Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INTRODUCCIÓN Y DEFINICIÓN
Inicialmente empleada como una técnica de canalización percutánea de vías venosas centrales
(yugular interna, femoral y subclavia).
Una vez obtenido el flujo de sangre se introduce una guía metálica flexible con punta blanda a
través de la aguja (o del catéter de punción venosa periférica) y se progresa un catéter apoyándose
en la guía sujetando ésta de manera firme para que no se deslice al territorio venoso.
Cuando el catéter ha progresado lo suficiente (dependerá del acceso, edad y tamaño del paciente)
retiraremos la guía sin arrastrar el catéter que queda situado en posición intravascular. Se debe
realizar una técnica de imagen (generalmente radiografía de tórax, ecocardiografía...) para
comprobar su situación.
De esta misma manera se localiza la zona adecuada para colocar los drenajes pleurales,
pericárdicos etc y tras pinchar con aguja se introduce la guía y el catéter de drenaje comprobando
su correcta ubicación.
EQUIPO Y MATERIAL
Debe realizarse con la máxima asepsia, ya que conectamos el exterior con el espacio intravascular,
con el riesgo de infección que ello conlleva. Se utilizará gorro, bata, guantes, mascarilla, campo
estéril... siempre que la situación lo permita. Así también se procederá a desinfectar la piel del
paciente con derivados yodados y esperaremos uno o dos minuto antes de actuar.
Solución antiséptica.
Agujas y jeringas.
Bisturí, seda.
Sistema de perfusión.
electrocardiograma,
frecuencia respiratoria
DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA:
Con el bisturí. Introducir el dilatador a través de la guía avanzándolo y rotándolo tan sólo
unos centímetros (piel y tejido subcutáneo) hasta que hayamos llegado al vaso para evitar
lesionarlo.
Retiramos la guía, comprobamos que refluyen todas las luces del catéter.
Se realiza radiografía de control y tras comprobar la correcta situación del catéter se fija a
piel con unos puntos de sutura.
COMPLICACIONES:
Sangrado o hematoma, se resuelve al comprimir sobre la zona (en vena femoral y yugular;
no en subclavia )
Lesiones nerviosas: por punción directa del nervio o por compresión de un hematoma. En
particular el caso de la yugular interna pueden tener lugar lesiones del plexo braquial, del
ganglio estrellado, del nervio frénico (parálisis diafragmática) y del nervio recurrente
(parálisis unilateral de cuerdas vocales).
Infección:
Es la complicación más frecuente y está en relación con el tiempo de uso (aumenta sobretodo a
partir de la primera semana) y la manipulación. Incidencia del 20 al 60% y llega a producir
bacteriemia en el 10%.
La incidencia de sepsis es variable y oscila entre 0% y 25%. Hay que distinguir entre colonización e
infección 8 en función del número de colonias). La infección puede ser local, sistémica o ambas.
Se realiza tratamiento empírico con antibióticos hasta conocer los resultados de los cultivos. En
ocasiones hay que retirar el catéter y otras veces, si la zona de punción y la entrada no están
infectadas puede realizarse un intercambio de catéter a través de una guía.
Trombosis:
Estados de hipercoagulabilidad.
Existe una clara asociación entre septicemia y trombosis aunque se desconoce qué es primero.
Se puede prevenir utilizando catéteres impregnados de heparina. Y puede tratarse con trombolíticos
y/o heparina.
Obstrucción:
Otras: