Está en la página 1de 67

CURSO SOBERANIA ALIMENTARIA: INTRODUCCION.

MARCO
TEORICO Y PERSPECTIVA HISTORICA.

AUTORES: PROF. DR. LAZARO CAMILO RECOMPENSA JOSEPH

UNIVERSIDAD FEDERAL DE MATO GROSSO (BRASIL)

PROF. DR. BENEDITO DIAS PEREIRA

UNIVERSIDAD FEDERAL DE MATO GROSSO (BRASIL)

1
SUMARIO
CURSO: SOBERANÍA ALIMENTARIA
Introducción. ..................................................................................................................... 2
1. Hambre, exclusión, pobreza y desigualdades en un mundo globalizado. Conceptos y
diferencias fundamentales............................................................................................. 4
2. Desarrollo, globalización financiera y la pobreza actual. Breve contextualización
histórica. ........................................................................................................................ 5
2.1 Globalización: definiciones y su influencia en el aumento de la pobreza, el hambre y
la exclusión social. ........................................................................................................ 9
3. Cuantificando el hambre y la pobreza. ....................................................................... 22
4. Globalización del Hambre: los mecanismos de su expansión en Asia, África y
América Latina. .......................................................................................................... 25
5. ¿Qué es la soberanía alimentaria:? ¿Cómo ha variado este concepto en el tiempo? . 32
6. Casos prácticos. ......................................................................................................... 58
7. Consideraciones finales. ............................................................................................. 64
8. Bibliografía...................................................................................................................................................... 66

2
CURSO 2. SOBERANÍA ALIMENTARIA
Introducción.
El presente material didáctico ha sido elaborado con el interés de introducir el
estudio del tema de la soberanía alimentaria en los alumnos del Curso Virtual sobre
Soberanía Alimentaria, motivo por el cual es necesario y útil aclarar el alcance teórico,
metodológico y practico de este material en el correcto entendimiento de la
problemática alimentaria actual.
Desde que Vía Campesina introdujo por vez primera, en 1996, el concepto de
soberanía alimentaria, la idea se ha diseminado muy rápido. Soberanía alimentaria es
hoy un llamado a la acción para un número creciente de organizaciones de campesinos y
granjeros, organismos no gubernamentales y movimientos sociales.
Según la Vía Campesina, soberanía alimentaria significa que los pueblos
tienen "derecho a producir su comida en su territorio" en formas que refuercen los
valores culturales de los pueblos y el medio ambiente. La soberanía alimentaria
significa garantizar que los campesinos, los granjeros en pequeño y las mujeres rurales
tengan el derecho a contar con todos los recursos necesarios para producir comida; tener
un acceso mayor a la tierra y un control mayor sobre ésta y sobre las semillas, el agua,
los créditos y los mercados. La soberanía alimentaria requiere una reforma agraria
genuina y de gran alcance.
La soberanía alimentaria se centra en la producción de comida y en quienes de
hecho trabajan la tierra. Por tanto, va más allá de cómo se entiende comúnmente la
seguridad alimentaria, que implica garantizar que se produzca una cantidad adecuada de
comida accesible a todos. En cambio, la soberanía alimentaria se centra en cuestiones
como qué comida se produce, dónde se produce, cómo se produce y en qué escala. Vía
Campesina argumenta que no puede alcanzarse una seguridad alimentaria sin soberanía
alimentaria.
Es claro que la soberanía alimentaria es una alternativa radical a la visión
que de la agricultura se tiene en la Organización Mundial de Comercio (OMC). Ahí
donde los principios guías del organismo son "el derecho a exportar" a toda costa y el
"derecho a importar" comida como el mejor camino de garantizar la seguridad
alimentaria, ya la visión de una soberanía alimentaria da prioridad a la producción local
para un consumo también local. No es que Vía Campesina se oponga al comercio
agrícola, pero enfatiza que "la alimentación es la más primaria e importante fuente de
nutrición, y sólo en segundo término un asunto de comercio". Dado que la comida es un
derecho humano básico "sólo debe comerciarse con el excedente". Además, este
comercio internacional "debe servir a los intereses de la sociedad", no llenar los
bolsillos profundos y sin fondo de las corporaciones trasnacionales de la agroempresa.
La soberanía alimentaria es simplemente imposible en el marco de la OMC.
(Hernández & Aurélie Desmarais, 2008.)
Así el material de estudio está estructurado en cinco partes: el primer ítem trata
los principales conceptos relacionados con el hambre, la exclusión, la pobreza y
desigualdades en el mundo actual, el segundo abarca la evolución histórica del proceso
de globalización y su relacionamiento con el desarrollo del capitalismo y la pobreza
actual. La tercera parte describe el principal método utilizado por la FAO para
cuantificar el hambre y la pobreza. En el cuarto ítem se analizan los mecanismos a

3
través del cual se ha globalizado el hambre en Asia, África y América Latina. A seguir
se explica el concepto de la soberanía alimentaria y cuáles son sus principales desafíos y
perspectivas futuras y por ultimo colocamos el caso del hambre y la pobreza en América
Latina.
Por tanto el material tiene como objetivo desarrollar las habilidades teórico
prácticas y metodológicas de los alumnos para la correcta comprensión y entendimiento
de la “soberanía alimentar” contemporánea, perfeccionando los conocimientos
específicos y generales vitales para el análisis crítico en la busca de alternativas de
desarrollo sostenibles desde el punto de vista económico, social y ambientalmente.
Debemos alertar a los alumnos del curso que cualquier copia, uso indebido o
reproducción de este material esta terminante prohibida por ser de uso
exclusivamente didáctico del Curso Virtual de Soberanía Alimentaria.
El Autor

4
MÓDULO 1. INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO Y PERSPECTIVA
HISTÓRICA.
1. Hambre, exclusión, pobreza y desigualdades en un mundo globalizado.
Conceptos y diferencias fundamentales
La palabra hambre se usa comúnmente para describir la sensación de malestar
que sigue después de un período de tiempo sin comer. Sin embargo, desde la
perspectiva de políticas públicas, es necesario utilizar una definición objetiva. Por tal
motivo, se recurre a conceptos relacionados como son la pobreza extrema, la
subnutrición, la desnutrición, la inseguridad alimentaria y nutricional y la
vulnerabilidad. Tomando como referencia lo establecido por el Grupo de Trabajo de
Naciones Unidas sobre Hambre, el hambre se define como una situación de inseguridad
alimentaria y de inseguridad nutricional, caracterizada por la falta de ingesta de
alimentos básicos que proveen la energía y los nutrientes para una vida productiva y
activa de las personas (Sánchez et al., 2005 apud FAO 2008).
Otro de los conceptos estrechamente relacionado con el hambre y ampliamente
utilizado es el de pobreza extrema, exclusión social e indigencia. La pobreza1 es
definida como aquella condición caracterizada por la carencia de recursos, medios u
oportunidades para la satisfacción de las necesidades humanas mínimas, tanto de tipo
material como cultural.
La Academia de la Lengua Española define “la exclusión” como el hecho de
negar la posibilidad de alguna cosa. En este trabajo nos interesa la idea de considerar
excluido al “estar fuera de un proceso”, sí, pero también al hecho de encontrar un
obstáculo a la entrada. Es decir, se trata de recoger, junto a la visión estática de la
marginación -estar fuera-, la visión dinámica -imposibilidad de entrar, de incluirse-. Así
una persona (o grupo de personas) está excluida socialmente2 siempre que se encuentre
ante cualquier tipo de situación que le impida tener cubiertos sus derechos o que le
impida tener acceso a los mismos.
Se entiende como indigencia3 a la falta de medios económicos para subsistir.
Otros autores la definen como al ingreso insuficiente, (aun respecto a alimentos
únicamente), para cubrir una canasta básica de alimentos para un individuo o un hogar.
El concepto de “línea de indigencia” procura establecer si los hogares cuentan con
ingresos suficientes como para cubrir una canasta de alimentos capaz de satisfacer un
umbral mínimo de necesidades. De esta manera, los hogares que no cuentan con
ingresos suficientes para adquirir esa canasta son considerados indigentes.
A grandes rasgos, es posible entender la indigencia como una medida monetaria
del hambre, al definirse como el ingreso per cápita por debajo del umbral necesario para
comprar una canasta básica de alimentos que satisface todos los requerimientos diarios
mínimos de energía.

1
La pobreza, es uno de los principales problemas socioeconómicos que enfrenta África, Asia e América
Latina, en especial, en las áreas rurales.
2
En definitiva, lo que nos va a permitir entender la diferenciación entre los conceptos de pobreza y de
exclusión social es la idea que subyace a la hora de determinar las situaciones de exclusión, que es, la
posibilidad o no de la persona (o grupo de personas) de participar en el conjunto de la sociedad.
3
Ver Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe.

5
2. Desarrollo, globalización financiera y la pobreza actual. Breve
contextualización histórica.
La Revolucion Industrial no tiene fecha fija de iniciación, ni estalló en un día
determinado. Fue un proceso que ocurrió entre 1770-1790. Este proceso le permitió a
Inglaterra liberarse de todos aquellos rasgos de la antigua economía feudal, del atraso
económico, y de las hambres periódicas que mataban a gran parte de la población
europea. Esta revolución significó la consolidación de una economía capitalista que
desde entonces no ha cesado de producir bienes y servicios. En esta nueva economía
capitalista la fuente de riqueza no está en la tierra, ni en la producción manual en el
viejo taller artesanal. Con la Revolución Industrial se impuso la producción de bienes
manufacturados utilizando máquinas y efectuando el trabajo en fábricas.
Inglaterra tenía varias ventajas sobre otros países europeos, que permitieron que
en su territorio se diera la Revolución Industrial. La primera de ellas era la gran
transformación se había dado en el campo. Podemos hablar incluso de una Revolución
Agraria. La antigua economía medieval con siervos y pequeños campesinos ya no
existía; éstos habían sido eliminados del campo inglés por medio de un proceso violento
de expropiación de sus tierras y por el cercamiento de las antiguas tierras comunales. De
estas tierras comunales los campesinos extraían la leña para combustible y calefacción
en los fríos inviernos, la pesca y la caza que eran un complemento de gran importancia
en la vida de la población rural. A finales del siglo XVIII toda la tierra en Inglaterra
estaba concentrada en manos de grandes propietarios capitalistas que la explotaban
utilizando trabajadores libres a quienes les pagaban un salario en dinero.
Las inversiones de los nuevos propietarios capitalistas rurales introdujeron
mejores técnicas en la agricultura que le permitieron a ésta modernizarse y aumentar su
productividad. Este éxito de la agricultura permitió alimentar la creciente población de
las ciudades, que no se dedicaba a tareas agrícolas sino que trabajaba en las nuevas
empresas, en los talleres, en el comercio o el servicio doméstico.
La revolución agraria, al despojar a los campesinos de sus tierras, también
favoreció a la industrialización, pues los campesinos sin tierra, sin capital, sin medios de
trabajo, emigraron a las ciudades donde vendieron lo único que tenían: sus brazos para
trabajar en las nacientes industrias. Sin esta fuerza de trabajo disponible el capitalismo
no puede existir. Para que el capitalismo se consolide es necesario que exista el capital,
o sea, la acumulación de dinero para invertir y fuerza de trabajo disponible. La
burguesía es la clase que dispone de capital acumulado, y los obreros o proletarios son
aquellos hombres que deben vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario del que
viven. Entonces capital y trabajo son necesarios para el desarrollo del capitalismo.
El capitalismo se traduce, como podemos observar a nuestro alrededor, en
progreso, técnica y comodidad. Sin embargo, su nacimiento fue violento y se dio a costa
de la ruina y el empobrecimiento de muchos campesinos y artesanos. El nuevo
proletariado vivía en ciudades, aglomerado en pequeñas habitaciones donde se
acomodaban familias enteras. Muchos de los campesinos expropiados que llegaban a las
ciudades no encontraban trabajo y se debían dedicar a la mendicidad. Los empresarios
capitalistas, al ver que había tanta fuerza de trabajo disponible, pagaban salarios muy
bajos y sometían a los trabajadores a largas jornadas laborales que a veces duraban hasta
14 horas diarias. Después de muchas luchas a nivel mundial, los trabajadores lograron
conquistar el actual derecho a una jornada laborar de ocho horas.

6
La imagen que ofrecen las primeras ciudades industriales de Inglaterra era
deprimente. Barrios obreros donde la miseria se hacía evidente, locales de fábricas fríos
y mal iluminados, largas jornadas de trabajo y mendigos vagando por las calles. Este
cuadro de miseria contrastaba con los barrios de los nuevos industriales (la burguesía),
con sus grandes casas rodeadas de jardines, lujosos teatros, nuevos edificios públicos y
numerosos almacenes y locales bancarios.

Figura 1: Cheapside, London, England 1890- Figura.2: London Bridge, London


1900

Figura 3: Boscastle, the village street, Cornwall, Figura 4: Bank of England. 1901-1919
England

En Inglaterra, a diferencia de los otros países europeos, no existía una monarquía


absoluta sino una monarquía constitucional. El Rey en Inglaterra tenía que compartir el
poder con el Parlamento. El Parlamento estaba compuesto por la Cámara de los Lores
(nobleza) y la Cámara de los Comunes (industriales, propietarios, hombres de
negocios). A finales del siglo XVII el poder del Rey estaba tan disminuido que se decía
que “el rey reina pero no gobierna”.

7
La política inglesa giraba en torno al enfrentamiento de dos partidos, los
“Tories” (conservadores), miembros de la nobleza que eran partidarios de un poder real,
y los “Whigs” (liberales), que representaban el partido de los capitalistas, los banqueros
y los comerciantes, o sea, el partido de la burguesía. Los Whigs controlaron la política
inglesa durante la mayor parte del siglo XVIII, y la principal preocupación del gobierno
inglés fue, entonces, la prosperidad de los negocios y las industrias inglesas.
A diferencia de otros países europeos, donde la burguesía por no ser noble no
podía participar del gobierno, en Inglaterra se habían abolido los privilegios de los
nobles. Todo hombre, ya fuera industrial, comerciante u hombre de negocios, lo único
que necesitaba para participar en el gobierno, era dinero.
Pero aun con todas las ventajas que acabamos de enumerar, la Revolución
Industrial no habría alcanzado su éxito sin el control comercial que a nivel mundial
tenía Inglaterra. Este control comercial se debía a su carácter de gran potencia colonial.
Inglaterra para el siglo XVIII tenía la supremacía marítima mundial, era la dueña de los
mares. Dominaba el comercio con América del Norte y América del Sur y con la India;
controlaba el comercio con la China y con Rusia. Para lograr este control comercial y
marítimo, el gobierno inglés no había vacilado en apoyarse aún en piratas. Estos últimos
durante la época colonial de la Nueva Granada (actual Colombia) atacaron varias veces
a Cartagena.
Las principales colonias inglesas eran: Estados Unidos, la India y las Antillas.
Inglaterra era además el mayor comerciante de esclavos negros traídos de África,
quienes eran vendidos en América y en las Antillas. Este inhumano comercio produjo
ganancias espectaculares. El control o monopolio de mercados por parte de los ingleses
les permitía vender caro y comprar barato, objetivo de los primeros empresarios.
La primera rama en la cual se dieron grandes transformaciones industriales fue
la de los textiles de algodón. Inglaterra inundó al mundo de telas baratas llamadas
“indianas”. Esta industria fue próspera en la medida en que hasta el más humilde de los
hombres necesita vestirse. Pero su prosperidad no sólo se debió a la alta demanda de
telas, sino al hecho de que esta industria tenía su origen en el dominio colonial. El
nombre que se les daba a las telas, “indianas”, indica el origen del algodón que era
traído de la India, colonia inglesa. El precio de la materia prima era impuesto por los
ingleses.
Con el producto de la venta de telas se compraban los esclavos del África que
luego eran vendidos a las colonias americanas. Muchos de estos esclavos tenían como
destino el sur de los Estados Unidos, colonia inglesa donde también se producía
algodón. Algodón y esclavitud marcharon juntos.
El éxito de la industria de textiles de algodón impulsó a los empresarios ingleses
a introducir mejoras técnicas que hicieran más productivo el trabajo humano. La fábrica
moderna, con máquinas que permitieron la mecanización de una serie de labores,
empezó a reemplazar los antiguos locales fabriles.
Uno de los inventos más espectaculares y que se ha convertido en símbolo de la
Revolución Industrial fue la máquina de vapor. Esta máquina fue la primera fuente
permanente de energía. La máquina de vapor, empleada en la industria textil para mover
los telares, reemplazó el trabajo de 40 obreros. Con la máquina de vapor nació la fábrica
moderna. James Watt fue el hombre que perfeccionó esta máquina, que se empleó no

8
sólo en la industria textil sino también en la minera, en los ferrocarriles y en la
navegación. Su utilización en las comunicaciones las revolucionó totalmente, acortando
distancias y cambiando el antiguo ritmo del tiempo. La máquina de vapor se generalizó
en el mundo y sólo a principios del siglo XX sería desplazada por el motor de
combustión que funciona con gasolina.
Todos estos cambios económicos, políticos, técnicos y científicos,
necesariamente influían sobre la visión que los hombres tenían del mundo. Las
concepciones filosóficas, las teorías económicas y las ideas religiosas sufrieron
cambios. El auge del capitalismo coincidió con el triunfo del liberalismo y del
individualismo. Adam Smith sería uno de los principales teóricos del liberalismo
económico. Esta forma de pensar niega la intervención del Estado en los asuntos
económicos, pues la economía se regula por el libre juego de la oferta y la demanda, y
esta libertad individual garantiza la equidad. La obra de Adam Smith, Investigaciones
sobre la naturaleza de la riqueza de las naciones, escrita en 1776, se convirtió en la
biblia del capitalismo. En ella Smith plantea cómo el interés individual (de cada
hombre) garantiza los principios de orden económico y social. Las aspiraciones
personales e individuales son completamente conciliables con el interés de toda la
sociedad. Según Smith un hombre interesado en su enriquecimiento personal, sin
preocuparse por los demás, aunque no lo quiera, está colaborando al bienestar general.
A pesar del éxito de las ideas de Smith, la historia ha demostrado cómo los intereses
individuales se contraponen muchas veces a los colectivos generando situaciones de
injusticia. Es ahí cuando los gobiernos deben intervenir para lograr un equilibrio social.
También Smith predicaba que parte del éxito económico dependía de producir al
menor costo. Este principio llevó a que se redujeran los salarios de los trabajadores. La
miseria de los sectores obreros en Inglaterra provocó frecuentemente huelgas y
revueltas. Y les hizo ver a los grupos trabajadores la necesidad de unirse y organizarse
para enfrentar la explotación económica. Es así como surgen los primeros sindicatos
obreros.
Podemos distinguir tres periodos en el proceso de industrialización a escala
mundial:
a) De 1760 a 1850 la Revolución se restringe a Inglaterra, el “Taller del Mundo”,
con preponderancia de productos y bienes de consumos fundamentalmente
textiles y el uso de la energía a vapor.
b) De 1850 a 1900 la Revolución se expande por Europa, América y Asia: Bélgica,
Francia, Alemania, Estados Unidos, Italia, Japón, Rusia. En ese periodo crece la
competencia, se desarrolla la industria de bienes de producción y de consumo, se
despliega la construcción de líneas de ferrocarril, surgen nuevas formas de
energía, como la hidroeléctrica y la derivada del petróleo. El transporte también
se revoluciona con la invención de la locomotora y el barco a vapor.
c) Y de 1900 hasta los días de hoy, en el que surgen los grandes conglomerados
industriales y las empresas multinacionales. Se automatiza la producción y surge
la producción en serie, estallando la sociedad de consumo de masas con la
expansión y surgimiento de los medios de comunicación. Junto también avanza
la industria química, la electrónica, la ingeniería genética y la robótica.

9
2.1.Globalización: definiciones y su influencia en el aumento de la pobreza,
el hambre y la exclusión social.
Existen varias definiciones sobre globalización, sus orígenes y causas, de las que
se pueden destacar las siguientes:
a. La Globalización es el resultado de la división internacional del trabajo y el
aprovechamiento de las ventajas competitivas de las naciones, en base a la
intensificación del comercio internacional. Este concepto, es el sustento
ideológico del liberalismo y del capitalismo, entendido como economías de
mercado. Surge a partir de la idea de Adam Smith, que la creación de riqueza
exigía dividir y especializar las tareas orientadas a producir un mismo bien, y en
el campo internacional, cada país debería aprovechar sus “ventajas naturales” y,
en base a ello, organizar su comercio exterior. Luego, David Ricardo
perfeccionó esta idea señalando que cada país debería aprovechar sus ventajas
de costos comparativos, para así especializarse y exportar estos bienes. En este
siglo Heckscher – Ohlin –Samuelson reiteraron estos conceptos, señalando que
cada país debe especializarse y exportar aquellos bienes que utilizan
intensivamente en su producción, el factor que en ese país es relativamente
abundante y barato. (Agüero, 1999)
b. La globalización “es consecuencia del mayor impulso ocasionado por las
empresas transnacionales y los oligopolios de nivel mundial”. Francois
Chesnais, economista francés, defiende esta tesis en su libro “La Mondialisation
du Capital”, tanto que llega a sustituir la palabra “globalización” por
“mundialización”.
Coincidentemente, los españoles Eduardo Bueno Campos y Patricio Morcillo
Ortega, en su libro “Fundamentos de Economía y Organización Industrial”,
toman posición parecida al de Chesnais, al señalar que “….Las empresas que
son los agentes dinámicos de esta internacionalización, han alcanzado unos
tamaños considerables y, para no ver frenado su crecimiento y lesionados sus
intereses, aceleran su multinacionalización en cuanto se abren nuevos mercados
para no quedarse fuera o mal posicionados en los mismos. Por consiguiente, lo
que conduce a las empresas a emprender un proceso de internacionalización es,
básicamente su deseo de adaptarse a entornos más amplios, más complejos y
más inciertos que son decisivos para abordar con optimismo el futuro de sus
negocios. En realidad, lo que está implícito en la estrategia de
internacionalización de las entidades es el objetivo de control, el cual se
materializa por el poder de mercado que intentan conseguir las empresas a fin
de obtener rentas de monopolio y disponer de mayores márgenes de maniobra
en entornos turbulentos.” (Bueno & Morcillo, 1994:3)
c. La globalización es el resultado de la conjunción del desarrollo de una serie de
fuerzas a nivel mundial, entre los que destacan la 3ra. Revolución Industrial, la
formación de bloques económicos y las mayores y mejores interrelaciones entre
el mundo físico y financiero. El economista brasileño Eduardo Gianetti da
Fonseca, egresado de Cambridge (UK) y profesor de la Universidad de Sao
Paulo, Brasil, defiende esta tesis. La 3ra. Revolución Industrial sería entendida
como el surgimiento de tecnologías ligadas a la búsqueda, procesamiento,
difusión y transmisión de información; inteligencia artificial e ingeniería
genética.

10
Las figuras no. (5, 6, 7, y 8) procuran mostrar didácticamente la evolución
histórica de la globalización. Según Chesnais, (1997) estamos delante de un proceso
dinámico que comienza con el “descubrimiento” de América y culmina con la
desaparición del único grande sistema que competía con el capitalismo liberal a escala
planetaria: el comunismo soviético. Con la desaparición del comunismo se cierra el
ciclo que permite globalizar de hecho el capitalismo, con todas las implicaciones
decurrentes: aumento de los flujos de comercio, informaciones, expansión de las
empresas multinacionales etc.
O sea, si se toma como punto de referencia la integración de los diferentes
acontecimientos históricos (reflejados en esas figuras), resulta evidente que la
globalización no es un fenómeno nuevo.
Es un proceso marcado por diferentes episodios entre los que se destacan la
Primera Guerra Mundial (que comenzó a mediados del siglo XIX) y la Segunda Guerra
Mundial. En estos dos episodios de globalización, el rápido crecimiento del comercio y
la producción fue acompañado de grandes cambios en el tamaño relativo de las
economías participantes. En muchos casos se ha caracterizado por períodos de
integración acelerada (como se observó en el siglo XIX y en la segunda mitad del siglo
XX), y por períodos de drásticos reveses (como ocurrió en el período entre las dos
guerras mundiales) que en algunos casos tuvieron consecuencias muy costosas.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el comercio internacional entró en una
larga etapa de expansión sin precedentes en la que las exportaciones mundiales de
mercancías, en valores reales, aumentaron más del 8 por ciento por año entre 1950 y
1973. A partir de esa fecha, el crecimiento del comercio se desaceleró por varias
razones: el impacto de dos bruscos aumentos del precio del petróleo, un fuerte
incremento de la inflación causado por la expansión de la masa monetaria y políticas de
ajuste macroeconómico que resultaron ser inadecuadas.
En la década de 1990, el comercio volvió a intensificarse con rapidez, en parte
gracias a las innovaciones en el sector de la tecnología de la información. A pesar de
una ligera contracción causada por la crisis de las empresas “punto com” en 2001, el
incremento medio de las exportaciones mundiales de mercancías siguió siendo alto;
entre 2000 y 2007 fue del 6 por ciento. Entre 1950 y 2007, el comercio aumentó, por
término medio, un 6,2 por ciento, tasa mucho más alta que la registrada en el periodo de
1850 a 1913. Como los precios en dólares aumentaron mucho más rápidamente después
de la Segunda Guerra Mundial que antes de la Primera, la expansión del comercio en el
siglo XX, en valores nominales, fue dos veces mayor que en el siglo XIX (el 9,8 por
ciento, frente al 3,8 por ciento por año). (Ver Organización Mundial de Comercio. 2008.
Informe sobre el Comercio Mundial)

11
d.
e.
f. EVOLUCION DEL PROCESO DE GLOBALIZACIÓN:
g. ETAPAS HISTORICAS QUE CULMINARON CON LA
h. INTEGRACION DE TODO EL MUNDO
i.
j.
k.
l.
m.
n.
o.
p.
q.
r.
s.
t.
u.
v.
w.
x.
y.
z.
aa.
bb.
cc.
dd.
ee.
ff.
gg.
hh.
ii.
jj.
kk.
ll.
mm.
nn.

Figura no 5. Evolución del proceso de globalización

12
pp.
qq.
rr.
ss.
tt.
uu.
vv.
ww.
xx.
yy.
zz.
aaa.
bbb.
ccc.
ddd.
eee.
fff.
ggg.
hhh.
iii.

Figura. Globalización. El mundo de hoy (las informaciones son hasta el año 1995)
Figura 6: Globalización: El mundo del imperialismo siglo XIX a 1914

13
Figura no 7. Globalización: El mundo durante la Guerra Fría.

14
Figura 8. Globalización. El mundo de hoy (las informaciones son hasta el año 1995)

15
Como visto anteriormente a partir de 1900 con la ascensión al poder de los
conglomerados y las grandes empresas se diseña un nuevo modelo de “economía
mundial trasnacionalizada" no son (en forma práctica) los gobiernos ni los países
quienes deciden cuánto se produce y para quién se produce a escala mundial, sino las
corporaciones y los bancos trasnacionales son los que tienen el dominio sobre las tres
estructuras económicas básicas del sistema capitalista: la estructura de producción, la
estructura de comercialización y la estructura financiera.
Dentro de esta lógica económica funcional del capitalismo, los Estados
capitalistas (tanto del mundo imperial como del mundo dependiente) solo cumplen una
función reguladora y ordenadora (elaboración de leyes, cobros de impuestos,
gobernabilidad política y jurídica, etc) sobre la actividad económica desarrollada por las
corporaciones privadas que hegemonizan las decisiones y el control sobre los recursos
naturales, la producción y la comercialización de los bienes y servicios que consume la
genéricamente llamada "humanidad".
En otras palabras, en el modelo de economía capitalista globalizada, no son los
gobiernos los que gerencian el proceso económico productivo, los que forman los
precios y deciden sobre los volúmenes y el destino de la producción mundial
(posibilitada por el trabajo social), sino que esta tarea la desarrollan los pool de
corporaciones capitalistas que tienen la propiedad privada (o la capacidad de
gerenciamiento efectivo) tanto del sistema económico productivo, como del mercado
interno y del comercio exterior de los países a escala global.
El objetivo estratégico central del sistema capitalista (su lógica y esencia
funcional) está motorizado, en primer término, por la búsqueda de la rentabilidad
capitalista para sus empresas y bancos transnacionales, su columna vertebral ejecutora
de sistema económico dominante a escala planetaria.
Como señalara Milton Friedman, uno de los principales ideólogos del
capitalismo: "Como ente artificial, la empresa no tiene responsabilidades naturales. La
única responsabilidad empresarial es aumentar las ganancias; respetando, claro está, la
ética".
Claramente, dentro del diseño de economía capitalista la producción (por medio
del trabajo humano) de bienes y recursos es social, pero los niveles de decisión y el uso
o apropiación de esos recursos son privados y están sujetos a la ley de la oferta y la
demanda capitalista. Esta dinámica funcional arroja la primera contradicción histórica
del sistema: El capitalismo sólo produce para quien puede pagar por los bienes y
servicios producidos. La producción (controlada por las corporaciones transnacionales)
no está orientada por la búsqueda del "bien" social sino por la búsqueda de la
rentabilidad empresarial capitalista.
Dentro del mercado y de la sociedad de consumo capitalista, la lógica de
producción no se mide por la satisfacción de las necesidades básicas de la sociedad
(comida, vivienda salud, educación etc.) sino por los parámetros de optimización de la
rentabilidad capitalista privada.
En todo el planeta sobran alimentos, los escaparates están repletos, muchos
productos perecederos que no se venden son arrojados al mar. Aquí vemos una de las
causas fundamentales del hambre o la malnutrición que afectan actualmente a gran parte
del género humano: La Sobreproduccion. Marx en El Manifiesto Comunista, escrito

16
en 1848, señala que “durante las crisis, una epidemia social, que en cualquier época
anterior hubiera parecido absurda, se extiende sobre la sociedad: la epidemia de la
sobreproducción”. O sea, el capitalismo es la primera sociedad de la historia humana en
la que se pasa hambre no porque se produzca demasiado poco sino porque se produce
demasiado. El capitalismo no entra en crisis por escasez de producción sino por exceso
de producción. A diferencia de lo que ocurría en el feudalismo, no es por la sequía, ni
por las malas cosechas, ni por las plagas de langosta, por lo que se produce el hambre y
la miseria sino “porque la sociedad posee demasiada civilización, demasiada industria,
demasiado comercio”, prosigue Marx en el Manifiesto Comunista, el cual concluye que
tal absurdo “precipita en el desorden a toda la sociedad burguesa”.
No debemos olvidar que hoy se producen en el mundo alimentos suficientes para
alimentar a todas las personas. Es decir que el problema de los millones de personas que
padecen —y los que padecerán— hambre tiene una causa importante en la mala
distribución de alimentos que promueven las sociedades humanas.
La Organización Mundial de Comercio (organismo internacional que se propone
regular el comercio y establecer las reglas de las transacciones) y el Fondo Monetario
Internacional, han presionado a los gobiernos de los países en desarrollo a liberalizar el
comercio agrícola. Esto quiere decir que se abrió la importación de alimentos y se
prohibieron las medidas que protegían —mediante subsidios o aranceles aduaneros— la
producción nacional de alimentos.
México nos brinda un buen ejemplo. Durante cientos de años se autoabasteció de
maíz, pero al firmar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte debió permitir
que ingresara maíz de Estados Unidos. Ese maíz era más barato —pues allí sí está
subsidiado— y perjudicó a los agricultores mexicanos, que en pocos años redujeron
notablemente su producción. Pero durante el 2007 el maíz que llegaba de Estados
Unidos era muy caro y eso aumentó en forma terrible el precio de la tortilla, lo que
generó un estallido social.
Argentina también nos presenta un triste panorama. Este país es reconocido en el
mundo por sus excelentes carnes y hasta hace una década era costumbre comer carne
todos los días hasta en los hogares más pobres. Sin embargo, la expansión del
agronegocio sojero [soyero] ocupó las mejores tierras pampeanas para crear un desierto
verde (17 millones de hectáreas sembradas con soja) y es difícil encontrar campos con
vacas pastando. La carne que se produce se exporta, la que se vende en el mercado
interno es muy cara. Los pobres sólo pueden comer asado en forma ocasional.
La liberalización del comercio agrícola significa claramente establecer las reglas
que le convienen a las empresas para hacer negocios. La comercialización de alimentos
se ha convertido en un negocio muy rentable. Las empresas están decididas a controlar
toda la cadena de producción de alimentos desde las semillas hasta la comercialización
de los productos elaborados.
En las últimas décadas se han dedicado a comprar empresas más pequeñas y a
asociarse entre las grandes quedando en manos de un puñado de empresas el control de
la producción y venta de semillas, agroquímicos y la comercialización de granos. Esto
lo han hecho a través de la Revolución Verde4 en los años setenta (semillas híbridas,

4
De esta forma, llegaron a la región desde hace varias décadas algunos de los principales grupos
económicos semilleros y de agroquímicos, que se expandieron en todos los países latinoamericanos. Así

17
fertilizantes y agroquímicos) y la Revolución Biotecnológica en los años noventa
(semillas transgénicas que deben pagar derechos de propiedad intelectual, con uso
intensivo de agroquímicos).
La comercialización de materias primas cotiza en bolsa y se desarrolló un
mercado de ventas a futuro. Se realizan contratos en los que compran cosechas que
recién se están sembrando y con estos papeles de supuestos granos se realizan cantidad
de negocios especulativos (el contrato especifica el precio y establece que el bien no
será pagado hasta la fecha de entrega).
Las empresas han encontrado la manera de ganar siempre. Cuando los precios
están altos venden cosechas que aún no tienen. Cuando los precios están bajos guardan
los granos para mejores oportunidades. Cuando los gobiernos deben contener a los
pueblos con hambre y subsidian los granos las empresas ganan al vender a precios altos.
Cuando las sequías producen malas cosechas las empresas no pierden nada pues el
contrato obliga al productor a entregarle la cosecha, si no le entrega nada le embargan la
tierra y pierde el productor y la empresa gana. Las empresas necesitan caminos o vías
navegables para trasladar sus mercaderías, los gobiernos sacan créditos y crean la
infraestructura necesaria para que las empresas hagan negocios y ganen.
Según la GRAIN en el año de 2008, en los momentos más críticos de la crisis
alimentaria mundial, muchas de las corporaciones más grandes del mundo habían
terminado de reportar sus resultados financieros del 2007. Mientras que en muchas
partes del mundo la gente protestaba en las calles porque ya no se podía permitir comer
de manera adecuada, uno tras otro gigante de la agroindustria iba a anunciar
desvergonzadamente beneficios récord. Para las comercializadoras de granos como
Cargill y ADM, las compañías de semillas y plaguicidas como Syngenta y Monsanto y
las empresas de fertilizantes como Potash Corp y Yara, nunca hubo un mejor momento
para sus ingresos netos. (Ver figura no. 9)
Mientas la crisis alimentaria continúa, con más de mil millones de personas
padeciendo de hambre aguda, y mientras la crisis financiera provoca estragos en la
solvencia de las compañías de otros sectores, las corporaciones de la agroindustria que
controlan el suministro mundial de alimentos se están volviendo cada vez más ricas.
Para muchas firmas, los beneficios récord del 2007 palidecen en comparación con los
que obtuvieron en el 2008.
Cargill, la comercializadora de granos más grande del mundo, reportó un
incremento de sus ganancias de cerca del 70 por ciento con respecto a 2007 - un 157 por
ciento de aumento en los beneficios desde 2006. Los beneficios para ADM, la segunda
comercializadora más grande de granos, declinaron ligeramente en 2008, en parte

Monsanto como tal tiene una fuerte presencia en Argentina, Brasil y México y un crecimiento destacado
en los demás, utilizando a los primeros para crecer y difundir la tecnología transgénica. El proceso se
cierra luego con la integración de los principales traders de cereales mundiales como Cargill, ADM,
Bunge, Toepfer y Dreyfus, que operan y se expanden velozmente tanto en el norte como en el sur de la
región. En Argentina, las cinco compañías exportan el 78 % del trigo, 79 % del maíz, 71 % de la harina
de soja, 95 % del aceite de soja y 99 % del girasol. Si observamos cualquier otro lugar de Sul América,
hallaremos que cifras similares se seguirán reproduciendo, lo que implica que el grueso de la producción
mundial de alimentos exportables está en manos de estas compañías -empresas que operan tanto en
Brasil, Argentina o los Estados Unidos con enormes facilidades y con gran poder en las negociaciones
comerciales.

18
debido a su gran volumen de inversiones en el mercado en baja de etanol de los
EE.UU., pero aún así las ganancias de la empresa crecieron un 41 por ciento respecto de
las registradas en 2006. Wilmar International, una de las mayores productoras y
comercializadoras de aceite de palma del mundo, vio saltar sus beneficios de 288
millones de dólares en 2006, a 829 millones de dólares en 2007, y a 1.789 millones de
dólares en 2008 – un incremento de algo más del séxtuplo en dos años. Wilmar, de
hecho, obtuvo más ganancias en el cuarto trimestre del 2008, cuando se suponía que los
precios de las commodities habían caído, que en el todo el año 2006. El conglomerado
de agronegocios más importante de Asia, Charoen Pokphand (CP), que por ahora es el
primer productor mundial de alimento para ganado animal y de camarones (langostinos)
y el segundo productor avícola del mundo, tuvo un similar ejercicio excepcional. En el
cuarto trimestre de 2008, los ingresos netos de CP se duplicaron, logrando ese año
utilidades superiores al 145 por ciento.

Principales corporaciones agroindustriales beneficiadas por la crisis


alimentaria
Ganancia anual en millones de dólares

Compañias de Comercializadora Gigantes de la


Fertilizantes de alimentos biotecnologia

Figura no 9. Principales corporaciones agroindustriales beneficiadas por la crisis


alimentaria en 2008

Fonte: GRAIN (2008). Disponible In: http://www.grain.org/seedling/?id=596.

Puede que los principales ganadores de esta crisis sean los proveedores de
insumos agrícolas. Con su control cuasi-monopólico sobre semillas, pesticidas,
fertilizantes y maquinaria, fueron capaces de maximizar la presión apriete sobre los
agricultores. Las ganancias de estas compañías en 2008 fueron poco menos que
obscenas, en especial para la industria de fertilizantes. Mosaic Corporation,
parcialmente propiedad de Cargill, vio disparar sus beneficios antes de impuestos en
más de un 430 por ciento en 2008. (Ver Cuadros 1, 2 y 3)

19
Cuadro 1: Beneficios * de algunas de las comercializadoras de granos más grandes del mundo

Compañía Beneficios 2008 Aumento con respecto a 2007


(en millones de dólares estadounidenses) (%)

Cargill (EE.UU.) 3.951 69

ADM (EE.UU.) 2.624 –17

Bunge (EE.UU.) 1.363 13

Noble Group 436 117


(Singapur)

Beneficios = Ganancias antes de impuestos, excepto para el Noble Group donde Beneficios = Beneficios
Brutos
Fonte: GRAIN (2008). Disponible In: http://www.grain.org/seedling/?id=596.

Cuadro 2: Beneficios * para algunas de las compañías de fertilizantes más grandes del mundo

Compañía Beneficios 2008 Aumento con respecto a 2007


(en millones de dólares estadounidenses) (%)

Potash Corp. (Canadá) 4.963 164

Mosaic (EE.UU.) 2.682 430

Yara (Noruega) 3.350 131

*Beneficios = Ganancias antes de impuestos


Fonte: GRAIN (2008). Disponible In: http://www.grain.org/seedling/?id=596.

Cuadro 3: Beneficios* para algunas de las compañías de semillas/pesticidas más grandes del mundo

Compañía Beneficios 2008 (en millones de dólares Aumento con respecto a 2007
estadounidenses) (porcentaje)

Monsanto 2.926 120

Syngenta 1.692 19

Bayer 1.374 40

Dow 761 63

BASF 894 37

*Beneficios = Ganancias antes impuestos


Fonte: GRAIN (2008). Disponible In: http://www.grain.org/seedling/?id=596.

20
Cuadro 4. Beneficios* de algunas de las compañías de maquinaria agrícola más grandes del mundo

Compañía Beneficios 2008 Incremento con respecto a 2007


(en millones de dólares (porcentaje)
estadounidenses)

AGCO 526 61

John Deere 3.124 17

Case/New Holland 1.156 39

*Beneficios = Ganancias antes impuestos


Fonte: GRAIN (2008). Disponible In: http://www.grain.org/seedling/?id=596

Pero, tal como en 2007, toda esta suma de ganancias producida a través de
vender insumos a los agricultores y mover cosechas alrededor del mundo, produjo poco
daño adicional corriente abajo a las procesadoras de alimentos y a los minoristas (o
“retailers”), que manejan sus propios cuasi monopolios. En consecuencia, las ganancias
de Nestlé de 2008 subieron un impresionante 59 por ciento, y el incremento de Unilever
se acercó al 38 por ciento. En el sector minorista, las utilidades de Casino en 2008
aumentaron el 7,3 por ciento y las de Ahold el 12,2 por ciento. Los beneficios del cuarto
trimestre de 2008 para el gigante minorista más grande del mundo, Wal-Mart,
disminuyeron ligeramente, lo cual no sorprende dada la profunda recesión que afecta a
los EE.UU. Aún así gano 3 800 millones de dólares durante ese período.
La propria GRAIN argumenta que todas las ganancias de ingreso potenciales de
los agricultores (via aumentos de los precios a nivel de finca y el incremento del ingreso
agrícola global) fueron engullidas por el aumento de los precios de los insumos y otros
costos de producción. En América del Norte, por ejemplo, los departamentos nacionales
de estadísticas apuntan al aumento de los costos de los insumos para explicar por qué en
Canadá el ingreso neto por operaciones para la quinta promedio se redujo en un 5 por
ciento en 2008. Se prevé que el ingreso neto agrícola de EE.UU será aproximadamente
el mismo que en 2007. En EE.UU., los gastos de producción de los agricultores han
aumentado cerca de 100 mil millones de dólares en los últimos cinco años y ahora
consumen más del 77 por ciento del ingreso bruto agrícola. Desde 2002, el precio de los
fertilizantes ha aumentado el 191 por ciento y el precio de las semillas el 71 por ciento.
En caso de que antes no estuviera claro, el 2008 puso de manifiesto para todos
cómo el actual sistema alimentario global está diseñado para hambrear a muchos y
hacer muy ricos a unos pocos.
En sintesis dos elementos deben ser destacados:

 A lógica de la rentabilidad y concentración de riqueza en pocas manos (que rige


las leyes y la dinámica histórico funcional del sistema capitalista) esta fuera de
toda lógica social de reparto de los bienes y servicios producidos por el trabajo
humano colectivo. Sus distintos procesos históricos solo generaron (a nivel de
emergente social) pobres y marginados excluidos del mercado del consumo que
reflejan las estadísticas confeccionadas por las propias instituciones capitalistas
que presentan la pobreza y el hambre, no como producto de un sistema de
explotación humana, sino como producto de "errores" de los gobiernos y
funcionarios.(Freytas, 2008).

21
 La alimentación no puede ser considerada una mercancía tal y como el sistema
capitalista considera las demás, porque la liberalización del comercio mundial en
agricultura tiene múltiples costos dañinos y ocultos como: a) aumenta la
vulnerabilidad de los países pobres frente a la evolución de los precios en los
mercados internacionales (en tiempos de crisis alimentaria, los países pobres
importadores no consiguen pagar los precios de los alimentos para alimentar a su
pueblo), b) el comercio internacional aumenta la desiguladad y la distancia
existentes entre las pequeñas explotaciones (de menos de 2 ha) – que constituyen el
85 % de las granjas del mundo – y las que tienen más de 100 hectáreas y c) la
liberalización aumenta el peso y el poder de monopolio de las multinacionales de la
agroalimentación, las cuales determinan los precios de los insumos a los
agricultores.

3. Cuantificando el hambre y la pobreza.


Medir el hambre requiere de indicadores objetivos del estado alimenticio en una
sociedad, no sólo por la posibilidad de monitorear cambios en el estado del hambre a lo
largo del tiempo o ante eventuales shocks, sino porque ofrece la oportunidad de medir
los potenciales impactos de las intervenciones públicas dirigidas a combatir este
problema.
Los indicadores de brecha (pobreza e ingresos) planteados por la CEPAL han
tenido una predominancia clara en la toma de decisiones de políticas públicas para
combatir la pobreza.
Existe, además, una gama de indicadores adicionales cuyo objetivo es entregar
una visión multidimensional de la inseguridad alimentaria y del estado de precariedad
en las condiciones de vida de la población. Al respecto, existen indicadores que miden
dimensiones específicas del hambre (disponibilidad, acceso, uso) y niveles de
agregación diferentes (nacional, hogar o individuo), por lo que no existe un único
indicador que recoja todas las dimensiones del hambre.
Según la FAO (2008) para entender los vínculos entre pobreza y seguridad
alimentaria, se debe partir de la idea de bienestar, un concepto que hace referencia al
nivel o calidad de vida de las personas, hogares o grupos sociales. Derivado de
desarrollos teóricos5, el enfoque de la economía del bienestar se asocia los conceptos de
eficiencia y desigualdad del ingreso o gasto.
La seguridad alimentaria con su enfoque multidimensional (con cuatro
dimensiones: disponibilidad, acceso, estabilidad y uso) es válida en diferentes niveles
(mundial, nacional, subnacional, hogar e individual) y se sustenta en una de las
principales necesidades básicas de los seres humanos: la alimentación. La seguridad
alimentaria se sitúa en un intervalo entre un nivel mínimo (inseguridad alimentaria o
hambre) y un nivel máximo (obesidad) de consumo suficiente de alimentos para llevar

5
Alternativamente existen otros enfoques del análisis del bienestar: el de capacidades de Sen, el de
justicia social de Rawls y el de DD.HH . (particularmente el apoyado por la ONU que incorpora los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales). En la práctica, domina la visión unidimensional y
monetaria -medida por ingreso o gasto- conocida como el enfoque de la línea de la pobreza.

22
una vida activa y saludable. Este concepto, además, incorpora explícitamente la idea de
vulnerabilidad y riesgo. En América Latina y el Caribe se hace explícita la dimensión de
uso y por tanto el concepto se extiende a seguridad alimentaria y nutricional
El punto en común entre la seguridad alimentaria y la pobreza monetaria en el
hogar lo constituye una línea de pobreza absoluta-nutricional. Concretamente, la
coincidencia se da en el uso del mismo umbral físico de requerimiento energético para
calcular el indicador de pobreza extrema o indigencia y el indicador de subnutrición o
insuficiencia calórico-alimentaria. El Gráfico no 1 relaciona la ingesta de calorías, el
gasto en alimentos y los ingresos monetarios, donde se identifican tres líneas de pobreza
absoluta-nutricional. La línea Z1 se refiere al umbral físico de requerimiento mínimo
energético (ej. 2000 kcal) usado para identificar a las personas en estado de
subnutrición; las líneas Z2 y Z3 son la expresión monetaria de este umbral físico
utilizado para identificar a las personas en pobreza extrema. Z2 se refiere al gasto
promedio observado de la ingesta de energía y Z3 al costo mínimo de una canasta de
referencia que satisface estos requerimientos energéticos. En general, la línea de
pobreza extrema más utilizada es Z3. (Ver FAO, 2008)

Gráfico1. Líneas de pobreza absolutas-nutricionales.

Fuente: Adaptado de (Janvry y Sadoulet, 2006 apud. FAO 2008)

La definición de la línea de pobreza absoluta de 1 USD/día apareció por primera


vez en el Informe sobre el Desarrollo del Banco Mundial de 1990, por un estudio de
Martin Ravaillon y otros economistas del Banco, que observaron que las líneas de
pobreza nacionales de una media docena de países en desarrollo, se encontraban en
torno a ese nivel. Se habla de 1 USD/ día, pero en realidad el nivel es de 1,08 USD
según la paridad de poder adquisitivo (PPP) de 1993, es decir, que una persona es pobre
si con sus ingresos diarios no puede adquirir lo que adquiría un americano con 1,08

23
USD en 1993. Según el Banco Mundial6 (2007), había 969 millones de personas
viviendo en la pobreza absoluta en 2004.
Más adelante Martin Ravaillon y sus colegas publicaron 2 nuevos estudios
revisando las líneas de pobreza y las mediciones del número de pobres del Banco. En
principio, por efecto de la inflación de Estados Unidos, 1,08 USD de 1993 equivaldrían
a 1,45 USD de 2005. La medición del número de pobres podría hacerse en principio,
contando el número de personas que vive con menos de esto, pero este nivel les pareció
muy alto a los autores, por lo que lo desecharon y realizaron el estudio de nuevo desde
el principio: tomaron los umbrales de pobreza nacionales de 75 países, desde Senegal
(0,63 USD/día) a Uruguay (9 USD/día) y consideraron los 15 más bajos y hallaron la
media: 1,25 USD/día (de 2005). Al fijar las líneas de pobreza nacionales, los países
intentan contar cuantas personas viven en pobreza absoluta, es decir, que carecen de lo
más básico y mínimo que una persona necesita para alimentarse, vestirse y cobijarse.
Recientes proyecciones de la ONU (20097) a nivel mundial, estiman que el
número de personas que viven en la extrema pobreza aumentara de 55 millones a 90
millones valores superiores a los previstos antes de la crisis económica mundial, aunque
el impacto variará según las diferentes regiones y países. El informe indica que las
proyecciones actuales de las tasas de pobreza para los países en desarrollo todavía se
reducirán en 2009, pero a un ritmo mucho más lento que antes de la recesión. Para
algunos países, esto puede significar la diferencia entre alcanzar o no alcanzar su
objetivo de reducción de la pobreza.
En el África subsahariana y Asia meridional, tanto el número de pobres y la tasa
de pobreza se espera que aumente aún más en algunos de los países más vulnerables y
en las economías de bajo crecimiento.
Antes de la crisis económica y los precios de los alimentos, el número de
personas en las regiones en desarrollo que vivían en extrema pobreza - con menos de $
1,25 al día a precios de 2005 - cayó de 1,8 millones en 1990 a 1,4 mil millones en 2005.
Como resultado, los que se consideran extremadamente pobres representaron poco más
de un cuarto de la población del mundo en desarrollo en 2005, en comparación con casi
la mitad en 1990. Hubo una dramática caída en la tasa de pobreza en Asia oriental -
gracias en gran parte al rápido crecimiento económico en China, que ayudó a sacar a
475 millones de personas de la pobreza extrema. En otros lugares, el progreso ha sido
más lento y, en algunas regiones, el crecimiento demográfico ha provocado un amento
en las filas de los indigentes. África subsahariana contaba con 100 millones de personas
más extremadamente pobres en 2005 que en 1990, y la tasa de pobreza se mantuvo por
encima del 50 por ciento (aunque habían comenzado a disminuir después de 1999). A
nivel mundial, el objetivo de reducir la tasa de pobreza a la mitad para el año 2015,
parece poco probable que se logre. (Ver Figura 10)

6
Ver World Development Indicators 2007. (Indicadores do Desenvolvimento Mundial para 2007)
7
Ver, UNITED NATIONS. The Millennium Development Goals Report 2009. NEW YORK, 2009.

24
Figura 10. Proporción de personas que vivían con menos de US$ 1,25 al día en 1990,
1999 y 2005 (por ciento)

Fuente: UNITED NATIONS. The Millennium Development Goals Report 2009. NEW
YORK, 2009.

La magnitud del reto de la erradicación de la pobreza está determinada no sólo


por el número de personas pobres en todo el mundo, sino también por la medida en qué
se sitúe por debajo del umbral de la pobreza. El aumento de los ingresos medios desde
2000 ha permitido a muchas personas salir de la pobreza y ha reducido la profundidad
de la pobreza de aquellos que siguen siendo muy pobres. Contra una línea de pobreza de
1,25 dólares al día, la brecha de pobreza se redujo entre 1990 y 2005 en todas las
regiones excepto Asia occidental. En 2005, la profundidad de la pobreza fue mayor en
el África subsahariana, pero se ha reducido desde 1999 para alcanzar el nivel que
prevaleció en el este de Asia en 1990. La crisis económica mundial, así como los
precios de los alimentos deben revertir estas tendencias hasta ahora favorables. (Ídem)
4. Globalización del Hambre: los mecanismos de su expansión en Asia,
África y América Latina.

Debemos destacar que a pesar del importante avance tecnológico y la


extraordinaria capacidad productiva agrícola mundial -que ha permitido triplicar el nivel
de producción alimentaria mundial de los años 60, hoy en día una de cada seis personas
en el mundo, en torno a 1000 millones de personas- no disponen de los alimentos
necesarios para llevar adelante una vida sana y pasan hambre. La mayoría de ellas vive
en los países del Sur y, en particular, en los entornos rurales de los mismos. Para
muchas de ellas la agricultura es su principal actividad económica y la fuente principal
de ingresos por lo que los avances o retrocesos en este ámbito inciden de forma
importante en su bienestar y en el desarrollo global del país. Ellas son las primeras en
sufrir la crisis alimentaria mundial actual.

25
Según las últimas estimaciones de la FAO, de los 1020 millones de hambrientos
que hay en el mundo actualmente 642 millones están en Asia y el Pacífico, 265 en
Africa Subsahariana, 53 en América Latina y el Caribe, 42 en el Oriente Próximo y
Norte de África y también 15 millones en los países desarrollados. Si tenemos en cuenta
la población, la mayor incidencia se produce en el África Subsahariana donde una de
cada tres personas está subnutrida y pasa hambre. (Ver Figuras 11 y 12)

Su incidencia ha aumentado recientemente de forma importante por los efectos


de la crisis alimentaria mundial del periodo 2006-08 debida, al alza sostenida y sin
precedentes de los precios de los alimentos, especialmente de los alimentos básicos.
Unido al estallido de las crisis financiera y económica, la consecuencia es que ha
aumentado en 100 millones el número de personas subnutridas. Estos efectos
dramáticos de la crisis se unen a unos niveles superiores a los 800 millones de personas
en la década de los 90, que tanto la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996 en
Roma y la Asamblea de las Naciones Unidas del 2000, conocida como Cumbre del
Milenio se propusieron reducir a la mitad para el año 2015, la primera en base al
número de personas y la segunda según el % de población que la padece (objetivo 1 de
los Objetivos de Desarrollo del Milenio), objetivos que están muy lejos de cumplirse en
su totalidad.

26
Figura 11. Prevalencia del hambre en el mundo 2003-2005, según la FAO

Figura 12. Prevalencia del hambre en el mundo 1998-2000, según la FAO

Fuente: FAOSTAT, 2009

Los estudios de la FAO señalan que en el periodo de vigencia de los objetivos el


ritmo de reducción de la incidencia del hambre ha sido muy inferior al requerido (ver

27
los diferentes informes sobre El Estado Mundial de Inseguridad Alimentaria). Es más,
hay países donde la situación de crisis alimentaria ha sido prácticamente recurrente ya
sea de ámbito localizado ó generalizado. La figura 13a y 13b muestra la situación de 30
países con crisis alimentarias vigentes que requieren asistencia internacional, y las
razones de las mismas. La mayoría de ellos están integrados en el grupo de los Países de
Ingresos Bajos con Déficit de Alimentos, (PIBDA), países con niveles bajos de ingresos
(por debajo de los niveles fijados para recibir asistencia concesional de la Asociación
Internacional de Fomento del Banco Mundial) dónde la agricultura juega un papel
principal en su actividad económica pero donde las necesidades alimentarias de la
población no se satisfacen mediante la producción propia sino que dependen de forma
importante de las importaciones de alimentos del exterior. Ello les hace especialmente
vulnerables a las variaciones de los precios internacionales, máxime en una crisis de
precios internacionales como la actual. (FAO apud. Areskurrinaga, 2009)

El modelo de agricultura corporativa capitalista industrial han generado grandes


excedentes que se colocan en los mercados internacionales a bajo costo, realizando un
dumping en toda regla a los pequeños productores locales del Sur, incapaces de hacerles
frente debido a los acuerdo internacionales de apertura de mercados al comercio
internacional (Acuerdo sobre Agricultura de la OMC, 1994).

Debemos coincidir con Areskurrinaga, (2009) cuando reafirma que la crisis


alimentaría actual es una crisis de acceso, no de producción y tiene su origen en el
proceso de liberalización económica sufrida por las economías del Sur. Siguiendo las
directrices impuestas, vía ajuste estructural, por el Banco Mundial y Fondo Monetario
Internacional primero y, posteriormente por la OMC, han mercantilizado la producción
y el acceso a los alimentos quedando éstos al albur de los avatares del mercado
internacional.

El mercado internacional, y no la capacidad productiva local del campesinado


que es considerada como ineficiente es el encargado de garantizar la satisfacción de las
necesidades alimentarías de la población mundial y su seguridad alimentaria. Estas
políticas de reducción del gasto y privatización, junto con los acuerdos de liberalización
comercial y de integración económica, han retirado el crédito a los pequeños
agricultores, desmantelado las empresas estatales de comercialización y
almacenamiento, y eliminado la intervención en los mercados para el sostenimiento de
los precios. Ahora estas funciones pasan a manos de unas pocas agro-corporaciones
industriales con un alto poder de mercado, que controlan las diferentes partes de la
cadena alimentaria desde los insumos hasta su comercialización, configurando un
modelo de agricultura capitalista industrial excedentario, muy subvencionada, que ha
mantenido los precios internacionales artificialmente bajos minando la producción
campesina local de la mayoría de los países.

28
Países con crisis alimentaria según la clasificación de la ONU y la FAO

Figura 13b. Países con crisis alimentarias y conflictos en 2008

Figura 13a. Países con crisis alimentarias en 2008

29
La crisis actual se ha producido por factores diversos tanto del lado de la oferta
como de la demanda, pero en sus fundamentos estructurales se ha debido a las reformas
liberalizadoras señaladas. Al contrario de lo ocurrido en otros periodos de subidas del
precio de los alimentos que han sido coyunturales, la actual crisis apunta a fenómenos
de mayor calado que pueden permanecer por un periodo prolongado.

Según la FAO (2008a), estos factores por el lado de la oferta serían las malas
cosechas de algunos de los principales exportadores mundiales (Australia) y la
insuficiente respuesta de los pequeños productores al alza de precios de 2007, junto con
el aumento de los costos producido por el incremento de los precios del petróleo,
aderezado con unos niveles ínfimos de reservas alimentarías a nivel mundial. Mientras
que por el lado de la demanda estarían: el aumento motivado por los mayores niveles de
crecimiento económico y de ingresos de ciertos países emergentes, la nueva demanda de
productos agrícolas para su utilización como insumos en la producción de agro-
combustibles, las crecientes operaciones financieras en los mercados de futuro
internacionales de productos agrícolas realizadas por los inversores institucionales,
dentro de su estrategia de diversificación de la cartera de inversiones para obtener
máxima rentabilidad a corto plazo; y, el aumento de la demanda debido al menor precio
relativo de los productos agrícolas establecidos en dólares por la apreciación de muchas
monedas respecto al mismo.(Idem)

La solución de este problema va a depender del acierto en el diagnóstico que se


realice de sus causas y de la voluntad para tomar las medidas necesarias para superarlo.
A este respecto hoy día hay dos visiones muy contrapuestas. La oficial, que considera
los alimentos como una mercancía más y por tanto confía en el mercado mundial como
la vía más eficiente para garantizar el suministro y la satisfacción de las necesidades
alimentarias mundiales; y que entiende que la crisis actual obedece a un desajuste
puntual entre el suministro y las necesidades por motivos coyunturales (descenso
cosechas, aumento demanda, etc). La alternativa, que considera el hambre y la crisis
alimentaria son consecuencia de la imposición de un modelo de agricultura
capitalista industrial donde prima el beneficio privado y no la satisfacción de
necesidades.

La primera visión sigue apostando por la liberalización económica interna y


externa para el logro de una mayor eficiencia también en este mercado. La FAO ofrece
un discurso más elaborado que, sin cuestionar la primacía del mercado, presenta un
mayor interés por el derecho a la alimentación y la necesidad, de establecer redes de
seguridad social que lo garanticen, defendiendo a su vez que sólo el desarrollo agrícola
de los países pobres, y en especial de sus pequeños productores, será eficaz en la lucha
contra el hambre. Declara programáticamente el carácter prioritario que tiene en su
agenda la lucha contra el hambre, mientras se suceden cumbres mundiales para
abordarla, como las recientes del G8 y la próxima Cumbre Alimentaria Mundial en
noviembre en Roma.

En el polo alternativo se ha consolidado un movimiento internacional liderado


por los movimientos campesinos a favor de la soberanía alimentaría como la única
salida a esta situación. Defiende un modelo de producción y consumo más sostenible
ligado a la proximidad y a la temporalidad de los productos, con derechos por parte del
campesinado sobre sus medios de producción y de los países respecto a sus políticas
agrícolas y alimentarías, en especial el derecho a defenderse de las importaciones

30
alimentarias subvencionadas. Reconoce el carácter multi-funcional de la agricultura y la
importancia de la propia capacidad productiva de las comunidades locales para la
satisfacción de las necesidades alimentarías.

En el caso especifico de la América Latina, a pesar de ser un continente


lucrativo exportador de alimentos, el hambre está presente en toda la región. La
agricultura representa la mayor parte de la mayoría de las economías nacionales y
genera muchos empleos, pero cuestiones estructurales hacen que la mayor parte de la
renta del sector acabe en manos de pocos y comprometen el derecho a la alimentación y
la seguridad alimenticia. O sea, esta inequidad distributiva causa un reparto disparejo en
los frutos del crecimiento económico y funciona como un freno a la reducción de la
pobreza.

La falta de acceso a la tierra, semillas y agua para las plantaciones, así como el
crédito y los mercados interno y externo disminuyen las perspectivas de las familias
rurales pobres, afectando particularmente a las mujeres. En los últimos años, mas de 20
millones de personas partieron de países de América Latina y del Caribe en busca de
mejores condiciones de vida, la mayoría rumbo a los Estados Unidos. Al mismo tiempo,
hubo una rápida migración del campo para las ciudades de la región, que se tornó la más
urbanizada del mundo en desarrollo.
Otras causas del crecimiento de la vulnerabilidad y de la exclusión son los bajos
índices educacionales, las desigualdades de género, la discriminación racial y ética, la
degradación ambiental, incluyendo la erosión de la tierra, y la escasez de agua, y la
insuficiencia y precariedad del saneamiento básico y de la atención de la salud.
Este oscuro escenario de creciente vulnerabilidad y la exclusión, aunado al
aumento del tráfico de drogas a llevado a un aumento de la violencia e inseguridad en
las sociedades de la región.
En las últimas décadas, las políticas de liberalización financiera y comercial a
aumentado las distancias entre ricos y pobres en América Latina. Programas agresivos
de privatización adoptados por diferentes países de América Latina y del Caribe en los
años 1990 también concentraron más riqueza y poder en manos de instituciones y
corporaciones.
Ese modelo económico ha sido impulsado en la región por instituciones globales
como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y regionales, como
el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Reformas orientadas por y para el
mercado promovidas por gobiernos han retraído los salarios, propiciado la expansión de
la economía informal y han abandonado a millones de trabajadores en la precariedad,
especialmente las personas más jóvenes.
Estrategias competitivas orientadas a la exportación son sustentadas por la
discriminación salarial contra las mujeres y la suspensión de derechos relacionados a la
seguridad de los locales de trabajo y a las jornadas que respeten la capacidad humana.
Con las políticas neoliberales hubo una expectativa en América Latina de que
disminuyesen o al menos se estabilizasen los índices de inflación en la región y también
de mejor y mayor acceso a la tecnología. De hecho las políticas neoliberales adoptadas
disminuyeron la inflación, pero no generaron crecimiento económico con distribución
de renta ni tuvieron en consideración la cuestión del empleo y de la protección social de

31
las camadas de baja renta en los países. A pesar de los enormes sacrificios realizados
por los pueblos de la región, las políticas neoliberales solo tuvieron un único éxito: el
control de las tasas de inflación.
En la mayoría de los países de la región, las personas pobres y otros grupos
sociales afectados directamente por el neoliberalismo y la globalización de los mercados
se organizaron en poderosos movimientos sociales que desafían las desigualdades
económicas y sociales y por el fortalecimiento de los derechos.
Una importante consecuencia de estas luchas contra las políticas neoliberales es
que el actual perfil político de la región a sido redefinido y en no pocos países partidos
de izquierda llegaron al poder a través de elecciones democráticas. En este contexto, un
número importante de esos gobiernos de la región vienen, a lo largo de estos últimos
años aplicando políticas redistributivas y/o para la erradicación de la pobreza:
Venezuela, Brasil, Uruguay, Argentina y más recientemente Bolivia y Ecuador, son
algunos de los ejemplos.
5. ¿Qué es la soberanía alimentaria8:? ¿Cómo ha variado este concepto en el
tiempo?

a) Soberanía Alimentaria reseña histórica del desarrollo del concepto


El concepto de Soberanía Alimentaria, que se ha venido discutiendo por unos
cuantos años, se hizo público como resultado de la Conferencia Internacional de la Vía
Campesina en Tlaxcala, México en abril de 1996. Los delegados decidieron que
deseaban una representación adecuada en ocasión de la Conferencia Técnica
Internacional sobre Recursos Filogenéticos celebrada en Leipzig, (Alemania) en junio
de 1996 y de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación celebrada en Roma en
noviembre del mismo año, así como en los foros paralelos de las OSCs. El objetivo era
animar a las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) y Organizaciones Sociales
Campesinos (OSCs) a discutir alternativas a las propuestas neoliberales para alcanzar la
soberanía alimentaria.
“Nosotros, la Vía Campesina, un movimiento creciente de trabajadores agrícolas,
organizaciones de campesinos, pequeños y medianos productores y pueblos
indígenas de todas las regiones del mundo, sabemos que la seguridad alimentaria
no puede lograrse sin tomar totalmente en cuenta a quienes producen los alimentos.
Cualquier discusión que ignore nuestra contribución, fracasará en la erradicación
de la pobreza y el hambre. La alimentación es un derecho humano básico. Este
derecho se puede asegurar únicamente en un sistema donde la Soberanía
Alimentaria esté garantizada” (Vía Campesina, 1996b).

Esta definición de Soberanía Alimentaria se centra en el derecho de los


pequeños productores a producir alimentos, el cual se ve minado en muchos países por
las regulaciones de políticas de comercio agrícola nacionales e internacionales. Como se
discute en este documento, para la mayoría de países en vías de desarrollo estas normas
han sido impuestas por los programas de ajuste estructural o por la OMC. En las

8
En este ítem utilizaremos como texto básico el trabajo realizado por Michael Windfuhr y Jennie Jonsén
en 2005. Ver WINDFUHR & JENNIE JONSÉN Soberanía Alimentaria. Hacia la democracia en
sistemas alimentarios locales. FIAN-Internacional. 2005

32
palabras de la Vía Campesina, la Soberanía Alimentaria es “el derecho de cada nación
de mantener y desarrollar su propia capacidad de producir alimentos que son decisivos
para la seguridad alimentaria nacional y comunitaria, respetando la diversidad cultural y
la diversidad de los métodos de producción”.
Durante la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, la Vía Campesina presentó
una serie de requisitos que ofrecían una alternativa a las políticas de comercio mundial y
que concretarían el derecho humano a la alimentación. En la declaración “Soberanía
Alimentaria: un futuro sin hambre” (1996b), se afirmó que “la Soberanía Alimentaria es
una condición previa para una seguridad alimentaria genuina” y por lo tanto el Derecho
a la Alimentación puede ser visto como la herramienta para lograrla. Ya que este
documento ha servido de base para otras declaraciones venideras, vale la pena destacar
los siete principios de la Vía Campesina para lograr la Soberanía Alimentaria:
1) Alimentación, un Derecho Humano Básico: la alimentación es un derecho
humano básico. Todos deben tener acceso a una alimentación inocua, nutritiva y
culturalmente adecuada en cantidad y calidad suficientes para mantener una vida
sana con plena dignidad humana. Cada nación debería declarar que el acceso a la
alimentación es un derecho constitucional y debería garantizar el desarrollo del
sector primario para asegurar el cumplimiento de este derecho fundamental.

2) Reforma Agraria: es necesaria una reforma agraria auténtica, que proporcione


a las personas sin tierra y a los productores, especialmente a las mujeres, la
propiedad y el control sobre la tierra que trabajan y que devuelva a los pueblos
indígenas sus territorios. El derecho a la tierra debe estar libre de discriminación
de género, religión, raza, clase social o ideología. La tierra le pertenece a
aquellos que la trabajan. Las familias de productores de pequeña escala,
especialmente las mujeres, deben contar con acceso a tierra productiva, crédito,
tecnología, mercados y servicios de extensión. Los gobiernos deben establecer y
apoyar sistemas de crédito rural descentralizados que le dan prioridad a los
sistemas de producción de alimentos para consumo interno para garantizar la
Soberanía Alimentaria. Se debería utilizar la capacidad de producción en vez de
la tierra como una garantía para respaldar el crédito. Para animar a las personas
jóvenes a permanecer en comunidades rurales como ciudadanos productivos, el
trabajo de producir alimentos y cuidar la tierra tiene que ser lo suficientemente
apreciado, tanto económica como socialmente. Los gobiernos deben efectuar
inversiones de largo plazo de recursos públicos en el desarrollo de
infraestructura rural social y ecológicamente adecuada.

3) Protección de Recursos Naturales: la Soberanía Alimentaria implica el


cuidado y uso sostenible de los recursos naturales especialmente tierra, agua,
semillas y razas de animales. Las personas que trabajan la tierra deben tener el
derecho de practicar la gestión sostenible de los recursos naturales y de preservar
la diversidad biológica. Esto solamente puede lograrse desde una base
económica sólida, con seguridad en la tenencia, con suelos sanos y uso reducido
de agroquímicos. La sostenibilidad de largo plazo exige apartarse de la
dependencia de los insumos químicos, de los monocultivos comerciales y de los
modelos intensivos de producción industrializada. Se necesita de modelos
naturales equilibrados y diversificados. Los recursos genéticos son el resultado
de milenios de evolución y le pertenecen a toda la humanidad. Representan el
trabajo cuidadoso y el conocimiento de muchas generaciones de pueblos rurales

33
e indígenas. Debe prohibirse que las compañías privadas patenten y
comercialicen los recursos genéticos. Por lo tanto, los Acuerdos de Propiedad
Intelectual de la OMC son inaceptables. Las comunidades de productores tienen
el derecho de utilizar libremente y proteger los recursos genéticos diversos,
incluidas semillas y razas de animales que hayan sido desarrolladas por ellos a lo
largo de la historia.

4) Reorganización del Comercio de Alimentos: antes que nada, la alimentación


es una fuente de nutrición y solamente en segundo lugar un artículo de
comercio. Las políticas agrícolas nacionales deben priorizar la producción para
consumo interno y autosuficiencia alimentaria. Las importaciones de alimentos
no deben desplazar la producción local ni reducir los precios. Esto significa que
deben cesar el dumping de exportación o las exportaciones subvencionadas. Los
productores de pequeña escala tienen el derecho de producir alimentos de
primera necesidad para sus países y a tener el control sobre la comercialización
de sus productos. Los precios de los alimentos en los mercados internos e
internacionales deben estar regulados y deben reflejar los verdaderos costos de
producir esos alimentos. Esto aseguraría que las familias de productores de
pequeña escala tengan ingresos adecuados. Es inaceptable que el comercio de
productos alimenticios básicos se siga basando en la explotación económica de
los más vulnerables (los productores de menores ingresos) y en más degradación
del ambiente. Es igualmente inaceptable que las decisiones de comercio y
producción sean dictadas cada vez más por la necesidad de divisas extranjeras
para cubrir las grandes cargas de la deuda. Estas deudas colocan una carga
desproporcionada sobre las poblaciones rurales y, por lo tanto, deberían ser
condonadas.

5) Eliminar la Globalización del Hambre: la Soberanía Alimentaria está


socavada por las instituciones multilaterales y por el capital especulativo. El
control cada vez mayor de las empresas multinacionales sobre las políticas
agrícolas ha sido facilitado por las políticas económicas de las organizaciones
multilaterales tales como la OMC, El Banco Mundial y el FMI. Por lo tanto, se
requiere de la regulación y el establecimiento de impuestos sobre el capital
especulativo y el cumplimiento estricto de un Código de Conducta para las
ETNs.

6) Paz Social: todos tenemos el derecho de estar libres de violencia. La


alimentación no debe ser utilizada como un arma. Los niveles cada vez mayores
de pobreza y marginalización en el área rural, conjuntamente con la creciente
opresión de las minorías étnicas y poblaciones indígenas, agravan las
situaciones de represión y desesperación. El desplazamiento continuo, la
urbanización forzada, la represión y el racismo cada vez mayor hacia los
productores de pequeña escala no pueden ser tolerados.

7) Control Democrático: los productores de pequeña escala deben tener una


intervención directa en la formulación de políticas agrícolas en todos los niveles.
La Organización de Naciones Unidas y las organizaciones relacionadas tendrán
que sufrir un proceso de democratización para permitir que esto se haga una
realidad. Todos tenemos derecho a información certera y franca y a un proceso
de toma de decisiones abierto y democrático. Estos derechos forman la base de

34
una buena gobernancia, responsabilidad e igualdad de participación en la vida
económica, política y social, libre de cualquier forma de discriminación. En
particular se debe garantizar a las mujeres rurales la toma de decisiones directa y
activa en cuestiones alimentarias y rurales.

8) En otros textos, la Vía Campesina le da mayor reconocimiento a la apreciación


de los derechos de las mujeres productoras, quienes juegan un papel
trascendental en la producción agrícola y de alimentos. Esto puede incluirse
dentro de los siete titulares o ser visto como un octavo principio esencial.
Cuadro 5: Información general de los documentos esenciales sobre Soberanía
Alimentaria
Exposiciones y declaraciones:
Fecha de Título Autor/Ubicación
publicación
Abril de 1996 “Declaración de Tlaxcala de la Vía Campesina” La Vía Campesina,
Tlaxcala, México
Noviembre de “El derecho a producir y el acceso a la tierra. Soberanía La Vía Campesina,
1996 Alimentaria: un futuro sin hambre” Roma, Italia

“Ganancias para unos cuantos o alimentos para todos” Roma, Italia


Noviembre de “OMC - ¡Encógete o Húndete!” (“WTO- Shrink or Our World is not for
1996 Sink!”) Sale Network (Red
Nuestro Mundo no está
a la Venta)
Marzo 2000 “End Hunger! Fight for the Right to Live” (“¡Elimina el Consulta Regional
hambre! Lucha por el derecho a la vida”) Asiática
Bangkok, Tailandia
Agosto de 2001 “Our World is Not for Sale. WTO: Shrink or Sink” Our World is Not for
(“Nuestro Mundo no está a la Venta. OMC: ¡Encógete o Sale Network (Red
Húndete!”) Nuestro Mundo no está
a la Venta)
Agosto de 2001 “Declaración Final del Fórum Mundial sobre Soberanía La Habana, Cuba
Alimentaria”
Septiembre de “Priority to People’s Food Sovereignty” (“Primero está La Vía Campesina
2001 la Soberanía Alimentaria de los Pueblos”)

Mayo de 2002 “End World Hunger – Commit to Food Sovereignty” Katmandú, Nepal
(“Elimina el Hambre – Comprométete a la Soberanía
Alimentaria”)
Mayo de 2002 “Soberanía Alimentaria: Un Derecho para Todos. Roma, Italia
Declaración Política del Foro de las ONGs/OSCs sobre
la Soberanía Alimentaria”
Septiembre de “Declaración sobre la Soberanía Alimentaria de los Cancún, México
2003 Pueblos: Nuestro Mundo no está en Venta. Primero está
la Soberanía Alimentaria de los Pueblos. ¡Fuera la OMC
de la Alimentación y la Agricultura!”.
27 de Febrero de Foro para la Soberanía Alimentaría. Declaración de Sélingué. Mali
2007. Nyéléni. ¡Es hora de la soberanía alimentaria!
Fuente: Actualizado por el autor apud. WINDFUHR & JENNIE JONSÉN. 2005.

35
b) Elementos centrales de la Soberanía Alimentaria
Detrás del desarrollo del marco de política de Soberanía Alimentaria yace una
red mundial de organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil y de
Movimientos Sociales, así como una cantidad de conferencias, foros y declaraciones
que han resultado en varias declaraciones importantes sobre “Soberanía Alimentaria”.
El marco de política de Soberanía Alimentaria incluye un conjunto de principios
que protegen el espacio de política para que personas y países definan sus políticas
agrícolas y alimentarias y sus modelos de producción y patrones de consumo de
alimentos. Para muchos grupos, el derecho a producir y el derecho a la alimentación se
encuentran mutuamente vinculados, ya que la mayoría de los que padecen hambre y
desnutrición en el mundo son productores de pequeña escala y productores sin tierra.
Durante la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, la Vía Campesina presentó un
conjunto de requerimientos que ofrecían una alternativa a las políticas mundiales de
comercio y hacían realidad el derecho humano a la alimentación. En la declaración
“Soberanía Alimentaria: un futuro sin hambre (1996)”, la Vía Campesina declaró que
“La Soberanía Alimentaria es una condición previa para la seguridad alimentaria
genuina” y por lo tanto el derecho a la alimentación puede ser visto como la herramienta
para lograrla.
A partir de esta plataforma inicial, dos propuestas adicionales de política más
concretas fueron lanzadas por las ONGs/OSCs y los Movimientos Sociales durante la
Cumbre Mundial sobre la Alimentación en 1996. En el documento final del foro
paralelo, “¿Ganancias para unos cuantos o alimentos para todos?, las organizaciones de
la sociedad civil exigieron el desarrollo de dos nuevos instrumentos jurídicos de carácter
internacional.

 Un Código de Conducta sobre el Derecho a una Alimentación Adecuada y


 Una Convención Mundial de Seguridad Alimentaria.
Mientras que al primer instrumento se le ha dado seguimiento desde 1996, el
segundo fue ignorado por varios años. Sin embargo, desde el año 2001 se han llevado a
cabo un número de eventos importantes en los cuales se ha discutido y desarrollado
adicionalmente el marco de política de Soberanía Alimentaria.
La Discusión sobre una Convención Mundial se reactivó en la Habana en
septiembre del año 2001, donde se discutió bajo el término de “Soberanía Alimentaria”
más que del de seguridad alimentaria. Esto surgió a partir de discusiones llevadas a cabo
durante el Fórum Social Mundial en Porto Alegre en enero de 2001, donde se acordó la
organización de un Fórum Mundial sobre Soberanía Alimentaria (FMSA) para
septiembre de 2001, un proyecto sobre el cual muchas organizaciones de todo el mundo
habían estado trabajando por mucho tiempo. Este fórum se celebró por más de una
semana en Cuba y reunió a casi 400 personas representantes de unos 60 países y más de
200 organizaciones. La Asociación Cubana de Pequeños Agricultores, convocó el
Fórum en combinación con un grupo de movimientos internacionales, redes,
organizaciones y personas comprometidos con productores de pequeña escala y
agricultura indígena, pastoralismo, pesca artesanal, sistemas alimentarios sostenibles y
el derecho de las personas de alimentarse. Sus declaraciones se encuentran reunidas en
la “Declaración Final del Fórum Mundial sobre Soberanía Alimentaria”.

36
En agosto de 2002, se reunió en Bangkok, Tailandia la Consulta Regional
Asiática de ONGs/OSCs (Asian Regional Consultation of NGOs/CSOs). La reunión
arrojó como resultado la declaración “¡Elimina el hambre! Lucha por el derecho a la
vida”, (“End Hunger! Fight for the Right to Live”) firmada por más de 80 ONGs de 14
países asiáticos.
Paralelo a la Cumbre Mundial Alimentación +5, en Roma en el año 2002, se
realizó el segundo Fórum sobre Soberanía Alimentaria, que tuvo como representantes a
unos 700 ONGs, OSCs y Movimientos Sociales. Este foro paralelo fue coordinado por
un Comité Internacional de Planificación de ONGs/OSCs (CIP). Como resultado del
foro paralelo se publicó la declaración “Soberanía Alimentaria: un derecho para todos”
(Foro de ONGs/OSCs para la Soberanía Alimentaria, 2002). La campaña para la
Soberanía Alimentaria continuó durante la Cumbre Mundial para el Desarrollo
Sostenible a finales de agosto del mismo año.
En noviembre del año 2002, el “Foro Internacional sobre Soberanía Alimentaria
y una Feria Agroecológica” se llevó a cabo en Bucaramanga, Colombia, organizados,
entre otros, por Amigos de la Tierra Colombia.
Para la reunión de la OMC en Cancún en septiembre de 2003, La Red de
Soberanía Alimentaria de los Pueblos escribió otra declaración titulada “Nuestro Mundo
no está en Venta. Primero está la Soberanía Alimentaria de los Pueblos. ¡Fuera la OMC
de la Alimentación y la Agricultura!”. Esta red es una coalición mundial dispersa de
organizaciones de productores de pequeña escala y ONGs que trabajan en cuestiones de
alimentación y agricultura y en su mayoría está conformada por las mismas
organizaciones del CIP.
En el año 2004, ONGs, OSCs y Movimientos Sociales asiáticos organizaron la
Caravana Popular para la Soberanía Alimentaria (o Caravana de los Pueblos por la
Soberanía Alimentaria) que viajó por 13 países a través de Asia Meridional, Asia Sur
Oriental, Asia Oriental y tres países de Europa. La caravana culminó en una semana de
eventos en Nepal con el Primer Ministro de Nepal, el Señor Sher Bahadur Deuba,
inaugurando el evento final.
Cuando se trata de los objetivos de políticas de comercio para alcanzar la
soberanía alimentaria, los ONGs, OSCs y Movimientos Sociales han permanecido
extraordinariamente unidos en su enfoque. Teniendo en cuenta las exposiciones y
declaraciones, así como la literatura adicional presentada, efectivamente es posible
esbozar un marco de políticas que tenga amplio apoyo. Aunque las ONGs, OSCs y
Movimientos Sociales están de acuerdo en el marco general de políticas para alcanzar la
Soberanía Alimentaria, diferentes grupos han enfatizado diferentes cuestiones dentro de
este marco. El marco de política para alcanzar la Soberanía Alimentaria es
efectivamente bastante exhaustivo y flexible. Para muchos grupos el derecho a producir
y el derecho a la alimentación están mutuamente vinculados ya que la mayoría de los
que padecen hambre y desnutrición en el mundo son productores de pequeña escala y
productores sin tierra. La definición basada en estas consideraciones que fue elaborada
por el CIP en el 2002 fue la siguiente:
La Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos, comunidades y países a
definir sus propias políticas agrícolas, laborales, pesqueras, alimentarias y de tierra de
forma que sean ecológica, social, económica y culturalmente apropiadas a sus
circunstancias únicas. Esto incluye el verdadero derecho a la alimentación y a la

37
producción de alimentos, lo que significa que todos los pueblos tienen el derecho a una
alimentación inocua, nutritiva y culturalmente apropiada, y a los recursos para la
producción de alimentos y a la capacidad para mantenerse a sí mismos y a sus
sociedades.
Posteriormente el texto fue enmendado en una reunión del CIP en octubre del
año 2004 para corregir el texto original. En la primera oración ahora se lee: “La
Soberanía Alimentaria es el derecho de los individuos, comunidades, pueblos y países a
definir…” La enmienda del texto para incluir la palabra “individuos” se hizo con la
intención de destacar que el derecho a la alimentación, al cual se hace referencia en la
segunda oración, es un derecho humano, el cual también es un derecho individual. El
componente de derecho individual no fue excluido intencionalmente. Esta enmienda
superará las críticas formuladas por los grupos de derechos humanos a la versión
original, la cual podría haberse leído como la no incorporación del derecho a la
alimentación adecuada para la persona individual. La aclaración es útil para destacar la
relación entre el derecho a la alimentación y la Soberanía Alimentaria.
El cambio realizado en octubre de 2004 ya había sido adoptado por la sociedad
civil asiática que publicó un borrador de una Convención “de los Pueblos” sobre
Soberanía Alimentaria, la cual fue publicada en julio de 2004. El segundo párrafo del
preámbulo dice así:
“Por esta Convención, la Soberanía Alimentaria se convierte en el derecho de los
pueblos y comunidades a decidir e implementar sus políticas y estrategias
agrícolas y alimentarias para la producción y distribución sostenible de alimentos.
Es el derecho a la alimentación adecuada, inocua, nutritiva y culturalmente
apropiada y a producir alimentos de forma sostenible y ecológica. Es el derecho
al acceso a recursos productivos tales como tierra, agua, semillas y biodiversidad
para su uso sostenible”.

Este texto refleja que el derecho a la alimentación, como un derecho humano


fundamental, es también un derecho individual, dados los reclamos por el respeto a la
dignidad humana por parte del Estado Nación. Aún más, el texto combina derechos que
ya son reconocidos en la legislación internacional vinculante, tal como el derecho a la
alimentación adecuada, con derechos que hasta la fecha no existen formalmente, tales
como el “derecho a producir alimentos de forma sostenible y ecológica”. El segundo
uso que se da de la jerga de derechos es de carácter político. Los dos niveles de la jerga
de derechos deben ser diferenciados a fin de no reducir los estándares de
reconocimiento que el derecho a la alimentación adecuada ya ha alcanzado en la
legislación internacional.
Entre las definiciones presentadas aquí, se pueden encontrar solamente
diferencias marginales. Sin embargo, la definición del CIP incorpora todavía más
elementos que la antigua definición de la Vía Campesina, la cual muestra que el marco
se está volviendo más exhaustivo. La mayoría de definiciones de Soberanía Alimentaria
actualmente incluyen los siguientes elementos;

 Prioridad de la producción agrícola local para alimentar a los pueblos


localmente.
 Acceso de los productores de pequeña escala, pastores, pescadores artesanales y
personas sin tierra a tierra, agua, semillas, razas de animales y crédito. De ahí la
necesidad de reforma agraria; de la lucha contra los OGMs y patentes sobre

38
semillas, razas de animales y genes; del libre acceso a semillas y razas de
animales para los productores de pequeña escala y pastores, y para resguardar el
agua como un bien público a ser distribuido de forma equitativa y a ser usado
sosteniblemente; y del acceso seguro a áreas de pesca para pescadores
artesanales.
 El derecho a la alimentación.
 El derecho de los productores de pequeña escala a producir alimentos y el
reconocimiento de los Derechos de los Productores.
 El derecho de los consumidores a decidir qué consumen y cómo y por quién es
producido.
 El derecho de los países a protegerse de importaciones agrícolas y de alimentos
tasados por debajo de su valor.
 La necesidad de que los precios agrícolas estén vinculados a los costos de
producción y de detener todas las formas de dumping. Los países o uniones de
Estados están en su derecho de imponer gravámenes sobre las importaciones
excesivamente baratas, si se comprometen a utilizar métodos de producción
sostenibles y si controlan la producción en sus mercados internos para evitar
excedentes estructurales (manejo de la oferta).
 La participación de la población en la toma de decisiones en política agrícola.
 El reconocimiento de los derechos de las mujeres productoras que desempeñan
un papel principal en la producción agrícola en general y en la producción de
alimentos en particular.
 La agroecología no es solamente una forma de producir alimentos sino también
de alcanzar medios de vida sostenibles, paisajes vivos e integridad ambiental.
Mientras que este conjunto de elementos puede encontrarse en casi todas las
definiciones de Soberanía Alimentaria, la combinación específica de factores, así como
el enfoque concreto, varían en diferentes definiciones. El Fórum sobre Soberanía
Alimentaría del año 2002 debatió los elementos de la Soberanía Alimentaria y
subsecuentemente el CIP para la Soberanía Alimentaria los resumió en cuatro áreas de
acción prioritarias:
1ª) Derecho a la alimentación: Promover la adopción de políticas de alimentación
y agricultura con un enfoque basado en derechos que conducirán a la
terminación de la violación del derecho a la alimentación adecuada y reducirán,
y eliminarán progresivamente, el hambre y la desnutrición. Este derecho es
ahora reconocido como un derecho individual. El derecho a la alimentación
adecuada es principalmente un derecho de cada persona a una alimentación
inocua, nutritiva y culturalmente aceptable. Para implementar completamente el
derecho a la alimentación adecuada, todas las personas necesitan tener acceso
físico y económico a cantidades suficientes de alimentación inocua, nutritiva y
culturalmente aceptable y a recursos para la producción de alimentos, incluidos
acceso a tierra, agua y semillas.
2ª) Acceso a recursos productivos: Promover el acceso continuo de los
productores de pequeña escala, pastores, pescadores artesanales y pueblos
indígenas al uso sostenible de sus tierras, aguas, recursos genéticos y otros
recursos naturales utilizados para la alimentación y producción agrícola, y a
compartir equitativamente los beneficios derivados de su uso. Una reforma
agraria genuina es necesaria, que adjudique a las personas sin tierra y a los
productores, especialmente a las mujeres, la propiedad y el control sobre la tierra
39
que trabajan y que devuelva sus territorios a los pueblos indígenas.En el caso de
recursos genéticos, este acceso está visto por las organizaciones de la sociedad
civil como un acceso continuo, sin restricciones de derechos de propiedad
intelectual para semillas y razas de animales, y una biodiversidad agrícola más
amplia; y que la integridad de estos recursos genéticos no se vea comprometida
por la diseminación de OGMs y tecnologías de ingeniería genética.
3ª) Producción agroecológica9 dominante: Promover modelos agroecológicos
familiares y comunitarios de producción de alimentos, en la práctica y a través
de políticas, investigación y desarrollo, a fin de ayudar a garantizar la seguridad
alimentaria de los pueblos, especialmente de aquellos que son vulnerables al
hambre y la desnutrición, por medio de la gestión sostenible de agroecosistemas
locales para la producción de alimentos predominantemente para mercados
locales. Entre las ONGs y OSCs se reconoce y promueve cada vez más el
enfoque agroecológico de la producción agrícola como una respuesta eficaz a la
apremiante necesidad de seguridad alimentaria y de medios de vida,
principalmente pero sin carácter exclusivo, de productores familiares y
comunitarios de todo el mundo y especialmente aquellos que habitan en
ambientes complejos, susceptibles al riesgo y con recursos disponibles limitados.
Varios estudios exhaustivos han sido publicados en años recientes (Pretty y
Koohafkan, 2002; Scialabba y Hattam, 2002, pp.135 y 144; FAO, 2002b). Un
estudio publicado por la FAO y otros autores antes de la Cumbre Mundial sobre
el Desarrollo Sostenible (CMSD) en Johannesburgo en el año 2002, da cuenta de
incrementos en rendimiento de 94% en promedio, con mejores resultados que
alcanzan 600% (Pretty y Koohafkan, 2002 apud. WINDFUHR & JENNIE
JONSÉN 2005).
4ª) Comercio y mercados locales: Promover políticas de comercio equitativas que
les permitan a las comunidades y a los países vulnerables al hambre y a la
desnutrición la producción de cantidades suficientes de suministros de alimentos
inocuos y seguros. Políticas que militen en contra de los efectos negativos de las
exportaciones subvencionadas, del dumping de alimentos, de los precios
artificialmente bajos y de otros elementos semejantes que caracterizan el modelo
actual de comercio agrícola.
Las cuatro áreas prioritarias de acción arriba mencionadas están ampliamente
suscritas por todos los proponentes de la Soberanía Alimentaria y con frecuencia se las
menciona como los cuatro “pilares” o “principios” de la Soberanía Alimentaria”.
Diferencias en interpretación surgen cuando se trata de las medidas necesarias para
implementar o llevar a cabo los principios y lograr la Soberanía Alimentaria. La opinión
de muchas ONGs, OSCs y Movimientos Sociales ha sido que todas las cuestiones
relacionadas con las necesidades de agricultura y alimentación de la mayoría de los

9
Altieri (1995) define la agroecología como: “…la aplicación de conceptos y principios ecológicos para
el diseño y gestión de agroecosistemas sostenibles.” y continúa diciendo “…agroecología… es la
disciplina que proporciona los principios ecológicos básicos de cómo estudiar, diseñar y manejar
agroecosistemas que son productivos y conservan los recursos naturales y que también son culturalmente
sensibles, socialmente justos y económicamente viables. La agroecología va más allá de una vista
unidimensional de los agroecosistemas para abarcar un entendimiento de niveles ecológicos y sociales de
ecoevolución, estructura y función… Agroecología es el estudio holístico de los agroecosistemas,
incluidos todos los elementos ambientales y humanos”.

40
pueblos deberían ser retiradas de la OMC y que debería desarrollarse un nuevo proceso
de gestión fuera del actual sistema de comercio. Algunos, por ejemplo, la Unión
Nacional de Granjeros de los EE.UU (US National Farmers Union), hace un llamado
por un tratado completamente separado.
Aunque existen tales diferencias de interpretación, las discusiones entre la
sociedad civil relacionadas con el marco de política de Soberanía Alimentaria están
convergiendo. Esto no es sorprendente, ya que el concepto de Soberanía Alimentaria
surgió de un discurso político enfocado en la autodeterminación de las comunidades
locales, permitiéndoles formas autodefinidas de buscar soluciones a los problemas
locales. Mientras que la seguridad alimentaria es más un concepto técnico, y el derecho
a la alimentación un concepto jurídico, la Soberanía Alimentaria es esencialmente un
concepto político. Aunque la Soberanía Alimentaria ha ganado algún reconocimiento
fuera de los grupos de la sociedad civil y los Movimientos Sociales, y las políticas para
lograrla se están definiendo con más claridad, la pregunta que permanece es cómo
podrán los partidarios de la Soberanía Alimentaria elaborar propuestas que logren
hacerla realidad. La naturaleza exhaustiva del concepto de Soberanía Alimentaria
implica que una estrategia para lograrla tendrá que ser altamente compleja.
Fuera de las exposiciones y declaraciones que se han venido desarrollando con
el tiempo, es posible distinguir por lo menos seis propuestas concretas de políticas
para lograr la Soberanía Alimentaria (las relaciones potenciales entre los diferentes
instrumentos serán discutidas en las siguientes secciones de este documento):

 Un Código de Conducta sobre el Derecho Humano a la Alimentación que


rija las actividades de aquellos involucrados en lograr el derecho a la
alimentación, incluidas instituciones nacionales e internacionales, así como
sectores privados tales como empresas transnacionales. Desde la celebración de
la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después, la FAO y sus
miembros han desarrollado un conjunto de directrices voluntarias en apoyo a la
realización progresiva del derecho a la alimentación adecuada. La presión de la
sociedad civil para adoptar un código de conducta influyó en que se diera inicio
al trabajo sobre directrices voluntarias en el año 2003. Las directrices voluntarias
fueron adaptadas finalmente por el Consejo de la FAO en noviembre del año
2004 (el texto de las directrices se encuentra en la página Web de la FAO (FAO,
2004b). Comentarios de la sociedad civil sobre las directrices se pueden
encontrar en la página Web de FIAN internacional, www.fian.org ).
 Una Convención Internacional sobre Soberanía Alimentaria que reemplace
el actual Acuerdo sobre la Agricultura (AsA) y cláusulas relevantes de otros
acuerdos de la OMC. Entre estos se incluye el Acuerdo sobre los Aspectos de
los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (ADPIC),
el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), el Acuerdo sobre
la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (AMSF), el Acuerdo sobre
Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC), y el Acuerdo sobre Subvenciones y
Medidas Compensatorias (ASMC). La Convención implementaría, dentro del
marco internacional de políticas, la Soberanía Alimentaria y los derechos
humanos básicos de todas las personas a la alimentación inocua y sana, al
empleo rural decente y completo, a los derechos laborales y la protección, y a un
ambiente natural saludable, rico y diverso. También incorporaría reglas de
comercio sobre productos básicos alimentarios y agrícolas. Dicha convención ha
sido confirmada en varias conferencias, por ejemplo en Tailandia en octubre de

41
2003 y en el “Borrador de la Convención de los Pueblos sobre Soberanía
Alimentaria” en julio de 2004.
 Una Comisión Mundial sobre Agricultura Sostenible y Soberanía
Alimentaria establecida para realizar un diagnóstico exhaustivo de los impactos
de la liberalización del mercado sobre la Soberanía Alimentaria y la seguridad, y
para el desarrollo de propuestas para el cambio. Entre estas propuestas se
incluirían los acuerdos y reglas dentro de la OMC y otros regímenes de
comercio regionales e internacionales, así como las políticas económicas que
son promovidas por las instituciones financieras internacionales (IFIs) y bancos
multilaterales de desarrollo. Dicha comisión podría estar conformada y dirigida
por representantes de varios grupos sociales y culturales, movimientos
populares, instituciones profesionales, representantes democráticamente electos
e instituciones multilaterales adecuadas.
 Una Organización de las Naciones Unidas (ONU) reformada y fortalecida,
activa y comprometida en la protección de los derechos fundamentales de todos
los pueblos, como el foro adecuado para desarrollar y negociar reglas para la
producción sostenible y el mercado justo. La Organización de Naciones Unidas
o sus organismos subsidiarios han desarrollado varias convenciones y tratados
importantes tales como el Tratado Internacional sobre los Recursos
Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, desarrollado bajo la FAO
en armonía con el Convenio sobre la Diversidad Biológica.
 Un mecanismo independiente de solución de diferencias integrado dentro de
un Tribunal de Justicia Internacional, especialmente para evitar el dumping
y, por ejemplo, OGMs en ayuda alimentaria
 Un tratado internacional jurídicamente vinculante que defina los derechos
de los productores de pequeña escala a los activos, recursos y protecciones
jurídicas que ellos necesitan para estar en capacidad de ejercer su derecho a
producir. Semejante tratado podría ser formulado dentro del marco de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas y estar ligado a convenciones relevantes de la
ONU ya existentes. La Vía Campesina se encuentra discutiendo actualmente la
idea de exigir el desarrollo de una “Convención Internacional de Derechos
Campesinos”. Las organizaciones campesinas de Indonesia han desarrollado un
primer borrador, el cual actualmente está siendo discutido a nivel mundial
dentro de la red de la Vía Campesina.
Todas las propuestas requerirán de cambios de largo alcance en la actual
regulación de políticas internacionales de agricultura y comercio, ya que el alcance de
las principales instituciones internacionales y tratados tendría que ser cambiado. La
Soberanía Alimentaria, más que una propuesta para un cambio único de políticas en uno
de los regímenes internacionales, es un marco para cambiar la amplia gama de políticas
agrícolas en el mundo entero. Bajo el paraguas de la Soberanía Alimentaria son posibles
varios nuevos marcos institucionales. Además, no es sorprendente que las posturas de
las ONGs, OSCs y Movimientos Sociales todavía varíen tremendamente, ya que no es
una tarea fácil desarrollar un nuevo plano de instituciones y convenciones.

42
c) Seguridad Alimentaria y el Derecho a la Alimentación: su
conceptualización y diferencias con la Soberanía Alimentaria
Además de la Soberanía Alimentaria, otros dos términos han sido utilizados en
el discurso sobre la cuestión de hambre y desnutrición persistentes y en el diseño de
estrategias para su erradicación: el derecho a la alimentación adecuada y la seguridad
alimentaria. Es importante aclarar si los tres términos representan diferentes vistas o
enfoques de la lucha contra el hambre o si pueden ser vistos como formas
complementarias de describir y buscar soluciones al hambre. Una definición cuidadosa
de cada término se necesita para entender si estas tres políticas podrían ser utilizadas y
cómo hacerlo de una forma complementaria, o si reflejan análisis contradictorios de los
mismos problemas.

Derecho a la Alimentación
La política más antigua es el “Derecho a la Alimentación” que fue reconocido en
la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948. También se encuentra
incluido en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de
1976 . Por lo tanto, el derecho a la alimentación es un componente integral de los
derechos humanos. Ya que se encuentra en la categoría de un derecho humano más que
en la de un concepto político, presenta un carácter diferente al de seguridad alimentaria
o Soberanía Alimentaria. Las tres políticas fueron discutidas en los eventos paralelos de
las ONGs/OSCs y Movimientos Sociales de la CMA en 1996 y de la CMA cinco años
después en 2002.
Como un derecho humano, esto implica que un individuo puede exigirle al
Estado y a las comunidades de Estados que respeten, protejan y garanticen sus
necesidades de acceso adecuado a suficientes alimentos en una cantidad aceptable. El
derecho a la alimentación estipula derechos individuales y obligaciones estatales
relacionadas que deberán ser preservadas en la legislación nacional e internacional . En
ese sentido, el derecho a la alimentación empodera a las comunidades e individuos
oprimidos contra el Estado y otros actores poderosos.
El contenido normativo fue descrito por el Comité de la ONU sobre Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (CESCR) en su “Comentario General No. 12” (CG
12), como un seguimiento al “Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la
Alimentación” que exigía tal aclaración de los Estados miembros. En el CG 12, el
derecho a una alimentación adecuada está descrito como “el derecho de todo hombre,
mujer o niño, ya sea sólo o en común con otros, de tener acceso físico y económico, en
todo momento, a la alimentación adecuada o a medios para obtenerla de formas
consistentes con la dignidad humana”.
La definición utilizada en el CG 12 también destaca el requisito de asegurar el
acceso a una base de ingreso para cada individuo por medio del acceso a recursos
productivos (tierra, agua, semillas, razas de animales, poblaciones de peces, etc.) o a
través de trabajo, o, si ninguno de los anteriores es posible, a través de una red de
seguridad social. Cada uno de estos términos se encuentra descrito en más detalle en el
texto del CG 12. No solamente la alimentación, a la cual es posible acceder, debe estar
disponible en calidad suficiente, sino que la misma forma de acceso tiene que tener
ciertas cualidades; el acceso debe ser posible por la participación en la vida económica
haciendo uso de recursos y otros medios de obtención. Además, esta forma de acceso
debe ser sostenible.

43
El estado debe respetar, proteger y garantizar este estándar para cada persona en
su jurisdicción. La cuestión crucial entonces es determinar las obligaciones relativas al
Estado para asegurar que existan leyes y programas a través de los cuales las personas
puedan hacer realidad su derecho. Las obligaciones se encuentran mejor explicadas en
el CG 12:
“El derecho a la alimentación adecuada, al igual que cualquier otro derecho
humano, impone tres tipos o niveles de obligaciones a los Estados Partes: las
obligaciones de respetar, proteger y realizar…La obligación de respetar el acceso
existente a una alimentación adecuada requiere que los Estados no adopten medidas de
ningún tipo que tengan por resultado impedir ese acceso. La obligación de proteger
requiere que el Estado Parte adopte medidas para velar por que las empresas o los
particulares no priven a las personas del acceso a una alimentación adecuada. La
obligación de realizar (facilitar) significa que el Estado debe procurar iniciar actividades
con el fin de fortalecer el acceso y la utilización por parte de la población de los
recursos y medios que aseguren sus medios de vida, incluida la seguridad alimentaria.
Por último, cuando un individuo o un grupo sea incapaz, por razones que escapen a su
control, de disfrutar el derecho a una alimentación adecuada por los medios a su
alcance, los Estados tienen la obligación de realizar (hacer efectivo) ese derecho
directamente”.
Los Estados Partes también tienen obligaciones externas en cuanto a individuos
o grupos que habitan en otros países.
Mientras que la principal obligación bajo el Artículo 2 del Pacto es tomar
medidas para lograr la total realización del derecho a la alimentación adecuada, el CG12
aclara que (a) cada Estado tiene la “obligación de avanzar lo más rápidamente posible
para alcanzar ese objetivo”, y (b) “Cada uno de los Estados Partes se compromete a
adoptar medidas para garantizar que toda persona que se encuentre bajo su jurisdicción
tenga acceso al mínimo de alimentos esenciales,… para protegerla contra el hambre”.
Mientras que solamente los Estados son Partes del Pacto y son así responsables en
última instancia por su cumplimiento, todos los miembros de la sociedad (individuos,
familias, comunidades locales, organizaciones no gubernamentales y organizaciones de
la sociedad civil, así como el sector privado) tienen responsabilidades en la realización
del derecho a la alimentación adecuada. El Estado debería proveer un ambiente que
facilite la implementación de esas responsabilidades.
Organizaciones tales como “Organización Internacional de Derechos Humanos
por el Derecho a Alimentarse” (FIAN) han venido promoviendo el trabajo de fijar los
estándares de interpretación del derecho a la alimentación desde la Conferencia de
Viena sobre Derechos Humanos de 1993. En 1996, los delegados a la primera Cumbre
Mundial sobre la Alimentación ya mostraban interés en promover la cuestión del
derecho a la alimentación dentro de la FAO. Desde entonces, la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) celebró
tres consultas de expertos sobre el derecho a la alimentación en 1997, 1998 y 2001
respectivamente (una de las cuales fue organizada conjuntamente con la FAO). Los
resultados de estas consultas han influido en el desarrollo del CG 12. El proceso
paralelo de ONG/OSC, el cual dio inicio durante el fórum paralelo de ONGs de la CMA
en 1996, también influyó en el CG 12. En su declaración final, “Ganancias para unos
Cuantos o Alimentos para Todos”, las ONGs/OSCs exigieron el desarrollo de un
Código de Conducta sobre el derecho a la alimentación adecuada. FIAN-Internacional,

44
el Instituto Jacques Maritain y la Alianza Mundial para la Nutrición y los Derechos
Humanos (WANAHR) llevaron a cabo la elaboración del borrador de este código en
1997. Entre otros avances se incluyen el trabajo del Relator Especial de la ONU sobre el
Derecho a la Alimentación, quien fue designado por la Comisión de la ONU sobre
Derechos Humanos en el año 2000, así como varias publicaciones sobre el derecho a la
alimentación elaboradas por la FAO. En las palabras de Pierre Spitz (2002), “estos
avances son espectaculares comparados con el desarrollo del seguimiento de la FAO en
otras áreas del plan de acción de la CMA”.
El estándar de interpretación del derecho a la alimentación adecuada que logró el
CG 12 fue apoyado recientemente y con unanimidad, en la mayoría de sus elementos,
por los miembros de la FAO. En noviembre de 2004, el consejo de la FAO adoptó las
“Directrices Voluntarias en apoyo de la realización progresiva del derecho a una
alimentación adecuada en el contexto de la seguridad alimentaria nacional”. Estas
directrices voluntarias (DV) han sido desarrolladas en seguimiento a una decisión de la
Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después para tal propósito. Sobre la
decisión influyó la presión de las organizaciones de la sociedad civil que estuvieron
presentes en el foro paralelo en junio de 2002.
El texto acordado durante el proceso de negociación adopta los estándares de
interpretación del derecho a la alimentación que fueron desarrollados en años recientes
dentro del sistema de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas.
Mientras que el compromiso político para implementar las directrices voluntarias es
bastante débil en varias de sus formulaciones, las DV han dado un gran paso adelante en
la fijación de estándares. Cuestiones tales como el acceso a tierra, agua, redes de
seguridad, estándares para el uso de ayuda alimentaria, la prohibición en contra del uso
de la alimentación como arma en conflictos, etc., están claramente descritas. El texto
podría convertirse en una herramienta útil para que los actores de la sociedad civil
cuestionen a los gobiernos poco dispuestos. Las DV también abordan las
responsabilidades que los gobiernos tienen con respecto a los impactos internacionales
de sus propias políticas.
El derecho a la alimentación adecuada tiene la ventaja de estar basado en la
legislación internacional existente. El Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales forma parte de la Carta Internacional de Derechos Humanos, y,
por lo tanto, se encuentra en el centro de la legislación internacional. En ocasión de la
Convención de Viena sobre Derechos Humanos (1993), los Estados acordaron la
“primacía de las obligaciones en relación con los derechos humanos” por sobre otras
obligaciones en legislación internacional.
Por lo tanto, puede ser una fuerte herramienta en la defensa de comunidades
oprimidas y de grupos e individuos necesitados. Cuando se trata de derechos
económicos, sociales y culturales, las actuales debilidades emanan del hecho de que los
jueces y los tribunales en muchos países todavía no conocen lo suficiente sobre estos
derechos.
Por lo tanto, no hace mucho tiempo que el derecho a la alimentación comenzó a
ser utilizado en los juicios . La definición preparada por el Comité de la ONU sobre
Derechos Económicos, Sociales y Culturales en el CG 12 ya ha ganado bastante apoyo
por parte de las ONGs y OSCs, la academia y muchos gobiernos. Ahora, con las
Directrices Voluntarias, la mayoría de las normas del CG 12 están formalmente
aceptadas por los miembros de la FAO. La utilización de las Directrices Voluntarias
45
ahora proporciona una nueva herramienta en la defensa del Derecho a la Alimentación
que las organizaciones de la sociedad civil pueden utilizar en años futuros.

Seguridad Alimentaria
Seguridad alimentaria es el término más utilizado de los tres. Desde finales de la
década de los años setenta, cuando comenzó a utilizarse con regularidad, el término ha
sufrido varias reformulaciones. Por bastante tiempo hubo tantas definiciones de éste
como usuarios. La actual definición, acordada durante la Cumbre Mundial sobre la
Alimentación de 1996 es amplia: “Se dice que existe seguridad alimentaria cuando
todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes
alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimentarias y sus
preferencias en cuanto a los alimentos, a fin de llevar una vida activa y sana”. Esta es
tanto la visión como la definición de seguridad alimentaria utilizada en el “Plan de
Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación” y sobre la cual están basados los
“Sistemas de Información y Cartografía sobre Inseguridad Alimentaria y
Vulnerabilidad, (SICIAV)” coordinados por la FAO. Sin embargo, la seguridad
alimentaria es, en gran medida, la definición de un objetivo más que la de un programa
con políticas específicas. Con el tiempo será necesario cambiar las estrategias de
implementación necesarias para alcanzar la seguridad alimentaria a fin de poder abordar
nuevas amenazas o barreras.
El término seguridad alimentaria fue desarrollado en el contexto de las agencias
especializadas de la ONU que tratan con alimentación y nutrición. Luego se sostuvo que
todos los países que presentaran dificultades en la oferta nacional de alimentos deberían
tener “potencialmente” suficiente acceso a importaciones de alimentos básicos. Además
de cuestiones de políticas de comercio tales como el acceso de los países con déficit de
alimentos a los productos excedentarios, también se discutió la cuestión de la
disponibilidad mundial de productos excedentarios y el almacenamiento de reservas de
alimentos bajo el paraguas de la seguridad alimentaria mundial.
Desde un inicio se aclaró que para asegurar suficiente oferta de alimentos,
también eran necesarias medidas a nivel nacional. Por lo tanto, el “Plan de Acción de la
FAO para la Seguridad Alimentaria Mundial” adoptado en 1979 por la Conferencia de
la FAO, introdujo el término seguridad alimentaria nacional, el cual fue utilizado para
describir formas para lograr una mejor distribución nacional de alimentos. Dentro del
marco de “seguridad alimentaria nacional” se discutieron aspectos tales como reservas
de cereales, contingentes de importación y exportación, ayuda alimentaria, técnicas
agrícolas para aumentar la producción e irrigación. En esa época, estas ideas de
seguridad alimentaria se concentraban en la disponibilidad de una oferta suficiente de
alimentos en los mercados locales y estaban basadas en tasas de disponibilidad
población/alimentos y condujeron estratégicamente a políticas para aumentar la
producción.
En poco tiempo se comenzó a cuestionar si estás políticas orientadas a la
producción ayudaban a resolver los problemas de hambre y desnutrición. El trabajo
seminal de Amartya Sen (1981) sobre Pobreza y Hambrunas (Poverty and Famines)
trajo desafíos considerables al debate destacando los derechos de los individuos y
grupos para acceder a la alimentación. El debate cambió gradualmente, partiendo de la
disponibilidad general de alimentos hasta el acceso (derecho) del individuo a la
alimentación. Para la octava reunión ministerial del Consejo Mundial de la

46
Alimentación (CoMA) en 1982 fue aprobada la decisión bajo el título “Seguridad
Alimentaria para las personas”.
En 1983, el Consejo de la FAO y el CoMA dieron seguimiento a la
recomendación de una definición adicional de seguridad alimentaria que incluyera el
acceso del individuo a la alimentación (WFC, 1983; FAO, 1983b). Desde entonces se
han desarrollado, primero el concepto de seguridad alimentaria de los hogares y
posteriormente el de seguridad alimentaria individual (la definición durante la mitad de
la década de los años ochenta fue “acceso de las personas en todo momento a
suficientes alimentos para una vida activa y saludable” (utilizado por la FAO y el Banco
Mundial en 1986) (ver Eide, A., et al., 1991, pp.416-67).
A través de los años, el ámbito de la Seguridad Alimentaria se ha tornado cada
vez más exhaustivo. En la literatura académica los determinantes de la seguridad
alimentaria se encuentran descritos en una forma bastante parecida a la definición del
derecho a la alimentación. Haddad y Gillespie (2001) describen la Seguridad
Alimentaria con los siguientes determinantes: “Acceso físico a nivel nacional, acceso
físico a nivel local, acceso económico, acceso social, calidad e inocuidad de la
alimentación, acceso fisiológico, riesgo de la pérdida al acceso”.
Mientras que tal definición moderna de seguridad alimentaria se enfoca
predominantemente en el acceso del individuo a la alimentación, todavía contiene el
acceso a la alimentación en general y la compra de alimentos. Por el contrario, tanto los
debates sobre el derecho a la alimentación como los de Soberanía Alimentaria se
concentran en el acceso a recursos productivos.
El marco de Soberanía Alimentaria específicamente incluye el acceso a los
recursos y su control para la producción de alimentos. Sin embargo, la seguridad
alimentaria se convirtió en el concepto central utilizado en el proceso
intergubernamental en ocasión de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación así como
en el proceso de seguimiento, como lo muestra el título de la declaración de CMA
(“Declaración de Roma sobre Seguridad Alimentaria”). El Plan de Acción de la CMA
de 1996 reflejó todas las etapas de la definición de seguridad alimentaria y trata los
problemas de seguridad alimentaria mundial, nacional, familiar e individual.
Sin embargo, existen diferencias fundamentales en el lenguaje de la seguridad
alimentaria comparado con el lenguaje de derechos:
1ª) La seguridad alimentaria significa un estado deseable de asuntos por los cuales
los gobiernos dicen estar trabajando, sin embargo, no existe ningún vínculo
jurídico de obligaciones estatales o ningún mecanismo jurídico vinculado a estas
obligaciones que pudiera ser utilizado por los que padecen desnutrición para
defenderse de la destrucción de su acceso a la alimentación ocasionada por
terratenientes, empresas transnacionales, autoridades estatales, etc. Bajo esta
política, no se puede colocar a los Estados como (co)responsables de la situación
de hambre y desnutrición de su gente.
2ª) Junto con la discusión sobre seguridad alimentaria de los hogares o la seguridad
alimentaria individual, tiende a predominar una visión bastante conjunta de
seguridad alimentaria como una cuestión mundial, nacional o regional. De ahí la
predisposición hacia la disponibilidad mundial, nacional o regional de alimentos,
más que al acceso individual de las personas o grupos necesitados a la

47
alimentación. El análisis de los SICIAV se está tornando más exhaustivo en ese
sentido, permitiendo un mejor reconocimiento de los grupos típicos de personas
afectadas a nivel nacional o internacional. Sin embargo, existe todavía una
diferencia significativa entre esto y el enfoque de derechos que se inicia a partir
del derecho de un individuo, familia o grupo.
3ª) En muchos documentos el uso del término seguridad alimentaria carece de un
elemento crucial de derecho a la alimentación. No solamente es importante
enfocar la atención en la cantidad de alimentos que las personas están en
capacidad de acceder, sino en la forma en que las personas tienen acceso a estos
alimentos. El debate de derechos se enfoca en formas de acceso que respetan la
dignidad humana. Para el caso del derecho a la alimentación, el acceso
económico significa mucho más que poder adquisitivo adecuado para comprar
alimentos. Significa acceso a recursos para alimentarse: a tierra, a semillas y
razas de animales, a agua y recursos pesqueros, a capital básico y crédito, a
destrezas, etc., que son necesarios para producir alimentos o para ganarse un
ingreso con dignidad.
Después de décadas de discusiones sobre el término “seguridad alimentaria”
existe ahora una lista de propuestas cuidadosamente desarrolladas en el “Plan de Acción
de la CMA 1996”, de las cuales pueden hacer uso los gobiernos para diseñar políticas
eficaces contra el hambre y la desnutrición. Esto demuestra que se encuentran a
disposición muchas buenas propuestas de políticas sólidas. Por lo tanto, el debate de
seguridad alimentaria es útil como herramienta para discutir el uso de ciertas opciones
de política. Sin embargo, el término “seguridad alimentaria” tiene dos limitaciones
importantes además de los elementos descritos anteriormente. En primer lugar, no
fija ninguna prioridad cuando se trata de la implementación de políticas. En
segundo lugar, un documento como el “Plan de Acción de la CMA” contiene
recomendaciones contradictorias y, hasta la fecha, no ha habido espacios para
discutir los conflictos potenciales entre tales recomendaciones.
Mientras que pareciera que el concepto de seguridad alimentaria se entiende hoy
más y más en términos de seguridad alimentaria de los hogares o seguridad alimentaria
individual, el concepto sí mejora la forma en que los problemas claves del hambre y la
desnutrición son abordados. Sin embargo, como lo muestra por ejemplo el Informe de
Desarrollo Humano 2000 del PNUD, el significado original de seguridad alimentaria en
términos de disponibilidad general de alimentos a nivel mundial y nacional es todavía la
norma para la mayoría de agencias internacionales.
Como indicadores de seguridad alimentaria, el IDH 2000 utiliza datos sobre los
promedios nacionales de oferta calórica de alimentos, proteínas y grasas diaria per
cápita, el índice de producción de alimentos, importación de alimentos y ayuda
alimentaria. A pesar de las buenas intenciones de las agencias, el proceso de ampliación
y cambio del entendimiento dominante del concepto parece ser largo y difícil. Sin
embargo, el debate dentro de la FAO y las agencias de alimentación de la ONU se torna
cada vez más orientado hacia la “dimensión del acceso”, particularmente a través del
trabajo de los SICIAV. Todavía está por verse cuál interpretación se tornará más fuerte
políticamente. Con todo, muchos formadores de opinión importantes prefieren
concentrarse en la disponibilidad mundial y nacional de alimentos, incluidos, en
particular, aquellos que utilizan estos datos para la promoción del uso de nuevas
tecnologías agrícolas (industriales) para aumentar los rendimientos y la productividad.

48
En gran parte la seguridad alimentaria es la definición de un objetivo y por lo
tanto es un término que ha sido interpretado muy ampliamente. La definición de un
objetivo no recomienda automáticamente un programa específico para lograr ese
objetivo. Igualmente, el Derecho a la Alimentación es un concepto que no descansa
sobre un conjunto particular de políticas, sino se concentra en las obligaciones de los
Estados y en permitirles a las personas que se encuentran afectadas negativamente a que
hagan uso de remedios jurídicos para que sus derechos sean reconocidos. Los Estados
deben garantizar el Derecho a la Alimentación pero tienen un amplio margen de
discreción sobre cómo implementarlo. Sin embargo, la Soberanía Alimentaria es una
propuesta de políticas más precisa, con proponentes cuestionando la inactividad política
u otros fracasos en el seguimiento de políticas adecuadas. Por lo tanto, el ámbito de
estos tres términos no es estrictamente comparable debido a sus diferentes
naturalezas. Lo que puede compararse y contrastarse son las consecuencias
políticas que podrían darse como resultado de la implementación de los diferentes
conceptos desarrollados hasta la fecha. (WINDFUHR & JENNIE JONSÉN. 2005.)
Tanto el Derecho a la Alimentación Adecuada como la Seguridad Alimentaria
ponen énfasis en el acceso económico de los individuos o de los hogares a la
alimentación. El Derecho a la Alimentación adicionalmente se concentra en el acceso
económico a ingresos (o recursos para la producción de alimentos). Además, el valor
agregado que le da el enfoque de derechos es que aborda las obligaciones y
responsabilidades de todos los titulares del deber. Esto legitima a los individuos y
grupos para exigirle al Estado, o Estados que actúan en conjunto, que respeten, protejan
y garanticen su acceso a la alimentación adecuada.
El marco de Soberanía Alimentaria también aplica un enfoque de derechos.
Incluye el aspecto de los derechos al acceso de los agricultores de pequeña escala,
pastores y pescadores artesanales a recursos para la producción de alimentos, así como
el derecho a la alimentación y disponibilidad de mercados justos. Está redactado más
desde una perspectiva rural donde se encuentra la mayoría de la pobreza difícil de
manejar, y puede ser visto como un nuevo plano para políticas de desarrollo rural. A
diferencia de la seguridad alimentaria, la cual es un conjunto de objetivos para políticas
de alimentación y nutrición, el marco de Soberanía Alimentaria está formulado como
una postura alternativa de políticas a la agricultura industrial liberalizada y conjuga
elementos de diferentes áreas de políticas en un marco.
Abarca cuestiones que ya están reconocidas en el marco jurídico internacional
(p. ej. el Derecho a la Alimentación), pero también incluye otros aspectos haciendo uso
de jerga de derechos, los cuales hasta la fecha no son parte de la legislación
internacional, tales como “el derecho a la Soberanía Alimentaria” o el “derecho a
producir”. La jerga de derechos es utilizada como apoyo a las demandas políticas
mostrando que estos objetivos tienen que ser implementados para realizar derechos que
son considerados como derechos básicos por las comunidades afectadas. El marco
abarca los derechos de los individuos y los derechos de todas las personas al mismo
tiempo. Aunque ambos enfoques son posibles, se necesita de más precisión en el uso de
la jerga de derechos. La expansión política de la jerga de derechos contiene el riesgo de
que aquellos derechos, que ya son legalmente vinculantes, puedan ser vistos más como
exigencias políticas.

49
d) La Soberanía Alimentaria: principales desafíos y limitaciones para su
implementación.
Los partidarios de la Soberanía Alimentaria la apoyan particularmente porque
ven la necesidad de reformular los elementos centrales del modelo actual de desarrollo
rural. Nunca es fácil abogar por cambios sustanciales en un área de política, ya que se
necesitan pruebas de que el modelo actual no está funcionando adecuadamente o de que
está produciendo un resultado negativo o demasiados efectos secundarios involuntarios.
El marco de Soberanía Alimentaria reconoce que aquellos que habitan en
comunidades agrícolas, pesqueras y de pastoreo necesitan apoyo especial para vencer
los problemas de hambre, desnutrición y pobreza rural de una forma ambientalmente
sostenible. Afirma que el modelo actual es sustancialmente incapaz de reducir el
número de personas que padecen hambre o desnutrición. Sin embargo, mientras que el
sistema actual todavía aparenta ser productivo en términos de rendimiento global,
existen problemas con la distribución de los beneficios a la gente pobre y hambrienta y
sus métodos de producción insostenibles conducen a la marginación de los productores
de pequeña escala y a amenazas ambientales de largo plazo. Por lo tanto, se requiere de
una reevaluación urgente de las políticas agrícolas y rurales para invertir estas
tendencias negativas. Ya no debería aceptarse la afirmación de que un mayor
crecimiento en los rendimientos agrícolas (y más crecimiento económico general)
automáticamente brindará beneficios sustanciales a todas las personas que habitan en
áreas rurales.
Según WINDFUHR & JONSÉN (2005) es posible identificar seis restricciones y
contra argumentos que pueden ser utilizados para cuestionar el marco:
1º) El primer cuestionamiento proviene de los paradigmas de desarrollo actuales,
los cuales están construidos sobre una combinación de elementos que pueden ser
agrupados bajo tres títulos:
a) Precondiciones políticas tales como democracia, buena gobernancia y ausencia
de corrupción.
b) El modelo de política macroeconómica basado en mercados abiertos y
seguridad alimentaria basada en el comercio, y
c) La actual agenda de desarrollo o agenda social que impulsa el éxito de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODMs), los cuales también contienen
elementos de “a” y “b”).
El marco de Soberanía Alimentaria es una contrapropuesta al marco de
política macroeconómica neoliberal. No está dirigida contra el comercio per se,
pero está basada en la realidad de que las actuales prácticas y reglas de comercio
internacional no funcionan a favor de los productores de pequeña escala. Aunque la
apertura de mercados en los países en vías de desarrollo es una exigencia clave de
muchas ONGs de desarrollo, el marco de Soberanía Alimentaria clama por el
derecho de las naciones y los pueblos a restringir el comercio, si esto fuera
necesario para proteger a los productores de pequeña escala y otras comunidades
rurales marginadas contra el dumping y la competencia desleal.
El enfoque de la Soberanía Alimentaria es garantizar condiciones de
comercialización que no representen ninguna amenaza para los productores de pequeña
escala. Muchos partidarios de la Soberanía Alimentaria, por ejemplo la Vía Campesina,

50
rechazan las propuestas de reformar la OMC limitando el comercio bajo ciertas
condiciones, como la utilización de un “compartimiento de desarrollo” (esto es.
brindándole a los países en vías de desarrollo ciertas exenciones), aunque esto sea
apoyado por algunos países en vías de desarrollo. La Vía Campesina teme que la
Soberanía Alimentaria podría entonces ser implementada bajo las reglas de la OMC,
tales como liberalización, no discriminación y la cláusula de “nación más favorecida”.
Por otro lado, la Soberanía Alimentaria no es una política anti-comercio, sino supone
más bien una exigencia por un sistema de comercio basado en principios
fundamentalmente diferentes, tales como aquellos que promueven el comercio local y
una apertura de mercados cuidadosa y controlada.
2º) El segundo cuestionamiento proviene de aquellos que se enfocan más en una
perspectiva global de seguridad alimentaria, utilizando argumentos que están más
orientados a la producción. Por muchos años el enfoque de las políticas agrícolas estuvo
en el aumento de la producción global por medio de tecnología de punta, haciendo uso
de variedades de alto rendimiento y de la aplicación óptima de insumos y riego. Esto ha
aumentado la producción global de alimentos a un ritmo constante durante la última
mitad del siglo y ha evitado aumentos severos en la cantidad de personas que padecen
hambre y desnutrición, mientras la población mundial ha venido en aumento. Sin
embargo, quedan todavía muchas preguntas. ¿Estarán los productores de pequeña
escala, los pastores y los pescadores artesanales en capacidad de aumentar la producción
global en cantidades suficientes, particularmente si el apoyo para los productores
marginados se combina con la agroecología? ¿Una nueva política basada en los
intereses de los productores de pequeña escala, pastores y pescadores artesanales
tomará en cuenta la necesidad futura de incrementar la producción de alimentos para la
creciente población mundial? ¿Existe algún riesgo de que las políticas de Soberanía
Alimentaria favorezcan a los productores que son menos “eficientes” en términos
económicos convencionales?
De hecho, parece que los expertos que analizan las causas del hambre y la
desnutrición de vez en cuando apoyan el enfoque de Soberanía Alimentaria en
comunidades rurales y fincas familiares de productores de pequeña escala. Por ejemplo,
el Grupo de Trabajo sobre el Hambre del Proyecto del Milenio argumentaba que: “En el
caso de ambientes de alto riesgo, se está desarrollando un paradigma diferente, enfocado
más en la interacción entre las tecnologías agrícolas desarrolladas localmente y la
gestión mejorada de recursos naturales” (UNDP, 2003b, p.9). Los autores del Grupo de
Trabajo también destacaron la importancia que tendrá enfocar futuras estrategias en
tecnologías adaptadas localmente, aunque esto no fue llevado al nivel de las
recomendaciones en su informe final (UNDP, 2005).
Ha sido demostrado que los rendimientos de los productores de pequeña escala,
incluso en los ambientes de alto riego, pueden incrementarse de tres a cuatro veces por
medio del uso de técnicas localmente adaptadas. Por lo tanto, en cualquier estrategia
futura para aumentar el rendimiento mundial de alimentos será más adecuado enfocar la
investigación en los agricultores de pequeña escala, incluidos aquellos en ambientes
marginales. Además, un creciente número de estudios apoyan la necesidad de
desarrollar prácticas agrícolas más diversas, basadas en la agroecología, para todos los
tipos de sistemas de producción. Sistemas en los cuales la producción de alimentos, los
sistemas biológicos de apoyo como la polinización y el control de plagas y los servicios
del ecosistema tales como el agua limpia, la conservación de suelos y la protección de

51
las cuencas hidrográficas son reconocidos como una producción importante de los
paisajes agrícolas (Altieri, 1995).
3º) Otro cuestionamiento del marco de Seguridad Alimentaria está
particularmente ligado al uso del término “soberanía”. El cuestionamiento es doble:
a) ¿Es todavía posible la utilización del término en tiempos de la globalización?
¿No se trata de un punto de vista pasado de moda, casi romántico que no
reconoce la necesidad de abrir las economías y la necesidad del intercambio
internacional de ideas, mercancías, servicios, turismo, etc.?
b) ¿Es todavía útil referirse al Estado Nación como un agente para el desarrollo de
políticas, o el Estado Nación ya se ha tornado muy débil? El dilema moderno del
Estado Nación ha sido elocuentemente reducido a una frase en el Informe de
Desarrollo Humano 2000 del PNUD: “El Estado Nación es muy grande para las
cosas pequeñas y demasiado pequeño para las cosas grandes”. ¿Qué tan utiles
pueden ser las políticas de Soberanía Alimentaria en una época en que el
mecanismo de gobernancia de esas políticas, el Estado Nación, se está tornando
cada vez más débil?
La primera respuesta a estos cuestionamientos profundos es que la
Soberanía Alimentaria no se refiere primariamente a la soberanía del Estado
Nación. Una definición nueva y moderna de Soberanía Alimentaria se encuentra en las
diferentes interpretaciones de Soberanía Alimentaria. La soberanía es utilizada para
exigir el derecho a controlar las políticas, la distribución de recursos y la toma de
decisiones nacional e internacional para todos aquellos que se ven directamente
afectados por estas políticas. Por lo tanto, el término contiene una mayor
connotación de democracia local, desarrollo participativo y subsidiariedad que de
formulación de políticas nacionales y burocracias gubernamentales. Sin embargo,
también se pueden encontrar textos de Soberanía Alimentaria que se concentran más en
los “derechos de los pueblos y las naciones” que en las comunidades locales.
Una de las preguntas que sigue sin responderse en los debates es ¿qué es lo que
realmente se quiere decir con el término Soberanía Alimentaria? Los diferentes textos
que tratan sobre Soberanía Alimentaria no utilizan una definición consecuente pero
todos exigen una mayor democracia en la determinación de sistemas alimentarios y
agrícolas locales. La Soberanía Alimentaria destaca la interferencia negativa de las
políticas internacionales sobre las vidas de las comunidades locales y los productores de
pequeña escala, pastores y pescadores artesanales y la necesidad de reafirmar la
autonomía local a fin de resolver los problemas de la pobreza y el hambre. Pero también
ha sido utilizada para dejar claro que el papel del Estado Nación todavía es importante y
que es necesario reconsiderar cuidadosamente qué debería ser regulado local, nacional e
internacionalmente. La Soberanía Alimentaria es un llamado para recordarnos que
el mismo proceso de la globalización es un proceso político que puede ser
cambiado. También es un llamado para animar y promover una discusión sobre
opciones diferentes y alternativas para un futuro desarrollo de políticas en el
sector agrícola que no están completamente dominadas por el proyecto de la
globalización. Es exigir un modelo de desarrollo que devuelve a las comunidades
locales el control sobre los recursos. No obstante, se mantiene un conflicto potencial
entre las ventajas del control local y la soberanía y las ventajas de carecer de prejuicios
ante nuevas políticas controladas internacionalmente.

52
4º) El marco de Soberanía Alimentaria es cuestionado por la pregunta de la
necesidad de una gobernancia más global. Qué tanta “gobernancia global” es necesaria
en el futuro es un debate continuo en relaciones internacionales y entre ONGs/OSCs y
movimientos sociales. ¿No sería más prudente invertir más energías en desarrollar los
instrumentos internacionales correctos en vez de concentrarse en soberanía y
democracia mejorada a nivel nacional o incluso en los niveles locales? Una de las
ventajas del marco de Soberanía Alimentaria es que aborda tanto las nuevas
regulaciones internacionales, así como la necesidad de descentralizar la toma de
decisiones en niveles locales o nacionales. El mensaje central de la Soberanía
Alimentaria es que es necesario asegurar la reanimación del desarrollo rural y de las
políticas rurales en las políticas internacionales.
5º) ¿Existe algún espacio para nuevas convenciones o nuevos instrumentos
jurídicos para asegurar la Soberanía Alimentaria? En los diferentes textos sobre
Soberanía Alimentaria se presentan varias propuestas para nuevos instrumentos
jurídicos internacionales tales como una Convención sobre Soberanía Alimentaria; un
tratado internacional sobre los derechos de los productores de pequeña escala, pastores
y pescadores artesanales; una Nueva Comisión Mundial sobre Agricultura Sostenible y
Soberanía Alimentaria; una Organización de las Naciones Unidas reformada y
fortalecida; y un nuevo mecanismo de solución de diferencias. La variedad de
instrumentos y el ámbito de los cambios propuestos son considerables.
¿Sería más adecuado diseñar un número limitado de propuestas de políticas
fijadas en un marco cronológico realista, en vez de proponer cambios radicales en el
sistema actual de la Organización de Naciones Unidas? Esta es una pregunta clave para
todas las recomendaciones estratégicas que se han hecho sobre Soberanía Alimentaria.
Se puede sostener que los instrumentos que han sido propuestos hasta la fecha no
son un paquete coherente, sino más bien un listado de ideas incompletas, y de esta
manera no son útiles en su totalidad. En lo que todos los partidarios de la
Soberanía Alimentaria hacen hincapié es que son necesarios los cambios drásticos
en muchas áreas de políticas para implementar este nuevo marco de política y
reducir el hambre y la pobreza. Sin embargo, la Soberanía Alimentaria no ha sido
lo suficientemente definida y establecida como un marco conceptual para estar en
capacidad de decidir con precisión qué instrumentos jurídicos e infraestructura se
requerirán para apoyarlo en los niveles nacionales e internacionales.
6º) El marco de Soberanía Alimentaria confunde el uso que le da al término
“derechos humanos”. El problema es que se mezclan dos formas diferentes de aplicar
los conceptos de “derechos”. En primer lugar, se afirma que el derecho a la
alimentación es un derecho humano fundamental para cada individuo y comunidad. Es
necesario establecer este derecho humano separadamente de la forma más conceptual de
la palabra “derecho” en un contexto político: el derecho a producir alimentos o el
derecho a la Soberanía Alimentaria no ha sido reconocido internacionalmente
hasta la fecha. Sería útil separar el uso político de la terminología de derechos del de la
terminología jurídica, ya que el derecho a la alimentación, un instrumento internacional
establecido, ya puede ser exigido en los tribunales. El derecho a la alimentación abarca
particularmente reglas y regulaciones para los Estados ante la población que habita en
su territorio, pero también incluye obligaciones extraterritoriales.

53
La Soberanía Alimentaria plantea desafíos políticos que requieren que los
Estados recuperen el espacio político necesario para conducir su lucha contra el hambre
y estén en capacidad de implementar completamente sus obligaciones para con sus
ciudadanos para garantizar tanto su Derecho a la Alimentación Adecuada, así como sus
otros derechos humanos. Además, los Estados deberían proporcionar un ambiente que
facilite la implementación de todas las obligaciones de derechos humanos. Sin embargo,
la disponibilidad del espacio de política necesario no conduce automáticamente a
políticas nacionales que promuevan o siquiera consideren el interés de los productores
de pequeña escala, pastores y pescadores artesanales o de las áreas rurales porque los
gobiernos nacionales con frecuencia no son respetuosos de las necesidades de los
segmentos más pobres de sus sociedades. Por lo tanto, el derecho a la alimentación es
un elemento adicional importante ya que es una forma de hacer que los gobiernos
nacionales se hagan responsables de las personas que padecen hambre y desnutrición.
Para resumir, el marco de Soberanía Alimentaria deja expedito el camino para
que se le brinde atención especial a la gobernancia internacional de la alimentación y la
agricultura y a las causas internacionales del hambre y la desnutrición. También anima a
una discusión sobre el espacio de política que debe existir para animar (pero no
necesariamente garantizar) la creación de políticas nacionales que apuntan a la
reducción de la pobreza rural y a la eliminación del hambre y la desnutrición. Sin
embargo, el derecho a la alimentación adecuada es un instrumento jurídico de referencia
y proporciona estándares jurídicos para todas las medidas y políticas emprendidas por
cada Estado para asegurar el acceso a la alimentación adecuada de todas las personas.
Requiere que el espacio de política disponible sea utilizado adecuadamente y que los
Estados implementen sus obligaciones, tanto del derecho a la alimentación adecuada
como de otros derechos humanos.
La clave para reducir el hambre, la desnutrición y la pobreza rural es un enfoque
renovado en el desarrollo rural y en las áreas rurales. Incluso en las próximas cuatro
décadas la mayoría de los pobres habitarán en áreas rurales. El marco de Soberanía
Alimentaria constituye una contribución importante a la discusión actual abordando las
necesidades y exigencias de aquellos que padecen hambre y desnutrición, y, por
consiguiente, amerita más elaboración. (Idem)
6) Situación actual y perspectivas futuras para la Soberanía Alimentaria:
un choque de modelos.
En realidad la hambruna no cede, precisamente porque el sistema capitalista
utiliza los alimentos y la naturaleza como herramientas de especulación y palancas de
acumulación. Debemos destacar que lejos de disminuir, el numero de hambrientos en el
mundo se incrementó hasta llegar a mil 20 millones, o sea, uno de cada seis humanos.
Esto es un hecho real y objetivo a pesar de la propuesta lanzada por la FAO en 1992 de
reducir a la mitad el número de gente que padece hambre en el mundo. Cien millones
más se agregarán a consecuencia de la actual crisis económica. Nunca en la historia de
la humanidad había habido tantas personas que padecen hambre como en este
hipertecnologizado siglo XXI.
Estas cifras han escandalizado en reuniones internacionales, han rasgado
vestiduras y provocado posicionamientos. Existen dos modelos de agricultura,
desarrollo rural y producción alimentaria (Ver Figura). Por un lado tenemos el modelo
de exportación agrícola basado en la lógica neoliberal del libre comercio, la
privatización y la mercantilización de la tierra, el agua, los bosques, la pesca, las
54
semillas, los conocimientos y la vida propiamente dicha. Se guía por un afán de
beneficios empresariales y el fomento de la producción con fines de exportación, y es el
causante de la creciente concentración de explotaciones, recursos y cadenas de
producción y distribución de alimentos y otros productos agrícolas en manos de un
número reducido de empresas. Los precios de los cultivos alimentarios y los bienes
agrícolas que reciben los productores disminuyen constantemente debido al dumping y
otros factores, así como los salarios de los agricultores y trabajadores. Sin embargo, los
precios al consumidor siguen aumentando. El modelo es intensivo en productos
químicos y está causando daños incalculables al medio ambiente y a la salud de los
productores, trabajadores y consumidores por igual.
Por otro lado tenemos el modelo de la soberanía alimentaria basado en la
agricultura familiar, por otro lado, da prioridad a la producción local de alimentos para
los mercados locales y nacionales, contrarresta el dumping y recurre a prácticas de
producción sostenibles basadas en los conocimientos locales. Los datos muestran que
este modelo puede ser más productivo por unidad de superficie, más racional desde el
punto de vista ecológico y mucho más capaz de dar a las familias campesinas una vida
decente y digna, ofreciendo al mismo tiempo a los consumidores rurales y urbanos
alimentos sanos, asequibles y producidos a nivel local. Sin embargo, el modelo de
exportación agrícola neoliberal que impera hoy en día está provocando la extinción de
la agricultura familiar.
Cuadro 6. Modelo Dominante (Agronegócio) versus Modelo de Soberanía
Alimentaria
Tema Modelo Dominante Modelo Soberanía Alimentar
(Agronegocio).
1) Comercio Libre comercio para todo. Alimentos y agricultura fuera de
los acuerdos comerciales.
2) Prioridad Agroexportaciones. Alimentos para mercados locales.
productiva
3) Precios de los “Lo que el mercado dicte” (dejar Precios justos que cubren los
cultivos intactos los mecanismos que costos de producción y permiten a
imponen precios bajos) los agricultores una vida digna.
4) Acceso a los Acceso a los mercados externos. Acceso a los mercados locales; y
mercados fin del desplazamiento de los
agricultores de sus propios
mercados debido a la industria
agropecuaria
5) Subsídios Mientras se trata de prohibirlos en Los subsidios que no perjudican a
el Tercer muchos subsidios están otros países (vía dumping) son
permitidos en los Estados Unidos y aceptables; p.ej. garantizar que los
Europa – pero se pagan solo a los subsidios sean sólo para
agricultores más grandes. agricultores familiares, para la
comercialización directa, el apoyo
de los precios y/o ingresos, la
conservación del suelo, la
conversión a agricultura
sostenible, la investigación, etc.
6) Alimentos Principalmente una mercancía; en Un derecho humano:
la práctica esto significa alimentos específicamente deberían ser
procesados, contaminados, llenos saludables, nutritivos, asequibles,
de grasas, azúcar, jarabe alta- culturalmente apropiados y
fructosa de maíz, y con gran producidos localmente.
cantidad de residuos tóxicos
7) Producir Una opción para los más eficientes. Un derecho de los pueblos rurales.

55
8) Hambre Debido a la baja productividad. Un problema de acceso y
distribución; debido a la pobreza y
a la desigualdad.
9) Seguridad Se logra importando alimentos Es mayor cuando la producción de
alimentaria desde donde son más barato. alimentos está en manos de los
pobres mismos, y cuando los
alimentos se producen localmente.
10) Control sobre los Privatizado. Local controlado por la comunidad.
recursos
productivos (tierras,
agua, bosques)
11) Acceso a la tierra A través de los mercados. A través de una reforma agraria
genuina; sin acceso a la tierra, lo
demás carece de sentido.
12) Semillas Una mercancía patentable. Una herencia común de la los
pueblos, al servicio de la
humanidad; “no a los patentes
sobre la vida.”
13) Crédito e Del sector privado. Del sector público, dirigidos a la
inversiones rurales agricultura familiar.

14) Dumping. No es un problema Debe prohibirse.


15) Monopolio No es un problema. La raíz de la mayor parte de los
problemas: los monopolios deben
ser prohibidos.
16) Sobre-producción No hay tal cosa, por definición. Conduce a una baja de los precios
y lleva a los agricultores hacia la
pobreza; se necesitan políticas de
manejo de la oferta en los EEUU y
la Unión Europea.
17) Organismos La onda del futuro. Peligrosos para la salud y el medio
Genéticamente ambiente; una tecnología
Modificados innecesaria; deben ser prohibidos.
(OGMs)

18) Tecnología Monocultivo, requiere muchos Métodos agroecológicos y


agropecuaria agrotóxicos; usa OGMs. sustentables, no usa OGMs.
Industrial
19) Agricultores Anacronismos; el ineficiente Guardianes de la biodiversidad de
desaparecerá. los cultivos, administradores de los
recursos naturales productivos;
depositarios del conocimiento; el
mercado interno y la base para un
desarrollo amplio e incluyente
20) Consumidores Trabajadores a quienes les pagan Deben recibir salarios justos y
urbanos tan poco como se pueda. dignos.

Fuente: Peter Rosset, 2004. “Food Sovereignty: Global Rallying Cry of Farmer Movements.” Institute
for Food and Development Policy Backgrounder vol. 9, no. 4, Fall 2003, 4 pp.

Debemos destacar que quienes imponen el modelo do agronegócio baseado en el


libre comercio no se conforman con el libre flujo de capitales y mercancías; ahora
exigen el libre acceso a las tierras y recursos naturales estratégicos. La crisis
energética y la crisis alimentaria generan un nuevo proceso de apropiación de

56
tierras10 a escala global: de pronto, países ricos en divisas, en industria o con gran
expansión económica ven que las perspectivas de producir suficientes alimentos para su
población o de tener fuentes alternas y renovables de energía son escasas y de corto
plazo. Entonces buscan con todo hacerse de tierras, así sea en otros continentes, para
cultivar granos básicos o biocombustibles, como la caña de azúcar o la palma africana.
Una nueva oleada de la economía de plantaciones.
Las naciones del Golfo Pérsico, como Qatar y los Emiratos Árabes, han
adquirido amplias extensiones de tierra arable en África, Asia, e incluso en el este de
Europa. China también ha invertido en África. Arabia Saudita ha comprado cientos de
miles de hectáreas en Sudán y Etiopía. Mayúsculo sinsentido: estos dos países son
grandes receptores de ayuda alimentaria mundial y, sin embargo, venden sus tierras para
exportar trigo a uno de los países más ricos del mundo. El gobierno de Corea del Sur, en
lugar de apoyar a sus muy combativos campesinos, busca tierras ultramar para que sus
compañías produzcan alimentos. Estuvo a punto de comprar prácticamente la mitad a la
isla de Madagascar, si no fuera porque una fuerte movilización de la sociedad malgache
impidió el trato. (Ver GRAIN 2008)
Según la propia GRAIN lo que demuestra este auge de adquisición de tierras es
que los gobiernos perdieron la fe en el mercado. Esa fe ya había sido sacudida por la
crisis alimentaria mundial, cuando los países se vieron súbitamente enfrentados a una
situación de falsa escasez, ocasionada por la especulación más que por la oferta y la
demanda. Los Estados del Golfo, entre otros especuladores de tierras, son bastante
lúcidos acerca de su intención de (1º) asegurar el abastecimiento de alimentos a través
de la propiedad directa o del control de tierras agrícolas extranjeras, y (2º) excluir lo
más posible a comercializadores y otros intermediarios para reducir en un 20-25% el
gasto de la importación de alimentos. En efecto, se han visto forzados a ir a lugares
como Islamabad y Bangkok y pedirles a los gobiernos allí que levanten su prohibición
de exportación de arroz de manera especial para sus establecimientos agrícolas. Queda
de manifiesto el desprecio subyacente que todo esto demuestra por los mercados
abiertos y el comercio libre, tan laureados por los asesores occidentales en las últimas
cuatro décadas.
Otra cuestión fundamental es que los trabajadores, los agricultores y las
comunidades locales inevitablemente perderán acceso a la tierra para la
producción local de alimentos. Sencillamente se está entregando la base misma
sobre la cual construir la soberanía alimentaria. Los gobiernos, los inversionistas y
los organismos de desarrollo que participan en esos proyectos argumentarán que se
crearán puestos de trabajo y algo de alimentos quedará. Pero eso no reemplaza la tierra
y la posibilidad de trabajar y vivir de ella. De hecho, lo que debería ser obvio es que el
problema real con la apropiación actual de la tierra no es simplemente el asunto de darle
a extranjeros el control de tierras agrícolas nacionales. Es la reestructuración. Esas
tierras serán transformadas de pequeñas propiedades o bosques en grandes fincas
industriales conectadas a grandes mercados lejanos. Los agricultores no volverán a ser
más agricultores reales, haya o no trabajo. Ésta será probablemente la mayor
consecuencia. (GRAIN 2008)

10
Ver GRAIN, Se adueñan de la tierra. El proceso de acaparamiento agrario por seguridad
alimentaria y de negocios en 2008, Disponible In: http://www.grain.org/articles/?id=40.

57
6. Casos prácticos.
El Hambre en América Latina y el Caribe
De acuerdo con las estimaciones desagregadas por países de la FAO,
correspondiente al periodo 2003-2005, en el mundo existen alrededor de 850 millones
de personas padecen hambre, de las cuales la gran mayoría se encuentra en los países en
desarrollo (ver Cuadro no 7). Dentro de este grupo de países, África Subsahariana es la
región con mayor prevalencia de subnutrición, donde una de cada tres personas está
privada de acceso a una alimentación suficiente (FAO, 2006).
El primer objetivo de desarrollo del milenio es disminuir la pobreza extrema y el
hambre en un plazo de 25 años. Para ello se definió una meta de reducir a la mitad el
porcentaje de personas que viven en extrema pobreza o indigencia entre 1990 y 2015.
En el año inicial, la pobreza extrema en la región afectaba al 22,5% de la población y la
proyección para 2008 indica que el porcentaje se habría reducido a 12,9%.
Habrá que analizar, el impacto que tendrá (en el cumplimiento de este objetivo
del milenio) la crisis económicas de finales de 2008 y su incidencia en la proyección
hacia adelante en los niveles de pobreza, particularmente en cuanto al aumento del
desempleo, por una parte, y al aumento del precio de los alimentos básicos por otra,
ambos elementos muy importantes en la determinación de la pobreza rural.
Por su parte, si bien América Latina y el Caribe han logrado avances importantes
desde el periodo 1990-1992, aún queda un largo camino por recorrer hacia el
cumplimiento de las Metas del Milenio, y especialmente hacia la meta establecida en la
Cumbre Mundial de la Alimentación. En ese sentido, el problema del hambre persiste
afectando en el 2003-2005 a aproximadamente 45 millones de personas, pese a que se
trata de una región que produce alrededor de 30% más alimentos que los necesarios para
satisfacer las necesidades energéticas mínimas de todos sus habitantes.
Cuadro 7. Población e Incidencia de la Subnutrición en el Mundo y
América Latina y el Caribe

Fuente: FAO (2008)

Respecto al combate a la pobreza, si bien en ALC se ha reducido de forma


importante el porcentaje de la población en condiciones de pobreza e indigencia entre
1980 y 2008, las cifras absolutas aún evidencian una situación preocupante: el número
de personas indigentes y pobres al 2008 está por encima de los niveles observados

58
en el año 1980, y ligeramente por debajo de las cifras del año 1990. Mientras en
1980 se estimaba que alrededor de 136 millones de personas en ALC era pobre, la cifra
para 2008 se situaba en aproximadamente 182 millones de personas, equivalente al 33%
de la población de la Región (ver Figura no 14).

Figura 14. Evolución de la Pobreza e Indigencia en América Latina y el Caribe (1980-2008)

Fuente: Panorama Social de América Latina (CEPAL, 2008)

En el año 2007, la pobreza alcanza al 34,1% de la población de la región. De


este porcentaje, quienes viven en condiciones de indigencia representan un 12,6%. Estas
cifras significan que en 2007 hubo 184 millones de personas pobres, incluyendo 68
millones de indigentes (véanse los cuadros 8 y 9).
Según la CEPAL (2008), los datos de 2007 dan cuenta de una tendencia
continuada a la disminución de la pobreza y de la indigencia en la región desde 2004.
Con respecto al año 2006, la pobreza se redujo 2,2 puntos porcentuales, mientras que la
indigencia también lo hizo 0,7 puntos porcentuales. (Ver Cuadro 8)
La disminución de la pobreza y la indigencia se ha manifestado también en el
número de personas por debajo de las líneas de pobreza e indigencia, que se redujeron,
en términos netos, 9 millones y 3 millones, respectivamente, entre 2006 y 2007. Por
tanto, el número de personas pobres ha disminuido aproximadamente 37 millones con
respecto a 2002 y en esa cifra se incluyen 29 millones de indigentes.
Si se comparan las cifras actuales con las de 1990, se constata que la situación
actual de la región es visiblemente diferente a la de hace 17 años. Si bien el porcentaje
de latinoamericanos que vive en condiciones de privación sigue siendo muy elevado,
este ha descendido 14 puntos porcentuales desde inicios de la década de 1990. En el
caso de la pobreza extrema, la reducción ha sido aún más significativa: mientras en
1990 una de cada dos personas pobres era indigente, actualmente la relación es de una
de cada tres.

59
Cuadro no 8: América Latina: Incidencia de la pobreza y la indigencia,
1980-2007a (En porcentajes de personas)

POBRESb INDIGENTESc
Total Urbano Rural Total Urbano Rural
1980 40,5 29,8 59,9 18,6 10,6 32,7
1990 48,3 41,4 65,4 22,5 15,3 40,4
1997 43,5 36,5 63 19 12 37,6
1999 43,8 37,1 63,7 18,5 11,9 38,3
2002 44,0 38,4 61,8 19,4 13,5 37,9
2005 39,8 34,1 58,8 15,4 10,3 32,5
2006 36,3 31,0 54 13,3 8,5 29,2
2007 34,1 28,9 52,1 12,6 8,1 28,1
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de
tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a) Estimación
correspondiente a 18 países de la región más Haití. b) Porcentaje de personas con ingresos inferiores a la
línea de pobreza. Incluye a las personas que se encuentran en situación de indigencia. c) Porcentaje de
personas con ingresos inferiores a la línea de indigencia.

Cuadro no 9: América Latina: Población pobre e indigente, 1980-2007a (En


millones de personas)

POBRESb INDIGENTESc
Total Urbano Rural Total Urbano Rural
1980 135,9 62,9 73,0 62,4 22,5 39,9
1990 200,2 121,7 78,5 93,4 45 48,4
1997 203,8 125,7 78,2 88,8 42,2 46,6
1999 211,4 134,2 77,2 89,4 43 46,4
2002 221,4 146,7 74,8 97,4 51,6 45,8
2005 209 137,9 71,1 81,1 41,8 39,3
2006 193,5 127,2 66,3 70,6 34,7 35,9
2007 183,9 121 62,9 67,8 33,9 33,9
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de
tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a) Estimación
correspondiente a 18 países de la región más Haití. b) Porcentaje de personas con ingresos inferiores a la
línea de pobreza. Incluye a las personas que se encuentran en situación de indigencia. c) Porcentaje de
personas con ingresos inferiores a la línea de indigencia.

Ahora bien cuando analizamos en términos relativos la pobreza y la indigencia


en América Latina en relación al año 1980 debemos observar lo siguiente:
a. La pobreza se redujo en 6,4% (34,1%(2007) - 40,5%(1980) = 6,4%);
b. La pobreza urbana se redujo en 1%, y la rural disminuyo en 7,8%;
c. El total de indigentes disminuyo en 6%. Siendo que la indigencia urbana y rural
se redujeran en 2,5% y 4,6% respectivamente.
Y cuando analizamos en términos absolutos la pobreza y la indigencia en
América Latina en relación al año 1980 debemos observar lo siguiente:
a. El número total de personas pobres aumento en 48 millones (183,92007 –
135,91980 = 48);
b. El número de pobres que viven en las ciudades aumento en 58 millones;

60
c. La pobreza rural disminuyo en 10 millones de personas.
d. El número total de indigentes aumento en 5,4 millones; siendo que la indigencia
en las ciudades aumento en 11 millones de habitantes y; la indigencia rural
disminuyo en 6 millones.
Otra característica que torna los indicadores sociales de América Latina
particularmente graves es la concentración de los recursos en manos de una
pequeñísima minoría. Una primera aproximación para percibir la magnitud de la
inequidad distributiva de la región se obtiene al evaluar cuánto de los recursos totales es
captado por los distintos grupos de ingreso. Según la CEPAL (2008), el estrato
conformado por el 40% de los hogares (más pobres) ubicados en la parte inferior de la
distribución capta en promedio un 15% del ingreso total. Este indicador alcanza sus
valores más bajos en Honduras, Bolivia y la República Dominicana, donde no excede el
11%. Solo en el Uruguay la participación de este grupo supera el 20%; en los demás
países con alta participación del primer quintil, como la Argentina, México y la
República Bolivariana de Venezuela, esta se encuentra entre un 17% y un 18% (Véase
la Figura 15)
En contraste, el 10% más rico de los hogares concentra en promedio el 35% de
los ingresos totales. La participación de este grupo es notablemente heterogénea en los
países de la región. Mientras los mayores valores superan el 40%, como en el Brasil y
Colombia, los valores más bajos se sitúan en niveles inferiores al 28%, en la República
Bolivariana de Venezuela y el Uruguay. La notable disparidad distributiva que
caracteriza a los países de América Latina puede observarse al comparar la relación de
ingresos entre el decil más rico y los cuatro deciles más pobres, y entre el quinto quintil
(es decir, el 20% de hogares situados en el extremo superior de la distribución) y el
primer quintil. (Idem)
De acuerdo con el primero de estos índices, el ingreso medio por persona de los
hogares ubicados en el décimo decil supera alrededor de 17 veces al del 40% de hogares
más pobres. Esta relación es altamente variable de un país a otro, y va desde alrededor
de nueve veces en la República Bolivariana de Venezuela y el Uruguay, hasta 25 veces
en Colombia. Por su parte, el ingreso per cápita del quintil más rico supera en promedio
20 veces al del más pobre, con un rango que va de 10 veces en Uruguay a 33 veces en
Honduras.

61
Figura 15. América Latina (18 países): Estructura de la distribución del
ingreso por deciles, alrededor de 2007a

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de
tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. a) Hogares del
conjunto del país ordenados según su ingreso per cápita. b) Área urbana.

Desde otro punto de vista, la desigualdad distributiva de América Latina puede


ser analizada mediante índices sintéticos, que resumen la información de la distribución
de los ingresos de toda la población en un valor único. Uno de los indicadores de
desigualdad más utilizados es el Índice de Gini:
Indice de Gini :
1 n n
G  yi  y j
2n 2  i 1 j 1
onde :
y i  ingreso per cápita del i - ésimo individuo
  ingreso medio

El índice de Gini es el índice más conocido para el análisis de la distribución de


ingresos. Su formulación se expresa en términos gráficos, puesto que corresponde al
área comprendida entre la curva de Lorenz y la línea de equidistribución. Mientras
mayor sea la concentración de los ingresos, mayor será dicha área, lo que incrementa el
valor del indicador. El índice de Gini toma valores en el rango [0,1] (donde el valor de 0
corresponde a la equidad absoluta y el valor 1 a la inequidad absoluta).
Próximo del año 1990, el promedio simple de los índices de Gini de los países
de América Latina alcanzaba 0,532, mientras que el promedio en torno a 2007,
calculado sobre una base comparable en términos de los países y áreas geográficas
analizadas, es de 0,515. O sea, una reducción de apenas un 2%, lo que de ninguna
manera puede interpretarse como un cambio significativo de los patrones distributivos
prevalecientes en la región. (CEPAL, 2008)

62
No obstante entre 2002 y 2007 la evolución de los indicadores de desigualdad
corrobora una tendencia mayoritaria a la mejora de la distribución del ingreso. Los
países con menor desigualdad de la región son Costa Rica, el Uruguay y la República
Bolivariana de Venezuela. A su vez, es posible identificar a Bolivia, el Brasil,
Colombia, Guatemala y Honduras como los países con mayores niveles de
concentración del ingreso en la región. (Véase la Figura 16).

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2008)


Figura 16. América Latina (18 países): Indicadores de Desigualdad 2002-
2007.

La desigualdad distributiva es un tema relevante en todas las regiones del


mundo, más aún cuando tiende a deteriorarse. Tal es el caso de la mayoría de países
miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), según
un estudio publicado recientemente por dicha institución, que analiza las tendencias de
la desigualdad en las últimas dos décadas.
Los patrones de desigualdad en los países de la OCDE son muy disímiles. A
manera de ejemplo, el índice de Gini varía desde menos de 0,25, en países como
Dinamarca y Suecia, hasta cerca de 0,40, en los Estados Unidos y Portugal, sin contar a
México y Turquía, cuyos índices superan dicho valor. (Ver Figura17)
Independientemente de estas diferencias, en el estudio citado se concluye que la
distribución del ingreso ha mostrado, en promedio, un deterioro con respecto a
mediados de los años ochenta. La descomposición de la variación total en dos
subperíodos muestra que entre los años 1980 y 1990 el patrón dominante fue de
deterioro, particularmente en México, Nueva Zelandia y Turquía, con mejoras en muy
pocos países. En el decenio posterior hubo mayor diversidad de tendencias, con un
empeoramiento en algunos países, particularmente Canadá y Finlandia, y
mejoramientos en otros, entre los que se destacan México y Turquía. El resultado
acumulado a lo largo de dos décadas es que prácticamente todos los países de la
OCDE sufrieron un incremento leve pero significativo de sus niveles de
desigualdad, evidente sobre todo en Finlandia, Nueva Zelandia y Portugal.

63
Figura 17. Variación del Coeficiente de Gini por subperíodos. (En centésimas del coeficiente de Gini)

Fuente: Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), Growing Unequal?


Income Distribution and Poverty in OECD Countries, París, 2008. Apud. CEPAL 2008.

7. Consideraciones finales.
El pasado día 16 de junio de 2009 el representante de la FAO en Cuba el señor
Marcio Carvalho Marques Porto impartió una conferencia titulada: Seguridad
Alimentaria en Tiempos de Crisis. Durante la conferencia informo a los presentes que
la presentación era mucho más que una muestra de figuras (siempre tristes), y números.
Más que esto, era un análisis sobre la vulnerabilidad de la producción y consumo
de alimentos al proceso de globalización. Y en esa oportunidad el mundo no sabía
que habíamos ultrapasado la barrera de los mil millones de personas con hambre.
¿Qué pasó? Una secuencia de crisis (la crisis de los precios de los alimentos, la crisis
de los combustibles y la actual crisis financiera) se encargó de poner por tierra los
avances logrados por la comunidad internacional en su lucha contra el hambre.
El comunicado conjunto de la FAO, Programa Mundial de Alimentos (PMA) y del
Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) expresa que el número de
subnutridos se incrementó entre 1995-1997 y 2004-2006 en todas las regiones del
mundo, excepto en América Latina y el Caribe. Pero incluso en esta última región, los
progresos en la reducción del hambre se han visto anulados como consecuencia del alza
de los precios de los alimentos y la actual crisis financiera. O sea, ¡vamos todos (o casi
todos) para atrás!
La declaración del Sr. Jaques Diouf11 (Director General de la FAO), de que
"necesitamos crear con urgencia un amplio consenso para la erradicación rápida y
11
Recientemente los Directores Generales de la FAO, del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y del
Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) comunicaron, en ronda de prensa realizada en
Roma el viernes 19 de junio de 2009, que el número de personas con hambre en el mundo ha
alcanzado la cifra de 1 020 000 000. El director general de la FAO, Jacques Diouf, afirmó, durante la
conferencia de prensa, que la situación actual va más allá de las dimensiones humanitarias tradicionales y
que requiere un nuevo orden alimentario mundial.

64
completa del hambre en el mundo y para dar los pasos necesarios", es una repetición de
los llamados que hace la FAO, desde el inicio de su existencia, en 1945, a sus países
miembros. En las cumbres sobre la alimentación realizadas en 1974 (Conferencia
Mundial de la Alimentación); 1992 (Conferencia Internacional sobre Nutrición); 1996
(Cumbre Mundial sobre la Alimentación); 2002 (Cumbre Mundial sobre la
Alimentación + 5); 2008 (Conferencia de Alto Nivel sobre la Seguridad Alimentaria
Mundial: los Desafíos del Cambio Climático y la Bioenergía); y 2009 (Reunión de Alto
Nivel Seguridad Alimentaria para Todos), donde los más altos dignatarios se
comprometieron a solucionar el problema del hambre a nivel mundial.
El Director General dice que "los países pobres necesitan las herramientas de
desarrollo, económica y política necesarias para impulsar su producción agrícola y su
productividad. Es necesario incrementar la inversión en agricultura, ya que para la
mayoría de los países pobres un sector agrícola saludable es clave para vencer el hambre
y la pobreza y supone un requisito previo para el crecimiento económico".

Lo más irónico es saber que PODEMOS vencer el llamado flagelo del


hambre. Tenemos el conocimiento y las tecnologías para producir alimentos de
calidad para todos, y hemos, por seis décadas, trabajado con los países en la
búsqueda de las soluciones a los problemas de la agricultura, la pesca y los
recursos forestales. Pero, aunque todos los recursos estén disponibles y el
conocimiento siga creciendo, no tenemos lo que necesitamos para erradicar el
hambre en el mundo: la voluntad política global —transformada en realidad a
través de leyes que garanticen el derecho a la alimentación, implementación de
políticas públicas y existencia de los recursos adecuados para promover la
seguridad alimentaria— para que TODOS los habitantes de este planeta tengan
una alimentación garantizada, segura y nutritiva todos los días.

El mensaje principal es que, sin voluntad política no se alcanzará la meta tan


añorada por las organizaciones internacionales, entre las cuales se incluye la FAO, por
sus países miembros y por la población mundial, de reducir el hambre a la mitad de los
845 millones que existían al inicio de la década de los noventa.
¿Qué podemos hacer? De nuestra parte, como instrumento de los gobiernos para
coordinar la lucha contra el hambre en el mundo, seguiremos trabajando y ofreciendo
soluciones para el aumento de la producción, alimentos más nutritivos y seguros, y
técnicas avanzadas que garanticen la seguridad alimentaria y que no rompan el
equilibrio en nuestro planeta. Esto es lo que sabemos hacer, en asociación con todos los
países miembros, para eliminar el hambre. El Enfoque de Doble Componente en las
respuestas de los países al hambre, que asocia la ayuda emergente con inversiones de
mediano-largo plazos, que permita a las familias pobres alimentarse por su propia
cuenta, es la opción recomendada por la FAO.
Sin embargo, e indudablemente, la clave para eliminar el flagelo del hambre es la
Voluntad Política (con mayúsculas).
(Marcio Carvalho Marques Porto, 16/06/2009. Representante de la FAO en Cuba).

65
La globalización capitalista ha puesto fin a la agricultura familiar, vital para el
cuidado del territorio y la alimentación de las comunidades; ha aniquilado el comercio
de proximidad, dañando gravemente las economías locales; ha deslocalizado la
producción de alimentos, generando una creciente inseguridad alimentaria con una dieta
que se basa en una comida que recorre miles de kilómetros antes de llegar a nuestra
mesa; y ha promovido una agricultura y una ganadería industrial, intensiva, basada en el
uso de pesticidas y productos químicos. Éste es el modelo de agricultura y de
alimentación global existente, las personas y el medio ambiente hemos quedado en
un segundo plano (Vivas, 2008).
Bibliografía.
1. ALTIERI, MIGUEL A. “Agroecology: The science of natural resources
management for poor farmers in marginal environments”, in Agriculture,
Ecosystems and Environment 1971, p.1–24, Elsevier. 2002.
2. ALTIERI, MIGUEL A. Agroecology: The Science of Sustainable Agriculture.
IT Publications, London. 1995.
3. ARESKURRINAGA E. Hambre, inseguridad y crisis alimentaria mundial.
In: Boletín de recursos de información nº18 Julio 2009. Centro de
Documentación HEGOA. 2009. Disponible in:
http://boletin.hegoa.efaber.net/mail/6/666. Acceso 8/09/2009.
4. BUENO, C.E. & MORCILLO, O.P. Fundamentos de Economía y Organización
Industrial. Madrid: Mc Graw Hill, 1993.
5. CHESNAIS, F. La Mondialisation du Capital. Paris: Syros, 1994.
6. COMISION ECONOMICA PARA AMERICA Y EL CARIBE (CEPAL).
Panorama social de América Latina 2008. LC/G.2402-P/E, Santiago de Chile,
publicación de las Naciones Unidas. Diciembre 2008. (2008).
7. EIDE, A., A. OSHAUG AND W.B. EIDE (1991). “Food Security and the Right
to Food in International Law and development”, in Transnational Law &
Contemporary Problems Vol.1 No.2, University of Iowa. “End Hunger! Fight
for the Right to Live” (2001) NGOs/CSOs Statement in the Asian Regional.
8. FAO. El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo. FAO, Roma. 2006
9. FAO. Panorama del Hambre en América Latina. 2008.
10. FOLHA DE SÃO PAULO. Especial sobre Globalización publicado In:
Cuaderno Dinero. 02/11/97.
11. FREYTAS MANUEL. El hambre que nos habita, In: Diario El Insurgente.
Cadiz. 2008. Disponible In:
http://www.insurgente.org/modules.php?name=News&file=article&sid=16121.
Acceso 8/09/2009.
12. GRAIN, Se adueñan de la tierra. El proceso de acaparamiento agrario por
seguridad alimentaria y de negocios en 2008, Disponible In:
http://www.grain.org/articles/?id=40. Acceso 8-09-2009.
13. GRAIN. Las corporaciones siguen especulando con el hambre. (2008).
Disponible In: http://www.grain.org/seedling/?id=596. Acceso 8/09/2009.
14. HADDAD, L. AND S. GILLESPIE. Effective food and nutrition policy
response to HIV/AIDS: What we know and what we need to know”, Discussion
Paper No.112, IFPRI, Washington, D.C. 2001.
15. HERNÁNDEZ N. L. Y AURÉLIE D. A. Crisis y soberanía alimentaria: Vía
Campesina y el tiempo de una idea. 2008. Disponible In:

66
http://www.viacampesina.org/main_sp/index2.php?option=com_content&do_pd
f=1&id=739. Acceso 9/09/2009.
16. MARX K. & ENGELS F. Manifiesto del Partido Comunista (1848).
Digitalizado para el Marx-Engels Internet Archive por José F. Polanco en 1998.
Disponible In: http://www2.cddc.vt.edu/marxists/espanol/m-e/1840s/48-
manif.htm. Acceso 8/09/2009.
17. ORGANIZACIÓN DE COOPERACIÓN Y DESARROLLO ECONÓMICOS
(OCDE), Growing Unequal? Income Distribution and Poverty in OECD
Countries, París, 2008.
18. ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE COMERCIO. Informe sobre el Comercio
Mundial. 2008.
19. PETER ROSSET, 2004. Food Sovereignty: Global Rallying Cry of Farmer
Movements. Institute for Food and Development Policy Backgrounder vol. 9,
no. 4, Fall 2003, 4 pp.
20. UNDP (2003b). The Millennium Project. Hunger Task Force Report. UNDP,
New York, April 2003.
21. UNDP (2005) The Millennium Project 2005. Halving Hunger: It Can Be Done.
Final Report of the Task Force on Hunger. The Earth Institute at Columbia
University, New York. www.unmillenniumproject.org/who/tf2docs.htm.
22. UNITED NATIONS. The Millennium Development Goals Report 2009. New
York, 2009.
23. VÍA CAMPESINA (1996a). Declaración de Tlaxcala de la Vía Campesina,
Tlaxcala, México, 18–21 abril, www.virtualsask.com/via/lavia.decesp.html.
24. VIA CAMPESINA (1996b) Soberanía alimentaria un futuro sin hambre,
Rome, 11–17 November. www.rebelion.org/otromundo/030809alimento.htm.
25. VIA CAMPESINA (2003) ¿Qué es la soberanía Alimentaria?. 1 de enero.
http://sp.viacampesina.org/index.php?option=com_content&task=view&id=229
&Itemid=135. Acceso 8/09/2009.
26. VÍA CAMPESINA. Una respuesta a la Crisis Global de los Alimentos:
Los/as campesinos/as y pequeños agricultores pueden alimentar al mundo.
2008. Disponible In:
http://www.viacampesina.org/main_sp/index.php?option=com_content&task=vi
ew&id=507&Ite mid=1. Acceso 8/09/2009.
27. VIVAS A. P. Globalización de la economía y/o mundialización del capital. In:
Revista de la Facultad de Ciencias Económicas. 1998.
28. VIVAS ESTER. ¿Cómo nos afecta la crisis alimentaria mundial?. 2008.
Disponible In: http://www.puntodevistainternacional.org/spip.php?article179.
Acceso 8/09/2009.
29. WINDFUHR & JENNIE JONSÉN Soberanía Alimentaria. Hacia la
democracia en sistemas alimentarios locales. FIAN-Internacional. 2005.
30. WORLD BANK. World Development Indicators. (Indicadores del Desarrollo
Mundial). New York. 2007.

67

También podría gustarte