de goce del probar todo, es un punto delicado, entre aceptar todo y cumple el tóxico; en principio dice que consume como un acto de
ver como orientar sin descuidar la cuestión de que hay una respon- rebeldía y para olvidar las presiones. Lucha contra el sida, contagió a
sabilidad del sujeto en este probar todo, donde a todo se le da el su ex mujer con la cual tiene dos hijas y afirma que por un lado sigue
mismo valor y no se detiene en algo para hacer una pregunta. escn1pulosamente el tratamiento, pero por otro se "mata". Liga el
1 consumo a lo sexual, y en relación con ambas cosas se coloca como
t "desenfrenado", significante que representa su manera de manejarse
en el mundo sin poder parar ... del paraíso al infierno de la droga. -o
Antes lograba liberarlo de la culpa, ahora se siente muy culpable; ~
luego de tomar no puede tapar el dolor, afirma que con la droga bus- ~
caba el delirio, desengancharse de la realidad. ;ri
Por otra parte no soporta el hecho de estar solo sin droga, es J>
decir, esta le permite realizar ese impasse sobre el Otro que resulta -<
característico en el consumo de sustancias. Luego de consumir tenía ~
un hábito, salir a manejar. El significante "desenfrenado" cobraba su 8
accionar, podía ir y volver a Mar del Plata sin parar, podía llegar a ?;:;
estar hasta 12 horas del día manejando a toda velocidad. Recorto otro ~·
significante que lo acompaña en su vida, "acelere", acelere que marca ~
su relación con el trabajo, con las mujeres, con las drogas. Plantea que N
comienza a sentirse culpable por primera vez, afirma que vivía "de 93
_____ -· '1~"-~' .... a.yv ell 1a rrampa, lo suyo fue cam-
empieza a soñar que consume, incluso en un sueño quiere consumir
biar las m~jeres~ por la droga matando el aburrimiento, pero comete y se le acaba, se despierta desesperado, luego sueña que c~nsume Y
un fallido y dice "matando el aburrido". Se interrumpe la entrevista se siente mal, y en otro "pega un saque": dice que no se qu1ere poner
subrayando lo que es una sanción del inconsciente. mal y lo tira al inodoro. Son todos sueños que nos muestran la rela-
Antes de atenderlo a él había venido un chico que había armado ción con el objeto droga en una secuencia que se observa a lo largo
un barquito con una nuez y había puesto en la vela una calavera, y del análisis: primero consume, luego se le acaba y se desespera, des-
me había pedido probarlo en el baño, dejándolo ahí. El paciente me pués se siente mal. La droga no le alcanza para eliminar su malestar.
pide permiso para ir al baño y encuentra ese dibujo infantil de una Decide tirarla al inodoro mostrando una separación del objeto al cual
calavera recostada en un barquito y sale del baño aterrado, diciendo se había referido en varias oportunidades haciendo alusión a la ~~t.e­
que esa visión lo pone en relación con la muerte y que eso lo angus- ria fecal, y el goce anal no tardará en ponerse en juego en el anahs1s,
tia terriblemente. la ansiedad es canalizada por la masturbación, y afirma que la ~erca
El ser acelerado se vinculará al evadirse, a no enfrentar las cosas viene disfrazada de mujer pero comienza a hablar de sus relacwnes
escapando a toda velocidad con el riesgo de matarse. La droga al con los hombres, se refiere a la infancia, a un homosexual que le dab~
igual que las mujeres le hacían perder la cabeza, y jugaba con las cigarrillos si accedía a dejarse tirar la goma y a que en una oportuni-
mujeres como con la muerte. Julieta, su actual pareja, le puso un lími-
dad lo penetrara. .
:e, es quien lo mandó a que se analice, y así el acelere encuentra otro Más tarde trabajó en un boliche gay, luego surge el exsocw con el
.rínculo, el miedo a morirse, salir a matarse. La droga también es pen- que tiene una relación que define como dependiente durante cuatro
;ada como si se tratara de algo normalizador, tapa el agobio, le per- años y que no tardará en revelarse como homosexual. No se perd~na
nite disfrutar de una fantasía, ahora siente que no vale la pena estar un acto de zoofilia con una yegua antes de debutar con una muJer,
~olgado, en su vida se ha boicoteado y no se refiere solo al consumo,
pero lo que le molestó fue vender la droga, ayudaba a "equili?rar esa
ra que tiene un juicio penal por estafa al que se le suma uno .por porquería", tapaba esa resp~z;sabilidad que no podía asumu, cosas
Lañas por un accidente automovilístico, por lo cual puede termmar sin resolver como su separacron.
n la cárcel y se pregunta qué culpa está pagando. El padre cobra importancia en su discurso, habla de un dw;lo que
Una primera respuesta es el haber contagiado a su ex mujer, el le quedaba por realizar, recuerda que empezó bebiendo de mas, des-
ccidente automovilístico que él provoca yendo de contramano y pués pasó a la droga quizás para diferenciarse, pero ya ~o encuentra
1ego del cual modifica la posición del auto, antes de que llegue la diferencia con su padre, lamentándose de haberlo rebaJado co~o lo
olicía. El sujeto estuvo un tiempo bastante largo en el hospital, vuel- hizo. El tema de su madre no lo tenía resuelto, y allí sitúa su mma-
e a cvnsumir, y ante la presión de su pareja que concurría a un durez; los días que pasa sin consumir son muchos p~ro vuel;,e a
rupo de familiares de alcohólicos, va a Alcohólicos Anónimos prác- hacerlo cada tanto. La droga le permite "sentir dolor sm dolor , el
camente todos los días a dos grupos diferentes, y le sirve. significante que insiste ahora es "irritado", algo no encaja Y no sabe -a
La debilidad cobra el estatuto de un significante mostrando una de qué se trata. "'
'.entificación al padre, trabajada en relación con las mujeres, con las Su posición con respecto a la castración cambia, tien~ los celos q~e -g
~ogas, con el meterse en problemas, con el sentirse impotente. Se tenía cuando se drogaba pero sin drogas, tiene desconfianza, relac10- ::;
~nte enganchado con la debilidad al no tener patrones, valores, nándola con un recuerdo infantil. ;
mte que le faltó la imagen de un hombre, es uno de estos deso- Una vecina hermosa que tenía un marido enfermero, al. volver a
~ntados que comentaba Fabián. Se corrige, su padre era débil para casa lo encuentra con otro. La desconfianza comienza a vmcularse -<
n su madre, era alcohólico. Una vez su madre le había puesto un con el no ser querido, con el rechazo de su madre, la falta de apoyo, ~
nite pero tenía una tendencia a la autodestrucción. finalmente con su accionar, busca la mentira en el otro porque no ~
Empieza a tener problemas en A.A., no lo aceptan por no ser alco- soporta la mentira en él, paga una vez más por su culpa, toma Y se ~
,lico, J esto lo ata más al grupo, ocupa el lugar que dice ocupar en siente culpable. .
r
VI
familia, el de la oveja negra. Al dejar de drogarse dice "me canee- Dice haberse dado cuenta que en su fantasía busca a la muJer. Esta VI

con la maquinaria infernal de la vida", y se suceden sueños en los búsqueda es un significante que nombra a la mujer. Roberto b~scaba N
e la droga empieza a jugar un papel; cuando consume drogas donde no podía encontrar, en el fantaseo provocado por la cocama no 95

........... --------------~
l.
Conversación
podía hacer nada, se da cuenta que últimamente toma cada vez que
habla con su madre. Le produce algo negativo, pero el problema es
su voz, no lo que dice. El objeto pulsional irrumpe en una voz que lo NÉSTOR YELLATI: Bien, es un caso muy interesante porque trata la
empuja al goce, se empieza a cuidar, está dispuesto a presentar bata- problemática de la toxicomanía, pero además hay episodios que
lla, Alcohólicos Anónimos por primera vez deja de resultarle tan podríamos llan"lar perversos, desde lo homosexual en la infancia al
importante, ya no se trata de "cambiar una armadura por otra". acto de zoofilia que parece que no se perdona.
Lo que le molestó fue venderse, o sea que fue taxiboJ¡ lo que no
Decide dejar el tratamiento luego de varios meses sin consumir y
pasar varias crisis económicas motivadas por los juicios. aparece relatado es que también t~nía prácticas swingers, y si bien no
Vuelve cinco años después a consultar a la persona que me lo es lo que está resaltado en el trabaJO desde la perspectiva de los temas
derivó que también es miembro del TYA, con la cual tiene dos o tres que vamos vien~o en el curs_o del año en el departamento, hay un
entrevistas, donde simplemente manifiesta querer hacer un trata- aspecto que a m1 ~e. parece mteresa~te y es ~u e además estafa. Es
decir, se refiere a s1 m1smo como algmen que v1ve de trampa, vive de
miento pero finalmente desiste porque tiene un ataque cardíaco,
trampa y la estafa también lo lleva al riesgo de ir a la cárcel, y eso no
según dice motivado por los remedios que tuvo que tomar para el
HIV.
Sigue sin drogarse pero ahora su adicción primordial es mastur-
1t necesariamente tiene que estar vinculado con la toxicomanía pero
está referido a la cuestión de la psicopatía y de la perversión.
!
barse. Manifiesta la intención de hacer un tratamiento, pero a pesar i ADRIANA LUKA: Quería tomar del caso la cuestión de los rasgos de
de que compra unas propiedades dice no poder afrontarlo.
perversión que aquí trabajamos bastante en los módulos de investi-
gación, y es uno de los ternas que nos preocupan, la cuestión entre la
estructura, el rasgo y lo que se refiere al fantasma que, como todo
fantasma es perverso, y tratar de ver las diferencias.
Coincido también con Yellati, aunque sea un término que no usa-
mos habitualmente, en la psicopatía, la cuestión de la estafa y la falta
de responsabilidad, porque en el accidente pretende ocultar su cul-
pabilidad. Tampoco se hace cargo de sus hijas siendo la respuesta
que las hijas no se interesan en él.
Podríamos decir que entre actos delictivos y estafas está buscan-
do un castigo que finalmente no llega, aunque lo que sí le llega es el
pago que tiene que hacer. Se va quedando sin plata por tener que
pagar aunque finalmente decide no pagar las sesiones.
-o
VI

INTERVENCióN: Articulando lo que sería la perversión con el dis- .o


curso del capitalista, pensé en qué es lo que cambia en relación al ~
discurso del amo. Lo que se escucha es que lo que está en primer ~
lugar es el goce que intenta vender, la publicidad, como si fuera el ~
sujeto en primer lugar. Pero para mí a lo que apunta en relación con -<
el discurso del capitalista, cuando Lacan invierte la barra de la 0;
represión y el significante amo abajo y pone el sujeto por sobre la 8
barra de la represión donde supuestamente no hay un padre. ~
Muchas veces pensamos que el discurso capitalista está caracteriza- f:.·
do por no haber un padre, y lo que me parece es que vela otro tipo :;;
de relación, que el padre aparece debajo de la barra de la represión rv
no como el padre de la prohibición del ideal, ese padre prohibidor 97
por ejemplo que aparece en Freud, sino el padre mucho más del que esa culpa también tiene que ver con su responsabilidad.
lado del superyó. ~eguramente también con su relación con la sexualida~, porque él
· e un tratamiento de HIV y no le pagaba el tratamiento a la ex
INTERVENOÓN: Me interesaba saber qué pasa con el sida y su tra- sigu
mujer que él mismo hab1a , contag1ado,
· y con 1a cua1 tema' d os h"1¡as.
·
tamiento, porque no parece por sus recursos económicos un hombre Entonces ahí vemos cómo aparece eso, y con respecto a lo que plan-
que vaya al hospital Muñiz; además cuando decís que deja de dro- teaba Gloria Aksman, más allá del tema de las drogas.
garse y se masturba, Lacan dice que en la masturbación hay un De todas maneras me parece que ha habido cierto cambio en la
divorcio con el hace-pipí. relación que este sujeto tiene con el goce, porque se co~tacta con la
Y Freud por otro lado habla de matrimonio, que el alcohólico está muerte, con la culpa, caen significantes que son bastante rmportantes
casado con la botella. Me llamó la atención que este hombre empe- para él y en ese sentido yo diría que en un punto puede frenar aun-
zara a masturbarse, como si empezara a haber allí un goce fálico. que un poco tarde.
Una de las cosas que comentábamos antes de empezar con
INTERVENOÓN: Mi pregunta es respecto de lo que el psicoanálisis Néstor, es que lo que suele suceder es que los sujetos que consumen
ha tocado en este paciente. Es decir quisiera que desplegaras un poco empiezan a cruzar barreras por más que sean sujetos neuróticos que
más si considerás que el dejar la droga tiene que ver con algo que el sin droga no hubieran cruzado nunc~. Pero una ~-ez que_ la c:u~aron
psicoanálisis ha tocado en ese sentido. tienen una relación que nos hace vacilar en relacwn al diagnostico.
Yo le comentaba que este caso sería uno de los inclasificables, pero
Lurs SALAMONE: Me parece que hay que deslindar algunas cues- cuando lo presenté hace unos años en el TYA tuvimos todos los diag-
tiones. Una cosa es el fantasma perverso que Lacan describe muy nósticos posibles de diferentes personas que para mí todos son refe-
bien como el fantasma fetichista, el fantasma perverso, y otra cosa es rentes en relación a estas cuestiones.
la estructura perversa Es verdad lo que plantea Fabíán, el fetichismo es un ~aradigma
Fabián Naparstek antes hablaba de la estructura y de cómo la freudiano de la perversión, y yo preguntaba por el paradigma laca-
época desarticula esa posibilidad de localización del goce en el fan- ruano que sería el masoquismo, dado que este caso aparece como
tasma, pero no creo que desarticule la perversión, todo lo contrario, ofreciendo su goce al Otro.
yo pienso que fomenta el fantasma perverso. A diferencia de la
estructura perversa lo fomenta simplemente. Si abrimos Internet un NÉSTOR YELLATI: Como a mí me llegó el trabajo antes, tengo algún
minuto, hasta se declara públicamente "vaya y goce perversamente", elemento más dado que Luis resumió la segunda etapa porque el
vaya al swinger, a la homosexualidad, al travestismo paciente no le llega a él. Pero a mí me parece de lo_ más interesan:e lo
La otra cuestión es lo que decía Adriana Luka, la referencia de que sucede cuando tiene el infarto, porque noto como toda la pnme-
Freud a los que delinquen por sentimiento de culpabilidad. Para mí, ra parte hay tantos argumentos por parte de él en. torno ~ la función
tiene mucho <.JUe ver con el caso, ya que él dijo varias veces que se que cumple el tóxico, donde uno no sabe muy bien cuar:to hay de J!
escapaba de la realidad, no se anclaba en nada, se drogaba para esca- discurso yoico y dónde aparece un poco la verdad del su¡eto, y ver- .g
parse. Tengo como trasfondo una secuencia que es la segunda parte daderamente me resultaba un poco complejo hacer distinciones al ~
de la pregunta, es el período homosexual, todo un período de esca- respecto; en cambio, la segunda etapa me parece que es bastante ~
parse con la droga, con el auto, con }a estafa, buscando sanciones del reveladora, su segunda consulta. .
Otro de la ley e ir preso. Voy a tomar una sola cosa de la ~ri~era parte ~uando ~Ice que de -<
Voy a intentar tomar todas las preguntas. Algo que hace un tiem- lo que se trata es de matar el aburnm1ento, y ah1 se_ desl_Iza un falh- ~
po trabajó Mauricio Tarrab sobre unas conferencias de Miller que se do, y dice: "matando el aburrido", m~ parece que smtetiza bast~nte ~
llaman "Patologías de la ética", precisamente lo que este sujeto mues- bien su posición. El infarto lo angustia enormemente porque tiene z
tra es eso, una falta absoluta de responsabilidad, esto es lo que les que empezar a moverse con mucho cuidado, tiene miedo de sus :
puedo contestar desde lo que planteaba ya Adriana, y también una dolores de pecho y que se le reitere y dice "me aburro". Lo único que VI

culpa muy fuerte que también es una patología de la responsabilidad. le interesa es hacer plata, y en eso le fue muy bien, pero ahora lo que N
Una de las cuestiones que el argumenta es que se escapa de esto, le falta es el vértigo de la noche. 99
Es interesante mencionar que Lacan cita a Sartre en su texto El ser tración lo que le falta al Otro, el sujeto perverso vela; por decir así,
y la nada donde se refiere a la mirada, pero no se trata de la mirada por la vía del fetiche el S (At esto es la castración en el <?tro.
como objeto a, tal corno se va a desarrollar en los seminarios La angus- Uno de los ejemplos que Freud trata en el texto rnencwnado, es el
tia o Los cuatro conceptos ... , es la mirada en tanto que algo signifique al del caso de un sujeto que tenía corno fetiche el brillo de la nariz, les
sujeto que algún otro puede estar allí mirándolo; esta cuestión es recí- recuerdo que en alemán brillo sobre la nariz se dice: glanze auf der
proca, porque el otro también sabe que soy un objeto que se sabe visto. nase, y como este sujeto había sido criado en Inglaterra Freud desci-
:Por otra parte para Lacan las manifestaciones perversas están fra el fetichismo del sujeto creado desde su infancia desde el inglés,
lejos del reconocimiento de una relación simbólica, y en este semina- es decir: glance in the nose, es decir mirada sobre la nariz, por lo cual
rio las ubica corno basadas en la relación intersubjetiva imaginaria. Freud concluye que el fetiche era la nariz, con la lógica de que ésta
Se pregunta también ¿qué es la perversión? Y dice que no es solo como falo vela la castración en la mujer.
aberración respecto de criterios sociales, buenas costumbres, o cues- Lacan avanza sobre la cuestión de la perversión con la lectura de
tiones sexuales, sino que la perversión se sitúa en el límite del reco- la misma a partir de la lógica y la topología del objeto a.
nocimiento, siendo que es precisamente este límite lo que la fija y la · Entonces podríamos decir que con el punto de vista del objeto
estigmatiza. Además dice que: "Estructuralmente la perversión tal mirada, el ejemplo anterior podría entenderse corno el modo en que
como la he delineado en el plano imaginario solo puede sostenerse la nariz como falo-fetiche conlleva el objeto a mirada, dicho de otra
en un estatuto precario que a cada instante y desde el interior es manera, el fetichista muestra la condición objetal del falo.
impugnado por el sujeto" .1 Cuando el neurótico transforma el objeto a en postizo, es decir en
Es decir, en síntesis, que en este seminario la perversión es situa- cp, el perverso por el contrario, "atraviesa el cp hacia el objeto a".
da en una dimensión de pasión imaginaria
Perversión y objeto a
Perversión fa lo y fetiche En el seminario La angustia encontrarnos varias precisiones acerca
de la perversión como estructura desde la perspectiva del objeto a,
En el texto la "La signi~j~~~ón del falo" Lacan plantea que la cas- orientación que avanza al considerar la perversión más allá de la
tración tiene una rüñO.ón nodá1,-eñ tanfo participa de la estructura- cuestión falo-castración-fetiche.
ción dinámica de los síntomas en el sentido analítico del término, en En efecto, Lacan parte de lapregunta de qué es el fantasma plan-
el sentido de lo que es analizable en las neurosis, en las perversiones teando que decir que el mismo es un anhelo, es bastante ingenuo, y
y en las psicosis entonces propone lo que considera la estructura del fantasma en el
Es decir, las tres estructuras clínicas tienen una relación con la perverso y en el neurótico, que se diferencian, ya que el objeto en el
castTación y consecuentemente con la cuestión fálica, ya sea que haya caso del perverso está de su lado, en cambio en las neurosis el fan-
o no significación fálica, como ocurre en las neurosis y psicosis res- tasma se constituye en el campo del Otro, y tanto el objeto como el J?
pectivamente, o que el falo funcione como fetiche, como en el campo sujeto barrado se ubican del lado del Otro g
de la perversión. Por otra parte, Lacan también parte de la pregunta de porqué en ~
Recordemos que Freud en su artículo de 1927 "El fetichismo" las neurosis hay angustia de castración y en las perversiones no. ~
muestra la función del fetiche como sustituto del falo de la madre, es Desde Freud en las neurosis la angustia está articulada a la cas-
decir que el fetiche es el modo en que el sujeto fetichista ubica allí tración, es decir la angustia es de castración, en cambio si bien el per- ~
una función que vela la castración en el Otro, vela la falta de la verso se enttenta a la castración, como lo mencionamos anteriormen- "'
madre. te a propósito del nudo inaugural de las estructuras clínicas, lacas-
("\
~
Si el neurótico retrocede con angustia frente a la castración en el tEación en la perversjQilDº-.~~da _éli'ti<:ulada_ a la_ ~~~~stia __poig_ue, ~­
Otro y no retrocede frente a su propia castración haciendo de su cas- preaSaiñen~~iiiJSF~r_ eJ ~_1:1ie_!_o P~!'':'_erso en posición de objeto: "Se :
ofrece lealmente al goce del Otro" 2, de manera que el fetiche en la "'
LACAN, J.: El seminario, Libro 1, Los escritos técnicos de Freud, Paidós, Bs.As., -- - - - - - - - - --------- --··----------- N
1990, pág. 322. 2 LACAN, J.: El seminario, Libro 10, La angustia, Paidós, Bs.As., 2006, pág. 60. 103
perversión está del lado del sujeto perverso, en cambio en las neuro- Lacan lo compara con la posición sacrificial de Cristo, en el senti-
sis el fetiche o su cara real, el objeto a, está del lado del Otro. do de que el sacrificio de Cristo para el padre, tendría como intensión
Si bien el neurótico tiene fantasmas perversos no significa que lo producir la angustia en Dios. Cristo~~ hace e~ alma de Dios y el alma
sea estructuralmente; en realidad el fantasma le sirve para defender- según Lacan debe situarse con relac10n al obJ~to a.
se de la angustia, es un cebo, ya que transforma el objeto a en posti- El fantasma del sádico, como hemos menciOnado, es hacer angus-
zo, es decir en menos cp. En el campo de la perversión, al contrario se tiar al otro, es condición que la víctima se angustie.
transforma el -cp en objeto a. Tanto en el caso del sádico como en el del masoquista lo esencial
Para Lacan el fetiche revela en forma velada al objeto como causa es la relación que se establece entre el objeto a y la angustia, pero
de deseo, es decir el fetiche representa al objeto a, es un cp que sin ser Lacan critica la teoría del sadismo y el masoquismo, en el sentido
el objeto de la pulsión propiamente dicha, lo representa. imao-inario, es decir uno como reverso del otro.
Según Lacan: //el fetiche causa el deseo y ese deseo se engancha La posición del masoquista no es la de ser el partenaire del sádico,
donde puede" 3, de tal manera que por ejemplo en el caso del fetiche ambos necesitan identificarse al objeto para angustiar al otro, enton-
del zapato no es necesario que la mujer porte el mismo sino que el ces el partenaire del perverso es el neurótico.
zapatito puede estar en los alrededores.
Los ejemplos que desarrolla para argumentar ~~r_S9~del objeto a
como c~usa son el ~adismo y el ?lasoquismo, proponiendo un esque- Perversión y rasgo
ma aplicable tanto al sadismo como al masoquismo, partiendo del
objeto a como causa de angustia Sería un tanto contradictorio plantear que hay rasgos de perver-
El sujeto sádico trata de imponer al partenaire su deseo, pero como sión en las estructuras clínicas si consideramos que la perversión es
v~l~ntad de go:e, se identifica al objeto a, y vía la voluntad de goce una estructura clínica, quizás habría que dejar el concepto de rasgo
d1v1de y angustia al partenaire. de perversión para las neurosis y psicosis.
No se trata tanto de hacerlo sufrir sino de angustiarlo, la angustia Franr;ois Leguil dio unas conferencias acerca de los rasgos de per-
del otro es lo que el perverso intenta hacer aparecer como imperati- versión, y allí diferencia el rasgo de perversión del síntoma plante-
vo y voluntad de goce. ando que: //Un rasgo de perversión es una garantía para el sujeto.
El perverso no se divide subjetivamente ni se angustia, ni hace Cuando este se enfrenta al Otro sexo encontrará allí lo mismo que
inhibiciones, él es el objeto causa, él mismo es el puro fetiche negro. aporta. Un síntoma es ponerse a merced del Otro. Un rasgo de per-
Sade era muy claro en la descripción del acto sádico y Lacan arti- versión es poner al Otro a merced de uno". 4
culó el imperativo Kantiano con el imperativo de goce sadiano, en su Por otra parte dice que un rasgo de perversión implica ponerse al
texto //Kant con Sadel/. servicio de un goce que hace existir al Otro, en cambio el síntoma es
También el masoquista se identifica con el objeto a, pero esta iden- enfrentarse a lo que en el Otro no anda.
tificación aparece en una escena, en un rito. En fin hay un esfuerzo de Leguil de diferenciar síntoma de rasgo J!
~ El masoquista intenta demostrar que el deseo del Otro hace la ley;. que me parece que es aplicable al campo de las neurosis o psicosis; .g
~ y el efecto de esta cuestión es que el masoquista queda en la función además, si consideramos a la perversión como estructura clínica, ?:i
:Q de resto, de deyecto, //echado a los perros//, a los despojos, a la basu- entonces, ¿por qué no considerar al fenómeno perverso como un sín- ;lJ

>
0::
ra. toma?
)>

Por otra parte la posición del masoquista en su fantasma de ser -<


>- objeto de la voluntad de goce del sádico, enmascara su propia volun-
~ tad de goce y su posición de objeto donde él mismo es resto, y al serlo Perversión y suplencia 8
)>
o vela el objeto de angustia del otro. z
Para concluir con este recorrido panorámico acerca de la perver- ~:
VI
::-¡ Es decir que el masoquista busca en el Otro producir la angustia VI
¡;;: p.,r su posición de desecho. VI
w
a..
4 LEGUIL, F.: "Rasgo de perversión" , en: Escansión nueva serie, Manantial, I'IJ
J04 3 Ibíd., pág. 116. Bs.As., 1986. 105
Conversación
sión, mencionemos algunas cuestiones acerca de la relación entre
perversión y suplencia.
Como es sabido hay un pasaje en la enseñanza de Lacan del ERNESTO PÉREZ: Me parece muy interesante ~sta c:Ie~tión del desa-
Nombre del Padre como metáfora, al Nombre del Padre como fun- ·ento de los tres registros y en ese sentido chrucamente se ve
nu d ami ' . l .,
ción lógica, y finalmente al Nombre del Padre como síntoma o sint- muchas veces que una posibilidad de suplencia es a perverswn.
home.
. La_ pluralización de los Nombres del Padre implicaría una plura- MIGUEL FuRMAN: Incluso más. Francoise Leguil plantea -y esto lo
hzacwn de las suplencias, es decir, el Nombre del Padre no sería el · Ernesto Pérez en su trabaJ· 0 que va a presentar luego- que
rnencwna . . .
erversión puede ser una suplencia para la psiCOSIS.
único elemento que cumpliría la función de suplencia, ya que puede un rasgo de P
haber varios elementos que cumplan la función suplementaria del
padre. ERNESTO PÉREZ: Claro. De hecho eso se ve en la clínica. Lo q_ue me
Del mismo modo se puede decir que dada la falla estructural del arece osado 0 a trabajar es si la perversión es una suplencia. Me
nudo, o dicho de otra manera, dado el lapsus del nudo, no habría una p 'l"do y clínicamente comprobable que muchas veces la per-
parece va I - . . 1
sola forma de anudamiento que haya que referir solo a la función del rsión va al lugar de la suplencia. Es muy distinto a pensar a per-
ve .
padre. versión como una suplencia.
Evidentemente cuando se considera esta cuestión lógica y topoló-
gica se trata de ubicar el Nombre del Padre como un modo más de MIGUEL FURMAN: Sí, estoy de acuerdo. El planteo que me hago es
a~udamiento o ~e s~plencia, y en este sentido las suplencias, por
ue si la perversión es una estructura clínica, por lo tanto c?mo cual-
eJemplo en las psicosis, no serían solo del Nombre del Padre forclui- ~uier estructura tiene síntomas, y si tiene síntoma~ y el smtorr:a es
do, sino suplencias del desanudamiento de los tres registros. lencia porqué no entender que puede funciOnar como smto-
una sup , 1' .
Se podría decir que el desanudamiento estructural es equivalente rna supletorio en algunos casos en otras es~ntcturas e_ 1mcas.
a los conceptos de forclusión generalizada, no hay relación sexuat y Pero estoy de acuerdo con la advertenoa que haces.

¡
al significante del Otro tachado.
En el marco del seminario Le sinthome Lacan se refiere al modo de ERNESTO PÉREZ: Me parece un tema complicado el s~ntom~ en la
·, como estntctura ;no? Porque por lo que vemmos viendo,
lazo tetrádico del nudo borromeo, planteando que: "Perversión solo perverswn ... · ' ., d d ·
quiere decir ~ersi~n hacia el padre" -hay una llamada al pié de pági- el hecho de la dificultad para el análisis en la perverswn on e Jus-
na en el semmano, donde se aclara que perversión es homofónico
con pere-version (padre versión) y 'vers' significa hacia- entonces, "en
t tamente se trata de la pregunta por el síntoma, es dudoso, no se como
ubicarlo ahí.
suma el padre es un síntoma, o un sinthome" _5
¿Se podría entonces plantear que la perversión es un modo de la
versión del padre y en cuanto tal una versión sintomática que hace
1 MIGUEL FURMAN: Sí, es complicado. Incluso más, Lacan, decía que
el perverso no se inhibe ni se angustia, y no hay síntoma en la per- ~
e
cuarto nudo o suplencia? versión.
~
GLORIA AKSMAN: Veía la fórmula escrita de a, flecha hacia el suje- ~
to, y pensaba que así se escribe la parte superior de~ ~iscurso d~l an_a-
lista y la parte superior de lo que podríamos_ escnb~r ~e la, psiCOSIS. ~
Con lo cual, también tenemos que hacer esa diferenCia. ¿Que _clas_e de ~
objeto está en juego? Muchas veces, en la clíni~a con la psicosis se ~
trata de que la angustia queda del lado del anahsta, y no se trata de ~-
una perversión. "'
v>

ERNESTO PÉREZ: Me parece que el materna es el mismo que el del ~


discurso del analista, pero en ese caso el analista tendría que ser un 107
LACAN, J.: El seminario, Libro 23, El sinthome, Paidós, Bs.As., 2007, pág. 20.
perverso. Es decir, tendría que utilizar su posición de objeto como ·podemos hacer esa mezcla? Creo que tenemos que estar muy adver-
dvminio, y desde ahí operar la división del otro. Podríamos dar ejem- tdos de esto. Es algo a ser trabajado porque me parece -~ue no es lo
plos, porque me parece que muchos analistas, sin darse cuenta, están mismo la función del objeto en el esquema de la perverswn que en el
en esa posición; quiero decir cuando alguien afirma el goce que está del discurso analítico.
en juego en la transferencia y lo deposita en el paciente, y el pacien-
te queda dividido; no haciendo la contraria que sería que el paciente MIGUEL FURMAN: Creo que la advertencia respecto al Seminario 10
haga el depósito, aloje en el otro el objeto y que el analista lo sosten- y al Seminario 17 es correcta, ahora, la pregunta ac:rca de si se puede
ga, haga semblante. ntener la noción de estructura, me parece que SI, porque la estruc-
::a es una respuesta, precisamente, al desanudamiento estructural.
MIGUEL FURMAN: Me parece que lo que dijo Gloria Aksrnan es
claro. Creo que en el caso del perverso está identificado al objeto a, y ADRIANA LuKA: Hace mucho años, creo que algunos de ustedes
con lo cual, como instrumento, divide al partenaire y lo angustia. En estuvieron en una conferencia de Miller, aquí er: Argentina,_ ~n los
el caso del discurso analítico, el analista no está identificado al obje- primeros años, donde él planteó la cuestión del discurso a~_ahtico en
to a sino que está en el lugar del objeto a. En el caso de la psicosis -decía su línea superior, si justamente eso no era u~a perverswn. Y me
Gloria- el objeto a divide al analista y lo angustia, es cierto, y además e erdo que él hizo todo un recorrido para explicarlo. Pero, me pare-
a u b., l
e que si lo tomamos a la altura de los discursos y tam 1en con re a-
~iÓn
el vbjeto si bien en la psicosis el sujeto lo "porta en su bolsillo" y es
causa sui, el sujeto psicótico no lo utiliza corno modo de generar a lo que sería un final de análisis para un analizar:te en l,a rota-
voluntad de goce en el otro. ción de los discursos, para una vez elaborado y reco~~c1do cual es su
plus de goce, haga que ese objeto sea causa sin identificarse ~ su pro-
ERNESTO PÉREZ: Está bien, esto es lo que quería aclarar. En el lugar pio plus de goce. Es decir, que el estatuto es totalmente d1ferer:te.
de la psicosis yo diría que el sujeto psicótico está en el lugar del obje- Ahora, es cierto que puede haber analistas que operan desde ah1 y,
to y generalmente hay que sacarlo de ahí. Y cuando ocurre esto de bueno, sería una catástrofe.
que sale de ahí y se transforma en $, ya es un momento distinto de la
cura porque hay alguna suplencia de la cura que está operando. Pero RAFAEL SKIADARESIS: Para terminar un poco la cuestión del discur-
además quería plantear lo que dijiste en cuanto al síntoma y rasgo. A so analítico y el a que barra al sujeto dividido. . .
mí me parece que en un perversión el síntoma no está en el lugar del En el Seminario 1 O, La can también dice que ser el obJeto del propw
rasgo, esto es lo que hay que tener en cuenta, lo específico por donde deseo es siempre masoquista. Es decir, que la posición ~el anahsta
se juega en el perverso su rasgo de perversión. Quiero decir, el lugar, el lugar de la perversión y acuerdo con Ernesto Perez que se
roza , d. ., . de
por ejemplo el lugar del brillo en la mirada, el lugar del fetiche, eso trata de qué voluntad de goce ponga en eso y que 1reccwn eJerza
no tiene interpretación, no es síntoma, pero ese sujeto puede sufrir esa cuestión. y por otro lado, a pesar de todas las fórmulas que. hay
por otro lado, por ejemplo porque tiene un problema por su partenai- en el pizarrón y lo que planteaba Miguel Furman que. ~a para d1sc~- Ji?
re, es decir, no ha logrado para nada una adecuación a la felicidad y tir mucho, tenemos que tener en cuenta que 1~ ~erverswn, hoy en d1a, ~
a veces viene a análisis -es mi opinión- cuando algo de esto falla y es es una cosa generalizada, está cada vez mas msertada en e_l plano ~
interpretable como síntoma dentro de la perversión pero no el lugar · 1 y la tenemos en distintos niveles, y ya estamos. conviVIendo
SOCia . ::u
l>
específico. con ella. De más está decir que hay zonas de Buenos Aues, por ~Jem-
plo acá Pueyrredón y Santa Fe, que es la zona de la ho~osexuahdad. ~
MARY PIRRONE: Cuando se trabaja el Seminario 10 no es lo mismo H oy en~ d 1'a hablar de homosexualidad como perverswn nos puede "'
, . , h f, r.
que el Seminario 17, advirtamos que no estarnos hablando de lo llevar a un gran escándalo, porque efectivamente senamos omo o- ;;;
mismo cuando Lacan trata en el seminario de La angustia de situar el bicos si planteáramos que esta cuestión es perve~sa. Así que tenem_os ~
lugar del a, cuando ya no habla de estructura sino de la estructura que ver cómo ternatizar esto, que p~r ':m lado ti;ne una pata_ soc1~l s;
discursiva, y toma el discurso analítico. muy importante donde hay reconocimiento y busquedas de 1denti- v;
Lo mismo que si estamos hablando de anudamientos o desanu- dades nuevas en este mundo y muchas tienen ese r~sgo perv_erso, y N
damientos, ¿es lógico que mantengamos la noción de estructura?, hay sujetos que defienden eso de una manera muy m tensa. Siempre 109
tenemos que decir que el psicoanálisis hace de 1 t
un punto de estudio para el psi·co 'l. . a es ructura perversa
, ana ISIS y que est
mas extenso que eso. ' o no es mucho

Un caso de travestismo
ERNESTO PÉREZ

Agradezco nuevamente al departamento, especialmente a Néstor


Yellati que tuvo la gentileza de invitarme. Tengo que agradecer a
Osvaldo Delgado también, porque a través de él vine acá y me fue-
ron presentados ustedes.
Esperemos que este caso y estas pequeñas reflexiones sirvan para
lo que ustedes están trabajando en este tiempo.
El caso que voy a presentar es muy actual, como decía Rafael, ya
que tal vez hace al~n tiempo este tipo de casos no se presentaban en
nuestros consultonos. Es un caso que se presenta en la Clínica
Campi, que yo dirijo, y es un tema de actualidad. Yo le he puesto "La
ceremonia del espejo" como título, se trata de un caso de travestismo.
El caso tiene que ver con el tema de la perversión y el diagnósti-
co diferencial que va a estar en juego, porque ahí van a poder verse,
0 diferenciarse, o poder discutirse las tres estructuras clínicas. No sé
si llamarlo caso ya que la construcción de un caso implica el estable-
cimiento de la transferencia, cosa que aquí no ocurrió porque el
paciente abandona el tratamiento en las entrevistas preliminares,
situación que suele ocurrir con cierta frecuencia en la clínica de las
perversiones, concurren cuando algo no anda bien con su partenaire -o
y luego abandonan el tratamiento. Lo llamativo es que el partenaire §
que no funciona bien en este caso, es su madre. e)>
-;
::IJ
)>

Primera entrevista
-<
J.C., lo vamos a llamar así, tiene diecisiete años en el momento de ~
la consulta. Viene acompañado de su madre quien comenta con gran 8
ansiedad que no sabe qué hacer con su hijo, que lleva una vida anor- ~
mal, que así ella no puede vivir y refiere directamente el problema: ;:.·
"A él le gusta vestirse de mujer". Comenta que ella no lo deja y que ~
de todas maneras él lo hace, y que va a bailar con ropa masculina rv
pero que después se cambia y se viste de mujer. Es decir, lleva la ropa m
en un bolso y en el baño del baile se cambia y aparece con todo su madre. Él entonces saca una foto y me la muestra. "Me la dio mi
esplendor femenino. mamá, me contó que se llamaba Jesús y después de su muerte me lle-
J.C. se mantiene callado, casi indiferente, mirando atentamente vaba al cementerio". Veo la foto. Están el padre y el hijo (que es,él)
cada detalle del consultorio y al analista. tomados de la mano. "Qué raro -le digo- que haya olvidado taittas
Cuando le pregunto a él si tiene algo que decir contesta que no y cosas". "Mire -me dice- no insista, él no significa nada para mí. Es
s~ ~antiene en ~ilencio. Su madre vuelve a tomar la palabra y sigue un tema cerrado". Desvía la vista y se pone a mirar por la ventana en
dicJendo que as1 ella no puede vivir, que esta situación la está enfer- silencio, pero en pose, como para ser visto, como un artista que busca
mando. Refiere problemas de presión arterial, etc. el mejor ángulo para ser mirado.
:fropongo que en la próxima entrevista venga el paciente solo.

Cuarta entrevista
Segunda entrevista
J.C. llega sonriente y seductor, desenvuelto con los movimientos
. J.C. es un adolescente afeminado, usa pelo largo muy cuidado, lo de su cuerpo. Dice: "Antes no era así, era vergonzoso y re-tímido,
m1smo que todo su aspecto personal. Comienza diciendo: "Ahora mi porque a los siete años se me cae una pared encima de una pierna y
~adre s~be que ~oy travesti. Hace dos años me destapé y me empe- repetí el grado. Me dejó una marca -la señala- y me escondía de tími-
ce a vestir de muJer. Me gusta salir así, especialmente a bailar, pero a do y me quedaba desde afuera espiando a los demás". Yo le pregun-
todos lados, que ~: miren y se me acerquen por lo que soy". to qué miraba y contesta: "Me quedaba mucho ·tiempo mirando,
CoNJtanh~mente utihza la función de la mirada para que lo miren especialmente, cómo mamá se vestía y se arreglaba. En varias opor-
como muJer: en el colectivo, en todos lados hace esta experiencia. tunidades me puse frente al espejo y me maquillaba. Me ponía tam-
:o le pregunto sobre algo de la pareja y él me dice que no se siente bién su ropa. Lo más excitante era su ropa interior y la de mi herma-
~traído P?r los sexos, "lo único que quiero es transformarme en mujer, na. Esto, a partir de los doce años, se hace habitual, casi cotidiano.
mcluso p1enso en operarme", dice. Hasta ese momento no había tenido Sentía verdaderamente placer al hacerlo. Lo más importante era ves-
ni re1acio~es sexual~s, ni pareja. "Yo vengo por mi madre, no por mi, tirme de mujer, 'travestizarme' -utiliza este término-, todavía no soy
yo no .qmero :amb1ar, estoy bien así. Quiero que ella no sufra, me mujer mujer, pero pienso en viajar a Chile para operarme. Por ahora
angustia que d1ga todo el tiempo que no puede vivir más así". no me interesan los muchachos, después veré, nunca tuve relaciones
Cuenta que es el menor de tres hermanos, que vive con su madre sexuales con nadie, no me interesa". Entonces le pregunto por la ope-
Ye~ hermano de veintitrés años. La hermana mayor vive en el piso de ración y por qué piensa que todavía no se decidió, y me dice: "Es por
arnba. mi madre. Ella sufre del estómago y de alta presión y, una vez, por
Cuando le :pregunto por su padre dice: "No se nada". Le vuelvo a un problema con mi hermano tomó pastillas y estuvo internada".
pre~ntar nuevamente cómo se llama, si vive: "No se, no se", me Le pregunto por otros recuerdos de esa edad y me dice que
re~1~. Llegado .a este punto le digo que averigüe de su padre para la recuerda que a los doce años se enamoró de una chica de su misma ~
proxm1.a entrevista. edad: "Mi madre me obligó a dejarla porque el ambiente donde ella .g
vivía era malo, era perjudicial para mí. A partir de aquí yo me dije ~
por qué no puedo ser un travesti y comencé a construirme como tal", ;
Tercera entrevista
palabras textuales.
L~ga puntual.mente con su aspecto seductor al igual que en las Hice un resumen del resto de las entrevistas. -<
ar:t~?ores _entr~vistas y dice: "Estuve averiguando como usted me El paciente estuvo un mes y pico, casi dos meses en tratamiento. "~
p1d10. Segun mi madre perdí a mi padre a los tres años. A partir de La función de la mirada es estructurante durante las entrevistas, o
)>
ese Illomento dormí con ella hasta más o menos los doce años. Mi constantemente se pone en pose para ser mirado como un artista que ~-
madre ~s bellísi~a. Me encantaba salir con ella a caminar y hablar de busca el perfil que lo favorece. Trata de capturar la mirada del otro ::;
todo, Siempre fmmos muy amigos y salíamos juntos a todos lados para construir su imagen que siempre intuye ideal. Es vendedor de Vi
hasta ahora". cosméticos, de lo cual se considera un especialista. En las entrevistas N
Vuelvo a retomar el tema del padre, porque él hablaba de la refiere que lo más importante es travestizarse, vestirse de mujer, lle- 113
~.--·_,.
...'~é
,.:·

Comentario
g_a~ a operar~e ~u pene y agregarse pechos y nalgas con inyección de !
f
Sih:,onas, p~actica"que ha realizado ya, pero quiere mejorar. GLORIA AKSMAN: Buenas noches. Creo que efectivamente se trata
Tr~vestiz~rse , verbo que deja traslucir su posición subjetiva,
de hacer un diagnóstico de estmctura. Y tambiér: :stoj de act1er~o en
pues dice no mteresarle los muchachos porque todavía no se consi- ue debemos discutir si se trata de una perver~wn, un an~1dam1ento
dera mujer mujer. ~erverso, 0 bien lisa y llanamente del empu¡e a la mu¡er en una
. , Creo ~e todas formas, con respecto al pasaje al acto de la opera-
Cion que ello ~amaba _seriamente, no se trataba de una provocación. ~stntctura psicótica.
En algún lugar del escrito leí -coincido con Ernesto- que no hay
E_sto me pareCia muy Importante para el diagnóstico, es decir, saber demanda de parte de quien concurre a las tres entrevistas, la deman-
SI con esto me provocaba o si realmente tenía una idea seria de lle- da es materna, y esta madre parece pedir que le saquen este proble-
varlo adelante. ma de encima ahora que está saliendo con otro hombre, porque hasta
. Es con el tema de la operación donde el sujeto choca con el sufri- los doce años no había ningún pr~blema. Ah~r~ hay_ q_ne sacarse el
~~e~to de su m~dre. Es decir, para seguir su carrera de mujer mujer
roblema de encima ya que ella as1 no pttede VIVIr. Y Sitúa que el pro-
e~ v~no al tratarmento. Una madre que le plantea tm conflicto, porque
blema de ella es que el hijo se viste de mujer.
SI b1en ella se opone concientemente a esta transformación, es ella la Ernesto cree conveniente citar al joven J.C., de diecisiete años, a
que lo obliga a dejar a esa chica de la cual estaba enamorado. Según una entrevista a solas. Es allí que J.C. se presenta con un dicho de su
contó en otras entrevistas, la muchacha que la madre prohíbe tenía el no relación con el goce sexual, y esto me pareció interesante. A él
pelo deslum?r.ru::e como a él le gusta. Su madre, poco tiempo después -que es travestí- no le interesan los sexos. "No me siento atraído por
de _esta prohibicwn, lo abandona, comienza a salir con un hombre con los sexos", dice, modo particular de nombrar su posición: los sexos.
qUien sal~ también ~n la actualidad. Este abandono lleva al sujeto a la y veremos que esta es una manera, al menos intento probar esto, de
Ceremorua del Espe¡o, a la ropa de mujer, a "travestizarse", como una restarse de la métrica fálica. Es decir, hay algo del enigma por ser
manera de retener a su madre, y a pensar en la operación. hombre 0 ser mujer que no aparece en esta presentación.
Duran:e las entrevistas no toleraba los silencios y se defendía tra- Entonces, les llamo la atención a ustedes -y lo escribí para recor-
ta~do de mcomodarme, hacía algún ademán y preguntaba cómo lo dármelo- que él no dice que no le interesa el sexo, la relación sexual,
ve1a. En este punto de desinterés se interrumpen las entrevistas, tal
vez _c~ru:~o se entera que su madre estaba mejor, porque a su vez él dice "los sexos".
Travesti no deja de ser en este discurso un significante que nom-
hab1a IniCiado un tratamiento en la misma institución. brando su ser no dice nada respecto del goce sexual. Dice que nunca
Bueno, para terminar y ordenar un poco lo que acabo de contar. tuvo relaciones sexuales con nadie ni le interesa. El neologismo que
Habría que hacer varias escansiones de acuerdo a su historia. Ernesto marca -y que aparecerá más tarde, "travestirme"- es donde
. A l_os tres años, con la muerte del padre, empieza toda una pro- el sujeto deja ver el trabajo de lo que -sostengo- tiene que ver con el
miSCUidad con la madre que implica dormir con ella hasta práctica-
mente los doce años. empuje a la mujer. ~
El otro de la escena en el consultorio, en este caso Ernesto, debe -g
A los siete año~, el acont:cimiento traumático de la pared que se dirigir su mirada hacia ese trabajo que él está haciendo. Es en el espe- ~
le c_ae sobre ~na pierna fue Importante porque pierde el año lectivo, jo en el que el st*to se mira. Ahí es tma función que está en la misma ;
esta mucho tiemp~ ~n cama, y a partir de ahí queda muy aislado, línea de la madre y la novia, es decir, el espejo donde el sujeto se
comenzando su actividad escoptofílica con la madre y su hermana en
mira. -<
su intimidad. ·Cuál es la lógica del travestí?, si vamos a decir que esa es su posi- ~
A los do~e años, la mad~e lo saca de la cama de su lado y ahí es ció~. Ya vemos que hay algo del orden de lo que no cuaja respecto del 8
donde empieza la ceremorua del espejo: travestismo declarado. Él goce sexual. En la lógica del travestí, lo que importa es justam~nte lo ~­
había j_ugado_a vestirse, _desvestirse, con ropas femeninas, pero nunca que traía Miguel Furman, la condición de fetiche que su vestirr:enta :::;
lo hab1a ma~Ifesta_do as1 como él lo llama: el destape, "travestizarse". deja entrever. El goce sexual implica como_ :ondición necesan~ -y v;
A los qum~e anos la madre empieza a tener una pareja, entonces cito a Catherine Millot en esto-la preocupacwn por conservar ba¡o el ~
aparece este smtoma transexual, del pasaje al otro sexo. vestido eso con qué pasmar al prójimo. Esa es la condición del tra- 115
Hasta acá las consideraciones del caso.
vesti. Es en esto que el pene no se confunde con el órgano tal como ese momento, desde esa relación dual, el tercer término, el padre esté
sucede en el transexualismo al decir de Lacan cuando habla del error presente en tanto referencia materna. Solo en este cass1 -que esté el
común del transexual, que es confundir el pene corno órgano en padre presente- lo que ella ~uscará en el niño ~o será u~a. satis~ac­
lugar de la investidura fálica, confundir el falo con el órgano. ción al nivel de una erogene1dad corporal -eqmvalente fahco- srno
. _¿No es el caso entonces de ].C.? El significante travestí, es un sig- una relación que, constituyéndola corno madre la reconozca a la vez
ruficante que apela solamente a una imagen. En lugar de ropas de como mujer de un padre, cosa ausente en el caso. Y dice de _la madre
hombre ropas de mujer. Y es por ello que vamos a decir que estruc- del psicótico respecto del lugar que tiene el hijo para ella: "El es para
turalmente hablando -y también en el mismo sentido en que lo pre- su madre este objeto propio del metabolismo y en donde la partici-
sentó antes Miguel Furrnan- J.C. no es un perverso, porque el per- pación paterna es para ella negada, inaceptable, él es desde ese
verso no se abstiene de la escena sexual, más aún, es allí donde la fór- momento y durante todo el embarazo el objeto parcial que viene a
mula instrumento del goce del Otro cobra el valor conceptual. El res- colmar una falta fantasmática a nivel de su cuerpo y el rol que le será
tituirle el objeto al Otro, entonces, no prescinde de la escena, y más por ella asignado será el de testigo de la negación de su propia cas-
aún, ella es condición. Quiero decir que instrumento del goce del tración."
Otro es la fórmula de goce sexual.
Es decir, que en esta madre donde la relación de la palabra del
Piera Aulagnier, en una clase maravillosa que les invito a leer del padre no es vehiculizada, nos permite articular que J.C., a falta de
Seminario 9, La identificnción, donde Lacan pondera esta exposición de haber sido simbolizado por el Otro, será llevado a hacer coincidir en
ella, la invita a hablar, y ahí me anoticié que el término instrumento su respuesta simbólico y real. Es esto lo que Catherine Millot habla
del goce del Otro es de ella y que Lacan lo torna luego para el tema respecto del transexualismo.
?e la perversión. Dice ella: "Perversión es a nivel del goce, poco La relación especular con la novia de los doce años y con la
Importa la parte corporal puesta en juego para obtenerlo, pero tiene madre, nos recuerda a lo que Lacan trabaja en el Seminario 3 en la
que estar en juego para obtenerlo. Si comparto la desconfianza de identificación "como si", es decir, aquella que suple la falta del signi-
Lacan sobre lo que se llama la genitalidad es que es muy peligroso ficante del Nombre del Padre.
hacer el análisis de la perversión corno una cuestión anatómica. Esto Lo interesante -señala Millot en el libro El empuje a la mujer- es
es decir que es un perverso porque es homosexual o decir que es un que no hace falta en este tipo de casos el cataclismo imaginario para
. perverso porque se viste de mujer", y agrega: "habría que situar la identificar el fenómeno del "empuje a la mujer", que responde en el
l cuEstión del lado estrictamente de la implicancia del cuerpo en ese
goce".
lugar del agujero que deja la falta de significante. Es lo que sucede en
ambas oportunidades -creo que hasta hubo una tercera- donde la
En segundo lugar diremos que ].C. parece haberse confrontado 1 respuesta del paciente es desde este empuje a la mujer. Es decir, que
con el tema de la sexualidad bajo la forma de lo que llama, en una cuando el Nombre del Padre es convocado al lugar donde no puede
primera escena, el estar enamorado. Y cuya resolución ante la prohi- /
responder, el empuje a la mujer es con lo que J.C. responde cada vez,
~ bic!ón materna de seguir viéndola, no es la pregunta por el qué me aún en el consultorio cuando convoca la mirada de Ernesto. J.C. --:;;
~ qmere el Otro, qué me quiere mi madre, sino más bien que la res- 1
busca la mirada del Otro que lo ferninice, la busca a los doce años, la .g
~ puesta anticipada bajo la forma del empuje a la mujer es lo que se busca en su madre, en el espejo, en Ernesto: "Que los otros me vean ~
manifiesta. Ubiquémonos en el diálogo con la madre respecto del corno soy". ~
encuentro con la chiquita de doce años: la mamá le dice "es una chica Es así que en nuestro sujeto la metáfora delirante en la que se
que no te conviene", y él dice "entonces, por qué no ser un travestí".
Cuestión que se repite cuando afirma que la madre lo abandona; allá
1 encuentra estabilizado dice que está construyéndose como mujer. -<
Antes, los ropajes de su madre y su hermana, donde se producía exci- ~
co~o aquí la ceremonia del "travestizarse" construye la imagen de la tación por la sola imagen. Recuerden que él dice que había una situa- 8
, muJer que en el futuro se redoblará mujer-mujer. ción muy excitante que era la imagen en el espejo. En el futuro, digo ~
Es que en la relación con la madre, el sujeto se encuentra en una yo asintóticarnente, él será mujer mujer, y después verá si le intere- :
posición de objeto -dice Piera Aulagnier- del propio metabolismo de san los muchachos. "'
_ la madre, _dice ella, Y_ agrega: "es necesario que la madre haya podi- Queda la pregunta: ¿cuál es el goce que nos permitiría indicar que N
¡ do ella misma asumu su propia castración, es necesario que desde se trata de una suplencia? 117
Conversación
desde su ser. "Ser travestí". Cuántas veces se presentan corno "soy
noréxica" o "soy fóbica". Me parece muy interesante en la dirección
ADRIÁN ScHEINSKESTEL: Me quedó un tema de la discusión anterior ~e la cura, como no hay ningún cuestionamiento a lo que la madre
a la presentación del caso, con relación a esta diferencia entre la posi- uería que se cuestione, que era ese, vestirse de mujer. Es ella la que
ción del analista y la posición perversa. Porque se hablaba del dis- demanda, porque para ella es una preocupación corregir eso. Y como
curso del analista, lo escribí para que quede claro, dentro de los cua- el analista se mantiene siguiendo lo que el joven viene trayendo de
tro discursos que trabaja Lacan, esa ubicación en la parte superior en esa construcción, ese ser travestí que él va marcando, y que él insiste
donde queda del lado del agente -el objeto- y del otro lado el sujeto, cuando dice "que me miren como soy". Es decir que ahí hay una
y en ese sentido coincidiría con esa posición perversa de la que se cuestión en relación al ser muy fuerte. Dejo como pregunta el diag-
hablaba.
nóstico.
Lacan mismo dijo que el psicoanálisis no había sido tan creativo
como para crear una nueva perversión, y efectivamente, no lo ha con- MARTA DE ToRO: Cuando te estaba escuchando recordé que cuan-
seguido. Yo no conozco otra complicación en esa posición del analis- do me acerqué al psicoanálisis en Campi, habías presentado -en un
ta que no sea la de superponer este discurso a su reverso, o sea el dis- momento en donde las operaciones no tenían las frecuencias de
curso del amo -que es exactamente al revés-, es decir, superponer el ahora- un caso clínico con esta misma interrogación, muy parecido.
lugar del objeto de la gente al lugar del S 1, o sea, al lugar del signifi- y en ese momento habíamos leído Las memorias del Conde de Choyssí,
cante amo. Superponer y confundir, en ese sentido, usar o aprove- y me parece que ahí se articula que este conde dice "pienso, luego
char la sugestión o el poder que le da esa posición. Porque si el ana- existo", y Lacan lo transfiere y dice "pienso ahí donde me visto de
lista es un impostor es porque está en el lugar del Otro, así se arma el mujer". Donde hay una dimensión del ser, del existo.
dispositivo. Entonces, sería no usar y abusar ese lugar donde a y S1 Entonces recordando un poco los comentarios sobre el Seminario
se confundirían, que es lo propio de la hipnosis. Volveríamos, ya 1, recuerdo que en el último o anteúltimo capítulo que Lacan se refie-
habiendo pasado por Freud, Lacan y lo demás- a esa posición que re a las articulaciones posibles de los registros y de las pasiones¡ y
tenía Charcot de ir a curar síntomas a partir de ese poder hipnótico. dice de la hiancia posible o cresta pasional entre el registro de lo real
No está mal que el analista sugiera, está mal que sugestione. A mí me y de lo simbólico es la ignorancia. Que es lo que daría lugar y posi-
parece que un analista muchas veces tiene que sugerir cosas, pero bilidad de esa pasión -el odio, el amor, habla de las pasiones de la
otra cosa es sugestionar. ignorancia- y en el párrafo siguiente dice: "Pasión generalmente
El objeto mirada es un objeto prevalente en el caso y muestra bien, olvidada importante para que se instituya la transferencia". La pre-
sirve como ejemplo para demostrar que el objeto a es asexual. El obje- aunta es en relación a la madre. ¿Es una madre afálica? ¿O como
o
to a no es un objeto sexual. Me parece que si bien está muy jugado el madre fálica cuando se presenta la posición para el perverso o el psi-
comentario por el lado de la psicosis, quizás se puede ubicar el cótico?
empuje a la mujer, que es un concepto lacaniano, pero que en un sen-
tido puede ser transclínico. No sería propio de la psicosis. Ahí nació NÉSTOR YELLATI: Respecto del caso. Este muchacho de diecisiete o
y ubicamos el empuje de la mujer en el dominio de la psicosis, pero e
años. Yo me preguntaría cuál es su posición de certeza y cuál es su ~
si lo ubicamos en relación a este único Otro sexo que ubica Lacan posición de no certeza aún. Lo plantearía en estos términos, porque ::u
-hay un solo sexo y ese es el femenino- tanto en el hombre como en es un muchacho muy joven aún que se presenta con una posición de l>
la mujer hay esta tendencia a exteriorizar o ubicar esa otredad en certeza respecto de su posición sexuada. No entiendo que sea lo -<
otro. Porque digamos, hay empuje a la mujer en la histeria misma. mismo que decir "soy anoréxica", etc. Porque el ser anoréxica, bulí- ~
~ Dora ubica la femineidad de un modo neurótico. También hay una mica, es presentarse en tanto enfermo. En cambio él se presenta con 8
) modalidad psicótica. una certeza de goce, y es eso lo que nos hace pensar en perversión. A ~
"u
" tal punto que será el partenaire madre la dividida, la angustiada por 'f:_·
~ ADRIANA LUKA: Agradezco como todos mis colegas a Ernesto la posición de certeza de él. Es como pregunta que lo planteo, no me ¡;;
~ Pérez y a Gloria por este trabajo que nos hace pensar. queda caro que sea así, pero podría ser, en tanto partenaire, ese sujeto N
8 Me gustaría tomar la cuestión de cómo este joven se presenta dividido y angustiado. Algunos significantes que me llaman la aten- 119
ciím y que me parecen indicativos: "bellísima". Es lo que dice de la yo, no me animaría a llamar empuje a la mujer a la pregunta neuró-
tica sobre el Otro sexo. .
madre y es una de las formas de poner de manifiesto el no reconoci- Respecto de la intervención de Adriana Luka, simplemente decir
miento de la castración del Otro, porque la castración del Otro es la
que él aparece corno "ser travestí" en lo que dice ser, no en lo que. se
castración de la madre y ahí hay un velamiento estético, es la barre-
espera que haga de su goce sexual, con lo cual parece que es u~ sig-
ra estética ante la castración, es su forma de negar la castración "ficante que le organiza algo. Y respecto de lo que plantea Nestor,
materna, y esto apunta para el lado de la perversión. Pero si bien hay roue efectivamente su posición es de certeza, pero no se SI"de goce en
un saber por parte de él respecto del goce, el punto donde no sabe o qse punto. Me parece que esto que él dice "ya veré", hay algo de lo
no quiere saber es el padre, no cabe duda. :sintótico allí para pensar: "Cuando sea mujer mujer, ya veré".
Ahora, le faltan dar unas cuantas vueltas a este muchacho para
decidir su posición, me parece, porque la operación transexual no ERNESTO PÉREZ: En general coincido con lo que está planteando
consiste en agregarse pechos y nalgas, eso ocurre, pero no es agregar- Gloria Aksrnan acerca del caso. Mi posición también fue la misma.
se, es quitarse, lo que no está mencionado. Porque lo que contribuye Pero he pasado en el mismo por muchas reflexiones acerca de si se
mucho a decidir la posición psicótica o no, es laE_elaciói!__é!l_ órgan_9, es trata de un travestismo perverso, si es una histeria masculina que
precisamente cuando el órgano no. está falicizado, y cuando hay un está en acting, y que toda esta ceremonia sería un acting. Da para
goce intolerable que se llega a la determinación de eliminarlo de algu- poder pensar algún tipo de diferencia.
na forma, y yo no encuentro referencias claras respecto de su posición Cuando Lacan plantea la famosa fórmula de "Kant con Sade"
al órgano, porque cuando se habla de forclu~ión del falo corno lo pr2- -que Miguel Furrnan puso en el pizarrón- donde a se dirige a la
pio de la psicosis, esto tiene consecuencias en la relación del 1:¡1¿~t9~ voluntad de goce, esa voluntad de goce también es señalada por
su propio órgano, y es eso lo que muchas veces decide, en el caso tran- Miller en algunos esquemas corno S1, tornando este tema del planteo
sexual, la operación. Por lo menos, por lo que pude escu~har, no me que se hizo del lugar del amo. Quiero decir que hay una voluntad de
pareció una posición plenamente decidida por parte de él. Sí parece amo ahí. Una voluntad de amo que va al otro sexo, al otro lugar. Uno
una posición decidida respecto de que hay un goce trasy~stist~ un podría decir que ahí hay una voluntad ~e encontrar el goce del ~tro,
goce exhibicionista que se manifiesta a cada momento. y lo que lo va a dividir al otro es que, JUStamente, el perverso tiene
mucha claridad por dónde encontrarlo.
GLORIA A.KSMAN: Se trata de diferenciar la posición del a y del suje- En este caso, no se trataba de un travestí que iba al baile para
to en el discurso. La can dice, en la apertura de la Sección Clínica, "si levantarse un muchacho, llevárselo a la cama y que el chico se lleva-
fuera más psicótico sería mejor analista", entonces, cómo se escribe ra una sorpresa. No le interesaba. No esta~a ~alicizado est~ órgano
eso: a __,. $, pero así se escribe también la posición del analista, efecti- corno para producir este elemento. Yo no se_ SI lo pl~ntee bwn en el
vamente en el discurso depende del lugar donde está, y entonces ya caso, pero operarse para él era cortarse el m1~rnbr?, este era ~1 te~a
sabernos que si el a está corno referente habrá que hacer una diferen- loco que estaba jugando en su cabeza, porque 1mphca una rnutilacwn J!
cia entre la psicosis y la función del analista. Fue más bien una cues- personal, de SU esquema, que ll_arnativamente SÍ creo que ~e trata acá -g
~ tión de que no nos quedemos con la imagen de que a __,. $, así se escri- de un tema de empuje a la muJer. Porque nosotros el fenorn~no el~- ~
~ ba la perversión solamente. Depende de donde ubiquemos los tér- mental de Schreber, en su transformación en mujer, pero él v1ve deh- ~
:Q minos. ranternente esa transformación. Esto sería un empuje a la mujer ayu-
> El terna del empuje a la mujer. Me parece que una cosa es el fenó- dado por el desarrollo científico te~nológico, ~o cual es un terna para -<
~ meno elemental que se llama "empuje a la mujer", lo cual no está pre- pensar también: el empuje a la ~~~eren esta epoc_a actu~l. Po:que en ~
>- cedido de pregunta alguna en la estructura. No es la posición histé- otras épocas no tenían esta pos~b1hdad d~ ~e.r muJer ~uJe: as1. Yo no 0
~ rica que se pregunta acerca de la mujer, por ejemplo, Dora en la posi- sé qué pasaría con este chico sm esa posibl~Ida~, mas alla de que lo ~
6 ción de hacer el hombre. En este caso, el empuje a la mujer está toma- haga 0 no, más allá de que lo decida o no. H1stena yo lo descarto por- ¡;;
~ do como el fenómeno elemental que se anticipa justamente en los
w que no se dirige a otra mujer. Tarnbié~- podern?s pensar que el ~mpu- VI
¡;; momentos donde el sujeto queda confrontado, a la manera de lo que je a la mujer en la histeria es la relacwn que tiene con otra muJer, de N
't el neurótico quedaría confrontado a -por ejemplo- "cómo, después todas maneras es en relación al deseo ¿no? En este caso no aparece la 121
20 de tanto tiempo me abandona, qué soy para el otro". En ese sentido,
intriga femenina, él podría traer algo de este tema, ser mujer mujer
como cuál, o que habló con fulana de tal, etc. Él es un solitario.
Recordando aquellas conversaciones con Marta De Toro de aquel
libro que yo traje además, Vestido de mujer, que Lacan nombra en el La perversión como suplencia de la psicosis
Seminario 13, lo que me había llamado la atención en aquel momento
es algo que me hizo pensar que el travestismo no necesariamente es GLORIA AKSMAN, MARÍA MARTA 5CORTICATTI,
homosexual, porque en este caso era heterosexual. Es decir, hay tra- GABRIELA BORDÓN, VJV!ANA PAZ
vestís heterosexuales, quiero decir que la posición travestí no define
una posición sexual respecto al otro sexo. Lo que cuenta este hombre
que es un travestí es que lo que le encanta es tener relaciones con
mujeres. Esto cambió un poco la idea del travestismo que era rela-
cionado inmediatamente con la homosexualidad. Y me parece que es
una posición que creo que es la de él, es decir, hay una satisfacción de MIGUEL FuRMAN: Néstor les va a comentar algunas ideas del pro-
él en esa posición para que no se le derrumbe el imaginario identifi- grama de proyecto de trabajo para el año que viene.
catorio ¿no?, esta es la sensación que yo tenía con este chico, que era
muy frágil, estaba allí, frágil armándose. No se si hay alguna cosa NÉSTOR YELLATI: El tema que estuvimos analizando como el que
que se me escapa de las preguntas pera hasta acá era lo que quería resultar de interés para investigación el año que viene es Los
comentar. pue de ., t. d
afectos y las estructuras clínicas. Esto surgw un poco a pa: u _e que en
los diagnósticos, en el trabajo ~1-ínico, nos resultaba de mteres volver
GLORIA AKSMAN: En todos los textos en los que aparece el tema del a poner sobre la mesa la cuestion de los afectos. Nosotros, en nues-
transexualismo efe_ctivamente no se trata sino de preguntamos, tal tra práctica, estamos bastante acostumbrados a cen.trar mucho la
cual se preguntan ellos, qué quiere decir que alguien piense que un cuestión del afecto en la angustia, en tanto la angustia es el que no
miembro de su cuerpo sobra. A nadie se le ocurre, por ejemplo, que miente; el afecto en la medida que tiene ese carácter -desde la ense-
un brazo sobre, que sobre la pierna. Hay algo de esto que estructu- ñanza de Lacan- engañoso, que ha hecho que, de alguna manera,
ralmente tiene que decirnos. quede dejado de lado en la caracterización que uno hace del cas? y
de la dirección de la cura misma. Entonces esa es una perspectiva
MARTA DE ToRo: Para mí es claramente una psicosis y el ser mujer para tomar en cuenta el tem.a del afecto como central.
mujer es su intento de ir estabilizándose. Me parece exacto cuando Por otra parte, en la.me.dtd~ qu~ som?~ ~m departa~_ento que tra-
decís pasaje al acto, la operación en el futuro, y no hago más que baja la articulación pstqmatna-pstcoanahsts, la cuestion del afecto
recordar alguna vez un trabajo sobre qué pasaba después de las ope- tiene en este momento una presencia importante en todo lo que es la
raciones con estos pacientes: de diez pacientes ocho se suicidan, con investigación neurobiológica, que es la que incide decisivamente en J!
lo cual me parece que esto es interesante para completar. el uso de psicofármacos. Hay una ~~oría neuro~i~lógica del afecto y -g
se pueden leer los trabajos y tambten en los dtanos, porque es una ~
cosa de aparición casi cotidiana el tratar de dar cue~ta de esto. . ~
Ayer, en la Ñ, salió la cuestión de la moral, por e¡emplo, el ongen
neurobiológico de la moral. . ., . , . -<
Vamos a ver qué tiempo le dedicamos a la cuestion neurobwlog1- ~
ca porque nuestra experiencia demuestra que al plantear estos temas 8
n~urobiológicos, por lo general, lo que provoca es cierto alejamiento ~
de la gente. Nosotros queremos lograr lo c~ntrario. Así qu.e_ vamos a ~­
ver en qué tiempo y de qué form~ intr?~~Clm~s esta cuestion. No va "'
a ser intensivo, pero desde el pstcoanahsts es mteresante contrastar, N
confrontar, responder a esa perspectiva porque hay mucho dicho 123
GLORIA AKSMAN: Nosotros nos dedicamos a tratar de pensar el
acerca de los afectos en nuestro campo, y en el campo de la psiquia- tema del rasgo de perversión a partir de un trabajo que cayó en nues-
tría no DSM, también. Me parece que es la hora de rescatar un poc
lo que ha dic~o y hecho la tradición psiquiátrica respecto de los afee~
tras manos de un comentario de Maleval acerca de una psicosis con
un anudamiento perverso. Una vez que tuvimos ese material, que
tos;_ lo que dic_e ~1 psicoa~álisis: porque también tiene mucho para era un comentario que salió en Freudiana, conseguimos el caso de
decr, y ver que tipo de articulacwn o discusión podemos plantear en
Demusán, que es quien trató a este paciente.
tomo a las perspectivas más actuales que son la de fundamento neu- A medida que íbamos haciendo el trabajo, nos dimos cuenta que
robiológico, y entonces se tomará la tristeza, la alegría, el entusiasmo, nos interesaba situar, también, esto que terminó por llamarse la per-
el buen ~umor, el mal humor, la cólera, la apatía, etc., y los que se versión en la clínica. Es decir, aquello que nos interrogó respecto del
puedan Ir sumando como afectos y que a veces son predominantes rasgo de perversión en la clínica más allá de la cuestión de la psico-
en los casos. sis; por eso el trabajo tiene dos partes: la primera, donde vamos a tra-
bajar la cuestión del rasgo y luego, particularmente, el caso que se
.RAFAEL SKIADARESSIS: Vamos a comenzar la mesa de esta noche llama el Sr. M. donde hay algunas cosas posibles de contar, porque en
acere~ ~e la perv~rsión como suplencia de la psicosis. En la mesa van
\' realidad es bastante difícil poder hablar del testimonio que brinda
a pa:~CI!'ar Glona_ Aksman, Catalina Bordón, Viviana Paz y también
participo del trabaJO -aunque no está aquí- María Marta Escorticatti. este sujeto.
El tema es la perversión en la clínica.
El te~a es interesante y podríamos decir que no ha tenido mucho En las escenas sexuales de la película Casanova, de Fellini, siempre
ace.rc~m~ento en la clí~c~; no sé si me equivoco, pero quizás el trata- hay una jaula con un pájaro mecánico que debe estar. La jaula es el
do_mas mtegral de psiqUiatría sobre las perversiones fue el de Krafft objeto que cuida como a sí mismo. En todas sus peripecias podrá
Ebmg, ya hace bastante tiempo, el mismo que usó Freud, y no ha dejar todo menos la jaula. Casanova tiene gran amplitud en el des-
vuelto a aparecer nada sobre lo mismo. pliegue de esas escenas: pueden ser mujeres viejas, jóvenes, monjas.
Es cierto que, desde el psicoanálisis, siempre hemos abordado el La fijeza está en la presencia de la jaula, objeto que él mismo es, de
tema y podríamos decir que, hasta ahora, lo que encontrábamos era donde obtiene el empuje y su certeza. Puede que en las escenas
que la psiquiatría solo hacía una participación diagnóstica, mientras sexuales que fabrica no se encuentre nada raro, es decir, ninguna
que _el ps~coa~álisis, trataba de hacer una lectura de los casos que práctica extraña, la exigencia está en la presencia de ese objeto que
p_u~Ieran IT mas alla de la cuestión diagnóstica para ver las caracte-
él es, esa jaula. Perfecta resolución de la angustia, él avanza sin inhi-
nsticas estructurales, discursivas, del goce.
biciones, ni síntomas, ni angustia.
. Quizás, hoy en día, tengamos en poco tiempo nuevas experien- Este modo de avanzar de Casanova nos da pie para situarnos en
Cias sobre eso, porque voy a mencionar que el Dr. Carofile está lide- la cuestión diferencial en la que nos interesó trabajar y vamos a pre-
rando una experiencia en el Borda, donde se intenta cambiar la cara sentar siguiendo algunas consideraciones del texto de Leguil, del
d~ 1~ Unidad Carcelaria Número 20 del hospital, dándole un criterio Sexto Encuentro, acerca del rasgo de perversión, y de acuerdo con el -o
distin~o y bus~ando humanizar -aunque me parece una palabra no autor vamos a definir primero el rasgo de perversión: son todas las ~
muy maprop1ada- el tratamiento y buscando la posibilidad de particularidades de que da testimonio el sujeto y que tienen que ver ~
estructuras clínicas que allí se encuentran y que antes eran pasadas con su vida sexual, siempre y cuando esta vida sexual no esté limita- ~
por el terreno legal y no por el médico. Por eso decía que tal vez en da a su vida genital. Es un fenómeno clínico que se presenta en las
un futuro próximo, pod~mos tener casos que puedan tener que 'ver estructuras con particularidades distintas en cada una de ellas. La -<
con ver~aderas perversiOnes, porque efectivamente, en general, lo hipótesis a investigar -y todavía es algo abierto para nosotros- es si ;;:
que la literatura ha presentado en el sentido jurídico y policial del es posible clínicamente dejar de hablar de estructura perversa y 8
término han sido los casos fundamentalmente de sádicos donde en pasar a hablar de pere-versión talla última enseñanza de Lacan y, por ~
m~chos se ha descubierto una psicosis por detrás o de grandes maso- otro lado, ubicar las prácticas perversas -corno veremos en el caso- ~­
qmstas, pero estos no llegan a la consulta. Se hace de esto una clíni- como modo de estabilización en la psicosis. Es decir, una forma de ~
ca que podemos encontrar en lugares más bien médico-legales.
anudamiento que hace suplencia. N
No ~bstante, me parece importante abordar el tema y dada la Este eje de investigación, que ubica el rasgo en las diferentes 125
hora deJO en uso de la palabra a Gloria Aksman.
estructuras, tiene distintos estatutos. Tomaremos tres índices: la rela- la perversión o a la neurosis solo como versiones hacia el padre: la
ción al Otro, el modo de goce y el estatuto del cuerpo. padre versión o la pere-versión.
La perversión no se puede definir por el contenido de las fantasí- Dice Leguil: "El rasgo de perversión funciona en la neurosis solo
as, esta es una versión cultural, ideológica, toda fantasía es perversa, si el sujeto no se implica allí como pregunta". Él habla de pacientes
con ella se rellena que no hay relación sexual. La novedad genial de que vienen posicionados con sus rasgos perversos y, en realidad, lo
Lacan es situar, como centro de la cuestión diferencial, la angustia y que hay que hacer es el esfuerzo de sintomatizar eso. Una cosa es
el objeto. venir con el rasgo perverso casi identificado a eso y ver si eso se
Es la repartición de los términos del fantasma, no su contenido, lo puede sintomatizar, y otra cosa es venir con el síntoma. Esto es lo que
que nos permite diferenciar estructura. Sabemos que la perversión nos preguntamos respecto a las dos estructuras.
invierte la fórmula.
Dice Miller en un texto sobre "Kant con Sade": "Mientras que las
fantasías neuróticas son un espectáculo privado, es decir que man- Psicosis y perversión
tienen distancia del fantasma como lugar de elaboración, como
medio de goce, la perversión nos muestra el fantasma de manera A partir de un diagnóstico de masoquismo perverso de Michelle
abierta, no es pensar en ese, es hacerlo." Demusán y releído como psicosis por Jean-Claude Maleval, aborda-
Recordemos el caso del paciente que presentó Catalina Bordón la mos el tema del rasgo de perversión en la psicosis.
vez pasada, donde la fantasía perversa era desplegada en un ver y Destacamos de la propuesta de Maleval el poner en serie la per-
hacerse ver por el Otro en su acto masturbatorio en el cine. "Goce del versión, los fenómenos psicosomáticos y la escritura como formas de
idiota -dirá Lacan- que prescindiendo del partenaire culmina inte- estabilización en la psicosis, y esta es la línea que nos interesa tomar.
rrogando al sujeto por su compulsión, momento en que este neuróti- Es decir, la perversión como una forma de estabilización. Pero entién-
co obsesivo queda a merced de la angustia que, como sabemos- sitúa dase bien, perversión como prácticas perversas.
la pregunta por qué me quiere, como retorno de un deseo goce adju- El caso al que nos referimos es el de un paciente de 65 años que
dicado al otro de la demanda". testimonia ante una analista Demusán, sus prácticas masoquistas
Al referirse al deseo perverso, Lacan lo expresa como voluntad de sostenidas durante casi 26 años. En la actualidad -cuando tiene 65-
goce que es su ley, posición en la que Casanova aborda la escena del es un apacible jubilado que vive con su familia adoptiva sin que ellos
encuentro sexual, no se interesa por el deseo ni por gozar del cuerpo estén enterados de su pasado.
del Otro, solo se interesa por el acto sexual mismo: quiere que el Otro El testimonio se suscita a raíz de ser enviado por un médico radió-
goce. logo. Se llevó a cabo en dos entrevistas y Demusán decide no conti-
Ubicar la certeza en la angustia que produce en su partenaire, le nuar por la angustia y el horror que le provocan.
permite ofrecerse como instrumento del goce del Otro, modo de Dice en uno de sus párrafos: "Es sorprendente que su organismo
solucionar la falta. Es decir, la solución perversa. haya soportado sin perjuicio la ingestión diaria de orina y de excre- J!
~ Por otra parte, el neurótico no quiere saber nada sobre el goce del mento durante varios años". El tema del cuerpo, entonces, pasa así a .g
~ Otro, con su síntoma tapona esa posibilidad y esa es la distancia que ocupar el primer plano. El testimonio brindado por el paciente inten- ~
-i
::2 mantiene del fantasma, no lo acepta. Pero esa no aceptación misma ta ofrecer un verdadero ejemplo de goce masoquista, dado que toda ~
>
0:::
es el rasgo de perversión que le permitirá entonces encaminarse la literatura a ese respecto e investigada por este sujeto lo deja pro-
~ hacia el encuentro de su pareja sexual. fundamente insatisfecho. -<
>- La angustia que el neurótico intenta eludir con esa maniobra le Dice esperar un destino de humillación de su propio testimonio. J:
~
z
permite mantener velada su posición de objeto nacido en el campo Nos hace ver, entonces, un cuerpo atormentado por una serie de las 8
o del Otro, ésta es la revelación subjetiva a la cual se confronta en el más despiadadas y horrorosas prácticas perversas en donde el dolor es ~
§ momento de la vacilación del fantasma, lo que él realmente es. el medio de goce. Él y su pareja, una prima mucho menor que el sujeto 'f:_·
V>
~ Ambas posiciones -la perversa y la neurótica- están situadas en y con la que se ha casado se dedican, en esas prácticas, a ser tratados Vl

0:. el marco del fantasma, ubican la diferencia del tratamiento dado el como verdaderos objetos de desecho por uno o dos hombres que siste- N
126 objeto y, por esta vía entonces, nos preguntamos si no cabe pensar a máticamente les infringen toda clase de mutilaciones monstruosas. 127
Vamos a ubicar algunas que se puedan decir: el lugar de la vícti~ es sumamente extremo, donde efectivamente ya hay algo de dejar
ma lo ocupaban tanto M. como su mujer; ella soportaba tales tortu~ caer el cuerpo y, como decía Lacan, eso es un diagnóstico de psicosis.
ras, se siente a tal extremo dominada por la exigencia de perversión, Este sujeto no se ha eximido de nada en cuanto a esa posibilidad.
que toda su energía se pierde en ello. Maleval también destaca algo más allí y es que no solamente él esta-
Él tenía tatuado todo su cuerpo y los tatuajes decían: "Soy una ba en una posición masoquista sino que él era el que podía controlar,
puta, sírvanse de mí como una hembra, gozarán bien, soy una puer~ a partir de eso, la posibilidad del goce de los otros, y que lo hacía
ca, culéenme, soy un retrete vivo, no soy ni varón ni mujer sino una como una forma de dominio entregando su cuerpo para poder domi-
puerca, una puta". Las cicatrices y los rastros de ese vicio no son ·'-· nar en la situación de la escena sexual.
menos sobrecogedores: la tetilla derecha ha desaparecido, literal-
mente, quemada con un hierro al rojo vivo, atravesada con púas, RAFAEL SKIADARESSIS: Hay una gran diferencia en lo que marcaba
arrancada, el ombligo ha quedado transformado en una especie de Gloria con el trabajo compartido acerca de un rasgo de perversión y
cráter, le introdujeron plomo fundido y lo mantuvieron mediante un la perversión en sí misma. ¿Qué serían los neuróticos sin un rasgo de
palo metálico calentado al rojo. El aparato genital, esto es importan- perversión?
te, no había escapado a las prácticas, un anillo de acero de varios cen-
tímetros de diámetro había sido colocado de manera fija en la extre- GLORIA AKSMAN: Adrede no hablamos de las cuestiones estructu-
midad de la verga, después de haber hecho del prepucio una especie rales para que queden en el debate y poder responder. Pero simple-
de cojín relleno de parafina. mente agrego que en estas prácticas donde los dos se ofrecían a uno
Lo llamativo es que durante ocho felices años que duró el matri- o dos sádicos, lo cierto es que había un momento en que estos hom-
monio -tal como dice este sujeto, dada la temprana muerte de ella- bres retrocedían. Con lo cual me parece que queda demostrado que
las relaciones sexuales entre ellos estaban bien diferenciadas de este "el verdadero sádico es el masoquista", como afirmaba Lacan, "él es
tipo de prácticas, siendo que eran mantenidas al modo de lo que se el amo de la escena".
llama la sexualidad normal."
Comenta Claudia Godoy en la revista Ancla, que es donde salió MIGUEL FURMAN: Habría que definir un poco de qué manera enten-
publicado el caso: "Destacamos también el modo enigmático en que demos la suplencia, si la comprendemos como la suplencia de la for-
las prácticas perversas cesan,. a la vez que se disipa la fantasmática clusión del Nombre del Padre, o si la entendemos como la suplencia
que las acompañaba mientras el sujeto iniciaba una vida conformis- del no hay relación sexual, o si -por ejemplo- tomamos el cuarto nudo
ta, de apacible jubilado inserto en el seno de una familia adoptiva. como suplencia. Para tener alguna variedad de cuestiones.
Solo destina las marcas en su cuerpo en un particular exhibicionismo A mí me parece que cualquier síntoma puede funcionar como
a la mirada ocasional de los médicos y al testimonio que le dirige a suplencia en la medida en que un síntoma puede funcionar como
Demusán", y culmina diciendo: "Como el trabajo de Malevallo des- anudamiento.
taca, estos casos demuestran no ser tan aislados. No obstante -y aquí Pero me gustaría conversar con ustedes y pensar qué significaría -o
~ lo que nuestra hipótesis intenta sostener- resulta importante distin- en el caso de la psicosis, en particular. ¿Por qué un acto perverso fun- ~
~ guir aquellos en los que las prácticas sadomasoquistas extremas ciona como suplencia y de qué manera eso sirve de anudamiento? ::¡e
:Q -homicidios, auto y heteromutilaciones, canibalismo, necrofilia, etc.- No me queda muy claro el tema. ;;o
j;
~ se dan en .sujetos con una psicosis desencadenada y clínicamente
~ comprobada de aquellos otros en los que las prácticas operan como INTERVENCióN: Yo me quedé pensando en lo que se planteó res- -<
>- suplencia en la psicosis". pecto de la caída del cuerpo en tanto lo que plantea Lacan respecto ~
~ Desde esta perspectiva, podemos ubicar que la perversión es una de Joyce. El cuerpo se le cae como la cáscara de una fruta, pero en el 8
o práctica que da su sello a la estructura psicótica funcionando como sentido del desapego, de la indiferencia, porque en vez de quedarse ~
§ anudamiento. En la neurosis todo rasgo de perversión queda enmar- lleno de odio el afecto es ninguno. ¿Qué estatuto tendría este cuerpo? ~·
~ cado en la lógica del fantasma, y desde esa propuesta -igual que en Porque parecería que es un cuerpo entronizado más que dejado caer. VI

N
a. la perversión- es una versión al padre. Una pere-versión.
128 Bien, podemos empezar una charla con ustedes. Ven que el caso NÉSTOR YELLATI: Siguiendo lo que decía Miguel Furman sería inte- m
resante ver por qué en este caso se dio una suplencia y cómo enten- sus prácticas y resultó que la prostituta tenía una serie de problemas
demos la suplencia allí, porque si esa suplencia no existiera lo que policiales y él se divorció, es decir, que no pudo tener un partenaire
habria es una psicosis clínica. idéntico a sí mismo- logró la construcción de un cuerpo a través de
Sería interesante introducirnos más para ver por qué pensar eso las prácticas, delirante sí, pero un cuerpo al fin. Este cuerpo que él
de este caso. después va a ofrecer a los médicos.
Supongo que la idea es localizar esa suplencia en el caso por caso
porque existe el perverso, y la perversión no es ninguna suplencia, es CATALINA BoRDóN: Todo lo que presenta Maleval es con relación a
una posición perversa. En ese caso hay que hacer la distinción allí, por qué -para él- es una psicosis y no un masoquista perverso, como
porque no todo perverso está haciendo una suplencia en la psicosis parecía en Dernusán. Él torna varías cuestiones y tengo algunos
por más terrorífica que sea su perversión. apuntes en relación a eso.
La extrañeza del cuerpo, un cuerpo ajeno. La falta de imagina-
lNTERVENOÓN: Coincidiendo con Furman y con Yellati pienso que ción, donde no hay ese halo de la fantasía en. la. práctica misma. Un
el tema de la suplencia es un tema al que hay que darle algunas vuel- reconocimiento de filiación solo en el plano biológico, como sí lo sim-
tas. En este caso, una de las cosas que a mí me llama la atención es el bólico allí no estuviera. Otra cuestión: un todo cuerpo, un goce todo
enigma de esta tranquilidad a la que este hombre entra y donde no cuerpo, en relación a que no hay una preservación del órgano, cosa
se conoce nada de todo este momento. ¿Ahí está estabilizado? Si que sí hay en la perversión. En la perversión entendida como tal no
decíamos que esta perversión le hacía de suplencia y más o menos lo hay preservación del órgano. El órgano está puesto en juego: mutila-
estabilizaba. Me pregunto cómo puede prescindir de esto y entra en do, flagelado, corno un cacho de carne más.
una cuestión donde solo queda la mostración de su cuerpo, donde Estos son los puntos del por qué sí es una psicosis.
eso insiste, todo el masoquismo marcado en su cuerpo y es mostrado
al otro. Ahí algo queda pero es en una situación particular: cuando va GLO~IA AKSMAN: Hay algunas cuestiones que es necesario que
al médico. ¿Es así? sepan. El tenía una hija de la cual no sabe nada y en realidad se
desentiende absolutamente, y adopta a un hijo de la mucama que tra-
GLORIA AKSMAN: Sí, él cada tanto va a los médicos, se repite como bajaba en la casa, y en realidad esa es la familia adoptiva con la que
aquel acto. vive, no hay filiación.
Lo que nosotros estuvimos pensando -no es una conclusión- fue Otra característica -descripta por Lacan y otros autores que escri-
primero la suplencia en tanto no hay ninguna manifestación de la ben sobre las perversiones- donde se destaca el cuidado que el per-
psicosis clínica. No hay neologismos, no hay voces, no hay nada del verso pone de su partenaire respecto del órgano sexual, que es into-
orden de lo que uno puede situar como trastorno del lenguaje. cado por la práctica perversa. En este caso es exactamente lo contra-
Demusán no dice que él es un psicótico, el que dice eso es Maleval. rio.
Demusán dice que es un masoquista perverso. Él va a ubicar el tema -o
~ de la psicosis en algo con lo que acuerdo con Maleval y que no CATALINA BoRDÓN: Él no consulta. Él llega a hacerse unos estudios, ~
; podría decir mucho más. con esta cosa que tenía de pasar de médico en médico, se enferma, y ~
~ Primero que esta forma de lo que se llama suplencia perversa, que una radióloga le sugiere y le pide que lo vaya a ver a Demusán. y ;J
~ para mí tiene que ver con la forclusión del Nombre del Padre y no se Demusán le toma solo dos entrevistas porque no pudo soportar más. :P
~ po1 qué eso no tendría que ver con la suplencia de la no relación, me -<
>- pa~ece que en la psicosis hay cierta cuestión que se juega del mismo VrviANA PAZ: Veíamos que él puede soportar este despojamiento ~
~ modo. Quiero decir, no es que hay relación sexual en la psicosis, ahí del cuerpo en este tema de que él está identificado, de que es el obje- 8
z
o tampoco porque habla, ahí hay algo que ha quedado perdido. to a, entonces es esta la manera en que vemos un acotamiento a los ~
§ Nos dio la impresión -leyéndolo desde la estabilización-, que hay efectos de la forclusíón del Nombre del Padre, no podría soportar de ~·
~ elementos para pensarlo como suplencia. otro modo los significantes que le vendrían abrumadorarnente por ::;:
~ La mujer se murió y él quiso otra partenaire después, y se casó esa forclusíón. Por eso el anudamiento. N
30 con una prostituta pensando que de ese modo él iba a poder seguir 131
lNTERVENOóN: Ya está casi contestada, pero voy a hablar un poco CATALINA Bordón: Dernusán duda todo el tiempo mientras le hace
de Jos que habías hablado vos. el relato: "¿esto es, no es, es un delirio?". Pero después ella vio que
El anudamiento en el caso de psicosis sería el anudamiento de lo además esto estaba escrito en el cuerpo.
imaginario a través del cuerpo, como vemos, por ejemplo en los
cas«>s de fenómeno psicosomático donde se desengancha lo imagina- VIVIANA PAZ: Además estaban las radiografías que testimoniaban
rio y allí -en el fenómeno psicosomático- se anuda aquello que no la flagelación del cuerpo: púas que seguían estando dentro de su
estaba. cuerpo. En los testículos, abertura del ano al tamaño de una vagina,
l'ero _este hombre es un masoquista, es decir, que sufre. Yo tengo etc.
una paciente -que voy a presentar para las Jornadas- que hace un
anudamiento justamente con el fenómeno psicosomático, y donde GLORIA AKSMAN: Una cuestión que le quería contestar a Néstor: no
antes no sentía dolor, allí ella se extraña enormemente y empieza a se trata de que nosotros pensamos que las perversiones son psicóti-
sentir dolor. Hay un desanudamiento como en el caso de Joyce cuan- cas. Lo que pensamos es que las prácticas perversas extremas están
do ya no siente las palizas, donde vemos el desanudarniento del en psicosis desencadenadas, o bien son psicosis donde esto ha fun-
cueipo. cionado para no desencadenar. Porque sabernos que uno dice "no
¿Pero qué pasa en este caso? Porque acá es todo un cuerpo ¿no?, hay clínica de la perversión".
¿es eso lo que anuda? Esta es la pregunta del trabajo, es por la clínica: ¿clínicamente, que
es lo que aparece? Por eso rescatarnos el comentario de Godoy.
RAFAEL SKIADARESSIS: Lo complicado del caso es que hay tan poca Lo único que sabernos clínicamente es de la práctica perversa,
práctica de esto, que no podemos dar una conclusión de dónde se porque la perversión nosotros no la atendemos porgue o no consulta
anuda una psicosis en una perversión. Y esto es lo interesante. Vere- por ello, o es un canalla tal corno lo describe Lacan. El diferencia muy
mos si podemos avanzar un poco esta noche. bien cuando dice "no se trata del goce del objeto, sino que de lo que
goza es del título". Si goza del título, goza del significante y no del
GERARDO HEUMANN: Me resultó muy difícil entender esto. Rafael, objeto, y si goza del título es un canalla: "Y a los canallas no los aten-
recién hiciste un comentario acerca de que el sujeto no solo domina- dernos".
ba su cuerpo -o algo así- sino que decía poder dominar al objeto de Para tirar fuerte de la soga de la perversión: cuando decimos
su goce. "bueno, perversos hay", entonces hay que ver a qué estamos llaman-
do perverso en nuestra práctica. ¿Es a un rasgo que podemos sinto-
RAFAEL SKIADARESSIS: ... estas escenas llevando su cuerpo hasta las matizar, como lo plantea Leguil?, o se trata de estas prácticas que no
últimas consecuencias. Entonces, se suponía que este extremo del podemos decir más porque tienen un lugar estructural, es decir que
cuerpo llevado a las más grandes mutilaciones y transformaciones funcionan en la estructura. Pero resulta que donde funcionan, donde
eran una forma de poder controlar absolutamente un goce todo. aparecen y donde hay casuística es en las psicosis. Entonces lo nues- ~
tro no es una conclusión, es una pregunta al respecto. o
e
GERARDO HEUMANN: Porque uno podría haberse quedado con la )>
idea de que el paciente tuvo un delirio: "Yo puedo hacer con el otro BEATRIZ SCHLIEPER: Hablábamos con Alfonso la posibilidad de que ~
lo que se me da la gana". fuera una esquizofrenia y que lo que buscara fuera localizar el goce J>
La otra cosa que me hace pensar esto es eso que Gilles Deleuze en el cuerpo, pero no es más que una simple pregunta. -<
describe en "Cómo hacer un cuerpo sin órganos", lo describe corno
una cosa bien loca. Además de ese cuerpo que él tiene parece que SILVIA VOGEL: Quería preguntar. Si la hipótesis es que la práctica 8
arma una relación particular con partes de personas, no con perso- perversa anuda un cuerpo, ¿cómo entender las relaciones sexuales ~
n~s; Las personas ad?:ptivas. Yo retrocedo a mi formación kleiniana y que él mantenía con su esposa? "f::
d1~1a que es un splztzng, un estallido de pedazos de personas, él ~

mismo y la relación con los demás. INTERVENCIÓN: Yo le agregaría más. ¿Cómo entender eso y cómo N
entender que puede soltar la práctica perversa? 133
GLORIA AKSMAN: Bueno, pero hay una adopción y una filiación anda arrastrando su objeto toda la vida y a final tiene que hacer un
que es justo contraria a la biológica y es simbólica.
duclo". .
Entonces, en este punto se trata de la referencia nuestra y la que
lNTERVENOóN: No es simbólica, es imaginaria en todo caso, por- intentamos situar -y desde allí nos interrogamos- desde la clínica.
que es la señora que está ahí en su casa.
NÉSTOR YELLATI: Es bastante compleja la cosa.
GLORIA AKSMAN: Bueno, vos le atribuís poco simbolismo a eso, y 0 tengo una preocupación permanente respecto a la cuestión
pero en el hablante no hay nada que se pueda interpretar como bio- diagnóstica y es que todo, finalmente, va desembocando en el campo
logía. A su hija no la reconoce y reconoce un otro que le da lo que de la psicosis desencadenada o n_o de~er:cadenada. En~onces se nos
suponemos es la estabilidad en su vejez. Ese es el trastorno psicótico; n ouedando en el camino los diagnosticas de neurosis, de perver-
luego la pregunta es cómo pensar que alguien tiene una práctica va .1 • d bl , .
sión, etc. La psicosis ordinaria genera ese tipo e pro emahcas por-
perversa y le estamos suponiendo a esto el anudamiento; por otro ue al final todos son psicóticos ordinarios. Y a un perverso como
lado hace una vida aparentemente con un cierto fantasma para tener ¡ste se lo puede suponer como una suplencia eficaz, con dificultades
una Ielación sexual. ara sostener eso por la clínica misma que él presenta.
P Esa es una preocupación. Que de repente deje de haber neuróti-
MARY PIRRONE: Yo pensaba en el riesgo de hacer reglas, porque me cos y deje de haber perversos, y entonces la clínica de las suplencias
parece que una psicosis se puede anudar y estabilizar de cualquier vendría a dar cuenta de todo en términos -justamente- de una
manera. Es decir, como vos bien dijiste, por la escritura, por una prác- suplencia que evita la manifestación clínica de la psicosis.
tica perversa, por tejer crochet, etc. También depende de donde uno se ubica en la obra de La can, por-
Pensarlo al revés es lo que me parece riesgoso, es decir, pensar en que a mí me gustaría llegar al Sem~nar~o 16 y no seguir más a~elante
el rasgo perverso anudado a la psicosis, porque me parece que es el para pensar a este sujeto. En el Set~zna:w 16 Laca_n es muy preciso res-
riesgo de hacer reglas. pecto de la posición perversa en termmos de obJeto, y _me parece que
Muy probablemente lo pensaría como un esquizofrénico que lo que éste sujeto dice se puede dar cuenta muy b1en desde este
anudó a través de una práctica perversa. Porque en la discusión se Seminario 16: "Él está en posición de objeto", y se ve claramente cómo
deslizaba a la cuestión de pensar la perversión, o la práctica perver- quien lo flagela es un mero instrumento, se ve cómo retrocede ante
sa con relación a la" psicosis, es decir al revés. determinada exigencia, se ve cómo impone su voluntad de goce a ese
otro para que lo flagele; queda él reducido a objeto ~n todo el sent~­
GLORIA AKSMAN: En realidad la pregunta que nosotros nos hace- do del término, es objeto como causa de, pero ademas porque termi-
mos es por qué la perversión espere-versión en la obra de Lacan. No na hecho un desecho. Por ese lado, uno lo podría pensar como un
habla más de estructura perversa, esta es una cuestión. Eso es lo que verdadero masoquista.
nosotros ponemos al trabajo con lo de Leguil cuando él habla de este Ahora, respecto de la cuestión del cuerpo, también me resulta difí- "J!
rasgo de perversión. cil pensarlo en términos de psicosis, P?,rque son cuer~os _muy di~e- -g
Lacan seguramente también se lo preguntó en algún momento y rentes el de la neurosis, el de la perverswn y el de la pSICOSIS, no exts- l>
--!
creo que la apuesta de Lacan es: hay clínica o no hay clínica. te mucha posibilidad de un uso del cuerpo que pueda ser perverso ;;x;¡

En el Seminario 20 dice: "Las fórmulas de la sexuación hombre- como suplencia para un sujeto psicótico con un cuerpo de esquizofré- l>
mujei es para cualquiera que quiera ubicarse en cualquier lado", y nico. Esto es lo que me resulta difícil. El cuerpo del esquizofrénico está -<
posteriormente, en el Seminario 24 dice: "Histéricas: mujeres". Esto totalmente sometido al goce del Otro y las irrupciones de goce en su 3:
qué quiere decir sino hablar de la clínica. cuerpo son, precisamente, irrupciones de goce del Otro. 8
Lo que nosotros nos preguntábamos es que tenemos, por un lado, En cambio en el caso él ejerce dominio sobre el Otro para poder ~
los elementos de las psicosis donde clínicamente sabemos que el psi- lograr un goce que de alguna forma está calculado por _p_arte de él, ~­
cótico suelta muy rápido su objeto: si le decís a un psicótico que "tal porque él le ordena al otro lo que le debe hacer. Son posiCiones muy ;;;
cosa no debe hacerla", él la deja de hacer. diferentes. N
Por otro lado, está el neurótico que es -como dice Lacan- "el que 135
GLORIA AKSMAN: Lo que decís me hace pensar que si es una sujeto se produce en la autornutilación, en el corte, la castración en el
suplencia, si funciona corno estabilización, acota el goce del Otro, no cuerpo". , , ,
es un goce del Otro que se le viene encima. Estos son los dos argumentos que a rn1 se me ocurnan corno mas
En Schreber vernos cómo el goce del Otro se le venía encima con cercanos para pensar -independientemente de la fenomenología,
su exigencia de transformación en mujer, se le viene encima en la más estructurales, independientemente incluso de suponer la cues-
desestabilización. Hasta que él se amiga con esa idea y entonces será tión referida a la forclusión del Nombre del Padre- un argumento
la mujer de Dios en el futuro, recién ahí se ha acotado algo. referido a la psicosis.
Pienso que cuando funciona algo corno suplencia, es suplencia de
algo que no funciona corno modo de acotamiento del goce de Otro. AoRIANA LuKA: En una sola oportunidad él provoca la angustia
En e} caso que presentarnos hoy, si es suplencia, funciona de ese del Otro, que es en el analista que no lo puede atender. Es el único
modo, Este es el punto. momento en que ocurre.

VIVIANA PAZ: Por eso yo decía que, justamente, con esta particula- GLORIA AKSMAN: Pero él no busca eso. Lo encuentra.
ridad de ser el objeto a, se puede decir que acota el efecto devasta-
do• de la forclusión del Nombre del Padre. SILVIA VoGEL: Es muy polémico porque ustedes han elegido algo
que tiene solo dos entrevistas y un comentario. Sigui~ndo lo que dice
MIGUEL FuRMAN: Para definirlo corno perverso: masoquista o sádi- M. Furrnan, que me parece interesante, acerca de lo dtcho por Colette
co a este sujeto -yo tampoco leí el. caso- tiene que producir angustia Soler sobre el tratamiento real de lo real para esa marcación en el
en el partenaire. Ellos buscan quien los convierta en desecho, pero no cuerpo. Pero, ¿a eso le podemos llamar suplencia? Para mí está loco
tienen un partenaire que se angustia. Ninguno de los dos -en espe- si quiere tratar lo real con lo real.
cial el hombre- en tanto tal su deseo es producir voluntad sujeto, ¿en
qué sujeto? El gráfico del fantasma del masoquista y del sádico MIGUEL FURMAN: En ese acto de corte general y de sufrimiento del
-Lacan, seminario La angustia- es muy preciso en este sentido. El cuerpo, también hay un intento de extracción, de algo que se extrae
planteo es el siguiente: "El perverso se identifica al objeto para, de del cuerpo; en la psicosis -precisamente- el objeto está del lado del
esa manera, causar voluntad de goce en el campo del Otro con su sujeto, de modo tal que el corte apuntaría ~o solo a. una marcación
deseo perverso", es decir, en el sujeto que se divide y que se trans- simbólica. Tratar lo real por lo real es eso. O mtroduCir un corte en el
forma en sujeto del goce. cuerpo implica extraer algo del cuerpo, cosa que no está extraída en
In ton ces, ¿dónde está en el caso la voluntad de goce dirigida al la psicosis: el objeto a.
partenaire para producir angustia? No está. Y como no está es posi-
ble pensar en una cuestión psicótica, es decir, que no sea un verda- MARY PIRRONE: Es interesante lo que planteaba Gloria Aksrnan
dero perverso. Porque los dos sádicos que los flagelan no se angus- cuando hablaba de estructura y de la perversión en los últimos semi- J!
tian narios. Yo me acordaba que Lacan plantea esta cuestión muy tern- -g
No está el destino de la angustia del Otro, no está dirigido el acto pranarnente. ~
perverso a que el otro se angustie, condición necesaria para cual- Creo que a nosotros nos vino muy bien lo de estructura para orde- ;
quiera de las dos perversiones. Entonces esto es lo interesante, que el nar algo que creo que dio rigidez más que nada.
sujeto persigue cortarse el cuerpo, marcarse el cuerpo, entonces es Tempranamente, cuando estaba la cuestión del orden simbólico -<
introducir algo de borde en el cuerpo, es hacer que su cuerpo se en "Subversión del sujeto ...", cuando él torna al neurótico y al per- ;;\
transforme en desecho. A su vez el dolor tampoco es condición de verso. Y dice: "Los dos están sometidos a la prohibición en relación 8
perversión, el dolor del sujeto perverso tiene que producir angustia al deseo. Lo único que pasa es que el perverso corno el neurótico está ~
en el partenaire y acá tampoco se da esa condición. bajo la égida de la prohibición y del deseo. El perverso lo subvierte, :;·
J!>e modo tal que hay algo de intento de estos sujetos de producir está tan tornado corno el neurótico".
N
_ un crorte para marcar el cuerpo, introduciendo aquello que en algún
texte decía Collete Soler: "En estos casos, corno no hay castración, el GLORIAAKSMAN: Esto es lo que seguimos en el trabajo. Justamente. 137
Si el rasgo de perversión no hay que entenderlo en el sentido no de
reducirlo, es decir de que es lo mismo, porque en ese sentido estoy
con lo que decís vos Néstor, no es lo mismo. La noción del diagnós- Módulo de investigación: Perversidades
tico diferencial es válida siempre. O se es neurótico o se es psicótico,
¿y el perverso?, demostrámelo clínicamente.
INTEGRANTES: SILVIA FISCHMAN, SILVINA LAURA GARRETA,
Por eso, el punto está en que nosotros nos dirigimos fuertemente
ADRIANA LAFOGIANNIS, ANA LtA MAYO, ADRIANA PAGE,
a la cuestión clínica y sobre todo, situamos que el tema del rasgo de
perversión es que el sujeto tiene que dar testimonio, no es algo que ELEONORA 5PtN050, AMALIA RACCIATI, XtMENA URIZ
se dice. Es lo que se hace con eso. COORDINACIÓN: ADRIANA LUKA
Entonces, ahí es donde uno va a decir hay un tal rasgo de perver-
sión.
Por otra parte, me parece que, aún hablando de suplencias, no se
trata de barrer con las diferencias neurosis-psicosis, se trata de cómo
se piensa la diferencia -en este trabajo por lo menos lo intentamos
transmitir- del rasgo de perversión en cada una como diferencia.

RAFAEL SKIADARESSIS: Apelaba al trabajo que se está haciendo en la La propuesta de este módulo se centró en poder diferenciar la
unidad 20 del Borda para ver ahí la posibilidad de encontrar casos estructura perversa, de los rasgos de e_~~sión, tomando algunos
que puedan tratar mejor esta posibilidad. casos clínicos tanto publica os como de la práctica de los integrantes
Frente a la cuestión de la no relación sexual -como dice Lacan- del módulo. En ellos pudimos ubicar ~mas ~e.llgy_CJS,i_os al.acto
hay dos formas de tratarla: una por la perversión y otra por el rasgo suelen confundirse con verdaderas perv~r:s._ion~§..
de perversión. La psicosis, en todo caso, no trata eso y es lo que me También hemos recurrido a·la liteáitura. Un cuento -"Wally el
parece que en el caso tiene que ver -junto a todo lo que ustedes dije- asesino agrario" 1- nos sirvió para nuestro trabajo y nos remitió en
ron- con pensar que hubiera un algo esquizofrénico que estuviera algunos párrafos a Sade y sus escritos. La diferencia radicó en que de
situando al sujeto. su autor no tenemos datos ni fue nuestra intención tenerlos para ana-
lizarlo.
ALFONSO CAROFILE: Me llama la atención la banalidad de la vida Tanto los recortes clínicos como los elementos que tomamos del
de este hombre. Una vida tan común de jubilado y que por una casi í cuento dan cuenta de lo que Miller dice respecto de la perversión en
~ 1
casualidad aparece esta cuestión de la perversión. "Fundamentos de la perversión" 2 : "La perversión como estructura es
Por otro lado. Uno se fija en Intemet y está plagado de este tipo altamente compleja, el perverso sigue siendo un sujeto durante todo
de casos. Toda la perversión sadomasoquisma y fetichista inunda el tiempo de su satisfacción". J!
Internet, así que no es tan extraño este caso en sí. Si tomamos la perversión como concepto clínico (freudiano) toda ~
Con respecto a la Unidad 20, en realidad, los perversos no tienen clase de comportamiento aberrante o normal es una perversión. Se ~
casos demasiados extraños. Están todos en la oscilación entre la vida puede llamar así a todos ~os probl:~as de relació~ con el ot~o sexo, ~
común y el mal, vamos a decirlo así. Son comunes, no llegan a ser lla- con la salvedad de que, s1 el neurotlco es el que tiene fantas1as per-
mativos, como este caso que se presentó hoy aquí. versas, esto no puede tomarse para hacer un diagnóstico de perver- -<
sión sino para hacer su diferencia respecto de la dimensión del acto ~
del perverso. ~
2

C. CHERNON: "Wally el asesino agrario", en: Amores brutales, Su dame- :;
ricana, Colección Narrativas Argentinas, Bs.As., 1992, págs. 13-30. V1

2 MILLER, Jacques-Alain: "Fundamentos de la perversión", en: Perversida- N


des, Paidós, Bs.As., 2001, pág. 23. 139
. Recordemos que en el neurótico el mecanismo es la represión Es necesario aclarar que el paciente se encontraba en ese momen-
mientras que en el perverso es la deneo-ación, deniega la castrac·, ' to en entrevistas que son interrumpidas por esta indicación.
El f e ti e h Ismo
· evi·d enoa
· 1a cuestión, al bhacer del fetiche, el sustitut
wn. A los cinco meses el paciente regresa solicitando un nuevo turno
0
del falo faltante. con la misma licenciada alegando que no podía pagar en privado. La
El neurótico s~ ~~egunta, en el perverso hay ausencia de pregun- institución accede con la condición de que pase nuevamente por una
ta Y asume la posicwn de objeto instrumento de la voluntad de goc admisión del servicio de dicho hospital. Hay cambio de psiquiatra.
~el Otro, se ha_c~ ~er el objeto a, por eso dice Miller-3 que es incompa~ Durante el período que fue atendido, se anunciaba a la puerta de
ti?le c~r: el anah:~s porque es _el analista el que está en ese lugar en el un modo muy particular, con cuatro golpecitos con ritmo y cuando
dispositivo anahtíco como obJeto a en el discurso. llegaba fuera de horario no se lo atendía, y se mostraba molesto, pero
Respecto del fantasma, todo fantasma en cuanto a su estructura aceptaba volver a la próxima entrevista.
P~~d_e_ ser llamado perverso, en tanto hay un objeto causante de la Se refiere a la analista como "la petisa es brava", con un gesto pro-
diVISIOn del sujeto, objeto causa de deseo.$() a. vocador, manteniéndose expectante respecto del efecto que pudiera
E_:r: el pe~verso en cambio tenemos nO$, se sitúa como objeto de la causar, modalidad que se repite en su modo de referirse a ella.
pulswn, obJeto al servicio del goce del Otro, "es objeto instrumento Historia familiar: nació en la provincia de San Juan, vivió en el
de la voluntad del Otro, está enteramente ocupado en el goce del campo, es el menor de siete hermanos, y su tarea era ir a buscar las
Otro". ovejas al campo.
Armó una familia allí caracterizada por la violencia; tiene dos
hijas, que calcula tendrán ahora entre 15 y 17 años, a las que no vol-
Recorte clínico. Entre la violencia y la perversidad vió a ver porque se fue de allí.
Trae un recuerdo que mantiene su pregnancia, de cuando tenía 12
_ Se trat~ de un pacier:te que llega a la admisión del servicio de psi- años con una yegüita petiza, con la cual mantenía relaciones sexua-
~opatologi~ ~e un hospital de la provincia de Buenos Aires, derivado les. Con su segunda pareja se repitieron las escenas de violencia y se
por el servicio de gastroenterología. separan.
En la ent~e~ista, el paciente dice que hace dos o tres años le detec- Con su actual pareja se repite la violencia, cuenta que se separa-
:aron colon ~rn~abl~. Es el_ gastroenterólogo quien pide una intercon- ron varias veces pero ella vuelve o él la va a buscar. Dice: "Sin N.
,u_Ita con psiqmatna, debido al nerviosismo y dificultades para dor- (esposa) yo no sé qué hacer, no los quiero perder". Cada vez que nos
1Ur que relata el paciente. separamos no me levanto, no tengo ganas de nada". Se le pregunta
Ll~~a a la ~dmi:"ión medicado con Fluoxetina (20 mg) como anti- acerca de la violencia y dice: "Ella me provoca, no se calla, la sigue, y
:lepre~nro Y RIVotnl (~ mg). La psiquiatra mantiene esa medicación y cuando empiezo a discutir no puedo parar hasta que me voy a las
o denva a un tratamiento psicológico. manos, y después terminamos en una relación sexual".
L?~ _datos que aparecen registrados en la historia clínica de dicha Luego de una discusión muy fuerte y con mucha violencia, el -u
tdm~siOn son: problemas de pareja, violencia, internación por intole- paciente cuenta que "N. decide irse a la casa de su hermana con los .6
:a~Cia El diagnóstico, según DSM IV trastorno bipolar maníaco hijos", y a partir de ahí decae su presencia física y su desempeño ~
lniCO . laboral. ;j
.Relata qu~ _hay_ violencia con su esposa, motivo por el cual la psi- Relata que ahora que su mujer se fue con sus hijos se angustia J>
~u~atr~ tamb1~n Cit~ a la esposa, y le señala que si se produce otro mucho, y dice: "Me masturbo en forma incontrolable, no puedo -<
pisodio de vwlenCia ella deberá hacer la denuncia. La esposa dice· parar, voy a jugar al bingo y gasto todo lo que gano, y ella se enoja ~
yo nv _vine para eso", quedando claro que su esposa no lo quier~ porque no tengo nada para darle a los chicos". 8
[enunCiar. !fay entor:ces una nueva indicación de la psiquiatra para Comenta que en los encuentros con una cuñada se excita cuando ~
~ue e} paciente r~ahce un tratamiento en forma particular, debe la ve o fantasea en ciertas posiciones corporales (ejemplo: cuando la "{::.·
agar, por ese motivo se le da la baja del tratamiento en el hospital. ve agachada). ¡;;
Otro hecho que relata: un compañero de trabajo tenía en su celu- N
Jbt(f., pág. 36. lar una foto de una mujer muy linda que estaba en una pose para 141
tener relaciones sexuales con un caballo. Dice: "Eso me disparó, me Comentario
hizo acordar a mis tiempos cuando yo tenía la yegüita petiza, y me
desesperé, yo me doy cuenta de que mi problema es sexual". El comentario de este recorte clínico se hace en el marco de los ejes
En otra entrevista agrega: "Yo me doy cuenta que algo le pasa a trabajados en el departamento. El eje institucional, diagnóstico, y de
la doctora (psiquiatra), ella se pone nerviosa cuando empiezo a medicación.
hablar" ... La analista interviene: "Hay que ver qué dice usted cuan- Precisamos algunos movimientos. En relación a la institución
do habla". hubo algunas indicaciones y contraindicaciones, marchas y contra-
"Yo soy muy morboso, ella me pregunta cómo ando con mi mujer, marchas, que están asociadas a la dificultad de este pacie_nte de poder
le cuento que nos peleamos y que después terminamos en una rela- realizar un tratamiento. Las normas no son aceptadas, ru por los pro-
ción sexual, la veo que se pone incómoda, yo no sé porqué". fesionales, ni por el paciente, que muestra no soportar la norma, en
La psiquiatra que lo atiende (la doctora a la que él se refiere) cam- su modo de relacionarse con los Otros. Se presenta no pudiendo
bia la medicación. Le indica Valcote y Clonazepan. El paciente se ceder nada, insistiendo tanto con la analista como con la psiquiatra,
niega a tomarla, motivo por el cual la doctora decide no atenderlo en una posición de provocación.
más. La transferencia no termina de instalarse, queda en un nivel ima-
Trae este episodio comentando que va a volver al hospital donde ginario con la inten:ionalidad d~ dividí~ al otro, no supo~iéndole
ya había sido atendido, pero no sabe cómo hacer porque el psiquia- saber al analista. Alh podemos ub1car lo smgular de este paciente en
tra es homosexual, "lo que pasa es que soy muy morboso y empiezo torno a la violencia, y al no poder parar.
a pensar, que puedo ser homosexual, y lo que haría". Intervención: Esto, junto a lo que ubica él mismo como lo sexual, localiza el
"Pero usted no va a ver al hombre, va a ver al médico", y responde tema que nos convoca.
"Claro, claro, yo voy a continuar con usted". En cuanto al diagnóstico, sus impulsiones son leídas desde el
La analista le dice que si la doctora no lo atiende, ella tampoco OSM IV como ma1úas, se lee en su historia clínica un diagnóstico de
podrá hacerlo. Ante la intervención de la analista el paciente respon- "trastorno bipolar maníaco único".
de, "usted sí que me sabe llevar". Desde el psicoanálisis, podemos pensar ese "no poder parar"
El tratamiento queda interrumpido desde la institución, debido a como un modo de cierta incomodidad respecto al goce, pero a dife-
que no es posible continuar con este tratamiento sin la atención de la rencia del síntoma su no división consiste en mantener la barra sobre
psiquiatra. El paciente insiste en el pedido de un nuevo turno, que le el Otro.
es denenegado. Entonces, bajo esta línea, se puede leer como rasgo de perversión,
0 también llamado perversidad en el departamento.
La medicación siguiendo el recorte clínico no pareciera tener rele-
vancia, ya que el paciente viene medicado, pero sin efectos en cuan-
to al apaciguamiento de sus impulsos de violencia, y justamente -:;;
cuando se le intenta cambiar la medicación el paciente se niega a -g
hacerlo, ubicándose de la misma manera que en otras oportunidades -1 )>

donde se resistía a querer entrar al dispositivo, tanto psiquiátrico ;;<J)>


como de las entrevistas. El paciente insiste, tanto con la psiquiatra
como con la analista, en la provocación, no pudiendo entrar en la asi- -<
metría generada por el dispositivo.
Entonces nos preguntamos ... cómo poder llevar adelante un tra- 8
tamiento, dirigir una cura con este tipo de pacientes, donde el mismo ~
modo de la presentación hace obstáculo.
VI

143
Articulaciones teóricas acerca del caso Voluntad de goce en acto. Acto que no es consecuencia de lo
"Entre el dolor y la satisfacción" prohibido, el perverso no es un trasgresor; su verdad es demostrar
que el límite es la verdad del acto mismo y de ,ello nos habla el ana-
Este es un caso de Adriana Luka publicado en El Caldero de la lizante respecto de su partenaire cuando dice: "El busca llegar al lími-
Escuela N° 614. te y yo acepto".
Un hombre de edad madura, que se presenta como un homose- Aceptación a gozar que se transforma en sufrimiento. La signifi-
xual en busca de una relación afectiva estable, demanda análisis al cación fálica sobre la cual el sujeto, como efecto del significante,
atravesar una crisis amorosa. intenta concentrar su relación al goce no le es suficiente; por tanto la
La analista nos dice: "Una relación de pareja que comienza bajo la insistencia en el síntoma de un goce que no puede ser referido al falo,
modalidad del amor, evidencia al poco tiempo que la elección, por su interroga al sujeto y hace que se dirija a un Otro al que le atribuye un
síntoma, es un estrago para este sujeto. El reconocimiento de una saber acerca de la verdad sobre la causa de su sufrimiento.
posición subjetiva de sometimiento al Otro por la vía del dolor y del Es a partir del encuentro con un nuevo partenaire, la analista, que
sufrimiento, puso en marcha un análisis en el que se verifica cómo algo de su posición fantasmática se pone en cuestión. Dice la misma:
una red de síntomas cruzados entre la madre y él, lo deja instalado "como efecto de los primeros meses de análisis, hay una decisión
del lado mujer humillada y sufriente. Dolor y humillación lo interro- subjetiva de no dejarse someter a prácticas sádicas que le provoquen
ga acerca de la satisfacción oculta, satisfacción de la que no puede daño corporal y comienza a limitar las respuestas incondicionales".
sustraerse. El recorrido de su novela familiar permite situar que la Él sabe que puede perder-se. Comenta que vía Internet una mujer
humillación ligada al sufrimiento es parte de este sujeto pasiva y acti- pide que alguien la mate y lo encuentra, y en relación a ello dice:
vamente". "Podría haber encontrado yo, como esta mujer, mi asesino".
El analizante dice en relación al partenaire: "Lloro de dolor pero no En cambio su potencial asesino a quien lo une el amor y el espan-
digo nada por miedo a que se de cuenta" -"Yo estimulé los peores - to, por estructura se ubica en el lugar donde no hay nada que perder,
instintos"- "Él busca llegar al límite y yo acepto". haciéndose cada vez instrumento del goce del Otro.
Juego perverso, insistente y repetitivo que su compañero encuen-
tra en este sujeto con un fantasma masoquista. Comenta que en una
conversación con su pareja, éste le confesó sus fuertes fantasías de "Wally, el asesino agrario"
matarlo durante las prácticas sádicas. Fantasías que condicen con lo
que la analista ubica a partir de un sueño, como la imagen fantasmá- Al gordo Wally le costaba mucho encontrar su sexo. No solo por-
tica en este sujeto: "Una mujer sufriente hasta el límite de la muerte". que, en un sentido literal y groseramente anatómico, estaba perdido
En "Rasgos de perversión y vida amorosa"s, Leguil se pregunta: bajo capas y delantales de grasa, sino más bien porque nada lo exci-
¿cómo diferenciar neurosis de perversión a nivel fantasmático? taba. No existía objeto conocido por él capaz de provocarle una erec-
Comenta que Freud desde 1905 pensaba que la diferencia radica- ción. Él siempre se preguntó por qué la ausencia de deseo sexual le i!
ba en la posición del sujeto en relación al fantasma. producía tanta infelicidad, no recordaba haber gozado con esa zona .g
Desde Lacan, concebimos el fantasma como el montaje donde el nunca en su vida. Su desarrollo sexual fue tardío, a tal punto que a :~>
..;
neurótico, sujeto de la castración, puede concordar desacordándose los 17 años aún no sabía si algún día se transformaría en hombre. ;x¡
:1>
con el objeto del goce. En él se realiza la división del sujeto. En tanto Con cierto pesimismo suponía que iba a permanecer aniñado para
en la perversión se realiza un efecto inverso; ya no la división del siempre, en ese estado indefinido entre nene y mujer. La ínfima cuota -<
sujeto s~no la identificación del mismo con el objeto de la pulsión, y de rebeldía adolescente que practicó fue sofocada por su madre. ~
es el obJeto el que le señala el camino del goce. Para su cumpleaños 23 todavía era virgen. Probó con prostitutas y 8
afrodisíacos pero nada de esto le dio resultado. Comer era su único ~
~
4
lLUKA, Adriana: "Entre el dolor y la satisfacción". El Caldero de la Escuela interés visible. Cultivaba su pasión hasta llevarla al nivel de un arte. .-
VI

Nro. 61, Escuela de la Orientación Lacaniana, junio 1998. Su lengua era el órgano con el cual exploraba el mundo. Comía de VI

5
LEGUIL, F. "Rasgos de perversión y vida amorosa", en: Escansión. Nueva todo: cosas vivas y muertas, basura, tierra, madera, yeso. Degustaba N
Serie, Manantial, Bs. As., 1998. lo podrido. Apuntaba sus observaciones en un cuaderno titulado 145
"Diario de alguien que come". Al gordo Wally lo inquietaba una idea: oso del acto ejecutado. Luego se fue aplacando, se acostum-
monsro t .
¿Qué pasaría si un día dejaba de interesarle la comida? Algunos atis- , a la idea de que era un asesmo.
bos de esto ya habían aparecido, muchas veces no sentía el gusto de bro . ti'ficaba diciendo "por algo lo habré hecho". Culpaba al azar
Se JUS . , .
los alimentos. Era terrible quedarse sin ningún placer. Por las fechas ·zo toparse con el mendigo que le proporCiono su pnmer
hl
10
en que aparecieron sus primeros crímenes ya había cumplido 29 años.
que
oce sexual. El ,
no tenía la culpa por su d estino
· y _se campa d eC1a ' por
g 1
oportarse. En esta nueva etapa de su v1da el sexo o tortu-
Todo comenzó un día en que un mendigo flaco, que decía no tener que S .
comer hace dos días, le pide plata en la calle de forma agresiva. A fru ición Antes cuando no conocía otro placer que la comi-
rab a con · ' .
pesar de sentir miedo se niega por orgullo; finalmente aunque lo odia .da era melancólica; ahora, la urgenCia por tener un nuevo
d ~~ Vl lo volvía loco. Este deseo lo gobemab a como a una mano- .
se le ocurre invitarlo a almorzar. Lo lleva a su casa donde le sirve un orgasm 0 ene no se conformaba con los recuer d os d e 1os asesmatos, .
banquete, que el mendigo traga como desesperado mientras le niega neta. Suno P lo estimulaban lo suficiente; como un d'1os antiguo · 1e exi-·
algo para beber. Entre tanto exceso Wally lo presiona para que coma ya, quecrificios humanos: quería carne fresca.· A 1o 1argo d e 1os anos - 1o
un ají chile. Apenas lo mastica se le llenan los ojos de lágrimas, grita, g¡a sa , . 1 1 ., d
corre como desaforado al jardín y toma directamente de la manguera. fue invadiendo un cinismo triste, no pod1a ev~tar a compu swn e
Wally se ríe, mientras el mendigo toma y toma agua, más de la que matar y sufría por ser tan monstru~so .. Ex?~nmentaba, una perma-
puede contener, hasta que sobreviene un incontenible dolor. Se abre la te sensación de extrañeza por el g1ro msohto que hab1a tomado su
camisa rompiendo los ojales y desabrocha el pantalón. Emerge el ~:;a. Durante una época la culpa y el :xhibic_ionismo lo lleva:on a
vientre tenso y reluciente, cae de rodillas agarrándose las tripas infla- dejar evidencias. Para Wally_ el tratam1~n~o stempre era el ~1smo,
madas. Lo que hasta ese momento significaba para el anfitrión la ale- otra vez seguía idéntico procedimiento. Resultaba evidente
una y . · fl , t
gría por el éxito de la venganza se transforma de golpe en excitación; que la diferencia entre hombres y r:nuJeres no 1r;ma e~ sus gus os.
el gordo siente que su pene asoma por debajo de la panza, crece. Es la También comprendió que la sex;tahda?, es la m~s monotona y repe-
primera vez que experimenta una erección estando despierto. titiva de las acciones humanas. El confw, en algun ~?mento, e_n que
Inexplicablemente, a la par de la hinchazón de esa barriga sufriente y asesinatos serían una forma aberrante de curacwn de su Impo-
1os
brillosa, se alza su pene y debe acabar con la excitación entre sus tencia. Sin embargo aunque varió sus intereses, perd'' h
10 mue o peso y
manos. La sensación de felicidad y triunfo de ese primer orgasmo es ácticamente dejaron de atraerle sus actividades de gourmet, nunca
pr
tuvo erecciones espontáneas. Tres anos - y d Iectsets
· · '· ca d averes
' d espués
lo más fuerte que sintió hasta ese momento. Estaba sorprendido por
completo. Junto con la excitación sexual descubrió otra cosa: no le ya no era un gordo tímido. Se había convertido en un cazador que
importaba que el hombre hubiese muerto (aunque sí le preocupaba aterrorizaba a sus presas. Era un hombre flaco, atormentado por s~
asumirse como un desalmado). Era extraño no sentir remordimientos. horroroso vicio. No tenía calma pero tampoco se entregaba a la poh-
Wally estaba muy ansioso por repetir la experiencia, su corazón latía , Suponía que la cárcel le haría perder mucha intensidad -p1acen-
Cia. 1 .. , d 1
enloquecido cada vez que la recordaba. Sobre todo porque al no sen- tera y sufriente- a su vida. Sin embarg_o l?s años y a repeticwn : os
tir culpa no había precio a pagar. A la vez se encontraba extraño, per- asesinatos habían embotado su sentimiento de ,culpa; en r:a~1dad J!
turbado, enfermo. Se mantuvo expectante a la pesca de alguna presa. tirse atormentado aumentaba su goce; no sufna por sus vichmas, o
sen d , 1 h e
Disfrutaba por anticipado, por lo insólitas que resultarían sus inten- estaba inmunizado contra el dolor ajeno. Wally to av1a uc a con ~
ciones para el otro. Le encantaba tener un deseo tan raro y secreto. La todas sus fuerzas para no ser descubierto. Por las noches se duerme ~
cara de asombro de la víctima le parecía esencial. Su próxima víctima llorando, pero aún invita gente a comer a su casa.
-<
fue un taxista. Lo drogó y luego lo embuchó de comida hasta llevarlo ...,
VI
al punto en que apareciese su objeto fetiche: el vientre tenso y relu-
ciente. Era la señal esperada, el gordo comenzó a masturbarse mien- Comentario del cuento: "Wally, el asesino agrario" 8;p
z
tras a la vez le mostraba triunfante su pene al taxista. l>
r-
La víctima, casi moribunda ya comprendía por completo de qué Introducción ':!!
VI
se trataba y esto enardecía aún más al gordo. N o contaba con que la
culpa le impediría dormir. Mientras vivió la escena la excitación Haremos un breve comentario del extracto del cuento que se ha N
i sexual no dejaba sitio para el remordimiento, pero en frío advertía lo leído, tomándolo como si se tratase de un caso clínico, para así poder l47
, 1 perverso trata de angustiar al otro como impe-
pensar la teoría con él. Destacamos algo de lo que fue el efecto de su C 0 mo deCiamos e . d 1
t d d goce. Ubicándose corno mstrumento e goce
lectura que tomó la forma de rechazo, de hacerse difícil el continuar · y vo1un a e , d 1
rahVO . l ·dad sádica está dada por el matiz eco ucar-
Ot La parhcu an . .
con su lech1ra por la repulsión que generaba, lo que dio elementos de 1 ro._ t del goce de un Dios, de ese DIOs oscuro a qmen
para pensar un diagnóstico posible del personaje. omo 1nstrumen o
se e , f. a da büsoueda de la segunda muerte.
serv1 a en su por 1 ·1
5 ad e . . , d 1 structura psicótica a prácticas perversas es un
La asooacwn e a e . . M l l6
Algunas cuestiones que hemos trabajado 1' · ermite constatar con frecuenoa, diCe a eva .
1
dato qt~e a e ¡mea Pt responde a un hecho de la clínica nos acer-
Pensarnos el tema del diagnóstico, del rasgo, y de la estructura Si b 1en este cuen o no .
perversa. El primero se nos presenta ya desde el comienzo. sarlo desde esta perspectiva.
camos a pen
Leemos: Wally, " ... Comía todo: cosas vivas y muertas, basura, tie-
rra, madera, yeso". Aquí hay algo de la no regulación fálica en tanto
significante, hay un sin límite, que lo lleva a "comer todo". Nos pre-
guntamos entonces: si estamos frente a una estructura psicótica; la
perversidad que se pone de manifiesto, ¿sería una suplencia para el
sujeto, brindándole estabilidad?
Dice Leguil "Un rasgo de perversión es una garantía para el suje-
to( ... ) se trata de servirse de la falta allí mismo donde el neurótico se
queja".
Para nuestro personaje lo azaroso del encuentro con el mendigo y
con su necesidad es lo que lo lleva a descubrir para su sorpresa, su
condición de goce, sexual. Punto de partida para el desarrollo de su
perversión.
No se trata de la muerte del otro como objetivo, sino que es una
consecuencia del sin límite al que lo lleva su voluntad de goce.
Wally divide al Otro con su acto, y se interesa por los efectos que
provoca, se interesa por la cara de asombro de las víctimas. Busca
1
producir la división.
El personaje del cuento no se siente angustiado. La castración en
la perversión no está anudada a la angustia; el sujeto perverso se
t
ofrece objetalmente al goce del Otro. En nuestro caso hasta llevarlo a
la muerte. Wally tiene necesidad del Otro para que su acto le procu-
re la excitación buscada. Y en esta búsqueda, continúa con lo que la
1 .o
e
)>
-1
psiquiatría llamaría su conducta psicopática, transformándose en un ;;tl

)>
asesino serial. Su acto perverso se repite y se sostiene en el tiempo. Y
por fuera de estos momentos de voluptuosidad, lo que se corrobora 1 -<
es la apatía.
Al personaje no le importaba la muerte de sus víctimas; su auto-
didactismo lo había llevado a encontrar un saber hacer con su goce y
l '"O
Vl
(")
o
)>
z
)>·
es por ello que estaba ávido por llevar adelante su acto una y otra r-
~
vez, de forma mtinaria y monótona. Repetía la escena hasta el punto
en q~ emergiera el "vientre tenso y reluciente". El cual toma el valor
de objeto fetiche . Y revela veladamente el objeto de la pulsión, repre-
senta al objeto a, y es causa para el sadismo.
1
l
6 M . J . "SU plencia perversa en un sujeto psicótico". Inédito.
ALEvAL, ..
149

¡
í
J
11

Psicopatías
El diagnóstico de psicopatías

RAFAEL SKIADARESS/5

En un pasaje de la ópera Wozzeck el capitán canta "El hombre nor-


mal no tiene coraje, el canalla tiene coraje". Este término psicopatía
es un término antiguo difícil de encuadrar, pero que no obstante ha
circulado y circula en la psicopatología y en el lenguaje popular. Así
psicópata, manipulador, canalla (como lo llama J. Lacan), trastorno
explosivo intermitente, consumidores de sustancias, circulan por este
mundo rozando la perversión y dejando víctimas en su camino.
El término acuñado por Evon Fentchetersleben aparece en 1845,
siendo esta una enfermedad mental que "no ha de ser deducida, ni de
la mente, ni del cuerpo, sino de la relación entre ambos". E. Kraepelin
en 1904 las llamó "personalidades psicopáticas". Así se desarrolló
para designar trastornos ni delirantes, ni alucinatorios, donde se con-
servaba lucidez y en su ambigüedad también se la conoció como locu-
ra l(lcida. Entonces las psicopatías agmpan trastornos no clasificables
para algunos, de carácter genético, pudiendo describírselas como
estados lábiles que fácilmente estallan en crisis agudas atípicas donde
no falta la agresividad como correlato de la impulsividad. -o
El psicoanálisis generó el concepto de neurosis de carácter, donde ~
el conflicto no se traduce por la formación de síntomas, sino, por ras- e
gos de carácter (avaricia, pereza, indiferencia, timidez, explosividad, ~
etc), que son patológicos cuando son desmesurados en la organiza- :;-
ción de la personalidad y causan conflictos al individuo y a su entor- -<
no. ~
V>

Esta expresión también se utiliza para designar cuadros neuróti- 8


cos que no presentan síntomas, sino, dificultades repetidas o cons- ~
tantes en relación con el ambiente. W. Reich también aportó al tema ¡!::·
con la "coraza caracterial" conjugando la relación con los objetos, la ~
economía libidinal y el superyó. N
La neurosis de carácter sería una perturbación global del sujeto, 153
que lo conducen a una defensa "global atípica", quedando colocada cha sus opiniones para descolocar a su interlocutor, no asume la res-
por diversos autores entre las neurosis y las psicosis. ponsabilidad de lo que dice, trata de dominar al otro, reduce por el
Por otra vertiente se abordó el estudio en las psicopatías desde el misterio, etc.
punto de vista fenomenológico, generando una categoría descriptiva Esto genera un incremento de la demanda ya que el psicópata
llamada "personalidades psicopáticas", cuyo autor más destacado necesita del otro, del cual está en constante dependencia y muestra
fue Kurt Schneider, quien incluía a las personalidades desviadas de una desarticulación del deseo en beneficio del reclamo; juega así en
la media a las psicopatías que son "aquellas que sufren por su anor- un límite donde la presencia de la pulsión de muerte puede llevarlo
malidad, o debido a ello hacen sufrir a la sociedad". a1 suicidio, toxicomanías, actuaciones peligrosas para sí y para otros.
Estas personalidades no remiten a enfermedades orgánicas, aun- Esta desarticulación del deseo converge con una defectuosa rela-
que K Schneider admite una disposición congénita no hereditaria. ción a la ley, lo que le produce un rechazo de las normas sociales, ais-
Otra manera de pensar las psicopatías, es verlas como un trastor- lándolo de los grupos, ya que estos rechazan las conductas perturba-
no de la comunicación, hay una dificultad para el discurso, inven- doras, pero aún así el psicópata se ve impulsado al grupo, ya que es
tándose códigos de significación particulares, llevando esto a una el lugar que no puede lograr. Esto es especialmente observable en los
grupos de adictos donde encuentran en el "ser adictos" una identifi-
tendencia a la acción.
Esta acción puede ser la de ejercer influencia sobre alguien indu- cación posible para llevar a cabo acciones en conjunto.
Hoy en día la psicopatía ha sido reemplazada en el DSM IV por el
ciéndolo a tomar decisiones, o tener comportamientos hasta incluso
opuestos a la voluntad, y en esto no hay consentimiento del otro y trastorno de personalidad antisocial donde se integra a este indivi-
duo inestable, irresponsable, insensible, desleal, agresivo, manipula-
siempre conlleva un tinte agresivo.
Pero también está la acción agresiva que no es una reacción, por dor y falto de cautela. Así el DSM ha absorvido también la clasifica-
el wntrario un acto planificado ejecutado sin pasión, donde no se ción de K Schneider que los catalogaba como P. abúlicos, P (hoy
trata de un descontrol impulsivo. Estos sujetos no buscan tratamien- absorbido en el trastorno obsesivo compulsivo), P. asténicos, P.
to sino que llegan al ámbito institucional traídos por la justicia o depresivos (el DSM lo propone como trastorno a ser investigado), P.
algún familiar. desalmados (trastorno antisocial de la personalidad), P. explosivos
J:?ebemos marcar además las diferencias entre psicopatías y per- (para el DSM trastorno explosivo intermitente), P. fanáticos.
versiOnes, dado que se encuentran desplazamientos notorios entre En cuanto a la terapéutica el espectro es amplio y se han usado
ambas. En la perversión los actos no son caóticos ni se hilan desor- con regular éxitos fármacos como antipsicóticos (Risperidona,
denadamente, por el contrario se reúnen en ceremonias o rituales, Halopedinol), antirecurrendales (Litio, Divalproato), antidepresivos
do.Rde el perverso es el oficiante para otro completo. (Fluoxetina); en general orientados a tratar el aspecto agresividad-
Así como muchas veces se confunden deberíamos destacar que impulsividad de estos sujetos.
un psicópata puede ser perverso, pero un perverso raramente es un En cuanto el abordaje institucional, este podría también desde lo
psi amplio individual, grupal y familiar modificar manifestaciones -o
psicópata. \11

Volviendo a la comunicación podríamos decir que hay tres nive- patológicas. .o


les implicados: el cuerpo, lo imaginario y lo simbólico, es decir la En relación al psicoanálisis J. Lacan ha desaconsejado el trata- ~
palabra, y así se podrían destacar psicopatías con predominancia miento del canalla; pero no obstante es un campo donde las ofertas ~
verbal, imaginaria (ante la mirada del otro) o corporales, es decir de del capitalismo genera y, a veces, fomenta formas psicopáticas de
acción, o también podrían conjugarse los tres niveles en el mismo vida sobre las que el psicoanálisis junto a los otros recursos terapéu- -<

sujeto. ticos siempre tendrán algo que decir y hacer. ~


()

El psicópata actúa y hace actuar, porque inocula la complementa- o


l>
riedad, es decir los mensajes del psicópata no buscan respuesta, sino z
l>·
r
ecos complementarios; esta complementariedad es en espejo, donde \11
\11
el psicópata hace hacer al otro lo que él no asume.
. Así, por ejemplo, usa un mensaje impreciso, para no ser descu-
4 b1erto, se enmascara en una aparente autoridad, cambia sobre la mar- 155
Bibliografía

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Nuevo Extremo, Bs. As., 2008.
¿Medicar las psicopatías?
GOLDCHLUK, Aníbal: "Tratamiento farmacológico de la agresión predatoria",
Polemos, Bs.As., 2008. SANTIAGO LEVÍN
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Barcelona, 1977.
SAURí, Jorge }.:Enciclopedia de Psiquiatría, El Ateneo, Bs.As., 1979.
STAGMAN, Juan C.: Revista Vertex n° 18, Polemos, Diciembre 1994, Enero 1
Febrero 1995.
STINGO, Néstor R.: Diccionario de psiquiatría y psicología forense, Polemos, Bs.
As., 2006.
Psicopatía es un término bastante difícil de delimitar desde la psi-
quiatría, un término muy atravesado por el control social, por la idea
de la parte hegemónica de la sociedad de cómo debería ser el ciuda-
dano feliz, consumidor en los shoppings, que no moleste a los veci-
nos y saque la basura a la calle a la hora permitida. Esto da para una
larga discusión. Cuántos de los rasgos psicopáticos son diagnostica-
dos desde un ideal discutible de cómo debería ser un ciudadano en
este mundo occidental.
Ustedes saben que la psicofarmacología moderna es una discipli-
na muy nueva, y es mucho más lo que no se sabe que lo que sí se
sabe. El primer psicofárrnaco moderno fue la clorprornacina, el pri-
mer antipsicótico, que se descubrió por casualidad en Francia, en
momentos en los que se estaba experimentando en la farmacología
pre-anestésica, y ahí surgió esta droga. Esto fue en el afio 1952. Es
decir que no tenernos mucho más que cincuenta aftos de psicofarma-
cología moderna, y eso es muy poco.
Paralelamente estarnos bombardeados por una propaganda de la
cual es difícil sustraerse y que nos intenta convencer de que los psi- -e
cofármacos sirven para casi todo. E
Fuera de los usos establecidos, donde se conoce que hay una efi- e:
cada y un balance pro-contra favorable a la administración de un psi- ~
cofárrnaco, también vivimos en un mundo occidental inundado de ;;
psicofárrnacos. Los clínicos psiquiatras nos vemos muchas veces -<
demandados por los propios consultantes para prescribir, y cuando ..,
VI

esto no se hace, en países corno el nuestro, hay un mercado negro al ,...,


o
que es muy sencillo acceder para comprar psicofármacos -bastante l>
z
económico por otro lado-. ~-
De manera que muchas veces pasa que nos encontramos con ~
pacientes como el que trae María Marta esta noche y que sirve para N
"'
a..
discutir este terna.
156
157
Por ejemplo, Rafael Skiadaresis mencionó la neurosis obsesiva o consumiendo grandes cantidades de otras cosas que no están indica-
el trastorno obsesivo compulsivo en el DSM IV Ese es un ejemplo das. ·Qué significa entonces el tratamiento de la impulsividad?
muy claro de cómo un cuadro clínico -que en su momento fue_ muy c~ando los síntomas de impulsividad no obedecen a un cuadro
prometedor para la industria farmacéutica- fue abandonado JUSta- psicopatológico de base (afectivo, psicótico) es muy difícil que se
mente por falta de resultados clínicos exitosos. Tanto es así que en la tenga éxito en el tratamiento farmacológico. Se utilizan los antide-
literatura anglosajona, si uno hace un estudio bibliométrico, en los presivos del grupo de los IRSS (el primer IRSS fue la fluoxetina, alre-
últimos diez años ha ido desapareciendo de todas las revistas espe- dedor de 1980), que han demostrado ser los mejores "antiimpulsi-
cializadas. vos" hasta el momento. A pesar de la relativa eficacia clínica en la
Con respecto a los trastornos de personalidad y en particular a las dimensión de la impulsividad, siguen siendo hoy la principal alter-
psicopatías, hubo una época en la década del 60 en que eran sinóni- nativa terapéutica cuando lo que se intenta es disminuir, o atemperar
mos -nosotros no los estamos tomando como sinónimos aquí, y esto los episodios de impulsividad. No los rasgos, sino los episodios de
agrega más confusión a la discusión- y se está viendo ~n los ú~ti.mos impulsividad.
pocos años intentos de formalizar el tratamie~to de_ la 1mpul~1V1dad El tratamiento farmacológico de estos pacientes es sintomático, es
-habrán leído esto por allí- como una de las d1menswnes posibles de dimensional, no hay fármacos que den cuenta del cuadro completo
ser abordadas farmacológicamente. sino simplemente de algunas dimensiones. El éxito terapéutico es en
También es un problema definir "impulsividad" (aunque hay que general pobre, pero tiene sentido una intervención de este tipo cuan-
reconocer que en psiquiatría es un problema definir cualquier cosa). do hay al mismo tiempo un proceso psicoterapéutico, y esto puede
Pero la impulsividad es muy difícil de definir porque también ahí servir para generar las condiciones mínimas para que se pueda llevar
hay un componente social importante, de prejuicio, para definir adelante una psicoterapia.
cómo debería ser un sujeto para ser considerado no impulsivo o per- Como decía Rafael hace un rato, estos no son pacientes con sínto-
tinente. mas psicóticos llamativos -lo que ahora se llaman síntomas positi-
En el caso de los psicópatas es bastante claro que lo que define el vos- con delirios y alucinaciones. No son, en principio, pacientes que
cuadro es el daño que generan alrededor junto a la egosintonía en la se presentan como un síndrome depresivo, con ideas de ruina o de
que viven. También son útiles a la hora del diagnóstico al~nas con- culpa, ni sujetos que consultan porque viven su realidad como pro-
sideraciones contratransferenciales. Pero, en general, son SUJetos que viniendo de alguna cosa que anda mal dentro de sí mismo. De mane-
no vienen convencidos a la consulta, ni psicoterapéutica ni psicofar- ra que el abordaje es bastante complejo, y esto va desembocando en
macológica, que permanecen poco tiempo en tratamiento, y ~1ue en el cuadro clínico que hoy discutiremos.
este poco tiempo hacen mucho daño en el vínculo y en el prop10 _P~~­ Distintos son los pacientes con rasgos psicopáticos o los pacientes
fesional, configurando situaciones clínicas de las que es muy dificil con cuadros abordables desde el punto de vista psicofarmacológico
salir aunque el terapeuta haga todo lo posible. Eso es lo que conver- que tienen defensas psicopáticas pero que no son los pacientes de los
sábamos en el pasillo antes de empezar. que estamos hablando hoy. -a
Resumo en dos minutos la síntesis de lo que se puede hacer con Mientras Rafael Skiadaresis hablaba y mientras yo leía la viñeta .§e:
psicofármacos de manera general con esta clase de sujetos. Los sín- clínica que trajo María Marta Scorticati, me vinieron a la cabeza dos l>
tomas impulsivos. Se discute mucho qué es la impulsividad y cómo o tres pacientes que he visto recientemente y que ya no veo más por ;:
~
se trata. No existe un tratamiento farmacológico establecido para la distintas razones, en don d e pasaron exactamente este mismo tipo de
impulsividad. En general lo que se termina haciendo -utilizando los cuestiones. En la clmica, ustedes sabrán, es bastante común que haya -<
términos de Freud del "Proyecto ... "- es modificar hacia abajo la q. con estos sujetos certísimas lunas de miel, en donde el paciente de ~
"' Esto trae muchos inconvenientes porque estos son pacientes que en repente mejora -y no es una mejora transferencia!- luego rápida- 8
.:=: general no toleran el chaleco farmacológico, por lo tanto, lo que mente empeora, después de una idealización exagerada de funciona- ~
~ ahora en la literatura se llama adherencia, o compliance, o cumpli- miento psicótico -pero no en una psicosis clínica- viene un ataque ~
8 miento del tratamiento, es bastante malo. Son pacientes que no cum- muy fuerte a la persona, al vínculo, etc., con todos los reproches psi- ¡;;
g:_ plen con las indicaciones farmacológicas y que muchas veces pasan copáticos: "con todo lo que yo estoy pagando esto no está dando N
158 largos períodos sin tomar la medicación diciendo que sí la toman, o resultado". Por otro lado estos son pacientes sensibles a los efectos 159
adversos. Estoy hablando del psicópata completo, pacientes con los es estrictamente cierto- que el diagnóstico de psicopatía proviene
que hay que tener cuidado de no administrar fármacos que produz- originalmente de la literatura alemana. Esto es muy interesante
can un aumento excesivo de peso, por ejemplo. De manera que es desde el punto de vista socioantropológico por varios motivos. Uno
bastante difícil. Yo, realmente, no conozco éxito terapéutico con psi- hasta podría hacer una conexión entre esta clasificación con tufillo
cofármacos con estos pacientes. racista y lo que pasó en Alemania poco tiempo después. Pero tam-
Para terminar, antes de pasarle la palabra a María Marta bién sirve para orientarse dentro de la fauna en la que todos nos
Scorticati, quería cerrar con una cosa más general. movemos. Escuché a residentes de psiquiatría de un hospital en el
Yo estoy cada vez más convencido de que la psicofarmacología es que trabajan los especialistas en Leonhard, Kleist y Wernicke decir
un arte noble. Con bastante modestia y utilizando los psicofármacos "nosotros vemos psicópatas todos los días", y a otros de un hospital
-no necesariamente los más modernos- se puede ayudar bastante a cercano sorprenderse por no verlos nunca. Esto es interesante para
disminuir algunas clases de sufrimiento agudo, siempre y cuando se ver cómo la teoría determina la mirada clínica. No todo paciente
tenga en cuenta que no existen tratamientos etiológicos en psicofar- agresivo, impulsivo, violento, maleducado, enojado, es un paciente
macología, es decir, que atac1uen la causa. La medicina no ha podido psicópata. Yo más bien diría que para contextuado en el medio nues-
todavía desembarazarse del modelo infectológico, desde Virchow en tro, un paciente que va al hospital público a las siete de la mañana y
adelante, en donde el paradigma de la enfermedad es la sífilis, la que es atendido a las once y media durante cuatro minutos, y no
tuberculosis, donde hay un agente causal. La psiquiatría estuvo muy rompe una puerta con la mano, ahí estaríamos hablando de la otra
cerca de eso con la parálisis general progresiva donde, al encontrar- parte del problema social que es el control social de la agresividad de
se que uno de los cuadros psiquiátricos más graves de fines de siglo los pacientes que no tienen más remedio que atenderse en el hospital
xrx -junto con las histerias- tenía una causa microbiológica, esto dis- público. No siempre una persona enojada es un psicópata y menos
paró el pensamiento positivista dentro de lo nosografía psiquiátrica. en una guardia.
Pueden lograrse importantes éxitos terapéuticos en alguno cua- Así que a veces uno sabe, según de qué hospital vienen, donde
dros muy definidos, por ejemplo una psicosis esquizofrénica, una puede llegar a estar el sesgo diagnóstico.
depresión mayor, un trastorno bipolar. La eficacia de una interven-
ción farmacológica disminuye cuando nos metemos en el farragoso NÉSTOR YELLATI: Quería decir algo ahora porque luego no va a
mundo de los trastornos de la personalidad y de las psicopatías. tener cabida cuando veamos el caso.
Estos son los típicos pacientes de los que estamos hablando hoy Yo podría agregar algo respecto del psicoanálisis, porque me
con los cuales uno, cuando es invitado a hacer un comentario psico- resultó interesante esta anécdota referida a cómo se diagnostica
farmacológico, no tiene mucho que decir. Hay que ver caso por caso, según la teoría que sustente el diagnóstico, porque en el campo del
y más bien las discusiones son hacia adentro sobre cómo medicar psicoanálisis no lacaniano, el término psicópata tuvo un desarrollo
menos a este tipo de pacientes y no sobre cómo medicar más. La eva- muy importante en el psicoanálisis argentino. Está el famoso libro
luación del riesgo suicida en este tipo de pacientes es particularmen- Psicoanálisis de la manía y la psicopatía, con psicoanalistas de la -:;;
te delicada. Una vez más es un tema que sirve para discutir. Más allá f APA de gran prestigio en ese momento. También el libro de Joel Zac, o
e
de la psicometría y de los test que ahora están muy en boga -sobre especialista en psicopatía. Y lo interesante era cómo se podía usar ese l>
todo en la psiquiatría anglosajona americana- es prácticamente diagnóstico. En épocas del encuadre psicoanalítico -que todavía per- ~
imposible determinar qué paciente va a intentar quitarse la vida. Se 1 dura- no hacía falta romper una puerta, alcanzaba con no respetar el
puede hacer una clasificación muy grosera de pacientes con un ries- encuadre. Por ejemplo, si una paciente histérica le hacía un regalo a -<

l
go elevado o sin un riesgo elevado. La impulsividad, en este tipo de su analista, en la medida de que eso está fuera del encuadre, podía ;;:
\1'1 pacientes puede producir muertes parasuicidas, accidentes de auto, ser supervisado por un analista de control en términos de una con- 8
~ por ejemplo. ducta psicopática, en la medida que lo que pretende es inducir en el ~
~ También se utilizan antipsicóticos para el tratamiento de la impul- 1 analista ciertas respuestas, o sea, manipular al otro. Es muy intere- ~­
o
u sividad, con resultado dispar. 1
t
sante ver a qué puede responder un diagnóstico de psicopatía, o al :;:
/f. Lamento no haber traído ninguna buena noticia. Sin embargo, } menos de conducta psicopática, yendo de los extremos más violentos N
16fl acabo de recordar algo que no quisiera omitir. Rafael decía -lo cual del ejercicio de la acción a otros que no lo son en absoluto. 161
SANTIAGO LEVÍN: Es interesante. Se me ocurre ahora, en este
momento y no se si yo estoy en condiciones de hacerlo, pero me pare-
ce un ejercicio tratar de pensar qué cosa no es una psicopatía. Más
que lo contrario.
¿Rasgo psicopático o perversión?
Porque estás mencionando la tradición kleiniana más ortodoxa.
MARÍA MARTA 5CORTICATTI
Yo les recuerdo el viejo chiste kleiniano que todos conocernos del
paciente que va a llegar tarde y llama al analista y le dice: "Doctor,
voy a llegar 15 minutos más tarde pero usted vaya empezando sin
mí". Allí donde todo es el encuadre, cualquier pequeño desliz hace
que uno transforme al paciente en un psicópata. Pero no todas las
personas que a uno le caen mal son psicópatas. Y del otro lado, yo no
puedo dejar de decir esto, habría también que hablar de la psicopa-
tía de la psiquiatría, de la psicopatía del psiquiatra y de la medica-
ción punitiva, en donde el psicópata es el profesionat en donde el
que objetiviza al sujeto es el profesional, el que quiere que no lo El paciente, al que llamé M., consulta para tratar lo que él llama
molesten es el profesional, y el que torna todo síntoma llamativo su depresión. Concurre a su primera entrevista un día después del
corno una molestia es el profesional, de manera que también podría- turno que le había sido dado. Frente a lo que aparenta una confusión
mos hablar aparte de qué cosa no es psicopatía, cuando nosotros -los le informo del mal entendido para la misma hora y día en que había
profesionales- somos los psicópatas por acción o por omisión. sido citado, pero la próxima semana.
Viene diciendo que su problema es la depresión, comenta que
tuvo una muy buena impresión de mí cuando lo atendí en la puerta
y que por eso volvió, y anuncia que éste iba a ser un tratamiento
donde él iba a decir todo. Agrega entonces que siente haber vivido
una vida de mentira, siempre pareciendo normal y manteniendo
oculta una faceta de su personalidad. Me aclara que había ejercido la
homosexualidad desde la infancia hasta los 17 años. Después fue
heterosexual, se casó, tuvo dos hijas, y después de valios años de
separado y de haber mantenido parejas heterosexuales, empezó una
vida homosexual con D. Tal como lo prometió, intentó decir todo en
la primera entrevista, estaba verborrágico, presentaba un discurso
sin escansiones. Consumía alprazolarn casi cornpulsivamente y aún -o
así no podía dormir... .§
Organizo entonces el plan farmacológico, cambiando el alprazo- ~
lam por clonazepan y le marco que no se puede decir todo en una ;:
entrevista, y lo cito para la próxima semana. En ese momento me dice J>
que había pensado en suicidarse. "A veces la gente se suicida", digo, -<
pero él me aclara que la idea le resultaba tan poco estética que la ~
desechó y agrega: "Para mí la estética es todo". 8
"'
<( Hay, durante todas las entrevistas que tuvimos, una marcada difi- ~
·¡::
<(
a. cultad; para que deje los enunciados y pase a tratar un terna en par- ~·
o ticular, pasa de un tema a otro en una deriva metonímica ocupando ~
u
"'
Cl.. todo el espacio de la sesión, cuarenta minutos por reloj. Su pasaje de rv
la práctica hornosexuaJ a la heterosexual, al comienzo de la edad 163
62
aflulta, es relatado como un "no se por qué pero empecé a tener rela- "Un padre para sus hijas", digo. Cuenta, entonces, todo lo sufrido
ciones con mujeres". después de separado, momento en el cual pierde todo y vuelve a
En la segunda entrevista dice continuar muy angustiado y que habitar un cuarto derruido en la casa de sus padres.
esto se debe a las mentiras de D., no soporta que le mientan, y es tan Ahí empezaron los robos. Primero fueron pequeños objetos, des-
poco lo que soporta la frustración, que ha "llegado a robar por no pués fueron objetos de valor: "Yo ganaba bien y gastaba todo lo que
soportar no tener", según sus propias palabras. ganaba. Lo que no alcanzaba a pagar o era muy caro, lo robaba. Iba
Al final de esa entrevista me quiere mostrar un mensaje de texto a una galería, por ejemplo, y estudiaba cómo y cuándo iba a hacerlo.
de D., pedido que no acepto diciendo: "no se trata de que yo vea". Después de haber logrado el hecho, la insatisfacción, sensación que
Habla entonces de su madre, alguien a quien "se le caían los desaparecía con el próximo plan. Hasta que me pescaron robando
hijos". Su hermano mayor fue criado por su abuela y a él le dijeron dos camisas. Tengo una probation, tengo que asesorar como abogado
siempre que estaba acá porque estaba muy agarrado, y dice: en una iglesia. Yo no soy un tipo bueno, pero 'soy un buen tipo', agre-
"Supongo que habrá intentado conmigo también un aborto. Siempre ga, y decido cortar ahí la entrevista. Primera escansión que pude
la llamé madre, nunca pude decirle mamá. Siempre esperé un gesto hacer.
ere cariño. Ella siempre estaba como en otro mundo, era muy genero- De las relaciones con mujeres dice ser muy seductor, "pero en mí
sa con todos los pobres pero mi casa era una ruina. Ropa de primera siempre funcionaba lo otro, el deseo por un hombre". Le pregunto
y muy bien planchada, impecable, en una casa que se caía a ruinas. entonces por sus relaciones antes de los diecisiete años y habla de L
La llamaba 'la mujer que sufre"'. un hombre que de niño lo sentaba sobre sus rodillas y tenía con él
Su padre, contrabandista de cigarrillos y alcohol, lo usaba a él de cierto juego amoroso aunque no recuerda penetración. J. era para él
campana, y supone que para disimular su actividad lo llevaba a él en una figura afectiva fuerte. Después, otro L un muchacho vecino más
el camión. Ante mi intento de hacer jugar el significante contra- grande que él desde los siete u ocho años hasta los diecisiete, y dice
bando obtengo una sonrisa de respuesta y una aclaración: "Después no haber sentido eso nunca más. Pregunto sobre eso y aclara: "que el
se convirtió en vendedor de droga. Estuvo preso por narcotráfico. sexo lo cubra todo".
Ahí se me derrumbó mi papá". Su padre había sido policía exonera- Es en la casa de su abuela que se inicia como homosexual. Nunca
do de la misma. "Con él sí pude tener una relación afectiva una vez habló de su inicio sexual en la infancia como abusado por el otro.
que él ya era grande. Después de la prisión. Nunca me voy a olvidar Siempre en primera persona dice: "Yo empecé con las relaciones
la palidez de mi viejo la primera vez que lo fuimos a ver a la cárcel. homosexuales a los siete años". Él sospecha que su padre era homo-
A ambos los amaba y a ambos los odiaba". sexual y esto lo basa en la idea de que su madre no era una mujer
Al final de la tercera entrevista deja deslizar el chiste: "Al final me satisfecha, no hay otros datos al respecto salvo un dicho del padre
voy a terminar enamorando de una mujer". Yo le sumo a ese chiste sobre él: "A este no le gustan las chicas".
otro: "Yo no tendría nada que ver". En relación a la transferencia, en un primer momento, me pareció
Viene a la próxima entrevista diciendo que volvió con su antigua que quería asustarme amenazando con suicidarse. -u
novia. Él sabe que no la quiere pero que se la puede presentar a sus Ocupé el lugar de la única que sabe sobre su verdad, sobre los .6
hijas y en su trabajo, mientras tanto continúa su relación con su pare- objetos robados, sobre su sexualidad, sobre su angustia insoportable ~
ja homosexual. Se queja de los engaños y mentiras de éste, dice que cuando lo dejan plantado. "De niño me dejaban en lo de mi abuela, ~
es alguien muy cqdicioso y que quiere crecer económicamente, y usa y yo esperaba que me vinieran a buscar y no venían". i>
para esto los favores de sus amantes. Dice que con él no lo va a lograr Otro punto inquietante durante las entrevistas eran sus intentos -<
porque él está advertido. de familiarizar el trato, quería que el trato fuera menos formal, pro- ;:::
.,.. El único punto de apaciguamiento es su paternidad. Dice que por pone el tuteo -a lo que me negué- así como a responder algunas pre- 8
·~ sus hijas él es capaz de ser padre, madre, tío. Comenta que una de sus guntas sobre mi subjetividad que dejé caer sin contestar. ~
-:f: hijas, de dieciséis años, dijo que creía que él era capaz de curarse Deja entonces su relación tanto con su pareja horno como con su 'f:_·
8 hasta del cáncer. Esto me lo cuenta como ejemplo de la imagen que pareja heterosexual. Viene regular y puntualmente a las entrevistas, :;:
~ él les da a sus hijas. "Que todo lo puedo, hasta curarme de un cán- que empieza a llamar "mi análisis". rv
164 cer". Se describe como un padre dador, comprensivo, amable, atento. A la tercera vez que nombra así esas entrevistas decido aclarar lo 165
institucional de ese tratamiento, haciendo referencia en el marco de Conversación
una prepaga, que sí tenían orientación psicoanalítica, pero que un
análisis era otra cosa. "Entre otras cosas el pago", respondo. SANTIAGO LEVíN: Como comentario farmacológico me parece que
A la próxima sesión falta sin aviso, y a la próxima vez le pregun- este es un excelente ejemplo de lo poco que puede servir una inter-
to qué pasó y él me dice que no me preocupe, que me lo va a pagar. vención farmacológica. El cambio de un ansiolítico por el otro está
Le digo entonces que no todo es dinero, que se trata también de otra perfecto, es de buena práctica, porque el alprazolam se prest~ más al
cosa. Me dice que había pensado en dejar de venir y que yo tendría consumo excesivo y al abuso. Yo pongo en duda que el paciente lo
que ser mosca para verlo. Le digo que como no puedo ser mosca haya aceptado, de hecho venía tomando sin prescripción médica el
entonces me cuente lo que yo tendría que ver. Se siente un exitoso alprazolam, y también queda bastante claro que el comentario de
totat que eso lo hace sentir muy bien, y me aclara que él se puede ideas suicidas era un comentario psicopático y no una confesión
relaCionar con el otro solo de dos maneras: "O quererme mucho o desde una posición depresiva auténtica, con lo cual me parece exce-
sufrir por mí". Su problema es que no puede ser el mejor pero tam- lente lo que la terapeuta le devuelve: "Alguna gente se suicida", lo
poco puede dejar de serlo, agrega, y cuenta lo que yo entiendo es su cual es estrictam.ente cierto y enseguida eso se da vuelta. Ahí hubie-
verdad: "A veces me resulta difícil seguir". Le marco esa frase y él ra sido la ocasión de una intervención fallida. Era una trampita más
agrega: "Nunca más pude sentir eso que yo sentía cuando tenía sexo de todas las trampitas que hay en el caso. Es como caminar por un
de chico". Que "el sexo tapa todo hasta llegar a la inconsciencia", y terreno minado: donde uno le da la mano al síntoma, estalla.
agrega, "si yo no tengo éxito no me quiero". Recorto sus dos frases: Este es un paciente con el que yo no hubiera hecho ninguna cosa
"A veces me resulta difícil seguir" y "si no tengo éxito no me quiero", distinta farmacológicamente hablando, ni una sola, porque no hay
y lo invito a seguir para tratar eso que aparece en esas frases. Que si ninguna otra cosa para hacer.
él está dispuesto yo lo espero el lunes en su horario de siempre. Al
irse, y nuevamente en chiste me llama "torturadora". GLORIA AKSMAN: Lo que escuché de este paciente es que tiene un
Al próximo lunes su secretaria me avisa que se había ido de viaje. problema con el todo, "todo,s". tenemo~ problemas con el todo, p_ero
Un lunes después, dos mensajes en el contestador. En el primero en el tratamiento se ve eso. El1ba a decu !oda la verdad y la anahsta
me dice que había decidido no seguir con el análisis y un segundo introduce que no se puede decir todo. El no puede no tener todo
mensaje en el que me aclara, de muy buen humor: "sigo pensando entonces roba, o sea, hay un tratamiento donde otra vez no se puede
que soy el único, mi nombre es ... ". Y allí me aclara quien es. tener todo. Y respecto del sexo perdió todo, porque ya no sentía eso
que era el punto donde el sexo tapa todo. .
Ahora bien. También hay un tratamiento de la mentira muy par-
tictllar. Él dice que su vida fue una mentira e inmediatamente dice
que no soporta que le mientan. N o escucho que hayas contado -no se
si me lo perdí- alguna contradicción. No hay nada del orden de lo -:J
que puede haber del lado de la responsabilidad, está claro, él cuenta .g
todo lo que sufrió. Y por esa veta, por todo esto que él cuenta de todo ~
lo que sufrió, del odio y del amor, ~te., ahí dice "torhtradora". Esa es ~
mi curiosidad sobre lo transferenCial.
-<
MARÍA MARTA ScoRTICATTI: A mí me parece que durante todo el ~
Vl tiempo, desde la primera vez que él toca el timbre, veinticuatro horas 8
.~
1-
<!
después en un turno que n~ es el ~e él, po~ alguna cu:stión le doy la ~­
a. primera vez un turno el rmsmo d1a, el rmsmo horano, una semana :;
o
V
Vl
después. Creo que no solamente yo decía que no se podía todo, sino "'
c.. todo el tiempo marcaba la falta, me parece que esta es la torhtra que N
166 yo le impongo. Cuando yo le marco en las dos frases en donde apa- 167

1
rnisrna sesión que da la vuelta de un lado hacia el otro. Me parece que
~e~~ a~,o endel odrden de su falta y le digo: "sobre eso hay que traba- sí, es posible, que mucho de es~os pacier:t~s estén diagnosticados con
Jar , a 1 es on e él me dice "torturadora", porque no caigo en nin- el rasgo de hipomaníacos o c1clador rap1do. Desde mi escucha no
g~no de sus encantos. Esa es la causa por la que me abandona. Él me caigo tampoco ahí, porque yo le podría haber dicho: "Lo que a usted
d1ce claramente: "Yo puedo relacionarme con el otro de dos maner . le pasa es que tiene una enfermedad _hipomaníaca", lo medicaba, y él
v m e ama, o me t eme " , y yo no estaba en ni lo uno ni lo otro. No sab'
as.
rne iba a venir a demostrar al otro d1a que se trataba de otra cosa.
c:uánto tiempo más iba a poder sostenerme en ni lo uno ni lo otrIa
Cuando Néstor Yellati me dijo ¿tenés algún paciente psicópata? o. ADRIANA LuKA: A ver si me hago entender. No es para decir: "Es
acor d e, d e e'1 y d''
IJe: "S'1, tengo uno". , me
un hipomaníaco". Sino que me llama la atención dentro del cuadro
Por alguna razón pude no dejarme tomar por este paciente. Si no esta faceta. Porque uno no le cree mucho la depresión a este hombre,
uno sabe perfectamente cuándo tiene un psicópata en el consultor· justamente por el cuadro que tiene. En ningún momento aparece lo
l.o recuerda todo el tiempo. Esta vuelta me parece que no. lO.
depresivo. Pero sí lo hipomaníaco.
INTERVENCIÓN: Venía a colación con lo que estaba diciendo María INTERVENCióN: Una cosa con respecto al caso. Yo lo escuché más
M~rt~ po~que la pregunt~ era sobre el final. Este "yo soy fulano de corno omnipotencia que como hipomanía. Y podemos agregar en el
tal . <.Que lec~r~ vos haCias de eso? Me preguntaba si era en relación todo que no renuncia ni a tener sexo con mujeres ni a tener sexo con
a este descubnm1ento del vacío que él hace en esta serie de entrevis-
hombres. Todo.
tas, donde ya nada lo completa, ya nada lo ubica en el lugar del todo.
NÉSTOR YELLATI: Para mí hay una intervención crucial. Quería
. MARÍA MARTA Sco~TICATTI: Me parece que esa fue la única posibi- retornar lo de la psiquiatría, porque este paciente sería un psicópata
lidad. Cuando m~ deJa el mensaje lo hace sin decir quién es, y algo para la psiquiatría porque roba, porque miente, porque usa, porque
de esto le hace rmdo y me dice: "Con mi forma yo sigo pensando que engaii.a, porque se aprovecha. Porque el tema de la horno y heterose-
svy el ~nic~", y se ríe y dice: "Soy fulano de tal". El primer mensaje xualidad por supuesto que es una cuestión de ser el todo, pero ade-
no deCia quien era, después se nombra. más, en el curso de las entrevistas, busca a la novia del pasado y no
se trata de una cuestión de infidelidad, se trata de que está con una
ADRIANA LuKA: Para retomar esta cuestión de ser el único. Ser el pareja homosexual al mismo tiempo, y seguramente no le dijo nada
~~ seFuede curar de un cáncer, porque lo dicen las hijas pero lo dice a la chica que no aceptaría esa condición.
el_ ¿no. Me pregun~~ba _sobre la veta hipomaníaca de este paciente. Ahora, quiere decir que desde el punto de vista psiquiátrico no es
Digamos, que tamb1en tiene -hay que ver cómo está mezclado el cua- muy complicado enfocarlo por el lado de la psicopatía, pero uno se
dro- un verborragia, un discurso sin escansión, y esta cosa de que puede preguntar para qué consulta, porque es cierto lo que decía
aparece como el único, el que puede hasta curarse de un cáncer con Adriana Luka, "el paciente no está deprimido". Yo diría que el ~
un poder y que te_rn:in: al final diciéndote: "Con mi forma sigo pen- momento clave es cuando el analista le dice "esto no es un análisis", o
sando que soy el umco . Hay varias intervenciones de él como apun- ese es el momento. El paciente viene a hacer semblante de analizan- ~
tan_d~ a una cosa hipomaníaca en este cuadro que tiene otras carac- te y pregunta ¿por qué no es un análisis? Respuesta: "Porque el aná- ~
tensticas. lisis se paga". Entonces decirle a quien roba, quien sustrae y se ufana
de ello, que para poder analizarse hay que ceder, hay que ceder goce, -<
. M~Rf~ MA~TA ~-C~RTICATTI: A mí me parece que para hacer ese ceder el objeto, fue absolutamente determinante, es el momento en ~
dia~ostlco ps~qmatrico, y esta es mi opinión de hipomanía, no se que surge que ella es una mosca, lo que evoca la cuestión del dinero. 8
., sostie~e en el tiempo. Digamos, la hipomanía es un estado del ánimo Se produce entonces la interrupción, hace llamar por la secretaria ~
~
~ ~ue ti ene estas cuestiones grandilocuentes pero se sostienen en el diciendo que no va a venir más y culmina diciendo "yo soy fulano de ~·
~ tiempo Y no hay posibilida_d de barrar. A mí me parece que este es el tal". Yo soy el que soy. Y eso determina el límite que tiene él y el aná- ~
¡;; rasgo que yo use para deCir no es ni un hipomaníaco ni un bipolar. lisis en este tipo de estructuras. N
~ Perque, entre que :iene deprimido y que es el único, podríamos pen- 169
168 sar que fuera un bipolar ciclador rápido, rapidísimo, porque es en la
DANIEL AKSMAN: Dos cosas. Una sobre la intervención anterior, puede sonar de mil maneras. Cuando él viene a tratar el todo, decir-
que en esos análisis donde se jugaba la cuestión del encuadre tam- le "no es todo".
bién estaba muy sobre el tapete la cuestión de la contratransferencia. Estos son los problemas que también tenemos los analistas cuan-
Y la contratransferencia es la paranoia del analista en ese punto, por- do trabajamos ligados a ciertos dispositivos institucionales. Mi pre-
que gira todo alrededor de las consecuencias que tienen para el yo gunta con relaci~n a e_s~a última intervención era, ¿cómo ~en~ás tu
del analista las cuestiones que va diciendo el paciente, qué siente, inclusión en un dispositivo de prepago? ¿Cuando estamos eJerCiendo
qué le pasa, y eso inevitablemente desemboca en un diagnóstico con bajo ese paraguas no estamos haciendo análisis? ¿Cómo te ubicás
un matiz paranoide. Si le pedían un cigarrillo es porque le querían ahí?
hacer tal cosa, si llegaba tarde es porque le quería hacer tal otra. En
ese sentido era más sabia una anécdota chistosa de un analista -otro INTERVENCIÓN: N o creo que este paciente haya venido a buscar
chiste voy a contar- donde viene un analizante a la sesión, toca el algo -discúlpenme el adverbio- genuinamente, trayendo un sufri-
timbre, el analista abre la puerta y está con un revolver en la mano y miento. Creo que vino a hacer uso. Y creo que con todos los límites
le dice "analista, vengo a matarlo", y el analista le dice "todavía no que eso tiene contratransferencialmente este es un paciente que yo,
es su hora". Me parece más sabia esa posición. Es decir, la creencia personalmente, no querría atender. Es un paciente que se queda más
más en el inconciente y no en la paranoia del yo. Es una forma exa- con el psiquiatra, en tanto psiquiatra, porque viene a buscar la rece-
gerada de plantear esa cuestión. Pero la teoría de la contratransfe- ta. Entonces uno queda enganchado por un tiempo indefinido.
rencia es importante recordarla para ese punto. Una de las preguntas que me hago es si el paciente que viene a
Respecto al caso. A mí me parece que hay dos cuestiones. Una es utilizar de esta manera, uno lo toma o no lo toma. Entonces aparece
que no escuché para nada una cuestión especular. Las intervenciones allí el problema de la prepaga, donde la transferencia es triangular,
me parecieron atinadas. Me pareció que el analista fue escuchando en donde a veces uno no puede no tomar a un paciente -como en una
las escansiones que el paciente iba trayendo y eso le permitió un alo- prepaga- porque uno aceptó las reglas de juego. Es un poco un pacto
jamiento. La primera cuestión es la de la medicación, porque le per- mefistofélico, uno pone la firma y después no sabe en lo que se metió.
mitió a él una cierta apuesta al espacio, de que alguien se iba a hacer En otras prepagas uno puede evitarlo. Cuando se llega a un equi-
cargo de una intervención y de ir introduciendo una escansión y no po de prepaga se sabe que en los primeros meses uno va a recibir esta
parar esa metonimia con la medicación. Si hizo caso o no de la indi- clase de pacientes que ya son conocidos en el sistema. Generalmente
cación no lo sabemos pero, en principio, lo que sí sabemos es que el l son viejos usuarios y van rebotando de un lugar al otro. Yo no se si
paciente continuó viniendo. Es decir que podemos juzgar que esa yo tomaría este paciente.
intervención a él le permitió seguir viniendo. Más allá de si hizo caso
o no, la intervención de decirle "la medicación la vamos a cambiar, la 1 MARÍA MARTA ScoRTICATTI: Quiero contestar las preguntas antes
tiene que tomar en tales y tales horas", a él eso le resonó para conti- l de <.JUe se vaya el tiempo. Me parece que sí quizás haya caído en un
nuar. O sea que venía a buscar cierto tratamiento, como decía Gloria,
"del todo". Yo coincido con esa apreciación. Y te faltó el todo de la 1 montón de trampas. Esto sí. Me parece que estuve muy advertida al
final y no caí en la trampa de suponer que yo estaba siendo un ana-
J!
.g
medicación, que también está escondido ahí. lista para este señor. ~
Creo que a partir de ahí, él se dispuso a hacer un tratamiento del Por otro lado me parece que algo se alivia. Él tenía -Rafael 7J

todo en el análisis. No solamente que él no sabía como tratar el todo Skiadaresis habló de algo especular- problemas de especularidad J>
del análisis, sino que se dispuso a hacer un tratamiento del todo en con su pareja homosexual cuando consulta conmigo. Esto se alivia
el análisis. Porque él te dice, en un momento, "creo que voy a decir 1 con mi presencia, y por eso cuando él me dice que se va a terminar
-<
~

l
Vl todo", y todo se puede tomar como decirlo todo o como decir solo la enamorando de una mujer no lo hace como comentario, lo dirige a 8
-~ palabra todo. El todo puede querer decir muchas cosas. Vos le abrís mí, con lo cual le cierro la ventana a propósito y bien fuerte diciendo ~
;t el juego y comienza. que no voy a tener algo que ver. Le tuve <.Jue aclarar que no iba a ser ??:
o
u Y me parece que efectivamente algo del todo baciló en esa inter- yo si bien podría no haber no contestado nada. La siguiente sesión el ~
f
(L vención que decía Néstor, cuando vos le decís "esto es una prepaga, me trae la mujer que sí era su ex compañera con la cual empieza a N
170 esto no es todo -usás ese significante- hay que pagar". "N o es todo" tener una relación mientras mantiene la relación hgmosexual. 111

1
Después parece que decido institucionalizar esto porque lo que su infancia, sino también por la mutación en su goce que se verifica
quería era no entrar en la trampa de "esto es mi análisis". Soy psi- en el transcurso de estas entrevistas.
quiatra y psicoanalista, y trabajando en una prepaga entro en ese Hay una mutación, un desplazamiento, un abandono de la pareja
lugar tan difícil donde medico, y hago tratamientos de los pacientes homosexual o de la pareja heterosexual, una búsqueda, hay una serie
graves en general que me los derivan. Entonces cada caso en parti- de desplazamientos de su goce que se empiezan a verificar, a admi-
cular yo lo pienso en diferente manera, y en este caso lo que yo pensé nistrar, a sugerir en el análisis. Hasta que llega ese momento crucial
es que no podía quedar entrampada suponiendo que este señor esta- de "esto no es un análisis". Yo creo que efectivamente este es un
ba haciendo un análisis. Y entonces hago referencia al otro, a la insti- punto donde la cuestión se detuvo.
tución, digo que esto es un tratamiento en una prepaga que le garan-
tiza treinta sesiones. MARÍA MARTA ScoRTICATTI: Para mí el momento crucial es donde
me dice "torturadora". Me parece que de eso que le propongo tratar
GLORIA AKSMAN: Para mí es un perverso freudiano. Él no tiene ya él no quiere hablar. Yo no creo que haya una gran modificación del
eso, pero podría tenerlo. Es decir, "ahora tengo dos". Voy a dejar de goce, sí quizás muta~iones pe~ueñas. en este punto donde él me acla-
mentir porque esta es mi barradura, "pero podría no hacerlo". "Voy ra, siempre en su estilo, y me diCe qmen es. Antes no me hubiera acla-
a decir todo", "pero podría no hacerlo". "Aún así, quiero hacer un rado quién era. Hubiera dado por sentado que yo tenía claro que él
análisis, aunque no quiera hacerlo". era él.
Cuando uno lo pone en duda, y este es el punto de la interven- Le propongo trabajar sobre dos frases que él no escucha cuando
ción, ahí decide la estructura de la forma que sea. dice: "A veces me resulta difícil seguir", y "si no tengo éxito no me
quiero". Ahí es donde le propongo trabajar esas dos cosas y eso es lo
lNTERVENOÓN: En principio estaba en consonancia con lo que que él no quiere tramitar. Me parece este tratamiento como un fraca-
decía Néstor Yellati de que no se sabía muy bien a qué venía. Por lo so más allá de que el final no fuera una cuestión ideal. Creo que como
menos es lo que que pareció todo el tiempo en el relato, excepto por mujer me sentí expuesta a este tipo de psicópatas muchas veces y
una sola cuestión, y esta es la pregunta. Me pareció que acentuaste nunca salí tan íntegra.
algo de lo emotivo en él, aparecía en relación a la sexualidad cuando Para mí son logros que avalan que estaba mejor posicionada esta
él era un niño. Por un momento me dio la sensación de que algo ahí vuelta que otras.
quedó marcado a fuego y que no pudo recuperar nunca más. ¿A vos Tenía un mejor saber hacer, que el señor calmó su angustia especu-
te pareció que algo de esto realmente pasaba? ¿Si algo de cierta cas- lar que tenía con su relación homosexual -en lo que tiene que ver con
tración se jugó ahí, en ese goce que no pudo recuperar nunca más a entrar en estas entrevistas psi- y no estaba dispuesta a hablar de eso
pesar de que lo intentó de muchas maneras y haciendo objeto todo lo que uno le percibe al psicópata que es su cercanía a la pulsión de muer-
que se encontraba en el camino? Si esto es así también agregaría un te. Porque esto es lo que estaba en juego cuando yo le digo estas dos
elemento respecto de pensar cuestiones de psicopatía y perversión, y cuestiones de "si no tengo éxito no me quiero" y "a veces me resulta -o

que tiene que ver con la posición subjetiva. difícil seguir"; de lo que habla es de la cercanía a la pulsión de muerte . .§e
Por otro lado creo que hay algo del orden del síntoma que no está, ~
y eso no alcanza. Un goce perdido no alcanza para ser un síntoma, ADRIÁN ScHEINKESTEL: Una breve reflexión con relación al analista ;>:l
;;-
pero sí me parece que indica alguna posibilidad desde donde posi- engañado o desengañado. Sin llegar a hacer de esto una apología, es
cionarse. Además, lo digo porque esto ubicaría sí un analista en un evidente que -sobre todo si seguimos a Lacan en el Seminario 11, Los -<
lugar más allá de sí es especular o no es especular, le daría otra posí- cuatro conceptos fundamentales en psicoanálisis, donde dedica una parte a ~
"' bilidad de colocarse. la cuestión del engaño del analista- se podría decir que no hay posibi- 8
<(
¡:::
lidad de la función, de la operatividad analítica, de la posición analíti- ~
~ lNTERVENOóN: Creo que hay una disposición del paciente a tratar ca, si no existe la posibilidad del engaño del lado del analista. Lacan ~
u su goce y una disposición del analista a escucharlo. Yo creo que esas
dice que "los no incautos yerran". Esto contraindica toda posibilidad ::;:
r dos cosas son verificables en el texto y no solo por el comentario de -hago esta reflexión para establecer la diferencia con el caso que esta- N

72 la persona que me antecedió, efectivamente la cuestión del goce de mas tratando hoy- de comienzo de análisis, si no hay ese punto en 173
donde el analista puede ser engañado, llarnérnoslo así, en ese discur- Me parece ~ue de alguna manera o el señor se empezaba a preo-
so, y tal es así que Lacan da el ejemplo de todas las prevenciones que cupar porque el no se quería si no tenía éxito y hablaba sobre eso 0
tornan determinados pacientes, analizantes, que, por ejemplo, pregun- se retiraba. N o había muchas opciones. '
tados acerca de por qué no dijo tal dato en relación a su historia res-
pecto de una parálisis, dicen: "Bueno, no se lo dije doctor en ese NÉSTOR YELLATI: Es respecto del diagnóstico desde el discurso del
momento porque usted podía pensar que se trataba de una PGP, etc.". sujeto Y no desde lo macro de la psiquiatría. Porque para tornar el
Todo esto va en el sentido de si hay posibilidad de suponerle un tema del _recue:do infantil, me pregunto qué es lo propio de este
saber al Otro o no. Esa es la cuestión. Es en ese sentido que se juega r~cuerd_o, mfantil que lo diferenciaría de un neurótico: no aparece la
esa dialéctica, sobre todo en el comienzo de un análisis, en donde ~Imen_swn del trauma sexual. Es decir, el es un gozador desde su
existiría esa posibilidad en ese engaño que finalmente es amoroso, de mfanCia, es un gozador desde que nació, donde una histérica diría:
suponerle -al menos durante un tiempo- un saber al Otro. "El otro me gozó", o donde encontraríamos el plus de goce de un
En este caso me parece que esto justamente muestra claramente obsesivo que es experim~ntado corno trauma y culpa, él simplemen-
que se trata de otra cosa. Por eso mismo que decía antes, sería impo- te goza. En esta referencia al goce es muy interesante que cuando el
sible am!lizarse con alguien que no está sujeto a ser engafiado en goce quedó localizado en María Marta bajo la forma de torturadora
algún punto, sería realmente una propiciación a la paranoia en ahí es donde se_ rompe_ ~llazo. Él ~i~rnpre ha sido un gozador, que e~
donde se trataría de que ei analista ya sabe siempre antes todo. una manera ps1co~nahtica de deflrur un poco la posición -digámos-
Entonces, me parece qué se trata de un caso en donde de entrada lo de manera ambigua- perverso-psicopática.
se despliegan las condiciones de goce de una u otra forma, entre lí-
neas, de este sujeto, en las cuales él acepta de alguna forma la expe- SANTI~GO LEVÍN: P~ra concluir. Yo no soy tan optimista en mi
rienc[a y hay un momento en que cuando se establece la diferencia comentar~o. Cu~ndo Iba leyer:do aumentaba mi preocupación, y
"esto no es un análisis", él dice: "¿Cuál es la diferencia?". Allí tam- cuando VI en el fmal que el paciente no volvió me alegré por la cole-
balea la cuestión de si se puede ceder, si se puede ubicar algo del ga. Creo que estos pacientes que tienen -en términos winnicottianos-
orden dd saber en el campo del Otro. un falso self tan marcado, son imposibles de analizar. Por lo menos
esta. es mi opinión. Creo que uno tiene que salir lo menos golpeado
ADRIANA LUKA: Tomando la cuestión que traían Aksman y Levín posible, n~ hacer daño, porque son situaciones en las que sin querer
respecto de los pacientes que ller;an a las prepagas y cómo se instala sale el punetazo. En términos médicos, no medicar punitivarnente.
el analista. En su prirnera entrevista él no venía como alguien que ya Pero no tengo ese optimismo. Sí creo que el trabajo de María Marta
ha pasado por varias prcpagas y que cuando se acaban las treinta fue excelente y que salió indemne, corno dice ella, y creo que es a lo
sesiones o cuando tienen que pagar se van. Hay una pregunta que que uno puede aspirar en estas situaciones: salir uno entero sin dejar-
quiero hacer y es sí él venía de algún otro tratamiento de prepaga. se arruinar demasiado.
La otra cuestión es que el momento de poner al trabajo algo es -o
cuando vos le repetís las dos .frases, y ese es el momento en que él ya ~FAEL SKIADARESIS: Bien vamos a cerrar este hermoso caso de per- ~
no quiere saber nada. ver~10n, porque c::eo que no se trata -y vuelvo con la pelea que no ~
cedi hoy entre psicopatía y perversión- de psicopatía en este caso, ;;l
MARÍA MARTA ScoRnCATTI: Ahf tiene que pagar con todo, y enton- creo que es un perverso completo y absoluto, con una relación al Otro l>

ces no lo tolera. Es ahí donde él me pone en el lugar del Otro que muy bie~ marcada. Podernos concluir que en relación a la posición -<
goza, y por eso me nombra 'torturadora', no me pone en cualquier , del analista el pez no mordió el anzuelo. Si te engañan probable- ~
Vl olro lugar. Cuando me nombra torturadora le pone un goce a mi mente te l~even a la angustia, corno en muchos casos hospitalarios n
: intervención, con lo cual abro la puerta y no viene más. que he terudo que supervisar donde al principio todo era muy ama- ~
~ Igual que cuando le digo que la diferencia con un análisis es pagar ble, muy seductor, y terminaba siendo un derrotero de angustias del ~
o terapeuta. Y el sujeto un canalla. "'
u y a la otra sesión no viene; cuando le pregunto porqué no vino y no
Cf:. avisó, ~e dice que me quede muy tranquila, que me va a pagar, con lo De t~das maneras, acá, se trata de un caso de un perverso típico. N
174 cual tampoco me engancho y le contesto que no se trata solo de dinero. Gracias, hasta la próxima.
175

1
Psicópata, antisocial, canalla

NÉSTOR YELLAT/

Este año fue tratado el tema de la psicopatía, lo tomó Rafael


Skiadaressis, pero me pareció que se justificaba volver sobre el tema
de manera de hacer un uso de los significantes lo más preciso posi-
ble, dado que el término mismo y el diagnóstico de psicopatía tienen
existencia en el medio psiquiátrico y en el psicoanalítico no lacania-
no.
Hay un concepto de psicopatía y tendríamos que preguntamos si
los así llamados psicópatas son los mismos de siempre, si son iguales
a sí mismos, o si han cambiado a través del tiempo. Esa es una pre-
gunta que nos podemos hacer porque la psicopatía tuvo su fecha de
nacimiento, y bajo esa denominación quedaron agrupados distintos
tipos clínicos.
Por eso cuando leemos diferentes historizaciones del concepto
todas comienzan considerando o ubicando por primera vez al psicó-
pata en Pinel, lo que él llamó la monomanía sin delirio, que era el
sujeto con trastornos de conducta pero sin síntomas psicóticos.
En 1835, es Pritchard quien usa el término Moral Insanity, insano -u
Vl

moral, para referirse a esos pacientes que coinciden en su descripción .o


con el psicópata, tal como se lo caracteriza en nuestros días. ~
Cuando hizo su intervención, Rafael había recordado que el tér- ;J
:;-
mino personalidad psicopática es de Kraepelin y que su alumno,
Schneider, desde una perspectiva constitucionalista, definió a la psi- -<
copa tía como una desviación cuantitativa respecto de una media nor- ~
mal, como una personalidad que sufre o hace sufrir. 8
También vimos en ese momento que esta es una definición lo sufi- ~
cientemente amplia como para abarcar gran parte de los sujetos que '!?:
nos llegan a la consulta de una u otra manera, y que en última ins- ~
tancia, todo el mundo sufre y tiene también su manera de hacer sufrir N
a los otros. Esto nos llevaría a un "todos psicópatas", por lo que 177

1
habría que ser un poco más precisos con respecto a qué se refiere ese . 1 ·olencia contra cualquiera y en cualquier situación.
5 ejerce a v1 ..
sufrimiento. ma ' de la violencia es de gran compleJidad, pero como vere-
Para tomar la insoslayable cuestión del DSM digamos que el tér- E1 tema · mplo de vwlenc1a
. . colectiva,
. d" , · d e psicopa-
e1 1agnostico ·
mino psicopatía no está presente, desaparece. En 1952, con la prime- mos endun ei:r al servicio de patologizar el hecho social, lo que en el
ra versión del DSM, figura el término sociópata, lo que es interesan- tía pdue et ,esl servicio de la segregación. Probablemente lo que más ha
te porque lo sociopático está referido a la cuestión sociat más preci- fon o es a a l 1
· d a la personalidad psicopática es el actuar, o que en e
samente la relación individuo-sociedad a la que me voy a referir con caractenza o , fu 11 d
. s · coanalitico no lacaniano, en nuestro pa1s, e ama o cor-
cierta extensión. Pero el sociópata incluía originariamente al antiso- roe .d 10· P 1 tre el pensar y el actuar. Hay un l"b
1 ro que f ue e1'asico,· no
ciat el disociat el adicto y el desviado sexual. Esa era la clasificación toacmto en .
. · ·gencia hoy para los psicoanalistas de la IPA, escnto por
de la primera edición del manual. se SI tiene VI 1 d ,
Z e oue desarrolla esa perspectiva. Desempolvar o me eparo
1
Joe a ' ·1
El término -ahora tan difundido- de personalidad antisocial es ivertido ya que cuando tiene•
que caract enzar ·
e1
un momen t o d ' . . .. , . ·
incorporado en 1968, y con él se hace hincapié en comportamientos · ático utiliza el modelo de la cnsis epileptica, 1o que sm
actuar ps1cop d
anteriores a los 15 años que perduran posteriormente. Después está duda tieJ1e su aspecto l~~ntabl~; _se supone que se trata e un texto
el desarrollo posterior de lo que es la personalidad antisocial con sus · · oanalítico de orientacwn klem1ana.
variaciones del DSM III y DSM rv; y también se confeccionó una psiC 1 que respecta a Freud se pue d e u b.1car e1 t'ermmo, · 1o encon-
Eno 1. , . d s
Escala de Hair que consta de cuarenta íterns, que se realizó a partir tré una sola vez pero no para referirse ~ di~~nostico que es, ednu~-
de una población carcelaria belga y que permite medir los grados de · t e's es el caso de "Persona)· es ps1copaticos en e 1 teatro , on e
psicopatía. Esta escala es actuat aún se usa. tro m er , · d
· tr duce una perspectiva vinculada a la personahda . .
Es decir que el término psicópata en determinados medios se m ~1 "actuar" en Freud se puede ubicar en "Recordar, ~epetir y ree-
sigue usando. " es la forma en que se tradujo el agieren, pero s1 recordamos
En lo que respecta a la llamada psiquiatría clásica podemos resu- 1ab orar , d · , tu r
, ·ca de ese escrito es evidente que no con uce a rungun ac a
1a 1og1 . · b ·
mir los rasgos propios del psicópata en los siguientes términos. t 0 lógico sino que queda enlazado a la memona, e1 paciente aJO
pa
transferencia ya no recuerda sino que actúa, en d e f Im·tiva ese a ctu a r
Impulsividad. Indudablemente se trata de lo impulsivo en tanto
antisociat porque una bulírnica o un obsesivo también tienen impul- es su forma de recordar. .
Es Lacan quien retoma el agieren para desdoblarlo en actz~g ~ut Y
sos a realizar determinados actos que no pueden evitar.
pasaje al acto y poner ambos en serie con el acto. _En el Se:rzmarzo 10
La frialdad afectiva. El psicópata no siente, no manifiesta afectos, habla de una zona de actuación, pero tampoco ubica al sujeto actua-
por lo general es llamativa la ausencia de culpa y de angustia. Pero dor bajo un concepto determinado, se trata del morn:~to de su ens_e-
conviene resaltar que fundamentalmente lo desafectivizado es lo que ñanza en que aún considera las tres estruc~ras clas1cas: neuros_Is,
podemos llamar el acto psicopático, no así los lazos habituales. Esto psicosis y perversión. Esto tiene consecuencias en el campo lacarua-
se Jesume diciendo que desafectiviza el acto pero no la vida. El pro- no el termino psicópata desaparece, cae fuera de uso y por lo ta~to J!
blema de los afectos es de gran importancia para nosotros, no solo deja de ser un diagnóstico. Por supuesto qu~ _todas -~stas referencias .g
porque Lacan haya ubicado a la angustia corno el único afecto que no mérecen un desarrollo más extenso, pero ffi1 mtencwn es solamente :!':¡
engaña por lo que los demás sentimientos mienten, lo que es una ubicar el uso y también el desuso del término psicopatía en el campo ;
perspectiva que Freud señaló muy tempranamente, sino porque la psiquiátrico y psicoanalítico.
ausencia de afectos, la indiferencia, el aplanamiento afectivo, no son
privativos de la psicopatía. De allí la importancia de relacionar la lla-
2 mi.Mla "frialdad" con el acto.
Lo "antisocial" 8
)>
z
t
) Agresividad. El ejercicio de la violencia en distintas formas, lo que La referencia a la violencia colectiva a la que me referí más arriba ;
~ asocia tan frecuentemente la psicopatía a la criminalidad, es conside- es considerada por Eric Laurent, y no es casual que la ha~a él porque VI

::_ radv un rasgo común. Pero hay que diferenciar al violento en un considera la realidad de Francia, parte de sucesos que estan muy pre- N
·a determinado contexto y el violento puro que va más allá de las nor- sentes en el campo de la salud mental de ese país. 179
Lo que sucedió allí en el año 2005 -y es a lo que él se refiere- fue- Esta cuestión no es nueva en absoluto, y le fue planteada a Lacan
ron _las revueltas populares que hubieron en los barrios periféricos de por estudiantes marxistas, y se puede leer en un pequeño texto de
~ans, ~ande como se sabe, hubieron alzamientos importantes con 1967: "Respuesta a unos estudiantes de filosofía sobre el objeto del
mcendws de autos, lo que se extendió luego a ciudades del interior psicoanálisis".
provoca_ndo una conmoción muy fuerte dentro de Francia. Una con- La pregunta inevitable se dirigió precisamente a relacionar enfer-
secuencia :ue la convocatoria a lo l]Ue se llama una audiencia públi- medad mental y sociedad y concretamente dice así: "Esto plantea el
c~ ,~on el ~tulo cuya traducción sería: "Hacerse cargo de la psicopa- problema de la función social de la 'enfermedad mental' y del psico-
tía . Co~:Iste en llamar a una cantidad muy importante de psiquia- análisis" .
tr~s, socwlogo~, profesores de psicología y un par de psicoanalistas Es una pregunta entre otras, quizás no tenga solo una evidente
(ru~guno lacaru~o) q':e hacen sus exposiciones respecto de lo que se orientación marxista, Foucault ya había publicado su Historia de la
entumde por psicopaha. Son unas 250 páginas que no he leído en locura y la antipsiquiatría que pretendía fundamentarse en el exis-
detalle pero q~e sí tra~sité y donde pude verificar que hay de todo: tencialismo sartreano que tenía plena vigencia. Pero más allá de eso
de:'d: las verswnes mas conservadoras y ortodoxas a intervenciones nos interesa la respuesta de Lacan, esa famosa intervención que tuvo
mas I~te::s~ntes, más cuestionadoras de la utilización del diagnósti- muchas consecuencias en nuestro campo. Lacan hace del esquizofré-
co psiqmatrico para dar cuenta de los fenómenos sociales. nico el paradigma del enfermo mental y dice: "La función social de
. De to?as ~a~eras lo que me parecía de interés es la plena vigen- la enfermedad es la ironía. Cuando tengan práctica en el trato esqui-
Cia del, ~Iagnostico DS_rvt, aunque en Francia se lo tome para ejercer zofrénico sabrán con qué ironía está armado, ironía que va a la base
una cntica sobre el mismo, y que al mismo tiempo aparezca en la de toda relación social".
convocatoria el término psicopatía, una entidad de gran consistencia El"enfermo mental" esquizofrénico ataca la base de toda relación,
de la que hay que "hacerse cargo". quizás convenga decir de todo lazo. Esto va a tener una versión pos-
. Entre las intervenciones más interesantes se puede rescatar el tra- terior que sería "el esquizofrénico está fuera de discurso", y Lacan
b~JO de un profes~r. de psicología llamado Fran~oise Caroli, quien entiende que su función social es tener una posición irónica, y al iro-
du:e qu~ hay una dificultad en abordar el tema de la psicopatía y que nizar se mantiene fuera del lazo social.
esta reside en que en su descripción quedan asociadas una semiolo- Creo entonces que hay que extender la problemática del sujeto y
gía so_cial y _una semiología clínica, ambas ligadas, y con cierta fre- la sociedad y no reducirla al psicópata o al llamado trastorno antiso-
cuenCia hacien~o de la primera una causa de la segunda. Él critica cial. Con todos los recaudos que merece el término, lo que se consi-
que entre lo social y las manifestaciones clínicas individuales se esta- dera "enfermedad mental" excede bastante lo que se pudo llamar
blece ,u~a re_lació_n ~e causalidad, y que eso mismo complejiza la pro- "psicopatía", y tenemos este ejemplo que da Lacan en el campo pro-
blemah~a d1agnosti~a, y no se sabe si uno se está refiriendo a un suje- pio de la psicosis, el de la esquizofrenia con su posición irónica.
to q~e tiene determmadas características, o si estas son productos de Por el lado de lo antisocial del psicópata podemos decir que de
~n Cierto context~ sociaL Inversamente, se está obligado a hablar alguna manera también ataca a la relación social. Pero no ya desde -e
!:!:!
Siern~re de lo _soCial _cuando se trata de la psicopatía, toda vez que una posición irónica sino canalla, cínica, o ambas enlazadas. Antes de .o
e
esta tiene ~arufestaCiones ~ue pueden ser individuales, que pueden tratar de dilucidar en qué consisten estas posiciones quisiera hacer l>

se1r colectivas, pero que Siempre tienen incidencia directa en el un comentario respecto del DSM. ;ci
:x;;-
medio. Si tomamos espeóficamente la problemática del niño, el famoso
Lo social también aparece en el trastorno antisocial de la persona- ADD que invade los diagnósticos en la infancia, el trastorno de la aten- -<
lidad que, si bie~ no se superpone o al menos no lo hace plenamente ción con o sin hiperactividad, vemos que está ubicado haciendo serie 3:
con lo que se entiende por psicopatía, de alguna manera está relacio- con el TOP (Trastorno de oposición con provocación) y el trastorno 8
nado. disocia! del niño. No se me ocurre sufrir ni hacer sufrir con la lectura ~
De 1? que se trata en primer lugar entonces es de dar cuenta del del DSM en este momento, basta con recordar que el problema del "f:::
, compleJo lazo individuo-sociedad, que como es obvio no se limita
::_ solamente~ los casos :xtre_m~s.en que la gente sale a la calle y quema
o autos por CircunstanCias histonco-sociales.
1 niño con déficit de atención es que no presta atención suficiente, que
no mantiene la atención, que no escucha cuando se le habla, que no
sigue las instrucciones, que se distrae, que no hace los deberes, que no
~
N
181

1
llega a tiempo, que se retrasa, etc.; y cuando es hiperactivo porque no Mucho más claro es el ADD en el niño, y como también se lo pudo
se queda en el lugar en el que debe estar. Sin entrar en más detalles. El retender en el adulto. Porque se sabe que como la medicación no
que se opone, es el Trastorno Negativista Desafiante, discute con adul- ~ió resultados en este, el diq_crnóstico de ADD en el adulto ha caído
tos, desafía a los adultos, rehúsa cumplir sus demandas, acusa a otros un poco en desuso, pero s~ ~jerció bastante presión para imponer
de sus errores, es colérico y resentido, es rencoroso, es vengativo. Es lo igualmente como diagnóstico el trastorno de atención en el adulto.
que podríamos llamar un "pichón de psicópata". Cuando se lee la descripción es bastante cómica, porque es lo mismo
Si bien el disocia! continúa la serie, evidentemente un límite es que en el niño pero en ur: g:rande: llega tarde al_ trabajo, n~ _cumple,
atravesado en tanto pasa al acto de manera violenta, la palabra deja no responde a las cons1gnas, pierde el trabaJO con faCilidad, es
de ser barrera y mediación, hay agresión a personas y animales, des- reprendido por sus superiores.
trucción de la propiedad, fraudulencia o robo, violaciones grav,es de Es un rechazo evidente al amo actual y no sorprende que la medi-
normas, ataques al otro, a la propiedad del otro, al cuerpo del otro. cación haya sido inútil.
Me parece que toda esta descripción del DSM, se podría reducir Volviendo a la definición de C. Soler hay huelgas del falo que son
perfectamente a lo que podríamos llamar las patologías del lazo al más pasivas o más activas, pero en definitiva todas lo son. Es decir,
Otro; agreguen al Otro social, que es una manera de referirnos al no se responde al amo de maneras distintas, pero no se responde. Un
Otro ya no limitado a la madre como gran Otro. amo, muchas veces, canalla.
En todos estos casos hay una patología, una confrontación del
sujeto con el Otro, pero obviamente las manifestaciones no son las
mismas. La más benigna es no atender, distraerse, no concentrarse o Lo canalla
ponerse hiperactivo y bastante molesto. Pero hay otros que se con-
frontan de manera mucho más directa, no se trata de no atender ni de ¿Qué es el canalla? Este es un término que tiene una aparición muy
ponerse inquieto: dicen no, dicen que no lo van a hacer, enfrentan y puntual en la enseñanza de Lacan, no hace grandes desarrollos al res-
se oponen al Otro. El llamado disocia! directamente lo ataca, puede pecto, está en El saber del psicoanalista, tiene un antecedente porque ya
tomar contacto violento con su cuerpo. Por qué no pensar esta pro- en el seminario de La ética ... habla del intelectual de derecha canalla,
blemática como las patologías del lazo al Otro y que son, en definiti- pero sin precisar mucho de lo que se trata. Cuando lo tiene que defi-
va, distintas manifestaciones de esa perturbación que tiene cada nir, se refiere a la posición canalla en tanto el sujeto ocupa el lugar del
quien con la sociedad en la que le ha tocado vivir en las instituciones gran Otro en relación a los pequeños otros. Esa sería la definición. Es
por la cuales habitualmente debe circular, y que en el caso del niño algo que se superpone un poco con la descripción clásica de psicópa-
se:rá fundamentalmente, el colegio. ta, en el sentido de que al psicópata se le atribuye esa capacidad para
Desatender, escapar, oponerse, atacar a quien encarne el discurso manipular al otro, como se decía clásicamente, hacerlo pensar, hacerlo
del amo en tanto indica lo que se debe hacer para que todo ande. actuar, hacerlo sentir. Si lo queremos decir en términos más psicoana-
Hace ya bastantes años los colegas del Ty A convocaron a Colette líticos, el psicópata tiene la capacidad -ocupando el lugar del gran ~
Soler para hablar de la posición del toxicómano, la posición canalla, Otro- de mandar sobre el deseo y el goce del pequeño otro, y es eso lo .o
e
la posición cínica, o la posición cínico-canalla del toxicómano, y ella que permitiría -en parte- superponer el canalla lacaniano con lo que ~
dijo allí algo que me sorprendió: "El toxicómano es un objetor de clásicamente se refiere en términos de psicópata. ::o
ccmciencia al goce universalizado de la civilización". Esa es la posición canalla, pero hay otra referencia importante y es l>
¿Qué lJuiere decir esto?, "rehúsa entrar en el goce fálico si se la posición perversa, que también se superpone con lo que habitual- -<
entiende por este lo que implica la competición social, no entra en la mente se llama psicópata, que es la posición que implica dividir al ~
vo carrera, hace huelga del falo". El toxicómano como un sujeto que dice otro y hacer surgir la angustia. El sujeto dividido y la angustia con- 8
~ "yo en esa no entro". A mí me pareció que eso estaba perfectamente comitante. ~
~ adecuado a estos diagnósticos, inclusive hasta más adecuado que en Me parece interesante, porque es una perspectiva diferente que la ~­
o
u relación a la problemática de la toxicomanía. Desde esa perspectiva, posición canalla en tanto ocupa el lugar del gran Otro en relación al ~
0:. el trastorno antisociat su antecedente infantil (TOP), son las formas otro. Por el contrario, la posición perversa es la de objeto, el perverso N
182 directas, violentas -a veces- de rechazo a ese goce universalizado. se posiciona como objeto para hacer surgir en el campo del Otro al m
sujeto barrado cuya manifestación más evidente y cierta es la angustia. Conversacion
En ese sentido, podríamos decir que cuando hablamos de psicó-
pata nos referimos un poco al canalla, pero también nos referimos a INTERVENCióN: Yo pensaba que en lo que expusiste se ve claro que
lo que llamamos perverso, pero la distinción estructural se puede estos sujetos atacan al lazo social, o sea, atacan a los cuatro discursos.
hacer y es conveniente hacerla: ¿está en posición de gran Otro o en Atacan al discurso del amo también. En ese sentido pensaba que hay
posición de objeto? Eso permite ubicar por decir de alguna manera el que ser específico con el tema respecto de cómo ubicar al canalla o al
lado perverso del psicópata o su lado canalla, que son diferentes. psicópata, que no se ubican como gran Otro o como amo, sino que es
Les voy a leer lo que dice Miller de la posición canalla. Esto se un ataque también al discurso del amo.
encuentra en uno de los libros que están dirigidos a la opinión ilus-
trada que se llama La ternura de los terroristas, donde toma una figura INTERVENCIÓN: En relación a la posición de la ironía. La diferencia
paradigmática de la época en el comienzo de los ataques suicidas a entre la ironía del esquizofrénico -que pone fuera de vigencia el dis-
los que ahora estamos acostumbrados. curso es decir que descree que el ser pueda tener un fundamento en
Miller dice que "el terrorista es un idealista, es un loco, no un el significante- y la ironía del psicópata, ¿en qué se diferencia con la
t:analla", y cita a Lacan en su texto "Ciencia y verdad": "De nuestra del esquizofrénico si también está fuera del discurso?
posición de sujetos somos siempre responsables, llamen a eso terro-
rismo donde quieran". NÉSTOR YELLATI: Yo no pretendí decir que el psicópata estuviera
Cuando Miller define al canalla toma un ejemplo extremo, para- fuera de discurso. Es cierto lo que decís respecto de la posición iróni-
digmático, casi inigualable y del cual podemos aprender en tanto ca del esquizofrénico, que a veces se trivializa cuando se la piensa en
aprendemos de los paradigmas: Stalin, el gran canalla. "Ningún términos de que utiliza algún juego de lenguaje emparentado con lo
escrúpulo, ninguna decencia, sin vacilación, sin falta en ser, el hom- que se llama ironía, que es la ironía cuando consiste -precisamente-
bre de acero, ~1 perfecto canalla, intocable, cerrado sobre sí mismo, el en cierta utilización del lenguaje, y no se trata de eso, es su propia
esplendor del canalla, su articular brillo maléfico proviene de que no posición en tanto esquizofrénico la que ironiza, ataca el fundamento
posee alteridad. El canalla -acá introctuce una cierta variación- no del lazo social, lo que implica mantenerse por fuera de los discursos.
acepta al Otro con mayúscula, él es el Otro con mayúscula. Él no Habría que hacer la diferencia porque como vos decís el psicópa-
tiene Otro con mayúscula, no acepta a Otro con mayúscula que no es ta ataca pero lo hace de otra manera. No pretendí decir que el psicó-
más que ficción -él no es ninguna ficción-, ni a los pequeños otros pata también tuviera una posición irónica. Más bien hay que pensar-
que no valen nada. No se trata de narcisismo, porque a Narciso le lo como posición canalla o cínica. Es decir, lo que siempre se dijo del
hace falta la escena del espectador. Tampoco podemos llamarlo cinis- psicópata es que pasa al acto, y hay que caracterizar de una manera
mo, elevada ascesis espiritual e higiénica ... Fue un gran canalla pero más precisa de qué se trata la actuación psicopática, porque es el
no fue un terrorista, porque el terrorista pone su vida en juego acep- punto en el que, precisamente, nosotros nos quedamos un poco en
tando perderla por una significante ideal". ascuas cuando Lacan hace esa caracterización tan precisa del acting J:
Evidentemente podemos encontrar muchos más canallas que out, del pasaje al acto y del acto. Allí las personalidades de acción no .o
e
Stalin, pero para Miller es el paradigma del canalla. Tenemos el gran quedan incluidas, cualquier estructura puede caracterizarse desde la l>
c:analla como tenemos la psicosis extraordinaria, pero también están perspectiva de si está produciendo un acting o si realizó un pasaje al ;l
los pequeños canallas. acto, pero en el campo de lo que llamamos la psicopatía uno tiene :¡;
que precisar el carácter de lo que es el actuar. La psiquiatría y el psi- -<
aibliografía coanálisis no lacaniano han propuesto lo propio de ese actuar sin dis- ~
DSM IV Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales. tinguirlo de la actividad motora, pero señalando que es sin afecto y 8
';:( I.ACAN, J. "Respuesta a unos estudiantes de filosofía sobre el objeto del psi-
sin pensamiento. ~
!;¡: coanálisis". Inédito. l>-
a. r-
o lACAN, J. Seminario El saber del psicoanalista. Inédito.
V
"' J.-A. La ternura de los terroristas y otras cartas, EOL, Bs.As., 2001.
MrLLER,
ADRIANA LuKA: Respecto del ach1ar del psicópata. En realidad, "' VI

~ :fHARMACON 4/5, Instituto del Campo Freudiano, 1995/1996. muchas veces también incita al otro a actuar. Él queda bien y hace rv
184 actuar. Esto, me parece que se verifica. 185
Después, quería recordar que la otra referencia de Lacan al cana-
lla está en "Televisión", donde dice que no hay que tomar un canalla
en análisis, sobre todo si quiere o pretende ser analista, que lo único
que se puede conseguir es convertirlo en un bobo, o un tonto.
Un espectador solitario
Una tercera cuestión, en varios de los casos que se presentaron acá
CATALINA BORDÓN
discutimos si se trataba de perversión o psicopatía, y me parece que
hoy vos aclaraste un poco, que también tiene que ver con la posición.
Es desde donde tenemos que operar para decir de qué se trata.

MARY PIRRONE: Estoy de acuerdo contigo pero yo no creo que esté


fuera de discurso, creo que trata de cuestionar y también socavar, no
solo al Otro sino a los distintos discursos.
Recordando la conferencia que dio C. Soler, pensaba en torno a
otra cosa que ella también decía y que tiene que ver con algo que
decía Adriana recién: no solo que el psicópata actúa sino que también Estaba pensando mientras hablabas que, justamente, el caso que
hace actuar. El otro día, en una supervisión de un caso de un psicó- voy a presentar no es especialmente un caso que haga huelga del
pata en Lanús, y tratando de ubicar si había ahí síntoma o no, lo que falo.
situábamos era el hacerse: el hacerse internar, el hacerse pegar, el A mí me gustó, antes de empezar a leer el material, cómo el depar-
hacerse maltratar. Entonces lo pensaba como una forma de satisfac- tamento difundió el caso vía mail y los afiches porque pusieron: caso
ción de la pulsión. El neurótico tiene su método sustitutivo de satis- clínico. 11Una perversión ordinaria". Y me pareció un concepto inno-
facción de la pulsión que es su síntoma, es como si el psicópata atra- vador que habría que investigar pero, en este sentido, lo que sí puedo
vesara la cuestión sintomática. adelantarles es que efectivamente no se trata de una perversión
También me hacía recordar algo en torno al perverso, cuando extraordinaria, pero que sí lo podríamos pensar como perversión
Lacan, en "Subversión del sujeto ... ", dice que no es que el perverso ordinaria.
esté por fuera del deseo, es la lógica del deseo y la prohibición. Lo Otra cuestión antes de la lectura es que no se trata de un caso clí-
que hace es tratar de transgredida. Hay algo de esto, me parece, para nico sino de un material clínico, diferencio esto porque acá hay un
mí está consolidado el gran Otro en el psicópata o en el canalla, el tiempo, hay un inicio, hay una trayectoria y hay un cierre de ciclo.
tema es que trata continuamente de socavado. Me gustó lo de TOP, Esto es importante porque, en todo caso, también me gustaría abrir a
oposición y provocación, está tan pendiente del gran Otro que conti- la discusión cuáles fueron las consecuencias de este trayecto para
nuamente se tiene que oponer y provocarlo. este sujeto, de este tiempo para este sujeto.
Lo llamé "Giros del goce, un espectador solitario". -u
NÉSTOR YELLATI: A continuación Catali11:a Bordón va a comentar su M. concurre a la institución donde yo trabajo derivado por su _6
caso. obra social, hace tres años atrás, con varias interrupciones. e
En aquel momento, al inicio, su mujer consulta en la misma insti- ~
tución por crisis de angustia. La extrema sensibilidad de ella, llantos l>
inmotivados que nadie logra apaciguar, lo coloca a él como causa de
esa sensibilidad. Él cree eso. Él se define como siendo "el que explo- ~
ta", muy nervioso, impulsivo, "me descontrolo". Dice que quiere fre- ~
~
V'l
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narse más.
~
a.
Viene, entonces, por la pareja. Conviven hace cuatro años y llevan ~­
o
u seis meses de casados. Sin embargo, relata, que es el momento de su vo
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a.. vida en el que quiere evaluar lo que le pasa y ahí comienzan una serie ~
186
de entrevistas donde él va relatando todo este escenario. 187
Su vida, dice él, fue cambiando muy aceleradamente. Se casa a los se le acercan otros hombres en busca de contacto físico, pero muchas
19 años. De ese matrimonio nace un hijo. Su separación la ubica a veces él los rechaza.
rartir de infidelidades propias y recurrentes, corno así también deu- Su modo habitual es el rnasturbatorio y no soporta, en ese
das económicas que le resultan muy difíciles de abordar y que aún, momento, que nadie se le acerque a su asiento, ni que le hablen.
ruatro años después, sigue pagando. Circula entonces por los asientos del cine escapando de los que se le
Se va instalando en el tiempo una lógica, en el transcurso de las van sentando: "Tiene que ser en soledad". Ese es para él momento de
entrevistas, en relación a lo que él concluye diciendo: "Mi vida es una pleno goce. El cine funciona para M. corno su auto clausura, su for-
.deuda, trabajo de más, muchas horas para pagarlas". Este circuito taleza. Un refugio, sustraerse del campo del Otro. Porque además
tiene que ver con compras compulsivas, ir a un shopping y gastar esta era la condición, que nadie lo fuera a encontrar.
sabiendo que gasta más de lo que puede pagar, con lo cual, esto hace Se le presentifica, entonces, como lo que no anda y lo que perma-
que se endeude con las tarjetas de crédito. Le pide ese dinero a algu- nece fuera de su control, aunque había intentado dominarlo.
na gente y, por lo tanto, esto lo lleva a trabajar más para pagar eso Al principio, su intento de dominación había pasado por el arma-
que "nunca termina de pagar". do de un nuevo matrimonio; dice que con su actual mujer tiene muy
Su trabajo conlleva el rasgo de su modo particular de establecer el buenas relaciones sexuales y que incluyen las prácticas masturbato-
llazo, el taxi está relacionado con lo inmediato: dinero todos los días. rias, y muchas veces, refiere qU:e ha tratado de aumentar las frecuen-
El trayecto es un circuito libre: ir por donde quiere. El dominio: del cia de esas relaciones sexuales para evitar ir al cine, pero no le ha
tiempo y del dinero. La soledad: condición de goce corno veremos dado resultado: la idea se impone y ya.
más adelante. Luego, un nuevo intento de dominación por la vía de la religión;
Dos contingencias de su vida marcan en él un límite posible, su le resultaba incompatible pero aún así inevitable.
freno. La primera sucede en la cuarta entrevista, se trata de la inter- El tiempo de las entrevistas transcurre. Las intervenciones apun-
nación de su padre. Se refiere a él corno violento, alcohólico, llegaba taban a desconsistir al Otro y a instalar una pregunta en torno al
al punto de la violencia física con su madre. Relata su historia olvi- modo particular de goce; ahí donde el neurótico arma una pregunta
dada: "Mi madre trabajaba corno empleada en la casa de él, y él deci- es porque el sujeto no se entrega por completo a ese goce. Y ese fue
de irse al sur", refiriéndose a su padre biológico. "Mi madre conoce un trabajo decidido para él en el tiempo de ese análisis.
a mi padre estando embarazada de mí" -aquí se trata del padre Con el tiempo yo no trataba de dominar con artificios o intercep-
adoptivo-. "Él me dio su apellido". Dos años después nace su her- tar aquello que denominaba corno sus escapadas al cine.
mano: "Para mi padre, él siempre fue su hijo, éramos una familia En la medida en que se va delimitando Otro barrado para M.,
muy humilde, tuve que trabajar a los doce años". unido a los avatares de su vida -la muerte del padre, cuestiones del
Es ese el momento en que confiesa aquel que fue el secreto de orden de "mi padre hizo lo que pudo", la mudanza de él a la casa de
t()da su vida, poniendo a ese secreto en el lugar de causa de su goce la madre donde empieza a haber en la madre signos claros de psico-
actual: a los trece años, un cliente del comercio donde trabajaba lo sis corno alucinaciones francas, aunque él lo refiere corno "esa mujer -o
violó; al principio fue una escena violenta, pero luego gozosa, que no está bien de la cabeza", cambios de trabajo, el poder situar lo de ;;;
perduró en el tiempo. Dura varios años de su vida. Intenta, a partir su mujer corno algo que le concierne a ella, la caída de una imagen en e
de allí, relaciones del tipo homosexual, pero se define por las rnuje- relación a una madrina de confirmación, etc.- el cine va cayendo, ya ~
:ues. A los 19 años se casa. Las infidelidades referidas a su primera no es el mismo goce y por lo tanto va disminuyendo la frecuencia. l>

esposa siempre fueron con mujeres. Luego de la separación con ella Dos años después, segunda contingencia. Sale un día del cine y lo -<
y de encontrar su actual trabajo, una nueva modalidad de goce se para la policía, lo lleva a un interrogatorio, algo grave pasa en ese ;;:
., instala en M.: cines pornográficos. Su actual trabajo es el taxi. lugar aunque no le dicen qué. Lo dejan demorado, lo tratan corno un 8
~ Concurre en ese tiempo de las entrevistas asiduamente a los cines, delincuente -lo dice él- y le preguntan por qué se movía tanto aden- ~
~ relata que se le aparece la idea estando en el taxi. La idea se impone tro del cine. Cámaras lo filmaban. Le piden las pertenencias. Así lar- ~­
~ "! no puede frenarla. Es el momento en que se aísla: "N a die puede gas horas hasta que le dicen que se vaya pero que nunca más vuelva ~
~ encontrarme, apago el celular y nadie sabe donde estoy". Es en los a pisar ese lugar. Se lo dice aquel policía que tiene un discurso más IIJ
188 cines en los que, algunas veces, arma encuentros homosexuales. Allí paterno. Había dos, como siempre, uno era el bueno y el otro el malo. 189
El malo era realmente terrible: "Qué hacías ahí, estás casado, sos un
NÉSTOR YELLATI: Claro, tiene que darse esa condición. Lo cual no
pajero de mierda, qué carajo estabas haciendo, y encima saltando de
· re decir crue haya lJUe caracterizar a este sujeto como perverso.
butaca en butaca". Le devuelven todo cuando se va: "Andate, anda- qUie ·I • 1 d" ., t
Me arece que es Interesante abrir un poco a 1scuswn en orno
te, no te queremos ver más", y se quedan con la alianza. Éste es el pperverso, la perversión, si es que creemos que hay algo de
corte para él, el límite último a este recorrido y el cine, efectivamen- al raSgo · d a prac, ti"
te, cae. este orden · De tndas
- maneras creo que hay una deternuna -
ca por parte del paci~nte que no pu~d~ evitar y que aparece en deter-
Les comento algo más. Las obras sociales tienen un tiempo de
. da coyuntura v1tal, es una practica fundamentalmente mastur-
atención institucional, está por finalizar ese tiempo de su cobertura rruna h , ·
batoria que no hace en cualquier lugar. Una pregunta que ana ~s SI
social y M. decide no continuar. Hasta que ocurre el momento del
las películas eran heterosexuales, homosexua~es o de otro , ~po.
corte no había vuelto a concurrir al cine, pero yo concluí el trabajo
Porque quizás iba a ver fundamentalmente peh:ulas pornograflcas
también con esta pregunta: "¿Un nuevo giro del goce se abrirá para
homosexuales. Es interesante que el paciente no Iba a buscar el lazo
él?" ..
al otro, no buscaba un partenaire, es más, buscaba escaparse del parte-
naire. Esto hace surgir fundamentalmente la pregunta -que es la q':e
NÉSTOR YELLATI: El comentario lo iba a hacer hoy Silvia Vogel pero
hace Lacan- ¿cómo pasar del autoerotismo al lazo al Otro? Es deCir,
no pudo venir por inconvenientes personales, por lo que voy a seguir
la posición fundamental parece ser autoerótic~, y de lo que s_e trata es
en la mesa y a decir un par de cosas respecto del caso.
de explicar por qué la abandona y cómo el s~¡-eto logra elegu un par-
Me resultó de lo más agradable que hayas leído en el anuncio que
tenaire en relación al cual no va a haber relacion sexual.
nosotros hacemos vía mail y cartel la referencia a tu caso como pre- Este hombre parece haber estado en esa coyuntura. Cómo ceder
gunta, pero en términos de perversión ordinaria, porque en realidad
esa posición autoerótica. Y la pregunta que haría yo ante~ de ~arle la
no es casual. Me gustó, además, porque si el significante tiene efectos
palabra a los demás es acerca de lo que contaste del episodiO de la
es porque refleja algo de la clínica, refleja algo de la pr~ctica. ¿A qu_é policía, el trato que recibió y si implicó un cort~r porque se ~uedan
apunta eso?, evidentemente responde al modelo que VIene de la psi- con el anillo. Evidentemente los policías no qmeren hacer runguna
cosis y la caracterización que hace Miller de la psicosis en tanto extra- interpretación, rú hacer un acto, pero quizás lo produjeron. Se q:ue-
ordinarias y ordinarias. dan con el anillo porque es de oro, pero para él tiene un valor SI~­
Al respecto debo decir que no sabemos muy bien qué es porque bólico decisivo porque es la alianza, es la relación al partenatre.
no logramos ponemos de acuerdo. Cada vez que nos reunimos con Entonces tenemos o la masturbación o el lazo, y lo que hace la poli-
colegas y hablamos de psicosis ordinarias decimos cosas diferentes, cía es quedarse con el símbolo de ese lazo.
así que no hay mucho acuerdo al respecto. De todas maneras hay una Sería interesante que vos digas q~é efecto produjo eso, si es que lo
idea que me parece que puede ser verdaderamente compartida sobre produjo.
la psicosis extraordinaria y cuyo paradigma es Schreber; y esas
pequeñas psicosis que circulan por el mundo inadvertidas como tales INTERVENCióN: Me parece interesante la diferencia que hace J!
y que en esa medida se las llama ordinarias, que surgen en el campo Catalina Bordón respecto de lo que ella llama un caso clínico y un .g
de la clínica de manera sorpresiva y que no impiden esa circulación material clínico, y creo que, efectivamente, sitúa la cuestión del lado ~
por el mundo, aunque con determinadas restricciones. Me pareció de si hay tratamiento bajo transferencia o no. La cuestión de la clíni- ~
que en el campo de la perversión se trata de lo mismo, porque cuan- ca ahí donde llamamos un caso, me parece que tiene que ver con que
do Lacan hizo una teoría de la perversión recurrió a la literatura, a si hay intervención y si hay este lazo particular que instala _el di~cur- -<
Sade y su obra, y ese es el perverso extraordinario. so analítico, y si hay pasaje de discurso. La pregunta es, s~ dec~r un 3:
, ¿Pero cómo no concebir que están las pequeñas perversiones?, material y decir un caso alude a esta cuestión _transferencia!. SI h~y 8
:¡; esas que pasan también más o menos desapercibidas salvo que se
algo que ha podido ser sancionado como una intervención baJO ~­
~ tenga la mala suerte de que caiga la policía en el lugar y momento transferencia. :::;
J
J
,.. precisos. La otra cuestión es respecto de la homosexualidad y la heterose- ..,..
L
xualidad de él. Porque parece que el encuentro homosexual de la N
lO INTERVENOóN: O de estar consultando a un analista. infancia es un encuentro rechazado pero aceptado, hay como esta 191
1
doble cuestión, donde está violado pero busca después encuentros na está reproducida justamente -debe haber sido mi enlace incons-
homosexuales. Y algo de esto parece reproducirse en el cine, porque ciente- con que esa pelotita está reemplazada en el final por una alian-
allí él busca estar solo pero hay encuentros homosexuales. Sí hay za, en donde el hecho de que esa alianza no haya ido a parar a donde
encuentros casuales. Hay como cierta reproducción de esto a lo que se suponía, es recogida por un ladrón en el río, y hay toda una situa-
se escapa y a lo que se acerca. ción que lleva al sujeto a no ser investigado. Hay algo azaroso.
Y después me preguntaba por el estatuto del Otro en la escena Se podría pensar qué hubiese pasado si esto no hubiera sucedido.
final. El que se queda con la alianza, ¿qué estatuto tiene este Otro por En realidad, si no hubiera sido esto sería otra cosa, eso está en el pro-
fuera de lo imaginario que termina produciendo un corte? grama mismo. La película, lo que claramente muestra, es que caiga
donde caiga la pelotita las cosas siguen igual, no hay una cuestión de
GLORIA AKSMAN: N éstor Yellati planteaba muy sutilmente si se tra- azar. Se ve en la película cómo sigue la vida de este sujeto: todo sigue
taba o no de una perversión o si era un rasgo perverso, también podí- igual. Hay un determinismo.
amos pensar si no es un neurótico obsesivo, donde hay algo de ape- En ese sentido quería ver si se podía aplicar esto. Si eso que lla-
lación al padre. Lo digo para poner en juego esta cuestión que me mamos azar no es, más bien, objeto de un determinismo muy rígido
pareció muy bien subrayada: "el más padre". Porque ahí hay algo del o programado.
orden del padre que hace corte.
INTERVENCióN: Estoy totalmente de acuerdo de que se constituye
ADRIANA LUKA: Sí, me parece que es un neurótico con una moda- ahí una escena, y me parece que se complementan los comentarios de
lidad de goce. Me pareció muy bien el término que usás, porque no Adriana y el de Adrián, porque en esa escena donde él hace las veces
son más que modalidades de goce. Ahora, la cuestión es que, en la de voyeurista -porque es un goce voyeurista- hay que ver que si se
segunda modalidad de goce que él trae, hay toda una escena. Ésta es completa la misma se nota que viene con la interrupción del otro, es
la diferencia. La escena del cine tiene condición, eso hace condición decir, no es solamente ver sino también ser visto. Y él produce esa
del goce en él. Entonces ahí podemos hablar de un rasgo de perver- escena en un lugar donde es permanentemente interrumpido por
sión, porque está bien circunscrito a determinada escena. En cuanto tipos que van a buscar el contacto homosexual y que, generalmente,
a su goce, es un goce masturbatorio fálico, totalmente claro y descri- él rechaza. Pero se produce una escena final, mucho más contunden-
to por Lacan como autoerótico. Pero a mí me interesa remarcar la te en ese sentido, que es la irrupción de la policía y todo lo demás. Si
cuestión de la escena: es mirando una pantalla que es una ventana, tomamos la escena voyeur clásica -que es la que toma Lacan de
podemos decir que hay algo fantasmático ahí que se juega, y en Sartre- del sujeto mirando por el ojo de la cerradura, la pregunta es
donde es condición de goce. Es como la actuación de un fantasma. Y cuándo se presentifica el objeto mirada, que es a lo que tenernos que
es algo que venimos discutiendo bastante en el módulo, acerca del tratar de responder cuando hablamos del goce voyeur; la presentifi-
tema de perversidades, porque me parece que acá es totalmente dis- cación de la mirada se da en el momento en que el sujeto escucha un
tinta una de las modalidades de goce de la otra. . ruido que le demuestra que está siendo visto, que él es observado en -u
..,..
su acto a través del mirar por el ojo de la cerradura. La escena com- .o
ADRIÁN SCHEINKESTEL: Esta cuestión de qué fue lo que produjo el pleta es esa: mirar por el ojo de la cerradura la escena erótica, pero al ~
corte a esta continuidad gozosa en la que él estaba incluido, ¿qué fue mismo tiempo, la aparición de otro que presentifica el objeto a mira- :ci
lo que hizo corte, si es que en realidad lo hubo? En ese sentido, me da y constituye esa escena en tanto escena voyeur. l>

parece que hay algo de esta sorpresa desagradable de que ahí donde -<
él se supone dueño de la escena y de donde él maneja todos los hilos CATALINA BoRDóN: En principio, lo que voy a decir es sobre lo que 3:
"' -esté en el balcón o en la tribuna- de pronto bruscamente se encuen- yo llamo esta segunda contingencia, porque es algo que le viene 8
~ tra situado en el centro de la escena donde está siendo visto. Ahí me desde fuera. Si él no hubiera estado en este tiempo de su tratamien- ~
~ parece que se produce una fractura en ese punto. Me hizo acordar a to lo hubiera dejado arrasado. En este tiempo de tratamiento donde ~­
~ una película llamada Match Point, de Woody Allen, donde está plan- el trabajo era a partir de las intervenciones puntuales de hacer des- :;:
_::_ teada la cuestión del azar: si la pelotita de tenis cae de un lado o del consistir al Otro, hubiéramos vuelto -es una hipótesis porque el tv

192 otro del campo de juego, si pasa la red o no la pasa, finalmente la esce- paciente deja de venir- al primer tiempo de la escena gozosa de Otro 193
gozador, porque todo lo que él arma es para sustraerse de ese campo. INTERVENCióN: Lo compulsivo está muy claro en el recorrido que
Si esta escena de los policías hubiera entrado por la vía de Otro vos hiciste, algo de lo que no puede parar: las deudas, el trabajo, etc.;
gozador, nuevamente para él_ podrían pasar dos cosas: o queda efec- todo del orden de lo compulsivo.
~:amente en la actuación de un fantasma en forma ya permanente y
fiJada, o queda realmente arrasado. Porque en este primer tiempo él INTERVENCIÓN: Lo que a mí me interesaba es que aparece la con-
relata "fui violado y luego me gustó". Lo intrusivo del Otro, que es tingencia del lado de la aparición de estos policías, pero que él la sig-
la misma escena que con la policía: lo agarran en la calle y lo humi- nifica de una manera muy particular, y que me parece muy intere-
llan. Lógicamente estaba muy angustiado, pero no estaba arrasado sante para el diagnóstico: porque él dice "el más padre", lo cual es
por la situación. absolutamente freudiano, porque aparece algo del orden del padre y
. Respecto de la alianza, fue muy interesante, porque todo su pro- del complejo paterno como en El hombre de las ratas, incluso con la
blema era qué le iba a contar a su esposa, porqué le faltaba la alian- deuda. Esto es lo interesante, cómo él significa esa contingencia, por-
za. Dijo: "Le voy a tener que mentir". que la contingencia, de hecho, podría haber sido cualquiera.

lNTERVENOóN: Creo que en cuanto a la estructura, es una neurosis INTERVENCIÓN: A mí me parece una neurosis obsesiva con rasgos
obsesiva con rasgos de perversión. perversos, pero para comentar podríamos hacer de todo el caso la
elección de objeto sexual de un sujeto que quedó suspendido por algo
CATALINA BoRDóN : El problema es que en la neurosis obsesiva con del orden de lo traumático. Él decide la heterosexualidad y se casa.
rasgos de perversión, pueden quedar fijados allí. Es como si la elec- Decisión y acto, tiene una vida en deuda -"toda mi vida es una
ción fuera entre el síntoma y el rasgo perverso, como si todo el tiem- deuda"- y donde él trabaja para tratar de cubrir eso que lo pone siem-
po se estuvieran debatiendo. Como bien decían, el síntoma es la sus- pre en menos en relación al valor que hay que tener para. Y después
titución, y en él estaba la cuestión de la deuda que no terminaba de de haber pasado por el padre que le sustrae algo lo que te pregunta es
pagar. En este punto podría haberse fijado allí y no se qué más inCTre- "¿qué se le dice a una mujer?", con lo cual no sé si habría motivos para
0
dientes hubiera agregado. seguir un tratamiento, más allá de que lo que se termina son los tiem-
po de la obra social. Me parece que está terminado el recorrido.
lNTERVENOóN: En la película que mencionaba Adrián el sujeto, me
parece, es un psicópata. Lo podemos tomar como ejemplo de lo que INTERVENCióN: Voy a retomar la intervención de Adriana que me
estábamos hablando antes. El es el gran Otro y ni el azar modifica su parece fundamental, para diferenciar cuando hablamos de rasgo de
posición. Si cae de un lado o del otro la pelotita o la alianza, él sigue perversión, o de neurosis obsesiva. La neurosis obsesiva tiene un fan-
siendo un psicópata. · tasma que es un rasgo de perversión, pero lo particular es que una
cosa es el rasgo de perversión fantasmático -con lo cual cada uno
SILVIA FISHMAN: Estaba pensando en esto de hacer un diagnóstico elige partenaire- y esto de que necesita montar una escena. Por esto J!
diferencial y pensar si ahí hay un rasgo perverso o una cuestión de uno diría cuál es el estatuto por fuera de cualquier rasgo de perver- oe
una neurosis obsesiva. Porque traías en el material que en su segun- sión propio del fantasma. El montaje de la escena me parece lo parti- ::;
do casamien!o él lo utiliza como un modo de acotar ese plus de goce. cular de este sujeto. :>:~
;p
Una persona que hace operaciones para acotar ese goce está en una
posición distinta al que lo hace con otro grado de impunidad o que INTERVENCióN: Si me permiten haré una asociacwn libre, un -<
se autoriza de eso. Y que aparte algo de lo sufriente aparece acá, y recuerdo. La escena del cine tranquilamente puede ser pasada al ~
"' que esto de endeudarse y joderse trabajando más para pagar esa pasado y qué varón no se encontró alguna vez en una escena de un 8
~ deuda, o de padecer con esto de terminar siempre en los cines porno baño en situación similar ante la posibilidad de ser descubierto en ~
~ y achacarse de esto, no jactarse. alguna práctica de ese tipo. Que de pronto sea descubierto y que todo ~­
o
u eso devenga en angustia me parece -incluso con el efecto de que esa ~
"' . CATALINA BORDóN: Sí, hay algo de
a.. lo sufriente en él_ y de querer práctica cese por un tiempo- que es la manera más simple de leer la N

194 mtentar, todo el tiempo, dominar algo de esto que no puede dominar. escena. 195
INTERVENCióN: Yo pensaba en el corte también. Me parece que ahí
hay algo del orden de cierto régimen de la angustia de castración en
juego. Primero que él rechaza los actos homosexuales, y la otra cues-
tión es que es descubierto en esa pr~ctica rnasturbatoria y deja de
Psicopatías
hacerlo. Hay algo de la angustia de castración que podríamos decir
que funcionó. DR. ALFONSO CAROFILE
La pregunta que quería hacerle a Catalina es por el saldo. ¿Qué
quedó de saldo del abuso que él tuvo en la infancia en el discurso de
él?, ¿eso estaba sintornatizado, estaba puesto en palabras? Porque esa
no es una escena de seducción sino algo muy diferente.

CATALINA BORDÓN: Yo lo situaba en relación al otro gozador, y un Pareciere que la agresión maligna no forma parte de la disposición
goce que no se termina de anudar y que lo lleva permanentemente a con la que el sujeto es arrojado al mundo. Esta se aprende lentamente en
la búsqueda del dominio de, y pareciera ser que, cuanto más lo inten- los primeros años de la vida, estimulada por los ingredientes crueles del
ta dominar, con más fuerza aparece. Ese es el tema. medio social, hasta llegar a formar parte de los rasgos del carácter. Hoy
día estos sujetos son clasificados dentro de las "nuevas patologías". Esta
nueva patología es la "personalidad de nuestro tiempo", que ha encon-
trado en el DSM IV un fuerte apoyo descriptivo. Sin embargo, la impo-
sibilidad de un tratamiento "eficaz" (farmacológico, se entiende) hace
que cada vez más, se tienda a acotar los capítulos dedicados a los tras-
tornos de la personalidad en los nuevos manuales planetarios. El "tras-
torno de personalidad" se va centrando en una masa de rnarginalidad
flotante, de delincuentes con fuertes rasgos psicopáticos, "depredado-
res", casi en el sentido etológico, llamados personalidades antisociales.
Con dificultad se ubican en este rango los "psicópatas de cuello blanco",
de la criminología americana, que rara vez ingresan al circuito penal o
psiquiátrico. Los recientes casos muy resonantes relacionados según los
medios, con el narcotráfico son un paradigma de estos últimos. Desde
la clinica observamos personalidades antisociales, ingresados al circuito
a través de órdenes judiciales, nuevas formas de "normalización" de la
postmodernidad. Estos sujetos llegan a establecer algún vínculo perma- .,
nente, en algunos casos con los profesionales de salud. Estos "neopa- ~
dentes", aun los más graves, observamos, tienen una curva vital en la e:
cual "naturalmente" realizan una mejoría conducta! pasados los 40 ~
años. Dejan de producir actos impulsivos-agresivos de una manera lla- l>
mativa: ¿efectos de la desvaída relación terapéutica, de la medicación o -<
de la natural maduración de la personalidad? 3:
Vl
Decía Gabriel Deshaies, psiquiatra clásico francés, que conviene 8
~ conservar cierto rigor intelechtal en estas cuestiones, con el fin de no ~
1-
<
0..
moralizar la psiquiatría ni psicologizar la vida. El hecho de que la psi- ~­
oV copa tía corno trastorno grave de la personalidad tenga una existencia :;:
Vl
a. fáctica, sea una entidad nosológica, hace que deba describirse lo más N

196 precisamente posible, buscar su etiología, su evolución y tratamiento. 197


Lo que encontramos en el DSM IV, a través del Eje II de trastorno de nalidades anormales", no patológicas, que aun se siguen usando
la personalidad, es una vulgarización, que implica cierta banalización ~ara di crmáticamente en los peritajes judiciales. Su b ase es una tipo-
.
de la clínica y de la nosografía proveniente de las psiquiatrías alemanas fa ía d~
tipo caracterológico asistemática. Allí figuran los asociales,
y francesas. El término viene de la psiquiatría alemana, una psiquiatría lo~ psicópatas que caminan sobre cadáveres. Dice Schnei?e~: "Son
de raigambre kantiana. Los franceses no hablaban de psicopatía; en el amorales, desalmados, que no tienen en cuenta a los demas, Impul-
último texto de la modernidad, que es el de Henri Ey, vemos que se sivos, con carencia o con muy pocos sentimientos de culpa o remor-
refiere a "desequilibrios de la personalidad". Ya diferenciamos por lo dimiento; carentes de vergüenza, de compasión y de pudor".
menos dos campos. La cuestión de la personalidad antisocial no es muy Otros psicópatas, comunes a la medicina forense, aparte de los
clara. ¿Qué relación tiene la personalidad antisocial con el término psi- antisociales, son los "necesitados de estimación" que deberían lla-
copatía? Pues en el DSM IV no figura el término psicopatía, sí los tras- marse en realidad "afanosos de estimación", pues necesitados somos
tomos de la personalidad del Eje II, introducidos por fuerte presión por todos los seres humanos ... Son psicópatas clínicamente cercanos a las
los psicólogos americanos. En la pelea política que hubo por los distin- caracteropatías histéricas, a veces "pseudologos fantásticos", híbri-
tos ejes, con respecto al Eje I no hubo discusión, pues todos los psiquia- dos -dice Kurt Schneider- de mentiras y autoengaños. También apa-
tras se pusieron de acuerdo. El Eje II es confuso y sus categorías total- recen psicópatas anancásticos simil_ares a los q~e lla~aríamos hoy
mente arbitrarias, pues han hecho desaparecer la neurosis histérica y la r neurosis obsesivas o trastorno obsesivo compulsivo segun el DSM IV.
neurosis obsesiva, pilares de la llamada Psicopatología dinámica. Vemos Completan esta descripción c~racte:ológica los mitóm~~o~, descri~­
que a veces se confunden conceptos. Por ejemplo: "personalidad de
acción" con "personalidad antisocial", tal como se ve en algunos textos.
t tos magistralmente por Dupre, que mcurren en denunc1arumo, habi-
tuales bebedores de alcohol y propensos al igual que los psicópatas
Personalidad de acción: con rasgos del carácter impulsivos, no necesa- "poiquilotermos" a las "malas influencias" del a~biente. .
riamente es una psicopatía. El invento proviene de los psiquiatras ame- El término poiquilotermo alude a aquellos arumales que cambian
ricanos, sobre todo de Hervey Cleckley, fallecido recientemente, quien la temperatura corporal según la temperatu~a del m~d~o. natural.
publica en 1955 su The Mask of lnsanity, donde afirma que las personas Otros son explosivos, propensos a las reaccwnes pnm1tivas, por
con este trastorno están u aparentemente intactas, muestran un funcio- ejemplo: actos en corto circuito ante una mínima ofensa, y también
namiento periférico excelente, pero con un déficit central o una incapa- los hay hipomaníacos, fanáticos, y de carácter sombrío y malhumo-
cidad expresada de tal modo que las capacidades ... no pueden utilizar- rado. Esta clasificación pintoresca, todavía usada en el mundo foren-
se consistentemente con fines sanos o prevenir conductas regularmente se, parte de la idea de la existencia de una personalidad normal,
autodestructivas y provocan otros resultados patológicos serios". La medida estadísticamente y diferenciada de la personalidad anormal,
personalidad antisocial se ordenaría en una serie de signos agrupados no necesariamente patológica. Aquí ya debemos contrastar una
de manera jerárquica construyendo un pretendido síndrome productor noción de persona o personalidad derivada del psicoanálisis en
de afectación social. Pues el DSM IV en su banalización de la clínica y de correlación con modelos antropológicos y lingüísticos que se afirman
la nosografía pretende justificarse en perfiles y escalas (cuantitativas) en la oposición significante, con otros psicológicos-psiquiátricos fun- -;;:
que no agregan nada a la definición inicial. Aquí se olvidan totalmente dados en el individuo como referente empírico. -g
las estructuras subjetivas y se habla desde el punto de vista de la afec- Para la escuela francesa la clínica también indica la presencia de ~
tación social. Por ejemplo: síndrome de la mujer golpeada, del hombre anomalías de tipo caracterológico, desequilibrados, los llama Henri Ey. ~
bulímico, del jugador, etc. La conducta antisocial sería uno de estos sín- Para Deniker uno de los inventores de los psicofármacos: "La psi-
dromes que tienen una serie de ítems (A, B, C, D, etc.) que de cumplir- copatía no es una psicosis, ni una presicosis ni una :r:eurosis y e~ _caso -<
se en el 80% formarían el trastorno antisocial de la personalidad. de complicaciones, aparecen ráfagas delirantes polimorfas, cns1s de ~
V"l Ahora bien, anteriormente la psiquiatría alemana había construí- depresión, excitación o cuadros confusionales". 8
~ do el termino Personalidades Psicopáticas a través de la Escuela de Para Henri Ey las enfermedades mentales serían crónicas o agu- ~
;t
o
Heidelberg con su representante Kurt Schneider. Dice este autor que: das, del ser o de la conciencia. Estos pacientes caracterópatas cróni- ~
u "Psicópatas son aquellas personas que sufren por su trastorno, pero cos presentarían episodios agudos que deberían ser diferenciados de ~
á:. sobre todo aquellos que hacen sufrir a los demás". Definición ambi- las estructuras psicóticas. Aquí el diagnóstico diferencial se hace N
198 gua y demasiado amplia. Kurt Schneider describe diez tipos de "per- imprescindible. 199
tratamos de que sean escuchados. Sin embargo sus códigos son de
Como vemos la cuestión de las personalidades anormales se acción, de violencia, o más bien de agresión depredatoria. Contra ellos
nmonta muy atrás en la historia. Recordemos que el psicoanálisis aparecen políticas de "mano dura" o de "gatillo fácil", tecnologías de
puso en cuestión la misma noción de personalidad. Lacan afirma: "El la violencia, que genera un círculo de violencia (esta violencia gira en
sujet~ promovido por el discurso freudiano, no es ese sujeto unifica-
redondo, escribió Frantz Fanon en Los condenados de la tierra). Son víc-
do e mtegrado de la personalidad: es el sujeto del síntoma, está divi- timas de graves carencias, de privaciones afectivas y económicas, fal-
dido .... El inconsciente freudiano escapa a este círculo de certeza en tos de lazo social. Solo les queda el cuerpo, sobre el que intentan
el que el hombre se reconoce como yo". tatuar su historia, regresan a la biología, a la "nuda vida" de
Sin embargo ya en 1~35, Pritchard, médico inglés, se ve compeli- Agamben, y sobre este cuerpo actúan las nuevas tecnologías, el bio-
do, a causa de la necesanedad de explicitar ante la ley la conducta de poder (Foucault). El cuadro clínico está fuertemente atravesado por lo
algunos sujetos que: "En estas personas los principios morales y acti- social, por el pasaje de estos sujetos por reformatorios, cárceles y hos-
vos -de la mente .están fuertemente pervertidos o depravados, el pitales psiquiátricos. Estos dejan trastornos sobre la personalidad vul-
poder de autogobierne se ha perdido o está en gran medida deterio- nerable, marcas profundas, tales como cierta pasividad, regresión,
rado, y se advierte q~e el individuo es incapaz, no de hablar y razo- encallecimiento emocionat rigidez, facilitada para el pasaje al acto,
nar acerca de cualqmer tema que se le proponga, sino de conducirse todo producto de la larga prisionización. Muchos nos hacen pensar en
cvn decencia y decoro en los asuntos de la vida". Esta es la definición las psicosis ordinarias, como le dicen ahora a la estructura, aunque
de Pritchard, que en realidad no ha cambiado demasiado. esto de ordinaria suena a ordinariez y no nos agrada mucho.
T?~emos una viñeta clínica actual. Dice un sujeto examinado en la La deprivación, el parto en malas condiciones sanitarias, la hipo-
adrmswn de_l Hospital_ Borda: -"Yo no le voy a mentir vengo de penal nutrición, llevan a lesiones del sistema nervioso central y esto al fenó-
en penal_. .. hice una cruda y zafé una vez más ... esta vez por robo agra- meno impulsivo-agresivo y al pasaje al acto. Según los forenses estos
vado ... Sie~pr~ nos_ ~onemos de acuerdo con el abogado y zafo ... ". pacientes tienen una imposibilidad de crítica sobre las consecuencias
En la histona chruca hay una larga carrera de prisionizado, desde de su acto y esto los lleva a cometer graves delitos, y a su vez,
ad~lescente. En una oportunidad estando en admisión se le permitió
muchas veces a ser segregados como inimputables.
sahr ~1 parque y regresó al servicio alcoholizado, fumando un "porro" Hoy día, la imagenología, esa semiología "icónica" (Castilla del
y voCifer~nte, y hubo que inyectarlo. Fuera de eso su estado mental y Pino) y la neuropsicología, descubren lesiones funcionales impensa-
la ause~c.Ia de eru:rn:edad psiquiátrica de ingreso determinó que no se bles con la clínica común, pero también hacen aumentar innecesaria-
le surmrustrara rungun plan de medicación. En la actualidad no está mente el diagnóstico de "simulación" en una vuelta al más rancio
:ne~ica~o ni se observan síntomas de productividad psicótica. Según positivismo. El avance de la tecnociencia afirma el diagnóstico de
el: Esta_ a la espera de que el SEDRONAR le otorgue una vacante". psicopatía secundaria. ¿Será la impulsividad un mero fenómeno de
Aqm no solo vemos un trasgresor sino también una trasgresión
la organicidad?
~;gal_ a la que el Estad_o ~e re~ponde. La ley penitenciaria contempla un ¿Será un trastorno del control de los impulsos, tal como lo refirió -o
V>
régimen de progresividad para el tratamiento de los delincuentes Arubal Goldchuk en este espacio, la base de la psicopatía? ¿Cómo o
p6?ro no contempla esto para los inimputables. Defacto se usa el hos~ influye la prisionización y el mundo circundante en el destino de e
pital psiqu~átrico c~vil, c~mo régimen de progresividad para inimpu- ~
estos individuos? Agregaríamos lo que marca Lacan en su ::o
tal>les. La 1atrogerua hacia los enfermos mentales internados e iner- "Introducción teórica a las funciones del psicoanálisis en criminolo- :¡;·
mes y hacia el "p~icópata" dominado por la defusión pulsional es gía" (1950), donde señala la trascendencia que adquieren para futu- -<
doble. Las patolog1as del acto, las patologías relacionadas con la falta ras conductas criminógenas del sujeto, fenómeno como la apertura ;:;:
de co~~ol ~obre los i~pulsos parecen extenderse. Junto al acto rápi- ("Dehiscencia") del grupo familiar en el seno de la sociedad en la 8
V'I do, habil, ~m dudas_ m pensamientos, casi automático, aparece la falta que ... "La autoridad que se le ha dejado al padre ... se muestra, de ~
~ de ~gustia de! p~Clente, que es inyectada al partenaire o a los grupos hecho, cada vez más inestable, caduca, y las incidencias psicopatoló- ~:
~ sooales depositanos. Muchos de estos pacientes vienen del circuito gicas de situación tales se deben relacionar tanto con la endebles de ~
~ p~al (Unidad Pe~al Penitenciaria) y los clasificamos como margino-
~ ~atlas o p~eu_dops1copatías. Marginados por estar excluidos de la rela- f las relaciones de grupo que le asegura al individuo, como con la
ambivalencia, cada vez mayor de su estructura".
N
201
~00 Ción econom1ca, pero no excluidos de la lengua. Son seres parlantes y

1
Todas estas cuestiones nos invitan a pensar la dificultad de diag-
nóstico de la psicopatía, que no puede identificarse mecánicamente
con la estructura perversa. Nos queda el DSM IV y su llamado al
diagnóstico conductual que olvida la estructura subjetiva. A través
de este manual aparece la definición como un comportamiento anti-
social mantenido en el tiempo. Ya no son síntomas, son signos de un 111
comportamiento desviado en el que cabe descartar otras patologías
como las esquizofrenias, los trastornos afectivos, neurológicos o la
intoxicación por drogas. Esta conducta ha de provocar una reacción
social para que el sujeto sea tratado, castigado o puesto bajo vigilan-
El niño disocia!
cia. Si no se produce la reacción social, y si el sujeto es inofensivo,
excéntrico, extravagante o idealista apasionado, que no molesta a
nadie, generalmente elude los circuitos legales y psiquiátricos.
Vimos que el tratamiento de pacientes antisociales en el sistema
de Salud Mental es negativo. Básicamente por el rechazo que el equi-
po de salud tiene hacia el sujeto a causa de su persistente compulsión
a la conducta desviada. Muchos sujetos de estas características usan
el hospital psiquiátrico como "aguantadero" para cometer delitos, y
abusan de otros pacientes frágiles como los psicóticos, a los que usan
para transportar drogas produciendo continuas situaciones de con-
flictos. La mejor respuesta sigue siendo el hospital psiquiátrico peni-
tenciario sobre todo durante sus "Pousses" y ráfagas delirantes, cua-
dros polimorfos descriptos por la psiquiatría clásica. Una vez yugu-
lado este cuadro deberían pasar a una institución intermedia no exis-
tente todavía. Algunos países como EE.UU., China y Rusia han
resuelto el problema de una manera radical. Allí sufren la suerte
común de la delincuencia y sus acciones, aunque sean episódicas,
son penadas usando el mismo código que a los otros prisionizados.
En este último año y medio estamos trabajando con una Comisión
dependiente del Ministerio de Justicia y Seguridad y DDHH para la
transformación de la Unidad 20, que es una Unidad penitenciaria
para pacientes psicóticos. Llegamos a la conclusión muy llamativa de
que la Unidad 20 necesita transformarse en un espacio psiquiátrico.
Era anteriormente un lugar penal en el que solamente se castigaba.
Pensamos que hay que transformarlo al estilo pineliano, en un espa-
cio de tratamiento de pacientes gravemente perturbados. Tenemos
que hacer lo contrario de lo que hacemos en el hospital psiquiátrico,
.,., que sería desmanicomializar, despsiquiatrizar, etc. Acá habría que
~ introducir un dispositivo psiquiátrico en el sistema penal para poder
::ta.. realizar alguna transformación. Esto fue algo a lo que llegamos des-
o
u pués de muchos estudios y avatares, y en eso estamos con suerte
0:. variada, pues la cooptación por parte de la institución total no es
202 para nosotros una cuestión teórica.
El niño que dormía parado

G!MENA BARANDELA

ADRIÁN ScHEINKESTEL: Ya llevamos más de dos meses de no ver-


nos luego de este largo receso de invierno.
Como saben estamos desplegando y trabajando el seminario de
este año en relación al concepto de personalidad. "La personalidad y
sus diagnósticos" o "Patologías de la personalidad".
Para hoy hemos anunciado una actividad que titulamos "El niño
disocial". Creo que es la primera vez que vamos a tener una activi-
dad en el departamento que se refiere a la práctica con niños. En este
caso un niño casi adolescente.
Habih1almente hacemos una introducción teórica y luego hay un
segundo momento clínico, pero hoy vamos a anudar estos dos regis-
tros con un dispositivo distinto; primero van a presentar dos casos
clínicos María Eugenia Serrano y Gimena Barandela. Ellas desplie-
gan parte de su práctica en el Tobar García.
Por otro lado vamos a contar después con dos comentarios. Uno
del sesgo de la psiquiatría a cargo de Paola Grabow, quien también
trabaja en el Tobar García, y su comentario va a ser en relación a los
casos, en particular sobre el trastorno disocial de la personalidad. Es
un diagnóstico que está en el DSM y que divide el tema en trastorno -o
VI
antisocial de la personalidad para mayores de 18 años, y trastorno .o
disocia! de la personalidad para menores de 18 años. ~
Y finalmente contamos con la presencia de Silvia Baudini, quien ;ri
va a hacer un segundo comentario de los casos. Ella estuvo presente :t>
entre nosotros en un par de oportunidades. -<
Yo escribí unas líneas, a manera de introducción, en relación a la ~
interfaz psiquiatría psicoanálisis: "El orden público y el orden priva- 8
do aparecen como las condiciones previas a todo tratamiento posible ~
del goce en juego en dos sujetos, un niño y un adolescente. Ese orden ;:.·
no se efectúa fuera de un discurso. La puesta en forma de los recur- ~
sos simbólicos precisan el marco de la angustia y su tratamiento".
En primer lugar le doy la palabra a Gimena Barandela. 205
GIMENA BARANDELA: Diego, de cuatro años, y su hermana Sofía, de
cinco, llegan a la consulta de la mano de Silvia, su abuela materna.
Hace ocho meses que viven con sus abuelos ya que su padre está
preso y su madre se declaró, en la carta que dejó junto con los niños,
f
'
hablan, eso lo dije yo", o "no, es un muñeco, él no lo hizo, esto lo hice
yo". Es imposible poner distancia y armar alguna ficción con estos
objetos. Luego, estos objetos pasan a ser maltratados, castigados, y me
impide que intervenga cuidándolos de sus ataques o me engaña para
incapaz de hacerse cargo de su cuidado. Ella trabajaba de noche y los que yo los entregue a su cuidado y luego los golpea. En ocasiones los
niños quedaban solos. Su abuela aclara: "Estaban solos y lo sabían". objetos son efectivamente dañados. Ese es el límite que pongo: "Si se
Ninguno de los dos niños estaba escolarizado, y ambos portan el rompe ya no es juego, si nos lastimamos ya no estarnos jugando".
apellido materno ya que su padre estaba preso cuando nacieron. Se inicia entonces un período de juegos más sostenido. Comienza
En el caso de Diego, motiva la consulta la inquietud permanente, a anticipar el final del encuentro, ya no saca todos los juguetes sino
la dificultad para cumplir consignas simples y el constante desafío de que elige algunos para jugar ese día.
las mismas. Su inserción escolar fue difícil, "estaba como un anima- Diego y su hermana ven a su madre en forma irregular. Los abue-
lito descarriado". los reclaman que ella vaya porque necesitan un descanso. A su vez,
Sofía siempre se encargó de cuidarlo, "estaban muy pegoteados", en cada encuentro, verifican que Gabriela -mamá de los chicos- no
aclara su abuela y agrega: "Sofía hablaba por los dos". sabe, o no quiere, o no puede cuidarlos.
Diego presenció el último arresto de su padre, y le cuenta a su No hay un lugar para Diego. El alojamiento en casa de los abuelos
abuela que su papá era chorro, que se lo llevaron dos policías porque es siempre transitorio, en el horizonte se vislumbra la posibilidad de
robaba. que vuelvan con su madre y a su vez intuyen que esto no va a ocurrir.
Silvia no duda de hacerse cargo del cuidado de sus nietos, sin Silvia, especialmente, se queja porque no puede disfrutarlos como
embargo no deja de enunciar de diversas maneras que estos niños abuela, y señalo que tampoco se decide a brindar los cuidados mater-
son un "paquete que le ha caído como peludo de regalo". nos.
Acepto a Diego en tratamiento. Los primeros meses lo traen a Diego no demostraba ningún interés por actividades gráficas,
cada entrevista con una suerte de parte diario que relata las fechorías pero de a poco comienza a utilizar la plastilina, material sobre el que
de este niño, siempre escrito en una cantidad de papeles: "Insultó a deja distintas marcas, y luego las térnperas, con las que dejó sus
la hermana, no obedece, prende la estufa, corre cuando se lo llama, manos grabadas en una hoja. Escribo su nombre, su edad, la fecha en
cortó el mantel con una tijera". También hay informes firmados por que las hicimos y propongo guardarlas. Por primera vez en el con-
maestras, directoras, psicólogas del gabinete escolar. En el jardín sultorio Diego accede a escribir su nombre.
empuja, pega, insulta a maestras y compañeros, no se queda sentado El tratamiento se torna discontinuo, no lo traen o llegan tarde, y
ni para tomar la merienda, se va de la sala sin permiso. ya no lo trae su abuelo sino su tía Luciana. Cuando la veo por pri-
De esos escritos se recortan situaciones que se repetían en casa, en mera vez le pregunto si es la mamá y responde: "No, ¡por Dios!".
la escuela y, con sus variantes, en el consultorio. Diego comienza a decir algunas cosas sobre su madre, habla de
Diego corre cuando lo llamo, corre para que lo persigamos, quiere ella y de Martín, su novio. Pregunto por su padre y me cuenta que ""IJ
~
jugar al juego de la persecución. A la señora que lo cuida le pide: está en la cárcel porque robó y que no lo extraña porque es malo: "Me .o
"Juguemos al bebé Facundo", que es el nombre del hijo de esta señora. pegaba cuando me portaba mal y cuando me portaba bien también". ~
Además, toca aquello que no debe y que podría lastimarlo -como Se inaugura un tiempo de robar. Diego se lleva del jardín materiales ;ri
la estufa o la cocina- y anuncia que su abuela no le permite hacer eso. de trabajo alegando que eran para su hermana. Cuenta en sesión, l>

.. Cada vez que Diego llega a la institución todos nos enterarnos. El nuevamente, que su padre robaba pero con la diferencia de que -<
~ habla indiscriminadamente con las recepcionistas, los pacientes de la "robó para quedárselo él". ~
~ sala de espera, toca todo, salta por las escaleras, se mete en los con- Pregunto por el nombre de su papá: Gastón. Señalo que él tam- 8
:¡ sultorios. Sube al consultorio corriendo y se esconde debajo de un bién lleva ese nombre ya que es su segundo nombre y contesta que ~
~ banco. El primer momento de cada encuentro debo buscarlo. Me no, que ese es su apellido. Me pide que le muestre en la historia dí- ;:.·
z: muestro siempre afligida ante la posibilidad de no encontrarlo. nica dónde está escrito el nombre de su padre. Cuenta entonces un ~
~ En la primera etapa del tratamiento se destaca la dificultad para extraño castigo que él le imponía: cuando peleaba en la cama con su N
)6 jugar. No admite que los personajes hablen: "No -dice-los autos no hermana lo mandaba a dormir parado. ¿Cómo es dormido y parado? 207

1
Sus respuestas apuntan a relatar los modos en que evadía tal castigo.
R~ba nueva~ente, pero esta vez unas pajitas para que su tío le
ensene a escupu papeles, y me pide que no cuente que él escupe El joven de la ventanilla
p•peles .
. Cada vez al terminar la sesión y bajar la escalera, Diego lo hace MARÍA EUGENIA SERRANO
p15ando la parte más pequeña del escalón. Siempre al borde de caer.
~a~a vez bajo_ tomándolo de la mano y recordándole que no permi-
fue q'::e.se lastime y que si lo hace no tendré con quien jugar la sema-
na prox1ma y que eso me entristecerá. Cada vez, él accede a bajar por
el otro lado del escalón.
Oiego t~r~ina el pree.scolar. Ese verano su abuela me informa que
nv van a visitar por un tiempo a su mamá, ya que cada fin de serna-
na volvían "desorganizados" -así lo nombra la abuela- y con lesio-
r:es en el cuerpo. Algunas porque les pegaban y otras porque se las- Presentaré a continuación el recorte de un tratamiento breve, siete
timaban entre los hermanos y nadie lo impedía. meses en total, concluido recientemente, y que se desarrolló en una
En marzo de este año comienza primer grado. El primer día de institución psicoanalítica dedicada a la atención de urgencias subjeti-
clase regresa con el cabello cortado, no copia ninguna tarea en el cua- vas, que probablemente conozcan y que se llama Pausa.
derno, se va del aula, la celadora del micro se niega a seguir lleván- Una de las particularidades de este caso es que se trató de un tra-
dol? ya ~ue su conducta du_rante el viaje es peligrosa, porque se saca tamiento escandido por una intern1pción por parte del paciente y un
el cmturon, abre las ventamllas, escupe a los autos. Silvia la abuela cambio de terapeuta luego de su reanudación. Este cambio fue por
es citada por ~a dirección de la escuela y se asienta en acta; que Dieg~ una licencia de una terapeuta.
se pone en nesgo y pone en riesgo a sus compañeros. La maestra Mantuve entrevistas con este joven en lo que podría llamar la
guarda como prueba un pedazo de plato que se había roto en el segunda parte de su recorrido. Nuestros encuentros se desarrollaron
comedor y que Diego guardó en su bolsillo "para ser usado como luego de tres meses de trabajo con otro terapeuta y la interrupción
arma", s_e,~n la _mae~tra, y "para mostrarle a la maestra que el plato mencionada. Distingo en el material tres elementos, tres pequeñas
se romp10 , segun Diego. piezas que no necesariamente encajan, sino que por el contrario pare-
En sesión, mientras jugamos una y otra vez a armar casas con los cen superponerse, modificarse unas a otras.
bloques y recorridos entre ellas, Diego cuenta que su madre es mala Tres pequeñas piezas que parecen funcionar más a la manera de
perque le hace mirar películas feas. Supervisión mediante, señalo calidoscopio que de un rompecabezas. Una de ellas es la del desmo-
q•e ella es mala con él por muchas cosas más. ronamiento, aparentemente paulatino e impúdico, de la subjetividad -o
. P: nuestro último encuentro viene con un muñeco de una Tortuga materna. La otra contiene la severidad del padre que oculta burda- ~
~P· Me cuenta que fue a comer y le dieron dos tortugas para que mente su impotencia para velar, aunque más no sea un poco, ese des- e}>
eliJa y que cuando no veían se guardó una en la mochila. Le digo moronamiento. Por último, la pieza que encarna el joven de la ven- ;J
entonces: ."ah,_ sos un chorro". Diego se sorprende y comienza a tanilla, un joven algo decidido a quedarse capturado en la celda de l>
negar la h1stona q~e contó, diciendo que le permitieron quedarse con sus síntomas y de su goce evitándose, así, el encuentro con las pro- -<
__. los dos, porque ;Ieron que se la guardó y no dijeron nada. Le pre- blemáticas propias de su edad. -o
VI
~ gunto donde esta la otra tortuga, "en casa, todavía en la bolsita arri- L., de catorce años, es traído a la consulta por su padre. Éste seña- on
::; ba del escr~torio". Señalo entonces que debe devolverla. Diego habla la que su hijo le está arruinando la vida. Habla de las dificultades del l>
z
~ de su_ papa y retorna el relato del extraño castigo: "Me mandaba a joven pero principalmente lo que él nombra como "las mentiras de 'f':_·
,z derm1r par~do porque a Sofi y a mí nos gustaba quedarnos parados, su hijo". Concluye: "L. es un delincuente, oculta desde chico, miente, "'
VI
~ ne -se cornge- hablando en la cama". Cómo se hace para dormir roba, manipula. Es un lobo vestido de cordero. ¿Qué hay que hacer?, N
w parado: "Cuando él no veía me acostaba y dormía".
¿Encerrarlo en un instituto, llamar a la policía?". 209
lOS
Este joven roba pequeños objetos desde sus ocho o nueve años de sión literal en una serie de mudanzas cada vez más al límite de la
edad, pero cada vez deja sus marcas, sus pistas, no es prolijo. El auti- civilización, instalándose en una casilla de una villa de la zona sur de
to de colección, el minúsculo reproductor de mp3, el moderno celular, la Ciudad de Buenos Aires, teniendo como límites un descampado,
siempre quedan relucientes a la vista. Siempre cuenta las mismas fic- la nada y el río.
ciones sobre el origen del objeto brilloso, "eso es mío, me lo prestaron, L. pasa una sola noche en la villa con su madr~ y sus hermana:,
me lo encontré en el aula". Siempre el mismo policía que descubre dice que no durmió bien esa noche, que todo lo Impactaba. Al d1a
finalmente al atormentado ladrón, siempre la misma confesión repe- siguiente, su padre lo retira de un cumpleaños y le informa q_u~ ~a no
tida. "No pude controlarme, me tenté". Siempre el mismo calabozo. vivirá con ellas, que a partir de esa tarde así, con lo puesto, V1v1ra con
L. no solo oculta mal pequeños objetos sino también algunas ver- él en un departamento de un barrio cualquiera de la ci'":da~. L. se_ñ:-
dades. Exámenes desaprobados, incidentes escolares, inventa una y la, "me mudé con mi papá y empezó otra etapa, se acabo la InfanCia .
otra vez torpes ficciones que terminan siendo descubiertas y severa- Cuando inicia el tratamiento en Pausa tenía escaso contacto con su
mente castigadas. familia materna. Nombrar siquiera a su madre, pero más especial-
Este sujeto parece jugar a un poliladron sin suspenso con su padre mente a su media hermana, dos años menor que él, le provocaba una
mientras ambos, por otra parte, disfrutan en sus respectivos encie- intensa angustia.
rros de novelas policiales. Los dos son bastante fanáticos de este tipo En el transcurso de las entrevistas vuelve a visitar a su madre una
de novelas. vez por semana; la primera vez lo acomp~a su papá y luego lo h~~e
Durante los primeros meses de tratamiento, antes de la interrup- solo. Paralelamente, su trabajo en el tratam1ento en torno a la relacwn
ción, él expresa su dificultad para dirigirse a su padre en particular y con su padre -sobre todo el tema del temor que se t:at? en la primera
a los adultos en general. Con respecto a su padre señala: "No puedo parte del tratamiento- sosegó la rudeza paterna y hmltaron las men-
decirle la verdad". Habla del temor que siente hacia él, de su rigidez, tiras y los robos. Conozco a L. en este punto de su recorrido. Habían
de su maltrato. Comenta: "Mi papá dice cosas que duelen". Habla a pasado las vacaciones de verano, continuaba en contacto con s;t
su vez de su padre como hijo, de la severidad de su abuelo paterno, madre y había mejorado el vínculo con su padre, a .pesar de que hab1a
de que su padre estuvo internado de niño en un colegio pupilo y de sido inevitable que repitiera de año y que lo camb1aran de. :scuel~..
que lo mandaron a trabajar a los catorce años. Desde nuestros primeros encuentros me llama la atencwn su sig.l-
Desliza la hipótesis de que la severidad de su padre para con él lo, su aspecto aniñado, su extrema timidez y ta~bién la emergencia
está en íntima relación con la de su abuelo para con su padre. de una intensa angustia cuando habla de las v1sltas a su madre. Su
Por otra parte, ya en los finales de su tratamiento, conversará con apariencia, de un extremo desamparo, se yuxtaponíay~radójicamen­
gran interés de una gran colección de soldaditos de plomo de su te con los dichos de su padre acerca de sus actos dehchvos.
abuelo paterno. Colección celosamente custodiada, que "se mira Refiere en una primera entrevista conmigo que consultó porque le
pero no se toca", según su frase. Colección de la que su padre iba mal en el colegio y que no sabía cómo decírselo a su papá, y que
comienza a sustraer piezas para vender, una por una, cuando este entonces se lo ocultaba. Retoma la cuestión del miedo y manifiesta J!
abuelo enferma gravemente y no puede darse cuenta. que las cosas con él han mejorado, sin embargo, lo que ~e preocupa .g
L. despliega, también en los inicios, algunas coordenadas familia- ahora es la situación de su madre y su deseo de verla mas veces por ~
res. Cuenta que sus padres se separan a sus siete meses de vida y que semana.
::>J
J>
vive con su madre hasta los doce años de edad. Tiene, por parte de Interrogado, en esta primera entrevista, por lo que hace duran~e
_, su madre, dos medias hermanas menores que él y, por parte de su los viajes de su casa a la casa materna -tiene que tomar tres colecti- -<
<t padre, un medio hermano también más pequeño. vos porque es un viaje de más de dos horas- el efecto es de so~re~~ ~
~ Desde los siete meses hasta los doce años de edad mantiene un inicialmente, luego la respuesta es "nada, miro por la ventamlla , ~
~
o contacto asiduo con su padre, pasa con él y su nueva esposa la mayor para concluir con un llanto incontenible. ;.
.~ parte de los fines de semana y también las vacaciones. Su frase y la angustia posterior me hacen pensar que se encu,entra :.;;
z De lo que es posible reconstruir de sus escasos dichos, asiste, detenido en la observación de la escena materna, que nada aun ha "'
~ observa y mira desde muy pequeño la historia de consumo de dro- puesto tope a una mirada obscena que, por otra parte, retiene su inte- ~
210 gas y promiscuidad de su madre. Historia que encuentra su expre- rés y le sirve de excusa para no hacer lazo con otros de su edad. 211

1
A partir de aquí se trabajará con lo poco que él puede decir sob Comentarios
lo que ve, y le solicito que dibuje planos del lugar donde su m dre
. PI · a~
v1:e. anos que luego JUnto y que con él escribo sus referencias. La PAOLA GRABOW: La idea es introducir algunas cuestiones que des-
pnmera casa ~e su ~adre, la segunda, la tercera, el río, el descampa- criben lo que es el trastorno disocia! para poder hacer comentarios
dv, la zona mas peligrosa, la parada de colectivo, etc. Paralelamente acerca de estos dos casos que presentan características disociales.
expresa un pedido que le hace a su padre y al que éste se nieo-a El trastorno disocia! está dentro del DSM IV en lo que serían los
acceder: L. quiere quedarse a dormir allí con su madre. Exijo qu~ d: trastornos de la infancia, niñez y adolescencia, en el apartado de tras-
sus razo~es ~e este pe;iido y minimizo su explicación de querer que- tomos del comportamiento, y constituye una patología que se clasi-
d~r;e,mas _hempo alli, y concluyo: "más no es mejor". Finalmente fica, en el DSM rv, en el eje l. Esta es la primera diferencia que. yo
dua: Le pido eso porque sé que me va a decir que no". quería marcar con respecto a lo que se considera el trastorno antiso-
Estas entrev~stas se ven intercaladas por los primeros relatos tími- cial de la personalidad, que pertenece a la patología de los adultos y
d~ a.cerca de fiestas de quince y elecciones de representantes estu- como todo trastorno de la personalidad se diagnostica a partir de los
diantiles de la escuela. Finalmente, un episodio escolar confuso con dieciocho años, si bien lo primeros síntomas pueden empezar en la
una preceptora exige que asista al día siguiente con su padre a la infancia o adolescencia. Y, además, el trastorno antisocial de la per-
escuela. ~o oculta una serie de días, falta al colegio y se queda duran- sonalidad del adulto corresponde al eje 2.
te horas JUgando en un cyber, y tampoco asiste a su tratamiento. El El trastorno disocia!, en inglés, no incluye la palabra disocia!, sino
padre se entera por un llamado de la vicerrectora. L. dirá: "Ahora no que se llama trastorno d~ ~omportamiento, y se cara~ter~za por un
puedo salir del c_uarto, me parece bien que no me deje". Sus menti- patrón persistente y repetitivo en la c?nducta. El D~~ msiste mucho
:as, sus ocultarmentos, ¿son llamados dirigidos al padre para que con que las cosas tienen que ser pers1stentes, repetitivas, como para
mtervenga?
que uno lo pueda considerar una c.aracte.rística fuera~ de lo normal.
Man~engo ~or prime~a vez una entrevista con el padre del joven. En este caso, más allá de la maldad Infantil o la rebeldia adolescente.
Se trabaJa c~n ella necesidad de que L. asista acompañado a ver a su Este patrón persistente, en el trastorno disocia!, es una violación
madre, algmen qu~ :ele, aunque más no sea, esos traslados. El padre sistemática de los derechos básicos de los demás o normas impor-
accede, con gran dificultad, a ir a buscarlo y a hacer juntos el viaje de tantes para la sociedad según lo esperable para la edad del sujeto. Y
vuelta luego de estas visitas.
los divide en cuatro grandes grupos de comportamientos donde
L. puede, después de esta intervención <.]ue pareció aliviarlo, están los comportamientos agresivos, que van a causar daños físicos
habla: no solo del temor al padre, sino de lo que L. enuncia como su 0 amenazan con causar daños físicos a otras personas o a animales;
necesidad de llamar su atención. Ubica el comienzo de sus mentiras comportamientos agresivos que causan pérdida o daño de la propie-
Y robos en el momento del nacimiento de su medio hermano, hijo de dad de los demás, fraudes o robos; violaciones graves de las normas.
su _padre Y de su nueva pareja. Dice: "Mi papá de bebé me miraba Después se establece cuántos criterios tienen que cumplirse para
todv el tiempo".
que se pueda hacer este diagnóstico. Con un solo criterio el diagnós- ~
~l preguntarle ~ómo es posible llamar la atención de su padre a tico no se hace. Tres criterios por lo menos. ~
traves del ocultamiento, dice: "Sí, porque cuando se enteraba era Lo que dice respecto del trastorno disocia! es que los niños o ado- ~
mucho peor". Describe que los castigos paternos siempre consistie- lescentes suelen iniciar comportamientos agresivos, o reaccionar
ron ~n el encierro en su cuarto y en un aumento del control y la vigi-
::>;)
)>
lanaa. agresivamente hacia alguna situación, y que en general tienen una
conducta intimidatoria o pueden utilizar un arma, o provocar un -<
D~y por con.clu~do el tratamiento de este joven hacia el final de las daño físico grave o ser crueles físicamente con personas o an~ales, ~
vacaciOnes de. mvien:o. Sus últimos relatos, si bien algo escuetos, robos con enfrentamiento a la víctima, aunque en algtmas ocasiOnes 8
hacen referenCia a sahdas con compañeros de la escuela. considera el robo sin enfrentamiento pero de cosas de valor, y el for- ~
)>
zar a otra persona a una actividad sexual. Los casos más extremos :::;
ADRIÁN SCHEINKESTEL: Ahora va a hacer sus comentarios Paola considera, la posibilidad de violación, asalto u homicidio y .habla v;
Grab~w~ que es médica psiquiatra y tengo entendido que hizo la mucho de lo deliberado de la conducta: prender fuego con la mten- "-l
espeCialidad de pediatría también.
ción de provocar daño a la propiedad de otro, romper vidrios de 213
autos, pinchar neumáticos, actos de vandalismo en la escuela.
fi patrón de comportamiento indeseable es a veces un factor protector
También se considera la mentira sistemática o romper promesas con para la supervivencia. Tiene que ser algo que sea disruptivo con el
la finalidad de obtener un bien a su favor o evitar una obligación, o nivel socio ambiental del paciente y que esto traiga una consecuencia
una deuda. para su desarrollo emocional, social, académico. O sea, si estas cosas
Las violaciones de normas se refieren a normas familiares o a nor- son parte obligada de la supervivencia en un medio hostil hay que
mas escolares. tener mucho cuidado en considerarlas.
Dentro de las familiares está escaparse de la casa en horas noc- Nombra que los primeros comportamientos suelen ser los menos
turnas, cuando no está permitido, más de una vez -tiene que haber graves, y que luego hay una escalada y van creciendo hacia las con-
por lo menos una reiteración-, también tienen que ser fugas de la ductas más graves. Persistiendo en la edad adulta forman parte ya
casa fuera del contexto de que el chico haya sido víctima de violen- del trastorno antisocial de la personalidad.
cia física o sexual. O sea que si el chico se escapa porque se vive una Suele ser más frecuente en varones.
situación violenta en la casa no se suma como criterio. Divide en dos tipos de trastornos disocia! que son el de inicio
En la escuela, la violación de normas incluye lo que llaman en el infantil, donde los primeros síntomas aparecen antes de los diez
DSM IV "hacer novillos", que sería ratearse. Pero también en eso años, y el de inicio adolescente, con un inicio posterior a los diez
pone una especificidad, tiene que haber empezado con esa conducta años.
antes de los trece aftas, es decir que después de esa edad inicie algu- Bueno, básicamente eso es o que el DSM describe como trastorno
na vez una rateada puede ser la rebeldía adolescente, pero si empe- antisocial.
zó de antes se puede tratar de un criterio para disocial. En los casos clínicos que se presentaron hoy, y empezando por el
Una de las cosas que se describen como muy característica, si bien primero, este niño de cuatro años al momento de iniciar el trata-
no es un criterio diagnóstico, es que estos pacientes suelen tener muy miento viene de una familia de padres bastante ausentes, adictos a
poca preocupación por los sentimientos, los deseos, el bienestar de las drogas los dos, lo cual probablemente implica que haya habido
los demás. Suelen tener muy poca empatía. En general, perciben mal consumo durante la gestación de este chico con la consecuente lesión
la intención de los demás e interpretan que se los han querido ame- a nivel cerebral; no necesariamente anatómica, pero quizás sí funcio-
nazar o que se ha sido hostil con ellos, y reaccionan justificando su nal. El padre golpeador, con conductas antisociales, preso y una
comportamiento agresivo como si el otro se lo mereciera. Incluso dice madre poco contenedora, desorganizada, desorganizadora para los
en el DSM IV que pueden llegar a ser muy insensibles y carecer de chicos, falta de escolaridad y exposición a estímulos inapropiados
culpas y de remordimiento por lo que hacen, y pueden acusar a otras para su edad corno las películas. La madre también violenta, según
personas de lo que han hecho. dice la abuela, que volvían lastimados.
Dentro de lo que se puede considerar como trastornos mentales Lo que yo hice con este caso fueron notas tomando la información
asociados, el DSM IV nombra muchos trastornos que pueden pre- que, para mí, como psiquiatra, me orienta hacia algún diagnóstico
sentarse en asociación con el disocia!, como ser el trastorno por défi- presuntivo. Y lo que me llama más la atención fue la inquietud per- J!
cit de atención con hiperactividad, trastornos de aprendizaje, de manente. Esa inquietud que llama tanto la atención y que el chico no -g
ansiedad, de estado de ánimo y el trastorno relacionado con sustan- puede controlar; no tiene por qué estar presente en un trastorno diso- ~
cias. ciat entonces, en primer lugar uno tiene que plantearse que hay "'
Lo que plantea como factores predisponentes para el desarrollo cuestiones disociales en este chico, pero que hay otra cosa más. No l>

del trastorno disocia! es el rechazo y abandono por parte de los tiene por qué moverse así un chico disocia!. Este niño se va de la sala, -<
padres, temperamento infantil difícil, prácticas educativas incohe- corre cuando se lo llama, no permanece sentado ni siquiera durante ~
rentes con disciplina dura, abusos físicos o sexuales, o carencia de el momento de comer o merendar, toca todo, salta por la escalera, 8
supervisión, primeros años de vida en instituciones, cambios fre- ingresa a los consultorios, etc. Todos estos son síntomas de hiperacti- ~
cuentes de cuidadores, familia numerosa, asociación a un grupo de vidad que yo fui sacando de los distintos relatos que hace pero, creo, ~­
compañeros delincuentes, o ciertos tipos de psicopatología familiar. pertenecen todos a la esfera de la inquietud y la hiperactividad. "'
Una de las cosas que aclara mucho el manual es que no se consi- El desafío permanente de normas y reglas incluye el tocar o pren- ~
dere trastorno disocia! a aquellos casos en los que el ambiente del der la estufa, a pesar de que sabe que eso no se hace, cortar el rnan- 215
tel, cortarse el cabello, no copiar tareas, sacarse el cinturón de seguri- Si yo tuviera que decir un diagnóstico presuntivo de este pacien-
dad durante los traslados, escupir autos. Él parece comprender lo te, o por lo menos cuáles son los diagnósticos diferenciales para la
indebido de la conducta pese a lo cual él desafía las normas. psiquiatría, habría que pensar en el trastorno por déficit de atención
La dificultad para lograr el cumplimiento de consignas simples, con hiperactividad con un trastorno negativista desafiante que, en
parece también implicar una dificultad para planificar o para organi- realidad, es como empiezan los trastornos disociales. Cuando se
zar su conducta. Dificultades para la inserción escolar: no obedece, agravan los síntomas y adquieren mayor importancia, las conduc-
insulta, pega, empuja. Habla excesivamente e indiscriminadamente tas disruptivas evolucionan a un disocia!. Como diagnóstico dife-
con todo el mundo y parecería una expresión de una impulsividad a rencial parecía importante a descartar la bipolaridad, que por la
nivel del lenguaje o de la misma hiperactividad a nivel del lenguaje. inquietud permanente y la conducta un poco desorganizada se
También no poder esperar a que finalice una pregunta y apresurarse podía considerar. Pero en este caso yo no veo que haya alteraciones
a dar una respuesta. de sueño, ni del ánimo, ni afectivas, ni la irritabilidad y los berrin-
La destrucción de juguetes a veces es intencional y otras veces me ches que tiene un bipolar, ni cuestiones de grandiosidad o expansi-
parece que no. ¿Siempre fue intencional? Si es así, entonces lo toma- vidad.
mos como criterio. Esta es una de las cosas que me parecieron a favor También, en algún momento, haciendo una primera lectura muy
de él, y es que ante una intervención del terapeuta él puede cambiar rápida, me pareció que había elementos psicóticos también. Pero me
su actitud y puede organizar el juego, sostener más tiempo la orga- parece que ese es el sesgo del Tobar García. Que la hiperactividad
nización del juego. fuera un compromiso motor de la psicosis y que estuviera la con-
La falta de actividad grafoplástica, me parece a mí, que tiene más ducta muy desorganizada, y las agresiones, y la baja tolerancia a la
que ver con poca posibilidad de experimentar este tipo de activida- frustración, pero me parece que no es el caso.
des, porque el nivel cognitivo parece adecuado a pesar del muy poco El segundo caso, un chico de catorce años. Para lo que es el tras-
tiempo de escolaridad, porque si a los cuatro no iba al jardín y a los torno disocia!, este caso tiene algo que a mí no me cerró de entrada
cinco en preescolar ya escribe su nombre, creo que no tiene que ver totalmente y es que este chico se angustia demasiado, cosa no muy
con retraso mental. habitual en un disocia!. Y siempre se angustia ante determinados
La exposición a situaciones de riesgo. Él se pone en el borde de la temas que tienen que ver con su mamá, con su hermana que dejó en
escalera, cruza la calle corriendo, no mira, también creo que tiene que la villa, y con la impotencia que siente hacia ese papá tan hostil con
ver con impulsividad. él y al cual le tiene tanto miedo.
Y las conductas disociales, habría que ver si suman y si son de la Lo que evaluaría es por qué no puede sostener un lazo social, si
gravedad adecuada como para que sean criterios de trastorno diso- esto es un retraimiento emocional, si hay un rasgo esquizoide en él.
cia!. Una presunta intención de dañar a los compañeros con un plato En relación a lo disocia! de este chico puedo decir que tiene como
roto, aunque él lo niega y no lo llegó a hacer, podría ser un criterio si síntomas muy exteriorizados, desde lo que dice el padre acerca que
eso se constatara, es decir, si él efectivamente tenía intención de desde los ocho años miente, roba, manipula, oculta fracasos escola- J!
dañar o llegara a concretar una acción de ese tipo. res. En este punto, si uno tiene que sumar para disocia!, robar y men- ~
Los robos de objetos que él realiza me parece que son escasos en tir son cosas que puntúan, pero me parece que el resto de las cosas ~
--1
valor material y creo que tiene un objetivo de lograr algo para él o graves del trastorno no las tiene. :;.
para su hermana. Creo que no se trata del daño intencional para la Se escapó del colegio un par de veces pero no es algo sistemático.
__. propiedad de los demás y, por lo tanto para mí, no llega a sumar No parece estar culpando a los demás de lo que él hace e incluso, -<
~ características de trastorno disocia!, aunque sí se trata de rasgos diso- a veces, dice que se tentó y que no se pudo resistir. Y sí reconoce el J:
~ ciales que de no hacer alguna intervención van a evolucionar segu- temor profundo que tiene al padre, lo cual nos muestra que mucho 8
c ramente a un trastorno disocia!. desafío a la autoridad no tiene lugar. ~
·~ La dificultad para aceptar los límites y el desafío a los adultos y a Lo que vería con él, si lo tuviera que evaluar, sería un poco de his- ~·
__. sus demandas, creo que es lo que lo ayudó a él a evadir el castigo toria evolutiva. La madre también consumía drogas: embarazo, pri- ¡;;
~ paterno, y cuando el padre no miraba él se iba y dormía y evadía mera infancia, maduración, todo lo que tiene que ver con el desarro- N
216 cualquier autoridad. llo emocional. ¿Y qué hacía él en su infancia con la madre? Porque él 217
nombra como el fin de su infancia el hecho de irse con el papá. ¿Qué Lacan está hablando al comienzo de la cuestión de la libertad, que
tan buena infancia tenía con la madre?, ¿qué tan mala infancia tuvo es un tema que plantea la antipsiquiatría que tiene que ver con la ins-
con el padre? Lo que está claro es que el padre representa los límites titución, con lo que Basaglia después va a efectivizar abriendo los
y una rigidez muy extrema y hostil, porque a él le duele mucho todo manicomios en Italia, y toda la posición de Cooper en relación a la
lo que el padre le hace o le dice. libertad del loco.
Por eso, para mí, en este caso hay que ver cuál es la patología que Está la famosa frase de Lacan donde dice que el único libre es el
está internalizada. No lo que externaliza sino algo que esté más inter- loco, y que el sujeto tiene a la locura como el límite de su libertad.
nalizado como alguna alteración del estado de ánimo, algún trastor- Dice lo siguiente: "Aquello con lo que tendremos que vérnosla, en
no adaptativo. Los trastornos adaptativos, en el DSM IV, están en relación con el cuestionamiento de todas las estructuras sociales por
algunos casos descriptos con compromiso de la conducta y de las el progreso de la ciencia -Lacan está ubicando todos los remodela-
emociones, y habla de algunas conductas disociales en estos trastor- mientos y cambios que va a haber en las estructuras sociales por el
nos adaptativos, que se desarrollan frente a un estresor. Habría que progreso de la ciencia de la cual el DSM es una muestra- y no solo en
ver el tema de la psicosis también. El aislamiento social, el mal ren- nuestro dominio como psiquiatras, sino tan lejos como se extienda
dimiento escolar, las conductas extrañas que no se pueden explicar, nuestro universo. Es siempre, y de modo cada vez más apremiante,
un afecto inapropiado si es que hay, evaluar todas estas cosas y ver si aquello con lo que tenemos que vérnosla: la segregación".
está desinteresado o apático. Me parece que estos dos casos dan cuenta muy fuertemente de lo
Si hay cosas disociales ver qué criterios cumple. Lo moderado que Lacan nombra aquí, la segregación, y que voy a tratar de trans-
sería el hecho de que sustrae cosas de valor como un celular. No sé si mitir tal como la entiendo.
los incidentes escolares fueron vandálicos. Lacan continúa diciendo y ubicando la diferencia entre el viejo
Esta es mi opinión. imperio y los imperialismos, que es lo que hoy llamamos la globali-
zación, y dice para mí una frase que está en la base del .tema que nos
ADRIÁN SCHEINKESTEL: Tengo que reconocer que en la reunión pre- ocupa hoy y que es, ya no el niño disfuncional o disocia!, sino el esta-
via que tuvimos con Paola pude sacar la conclusión de que puede tuto del niño como sujeto de pleno derecho, y que me parece que es
haber un buen uso del DSM IV, existe esa posibilidad. el niño que recibimos en un análisis: "¿Cómo hacer para que masas
Le voy a dar la palabra a Silvia Baudini que es analista miembro humanas entregadas al mismo espacio -hoy más que nunca- no solo
de la EOL. geográfico, sino familiar, permanezcan separadas?". Esta es una frase
fundamental de este texto y que a mí me sirvió para pensar estos dos
casos, porque la segregación es justamente esto, masas humanas que
Comentario no permanecen separadas en relación con el goce.
Es decir, hay el uso de la diversidad. Cuando estaba trabajando
estos dos casos recibo por mail un adelanto de la reunión que se va iJ
SILVIA BAUDINI: Yo ubico un poco este comentario en el marco de
un texto de J. Lacan del 22 de octubre de 1967, que son pocos días
hacer pasado mañana en la Biblioteca Nacional, en la que va a estar ~
Jorge Alemán, y que será una mesa redonda llamada Multicultura- e
después de la "Proposición del 9 de octubre", titulado "Alocución
sobre la psicosis del niño", durante una jornada sobre ese tema. lismo, subjetividad y diferencia, y se tratará justamente este tema dicien- ~
do que un uso de la diversidad que difiere pudiendo conducir a cier- l>
Me interesó este texto primero porque es un texto en el que Lacan
-" hace una interlocución con la psiquiatría, especialmente con la antip- tos usos en los que se genera una segregación autoafirmatoria de -<
cada minoría. ¿Qué sería esto de una segregación autoafirmatoria de ~
~ siquiatría de Cooper, por lo menos en la primera parte, y porque va
~ a ubicar fuertemente la cuestión de lo social tal como él lo entiende cada minoría? Lo escucho cuando recién nos refería el DSM IV, esta- 8
ría bien si eso le sirve para la supervivencia. Hay algo allí donde en ~
0 en ese momento .
.~ Este texto está publicado en los Otros escritos y, en castellano, en ese gueto lo que estaría mal si ese chico viene a Belgrano y lo hace en ~·
~ un viejo tomo de Paidós de la colección Hormé, que se llama Psicosis Belgrano, no estaría mal si lo hace en Ciudad Oculta. Porque hay un ~
~ infantil, donde hay trabajos de varios autores junto a este texto de códi9o, un gueto que permite ciertos usos diferentes d,.eesa diferen- N
cia. El, aquí, se ubica en la cuestión de un impulso hacia posiciones 219
218 Lacan.
individualistas que dan consistencia a verdaderas identidades de es d~cir, no es lo mismo un fantasma de maltrato que un maltrato
goce. Ya no es el goce propio de cada uno sino un goce identitario. efectivo. To~o es 1~ que es, no hay espacio para el semblante, para el
Lo que supone la anulación del semejante devenido, en esta cir- mal entendido, y sm embargo, hay un principio de esto en el escon-
cunstancia, presencia molesta y amenazante. Quiere decir que en este derse, que aún no adquiere el estatuto de juego ya que la analista
movimiento de lo social vamos hacia eso. Y eso no es un trastorno, es debe estar r:almente afligida ante la posibilidad de no encontrarlo,
como la vida misma, porque si lo que se empieza a organizar son porque me Imagino que había miedo de que en algún momento se
guetos de identidades de goce, efectivamente el Otro es una entidad cayera p~r una escalera~ lo perdieran. Es cierto que la desaparición
amenazante al que hay que combatir. Vivimos en un mundo donde real de Diego no es un JUego, ya que corrió riesgos muy altos: que-
sabemos que esto ocurre todo el tiempo. darse solo por la noche al cuidado de una hermana de cinco años.
La otra cuestión que Lacan ubica allí y que me pareció interesan- EI_l~ite que el analista marca es justamente ese. Me parece que la
te, es la cuestión entre el niño generalizado y las personas mayores, cuestion d:l,~ ombre del Padre, de la función paterna, es dicha por
cuando él dice que estamos en un mundo en el cual podemos hablar La~rent as~: Se trata_ de ponerle un freno al goce, es también poder
de niño generalizado, y toma una frase que no recuerdo si era de abnr _al SUJeto una VIa que no sea la de un empuje a gozar mortal,
Laurent, donde dice que ya no hay personas mayores, y entiendo lo autonzar una relación confiable con el goce". Me parece que cuando
de personas mayores como esto que les decía del analizante de pleno 1:,
el a~alista dice_"e~~ no", "no se atacará al cuerpo, no se romperán
derecho. En ese sentido, un niño es una persona mayor en ese punto, los Juguetes , esta diciendo algo de esto. Vía esos juguetes se comen-
y no es muy seguro que una persona mayor no sea un niño generali- zará a procurarle a Diego un cuerpo vivo y pasible de obtener algu-
zado cuando viene a la consulta. na satisfacción.
El caso de Gimena, "El niño que debía dormir parado", me pare- Recordemos que "para gozar -dice Lacan- hace falta un cuerpo,
ce que el título mismo del caso nos abre a la otra cuestión que va a un . cuerpo sintomatizado". La analista apunta así al síntoma, y
plantear Lacan en 1969, que es el niño como objeto y ya no como entiendo síntoma como una nominación posible del sujeto, lo que
ideal, tal cual lo planteaba Freud como ideal de la pareja parental. abre a sostener el cuerpo de Diego gracias a que una palabra lo nom-
Pero Lacan dice más: "No es solo objeto de la pareja parental sino bra. Por supuesto que en el camino está la vida cotidiana, las ausen-
objeto de la civilización". Por eso hoy surge el tema de la adopción y cias, la madre que no puede, la abuela que claudica y vuelve a empe-
si el niño se adopta o no, si la pareja homosexual, etc., toda la cues- zar, en fin, la vida misma.
tión de la circulación del niño como un objeto de la civilización. Pero el análisis está en otra parte, en un lugar que hace una pausa
Me parece que en este caso se abre la cuestión de la posición de a esa vida cotidiana, un paréntesis, un refugio.
oi>jeto que este niño ocupa en la constelación familiar y social. Pero Es así como Diego puede empezar a hablar, ceder algo de esa
Diego no se queda pasivo frente a esta posición, es agente de una posición de puro objeto inquieto y hablar de su padre, de su madre,
inquietud permanente. La pienso así, no como un padecer, dado que de su historia. De allí en más la novela va a llevar a la identificación
la amenaza también es permanente. Si uno escucha lo que acaban de tiempo de robar, comienza a haber un uso fálico de los objetos com~ -e
decir hay cierta correlación entre la amenaza y la inquietud. escupir pajitas, que además es un uso secreto también, "no se lo digas ,6
El otro recurso segregativo, en el sentido en que venimos ubican- a nadie"; algo de la privacidad se instala, pero cada nuevo encuentro, e
do la segregación, es el pegoteo con su hermana. Los dos allí identi- c_ada nueva vuelta de tuerca será para Diego un momento de angus- ~
ficados en este grupo de goce víctimas de maltrato. Perfectamente ti_a; soledad y rechazo, y lo llevará al punto de su propia desapari-
cwn. -<
... estos chicos llegan a un hospital y pueden ser, no ocurre en este caso,
~ Hevados al comité de ética por niños maltratados con juez de por Pero el sujeto abre un espacio, que me parece importante, que es ;;:
~ medio, etc, etc. Un maltrato, por supuesto, realizado, porque no es un poder sustraerse a la mirada del Otro, sostener su propio espacio, 8
o fantasma de maltrato, es un maltrato realizado. ¿Cómo hacer enton- separado. zJ>
g ces para que estos niños permanezcan con su abuela juntos, pero "¿Cómo hacer -decía Lacan- para permanecer separado?", esta ~-
z separados? La indicación del tratamiento para Diego es una apuesta pregun~a que Lacan responde de algún modo en este texto es que es ¡;;

~ ética en ese sentido, porque le dicen Diego y no dicen hermanitos. ~1 propiO goce como fundamentalmente éxtimo y fuera de cualquier tv
m Este real realizado del maltrato afecta su posibilidad de ficcionalizar, Identificación identitaria, segregativa, porque permite al sujeto cons- 221
truir su propio espacio. Un goce que admite lo hétero de la diferen- surge en esa angustia. Y con esa angustia se pone en juego la relación
cia absoluta, lugar que el analista encarna en tanto hace valer el sig- del sujeto con un sujeto privilegiado que es la mirada.
nificante del Otro barrado. Es interesante porque en ambos casos aparece la relación con la
El segundo caso, "El joven de la ventanilla", es un caso que tengo mirada. En un caso el sustraerse a la mirada del padre: "cuando no
la oportunidad de conocer porque lo hemos conversado en las me veía me iba a acostar", y en este caso es la mirada puesta en esta
mañanas de viernes de Pausa con María Eugenia, quien quiso invi- función gozante de ver por la ventanilla.
tarme y a quien le agradezco junto al agradecimiento para el depar- El trabajo en análisis consiste en armar un marco a esa mirada, un
tamento. marco significante que permitirá un anudamiento imaginario por la
Se trata de un niño -que ya está dejando de serlo- traído por su vía del dibujo, un anudamiento -diríamos- de ese real sin ley con el
padre. Es el decir de su padre el que lo anuncia. De entrada, el padre que el sujeto se topó y lo extrajo bruscamente de lo que llama infan-
lo pone en el banquillo, no como sujeto -como en algún lugar dice cia.
Lacan- sino como parte de un conjunto, de un grupo, el de la madre, La primera casa de su madre, la segunda, la tercera, el río, el des-
que se connota en el caso como desmoronamiento paulatino e impú- . campado, la zona más peligrosa, la parada del colectivo, arman una
dico de la subjetividad materna, y que el analista revela que es la serie que lo deja por fuera pero no suelto, sino agarrado a un objeto
misma posición paterna la que habilita esa impudicia. La pregunta- ahora regulado por el marco analítico. Es así como la intervención del
respuesta del padre es encerrarlo, ponerlo en el campo de concentra- analista puede abrir a lo simbólico de la función paterna, en el "al
ción. Lobo vestido de cordero, hay que buscarle un corral. menos uno que dice que no", lugar al que L. convoca a su padre y
L. trata de estar en el mismo corral que su padre, siendo él tam- que éste, lejos de ver como una solución, lo ubica como un problema.
bién un ladronzuelo, tal su padre, que le roba a su vez a su propio Es cierto que falta otra cuestión que es habilitarlo a un goce menos
padre los soldaditos policías a los que recurre para apalear su propia mortífero. Lacan dice en el Seminario 5, "el padre que dice que no,
impotencia: este hombre se mantenía económicamente robándole los pero el que dice que sí, también".
soldaditos al padre. La analista avala el no paterno diciendo que "alguien vele aunque
¿Cuál es la infancia que se termina para L.? Quizás es esa que per- más no sea esos traslados", a lo que el padre accede. L. puede saber
mite no ver la miseria del otro familiar, es esa infancia que permite finalmente qué mirada era convocada: la de su padre que, distraído
-por el propio movimiento de la no asunción de la responsabilidad por lo que él ubica como mirando al bebé, no mira al niño que está
frente a la relación sexual, que ocurre en la adolescencia- velar el convirtiéndose en lobo adolescente y que empieza a tener el empuje
horror de la madre que se devela cuando el padre lo saca de allí. Es de la sexualidad. ¿Y qué es lo que evita con sus síntomas? Diremos
decir, como dice Lacan en "Televisión", "para situar el extravío de que es el síntoma el evitado por los acting out, la postración al padre
nuestro goce hay que estar separado del Otro", sino el goce no está que no le permite asumir su lugar sexuado y acercarse a la diferen-
extraviado, está en un lugar de identidad. En la segregación siempre cia, eso que el encierro y la segregación ahorran al sujeto, y que Lacan
hay una respuesta, "gozo así porque", porque estoy identificado, nombra como personas mayores. Lo que poco tiene que ver con la ;J
porque pertenezco a tal grupo, cuando el goce está separado no hay cronología etaria y mucho con la ética del goce. .o
una respuesta o en todo caso la respuesta hay que construirla. e
Es cierto que acaba esa infancia para él, eso es verdad, y empieza ~
ADRIÁN ScHEINKESTEL: Muchas gracias Silvia. Bien, ahora tenemos ::o
una etapa en la cual mirará por la ventanilla de lejos y con el marco unos veinte minutos para conversar en relación a lo que ha sido :~>
_, de su propio fantasma el goce materno. expuesto. -<
~ Es la intervención del padre -digamos algo bueno de este hom- ..,
~ bre- la que permite que este marco se constituya, es decir, lo saca de "'
r.
o}>
o ahí. De todos modos el marco vacila -por eso L. llega a la consulta- z
.~ y la angustia irrumpe en el relato en sesión. "La angustia -nos dice ....)>.
2 Lacan- es el sentimiento que surge de esa sospecha que nos embarga "'
~ de que nos reducimos a nuestro cuerpo", ahí hay un punto donde el "'N
!22 sujeto ya no puede segregarse con nadie, es su cuerpo, uno, el que 223

1
Conversación miento de culpa, es un chico que busca el castigo. Hay una necesidad
de castigo y esto vincula el robo y la "delincuencia" a la vieja carac-
NÉSTOR YELLATI: Hay mucho para decir. Respecto del DSM yo me terización freudiana del delincuente por sentimiento de culpa, y ahí
hago la siguiente composición, porque es efectivamente como Paola se puede marcar una diferencia notable de estructura entre el niñito
Crabow dice. Hay cosas que hacen pensar en ADD con hiperactivi- -más allá de la diferencia de edad- y el adolescente que se angustia.
dad, el trastorno negativista desafiante, si es o no disocia!, etc. ¿Por
qué no tomar lo que decía Silvia? Son tres guetos. Esos tres diagnós- RAQUEL VARGAS: El comentario de Silvia respecto de la ·ventanilla
ticos son tres guetos y son tres posiciones diferentes que estos chicos, y del marco que se ofrece en el caso de María Eugenia Serrano, ~e
así clasificados, adoptan en relación a tm determinado discurso que hizo pensar un poco más en el caso que presenta Gimena Barandella,
podemos llamar del amo, en la medida que le dice lo que se debe en donde aparece este extraño castigo que le da título al trabajo y que
hacer, y las posiciones que adoptan en relación al mismo. Porque el es dormir parado. El psicoanálisis conoce una forma de dormir para-
ADD, que se distrae, que no presta atención, que no cumple con su do que es el fantasma, y yo me preguntaba sobre la construcción del
trabajo, que falta, que se ausenta y al cual se le puede sumar una fantasma en él, del déficit respecto de la construcción de esto que es
hiperactividad que impide que esté quieto en un lugar y que se esca- lo que hace pensar también a Paola respecto del diagnóstico.
pe a todas partes, es una manera de enfrentar, sería la manera evasi-
va de enfrentar un determinado discurso. Hay una progresión, por- INTERVENCIÓN: Podés aclarar lo del fantasma y lo de dormir para-
que el trastorno negativista desafiante es negativista, es hostil y desa- do.
fía al Otro, y lo desafía y le dice que no va a hacer eso, no es que se
distrae sino que dice que no lo va a hacer. N o es que no cumple con RAQUEL VARGAS: La tesis freudiana respecto del sueño es que se
Ja tarea sino que dice que no la va a hacer. La diferencia con el diso- sueña para seguir durmiendo y, Lacan lo completa, uno se despierta
cia!, cuando uno lee esta descripción en el DSM, es que el disocia! es para seguir durmiendo en el fantasma. Entonces la cuestión de dor-
un violento porque pasa a la acción y ejerce la violencia directa con- mir en el fantasma es una de las formas que conocemos en que
tra el Otro. Este niñito, de cuatro años, ejerce la violencia, y esa es una alguien pueda andar por la vida durmiendo. Me parece que en el
diferencia verdaderamente notable, y que yo pienso que marca lo caso de él falta el sosiego que da la posibilidad de andar con el fan-
decisivo de su posición. Es una manera de leer el DSM. tasma. Es una forma también de andar separado con los otros. El
Respecto de los dos casos me parece que sería muy útil -no sé si buen funcionamiento del fantasma permite una forma de estar sepa-
vamos a poder hacerlo- pensar, por ejemplo, el estatuto de los robos rado del Otro. En el caso que presenta Gimená se ve un poco el fra-
en ambos casos. Son diferentes. Desde una perspectiva descriptiva, caso y la dificultad de que esto ocurra, no está verificada la construc-
diríamos ambos roban, y sin embargo no es lo mismo el robo en un ción, por eso no es tanto pegan a un niño porque acá no está esa cons-
c:aso que en el otro. trucción, está, más bien, "soy pegado por mi padre y por mi madre
Acuerdo con lo que decía Silvia con respecto de la violencia reali- cuando me porto bien y cuando me porto mal", no está la cobertura -o
2ada por parte del padre, esto no es el fantasma de "pegan a un y la frase gramatical, no es una construcción, está demasiado devela- .:;
niño", es un niño pegado en la realidad, y eso marca una diferencia do eso corno tal. el>

notable porque habla de su incapacidad para ficcionalizar y de las Lo de la ventanilla es más claro. La distancia que hay de lo que él ;l
consecuencias que tiene el ejercicio directo de la violencia sobre un mira con ese marco que vacila. Pero una cosa es que haya un marco l>

_, niño. que vacila y otra la dificultad de instaurar ese marco en sí mismo. Es -<
~ El otro, es totalmente diferente. Si yo tuviera que marcar una dife- cierto que Gimena ve a este nene hace dos años y del animalito que ~
~ :rencia entre ambos casos: en uno un niño es pegado, y en el otro un
trajo la abuela al chico que nos presenta ahora hay una distancia muy 8
0 adolescente es hablado, no es pegado, pero es mal hablado, es como grande. Se trate o no de una psicosis, la responsabilidad que él va ~
.~ si fuera un adolescente maldecido. Él dice que las palabras del padre, adquiriendo a lo largo del tratamiento -porque yo creo que sí hay ~:
~ que efectivamente existen, le duelen. Es ahí donde aparece la cues- una responsabilidad en los niños y él la toma- es muy importante. El :;:
~ tión de la angustia. Y si tuviera que decir la orientación del segundo diagnóstico de psicosis en el DSM me parece que lo contempla bas- N

224 caso respecto del robo, más bien parece de los que roban por senti- tante bien, que ubica la posibilidad de una psicosis, no me parece tan 225
claro en el caso de María Eugenia con este muchachito que vive Nombre del Padre, acerca de que en el hecho mismo de no ubicar la
demasiado angustiado, que es lo que señala Paola cuando dice metáfora paterna como la única solución posible, sino en esto que yo
"demasiada angustia para un disocia!", es decir, nos acerca más a lo les leía del texto de Laurent que se llama "El niño, objeto a liberado"
que consideramos la perversión. -lo que comentaba recién Miguel Furman- que habla de que este
poner un freno al goce ya no es solo la metáfora paterna la que puede
MARTA DEL TORO: Primero, muy agradecida porque los casos fue- lograrlo. Cuando dice que la función del Nombre del Padre puede
ron muy claros, muy ricos y me parece que dan para mucho más. En ser sostenida por otros personajes diferentes de la familia, que es una
.relación a tu anterior comentario yo había pensado cómo en el pri- función del tipo poner freno al goce, pero no es una función que se
mer caso del niño, que no es lo mismo que alguien adolescente que desprende simplemente de la prohibición, sino abrir una vía que no
está saliendo del Edipo, no podemos hablar de que se constituyó tal sea la de un empuje a gozar mortal. Eso no tiene tanto que ver con si
o cual fantasma, en todo caso, será una lectura apres coup, es un tra- es neurótico, psicótico o perverso. Me parece que no es lo mismo san-
bajo en el tiempo. A mí me parecía que desde lo descriptivo del dis- cionar a un niño y decir que es un trastorno disocia!, y medicado con
curso del amo que desobedece al padre porque cuando no lo mira se ritalina o algo así, que un analista que apuesta a jugar con él y pasar
duerme, ahí hay una posibilidad de apertura desde una escucha psi- por todas la vicisitudes y peripecias de la angustia. Me parece l1ue
coanalítica, porque tiene la posibilidad de darse el espacio de dormir abre a la vía más civilizada que no sea un empuje al gozar mortal,
y, por lo tanto, de soñar. A mí me parece que ahí sí estaba la posibili- que es la vía que ofrece hoy el discurso.
dad de que se estableciera la subjetividad. El problema sería si este Cuando Laurent dice "la sobredosis", no es solo la adicción, es
chico sigue con tanta violencia al punto de desaparecer, porque se también matarse trabajando, son los deportes de riesgo, etc. Esto es
puede caer por la escalera porque obedece a lo que oye de tener que lo que el discurso hoy nos promete, nos ofrece. Me parece que en ese
-realmente, en lo real- dormir parado. punto no es tan significativo el diagnóstico de neurosis o psicosis
-por lo menos en el caso del niño de cuatro años- el análisis se ubica
MIGUEL FURMAN: Pensaba que la segregación y el desamparo lle- en esta vía de frenar este empuje.
van al sujeto a identificarse al objeto, es decir, llevan a los dos chicos
-en este caso- a identificarse al objeto, porque no hay lugar en el ADRIÁN SCHEINKESTEL: Gracias por las contribuciones y a ustedes
campo del Otro. Entonces el chico se identifica al objeto porque es por la presencia.
dejado caer, en los dos casos, y el acting es un intento de solución a
esa caída del objeto que normalmente debería estar en el campo del
Otro. Hablamos del objeto de la pulsión de cada uno de los niños pre-
sentados hoy. Esos objetos no están en el campo del Otro, están en el
campo del sujeto, de los dos niños, de modo tal de que los dos inten-
tan con el acting reubicar el objeto en el campo del Otro, y el robo está
preciosamente trabajado por Lacan en el caso de Margaret Little, en .o
e
el seminario de La angustia, cuando dice que el modo de la clepto- )>
-i
manía es un modo también de acting. ="
¡;

..... lNTERVENOÓN: Algo en relación a los pequeños robos. Yo recordé


.,
~ esos párrafos de Lacan que son muy breves sobre la cleptomanía, Vl

~ porque hay una diferencia también en cómo se sacan las cosas. "o
)>
o Cuando vos le das cierta identidad: "Ah!, sos un chorro", ahí ya tiene z
.~ otro estatuto. ,...
)>

Vl
z Vl
...J
w SILVIA BAUDINI: Estaba pensando en esta cuestión, que hemos tra- N
226 bajado el año pasado en relación con el Congreso de Roma sobre el 227
IV

Los pacientes judicializados


j
1
Personalidad y marginalidad

ADRIANA LUKA

El tema "Personalidad y marginalidad" requiere un enfoque mul-


tidisciplinario. A los efectos del interés del Departamento de estudios
de Psiquiatría y Psicoanálisis del CICBA, solo haré algunas referen-
cias para detenerme en la interrelación entre discursos, el jurídico y
el analítico, en relación a los "menores en conflicto con la Ley penal".
El término marginalidad se comenzó a usar en referencia a las
características ecológicas urbanas que degradan las condiciones
ambientales y que inciden en la calidad de vida de ciertos sectores de
la población que terminan segregados en viviendas improvisadas y
sin las mínimas condiciones de salubridad, en terrenos generalmen-
te ocupados ilegalmente.
Se extiende su uso en relación a posibilidades de trabajo y al nivel
de vida de esos sectores, cuya mayoría no puede satisfacer sus míni-
mas necesidades.
No podemos dejar de considerar que son producto también de la
sociedad moderna, del capitalismo salvaje que aumenta cada día la
llamada delincuencia juvenil y ya podemos decir, infantil (se lee en el
diario: "Un chico de 11años hirió a un comerciante al cual intentaba -o
robarle)". ~
El adolescente marginal estruch1ra su modo de vida entonces en e
espacios sociales desfavorables, con privaciones y pocas posibilida- ~
;;<l

des de acceder a otra experiencia de vida en medio de sih1aciones l>


familiares conflictivas, de violencia, abuso, etc. -<
En consecuencia buscan por medio del robo, la violencia, las dro- ~
gas, etc., aquello de lo que se carece, salida siempre fallida. 8
Así llegan a los Centros de detención o programas que los nom- ~
bran como "menores en conflicto con la Ley penal" ~-
Analistas interesados en estas problemáticas les dan la oportuni- ::;:
dad de ser escuchados en sus sufrimientos subjetivos, al tiempo que rv
los responsabilizan de sus actos y de su posición subjetiva extensiva 231

1
a la ley y la norma. Sabemos del interés de Lacan en relación a la ley En el seminario Aun Lacan habla del origen jurídico del término
y e) deseo. verdad. "Al testigo se le pide que diga la verdad, solo la verdad y es
Estos analistas "desde la interpretación, diferente al Derecho pero más, toda, si puede, pero por desgracia ¿cómo va a poder? ... Pero en
que al igual que él partiendo de la palabra, acentúan la vertiente de realidad más que en cualquier otro en el testimonio jurídico es ¿con
la singularidad y no la referencia a los hechos" 1. qué poder juzgar lo tocante a su goce? ~a meta es que el goce se con-
Algunos autores hablan de "personalidad marginal" consideran- fiese y precisamente porque puede ser mconfesable. Respecto a la ley
do que, cuando se cierran las posibilidades de integración de estas que regula el goce, esa es la verdad buscada". _
sulxulturas, pasan a ser contraculturas, con consecuencias tanto en la Laurent nos recuerda que, en un momento de su ensenanza,
cultura marginadora como en la contracultura marginada exagerán- Lacan en "Introducción teórica a las funciones del psicoanálisis en
dose las diferencias. Definen como rasgos de carácter del marginal, criminología" reflexiona sobre el psicoanálisis y la ley señalando que
una conciencia de solidaridad con su subgrupo, una gran sensibili- el interés por las ficciones jurídicas se debe a que la instancia del yo
dad respecto del juicio del grupo dominante, habiendo también una está ligada al acercamiento del sujeto a la verdad.
ace¡>tación inconsciente de los valores de éste, que lleva a adoptar Sabemos además que si el sujeto del psicoanálisis se vincula al
una actitud crítica respecto de los defectos de su propio grupo, inclu- sujeto del derecho, lo es en tanto sujeto responsable de s~s actos,
yendo odio y desprecio hacia sí mismo. Es un punto de vista psico- siendo nuestro interés poder marcar la verdad del goce en Juego en
sociológico. esos actos. . . . . .
Desde el punto de vista de la psiquiatría son ubicados en el DSM El Dr. Mariano Ciafardim, en una conferenCia dada en Rosano 5
IV como "trastorno disocia! de la personalidad". señala que hay un consenso general en considerar ''que el único dere-
HTodo abordaje de la personalidad desde una perspectiva no psi- cho al castigo que puede admitirse es el derecho penal en acto por ~1
coanalítica, deriva inevitablemente en condiciones adaptativas, de que nadie puede ser castigado si no es en función de un acto cometi-
rela.:ión a la norma", dice Néstor Yellati en la clase inaugural del do y probado". Señala que está el derec~o penal de aut~r, por el que
Departamento. puede ser castigado por ser de deterrmnada manera, tiene que ver
J.-A. Miller2 dice: "Nuestros diagnósticos, a diferencia del DSM, con lo predecible, va a hacer tal cosa y por eso es peligroso y hay que
que refiere cada individuo a una clase patológica, es un arte, arte de controlarlo y no se necesita que haga nada para demostrarlo.
juzgar un caso sin regla y sin clase preestablecida". Por último, ·qué se entiende por delito? Delito es un acto que
Del DSM IV destaco dos de los ítems que se toman como posibles tiene que ser típ~co, antijurídico ~ ct.~lpable. Típico es ese ac_to o con-
para diagnosticar un "Trastorno de Personalidad Disocia!": 1) la agre- ducta que se adecúa a una descnpcwn legal, las re_g!as estan clar~~­
sión a personas; 2) el inicio de peleas físicas, para relacionarlo con lo Lo antijurídico quiere decir que no ~ued~ s_er admi~_do ,c~mo legiti-
que señala Eric Laurent3, "es importante poder diferenciar desde ma defensa o estado de necesidad. S1 es tlpico y antiJundico se ade-
nuestra perspectiva la agresividad de la pulsión de muerte". Por un cúa a una prohibición. Culpable significa que es reprochable, por
lado la pelea imaginaria, o vos o yo, del goce pulsional en juego. ejemplo: violó una norma, hizo eso en lugar de otra cosa. , J!
Señala en ese mismo artículo también la importancia del psicoa- El otro punto que me interesa tomar para los casos llamados de .g
jóvenes delincuentes", es la inimputabilidad, dado que la edad se ha ~
nálisis de dialogar con el discurso jurídico: "La lengua jurídica es una
bajado de 18 a 16 años, y hay un debate entre los constitucionalistas ~
lengua que permite evaluar cualquier tipo de práctica, permite dia-
loga. entre las disciplinas, sobre sus efectos" .4 respecto del terna frente al empuje social al castigo. Algunos están de
acuerdo en bajarla y otros consideran que hay ~ue atacar las causas -<
de la delincuencia cada vez más temprana, considerando que es peor ~
SAWICKE, Oscar:"Psicoanálisis del orden público", en: Psicoanálisis del la detención del menor en institutos con las consecuencias que se 8
dktrecho de la personas, Tres Haches, Bs. As., 2000, pág. 44. verifican. )>
2 z
MILLER, Jacques-Alain: "El ruiseñor de Lacan", en: Del Edipo a la sexuación, )>·
Los inimputables son aquellos a los que no se les puede reprochar ..-
Paidós, Bs. As., 2000. V\
3 V\
LAURENT, Eric: "El sujeto del inconciente y el enigma de las normas".
Cenferencia dictada en el Cien Argentino el 1919199. 5 CIAFARDINI, Mariano: "La peligrosidad en el campo jurídico". Conferen- rv
4
ltíd. cia dad en Rosario 30/8/97. 233

1
el acto porque no tienen capacidad psíquica para comprender la
prohibición de la norma. De este modo, sin embargo, hay un menos-
cabo de sus derechos en cuanto que no hay forma jurídica o médica
que indique cuándo empieza y cuándo termina la peligrosidad. Psicoanálisis e instituciones carcelarias
Ciafardini considera que hay un cierto paralelismo entre la tutela
de los menores y el tratamiento de los mayores inimputables. JuAN CARLOS FERNÁNDEZ
Voy a finalizar con unas frases de La can publicada en A utres ecrits:
"El psicoanálisis del criminal tiene sus límites, son exactamente
aquellos en que comienza la acción policial, campo en el cual debe
rehusarse a entrar. Es porque ella no se ejercerá sin pena, aun ahí
donde el delincuente, infantil por ejemplo, sea beneficiado por una
protección de la Ley.
Pero es precisamente porque la verdad que se busca es la verdad
de un sujeto, que no puede más que mantenerse la noción de res- ¿Qué lugar para el psicoanálisis y los psicoanalistas en las institu-
ponsabilidad sin la cual la experiencia humana no comporta ningún ciones carcelarias? 6
progreso". Las entrevistas son el espacio necesario para el posible encuentro
con el psicoanalista si su acto lo funda 7 . Él puede estar allí, aún para
Referencias aquellos que, como el caso a relatar, no lo piden y nos obligan a pen-
LACAN, J.: El seminario, Libro 20, Aún, Paidós, Bs.As., 1999, pág. 111. sar la necesidad del analista en la institución.
LACAN, J.: "Premisas a todo desarrollo de la criminología", en: Autres Ecríts, El caso es el de un joven de 17 años, un "menor en conflicto con
Seuil, París, 2001. la ley penal" para algunos, "un delincuente" para el común de la
gente, que prefiere el de "chorro" cuando se encuentra con sus com-
pañeros de encierro.
Ante los profesionales que lo atendían no se trataba más que de
"cosas que hizo y que no hará más".
Patricio, por darle un nombre un poco acorde a cierta imagen de
sí, estaba en un instihlto "cerrado" de menores, privado de libertad
por unas ocho causas de robo en diferentes grados y consumo de
drogas, había pasado por varios lugares de los denominados "abier-
tos" (con escasas medidas de seguridad) fugándose de todos ellos y
reincidiendo en los delitos. "ti

Se lo asignan aun nuevo psicólogo (Patricio ya tenía tres semanas _;;


de ingresado al establecimiento y era atendido por otro profesional), e
):>
"encomendándoselo", como se dice, al mejor estilo de otras instih1- ;J
ciones argentinas, como por ejemplo los Hospitales, que asignan los J>
casos en acuerdo con la dificultad.
Se trata de alguien que no responde al denominador común de los J:
jóvenes encerrados, del silencio o por lo menos de la escasa comuni- n
o
cación, sí a la ausencia de demanda y lo asintomático, excepto claro ¡¡;
está, la queja por el encierro. ;::.·
\11
6 MILLER, Jacques-Alain: "Le clivage psychanalyse et psychotherapie", en Vl
Mental 9, París, Juin 2001.
7 LAURENT, Eric: en Psicoanálisis y salud mental, Tres Haches, Bs, As., 2002. 235
Él se presenta a las entrevistas muy respetuoso y comunicativo, del juez y todo aquel que sigue en la línea del encierro y exclamacio-
m«>strando su urbanidad y haciendo un pequeño esfuerzo por apare- nes de lo injusto de ello, con sus compañeros se aprovechaba de su
cey dócil e interesado. Se define como una "buena persona", un joven contextura física, robándoles, maltratándolos y generando situacio-
"que hace deportes", "alguien que hace una vida sana", y ciertamen- nes difíciles, al punto que el personal de seguridad tuvo que interve-
te, tenía un buen estado físico y exhibía un cuerpo con musculatura nir cuando casi toda la sección (cerca de veinte jóvenes) intentaron
resultado del ejercicio con pesas. No se identifica con sus pares inter- atacarlo.
nados a los que desprecia porque son "chorros" y "drogadictos". En fin, la posición de Patricio es la de alguien que no puede dejar
A medida que transcurren las entrevistas y toma confianza, su flui- de demandar al otro un reconocimiento de su ser de excepción al
da comunicación se torna verborrágica y los pedidos pasan de insis- tiempo que le miente.
tentes a urgentes demandas que deben ser satisfechas. "Debe dársele Toda intervención por parte del analista era prácticamente igno-
una oportunidad", vocifera de todas las maneras en una exigencia de rada, ni aún cierto silencio complaciente a las mentiras o la acepta-
derecho amparada en: ser un menor de edad y no saber cuanto tiem- ción de ellas con el fin de que dieran pié a alguna interrogación logra-
po se lo va a tener en esta condición, tener un hijo del cual debe ocu- ban moverlo un milímetro de su postura de queja y lo justo de sus
parse, una madre que lo quiere egresar, etc. Está de más decir que de reclamos; no aparecía forma de implicación a lo que podríamos defi-
este hijo no sabía casi nada y nunca se ocupó de saber algo. nir como su propia parte en el desorden.
Dice no tener "problemas", refiriéndose a las dificultades de con- En este impasse me hallaba. Allí recurro a la lectura de su legajo
vivencia con sus compañeros de sector de internación, que él no es [una suma de información judicial, psicológica, social, etc., en un
"malo", y por supuesto que "los demás sí", que "son los demás los riguroso desorden tópico, ya que el criterio es la cronología, que se
que lo molestan", y con relación a las causas, que "cometió un error inicia cuando un menor ingresa al sistema] buscando referencias de
pero que ya fue", y por supuesto que "no lo volvería a hacer". su historia [lo que no se sospecha de muy ortodoxo, en fin, a tono con
Tampoco reconocía conflictos familiares, porque aunque ubicaba el resto] que pudieran orientar mis intervenciones. Surge de esa lec-
sus conductas como el emergente por ejemplo de la separación de tura que en una internación anterior sus entonces compañeros habrí-
sus padres, esto no configuraba algo digno de preocupación. an intentado violarlo, de lo cual no había hecho mención alguna.
También en cada hecho que es mencionado por él (o por el que se Otro dato, esta vez proporcionado por la madre en las entrevistas,
lo interroga buscando algo que permita avanzar en algún sentido), es su abandono escolar a los diez años para empezar a trabajar con
para probar su inocencia, lo abierto se cierra sin mas, muchas veces su padre, obligado por este. Padres separados desde hacía tres años,
con un "pero eso ya fue", indicando su estatuto de pasado al modo "él bebía", dice ella.
del realismo ingenuo y su falta de lugar en su (rechazando toda posi- También agrega que Patricio retorna "siempre" (aclara) a su casa,
bilidad) subjetivación. a la casa materna, dado que vivir con su progenitor le resultaba difí-
Si Patricio llegaba a suponer que se ponía en cuestión alguna de cil de sostener.
estas afirmaciones que realizaba, u otras del mismo estilo que por La hipótesis que se empieza a configurar es la de alguien que en -o
0 cierto podían ser perfectamente contradictorias entre sí, como en el el pasado habría sido "injustamente" tratado, y que en la actualidad _6
~ ejemplo del señor del caldero que da Freud, no demoraba una res- no puede dejar de decir esta mentira verdadera, que esta persona que ~
~ puesta en la que desde el enojo podía pasar a la furia en una escala- tomaba el rol de opresor había estado sufriendo malos tratos y que ;i
~ da sin solución de continuidad, incluidos los improperios retirándo- este era el eje de su posición. l>
o::::¡ se de las entrevistas. Bueno, evidentemente este no era el camino. En la siguiente entrevista interrumpo en un momento la habitual -<
En el tiempo que llevaba de internación, unos meses, con su acti- catarata verbal indicándole que efectivamente él era una víctima. ;:::
"'
~ tud general había logrado producir un indubitable malestar en casi [Hasta ese preciso momento la víctima había sido yo] 8
~ tcxlos aquellos con los que entraba en contacto, al punto que las auto- El efecto inmediato fue que Patricio no me interrumpiera antes de ~
~
o..
riclades del establecimiento se dirigieron al profesional que lo aten- concluir (lo cual era ya algo), es más, se queda en silencio un mamen- ~­
"' d:ia inquiriéndole gentilmente por los planes de destino del sujeto en to y luego relata lo que había hecho su padre, el maltrato y abando- ¡;;
~ cuestión. Claro está, en varias ocasiones. no que le infligió así como del sentimiento permanente de ser usado N
236 A la par de sus demandas/ exigencias, imprecaciones a la persona para fines económicos. 237
En lo que sigue de las entrevistas Patricio deja de quejarse y
demandar en forma querellante salidas, al tiempo que comienza a
relatar situaciones de su historia con su padre.
En una de las entrevistas comenta en tono de revelar un secreto,
el intento de violación que sufriera en otra internación, lo que suma-
do a lo anterior configura un cierto encadenamiento de escenas. V
Comenta amargamente el cambio sufrido por su padre a partir de
que éste hubo estado preso, de cómo lo obligó a dejar la escuela e ir Caracteropatías
a trabajar muchas veces sin comer en todo el día, etc.
El aprovecharse del otro y el maltrato en sus diversas formas -que
él repite con sus compañeros- denuncia la identificación, lo que
admite alguna vez ante un señalamiento con un silencio que otorga,
pero que no alcanza para cesar de repetir aunque en forma atenuada.
Luego de una salida dispuesta por el juzgado de la cual retorna,
me aborda en un pasillo, en un estado de visible ansiedad solicitán-
dome urgentemente hablar, y sin dilación relata ahí mismo una falla
viril que ocurre ante la situación de encuentro sexual.
Tomando en cuenta que Patricio era un fuerte consumidor de
cocaína y que obviamente sabía de los efectos que esta produce, es
dable suponer que intentó otra cosa, es decir, ir al encuentro sexual
como alternativa al consumo, priorizando un goce, sexual, sobre el
otro, el del tóxico. Dicho esto, de inmediato me conmina a que le
"diga que esto no va a volver a suceder".
De buena manera trato de indicarle que no puedo asegurarle eso
pero Patricio parece nuevamente no querer escuchar otra cosa que lo
que solicita, retirándose con muestras de frustración.
A los pocos días el juzgado lo egresa. Se pudo saber que evalua-
ron una mejora que permitía su egreso quedando al cuidado mater-
no.

Bibliografía
LACAN, Jacques, El seminario, Libro 17, El reverso del psicoanálisis, Paidós, Bs.
As., 1992.
LACAN, Jacques, El seminario, Libro 20, Aun, Paidós, Bs.As., 1982.
AUCREMANNE, Jean Louis, "L'enfance inadaptée' ce que répondait Auguste
Aichorn", en Les Jeuillets du Courtil N° 11 -Oct 1995- Belgique et Lille.
VIGANO, Carlo, "Une nouvelle question preliminare: l'exemple de la toxico-
manie", en Mental 9, París, 2001.
RUEDA, Felix, "Pathologies du trasfert dans les troubles de la personalité", en
Mental 9, op. cit.
DAVID, Pedro, Sociología criminal juvenil, Depalma, Bs.As., 1968.
BROUSSE, Marie-Hélene, Los cuatro discursos y el Otro de la modernidad, Letra,
Santiago de Cali, 1999.

...
Las caracteropatías

ADRIÁN 5CHEINKESTEL

El carácter es uno de los nombres de lo imposible en nuestra expe-


riencia.
Una lectura crítica de la práctica que se realiza, a partir de cierto
estado actual, dividido, en que se encuentra el síntoma, devenido
trastorno, nos conduce a pensar que la psiquiatría trata lo real del
síntoma, sinsentido, a partir de la bioquímica, que es un tratamiento
fuera de sentido, mientras que por otro lado tenemos el tratamiento
psicológico, del lado del sentido: el tratamiento por la palabra y su
escucha. Este último, asumiendo la función de apoyo o acompaña-
miento de la operación que se cumple en lo real por el lado del medi-
camento.
O también, la escucha de puro semblante en la práctica autorita-
ria y protocolar de las terapias cognitivo-comportamentales.
Entonces tenemos, por un lado la medicalización de la práctica, y
por otro, la utilización del poder de la palabra para complementar
esa otra práctica; o sino en su dimensión imperativa que busca eli-
minar lo que está desordenado, trastornado en la conducta y en la
-o
vida de los pacientes.
Tomar hoy como tema el carácter, y luego reflexionar sobre una ~
práctica singular que agrupa algunos pacientes incurables o refracta- ~
;%)
rios a todo tipo de tratamiento en un servicio de Salud Mental de un l>
Hospital Público, es en cierto sentido proponemos pensar otro trata-
miento para la subjetividad de la época. ~
Es cuestionar, preguntamos por otra relación posible entre lo real ~
y el sentido; entre la satisfacción pulsional y la satisfacción que se ~
produce por vía de lo simbólico. ~-
¿Se puede incidir en lo real desde lo simbólico? ~
Esta es una pregunta central para la práctica analítica, ya que si "'
N
esto no es posible, el psicoanálisis deviene una estafa.
241
El éxito inaugural del psicoanálisis se debió a la sorpresa que pro- analítica y la resistencia a la continuidad de los tratamientos se hacía
dujo en el mundo el descubrimiento de una segunda intencionali- cada vez más patente.
dad. Estaba la intención, la voluntad de los pacientes, para realizar o Es así que el síntoma, y su lugar especiat comenzó a sufrir una
no determinados actos. A esto se añadió, en el descubrimiento freu- extensión a todas las conductas de la vida de los pacientes (el agieren
diano, otra intencionalidad de la que el sujeto no tenía la menor idea. -actuar- freudiano).
Esta segunda intención es posible descubrirla a través de la interpre- Eso llevó a Freud a construir una segunda tópica, con su yo-ello-
tación. superyó; donde el yo tiene una parte inconsciente, es una instancia
Esta inter-pretación exige el "dos", exige la intervención del Otro. que tiene conexiones con las pulsiones (el ellot con el superyó (ins-
Y este fue el inconsciente que tuvo su momento de gloria hasta tancia ligada a la moral y las identificaciones ideales).
1915-1920. Y que luego Lacan en su primera enseñanza revitalizó con Pero la ego-psychology tomó más bien la dirección de la indepen-
sus teorizaciones acerca de la supremacía acerca de lo simbólico, y su dencia y la autonomía del yo, en lugar de su dependencia.
inconsciente estructurado como un lenguaje. En Freud, esa segunda tópica, su conceptualización, era correlati-
El esquema simple que se puede hacer de esta operación es aso- va del lugar que tomó el"más allá del principio de placer", la pulsión
ciando al S1, significante imperativo, significante amo que comanda de muerte y el inconsciente no reprimido.
una cadena, asociarlo al S2, significante asociativo que por retroac- Es decir que, siguiendo con la orientación que nos da Jacques-
ción da sentido al sl insensato. Alain Miller sobretodo en su curso La experiencia de lo real, esa reac-
Todo este capítulo del psicoanálisis que tuvo su vigencia y que ción de Lacan en sus primeros tiempos a las desviaciones del descu-
aun hoy también la tiene en algunos tramos de la cura, es el que toma brimiento freudiano, la desestimación del síntoma como formación
como referencia fundamental al síntoma. del inconsciente, ocultó de alguna manera que esos desvíos también
El síntoma como un elemento discreto, localizado, que se pone en se debieron a obstáculos reales con los que se encontraron los practi-
cruz con el resto de la vida del sujeto. cantes del psicoanálisis, los obstáculos en la experiencia de lo real; en
Si ustedes quieren, es el síntoma terapéutico, ya que permite en su la dificultad de todo aquello que no quedaba subsumido por lo sim-
discontinuidad con el resto de la personalidad, seguir la vida con bólico, por el discurso del Otro, por el discurso del inconsciente; por
cierta estabilidad; es eso que llamamos neurosis. la imposibilidad de encontrar un sentido a todos los impasses de la
A este síntoma, primero Freud y luego Lacan en sus primeras vida del sujeto y de los avatares de la práctica misma del psicoanáli-
enseñanzas, se lo ubica en relación, en correlación con otras forma- sis. Todo esto que mencionamos, no constituye un discurso; no hay
ciones del inconsciente: lapsus, actos fallidos, chistes, olvidos; no discurso de lo real; y a falta de ét nombramos esto como experiencia
compartiendo con ellos, su fijeza, su no fugacidad. de lo real.
El carácter era un concepto que Freud había elaborado especial- El concepto de real es algo que va ganando espacio a lo largo de la
mente a raiz del carácter anal; es el carácter relacionado al erotismo enseñanza de Lacan.
anal y sus rasgos de meticulosidad, avaricia y perseverancia que por- Hay un desplazamiento que va de la verdad, el lugar eminente J!
tan determinados sujetos. que tiene la verdad en su retorno a Freud, a lo real. Lo real como lo -g
Estas teorizaciones de 1908, "El carácter y el erotismo anal", lueo-o imposibk como lo imposible de ser subsumido a lo simbólico, a las l>
con "Trasmutaciones de las pulsiones, en particular la del erotis;o relaciones simbólicas que constituyen la verdad, las que hacen la ver- =i
anal", de 1915, y finalmente, "Algunos tipos de carácter dilucidados dad.
)>

"' por el trabajo analítico", de 1916, que abarca: 1) los excepcionales, 2) Esta mutación sobre todo comienza a producirse a partir del -<
: los que fracasan al triunfar y 3) los criminales por sentimiento de Seminario 17, a fines de los años 60, donde Lacan habla de la impo- J:
~ culpa, fueron retomados por los seguidores del maestro, Jones, Reich tencia de la verdad. 8
~ y otros que utilizaron estos conceptos para hacer frente a una prácti- Hacer verdad del inconsciente, es solo una parte de la práctica, ~
:::¡ ca que les empezaba a resultar adversa y que para una parte de ellos que deja un resto sin sentido, o fuera de sentido, que es necesario tra- :
~ implicó el desarrollo de la ego-psychology, especialmente en los tar de otra manera. Hacer algo con ét manipularlo, encontrarle un 111
.J EE.UU. uso posible. ·
~2 Los pacientes ya no respondían tan bien a la interpretación psico- La interpretación (que pertenece al registro, de alguna manera, 243
del "de a dos") da lugar al uso, y este nuevo tratamiento es correlati- civilización actual, más allá de cierta decepción creciente que produ-
vo a lo que Lacan denominará como sinthome. ce. Tiene gran pregnancia sobre todo a través de los progresos tecno-
Miller propone al sinthome como la reunión del síntoma con el lógicos que invaden los mercados y nos hace consumidores ... consu-
carácter, que es su extensión, son dos modalidades de satisfacción de midos. Este empuje progresista da cuenta del"eso marcha" de todas
la pulsión. maneras. Podríamos escribirlo, con Miller, de esta manera: 5 1 5 2,
Entonces tenemos dos experiencias: comando y ejecución. Por otro lado, escribimos el "eso fracasa" corno
. • La de la spaltung (división), que es el reconocimiento del incons- a-$.
Ciente como tal, El fracaso del que hablarnos no es un fracaso necesario, no es un
• y la de lo real. fracaso corno destino, un fracaso incluido en un programa cuyo des-
Otto ~enickel (1945) llama en su manual "personalidad" a este cifrado encontraríamos en la novela familiar del neurótico, en la
ordenami~~to global respecto del cual el síntoma aparece como una estructuración edípica neurótica.
perturbacwn local, localizada, súbita de alguna manera. Ese es el terna que aborda Freud en su contribución sobre el carác-
Perturbación_ súbita qu~_se manifiesta por acciones o impulsiones ter: "los que fracasan al triunfar". Ahí él ilustra, especialmente con
notables por su madecuacwn a un ordenamiento previo. ejemplos de la literatura, la sobredeterminación en estos sujetos, que
~e trata de la malformación de la personalidad misma. cuando llegan a buen puerto en alguna empresa de la vida, cuando
El llama "personalidad" a lo que se llamó carácter esto es el esti- tienen éxito, fracasan. Se arruina eso que fue largamente esperado,
lo habitual, el estilo ordinario del comportamiento d~ un suj~to. deseado.
En Lacan se trata de pensar la extensión del inconsciente sin Este es un fracaso que a partir de ciertas contingencias de la vida
renunciar a la estructura del síntoma (Seminario 5). ' (novela familiar del neurótico) se vuelve necesario. Transforma lo
Estructuró el síntoma de una manera que permite incluir todas las contingente en necesario; lo cual sucede muy frecuentemente en los
:on~uctas del sujeto y lo amplió a todo lo que se puede considerar el encuentros amorosos y es lo que Freud denominó 'repetición', con-
:iestino humanb. ductas estereotipadas, respuestas similares del sujeto en determina-
,· Miller dice: "_Sería 1? propio del significante, imprimir al incons- dos encuentros.
-~:nte, esta contingencia, que se vuelve necesidad, que a continua- Este otro fracaso, que aquí abordarnos, intenta dar cuenta de lo
:wn ya ~o cesa de seguir escribiéndose a lo largo de la vida del suje- más singular del sujeto, y requiere de alguna manera de cierta inven-
:o. Trans1~a a ~-avé~ d~ ~1 y el sujeto es de alguna manera 'vivido' por ción. Es un fracaso fuera de programa.
a determmacron sigmficante necesaria". El escritor Sarnuel Beckett decía: "trata de nuevo, trata mejor, fra-
casa mejor", y ubica al artista como aquel que osa fracasar corno
Simbólico Real nadie lo ha hecho antes.
Síntoma Carácter Es un fracaso que intenta mantener viva la relación con lo impo-
Represión Defensa sible, imposible que hay que probar, verificar, cada vez. "'ti
VI

Deseo Goce

Interpretación ! n e o / ~ón
Desciframiento Perturbación (de la defensa) ..,-<
VI

Sinthome ()
o
)>
2
)>·
Es porque el principio de la práctica lacaniana, tal como nos la .-
VI
an a pre~entar a conti~ua~ión Emilio Vaschetto y Jorge Faraoni es el VI

eso falla , que es posible mtentar un diálogo, aunque sea un diálo- N


.o de sordos, con la ciencia. La ciencia tiene gran pregnancia en la 245
Del no-grupo al residuo singular
A tres años de una experiencia inédita
con pacientes refractarios"
JI

EMILIO VASCHETTO Y JORGE FARAONI

Clínica del fracaso

La historia se remonta a tres años atrás donde decidimos poner en


funcionamiento un dispositivo en un hospital general denominado
"grupo de pacientes refractarios". Se trata de un espacio dispuesto a
alojar a todos aquellos pacientes que no respondieron a las diferentes
ofertas de tratamiento institucional y que, por su posición respecto
de la cura (rechazo de saber, irresponsabilidad, ausencia de deman-
da, reivindicación, cristalizaciones del carácter, etc.t no son pasibles
de respuesta terapéutica, generando los conocidos efectos contra-
transferenciales (rechazo del tratante, impotencia, empuje a la deri-
vación o a la medicalización).
Se implementó este dispositivo, 1 que funciona como un Witz den-
tro de la institución, reuniendo a todos aquellos a quienes esta insti-

*Autores: LIMA QUINTANA, Delfina, Concurrente del Hospital Central de San


Isidro (HCSI); GóMEZ QUARELLO, Ramiro, Concurrente del HCSI; FARAONI,
Jorge, Miembro de la EOL y la AMP, Coordinador del Grupo de pacientes J!
monositomáticos de Ataque de pánico (Relator); VASCHETTO, Emilio, o
e
Miembro de la EOL y la AMP, Coordinador del Grupo de pacientes refracta- ~
rios, Más uno del cartel institucional homónimo. ;xl

1 El grupo de pacientes refractarios, inicialmente fue pensado como un :r>


grupo de reflexión tomando el relevo de los conocidos "gntpos opera ti- -<
vos" ideados por el psiquiatra argentino Pichón-Riviere. Segün la expe- .,
riencia realizada en Noruega: "grupo reflexivo ( ... )para esto pens'amos "'
~"'~
en el significado de la palabra en francés, que por lo que nosotros enten- ~
díamos, estaba cerca de réplica. En francés la palabra réflexion tiene el ;.
mismo significado que la noruega refleksjon, es decir: algo que es oído, ~
aprehendido y pensado antes de dar una respuesta". ANDERSEN, T., El "'
equipo reflexivo. Diálogos y diálogos sobre los diálogos. Prefacio: ]urgen N
Hargens. Pág.21. Colección terapia familiar. Editorial Gedisa. Barcelona, Abril 247
tución no podía darles una respuesta. Su nominación como "pacien- rack, convierten al grupo en un constante f oca d e controversias.. 115
tes refractarios" (o incurables, de manera informal) sirvió como un Miguel Tomasín, líder de la banda y quien padece de síndrome de
modo de juntar en la institución aquello que viene a poner en cues- Down, imprime a las canciones grabadas o en vivo un repertorio caó-
tión la institución misma.
tico y anárquico cuyo leivmotiv no es nada más que la pura improvi-
Decir grupo es ser muy optimista puesto que más bien se trata de sación. Un saber hacer en el momento, lo que hace que cada escucha
un no-grupo, lo cual podríamos pensar como un agrupamiento sea única e irrepetible. Del lado del oyente, introduce una cierta per-
imposible, en el sentido de que "tres no hacen uno" -como bien lo plejidad, lo cual conduce a posturas fanáticas (por ejemplo, los que
refiere uno de los integrantes. O en los dichos de otro: "Es notorio hablan de "música de culto") o devastadoras (esto es una estafa o la
que el grupo no tiene interés como grupo". utilización de un enfermo con fines espúreos o publicitarios). Su
En un trabajo anterior, publicado en Psicosis actuales 2, utilizába- único disco editado en la Argentina se titula "desmaterializado", y
mos la experiencia nacida en el Reino Unido llamada la postpsiquia- viene a ser una caja de CD sin nada adentro. Su música, que fue cata-
tría, que daba cuenta de la agrupación autónoma de personas que logada como de tipo experimentat y denominada por ellos mismos
presentaban un rasgo común y que los dejaba por fuera del lazo como la no-música.
social. La red de escuchadores de voces 3, que ha tomado una rele- Entonces, al día de hoy nos seguimos preguntando cómo es que
vancia notoria en aquellos países, presenta un desafío notable al puede producirse un agrupamiento de personas que concurren. al
miope abordaje psiquiátrico4. servicio de salud mentat pero cuyo rasgo es hacer fracasar cualqmer
En esta oportunidad, decidimos tomar la experiencia foránea del ideal de salud psíquica.
reconocido grupo de música Reynolds, como un no-grupo. "Los inte-
grantes de Reynols proponen una lógica donde lo que comúnmente
es entendido como error o disfunción, es valorado como libertad y
Efecto "comunidad de vida"
originalidad y respetado como una forma distinta de ver el mundo.
Esta postura sumada a su singular imagen heredada de la cultura
. Hemos verificado, luego de la experiencia, que muchos de estos
sujetos, más que ser pasibles de una terapéutica vienen a autorizarse
de 1994.Quizás sería la ocasión para recordar la referencia de Jacques en sus soluciones sinthomáticas. Por ello, el no-grupo provee un espa-
Lacan, en La psiquiatría inglesa y la guerra, al trabajo de Bion donde el psi- cio no terapéutico sino de verificación de las soluciones singulares.
quiatra inglés resalta en la tarea del grupo: como" una construcción creati- Soluciones que hay que entender que no son por la vía de un psicoa-
va para las relaciones sociales"y el carácter "flexible" del mismo (BION, W.R., nálisis aplicado (el cual sabemos, no es para todos), ni por ninguna
Experiencias en grupos, p. 26, Editorial Paidós, 1980, Buenos Aires); cues- otra herramienta terapéutica (psicofarmacología, grupos, etc.) sino
tión de la cual nos hicimos eco. por la insistencia de un real que han podido nombrar a partir de una
2
LIMA QUINTANA, D., GóMEZ QUARELLO, R., FARAONI, J., VASCHETIO, E., inclusión en un dispositivo que está excento, por su mismo espíritu,
"Incurables", en: Psicosis actuales, EMILIO VASCHETIO (comp.), Grama edi- del furor por curar. Cuestión que no es tan fácil de leer en los otros ~
ciones, Bs. As., 2008.
3 dispositivos que participan del servicio. J.-A. Miller en La erótica del .g
Hearing voices rzetwork (Red de escuchadores de voces). Los objetivos de tiempo da cuenta de una doble dimensión del tiempo para la constitu- ~
la red son: aumentar la conciencia de la voz audible, de las visiones, las
sensaciones táctiles y otras experiencias sensoriales; dar los hombres
ción del lugar de sujeto supuesto saber. Es desde este lugar desde ~
mujeres y niños que tienen estas experiencias, la oporhmidad de hablar donde el analista tradicionalmente opera. La pregunta es si un tera-
"'
~ libremente sobre esto en grupo; para apoyar a nadie con estas experien- peuta puede sobrellevar una tarea que de antemano se encuentra tan ~
1-
<C
a. cias hay que entender, aprender y crecer con ellos a su manera. Ver: advertido de la dificultad de la instalación de la transferencia y que de "'
('\
o www.hearing-voices.org. instalarse será el final de la participación del paciente en el no-grupo. ~
....""
1-
4
Cf. BRACKEN, P., THOMAS, P., Postpsychiatry, Oxford Medica! Publications, A partir de allí, hemos podido observar, que una salida de la ~
u
<11 2005 y el artículo de los mismos autores, Postpsychiatry: a new direction Jor errancia fue el efecto que llamamos "comunidad de vida", y no de :;;
"'<C mental health, British Medica! Journal, 2001; 322:724-727. Citado por "lazo social", pues este último es cuestionable. "'
u
MATUSEVICH, D., en su trabajo: Postpsiquiatría, presentado en el XXI N
241 Congreso Argentino de Psiquiatría de la APSA, Abril2003. S Fuente: diario Hoy, La Plata, 10 de mayo de 2005. 249
El hecho de introducir a priori la premisa de no ser una terapia de El residuo
grupo, ni un grupo terapéutico, nos demostró que cuando se insta a
una "terapia" los pacientes lo pueden hacer mejor que nosotros. Así A ~ecir verdad, estos sujetos habían sido relegados a la categoría
empezaron a juntarse por fuera del dispositivo, incluso a uno que de res1duo o de resto, por estar por fuera del ideal de salud. Nuestra
había incurrido en una importante ingesta de psicofármacos una operación fue sencillamente poder escuchar eso que está en primer
compañera prácticamente le salvó la vida, a otra le consiguieron tra- plano y que sorprende por ser la respuesta más lacaniana: lo duro no
bajo, a otro novia, etc ... Vale decir, todas aquellas quejas que no hacen enunciable.
al nudo del asunto, pero que son moneda corriente en las reuniones, Los encuentros configuraron en algunos integrantes la posibili-
son despejadas por ellos mismos sin la intervención nuestra -lo cual dad de reducir eso de lo que no van a poder curarse, pero que a su
nos ahorra mucho trabajo. Mientras que el punto de incurable sigue, vez se impone por su insistencia.
por supuesto, en pie y orientando nuestro deseo. Una de las pacientes había definido "el miedo" como aquello que
Decíamos antes, "efecto comunidad de vida", y no de lazo social nunca había sido posible de "curar" ni con altas dosis de medica-
ya que estos sujetos no impresionan haber superado la relación mentos ni con las diferentes terapias. Sin embargo es en este espacio,
dual 6, están por fuera de lo que Miller llama "el acto de fe en la socie- donde bajo el significante miedo, logró acotar algo de ese mismo
dad"7. "inet~rable". El tratamiento que hizo de esta palabra, logró poder
localizar momentos muy precisos de emergencia del goce del Otro,
La paciente L. nombra su padecimiento dando una definición una especie de angustia señal que le evita el estupor, para finalmen-
contundente: "el peso de la prolongación de la vida es la depresión", te "lograr arrancar" -según su decir.
generando un eco en sus compañeros: "depresión", "no poder salir", Otra paciente, durante los primeros encuentros no paró de hacer
"miedo" ... Mientras en otra reunión una paciente daba algunas defi- lo que hizo en todos sus tratamientos: llorar a mares, casi sin lágri-
niciones de su padecimiento, L sorprendió con manifestarse, en esta mas, como también no evitar repetir que se encontraba "sola" luego
instancia, con cierta "creencia" respecto de su futuro. Al encuentro de que sus hijos emigraron a otro país, señalando que su problema
siguiente se decidió el pasaje a un tratamiento individual. es el"nido vacío". Pensamos como hipótesis que quizás esa fijeza al
Una de las versiones de la errancia que pudimos escuchar, estuvo sintagma "nido vacío", que hasta entonces no había podido ser con-
caracterizada por la idea de libertad. En palabras de uno de los inte- movida por todos los terapeutas que había atravesado, parecería
grantes: "acá es un lugar donde puedo decir lo que quiero, me sien- más bien una solución sinthomática a la que había arribado; creí-
to muy libre acá". Es decir, una falla en las relaciones de dominio que mos que sería importante verificar esto en su tratamiento indivi-
instauran la posibilidad del lazo social. "Solo te podés curar si que- dual.
rés", dijo otro, dando cuenta de que la libertad de curar es la del Durante varias entrevistas, la paciente relató diversas situaciones
hombre libre, que como el loco, anda con el objeto en el bolsillo8, que complicadas que habían entrado en juego durante su vida; entre ellas
en esta versión postpsicopatológica no da cuenta de la estructura abusos sexuales en su infancia, la convivencia con un marido violen- -oVl

sino de la fractura del lazo social. to, su adicción al alcohol durante 30 años, problemas sexuales con Á)
hombres ... Pero fundamentalmente, dijo no haber superado el suicidio e
~
de su marido, en un dolor que no está referido precisamente a su ;rJ
muerte sino a que "no nos quiso ver más"; y un dolor que continúa l>
.., en su cuerpo, el "desgarro" que siente en el vientre que le recuerda -<
<{ al modo en el que "le sacaron a sus hijos de la panza" en sus partos. ~
¡:: 6 "La sociedad es lo simbólico, implica tener que superar el estadio del
<{
a.
"Lo mío no es sencillo, lo mío es duro", dirá en nuevos encuentros, 8
oe:: espejo: hay lazo social a partir del momento en que se supera la relación en relación a aquello, que pese a desplegar en su estereotipia discur- ~
w dual .... ". MILLER, J.-A., "Psicoanálisis y sociedad", Revista Freudiana 44, siva ("nido vacío") y conductual (llanto sin lágrimas), se va redu- ;:::-
1-
u Barcelona.
~ 7 ciendo cada vez más a lo indecible, al vado. ~
Ibíd.
j 8 LACAN, J., Escritos 1, "Acerca de la causalidad psíquica", Siglo XXI, Bs. Nuestra investigación nos posibilitó un modo de entender la N
As., 1993. errancia, propia de estos pacientes, en consonancia con su carácter de 251
250
LOS AUTORES
excéntricos9, es decir, aquello periférico que no se deja atrapar por la
fascinación propia del ideal central que rige la institución. Partir de JACQUES-ALAIN MILLER. Psicoanalista. Profesor regular de la Univer-
los obstáculos propios a todo tratamiento (la falta de una respuesta sidad de Paris VIII. Analista Miembro de la Escuela de la Orientación
donde es esperada), nos ayudó a interrogamos en dos planos: el pri- Lacaniana (EOL). Analista Miembro de la Asociación Mundial de
mero, el lado analista, corno aquel que porta el rasgo de "inadaptado Psicoanálisis (AMP). Dicta en Paris desde el año 1982 el "Curso de la
social"lo -lo que lo lleva a alojarse en una Escuela-; el lado refracta- Orientación Lacaniana" del cual han sido publicados varios volúmenes
rio, como clínica del fracaso, lo irreductible a toda norma, lo que no (Paidós, Buenos Aires). Autor de numerosos libros y artículos en revistas
anda ni para atrás ni para adelante. Es allí donde creemos haber nacionales e internacionales.
encontrado una orientación. 11
ALFONSO CAROFILE. Médico psiquiatra. Subdirector del Hospital Borda.
Vicepresidente del Capítulo "Psiquiatría y Psicoanálisis" en la Asociación de
Psiquiatras de la Argentina (APSA).

MIGUEL FURMAN. Médico especialista en Psiquiatría. Psicoanalista. AME


de la Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL) y de la Asociación Mundial
de Psicoanálisis (AMP). Miembro de APSA. Responsable del Departamento
de Estudios sobre Psiquiatría y Psicoanálisis del Centro de Investigaciones
del Instituto Clínico de Buenos Aires (CICBA).

ADRIÁN SCHEINKESTEL. Médico especialista en psiquiatría. Psicoana-


lista. Psicoanalista AME de la Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL) y
de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Miembro de APSA.
Responsable del Departamento de Estudios sobre Psiquiatría y Psicoanálisis
del Centro de Investigaciones del Instituto Clínico de Buenos Aires (CICBA).

RAFAEL SKIADARESSIS. Médico Psiquiatra. Psicoanalista. Miembro de la


Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL) y de la Asociación Mundial de
Psicoanálisis (AMP). Secretario del Capítulo de Psiquiatría y Psicoanálisis en
APSA. Responsable del Departamento de Estudios sobre Psiquiatría y
Psicoanálisis del Centro de Investigaciones del Instituto Clínico de Buenos
Aires (CICBA).

NÉSTOR YELLATI. Médico especialista en psiquiatría. Psicoanalista. AME


de la Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL) y de la Asociación Mundial
de Psicoanálisis (AMP). Presidente del Capítulo de Psiquiatría y
Psicoanálisis en APSA. Responsable del Departamento de Esh1dios sobre
Psiquiatría y Psicoanálisis del Centro de Investigaciones del Instituto Clínico
de Buenos Aires (CICBA).
VI

~
....<( ADRIANA LUKA. Lic. en Psicología. Psicoanalista. AME de la Escuela de la
L
9 Orientación Lacaniana (EOL) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis
C) La referencia a lo "excéntrico" pertenece a una conferencia dictada por
......
a: (AMP). Responsable del Departamento de Estudios sobre Psiquiatría y
Jorge Alemán en el hospital de San Isidro en setiembre de 2007.
V 10 Psicoanálisis del Centro de Investigaciones del Instituto Clínico de Buenos
<( MILLER, J.-A, El banquete de los analistas, Paidós, Bs.as., 1989, pág. 35.
a: 11 Aires (CICBA).
<( La orientación lacaniana, como aquella orientación que no es un sentido,
V sino que apunta a lo real. Ver: LACAN, J., El seminario, Libro 23, El sintho-
253
l52 me, Paidós, Bs. As., 2007.
EMILIO VASCHETTO. Miembro de la Escuela de Orientación Lacaniana Departamento de Psicoanálisis y Filosofía del CICBA. Docente del ICBA y el
(EOL) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP); miembro del IOM. Profesor Regular Titular de la Cátedra Psicoanálisis: Freud. Miembro
Centro Descartes; Presidente del Capítulo de Epistemología e Historia de la de la Comisión y docente de la Maestría en Psicoanálisis. Facultad de
Psiquiatría de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA); Médico psi- Psicología (UBA).
quiatra del Hospital Central de San Isidro, Buenos Aires, Argentina.
HORACIO VOMMARO. Médico Psiquiatra. Psicoanalista. Jefe de
FABIÁN NAPARSTEK. Psicoanalista. Miembro de la Escuela de la Psiquiatría de INEBA (Instituto de Neurociencias Buenos Aires). Docente de
Orientación Lacaniana (EOL) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis la carrera de especialista en psiquiatría de la UNBA). Director del Curso de
(AMP). Profesor Regular de la UBA y Master en Psicoanálisis Universidad Posgrado de Psiquiatría y Neurociencias de INEBA. Secretario General de
París VIII. APSA (Asociación de Psiquiatras de la Argentina).

·ERNESTO PÉREZ. Médico psiquiatra. Psicoanalista. Docente de la Facultad JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ. Psicoanalista, PAIDA Programa de Adiccio-
de Psicología de la UBA. Director de CAMPI (Centro de Atención Médico nes de la SENNAF.
Psicológico Integral).
JORGE FARAONI. Miembro de la Escuela de la Orientación Lacaniana
GLORIA AKSMAN. Psicoanalista. Miembro de la Escuela de la Orientación (EOL) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMn Integrante del
Lacaniana (EOL) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Prof. Servicio de Salud Mental del Hospital Central de San Isidro, Integrante del
Adjunta coordinadora de la Práctica Profesional "El sujeto en la clínica - Departamento de estudios Psicoanalíticos sobre la Familia - Enlaces (ICF-
vicisitudes y obstáculos" - Facultad de Psicología de la UBA. Subsecretaria ICBA).
de Posgrado de la Facultad de Psicología de la UBA.
DANIEL ABRAHAM AKSMAN. Psicoanalista. Miembro de la Escuela de
SILVIA BAUDINI. Psicoanalista. AME de la Escuela de la Orientación la Orientación Lacaniana (EOL) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis
Lacaniana (EOL) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). (AMP). Operador del equipo de Libertad Asistida de la Secretaría Nacional
Miembro de la Comisión de Garantía de la Escuela de la Orientación de Niñez, Adolescencia y Familia. Responsable revista "Puentes del Sur" y
Lacaniana (EOL). Supervisora de PAUSA Docente de CENARESO. del lOM conurbano Sur.

ERNESTO S. SINATRA. Psicoanalista, AME de la Escuela de la Orientación CATALINA BORDÓN. Psicoanalista. Docente UBA. Integrante de docencia
Lacaniana (EOL) y del Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP); e investigación y coordinadora del equipo de adultos de APE.
Coordinador General de Enseñanzas del ICBA.

SILVIA VETRANO. Psicoanalista, Lic. en Psicología, Directora de un Centro


de Atención a las Adicciones del Ministerio de Salud de la Provincia de
Buenos Aires.

LUIS DARÍO SALAMONE. AE de la Escuela de la Orientación Lacaniana


(EOL) y la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Co-director del Ty A
(Departamento de Toxicomanías y Alcoholismo del CICBA). Doctor en
Psicología Social. Profesor Asociado del Departamento de Psicoanálisis y el
Master en Psicoanálisis de la Univ. Ar& J. F. Kennedy.

PAULA GRABOUW. Psiquiatra Infanta Juvenil.

MARÍA EUGENIA SERRANO. Psicoanalista. Ex-Jefa de Residentes de


Psicología, Htal. Infanta Junenil "Dra. Carolina Tobar Garóa".

OSVALDO DELGADO. AME de la Escuela de la Orientación Lacaniana


254 (EOL) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Director del 255

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