Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Inclusion Del Sufrimiento Psiquico PDF
Inclusion Del Sufrimiento Psiquico PDF
2004
RESUMEN: El artículo indaga en qué medida los criterios y las categorías utilizadas para el diagnóstico
y la clasificación de los problemas de salud mental, constituyen un obstáculo teórico y metodológico
para el desarrollo de la epidemiología en salud mental. Los resultados contemplan dos aspectos. (1)Una
reflexión teórica destinada a redefinir el objeto de estudio que históricamente la disciplina construyó
para sí, analizando de manera crítica las modalidades clasificatorias para los problemas psíquicos.
(2)Un trabajo de campo en el que se analizan los esquemas teóricos y operativos en los que intervienen
los profesionales de la salud mental. Se busca conocer en qué medida tanto las nociones más empíricas,
como la formación científica que reciben los psicólogos se adecuan a las categorías propuestas para
identificar y diagnosticar las patologías psíquicas (CIE ó DSM). Si el sufrimiento humano no es sólo un
problema de orden biológico, sino que es producido en contextos culturales y socio históricos definidos,
es necesariamente crítica la mirada sobre sistemas clasificatorios que no contemplan las dimensiones
sociales, culturales o institucionales.
ABSTRACT:The article examines in what extend the criteria and the categories used for diagnosis and
the classification of mental health problems, are actually theoretical and methodological obstacles for
the development of Epidemiology in mental health. The results lead to two main issues: (1) A theoretical
consideration pointing to re-define the object of study traditionally built by the discipline itself, analyzing
the classificatory schemes for psychics problems. (2) A work in the field analyzing the theoretical and
operative schemes in which the professionals in mental health intervene. It tries to clarify in what extend
the empirical notions and the scientific skills received by the psychologists, are the correct ones to the
categories proposed to identify and diagnose the psychic pathologies. If human suffering is not just a
biological problem, but takes place in a social, historical and cultural environment, it is necessary to
have a very critical eye on the classificatory systems that ignore the social, cultural and institutional
dimensions.
pensar el municipio como una unidad específica y medades mentales es un componente necesario en
compleja, respondiendo a los requerimientos de el que se funda la investigación epidemiológica en
un abordaje que no suprima lo singular. Reconocer el campo de la salud mental. Una clasificación de
lo que el caso tiene de particular, a través de enfermedades se define como un sistema de
conocerlo con profundidad, no obsta para que se categorías a las cuales se asignan entidades mór-
hayan podido establecer relaciones con niveles de bidas de acuerdo con criterios pre-establecidos. El
mayor generalidad en el problema planteado, que propósito que da origen a la clasificación interna-
nos remiten al debate en torno de las categorias y cional de enfermedades es permitir el registro sis-
criterios con que la epidemiología clasifica los pro- temático, el análisis, la interpretación y la
blemas de la salud mental. comparación de los datos de mortalidad y
La profundización sobre los modos como morbilidad recolectados en diferentes países o áre-
se perciben, categorizan y diagnostican los proble- as, así como en distintos momentos históricos.
mas de salud mental presenta dos aspectos cuya En el dominio específico de los problemas
especificidad permite analizarlos separadamente, de la salud mental las normatizaciones con mayor
pero que, no obstante, se encuentran en una desarrollo y difusión se organizan sobre una
estrecha relación. El primer aspecto está ligado a descripción taxonómica de las enfermedades
la definición del objeto que la epidemiología en mentales que toma por base la nosografía psiqui-
salud mental escoge para sí. Adoptar la noción de átrica. Tal es el caso del Capítulo V de la Décima
enfermedad mental supone una serie de clasificación internacional de enfermedades y pro-
limitaciones para reconocer e identificar blemas relacionados con la salud, que reúne los
situaciones de padecimiento que no son llamados trastornos mentales y del comportamiento,
homologables a las entidades patológicas, o bien posterior en el tiempo, la clasificación ela-
sumándose a ello la disparidad y la impugnación borada por la Asociación Americana de Psiquiatría,
a los criterios señalados para su diagnóstico. Es (DSM) que ha sufrido continuas renovaciones.
en función de este nudo problemático que se La clasificación estadística de enfer-
analizan criticamente las clasificaciones medades (1995), que se constituye como un eje
internacionales de enfermedades. referencial ineludible a nivel internacional, adopta
El segundo aspecto remite a la indagación para los problemas de salud mental la categoría
sobre los esquemas teóricos y operativos con los de trastorno mental. Confirma allí la multiplicidad
que intervienen en sus prácticas los profesionales de significados con los que éste es comprendido:
de la salud mental. Si existen criterios pre- malestar, descontrol, limitación, incapacidad,
establecidos (Clasificación internacional de patrón sindrómico, etc. Cada uno de ellos puede
enfermedades ó Manual diagnóstico y estadístico ser un indicador útil para un tipo de trastorno
de los trastornos mentales) para identificar y diag- mental, pero ninguno equivale al concepto.
nosticar las patologías psíquicas, es menester in- A nivel internacional la mayoría de los
terrogar en qué medida tanto las nociones más estudios epidemiológicos revisados organizan su
empíricas como la formación científica que reciben propuesta clasificatoria a partir del concepto de
los psicólogos se adecuan a las categorías enfermedad mental, tomando como base algunos
propuestas. de los sistemas hegemónicos mencionados (CIE ó
Las transformaciones y situaciones de crisis DSM). Argentina no se distingue de esa situación,
que atraviesan tanto la vida societal como la salvo por la carencia casi absoluta de estudios
cotidianidad en el ámbito familiar son espacios epidemiólogicos que indaguen la situación de salud
de producción de condiciones críticas que mental de sus grupos poblacionales. A principios
contribuyen a la generación de sufrimiento psíqui- de los años 80, se lleva a cabo el único estudio de
co, (GALENDE, 1997, 2000; LUDERMIR, 2000; carácter descriptivo a escala nacional que toma
PALACIOS, 2002; MINAYO-GOMEZ, 2002) por eje la prevalencia poblacional de patologías
requiriendo categorías que describan éste mentales en la República Argentina, adoptando la
adecuadamente, sin considerarlo necesariamente Clasificación Internacional de Enfermedades, y un
en términos de enfermedad. instrumento estandarizado para la formulación del
diagnóstico, el Examen del Estado Presente,
LAS TAXONOMIAS DE LOS PROBLEMAS DE (P.S.E.). (CASULLO; ASZKENAZI, 1985).
SALUD MENTAL: UN AMBITO DE La revisión y análisis de un conjunto de
CONTROVERSIAS investigaciones epidemiológicas muestra a nivel
internacional la década del 70 como el momen-
El proceso de clasificación de las enfer- to en el cual se produce un viraje en torno de la
72
Psicologia & Sociedade; 16 (2): 71-80; maio/ago.2004
objetividad con que operan los criterios médicos explícitamente las vivencias singulares de
para designar una enfermedad no es reconocida padecimiento. En esa perspectiva la dimensión
como posible en el campo de la salud mental. Sin subjetiva del sufrimiento es una dimensión ausen-
embargo, no hay en su interior un proceso de te.
reformulacioón de tal categoría. En la visión de los psicólogos entrevista-
La fragmentación entre los conceptos y la dos, cuya práctica se enmarca mayoritariamente
experiencia se hace presente cuando se interroga en la teoría psicoanalítica, el sufrimiento humano
a los profesionales acerca de si los pacientes que designa el objeto que otorga especificidad a su
consultan podrían ser descriptos como personas quehacer. Para ellos, son las situaciones de
enfermas. Los profesionales, que excluyen la sufrimiento las que inducen de manera prioritaria
categoría de enfermedad de sus presupuestos teó- a alguien a solicitar ayuda.
ricos, van a reconocer, por el contrario, situaciones «Las personas vienen por que sufren,
concretas en las que determinados pacientes sí son sienten que no pueden resolverlo so-
identificados como enfermos. Estos especialistas los y deciden consultar». (Ps. 17)
ratifican la presencia de una enfermedad frente a «Lo que distingue a las consultas de
estados de salud de algunas personas concretas. salud mental es el sufrimiento, no la
Con relación a la enfermedad men- enfermedad». «Las personas consultan
tal, acá hay muy pocas consultas de porque sufren. Sufren, y el
psicosis. Una mujer a la que sufrimiento... iba a decir psíquico... Si,
atendieron en la guardia y yo fui a creo que me atrevo a decir sufrimiento
ver... (Ps. 9) psíquico.» (Ps. 15)
En el caso de alguien que tiene una «Vienen por algo que les molesta,
psicosis sí diría que esa persona está preocupaciones. En el caso de niños,
enferma. Y en el caso de la perversión que dicen mi hijo es bárbaro, no
también. (Ps.3) entiendo porqué. Le pasa esto, o se
A lo mejor con un diagnóstico de orina encima y tiene nueve años. Hay
anorexia yo podría decir que hay una alguna interpelación ahí, y de algún
enfermedad... (Ps. 12) modo un sufrimiento.» (Ps.2)
La relación entre las formulaciones teóri- La posibilidad de trabajar en el campo de
cas y las prácticas no es lineal, sino que constituyen la salud mental con la noción de sufrimiento psí-
ambas un conjunto abierto con elementos quico o de malestar encuentra el apoyo de diver-
contradictorios y espacios de imprecisión. Resulta sos autores, (FREUD, 1930/1981; GALENDE, 1997;
una tarea más sencilla distinguir e identifcar con BURIN, 1991), cuyas producciones podrían contri-
la observación y la experiencia a determinado buir en el terreno epidemiológico a superar algunas
evento como patológico, que conceptualizar la de las limitaciones que se han señalado.
enfermedad en una dimensión de mayor En nuestra perspectiva, la incorporación del
abstracción. Determinados fenómenos se concepto de sufrimiento psíquico y su distinción
interpretan como enfermedades en la medida que de la patología mental permite ubicar dos
se presentan en forma concreta en personas, sin cuestiones específicas de los problemas atinentes
que ello implique el reconocimiento de un objeto a la salud mental. Por un lado, evita considerar
de construcción teórica, o aún cuando contradiga los conflictos que devienen de la vida cotidiana y
algunas de las proposiciones formuladas. de las interrelaciones sociales, en términos de
El intento de producir un ordenamiento patologías. Las condiciones concretas en que se
clasificatorio para los problemas de salud mental generan los padecimientos le otorgan a éstos un
muestra que definir e identificar la enfermedad carácter procesual e histórico que no queda
mental es una tarea compleja. Los problemas de expresado en las clasificaciones mórbidas; y cuya
orden psíquico o mental no se ajustan al modelo utilización conduce a una patologización de las
de razonamiento causal que la clínica asume para situaciones cotidianas. Asimismo, la emergencia
definir los fenómenos patológicos, ni se encuadran del sufrimiento psíquico no conduce necesa-
dentro de la perspectiva semiológica que relacio- riamente a la enfermedad, puede tanto precederla
na con un significado unívoco síntomas y signos a como ser divergente de ella.
un evento patológico. Cuando la perspectiva Por otro lado, el sufrimiento permite incor-
gnosográfica clásica delimita el universo de enti- porar la dimensión subjetiva del padecimiento,
dades mórbidas a todas aquellas señales, signos o dimensión sin duda ausente en la gnosografía
síntomas factibles de verse o comprobarse, excluye clásica. Los trabajos y experiencias tanto de Freud
75
Augsburger; A.C. La inclusión del sufrimiento psíquico: un desafio para la epidemiologia
(1930/1981) como de Clavreul (1983) o de que no sea la entrevista clínica, siendo el diag-
Raimbault (1985), muestran cómo el avance del nóstico incluido como un elemento más que
conocimiento sobre el cuerpo humano y de sus for- deviene del trabajo clínico y no como un
mas de reparación no puede sustituir la percepción procedimiento específico. Hay coincidencia en
y expresión de un sufrimiento que se rige con coor- señalar las dificultades para realizarlo en un tiempo
denadas distintas de las que marca la biología, y breve, de modo que sólo la prolongación de los
que remiten al plano de la constitución desiderativa encuentros a través de las entrevistas prelimina-
de los sujetos así como a sus procesos de res o de un tratamiento permite su formulación.
constitución cultural y social.
el diagnóstico no es algo que se
pueda hacer en las primeras entrevis-
EL DIAGNOSTICO EN SALUD MENTAL. UN PRO- tas, sino que lleva su tiempo hacerlo.
BLEMA HEREDADO EN EL CAMPO (Ps.15)
EPIDEMIOLOGICO. Al diagnóstico lo hago cuando el pa-
ciente lleva ya un tiempo de trabajo,
La más marcada expresión del lazo que une sino no. (Ps. 3)
la clínica y la epidemiología se revela en la A mí me cuesta mucho hacer un di-
construcción y selección del propio objeto de la agnóstico, y por lo general hay muy
epidemiología, dado que la identificación de en- pocos pacientes que inician un
fermos en poblaciones es producida, en última tratamiento y lo pueden sostener du-
instancia, por el abordaje clínico, como lo señala rante un tiempo bastante prolonga-
Almeida Filho (1992). Para este autor, el objeto de do
. (Ps.16)
conocimiento delimitado originariamente por vía Las expresiones de los profesionales
de la clínica médica es trasladado prácticamente hacen visibles las dificultades que ellos encuentran
sin mediaciones de un campo al otro, siendo defi- para su elaboración. Los conceptos utilizados para
nido como la enfermedad, en cuanto entidad la asignación de diagnósticos provienen de su
nosográfica establecida por la taxonomía médica. formación en el campo del psicoanálisis, tomando
La noción de morbilidad permite el pasaje de la como categoría analítica lo que denominan
concepción de enfermedad a un nivel poblacional, estructuras psíquicas. Se describen entonces las
señalando entonces el punto en que la epidemio- categorías utilizadas como psicosis, neurosis,
logía es subsidiaria de la clínica. perversión, neurosis obsesiva, histeria, etc. Los
En el campo de la salud mental, la juicios diagnósticos no refieren, en ésta perspec-
formulación de diagnósticos, cuestión eminente- tiva teórica a entidades patológicas sino a
mente clínica, presenta problemas epistemológicos procesos de estructuración psíquica. La exposición
y conceptuales asentados sobre las dificultades de de esos criterios para la formulación de los diag-
precisar la noción de enfermedad que designa. Un nósticos es ampliamente divergente de las
autor como Kessler (2000), enrolado dentro de la propuestas clasificatorias adoptadas internacio-
llamada epidemiología psiquiátrica , señala esta nalmente.
situación afirmando que la epidemiología psiquiá- Yo utilizo los diagnósticos de
trica ha avanzado cn retraso respecto de otras ra- neurosis, psicosis o perversión, por
mas de la epidemiología a causa de las dificultades cómo se posiciona el paciente
.. (Ps.
que entraña la conceptualización y la medición de 7)
los trastornos mentales. Del mismo modo, los
en el tema de la guardia, con el
padecimientos mentales circunscriben un conjun- diagnóstico evaluás si es una
to de problemas metodológicos particulares en el descompensación psicótica o no
.
desarrollo de procedimientos e instrumentos que (Ps. 9)
permitan la identificación operacional de aquello Los diagnósticos en general los hago
que designan (ANDREOLI, 2000). usando las categorías del
Para los profesionales de salud mental de psicoanálisis. Si es neurosis, si es pa-
la Secretaría de Salud Pública, población entrevis- ciente de borde
. (Ps. 3)
tada en este estudio, la formulación de diagnósti- Las interrogaciones acerca de cómo y para
cos es una acción reconocida y aceptada. La qué se formula un diagnóstico en el campo de la
totalidad de los mismos afirma que, en el trans- salud mental van a encontrar respuestas clara-
curso de los procesos de atención de los pacientes, mente diferenciadas si se atiende a la lógica de las
realiza diagnósticos. No distinguen para su propuestas internacionales o a la perspectiva de
elaboración ninguna otra herramienta específica los trabajadores en estudio. Las taxonomías
76
Psicologia & Sociedade; 16 (2): 71-80; maio/ago.2004
internacionales se inscriben en la línea que se decide una consulta, se busca una ayuda. Para
continúa el marco disciplinar originario, aquel don- la psiquiatría los síntomas constituyen una eviden-
de el concepto de diagnóstico es acuñado, que cia empírica que permiten afirmar la existencia de
remite a la medicina mental y posteriormente a la una enfermedad, o la presencia de un trastorno,
psiquiatría. Las posiciones teóricas de los representando en este sentido una «invariante
profesionales entrevistados se enmarcan en los semiótica» (FELDMAN, 1995). Para el psicoanálisis
desarrollos del psicoanálisis, perspectiva desde la los síntomas son una expresión del inconsciente
cual el concepto de diagnóstico es reformulado. que se inscribe en el conjunto de sus producciones,
Una de las diferencias centrales respecto a sueños, chistes, actos fallidos, etc. sin poder
estas dos posiciones se asienta en la inclusión o establecerse una relación unívoca entre síntomas
no de la referencia al sujeto. La apelación al sujeto y patología.
que puede ser formulada en una doble dirección, En Psicoanálisis y Psiquiatría (1917/1981)
tanto con relación al paciente, como a quien for- Freud plantea con claridad lo que constituye la
mula el juicio diagnóstico. diferencia en la propuesta por él inaugurada en
Desde la perspectiva médico - psiquiátrica cuanto al modo de concebir el síntoma: en la
el proceso diagnóstico es un procedimiento objeti- psiquiatría se liga síntoma y significado, y se lo
vo que deja por fuera a la persona que lo realiza. objetiva en una nomenclatura, en el psicoanálisis
Se propone como la tarea de incluir un estado de se destaca la función significante y su lugar para
salud determinado dentro de una entidad la interrogación. En este sentido Freud impugna
gnosográfica a partir de signos y síntomas objeti- la relación anteriormente establecida entre síntoma
vos. El psicoanálisis, en cambio, sostiene que la y enfermedad (FREUD, 1917/1981).
elaboración de un diagnóstico incluye Así, los profesionales reconocen un conjun-
inevitablemente a quien lo realiza, en este caso la to de síntomas, que si bien son expresiones del
persona del analista. Desde la perspectiva padecimiento subjetivo, no pueden ser clasificadas
psicoanalítica el diagnóstico es una dimensión por ellos como enfermedades mentales. En este sen-
ineludible de la cura que conduce a retomar la tido, las opiniones que aportan parecen
indagación acerca del proceso de constitución sub- corresponderse con la ruptura epistemológica que
jetiva, distinguiéndose éste de un estado patológi- Freud realiza para guiar el psicoanálisis: la
co. Con abundante precisión el psicoanálisis afir- disociación de la relación establecida entre síntoma
ma que la elaboración diagnóstica no significa la y enfermedad.
formulación de un juicio de un individuo sobre «Los pacientes consultan porque
otro individuo, sino que se trata de un sufren, sienten que no pueden resol-
señalamiento esencialmente relacional, en donde ver solos sus problemas y deciden
ambos sujetos se hallan incluidos. consultar».(Ps. 14)
El psicoanálisis, en coherencia con sus pos- «Con relación a la enfermedad men-
tulados de destacar y preservar lo que cada sujeto tal, yo no uso mucho esa nomencla-
tiene de más singular se propone abordar caso por tura. A lo suma podría decir si es una
caso y, se ha manifestado contrario a la elaboración neurosis o una psicosis más o menos
de diagnósticos al modo como los formula la grave. (Ps.7)
psiquiatría, en tanto es pensado como la inclusión «Yo lo que pienso es que los pacientes
de cada padeciente en una clase gnosográfica pre- tienen rasgos, rasgos de una neurosis
determinada. Por el contrario, desde la visión obsesiva, rasgos histéricos, aparecen
taxonómica de la psiquiatría, la consideración de rasgos de muchas cosas. Y esos ras-
la sintomatología conlleva a que el médico omita gos que presenta una persona que está
aquello que el paciente puede decir de sí mismo. en tratamiento no son homologables
El especialista debe fijar su atención sobre aquellos a una enfermedad». (Ps 17.)
elementos necesarios para completar un esquema «Yo prefiero hablar de conductas
de síntomas y signos que le permita establecer un desadaptativas y no de enfermedad» .
diagnóstico. (Ps. 19)
La significación teórica que adquiere la La indagación acerca de los criterios y las
noción de síntoma es también lo que marca una categorías que los profesionales psicólogos utilizan
ruptura entre la clínica psicoanalítica y la clínica para la fomulación de diagnósticos persigue el
psiquiátrica El síntoma es una vía directa para propósito de evaluar en qué medida esos juicios
acceder al campo del padecimiento humano, diagnósticos son pasibles de constituirse en
ubicándose generalmente como aquello por lo cual información valida para uso epidemiológico. La
77
Augsburger; A.C. La inclusión del sufrimiento psíquico: un desafio para la epidemiologia
validez es un componente esencial a la hora de mental de los grupos humanos. En éste sentido,
evaluar la calidad de la información producida y tendría mayor riqueza, aun que más lentitud, re-
su aprovechamiento epidemiológico. construir un objeto de estudio propio, que respete
La asimetría existente entre los esquemas tanto la naturaleza singular que presenta la
referenciales del conjunto de profesionales de la producción y expresión de la subjetividad, como el
salud mental y los marcos teóricos de construcción carácter complejo que atraviesa los problemas de
de las taxonomías más difundidas da cuenta de padecimiento psíquíco y que no permite reducirlos
un claro obstáculo para el desarrollo de estudios a fenómenos orgánicos ni puramente psicológicos,
epidemiológicos en el contexto local. Obstáculo ni puramente sociales.
que no debe ser mirado sólo en forma restricta , De ningún modo se trata de desconocer la
al caso del municipio de Rosario en estudio, sino importancia o la urgencia que puede revestir la
que da cuenta de un conflicto que atañe al espacio patología, pero en el campo de la salud mental se
de la epidemiología en salud mental como campo presentan múltiples expresiones que indicando
de conocimiento. sufrimiento o malestar no pueden encuadrarse en
la categoría de enfermedad. Los umbrales de
DISCUSION: ALIMENTANDO EL DEBATE PARA percepción y tolerancia subjetiva y social del dolor
UNA NUEVA TAXONOMIA EN SALUD MENTAL psíquico son difíciles de estandarizar a través de
parámetros universales, siendo también
Fortalecer la construcción de la epide- imprescindible profundizar el debate en torno a
miología en salud mental para promover un los parámetros técnicos que diferencien el punto
desarrollo que refleje las condiciones y necesidades en que el sufrimiento subjetivo se transforma en
actuales que este campo presenta, orienta la enfermedad discernible por terceros. Si se atiende
búsqueda hacia nuevos modelos clasificatorios, a la especificidad de los problemas de salud men-
problematizando no sólo las taxonomías centradas tal, la utilización del concepto de sufrimiento psí-
en entidades mórbidas, sino interrogando y quico permite destacar y reconocer la dimensión
redefiniendo el objeto mismo de estudio. La subjetiva que constituye el proceso mismo de
epidemiología en salud mental utiliza un objeto enfermar (BERLINGUER, 1994; SUSSER, 1970;
de estudio definido desde otra disciplina, la clíni- BASAGLIA, 1972).
ca psiquiátrica y traslada para sí la categoría de La sujeción acrítica a las taxonomías
enfermedad mental, apropiándose de un concepto internacionales vigentes no representa sólo un pro-
sobre el que existen profundos desacuerdos teóri- blema de índole metodológico, sino que tiene
cos y un alto grado de impugnación científica y consecuencias en las posibilidades concretas de
social. Todos los análisis de prevalencia, incidencia, elaboración de nuevos conocimientos. Los resulta-
distribuciones, tasas, etc, que a partir de allí se dos hallados en el diagnóstico de la realidad local
elaboran, padecen de la limitación de no haber muestran que los profesionales reconocen el
sido precisada la naturaleza misma del objeto sufrimiento como la expresión de los problemas de
enfermedad mental. Como bien señala Bercherie salud mental y que ese padecimiento no puede ser
(1986), la clínica psiquiátrica en su faz descriptiva, decodificado en término de enfermedad.
ha conseguido realizar un inventario exhaustivo El interés de avanzar en la producción de
de los diferentes trastornos o problemas psíquicos, información epidemiológica en salud mental en el
pero esa riqueza contrasta con las dificultades e contexto local, podría orientar la búsqueda hacia
insatisfacciones que en la faz conceptual refieren aquellas lógicas clasificatorias que no centren su
a la naturaleza misma de la perturbación. En el análisis en entidades patológicas. Las nociones más
plano epistemológico se trata de la sumisión del abarcativas de «problema de salud», o de «situación
objeto teórico a un fenómeno empírico, de una problemática» son una opción a debatir. Uno u
confusión entre estos dos niveles de indagación otro permitirían incluir situaciones de la vida en
científica que produce como consecuencia una fal- familia o de la vida social en general, sin que esas
ta de precisión de las cualidades del objeto de situaciones sean consideradas patologías o
trabajo. disfunciones. Indicar la temporalidad del proble-
Cuando la epidemiología en salud mental ma como activo o pasivo, permitiría recuperar su
renuncia a la elaboración de un concepto propio condición de proceso. Y por último, daría lugar a
sobre los procesos de salud enfermedad mental , reconocer las facetas subjetivas u objetivas de los
limita también sus posibilidades de producción de problemas según la ubicación de quién lo evalúa,
nuevos conocimientos y sobre todo su capacidad sean los sujetos afectados, o los profesionales.
de comprender y explicar los problemas de salud La importancia que tiene la generación o
78
Psicologia & Sociedade; 16 (2): 71-80; maio/ago.2004
80